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Colombia: Cinco casos exitosos de educación virtual en medio de la pandemia

América del sur/Colombia/16 Abril 2020/semana.com

La digitalización de la educación dejó de ser una opción y se convirtió en una necesidad para las instituciones. ¿Cómo continuar las clases con la cuarentena por coronavirus?

Desde el pasado 16 de marzo en el país millones de estudiantes tanto de colegios como de universidades están estudiando desde casa debido a la determinación del Gobierno de suspender las clases presenciales para evitar la propagación del coronavirus.

Este panorama, inédito para el sistema educativo, acarreó grandes retos y transformó las dinámicas de las aulas. La digitalización en los entornos escolares dejó de ser una opción y se convirtió en una necesidad para las instituciones de educación en todos los niveles. 

De igual forma, los docentes y directivos han tenido que adaptar sus currículos académicos a la virtualidad, cumpliendo con altos estándares de calidad, tarea para nada fácil.

Por eso, Semana Educación destaca cinco experiencias de colegios y universidades en este proceso a través de plataformas de trabajo colaborativo.

Aprendizaje autodidacta – Escuela Colombiana de Ingeniería Julio Garavito

La digitalización de los procesos de educación empezó con la creación del Centro de Experiencias Tecnológicas en 2018. A través de él, se formó al equipo técnico en cinco herramientas: Teams, Planner, Stream, Yammer y Skype. Ellos enseñaron a profesores y estudiantes designados para difundir el conocimiento tecnológico en el resto de la escuela. Este antecedente sirvió como base para poner en ejecución el plan de acción en esta coyuntura.

El equipo técnico empezó en una formación autodidacta del manejo de Microsoft Team, y luego creó sesiones de capacitación al equipo docente y administrativo. Estas sesiones fueron realizadas de forma presencial y virtual para los profesores de cátedra y para los estudiantes que quisieran conectarse. De esta forma, se prepararon con dos semanas de anticipación para un eventual confinamiento.

Incluso las clases de laboratorios -fundamentales para las carreras de ingeniería-, se organizaron para avanzar en los temas teóricos durante la digitalización de las clases. Las sesiones de orientación a los estudiantes también se están realizando en modo virtual. Durante este proceso, los estudiantes se convirtieron en los maestros de los docentes, apoyándolos en el correcto y eficiente manejo de las herramientas, poniendo sus habilidades tecnológicas para el apoyo de la comunidad educativa.

El Politécnico, líder en educación virtual

Parte de las acciones propuestas por el Ministerio de Educación para atender la emergencia que vive el país en el sector de la educación superior, es el ‘Plan Padrino IES‘ en el cual varias instituciones cumplen un papel principal, como es el caso del Politécnico Grancolombiano, institución líder en educación virtual en el país, ya que de un total de 53.223 estudiantes matriculados, solo 9.604 son presenciales y 43.619 son virtuales.

La Institución de Educación Superior Politécnico Costa Atlántica, la Institución Universitaria ITSA, la Fundación de Estudios Superiores Comfanorte – FESC, y la Fundación Academia de Dibujo Profesional (FADP) recibirán el apoyo del Poli, el cual es en dos frentes principales.

El primero es pedagógico, el cual consiste en capacitar a los docentes en modelos y procesos pedagógicos asistidos por tecnologías de la información. El segundo es la parte técnica, donde se dan a conocer a las universidades las herramientas tecnológicas que les permitirán dictar las clases a través de las diferentes plataformas existentes para este fin.

Teams como la clave de un aula digital – Colegio Alemán de Cali

En la actualidad, el colegio enfrenta el aislamiento social preventivo a través de una estrategia que utiliza la tecnología para el aprendizaje y que además privilegia el bienestar de sus estudiantes: la institución sigue directrices para limitar el número de tareas que se le pueden asignar a los estudiantes, las cuales van desde media hora diaria para los más pequeños, hasta un poco más de dos horas para los más grandes. A través de Microsoft Teams, los coordinadores de cada área de conocimiento monitorean la carga académica de los estudiantes, y también la efectividad de este sistema.

En la actualidad, la institución puso en marcha este modelo para estudiantes de grado 5 a 11; así como para los padres de familia de los niños más pequeños. El sistema ha creado grupos para cada curso, y canales por cada profesor. Estos últimos tendrán la posibilidad de asignar trabajos colaborativos o individuales, dejar tareas, realizar evaluaciones, subir contenido y material pedagógico, y realizar clases por video llamada o pre-grabadas en vídeo.

De esta forma, el colegio ha logrado digitalizar a 421 estudiantes, a través de la utilización de 428 canales. La comunidad ha integrado tanto la herramienta en sus actividades educativas que en solo una semana se generan más de 5.000 mensajes en el chat y se realizan más de 260 llamadas con la plataforma. De esta forma, los estudiantes y padres de familia tienen asegurada la continuidad de su proceso educativo durante la cuarentena.

De un modelo b-learning (Blenden learning) al aprendizaje sincronizado – Colegio Andino de Bogotá 

La institución lleva 5 años en la digitalización de las clases. Durante este tiempo, inspirados en modelos de educación alemana, los cuadernos y libros de los estudiantes de 9 a 12 fueron reemplazados por computadores; que son adquiridos por los padres de familia de los estudiantes y financiados en un plazo de dos años.

