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Italia renuncia a abrir las escuelas este curso por la pandemia

Europa/ Italia/ 21.04.2020/ Fuente: www.leonoticias.com.

Tras cinco semanas de confinamiento en todo el territorio nacional, Italia comienza a imaginar cómo podrá ser la vida una vez que expire el cerrojazo el 4 de mayo. Mientras parece confirmarse que las escuelas permanecerán cerradas como pronto hasta el próximo curso, los presidentes de 4 regiones (Lombardía, Véneto, Piamonte y Sicilia) presionan al Gobierno de Roma para que no alargue las restricciones y permita la reapertura de las actividades económicas lo antes posible.

La pandemia se acerca ya a los 170.000 contagiados, de los que 40.000 se han curado y 22.000 han fallecido. Más de la mitad de esas muertes se han registrado en Lombardía, cuyo presidente regional, Attilio Fontana, estaría barajando considerar también el sábado y el domingo como días laborables, según informan los medios locales. Se pretenden establecer turnos con jornadas y horarios diferenciados dentro de las empresas para reducir así los flujos de trabajadores tanto en las oficinas como en el transporte público.

Es al Gobierno central al que le corresponde decidir cuándo levantará las restricciones. Antes de tomar esa decisión, el primer ministro, Giuseppe Conte, analizará los pros y los contras con los dos comités que le asesoran: uno formado por médicos y científicos y otro por expertos encargados de proponer nuevas formas de organización laboral. Son cada vez más los sectores que piden una reapertura cuanto antes de las actividades económicas en las empresas donde se pueda garantizar la distancia de seguridad y el resto de medidas para evitar los contagios.

En la llamada ‘fase dos’ se podrían mantener las restricciones a la movilidad de las personas de más de 70 años, las más vulnerables al coronavirus, y a los menores de edad, por la dificultad para que respeten la distancia de seguridad. A los niños y jóvenes les cayó este viernes otra jarra de agua fría al reconocer la ministra de Educación, Lucia Azzolina, que resulta casi imposible que se vayan a retomar las clases en lo que queda de curso.

«El Gobierno tomará una decisión en breve. Pero con la actual situación sanitaria cada día que pasa se aleja la posibilidad de reabrir en mayo. Significaría hacer que cada día se movieran más de ocho millones de estudiantes», comentó Azzolina en una entrevista con el ‘Corriere della Sera’. Respecto al modo de reapertura en septiembre, la ministra informó de que se ha constituido una comisión para estudiar las diversas posibilidades, pues es necesario «un gran proyecto de innovación».

Dentro del sector educativo hay serias dudas de que se puedan retomar las clases presenciales antes de que haya una vacuna contra el coronavirus. «Las personas que frecuentan las escuelas son casi nueve millones. Lo que significa que harían falta nueve millones de mascarillas que habría que ir sustituyendo. Y habría que mantener la distancia de seguridad entre estudiantes, lo que resulta imposible en el 80-90% de las escuelas italianas, porque son muy antiguas y tenemos clases masificadas, las llamadas clases gallinero», advirtió Mario Rusconi, dirigente de la asociación nacional de directores de escuelas, en el canal TV2000.

Fuente de la noticia: https://www.leonoticias.com/internacional/union-europea/italia-renuncia-abrir-colegios-20200417150718-ntrc.html?ref=https%3A%2F%2Fwww.google.co.ve%2F

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Chile: El Mineduc y su postura frente a la pandemia: ¿una mirada pública?

América del Sur/ Chile/ 21.04.2020/ Fuente: radio.uchile.cl.

Como sabemos, la emergencia producida por el COVID-19 obligó a suspender la realización de clases presenciales en las escuelas, jardines infantiles y liceos del país desde el lunes 16 de marzo. Frente a esta emergencia, la estrategia del Mineduc ha sido básicamente apostar por continuar las clases de modo online y buscar un pronto retorno a “la normalidad”. Para ello ha implementado un sitio web denominado “aprendo en línea”, en el cual pone a disposición clases semanales, para las asignaturas de lenguaje y comunicación y matemáticas, bajo el lema “aprendo sin parar”. También ha dispuesto la entrega de la canasta de alimentos JUNAEB, suspendida durante estas dos semanas. Ha anunciado la entrega de equipos de computación para estudiantes y adelantó las vacaciones “de invierno” para la segunda quincena de abril, señalando que espera volver pronto a la modalidad presencial de clases: primero anunció que se volvía a las escuelas el 27 de abril; luego, ante el rechazo generalizado que despertó ese anunció, comunicó que están planificando un “retorno gradual, porque la situación sanitaria es mejor de lo proyectado inicialmente”.

 

Esta obsesión por “aprender sin parar” y “volver pronto a la normalidad” ha sido criticada por casi todas las organizaciones educativas. En decenas de liceos públicos, estudiantes han denunciado la desigualdad de condiciones para acceso, conectividad, disponibilidad de equipos y espacios para poder trabajar online, situación que afecta más, por cierto, a los y las estudiantes más pobres. De hecho, muchos liceos públicos estaban en paro cuando comenzaron las “vacaciones”. El Foro por el Derecho a la Educación Pública, que agrupa a asociaciones de padres, estudiantes y educadores, ha denunciado “la falta de productos y entrega de alimentos en mal estado en las canastas JUNAEB”. Docentes y asistentes de la educación han denunciado la inexistencia de protocolos claros, ni condiciones sanitarias mínimas para cumplir con los turnos éticos. Por su parte, el Colegio de Profesores/as ha criticado, tanto la falta de condiciones de parte de estudiantes y familias cuestión que profundiza la desigualdad educativa, como la falta de condiciones de trabajo adecuadas para el teletrabajo de las y los docentes. Además, ha presentado un Plan Educativo de Emergencia para enfrentar la crisis sanitaria, en el cual proponen, entre otras cosas, priorizar el trabajo de vinculación y apoyo socio emocional hacia estudiantes, detener la aplicación de la prueba SIMCE para evitar la presión hacia los contenidos que ella genera, implementar un canal de televisión educativa y realizar un proceso participativo tendiente a definir prioridades curriculares, en el entendido de que este no será un año normal. También en las redes sociales han circulado múltiples denuncias de parte de apoderados/as, como la de una mamá que se hizo viral señalando, entre otras cosas que el ministro de educación no es educador y que lo que mejor que podría hacer es “agarrar los libros que tienen todos los niños y que el Gobierno ya distribuyó y trabajar con esos libros y establecer un canal educativo que guíe ese trabajo”.

Las ideas y propuestas emanadas de organizaciones y actores educativos parecen simples, sencillas, quizás demasiado. Sin embargo, al igual que durante todos estos años de luchas por el derecho a la educación, la voz de quienes viven diariamente la experiencia educativa ha demostrado ser mucho más razonable y contar con más respaldo científico que las decisiones tecnocráticas, tomadas por autoridades que ni han estudiado, ni trabajado en educación. Recientemente la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) publicó recomendaciones para una respuesta integral del sector educativo de América Latina frente al COVID-19, basada en una revisión de buenas prácticas educativas a nivel mundial para enfrentar situaciones de catástrofe. Algo similar acaba de hacer un grupo de expertos de la Global Education Innovation Iniciative de Harvard, a partir de la revisión de las mejores prácticas de respuestas educativas de los gobiernos a la crisis de la Pandemia.

