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Escribir

Ilka Oliva Corado

Escribir, escribir, escribir, escribir.

Escribir si llueve, si hace sol, si está nublado, con luz de candil, en el bullicio, en el silencio, en la madrugada, a medio día, en el baño, en el autobús, en la calle, en el encierro del desarraigo.

Escribir en la ebriedad, en la sobriedad, en la agonía, en el llanto, en la pérdida, en el abandono. En la enajenación. En la abundancia. En la adicción. A pesar de las circunstancias, escribir.

Escribir sin vergüenza, en la timidez, en el bochorno, sin miedo, a pesar del temor, sin decoro, en la ansiedad; en la alegría, en la histeria, en el dolor, en la incertidumbre, en el éxtasis. Escribir sin freno, sin delicadeza, con ternura, con cólera, sin prisa, en la premura, en la urgencia, en la soledad, escribir, escribir, escribir.

Escribir en la desnudez, en la culpa, en el desasosiego, en el descampado, en la calidez, en la paranoia, escribir en la insatisfacción, en el cuestionamiento, en la placidez, en el descontento. Escribir, escribir, escribir.

Escribir con sed, en la agonía, con la herida abierta, escribir en carne viva, en la restauración, en el quebranto, como terapia, como compañía, como catarsis, como expresión, como realización. Escribir, escribir, escribir.

Escribir en la desconfianza, en el vacío, como sanación. Escribir sana, escribir cura, fortalece, encausa, satisface, escribir libera. Escribir, escribir, escribir a todas horas, todos los días, como respiración…

Fuente del articculo: https://cronicasdeunainquilina.com/2017/10/03/escribir/

Fuente de la imagen: https://comohacerpara.com/imgl/03270-escribir-cuento_l.jp

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Descubren cómo el cerebro identifica a la persona con la que hablamos

Por: Tendencias 21

Un grupo de neuronas es capaz de distinguir las voces, las frases y la entonación.

Científicos norteamericanos han descubierto a un grupo de neuronas que es capaz de distinguir las voces, las frases y la entonación, pudiendo de esta forma identificar al hablante. El estudio confirma que el cerebro es capaz de identificar características importantes que dan significado a lo que está escuchando.

Los cambios en la entonación son fundamentales para el éxito de la comunicación humana. En las lenguas tonales, como el chino mandarín, la alteración del tono llega a cambiar por completo el significado de una palabra. Y en idiomas como el inglés o el español, esta variación puede modificar el sentido de una frase.

Aunque está demostrado que ciertas partes del cerebro humano y de otros primates son sensibles al tono vocal y al modo de hablar, ningún estudio ha descubierto el misterio sobre cómo se detectan y se representan esos cambios en el cerebro.

Investigadores de la universidad de California en San Francisco, cuyos resultados se publican en la revista Science, han identificado un grupo concreto de neuronas en el cerebro que crean diferentes respuestas a las modificaciones en el tono del lenguaje.

“Una de las misiones del laboratorio es entender de qué manera el cerebro traduce los sonidos en significado”, asegura Claire Tang, coautora del trabajo, en un comunicado de la citada universidad-

“Lo que estamos observando es que hay neuronas en el neocortex cerebral que procesan no solo qué palabras estamos diciendo, sino también cómo son dichas”, explica.

Tang y su equipo monitorizaron la actividad eléctrica de las neuronas en una parte de la corteza auditiva, el giro temporal superior (STG, por sus siglas en inglés), donde ya se habían observado indicios del procesamiento del acento, los tonos y la entonación.

Así, analizaron la respuesta de las neuronas ante cuatro frases grabadas por tres voces diferentes y con distintas entonaciones: neutral, enfatizando la primera palabra, enfatizando la tercera, o en modo pregunta.

Los resultados demostraron que algunas neuronas del STG pueden distinguir las voces debido a las diferencias en la gama vocal. Otras neuronas distinguen cada una de las frases, sin importar quién lo diga, basándose en los distintos fonemas que las forman.

