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Entrevista: La formación docente un debate abierto

PBRO. Juan Carlos Palacios

Perfil docente para el siglo XXI

La formación de las nuevas generaciones de niños y jóvenes es uno de los principales desafíos e implica una visión equilibrada e integral de los objetivos de la sociedad del siglo XXI. La demanda de mejoras sitúa en la agenda común de los sistemas educativos una cuestión fundamental: dar cabida a procesos de formación que cumplan con estándares de calidad y entreguen a la sociedad ciudadanos profesionales competentes, de alto rendimiento, preparados para actuar en los nuevos contextos emergentes, donde el docente como intermediario entre el conocimiento y el aprendizaje del alumno, es un agente clave.

Debatir la formación docente hoy conlleva logros, experiencias, preocupaciones y urgencias. El rol profesional del docente se ha modificado bastante en los últimos tiempos por la demanda de nuevos requerimientos profesionales. Abordar la formación docente en las complicadas circunstancias actuales y con las complejas demandas que genera la sociedad necesariamente implica una revisión profunda del perfil y la competencia profesional del educador. Definir el adecuado perfil competencial de los docentes actuales es una prioridad para el sistema educativo nacional.

En el contexto de nuestro país no se puede separar la educación y la formación docente de las grandes luchas y demandas sociales insatisfechas que marcan la historia de la era democrática en el Paraguay. Todavía se sufre las consecuencias de una larga postergación de parte del estado que hace necesaria replantear la presencia efectiva de las instituciones del estado y una educación acorde a las necesidades múltiples de la sociedad.

El estudio y la revisión que recoge el “Proyecto: Diseño de la Estrategia de Transformación Educativa del Paraguay 2030” sobre el desarrollo profesional del educador coinciden con una investigación que he realizado sobre la formación docente en el Departamento de San Pedro y  ayudan a tener mayores elementos para comprender los avances y retrocesos que se dieron en la formación docente durante los últimos tiempos y, al mismo tiempo, permiten abordar nuevas inquietudes en virtud de las grandes transformaciones que reclaman revisar y reorientar las organizaciones, las metas educativas y una manera nueva y profesional de la tarea docente.

La investigación realizada constata que la formación docente se enfrenta a varias situaciones sociopolíticas, económicas y culturales que llevan a retomar problemas no resueltos por años en Paraguay, como: falta de adaptación al cambio que se da en la sociedad, implementación de modelos educativos caducos, falta de formación y actualización docente, oferta educativa que responda a las necesidades de los distintos niveles educativos.

El análisis determina la necesidad de identificar nuevos perfiles de los docentes para los niveles educativos ya que son actores fundamentales para alcanzar la calidad, eficiencia y eficacia del Sistema Educativo; de aquí la urgencia y prioridad de colocar el debate de la formación docente en las políticas educativas.

No vamos a negar que hay mejoras y ensayos significativos en la formación docente, orientados en varios aspectos hacia el éxito de la formación profesional y el desempeño del docente; pero el proceso es lento y, en muchos casos, no son suficientes las capacitaciones y profesionalizaciones docentes implementadas, por falta de continuidad, sistematización y evaluación. El impulso, el empeño y los recursos destinados a las capacitaciones y profesionalizaciones de los docentes exceden, en algunos casos, la limitada formación que tienen los docentes y no se han visto compensados con resultados satisfactorios en el aula. La enseñanza convencional o tradicional no se ha superado en la labor de muchos docentes, lo que lleva a bajos niveles de aprendizaje.

Cómo mejorar la carrera del docente

Las intenciones políticas a través de la creación de leyes educativas, elaboración de planes y propuestas pedagógicas procuran mejorar las condiciones laborales y profesionales de los docentes, sin embargo, la mayor parte de la formación que tienen los docentes no tienen incidencia significativa sobre la práctica educativa.

En esta perspectiva, los cambios de gobierno y de actores educativos juegan en contra de la instalación, continuidad y evaluación de planes y proyectos educativos propuestos para mejorar la formación docente; situación que se percibe en la desmotivación, desactualización, carencia de competencia y creatividad, falta de ideas e iniciativas estratégicas de los docentes.

