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Preguntas antipedagógicas a la televisión

Por: Daniel Sixtos

Los hombres no se hacen en el silencio, sino en la palabra, en el trabajo, en la acción, en la reflexión

Paulo Freire

Al menos diez años para que una vacuna efectiva permita vencer (¿podría?) al SARS-COV2 sería posible. Tal vez dentro de 10 años este artículo pierda total vigencia al dirigirse a una industria reprogramada, de inteligencias artificiales en nacimiento y algoritmos instrumentales que poco o nada comprenderán de la memoria histórica. A diez años de una transfiguración social, modificación de esquemas cognitivos y con ello, patrones de conducta sumamente asequibles a las ideas del emprendedurismo, la idea de la producción de riqueza y la desaparición del área de humanidades como distractor del proyecto de progreso y avance tecnológico hacia más allá de la modernidad (posmodernidad, hiperrealidad, escoja la que mejor le ajuste). Voltear a ver el panorama de las decisiones de Shinzo Abe, ministro de Japón y la apuesta a olvidar los horribles sucesos de Hiroshima y Nagasaki, olvidar la paciencia del cucú para golpearlo hasta que cambie de opinión.

Reconfiguración del panorama geopolítico internacional: presidentes impunes en la imagenología y con órdenes de aprehensión o procesos en turno para aprehenderlos; la comunidad afroamericana (en todo el conjunto de Nuestra América) reescribiendo y tomando su historia en las manos y escribiéndola de frente al sol; mujeres de muchos colores y memorias insípidas, áridas, violentadas y repudiadas alzándose como una gran marea, una muy verde, que recuerda su capacidad de romper entre olas, las piedras más imperiosas que tratan de colocarse en su camino y dictarle lo que se debe de hacer y no con sus cuerpos y, aún peor, con sus vidas; las grandes segregaciones en Nuestra América donde el color de la piel rige los mandatos de una nación, donde ocupa cargos de privilegios, donde se escribe la historia estética y ética de acuerdo a las costumbres de lo “civilizado” y aquello que represente suciedad, pobreza, debe ser relegado a la flojera, lo inaceptable, lo ridículamente vivo; países y empresas que se permiten así mismas administrar el país para el beneficio de muy pocos particulares y mantener viva su estirpe hasta el final de los tiempos sin importar que en medio de esos procesos violentos, en su mayoría, sean lxs de siempre, los que pongan el cuerpo y las lágrimas; desaparecidxs que nadie en las estructuras sociales les importan, cuyas indagatorias corren a favor de sus familias con la suerte de encontrar la muerte a su paso por la incompetencia o simplemente, por la indiferencia del Estado ante la división de clases; la historia de cientos, miles de hombres que creen en la idea irracional de transgredir la integridad de la mujer por un instinto involucionado de superioridad y cuyas muertes, sin importar donde sea: centros comerciales, baldíos, residencias y/o departamentos lujosos, casas, donde sea porque “no supieron lo que hacían en ese momento”, como si la inconsciencia cognitiva fuera la justificación para callar una vida; una historia de más de 500 años de explotación, hegemonía sobre aquéllos cuya forma despectiva de “indios” recuerda el pasado del cual uno desea olvidar y vivir bajo la idea modernizante del constructo eurocentrista, aplastando el pasado de cosmovisiones que un día vieron el amanecer de los de siempre y caminaron en la tierra, contando y construyendo su propia historia. Países donde no importan las palabras y la silueta que los transmuta de oídos en odios para endulzar la vida y generar alegría, sino la producción desmedida, la acumulación de riquezas, el consumo personalizado y específico, transitorio de un sistema de objetos modernizantes y de un standing respetable; mitomanía egocentrista para vender la idea de que la vida de unos vale más que la de otros y por eso merece el exterminio, que recorre prácticamente todos los continentes, derramando mares de sangre, sufrimiento, indiferencia; veladas de información y análisis del por qué uno debe de emprender para avanzar, lxs que puedan, lxs que quieran, lxs que tengan lo que se necesita, porque, debemos empezar por aceptar lo que se guarda en el silencio del olvido: el éxito no es para todxs.

Y si Estaban Moctezuma, Jenaro Villamil, o el propio presidente del México, Andrés Manuel López Obrador, han encontrado una respuesta ante la inoperancia que representa colocar la educación en manos de los particulares mercantes de los medios de comunicación, otrora los “traidores de la patria, la mafia en el poder”, las siguientes preguntas a esos personajes serán justas y necesarias para conciliar un diálogo con maestrxs, madres y padres de familia que no han sido llamado al concilio (tal vez porque sencillamente, no les interesa su presencia) de la nueva propuesta de un híbrido sin pies ni cabeza, pero que refleja a los tigres de papel, probablemente puedan responder cómo le mostrarían la historia, la historia de los pueblos a las generaciones en su intento de privatización completa de la educación (tal vez a través de una nueva muy reformada educación muy a lo 4.0) como lo vienen intentado desde hace años para reproducir al servicio de las empresas una educación sin un criterio científico, análisis críticos, sentipensantes de la realidad, aventureros de la vida y experimentadores de la realidad, de las emociones del apoyo social, de la compartición del principio de la reproducción de aprendizaje social, de la solidaridad. Una educación exclusiva de su contenido y visualizando que la forma es fondo, una educación de modelo mecanizado empresarial.

¿Cómo la TV podría mostrarles a lxs estudiantes que han sido los medios de comunicación el gran artista hegemónico dictador de las realidades donde se vale reír y ver lo positivo de la vida, sin un análisis crítico de los sistemas de telecomunicaciones?

¿Cómo explicarles que su educación sexual y muchas más corren el riesgo de verse atadas por la razón instrumental y la despersonalización de cada individuo hacia repetidores banales del discurso y sin capacidad de análisis, justificados por un pin parental de cogniciones reaccionarias y temores injustificados?

¿En qué curricular o programa de televisión o radio les mostrarán las violaciones hacia los derechos humanos cometidas por el Estado, avalada y protegida por la televisión y despojados de todo derechos y garantía individual en los tiempos presentes?

¿Cómo les decimos que prefirieron sacrificar a quien pudiera salvarse, en su nueva versión de darwinismo social con el objetivo de construir una nueva normalidad donde las clases atrasadas queden en el pasado y las castas privilegiadas sigan dominando la agenda nacional?

¿Cómo les decimos a esxs estudiantes que ellos son lxs olvidados en esta readaptación de Buñuel?

¿Cómo explicarles que los feminicidios se han desarrollado por las condiciones de corrupción, impunidad y las desigualdades sociales si la televisión se ha encargado de naturalizarlas y perseguirlas como un objeto de explotación comercial a través de la hipersexualización?

¿Cómo explicar que su futuro se encuentra delimitado sobre las competencias, un riguroso proceso de selección donde los menos competentes tendrán que ser sacrificados para poder avanzar en una sociedad progresista, tecnológica, innovadora malinterpretada por el beneficio de unos pocos y su necesidad inconscientemente automática de acumulación de poder, en relaciones de poder?

¿Cómo decir que la memoria es importante si apuestan por la repetición de contenidos a sangre y fuego, al pie de la letra de una suerte antipedagógica constante?

¿Cómo hablar de una educación donde el privilegio de su apertura solo será a una población de condiciones privilegiadas de internet y luz, en tanto que un grueso de la población tendrá que abandonar la educación por una economía precaria, por la falta de internet, electricidad, es decir, por el olvido sistemático del Estado?

¿Cómo hablar de una enseñanza, si en sus presupuestos está la apuesta de herramientas pedagógicas de la opresión y de la rigidez instrumental?

¿Cómo explicarles que, en los intentos de la desvalorización de la necesidad de lxs maestrxs, pese a lo que diga Moctezuma, intentan modificarlos por ideas de facilitadores muy a lo new age entrepreneur y decirle adiós a esa docencia presencial?

¿Quién y en qué momento se anunciará a todxs ellos que el futuro se vendió a particulares para salir de una situación complicada para colocarse en la situación indicada para la oligarquía del país?

¿Instruirán en sus clases que el mal llamado Tren Maya acabará con ecosistemas de forma gradual, impulsará el desplazamiento de decenas de comunidades para respetar acuerdos con particulares privados que no les importa la vida sino la ganancia de dólares y de pesos?

¿Cómo le enseñamos a los educandos la importancia de escuchar si se unifican criterios en base a empresarios, mas no a especialistas en educación, maestros, padres de familia?