Y un último grupo hace distinciones entre los cuatro patrones de entonación usados, de modo que modifican su actividad dependiendo de donde recaiga el énfasis, sin importar la frase o la persona que las pronuncie.

Algoritmo para anticiparse a las neuronas 

A partir de esta información, los científicos crearon un algoritmo para predecir la reacción de las neuronas en función del hablante, la fonética y la entonación, y trataron de deducir las respuestas ante cientos de frases pronunciadas por diferentes personas.

De este modo, observaron que las neuronas que responden a la entonación se centran más en el tono relativo alto y bajo de la voz, es decir, cómo varía la entonación a cada instante del discurso.

Por el contrario, aquellas neuronas que responden ante los distintos hablantes se enfocan más en el tono absoluto (capacidad de distinguir una nota sin la ayuda de otra referencial).

“Para mí este es uno de los aspectos más emocionantes del estudio”, asegura Tang. “Hemos sido capaces de demostrar no solo dónde se codifica la prosodia, sino cómo, al explicar la actividad en términos de cambios específicos en el tono vocal”.

El estudio, que se pudo llevar a cabo gracias a una tecnología para mapear la actividad eléctrica en pacientes con epilepsia severa antes de la cirugía, sostiene una vez más que el cerebro es capaz de identificar características importantes que dan significado a lo que está escuchando.

Pero más importante aún, revela cómo el cerebro es capaz de desmontar la compleja fuente de sonidos del habla que recibe en cuestión de milisegundos (entonación, consonantes y vocales que forman palabra y frases, etc.).

“Ahora, la pregunta importante sin contestar es cómo controla el cerebro nuestro tracto vocal para producir esos sonidos intencionales. Espero que resolvamos este misterio pronto”, concluye Tang.

Referencia
Intonational speech prosody encoding in the human auditory corte. Science  Vol. 357, Issue 6353, pp. 797-801. DOI: 10.1126/science.aam8577
Fuente: http://www.tendencias21.net/Descubren-como-el-cerebro-identifica-a-la-persona-con-la-que-hablamos_a44125.html
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Reseña de Libro: Desafíos del pensamiento crítico.

Memorias del Décimo Congreso Ecuatoriano de Sociología y Políticas.

Tomo I.

Adrián López Andrade. Dario Terán Pazmiño. Francisco Hidalgo. [Editores]

Francisco Hidalgo. Armando Bartra. Adrián López Andrade. David Chávez. César Albornoz. Japhy Wilson. Alberto Acosta. John Cajas. Napoleón Saltos Galarza. Mancero Mónica. Fernando López. [Autores de Capítulo]
…………………………………………………………………………

ISBN 978-9942-945-52-5
Universidad Central del Ecuador. CLACSO.
Quito.
Julio de 2017

La publicación de los cuatro tomos de “Desafíos del Pensamiento Crítico en Ecuador y Latinoamérica” representa un trabajo colectivo que involucra a varías universidades, a académicos expertos y a investigadores jóvenes en el debate sobre el presente y futuro de nuestras disciplinas académicas y del país. Es un logro para afirmar espacios universitarios de reflexión del pensamiento sobre el Ecuador y desde el Ecuador con sus interrelaciones regionales y globales.​

En este primer tomo se en dos grandes áreas. En la primera, se presentan trabajos que abordan desde diversas perspectivas los desafíos a los que se enfrenta el pensamiento crítico en las Ciencias Sociales. En la segunda, se presentan trabajos que analizan la actualidad de los distintosRegímenes Políticos en Ecuador y la Región.

