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¿Qué será de nuestro planeta?

Enormes incendios forestales, potentes huracanes, grandes inundaciones, derretimiento de glaciales, abrumadoras oleadas de calor, terremotos y hasta pandemias de coronavirus atacan a nuestro planeta y amenazan con destruir economías y hasta la existencia humana. El cambio climático es una realidad que pende sobre todo el planeta con previsiones funestas.

La revista Journal of Geophysical Research: Oceans (JGR Oceans) publicó un estudio basado en las observaciones realizadas por los satélites ICESat y ICESat-2 de la Nasa el cual muestra que entre 2008 y 2019 el hielo marino en el Ártico ha disminuido un 20 % en 11 años, o sea, ha perdido 0,37 metros de grosor de su capa.

El Ártico es el área alrededor del Polo Norte que incluye partes de RusiaAlaskaCanadáGroenlandiaIslandia, la región de Laponia, en SueciaNoruegaFinlandia, y las Islas Svalbard.

Otra revista, la Geophysical Research Letters informó que

Groenlandia, la segunda mayor capa de hielo se derrite a pasos increíbles lo que provoca el aumento del nivel de los mares que hacen peligrar a islas y zonas bajas del planeta, mientras las olas de calor arremeten contra Europa, América, Asia y África.

Asegura que el 56% de la región está afectada por el derretimiento (zona de hielo sometida a temperaturas superiores a 0º C), incluso las más altas de Groenlandia. Solo durante el mes de julio de 2019, esa capa perdió 160 000 millones de toneladas de hielo lo que ha tenido un impacto significativo en el aumento del nivel del mar.

William Ripple, ecologista de la Universidad Estatal de Oregón, en un artículo publicado en el diario Motherboard señaló que desde 1992, las emisiones de CO2 han subido un 62 % y la temperatura global se ha incrementado en 29 %, mientras que la abundancia de fauna de vertebrados cayó un 29 %».

Ripple, quien participó en una investigación realizada y después firmada por 15 372 hombres y mujeres de ciencia de 184 países denunció que durante los últimos 25 años se ha detectado una reducción de 26 % en la cantidad de agua dulce por habitante, un aumento del 75 % de áreas muertas en los océanos, y una pérdida de 120 millones de hectáreas de áreas forestales. Y enfatizó “Necesitamos los medios proporcionados por la naturaleza para nuestra propia supervivencia».

Esa peligrosa situación a la que esta expuesta la vida del planeta es la que no entienden ni el presidente de Estados Unidos, Donald Trump quien retiró a su gobierno del Acuerdo de París sobre cambio climático aprobado por 195 países en 2015 y cuyo fin es reducir las emisiones de gases invernaderos a partir de 2020, ni su par brasileño Jair Bolsonaro, que bajo el argumento de incrementar la economía de la nación, ha justificado la destrucción de la Amazonía.

La Agencia Espacial Brasileña (AEB) informó que en un solo año del desgobierno de Bolsonaro habían sido arrasadas más de 958 000 hectáreas de la Amazonía, una extensión de selva casi del tamaño de Líbano.

Y lo peor esta por venir pues el ultraderechista mandatario abrió el bosque tropical a la explotación industrial, disminuyó su protección y en ausencia de agentes federales llegan a la Amazonía oleadas de madereros, ganaderos y mineros que arrasan con todo el medio ambiente.

Analicemos a grandes rasgos todo a lo que conduce el cambio climático. Al acumularse los gases contaminantes las temperaturas aumentan y los climas cambian, provocando sequías, incendios, deforestación y desertificación.

Como las temperaturas son más altas, las lluvias son menos frecuentes, pero más intensas y por tanto, el nivel de inundaciones y su gravedad también irán en aumento.

El cambio de temperatura motiva que en zonas templadas y frías se propaguen enfermedades que habían desparecido como dengue, malaria y otras, mientras las incrementa en las regiones cálidas.

La quema de combustibles fósiles y aumento de gases invernadero motivan que el Polo Norte esté mucho más caliente que hace 50 años lo cual pone en riesgo la vida de miles de personas por el crecimiento de olas de calor.

El derretimiento de los glaciales por altas temperaturas en los océanos incide en el aumento del nivel del mar situación peligrosísima pues muchas islas podrían desaparecer y en numerosas ciudades se reducirá la distancia a las costas.

Al potenciarse las temperaturas de los mares, los huracanes serán cada vez más violentos y peligrosos, dejando a su paso destrucción de ciudades, cultivos, desmantelamiento de infraestructuras, hambre y enfermedades.

Diversas especies de animales y de flora están desapareciendo al cambiar el clima y no pueden adaptarse como ocurre con los osos polares que mueren porque no alcanzan los hielos flotantes o las aves migratorias que pierden esa capacidad al verse imposibilitadas de seguir los flujos de temperaturas a las que están habituadas.