¿Se enseñará que fueron las televisoras las que ocultaron las masacres de Tlatelolco, violación tumultuaria de mujeres en Atenco o la caída sorprendente de las elecciones de 1988?

¿Se les dirá que hay un trueque sobre pensamiento crítico por medidas de obediencia social?

¿Acaso se comentará en los programas de tv y de radio la gran muerte de la tv pública por la tv privada y los acuerdos de tiempo escritos en la memoria y arreglados en la eterna realidad del juego político?

¿En qué momento se perderá la motivación, la interacción social, las alegrías, las bromas, las risas, las tristezas en medio de los inicios de la digitalización de la educación en todo su contexto?

¿Sabrán las mamás y papás que sus hijos son ahora clientes digitales y con ello un intento de deshumanización en marcha?

¿Sabrán la problematización de la conversión de la educación presencial en una digital donde se desvanece el proyecto de educación por el proyecto de competencia, de servicio hacia los de arriba?

¿Sabrán que ahora sus mentes les pertenecen, su vida será observada y su futuro inexistente?

¿Sabrán que se cambia el Conde de Montecristo por la Rosa de Guadalupe 2.0?

¿Algún día conocerán que la historia de sus pueblos fue olvidada por la sociedad del entretenimiento? ¿Vendrá en alguna cápsula de Televisa, Tv Azteca, Milenio o Imagen? ¿Sabrán quiénes y qué representan estas empresas de monopolio de más de un giro comercial? ¿Les inculcarán el conocimiento de la genealogía política y porque ganan siempre los de apellido raro, cara blanca, y elitistas socialmente responsables?

¿Se enseñará las luchas constantes y fundamentales de las universidades que pelearon para conseguir una educación gratuita, pública y en beneficio de la sociedad, no de las empresas?

¿Se rendirá pleitesía a Gates, Jobs, Musk como los paladines de la nueva libertad, democracia y héroes de la tecnología y su entramado espionaje de información?

¿Intentarán una vez más ahogar el recuerdo de Cabañas, Vázquez, Freire, Gramsci, Galeano?

¿Les dirán que los sueños se luchan frente a una hiedra capitalista que no le interesan los sueños, sino muerte y destrucción?

¿Enseñarán en la tv que la solidaridad, la organización comunitaria, la autogestión seguirán siendo nuestras herramientas para contrarrestar la manipulación digital?

¿Algún día podrán hacer que olvidemos nuestro rostro?

¿Sabrán que lo importante, fundamentalmente importante es un sentido nóstrico para saber cómo avanzamos en lo colectivo? ¿O simplemente seguirán siendo pragmáticamente disfuncionales?

¿Sabrán que para Esteban Moctezuma la idea de una pedagogía de liberación, de pueblos indígenas es inaceptables como lo demostró en su acción en el 1995?

¿Se mostrará en las currículas empresariales lo sucedió en Acteal, ¿Aguas Blancas, Tlatelolco, Ayotzinapa, Atenco como medidas de control social de la superestructura del Estado?

¿Se enseñará que la dignidad no tiene precio y que por ella vale la pena luchar para quitar las cadenas invisibles de opresión?

Tantas preguntas antipedagógicas a la televisión que solo cambia de canal para mostrar las respuestas que, creen, nos gustaría escuchar…

Fuente: https://rebelion.org/preguntas-antipedagogicas-a-la-television/
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Los solteros de Japón ya no se pueden conocer en bares, sino en Zoom. Y están contentísimos

Las restricciones impuestas durante la pandemia han transformado nuestras relaciones sociales de arriba a abajo. Eso también incluye al amor. El uso de aplicaciones como Tinder se ha disparado en buena parte del mundo. Miles de parejashan pasado meses sin verse. En Japón, país de excepcional soltería, la epidemia ha puesto en jaque los tradicionales puntos de encuentro para las citas y las reuniones románticas.

Y al parecer, los japoneses están contentísimos con ellos.

Al alza. Lo cuenta este reportaje de The Washington Post. Cerrados los bares, las empresas dedicadas a encontrar pareja para los millones de solteros japoneses han optado por alternativas telemáticas. La más popular es Zoom. Donde antes dos interesados se conocían en persona, frente a un plato de comida o a una bebida, ahora lo hacen desde sus casas, por videoconferencia. Las agencias locales hablan de un pequeño y feliz boom.

Tímidos. Los japoneses tienden a ser tímidos. Y que las videoconferencias eliminan los laboriosos protocolos de las reuniones físicas. «Para quienes son más reservados, la posibilidad de reunirte desde tu castillo, desde tu casa, lo hace todo más sencillo, mucho antes que verte superado por un sitio extraño y lleno de gente», explica un afortunado hombre de 31 años que se acaba de casar con una mujer a la que conoció por Zoom.

Tendencia. No hay datos oficiales, pero decenas de miles de personas recurren anualmente a empresas dedicadas profesionalmente a emparejar a japoneses. Es algo más que Tinder: es un agente del amor, del mismo modo que un agente inmobiliario te ayuda a navegar en las oscuras aguas del mercado de pisos. Muchas de estas empresas organizan reuniones grupales de solteros interesados en conocer a otra gente. Son encuentros útiles para romper el hielo y evitar las incomodidades del cara a cara.

La distancia social, en fin, triunfa en Japón.

Arreglos. Es una peculiaridad cultural. El volumen de jóvenes solteros es tan alto que los padres se involucran en el hallazgo de un esposo como pudieran hacerlo siglos atrás. Son ya frecuentes las reuniones de celestinos que acuden a fiestas privadas y exclusivas, a razón de $100 la entrada, con el perfil de sus hijos. Hablan con otros padres en similares situaciones, intercambian perfiles y arreglan una cita entre ambos pretendientes.

Intervencionismo. El amor no es un accidente en Japón, ni siquiera un destino seguro por más que se busque. De ahí que junto a las agencias privadas y a los propios familiares, el estado se haya puesto manos a la obra. En 2017, más del 50% de municipios de Japón habían organizado «citas grupales» en las que habían participado 376.000 personas. Fueron un pequeño éxito, logrando más de 6.100 matrimonios. Si el mercado funciona de manera imperfecta, aparecen las autoridades.

Se trata de la cultura del celestino, institucionalizada a todos los niveles de la vida pública. Es al fin y al cabo una política demográfica. Prefecturas rurales y envejecidas como Saga ejercen de cupidos atrayendo a mujeres jóvenes y urbanas a base de futuros maridos y rebajas fiscales.

Gravedad. Cuesta culparles. En 1950, apenas un 1% de los hombres japoneses se declaraba soltero. El porcentaje hoy supera el 23%. La situación es especialmente preocupante entre los jóvenes. En 2015, el 47% de los hombres y el 34% de las mujeres entre los 30 y los 34 años no se habían casado. El porcentaje superaba el 70% para los varones entre los 25 y los 29 años. Y no es que los japoneses simplemente hayan abandonado el altar: el 70% de los solteros hasta los 34 años no tenía pareja.

Ni sexo. El 42% y el 44% de los hombres y mujeres solteros por debajo de los 34 sigue sin haber tenido relaciones. Japón es el país más asexual del planeta. Una losa demográfica en una nación envejecida, donde 450.000 personas más mueren al año de las que nacen. Un ocaso poblacional que podría reducir un 40% su población a mitad de siglo.

Fuente: https://magnet.xataka.com/en-diez-minutos/solteros-japon-no-se-pueden-conocer-bares-sino-zoom-estan-contentisimos

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L’in­ter­vi­sta a Boa­ven­tu­ra De Sou­sa San­tos

A cor­re­do del no­stro ar­ti­co­lo sul nuo­vo ma­ni­fe­sto del World So­cial Fo­rum, ri­por­tia­mo un’in­ter­vi­sta che Boa­ven­tu­ra De Sou­sa San­tos, pro­fes­so­re di so­cio­lo­gia al­l’u­ni­ver­si­tà di Coim­bra, tra i fon­da­to­ri del WSF, ha ri­la­scia­to alla di­ret­tri­ce del­la ri­vi­sta on line La­via­li­be­ra, Ele­na Cic­ca­rel­lo.

