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La incertidumbre epistémica y las crisis de salud

Por: Sofía García-Bullé

La ciencia es falible, los líderes que la comunican no necesitan ser perfectos, solo sinceros.

Cuando una pandemia alcanza dimensiones globales, la comunicación, la veracidad y la agilidad con la que se comparten los datos es clave. En artículos anteriores, hemos hablado sobre el peligro de las noticias sin fondo y de la información falsa durante el desarrollo de una crisis de salud. Sin embargo, aún si toda la información es verdadera, expedita y clara, existe otro problema en el área cognitiva y social que complica cómo procesamos situaciones como esta: la incertidumbre epistémica.

El término se refiere a ese margen de error en datos o cifras científicas, consecuentes de una falta de conocimiento en el proceso modelo. Este grado de inexactitud es común cuando se trata de traducir a números el avance de un virus con el que no nos habíamos enfrentado antes, cuyos patrones de avance no pueden predecirse con facilidad a números, porcentajes, estadísticas o datos que proyecten certeza.

¿Qué efectos tiene la incertidumbre epistémica?

La ciencia y la incertidumbre van de la mano. Cualquier académico podría explicar sin problema que sin importar la disciplina que se estudie, la incertidumbre es una compañera habitual al camino al conocimiento y la obtención de datos factuales. Podría decirse que la incertidumbre jugó un papel importante en la elaboración del método científico, diseñado para trabajar con base en la hipótesis, algo que creemos pero no de lo que no tenemos pruebas, para llegar a una comprobación y un conocimiento factual.

Idealmente, es a través de la comprobación y el conocimiento factual que la comunidad científica y líderes de diversas esferas obtienen la confianza del público al que responden. Pero la cosa se complica cuando no es posible producir conocimiento factual a la misma velocidad que la gente se contagia, padece la enfermedad y en casos extremos fallece.

Como consecuencia, científicos, periodistas y servidores públicos se han vuelto reacios a proporcionar información que implique entrar en áreas de incertidumbre epistémica, algo muy difícil de evitar cuando se está tratando de comentar sobre el avance de una epidemia nueva.

¿La transparencia ayuda?

Ante un panorama que parecía denotar un hartazgo y falta de confianza hacia los expertos, científicos en el Centro Winton de Riesgos y Comunicación de Evidencia de la Universidad de Cambridge, realizaron un estudio para analizar los efectos de comunicar verdades de incertidumbre epistémica y su correlación con la con la confianza del público que recibe estas comunicaciones.

Los investigadores probaron la reacción del público ante datos presentados en forma cualitativa, usando términos como “se estima que” o “aproximadamente”, además de datos presentados en forma cuantitativa, en la que los comunicadores se centraban en cifras, porcentajes y rangos numéricos. Las reacciones fueron más positivas ante comunicaciones con base en datos, asimismo cuando los comunicadores intentaban ser certeros y honestos.

 “Como público, debemos esperar que  perspectivas científicas sobre la naturaleza del virus y cómo combatirlo cambien conforme se descubren más evidencia, y estar preparados para cambiar nuestra conducta acorde a esto”. 

Generar confianza no se logra con base en la proyección de infalibilidad, más bien de honestidad. En la mayoría de los casos, comunicar verdades a medias o limitar la información puede ser contraproducente, ya que tiene un impacto negativo en la veracidad percibida sobre la información que comparte un comunicador ya sea un líder político, científico o periodista.

Existe un espectro amplio de cosas que no sabemos y no podemos predecir con exactitud en la ocasión de una pandemia como esta, pero esto no debe detener o asustar a las personas responsables de compartir información, es importante que lo sigan haciendo para mantener un nivel de confianza alto entre quienes están a cargo de las estrategias para manejar la crisis de salud y el público general.

Esta confianza es crucial, no solo para mantener la credibilidad de quienes comunican, sino la paz mental de los que reciben la información y el orden social en las comunidades, estados y países afectados por la pandemia. De la misma forma en que es necesaria esta comunicación a pesar de la incertidumbre epistémica, este frágil equilibrio entre locutores y receptores depende de la flexibilidad del público a adaptarse a datos nuevos y a remarcar los límites de la incertidumbre al tiempo que van recibiendo más información.

