La cifra de muertes debido a la Covid-19 siguen subiendo en la Gran Manzana y alcanzan a 5.820, según el último conteo de la Universidad Johns Hopkins. Pero las hospitalizaciones están bajando, aseguran las autoridades.
Las escuelas públicas de la ciudad de Nueva York cerraron a raíz de la pandemia el 16 de marzo, pero implementaron el aprendizaje online.
La nueva medida afecta a 1,1 millones de niños de las escuelas públicas de la mayor ciudad estadounidense, que debían culminar sus cursos a fines de junio . Recién podrían retomar los cursos normales al comenzar el nuevo año escolar, en septiembre.
Las familias que no posean el equipamiento necesario para realizar las clases online recibirán computadoras y tablets en préstamo de la alcaldía , precisaron las autoridades. Un total de 175.000 ya fueron enviadas a niños de la ciudad.
Andrew Cuomo, el gobernador del estado de Nueva York -que registra más de 170.000 casos del virus y más de 7.800 muertes-, había extendido el lunes pasado el cierre de todas las escuelas del estado al 29 de abril.
Lo mismo hizo el gobernador de Pensilvania, al extender los cierres de los centros escolares de su estado por el resto del año escolar. El gobernador de Connecticut los extendió hasta mayo.
Estado de la educación en todo el mundo
El impacto por la pandemia trajo consecuencias negativas en casi todos los sistemas educativos del mundo. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), estima que más de 1.500 millones de estudiantes fueron afectados en todo el mundo por el cierre masivo de escuelas, lo que representa al 91,3% del total de alumnos matriculados.
Fuente de la noticia: https://www.lanacion.com.ar/el-mundo/coronavirus-eeuu-nueva-york-cierra-sus-escuelas-nid2353206
Más de tres meses después de su suspensión a finales del pasado enero, las clases para alumnos de 15 a 17 años comenzarán a retomarse a partir del próximo 27 de abril en las escuelas secundarias de Pekín.
Con excepción de la provincia de Hubei, foco de la pandemia del coronavirus, donde no se ha establecido todavía ninguna fecha para el comienzo de las clases, la capital era la única división administrativa del país que no había anunciado todavía la reanudación de la actividad lectiva en ninguno de los niveles educativos.
El 27 de abril marcará la vuelta a las clases para los alumnos del equivalente chino del bachillerato -de tres años de duración y de carácter no obligatorio-, mientras que los alumnos del último año de la educación secundaria obligatoria -de otros tres años y previa al citado bachillerato- reiniciarán su educación presencial el 11 de mayo.
Así pues, las autoridades pequinesas esperan que a mediados de mayo todos los alumnos de entre 14 y 17 años estén ya de vueltas en las clases tras el parón por el coronavirus.
La Comisión Municipal de Educación de Pekín anunció este domingo que la decisión de retomar antes las clases de bachillerato tiene por finalidad que los estudiantes puedan prepararse para las exigentes pruebas de selectividad, que se celebrarán entre el 7 y el 10 de julio.
Para el resto de niveles educativos, incluyendo los restantes cursos de secundaria y los de primaria, jardines de infancia, universidades y formación profesional no se ha fijado todavía fecha.
Ante la propagación del coronavirus en el país, el pasado 27 de enero el Ministerio de Educación de China decidió aplazar indefinidamente el retorno a las clases en todos los niveles educativos tras las vacaciones del Año Nuevo lunar, que habían comenzado una semana antes.
Un mes después, el 28 de febrero, el departamento de Educación permitió que algunos centros educativos en las zonas menos afectadas del país emprendiesen de forma escalonada la vuelta a la actividad por niveles educativos.
Varias provincias chinas han retomado los cursos de primaria y secundaria pero ninguna ha reiniciado aún las clases en universidades ni jardines de infancia y preescolar.
El Ministerio ha indicado que las universidades y los centros de formación extraescolar serán los últimos establecimientos educativos en abrir en todo el país.
MASCARILLAS, DE ESTRICTA NORMA
Todos los centros que recuperan la actividad deben cumplir una serie de estrictas normas, entre ellas el uso de mascarillas en las clases, establecer áreas de aislamiento temporal para quienes presenten síntomas, una correcta ventilación y desinfección de las aulas o la suficiente provisión de desinfectantes, jabón y equipamiento sanitario.