Así pues, la preparación para los estudiantes y profesores de 9° a 12° de bachillerato estaba asegurada para atender cualquier eventualidad remotamente. No obstante, el reto estuvo en la digitalización de los estudiantes y profesores de intermedia (5° a 8°) y primaria (1° a 4°), la cual tuvo que asegurarse a través de programas de formación express para los docentes y la construcción de tutoriales para montar sus entornos educativos.

El uso de herramientas como OneNote, a través de los dispositivos de escritura a mano en grados 9° a 12°, han permitido que los profesores puedan monitorear, de forma más cercana, los apuntes de sus estudiantes. De esta forma, es posible corregir gramática, ortografía, despeje correcto de ecuaciones; entre otros conocimientos esenciales para la educación escolar. La institución contaba con entornos de aprendizaje bi-learning (b-learning), donde las clases presenciales eran reforzadas con materiales en línea, alojados en herramientas de Office 365.

Universidad Icesi y Aws Academy

Lina Quintero es directora del programa de pregrado de ingeniería telemática en la Universidad ICESI de Cali. Tras haber realizado el proceso de acreditación en el programa de Amazon Web Services, AWS Academy, ha podido entregarle durante más de un año conocimientos sobre computación en la nube a más de 80 estudiantes que han pasado por su aula. Por eso, al momento de la llegada del covid-19 al país, la migración de sus clases a la virtualidad fue más fácilque el de otros docentes.  

Mediante Aws Academy, plan de estudios 100% gratuito y listo para enseñar, que es ofrecido a las instituciones de educación superior, los docentes pueden certificarse y mantenerse a la vanguardia de la innovación. Esto lleva a que los estudiantes tengan acceso a un mayor conocimiento en la nube y obtengan mayores habilidades para ser contratados en una de las industrias de mayor crecimiento. Así lo han experimentado algunos estudiantes de Lina, que han logrado conseguir trabajo en reconocidas compañías como Carvajal y PSL, reconociendo que estos conocimientos los hicieron ser mejores profesionales, sobresaliendo en su mercado laboral.

El programa cuenta con cinco cursos; fundamentos en la nube, desarrollo en la nube, arquitectura en la nube, operaciones en la nube y análisis de datos. A través de estos programas de AWS se busca ofrecer a los educadores y estudiantes un contenido integral de alta calidad.

Fuente e imagen tomadas de: https://www.semana.com/educacion/articulo/cinco-casos-exitosos-de-educacion-virtual-en-medio-de-la-pandemia/663599

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Coronavirus y educación

Por: Luis Hernández Navarro.

Los tiempos del coronavirus han permitido tomar una radiografía del estado de salud de nuestro sistema de educación básica pública. Lo que la placa muestra es muy delicado: el sistema está infartado y la mayoría de los funcionarios que están al frente no tienen idea de cómo enfrentar la crisis. Su respuesta ha sido burocrática, insensible y desinformada.

La situación es inédita. Vivimos tiempos de incertidumbre, temor y desconfianza. Sin embargo, las autoridades educativas, en lugar de tomar medidas para atenuarlas, las exacerban. Encerrados en sus casas, niños, jóvenes y maestros que estudian en escuelas públicas deben seguir o impartir, por órdenes oficiales, como si fueran días normales, cursos en línea, preparar clases, hacer tareas, presentar exámenes y elaborar reportes.

Casi nada de lo que estudian, reportan y enseñan tiene que ver con la zozobra que viven, con los miedos que los acechan o con las dudas que los asaltan. Los contenidos educativos que deben memorizar y las pruebas que tienen que resolver pertenecen a un mundo aparte, que no tiene nada que ver con lo que sucede en el mundo.

Pequeños llenos de energía y muchachos desbordantes de testosterona pasan días y noches encerrados en cuatro paredes, muchos en viviendas precarias. Casi la mitad de los capitalinos viven hacinados. Y, en lugar de que la Secretaría de Educación Pública (SEP) les proporcione estímulos o materiales para dejar de lado ansiedad y tedio, los carga de trabajo absurdo, los somete a evaluaciones sin sentido y anuncia fechas de regreso a clases (30 de abril) que nada tienen que ver con la realidad.

Las autoridades pretenden mantener el proceso de enseñanza a través de la educación a distancia. Pero eso no funciona. La iniciativa es viable solamente para una parte muy pequeña del sistema educativo. Según la Unesco, en México sólo 10 por ciento de los docentes de primaria y secundaria están calificados para enseñar a través de la tecnología (https://bit.ly/2XF3TA7).

Esto es así porque la inmensa mayoría de maestros del país se formaron como mentores frente a grupo en el aula, no para impartir clases digitales. Así han ejercido durante años. Aunque educación presencial y en línea parezcan similares, son muy diferentes. Requieren capacidades, destrezas, entrenamiento, materiales y soportes diferentes. Y la inmensa mayoría de docentes no ha recibido formación para trabajar en modelos de enseñanza virtual.

Muchos maestros no participan en redes sociales. No son pocos los que las rechazan. Si acaso, utilizan WhatsApp y, en menor medida, Facebook. Los que forman parte de ellas, tienden a ser más bien consumidores que generadores de contenido. No todos tienen equipo de cómputo personal o teléfonos inteligentes. Menos aún en zonas rurales. Con frecuencia, sus computadoras son viejas, sus celulares lentos y el servicio de Internet al que tienen acceso es de muy poca capacidad. Saben usar Word, PowerPoint y Excel, pero no mucho más.