Lo que uno encuentra en estos informes son propuestas sencillas y accesibles para todos y todas los/as estudiantes y comunidades educativas y que coinciden llamativamente con lo que han señalado y denunciado los actores educativos chilenos. Revisemos algunas de ellas:

Sobre el estudio on-line. El informe de Harvard señala que “las diferencias de condiciones de los/as estudiantes y sus familias para el trabajo educativo a distancia exacerbarán las brechas de oportunidades ya existentes, a menos que se construya una respuesta intencional e integral”. En ese sentido, el informe es claro al señalar que “a corto plazo, en los países o sistemas escolares que aún no cuentan con una infraestructura existente para apoyar el aprendizaje en línea y el acceso universal a los dispositivos, es poco probable que se pueda implementar la educación en línea para brindar educación. Allí serán necesarias otras modalidades, de menor costo y relativa facilidad de implementación, como la educación por radio o la televisión educativa”. Claramente ese es el caso de Chile. Según la última encuesta de la Subsecretaría de Comunicaciones, el 44 por ciento de los hogares del país no tenía conexión fija a Internet al momento de su publicación, situación que perjudica principalmente a familias de menos recursos. Por ejemplo, en la Región Metropolitana, si bien el 98 por ciento de los hogares de la comuna de Providencia cuenta con conexión a Internet, este porcentaje es solo del 28.2 por ciento en la comuna de La Pintana.

Sobre la televisión educativa. Como señalamos, estos informes muestran que el trabajo articulado desde la televisión educativa puede resultar mucho más efectivo, dada la cobertura casi universal de televisores en los hogares. Al respecto, el anuncio que hizo el Mineduc sobre la implementación de un canal educativo parecía ser una muy buena noticia, hasta que averiguamos de qué se trata en verdad esta iniciativa. En realidad, lo que hará el Mineduc será pagar derechos de series de televisión ya realizadas que, a su juicio, tienen contenido educativo, como “el perro chocolo” o cantando aprendo a hablar”. Se trata de un paso, sin duda, pero no es lo que UNESCO considera televisión educativa. Televisión educativa es lo que se implementa en países como Letonia o Cuba, donde en horario fijos diarios, de manera alineada con objetivos de aprendizaje priorizados y libros repartidos a las familias, se emite programación dedicada específicamente a cada “ramo” o sector de aprendizaje. Nada de eso implica el anuncio del Gobierno

Sobre la cobertura curricular, el bienestar de las comunidades y las evaluaciones. El informe de Harvard señala que “debe reconocerse que las circunstancias extraordinarias bajo las cuales cualquier modalidad de educación alternativa probable podría continuar durante la pandemia, hacen que sea prácticamente imposible para los sistemas e instituciones lograr los mismos objetivos. Esto requiere priorizar los objetivos curriculares y definir lo que se debe aprender durante el período de distanciamiento social”. Asimismo, señala que “una prioridad clave de las instituciones educativas debería ser el bienestar de los estudiantes y el personal”. Por su parte, el informe UNESCO señala que es vital “priorizar algunos contenidos educativos clave durante la emergencia, dado que para la mayoría de los países no será factible la cobertura completa de los currículos”. Señala la importancia de “dar espacio y lineamientos para la actividad física, la relajación, el autoconocimiento, la contención y la entretención”, a la vez que considera imprescindible “flexibilizar los procesos y calendarios de evaluación educativa y pruebas estandarizadas” e “innovar hacia otras formas de medición (por ejemplo, la evaluación formativa)”.

Sobre la claridad de la información y la participación de actores. El informe de Harvard señala que es vital implementar, por parte de las autoridades, una “estrategia de comunicación clara para ayudar a mantener la coherencia y la colaboración”. Unesco agrega que es fundamental incorporar a las comunidades, pero particularmente es importante “involucrar al profesorado y a sus organizaciones en las medidas de emergencia”, tanto en su diseño como en su implementación. Claramente, nada de ello ha ocurrido en Chile, basta recordar la polémica implementación de “vacaciones” y el reciente anuncio del reintegro progresivo a clases presenciales justo en las semanas en que se espera el peak de contagios en el país.

Como vemos, las medidas sencillas, concretas, accesibles para todos y todas que han propuesto diversos actores educativos son las que se recomiendan para la educación pública del mundo. Aunque, como han señalado tantas veces las organizaciones educativas chilenas, el gran problema de nuestra educación es que nuestro sistema público fue desarticulado tras 40 años de aplicación de políticas educativas de mercado y privatización. Nuestro ministerio no es de educación pública, sino que parece más preocupado de perpetuar un paradigma de competencia desigual, en beneficio de los sostenedores de colegios privados, así como entregar señales de “normalidad” para que los padres de estos colegios sigan pagando y las comunidades de las escuelas públicas sigan perdiendo en la competencia desigual.

Se les olvida que esa “normalidad” es justamente la que necesitamos cambiar.

Sobre los autores:

Rodrigo Cornejo es investigador del Observatorio de Políticas Educativas de la Universidad de Chile (OPECH).

Eduardo González es dirigente nacional de Colegio de Profesores.

Fuente de la noticia: https://radio.uchile.cl/2020/04/20/el-mineduc-y-su-postura-frente-a-la-pandemia-una-mirada-publica/

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Pedagogías Críticas y Educaciones Populares ante la Pandemia y la Virtualización de la Educación

América/México/20/04/2020/Autor y fuente: CSIIE Michoacán

La Escuela Popular de Formación Política «Francisco Javier Acuña» inicia sus trabajos con la Conferencia virtual del Dr. Luis Bonilla, ex viceministro de Educación Superior de Venezuela. Será transmitida para todos, en facebook a través de la página del CSIIE Michoacán y por zoom, el miércoles 22 de abril a las 4:00 p.m. hora de México.

Fuente e imagen: CSIIE Michoacán

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Millones de niños en Sur de Asia corren el riesgo de abandonar sus estudios

Redacción: La Vanguardia

Millones de niños del Sur de Asia pertenecientes a los estratos más vulnerables de la sociedad corren el riesgo de abandonar sus estudios debido al cierre de escuelas por el coronavirus, alertó este lunes el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

«La región ya tenía una crisis educativa crónica, con 95 millones de niños en edad escolar fuera de los colegios. Con la crisis actual del COVID-19, ahora muchos de los 430 millones de niños afectados por el cierre de escuelas en el Sur de Asia pueden abandonarlas», afirmó Unicef en un comunicado.

ACCESO LIMITADO A LA TECNOLOGÍA

Los países de la región, hogar de casi un cuarto de la población mundial, han puesto en marcha canales educativos y cursos en línea para tratar de compensar el parón educativo, aunque Unicef advirtió de que pueden no ser suficientes para llegar a los más vulnerables y los residentes en zonas de difícil acceso.

«Solo el 33 % de los habitantes de la región tienen acceso a internet. El acceso a la radio y la televisión es limitado en algunas zonas», recordó Unicef.

ASIA DEL SUR SE DECANTA POR LA TELEVISIÓN

El Ministerio de Fomento de Recursos Humanos de la India, un país que cuenta con casi 4.000 casos de coronavirus y 109 muertes, está promocionando la televisión pública Swayam, con decenas de canales educativos, sin contar con las iniciativas de las escuelas.

«Estamos realizando clases en línea junto con nuestros estudiantes, y compartimos vídeos con ellos en Whatsapp (…) Si encuentran dificultades nos pueden preguntar directamente también por Whatsapp», dijo a Efe Vijay Sharma, profesor de instituto en una zona de Nueva Delhi afectada por la violencia entre musulmanes e hindúes que dejaron decenas de muertos en febrero.

