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Nuevos paradigmas en la educación.

Si los sistemas educativos insisten en mantener los métodos de enseñanza basados en la memoria y la rigidez en los procesos de evaluación, están destinados a repetir fracasos y a desperdiciar el talento y la curiosidad natural de millones de niños, adolescentes e incluso adultos de todo el mundo.

Por:http://www.diarionorte.com/

Uno de los más destacados investigadores en tecnologías de la educación del mundo, el profesor nacido en la India, Sugata Mitra, advierte que uno de los errores más frecuentes que se cometen en las escuelas de casi todo el mundo es enseñar a partir de la creencia que memorizar es igual a saber. En realidad, se trata de un principio que ha guiado a la educación durante siglos bajo el dominio de algunas herramientas básicas en el aula: la tiza, el pizarrón, el lápiz y el papel. Pero con el advenimiento de las nuevas tecnologías, y el uso cada vez más extendido de pantallas táctiles en celulares, tabletas y computadoras por parte de personas de distintas edades, los modos tradicionales de enseñanza comienzan a demostrar su incapacidad para atraer la atención de los alumnos.

En ese sentido, resulta más que interesante el experimento que llevó a cabo el profesor Mitra en uno de los barrios más pobres de Nueva Delhi, al colocar computadoras con acceso a banda ancha en una especie de gabinete escondido detrás de una pared, con un agujero, para que los niños que nunca habían visto una PC y no conocían de internet, pudieran usarlas libremente sin que nadie les enseñara nada sobre el funcionamiento de la máquina. Los resultados fueron sorprendentes: los niños, aún sin conocimientos previos sobre informática, demostraron que eran capaces de utilizar en forma correcta la computadora, y sin ningún adulto que les indicara los pasos que debían dar. Sugata bautizó a su experimento como Educación Mínimamente Invasiva y, entusiasmado por los hallazgos, decidió replicar la experiencia en varias localidades de zonas rurales de la India, donde obtuvo resultados similares. El experto actualmente dicta clases sobre tecnologías educativas en la Universidad de Newcastle, Inglaterra, donde concede entrevistas a medios de todo el mundo para explicar los alcances de sus investigaciones, y para promover la incorporación de las tecnologías informáticas en las aulas.

A quienes estén dispuestos a escuchar, Sugata repite una y otra vez que otros de los pecados de la educación formal es que se sigue creyendo que el alumno debe tener en su cabeza la mayor cantidad de datos posibles por si los necesita algún día. El problema, advierte el investigador, es que en los tiempos que corren, con potentes buscadores como Google, conexiones a internet y con millones de datos al alcance de un click, esa concepción de la educación queda obsoleta, ya que el mismo proceso de búsqueda que hoy realizan a diario muchas personas a través de las redes informáticas también implica un proceso de enseñanza – aprendizaje. “En un mundo ideal, deberíamos tener grandes escuelas con grandes profesores absolutamente en todos lados. Sin embargo, la realidad es que siempre habrá lugares donde buenos profesores no puedan o no quieran ir. Si vamos a nivelar la cancha de la educación en el mundo, necesitamos un sistema alternativo que también prepare a los niños a entrar a un ambiente de trabajo tecnológico. Ayúdenme a construir una escuela en la nube, un laboratorio de aprendizaje en la India donde los niños se puedan embarcar en aventuras intelectuales al sentirse atraídos y conectados con mentores e información en línea”, plantea el investigador indio.

Como sucede con muchos innovadores, sus ideas encuentran resistencia en los sistemas formales de educación. Sin embargo, expertos de organizaciones internacionales como la Unesco coinciden con él en la necesidad de buscar nuevos paradigmas para la educación y aseguran que, más allá de las diferencias de criterio sobre cuáles son los métodos que se deben emplear en las aulas, una cosa es segura: en el futuro el aprendizaje deberá ser digital, abierto y flexible.