La formación docente se ha embretado y acorralado por el tiempo, los cambios de escenarios políticos, los problemas sociales, la burocracia, el currículum y modelos educativos. En este aspecto, la formación que tienen los docentes, en el complejo escenario social y educativo de nuestro país, sigue siendo precario y frágil, en algunos casos.

Se valora el emprendimiento que hacen algunos docentes, desde hace unos años, en relación a su desarrollo profesional de manera individual en estudios de grado y postgrado, en ausencia de un proyecto colectivo permanente que esté al alcance de todos impulsado por el estado. Las instituciones pertinentes deben facilitan el patrocinio necesario en términos de tiempo y recursos para satisfacer y cubrir las carencias de los docentes durante todo el proceso de sus carreras.

La formación del docente es un factor clave que debe estar en constante proceso de evaluación y de mejora en beneficio de la calidad del sistema educativo nacional, así como de la formación y capacitación de las nuevas generaciones.

Sobre el punto, se reclama una carrera docente reglamentada, planificada, contextualizada, evaluada y certificada, que tenga como clave y meta el crecimiento personal y profesional del docente para que su desempeño sea creativo, cooperativo, investigativo y transformador, capaz de identificar las necesidades reales de la sociedad. Es limitada una carrera docente que suscite el progreso, el avance, la autonomía profesional y la valoración de la sociedad.

Se señala la existencia de áreas que precisan ser revisadas, mejoradas y evaluadas como: el desempeño docente con cierta periodicidad basados en estándares profesionales e indicadores asociados a la práctica; evaluación del aprendizaje de los estudiantes; la contribución del docente para mejorar su profesión profesional en un ambiente de colaboración y la capacidad de adaptar la tarea educativa a los cambios acelerados de la sociedad.

Es imperativo tratar el tema de la formación docente junto a los demás componentes que hacen a la política educativa. Lo principal y más importante es el interés que existe sobre la formación profesional de los mismos; sobre la capacitación de los maestros en los distintos niveles para crecer, madurar, trabajar y aportar  en la educación de los niños y jóvenes teniendo en cuenta las exigencias de la realidad histórica y social en la que se encuentran.

Se precisa un sistema educativo que proyecte el futuro, sin olvidar el pasado y dispuesto a responder a las circunstancias actuales. Preguntar: ¿hacia dónde va la educación en el Paraguay?, ¿qué tipo de docente necesita el Sistema Nacional de Educación?, ¿qué país se quiere forjar desde la educación?

En este aspecto, se requiere planteamientos integradores, holísticos que impone transformaciones sustanciales que permiten delinear itinerarios reales de cambios más allá de un simpe análisis externo sobre la formación competencial que requieren los docentes; es necesario clarificar su nuevo rol y sentar con claridad las capacidades y competencias que definen su perfil de educador profesional para enfrentar a realidades social y culturalmente diversa. Esto impone, no solamente, analizar y prospectar la profesión y formación docente, sino redefinir la misma, no como una realidad separada de los demás componentes de la problemática educativa, sino interrelacionada a todos ellos.

Es la manera para reducir o superar la pobreza educativa, la ignorancia, la desigualdad social, las profundas inequidades, el resquebrajamiento del medio ambiente; romper con los planes tradicionales de enseñar, alejada de la realidad, del mundo del trabajo, de la tecnología y de la ciencia; retomar los grandes valores como transversal en todos los niveles de la educación teniendo en cuenta el nuevo escenario de descubrimientos y avances de conocimiento que vive el país y el mundo.

Además, se debe asumir que la educación no es responsabilidad sola y exclusiva de las instituciones escolares y de los docentes. Es una gestión y obligación que se debe acordar como parte integral de la política pública del estado paraguayo para garantizar una educación de calidad a través del desarrollo profesional de los docentes. Debe ser un gran pacto a nivel nacional y desde las necesidades reales y específicas de los distintos contextos educativos.