Asimismo, se prohíben grandes actividades grupales y las comidas deben hacerse por turnos para evitar la congregación de muchas personas tanto en los comedores como en los patios de recreo.
Aunque Pekín no ha sido de las zonas de China más afectadas por el coronavirus -con un total de cerca de 600 casos, más de 170 de ellos llegados del extranjero- las medidas de control para evitar que la pandemia se propagase en la ciudad han sido muy estrictas.
Con el objeto de luchar contra los llamados casos “importados” desde hace dos semanas se han desviado a otras ciudades los vuelos con destino a la capital y todos los chinos que llegan desde el exterior (los extranjeros ya no pueden siquiera entrar) deben realizar una cuarentena en un hotel de 14 días.
Asimismo, los que regresan de otras zonas del país especialmente afectadas deben guardar cuarentena en su domicilio, también durante dos semanas.
Fuente de la noticia: https://www.el-carabobeno.com/pekin-comenzara-a-retomar-la-educacion-secundaria-a-partir-del-27-de-abril/
Pilar Mateo es una científica española, conocida por haber desarrollado una pintura resinosa que sirve para controlar la enfermedad de Chagas
El coronavirus «ha venido para quedarse en el planeta»; y hasta que no se consiga una vacuna para protegernos «el riesgo de contagio estará presente en cualquier momento de nuestra vida social» asegura la científica.
Será «muy difícil» retomar la vida diaria tal como era antes de la pandemia de coronavirus, pues se necesitará tiempo para recuperar la actividad normal, advierte la científica española Pilar Mateo, especialista en combatir el mal de Chagas y el dengue.
Esta científica aboga también por la creación de equipos de vigilancia multidisciplinares para prevenir nuevas crisis sanitarias como ésta.
«Será difícil salir de la cuarentena porque necesitaremos tiempo para ir recuperando nuestro nivel normal de actividad. Eso será una especie de cuarentena intelectual difícil de entender», asegura la investigadora y doctora en Química.
Cuando termine el confinamiento obligatorio de la población en los distintos países, se necesitará un «tiempo largo de adaptación».
Por ello, ir de compras, salir con amigos, asistir a espectáculos públicos, ir de vacaciones o celebrar fiestas tendrá que hacerse paulatinamente, explica.
«Hemos cambiado la filosofía del existencialismo occidental -somos en función de lo que hacemos- por la quietud del taoísmo chino -contemplar y pensar-«, explica Mateo.Un virus persistente
A su juicio, el coronavirus «ha venido para quedarse en el planeta»; y hasta que no se consiga una vacuna para protegernos «el riesgo de contagio estará presente en cualquier momento de nuestra vida social».
El nuevo coronavirus, precisa, lo que ha hecho es «colapsar» los sistemas sanitarios nacionales por su contagiosidad, y considera que los países occidentales deben darse cuenta de la importancia de algo que ella dice desde hace más de 20 años porque lo ha vivido de cerca: «la prevención y los equipos de vigilancia».
La científica explica que, durante el año, hay presentes en el planeta entre 4 y 5 virus, de los que tres son zoonosis, es decir, que se transmiten de los animales a los seres humanos, y cita el nuevo coronavirus entre ellos.
«Los veíamos siempre desde la distancia porque se producían en África, América o Asia», afirma. Y añade que, al sentirlo todo tan alejado, se ha comprobado la «falta de prevención» de los países occidentales: «Pensábamos que las cosas no nos iban a pasar nunca».
Fuente de la entrevista: https://www.cronicadelquindio.com/noticia-completa-titulo-retomar-la-vida-diaria-tras-la-pandemia-tomara-tiempo-advierte-cientifica-nota-138187
La comunidad educativa está pendiente de la decisión que adopten las autoridades académicas sobre el futuro del curso escolar tras el cierre de los colegios, hace ya un mes, por la crisis del coronavirus. El Consejo Escolar del Estado, máximo órgano consultivo del Gobierno en la materia pero cuyas decisiones no son vinculantes, es partidario de que el conjunto de actividades que los alumnos han venido realizando en sus domicilios a través de herramientas telemáticas sean evaluables. Mantiene, no obstante, una excepción para aquellas familias que no dispongan de los medios tecnológicos apropiados para que sus hijos puedan seguir las clases on line,pero no da instrucciones sobre cómo llevar a cabo esta función. Proponer que el profesorado realice seguimientos personalizados para valorar las tareas realizadas por los alumnos es poco realista y totalmente incomprensible ante las dificultades derivadas del confinamiento.