Fuente: http://www.diarionorte.com/article/142858/nuevos-paradigmas-en-la-educacion

Imagen: https://cambiemoslaeducacion.files.wordpress.com/2015/07/nuevo-paradigma-educativo-gnomo-ix1.jpg

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Argentina: Promueven incorporar chicos discapacitados a la escuela común.

América del sur/Argentina/09.08.2016/Autor y Fuente:http://www.elterritorio.com.ar/

Una línea de acción para la igualdad de oportunidades educativas promueve incorporar niños y jóvenes con discapacidad a la escolaridad común, desde el nivel inicial hasta la terminalidad secundaria.

Esta iniciativa está siendo analizada por las carteras de educación de la provincia y por los educadores de los distintos niveles y modalidades.

Con el objetivo de elaborar un documento que oriente las prácticas pedagógicas inclusivas, funcionarios del área de educación, pedagogos y educadores se reunieron para elaborar estrategias de enseñanza inclusivas en todos los niveles del sistema educativo en una jornada colaborativa entre la Formación Docente y la modalidad de Educación Especial. “Se busca que el docente pueda reflexionar sobre sus prácticas y construir conocimiento en base a sus experiencias”, indicó la ministra de Educación de la provincia, Ivonne Aquino.

Por su parte, el director de educación Especial, Ramón Martínez explicó que “se busca aportes para construir en forma colaborativa un diseño para la enseñanza”.

La finalidad es avanzar en la implementación de políticas inclusivas, “buscamos generar una cultura inclusiva, tendiente a instalar prácticas pedagógicas en todos los niveles del sistema educativo”

Uno de los puntos que se debatió fue la posibilidad de incluir a alumnos discapacitados en escuelas comunes basados también en la necesidad de prepararlos para el mundo del trabajo, donde la interacción es un elemento de suma importancia.

También se presentó la normativa vigente a nivel nacional y jurisdiccional sobre la modalidad, avances y próximos pasos. Así también se trabajó sobre las prácticas inclusivas en escuelas con alumnos integrados y en la modalidad hospitalaria.

Además se insistió en la premisa de construir conocimiento en base a las prácticas docentes que ocurren en las aulas de los diferentes niveles de la educación misionera.

Las conclusiones de los debates se conformarán en documentos para avanzar en la construcción de herramientas para poder implementar el paradigma inclusivo que, incluso, ya existen muchas escuelas misioneras que lo realizan.

Fuente: http://www.elterritorio.com.ar/nota4.aspx?c=9559992674412844

Imagen:

http://www.elterritorio.com.ar/verimg.aspx?F=1&A=810&O=/img/1/156/7006548430818353_1.jpg

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La tarea es sin tareas o el alma del sistema educacional está enferma.

América del sur/Chile/Fuente:http://www.elmostrador.cl/

Por : Denise Astete Jorquera.

Desde hace algunas semanas, un nuevo movimiento social llamado “La tarea es sin tareas”, que aboga por disminuir y cambiar el sentido de los deberes escolares enviados por los colegios a las casas de los niños, ha aparecido con fuerza en la escena nacional, reclutando a más de 80 mil miembros en su página de Facebook, logrando reportajes y entrevistas en diversos medios de prensa y obteniendo una rápida aprobación del Senado para la idea de legislar acerca del tema.

Y ante este fenómeno social, yo quisiera expresar mis esperanzas.

Esperanzas de que sea solo el comienzo de muchos más cuestionamientos sociales respecto de cómo se hacen las cosas en nuestra educación escolar. Pero, no cuestionamientos acerca de lo que ya todos sabemos que es cuestionable –como los temas de financiamiento, administración de los colegios, la formación y carrera docente, planes y programas, etc.–, temas más estructurales (de forma, para mi gusto) que se cruzan eternamente con factores políticos y económicos que suelen permanecer muy lejos de la ciudadanía.