Muchos de los programas para promover las habilidades digitales realizados en sexenios pasados, como Enciclomedia, fueron más una oportunidad de negocios para empresarios y funcionarios, que herramientas de formación efectivas. Aún sobrevive en algunas escuelas parte del equipo inservible de Enciclomedia, como si fueran restos fósiles de algún animal prehistórico.

La brecha comienza en las aulas. De acuerdo con el INEE, durante el ciclo escolar 2016-17, sólo 44.4 por ciento del total de escuelas primarias del país contaba con al menos un ordenador para uso educativo y de éstos sólo 68.7 por ciento tenía conexión a Internet (https://bit.ly/2JYYR9y).

La iniciativa de mantener las clases en línea excluye del proceso de enseñanza a la mitad de la población escolar. Muchos estudiantes de familias de escasos recursos carecen de equipos de cómputo y conectividad. Según el Inegi, en 2019 sólo 44.3 por ciento de los hogares contaba con ordenadores y 56.4 por ciento tenía acceso a Internet. Apenas 44.6 por ciento del total de usuarios de computadora la usan como apoyo en la escuela (https://bit.ly/2VhMlXW).

La SEP pretende ahora que la educación a distancia se realice a través de las herramientas que ofrece Google para Educación y YouTube. Para acceder a ellas habrá que crear cuentas y perfiles en plataformas. La medida, otro paso en la ruta de la privatización educativa, permite a G Suite tener acceso gratuito a los datos de los usuarios, entre otros, nombre, edad, centro de trabajo, cursos que imparte, ubicación geográfica y número de celular. No es asunto menor. La recopilación y venta de datos es el negocio que más crece en Estados Unidos.

En un momento de grandes incertidumbres como el de hoy, la SEP debería brindar a alumnos, padres de familia y maestros tranquilidad, y dejar a un lado su obsesión de poner el centro en controles y evaluaciones (como lo denunciaron los maestros de la Ciudad de México). Debería anunciar con claridad que las clases se reanudarán cuando las autoridades sanitarias consideren pertinente, retomando el plan de estudios donde se quedó el 20 de marzo (o en la fecha en la que cada entidad comenzó la cuarentena).

Fuente del artículo: https://www.jornada.com.mx/2020/04/14/opinion/018a1pol

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Desarrollan en Rusia un fármaco contra el coronavirus

Europa/Rusia/16 abril 2020/mundo.sputniknews.com

Una compañía rusa ha desarrollado un medicamento contra el coronavirus. Dentro de unos 10 o 12 días está previsto que comiencen los ensayos clínicos, declaró el ministro de Sanidad, Mijaíl Murashko.

Destacó que en breve se evaluarán los ensayos preclínicos.

«Planeamos que dentro de unos 10-12 días este medicamento ingresará a la clínica para ensayos clínicos», apuntó Murashko.

En marzo, la Oficina de Protección al Consumidor de Rusia (Rospotrebnadzor) anunció el inicio de pruebas de un prototipo de vacuna contra el coronavirus y que ya había tres prototipos de la vacuna y comenzaron las pruebas en ratones.

Estudios en línea dedicados al COVID-19

Además, Mijaíl Murashko comunicó que más de un millón de médicos en Rusia realizaron estudios en línea para ayudar a los enfermos del coronavirus.

«Ya más de 1,1 millón de personas realizaron estudios en línea de educación médica adicional», dijo el ministro en un comunicado publicado en la web del Kremlin.

Agrega que solo en Moscú lo hicieron 4.000 personas, incluido el personal paramédico.

A finales de marzo, el Ministerio de Salud ruso obligó a todos los médicos a aprender los modos de prestar ayuda a los pacientes con coronavirus.

Los estudios en línea fueron elaborados por la entidad junto con especialistas y proponen a los médicos de cualquier especialidad que examinen dos módulos educativos dedicados al diagnóstico, tratamiento y prevención de la infección por coronavirus.

Los cursos están disponibles para todos los empleados médicos en el portal de educación médica del Ministerio de Salud de Rusia.

Aplicación que permite pronosticar propagación del coronavirus

Asimismo, los científicos de la Universidad de Tecnologías Informáticas, Mecánica y Óptica de San Petersburgo (ITMO) crearon una aplicación que muestra cómo el comportamiento de las personas en tiempos de pandemia del coronavirus se correlaciona con el riesgo de contagio por el virus.

«Los científicos de la Universidad ITMO elaboraron, basándose en modelos matemáticos, una aplicación donde en forma lúdica se muestra cómo el fortalecimiento o la suavización de las medidas de autoaislamiento y la cuarentena influyen en el riesgo de contagiarse por la nueva infección en diferentes países», dice el comunicado publicado en la página web de la institución educativa.

Esa aplicación, según la nota, es «parte de un gran proyecto para modelar procesos sociales en condiciones de pandemia».

Rusia ha detectado hasta la fecha un total de 18.328 personas infectadas de coronavirus, incluidos los 148 pacientes que fallecieron, según el centro operativo nacional para la lucha contra la propagación del virus.

Desde el 11 de marzo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) califica de pandemia la enfermedad COVID-19 causada por el coronavirus SARS-CoV-2, detectado por primera vez a finales de 2019.

A escala global se han confirmado hasta ahora unos 1,86 millones de casos de infección por el virus causante de COVID-19, incluidos más de 115.000 decesos, según la universidad estadounidense Johns Hopkins.