«Emocionalmente, están muy desequilibrados», explicó Sharma.

En el vecino Bangladesh, donde las escuelas fueron cerradas el pasado 16 de marzo y por el momento cuenta con 123 positivos por COVID-19 y doce muertes, las autoridades también han elegido retransmitir lecciones por televisión.

Tele School es el canal televisivo educativo creado por el Gobierno de Pakistán para proporcionar clases a los millones de niños que no atienden a clases por el coronavirus, que ha causado 50 muertes y 3.227 contagios confirmados hasta ahora en el país, y donde los centros escolares estarán cerrados al menos hasta junio.

«Aunque no es tan bueno como clases directas, esperamos que esta herramienta alternativa sea útil para los estudiantes», dijo el ministro de Educación, Shafqat Mehmood, antes de aclarar que el canal empezará a emitir a mediados de este mes.

En Afganistán, un país en guerra donde el 75 % de las niñas están fuera del sistema escolar y que cuenta con una de las tasas de acceso a internet más bajas del mundo, la situación es más compleja.

«Hemos estado trabajando en una vía alternativa, a través de la televisión, radio, internet y reuniones reducidas en casas», dijo a Efe una portavoz del Minsiterio de Educación, Nooria Nazhat Nijrabi.

Fuente: https://www.lavanguardia.com/vida/20200406/48344621281/millones-de-ninos-en-sur-de-asia-corren-el-riesgo-de-abandonar-sus-estudios.html

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Categorías de las luchas de resistencia desde el siglo XVIII al XIX en Venezuela. (La otra cara de la moneda).

 

“Los hijos de nadie, los dueños de nada, los ningunos, que no son aunque sean. Los que no hablan idiomas,  sino dialectos, que no profesan religiones sino supersticiones. Que no practican arte, sino artesanía. Los que no practican cultura, sino folklore. Que no tienen nombre sino número. Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local. Los nadie que cuestan menos que la bala que los mata”.

(Galeano. Ventanas 2012)

Hacer un recuento de la historia sobre la resistencia de los pueblos y establecer categorías sobre este hecho es a todas luces difícil puesto que implica encaminarse por las fuentes históricas escritas por los vencedores, es decir, a contrapelo de los vencidos, puesto que no siempre quienes resistieron, vencieron.

En el caso venezolano, este camino se inicia con la resistencia indígena y se continúa con los movimientos que surgieron por parte de los nuevos habitantes de esta América: los africanos esclavizados, los criollos oprimidos económica y políticamente por la Metrópolis, los peninsulares haciendo su nueva vida en Las Indias descontentos por los monopolios y los criollos libertarios. Lógicamente estos movimientos de resistencia tienen otros matices  que difieren de los indígenas, los habitantes originarios americanos sensu stricto. Desde esta perspectiva, las luchas tienen otras modalidades, existe otro contexto en donde está instalada una sociedad colonial y, en este sentido,  las luchas son relacionadas con el sistema colonial ya instaurado con todos sus vicios y sistemas de exclusión

En consecuencia, esta nueva perspectiva debe partir de los movimientos indígenas, pasando por los hitos que significaron  el negro Miguel, el zambo Chirinos, Gual y España. Esto es narrar la historia de las cimarroneras y rebeliones negras, y los  movimientos de los comuneros, pocos conocidos, que se extendieron por toda Hispanoamérica. De allí a los movimientos que dieron luz al proceso de independencia. Posteriormente, revisar las insurrecciones ocurridas después de 1830, en este caso en Venezuela, pero que no dejaron de darse en todo el subcontinente, que tuvieron como motivación la traición generalizada a las banderas esgrimidas durante la cruenta lucha de independencia. Quizás el más importante, los movimientos campesinos que dieron origen finalmente a la Guerra Federal, también traicionada políticamente pero también ocultada y tergiversada por los historiadores de la clase dominante.

La resistencia e insurrecciones en Venezuela.

“Sequemos con el fuego sagrado de nuestra conciencia, sequemos pues las lágrimas del África, también las lágrimas de América Latina,… para que juntos… el llanto de nuestros siglos regrese hecho lluvia para comenzar la siembra  del Siglo XXI.

Hugo Chávez Frías (2006)  Cumbre de Banjul

La resistencia indígena

Como resultado del despojo territorial colonial, las comunidades indígenas redefinieron las formas como se articulaba su identidad con sus nuevos territorios, a la vez que reorganizaron los símbolos comunitarios para lograr dar coherencia, cohesión y legitimidad a sus formas de organización política, y usarlos como armas de resistencia cultural ante las modificaciones introducidas.

La forma de ver el mundo desde una cosmovisión que incluye sus  creencias, saberes y valores, se expresa una sabiduría  a partir de la experiencia y su mundo de vida. Una visión de carácter colectivo que se manifiesta en los mitos, rituales y creencias, que ha contribuido a que se fortalezca su identidad, el arraigo a sus creencias, convirtiéndose estos en factores importantes para la resistencia que hasta hoy día en mayor o menor grado se mantiene.

En este sentido, David Vela afirma que  “el indígena se siente y actúa dentro de su tradición, con una conciencia comunal, con una cosmovisión con idénticas motivaciones de sus antepasados”.

En este sentido, el profesor Ronny Velásquez, en comunicación personal, sugirió posibles categorías relacionadas con la resistencia indígena:

  1. Sustancia de la etnicidad. Eso implica respeto por su cultura, la cual ha sido un baluarte para la lucha y resistencia de sus culturas.
  2. Cantidad de pueblos indígenas que se resistieron a cambiar de vida social aunque adquieran algunas ofertas de cultura dominante
  3. Virtudes que siguen conservando para vivir en armonía con su medio ecológico
  4. El idioma y su religión auténtica, curas shamánicas.
  5. Relaciones entre ellos. Los pueblos indígenas han estado siempre interconectados a pesar que en algunos casos han tenido conflictos entre ellos.
  6. Han defendido el espacio hasta con su vida. Significa mucho para ellos dentro de su concepción cosmogónica.
  7. Su manera de vivir el tiempo es completamente diferente a las culturas dominantes y las dominadas a la vez por los moldes europeos, como calendarios, días, semanas y años. Ellos poseen otras formas de percibir el tiempo.

Valores como integración, cooperación, organización, solidaridad entre ellos les permitió mantenerse unidos y estar fortalecidos frente a la conquista. En este sentido, la espiritualidad ha sido un instrumento de redención, en donde la religiosidad es el todo y las partes.

Son estos aspectos que forman parte del patrimonio tangible e intangible de los aborígenes que incitan y promueven una resistencia que hasta hoy les ha permitido tener –en muchos casos- su cultura intacta.

Por otra parte, esa resistencia ha sido también una resistencia que los ha llevado a  defender con armas y con algunas tácticas que fueron implementando a los largo del tiempo demostrando que eran aguerridos y valientes.

En este sentido, en el libro “Invasión europea y resistencia ante el sistema colonial”, se afirma que:

“Ante la invasión y conquista indígena, estos sacaron a relucir sus virtudes. Conocedores de sus terrenos, dominaban a plenitud las alturas y los farallones. La habilidad con las flechas, y sus gritos intimidantes hacían retroceder a los expedicionarios. Conformaban  grandes alianzas para repeler a los europeos tanto de las costas como de las islas”.