No, no hablo de que nos cuestionemos una vez más esos temas. Hablo de la posibilidad de que nosotros, los padres y madres comunes y corrientes, comencemos a cuestionarnos los temas de fondo de nuestro actual sistema escolar: es decir, el “para qué”, el “por qué” y el “cómo” queremos que nuestros hijos sean escolarizados (y si es que queremos que lo sean).

Porque, esta demanda ciudadana que pone en tela de juicio a las tareas escolares puede parecer muy sencilla y superficial, a la sombra de los otros “grandes temas” de la Educación de hoy en día; sin embargo, si lo analizamos un poco más allá, es una demanda que encierra, tras de sí, una serie de elementos de fondo y que podría abrir la puerta a varios puntos fundamentales más, totalmente necesarios de discutir, si queremos empezar a apuntar de verdad hacia una educación digna y de calidad.

Por ejemplo: ¿es necesario que nuestros hijos asistan a clases durante la gran cantidad de horas y días en que lo hacen?, ¿quién dijo que eran necesarias 7-8 horas, 5 días a la semana, de asistencia escolar o, incluso, preescolar?, ¿hay realmente una razón pedagógica para eso?, ¿o es que los colegios y jardines en realidad cumplen la función de grandes guarderías para que los padres y madres puedan trabajar y producir más para el sistema, recordándonos los orígenes históricos del actual modelo de escuela? (el que se creó en los inicios de la era industrial, al alero de las fábricas, justamente para que las madres tuvieran dónde dejar a sus hijos y, así, pudieran trabajar en ellas; y donde, además, los niños eran “capacitados” para seguir los pasos de sus padres, aprender sus oficios y asegurar posterior mano de obra calificada, comprometida y barata para esas mismas empresas… ¿no es esto lo mismo que sucede hoy?).

Por otro lado, con toda la evidencia científica que hoy tenemos respecto de los procesos de desarrollo infantil, aprendizaje y aportes de las neurociencias… ¿por qué seguimos queriendo tener niños encerrados por horas en una sala de clases, quietos (¡a veces hasta sin poder ir al baño!), en silencio y mirando a un pizarrón lleno de contenidos poco significativos?

Cuando se implementó la Jornada Escolar Completa, se argumentó que los niños harían deportes, actividades artísticas y recreativas, además de incluir tiempo para las tareas y reforzamientos y que estos no recayeran en los hogares. Bueno, nada de esto se ha cumplido. Pero sí los padres y madres trabajamos cada vez más horas, “tranquilos” de que nuestros hijos están siendo “cuidados e instruidos” en horarios similares a los nuestros.

¿Es necesaria la enorme cantidad de contenidos académicos entregados memorísticamente y sin sentido a los estudiantes, cuando la actual sociedad de la información hace rato que está dejando atrás la importancia de la acumulación de conocimientos?, ¿no sabemos, acaso, que en el futuro primarán la adquisición de habilidades y competencias de otro tipo, como la curiosidad y la capacidad de aprender cosas nuevas, las habilidades comunicativas, la cooperatividad y el trabajo en equipo, la flexibilidad, el autoconocimiento, entre muchas otras?, ¿en qué parte del actual modelo educativo escolar estamos dando espacio para estas habilidades?

Por otro lado, con toda la evidencia científica que hoy tenemos respecto de los procesos de desarrollo infantil, aprendizaje y aportes de las neurociencias… ¿por qué seguimos queriendo tener niños encerrados por horas en una sala de clases, quietos (¡a veces hasta sin poder ir al baño!), en silencio y mirando a un pizarrón lleno de contenidos poco significativos?, ¿por qué seguimos enseñando y evaluando a todos los niños del mismo modo, con las mismas estrategias y métodos, sabiendo que cada niño aprende y aprehende el mundo de distintas maneras?, ¿por qué señalamos, problematizamos, culpamos, medicamos o excluimos a los niños que no se adaptan a este modelo, cuando es el modelo el obsoleto y antinatural?