“Como público, debemos esperar que  perspectivas científicas sobre la naturaleza del virus y cómo combatirlo cambien conforme se descubre más evidencia, y estar preparados para cambiar nuestra conducta acorde a esto”, explica Lorraine Daston, historiadora de ciencia en el Instituto Max Planck para la Historia de la Ciencia en Berlín.

La incertidumbre en una situación de pandemia es imposible de evitar, pero esto no es algo intrínsecamente negativo, mientras se tenga en cuenta que esta abre un camino a la adaptabilidad, el análisis, el pensamiento crítico, la practicidad y la calma, no solamente a la posibilidad del miedo o el desorden social.

Fuente e imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/incertidumbre-epistemica

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Manifiesto por otra educación en tiempos de crisis: 25 propuestas

Por: Julio Rogero, Jaume Martínez Bonafé, Jaume Carbonell y José Gimeno Sacristán

  • Vivimos momentos de excepcionalidad y de incertidumbre que nos sitúan en un tiempo crucial. Percibimos que, tras el confinamiento, existe la tentación y puede que el intento de ejercer mayor control y autoritarismo sobre la ciudadanía. Sin embargo, hemos de aprovecharlo para dar continuidad a la solidaridad mostrada estos días y para pensar juntos salidas para que los Derechos Humanos y de la Infancia salgan reforzados. Uno de los más importantes es el derecho a la educación, imprescindible para avanzar hacia la equidad.

Se pide al alumnado confinado que siga actuando como si estuviera en la escuela (entendida como institución que incluye todo los niveles educativos), al mismo ritmo y con mayor exigencia si cabe, como si nada pasase, cuando en realidad todo es diferente y más si tenemos en cuenta los desiguales contextos sociales y familiares.

Todo lo que sucede nos exige una reflexión profunda y un posicionamiento claro. No podemos sentirnos atenazados por el miedo sino animados por la esperanza de salir reforzados para un tránsito hacia una sociedad más humana y una educación más inclusiva, justa, cuidadosa y equitativa. Nos parece urgente promover un espacio y un tiempo donde cuestionarnos, dialogar, reflexionar colectivamente y hacer un acercamiento racional a la pregunta por la educación que queremos hoy y en el futuro.

Qué hacer en la situación actual

Por ello nos atrevemos a hacer una valoración de lo que estamos viviendo en el ámbito educativo con una serie de consideraciones y propuestas. Estas primeras son relativas al actual de confinamiento y hasta los inicios del próximo curso.

1La educación escolar no va a ser igual tras esta experiencia que confirma las diferencias con que se realiza el trabajo escolar en casa, porque no todo el mundo dispone de los mismos medios ni de la misma situación habitacional, familiar y social.

2. Si la educación es un derecho, una situación de emergencia no debería destruirlo, especialmente para aquellos niños y familias con más necesidades o en condiciones de pobreza. Constatamos que esta situación está aumentando la desigualdades sociales que ya teníamos. En todos los casos no se trata de avanzar en el temario, sino de desarrollar actividades atractivas y de valor cultural: ver buenos documentales sobre naturaleza, películas en versión original subtituladas, escuchar música, pintar, leer, escribir, etc.

3. En esta situación de emergencia y confinamiento consideramos que la rigidez de las medidas tomadas deberían ser más flexibles teniendo en cuenta los derechos de la infancia.

4. No sabemos cómo será el futuro de la educación, pero sí deseamos y nos gustaría que fuera otro. La vuelta a la normalidad, de la que el alumnado en situación de vulnerabilidad y pobreza nunca formó parte, será imposible porque lo que nos está pasando no nos llevará a un retorno sino a otra normalidad diferente y por construir.

5. Cuando se regrese a las aulas habrá necesidad de cercanía, el alumnado necesitará conversar, expresarse, abrazarse… El espacio y el tiempo educativos de la escuela lo debería facilitar sin la presión de los resultados, las evaluaciones, los deberes, con calma, dándose tiempo.

