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Relato de la pandemia en Ecuador

Hermanos míos.
Me escriben, me llaman, preocupados por mí. Agradezco y honro respondiendo así, contándoles esto: El Apocalipsis no da tregua. Guayaquil de mis pavores. Recién ahora puedo escribir algo porque desde hace 5 horas no tengo más muertos, desde hace 5 horas no me he enterado que alguno de mis amigos, de mis conocidos, de mi entorno, haya muerto. Aunque a lo largo de este día supe que Juan está llorando a su madre, Webster a su hermana, Jorge a su primo, James… todos ellos, hoy. Y ayer, y antes de ayer, y todos los días, se apilan los muertos en la fúnebre lista de amigos que no han sobrevivido a esta pandemia. En la calle donde vivo ya murieron Hermán y Carlo. En la calle de atrás ya murieron Víctor y Juana. Y en el parque Byron, y más allá Fabricio.
La calamidad en Guayaquil es innombrable: el cielo cubierto de aves carroñeras, los barrios llenos de insepultos, las farmacias desabastecidas, los precios desorbitados. Eso en la ciudad.
Hacia adentro, en los hogares, la calamidad es la brutal ira de dios
Pero hacia adentro, en los hogares, la calamidad es hecatombe; por ejemplo Juan, mi querido amigo Juan, poeta, ciego, líder, tiene “en el cuarto de atrás” al cuerpo de su madre, Angery, desde hace tres días, cubierta de hielo y con dos ventiladores a toda potencia para intentar paliar la putrefacción, esperando, esperando; hoy me dijo: “nicho ya tenemos y por fin conseguimos todos los documentos, pero ya no hay ataúdes, ya no hay ataúdes”.
Hacia adentro, en los hogares, la calamidad es la brutal ira de dios; por ejemplo Zoila, sola en casa, diabética, sencilla, todos los días se levanta de sus lágrimas para buscar a su padre, Armengol López, y llega hasta las puertas del hospital Abel Gilbert y pregunta, llora, grita, reclama, ruega, y no le dicen nada. Hace un mes, el 3 de marzo, lo llevó para hacerle una tomografía, fue atendido por la doctora Jaramillo, y sufrió un derrame. Entonces se desató la crisis y él se quedó allí adentro y se supone que está allí adentro porque adentro se quedó, se supone, en el tercer piso, se supone, porque allí lo dejó Zoila cuando se fue a casa para dormir algo, hace un mes…; cuando volvió al día siguiente ya no le permitieron entrar y desde entonces ya no sabe nada, no le dicen si está vivo o si está muerto, los guardias no le permiten entrar, con razón, pero atentando contra el mínimo derecho de saber si su padre aún está vivo, allá adentro, o si ya murió y está amontonado en un container encima y debajo de otros cuerpos.
Oh sí, la ira de dios sobre los hogares destruidos en una ciudad desbordada.
Mi tío Kiko me decía el otro día en una llamada virtual: “de los compañeros universitarios de mi promoción de doctores ya han fallecido quince, solo de mi promoción ya han muerto quince, Cristian, quince”.
Guayaquil debería celebrar en octubre de este año el bicentenario de su Independencia
Normalmente las catástrofes nos permiten un espacio para el heroísmo, pero esta no: esta está arrasando con todos, y los héroes, los doctores, uno a uno van falleciendo. Por ejemplo Nino, el doctor de cabecera de la familia, ya falleció.
Normalmente las autoridades civiles han logrado más o menos encaminarnos, ya sea hacia la realización de sus intereses personales o hacia la realización de nuestros intereses públicos, pero esta vez parece que no hay camino y por ende las autoridades de la ciudad y del país solo parecen decir: “la humanidad va a superar esta pandemia, pero lo hará sin nosotros”.
Lo paradójico es que Guayaquil debería celebrar en octubre de este año el bicentenario de su Independencia. Sin embargo, los guayaquileños que sobrevivan estarán tan agotados de llorar a sus muertos que ya nadie recordará la libertad que nos confirió el poeta Olmedo, porque cuando todo se trata de vida o muerte ya no hay idealismo posible, no hay poesía posible, salvo sobrevivir.