Fuente: http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/se/20170824054817/Desafios_del_Pensamiento_Critico_tomoI.pdf
Imagen:  http://www.clacso.org.ar/clacso/novedades_editoriales/img_tapas/1267_Tapa.gif
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Educación y problemas complejos: sobre los límites del design thinking

Juan Freiré

Educación y problemas complejos

Tal como plantea Peter Senge la mejor forma de aprender, en el sentido de generar  aprendizaje significativo y profundo, es trabajar sobre “lo que nos afecta” mediante procesos situados que enfrentan problemas complejos. Este tipo de problemas se oponen a los que podríamos denominar como “problemas agudos”, bien definidos y que admiten una solución basada en la aplicación de un conocimiento técnico disciplinar. Por el contrario los retos más urgentes y relevantes para nuestra sociedad son crónicos o complejos:

… tenemos dificultad incluso para definirlos y no admiten una solución disciplinar… [son] problemas difíciles o imposibles de resolver dado que no se pueden formular por completo y a la vez cualquier solución es siempre parcial dado que las condiciones son cambiantes y/o la misma solución implica también impactos negativos

… este tipo de problemas … solo se pueden comprender mediante la inmersión y por tanto solo cuando nos afectan porque somos parte activa del propio proceso. Los expertos y planificadores abordan los problemas bien definidos mediante diagnósticos basados en conocimiento “profesional”. Los problemas complejos y crónicos requieren de escucha. Comprender las diferentes perspectivas y ángulos de un contexto requiere de diversidad en las voces participantes. Esta diversidad no se restringe solo al conocimiento profesional ni es suficiente la multi- o inter-disciplinariedad. Se necesitan las voces de los afectados, de la ciudadanía, que construyen (la percepción, la definición) del problema junto con las de los expertos y los responsables de su gestión….

Podríamos por tanto concluir que el abordaje de los problemas complejos, precisa de innovación ciudadana, que “entiende la innovación como un proceso colectivo que forma parte de la propia naturaleza humana y que se asienta sobre la capacidad de escucha y sobre lo indisciplinar y que actúa siempre de modo situado. Esta innovación es la que puede abordar los problemas crónicos de una forma orgánica”. Este enfoque es el núcleo central de un aprendizaje activo, colectivo y orientado al desarrollo de capacidades de innovación y creación.

Educación y design thinking

Como pone de manifiesto este reciente artículo en The Atlantic, How design thinking became a buzzword at school, el pensamiento de diseño o design thinking (DT) provoca hoy en día fascinación entre estudiantes y profesores e incluso se está haciendo en si mismo sinónimo de transformación pedagógica. Pero el mismo artículo refleja la enorme confusión sobre lo que realmente es el DT. Neil Stevenson, de IDEO, explica porque es tan difícil tener una definición única y clara dado que el DT sería:

… a bundle of mindsets and philosophies all wrapped up in one term, which obviously has the potential to lead to ambiguity and misunderstanding. …

The design-thinking philosophy requires the designer to put his or her ego to the side and seek to meet the unmet needs, both rational and emotional, of the user…

La consecuencia de esta obsesión por el uso educativo del DT es el nacimiento de numerosos proyectos impulsados por consultores, empresas, fundaciones o instituciones educativas que crean kits prêt-à-porter de implementación de estas técnicas en programas educativos. Pero, ¿qué hay realmente útil y transformador en esta forma de innovar en educación? Para contestar debemos regresar al enfoque de Senge y entender que el DT es un enfoque adecuado para abordar problemas agudos o técnicos:

Los expertos … se han especializado en la resolución de lo que podríamos denominar problemas agudos. Aquellos problemas bien definidos y que admiten una solución basada en la aplicación de un conocimiento técnico normalmente disciplinar.

El DT es un proceso, en su fase de investigación, de diagnóstico por expertos. Los usuarios aportan información pero no son parte del proceso. Y aunque el objetivo tal como lo define el DT es “generar empatía”, la realidad es que en un proceso de diagnóstico donde el experto no es realmente afectado por el propio proceso y los afectados no pueden construir el problema, esa empatía es cuando menos superficial y genérica.