Fuente: https://mundo.sputniknews.com/salud/202004131091094229-desarrollan-en-rusia-un-farmaco-contra-el-coronavirus/

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Pandemia y oportunidades

Por: Pedro Miguel

El ala más recalcitrante de la oligarquía que perdió el control del poder presidencial y sus voceros oficiosos han pretendido convertir la crisis sanitaria y económica del momento en una oportunidad para descarrilar a la Cuarta Transformación. Pero, como se ha dicho, para que este designio pudiera tener una mínima perspectiva de éxito tendrían que concretarse escenarios de catástrofe epidémica de enormes proporciones y de demolición de la economía. El plan ha sido concebido desde una tremenda incapacidad para entender las lógicas del actual gobierno y las que operan en el grueso de la sociedad mexicana desde hace algunos años y sus probabilidades de triunfo son, por ello, muy escasas. En realidad, la epidemia de Covid-19 –y los quebrantos que conlleva en la producción, el comercio, el empleo y las finanzas– representa para ese sector de la casta desplazada una gran oportunidad para empezar a comprender lo que ocurre en el país desde el derrumbe del programa neoliberal en adelante.

Es claro, por ejemplo, que desde diciembre de 2018 esta vertiente de la reacción oligárquica dio por hecho que, en lo sustancial, y por intolerable que le resulte la toma de Palacio Nacional por los plebeyos, el gobierno de López Obrador era una sucesión presidencial más, que el programa político del tabasqueño era mera demagogia y que en lo sustancial la vida pública del país habría de seguir en el rumbo impuesto en el tramo Salinas-Peña, en el que las instituciones fueron convertidas en instrumentos de enriquecimiento personal y corporativo. En consecuencia, la crisis del coronavirus era para ella una doble bendición: por un lado representaba el ataúd de la Cuarta Transformación y por el otro, la astronómica oportunidad que cualquier crisis ofrecía, en los tiempos previos, para detonar un nuevo ciclo de concentración de riqueza, depauperación de las mayorías y saqueo de las arcas públicas. Y como daba por hecho que la diferencia entre López Obrador y sus antecesores es sólo de modales, discurso y símbolos, esa reacción oligárquica fue corriendo al Palacio a pedir un plan de rescate, es decir, una nueva transferencia multimillonaria de recursos públicos a bolsillos privados.

El error de cálculo se hizo evidente de inmediato: este gobierno no tiene la menor intención de seguir las reglas del régimen oligárquico y entre sus objetivos coyunturales no está el de crear condiciones para que unos cuantos multipliquen su riqueza; sus propósitos son, en cambio, cuidar la salud pública del embate del virus y aliviar hasta donde sea posible la penuria que se cierne sobre las mayorías. Tales son las orientaciones prioritarias del presupuesto en la presente circunstancia y el poder presidencial no va a doblarse ante la presión empresarial. El desconcierto y el berrinche de algunos de los dueños del dinero ante esta respuesta dice mucho de lo equivocados que estaban sobre la naturaleza de este gobierno. Ellos y sus voceros en los medios y las redes sociales –tanto los de carne y hueso como las hordas de cuentas falsas que siembran odio y mentiras en Twitter y Facebook– se debaten entre la rabia y la incredulidad y buscan desesperadamente amplificar su propio descontento y contagiarlo, con cierto éxito, hacia las clases medias.

En el ámbito de la salud pública y en el de la economía, los desplazados del poder y el privilegio llegan a extremos como calificar de ocurrencia o simulación el sistema de vigilancia epidemiológica centinela –adoptado por la Organización Mundial de la Salud y sus países miembros– o de tuitear con afán pontificador de verdades evidentes: El Presidente cree que los empleos los crea el gobierno. Como si el sector público en su conjunto, y el gobierno federal en particular, no hubiese sido, no sea y no habrá de seguir siendo, por mucho, el mayor empleador del país.

Para mayor enojo de este grupo, la Presidencia sigue siendo la Presidencia, es decir, la jefatura del Estado y la institución que establece los lineamientos generales de política pública, y los empresarios más prominentes de México –o para decirlo abiertamente: los más acaudalados– aceptaron los lineamientos del plan lopezobradorista para hacer frente a la emergencia económica: demandar el pago puntual de impuestos y exhortar a que no se despida a nadie y se preserven los salarios; por su parte, el gobierno redujo significativamente los precios de los combustibles, comprometió 25 mil millones de pesos para apoyar a un millón de micro y pequeñas empresas, extendió algunos de los programas sociales para beneficiar a cientos de miles y dio una nueva y severa vuelta de tuerca al gasto de las oficinas públicas.

Ese grupo oligárquico político-empresarial y los comunicadores a su servicio bien podrían aprovechar la reclusión para empezar a entender en qué país viven. Ojalá.

Fuente: https://www.jornada.com.mx/2020/04/10/opinion/021a2pol

Imagen: https://pixabay.com/illustrations/covid-19-coronavirus-4964287/

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La pandemia coloca a indígenas latinoamericanos ante nuevos desafíos

América/ 15/04/2020/Autor: Mario Osava/Fuente: http://www.ipsnoticias.net/

El nuevo coronavirus llegó al extremo noroeste de Brasil, en la Amazonia profunda, sonando la alarma de su arribo a comunidades donde viven numerosos indígenas, en un temor común en los países latinoamericanos.

Por una cruel ironía el portador del coronavirus fue un médico de la Secretaría Especial de Salud Indígena, responsable en Brasil de la asistencia a los pueblos originarios en sus territorios.

