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Así es la educación sexual obligatoria en Alemania

Europa/Alemania/08 Noviembre 2018/Fuente: Periodismo

En Alemania, la responsabilidad de proporcionar educación sexual a niñas y niños no es un papel exclusivo de la familia, sino un deber del Estado. A partir de la educación básica, los alumnos comienzan a recibir información sobre la educación sexual.

Por ley, los 16 estados federados de Alemania están obligados a promover la educación sexual en las escuelas, en colaboración con instituciones encargadas de asuntos familiares. Para ello se basan en un catálogo educativo vigente a nivel nacional. La Central Federal de Educación en Materia de Salud (BZgA), creada en 2003 en Alemania como centro especializado de la Organización Mundial de la Salud, es la principal responsable de implementar esas directrices, que, a su vez, son guiadas por los Patrones para la Educación Sexual en Europa (2010).

Los padres y madres son informados antes de que comiencen a impartirse los temas relacionados con la educación sexual, pero no tienen derecho a decidir de manera directa si sus hijos o hijas deben o no acudir a dichas clases. Una ley sanciona a los padres o madres que permitan o promuevan que sus hijos o hijas falten a la escuela.

Fuente: https://www.periodismo.com/link/asi-es-la-educacion-sexual-obligatoria-en-alemania/

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Colombia: Se buscan padres comprometidos con la educación de sus hijos

Colombia/15 de mayo de 2018/Por: Astrid López Arias/Fuente: http://www.abcdelbebe.com

Los niños que tienen el apoyo de sus padres, desde el jardín infantil, serán adultos más felices.

Hoy, en Colombia hay más de tres millones de niños en edad preescolar, y más de 22.000 establecimientos educativos que cuentan con programas para esta etapa del desarrollo, según la última actualización del Ministerio de Educación Nacional. Estas cifras muestran la importancia de enfocar los esfuerzos en mejorar la atención y calidad de la formación para los pequeños.

Pensando en ello, existen en el mundo varios movimientos y grupos que buscan proveer a los niños, en sus primeros años de escolaridad, de una formación integral que se ocupe de su parte intelectual, pero más allá, que cultive sus mentes y la razón de ser como personas.

En otras palabras, dicen los expertos: “Se busca crear modelos de educación serios, que incluyan planes que aseguren una buena nutrición, exijan esquemas completos de vacunación y se ocupen de estimularlos oportuna y pertinentemente”.

Planteamientos como los anteriores fueron la base del V Congreso Internacional de Educación a la Primera Infancia, realizado en Bogotá y en el que participaron con sus experiencias países como Italia, Cuba, Japón, Uruguay, Colombia y Finlandia, nación que es ejemplo internacional con su estructura educativa, en la cual priman los intereses particulares de cada alumno sobre el aprendizaje mismo de los conceptos.

En el evento se analizaron los planes educativos en la primera infancia y sus resultados, pero también la forma como los planteles, las familias y los mismos niños asumen la formación. Así mismo, los modelos presentados hicieron énfasis en la importancia de que exista sinergia entre el trabajo del Estado, las directivas educativas, los docentes y las familias en pro del mejor desarrollo de los niños, en sus primeros años.

Al respecto, Víctor Vergara, director Regional de la Asociación Nacional de Preescolar (Andep), dijo: “Lamentablemente, los padres, en general, no se involucran en la corresponsabilidad para con la escuela, sino que dan por sentado que la educación corre por cuenta únicamente del jardín o del colegio”. Sin embargo, añade, “hay que reconocer que en esta etapa formativa existe cierta tendencia a estar más presente que en los otros niveles educativos”.

La familia, indispensable

Para Patrizia Mascioli, rectora del Gimnasio Alessandro Volta y ponente oficial por Italia en el encuentro internacional, los padres son el factor fundamental en el proceso formativo de los niños. “Ellos son el punto de referencia afectivo más cercano; además, la escuela no sustituye la familia, sino que es el apoyo para constituir una sociedad más estructurada y sólida. Por esto, en nuestro modelo la relación entre padres y docentes está ligada por un vínculo muy fuerte, que promueva el bien mayor de los niños”.