Frente a los problemas para completar el curso, algunos países han optado por plantear un aprobado general, obviando las calificaciones obtenidas antes del aislamiento. Esta posibilidad, por la que se inclina Italia, ha sido rechazada de plano por el Consejo Escolar que, además, es partidario de que los alumnos puedan repetir curso en casos extraordinarios. La cuestión es cómo discernir en qué situaciones han quedado rezagados por decisión propia o si lo han hecho por carecer de los instrumentos necesarios para engancharse a las clases virtuales. Es preciso tener en cuenta que al menos el 10% de los 8,2 millones de alumnos de las enseñanzas regladas no universitarias carecen de Internet en sus hogares. Aplicar un rasero único sin valorar los desequilibrios tecnológicos a la hora de evaluar el aprendizaje durante la cuarentena sería una medida injusta que perjudicaría a los sectores menos favorecidos.
Especial relevancia adquiere la situación de los estudiantes convocados a Selectividad. Algunas voces reclaman que los exámenes solo contemplen la materia que se ha impartido hasta marzo. La decisión sobre los contenidos de la prueba de acceso a la Universidad está todavía pendiente y se espera que próximamente haya un pronunciamiento por parte del Ministerio de Educación y de las comunidades, pero parecería razonable que para garantizar la igualdad de oportunidades el examen se circunscribiera al temario anterior a la declaración del estado de alarma. Sería la mejor manera de no perjudicar al colectivo de estudiantes más vulnerable, aquellos que han quedado desconectados de las clases on line por falta de equipamiento. Ante un curso alterado abruptamente en todas las etapas escolares por la emergencia sanitaria, las autoridades educativas deberían aplicar criterios acordes a las circunstancias.
Fuente del artículo: https://elpais.com/elpais/2020/04/09/opinion/1586448633_568887.html
Ahora culminaremos el año escolar a distancia, según lo anunciado por el Ministro de Educación. Claro, todo ello previa encuesta, en la cual por supuesto que más del 99% de los encuestados afirmarán que es la decisión más acertada que se haya tomado en estos últimos 20 años.
Honestamente no creo que esta pandemia deje para mucho campo en esta materia. Ya la educación venezolana venía de sufrir los estragos de un prolongado bloqueo y un estrangulamiento de la economía que llevó los salarios de los docentes al subsuelo y por tanto a la decadencia en esta materia apenas levemente superada por los últimos años de la cuarta república, cuando el neoliberalismo casi por poco desaparece la educación pública.
La semana pasada una maestra me contó que con su última quincena de marzo, incluido cesta tickets, logró comprar 5 canillas y kilo y medio de queso. Esta semana, cuando el queso ya supera los 550.000 Bs, supongo que si compró un kilo no le alcanzó para las canillas.
Pero el Ministerio dentro de poco declarará como todo un éxito el plan de educación a distancia. Quizás el próximo año escolar se instrumente esta modalidad de manera definitiva, quizás como un incentivo para las maestras y maestros que ya no tendrían que pagar pasaje.
Con ese plan de «educación a distancia», el ministro y sus asesores dejan de lado la cuestión de cómo abarcar a la población, numerosísima, de niños y niñas que no tienen equipos (computadoras, teléfonos inteligentes) y/o servicio de internet, sin dejar por fuera a las maestras y maestros que carecen de estos soportes tecnológicos.
Quizás en esta coyuntura tan difícil que vive, con la amenaza de una intervención de parte de los Estados Unidos, nada disimulada y más real que ficticia, no parece propicio ni oportuno señalar las equivocaciones de un Ministro, que no ha dejado de equivocarse desde que llegó por segunda vez a Salas, pero la verdad verdadera es que lo menos que debemos hacer es atender con seriedad los asuntos nacionales ante una Patria amenazada.
Si ha sido acertada la estrategia de imponer una cuarentena preventiva por parte del Gobierno nacional para evitar los riesgos de la pandemia, contando con la asesoría y el apoyo de China, Cuba, Rusia y entes como la OMS y OPS, vale la pena que a la educación se le dedique tiempo y esfuerzos para, una vez superado lo de la pandemia, tomar el toro por los cachos en esta materia.