Igualmente Federman se refiere a  los caquetíos, de la siguiente manera:

“como podíamos apreciar, no nos tenían miedo, pues como he dicho estaban conscientes de su fuerza”. “creo que estos 23 pueblos podrían reunirse fácilmente en medio día, treinta mil indios guerreros que se dedican a la guerra y se ejercitan en ella  (…) tienen y poseen además poblaciones bien fortificadas que no podrían ser tan fácilmente asaltados como las que habíamos conocido antes”.

Queda claro que lo que se encontraron los conquistadores -en muchos casos-, fue el carácter temerario combativo y guerrero de los indígenas. Las armas principales de los indígenas eran la cerbatana, las lanzas, el arco y la flecha.

Su estrategia de combate era la guerra de guerrillas, aprovechando su conocimiento del terreno, lo intrincado de la vegetación y su minusvalía ante las armas de los españoles. Utilizaban mayormente la emboscada y el ataque sorpresivo, aunque al rodear al enemigo entraban en el combate cuerpo a cuerpo.

Estos grupos protagonizaron numerosos levantamientos y sublevaciones y guerra de guerrillas durante la colonia. Ciento treinta rebeliones y motines fueron develados en Cumaná, Angostura, en Guárico, Apure y Barinas, y en diversas otras regiones. (Vargas 2003)

En ese proceso, las clases sometidas reinventaron y potenciaron sus tradiciones culturales ancestrales, incluyendo las formas de solidaridad y reciprocidad que les eran características. En efecto, a pesar de que la colonia supuso la transformación traumática de las comunidades indígenas originarias, no logró borrar en la sociedad mestiza la impronta histórica de milenios de vida social. Al respecto Vargas (2007), expresa que dentro de la población indígena se mantuvieron la valores como solidaridad, la reciprocidad y la cooperación a nivel comunitario, formas de relación social que todavía persisten en nuestros días entre los sectores populares urbanos.

Por otra parte, Acosta (2012), sostiene que

“Los siglos XV y XVI en Venezuela, fueron una compleja red de acontecimientos bélicos de conquista y represión; también un tiempo y un espacio renovados, de estructuras nuevas y con frecuencia inéditas. Fueron siglos de inesperados y mutuos encuentros, en los cuales se entrelazaron múltiples relaciones de toda índole, que permitieron surgir un mundo nuevo donde son descifrables interrupciones y continuidades. A través de ellas, vislumbramos el tejido de la sociedad indohispana, cuya herencia aún es perceptible en los momentos que vivimos”.

En la relación dominado-dominador, las clases sometidas usaron sus legítimos resentimientos para enfrentar sus situaciones de carencias y subordinación, ubicando la culpa en sus opresores, lo que propició sostenidos mecanismos de resistencia, que abarcaron también luchas abiertas, entre las cuales destacan las de los negros cimarrones y las de éstos aliados con los indígenas, sobre todo con los caribes.

Pero las luchas de los  indígenas venezolanos, no quedaron allí, años más tarde los ubicamos participando activamente en las luchas de independencia como soldados, como baquianos, como expertos en diversos aspectos de la logística alimenticia de los ejércitos, y aportaron sus conocimientos de etnomedicina; participaron como marineros de los bongos y flecheras que constituían la flota fluvial de la República, todos estos aspectos fundamentales para el mantenimiento de la capacidad combativa de los soldados que derrotaron al imperio español y nos hicieron libres (Vargas, 2007: 211-212).

Vale resignificar como símbolos de resistencia y lucha indígena  el coraje, la audacia y valentía de líderes como Guaicaipuro, Tiuna, Chacao, Paramaconi, Tamanaco, Sorocaima, Terepaima, Sorocaima, Maracay y los miles de bravos combatientes.

Cimarroneras refugios secretos de resistencia y libertad.

Otro aspecto de gran relevancia para categorizar la resistencia en Venezuela y que es digno de estudio, son las cimarroneras y las rebeliones de negros, lo cual eran llamados refugios secretos para la libertad. Estos espacios  estaban constituidos no solo por esclavizados negros escapados sino que también contaban con la presencia de indios, pardos y hasta blancos pobres. Existían en estos espacios dinámicas sociales y económicas de autogestión. Recrearon en estos espacios la vida que les había sido arrancada al ser vendidos como semovientes.

En el libro “Invasión europea y resistencia ante el sistema colonial”, se dice que:

“Estas expresiones de resistencia se dieron bajo diversas circunstancias, pero en el fondo guardaban la misma esencia: la libertad. Bien sea el yugo de la esclavitud o la amenaza ante la violación de una esposa o hija”.

La idea era librarse de la esclavitud, desarrollar una agricultura de subsistencia y mantener sus prácticas religiosas sin temor a ser castigados. No siempre fueron espacios para la resistencia armada, también eran espacios para la convivencia, hecho que también se convertía en una categoría para la resistencia en sí misma.

Por ello es necesario comprender estos espacios  como una   experiencia social,  que involucra lazos que unen a una familia o comunidad con otras, de experiencias de lucha, pero también de cooperación. Acosta Saignes (1967), que hizo un extraordinario en su libro: vida de los esclavos negros en Venezuela, dice que los  quilombos o cumbes «en los siglos XVII y XVIII eran partidas de negros y mulatos libres, incluso indígenas y españoles que se encontraban arrochelados y causando desórdenes cerca de las haciendas de Caucagua, Tacarigua, Mamporal, Río Chico, Guapo, Capaya y Curiepe». En el mencionado estudio Acosta Saignes estudia sobre la convivencia que resurgía en estos espacios, en donde para poder resistir era necesaria la unión, la convivencia y la cooperación, características que propias de los pueblos libertarios y en cierto modo, descolonizados o enrumbados hacia ese proceso.

Emergió de estos espacios la insurrección del Negro Miguel en 1553, en las minas de Burí de Yaracuy. El Negro  Miguel, con mucha sabiduría y simbolismo había constituido un reinado independiente en las montañas conformado por negros e indígenas. Así,  instauró  una  corte, donde él era el rey y su mujer Guiomar, su reina. Construyó una iglesia y eligió de entre sus combatientes a un obispo disidente para luchar en favor de la libertad de los esclavos. Extendió su lucha hasta 1555. (Véase, Carpentier, Alejo, 2005. Visión de América. Pp.183, Brito Figueroa y Marcial Ramos Guédez, también hacen alusión a estos hechos)

A finales del siglo XVIII y principios del XIX de la historia venezolana parecen algunos movimientos que, aunque no llegan a su objetivo final, se constituyen a un gran paso hacia la independencia.

El pueblo empieza a tomar conciencia de sus derechos y se despierta el espíritu de libertad en los venezolanos que abrazan la causa de la independencia. Durante esta época se ponen de manifiesto las nuevas doctrinas filosóficas y las repercusiones de la Independencia de los Estados Unidos, la Revolución Francesa y la Independencia de Haití, hechos que reforzaron la conciencia rebelde del pueblo que venía marcado por un injusto régimen colonial español.

Tenemos por ejemplo las insurrecciones del zambo José Leonardo Chirino, que movido por la condición en que se encontraban los negros -la gran mayoría de ellos esclavizados, junto con grupos indígenas en diversas formas de opresión servil- despertaron sus ideales de libertad y de insurrección

El movimiento encabezado por Chirino y José Caridad González, de hondas raíces sociales, llamó la atención de las autoridades coloniales sobre las diferencias existentes y las injusticias, particularmente en lo tocante al cobro de impuestos a las clases humildes.