Si queda algún guayaquileño, quizás el próximo año no festeje el 201° aniversario de la Independencia de la urbe, sino el Primer aniversario de haber sobrevivido a esta pandemia, tan ensañada, tan crudelísima, tan mortal sobre “La perla”, el “Guayaquil de mis amores”.
Hermanos míos.
Juan va a enterrar a su madre mañana: su vecino venezolano, ebanista, rompió el sofá de su propia casa y construyó una caja para regalársela. Por fin. Por fin Juan podrá sacar el cuerpo de su madre y llevarlo al cementerio para darle sepultura, aquella dignidad elemental que hoy parece tan imposible, tan lejana, y que en los albores de la especie nos convirtió en humanidad; aquella dignidad de pronto tan ajena, porque esta pandemia enseñoreada sobre Guayaquil parece habernos convertido en ancestro de nuestros ancestros.
Zoila madrugó para seguir peregrinando por los alrededores del hospital Abel Gilbert en busca de un poco de piedad. Quiere encontrar a su padre: si vive, llevarlo a casa para que muera cerca, si ha muerto, llevarlo a cremar. Hacia el mediodía un barrendero se acercó a la malla metálica que divide la circunstancia de estar vivos y estar muertos y, luego de escucharla, le ofreció ayuda. Zoila agradecida, emocionada, lo vio perderse, entrar al hospital y no salir más. Ante la inminencia del toque de queda, decidió irse, desgarrada y desinformada nuevamente; sin embargo, volvió a verlo correr; le dijo: “aún no lo encuentro pero ya comienza el toque de queda; venga mañana”. Y ella se fue, pero ya no desgarrada como siempre, se fue apenas sumamente triste.
Quizás este pandémico dolor traiga consigo una pandémica esperanza
El ebanista hizo lo que pudo con los muebles de su casa y con sus manos. El barrendero hizo lo que pudo con la velocidad de sus piernas y su tiempo. También Luigi hizo lo que pudo y madrugó para hacer fila por 10 horas hasta conseguir recargar el tanque de oxígeno para que su suegro respire. También Roberto hizo lo que pudo y consiguió que por fin alguien vaya a la casa de su amigo para levantarlo del piso donde estuvo tirado cuatro días. Todos hacen lo que pueden, pero con todo lo que pueden siempre logran mucho más.
Y aquellos que queman los cadáveres de sus parientes en las veredas, también hacen lo que pueden para que sus hijos ya no tengan que seguir respirando la descomposición dentro de casa. Y aquel hombre que se abalanzó sobre Carlos Luis para arrancarle las bolsas de comida, también hizo lo que pudo para que sus hijos ya no tengan hambre todas estas tardes de cuarentena económica. Y la Municipalidad de Guayaquil, también hizo lo que pudo y consiguió miles de ataúdes de cartón para sus ciudadanos muertos: sí, en la ciudad de mis amores, los muertos ya no irán al mármol, irán al cartón prensado y al papel.
Y es que quizás este pandémico dolor traiga consigo una pandémica esperanza: gente ayudando a la gente, gente combatiendo algo invisible para sostener a otros un poco más en lo visible, gente que no quiere conformarse para que sea posible recuperar la propia salud sirviendo a los demás.
Y yo también hice lo que pude. Usé palabras que de manera sorprendente se radiaron como una floración por Facebook. En esta crisis, industria indispensable es la poesía: hay que darle un yunque emocional al hombre para fraguar otros futuros.
Si antes un poema era hermoso, ahora debe hacerse útil; eso es lo hermoso.
Poeta en tiempos de pandemia: si las palabras sirven para que alguien más se quede en casa, si lo que escribimos ayuda a que alguien, en algún lugar del mundo, se quede en casa: tenemos un deber.
Y a ese deber, obedezco.
Hasta la poesíab siempre.
Tomado de Diariosdecovid19. Com. Mx
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Argentina: La Justicia entrerriana habilitó el uso de celulares a personas privadas de su libertad

