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Pilar Mateo: Retomar la vida diaria tras la pandemia tomará tiempo, advierte científica

Por: La Crónica del Quindío. 

Pilar Mateo es una científica española, conocida por haber desarrollado una pintura resinosa que sirve para controlar la enfermedad de Chagas

El coronavirus «ha venido para quedarse en el planeta»; y hasta que no se consiga una vacuna para protegernos «el riesgo de contagio estará presente en cualquier momento de nuestra vida social» asegura la científica.

Será «muy difícil» retomar la vida diaria tal como era antes de la pandemia de coronavirus, pues se necesitará tiempo para recuperar la actividad normal, advierte la científica española Pilar Mateo, especialista en combatir el mal de Chagas y el dengue.

Esta científica aboga también por la creación de equipos de vigilancia multidisciplinares para prevenir nuevas crisis sanitarias como ésta.

«Será difícil salir de la cuarentena porque necesitaremos tiempo para ir recuperando nuestro nivel normal de actividad. Eso será una especie de cuarentena intelectual difícil de entender», asegura la investigadora y doctora en Química.

Cuando termine el confinamiento obligatorio de la población en los distintos países, se necesitará un «tiempo largo de adaptación».

Por ello, ir de compras, salir con amigos, asistir a espectáculos públicos, ir de vacaciones o celebrar fiestas tendrá que hacerse paulatinamente, explica.

«Hemos cambiado la filosofía del existencialismo occidental -somos en función de lo que hacemos- por la quietud del taoísmo chino -contemplar y pensar-«, explica Mateo.Un virus persistente

A su juicio, el coronavirus «ha venido para quedarse en el planeta»; y hasta que no se consiga una vacuna para protegernos «el riesgo de contagio estará presente en cualquier momento de nuestra vida social».

El nuevo coronavirus, precisa, lo que ha hecho es «colapsar» los sistemas sanitarios nacionales por su contagiosidad, y considera que los países occidentales deben darse cuenta de la importancia de algo que ella dice desde hace más de 20 años porque lo ha vivido de cerca: «la prevención y los equipos de vigilancia».

La científica explica que, durante el año, hay presentes en el planeta entre 4 y 5 virus, de los que tres son zoonosis, es decir, que se transmiten de los animales a los seres humanos, y cita el nuevo coronavirus entre ellos.

«Los veíamos siempre desde la distancia porque se producían en África, América o Asia», afirma. Y añade que, al sentirlo todo tan alejado, se ha comprobado la «falta de prevención» de los países occidentales: «Pensábamos que las cosas no nos iban a pasar nunca».

Fuente de la entrevista: https://www.cronicadelquindio.com/noticia-completa-titulo-retomar-la-vida-diaria-tras-la-pandemia-tomara-tiempo-advierte-cientifica-nota-138187

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Curso interrumpido

Por: El País.

La comunidad educativa está pendiente de la decisión que adopten las autoridades académicas sobre el futuro del curso escolar tras el cierre de los colegios, hace ya un mes, por la crisis del coronavirus. El Consejo Escolar del Estado, máximo órgano consultivo del Gobierno en la materia pero cuyas decisiones no son vinculantes, es partidario de que el conjunto de actividades que los alumnos han venido realizando en sus domicilios a través de herramientas telemáticas sean evaluables. Mantiene, no obstante, una excepción para aquellas familias que no dispongan de los medios tecnológicos apropiados para que sus hijos puedan seguir las clases on line,pero no da instrucciones sobre cómo llevar a cabo esta función. Proponer que el profesorado realice seguimientos personalizados para valorar las tareas realizadas por los alumnos es poco realista y totalmente incomprensible ante las dificultades derivadas del confinamiento.