Mascioli, al explicar el modelo italiano de educación, anota: “Partimos del precedente de que en la familia se aprenden relaciones, se siguen rutinas y se aprende a vivir las tradiciones (aspecto fundamental para la vida), mientras que en la escuela se utilizan espacios y materiales específicos que contribuyen a que los niños desarrollen aprendizajes y competencias; por esto, la escuela se constituye, en sí misma, como el lugar donde se inicia la aventura consciente del desarrollo de la personalidad, del yo, un yo que aprende a vivir y a sentir el valor de las relaciones con los otros y con el mundo. Así las cosas, si el paso familia-colegio es tranquilo, entonces los niños podrán vivir bien una adecuada escolaridad y ser felices”.

Lorena Evans, educadora y politóloga, dice que en casi todos los modelos educativos del mundo, la relación familia-escuela se ha dado con pocos puntos en común, y en el mejor de los casos tocando solo algunos aspectos de forma “tangencial”.

“En mi concepto, ambos escenarios tienen una tarea en común de interacción y trabajo continuo y estrecho. Las mejores experiencias educativas se dan cuando estos ámbitos no se ven mutuamente como una amenaza, cuando se presentan problemas en el aprendizaje de los niños y se asume que esto es el resultado de la mala acción del otro. Hay que equilibrarse en la corresponsabilidad y establecer esfuerzos para facilitar la formación y desarrollo positivo de los niños”.

La escuela no sustituye a la familia, sino que es el apoyo para constituir una sociedad más estructurada y sólida

 

¿Cómo involucrar más a los padres?

La docente e investigadora Patrizia Mascioli sostiene que en la formación de los menores es muy importante que exista conexión y reciprocidad entre la familia y el colegio. “Lo primero es la unidad, este es el factor base que permite que tanto padres como docentes hablemos el mismo idioma, y así los pequeños reciban los mismos criterios educativos. De una comunicación asertiva también depende que construyamos estructuras educativas que faciliten el desarrollo integral de nuestros niños”.

Para Mascioli, la clave del éxito de una educación que en realidad forme personas con criterio, libres, responsables y que valoren la vida y quieran destacarse está en que el modelo que se aplique promueva el desarrollo del ser humano, pero que en el proceso se asegure la felicidad.

“Ellos deben ver el mundo como un lugar de encuentro positivo y de conocimiento que genere, como consecuencia natural, un incremento de la curiosidad y una capacidad investigativa con excelentes resultados académicos en la edad escolar y, por supuesto en adelante”.

La educadora holandesa Loren Evans es enfática en decir que cuando se cuenta con padres comprometidos que se comunican con los jardines o colegios de sus hijos, que entienden su papel en la educación de los pequeños y que, a la vez, respetan y facilitan la labor de los educadores, el resultado no puede ser otro que “personas integrales con conocimientos aplicados y capacidad de decisión y análisis, lo cual podrán aplicar no solo en ámbitos profesionales y académicos, sino en el propio y libre desarrollo de la personalidad”.

Pero ¿cuál es la fórmula para involucrar más a los padres? Los expertos explican que el primer escenario de aprendizaje es el hogar; los niños siguen pautas sociales, culturales y aspectos propios de su familia, y en esa dinámica están aprendiendo. Desde el lenguaje en adelante, seguido por las pautas básicas de comportamiento de los niños, como se muestran, es el reflejo de lo que han aprendido en casa.

Entonces, el punto de partida para involucrar más a los padres en la formación de sus pequeños es integrarse con la escuela, en especial en la primera etapa de escolaridad. “Debe existir un contacto amable y propositivo que facilite una interacción constante entre el quehacer del hogar y el del colegio. Los padres ‘cajero’ (que solo se ocupan de pagar la mensualidad) están en vías de extinción, afortunadamente”, dice Evans.