Por tanto la aplicación de DT en el ámbito educativo implica que o bien se concentre en problemas agudos (o sea tomaría un papel secundario) o bien en trivializar los problemas complejos para convertirlos en agudos. La realidad es que se tienden a trivializar los problemas y retos que motivan el aprendizaje. Por ejemplo procesos de aprendizaje basado en proyectos en que el resultado esta ya predefinido y se convierten en una tarea rutinaria equivalente a lo que sucede con la educación convencional. Simplificar los problemas no es la vía, acompañar o facilitar el aprendizaje si.

¿Cómo abordar los problemas complejos?

Los problemas complejos requieren de inmersión y escucha, de un colectivo que construye el problema y en el que todos a así vez son expertos, afectados y activistas. Este artículo en FasCoDesign, Want to fight inequality? forget design thinking, aporta argumentos claros sobre las limitaciones del DT para abordar problemas complejos a partir de la práctica del Creative Reaction Lab (CRL) que aborda la desigualdad y exclusión social en el sur de EEUU:

… holds workshops and pursues other projects that address several areas affecting marginalized communities, such as education, employment, and gun and domestic violence. And the workshops aren’t just for designers; they also bring together policy experts, speakers, community partners, and citizens working in different fields. Importantly, they look and sound nothing like a design event. You will not hear Carroll preaching about “design thinking” or solutionism. Rather, the Creative Reaction Lab starts from the premise that design’s greatest value is in exposing the invisible mechanisms of inequality, many of which were by design themselves…

El CRL identifica dos aspectos esenciales en el abordaje de procesos comunitarios que pretenden enfrentarse a retos complejos. El primero es el problema de exclusión: “The people who are being designed for are invited to give their perspective and to give their feedback, but are otherwise left out of the design process”. El segundo es enfocarse en las aproximaciones, no en las soluciones: “These systems are so embedded into history and society they are invisible to many, meaning there’s no one simple thing to solve for. That’s why Carroll prefers to use the word “approaches” rather than “solutions” … because it shows this is not a finite type of solution—it’s flexible, it’s agile”.

¿Qué aporta de bueno el DT a la educación?

Regresando al artículo en The Atlantic:

At its best, design thinking incorporates proven-effective teaching techniques such as self-directed inquiry and collaborative problem-solving, and dovetails nicely with social-emotional learning curricula that emphasize interpersonal skills such as collaboration and empathy.

En mi opinión el DT no puede ser el marco de actuación donde se desarrollen los procesos de aprendizaje, y menos aún el marco único donde se diseñen e implementen esos procesos. Pero el conjunto de herramientas y actitudes que forman parte del DT si pueden ser parte de los métodos que se utilicen en el abordaje de los problemas complejos.

Fuente del articulo: http://juanfreire.com/educacion-y-problemas-complejos-sobre-los-limites-del-design-thinking/

Fuente de la imagen: http://juanfreire.com/wp-content/uploads/2017/04/qmdap1tau0g-patrick-tomasso.jpg

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Libro: Seis Sombreros para Pensar