6. Ahora, al acabar este curso, se hace necesaria la promoción automática en todas las etapas educativas incluida la universidad. En esta situación de emergencia no tiene sentido hacer exámenes de evaluación, por eso proponemos la supresión de las pruebas de selectividad, dando por buena la nota media del bachillerato, entre otras posibles alternativas. En Formación Profesional será necesaria una progresiva recuperación de las prácticas.

7. Nos hemos obsesionado con las notas, las calificaciones y los resultados y no por la permanencia de los aprendizajes que sirven para una vida digna. Pero ahora es el momento de resaltar los valores que estamos aprendiendo como la solidaridad, la empatía, la generosidad, la afectividad, el apoyo y el cuidado mutuo, la cooperación… porque hoy toca hacer pedagogía y primar esos valores más humanizadores.

8. Creemos que el verano debería ser un espacio inclusivo, con el fin de disminuir las desigualdades, donde toda la infancia y la adolescencia tenga acceso a campamentos, colonias u otras actividades educativas de tiempo libre, donde se combine el arte, la música, la cultura, el juego y el contacto con la naturaleza.

9. Nos parece necesario que el primer trimestre del próximo curso sea un periodo de adaptación y transición entre los dos cursos, con una tutorización y un acompañamiento intensivos.

10. La experiencia de crisis nos invita a repensar los tiempos, espacios y recursos de que disponemos, y la función de apoyo que podrían desarrollar la TV, la radio, las redes sociales y TIC, sin perder el contacto con el medio natural y social.

11. Otra lección es que quizás tengamos que vivir la vida con más calma, también en la escuela, dando tiempo y respetando los procesos de aprendizaje de cada persona… El estrés que se está generando en familias y niños y niñas por las tareas académicas en casa, hemos de frenarlo con otras formas de hacer más creativas y respetuosas de los intereses de la infancia.

12. Todo lo que está sucediendo nos lleva a poner en cuestión el actual modelo educativo para poder avanzar hacia un modelo alternativo. Sencillamente porque esta situación nos está mostrando que hay otras maneras de educar.

Cómo avanzar en el futuro

En esta segunda parte incluimos propuestas de pensamiento y acción para avanzar hacia la educación que queremos:

13. Repensar juntos, tras esta parada en el camino, cómo mejoramos y cambiamos lo que tenemos y cómo reinventamos la educación, cuestión que se nos presenta cada vez con mayor urgencia. Este cierre del espacio escolar debería servirnos para resignificar la educación y romper el ritmo frenético y la presión que ejercemos sobre la infancia y la adolescencia.

14. Poner la mirada en las necesidades de la infancia y la adolescencia. Es necesario que vuelvan a apasionarse por aprender por sí mismos y desde sí mismos, a jugar, a tener tiempo libre en el que puedan aburrirse, a relacionarse libremente, a no engancharse a las pantallas para encontrarse con la naturaleza.

15. Hacer una revisión a fondo de la estructura y el contenido del currículo escolar. Para que los contenidos interdisciplinares y transdisciplinares, de complejidad creciente e interconectados, tomen la centralidad de los aprendizajes escolares. Estos saberes han de proporcionarnos un conocimiento más profundo del mundo y de los problemas de la humanidad.

16. Introducir un currículo ecosocial que promueva contenidos y valores para combatir la emergencia climática y favorecer el desarrollo sostenible. La supervivencia del planeta Tierra exige conciencia y acción desde todos los ámbitos.

17. Introducir un currículo feminista, que cuestione el modelo patriarcal, que condene todas las violencias de género, que reconozca la plena igualdad de derechos y promueva las prácticas de la coeducación en todos los ámbitos educativos.

18. Incorporar como elemento central el acompañamiento en el aprendizaje, mediante el tránsito de la información al conocimiento para saber vivir, conocer el mundo y tratar de transformarlo, orientando, a su vez, los procesos madurativos integrales.

19. Dinamizar el diálogo, la conversación, el pensamiento crítico como instrumentos pedagógicos básicos para la construcción y autocreación de personas autónomas, sujetos en proceso permanente de producción de sus propias vidas.

20. Potenciar la dimensión relacional de la educación a través de la convivencia positiva y la experimentación de la democracia, donde el diálogo deliberativo y el acuerdo son centrales.

