Argentina / 28 de julio de 2019 / Autor: Agustín Porres / Fuente: Clarín
La semana pasada regresó a Kenia Peter Tabichi, ganador del Global Teacher Prize 2019, tras recorrer durante 17 días Argentina, Brasil, Chile y Colombia. En nuestro país viajó a Corrientes, Salta, Jujuy y provincia de Buenos Aires.
Tabichi es un profesor de matemática, ciencias y hermano franciscano que trabaja con estudiantes de tribus diversas en una zona remota del valle del Rift. Antes de que se suba al avión le entregamos un cartel que decía: “Si alguna vez puedes leer estas líneas significa que sobreviviste a esta gira por Latinoamérica”.
Más allá del chiste, quería agradecerle en nombre de tantos latinoamericanos que fuimos inspirados por su enorme presencia. Sabemos que fue un viaje intenso, pero estamos convencidos de que el esfuerzo valió la pena. Todos estos días Peter amaneció antes que el sol, subió y bajó de muchos aviones, visitó jardines de infantes, universidades, escuelas y centros de formación educativa. Recibió distinciones oficiales y recorrió algunos de nuestros barrios más vulnerables.
Alguien que organizó parte de sus viajes quiso calcular los kilómetros que recorrió: 22.123 entre idas y vueltas. Para comparar: la longitud lineal de todo el continente americano es de unos 15.000 kilómetros y la de África, de casi 8.000 kilómetros. En sólo 17 días prácticamente recorrió la distancia lineal de esos continentes juntos: América y África. Dicho de otra forma: un poco más que media vuelta al mundo.
Pero las distancias nunca son tan importantes como los encuentros. Pudo conversar con maestros, estudiantes, hermanos franciscanos, académicos, funcionarios, ministros, gobernadores, un presidente, una primera dama, y regaló su presencia generosa para millares de selfies. Gracias a todos ellos por abrir los brazos. Hubo tiempo para más de un asado, que en Argentina es sinónimo de encuentro. Y qué podemos decir de las charlas ante cientos, miles de maestros.
Solamente agregar que he visto a su auditorio llorar y reír de emoción, al ver una realidad que necesita y puede ser transformada. Peter otorgó centenares de entrevistas. Todas fueron conversaciones enriquecedoras con periodistas. Queremos celebrar ese logro compartido que significa que la educación esté ganándose un lugar en la agenda de los medios y ciudadanos. Quedó claro que todos podemos reconocer a nuestros buenos docentes y me animaría a decir que este aplauso de 17 días puede marcar el rumbo que queremos: celebrar a nuestros maestros.
El anecdotario del viaje podría ser interminable, relatarlo llevaría casi el mismo tiempo que su visita. Voy a contar una sola, que puede ser ilustrativa: cuando bajamos del taxi en el aeropuerto de Salta, el conductor del vehículo que venía en silencio durante todo el viaje nos preguntó con mucho respeto si podía sacarse una selfie con Peter.
Aclaró que él no era docente, pero sabía por los medios de comunicación que en su ciudad estaba el mejor maestro del mundo y se sentía honrado por su presencia. Un acto aparentemente menor, pero que habla del reconocimiento público a los docentes.Gracias, Peter, por ser capaz de brindarte de igual manera a este taxista como al presidente. Te hemos visto conversar con policías, obreros, mozos y sindicalistas con la misma atención y delicadeza que cuando lo hacías con una primera dama. Y eso es notable: tus palabras fueron para todos.
Fuimos testigos de tantos regalos que recibiste: mates, ponchos, libros, carteles y juguetes. Pero quiero destacar que el regalo más grande lo recibimos nosotros, los latinoamericanos, que hemos sido inspirados por tu historia.Si la primera tarea podría ser conocer a una persona, la segunda es reconocerla. En eso estaremos durante varios años, reconociendo tu tarea y en tu figura, a todos los grandes maestros de Latinoamérica.
Fuente del Artículo:
https://www.clarin.com/opinion/gracias-peter-tabichi_0_vqa09O2OC.html
ove/mahv