Agrega que hoy son más los padres que, especialmente en los primeros años, apoyan a sus niños con los trabajos escolares, se han involucrado a través de la tecnología con sus pares para apoyar el aprendizaje y resolver problemas e inquietudes y sostienen una relación respetuosa pero vigilante del trabajo de los maestros”.

La clave está, anota Mascioli, en ver la escuela “como la continuidad del ambiente familiar, pero más amplio, abierto a nuevas relaciones, con una propuesta cautivadora de actividades aptas para cada niño, así que ellos entren y se adapten con gusto al nuevo ambiente, creen amistades, y logren vivir una relación positiva con el nuevo mundo que los rodea”.

Fuente de la Reseña:

http://www.abcdelbebe.com/nino/educacion-y-estimulacion/cual-es-la-clave-de-una-educacion-preescolar-adecuada-16263

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Escuelas se manifiestan ante pruebas del Departamento Educación de Puerto Rico

Puerto Rico/08 de mayo de 2018/Fuente: http://www.hoylosangeles.com

adres y madres de varias escuelas en Puerto Rico se manifestaron hoy contra el Departamento de Educación y sus pruebas estandarizadas de Medición y Evaluación para la Transformación Académica (META-PR), y la amenaza de cierre de más de 260 escuelas para el próximo año académico que inicia en agosto.

Las escuelas donde los padres se manifestaron este lunes fueron la Lorencita Ramírez de Arellano en Toa Baja, la María I. Dones de Fajardo, la Luis Muñoz Marín de Canóvanas, la Rafael Hernández de Guaynabo y la Parcelas Aguas Claras de Ceiba.

La Federación de Maestros de Puerto Rico (FMPR), dirigida por Mercedes Martínez Padilla, se solidarizó con estas comunidades escolares y reiteró su llamado a unirse al boicot contra las pruebas estandarizadas META-PR.

«Son pruebas que no miden el aprovechamiento de los estudiantes. Sirven para enriquecer a la empresa Pearson que las diseña. Buscan proyectar el fracaso de nuestros estudiantes y las escuelas para justificar la privatización y la imposición de las chárter», afirmó Martínez Padilla.

«Seguimos denunciando el maltrato institucional que representan estas pruebas a niños con diversidad funcional de salones a tiempo completo, a quienes el Departamento de Educación evalúa mediante su edad cronológica y no la mental», señaló.

Martínez Padilla dijo además que estas comunidades escolares han acudido a los distintos foros administrativos sin que se atiendan sus reclamos.

De igual manera, Martínez Padilla dijo que los padres le han presentado sus casos ante el presidente de la Comisión de Educación del Senado, Abel Nazario, así como al asesor de Educación del gobernador Ricardo Rosselló por medio de sus representantes, a sus alcaldes y legisladores, pero sin éxito.

«El Departamento de Educación tomó las decisiones de cierre de forma unilateral y se ha mantenido intransigente, sin escuchar los reclamos de padres, madres y educadores», sostuvo Martínez Padilla, quien agregó que también le han pedido la asistencia de la titular de Educación, Julia Keleher, pero tampoco ha respondido.

«Poco les ha importado la angustia y desasosiego que provocan en los niños y niñas. Es completamente insensible y antipedagógico administrar unas pruebas ante ese escenario», añadió la representante de los educadores.

Fuente de la Noticia:

http://www.hoylosangeles.com/efe-3607907-14140642-20180507-story.html

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Estados Unidos: La tarea escolar sobre la esclavitud que generó repudio en redes

América del norte/Estados Unidos/20 Enero 2018/Fuente: El tiempo

La polémica asignación fue publicada por la mamá de uno de los alumnos de cuarto grado.

Dé tres ‘buenas’ razones para la esclavitud y tres malas razones. Haga algunas anotaciones y expréselas en oraciones completas separadas por argumentos”, esta fue la tarea dejada por un docente de una escuela de Wauwatosa, Wisconsin, a sus alumnos de cuarto grado.