Redacción: Análisis Digital

La medida fue adoptada esta mañana, luego analizar una presentación realizada por abogados ante los Juzgados de Ejecución de la provincia, solicitando tengan a bien disponer de manera coordinada con las autoridades del Servicio Penitenciario, la autorización temporaria del uso de telefonía celular por parte de los internes de las Unidades Penales de la provincia de Entre Ríos durante la vigencia de la situación de excepción provocada por la pandemia del virus Covid-19.

El Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos autorizó hoy el uso de telefonía celular en todas las unidades penitenciarias de la provincia durante el período en el que subsista la situación de pandemia y la vigencia del aislamiento social, preventivo y obligatorio decretado por el gobierno nacional y sus prórrogas.

En la resolución se dispuso también la creación de un protocolo normativo de implementación de la actual autorización la que será concretada en la órbita del Ministerio de Gobierno y Justicia de la provincia y en cuya confección participarán ademáss de las autoridades que el Poder Ejecutivo disponga, representantes de los Ministerios Públicos de la Defensa y Fiscal y jueces de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad de la provincia, todo ello a los fines de asegurar la efectiva comunicación de los internos con sus familiares y que no sea utilizada con fines ilícitos.

La resolución, firmada por el presidente del STJ, Martín Carbonell; Susana medina y Miguel Giorgio fue luego de analizar lo peticionado y las posiciones del Defensor General Maximiliano Benítez y el Procurador General Jorge Amilcar Luciano García quienes consideraron razonable la petición de los delegados de flexibilizar la tenencia y uso de telefonía celular durante la vigencia del aislamiento toda vez que disminuye los efectos deletereos de las restriccciones a la comunicación fisica con sus familias.

Reunión con autoridades del gobierno

Carbonell, Medina y Giorgio se reunieron esta mañana luego de firmada la resolución, con la ministra de Gobierno y Justicia Rosario Romero, el Defensor Benítez, el Procurador García y el Director del Servicio Penitenciario de la provincia Inspector General Dr. Marcelo Rubén Sánchez para avanzar en la elaboración del protocolo correspondiente.

La medida había sido solicitada por los organismos de derechos humanos de la provincia, entre otras peticiones que habían realizado a través de un documento al gobierno de la provincia. Si bien la respuesta del Poder Judicial no responde, necesariamente, a la interpelación de los organismos de derechos humanos, es una medida en el mismo sentido del petitorio realizado.

Fuente: https://www.analisisdigital.com.ar/judiciales/2020/04/03/la-justicia-entrerriana-habilito-el-uso-de-celulares-personas-privadas-de-su

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El poder del conocimiento

Por: Hugo Aboites

Los momentos críticos de la vida social aceleran con enorme fuerza los flujos, avenidas, ríos y arroyos del conocimiento y, por supuesto de su componente inseparable, la emoción. No hay un sólo momento clave, un punto de inflexión en la historia de sociedades e instituciones, que carezca de fuertes corrientes de conocimiento y emociones desbordadas. Las mismas que, soliviantadas por acontecimientos naturales, sociales o políticos, interactúan con gran fuerza, se potencian recíprocamente y transforman su alrededor. Como el movimiento nacional que llevó al proceso electoral de 2018 y a López Obrador a la Presidencia; en otra escala, el reciente (y latente) movimiento estudiantil-feminista, y el largo y cruento movimiento magisterial 2012-2018 que zarandeó buena parte de la Constitución de Peña Nieto. En todos esos momentos, la emoción del movimiento obliga a la naturaleza humana colectiva a una intensa actividad: explosión de redes sociales, artículos, conferencias, foros, reflexiones personales y en grupos; ensayos, pronunciamientos, asambleas, movilizaciones y plantones, reflexiones, propuestas, ocupación de escuelas y universidades. Son experiencias de emoción-conocimiento que calan profundamente porque residen en la subjetividad y espacio cognitivo que constituye a cada individuo y grupo. Toda una generación transformó mucho del país e instituciones a partir del 68, por ejemplo, e hizo surgir universidades y sus organizaciones sindicales, una renovación educativa y un dinamismo político aún vigente.