Tenía entre sus objetivos el justo reclamo al solicitar una serie de consideraciones ante  los esclavistas: liberar la República, eliminar la esclavitud, poseer igualdad de clases sociales, supresión de los privilegios de los llamados “blancos”, eliminar los impuestos de alcabala, entre otras reivindicaciones.

Esta insurrección, que estuvo seguida de la más atroz represión, con numerosas muertes de los implicados; sin embargo, no fue estéril. Impactó política, social y económicamente a la sociedad colonial venezolana. Este movimiento se considera – según algunos estudiosos- como la génesis de la Independencia americana.

Hay un hecho simbólico digno de nombrar que fue la creación de una escarapela cuatricolor (blanco, azul, amarillo y rojo) en representación de las 4 etnias de blancos, pardos, indios y negros. Por otra parte, el movimiento contaba con un conjunto de documentos teóricos e instrucciones de carácter organizativo práctico. Se previeron incluso cantos revolucionarios como la Carmañola americana, inspirada en su homónima francesa, y una Canción americana surgida de la propia entraña del medio social, aunque con ecos de La Marsellesa.

En este sentido, afirma Irazábal (1980) que el ingeniero Lartigue de Condé se ofreció para componer su música, se imprimieron  numerosísimos ejemplares de la Canción americana (8.000, al parecer) y más de 2.000 del folleto titulado Derechos del hombre y del ciudadano, con varias máximas republicanas y un discurso preliminar dirigido a los americanos, con el pie de imprenta apócrifo «Madrid, en la imprenta de la Verdad, 1797».

Sigue Irazábal (1980) afirmando que:

“El movimiento encabezado por Chirino y José Caridad González, fue una insurrección que impactó política, social y económicamente a la sociedad colonial venezolana. El legado de Chirino y de otros afrodescendientes, como José Joaquín Veroes, Gerónimo Guacamaya, José Tomás León, Leonardo Infante, Francisca Paula Aguado, Hipólita Bolívar, Marta Cumbale, José Ascensión Farreras, Inés María Páez; Matea Bolívar y Pedro Camejo en diferentes tiempos contribuyeron con la independencia, consolidación de la libertad y soberanía en Venezuela”.

Esclavizados que nunca se doblegaron por voluntad ante sus esclavistas, sino,  que mantuvieron con altivez su legado, su fuerza, su acervo tradicional y una añoranza infinita por volver a su lugar de origen con esa fuerza del extrañamiento. Nada fue más difícil para los esclavos africanos que liberarse de unas cadenas que  los oprimían ante unos esclavistas devoradores de la esencia, de la sustancia, de la condición de ser humano o de cualquier otra persona que no fuera similar a ellos tanto en color de piel, como en idioma, o en características físicas o religiosas egoístas, porque siempre consideraron que ellos -los castellanos-  eran hijos de Dios y los demás, sólo eran hechuras de los demonios y muy especialmente, los africanos, que según la visión castellana, no tenían ni reyes, ni reinas, ni dioses. Por tanto,  si no tuvieron Paraíso, la consecuencia lógica para su interpretación es que ellos no habían sido  redimidos por Dios ni mucho menos por Cristo, sencillamente porque no formaron parte de ningún  Edén.

Otras conspiraciones en Venezuela.

Entre las conspiraciones dignas de mencionar que se dieron en el país, emerge la conspiración de Gual y España, que aunque no lograron consolidar sus ideales de libertad, emanaron  de este movimiento revolucionario ideales plasmados en textos que tuvieron considerable influencia en el movimiento emancipador de Hispanoamérica. El conjunto de textos emanados de la conspiración de Gual y España convierte esta conjura en la de mayor contenido teórico, la más orgánica y completa, con perfecta definición de ideario y fines, de todos los movimientos precursores de la independencia de América meridional.

Sin embargo, es de hacer notar que aunque estos levantamientos tuvieron quizás influencia en los procesos independentistas, con frecuencia respondían a motivaciones localistas. Al respecto, la profesora Bohórquez  afirma:

“En general los levantamientos y rebeliones que se habían dado en América tuvieron casi siempre un objetivo específico: hacer derogar un impuesto excesivo, protestar contra el abuso de un funcionario real, oponerse al monopolio comercial por parte de las compañías como la Guipuzcoana o, como también sucedió, establecer un enclave autárquico que sirviera de refugio a los esclavos que lograban burlan la vigilancia de sus amos”.

Concluye Vladimir Acosta diciendo:

“El siglo XVIII hispanoamericano es un siglo lleno de conflictos, de rebeliones de indígenas y esclavos negros, de protestas de la élite criolla, y de amenazas internas. Esto no resulta demasiado sorpresivo porque, de hecho, como ocurre en cualquier régimen colonial. Las protestas y rebeliones suelen ser frecuentes. Y en nuestro caso la hubo a todo lo largo de la colonia, desde el siglo XVI, e incluso en el supuestamente apacible siglo XVII. Pero esas conspiraciones, protestas y rebeliones se aceleraron en la segunda mitad del siglo XVIII en todas partes”.

Todo esto estaba conformando las bases de quizás el proyecto más ambicioso de Venezuela y América Latina que se estaba conformando en la mente de un poderoso visionario de nuestra América: Francisco de Miranda, extraordinario erudito en política, cultura, viajero incansable y primer pensador con visión internacionalista e integracionista de la América española.

Bohórquez cita la síntesis programática de Miranda:

“América del Sur se librará del yugo imperial y se constituyera en una sola nación, una nación que dadas las extraordinarias riquezas naturales alberga un inmenso territorio, estaba llamada a convertirse en una de las más preponderantes de la tierra y en un bloque de poder político, que ayudaría a mantener el equilibrio internacional y mantener la paz en el mundo”.

Este pensamiento permeó las bases políticas del Libertador quien posteriormente asume la titánica tarea de ponerlas en ejecución con mayor éxito que El Precursor. Aunque Miranda fue vituperado y perseguido por sus ideales en su tiempo, y su muerte en 1816 pareciera no haber conmovido a las masas, el espíritu de este noble genio se encuentra omnipresente en Nuestra América hasta nuestros días, retumbando en la conciencia de los oprimidos, activando la resistencia de los pueblos.

Con Miranda se inicia el devenir histórico de la lucha independentista de Venezuela prodigiosa en numerosos hitos en los que ya Bolívar aparece con todo su fuerza, incipiente en los primeros movimientos de 1809 – 1810 – 1811, este último, de la firma del Acta de la Independencia, pero cada vez con mayor protagonismo. Los fracaso y éxitos marcados por la pérdida de la Primera República, la Campaña Admirable, en 1814 la rebelión popular de Boves y la pérdida de la segunda República, la liberación de Guayana y la creación de Colombia, la Batalla de Boyacá que libera a Nueva Granada y abre las puertas para la liberación definitiva de Venezuela en 1821 con la Batalla de Carabobo, son seguidos por el inicio de la epopeya de liberación del resto de la América del Sur que culmina con la gloriosa Batalla de Ayacucho. Se cierra este ciclo histórico en 1830 con la muerte física del Libertador y de su posible sucesor, el Mariscal Sucre, y se abre el de las nuevas Repúblicas con sus grandezas y miserias.

Otras luchas de resistencia se inician entonces. Muchas de ellas como consecuencia de las traiciones a las conquistas sociales, políticas y económicas que con tanta sangre y sacrificio se habían logrado. Con frecuencia el pueblo en contra de los antiguos héroes independentistas y sus nuevos aliados, con notoriedad, Páez quien ejerció gran poder e influencia en la actividad política y militar de Venezuela por muchos años.