¿Es necesario que la educación escolar reproduzca ciertas lógicas de la sociedad que son consecuencia del sistema productivo imperante, aun con niños de corta edad? Por ejemplo, las evaluaciones cuantitativas de desempeño y los consiguientes premios, castigos y presión social asociados al rendimiento académico, además de la competencia, el exitismo y el estrés que esto origina en niños, padres y profesores, ¿son necesarias para el aprendizaje y el buen desarrollo de un niño?

El excesivo énfasis en el “rendimiento” de los niños, nos ha llevado a locuras como cuando se exige que infantes de 5 años ya sepan leer (sabiendo que la estructura cerebral de los niños está completamente preparada para la lectoescritura recién a los 7 años); o cuando niños de 3-4 años son “entrenados” por profesores particulares para ser “bien evaluados” y aceptados en los “colegios top”, que son los que más les exigirán y “estrujarán” su capacidad de rendimiento (no de aprendizaje) y así, supuestamente, convertirlos en “estudiantes top” y en futuros “adultos top”.

Como si no supiéramos ya que en este país la educación formal y el conocimiento no aseguran movilidad social ni éxito laboral (ni mucho menos felicidad). Y aunque así fuera… ¿este es un asunto que debería preocuparnos a los padres de niños de 3 años, que solo deberían estar ocupados jugando, imaginando, creando, sintiendo… es decir, simplemente siendo niños?

¿Queremos que nuestros hijos crezcan preocupados por esa incesante necesidad de rendir y de ser “exitosos” según cánones impuestos por un sistema despiadado y destructivo, que a los adultos nos está quitando la salud, el tiempo libre, la vida en familia y comunitaria, la autoconciencia y la calidad de vida, en general y que, de paso, ha llevado a la humanidad a desastres humanitarios y ecológicos permanentes? ¿Eso queremos también para nuestros hijos?

Mi esperanza, entonces, es que los padres y madres que estamos educando hoy en día, comencemos a hacernos estas y otras muchas preguntas más, y comencemos a plantearnos el deseo y la posibilidad de cambiar los destinos educativos de nuestros hijos.

Hoy en día, muchos educadores y padres ya lo estamos haciendo, lo que ha motivado un creciente interés por alternativas educativas diferentes, que cada vez demuestran más sintonía con los nuevos descubrimientos en educación (no sería la primera vez que la ciencia llega tarde a respaldar antiguos postulados de algunos sabios precursores); de este modo, Escuelas Libres o experimentales y proyectos educativos basados en pedagogías Montessori, Pickler, Freinet, Waldorf, entre otras, han comenzado a proliferar en nuestro país.

Y aunque, lamentablemente, aun son iniciativas al alcance de unos pocos, también es muy frecuente que aunque los padres tengan la posibilidad, muchos de ellos se atemoricen de alejar a sus hijos del “establishment” predominante, y sigan optando por colegios tradicionales que “aseguren” el futuro éxito de sus pequeños y la prolongación del sistema. Y de esa forma, esas valiosas alternativas seguirán quedando relegadas a ciertas minorías, en vez de transformarse en verdaderas opciones para muchos más niños y familias, y para la sociedad entera.

Yo invito a los padres y madres a investigar, informarse, cuestionar y, sobre todo, ponerse una mano en el corazón por sus hijos, y por la experiencia educativa que día a día ellos y ellas deberán enfrentar, a causa de nuestras decisiones. No quisiera tener que seguir atendiendo en mi consulta a tantos niños sufrientes y estresados por causa de un sistema educativo que les roba la niñez.

Y por eso espero que el cuestionamiento social por las tareas escolares para la casa, sea solo el comienzo de muchos provechosos cuestionamientos más, que abran nuevas posibilidades para una educación digna, de calidad y –por qué no– también feliz, para los niños y niñas de nuestro país.

Fuente: http://www.elmostrador.cl/noticias/opinion/2016/07/27/la-tarea-es-sin-tareas-o-el-alma-del-sistema-educacional-esta-enferma/

Imagen: http://www.elmostrador.cl/media/2016/07/5576e1b519bd5_816x544_816x544.jpg

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Libertad y educación.