Frente a los problemas para completar el curso, algunos países han optado por plantear un aprobado general, obviando las calificaciones obtenidas antes del aislamiento. Esta posibilidad, por la que se inclina Italia, ha sido rechazada de plano por el Consejo Escolar que, además, es partidario de que los alumnos puedan repetir curso en casos extraordinarios. La cuestión es cómo discernir en qué situaciones han quedado rezagados por decisión propia o si lo han hecho por carecer de los instrumentos necesarios para engancharse a las clases virtuales. Es preciso tener en cuenta que al menos el 10% de los 8,2 millones de alumnos de las enseñanzas regladas no universitarias carecen de Internet en sus hogares. Aplicar un rasero único sin valorar los desequilibrios tecnológicos a la hora de evaluar el aprendizaje durante la cuarentena sería una medida injusta que perjudicaría a los sectores menos favorecidos.

Especial relevancia adquiere la situación de los estudiantes convocados a Selectividad. Algunas voces reclaman que los exámenes solo contemplen la materia que se ha impartido hasta marzo. La decisión sobre los contenidos de la prueba de acceso a la Universidad está todavía pendiente y se espera que próximamente haya un pronunciamiento por parte del Ministerio de Educación y de las comunidades, pero parecería razonable que para garantizar la igualdad de oportunidades el examen se circunscribiera al temario anterior a la declaración del estado de alarma. Sería la mejor manera de no perjudicar al colectivo de estudiantes más vulnerable, aquellos que han quedado desconectados de las clases on line por falta de equipamiento. Ante un curso alterado abruptamente en todas las etapas escolares por la emergencia sanitaria, las autoridades educativas deberían aplicar criterios acordes a las circunstancias.

Fuente del artículo: https://elpais.com/elpais/2020/04/09/opinion/1586448633_568887.html

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Educación a distancia en tiempos de pandemia

Por: Juan González.

Ahora culminaremos el año escolar a distancia, según lo anunciado por el Ministro de Educación. Claro, todo ello previa encuesta, en la cual por supuesto que más del 99% de los encuestados afirmarán que es la decisión más acertada que se haya tomado en estos últimos 20 años.

Honestamente no creo que esta pandemia deje para mucho campo en esta materia. Ya la educación venezolana venía de sufrir los estragos de un prolongado bloqueo y un estrangulamiento de la economía que llevó los salarios de los docentes al subsuelo y por tanto a la decadencia en esta materia apenas levemente superada por los últimos años de la cuarta república, cuando el neoliberalismo casi por poco desaparece la educación pública.

La semana pasada una maestra me contó que con su última quincena de marzo, incluido cesta tickets, logró comprar 5 canillas y kilo y medio de queso. Esta semana, cuando el queso ya supera los 550.000 Bs, supongo que si compró un kilo no le alcanzó para las canillas.

Pero el Ministerio dentro de poco declarará como todo un éxito el plan de educación a distancia. Quizás el próximo año escolar se instrumente esta modalidad de manera definitiva, quizás como un incentivo para las maestras y maestros que ya no tendrían que pagar pasaje.

Con ese plan de «educación a distancia», el ministro y sus asesores dejan de lado la cuestión de cómo abarcar a la población, numerosísima, de niños y niñas que no tienen equipos (computadoras, teléfonos inteligentes) y/o servicio de internet, sin dejar por fuera a las maestras y maestros que carecen de estos soportes tecnológicos.

Quizás en esta coyuntura tan difícil que vive, con la amenaza de una intervención de parte de los Estados Unidos, nada disimulada y más real que ficticia, no parece propicio ni oportuno señalar las equivocaciones de un Ministro, que no ha dejado de equivocarse desde que llegó por segunda vez a Salas, pero la verdad verdadera es que lo menos que debemos hacer es atender con seriedad los asuntos nacionales ante una Patria amenazada.

Si ha sido acertada la estrategia de imponer una cuarentena preventiva por parte del Gobierno nacional para evitar los riesgos de la pandemia, contando con la asesoría y el apoyo de China, Cuba, Rusia y entes como la OMS y OPS, vale la pena que a la educación se le dedique tiempo y esfuerzos para, una vez superado lo de la pandemia, tomar el toro por los cachos en esta materia.

Aristóbulo, por los años vividos deberías tener un mínimo de vergüenza y poner tu cargo a la orden, renuncia y dale paso a otros, ya has cometido suficientes fracasos en esta segunda gestión.