Se desatan los movimientos de rebelión campesina, entre ellos el liderado por el indio Francisco Rangel, luego aliado de Ezequiel Zamora desde los años 40 del siglo XIX, que forman la base de la Guerra Federal, exitosa militarmente y en enraizamiento con el pueblo pobre y oprimido, pero, de nuevo, traicionada por las nuevas y viejas oligarquías.

Veamos la condición en el contexto en donde se produce la guerra federal en palabras del Gil Fortoul:

“¿La libertad política? Había sido privilegio del ciudadano rico, del amo, del doctor, del hacendado. ¿La Patria? Idea confusa, casi tanto como la de los llaneros de Páez en la época de emancipación; en todo caso, la idea de patria apenas se distinguía del hecho de poseer tierra. Propietario y oligarca eran casi sinónimos para el peón. De todas las teorías políticas, leídas por algunos en periódicos, oídas por los más, en rápidas conversaciones, la única que podía penetrar en la masa anónima era la de igualdad o igualación de clases. Este debía ser el credo de los pobres, de los oprimidos, de los eternos miserables, de los despreciados por el color de su piel. ¡Por fin el negro igual del blanco, el liberto igual del amo, el pobre igual del rico, el pobre rico!”.

La consigna tierras y hombres libres que venían de ser enarbolada por Rangel y Zamora en la guerra campesina, se constituyen el

 

Dicen Sanoja y Vargas (2003)  al respecto:

“A partir de entonces, el pueblo pasó a formar una masa irredenta, que ha buscado reiteradamente salir de esa condición, siguiendo a líderes como Zamora, a mediados del siglo XIX, quien logró galvanizar la voluntad de los campesinos irredentos en su lucha contra el latifundio y por la democratización de la tierra. La segunda parte del siglo XIX culminó con una serie de confrontaciones armadas entre los diferentes sectores sociales, para lograr y conservar el poder central”.

Al igual que en 1814 (se refiere a la muerte de Boves – NA), la muerte del líder que guiaba el movimiento revolucionario de las masas, Ezequiel Zamora, dejó inconclusas las aspiraciones del campesinado. La Federación bajo la conducción de Falcón y Guzmán Blanco terminó siendo una caricatura de lo que originalmente había delineado Zamora.

La Guerra Federal, aunque traicionada, dejó en el interior del pueblo venezolano los valores de la igualdad, de la horizontalidad, que a veces roza la altivez, tan lejos de comportamientos que rayan en lo servil en ciertas capas sociales de otras culturas de nuestra América. Tuvo una amplia significación para la sociedad venezolana, pues no fue solamente un modelo político para la organización de la República, sino que se convirtió en sinónimo de libertad para los sectores desposeídos.

En palabras de Pérez Arcay (1977) la Revolución Federal tuvo como una de sus principales consecuencias el consolidar las bases del igualitarismo social que caracteriza a la sociedad venezolana actual.

Esto tiene que ver con el hecho de que la Guerra Federal se puede decir que fue un movimiento popular surgido de las entrañas de esas capas sociales oprimidas, sometidas al servilismo y a la explotación inmisericorde de propietarios de tierras y prestamistas. De allí las expresiones en la música marcial, guerrera, descarnada y profundamente clasista. El músico Ignacio Barreto, refiriéndose al Himno de la Guerra Federal, dice que es un canto hecho bajo el espíritu emocionado y efervescente de un pueblo en victoria, no de un gobierno”. Frases como “El cielo encapotado anuncia tempestad” o “Marchemos liberales en recia multitud a romper las cadenas de vil esclavitud” fueron algunos de los versos que agrupados formaron la canción de Oligarcas, temblad, canción exenta de florituras académicas pero con un alto contenido social, político y combativo. Esto lo refleja modernamente la voz de la vieja ex guerrillera que Rengifo llamó Brusca la loca: “¡Salgan para afuera… nalgas sucias… vengan a pelear…! ¡Hay que seguir peleando..!”

Carlos Irazábal (1974) resume así las consecuencias de la guerra federal:

“El conservatismo quedó herido de muerte,  la preeminencia de la oligarquía conservadora implicaba lógicamente que fuese suya la ideología dominante y, como es sabido, estaba saturada de La Federación, al violentar los prejuicios aristocráticos y étnicos de las clases dominantes, democratizó las relaciones familiares, las añejas costumbres, los exclusivismos nobiliarios heredados de la Colonia”.

Supuestos de categorías de resistencia

Los motivos  por lo que resurgen las luchas populares, los movimientos de resistencias en América Latina, tienen variables comunes, y quizás se pueda hacer una analogía con los mismos motivos con que resurgen los movimientos sociales, la cual han sido desde siempre, el mismo sector excluido. Los oprimidos que habla Freire y se hace referencia Rengifo, y materializa en su obra Eduardo Galeano.

Sin embargo, en cada periodo de lucha y resistencia tienen variables diferentes que se relacionan con el contexto histórico de cada momento y las injusticas, que tienen la misma cara pero con nombres diferentes.

Los procesos de resistencia de los aborígenes en las que se unen su cosmovisión, su identidad y valoración a su religión, territorio, y forma de vida en general, se difiere a las formas de luchas que resurgen ya desde una sociedad colonial que se transforma en capitalista, rentista.

Cabe mencionar acá las palabras de Carlos Monsiváis en 1987, cuando le preguntaron sobre el tema:

¿Cómo surge una rebelión y un movimiento social? Desde fuera parece un accidente de la voluntad, la generación espontánea de efectos cuyo vigor minimiza cualquier vaguedad o la precariedad de la vida cotidiana. Desde dentro, la impresión es diferente: en el momento justo cristalizan experiencias y necesidades de años, y un sector excluido decide no delegar ya pasivamente su representación, y condensa el golpe de exigencias y maneras de ser”.

Igualmente Brito García enumera algunas categorías de los movimientos sociales, en las cuales identifica de la siguiente manera:

  1. El surgimiento de vastas movilizaciones sociales que tiende a reunir grupos, organizaciones y sectores diversos, sin buscar encuadrarlos en una estructura organizativa predeterminada ni subordinarlos a ellos.
  2. El nucleamiento en torno a un problema específico tal como la tierra, las aguas la ecología, los derechos humano, la igualdad étnica para constituir plataformas reivindicativas.
  3. No se plantean como meta primaria la constitución de un partido
  4. El empleo de una variedad de forma de luchas que incorporan las redes de solidaridad social, las cooperativas el uso de medios alternativos.
  5. La tendencia a colaborar entre movimientos surgidos de causas eswpecificas y de naturales y estructuras diferentes.

En resumen se pueden identificar cinco categorías de las luchas de resistencia del pueblo en Venezuela:

  1. La resistencia indígena a la conquista de los españoles que se inicia en 1492 cuando se encuentran las dos civilizaciones y continuó hasta bien entrado el siglo XVIII, incluso contra la invasión de sus espacios y culturas propias por parte de los nuevos dominantes criollos.
  2. Las luchas de resistencia de los afrodescendientes esclavizados y sectores indígenas sometidos a la servidumbre por españoles y criollos terratenientes.
  3. Las luchas de resistencia de grupos sociales criollos ante la opresión por motivaciones locales tales como imposición de impuestos, monopolios, autoridades abusivas, etc.
  4. Los movimientos independentistas desde Gual y España, Miranda y la gesta de Bolívar.
  5. Las rebeliones campesinas y la Guerra Federal.