El desafío de mejorar la calidad de la docencia

La formación docente debe ser una cuestión analizada y discutida de manera continua con el fin de mejorarla y proyectarla para el futuro.  La calidad de la educación del país pasa por la calidad de los docentes. Se precisa investigaciones puntuales y profundas sobre la condición y la calidad de la formación docente porque todo intento de mejorar o transformar el sistema educativo corre el riesgo de no lograrse si no se sitúa de manera decidida la formación profesional del maestro.

Apostar por el debate de la formación profesional del docente nunca será un escenario perdido porque es un colectivo fundamental, numeroso, complejo y necesario. Debe ser una exigencia permanente, no sólo del sistema educativo, sino de toda la sociedad paraguaya.

Se requiere un profesorado comprometido con el cambio que el Paraguay necesita; docentes capaces de soñar y trabajar por un país nuevo posible, no sólo con el afán de conseguir el éxito educativo, el desarrollo personal y profesional, sino también el cambio social, económico y político. Las buenas y comprometidas tareas educativas generalmente están asociadas a grandes líderes educativos.

Debatir la formación docente posibilita apostar y consolidar una educación de calidad desde la formación profesional y competencial de los docentes.

BIBLIOGRAFIA

  1. MEC (2121). Proyecto “Diseño dela Estrategia de Transformación Educativa del Paraguay 2030”. Nota Técnica No. 3. Asunción.
  2. Elías, R y Misiego, P. (2017). La situación de la formación docente en Paraguay. En investigación para el desarrollo. Dossier ponencias internacionales. Investigación y políticas de formación docente en Paraguay, Argentina y Brasil (págs. 45-87). Asunción. Editorial Arandurá.
  3. Montero Tirado, J. (17-07-2016). Políticas de formación docente. ABC COLOR.
  4. (2013). Relaciones entre autoritarismo y educación en el Paraguay 1869-2012. Un análisis histórico (Tercer Volumen). Asunción.

Palacios, J.C. (2022). Política Publica para educación Superior. El caso del Ministerio de Educación y Ciencias para Formación Docente, en el marco de la Reforma de la Educación Media en 10 instituciones del nivel Medio en el Departamento de San Pedro (2002-2018).Tesis Doctoral. Universidad Iberoamericana, Asunción.

https://www.elnacional.com.py/opinion/2022/05/31/la-formacion-docente-un-debate-abierto/

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Entrevista a Xavier Melgarejo: “ Sin voluntad de querer enseñar, nadie debería ser maestro ”

14 agosto 2017/Fuente: Educaweb

psicólogo escolar y doctor en pedagogía, coordinador pedagógico, exdirector y profesor del Colegio Claret de Barcelona, Presidente de la Comisión de ordenación del Consell Escolar de Catalunya.

El estudio «Cómo son y qué hacen los «maestros excelentes»: la opinión de los estudiantes» de Mª Asunción Jiménez Trens, Fermín Navaridas Nalda, destaca que los maestros excelentes se caracterizan por su cercanía al alumnado, su sensibilidad, exigencia y entusiasmo, con competencias para la comunicación didáctica, la interacción, la planificación y gestión de la enseñanza/aprendizaje y la evaluación. ¿Qué otras competencias debe tener un maestro excelente?

Puedo contar qué es lo que buscan en las universidades de Finlandia, que creo puede servir de ejemplo:

El profesor es un modelo de ciudadano, y un molde de ciudadanos. Se exige un estado mental de gran nivel. Ha de ser una persona mentalmente sana, físicamente competente y ejemplar (socialmente, musicalmente, deportivamente, etc.).

Debería presentar una personalidad no defensiva, abierta y capaz de conocer cada alumno y otras personas, con capacidad de autocontrol, no pasivo, adaptativo, activo y innovador. Capaz de trabajar con otras personas para solucionar los problemas y preparado para mejorar continuamente.