“Él vino del Sur, atendió gente en Atalaia do Norte, donde contagió a un pariente marubo (pueblo indígena), luego estuvo en Santo Antonio do Içá y dejó cuatro con el virus, entre los cuales una indígena kokama. Hoy se informó que en São Paulo de Olivença, donde vivo, hay otros dos enfermos”, relató a IPS el líder indígena Francisco Guedes, desde su localidad.

Entre los siete comprobados con el nuevo coronavirus por lo menos dos son indígenas, “parientes” como los  identifica Guedes, presidente de la Federación de las Organizaciones, de los Caciques y las Comunidades Indígenas de la Tribu Ticuna del Alto Solimões, en el estado de Amazonas, en el norte del país.

“Estamos preocupados”, porque no se ve posibilidad de tratamiento para los enfermos graves, señaló Guedes, profesor de enseñanza básica en la lengua ticuna, el pueblo indígena más numeroso de Brasil, con 70 000 miembros estimados, en un país con una población de 211 millones de habitantes.

“Acá el hospital no tiene equipos siquiera para asistencia común, mucho menos para cuidados intensivos. Y Manaus, donde hay recursos, queda a tres días y medio en barco”, el único medio de transporte, acotó.

Además Manaus, la capital de Amazonas, con 2,2 millones de habitantes, tiene su red de hospitales ya en colapso, admitió el alcalde Arthur Virgilio Neto. Es una de las siete capitales cuyo índice de contagiados por el SARS-CoV-2 más preocupa al Ministerio de Salud.

Manaus es la capital del estado con mayor índice de contagios hasta ahora, y allí ha muerto uno de los dos indígenas registrados como fallecidos hasta ahora por la covid-19, ambos en la Amazonia brasileña.

En México, en la occidental península de Yucatán, donde los indígenas constituyen por lo menos la mitad de  sus 2,2 millones de habitantes, ellos enfrentan otras dificultades.

“Aún hay pocos casos (de la covid-19), por suerte, y la mayor parte en la capital Mérida, pero como no hay ningún plan del gobierno ante la pandemia, un contagio masivo provocaría muchas muertes”, teme Pedro Uc Be, miembro de la Comisión de Seguimiento de la Asamblea Maya en Yucatán.

“Lo que se necesita ahora es comida y trabajo, no tanto para los indígenas que viven en sus pueblos, que tienen la ventaja de una dinámica propia, con producción de alimentos. El problema son los que emigraron principalmente a Mérida y ahora regresan a sus pueblos sin trabajo, ni ingresos, ni comida”, destacó a IPS desde Buctzotz, un municipio de Yucatán.

El gobierno del estado de Yucatán, uno de los tres en que se divide el territorio peninsular, ofreció un bono de 2500 pesos (cerca de 102 dólares) a cada desempleado, pero en la mitad del primer día hubo más de 25 000 solicitudes y se canceló el programa.

Una reunión de la Asamblea Maya, en la península de Yucatán, en México, que lucha por la defensa de su territorio. Ahora sus líderes buscan defender a sus miembros de la propagación del coronavirus. Foto: Cortesía de AM

Una reunión de la Asamblea Maya, en la península de Yucatán, en México, que lucha por la defensa de su territorio. Ahora sus líderes buscan defender a sus miembros de la propagación del coronavirus. Foto: Cortesía de AM.

“No tenemos seguridad, pero se cree que el coronavirus llegó a los pueblos indígenas por los regresados de la capital”, observó Uc Be, campesino, profesor de literatura y escritor en lengua maya.

En México, con 130 millones de habitantes, la epidemia está creciendo y hasta ahora se trata de contenerla por un confinamiento voluntario de las personas. “La mayoría se queda en casa”, pero el éxito sigue pendiente de políticas “adecuadas y a tiempo”, sostuvo.

El gobierno local amenazó con hacer obligatorio el aislamiento social, pero no lo hizo ante críticas de las organizaciones de derechos humanos, dijo el profesor, tras explicar que la Asamblea Maya lucha en la defensa del territorio indígena contra intentos de despojo por grandes empresas, proyectos energéticos y siembras de soja transgénica.

En Ecuador, la poderosa Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) también se quejó de la falta de medidas y de coordinación de los esfuerzos centrales, provinciales y locales, pero se dispuso a poner en marcha “un plan de solidaridad en apoyo a sectores del campo y la ciudad”, con aporte de productos de primera necesidad.

“Pondremos nuestro granito de arena”, declaró el presidente de la Conaie, Jaime Vargas, en una rueda de prensa digital desde Quito el martes 7.

No hubo registro de la covid-19 en las comunidades indígenas de la Amazonia Ecuatoriana, pero si en la costa, con “compañeros fallecidos”, resumió.

“No tenemos estadísticas, datos exactos” con nombres y origen de los indígenas afectados, reclamó. La prioridad debe de ser la protección de los productores campesinos, para que puedan vender sus productos, para que tengan sus ingresos y contribuyan a la seguridad alimentaria, arguyó Vargas.

La crisis de la pandemia en Ecuador repercutió internacionalmente por los muertos sin sepultura, abandonados en las calles de Guayaquil, la mayor ciudad del país andino, con 17 millones de habitantes.

Vargas divulgó también las resoluciones del Consejo Político de Conaie, reunido el lunes 6.

“Rechazar la decisión del gobierno nacional de pagar la deuda externa y no destinar esos recursos al Sistema de Salud Pública para combatir el covid-19 en el cual hasta el momento hay la escalofriante cifra de 1600 miembros del personal de salud contagiados por falta de equipos de bioseguridad”, es el tercero de los 13 puntos de la declaración.