21. Recuperar el sentido comunitario y democrático de la escuela, devolviendo a las familias y a los niños y niñas su espacio de responsabilidad colectiva en el procomún de la educación, haciendo más efectivos los actuales canales de participación y creando otros.

22. Repensar las políticas educativas, protegiendo y extendiendo la escuela pública y eliminando procesos de privatización, desde las nuevas perspectivas sociales para que garanticen el protagonismo de la ciudadanía y del pueblo, asegurando el derecho de todos a la educación y los derechos de la infancia para una vida digna.

23. Promover el compromiso en la lucha contra las desigualdades dentro y fuera de la escuela con políticas compensadoras y de discriminación positiva hacia la infancia y la adolescencia, víctimas de esta injusticia social y escolar.

24. Abrir el sistema educativo a la sociedad y a la vida, que tiene en cuenta lo que aporta la comunidad local y la global. Basado en la dignidad humana, la cooperación, la comprensión de la interdependencia, la empatía y la relación fraterna y humana como bases sólidas de cualquier modelo educativo.

25. Situar en primer plano, ahora ocultada y socialmente poco valorada, la función docente con una sólida formación cultural y pedagógica y como dinamizadora central de la socialización de la infancia, de la convivencia positiva y de la creación de ambientes de aprendizaje compartidos y cooperativos.

Entendemos que estos podrían ser algunos de lo elementos constitutivos del camino por el que avanzar en el tránsito hacia una nueva educación. Demos una salida positiva y constructiva a la quiebra que, constatamos, vive el actual sistema educativo en una sociedad en situación de emergencia.

Sabemos que es posible hacerlo y animamos a que pensemos y construyamos juntos y juntas lo que queremos de la educación.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/2020/04/14/manifiesto-por-otra-educacion-en-tiempos-de-crisis-25-propuestas/

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Asociaciones científicas: Un llamamiento a las plataformas de contenido ‘online’ para que frenen la pseudociencia del coronavirus

Redacción: El País

Varias asociaciones científicas y de defensa de los pacientes reclaman en esta carta abierta que se actúe con más rotundidad contra quienes aprovechan la pandemia para promocionar pseudoterapias.

A las plataformas para contenido online, que nutren las redes sociales:

Somos conscientes de, entre otros, el anuncio de Google de prohibir los anuncios de tratamientos médicos experimentales o sin aval científico, así como hemos venido comprobando la ineficacia práctica de la propuesta.

Hay decenas de perfiles alojados en diversos canales (YouTube, Facebook, etc.), que de manera continuada y reiterada publican bulos en salud, principalmente pseudoterapias o falsos remedios que, a pesar de ser denunciados por otros usuarios, y retirado puntualmente su contenido, este vuelve a cargarse y difundirse prácticamente instantes después.

Todo ello, a pesar del Plan para la Protección de la Salud frente a las Pseudoterapias #CoNprueba, lanzado por el Gobierno de España en noviembre de 2018.

La catástrofe sanitaria, social y política que estamos viviendo con el actual coronavirus y la enfermedad que este provoca debe ser el comienzo que asiente las bases de una libertad de expresión real y efectiva en redes sociales y canales de comunicación; de manera que, de ahora en adelante, se eviten perfiles dedicados a la difusión de fake news, pseudociencias y pseudoterapias.

Sin otro particular y quedando a vuestra disposición:

Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas; Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid (ICOMEM); ARP-Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico; Farmaciencia; Círculo Escéptico; Asociación Española de Científicos; Asociación Española para el Avance de la Ciencia, AEAC; Asociación Española de Comunicación Científica.

Fuente: https://elpais.com/ciencia/2020-04-02/un-llamamiento-a-las-plataformas-de-contenido-online-para-que-frenen-la-pseudociencia-del-coronavirus.html

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Libro(PDF): «Mujeres jóvenes y niñas indígenas en la explotación cauchera de la Amazonía (1904 – 1912): despliegues epistémicos emergentes del pensamiento alternativo latinoamericano»