Fuente del artículo: https://www.aporrea.org/educacion/a289141.html

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Italia: El ministro de Educación sobre el inicio de las clases: «Es incierta la fecha»

América del Sur/ Italia/ 14.04.2020/ Fuente: www.lavoz.com.ar.

El ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, aseguró hoy que «los países que no tuvieron la decisión de priorizar la salud terminan pagando ambos costos, el de vidas y el de la economía» por la pandemia de coronavirus Covid-19, y reiteró que «la fecha de inicio de las clases es incierta».

«El Presidente ha sido claro, vamos a recuperar la economía y vamos a recuperar los días de clases, lo único que no se recupera son las vidas», sostuvo el titular de la cartera educativa en diálogo con CNN Radio.

En la misma línea, Trotta dijo que es necesario tener la capacidad de apoyar las decisiones para tratar de proteger de la mejor manera la economía, pero siempre «priorizando el cuidado de la salud».

Sobre el regreso a las aulas reiteró que «la fecha de inicio de clases es incierta» y contó que se comunicó con la ministra de educación de Italia y con el ministro de educación de Francia, quienes llevan muchos más días sin clases, y «ellos tampoco tienen la certeza de cuándo van a volver a las aulas».

Al ser consultado por el tema de los comedores en las escuelas, Trotta aseveró que la continuidad de acceso al derecho a la alimentación está presente en varios establecimientos educativos y dijo que era «una de las principales preocupaciones que tenía nuestro presidente al momento de suspender las clases».

También, el ministro explicó que durante las primeras semanas se sostuvieron los comedores con mucho compromiso de los maestros y las maestras, pero «ahora se manejan con la modalidad de viandas y con módulos de alimentos que son retirados por las familias en cada uno de los establecimientos escolares».

«Ha habido una articulación y desde el propio Gobierno Nacional se ha duplicado el presupuesto de los comedores escolares y comunitarios, lo mismo han hecho la mayoría de las provincias y la propia Ciudad de Buenos Aires; eso permitió cubrir el derecho a la alimentación a partir de la situación de emergencia», contó el funcionario.

Por último, Trotta afirmó que «estamos transitando un escenario impensado al momento de asumir el gobierno» y destacó la importancia de articular con otras fuerzas políticas y con todo el sector industrial.

Fuente de la noticia: https://www.lavoz.com.ar/politica/ministro-de-educacion-sobre-inicio-de-clases-es-incierta-fecha

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Científicos lanzan una nueva advertencia a la humanidad: los insectos están desapareciendo

Redacción: ABC Ciencia

Han publicado un extenso documento de medidas de conservación y un manifiesto para recordar la mala situación en la que están unos animales de los que depende nuestro futuro.

Los científicos y técnicos que están repartidos por todo el globo son los que pueden mirar a través de un telescopio o leer un sismógrafo para alertar de la visita de un asteroide o la erupción de un volcán. También son los que estudian el clima y tratan de predecir cómo cambiará y los que hace años encontraron evidencias de que el mundo no estaba preparado para afrontar una gran pandemia, como la que ahora está sacudiendo los cimientos de nuestra sociedad. Pero, como pasa en cualquier película de catástrofes, los políticos y demás responsables no siempre escuchan a los científicos.

Desde hace años están avisando de algo que muchos pensarán que es irrelevante: los insectos están desapareciendo. Ni siquiera hay medios para comprender qué está pasando globalmente, pero en sitios muy distantes se ve cómo cae la abundancia y la diversidad de especies de muchos de estos animales. Esto estaría mal por sí solo, pero resulta que los insectos son esenciales para la supervivencia de casi todos los demás animales terrestres y también para la supervivencia de las plantas; de hecho, el biólogo Edward Osborne Wilson dijo de ellos que « son la base de los ecosistemas y las pequeñas cosas que mantienen el mundo en funcionamiento». Además, el hecho de que desaparezcan es un síntoma de que los engranajes de la naturaleza están fallando a causa de la presión humana.