Necesariamente ha de manifestar un interés auténtico para trabajar con niños y adolescentes, con una mentalidad abierta y creativa, y una identidad basada en la identidad afirmativa.

¿Cómo definiría el perfil profesional de los docentes? ¿La formación que se imparte en las facultades de educación encaja con este perfil?

La mayor parte de las  Facultades de Educación de Cataluña (UDL, UIC, UB, UVIC, UAB, UDG, URL, URV, UOC), junto con el Departament d’Ensenyament y el Departament d’Universitats, están realizando un trabajo extraordinario para definir el nuevo perfil del profesorado, y realizar propuestas orientativas de mejora de la formación inicial. Las está realizando el equipo MIF. Tengo el honor de participar en este proceso. Los responsables del MIF comunicarán a los medios dichas medidas y propuestas cuando sea el momento.

¿Qué importancia tiene la formación inicial y continua del profesorado en la excelencia educativa? ¿Y la vocación?

Tal como el informe Mckinsey propone, la calidad del profesorado limita la calidad del sistema. La formación, tanto inicial como continua, está íntimamente ligada a la misma.

La vocación es importante, pero ¿qué entendemos por vocación? Como he indicado anteriormente sin voluntad de querer enseñar nadie debería ser maestro, si no hay esa voluntad el estudiante debe dedicarse a otra cosa, aunque tenga muy buen nivel. Para enseñar no nos sirve.

La Generalitat de Catalunya quiere modificar los requisitos de acceso al grado de magisterio. ¿Qué opina de esta medida?

Me parece muy bien, siempre que, tal y como se está haciendo, se pacte la medida con todas las universidades para que sea por consenso, y se calculen bien todas las consecuencias de cada medida tomada. Si subimos la nota de corte solamente, nos vamos a quedar con menos profesores a medio plazo, y tendremos una crisis para poder mantener el sistema. Los progresos los iremos consiguiendo paso a paso, poco a poco, pero con constancia y un plan estratégico bien definido.

¿Si se endurecen los requisitos de acceso al grado de magisterio se logrará docentes más motivados?

Es necesario un mínimo de competencia para poder realizar el magisterio. ¿Se puede enseñar bien lo que no se domina? Lo que interesa al país es prestigiar la función docente, y entre las medidas esenciales, debe mejorar todo el proceso de acceso y formación inicial y continua del profesorado.

¿Cree que es necesaria una mejor orientación académica y profesional dirigida al alumnado que acceder a las facultades de educación?

A mi modo de ver no se realiza una orientación adecuada en los cursos previos a la universidad. Desgraciadamente nuestro país no valora la educación en general, por eso la figura del maestro no tiene el respeto que merece. Muchos de los mejores alumnos que quieren ser maestros reciben presiones de la familia y de los propios profesores para elegir estudios con mayor prestigio social o económico.

¿Cuál es la principal diferencia entre la formación inicial y continua del profesorado en nuestro país y los países mejor situados en el informe PISA?

La formación inicial de los maestros en Finlandia, Corea del Sur y Singapur es una prioridad estratégica nacional, selectiva y muy intensiva, con el fin de mejorar el nivel de calidad educativa de toda la población para conseguir sus fines sociales de construir una sociedad del conocimiento. En Finlandia dicha sociedad quiere que se combine con una sociedad del bienestar.

¿Qué entendemos por excelencia educativa? ¿Cómo se evalúa?

Para mi, un sistema es de alta calidad si cumple los criterios máximos en equidad y en excelencia a la vez, pero desgraciadamente actualmente muchas veces se olvida el objetivo de equidad.

Un sistema es excelente cuando consigue que el máximo número de individuos que se forman en él, tengan el máximo nivel de competencia en todas las dimensiones de la persona, lo que incluye las áreas competenciales de lectura, matemática y ciencias, pero debe incluir necesariamente también otras, entre las que destacaría: la competencia social, ciudadana, artística, moral y espiritual. Desgraciadamente el informe PISA de momento sólo nos ofrece indicadores de las competencias básicas, pero debemos complementarlo con otros informes, de la IEA, ONU, etc.