De Sou­sa San­tos, da po­che set­ti­ma­ne au­to­re per Ca­stel­vec­chi di un’a­gi­le ri­fles­sio­ne sul­la pan­de­mia, La cru­de­le pe­da­go­gia del vi­rus, si in­ter­ro­ga su qua­li deb­ba­no es­se­re le le­zio­ni da trar­re dal­la emer­gen­za Co­vid-19, con par­ti­co­la­re ri­fe­ri­men­to al rap­por­to tra uomo e na­tu­ra, alla si­tua­zio­ne del Sud del mon­do, al ruo­lo de­gli in­tel­let­tua­li, al rap­por­to tra neo­li­be­ri­smo e de­mo­cra­zia e pro­po­ne po­li­ti­che con­cre­te per la co­stru­zio­ne di un al­tro mo­del­lo di ci­vil­tà.

In con­si­de­ra­zio­ne del­le co­no­scen­ze sem­pre più con­ver­gen­ti sui rap­por­ti cau­sa­li tra il cam­bia­men­to cli­ma­ti­co e il ri­pe­ter­si del­le epi­de­mie, il pro­fes­so­re ri­tie­ne che “la pri­ma le­zio­ne da trar­re sia che il rap­por­to tra na­tu­ra e so­cie­tà che ha do­mi­na­to il mon­do dal XVI se­co­lo, con­ver­ti­to in un si­ste­ma fi­lo­so­fi­co da Car­te­sio nel XVII se­co­lo, sia giun­to al ter­mi­ne. Que­sto si­ste­ma con­ce­pi­sce la na­tu­ra come ma­te­ria iner­te, pri­va del­l’in­fi­ni­to del­lo spi­ri­to: una ri­sor­sa a no­stra di­spo­si­zio­ne e sfrut­ta­bi­le, sen­za li­mi­ti. In que­sta pro­spet­ti­va, la pan­de­mia suo­na come un se­gna­le: la na­tu­ra sof­fre lo svi­lup­po di tipo estrat­ti­vi­sta, se con­ti­nuia­mo ad ag­gre­dir­la po­treb­be ri­vol­tar­si con­tro la vita uma­na e met­ter­vi fine”.

Una se­con­da le­zio­ne è che lo “Sta­to è im­por­tan­te e non solo uno stru­men­to di op­pres­sio­ne. Ne­gli ul­ti­mi 40 anni il neo­li­be­ri­smo ha dif­fu­so l’i­dea se­con­do cui l’u­ni­co si­ste­ma re­go­la­to­re ra­zio­na­le ed ef­fi­ca­ce del­le re­la­zio­ni so­cia­li è il mer­ca­to. Cioè l’e­co­no­mia ca­pi­ta­li­sta. E che, al con­tra­rio, lo Sta­to è cor­rot­to, inef­fi­cien­te e la sua par­te­ci­pa­zio­ne al­l’e­co­no­mia e alla so­cie­tà do­vreb­be es­se­re ri­dot­ta al mi­ni­mo. Quan­do è ar­ri­va­ta la pan­de­mia, però, nes­su­no si è ri­vol­to ai mer­ca­ti per ot­te­ne­re pro­te­zio­ne. Ci sia­mo ri­vol­ti allo Sta­to.

La ter­za le­zio­ne è che “l’o­rien­ta­men­to po­li­ti­co dei go­ver­ni con­ta, al­me­no in tem­pi di pan­de­mia. Du­ran­te la cri­si al­cu­ni Sta­ti han­no ri­co­no­sciu­to più va­lo­re alla vita dei loro cit­ta­di­ni che al­l’e­co­no­mia, men­tre al­tri l’han­no trat­ta­ta come fos­se su­bal­ter­na, come se l’e­co­no­mia po­tes­se pro­spe­ra­re su un muc­chio di ca­da­ve­ri. I go­ver­ni di de­stra ed estre­ma de­stra han­no mi­ni­miz­za­to la gra­vi­tà del­la cri­si, cer­ca­to ca­pri espia­to­ri, di­strut­to la poca pro­te­zio­ne so­cia­le che esi­ste­va al­l’in­ter­no dei loro con­fi­ni e cau­sa­to di­sa­stri uma­ni­ta­ri: pen­so al caso del­l’In­ghil­ter­ra, de­gli Sta­ti Uni­ti, del Bra­si­le, del­l’E­cua­dor e del­l’In­dia.

In­fi­ne, la pan­de­mia ha mo­stra­to con in­ten­si­tà dram­ma­ti­ca l’e­sten­sio­ne del­le di­su­gua­glian­ze so­cia­li. De Suo­sa San­tos in­di­ca il ca­pi­ta­li­smo, il co­lo­nia­li­smo e il pa­triar­ca­to come le tre prin­ci­pa­li for­me di do­mi­nio dei tem­pi mo­der­ni. “Il ca­pi­ta­li­smo, come si­ste­ma eco­no­mi­co e so­cia­le, non può esi­ste­re sen­za il de­clas­sa­men­to on­to­lo­gi­co di es­se­ri sot­to­po­sti a di­scri­mi­na­zio­ne raz­zia­le e ses­sua­le, il cui la­vo­ro può es­se­re sva­lu­ta­to o ad­di­rit­tu­ra non re­tri­bui­to. Ov­via­men­te co­lo­nia­li­smo e pa­triar­ca­to sono esi­sti­ti an­che pri­ma del ca­pi­ta­li­smo, ma sono sta­ti suc­ces­si­va­men­te ri­con­fi­gu­ra­ti e mes­si al ser­vi­zio di que­st’ul­ti­mo. Nel­la tra­di­zio­ne mo­der­na, neri, in­di­ge­ni e don­ne sono sta­ti con­si­de­ra­ti più vi­ci­ni alla na­tu­ra e dun­que in­fe­rio­ri. An­che il di­sa­stro am­bien­ta­le è il ri­sul­ta­to di que­sta tri­pli­ce do­mi­na­zio­ne, che si fon­da sul rap­por­to, di cui ab­bia­mo già par­la­to, tra so­cie­tà e “ma­dre ter­ra”, come la chia­ma­no gli in­di­ge­ni del­l’A­me­ri­ca La­ti­na.”.

Quin­di – pro­se­gue il pro­fes­so­re – “non ci sono po­ve­ri nel di­sa­stro eco­lo­gi­co, ci sono po­po­la­zio­ni im­po­ve­ri­te in modo che al­tre (mol­to meno nu­me­ro­se) pos­sa­no ar­ric­chir­si. Il con­cet­to di po­ve­ro è so­cio­lo­gi­ca­men­te iner­te. La ca­ta­stro­fe eco­lo­gi­ca ov­via­men­te col­pi­sce tut­ti, ma lo fa in modo di­ver­so: sof­fria­mo tut­ti le con­se­guen­ze del­la cri­si am­bien­ta­le, ma la si­tua­zio­ne è cer­ta­men­te peg­gio­re per i mi­lio­ni e mi­lio­ni di pro­fu­ghi del cam­bia­men­to cli­ma­ti­co. I Pae­si Bas­si sono cer­ta­men­te in pe­ri­co­lo per l’in­nal­za­men­to del li­vel­lo del mare tan­to quan­to il Ban­gla­desh, ma i Pae­si Bas­si han­no mol­te più ri­sor­se del Ban­gla­desh per di­fen­der­si. Que­sto è il tipo di di­su­gua­glian­za che si sta crean­do”.

Alla do­man­da ri­vol­ta­gli dal­la di­ret­tri­ce Cic­ca­rel­lo su “che cosa è il Sud” de Suo­sa San­tos ri­spon­de che “il Sud è una me­ta­fo­ra del­le sof­fe­ren­ze cau­sa­te dal ca­pi­ta­li­smo, dal co­lo­nia­li­smo e dal pa­triar­ca­to: non è un Sud geo­gra­fi­co, ma po­li­ti­co e so­cia­le.  ll Sud è an­che epi­ste­mi­co, an­no­ve­ra tut­to il sa­pe­re nato dal­le lot­te di po­po­li e grup­pi so­cia­li con­tro le for­me di do­mi­nio dei tem­pi mo­der­ni; è quel­la di­ver­si­tà del mon­do che vie­ne il più del­le vol­te di­men­ti­ca­ta, emar­gi­na­ta e sop­pres­sa dal­l’eu­ro­cen­tri­smo e dal­la mo­no­cul­tu­ra del­la scien­za”.