La producción de alimentos básicos para la subsistencia humana se reduce con los cambios climáticos lo que a la par conlleva su encarecimiento, situación más que difícil para las grandes mayorías pobres del planeta.

Por eso cada vez se hace más necesario recordar las palabras del líder cubano Fidel Castro cuando en la Cumbre de la Tierra efectuada en Río de Janeiro en 1992 advirtió: “Una importante especie biológica está en riesgo de desaparecer por la rápida y progresiva liquidación de sus condiciones naturales de vida: el hombre. Ahora tomamos conciencia de este problema cuando casi es tarde para impedirlo. Es necesario señalar que las sociedades desarrolladas son las responsables fundamentales de la atroz destrucción del medio ambiente”.

Y nos podemos preguntar ahora: ¿Qué será de nuestro planeta dentro de unos años. Podremos salvarlo?

Fuente del artículo: https://rebelion.org/que-sera-de-nuestro-planeta-2/

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Black Lives Matter está democratizando las instituciones de EE.UU.

Por: David Brooks. 

 

Por todo el país los movimientos exigen mejoras sociales. «Urge prepararse para la represión neofascista», alerta el activista y académico Cornel West.

Nueva York – Una banda de jazz estilo Nueva Orleans tocaba St. James Infirmary, un blues sobre la muerte de la novia del que lo canta, en el centro de Washington Square, poco antes de que cientos caminaran detrás de ese conjunto unas 30 o más cuadras para ser recibidos en Ocupa Alcaldía, un plantón de manifestantes bajo el lema de las Black Lives Matter (Vidas Negras Valen), parte de un movimiento nacional sin precedente en medio siglo que, por quinta semana, sigue sacudiendo a las cúpulas del país.

El campamento de cientos de personas que se estableció sobre una placita al lado de la alcaldía tiene una “bodega comunitaria, (toma lo que necesites, ofrece lo que puedas), una biblioteca popular que solicita libros radicales para compartir, una carpa de atención médica y mesas para alimentar a todos. De repente hay foros sobre historia, raza y género, y sobre la violencia oficial. Una mujer lee un libro sobre Angela Davis, mientras a unos metros, un DJ pone música hiphopera y algunos bailan, mientras otros tejen. No hay policías, su paso está prohibido (por ahora). Hay líneas pintadas con gis que decoran no policía más allá de este punto. Se solicita que todos usen cubrebocas.

El plantón tiene una serie de demandas, pero la central para esta acción es la del traslado de mil millones de los 6 mil millones de dólares anuales en el presupuesto de la policía de Nueva York a programas sociales, y por ahora se ha logrado un triunfo parcial, algo casi impensable hace un mes. Esto o escenas parecidas se repiten por cientos de ciudades y pueblos a lo largo del país

Por quinta semana, estas expresiones –marchas, plantones, mítines, brigadas de ciclistas y otras de muralistas, conciertos, conmemoraciones de las víctimas (https://bit.ly/2YRKiwG)– que se detonaron con el asesinato de George Floyd por la policía en Minneapolis, el 25 de mayo, siguen sin cesar. Son menos numerosas y los enfrentamientos con la policía son menos dramáticos (aunque la represión sigue), pero persiste cada día en múltiples ciudades.

Este movimiento que estalló dentro del silencio de la pandemia ha obligado a cúpulas políticas a enfocarse y responder a sus demandas, logrando que se promuevan decenas de iniciativas de reforma policiaca y obligado a políticos nacionales y locales a proclamar de qué lado están sobre el racismo sistémico y su historia desde los inicios de este país. Mientras un presidente asustado ha optado por responder con amenazas de represión militar, denuncias de que todo es un complot de la izquierda radical calificando lo que ha visto frente a la Casa Blanca como un movimiento de odio. Uno de sus legisladores favoritos, Matt Gaetz, de Florida, declaró por tuit que “Black Lives Matter es un movimiento marxista”.

El movimiento multirracial e intergeneracional incluye desde los jóvenes (sobre todo mujeres) que lo encabezan, a veteranos del movimiento de derechos civiles de los 60, a sindicalistas, religiosos, académicos, músicos y otros artistas, como también indígenas e inmigrantes. El legendario comediante Carl Reiner, quien acaba de fallecer a sus 98 años, se tomó una foto con su hija y su gran amigo Mel Brooks, todos con camisetas de Black Lives Matter (https://bit.ly/31GvBhI).

De pronto, políticos y directores de instituciones ofrecen retirar monumentos y símbolos de la historia racista, desde el de algunos ex presidentes como Woodrow Wilson a la casi increíble decisión del gobierno estatal de Mississippi de retirar el símbolo de la Confederación de su bandera oficial después de 126 años, entre otras. En Nueva York, la famosa estatua de Teddy Roosevelt, montado sobre su caballo y a su lado dos figuras caminado, un indígena y un afroestadunidense, que da la bienvenida a la entrada del Museo de Historia Natural, será retirada por decisión de la institución. Este movimiento ha obligado un rendimiento de cuentas históricas.