La pandemia no sólo es parte de la evolución de la naturaleza, también de la sociedad y la educación y la cambia profundamente. La obliga al confinamiento físico que individualiza y fragmenta, que borra la organización mínima que da la escuela y la universidad, que fortalece las estructuras de poder burocrático y modifica los equilibrios que se constituyeron con el movimiento magisterial. La SEP ahora insiste en un control único y directo sobre la maestra y maestro, que rinda cuentas imposibles sobre avances de niñas y niños, ya sin la intermediación y la participación de la comunidad de la escuela y de la organización sindical. Que logre resultados de aprendizaje, a pesar de las condiciones tan precarias de la enorme mayoría de estudiantes y sus familias, ahora sin trabajo, sin acceso gratuito a Internet; en condiciones mínimas de espacio y sin la participación directa del maestro, como en el aula. Las autoridades del sistema escolar y de las universidades, con eso también están definiendo cuál debe ser la función de los centros de conocimiento en este periodo de fuertes presiones contra el precariado de la nación. Y define que su tarea es dar paso a la minimización y rampante trivialización del conocimiento y de la emoción. El sistema escolar abdica de su responsabilidad ante la crisis, y nada dice, por ejemplo, cuando en plena crisis de conocimiento el Ejecutivo devuelve a la iniciativa privada los espacios de tiempo que tenía en los medios de comunicación privados y que precisamente ahora serían valiosísimos para que el gobierno informara y desde la sociedad se intercambiaran conocimientos y se ventilaran las emociones sobre la tragedia que devela la crisis y sobre lo que hay que empezar a hacer para cambiar al futuro. Son espacios de una radio y televisión en crisis, pero aún muy valiosos socialmente porque son gratuitos, su tecnología de recepción existe ya en la enorme mayoría de los hogares (aparatos de radio y televisión), y permiten el conocimiento y reflexión colectiva-familiar e incluso vecinal, de ventana a ventana. Iniciativas que puede ser alimentadas por barrios, organizaciones y por el conocimiento y entusiasmo de maestros de todos los niveles.

A partir de la agenda educativa que impone la propia crisis: el conocimiento del papel de los virus en la evolución de las especies (humana incluida), el manejo y comprensión del instrumental estadístico y su valor para conocer el presente y prever el futuro, las dimensiones de los efectos sociales, económicos y políticos de la pandemia, la revisión crítica de la actuación de los gobiernos extranjeros y el propio, el contacto con las artes que muestran la emoción de estos acontecimientos. Toda una nueva agenda del verdadero conocimiento, como planteaba Freire, el que nace de la reflexión colectiva sobre la realidad y busca transformarla, y de la que maestros y maestras no pueden estar ausentes. Y aún es posible: el gobierno federal puede aprovechar, si le da la emoción, el artículo 139, Ley General de Educación, que establece que los medios de comunicación masiva, en el desarrollo de sus actividades, contribuirán al logro de los fines de la educación previstos en el artículo 15 de la presente ley (donde se recogen los propósitos educativos del artículo tercero constitucional), y entonces abrirlos a las y los maestros y la sociedad. Emoción y conocimiento.

Fuente: https://www.jornada.com.mx/2020/04/11/opinion/019a2pol

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Cuarentena y crisis educativa

Por: Zuleika Matamoros

En días recientes Nicolás Maduro junto a su ministro de educación Aristóbulo Istúriz informó la decisión de suspender las clases presenciales por todo lo que resta de año escolar (en Venezuela es de septiembre a julio).

Se anunció la creación del programa «Cada familia una escuela» en el que les estudiantes serán «atendides» a través de diversos medios digitales: tv, mensajes de textos y whatsapp. La preocupación que prevalece en la sociedad es el modo de hacer efectiva esta medida. En Venezuela el servicio de energía eléctrica, internet y telefonía son deficientes, a lo que se suma el hecho de que la profunda crisis económica y la eliminación de hecho del salario ocasione que gran parte de la población no puedan acceder a tener un teléfono inteligente o computadora.