Que­ste co­no­scen­ze non sono mai sta­te pre­se in con­si­de­ra­zio­ne, nep­pu­re cri­ti­ca­men­te, per­ché con­si­de­ra­te vol­ga­ri e su­per­sti­zio­se, non ri­go­ro­se. In­ve­ce la me­sco­lan­za di sa­pe­ri, scien­ti­fi­ci e po­po­la­ri crea ciò che egli chia­ma “eco­lo­gia dei sa­pe­ri”, una for­ma di ar­ric­chi­men­to re­ci­pro­co che su­pe­ra i pre­giu­di­zi che esi­sto­no pure tra sa­pe­ri po­po­la­ri, dove si ve­do­no mo­vi­men­ti ur­ba­ni ave­re poca sen­si­bi­li­tà per i mo­vi­men­ti ru­ra­li, quel­li fem­mi­ni­sti per quel­li in­di­ge­ni e vi­ce­ver­sa, i mo­vi­men­ti eco­lo­gi­sti per le or­ga­niz­za­zio­ni dei la­vo­ra­to­ri etc. A tal pro­po­si­to, il pro­fes­so­re ri­cor­da la sua espe­rien­za nel mo­vi­men­to con­tro le agro­tos­si­ne, che sono er­bi­ci­di, pe­sti­ci­di, in­set­ti­ci­di, uti­liz­za­ti nel­l’a­gri­col­tu­ra in­du­stria­le. “Al suo in­ter­no tro­via­mo bio­chi­mi­ci, bio­lo­gi, agro­no­mi e mo­vi­men­ti con­ta­di­ni, in­di­ge­ni, eco­lo­gi­ci che si tro­va­no e raf­for­za­no a vi­cen­da in un’o­pe­ra che non è esclu­si­va­men­te epi­ste­mi­ca: è po­li­ti­ca”.

L’in­ter­vi­sta pro­se­gue sul ruo­lo che gli in­tel­let­tua­li han­no as­sun­to du­ran­te la cri­si, “in­da­gua­to” se­con­do il pro­fes­so­re e ci spie­ga il per­ché. “Gli in­tel­let­tua­li pro­du­co­no quel­lo che vie­ne co­mu­ne­men­te chia­ma­to pen­sie­ro d’a­van­guar­dia, ov­ve­ro idee che van­no ol­tre la so­cie­tà. Ac­ca­de però che quan­do la real­tà con­trad­di­ce nel­la pra­ti­ca ciò che è det­to nel­la teo­ria, si pen­sa che il pro­ble­ma sia la real­tà e non la teo­ria”.

Com­men­tan­do le ri­fles­sio­ni pub­bli­ca­te da Gior­gio Agam­ben e Sla­voj Žižek du­ran­te la pan­de­mia os­ser­va: “Quan­do Gior­gio Agam­ben ha par­la­to di Co­vid-19 come di un’in­ven­zio­ne del­lo Sta­to, non ha vi­sto l’en­ti­tà del­la pan­de­mia. L’i­dea di uno Sta­to d’ec­ce­zio­ne, au­to­ri­ta­rio e re­pres­si­vo, che lui teo­riz­za sul­la scia di Pier Pao­lo Pa­so­li­ni e Mi­chel Fou­cault, è dif­fi­ci­le da ca­pi­re per cit­ta­di­ni che cer­ca­no uno Sta­to che li so­sten­ga e pro­teg­ga. In più, cre­do che si deb­ba­no fare di­stin­zio­ni nel com­por­ta­men­to dei vari go­ver­ni. Žižek, in­ve­ce, ha pro­po­sto il “co­mu­ni­smo glo­ba­le” come ri­spo­sta alla gran­de op­por­tu­ni­tà of­fer­ta dal­la pan­de­mia. Pen­so che tale so­lu­zio­ne sia as­so­lu­ta­men­te ir­rea­li­sti­ca. Ogni vol­ta che ho par­la­to di so­cia­li­smo con gli in­di­ge­ni del­l’A­me­ri­ca La­ti­na, loro mi han­no sem­pre ri­spo­sto: il so­cia­li­smo è un’al­tra trap­po­la bian­ca, la si­ni­stra e il pen­sie­ro so­cia­li­sta e co­mu­ni­sta in Ame­ri­ca La­ti­na sono sta­ti a lun­go raz­zi­sti”.

Que­sti pen­sa­to­ri im­ma­gi­na­no so­lu­zio­ni glo­ba­li a par­ti­re dal­l’e­spe­rien­za eu­ro­pea, come è ti­pi­co del pen­sie­ro eu­ro­cen­tri­co. Ma non esi­ste una so­lu­zio­ne adat­ta a tut­to il mon­do. Una ta­glia non va bene per tut­ti. L’al­ter­na­ti­va, che per me deve es­se­re an­ti­ca­pi­ta­li­sta, an­ti­co­lo­nia­li­sta e an­ti­pa­triar­ca­le, può ave­re for­me di­ver­se nei di­ver­si pae­si. Il fem­mi­ni­smo del­la clas­se me­dia non ha mol­to a che fare con il fem­mi­ni­smo del­le fa­ve­las in Ame­ri­ca La­ti­na o con il fem­mi­ni­smo in­di­ge­no. Con­di­vi­do­no la stes­sa idea del­la li­be­ra­zio­ne del­le don­ne, ma han­no ar­ti­co­la­zio­ni e con­ce­zio­ni mol­to di­ver­se di tale li­be­ra­zio­ne. È quel­la di­ver­si­tà su cui at­ti­ro sem­pre l’at­ten­zio­ne e che re­sta un gran­de pro­ble­ma per il pen­sie­ro d’a­van­guar­dia”.

Per quel che mi ri­guar­da, io mi con­si­de­ro un in­tel­let­tua­le di re­tro­guar­dia. Vo­glio la­vo­ra­re con i mo­vi­men­ti so­cia­li, di cui ri­spet­to il pen­sie­ro, e so­prat­tut­to con co­lo­ro che sono meno con­sa­pe­vo­li dei pe­ri­co­li che cor­ro­no, per av­ver­tir­li, aiu­tar­li a dia­lo­ga­re, e avan­za­re con loro”.

Tor­nan­do alla le­zio­ne del­la pan­de­mia, la di­ret­tri­ce Cic­ca­rel­lo do­man­da: “Dob­bia­mo quin­di au­spi­ca­re un ri­tor­no del­lo Sta­to?”

Il pro­fes­so­re ri­spon­de in sen­so af­fer­ma­ti­vo pre­ci­san­do però che non pos­sa trat­tar­si del­lo Sta­to neo­li­be­ra­le, che non pro­teg­ge e con­fi­gu­ra “una de­mo­cra­zia a bas­sa in­ten­si­tà”, ma di uno Sta­to che deb­ba es­se­re rein­ven­ta­to. “La de­mo­cra­zia rap­pre­sen­ta­ti­va è fi­ni­ta. I par­ti­ti non han­no più la ca­pa­ci­tà di co­glie­re i di­ver­si in­te­res­si pre­sen­ti nel­la so­cie­tà e or­ga­niz­zar­li. Dob­bia­mo crea­re nuo­ve for­me di azio­ne po­li­ti­ca che pos­sa­no coin­vol­ge­re i par­ti­ti, ma par­ti­ti tra­sfor­ma­ti, par­ti­ti-mo­vi­men­to. Ci sono sta­ti mol­ti ten­ta­ti­vi in tal sen­so; l’I­ta­lia, ad esem­pio, cre­do sia mol­to de­lu­sa dal­l’e­spe­ri­men­to av­via­to con il Mo­vi­men­to 5 Stel­le: si trat­ta di espe­rien­ze fal­li­te che mo­stra­no co­mun­que il se­gno del­la sto­ria. Ab­bia­mo bi­so­gno, per i pros­si­mi de­cen­ni, di una rein­ven­zio­ne del­lo Sta­to che pas­si at­tra­ver­so le as­sem­blee co­sti­tuen­ti, dove la de­mo­cra­zia rap­pre­sen­ta­ti­va si com­bi­na con la de­mo­cra­zia par­te­ci­pa­ti­va e de­li­be­ra­ti­va. Pen­so inol­tre che i tre or­ga­ni di so­vra­ni­tà non sia­no suf­fi­cien­ti, ser­ve al­me­no un quar­to or­ga­no per il con­trol­lo so­cia­le par­te­ci­pa­ti­vo e de­mo­cra­ti­co dei cit­ta­di­ni sul­l’at­tua­zio­ne del­le po­li­ti­che sta­ta­li. Lo Sta­to stes­so deve es­se­re par­te di una tran­si­zio­ne che è pa­ra­dig­ma­ti­ca”.