Todos saben que este tipo de movilizaciones tiene que evolucionar en otras expresiones políticas, algo que ya ocurre a un paso relámpago incluso en lo electoral.

“Cualquier momento en que ves a seres humanos enderezar sus espaldas y estar dispuestos a caminar juntos, luchar juntos, cantar juntos –sean del color que sean– hay una majestad moral y una belleza espiritual que no puede ser negada. Pero tenemos que prepararnos para la respuesta represiva neofascista, sobre todo cuando el imperio está débil y desesperado”, afirma el filosofo, y profesor en Harvard y Princeton, Cornel West, en una entrevista reciente con Salon. Tenemos que democratizar plenamente a EU para rescatarlo sin miedo ni a medias.

Fuente del artículo: https://rebelion.org/black-lives-matter-esta-democratizando-las-instituciones-de-ee-uu/

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México: Expertos llaman a reducir brecha digital para la educación a distancia

América del Norte/ México/ 07.07.2020/ Fuente: www.jornada.com.mx.

 

Para avanzar en la educación a distancia es indispensable aumentar la conectividad y hacer del Internet un derecho y un bien público, con lo cual se reduciría la brecha digital, señalaron participantes en seminario virtual organizado por la Internacional de la Educación (IE), con motivo de las afectaciones de la Covid-19 en el sector educativo a nivel global.

Además, recomendaron regularizar el trabajo en línea, a fin de de que se tome en cuenta la situación de género, ya que en América Latina y en particular en México, la mayoría de docentes son mujeres, quienes duplicaron o triplicaron sus jornadas, al atender labores de enseñanza, responsabilidades del hogar y brindar apoyo escolar a sus hijos, que también recibían clases vía Internet, televisión o radio.

Los representantes de educadores de diferentes países hicieron un llamado a que las autoridades capaciten profesionalmente a los maestros en el manejo de tecnologías, que les permitan mayor calidad en sus clases a distancia.

Durante la conferencia de la IE -la mayor federación de sindicatos del mundo, que representa a 32.5 millones de trabajadores de la educación de 384 organizaciones de 178 países-, los ponentes coincidieron en que si bien ninguna tecnología puede sustituir la interacción personal entre alumnos y maestros, el regreso a clases debe darse una vez que esté controlado la enfermedad.

Al participar como uno de los ponentes, el secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Alfonso Cepeda Salas, señaló que en México, a pesar de la pandemia y la crisis económica mundial, los maestros tienen certeza laboral, situación que les permite y motiva a dedicar el ciento por ciento de sus capacidades a la continuidad de la educación.

Tras escuchar las exposiciones de representantes sindicales, como el de Kenia, Constantine Wasonga, quien informó que, debido a la pandemia, los profesores tienen afectaciones en su salario, y Alison Barnes, de Australia, en donde ha habido recortes de personal auxiliar de los titulares en el nivel superior, Cepeda Salas aseguró que en nuestro país todos los maestros de educación pública conservan íntegro su salario, prestaciones y seguridad social. “No tenemos ningún despido”, dijo.

Al abordar el tema principal de la conferencia, “Apoyar y promover la educación postsecundaria, la educación superior y la investigación en el contexto de la crisis de la Covid-19”, los participantes de Kenia, Reino Unido, Australia, Argentina y México, consideraron que las condiciones de trabajo del personal de la educación superior y de los investigadores se han visto seriamente afectadas por la pandemia; aun así, mantienen una importante contribución en la búsqueda de soluciones a la crisis generada por la emergencia sanitaria y económica.

En el caso de México, el maestro Cepeda Salas aprovechó el foro para “reconocer a las instituciones públicas de Educación Superior -tecnológicos, Politécnico y universidades- por sus aportaciones al sistema de salud para enfrentar la pandemia, desde diseñar y reparar ventiladores, producir a bajo costo caretas para protección en la atención hospitalaria, hasta investigar sobre los medicamentos para atender la Covid-19, y contribuir con sus estudios al análisis para el desarrollo de una vacuna”.

Fuente de la noticia: https://www.jornada.com.mx/ultimas/sociedad/2020/07/05/expertos-llaman-a-reducir-brecha-digital-para-la-educacion-a-distancia-796.html

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Argentina: El 60% de las escuelas no tiene conectividad

América del Sur/ Argentina/ 07.07.2020/ Fuente: diariolaopinion.com.ar.