El profesorado, tanto universitario como en los centros educativos de primaria, secundaria obligatoria y post obligatoria debería ser evaluado por los alumnos para potenciar su desarrollo y estimular su mejora continua.

¿Existen unas pautas, metodologías o acciones educativas que garanticen la excelencia?

Los sistemas más eficientes han desarrollado leyes por consenso de toda su sociedad, con una gran estabilidad jurídica y social. No hay en mi opinión recetas mágicas, debemos analizar nuestro contexto, y en función de los objetivos plantear dichas medidas. Como he comentado debemos plantearnos la pregunta: ¿excelencia, para qué?

Fuente noticia: http://www.educaweb.com/noticia/2014/03/24/voluntad-querer-ensenar-nadie-deberia-ser-maestro-8120/
Fuente imagen: https://i.ytimg.com/vi/HpjDqIXXN8c/hqdefault.jpg
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9 frases de Emilia Ferreiro sobre el aprendizaje de los niños y la lectura y escritura

América del Sur/Chile/08 de julio de 2017/Fuente: eligeeducar.cl

Emilia Ferreiro es una eminencia en psicología, se doctoró en Ginebra bajo la guía de Jean Piaget y desde entonces, sus aportes han sido muy importantes en el mundo de la educación.

Cuando la argentina Emilia Ferreiro llegó a la Universidad de Ginebra en Suiza, jamás imaginó que tendría la inmensa fortuna de trabajar, como estudiante, junto al padre de la epistemología genésica, Jean Piaget, quien fue sin duda un apoyo en su carrera, una inspiración para su vida y su trabajo como pedagoga y psicóloga especializada en genética. Desde ese entonces, época en la cual escribió el libro Les relations temporelles dans le language de l’enfant (como producto de su tesis), Emilia impulsó su carrera hacia el camino de la psicogénesis de la lengua escrita y escribió uno de los libros que más ha impactado al ámbito educativo: Los sistemas de escritura en el desarrollo del niño.

Sus investigaciones se sustentan bajo la concepción de la adquisición de la escritura, no como un técnica, sino como una herramienta cultural y social, tarea que emprende un sujeto (el niño) que tiene un rol activo sobre el medio por el cual intenta adquirir conocimientos. Ferreiro habla también de las características de los textos, de la relación entre el texto y la imagen, de los múltiples sonidos en las letras, de los criterios que utilizan los niños para determinar si algo puede o no ser leído y de los niveles a través de los cuales los niños comienzan sus experiencias de escritura y llegan a apropiarse de ésta.

Sus aportes han sido muy importantes en el mundo de la pedagogía y sus contribuciones a la comprensión del proceso evolutivo de adquisición de la lengua escrita han sido esenciales. Y si bien Emilia Ferreiro no creó un método nuevo de lectura o escritura, sus aportes sobre la pedagogía y las teorías metodológicas apuntan hacia la reflexión y el debate con respecto a los métodos tradicionales en la enseñanza de la lectura y escritura. Estas son algunas de sus reflexiones:

1. “La escritura es importante en la escuela porque es importante fuera de ella y no al revés.”


2. “En tanto que la lengua escrita no está democráticamente distribuida entre la población, el acceso a la información vinculada a la lengua escrita tampoco es accesible de una manera igualitaria”.


3. “No vamos a entender nunca el desarrollo del niño si partimos de nuestras hipótesis como usuarios de un sistema alfabético”.


4. “El niño Piagetiano es quien trata de comprender el mundo que le rodea, que formula teorías tentativas acerca de ese mundo; un niño a quien prácticamente nada le es ajeno”.


5. “El sistema alfabético puro es una especie de ideal nunca alcanzado”.


6. “Leer no es descifrar. Escribir no es copiar”.


7. “Estamos hablando del futuro y los niños son parte del futuro. Esos niños (todos los niños) no necesitan ser motivados para aprender. Aprender es su oficio”.