La asignación, que ha sido catalogada como “la peor tarea de la historia”, fue enviada como trabajo en casa para los pequeños de Our Redeemer Lutheran School.

Trameka Brown–Berry, madre de uno de los alumnos, publicó el pasado 8 de enero en su perfil de Facebook la respuesta que su hijo de nueve años, ‘Jerome’, dio al ejercicio: «Siento que no hay una buena razón para la esclavitud, es por eso que no escribí», aseguró el pequeño de nueve años.

La imagen de la hoja que publicó la mujer en sus redes está acompañada de la pregunta: «¿A alguien más le parece que es ofensiva esta tarea de un niño de cuarto año?».

La lluvia de opiniones criticando el escrito fue casi inmediata, de ahí que la publicación ya cuente con más de 800 comentarios.

«¡Buen trabajo, mamá! Definitivamente debemos ser defensores de nuestros hijos. Tuve una situación muy similar en la escuela de mi hijo. He escrito una carta muy detallada al maestro y al director para abordar mis preocupaciones y el uso irresponsable de este plan de estudios. La administración respondió inmediatamente. Tomamos medidas similares para abordar la cuestión; al mismo tiempo, la escuela y el profesor implementaron acciones al respecto antes de nuestra reunión«, dijo una usuaria identificada como Sabrina Dent.

Al siguiente día, Brown agradeció el apoyo de la comunidad y confirmó que al hacer llegar una lista de preocupaciones sobre este tipo de ejercicios al director del establecimiento educativo, Jim Van Dellen, este accedió a resolver el problema y tomar acciones al respecto.

Entre las medidas sugeridas se encontraban:

1. Ofrecer una disculpa verbal a los niños.

2. Enviar una disculpa formal a los padres.

3
. Eliminar la asignación del plan de estudios actual y futuro.

4.
 En caso de enviar en el futuro algún trabajo relacionado con un tema delicado, este deberá ser debatido previamente con los estudiantes.

5.
 Tener personal y profesores formados en diversidad cultural / competencias culturales para evitar que esto vuelva a ocurrir.

«El Director fue muy rápido al abordar mis preocupaciones, se disculpó de inmediato, y ha accedido a todas mis medidas de acción. El maestro ya se ha disculpado con los niños. El director y yo hemos estado en contacto todo el día trabajando en la carta de disculpa y él decidió enviar la carta a las casas de todo el cuerpo estudiantil, no sólo de la clase de mi hijo», concluyó la madre, que con su denuncia ha despertado el debate sobre la esclavitud y el racismo en los planes de estudio de las escuelas.

Fuente: http://www.eltiempo.com/vida/educacion/polemica-por-tarea-sobre-la-esclavitud-en-escuela-de-estados-unidos-171202
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Aprender enseñando

Porque gesticulen parecido, o sus ojos, nariz y boca muestren rasgos similares a los de su madre o padre, ello no otorga derecho a los progenitores para imponerles criterios negándoles el espacio a la confrontación de ideas.

Haberlos traído al mundo no concede patente para gobernarlos a ultranza. Y la experiencia como mamá o papá enseña que, en tanto vayan creciendo quienes una vez fueron parvulitos, más creatividad, lucidez, honestidad, transparencia, indulgencia, solidaridad y comprensión deberán derrochar los mayores, no solo para asistirlos en la toma de decisiones (que al final asumirán en honor a su independencia), sino en aras de preservar la confianza mutua que fortalezca el vínculo afectivo padres-hijos.

Una amiga de la juventud me comentó con cierto tono de queja en su entonación que su única niña —a quien le ha dedicado la vida entera— esgrime un comportamiento evasivo cuando la invita a hablar de determinados temas que le preocupan. Esquiva conversar de asuntos “delicados” y, sin embargo, se los consulta a una vecina igualmente “entrada en años”.

Sin ánimo de quedarme solo con la versión de una de las dos partes, fui al encuentro de la joven —conocida desde que nació— además de haber crecido y estudiado en las mismas escuelas de uno de mis hijos. Sentados en un banco del parque cercano a su casa le pregunté si depositaba toda la confianza del mundo en los criterios y consejos de su madre.