En una entrevista que brindó el Ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, al noticiero de Next Tv, el funcionario advirtió la enorme desigualdad que existe en la Argentina y el retroceso que produjo la gestión de Mauricio Macri, dejando de lado el programa Conectar Igualdad.
El Ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, brindó una entrevista al canal Next Tv de nuestra ciudad, donde analizó los efectos de la pandemia en cuanto a la educación y al proceso que desde el 16 de marzo se lleva adelante en todo el país. “Esta pandemia ha iluminado la desigualdad y nadie puede ignorar la profunda desigualdad que hay en América Latina y en Argentina en particular. Una desigualdad que a partir de las malas políticas de los últimos años, en términos de acceso a la tecnología se ha profundizado esa desigualdad. Distinta sería la realidad si la gestión de Mauricio Macri le hubiese dado continuidad al plan conectar igualdad.
En ese sentido el Ministro Trotta puso de ejemplo la gestión de Cristina Kirchner donde dijo que entre el 2010 y el 2015 se distribuyeron más de 5 millones de computadoras, que el Estado le otorgaba a los alumnos y señalando que en muchos casos era la primera y única computadora en esa familia. Además el funcionario nacional resaltó que la administración anterior, dejaba esas computadoras en gabinetes informáticos en las escuelas y que en 4 años de gobierno fueron tan solo 800.000 computadoras, haciendo hincapié en el retroceso que esto generó en cuanto a accesibilidad a la tecnología para muchos chicos.  “Ahí vemos lo que es el retroceso cuando el Estado no asume su responsabilidad, por eso nosotros en el marco de esta pandemia debemos desplegar una agenda no tecnológica, -que también lo hacemos-, pero ponemos el foco en una agenda analógica, donde llevamos distribuidos más de 30 millones de cuadernos con distintas actividades para todas las edades escolares y la producción de 21 horas entre televisión y radio, todos los días, para llegar a todos nuestros estudiantes, llegar a la ruralidad. La tele y la radio tiene una penetración absoluta en todos los hogares, cosa que no podemos decir lo mismo con el acceso a la web o a la conectividad”, sostuvo Trotta.VUELVE «CONECTAR IGUALDAD»
El Ministro de Educación Nicolás Trotta confirmó esta información, resaltando que “vuelve conectar igualdad, nuestro programa de conectividad en un momento de enorme complejidad como transita la Argentina en términos económicos y fiscales, hace eje en tres cuestiones; por un lado la distribución de computadoras a nuestros estudiantes. Nuestro compromiso en este 2020 es poder cubrir a todos los estudiantes de los 4tos años del secundario, de manera universal en todas las escuelas públicas. Nos restan distribuir hacia fin de año al menos 350.000 computadoras más para poder cumplir ese componente”.  Asimismo el Ministro precisó que la idea es avanzar en los próximos tres años y medio con la conectividad en todas las escuelas, ya que el 60% de las escuelas en la Argentina no tiene acceso a la web y también pretenden el desarrollo de una plataforma educativa que garantice la gratuidad de la navegabilidad educativa desde celulares.

Fuente de la noticia: https://diariolaopinion.com.ar/contenido/281894/el-60-de-las-escuelas-no-tiene-conectividad
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Bangladesh prohíbe el acceso a Internet a un millón de personas en un campo de refugiados lleno de rumores sobre el virus

Redacción: El Diario

Los líderes rohingya están pidiendo a las autoridades de Bangladesh que levanten la prohibición de usar Internet impuesta a un millón de refugiados en la ciudad bengalí de Cox’s Bazar. Dicen que los rumores y el pánico sobre la COVID-19 están disuadiendo a la gente de hacerse el test.

Las restricciones para comunicarse están exacerbando las ya de por sí difíciles condiciones de los refugiados rohingya procedentes de Myanmar. Familias de hasta ocho personas viven en la misma habitación de unas estrechas chozas de bambú, usando inodoros y grifos comunitarios. En algunas zonas, hay escasez de elementos tan básicos como el jabón.

En esta ciudad de Bangladesh sudoriental, a 20 millas de la frontera con Myanmar, los organismos de ayuda han advertido una y otra vez por la facilidad con que que el virus podría propagarse por los campamentos sin capacidad médica para enfrentarlo. Según los datos de la Organización Mundial de la Salud hasta el 10 de junio, 35 refugiados dieron positivo en las pruebas de la COVID-19. Tres personas han muerto y hay 30 en cuarentena, aunque se teme que haya más casos no detectados.

El brote ha coincidido con la temporada de gripe, aumentando la confusión sobre los síntomas, pero desde la comunidad explican que la gente está evitando acudir a los centros médicos porque temen ser trasladados a instalaciones de aislamiento. Se ha informado de dos personas que huyeron de la cuarentena la semana pasada porque creían que los enviarían a centros alejados de su familia.

Muchos de los desplazados rohingya refugiados en Cox’s Bazar huyeron a Bangladesh en 2017, después de que Myanmar iniciara una represión militar contra ellos, una minoría musulmana, con «intención genocida«, según la ONU.