Con­clu­den­do l’in­ter­vi­sta, al pro­fes­so­re vie­ne ri­vol­to un ul­ti­mo in­ter­ro­ga­ti­vo e cioè se il “cam­bio di pa­ra­dig­ma” au­spi­ca­to ri­schi di ri­ma­ne­re solo un’a­spi­ra­zio­ne se non vie­ne tra­dot­ta in tem­pi ra­pi­di in po­li­ti­che, so­lu­zio­ni ed espe­rien­ze con­cre­te.

Pen­so che ci stia­mo di­ri­gen­do ver­so un cam­bia­men­to pa­ra­dig­ma­ti­co e di ci­vil­tà, che av­ver­rà co­mun­que: se at­tra­ver­so la po­li­ti­ca o le ca­ta­stro­fi, nes­su­no può pre­ve­der­lo”. De Suo­sa San­tos in­di­vi­dua del­le aree di in­ter­ven­to, og­get­to di ap­pro­fon­di­men­to nel suo pros­si­mo li­bro edi­to da Ca­stel­vec­chi in au­tun­no, in cui que­sta tran­si­zio­ne pos­sa già av­ve­ni­re. Per esem­pio cam­bia­re la ma­tri­ce ener­ge­ti­ca, de­cre­tan­do la fine del­l’e­co­no­mia fos­si­le; por­re fine a tut­ti i con­trat­ti di con­ces­sio­ne per la pri­va­tiz­za­zio­ne del­l’ac­qua che non può es­se­re più og­get­to di pro­fit­to, l’in­tro­du­zio­ne di un red­di­to uni­ver­sa­le di base, che non do­vreb­be esi­ste­re solo in caso di emer­gen­za, ma es­se­re per­ma­nen­te; va­lo­riz­za­re la pic­co­la agri­col­tu­ra coo­pe­ra­ti­va, quel­la con­ta­di­na, fa­mi­lia­re al fine di rag­giun­ge­re la so­vra­ni­tà ali­men­ta­re; ri­di­men­sio­na­re i cen­tri ur­ba­ni in­stau­ran­do un di­ver­so rap­por­to tra que­sti e la cam­pa­gna; con­si­de­ra­re i vac­ci­ni un bene pub­bli­co uni­ver­sa­le e non sog­get­ti alla lo­gi­ca del pro­fit­to del­le gran­di azien­de.

Stia­mo en­tran­do in un pe­rio­do di pan­de­mia in­ter­mit­ten­te. Mi au­gu­ro che la so­cie­tà pren­da co­scien­za dei pe­ri­co­li che cor­re e che si at­trez­zi. Sap­pia­mo che le tran­si­zio­ni tra i mo­del­li di ci­vil­tà sono spes­so mol­to len­ti, ma se non cre­dia­mo che sia­no pos­si­bi­li, al­lo­ra dav­ve­ro non ci sarà al­cu­na tra­sfor­ma­zio­ne”.

Fuente: http://www.italiani.net/2020/08/07/lintervista-a-boaventura-de-sousa-santos/

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Panamá: Meduca reporta que unos 2,210 estudiantes han migrado de las escuelas particulares a escuelas oficiales

Panamá Oeste la región que más está registrando esa migración. En cuanto a los niveles con mayor incidencia se ha dado más en los estudiantes que están entrando a preescolar y primer grado.

Unos 2,210 estudiantes han migrado de las escuelas particulares las escuelas oficiales, según  reportes de las direcciones regionales del Ministerio de Educación (Meduca), debido a la pandemia de la COVID-19, a los cuales ya se les ha brindado el cupo para que inicien sus clases a distancia.

Anayka De La Espada, subdirectora general administrativa de Educación de Meduca, indicó que Panamá Oeste es la región que más está registrando esa migración.

En cuanto a los niveles con mayor incidencia la subdirectora De La Espada explicó que se ha dado más en los estudiantes que están entrando a preescolar y primer grado, aunque pensó que se darían mucho más estudiantes.

“Entre los registros que ha recibido están padres que han cambiado a sus hijos de escuelas particulares a otras y también tenemos reportes de estudiantes de escuelas oficiales que se han cambiado de una región a otra” resaltó.

Para poder llevar un mejor control,  aseguró que se le han entregado a los directores de las escuelas unas encuestas para que vayan reportando todas esas incidencias.

“También se nos han presentado casos de padres de familia que porque han quedado cesados se han trasladado a sus regiones y han cambiado a los estudiantes” señaló De La Espada a Telemetro Reporta.

Explicó que para cambiar a un estudiante a medio año de una escuela particular a una escuela oficial y no perder el cupo el padre de familia debe acercarse a la Dirección Regional de Educación, llevar los créditos de la escuela a la cual está trasladando al estudiante y para que se le asigne el cupo.

La funcionaria dijo que este es un proceso que se da todos los años pero se ha dado en esta época  con mayor incidencia. Año tras año se dan estos cambios de traslados del sector particular al oficial  e incluso del sector oficial a otras regiones oficiales.

“Este año la tendencia ha sido mayor,  en otras ocasiones no llega a 100 estudiantes, sin embargo para este año la situación ha hecho que los padres de familia por una serie de razones hayan decidido cambiar a los estudiantes al sector oficial y hemos tenido reportes de mayores incidencias, pero nos estamos preparando de forma virtual”, sostuvo.

Para el otro año, asevero que se están preparando para iniciar físicamente y también tener las adecuaciones necesarias para poder recibir a estos estudiantes.

Fuente: https://www.panamaamerica.com.pa/sociedad/meduca-reporta-que-unos-2210-estudiantes-han-migrado-de-las-escuelas-particulares-escuelas

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Guatemala: Solo el 25% de maestros estaban preparados para el salto tecnológico durante la pandemia

De la noche a la mañana, la práctica de impartir clases en un salón cambió. Con el cierre de los centros educativos por la pandemia, los docentes debieron encontrar la manera de no interrumpir la enseñanza, que ahora es a distancia. Hacer uso de la tecnología era una opción, pero no todos estaban preparados para recurrir a ella.

Desde el 16 de marzo los estudiantes dejaron las aulas debido a la pandemia, la continuidad del aprendizaje se ha visto limitado por la falta de recursos tecnológicos que acerquen a los docentes para continuar con las clases.

A través de la investigación Covid-19 la respuesta educativa en Guatemala, la Universidad del Valle de Guatemala (UVG) exploró cómo los maestros han logrado continuar con el proceso educativo desde el pasado 16 de marzo, cuando se tomó la decisión de interrumpir las clases presenciales para evitar la propagación del virus.

Quienes no han contado con ese recurso han utilizado las redes sociales para seguir con la enseñanza. Uno de cada tres de los encuestados dijo recurrir a WhatsApp para hacer llegar el contenido a sus estudiantes, mientras que uno de ellos trabaja con las guías escritas, las cuales imprime y las traslada a sus alumnos.

Ese salto a lo digital no ha sido sencillo, pues a criterio de Diana Brow, presidenta de la Asociación de Colegio Privados, la mayoría de docentes recibió una formación tradicional que no contemplaba la necesidad de utilizar la tecnología. Esta se ha utilizado como una herramienta para investigación o desarrollar proyectos, pero a partir de la pandemia cambió su rol y se ha convertido en un sostén en la entrega educativa.

“Los docentes no tenían esas metodologías y esas dinámicas para preparar las clases en línea dentro de su portafolio de conocimientos, sino que los están adquiriendo sobre la marcha”, menciona Diana Brow, presidenta de la Asociación de Colegio Privados.

¿Menos conocimiento?

La interrupción de las clases presenciales, sin duda, afectará en el aprendizaje y en el rendimiento de los estudiantes. Lo que se sabe a través de este estudio es que, independientemente de la modalidad que se utilice para continuar con la enseñanza, los maestros están priorizando contenidos del programa de estudios, y se enfocan en Lectura, Matemática y Comunicación, dejan de lado otras áreas que están en el Currículo Nacional Base y que consideran no son prioritarias en este momento.

Tener comprensión lectora, así como razonamiento y pensamiento analítico para resolver problemas cotidianos, es importante para alcanzar el conocimiento de Ciencias Naturales, Estudios Sociales, Física, Estadística, Química, y demás materias.

Verónica Spross, directora Ejecutiva de Empresarios por la Educación, indica que se ha tenido que priorizar las áreas curriculares a impartir, pero dada la situación que ha generado la pandemia esto es razonable, es importante enfocarse en aprendizajes que van a servir para la vida.