Esta semana, un grupo de 30 científicos ha publicado un manifiesto en la revista « Biological Conservation» donde han recogido «lo que saben sobre las causas que están detrás la extinción de los insectos, sus consecuencias y sobre su impacto negativo para la humanidad», tal como han escrito en el artículo. Este texto está inspirado en los manifiestos publicados por la «Alianza de científicos del Mundo», un grupo de miles de investigadores que ha lanzado ya dos advertencias sobre la necesidad de detener la destrucción del medio ambiente. Además, lo han acompañado de otro artículo donde han propuesto una extensa lista de soluciones para mitigar la desaparición de los pequeños insectos.

«Estamos causando la desaparición de los insectos a través de la destrucción de hábitats, su degradación y fragmentación, el uso de sustancias contaminantes y dañinas, la dispersión de especies invasoras, el cambio climático global, la sobreexplotación y la co-extinción de especies que dependen de otras», escriben los autores del artículo.

Por poner algunos ejemplos, la deforestación, la expansión del suelo destinado a agricultura, la urbanización o las presas acaban con muchos hábitats de los animales, a la vez que crean parches de naturaleza no conectados entre sí donde es más difícil la supervivencia de sus habitantes. El uso del suelo también provoca que desaparezcan muchas charcas y la polución se ceba con todos los ecosistemas acuáticos. Además de todo esto, los insecticidas matan a innumerables especies de forma inespecífica.

Los servicios de los que depende la humanidad

La desaparición de estas especies tiene unas consecuencias que van más allá de la mera estadística. «Con estas extinciones, perdemos mucho más que especies», escriben en su artículo. Tal como explican, se pierde biomasa, diversidad, una gran porción del árbol de la vida, funciones y rasgos ecológicos únicos y partes fundamentales de las redes de interacciones que definen a los seres vivos. «Este tipo de pérdidas conducen a una decadencia de los servicios de los ecosistemas de los que depende la humanidad. Desde la polinización a la descomposición, hasta la obtención de nuevos medicamentos». Funciones que, por otra parte, resulta imposible suplir globalmente con tecnología o innovaciones.

Para evitar estas pérdidas irremplazables, los investigadores han hecho una llamada a una «acción urgente» para tratar de salvar a los ecosistemas y a la propia humanidad, dependiente de ellos. En un extenso artículo, han enumerado, ecosistema por ecosistema, cómo es posible emprender acciones concretas para asegurar la superviviencia de los insectos en coexistencia con los humanos.

Un cambio de mentalidad y otro en las ciudades

Como punto de partida, discuten la necesidad de mejorar la estrategia de comunicación con el público, promoviendo el cuidado por los insectos y visibilizando los resultados de sus acciones y las relaciones que se forman entre ellas y los animales. Siempre sin olvidar que «la apreciación y la valoración de los insectos ahora es fundamental para nuestra futura superviviencia».

También discuten cómo proteger a los insectos en bosques, praderas o campos agrícolas, entre otros lugares. Quizás algunas de sus recomendaciones más curiosas son las que buscan facilitarle la vida a los insectos, como mariposas o escarabajos, en las ciudades. Entre otras cosas proponen fomentar y respetar los espacios verdes, que pueden ser desde parques a parches de vegetación situados bajo líneas de alta tensión o incluso pequeños jardines situados en las azoteas.

Propuesta para fomentar la conservación de los insectos en las ciudades
Propuesta para fomentar la conservación de los insectos en las ciudades

Cualquier persona puede ayudar

Aparte de eso, han propuesto algunas ideas para que cualquier persona pueda ayudar a proteger a los insectos, especialmente para aquellos que vivan en casas pero no en pisos. Para ello, proponen:

-Evitar cortar el césped con mucha frecuencia, para permitir que su crecimiento alimente a los insectos.

-Plantar plantas nativas, o dejar crecer a «las malas hierbas», que son las que crecen de forma natural en el medio y que son las más adaptadas a las condiciones naturales.

-Evitar los pesticidas.

-Dejar tocones y hojas muertas en su lugar, porque cobijan a muchas especies.

-Reducir tu huella de carbono.