8. “Los niños -todos los niños-, se los aseguro, están dispuestos a la aventura del aprendizaje inteligente. Están hartos de ser tratados como infradotados o como adultos en miniatura. Son lo que son y tienen derecho a ser lo que son: seres cambiantes por naturaleza, porque aprender y cambiar es su modo de ser en el mundo”.


9. “La alfabetización no es un lujo ni una obligación: es un derecho”.

Fuente: http://www.eligeeducar.cl/9-frases-emilia-ferreiro-aprendizaje-los-ninos-la-lectoescritura

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Investigaciones y desafíos para la docencia del siglo XXI

Colombia/05 junio 2017/Fuente: Clacso

Son muchas las expectativas que en la actualidad se depositan sobre los docentes; muy numerosas las demandas que se les plantean desde los modelos teóricos y desde las prácticas institucionales, independientemente del nivel escolar en que se desempeñen o de la modalidad educativa en que se ubiquen. Lo que se espera del docente parece hoy en día abrumador:entre otros atributos, 1) ha de conocer solventemente su disciplina y poseer una significativa experiencia profesional;2) debe ser ético y mostrar identificación institucional; 3) manifestar una personalidad receptiva y carismática, y comunicarse de modo asertivo y comprensible. Además, resulta necesario que posea habilidades pedagógicas y que maneje apropiadamente estrategias, técnicas y recursos didácticos diversos, tanto los clásicos como los actuales. Por si fuera poco, es muy deseable que reflexione sistemáticamente sobre su labor y que analice de un modo crítico los resultados que arroja su actividad magisterial, especialmente los aprendizajes que consigue entre sus estudiantes. Expectativas como estas, posiblemente excesivas para la mayoría de los docentes, aumentan cada año de manera inexorable y eventualmente impactan tanto la selección de maestros como la formación y la actualización. Se construyen en referentes valorables que orientan la conformación de un perfil o unos perfiles ideales para el docente. En alguna medida y a veces de modo más tácito que explicito, se reflejan en los criterios utilizados para la incorporación de los docentes a las funciones educativas. También modelan los procesos formativos y de reciclaje profesional, aunque este efecto de modelamiento sea generalmente diferido e indirecto. Y ocasionalmente condicionan los sistemas de evaluación docente en la forma de indicadores o dimensiones que los especialistas desarrollan y que los instrumentos evaluativos han de calibrar con relativa certeza.

Para leer, descargue aqui: http://biblioteca.clacso.edu.ar/Colombia/fce-unisalle/20170117032546/investigacion.pdf

Fuente:http://biblioteca.clacso.edu.ar/colecciones/saladelectura/index.php?novedad=si&c=co-060&d=12330

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Entrevista a Emilia Ferreiro: Si los docentes no leen, son incapaces de transmitir el placer de la lectura

Fuente: OEI

Entrevista realizada por Mariana Otero a Emilia Ferreiro

La educadora argentina Emilia Ferreiro, quien revolucionó la lectoescritura, asegura que si los docentes no leen son incapaces de transmitir placer por la lectura. Dice que todos los chicos pueden aprender si los maestros se lo proponen. Para la investigadora, la escuela es muy resistente a los cambios porque siguen instaladas viejas ideas.

Emilia Ferreiro casi no necesita presentación. Para el mundo de la educación es un referente indiscutible, que revolucionó la enseñanza de la lectoescritura y que realizó numerosos aportes a la alfabetización en el mundo.

Es argentina, pero está radicada en México desde hace más de dos décadas. Su tesis de doctorado fue dirigida por Jean Piaget en la Universidad de Ginebra. Hace años que recorre América y Europa dando conferencias y capacitaciones a docentes; es autora de innumerables artículos científicos y libros y fue reconocida varias veces como doctora honoris causa por diversas universidades, entre ellas la Universidad Nacional de Córdoba (1999).