A la cuarentena le precede una profunda crisis educativa

En el contexto educativo, la cuarentena a causa del Covid-19 le ha venido «de perlas» al gobierno nacional, dado que en el país se atraviesa por una crisis profunda, siendo uno de sus aspectos más relevantes el déficits de docentes.

Esta situación es la consecuencia de las condiciones laborales a la que han sometido al magisterio venezolano. Salarios de menos de 8 dólares mensuales, eliminación de hecho de las prestaciones sociales, incumplimiento de todos los beneficios contractuales, eliminación del HCM (Hospitalización, Cirugía y Maternidad) decadencia de los servicios del IPASME (Instituto de Previsión y Asistencia Social del Ministerio de Educación).

En el marco de esa precaria realidad les docentes deben dar clases en instituciones que presentan fallas de servicios de agua, infraestructura, sin recursos materiales y además con la implementación de un sistema de supervisión y lineamientos totalmente violatorios de la autonomía en el aula e irrespetuosos al propio ejercicio de la profesión docente.

La realidad es que maestras y profesores en estas condiciones se han visto obligados a «renunciar», pero de fondo significa un despido indirecto y masivo del gremio docente, siendo sustituido por jóvenes insertades en el programa denominado «Chamba Juvenil» que apenas han terminado el bachillerato o con personas con nula o poca preparación, eliminando de hecho toda praxis pedagógica sustituida por la mera repetición de contenidos.

Sindicatos y Federaciones corresponsables de la precaria situación de les docentes

Muchos se preguntan las razones por las cuales los docentes no han salido en protestas a nivel nacional en el contexto de esta dura realidad, la respuesta está en el abandono de la praxis sindical.

Desde hace más de dos décadas el gremio docente adolece de canales de comunicación, intercambio y debate dada la nula práctica de los sindicatos y federaciones. Durante décadas nuestros salarios desmejoraban ante el silencio de quienes fueron y, en muchos casos, aun son parte de las direcciones sindicales. 7 federaciones y decenas de sindicatos actuaron desde siempre a espaldas de la base magisterial. Los contratos colectivos se «discutían y se discuten» en la cúpula, sin asambleas, sin ningún mecanismo de comunicación con las bases. Ellos han sido la correa de transmisión de las políticas que han desparecido todo el poder adquisitivo de les trabajadores en su conjunto, pero que el magisterio es uno de los más golpeados, amén de ser conformado mayoritariamente por mujeres. Es por ello que ante la miserable vida a la que se condena al docente no le sucede una gran movilización, protestas y paros.

Ante este vacío, los sectores de la derecha que se aglutinan alrededor de la oposición tradicional ha intentado capitalizar ese descontento, lo que ha dado como resultado una «vanguardia docente» capitalizada por sectores que apoyan la política de Juan Guaidó, quien ya ha demostrado que tampoco resolvería las necesidades de les trabajadores. Basta leer su «Plan País» o ver como sus aliados han tratado a los suyos. Trump que deja en la calle a más de diez millones de trabajadores en medio de la pandemia o Piñera que reprime, encarcela y asesina al pueblo chileno cansado de sus políticas neoliberales , Lenin Moreno que deja caer ecuatorianos muertos en las calles con total indolencia o Colombia en la que asesinan líderes campesinos y sociales. Tales son los aliados de la figura política de la derecha en este país y a la que la podrida cúpula sindical del gremio docente le levanta la mano y pretende poner nuestra incipiente lucha a sus servicios.

En estas condiciones todo el aparato burocrático del Estado es sostenido con trabajo casi gratuito y allí los docentes son los sostenedores del sistema educativo. La «renuncia masiva» de docentes fue la forma en la que la base magisterial, sin dirigencia sindical que se pusiera a la altura, encontró como solución, pero que ha puesto en jaque al sistema educativo.

En ese contexto el coronavirus le cayó «de perlas». La cuarentena ha logrado regalarle tiempo al gobierno que se niega rotundamente a pagar un salario que tan siquiera cubra la Canasta Básica como mínimo; esta conquista que logramos plasmar en la Constitución hoy es pisoteado por el gobierno y por las federaciones y sindicatos.