Aristóbulo, por los años vividos deberías tener un mínimo de vergüenza y poner tu cargo a la orden, renuncia y dale paso a otros, ya has cometido suficientes fracasos en esta segunda gestión.
Fuente del artículo: https://www.aporrea.org/educacion/a289141.html
América del Sur/ Italia/ 14.04.2020/ Fuente: www.lavoz.com.ar.
El ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, aseguró hoy que «los países que no tuvieron la decisión de priorizar la salud terminan pagando ambos costos, el de vidas y el de la economía» por la pandemia de coronavirus Covid-19, y reiteró que «la fecha de inicio de las clases es incierta».
«El Presidente ha sido claro, vamos a recuperar la economía y vamos a recuperar los días de clases, lo único que no se recupera son las vidas», sostuvo el titular de la cartera educativa en diálogo con CNN Radio.
En la misma línea, Trotta dijo que es necesario tener la capacidad de apoyar las decisiones para tratar de proteger de la mejor manera la economía, pero siempre «priorizando el cuidado de la salud».
Sobre el regreso a las aulas reiteró que «la fecha de inicio de clases es incierta» y contó que se comunicó con la ministra de educación de Italia y con el ministro de educación de Francia, quienes llevan muchos más días sin clases, y «ellos tampoco tienen la certeza de cuándo van a volver a las aulas».
Al ser consultado por el tema de los comedores en las escuelas, Trotta aseveró que la continuidad de acceso al derecho a la alimentación está presente en varios establecimientos educativos y dijo que era «una de las principales preocupaciones que tenía nuestro presidente al momento de suspender las clases».
También, el ministro explicó que durante las primeras semanas se sostuvieron los comedores con mucho compromiso de los maestros y las maestras, pero «ahora se manejan con la modalidad de viandas y con módulos de alimentos que son retirados por las familias en cada uno de los establecimientos escolares».
«Ha habido una articulación y desde el propio Gobierno Nacional se ha duplicado el presupuesto de los comedores escolares y comunitarios, lo mismo han hecho la mayoría de las provincias y la propia Ciudad de Buenos Aires; eso permitió cubrir el derecho a la alimentación a partir de la situación de emergencia», contó el funcionario.
Por último, Trotta afirmó que «estamos transitando un escenario impensado al momento de asumir el gobierno» y destacó la importancia de articular con otras fuerzas políticas y con todo el sector industrial.
Fuente de la noticia: https://www.lavoz.com.ar/politica/ministro-de-educacion-sobre-inicio-de-clases-es-incierta-fecha
Han publicado un extenso documento de medidas de conservación y un manifiesto para recordar la mala situación en la que están unos animales de los que depende nuestro futuro.
Los científicos y técnicos que están repartidos por todo el globo son los que pueden mirar a través de un telescopio o leer un sismógrafo para alertar de la visita de un asteroide o la erupción de un volcán. También son los que estudian el clima y tratan de predecir cómo cambiará y los que hace años encontraron evidencias de que el mundo no estaba preparado para afrontar una gran pandemia, como la que ahora está sacudiendo los cimientos de nuestra sociedad. Pero, como pasa en cualquier película de catástrofes, los políticos y demás responsables no siempre escuchan a los científicos.
Desde hace años están avisando de algo que muchos pensarán que es irrelevante: los insectos están desapareciendo. Ni siquiera hay medios para comprender qué está pasando globalmente, pero en sitios muy distantes se ve cómo cae la abundancia y la diversidad de especies de muchos de estos animales. Esto estaría mal por sí solo, pero resulta que los insectos son esenciales para la supervivencia de casi todos los demás animales terrestres y también para la supervivencia de las plantas; de hecho, el biólogo Edward Osborne Wilson dijo de ellos que « son la base de los ecosistemas y las pequeñas cosas que mantienen el mundo en funcionamiento». Además, el hecho de que desaparezcan es un síntoma de que los engranajes de la naturaleza están fallando a causa de la presión humana.