Libro: Seis Sombreros para Pensar

Autor: Edward De Bono

1999

Ediciones Juan Granica S.A.
España
Cuando una persona se enfrenta a un proceso de toma de decisiones, su mente comienza a contemplar una serie de razones y emociones que le llevan a optar por una alternativa. Ese extraño proceso mental en que el individuo coteja las ventajas, los inconvenientes, los hechos, los sentimientos y otra serie de informaciones relevantes resulta muy difícil de explicar o de simular. En consecuencia, lo que se da de forma natural en el cerebro humano suele resultar extremadamente complejo cuando, por ejemplo, tratamos de aplicarlo a una decisión colectiva. No es de extrañar que en esos casos surja la confrontación, que cada participante ensaye tirar para su lado y que muchos no quieran o no sean capaces de asumir la perspectiva de otros.
Pues bien, el método de los seis sombreros no hace sino reproducir, de forma más sencilla, los procesos que tienen lugar en nuestra mente cuando tomamos decisiones, convirtiéndolos en algo sistemático y público. Para simplificar el pensamiento, este método propone que las cosas se atiendan una por una, y que todos los participantes se concentren coordinadamente en la que está siendo estudiada. Así, no solo se facilita el cambio de actitud —para lo cual basta con pedir un cambio de sombrero—, sino que se organizan puntos de vista diferentes y se crea un mapa enriquecido para tomar mejores decisiones.
Cada sombrero simboliza una forma de ver, una manera específica de pensar, que no se preocupa tanto por describir lo ya ocurrido, sino que intenta vislumbrar lo que está por venir. Al tratarse de una convención aceptada, que responde a ciertas reglas concretas, el uso de los sombreros permite expresar libremente aquello que la racionalidad lógica de occidente tiende a censurar y, al mismo tiempo, contribuye a limitar y a darle un mejor uso a ciertas formas de pensamiento que son propias de dicha racionalidad, pero que por lo general suelen conducir a discusiones y confrontaciones infructuosas. Cuando los pensadores han incorporado las reglas de este método y el uso de los sombreros se ha convertido en una especie de lenguaje común, el ejercicio de pensar logrará deparar resultados maravillosos e imprevistos.
Para descargar el libro, haga clic aquí:
Fuente de la Reseña:
https://www.leadersummaries.com/ver-resumen/seis-sombreros-para-pensar
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Modelizan el cerebro con piezas virtuales de Lego

Por: Tendencias 21

Ayudará a los neurocirujanos en las delicadas operaciones quirúrgicas.

Investigadores de Luxemburgo han modelado el cerebro con piezas virtuales de Lego, con la finalidad de ayudar a los neurocirujanos durante las intervenciones quirúrgicas. El modelo prevé la deformación del órgano durante la operación y proporciona información sobre la localización exacta de las zonas que deben ser operadas y de las zonas vulnerables.

nvestigadores de la Universidad de Luxemburgo, en colaboración con la Universidad de Estrasburgo, han desarrollado un método de cálculo que podría guiar a los cirujanos mientras operan al cerebro, según informa la citada universidad en un comunicado.

A menudo, los neurocirujanos deben operar a ciegas, ya que tienen una visión limitada de la superficie del órgano y no consiguen ver lo que se oculta en el interior. Algunas imágenes pueden tomarse sistemáticamente durante la intervención quirúrgica, pero desde que empieza la sesión de fotos, la ubicación de la zona específica que debe ser operada varía, un riesgo que el cirujano debe evitar constantemente.

Los profesionales se basan sobre todo en su experiencia cuando utilizan instrumentos quirúrgicos para, por ejemplo, retirar un tumor sin dañar el tejido sano, o sin seccionar por accidente importantes vías sanguíneas.

Stéphane Bordas y su equipo, de la Universidad de Luxemburgo, han desarrollado un método para formar a los cirujanos y ayudarles a estar entrenados para operaciones complejas, así como a guiarles durante la intervención.

Para conseguirlo, el equipo ha desarrollado modelos matemáticos y algoritmos digitales que permiten prever la deformación del órgano durante la operación y de proporcionar información sobre la localización exacta de las zonas que deben ser operadas y de las zonas vulnerables. Gracias a estas herramientas, el profesional puede practicar operaciones virtuales previas, con la finalidad de anticipar posibles complicaciones potenciales.

Conociendo que el cerebro es una materia compuesta de materia gris, materia blanca y de fluidos, los investigadores utilizan datos obtenidos mediante imágenes de resonancia magnética (entre otras) para descomponer el cerebro en piezas similares a las de un juego de Lego.

 

Imagen del sistema desarrollado para ayudar a los neurocirujanos. Foto: Universidad de Luxemburgo.

Imagen del sistema desarrollado para ayudar a los neurocirujanos. Foto: Universidad de Luxemburgo.
Miles de Legos interactivos

El color de cada una de estas piezas depende de la materia que representa: blanca, gris o fluida. Este cerebro digital en Lego, como así le llaman los investigadores, se compone de miles de estas piezas interactivas y móviles que se utilizan para calcular la deformación de un órgano sometido a cirugía.