-Colaborar con organizaciones de conservación.

-No importar ni liberar animales ni plantas que puedan dañar a las especies nativas.

-«Ser más cuidadoso con las pequeñas criaturas; siempre mirar al lado pequeño de la vida».

Fuente: https://www.abc.es/ciencia/abci-cientificos-lanzan-nueva-advertencia-humanidad-insectos-estan-desapareciendo-202004072007_noticia.html

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Virtualización de la precariedad y de la educación bancaria

Por: Lev M. Velázquez Barriga

La pandemia por el Covid-19 ha sido el escenario ideal para acelerar la virtualización de la educación, porque se presenta como única opción frente al cierre de las escuelas y se evaden las consecuencias o incluso su viabilidad ante los contextos adversos; sin embargo, es necesario que en medio de la crisis y ante el ritmo vertiginoso en que desembarca la educación a distancia, analicemos la situación sin que seamos arrastrados por la necesidad de continuar con el proceso formativo. Del amplio campo temático que pudiera derivarse, coloco al menos dos temas: el uso de las Tic’s no es sinónimo de mejores condiciones en la educación y tampoco es igual a un aprendizaje creativo.

Si los edificios de las escuelas y las aulas son de por sí precarios en sus condiciones básicas para el desarrollo integral de aprendizajes y habilidades holísticas; si las escuelas multigrado, las comunitarias y las que atendieron la integración de las discapacidades en condiciones regulares representan ya condiciones de exclusión y desatención; la infraestructura tecnológica y de acceso a Internet es aún más precaria, lo mismo en los centros escolares que en las comunidades y las viviendas del país, pero también con respecto a los dispositivos personales de los alumnos, que muchas de las veces no son los adecuados para soportar plataformas virtuales más completas y complejas.

Pareciera que estamos asistiendo a la instalación de un proceso de virtualización de la precariedad, en el que las carencias de la educación escolarizada, de constitución física y material, de relaciones interpersonales directas se trasladan, se profundizan y se extienden a sectores más amplios de la población con la educación virtual y a distancia. De igual modo se transfieren y agudizan los factores altamente burocráticos, según denuncian los propios maestros que han visto fuertes limitaciones en ellos mismos y sus alumnos para continuar con las clases, pero ahora con mayor hostigamiento por parte de la autoridad educativa para entregar evidencias de su trabajo virtual, por veces peor al que fueron sometidos en épocas de la evaluación estandarizada.

La educación a distancia, aunque se apoye de medios digitales, de redes sociales como WhatsApp y Messenger, de Facebook o de correos electrónicos, si regularmente utiliza estas herramientas sólo para la distribución de tareas, cuestionarios, lecturas o actividades, que en determinado tiempo tienen que ser devueltas por el mismo medio, contestadas o desarrolladas para que sean revisadas y aprobadas por los docentes, el objetivo no es muy diferente a la vieja educación por correspondencia, salvo los formatos digitales y la rapidez con la que fluyen los materiales por la Internet.

En este mismo sentido, estamos frente a otro proceso que podríamos denominar virtualización de la educación bancaria, en la que a los alumnos se les sigue viendo como cabezas vacías, depositarios de conocimientos tutelados y dirigidos de forma unidireccional, de ida y vuelta, por medio de canales digitales; se les sigue concibiendo sujetos sin habilidades creativas y de indagación, sin curiosidad ni autonomía cognitiva o intereses propios, pero con capacidad de responder, de seguir ordenamientos y secuencias, al igual que se hace en la programación informática, con la diferencia de que estamos tratando con seres humanos, no con computadoras o videojuegos.

La crisis sistémica y la deshumanización del capital que se puso al descubierto con la pandemia nos deja la oportunidad de reordenar el currículo para repensar el mundo que queremos, de colocar ahí los temas fundamentales para la humanidad, de poner en el análisis del pensamiento crítico las salidas que garanticen la vida y la sustentabilidad planetaria, por ejemplo: la economía solidaria y endógena, las cosmovisiones y formas de vida de los pueblos originarios, el territorio como fuente de vida y cultura, la democracia protagónica, la agroecología, la cultura para la paz, la pluriversidad frente al racismo y el neocolonialismo, el pensamiento complejo para enfrentar problemas sistémicos, la despatriarcalización, la ciudadanía planetaria, la cuarta revolución industrial para todos, la singularidad tecnológica y la reivindicación humana, la mecánica cuántica y la espiritualidad no religiosa.