Retraso en el aprendizaje

“Es obvio que habrá retrasos en el aprendizaje (de los estudiantes), incluso para los que estaban preparados en los colegios privados con plataformas digitales. Estamos viendo que los alumnos están aprendiendo menos contenido”, indica Gálvez Sobral.

Mientras que Spross menciona que ciertas competencias y destrezas podrían verse afectadas, pues no es lo mismo seguir las guías en la casa que la interacción en la escuela. Además, de que hay una dispersión en el seguimiento a los estudiantes; quienes cuentan con herramientas tecnológicas pueden dar el apoyo requerido por sus alumnos, pero no es el caso de todos.

De acuerdo con el investigador, es necesario que a nivel de país se evalué y se tenga una perspectiva clara de cómo esta situación afectará el rendimiento de los alumnos, y se tomen las medidas correctivas a partir del próximo año.

“Si esto no se hace y simplemente se ignora lo sucedido en el 2020, y en el 2021 se toma el programa normal, lo que veremos seguramente será un rezago más grande del que ya tenemos, en donde Guatemala está entre los últimos puestos del rendimiento académico de la región y del mundo, obviamente no nos conviene”, agrega Jorge Andrés Gálvez Sobral, director del Centro de Investigaciones Educativas de la UVG.

La prueba internacional Pisa para el Desarrollo (Pisa-D) del 2018, que evaluó a estudiantes de países de ingresos medios y bajos en similares condiciones, reveló que solo tres de cada diez jóvenes guatemaltecos lograron el nivel básico en Lectura, dos lo consiguieron en Ciencias y uno en Matemática. Esto ubica a Guatemala en las últimas posiciones de la región junto a República Dominicana.

Los más afectados

Inevitablemente en todos los niveles habrá un rezago en el aprendizaje, sin embargo, el investigador refiere que el impacto será significativo en los estudiantes de preprimaria, pues con ellos es más difícil trabajar a distancia. La ventaja en este grupo es que están en los primeros años de escolaridad y tienen mucho tiempo por delante para recuperarse.

Spross también ve riesgo en quienes cursan la secundaria y están cerrando un ciclo. “Es importante ponerles atención, para verificar dónde está su nivel de aprendizaje y cerrar los vacíos”, dice.

Los jóvenes que están en el último grado de diversificado podrían ser los más afectados. Este será su último año de preparación, ya sea para iniciarse en la vida laboral o bien para ingresar a la universidad, y los resultados de las últimas pruebas realizadas por el Mineduc a estudiantes de este nivel han evidenciado deficiencias en el aprendizaje

El año pasado solo tres de cada diez jóvenes alcanzaron las competencias lectoras requeridas, mientras que en Matemática solo uno de cada 10 estudiantes alcanzó el nivel satisfactorio.

“No sabemos si la priorización, si los métodos, si la infraestructura tecnológica y la adaptación del establecimiento fue la suficiente para prepararlos. No sabemos si los graduandos están recibiendo todo el contenido que estaba programado.  Si tuviera que apostar, diría que allí es donde está el principal reto en esta emergencia”, dice Gálvez Sobral.

Según reporte del Ministerio de Educación son 168 mil 46 los estudiantes inscritos hasta el 1 de mayo en el último grado del diversificado. Hay 102 mil 306 jóvenes que recibirán el título de Bachillerato; 10 mil 587 cursan Magisterio; 47 mil 991 están en la carrera de Perito y son 7 mil 162 en Secretariado.

Lo positivo

Si bien la suspensión de clases presenciales tomó a todos por sorpresa y podría traer un retraso en el aprendizaje de los estudiantes, hay puntos positivos que ha propiciado la pandemia, uno de ellos es la integración tecnológica a la enseñanza, y el 17% de los docentes encuestados así lo percibe.

Los padres también se han involucrado más en el proceso de enseñanza de sus hijos, lo que resulta beneficioso para los niños, pues investigaciones señalan que entre más involucrados están los papás mejor es el rendimiento de los estudiantes. El 27% de los maestros resalta esta participación y cooperación como un resultado positivo.

Esta, según Gálvez Sobral, es una de competencia importante que lleva tiempo desarrollar dentro del salón de clases con metodologías tradicionales.

“Autonomía, integración tecnológica e involucramiento de padres es algo importante que hemos visto y es algo que los docentes están reportando como algo positivo y que no quieren perder cuando se regrese a la normalidad”, dice el investigador.

Un aspecto que Brown señala no debe obviarse y que debe atenderse postpandemia es cambiar la formación inicial docente y que se incluya dentro de la preparación de los maestros más metodología del uso de la tecnología, pues no se trata de trasladar una planificación tradicional, lo del papel, a lo virtual sino que se d

eben buscar otras dinámicas para que el alumno pueda adquirir los conocimientos y las competencias necesarias.

Fuente: https://www.prensalibre.com/guatemala/comunitario/solo-el-25-de-maestros-estaban-preparados-para-el-salto-tecnologico-durante-la-pandemia/

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España: Los niños no son una fuente importante de transmisión del Covid-19

Los niños no son una fuente importante de transmisión del Covid-19

Un estudio llevado a cabo por Centro Colaborador Nacional de Métodos y Herramientas (NCCMT), organizado por la Universidad McMaster y financiado por la Agencia de Salud Pública de Canadá, ha confirmado que los niños no son una fuente importante de transmisión del Covid-19, la enfermedad que provoca el nuevo coronavirus.

«El resultado final hasta ahora es que es poco probable que los niños menores de 10 años generen brotes de Covid-19 en guarderías y escuelas y que, hasta la fecha, los adultos tenían muchas más probabilidades de ser transmisores de infección que los niños», han dicho los investigadores.

La revisión ha encontrado que entre los niños que estaban infectados, la transmisión se remonta a la comunidad y a los hogares o adultos, en lugar de entre los niños dentro de guarderías o escuelas, incluso en las jurisdicciones donde las escuelas permanecieron abiertas o han vuelto a abrir.

Asimismo, el trabajo ha evidenciado las brechas de género en el empleo entre mujeres y hombres han crecido durante la pandemia, y las mujeres más que los hombres experimentan menos horas y pérdidas de trabajo.

Las mujeres y las personas con mayores ingresos tienen más probabilidades de tener ocupaciones que podrían hacerse desde casa, y entre los padres que pueden trabajar desde casa, las madres redujeron sus horas de trabajo más que los padres, particularmente las madres de niños en edad escolar primaria.

«Reconocimos desde el principio que había una necesidad significativa de resumir la abrumadora cantidad de evidencia de investigación emergente en Covid-19, evaluar su calidad y distribuir ampliamente esa evidencia para apoyar la toma de decisiones de salud pública en Canadá», han zanjado.

Fuente: https://www.infosalus.com/salud-investigacion/noticia-ninos-no-son-fuente-importante-transmision-covid-19-20200730134547.html

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Latinoamérica, la región donde más defensores ambientales fueron asesinados en 2019

El más reciente informe de Global Witness destaca que 212 personas defensoras de la tierra y el medio ambiente fueron asesinados durante el 2019; la mitad de los homicidios ocurrieron en Colombia y Filipinas.

Entre los países que registraron el mayor número de asesinatos también se encuentran Brasil, México, Honduras, Guatemala, Venezuela y Nicaragua.

La crisis climática que vive el mundo es igual de intensa que la violencia que enfrentan las personas y comunidades que defienden los territorios naturales, los bosques, los ríos, el agua, las selvas, la flora y la fauna. Un solo número lo muestra: 212 defensores de la tierra y del medio ambiente fueron asesinados durante 2019.

Poco más de la mitad de esos homicidios se registraron en tan solo dos países: Colombia y Filipinas, como se resalta en el más reciente informe de la organización internacional Global Witness, titulado “Defender el mañana: crisis climática y amenazas contra las personas defensoras de la tierra y del medio ambiente”.

En el documento, América Latina vuelve a ubicarse como la región más peligrosa para los defensores ambientales, una posición que ocupa desde 2012, año en el que Global Witness comenzó a publicar sus informes.

De los diez países con el mayor número de asesinatos, siete se localizan en Latinoamérica: Colombia, Brasil, México, Honduras, Guatemala, Venezuela y Nicaragua.

Petrona Ramon Martín, de la comunidad de San Francisco, donde se oponen al proyecto de la hidroeléctrica en  San Mateo Ixtatan, Huehuetenango, Guatemala. Foto: James-Rodriguez/Global Witness.