Cuanto más se utilizan estas piezas para modelizar el cerebro, más precisa es la simulación. Sin embargo, mientras más piezas se solicitan, más se ralentiza la velocidad de tratamiento, ya que la velocidad de cálculo requerida es mayor. Para el usuario, es indispensable encontrar el equilibrio entre precisión y velocidad cuando decide el número de piezas a utilizar en cada operación.

Los trabajos del profesor Bordas son cruciales porque permiten, por primera vez, controlar a la vez  la precisión y el tiempo de cálculo de las simulaciones.

El  método ofrece un ahorro de tiempo y de dinero al profesional, indicándole el tamaño mínimo que las piezas de Lego deben tener para conseguir la precisión necesaria, según los investigadores.

Por ejemplo, si el margen de error aceptable en una determinada intervención es del 10%, las piezas de Lego deben tener un tamaño mínimo de 1 mm., aseguran los investigadores. Si el margen aceptable es del 20%, las piezas de Lego a utilizar deben ser de 5 mm.

Este método tiene al menos dos ventajas, concluyen: se puede estimar la calidad y concentrar el esfuerzo de cálculo requerido solo sobre las zonas escogidas para operar, lo que permite ahorrar un tiempo de cálculo precioso.

Los investigadores se proponen ofrecer más adelante a los neurocirujanos una solución que funcione en tiempo real durante las intervenciones, de tal manera que puedan actualizar el modelo de simulación con la ayuda de los datos (imágenes previas) de cada paciente, aunque falta un poco para conseguir este nivel.

Todavía deben desarrollar métodos más robustos para evaluar el comportamiento mecánico de cada pieza de Lego que representa al cerebro. Al mismo tiempo, deben poner a punto una plataforma informática en la que los cirujanos puedan testar el modelo para decir si es realmente práctico.


Referencia
Real-time Error Control for Surgical Simulation. IEEE Transactions on Biomedical Engineering (DOI: 0.1109/TBME.2017.2695587). Volume: PP Issue: 99.
Fuente: http://www.tendencias21.net/Modelizan-el-cerebro-con-piezas-virtuales-de-Lego_a44026.html
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Los pensamientos también pueden ser pirateados

Por: Tendencia 21

Los expertos advierten de los riesgos de la tecnología que usa electrodos colocados en la cabeza para dirigir videojuegos con la mente.

La tecnología que lee las ondas cerebrales para dirigir videojuegos con la mente puede ser utilizada también para robar las contraseñas que usamos para gestionar nuestra cuenta bancaria, así como para descubrir nuestros pensamientos más íntimos, nuestras creencias y nuestros prejuicios. El riesgo se extiende también al posible uso fraudulento de la electro encefalografía médica, según los expertos.

El investigador de la Universidad de Alabama en Birmingham Nitesh Saxena ha anunciado que es posible adivinar las contraseñas y códigos pin a través de un casco disponible en el mercado y que usa electro-encefalografía para leer las ondas cerebrales, según informa la MIT Technology Review.

La electro-encefalografía es una tecnología que permite registrar la actividad eléctrica del cerebro a través de electrodos situados en la cabeza. El casco disponible en el mercado que tiene esta capacidad se llama Epoc y, creado por la empresa Emotiv, está pensado para llevar videojuegos a través del pensamiento.

El casco funciona leyendo los impulsos eléctricos del cerebro y traduciéndolos a los comandos entendibles por un videojuego. Según Saxena, Epoc puede también ser utilizado para adivinar a escondidas las contraseñas y códigos pin si el usuario efectúa operaciones bancarias mientras está jugando.

Para demostrarlo, solicitó a unos voluntarios que se pusieran el casco y emplearan contraseñas y códigos PIN aleatorios. De esta forma descubrió que el dispositivo era capaz de establecer un vínculo entre las ondas cerebrales de las personas y lo que tecleaban en ese momento.