Las condiciones son cada vez más desesperadas después de tres años en los campamentos, con personas sin acceso a la educación o a un medio de subsistencia. Desde principios de año, muchos han intentado huir de Cox’s Bazar embarcándose en peligrosos viajes marítimos hacia Malasia, a más de mil quinientos kilómetros distancia. Entre ellos ha habido muchos atrapados en el mar durante meses debido al cierre de fronteras con que los países reaccionaron a la pandemia del coronavirus. Esta semana, Malasia ha detenido a 270 refugiados después de que su pesquero de arrastre, con daños, fuera interceptado por la guardia costera del país.

Bangladesh interceptó otro barco que transportaba a cientos de refugiados de Cox’s Bazar y lo escoltó hasta Bhasan Char, una remota isla de cieno, aparentemente para reducir el riesgo de introducir el virus en Cox’s Bazar.

Otros refugiados temen correr la misma suerte aunque el Organismo de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) haya dicho que hay 200 camas en centros de aislamiento y de tratamiento de infecciones respiratorias graves, además de cientos más en proceso de instalación.

Mohammad Shaiful tiene 25 años y vive con su esposa, su tío y su hija de un año en el campamento. La desinformación, dice, se ha propagado a toda velocidad. «Corre el rumor de que van a matar a la gente en cuarentena», explica. «Como si los médicos les estuvieran inyectando algo que causa las muertes. Además, los médicos están ‘contagiando’ el coronavirus a personas que ni siquiera lo tienen y matándolas. La gente tiende a creer en esos rumores en lugar de pensar un poco».

A los refugiados les piden que mantengan una buena higiene y el distanciamiento social, pero al mismo tiempo se han reducido los trabajos de las ONGs para minimizar el riesgo de transmisión. Aunque siguen los servicios esenciales, como la alimentación y el saneamiento, un dirigente comunitario se queja de que en su zona los retretes se habían vuelto inutilizables por falta de mantenimiento.

«Honestamente, no estamos practicando el lavado de manos y las medidas de sanidad porque las ONGs responsables del lavado de manos y de la higiene y el saneamiento no vienen al campamento», dijo Mohammad Jaffa, líder comunitario en el campamento 7 de Cox’s Bazar.

Tun Khin, presidente de la Organización Rohingya de Myanmar en el Reino Unido, menciona el agradecimiento de los rohingya a Bangladesh por haberlos acogido en Cox’s Bazar, pero pide que permitan la conexión a Internet para que la gente pueda recibir información y noticias fiables sobre la pandemia. «No pueden seguir lo que está pasando en el mundo y saber cuántas personas han muerto. Necesitan saber lo que está sucediendo con la COVID-19 para poder aprender y entender que es un peligro para toda la comunidad», dijo.

El gobierno bengalí ha dicho una y otra vez que hace mucho más por los rohingya que el resto de países y que la prohibición de Internet se debe a razones de seguridad.

Abu Tahir, de 37 años, que vive con su esposa y tres hijos, dice que se habían cerrado los mercados y las tiendas pero que la gente no podía permanecer aislada todo el día dentro de sus pequeñas habitaciones. «No sé qué pasará si doy positivo en el test de coronavirus. No estoy tan seguro de esto de la cuarentena. Si algo me va a pasar, me gustaría tener a mis hijos y a mis seres queridos cerca. Dicen que no hay tratamiento para esta enfermedad, ¿entonces qué sentido tiene aislar? Ya hemos pasado por mucho. Pero sobrevivimos porque el Todopoderoso tiene un lugar especial para nosotros. Va a cuidar de nosotros», explica Tahir.

Fuente: https://www.eldiario.es/desalambre/Piden-Bangladesh-Internet-rohingya-coronavirus_0_1037296952.html

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Coronavirus minuto a minuto: La pandemia hizo que se perdieran 400 millones de empleos en todo el mundo

Redacción: Tyn Magazine

El panorama del mercado laboral mundial en la segunda mitad de 2020 es “altamente incierto” y la previsión de recuperación no será suficiente para que el empleo vuelva a los niveles previos a la pandemia este año, dijo la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en un informe sobre las expectativas del empleo a nivel global. Según los cálculos del organismo, debido al freno de la economía generado por las diferentes medidas de distanciamiento social aplicadas en todo el mundo se perdieron el equivalente a 400 millones de empleos en el segundo trimestre del año.

En su último reporte, la agencia de Naciones Unidas dijo que el descenso de horas laborales a nivel mundial es “significativamente peor que lo estimado previamente” en la primera mitad del año, siendo América la región más golpeada.

“Según se desprende de recientes estimaciones de la OIT, la pérdida de horas de trabajo en la primera mitad de 2020 ha sido mayor que la prevista, lo que pone de manifiesto el empeoramiento de la situación en las últimas semanas, en particular en los países en desarrollo”, señaló el reporte.