“¡Yo no desconfío de ella, pero cuando me quiere explicar algo emplea un tono de regaño y se contraría si no hago lo que me indica! Así es imposible entendernos. Prefiero no discutir y  evitar encontronazos, por eso me escurro hasta donde vive la vecina, una señora de la misma edad de mi mamá quien —quizá por no tener ningún vínculo sanguíneo conmigo, o por ser más condescendiente— habla con indulgencia hasta darme la vuelta por tal de hacerme entender cómo resolver ciertas cuestiones”, dijo la muchacha, hoy convertida en una universitaria con excelente aprovechamiento académico.

La letra con sangre entra. Así decían antaño quienes amarraban cortico a sus hijos imponiéndoles férreas conductas, cercenándoles sus libertades y en ocasiones frustrándoles sueños, sin que ello —cuando los muchachos entraran en la adolescencia— les garantizara tener allí la simiente de un hombre o una mujer de bien.

No pocos descendientes, ya en la adultez, lejos de experimentar agradecimiento y amor hacia sus padres, abrigan rencores y reproches contra aquellos que los abochornaban en público si hacían algo incorrecto cuando eran pequeños, o porque les pegaban en presencia de otros para corregir determinada falta. La violencia solo engendra violencia.

Desatar la agresividad para intentar reducir a la obediencia a los muchachos —ya sea diciéndoles palabras obscenas, recriminándolos o golpeándolos en presencia de conocidos o no— lejos de contribuir al respeto, conduce a la rebeldía. Y un joven rebelde, que lo niega todo y lo contradice todo porque nunca ha encontrado amor y comprensión, se torna en un problema para la sociedad.

Cualquiera de nosotros, madre o padre, ha enfrentado de­sa­venencias con sus hijos, es natural, máxime si en la convivencia diaria no todos tiran parejo del carro de los deberes hogareños. Quienes hayamos protagonizado algunos de esos enfrentamientos sabremos que el diálogo pausado, capaz de generar confianza mutua para resolver las diferencias, es la única vía de preservar el respeto y el amor para toda la vida.

Fuente del articulo: http://www.granma.cu/opinion/2015-08-27/aprender-ensenando

Fuente de la imagen:http://www.granma.cu/file/img/2015/08/medium/f0041927.jpg

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Maritchu Seitún: «No poner límites a los niños los debilita en vez de fortalecerlos»

Entrevista con la autora de Latentes, de editorial Grijalbo

Evangelina Himitian- LA NACION

¿Qué hacemos por nuestros hijos en la etapa en la que creemos que nos necesitan menos?», pregunta la psicóloga Maritchu Seitún de Chas, en el arranque de Latentes, su último libro. En los últimos años, sus obras sobre crianza se han vuelto un verdadero fenómeno editorial. Cada vez más colegios e incluso empresas la invitan a dar charlas sobre algo que parece haberse convertido en la gran incógnita de la nueva generación: ¿cómo criar hijos confiados, seguros, creativos y con pensamiento libre, pero a la vez que hagan caso a lo que les decimos los padres? En las últimas décadas, dice Seitún, los paradigmas de crianza han oscilado entre el autoritarismo y la permisividad absoluta. «Venimos de una época en que poner límites equivalía a frustrar a los chicos. No había que hacerlos esperar, o dejarlos enojar o permitir que sufran. Hoy nos dimos cuenta de que ese paradigma los debilitaba en lugar de hacerlos fuertes. Ahora, como sociedad, nos encontramos buscando un modelo intermedio», reconoce.

-Sigmund Freud llamó latencia a la etapa en la que los chicos se desentienden de la sexualidad. Habiendo superado la etapa edípica alrededor de los seis años, el interés por la sexualidad queda entonces «latente» hasta la pubertad, por eso los psicólogos llamamos latentes a los chicos en edad de escolaridad primaria.

-A partir de los seis años, ¿los chicos nos necesitan menos como padres?