Esta semana, un grupo de 30 científicos ha publicado un manifiesto en la revista « Biological Conservation» donde han recogido «lo que saben sobre las causas que están detrás la extinción de los insectos, sus consecuencias y sobre su impacto negativo para la humanidad», tal como han escrito en el artículo. Este texto está inspirado en los manifiestos publicados por la «Alianza de científicos del Mundo», un grupo de miles de investigadores que ha lanzado ya dos advertencias sobre la necesidad de detener la destrucción del medio ambiente. Además, lo han acompañado de otro artículo donde han propuesto una extensa lista de soluciones para mitigar la desaparición de los pequeños insectos.
«Estamos causando la desaparición de los insectos a través de la destrucción de hábitats, su degradación y fragmentación, el uso de sustancias contaminantes y dañinas, la dispersión de especies invasoras, el cambio climático global, la sobreexplotación y la co-extinción de especies que dependen de otras», escriben los autores del artículo.
Por poner algunos ejemplos, la deforestación, la expansión del suelo destinado a agricultura, la urbanización o las presas acaban con muchos hábitats de los animales, a la vez que crean parches de naturaleza no conectados entre sí donde es más difícil la supervivencia de sus habitantes. El uso del suelo también provoca que desaparezcan muchas charcas y la polución se ceba con todos los ecosistemas acuáticos. Además de todo esto, los insecticidas matan a innumerables especies de forma inespecífica.
Los servicios de los que depende la humanidad
La desaparición de estas especies tiene unas consecuencias que van más allá de la mera estadística. «Con estas extinciones, perdemos mucho más que especies», escriben en su artículo. Tal como explican, se pierde biomasa, diversidad, una gran porción del árbol de la vida, funciones y rasgos ecológicos únicos y partes fundamentales de las redes de interacciones que definen a los seres vivos. «Este tipo de pérdidas conducen a una decadencia de los servicios de los ecosistemas de los que depende la humanidad. Desde la polinización a la descomposición, hasta la obtención de nuevos medicamentos». Funciones que, por otra parte, resulta imposible suplir globalmente con tecnología o innovaciones.
Para evitar estas pérdidas irremplazables, los investigadores han hecho una llamada a una «acción urgente» para tratar de salvar a los ecosistemas y a la propia humanidad, dependiente de ellos. En un extenso artículo, han enumerado, ecosistema por ecosistema, cómo es posible emprender acciones concretas para asegurar la superviviencia de los insectos en coexistencia con los humanos.
Un cambio de mentalidad y otro en las ciudades
Como punto de partida, discuten la necesidad de mejorar la estrategia de comunicación con el público, promoviendo el cuidado por los insectos y visibilizando los resultados de sus acciones y las relaciones que se forman entre ellas y los animales. Siempre sin olvidar que «la apreciación y la valoración de los insectos ahora es fundamental para nuestra futura superviviencia».
También discuten cómo proteger a los insectos en bosques, praderas o campos agrícolas, entre otros lugares. Quizás algunas de sus recomendaciones más curiosas son las que buscan facilitarle la vida a los insectos, como mariposas o escarabajos, en las ciudades. Entre otras cosas proponen fomentar y respetar los espacios verdes, que pueden ser desde parques a parches de vegetación situados bajo líneas de alta tensión o incluso pequeños jardines situados en las azoteas.
Cualquier persona puede ayudar
Aparte de eso, han propuesto algunas ideas para que cualquier persona pueda ayudar a proteger a los insectos, especialmente para aquellos que vivan en casas pero no en pisos. Para ello, proponen:
-Evitar cortar el césped con mucha frecuencia, para permitir que su crecimiento alimente a los insectos.
-Plantar plantas nativas, o dejar crecer a «las malas hierbas», que son las que crecen de forma natural en el medio y que son las más adaptadas a las condiciones naturales.
-Evitar los pesticidas.
-Dejar tocones y hojas muertas en su lugar, porque cobijan a muchas especies.
-Reducir tu huella de carbono.
-Colaborar con organizaciones de conservación.
-No importar ni liberar animales ni plantas que puedan dañar a las especies nativas.
-«Ser más cuidadoso con las pequeñas criaturas; siempre mirar al lado pequeño de la vida».
OtrasVocesenEducacion.org existe gracias al esfuerzo voluntario e independiente de un pequeño grupo de docentes que decidimos soñar con un espacio abierto de intercambio y debate.
¡Ayúdanos a mantener abiertas las puertas de esta aula!