“En el primer trimestre del año se perdió aproximadamente un 5,4% de las horas de trabajo en todo el mundo (equiparable a 155 millones de empleos a tiempo completo), con respecto al cuarto trimestre de 2019. Se prevé que en el segundo trimestre de 2020 se pierda en todo el mundo el 14% de las horas de trabajo (equiparable a 400 millones de empleos a tiempo completo), y que las mayores pérdidas se registren en las Américas, a razón del 18,3%”, agregó el informe.

Cerca del 93% de los trabajadores mundiales siguen viviendo en países afectados por algún tipo de restricciones laborales, señaló el informe.

“La gran mayoría de los trabajadores de todo el mundo, a saber, el 93 por ciento, sigue residiendo en países que aplican algún tipo de medida de cierre de lugares de trabajo. Esa proporción a escala mundial se ha mantenido relativamente estable desde mediados de marzo, si bien las medidas aplicadas han sido cada vez más laxas. En la actualidad, la mayor cantidad de restricciones que afectan a trabajadores y lugares de trabajo se producen en las Américas”, detalló la OIT.

Los factores que determinan la pérdida de horas de trabajo varían sustancialmente en todos los países para los que se dispone de datos pertinentes. En algunos países, la reducción de horas de trabajo y la condición de trabajador “empleado pero sin trabajo” (por ejemplo, los empleados en situación de baja temporal) contribuyeron ampliamente a la cantidad de horas de trabajo perdidas, al tiempo que en otros, el factor determinante fue la situación de desempleo e inactividad. Esas diferencias ponen de manifiesto que un enfoque demasiado específico en materia de desempleo no permite evaluar adecuadamente la incidencia de la pandemia en los mercados laborales.

Asimismo, la pandemia ha tenido un “efecto desproporcionado y perjudicial” en las trabajadoras, que suelen estar empleadas en sectores duramente golpeados como la alimentación y la hotelería, el minorista y el inmobiliario, agregó.

Perspectivas pesimistas

Para el cuarto trimestre, la OIT calculó que se perderá el 4,9% de las horas laborales, o 140 millones de empleos. Bajo el pesimista escenario de una posible segunda ola de la pandemia, esta cifra podría subir al 11,9%, o 340 millones de empleos, indicó.

“Los cálculos han revisado considerablemente al alza el daño causado por la pandemia a nuestros mercados laborales”, dijo Guy Ryder, director general de la OIT, en una conferencia de prensa en Ginebra. “Las cifras reflejan un deterioro de las condiciones sobre todo en los países en desarrollo. La región en la que vemos la mayor (pérdida) de todos es América”, agregó.

Al ser preguntado sobre si Brasil y otros países que no están imponiendo estrictas medidas de salud pública para frenar la propagación del coronavirus, Ryder dijo: “Claramente, el retraso indebido en la actuación en la parte sanitaria de la pandemia va a provocar peores resultados sociales y económicos”.

Fuente: http://www.tynmagazine.com/coronavirus-minuto-a-minuto-la-pandemia-hizo-que-se-perdieran-400-millones-de-empleos-en-todo-el-mundo/

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«El coronavirus es un pedagogo cruel porque la única manera que tiene de enseñarnos es matando»: entrevista con Boaventura de Sousa Santos

Por: BBC

Considerado uno de los grandes referentes entre los pensadores de izquierda, el sociólogo portugués Boaventura de Sousa Santos cree que el nuevo coronavirus es un gran pedagogo, eso sí, uno cruel.

Así nos lo presenta en su nuevo ensayo, «La cruel pedagogía del virus», en el que dice que la pandemia de covid-19 es la forma en el que nuestro planeta nos está diciendo basta. ¿Aprenderemos? Ese es el gran interrogante ahora.

Boaventura de Sousa Santos es director emérito del centro de Estudios Sociales de la Universidad de Coimbra, en Portugal; investigador distinguido de la facultad de Derecho de la Universidad de Wisconsin-Madison, en Estados Unidos.

Descrito como el «sociólogo de la antiglobalización», es uno de los principales impulsores del Foro Social Mundial.

En su nuevo trabajo, el sociólogo reflexiona sobre todas las lecciones que nos está dejando este virus, que ha evidenciado las desigualdades de nuestra sociedad, de nuestro modelo de desarrollo, con el que Santos es muy crítico.

Un virus capaz de infectar a cualquiera, sí, pero que se ha cebado con los más vulnerables, con los pobres.

«El 30% de la población mundial tiene falta de agua», dice. «¿Cómo van a lavarse las manos? La poca agua que tienen la necesitan para comer y beber».

Lo que sigue es una síntesis de la conversación telefónica de BBC Mundo con Boaventura de Sousa Santos.

Línea

Desde varias esferas se ha usado una retórica belicista y se ha calificado este virus como un enemigo. Usted se refiere a él como un pedagogo cruel. ¿Cuál es la pedagogía de este virus?

Es virus es un pedagogo en el sentido de que nos está dando varias lecciones. El problema es saber si nosotros las vamos a escuchar y las vamos a aprender.