Una escuela del pueblo juruna, en la orilla del río Xingú, en la Amazonia brasileña. Los pueblos indígenas de la ecorregión del norte del país tratan ahora de informarse y reclamar medidas para evitar los daños y la mortalidad que provoca la pandemia del nuevo coronavirus, a que son muy vulnerables por razones sociales y culturales, como el modo de vida, lejanía de los hospitales y la invasión de sus tierras. Foto: Mario Osava/IPS

Una escuela del pueblo juruna, en la orilla del río Xingú, en la Amazonia brasileña. Los pueblos indígenas de la ecorregión del norte del país tratan ahora de informarse y reclamar medidas para evitar los daños y la mortalidad que provoca la pandemia del nuevo coronavirus, a que son muy vulnerables por razones sociales y culturales, como el modo de vida, lejanía de los hospitales y la invasión de sus tierras. Foto: Mario Osava/IPS

La Conaie condena la política neoliberal, beneficios a las empresas extractivas y centrales hidroeléctricas, los despidos masivos y los acuerdos con el Fondo Monetario Internacional, para reclamar una elevación de 60 a 400 dólares el bono de emergencia concedido a los trabajadores informales privados de sus ingresos.

Además propone la creación de un fondo para la compra de alimentos producidos por el sector indígena y campesino, para asegurar el abastecimiento de las ciudades.

Los indígenas latinoamericanos tratan de superar el olvido a que fueron relegados en esta crisis sanitaria y también humanitaria, un efecto natural de la multiplicación de los enfermos y muertos en algunas de las grandes ciudades.

“Los pueblos indígenas no están preparados para la pandemia del coronavirus debido a la limitada oferta de servicios de salud (instalaciones y personal sanitario) en sus comunidades”, declaró el epidemiólogo Omar Trujillo, quien se ocupa de la población originaria dentro del Ministerio de Salud de Perú, otro país con alto número de comunidades nativas.

Esta vez el virus no es el arma biológica con que invasores coloniales exterminaron pueblos indígenas en las Américas. El SARS-CoV-2 golpea a todos, sin distinguir etnias o colores.

Nadie estuvo expuesto antes a ese nuevo coronavirus para desarrollar anticuerpos y evitar formas graves de la covid-19, explicó a IPS el epidemiólogo Eduardo Costa, asesor de cooperación internacional de la Escuela Nacional de Salud Pública (ENSP).

Indígenas, blancos o negros están teóricamente en las mismas condiciones inmunológicas ante esa pandemia que amenaza millones de vidas humanas y los sistemas sanitarios, económicos y sociales en todo el mundo.

Pero hay otros indicadores sanitarios y sociales que recomiendan incluir los indígenas en América Latina y el mundo entre los grupos más vulnerables, sostuvo Ana Lucia Pontes, médica investigadora de la ENSP, quien coordina el Grupo de Trabajo de Salud Indígena en la Asociación Brasileña de Salud Colectiva.

Las condiciones varían entre los pueblos originarios, territorios y modos de vida, hay muchos grupos que acumulan comorbilidades por efectos de enfermedades sufridas, como malaria, dengue, gripes, sarampión, diabetes entre los adultos, anemia relacionada a problemas alimentarios, explicó.

Además de las distancias de las aldeas a los hospitales y frecuente escasez de agua potable, se presentan dificultades de comunicación y por ende de información sobre riesgos y cuidados impuestos por el coronavirus, acotó.

Aunque vivan apartadas, numerosas comunidades indígenas en Brasil y el resto de América Latina dependen de compras de alimentos afuera y esa relación frecuente con los mercados urbanos representa un riesgo de contagio peligroso, concluyó Pontes.

Ya el 13 de marzo, la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (Coica) llamó a los gobiernos de los ocho países de la ecorregión a adoptar medidas urgentes, ante la especial vulnerabilidad de los pobladores originarios.

“Son 506 pueblos indígenas que estarían en inminente riesgo, además de 76 pueblos indígenas en aislamiento, cuyo sistema inmunológico es muy débil y cualquier gripe los puede llevar a la desaparición. Una pandemia de esta magnitud para las comunidades nativas significaría una catástrofe de grandes proporciones”, planteó entonces uno de sus coordinadores, el colombiano Robinson López.

El brasileño Guedes, por su parte, comentó una realidad que se repite entre comunidades indígenas de la región.

Los ticunas, dijo, aún disponen de mucho pescado y producción agrícola para sostenerse con cierta autonomía alimentaria. Pero muchos “parientes” ya no cuentan con esa posibilidad, con tierras escasas y cercadas o invadidas por la minería y la ganadería y el pescado escaso en ríos bloqueados por embalses hidroeléctricos, se lamentó.

El SARS-CoV-2 hizo recordar que los cinco millones estimados de indígenas que vivían en Brasil cuando llegaron los portugueses, en 1500, se redujeron a 897 000 en el censo de 2010, después de haber bajado a cerca de 250 000 en los años 80. Otros virus fueron factores de muchos casos de exterminio.