Del Plan «Cada Familia Una Escuela»

A nivel mundial, la virtualización de la educación es un plan que se cocina a «fuego lento» por los grandes entes mundiales del capitalismo como lo es el FMI y el BM desde hace años para intentar «abaratar» los «gastos» educativos en una abierta política de desinversión en el sector educativo. El Covid-19 lo ha acelerado y su llegada luce intempestiva para lo cual las grandes corporaciones ya están «preparadas». En esta virtualización de la educación acelerada por el coronavirus quedan excluidos millones de estudiantes en el Mundo, específicamente de los sectores más pobres del planeta.

En ese contexto, Venezuela implementa el plan «cada familia una escuela» medida a la que le precede el despido indirecto y masivo de miles de docentes a través de la política de Salario Cero, la imposición de una educación vertical bajo la mampara de «líneas educativas» en la que les docentes no tienen mecanismo de participación alguno, con profundas deficiencias en la infraestructura escolar, sin recursos de mantenimiento y sin recursos pedagógicos. A todas luces la suspensión de clases presenciales desde el mes de marzo al mes de julio responde a aspectos que están más allá de la propia pandemia.

La suspensión de actividades presenciales le dará la oportunidad de terminar el año escolar en un limbo en el que cada maestro debe ingeniárselas para atender a sus estudiantes. De manera gratuita y con recursos propios o prestados debe buscar a cada une y mandarle actividades que no han tenido un «espacio de aprendizaje» y que después servirá de sustentación de la promoción de los estudiantes al grado inmediatamente superior.

Ni estudiantes ni docentes pueden llevar la pesada carga de esta nueva modalidad de autogestión educativa. Millones de estudiantes y miles de docentes viven en tan precarias condiciones que solo podrán entrar en esta antipedagógica jornada algunos pocos.

El programa de» Canaimitas» (laptops para estudiantes entregada por el gobierno) se fue abandonado paulatinamente y ya la gran propaganda, se redujo a menos escuelas beneficiadas con la entrega del recurso y más medios para propagandizar un programa que no le garantizó a todes el recurso. Docentes quedaron también fuera de la entrega de dichos recursos porque se sobreentiende desde la cúpula, que cada quien debía adquirir una computadora con sus propios recursos. Estos aspectos entre otros no condujeron a que el programa Canaimita entrara en el aula tan siquiera como apoyo tecnológico al quehacer educativo.

Así las cosas el programa «cada familia una escuela», es una entelequia. Surge de la lógica propagandística del gobierno y no del diseño de una política educativa tendiente a tener espacios de aprendizaje.

Lo peor, es la política de persecución que ejecutan directores y supervisores, sosteniendo como Hércules el pesado rollo propagandístico para «mostrar» resultados de un programa que solo podrá ser cumplido por pocos. Tristemente el hecho pedagógico en el sistema educativo venezolano está herido de muerte.

Lo que queda claro, que la propaganda gubernamental cada vez es de peor calidad y no puede esconder su intención de dejar en manos de les docentes esta pesada carga. Dice haberse reunido con «sectores», con «expertos nacionales e internacionales», habla de sus intercambios con la UNESCO y con UNICEF pero no es capaz de resolver el grave problema material de existencia que tenemos les trabajadores de la docencia. Para muestra está la aprobación de millones de euros para fortalecer el PAE, en lugar de ejecutar medidas que garanticen que en medio de la cuarentena podamos comer maestros, estudiantes y toda la masa trabajadora empobrecida por una política sostenida en nuestra contra y que ha hecho que comer balanceado en un día se convierta en un verdadero lujo en este país.

¿Cómo hacemos?

Ante este panorama les docentes debemos armar un gran movimiento que sobrepase a todas las direcciones sindicales. Necesitamos darle cuerpo a nuestro malestar y eso lo podemos lograr organizades porque de lo contrario, no podremos superar las cosas que llegaron y que pretenden quedarse para siempre.

En estas condiciones no podemos ejercer la docencia y la imposición del Ministerio de Educación no la podemos cumplir. Nos corresponde unirnos alrededor de la defensa de la educación y eso empieza por la recuperación de nuestro salario, de nuestras condiciones y por el derecho pleno a participación protagónica desde la base docente en las decisiones que se tomen.