América del Sur/Argentina/Fuente:http://www.losandes.com.ar/

Por: Elia Ana Bianchi Zizzias.

Evocando hechos históricos en los cuales patriotas, imbuidos con los ideales de independencia y libertad, protagonizaron una gesta compleja, llena de matices de ideas de avanzada para la época, sintieron la necesidad imperiosa y el coraje suficiente, a pesar de sus diferencias en cuanto al proyecto de organización política que debía sustentar el nuevo Estado, de declarar la Independencia de nuestro territorio, al que llamaron, “prudente e imprecisamente, Provincias Unidas de América del Sud” (Luis A. Romero. 2016).

Fue entonces cuando el ideal de libertad política comenzó a gestarse como un desafío en un territorio marcado por la inestabilidad política, las traiciones, los heroísmos, las luchas sangrientas, la violencia fratricida, que recorrían el extenso mapa de la patria.

La libertad política se sustenta en el conocimiento, en los valores del pueblo y de quienes lo representan; es vano tratar de convertir el poder político en democracia cuando la barbarie y la ignorancia generan dictadores. 

Resulta pertinente en esta evocación destacar las figuras de Manuel Belgrano y sus ideas pedagógicas para las escuelas públicas que quiso fundar, muchas de las cuales se podrían aplicar en la actualidad; de Mariano Moreno y, qué decir del Maestro de América, Domingo Faustino Sarmiento: la educación como fundamento de todas las libertades.

En todos ellos existió un común denominador: la importancia de la escuela pública como base de toda independencia política y económica.
Belgrano no sólo donó sus premios por las victorias de Salta y Tucumán para la construcción de escuelas públicas, sino que también elaboró un reglamento para las mismas: “El Maestro es un padre de la patria y merece el sitial más destacado en el Cabildo Local”. (Archivo Capitular de Jujuy , tomo 2 libro IV – 25 de mayo de 1813) 

Mariano Moreno luchó contra el alto grado de analfabetismo de la población desde sus artículos en el diario que fundó: La Gaceta de Buenos Aires. Su impronta fue la libertad de expresión y la oportunidad para que los ciudadanos, libres de ataduras, pudieran expresar libremente sus ideas. “Nada hay más digno de los magistrados que promover por todos los medios la mejora de la educación pública”.
Sarmiento, en De la Educación Popular, advierte que el remedio inmediato para América es la instrucción pública: la escuela como órgano de mejoramiento social; educar ciudadanos eficaces más que individualidades aisladas.

Basten estas evocaciones para advertir que los conceptos de libertad y educación germinaron con fuerza en los albores de la República. Lamentablemente, salvo pocas excepciones, la idea de libertad quedó en los relatos políticos o, como dice el historiador Felipe Pigna, en los festejos patrios y en las letras del Himno.

Me resulta difícil encontrar el hilo de Ariadna que me permita, desde sus orígenes, hablar de libertad y educación en el Sistema Educativo Argentino, cuando sus componentes: leyes, reglamentos, etcétera, siempre estuvieron orientados políticamente por el gobierno de turno y por los iluminados técnicos que importaban las experiencias educativas europeas o norteamericanas sin sentido crítico y sin tener en cuenta la compleja realidad de nuestra república.

Sin embargo, dos hechos trascendentes marcaron a fuego las libertades educativas: la sanción de la Ley 1.420, que surgió de uno de los más extensos y lúcidos debates de la vida democrática argentina, y que posibilitó una ley de educación pública común, obligatoria, gratuita, graduada y tolerante, y la Reforma Universitaria de 1918. El presidente Yrigoyen hizo suyas las banderas de la Reforma y convalidó, a través de sucesivos decretos, sus postulados fundamentales. Así nació la primera legislación reformista en las universidades americanas. 