ED: EG

Fuente e imagen:  http://www.ipsnoticias.net/2020/04/la-pandemia-coloca-indigenas-latinoamericanos-ante-nuevos-desafios/

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Africanos denuncian a China y en EEUU aprovechan y hablan de xenofobia

América/Estados Unidos/15/04/2020/Autor y fuente: acento.com.do

WASHINGTON, EEUU.- Estados Unidos denunció enérgicamente el sábado la «xenofobia de las autoridades chinas hacia africanos», luego de que estos afirmaran ser víctimas de discriminación en la ciudad de Cantón tras registrarse casos positivos de COVID-19 entre miembros de la comunidad nigeriana en el gigante asiático.

Estos casos han creado sospechas contra la comunidad africana en la gran metrópoli del sur de China y varios africanos dijeron a la AFP que fueron expulsados de sus hogares y luego rechazados en hoteles.

«El abuso y el maltrato hacia los africanos que viven y trabajan en China lamentablemente recuerda cuán hueca es la asociación entre la República Popular de China y África», dijo a la AFP un portavoz del Departamento de Estado estadounidense.

«En un momento en que deberíamos apoyarnos mutuamente para superar una pandemia que los funcionarios chinos han ocultado irresponsablemente del mundo, Pekín se están dedicando a lanzar a los estudiantes africanos a la calle sin comida ni refugio», lamentó.

«Es desafortunado, pero no sorprendente, ver este tipo de xenofobia de parte de las autoridades chinas hacia los africanos. Todos los que observan proyectos chinos en África conocen este tipo de comportamiento injusto y manipulador», agregó.

Estados Unidos denuncia desde hace semanas la falta de transparencia de Pekín al comienzo de la epidemia, detectada a fines de 2019 en la ciudad china de Wuhan, y sostiene que esa actitud retrasó la reacción del resto del mundo y costó la vida a miles de personas.

A pesar de una tregua reciente en su guerra retórica, las escaramuzas continúan entre las dos grandes potencias.

El destino de los africanos de Cantón, que también despertó el sábado «la preocupación extrema» de la Unión Africana, fue aprovechado por la diplomacia estadounidense para denunciar una vez más la actitud china.

La administración de Donald Trump no ha mostrado un interés particular en el continente africano desde la llegada del magnate republicano a la Casa Blanca en 2017.

Pero sostiene habitualmente que las inversiones y préstamos de Pekín a países africanos tienen intenciones ocultas.

«Las promesas a los africanos, incluidos aquellos que trabajan y estudian en China, nunca son cumplidas. Tratar a la gente, especialmente a estudiantes, de esta manera durante una crisis sanitaria mundial dice mucho acerca de cómo la República Popular China ve su supuesta ‘asociación’ con África», insistió el portavoz del Departamento de Estado.

Testimonios de africanos

«Tuve que dormir bajo un puente durante cuatro días sin comer nada. Ni siquiera puedo comprar comida porque ninguna tienda o restaurante me acepta», afirma a la AFP Tony Mathias, un estudiante ugandés.La policía de Cantón se negó a responder a preguntas de la AFP.

Según varios africanos contactados por la AFP, otros miembros de la comunidad fueron sometidos a pruebas masivas y a cuarentena.

China prohíbe ahora la entrada de extranjeros en su territorio, y la mayoría de las personas que se desplazan por el país tienen que pasar unos 14 días en su lugar de destino.

Thiam, un estudiante guineano, afirmó a la AFP que dio negativo, pero que la policía le exigió ponerse en cuarentena, aunque no había salido de Cantón desde el comienzo del brote en enero.

«Todas las personas que he visto son africanos. Los chinos pueden moverse libremente. Pero cuando eres negro no puedes salir», manifestó.

Denny, un comerciante nigeriano expulsado de su departamento, explica que pasó varios días en la calle antes de que los policías finalmente lo llevaran en cuarentena a un hotel.

«Aunque demos negativo a la COVID-19, la policía no nos permite quedarnos en nuestro departamento. No dan razones», aseguró a la AFP.

El jueves, un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Zhao Lijian, reconoció «malentendidos» en las medidas de prevención en Cantón.

«El gobierno chino trata a todos los extranjeros en China de la misma manera (…) y tiene una tolerancia cero ante las palabras y los actos discriminatorios», aseguró en una rueda de prensa.

También exhortó a las autoridades locales a «mejorar sus mecanismos y métodos de trabajo».

Los incidentes en Cantón pueden sorprender, ya que China mantiene excelentes relaciones con la mayoría de los estados africanos, a los que ha ofrecido en las últimas semanas suministros médicos frente a la pandemia del coronavirus AFP.

Fuente e imagen: https://acento.com.do/2020/actualidad/8804404-africanos-denuncian-a-china-y-eeuu-aprovechan-y-hablan-de-xenofobia/

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Educación en tiempos de confinamiento, ¿y no sería mejor dejar a las criaturas un poco en paz?

Por: Rosa Cañadell.

 

Estamos en una situación especial en que todo está parado y trastornado.  El cierre  de escuelas e instituto ha puesto sobre la mesa un debate sobre qué hacer ante esto: ¿Se debe continuar el curso vía internet? ¿Hace falta que el profesorado adapte las actividades previstas para hacer “clases” virtuales? ¿Todo el alumnado tiene condiciones para hacerlo? ¿Las familias tienen que insistir en que sus hijos e hijas hagan todos los deberes que el profesorado les asigna? ¿Todas las familias están en condiciones de hacerlo?

Estas y otras muchas preguntas están surgiendo por parte de las Administraciones, del profesorado y de las familias, con un gran número de informaciones contradictorias y no del todo posibles. Pero, ¿es tan importante perder dos, tres o cuatro meses de “clase” ante una situación de emergencia, y totalmente nueva, como la que nos encontramos?