Fuente: https://www.aporrea.org/educacion/a289108.html

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Puerto Rico: Educación no acatará ultimátum de la Junta para abrir comedores escolares

Redacción: Metro

El secretario Eligio Hernández aseguró que el ente creado por la Ley Promesa tenía conocimiento de lo que haría la agencia con los alimentos

El secretario del Departamento de Educación (DE), Eligio Hernández confirmó que no abrirá los comedores escolares, a pesar de la exigencia del presidente de la Junta de Control Fiscal (JCF), José Carrión de que la gobernadora Wanda Vázquez ordene la operación de los mismos.

Este agregó que también trabajan con organizaciones voluntarias activas en desastres y que están adscritas al Negociado de Manejo de Emergencias. «Las organizaciones están recibiendo los alimentos perecederos de los comedores escolares». Asimismo, dijo que los comedors escolares de Puerto Rico funcionan distinto a los de otras jurisdicciones de Estados Unidos. Hernández detalló que en Estados Unidos se ofrecen a los estudiantes alimentos pre empacados, mientras que en la Isla se da comida caliente todos los días en las escuelas.

El secretario de Salud mencionó que para operar los comedores tendrían que activar a 5,000 empleados, sin contar el personal de seguridad para las filas, hecho que se dificulta por la emergencia del COVID-19.

Mientras, Hernández que las entidades seleccionadas darán los servicios de alimentos a familias completas. Otras entidades mencionadas fueron el Consejo Vecinal pro Desarrollo de Cantera, el Proyecto Matria, a la Organización Juvenpro, el Hogar San Rafaela, entre otras.

Asegura la Junta ya sabía que donarían los alimentos

Hernández aseguró a este medio que «estas disposiciones se habían discutido con ellos previamente», en referencia a la Junta de Control Fiscal.

«Escribimos hoy para expresar una profunda preocupación por el mal manejo del Departamento de Educación de Puerto Rico en llevar a cabo el servicio de de comidas a los estudiantes», expresó José Carrión en una carta enviada el pasado fin de semana a la gobernadora.

En la carta Carrión mencionó que el presidente Donald Trump firmó la ley Families First Coronavirus Response Act, que permite a los estudiantes acceder a las comidas que sirven en las escuelas y destinó fondos para cumplir con esta orden.

Fuente: https://www.metro.pr/pr/noticias/2020/04/08/educacion-no-acatara-ultimatum-de-la-junta-para-abrir-comedores-escolares.html
 
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Contra los vientos de guerra, propuesta de paz

Por: Franklin González

Hay como un viento de palabras confusas. Una que habla de muerte y de ausencia. Otra que habla del peligro del hambre y la desesperación. Otra que habla de grandes e increíbles derrumbamientos. Otra que hace soplar vientos de guerra. Y otra, la más poderosa de todas, que parece anunciar un tiempo nuevo” (“La voz de Dios”,  de William Ospina).

Difícilmente hoy se encuentre algún incrédulo que siga repitiendo que no hay amenaza de agresión militar contra nuestro país.

El gobierno de Trump está desplegando sus fuerzas navales para producir un bloqueo de las costas venezolanas, y eso es una declaración de guerra. La excusa está basado en un conjunto de acusaciones sin fundamento alguno contra el presidente Maduro

¿Qué buscar la administración Trump con esta decisión?

Primero, desviar la atención sobre la tragedia que vive internamente su país por el Covid-19 y sacar rédito político a pocos meses de las elecciones de Estados Unidos. Vieja y consuetudinaria estrategia política ya desgastada, por su uso infinidades de veces.

Segundo, buscan la rendición incondicional de la revolución bolivariana y de su gobierno. Para eso, acude a todos los medios a su alcance, intentando poner a prueba los sentimientos de sus ciudadanos. Han organizado el mensaje de acuerdo a los factores personales de los destinatarios para confundir, persuadir e influenciar, a sabiendas del poder que tienen hoy los medios de comunicación y las redes sociales sobre su sociedad, donde la mayoría de la gente se queda con la primera “imagen”, esto es, con la primera impresión que se presenta ante ellos, dándoles a esos medios una relevancia y un nivel de confiabilidad, más allá del que realmente tienen.