La documentación que realiza Global Witness pone sobre la mesa una tendencia nada alentadora: la violencia contra los defensores ambientales va en aumento año tras año. En 2018 se registraron 164 crímenes; para el 2019 el número se elevó a 212.

Ben Leather, de Global Witness, explica algunas de las razones de ese aumento: “Estamos viendo intereses más fuertes sobre la tierra y los recursos naturales para responder a las demanda de los consumidores. Industrias como minería, agronegocios o la explotación de madera están entrando cada vez más a nuevos territorios, en los cuales vemos que las empresas están haciendo acuerdos con políticos corruptos para imponer proyectos”.

La corrupción, considera Ben Leather, también está facilitando el cambio climático, al permitir que las empresas “puedan hacer lo que les da la gana, para tener ganancias a corto plazo y a costa de la protección del medio ambiente. Lo que nuestro informe demuestra es que son las y los defensores quienes están denunciando esta corrupción política, esta irresponsabilidad empresarial”.

El protagonismo de la minería

En América Latina, pero también en Asia y África, incluso con comunidades nativas de Estados Unidos que han sido afectadas por la imposición de megaproyectos se repiten las mismas historias: “Cuando estas comunidades denuncian los abusos y la destrucción causada por los proyectos —señala Ben Leather— comienzan a recibir amenazas, agresiones y, en algunos casos, asesinatos”.

El informe de Global Witness resalta que la gama de violencias en contra de los defensores ambientales es amplia; incluye ataques, arrestos, amenazas de muerte o demandas judiciales. El documento no se limita a documentar el número de asesinatos, también señala a las industrias contra las cuales se manifestaron los defensores ambientales.

Como en otros años, la minería fue el sector vinculado al mayor número de agresiones; en 2019 se le relaciona con los asesinatos de 50 defensores. Más de la mitad de estas víctimas provenían de comunidades afectadas por la minería en América Latina.

También se documentó que 34 asesinatos fueron contra defensores que se oponían a la agricultura a gran escala, ese número representa un aumento de más del 60 % si se compara con los datos de 2018.

Otros de los sectores que denunciaron los defensores ambientales que fueron asesinados son la explotación forestal, la caza ilegal y la pesca.

Ante esta situación, Ben Leather resalta que “las empresas tienen que implementar políticas que permitan asegurar que sus inversiones y sus operaciones no afectan los derechos de las comunidades y no están contribuyendo a que se realicen ataques en contra de las personas defensoras del medio ambiente y de la tierra”.

Ben Lather señala que se ha demostrado que los compromisos voluntarios de las empresas no están funcionando, por lo que es necesario impulsar leyes que obliguen a las empresas a realizar la debida diligencia, para que demuestren que no están contribuyendo a los abusos de derechos humanos y ambientales.

En el informe de Global Witness se resalta que en 37 de los asesinatos se pudo vincular a fuerzas estatales como perpetradores. “También se sospecha de la participación de actores privados como sicarios, bandas criminales y guardias de seguridad privados”.

De las víctimas asesinadas, 19 eran funcionarios estatales o guardaparques, personas contratadas para proteger el medio ambiente. Estos ataques se documentaron en ocho países; Guatemala, Brasil, Filipinas, Rumania, Kazajstán, República Democrática del Congo, Uganda y Ghana.

Además, una de cada 10 personas defensoras asesinadas eran mujeres.

A Samir Flores lo asesinaron el 20 de febrero de 2019. Se oponía a la construcción de la termoeléctrica de Huesca, en Morelos, México. Foto: Cartel que realizaron artistas aliados a la defensa de la tierra y el agua en Morelos.

Territorios donde reina la impunidad

Colombia y Filipinas sobresalen por el alto número de asesinatos contra defensores ambientales, pero también porque durante los últimos años su tendencia es al alza.

Colombia, por ejemplo, registró 64 asesinatos de defensores ambientales en 2019. Si esa cifra se compara con los 24 casos del 2018, el país sudamericano presentó un aumento de más del 150 %, destaca el informe de Global Witness.

En Filipinas, se documentaron 43 asesinatos de defensores ambientales en 2019. Ben Leather destaca que si se comparan los tres primeros años del gobierno del presidente Rodrigo Duterte, con los tres años anteriores, se tiene que “el número de asesinatos de defensores es el doble”.

Colombia y Filipinas —explica Leather— también coinciden en que no han logrado resolver antiquísimos problemas relacionados con el derecho a la tierra, sufren por la presencia de grupos armados que son legado de conflictos internos, poseen una política de seguridad militarizada y una regulación inadecuada de las empresas.

Venezuela-Tierra de Resistentes II

Niños pemones juegan en las calles de Kumarakapay. Decenas de familias indígenas debieron huir tras el asalto militar a este pueblo en febrero de 2019 y se encuentran en refugios en la frontera con Brasil. Foto: Lorena Meléndez.

Pero además, los dos países tienen un factor que también está presente en otras naciones donde la violencia contra los defensores ambientales es crítica: altos niveles de impunidad.

“La gran mayoría de los ataques contra defensores ambientales continúan en la impunidad; eso actúa como una especie de luz verde para quienes quieren silenciar a los defensores”, resalta Ben Leather, de Global Witness.

Una verdadera justicia, destaca Leather, es “una rendición de cuentas que se aplica tanto a las empresas que están actuando con irresponsabilidad, como a quienes están llevando a cabo estos asesinatos”.

Defender la “casa grande”

En Colombia, el informe de Global Witness, documentó que 14 de las 64 muertes de defensores ambientales ocurridas en 2019 se vinculan con la sustitución de cultivos ilícitos.

En los territorios previamente ocupados por la Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), “ahora están entrando paramilitares y otros grupos armados, y están asesinado a cualquiera que se oponga a su llegada. Hay una implementación inadecuada de los acuerdos de paz, lo que ha tenido un impacto sobre los defensores”, señala Ben Lather.

Para Francia Márquez, una de las defensoras ambientales afrodescendientes más reconocidas en Colombia y quien en 2018 ganó el Premio Ambiental Goldman, la violencia contra los defensores es consecuencia de la acumulación del capital que “usa la violencia, el racismo estructural, el patriarcado para seguirse imponiendo […] En este país hay a quienes les interesa seguir impulsando la violencia para mantenerse en el poder, porque es la forma en como lo han hecho”.

Francia Márquez caminó más de 350 kilómetros, desde las montañas del Cauca hasta Bogotá. La travesía la hizo en 2014 junto con otras 80 mujeres de su comunidad. Foto: Premio Goldman.

La colombiana Francia Márquez, defensora ambiental, Premio Goldman 2018.

La defensora resalta el papel de la “minería ilegal pero también la minería inconstitucional, entendida como la que promueve el mismo gobierno nacional en los territorio ancestrales, en territorios de pueblos afrocolombianos e indígenas”.

Francia Márquez insiste en que hay “una política de muerte” que no toma en cuenta el cuidado de la “casa grande, el planeta”. Los defensores ambientales, de territorio, de derechos indígenas y afrodescendientes “estamos dificultando ese proyecto político. Por eso nos están matando, por eso nos asesinan”.

Francia Márquez sabe de lo que habla. En mayo de 2019, en la región del Cauca, ella y otros líderes ambientales y sociales fueron atacados por hombres armados quienes, incluso, lanzaron una granada contra el grupo. El ataque duró 15 minutos.

El Cauca es uno de los lugares más peligrosos del mundo para defender el ambiente. En 2019, más de un tercio de todos los asesinatos de defensores ambientales en Colombia ocurrieron en esa región del suroeste del país.

Años antes, Francia ya había recibido otros ataques, sobre todo cuando participó en las acciones para detener la minería ilegal en La Toma.

Ataques a mujeres amazónicas. Por su defensa de la naturaleza y su territorio Patricia Gualinga ha recibido amenazas de muerte y ataques. Foto: Jonathan Rosas para GK.

Por su defensa de la naturaleza y su territorio, Patricia Gualinga —lideresa Sarayaku, un pueblo kichwa del Ecuador— ha recibido amenazas de muerte y ataques. Foto: Jonathan Rosas para GK.

Honduras: violencia que no cesa

El informe de Global Witness también incluye a los cinco países con más asesinatos per cápita. En esa lista sobresale Honduras, nación centroamericana que este año registró 14 homicidios.