Es cruel porque la única manera que el virus tiene de enseñarnos es matando, matando a inocentes, y lo hace por miles y miles.

¿Qué nos está tratando de enseñar?

El virus es un pedagogo que nos está enseñando que la Madre Tierra no está satisfecha con el modelo de desarrollo que tenemos. Nosotros somos una parte muy pequeñita, ínfima, de la vida del planeta.

Solo representamos un 0,01% de la vida en el planeta, pero a pesar de eso nos disponemos a intentar destruir el resto de la vida.

Entonces la naturaleza se defiende, y nos está diciendo «así no, si siguen así, va a haber más pandemias».

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Estamos desbaratando los bosques, contaminando el agua, minería a cielo abierto expulsando indígenas, campesinos… para una explotación de los recursos naturales sin límites… con un calentamiento global tremendo…

Y todo eso está desestabilizando los hábitats de los animales silvestres, y por eso vamos a tener más pandemias.

Otra cosa que está haciendo este virus es ponernos a pensar más sobre la capacidad del Estado. ¿Hay otra lección ahí?

En los últimos 40 años nos han dicho que el Estado es ineficiente, es corrupto, y que lo bueno son los mercados, que el mercado es el mejor regulador de la vida social.

Pero viene una pandemia, y nadie pregunta por los mercados. Nadie pide al mercado que los salve, que los proteja, se lo piden al Estado.

Esa es una lección muy fuerte, y si de verdad la vamos a aprender, entonces tenemos que reinvertir en educación, en salud, transportes e infraestructura que no tenemos.

En muchos países se ha privatizado la salud, en Estados Unidos, por ejemplo, ni siquiera existe un sistema público de salud. Me parece que esta es una enseñanza muy fuerte.

Otra lección es que me parece ha habido gobiernos, algunos de derecha o de extrema derecha, que se han revelado muy incompetentes para proteger la vida de la gente. Hablo de Inglaterra, de Estados Unidos, de Brasil, de India, y de otros países.

Son países cuyos gobiernos han creado una ecuación fatal entre la economía y la vida, y han dicho que la economía es más importante que la vida, y por eso se han resistido a ordenar confinamientos, han descuidado la gravedad de la pandemia, se han retrasado y ese retraso se ha traducido en miles de muertos.

El caso de Inglaterra es paradigmático. El señor Boris Johnson quería privatizar el Servicio Nacional de Salud, y después ese Servicio Nacional de Salud fue el que lo salvó. Esa es otra enseñanza: la vida es más importante que la economía.

Hospital en Iquitos, Perú.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionEl sociólogo dice que el virus ha sido más mortífero entre los que ya son vulnerables, los pobres.

Otra lección muy importante es que el virus también nos ha mostrado que, al contrario de lo que muchos piensan, no es democrático para nada.

Es caótico, por supuesto. Entra e infecta a gente de todas las clases, es verdad, pero ¿a quién mata? Mata a los que ya son vulnerables, los pobres, los que no tienen acceso a la salud.

En ese sentido, como diría (Eduardo) Galeano, el virus muestra «las venas abiertas» del mundo.

Usted dice que como modelo social, el capitalismo no tiene futuro. ¿Qué escenarios nos deja esta pandemia sobre la mesa? ¿Cuáles son las alternativas?

La alternativa es empezar realmente por una transición que va a ser larga, no se puede cambiar la sociedad de un día para otro, sería una ruptura, una revolución, no estamos en tiempos de revoluciones muy radicales.

Lo primero es la matriz energética, que habría que cambiar rápidamente, es decir, ir a energías renovables.

En segundo lugar, las estrategias de consumo tienen que ser alteradas, particularmente la alimentación.

No tiene sentido que los países tengan que importar alimentos cuando los pueden producir dentro de sus fronteras. Llamamos a eso soberanía alimentaria y es fundamental porque si hay una crisis, una pandemia, y un país depende de la agricultura de otro país, eso puede significar hambre, y eso ha pasado.

Pastores recogiendo agua en un pozo en Senegal.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionSegún Boaventura de Sousa Santos, para la mayoría de la población del planeta es imposible seguir las recomendaciones de la OMS.

Ha pasado ahora, por ejemplo -un caso que conozco bien- entre Mozambique y Sudáfrica. Mozambique depende de los productos agrícolas procedentes de Sudáfrica y cuando se cerró la frontera se creó una crisis.

Y tenemos que empezar por una lógica de bien común. Hay productos que son un bien común y no deberían ser privatizados nunca. El agua por ejemplo, es un bien común que no debería ser privatizado.

Lo hemos visto en esta pandemia con una brutal crueldad. Por un lado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que la gente debe lavarse las manos, por otro, la gente se quedó sin empleo, y no podían pagar las facturas, entonces, las compañías cierran el agua.