Desde entonces, se sucedieron gobiernos en los cuales los sistemas educativos se orientaron según las ideologías de los poderes de turno, transformándose, la mayoría de las veces, en vehículos de adoctrinamiento político, cuando no en campo experimental de los expertos en teorías pedagógicas, que poco tuvieron que ver con la participación activa de los docentes en sus diseños curriculares, y menos con su transferencia a los diversos contextos en los cuales se aplicaba.

La crisis de la educación argentina, de la que tanto se ha escrito denominándola “tragedia”, es evidente no solo en las estadísticas, sino en la comprobación de la falta de igualdad de oportunidades, pues la pobreza en aumento, la inseguridad, el clientelismo, ponen límites a la declamada inclusión educativa. En la grave situación que atraviesan los docentes, tanto en su formación como en sus salarios. Con la intervención de sindicatos, que responden más a sus ideologías políticas que a la defensa de los derechos del educador. 

Hoy el éxodo de estudiantes de la escuela pública se produce hacia las escuelas privadas. ¿Qué sentido tiene entonces hablar de libertad de enseñanza cuando la precariedad de opciones está creando profundas grietas en la formación de nuestros niños y jóvenes?

La educación duele :

El paradigma educativo vertical, enciclopedista, autoritario ha colapsado en medio de los diversos desafíos políticos, sociales, científicos y tecnológicos de la contemporaneidad. Tenemos que advertir las exigencias de nuevas formas de educación para nuevas generaciones sin perder de vista valores que sustenten la humanitas. 

Conmemoremos, entonces, en este centenario, el ejemplo de los patriotas que dieron sus vidas por la independencia y la libertad de la República, a esos líderes políticos que fueron verdaderos estadistas y continuemos ese camino que nos mostraron con su ejemplo: no hay libertad sin educación, ni república sin ciudadanos capaces de pensar y actuar por el bien común.

“¿La Historia se repite? ¿O se repite sólo como penitencia de quienes son incapaces de escucharla?”
Eduardo Galeano.

Fuente: http://www.losandes.com.ar/article/libertad-y-educacion

Imagen: http://www.losandes.com.ar/files/image/2016/07/22/1098617.jpg

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Acerca de los Paradigmas Educativos

Juan Carlos Gómez B.

Hacer un intento por indagar lo que significa la formación del profesor desde una perspectiva global, dentro del contexto social, resulta, a juicio general, una tarea de exégesis meticulosa en la cual habría que recoger, integrar y analizar diversos tópicos como lo son: lo pedagógico, lo histórico, lo académico, lo social, lo afectivo, lo cognitivo, etc., que originarían precisamente un modelo de profesor altamente competitivo en el ámbito escolar en la pedagogía actual (la llamada pedagogía por proyectos) pero, que a su vez resultaría  inmerso dentro de un paradigma educativo. Dado que las intenciones de este proyecto escrito no pretenden abarcar tanto, es menester delimitar la ya mencionada tarea y se hará desde dos perspectivas que son de  interés particular: por un lado realizar someramente una revisión sobre los paradigmas educativos trabajados por Ana Rodríguez e Irene Gutiérrez (1995) y por otro, encaminar un análisis sobre la orientación “investigación-acción” que por estos tiempos parece tener bastante resonancia.

Obligadamente habría que hacer una revisión de la línea que las autoras siguen como camino para la formación del profesor, es decir, hablar de enseñanza-aprendizaje, de modelo didáctico, de hombre como ente social, de educación y obviamente de pedagogía. Sin que una jerarquización amerite un orden establecido pero atendiendo a la relación mutua que subyace a estos procesos comenzaré exponiendo la línea desde la pedagogía.