Desde 2016, cuando fue asesinada la defensora ambiental Berta Cáceres, diversas organizaciones señalaron la difícil situación que viven los defensores de derechos humanos en Honduras. Este panorama no ha cambiado, al contrario, sigue agravándose, señala Hedme Castro, coordinadora de la Asociación para la Ciudadanía Participativa (ACI-Participa), organización que trabaja en la documentación de las violaciones de los derechos humanos en el país centroamericano.

Hedme Castro explica que 36 % del territorio de Honduras ha sido concesionado a empresas —algunas pertenecientes a políticos locales— y a compañías de capital extranjero para el desarrollo de minas, hidroeléctricas, proyectos fotovoltaicos y desarrollos turísticos; los cuales han provocado desplazamiento forzado, así como agresiones y represión contra comunidades y defensores ambientales.

“La situación en el país es terrible”, describe la defensora y como ejemplo recuerda lo que ha sucedido durante el mes de julio en Honduras. El 9 de julio, por ejemplo, allanaron las oficinas de ACI-Participa; dos días después desapareció Marvin Damián Castro Molina, presidente de la Red Juvenil de la Asociación de Desarrollo Pespirense-Honduras y miembro del Movimiento Ambientalista Social del Sur por la Vida (MASS-Vida). Su cuerpo, con signos de tortura, se encontró días después.

Honduras-Tierra de Resistentes II

La defensora hondureña Consuelo Soto durante un plantón frente al Congreso Nacional en contra de la Ley de Consulta Libre Previa e Informada, en Tegucigalpa. Foto: Martín Cálix.

El sábado 18 de julio, un grupo armado entró a la comunidad garífuna del Triunfo de la Cruz y se llevó a Alberth Esnider Centeno Tomas, presidente del Patronato de la comunidad; Milton Joel Martínez Álvarez; Suami Aparicio Mejía y Gerardo Mizael Róchez. Hasta el martes 28 de julio, no se tenía noticias sobre ellos.

Hedme Castro explica que la comunidad del Triunfo de la Cruz lleva una larga lucha para que se le devuelvan sus derechos ancestrales sobre su territorio. Incluso, en 2018, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitió una sentencia en donde se exige al gobierno hondureño reconocer los derechos de los garífunas.

“Alberth Esnider encabezaba las exigencias contra el gobierno para que cumpliera con la sentencia de la Corte interamericana”, resalta Hedme Castro. La defensora comenta que “mientras al país lo sigan dirigiendo personas vinculadas a escándalos de corrupción, personas que están dispuestas a vender el país entero, seguirán los asesinatos, los desplazamientos forzados; no se respetarán las zonas protegidas ni los títulos ancestrales”.

Defensores ambientales Honduras. Rosalina Domínguez ha recibido amenazas de muerte. Foto: Rubén Escobar.

Rosalina Domínguez, defensora hondureña que continúa la labor que inició Berta Cáceres, ha recibido amenazas de muerte. Foto: Rubén Escobar.

Las más afectadas: comunidades indígenas

Entre los nombres de los defensores ambientales asesinados en 2019 está el de Paulo Paulino, de 26 años y miembro de la comunidad indígena guajajara. En noviembre de 2019 fue asesinado a tiros por un grupo integrado por, al menos, cinco madereros ilegales, en el estado de Marañón, Brasil.

Paulo formaba parte de la organización “Guardianes del Bosque”, cuyo objetivo es combatir a los grupos de tala ilegal que invaden tierras indígenas en la Amazonía brasileña. El informe de Global Witness señala que 90 % de los asesinatos en Brasil ocurrieron en la Amazonía.

Entre 2000 y 2018, 42 indígenas guajajara fueron asesinados por hacer frente a los madereros ilegales. Paulo no fue el último. Hasta abril de 2020, mataron a otros cuatro líderes de la comunidad.

“En Brasil —donde es urgente proteger la Amazonía— observamos que las comunidades indígenas están siendo muy vulnerables debido a las políticas de (Jair) Bolsonaro”, subraya Ben Lather. El presidente brasileño, se resalta en el informe, ha impulsado la expansión de la minería a escala industrial y la agroindustria en la Amazonía.

Miembros de la comunidad Guajajara. Fotografía: Global Witness.

Al igual que los guajajara, otras comunidades indígenas están mirando cómo se asesina o desaparece a los suyos por defender sus tierras, los bosques, los ríos o el agua.

En México, por ejemplo, en la Sierra Tarahumara se ha registrado el asesinato de, por lo menos, 12 indígenas raramuri que se han opuesto y denunciado la tala ilegal de sus bosques. Dos de ellos fueron asesinados en 2019: Otilia Martínez Cruz, de 60 años, y su hijo de 20, Gregorio Chaparro Cruz. Ambos eran familiares de Julián Carrillo, defensor de Coloradas de la Virgen, a quien le dispararon en octubre de 2018.

En 2019, 40 % de las personas defensoras asesinadas pertenecían a comunidades indígenas, a pesar de que representan solo el 4.4 % de la población mundial, señala el informe de Global Witness. Entre 2015 y 2019, más de un tercio de todos los ataques han sido contra pueblos indígenas, por lo que son una de las comunidades en mayor riesgo en todo el mundo.

Defensores ambientales México. Ya ha pasado un año desde el asesinato de Julián Carrillo en la Sierra Tarahumara. Foto: Amnistía Internacional México.

El indígena rarámuri Julián Carrillo, defensor de ambiente y territorio en México, fue asesinado en octubre de 2018. Foto: Amnistía Internacional México.

Pandemia: aumentan las amenazas

Ben Lather resalta que no solo se está ante la urgencia de combatir la crisis climática, también se debe trabajar para detener las violencias contra los defensores ambientales, quienes se encuentran en la línea de batalla para proteger los recursos naturales: “¿Cómo vamos a proteger al planeta si no podemos proteger a quienes defienden el planeta?”

Los defensores ambientales no solo son vitales para combatir la crisis climática, “también son nuestros aliados para prevenir otra pandemia como la del COVID-19, porque ahora ya sabemos que se aumentan las probabilidades de tener otras pandemias si aumenta la deforestación y se afecta la naturaleza”, señala Ben Lather.

La defensora colombiana Francia Márquez resalta que la pandemia del COVID-19 mostró “la cara de una política que es inviable y de un ‘desarrollo’ que para lo único que ha servido es para enriquecer los bolsillos de unos pocos a costa del sufrimiento de millones de millones de personas en el mundo, a costa del detrimento y del daño a ecosistemas frágiles y muchas especies”.

Adán Vez, defensor ambiental asesinado en México

Adán Vez fue asesinado el 8 de abril de 2020, en Veracruz, México. Foto: Tomada de la página de Facebook de Adán.

Estos argumentos pareciera que no alcanzan a tener la fuerza suficiente, porque ni siquiera durante el confinamiento que se vivió por la pandemia del COVID-19 se logró detener las agresiones contra los defensores ambientales, como se ha visto en países como Honduras, Colombia, México o Brasil donde durante los últimos cuatro meses se registraron asesinatos de ambientalistas.

“Durante esta crisis del COVID-19 —apunta Ben Lather, de Global Witness— algunas empresas están ampliando su ataque contra las personas defensoras, y los gobiernos están reduciendo la protección”.

Además, la crisis económica que trae de la mano la pandemia del COVID-19 intensificó la presión sobre los territorios naturales, sobre todo en aquellos países en donde se impulsan megaproyectos que afectan el medio ambiente y a las comunidades que viven en esas zonas.

Francia Márquez comenta que es preocupante “ver a las personas que tienen el poder, que gobiernan nuestros países, tomando decisiones a nombre de la crisis económica; decisiones que plantean que seguirán, sin ningún pudor, profundizando la crisis en muchos territorios que van a seguir destruyendo”.

En el caso de Colombia, señala, “se plantea utilizar el fracking, la explotación petrolera y minera para sacar al país de la crisis generada por la pandemia del COVID-19. Eso, para nosotros implica seguir convirtiendo nuestros territorios en cementerios”.

Para Francia Márquez el gran desafío que tienen los defensores ambientales es “articular nuestras acciones a nivel global; así como la ‘política de la muerte’ se articula en un sistema global, nosotros tenemos que articular acciones de resistencia a favor de la vida. Salvar nuestra casa grande es la responsabilidad colectiva que hoy tenemos como humanidad”.

Fuente: https://rebelion.org/latinoamerica-la-region-donde-mas-defensores-ambientales-fueron-asesinados-en-2019/

 

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