En este recorrido histórico, se encuentran categorías especificas presentes en cada movimiento de insurrección tales como la colaboración, la unión, la organización, la comunión, la sublevación, emancipación, rebeldía, el despertar de conciencia, ideales de libertad y manifestaciones artísticas para la lucha como el canto, la poesía, desde una mirada descolonizada e insurrecta.

Cada una de estas categorías puede abrir el telón para otros estudios que las conceptualice y profundice.  En donde se abran jornadas con los siguientes episodios: el teatro como elemento de emancipación en las luchas independentistas, los cantos e himnos de resistencia en Venezuela y América latina, el arte pictórico y gráfico como elemento de resistencia, es una materia pendiente que queda abierta para otras escenas de investigación.

 

Referencias Bibliográficas

Acosta Saignes, M. (1967). Vida de los Esclavos Negros en Venezuela. Escuela Nacional de Antropología e Historia, Sociedad de Alumnos.

Acosta, Luis B. (2009). La Verdadera Resistencia Indígena Contra la Corona Española. Ediciones AKURIMA CARACAS.

Acosta, Vladimir (2012). Venezuela Rebelde. Rebeliones y Conspiraciones previas al 19 de abril de 1810.

Bataglini, Oscar (2012). De la Guerra Federal al Gomecismo. Editorial Galac. Caracas Venezuela.

Bohórquez, Carmen (2012). Francisco de Miranda precursor de las independencias de América Latina. Monte Avilas Editores Latinoamérica.

Brito Figueroa, Federico. (1987). Historia económica y social de Venezuela. Tomo IV. UCV. Caracas.

Brito Figueroa, Federico. (1981). Tiempo de Ezequiel Zamora. UCV. Caracas.

Brito Figueroa, Federico. (1983). La estructura económica de Venezuela colonial. UCV. Caracas.

Brito Figueroa, Federico. (1985). El problema tierra y esclavos en la Historia de Venezuela. UCV. Caracas.

Brito García, Luis (2009). América Nuestra, integración y revolución. Tomo I. Corazón de las infraestructuras. Fondo cultural del ALBA.

Carpentier, Alejo (2005). Visión de América. Fundación CELARG. Caracas Venezuela.

Federman, Nicolás de. “Historia Indiana”. Traducida del alemán por Juan Friede. Madrid, ARO, Artes Gráficas, 1958.

Galeano, Eduardo, (2012). Ventanas. Fundación editorial El perro y la Rana. Caracas Venezuela.

Gil Fortoul, José (1942). Historia Constitucional de Venezuela. Caracas Editorial las Novedades.

Irazábal, Carlos (1980). Venezuela esclava y feudal. Editorial Ateneo de Caracas. Caracas (Venezuela).

Pérez Arcay, Jacinto. (1977). La Guerra Federal. Consecuencias (tiempo de geopolítica). Colección Ezequiel Zamora y su tiempo, nº11. Oficina Central de Información. Caracas.

Rengifo, Cesar (2010). Lo que dejó la tempestad. Alcaldía de Caracas. Fondo editorial Fundarte.

Rengifo, Cesar (2015) El arte y la cultura nacional. (Ensayos y artículos 1948, 1980). Fondo editorial Fundarte. Caracas Venezuela

Sánchez, Simón ED (2012)  “Invasión europea y resistencia ante el sistema colonial”. Colección Memorias de Venezuela. Centro Nacional de Historia. Caracas Venezuela.

Sanoja, Mario e Iraida Vargas. (2003). Venezuela irredenta.

Uslar Pietri, Juan (2014). Historia de la rebelión popular de 181. Serie Bicentenaria. Monte Avilas Editores Latinoamérica.

Vargas, Iraida, Mario Sanoja, Gabriela Alvarado y Milene Montilla. 1998. Arqueología de Caracas: San Pablo. Academia Nacional de la Historia. Serie Estudios, Monografías y Ensayos. No. 178. Caracas.

Vargas, Iraida. (1998). “Modo de Vida y Modo de Trabajo. Categorías centrales de la Arqueología Social. Su aplicación en el estudio de algunos procesos de la historia de Venezuela. Revista Tierra Firme. No. 16, vol. XVI (64): 661-685.

Vargas, Iraida. (2005). Visiones del Pasado Indígena y el Proyecto de una Venezuela a Futuro. En: Usos políticos y simbólicos del pasado en la Venezuela actual. Revista Venezolana de Economía y Ciencias Sociales. 11 (2): 187-210.

Fuente: La autora escribe para el Portal Otras Voces en Educación

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México reanudará actividades educativas y productivas el 1 de junio

Redacción:  Mundo Sputniknews

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció que el regreso a las actividades escolares y productivas, reducidas a lo esencial por la pandemia del COVID-19, fue postergado para el 1 de junio.

«En las grandes ciudades, que son las más afectadas, el reinicio a la actividad educativa y todas las actividades productivas será a partir del día 1 de junio, siempre y cuando sigamos cumpliendo con todas las medidas» preventivas, de distanciamiento social, dijo el mandatario.

Las actividades se habían reducido a partir del 23 de marzo y estaba previsto que se retomaran el próximo 30 de abril.

López Obrador hizo el anuncio al presentar este 16 de abril el diagnóstico, proyecciones y recomendaciones de especialistas que serán enviadas al Consejo Nacional de Salud.

El mandatario aclaró que en unos 900 municipios rurales de las zonas con «bajo o nula transmisión» del virus SARS CoV-2, de un total de 2.457 en todo el territorio mexicano, las jornadas de «sana distancia» se levantarían antes las medidas de «mitigación» del contagio comunitario, el 17 de mayo.

«Tenemos que seguir con las medidas de la sana distancia y quedarnos en casa; tenemos que seguir saliendo a la calle solo por lo indispensable», enfatizó el gobernante.

El jefe de Estado afirmó que la ciudadanía «nos ha ayudado, se ha comportado de manera ejemplar, sin prohibiciones, sin el uso de la fuerza, sin toque de queda».

«Nuestro pueblo ha actuado de manera muy responsable, a pesar del sacrificio de muchos, que están ayudando cuidándose, cuidándonos todos», destacó.López Obrador dijo que los primeros en salir de la suspensión de actividades de los sectores público, privado y social serán «los municipios de todo el país donde no hay casos de coronavirus», siempre que se mantenga «la disciplina que hasta ahora se ha observado».

Por su parte, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, principal portavoz oficial para la pandemia, dijo que algunas zonas del país ya experimentan las características de la «fase tres», cuando puede existir «riesgo de que se rebase la capacidad instalada o adaptada del sistema de salud».

«Técnicamente no estamos en fase tres, pero existen zonas que hay que tratar como fase tres, que se define como la generalización territorial de la transmisión, no por el número de casos», detalló el funcionario federal.

En algunas regiones muy pobladas, como el central Valle de México donde se localiza la capital, «tenemos dispersión [del virus] correspondiente a la fase tres, pero no tenemos a nivel nacional una sola definición de fase tres», explicó el responsable de Salud.

La fase uno, cuando los contagios eran importados y se podían rastrear, se presentó en este país del 28 de febrero al 23 de marzo; mientras que la fase dos fue decretada el 23 de marzo, cuando comenzó la propagación de los «contagios comunitarios locales».