Debe admitirse que es uno de los conceptos más trasegados, tanto es así, que la misma pedagogía hoy, ha traspasado los muros del ámbito escolar; se habla indistintamente de pedagogía política, de pedagogía moral, educativa, ética, social, etc., pero sea cual sea su perspectiva de análisis alude a una formación, hecho este que comienza en el individuo para luego proyectarse a la sociedad. La pedagogía en escala profesional estaría asociada a la conducta* del profesor frente al estudiante, aunque aveces se suele confundir lo pedagógico con lo didáctico. Lograda una distancia desde el mero camino del arte como fue concebida en tiempos tradicionales (paideia) hasta adquirir un estatuto científico, el trabajo de la pedagogía se centra en el conocimiento. “La pedagogía es la disciplina que conceptualiza, aplica y experimenta los conocimientos referentes a la enseñanza de los saberes específicos en las diferentes culturas. Se refiere tanto a los procesos de enseñanza propios de la exposición de las ciencias, como al ejercicio del conocimiento en la interioridad de una cultura”. (ZULUAGA Olga, 1988, p.10).

De cara a la educación Not dice que se trata de la “transformación (de un individuo) orientada hacia determinadas finalidades y obtenida mediante la explotación de situaciones apropiadas”. (NOT Louis, 1983, p. 9), para él la pedagogía es la metodología de la educación. Educación, pedagogía y didáctica entonces, estarán siempre en íntima relación y habría que decir que esta última se ha pensado como el discurso a través del cual el saber pedagógico ha estructurado la enseñanza para hacerla objeto central de sus elaboraciones*.

La enseñanza como exterioridad y el aprendizaje como interioridad respecto al mundo (contexto real) referencian los aspectos más importantes que encaminan la formación del hombre como ente constitutivo de la sociedad y por ende como ser  capaz de dar cuenta de su transformación y la transformación de su medio en aras de un mejoramiento continuo y efectivo.

Consecuente con los anteriores elementos que propician el desarrollo educativo se presentan diversos paradigmas cada uno de los cuales fundamenta la formación de profesores bajo políticas propias:

–          La orientación positivista: de corte cualitativo y cuyo modelo proceso-producto se basa en la Didáctica. Se ubica en esta línea los modelos mediacionales bajo la perspectiva de racionalidad  lógica.

–          Orientación Naturalista (interpretativa o hermenéutica): en esta línea se sitúan los modelos ecológicos y enfoques del pensamiento más allá de procesos exclusivamente académicos, por ejemplo, creencias, valores, actitudes, etc.

–          Orientación crítica o reconstruccionista: también de orientación cualitativa con componente ideológicos. Se ubica en ella la orientación de la investigación-acción (conocido como paradigma emergente).

Zeichner (1983) propone un análisis de cuatro categorías las cuales son estudiadas por las autoras del texto y que se presentan como tendencias que subyacen a la formación del profesorado:

– Concepción tradicional-oficio: tendencia que sigue vigente y que palabras más, palabras menos, hace referencia a la enseñanza transmitida de la misma forma como nos fue enseñada en los diversos niveles de la academia primaria, secundaria y universitaria. Su característica primordial es la mala calidad ya que se privilegia el enseñar como el hecho único de dominar los contenidos, obviamente la enseñanza hoy se dirige más allá: tener en cuenta aspectos afectivos, volitivos, cognitivos, problemas de aprendizaje, productivos,  etc. La propuesta para ir desmontando esta “tradición académica” (en palabras de Zeichner) es la creación  de “escuelas de desarrollo profesional” en las que se combina la indagación, el oficio junto con la disciplina científica para una formación más activa y real frente as un contexto determinado.

– Concepción personalista: centra la formación en la persona del profesor como futura eficacia. Se vincula a la psicología perceptiva donde lo más importante es la percepción (autopercepción) del ser mismo. El ser se construye dentro de una cultura a través de experiencias propias y en constante interacción con los otros. Esta concepción va de la mano con la corriente humanista que concibe la educación como “proceso de construcción de sí mismo. Toda persona tiene capacidad de autodesarrollo, de autorealización. El papel del educador es procurar los medios y condiciones adecuadas para que ese potencial se desenvuelva” (RODRÍGUEZ, M. Ana, 1995 p.23).