La investigadora del Centro de Investigación de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional de México estuvo en Córdoba invitada por la Facultad de Psicología de la UNC. En diálogo con La Voz del Interior , aseguró que el docente no puede seguir haciendo tareas burocráticas, que debe profesionalizarse, que todos los chicos pueden aprender si tienen un maestro que crea que pueden lograrlo y que la escuela se resiste a los cambios que no genera ella misma. A continuación, un extracto de una larga charla.

–¿Qué puede hacer la escuela para evitar el fracaso escolar?

–El fracaso escolar tiene varias caras (…) Voy a hablar de los aprendizajes vinculados con la lengua. La alfabetización inicial o tiene lugar en los primeros años de la primaria o es un déficit que se arrastra muy mal. Incluso en casos donde no hay percepción de fracaso puede haber fracaso con respecto a lo que significa alfabetizar. Hoy nadie puede considerarse alfabetizado si está en situación de comprender mensajes simples, saber firmar o leer libros con léxico y sintaxis simplificada. Desde finales del siglo XX estamos asistiendo a una revolución en la que la digitalización de la información es parte de la vida cotidiana y la escuela ni se ha dado cuenta. Entonces sigue preparando para leer un conjunto limitadísimo de textos, sigue haciendo una alfabetización para el pizarrón. Trabajar con la diversidad de textos y alfabetizar con confianza y sin temor a circular a través de los múltiples tipos de textos y de soportes textuales del mundo contemporáneo es indispensable.

¿Se puede decir que la escuela sigue siendo demasiado conservadora para niños de la era tecnológica?

–El sistema escolar es de evolución muy lenta. Históricamente ha sido muy poco permeable a cambios que la afectaban. Dos ejemplos: cuando apareció la birome, la primera reacción del sistema educativo fue “eso no va a entrar acá porque arruina la letra”, y la escuela le hizo la guerra a ese instrumento: una guerra perdida de antemano (…) Lo mismo hizo cuando aparecieron las calculadoras de bolsillo y dijeron “eso va a arruinar el cálculo escolar y no van a entrar”. Y entraron con muchas dificultades, hasta que en algunos lugares descubrieron que podía hacerse un uso inteligente de la máquina de calcular. En ese contexto hay que ubicarse. La institución escolar siempre ha sido muy resistente a las novedades que no fueron generadas por ella.

–Ahora se resiste a la computadora.

–Es una tecnología de escritura y tiene ventajas innegables para la enseñanza. La primera reacción es de desconfianza. El primer acto reflejo es que si nos traen una, la ponemos con llave.

–¿Se puede alfabetizar igual en diferentes contextos sociales y culturales y con recursos distintos?

–Hay cosas que van a ser iguales y otras que son necesariamente distintas. Algo que les digo siempre a los maestros es: “¿Usted no sabe qué hacer el primer día? Lea en voz alta”. La experiencia de escuchar leer en voz alta no es una experiencia de todos los chicos antes de entrar a la escuela y es crucial para entender ese mundo insólito que tiene que ver con que hay estas patitas de araña (muestra las letras) en una hoja y que suscitan lengua.

–Es otra forma de enseñar a leer y escribir…

–Más que empezar con la pregunta típica de cómo hago para enseñar a leer y escribir, primero hay que enseñar algo acerca de lo que es la escritura y para qué sirve. El maestro tiene que comportarse como lector, como alguien que ya posee la escritura. La gran diferencia entre los chicos que han tenido libros y lectores a su alrededor y los que no los han tenido es que no tienen la menor idea del misterio que hay ahí adentro. Más que una maestra que empieza a enseñar, necesitan una maestra que les muestre qué quiere decir saber leer y escribir. Cuanta menos inmersión haya tenido antes, más hay que darle al inicio.

–¿El docente es consciente de que esta es una buena manera de enseñar a leer y escribir? Hay investigaciones que dicen que los maestros no leen.