Sin embargo, la virtualización de la educación bancaria opta por instalar el capitalismo en su fase digital y tecnológica, por organizar la acumulación de plusvalía desde la casa o desde la localización donde se encuentre cada individuo interconectado por el Internet de las cosas, por continuar con el mismo currículo oficial que no propicia la emancipación humana ni del pensamiento. La educación escolarizada fue el espacio de disputa para las pedagogías criticas del siglo XX; ahora, la virtualización, así como la revolución industrial de tercera y cuarta generación que se condensan en las nanotecnologías, la big data, la robótica, la inteligencia artificial y las neurociencias del siglo XXI son los nuevos escenarios para repensar las educaciones populares, para defender la escuela pública, justo en este momento en que las corporaciones y sus plataformas digitales privadas dictan dónde, cómo, en qué y a favor de quién educar.

Fuente: https://www.jornada.com.mx/2020/04/12/opinion/017a1pol

Imagen: Amber Clay en Pixabay

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Educación, salud y pandemia

Por: Edgar Isch L.

Estimaciones de la Internacional de la Educación, organización que agrupa a los sindicatos docentes del mundo, señalan que, al 7 de abril 2020, por la pandemia, en 188 países se habían cerrados escuelas de todo nivel educativo afectando a 1.576 millones de niños/as y adolescentes matriculados (que bien sabemos no son todos) y a más de 63 millones de educadores/as. De esta manera, la crisis o las crisis educativas, que mucho tienen que ver con la aplicación de medidas neoliberales en la economía y la educación, hoy tienen nuevas dimensiones y manifestaciones directamente ligadas con la salud.

En primer lugar, habría que recordar la vinculación entre salud y educación que lleva a considerar estos dos derechos humanos como inseparables y prioritarios. Un niño/a enfermo no estará en las mismas condiciones de aprender; un estudiante desnutrido tiene debilidades para la abstracción (por ello las mayores dificultades para las matemáticas); la salud mental de estudiantes y docentes debe ser considerada para lograr un buen clima escolar, es decir un relacionamiento que sustente la buena enseñanza-aprendizaje; que el “malestar docente”, compuesto entre otros aspectos por altos niveles de estrés y enfermedades profesionales, debe ser eliminado para que el profesional de la educación tenga condiciones para desarrollar su trabajo; que el sobre-trabajo genera estrés en docentes y estudiantes; entre otras constataciones de la necesidad de que la salud sea un componente de las políticas educativas.

En la otra dirección, la educación para la salud se convierte en algo vital, pertinente ahora y siempre. Un pueblo que cuida su salud gracias al conocimiento científico, no solo se protege, sino que además beneficia a la economía del país porque se requerirá menos permiso laboral por enfermedades evitables, menor gasto personal y público en atención y medicinas, menos jubilaciones tempranas por calamidad de salud, etc. Este es uno de los rubros en los cuales la inversión en educación entrega mayores beneficios económicos a un país, demostrándose que no es un gasto como acostumbran decir tantos gobernantes. Pero, además, un pueblo educado, que se acerque no solo a los resultados de la ciencia sino al pensamiento científico, en casos como esta pandemia actuará de manera consciente, desechará las falacias y mentiras de las redes sociales y de quienes quieren sacar provecho de la situación, no recurrirá a supersticiones y podrá cuidarse y atenderse adecuadamente. Pongamos un ejemplo: si la gente supiera cumplir el adecuado uso de antibióticos, sin automedicarse, cumpliendo la dosis indicada hasta el último, tendríamos menos bacterias que adquieren resistencia y se convierten en un nuevo peligro.