Concepción tecnológica: Pone acento en el desarrollo de habilidades y competencias y asume al maestro como técnico. La actividad de éste será de carácter instrumental. Surgen cuatro modelos a saber:

Ø  Modelos basados en las técnicas de microenseñanza: fundamentada en el conductismo, enseñanza descompuesta en microprocesos (exponer, motivar, evaluar, etc.).

Ø  Modelos basados en el análisis de la interacción: centrados en el entrenamiento del  profesor para el manejo de la interacción en el aula, su fundamento es unidireccional luego lo importante es la repercusión del maestro sobre el alumno.

Ø  Modelos basados en la supervisión clínica: de origen conductista , su meta es formar al profesor en la propia realidad escolar.

Ø  Modelos basados en la adquisición de competencias: se trata de una prolongación de la microenseñanza y basan su trabajo en las capacidades del profesor para producir resultados en los alumnos.

Concepción de profesor orientado a la indagación: se basa en le paradigma investigación-acción donde lo importante o mejor, lo más destacado es la concepción de hombre como ser que se  encausa hacia metas reales, donde el ámbito educativo adquiere un estatuto más riguroso en tanto que se problematiza  el medio para una posterior construcción social. Se perfila un maestro no agotado en el diagnóstico por cuanto es capaz de pasar al plano de lo propositivo, de indagar en el ámbito teórico-práctico para generar principios metodológicos capaces de dar cuenta de una problemática real de contexto y su consecuente solución en términos operativos. Se definen políticas de una permanente construcción académica y personal en donde en últimas no sólo se beneficia el profesor sino que a la par el alumno alcanza a formar parte de ese proceso de educación altamente competitivo para los retos que la nueva sociedad exige. La praxis de la mano con la teoría  generan un campo de acción en donde se evidencia una conexión mutua de relación causal entre lo aprendido, el problema investigado, la aprehensión de técnicas metodológicas prácticas y por supuesto respuestas efectivas y proyectivas.

La formación de cara a la investigación origina un pensamiento más práctico en el sentido de no sólo la utilización de teorías ya elaboradas sino como mecanismo para generar nuevas propuestas teóricas, en otras palabras se construyen corpus teóricos a partir de la(s) reflexión acerca de una situación o fenómeno problemático.

Habría que aclarar que los cambios paradigmáticos obedecen o responden a la demanda  de cambio exigida por las variaciones en la estructura social, a las múltiples críticas frente a la llamada “formación del docente” que abarcan desde una concepción eminentemente tradicional hasta una de corte conductista. La capacitación asumida desde modelos y métodos instrumentales supuestos para “enseñar” bien, es decir, enseñar a los maestros a enseñar, es un tipo de capacitación ya agotada, es necesario asumir la educación y la formación desde perspectivas tanto teóricas como prácticas que evidencien el momento coyuntural por el cual atraviesa la sociedad y esta coyuntura obedece precisamente a la indagación y resolución de problemas sociales.

BIBLIOGRAFÍA

–     NOT, Louis. Las pedagogías del conocimiento. México. Fondo de Cultura

       Económica, 1983.

–          RODRÍGUEZ, Marcos Ana. Un enfoque interdisciplinar en la formación de los maestros. Ed, Narcea, Madrid, 1995, p. 17-61.

–          VASCO, Carlos Eduardo. Pedagogía Discurso y poder. Corpodic. Bogotá, 1990.

–          ZULUAGA, Olga Lucía. Pedagogía, didáctica y enseñanza. En Revista Educación y Cultura. No. 14 Bogotá, marzo 1988, p.10.

* Es decir, a la acción del maestro, no sólo en el salón de clase sino también en los demás espacios escolares: patio, sala de profesores, en las reuniones, etc.

* Al respecto de la relación existente entre pedagogía y didáctica y su constante confusión ver VASCO, Carlos E. En Pedagogía, discurso y poder. Corpodic. Bogotá, 1990.

Fuente del articulo: http://articulacionporvenir.blogspot.com/

Fuente de la imagen: https://i.vimeocdn.com/video/541329723.jpg?mw=1920&mh=1080&q=70

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