Reseña: CLACSO

El 12 de octubre de 2012, en el corregimiento de La Chorrera, departamento del Amazonas, Colombia, se conmemoró el centenario del Etnocidio Cauchero Casa Arana. Las razones y justificaciones que motivaron esta investigación emergen de los Requerimientos realizados por descendientes de las víctimas de las comunidades indígenas afectadas; y de abordajes académicos a partir del Doctorado en Ciencias Sociales, Niñez y Juventud, línea: Jóvenes, Culturas y Poderes. En este contexto, el presente estudio recompone los hechos a través de diversas fuentes para visibilizar la violencia que se ejerció contra niñas y mujeres jóvenes indígenas, entre 1904 y 1912, primer período de la explotación cauchera; y para acercar al entendimiento sobre las razones que motivaron estos acontecimientos. El abordaje epistémico se realiza a partir de corrientes del pensamiento latinoamericano decolonial, relacional, ambiental y alternativo, las cuales reconocen y respetan la diversidad humana; la biodiversidad y la interculturalidad. Epistemes críticas de la modernidad occidental y de su espíritu colonizador, indolente y universalizantes. Todo ello desde una propuesta estética y ética de respeto por la memoria de las víctimas.

Autores (as): Alvarez Chica, Ana María

Editorial/Editor: Centro de Estudios Avanzados en Niñez y Juventud alianza de la Universidad de Manizales y el CINDE

Año de publicación: 2017

País (es): Colombia.

Idioma: Español.

ISBN: Reconocimiento-No Comercial-Sin Derivadas CC BY-NC-ND

https://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.0/deed.es

Descarga: Mujeres jóvenes y niñas indígenas en la explotación cauchera de la Amazonía (1904 – 1912): despliegues epistémicos emergentes del pensamiento alternativo latinoamericano

Fuente e Imagen: http://biblioteca.clacso.edu.ar/colecciones/saladelectura/index.php?a=q&r=1&hs=1&t=1&q=Pedagog%EDa&j=dl&c=general&fqf=TX&Submit=buscar+en+CLACSO

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El mundo en la incertidumbre, con una boca de chocolate y las sociedades baten que baten

Por: Rose Mary Hernández Román
 El orden global del mundo se encuentra en una completa vacilación.
Con la llegada de la pandemia, algunos aspectos se denotan desde una perspectiva común: El coronavirus agudiza  la lucha de las ideologías, en un contexto  donde se demuestra que la mayor parte de los conflictos actuales se deben a que el enemigo de hoy es el vecino de ayer y resurgen viejas y nuevas formas de racismo, discriminación y xenofobia.
El covid 19 ha llegado y pertenece a la nueva orden que domina todo política biológica económica. Ha precipitado el curso de la historia, que ya iba apresurado y, que ahora, con el  sistema económico social del capitalismo colapsado, amenaza con el rompimiento de consecuencias que  no se pueden prever. Desde hace muchos años, las sociedades se encuentran sumergidas en un orden vigente incapaz de responder a los desafíos planetarios, a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, al cambio climático,  a las crisis sanitarias, a las crisis educativas, a las crisis éticas y, por ende, se ven comprometidas ante desafíos que vendrán.
El mundo está en incertidumbre, con una boca de chocolate y la gente bate que bate buscando respuestas  donde  se enfrentan sociedades, se agudiza aún más la lucha de poder y por el control global, dentro de un «neo-orden» que  reclama severos impedimentos de la libertad en ofrenda de una supuesta seguridad, donde resaltan las violaciones de derechos que por tiempo prolongado e ininterrumpido han propiciado gobernantes carentes de amor al pueblo, de amor y preocupación a su gente, sometiéndoles s a la burla y la pobreza.
Ante esta realidad, es necesario que los sistemas educativos de las regiones constantemente minimizadas por sistemas dominantes o por las malas políticas de gobierno, se alineen para permitir una neo-formación del individuo, plenamente emancipado y descolonizado, con un perfeccionamiento espiritual, ético-moral, capaz de desarrollar una conciencia crítica, humanista y de libertad, donde se supere el colapso social y que pueda  hacer frente la crisis sistémica en la cual nos encontramos atorados.
Es necesario un ser pensante  que contrarreste las imparables tendencias hacia la relajación y del no-pensamiento, o hacia la mediocridad y la estupidez, o hacia el llamado pensamiento igual, lineal, único, que se cuela peligrosamente sobre nosotros, imponiéndonos corrección, socavando las ideas, violando y burlando la  comprensión e inteligencia, mutilándonos la lengua con la misma fuerza con que lo hizo ~con~ la desdichada Filomena, el brutal rey legendario de la mitología griega, Tereo, quien le cercenó  la lengua y encerró en una solitaria prisión en el bosque para que no pudiese explicar el abuso sexual  que consumó en  ella.
Luego de este caos, el mundo ya no será el mismo. Sin la noción de la humanidad como gran comunidad de miembros interconectados, se puede imponer, una visión del cosmos basada en el egoísmo y la simplificación, que deja pista libre a los visionarios del enojo, que son al mismo tiempo los mesías de la restauración del orden. Ese es un gran costo,  al que se enfrenta la existencia.