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Redescubriendo modos de abrazarnos, una oportunidad en la pandemia. La corporalidad, potente territorio de transformaciones

Por:  María Alejandra Castiglioni

“El sistema, que no da de comer, tampoco da de amar: a muchos condena al hambre de pan y
a muchos más condena al hambre de abrazos»
Eduardo Galeano,

El libro de los abrazos

Aislados para proteger nuestra salud, aislados para proteger al otro, aislados para proteger nuestra comunidad y a esta aldea global. Aislados nuestros cuerpos. Cuerpos, superficie donde se inscribe nuestra historia, nuestra vida y también nuestra muerte.

El cuerpo, como construcción cultural es el espacio primario donde se instala, expresa y percibe la emocionalidad. Es “el lugar” donde todo sucede, donde se sostiene y se fragua la conversación educativa y se desenvuelven los procesos de socialización e individuación, donde habitamos vínculos para soñar, gestar y construir nuevos escenarios.

La pregunta es ¿Cómo abrazarnos en tiempos de pandemia?
Hay algo más que los cuerpos…

Hay una interfaz entre ellos donde erupcionan nuestros gestos, voces y relatos, este es el espacio de la corporalidad. Quizás sea momento de redescubrir su potencia, matices, intensidades y lenguajes para intentar abrazarnos de otros modos, tan necesarios en el escenario de una pandemia. Hace falta compartir el miedo, el dolor, la distancia, el silencio, la soledad. Así, el valor de la voz que contiene, la mirada que reconoce, el silencio disponible a los otros, el llamado de atención que cuida, la palabra que reconforta, la distancia física que protege, entre otros gestos, ellos forjan un entramado que abriga la conciencia social, lo que por su parte sostiene y construye esperanza.

Estos entramados habitan en esa interfaz que media “entre lo social y lo individual, lo psicológico y lo simbólico”, los que cada cultura aloja y le otorga sentido (Le Breton, 2002:97).

Cultura que, en su sentido dinámico e inacabado, se hace visible en nuestros cuerpos siempre en movimiento, al pensar, al hablar, al mirar y en el transcurso de nuestras vidas. La cultura puede pensarse como forma integral de vida creada por una comunidad a partir de su particular manera de resolver –desde lo corporal, emocional y psíquico- las relaciones que mantiene en su seno “con el propósito de dar continuidad y sentido a la totalidad de su existencia” (Olmos, 2003: 16).

Continuidad a la existencia… allí el aprendizaje que hoy nos implica, allí la educación. Un proceso con intencionalidad pedagógica contextualizado, donde capitalizar sentipensares diversos y recuperar la amorosidad y la emoción que moviliza situaciones del mundo interno en la interacción consigo y con los otros ya que “no hay acción humana que la funde como tal” sin emoción (Maturana). Hoy erupcionan en nosotrxs las más variadas.

Asimismo, referenciar los modos que cada cultura construye -en su diversidad relacional- el modo de transmitir emociones mediante la gestualidad, expresiones éticas y estéticas, disposiciones corporales que modulan la comunicación social y la imagen corporal.

De allí la importancia de la escucha y disponibilidad adulta a esa dimensión simbólica, las que desde la pedagogía intercultural crítica permiten capitalizar esta coyuntura en el extrañamiento de lo real, impugnando escisiones hegemónicas que se han acomodado en nuestros cuerpos generando representaciones estigmatizantes de la alteridad e instalando inequidades.

En este sentido, la corporalidad humana, fenómeno social y cultural, materia simbólica, objeto de representaciones y de imaginarios, también aloja valoraciones arbitrarias, producto de un consenso histórico y social circunstancial que no se corresponde con la naturaleza misma de cada ser humano y estigmatizan.

Pero, este virus nos hace iguales ante su hostilidad, no hay prestigio autopercibido que proteja de su virulencia. Es un momento histórico donde revisar la matriz simbólica que organiza nuestra percepción del otro, para comprender que la pandemia no distingue etnia, edad, nacionalidad, clase social u otras categorías instalándonos a todos en las mismas condiciones para contagiarnos. Quizás no sucede esto para conservar nuestra salud, en muchas ocasiones estaremos dependiendo de quien sea respetuoso del bien común.

¿Cómo construir estas transformaciones necesarias desde el campo educativo?
Analizando crítica y amorosamente los gestos que nos vinculan y en qué medida sustentan una perspectiva de derechos que refleje un compromiso hacia la real efectivización de todos ellos desde el nacimiento, incluso el derecho a la salud.

Será responsabilidad de todos encarnar las palabras de Freire, nadie se salva solo, nadie
salva a nadie, nos salvamos en comunidad. Así la centralidad de la educación, en su
dimensión política insoslayable, como campo de disputas, como posibilidad de impugnación
de inequidades, como instancia de transformación social donde los educadores gestamos lo
gestante a partir de la voz infantil, entregando un legado respetuoso de la humanidad y de la
naturaleza -como parte de ella- entre cada generación y así, construyendo comunidad.

La voz infantil nos recuerda a cada instante esta necesidad imperante, me invito, les invito a
reponer sus expresiones que nos lo recuerdan cuando vamos a cortar una flor, cuando no
cuidamos nuestro medio ambiente, cuando gritamos, cuando demandan escucha atenta o
nuestra disponibilidad. Quizás así desenvolver nuevos procesos alojando su deseo, emoción
en diálogo con el bagaje antropológico y simbólico que alojan en su excepcionalidad.

Para Kohan, “la humanidad tiene un soma infantil que no lo abandona y que ella no puede
abandonar” (2004: 274). En este ser continentes de la infancia, territorio, sentido y
condición de la experiencia humana, la que erupciona per se en un devenir incesante,
anticipa nuevos comienzos… ¡es vida!

Rita Segato dice que somos emanaciones de nuestros paisajes. Creo que esta es una
oportunidad para reinventar en comunidad paisajes más justos, más humanos, disponibles
amorosamente a cada niño, niña y niñe, quienes portan en su singularidad un impulso vital y
transformador.

También, instancia para revisar el rol de los estados en las economías mundiales y la
implicancia de las políticas neoliberales que entienden -ya lo sabemos- al ser humano como
mercancía y en el caso de las infancias, marcan a lxs niñxs como oportunidad o amenaza
para cumplir sus objetivos.

Hoy intentamos mil maneras de llegar a los otros, y en ellos a los alumnxs y a sus familias
para que ninguno de ellos se «caiga » de esta comunidad de la que formamos parte, un
entramado que construye conciencia social, que sostiene nuestra corresponsabilidad de
existir.

El sol seca la arcilla y derrite la vela, dice Kant, un mismo hecho -en este caso- global,
devastador y arrasador puede ser una invitación a valorar la vida una vez más y elegir de qué
modo honrarla escuchando infancias, las que portan sin dudas, un impulso vital.

Bibliografía
Kohan, Walter. (2004). Infancia entre educación y filosofía. Barcelona: Laertes
Le Breton, David. Antropología del cuerpo y modernidad. Buenos Aires, Editorial Nueva
Visión. 2002.
McLaren, Peter (1990). Pedagogía crítica, resistencia cultural y la producción del deseo.
Buenos Aires, Aique.
Disponible en http://www.terras.edu.ar/biblioteca/5/PDGA_Mc_Laren_Unidad_7.pdf
Consultado el 10/9/2017
Bs. As, 9 de abril de 2020.
Correo electrónico: ale.casti@hotmail.com

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