Después de la introducción de 200 caracteres secretos, el dispositivo pudo adivinar cuáles eran los dígitos tecleados por cada uno de los voluntarios. Esta constatación aumenta considerablemente la posibilidad de piratear estos datos.

Según Saxena, con esta tecnología, el riesgo de que la inteligencia artificial pueda adivinar un código pin de cuatro dígitos pasa de ser de 1 a 10.000, a tan sólo de 1 a 20. Y el riesgo de que adivine una contraseña de seis caracteres pasa de ser de 1 a 500.000, de 1 a 500.

Este investigador señala que sería posible pedir al usuario de un videojuego que escriba textos o códigos mientras juega y que eso sería suficiente para que un programa de inteligencia artificial incorporado al videojuego adivine con facilidad las contraseñas más usuales del usuario o su código PIN.

Aunque se trata de un riesgo teórico, dado que todos los programas que funcionan con el caso Epoc son creados por la empresa Emotiv, tecnológicamente se ha abierto la puerta al pirateo de los pensamientos humanos.

No sólo contraseñas

No es la primera vez, sin embargo, que los expertos advierten de estos riesgos. A principios de año, con motivo de la conferencia de seguridad Enigma, la investigadora de la Universidad de Washington Tamara Bonaci explicó que la tecnología cerebro-máquina puede atentar con cosas más íntimas de las personas, como son sus pensamientos, informa Futurism.

Explicó que un simple videojuego puede ser utilizado para capturar clandestinamente las respuestas neuronales a imágenes subliminales emitidas periódicamente durante el juego.

El juego empleado por Bonaci, llamado Flappy Whale, mide las reacciones neuronales de los usuarios frente a cosas inofensivas como los logos de un restaurante. Según Bonaci la misma configuración del juego puede utilizarse para extraer informaciones mucho más sensibles, como las creencias religiosas, el estado de salud o los prejuicios del usuario.

“Las señales eléctricas producidas por nuestro cerebro pueden contener informaciones sensibles que no queremos compartir con nadie, a pesar de lo cual podemos ceder esta información sin darnos cuenta”, explica Bonaci.

Flappy Whale es un interfaz conectado al cerebro, un dispositivo parecido al casco Epoc. Tiene siete electrodos que tienen que ser colocados en la cabeza del jugador para que el dispositivo pueda medir las señales electro-encefalográficas en tiempo real.

Durante el juego, los logos de los restaurantes se pasaron varias veces, en pases de unos milisegundos, sin que los usuarios se dieran cuenta. Sin embargo, midiendo las imágenes cerebrales en el momento preciso de las emisiones de los logos, el equipo de Bonaci fue capaz de registrar los pensamientos y sentimientos de los usuarios que les suscitaban los logos.


Diagrama de un cerebro conectado a un interfaz. Foto: Bonaci

Diagrama de un cerebro conectado a un interfaz. Foto: Bonaci
Proteger los pensamientos

Aunque no hay indicios de que esta piratería cerebral se haya aplicado, Bonaci advierte que para los fabricantes de cascos de realidad virtual no sería difícil añadirles la capacidad de registrar reacciones psicológicas de los usuarios sobre temas que no tienen que ver directamente con el videojuego.

También podría conseguirse sencillamente manipulando los interfaces cerebro-máquina, incluso los que se usan en medicina, para descubrir los pensamientos y creencias más íntimas de una persona.

Bonaci plantea que las señales eléctricas producidas por el cerebro son tan sentibles que deberían ser protegidas legalmente, como otras señas identidad personal como el nombre, la dirección postal o la edad de una persona.

Añade que tanto las instituciones como las empresas deben ser conscientes de la posibilidad de que se pirateen los pensamientos humanos para prevenir un uso clandestino y criminal de esta información reservada. Es también lo que ha venido a decir Saxena.

Fuente: http://www.tendencias21.net/Los-pensamientos-tambien-pueden-ser-pirateados_a43937.html
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