Es normal la inquietud y las dudas, pero yo creo que hace falta más reflexión pausada y, sobre todo, pensar en las necesidades de los niño y jóvenes, así como del profesorado y de las familias.

Hace falta, además, tener en cuenta las diferentes y desiguales situaciones en que se encuentran las familias y también el profesorado. No es el mismo ser médico, enfermera, personal sanitario, de limpieza, transporte, o cualquier otra profesión que está en activo, que estar en casa haciendo teletrabajo. No es el mismo tener una vivienda confortable y con todos los medios tecnológicos, que vivir en precario sin acceso a internet, o sin espacios apropiados para poder estudiar. No es el mismo tener padres y madres con tiempo y conocimientos para ayudar los niños, que no tenerlo. No es el mismo que en casa haya un padre y una madre a que sea una familia mono-parental. Y así sucesivamente.

Pero, al margen de todo esto, yo creo que hay una cuestión que podría ser generalizable. Y es que, a una situación excepcional se tienen que dar respuestas también excepcionales. Quiero decir, que intentar que la escolarización siga su curso (vía telemática) como si no pasara nada, no es la respuesta más sensata. Estén en la situación que estén, ni los chavales ni las familias tienen como prioridad subsanar la pérdida que puede significar perder una pequeña parte del temario escolar.

La situación de confinamiento mente diferente a la situación de escolarización y la angustia ante la posibilidad de contraer la dolencia, la angustia ante el estado de personas mayores y queridas (abuelos, tíos, etc.) hace que los niños y jóvenes vivan en un estado emocional muy diferente del que pueden tener en un tiempo escolar normal. Y si a esto le añadimos la angustia de muchos padres y madres que han perdido el trabajo y no pueden pagar el alquiler o comprar comida, aún parece más absurdo tener que preocuparse por los contenidos escolares de los más pequeños.

Ante esta situación, y sin que esto quiera decir que no se tiene que hacer nada que tenga que ver con la escolarización, quizás habría que dejar los chavales un poco en paz. Quizás el que hace falta es no agobiarlos  más con la obligación de hacer todos los “deberes” y, en cambio estar muy atentos a sus miedos y angustias. Quizás habría que dejar que hagan cosas nuevas, que inventen, que tomen iniciativas, que busquen nuevas actividades, que jueguen, que recorten, que escriban (un diario, cartas a los amigos, cuentos inventados, pequeñas obras de teatro), que canten y bailen, que construyan instrumentos, que pinten y decoren, que se disfracen, que recuperen juegos de los más mayores, que cocinen y hagan pasteles, que ayudan en las tareas domésticas (barrer, sacar el polvo), que aprendan a coser un botón…0 incluso, que se aburran! Dicen que no hay nada más creativo que el aburrimiento!

Quizás no es lo mejor obligarlos a estar muchas horas ante la pantalla para recibir “las clases”, más bien al contrario, el que haría falta es justamente limitar las horas de ordenador y de móvil, las horas de tele y de videojuegos. Hay tiempo para todo, y hay que aprovecharlo lejos de las pantallas. Es preciso que ordenar un poco la vida y ponar algunas normas, y ayudar a que ellos y ellas se vayan organizando. Hay que darles ideas y pautas, cosas que pueden hacer (que  son muchas) y algunos límites para que no abusen, sobre todo de las pantallas. Quizás en vez de seguir “clases” escolares, es mucho mejor mirar documentales y leer historias que tengan que ver con los contenidos que están haciendo en la escuela. Reportajes de países remotos, personajes que han estudiado, la vida en una etapa concreta de la historia, visitas virtuales a museos, conciertos… y todo aquello que amplíe su bagaje intelectual, cultural y artístico.

También habría que aprovechar para estimular los valores de la solidaridad y la colaboración. Hace falta que los niños y los jóvenes entiendan el que está pasando, sin alarmismos, pero explicando también todo el trabajo que hacen el personal sanitario (salir al balcón a aplaudir), las personas que limpian, las personas voluntarias que ayudan a la gente mayor y, en general, todas aquellas personas que hacen posible que ellos y ellas puedan estar en casa, a cobijo del virus. Hay que explicar la importancia de tener una sanidad pública donde todas las personas, ricas o pobres, pueden ir a curarse. Y como el quedarse en casa es, en sí mismo, un acto de solidaridad con sus amigos y amigas, abuelos y abuelas y con la población en general.

Por parte del profesorado, no se trata de reconvertir el temario que tocaba en forma digital, sino tener contacto personal (virtual, está claro) con el alumnado, que puedan explicar como están y que hacen y darles diferentes opciones y materiales que los ayuden a pasar el tiempo y que sean educativas, en el sentido amplio de la palabra.

Todo esto quizás ahorraría la angustia de las familias y la desazón de los niños y jóvenes, y nos ahorraríamos, también, no aumentar la gran desigualdad escolar que ya existe. Es evidente que compensar las desigualdades que ya existían sin el coronavirus, es del todo imposible, pero lo que sí podríamos hacer es buscar maneras de no aumentarlas. Y esto querría decir: por un lado, no avanzar ninguna materia escolar, ya que ello dejaría atrás los que tienen más dificultades. Y por la otra, dedicar muchos más recursos el próximo curso para atender aquel alumnado que ha sido más perjudicado de este período de confinamiento.

Cuidaos mucho!

Fuente del artículo: Equipo de OVE.

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