Y como ciertamente soplan “vientos de guerra” por el Caribe, el presidente Nicolás Maduro Moros, el 05/04/2020, le ha dirigido, acertada y oportunamente, una comunicación al pueblo de Estados Unidos.

Ha dicho el presidente Maduro.

Primero, ha manifestado solidaridad con ese pueblo, el estadounidense, y le ha hecho llegar una denuncia en los siguientes términos:

“Al expresarles mi solidaridad ante este importante desafío histórico y nuestra consternación y dolor por las consecuencias de la pandemia en EEUU, me veo obligado a también alertarles que, mientras el mundo se enfoca en atender la emergencia del Covid-19, el gobierno de Trump, instrumentalizando una vez más las instituciones para alcanzar sus objetivos electorales y basándose en infamias bajo pretexto de la lucha contra las drogas, ha ordenado el despliegue militar más grande de Estados Unidos hacia nuestra región en 30 años, con el fin de amenazar a Venezuela y de llevar a nuestra región a un conflicto bélico costoso, sangriento y de duración indefinida”.

Segundo, le hizo un llamado a ese pueblo “para que ponga freno a esta locura, para que responsabilice a sus gobernantes y los obligue a enfocar su atención y sus recursos en la atención urgente de la pandemia”.

Tercero, ha solicitado el “cese de las amenazas militares, el fin de las sanciones ilegales y el bloqueo que restringe el acceso a insumos humanitarios, tan necesarios hoy en el país”

Cuarto, ha pedido “con el corazón en la mano que no permitan que su país se vea arrastrado, una vez más, a otro conflicto interminable, otro Vietnam u otro Irak, pero esta vez más cerca de casa”.

Quinto, ha reiterado su política de diálogo y de compromiso con la paz: “Nosotros, como dijo una vez nuestro líder Hugo Chávez, compartimos el mismo sueño. El sueño de Martin Luther King es también el sueño de Venezuela y de su gobierno revolucionario. Los invito a luchar juntos por hacer realidad ese sueño. No a la guerra de Estados Unidos contra Venezuela. No más sanciones criminales. Queremos paz”.

Esas palabras del presidente Maduro hacen recordar que no es tiempo de seguir la enseñanzas de Maquiavelo cuando aconsejaba al Príncipe que no adoptara la ética de los ciudadanos, sino más bien momentos para que el ciudadano de EEUU no adopte la “ética” de su Príncipe (Trump), en una decisión que podría generar consecuencias impredecibles.

En ese sentido, debe recordarse una fábula, que según el historiador estadounidense Howard Zinn, en su texto Sobre la Guerra, había sido escrita por el dramaturgo alemán Bertolt Brecht, y que palabras más, palabras menos, dice: “un hombre que vive solo recibe una llamada en la puerta, cuando la abre, encuentra en el umbral el cuerpo poderoso, el rostro cruel del Tirano. El Tirano le pregunta. ¿Aceptas someterte a mí? El hombre no responde. Se hace a su lado. El Tirano entra y se instala en casa del hombre. El hombre le sirve durante años. Un día el Tirano enferma por contaminación de la comida. Muere. El hombre envuelve el cuerpo, abre la puerta, se deshace de él, vuelve a entrar en su casa, cierra la puerta detrás de él, y dice con firmeza. No”.

Recuerde, señor, Trump que la violencia NO es la única forma de poder. Muchas veces es la menos eficiente, aunque realmente es la más cruel, tanto para las víctimas como para los verdugos, como dijo Albert Camus. Vietnam quedó estampado en la historia como evidencia de ello.

La mejor recomendación sería entonces: dejar quieto lo que está quieto.

Fuente: El autor escribe para el Portal Otras Voces en Educación

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Repartición de culpas

Por: Carolina Vásquez Araya

La pandemia nos ha dejado en cueros, por decirlo de alguna manera.

 

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