-Durante los primeros cinco años cuidamos y acompañamos mucho a nuestros hijos, les enseñamos muchas cosas que a los seis se van consolidando en ellos, empezamos a verlos más independientes en muchos aspectos: se bañan, se visten y comen solos, se entretienen con hermanos, primos o amigos, los acompañamos a la cama pero se duermen también solos, ya no nos requieren tanto todo el tiempo ni tan físicamente. Empiezan a pasar más tiempo afuera de casa: en el colegio, haciendo deportes en el club, jugando en la vereda, en casa de amigos. Y ya no necesitan esa vigilia, ese seguimiento permanente, esa marca «hombre a hombre» de los primeros años.

-¿Qué está en juego en esa etapa?

-Habiendo fortalecido la confianza en sí mismos y en sus recursos, y habiendo consolidado la confianza en el vínculo con sus padres, es una etapa de enormes aprendizajes en todas las áreas: intelectual, emocional, social, motriz y deportiva. Todas sus energías están puestas en aprender, jugar, hacerse amigos…

-¿Hablar de límites en la crianza es un paradigma del pasado?

-Todo lo contrario: hemos vuelto a hablar de límites después de una época en que parecía que no había que ponerlos ni tampoco frustrar a los chicos ni hacerlos esperar, enojar o dejarlos sufrir. Lo hicimos porque nos dimos cuenta que ese paradigma los debilitaba en lugar de hacerlos fuertes. Pasamos de un modelo autoritarito y arbitrario con límites excesivos a otro opuesto, el permisivo, falto de límites, y hoy nos encontramos buscando un modelo intermedio que tome lo mejor de cada uno de esos modelos.

-Hoy la sociedad anima a los más chicos a que dejen pronto de ser niños. ¿Por qué?

-No puedo encontrar otra razón que la de invitar al consumo, porque, sabiendo como sabemos que todo va a llegar, no hay ninguna necesidad de apurar su crecimiento; esa etapa de infancia en la que se saben cuidados por sus padres, es muy valiosa para aprender, jugar, pasarla bien, practicar habilidades, tranquilos de que papá y mamá se ocupan. Hay otro grupo de niños que se ve obligado a dejar de serlo por cuestiones socioeconómicas: porque tienen que ayudar a sus padres y ocuparse de su supervivencia mucho antes de estar preparados para ello. Ojalá el Gobierno y la sociedad logren, trabajando en equipo, que esto deje de ocurrir en nuestro país.

-Se dice que ahora la adolescencia empieza en las niñas a los ocho años, que los ocho son los nuevos doce. ¿Es cierto?

-La pubertad física se ha ido adelantando pero no hasta ese punto, rara vez una niña de 12 empieza su desarrollo puberal y menos todavía los varones. Encuentro niños que se creen adolescentes y en realidad son niños a quienes les han faltado límites, no tienen clara la autoridad de los adultos y se portan como si fueran más chiquitos con berrinches, malos modos y peores respuestas, no como adolescentes, aunque sus padres prefieran creer que es una adolescencia adelantada.

-Entre tanto cambio de paradigmas, ¿estamos un poco desorientados los padres de las nuevas generaciones?

-Puede ser que estemos desorientados, es cuestión de investigar un poco y tomar una postura personal. Pero además creo que no hemos tomado conciencia de que la sociedad como tal ha dejado de educar a nuestros hijos, cosas que sí ocurría en las generaciones anteriores en la que muchos adultos eran referentes, ponían límites, educaban. Abuelos y otros familiares, personal docente y no docente de los colegios, los vecinos. Todos cumplían un rol social en la formación de los niños. Hoy hasta nos enojamos con las maestras cuando se atreven a hacerlo, sin darnos cuenta de que nos quedamos muy solos con una tarea compleja.

Fuente de la Entrevista:

http://www.lanacion.com.ar/1857344-maritchu-seitun-no-poner-limites-a-los-ninos-los-debilita-en-vez-de-fortalecerlos

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