Fuente: la autora escribe para el Portal Otras Voces en Educación

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Durante la epidemia el hogar será escuela substituta.

Por: Gilberto Guevara Niebla

El mundo enfrenta un desafío sin paralelo. La epidemia del COVID-19 se extiende por todos los continentes con velocidad sorprendente y pasará mucho tiempo —al menos un año, se dice— para que la ciencia logre producir una, o, en su caso, varias, vacunas que hagan posible enfrentarla con eficacia.

Las escuelas ofrecen alto riesgo de contagio. Sabemos que en ellas se congregan a millones de estudiantes (sólo en educación básica hablamos de 25 millones de alumnos) y por ello se teme que propicien la transmisión del virus. Dada esta circunstancia parece prudente la decisión de las autoridades educativas de adelantar las vacaciones y extenderlas a 30 días en los niveles básico y medio superior. Aunque tal vez será necesario en el futuro que esta suspensión se extienda aún más.

El hecho de que los alumnos dejen de ir a la escuela no debería ser obstáculo para que en sus casas continúen estudiando y trabajando con los libros de texto y con los recursos digitales que están accesibles a quienes cuentan con computadora e internet. La SEP, las secretarías de educación de los estados, los supervisores y directores de escuela, deberían acompañar la emergencia proporcionando a los padres de familia y a los estudiantes recomendaciones y orientaciones para el trabajo de los alumnos en sus hogares.

Esta pausa sin escuela puede ser aprovechada por niños y adolescentes en la lectura de buenos libros o realizando pequeñas investigaciones con la ayuda de internet.

La epidemia es una tragedia dolorosa y triste, pero debemos sacar de ella las lecciones de moral correspondientes. Brinda la oportunidad para pensar sobre sus dimensiones científicas, pero igualmente sobre sus connotaciones éticas. Nos invita a reflexionar sobre la vida y el dolor humano, a tomar distancia con nuestro ego y pensar empáticamente en los otros, a ponderar valores como la compasión, la generosidad y la solidaridad.

También el coronavirus ofrece una oportunidad para desarrollo del pensamiento crítico. Analizar el origen de esta pandemia es tema de crucial importancia y se vincula a las relaciones del hombre con la naturaleza. ¿Qué es un virus? ¿Qué características peculiares han hecho del COVID-19 un virus con tanto potencial dañino? ¿Qué papel juegan las mutaciones en el desarrollo de ese poder destructivo? Etc.

Padres y madres de familia están obligados a asumir un papel educativo y explicar a sus hijos lo que está sucediendo con esta pandemia. Una buena información es básica para combatir los miedos irracionales, los mitos, los prejuicios y las versiones falsas que se difunden extensamente en las redes sociales. Los padres, asimismo, deberán dar instrucciones precisas a sus hijos pequeños sobre las reglas de higiene que deben seguir durante el tiempo que dure esta calamidad.

El desastre del coronavirus nos intimida a todos. El desconcierto es mayor dado el conocimiento todavía limitado que tenemos sobre el virus y las formas concretas con las cuales se produce el contagio. Esta ignorancia parcial produce en nosotros miedo y desconcierto, pero yo los invito a enfrentar la adversidad con optimismo y con esperanza; tal vez esta tragedia redunde en una mayor expresión de humanismo, de autoaprendizaje y de solidaridad con los que sufren.


Artículo publicado en La Crónica de Hoy.

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