En algunos países, en Centroamérica por ejemplo, los gobiernos tuvieron que suspender los cortes de agua por impago.

¿Está la globalización en tela de juicio? ¿Habrá un cambio de paradigma?

Puede, no creo que sea un cambio radical, pero muchos países están pensando realmente que hay que repensar la parte industrial, para que bienes esenciales estén disponibles en el país y no sean dependientes, como se ha visto, de China.

Boaventura de Sousa SantosDerechos de autor de la imagenSCARLETT ROCHA
Image captionEl sociólogo portugués cree que vamos a entrar en un período al que llama la pandemia intermitente.

No tiene sentido que el país más poderoso del mundo, que es Estados Unidos, no produzca guantes, mascarillas, ventiladores… cosas esenciales. Tenemos que relocalizar alguna industria de bienes esenciales.

La pandemia impuso cambios drásticos en nuestras vidas. En algunos países se decretaron cuarentenas severas. Las calles estaban vacías. ¿Cree que las sociedades están preparadas para vivir de otra manera, para una alternativa a esa vida de consumo constante?

Preparadas no están, pero lo importante es saber que somos capaces. Somos capaces de no ir al supermercado a todas horas, ni pasar el fin de semana en el centro comercial. Somos capaces, pero porque hemos sido forzados.

Lo importante es que la posibilidad existe, que hay alternativa para que la gente pueda cuidar de sus hijos, quedarse más en casa, consumir menos… pero porque las personas han sido forzadas de una manera cruel.

Ahora creo que deberíamos ver una pedagogía en eso, porque este modelo de desarrollo y consumo que tenemos nos traerá otras pandemias.

Madrid vacía por el coronavirus.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionLa pandemia mostró, según el sociólogo, que hay alternativa a la vida de consumo constante.

Vamos a entrar en un período al que llamo la pandemia intermitente, es decir, salimos a la calle, vamos a los bares, durante unos meses; después viene el invierno, las cosas empeoran… porque no sabemos cuándo vamos a tener una vacuna y además porque obviamente pueden surgir otros virus, quizás más mortíferos.

Es realmente mediante una acción política y una acción educativa que la gente debería prepararse de otra manera.

Nuestros productos están hechos para que duren poco tiempo. Un reloj podría durar toda la vida, pero la gente cambia de reloj según el color de la ropa. Esto, que llamamos la obsolescencia de los productos, es programada para que duren muy poco y gastar más recursos naturales.

Antes mencionó la recomendación de la OMS sobre lavarse las manos. Algo que hemos visto, y que usted señala en su ensayo, es que instituciones globales, como la OMS, hicieron recomendaciones que en realidad solo podían seguir una parte pequeña de la población. ¿Cree que estas instituciones de la gobernanza global están alejadas de las sociedades?

Lo están, porque son instituciones que realmente no reflejan la realidad, porque están especializadas.

La OMS no trata sobre la desigualdad, ese es otro departamento de la ONU y por eso hace las recomendaciones, pero no se preocupa de si la gente tiene la posibilidad de lavarse las manos.

Sabemos que el 30% de la población mundial tiene falta de agua, y de agua potable todavía más, y que para 2050 la mitad de la población no va a tener agua potable. Mucha gente, la poca agua que tiene, es para beber y cocinar, no para lavarse las manos.

Suburbio en Buenos Aires.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image caption¿Cómo mantener la distancia social en zonas donde la gente tiene que vivir hacinada?, se pregunta Santos.

Por otro lado, la distancia física y sanitaria… ¿cómo? Si vives en villas miseria, en barriadas, en favelas donde en el mismo departamento tienes 10 o 15 personas.

¿Cómo pueden teletrabajar los uberizados que te entregan la comida? Yo puedo protegerme teletrabajando, pero alguien me va a traer la comida, y esa persona no está protegida.

Esto no puede seguir por este camino de vulnerabilidad.

¿Y cuál cree que es el papel de los intelectuales en este escenario de crisis y en el de la postcrisis?

Los intelectuales tienen que acompañar mucho las aspiraciones de la gente y trabajar no solamente en el medio universitario, sino en las comunidades.

Yo trabajo mucho en las barriadas de Colombia, de México, de Argentina, de Brasil, etc., con la gente, para aprender con ellos. No podemos ir con teorías de vanguardia diciendo que vamos a cambiarlo todo de un día para otro, porque no me parece que sea posible.

Creo que hay que ir despacio y tendremos que ser pedagogos de esta alternativa.

Yo aprendo más con los indígenas que con otros. En términos ecológicos, quienes me han enseñado lo que sí fueron los indígenas, y los campesinos. Son ellos los que saben cuidar a la Madre Tierra y ser un vocero.

Creo que los intelectuales deberían ser voceros de mucha voz silenciada en el mundo y que son voces de futuro, no son voces del pasado.

Fuente: https://www.bbc.com/mundo/noticias-53219916

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