Lamentablemente, en la visión utilitarista y empresarial de las políticas neoliberales, esto es poco importante. La prueba está en que temas vitales y ligados a derechos humanos como la salud, estos no están en las pruebas estandarizadas que se toman a los estudiantes, ni están en las evaluaciones a los docentes, que son los únicos dos actores de la educación sometidos a evaluaciones y castigos, mientras se lavan las manos los hacedores de políticas.

En el momento actual es urgente revalorizar estos elementos para poner por delante la vida, la salud y el bienestar, sobre los intereses de los acreedores de la deuda externa o los capitalistas que buscan su negocio durante y luego de la pandemia. Y hay que decirlo, el mantenimiento de los bloqueos a países que no aceptan las políticas de Estados Unidos y los preparativos de la agresión armada a Venezuela, demuestran que están decididos a la guerra si es preciso para continuar su expoliación de los pueblos y la naturaleza.

Entonces, cabe preguntar: a más del confinamiento o de la cuarentena, ¿Qué medidas concretas se tomaron para proteger la salud de estudiantes, sus familias y el profesorado y sus familias? La preocupación ha sido mantener las clases por vía virtual, sin considerar los altos porcentajes de familias sin acceso a internet (o sin siquiera a luz eléctrica o agua para lavarse las manos), con presión sobre contenidos y horas de trabajo, generando nuevas causas de estrés situacional en unos y otros. Mantener el contacto educativo virtual es positivo para evitar los trastornos de cierres de larga duración, pero si no se enfrentan estas inequidades en las condiciones de vida, las diferencias entre pobres y ricos añadirán distancia en la brecha educativa.

Además, en lo general, no se trabaja en la inteligencia emocional, en la inclusión educativa a distancia, en maneras de mantener el equilibrio psíquico ante condiciones como las actuales, ni en fortalecer las condiciones para que cada quién tenga bases para levantarse tras este golpe, posibilitando la resiliencia de la sociedad y no solo de la economía. Tal como los Estados latinoamericanos plantean la educación en este momento, la transmisión de contenidos por vía virtual implica reproducir la educación tradicional y conductista a través del internet, con mayor control burocrático sobre los educadores, reduciendo aún más su libertad de cátedra e impidiendo que ejerzan como intelectuales de la educación. La debilitada interacción social regular es también un nuevo reto que tiene que ver con la salud y con la educación en valores.

Tomando en cuenta que una buena nutrición es necesaria, en varios países se logró imponer a los gobernantes la entrega de alguna alimentación escolar en las instituciones públicas. Ahora, la misma debería llegar a los hogares y no quedar almacenada. En Ecuador, la Unión Nacional de Educadores (UNE) ha logrado que el Comité de Operaciones de Emergencia acepte hacerlo, pero en lugar de plantear que la distribución la hagan las fuerzas de seguridad que están en las calles, el gobierno pretende que sea el magisterio el que distribuya, poniendo a un nuevo sector social, sin las protecciones necesarias, a ser víctima o transmisor de contagio[1].

Desde ya hay que replantear el debate y organización institucional que garantice atención de salud física y psicológica en las instituciones educativas, condiciones laborales que reflejen el interés por el bienestar y la seguridad de los actores educativos, trabajo que privilegie las necesidades humanas antes que los objetivos instruccionales impuestos desde la economía empresarial, mejor relacionamiento entre docentes y padres/madres de familia en favor del interés superior del niño/a, formación docente en estos temas y tratamiento de las diferencias humanas en los centros educativos. En la base estará también la lucha por el presupuesto y la condena social a quienes lo reducen, lo niegan o privilegian el pago de deudas externas ilegítimas.

La escuela post-epidemia debería tener cauces hacia convertirse en un instrumento de emancipación humana. No puede ser la misma que antes de esta crisis. El debate profundo será un instrumento necesario que debemos emplearlo hoy y mañana, continuamente, en búsqueda de los cambios necesarios.

 

[1] Al escribir este artículo se había ya planteado la posición del gobierno y el magisterio, esperándose la decisión definitiva.

El autor escribe para OVE

Imagen: congerdesign en Pixabay

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