–Ese es uno de los dramas del asunto porque se habla mucho del placer de la lectura, pero ¿cómo se transmite ese placer si el maestro nunca sintió ese placer porque leyó nada más que instrucciones oficiales, libros de “cómo hacer para”, leyó lo menos posible. Es muy difícil que ese maestro pueda transmitir un placer que nunca sintió y un interés por algo en lo que nunca se interesó. En toda América latina el reclutamiento de maestros viene de las capas menos favorecidas de la población. En muchos casos no hay aspiración a ser maestro. Y en ese sentido cambió, pasó de ser una profesión de alto prestigio social a una con relativo bajo prestigio social.

–¿Cuánto influye eso en la alfabetización de los niños?

–Mucho, porque si alguien está haciendo lo que hace porque no pudo hacer más, se va a sentir frustrado; y la frustración profesional no ayuda al ejercicio profesional.

Una escuela vieja. –¿Se avanzó en el modo de alfabetizar?

–Hay una visión muy instrumentalista que piensa lo mismo desde hace tantas décadas que da hasta lástima decirlo. Dice: “Primero vas a aprender la mecánica de las correspondencias grafofónicas y para eso mejor que ni pienses porque es un ejercicio mecánico de asociación de correspondencias. Después vas a aprender de corrido, y después vas a entender lo que estás leyendo y después, quizá, te venga esa cosa desde algún milagro llamada placer por la lectura”. En realidad, el placer por la lectura entre los chicos que tienen lectores a su alrededor es lo primero que se instala (…) Es lo primero, no lo último.

Esta tendencia del placer antes que lo instrumental no está en práctica; seguimos con las viejas teorías. ¿Cómo se revierte eso?

–No es fácil. Lo que no consigo es que me den la lógica de la visión opuesta. Por ese lado hice investigaciones que revelan que los chicos piensan sobre la escritura antes y que lo que piensan es relevante y que es bueno tenerlo en cuenta.

–¿Sigue en vigencia esa idea de que el maestro es la autoridad que les enseña a niñitos que no saben nada?

–Siguen instaladas viejas ideas que son parte de la lentitud del sistema para reaccionar. A veces con el razonamiento de que si siempre se hizo así para qué cambiar (…) Una de las tendencias es regalarle el fracaso a la familia o al niño y no asumir la responsabilidad de que todos los chicos pueden aprender y deben aprender. Andan buscando desde antes que empiece el año escolar quiénes van a repetir o quiénes son los disléxicos o los que tienen alguna patología por la cual la cosa no va a andar. Y realmente todo cambia muy fuerte cuando el maestro dice “aquí no va a haber repetidores” y cuando asume desde el inicio que “aquí van a aprender todos”. Eso exige un involucramiento fuerte del maestro con el aprendizaje; ahí entramos en otra vertiente, en la que el oficio del maestro se ha ido burocratizando cada vez más y desprofesionalizando al mismo tiempo. Recibe instrucciones y las ejecuta: esa es la definición de un burócrata. En tanto, el profesional es el que sabe lo que está haciendo, por qué lo está haciendo y tiene una racionalidad y una especificidad que puede defender profesionalmente.

–¿Cómo se hace para sacar adelante a niños que concurren a escuelas donde hay un libro cada 40 alumnos, sin biblioteca ni computadora y el docente, además, atiende situaciones familiares, psicológicas?

–Enseñar a leer y escribir bajo los bombardeos es difícil. Cuando un maestro está convencido de que puede hacer algo termina descubriendo la manera de hacerlo, y si deja que el malestar general lo apabulle no va a poder hacer nada. Si acepta estar ahí es porque cree que algo puede hacer. Si forma parte de la desesperación colectiva, si se deprime junto con el ambiente, no va a poder hacer nada. Pero hay maestros creativos que consiguen llevar adelante algo que da esperanza… El maestro tiene que decir “aprender es posible”, como el médico decir “la salud es posible”.

Fuente: Redes OEI

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El valor de ser docente

Mayra Castañeda

Coincidir, caminar, explorar, distinguir, explotar, ser uno en todos, entrelazar sentidos, culminar aventuras, trepidar con el viento, estrangular los sentidos, excomulgar demonios, vivir, latir..

Darse cuenta que el estar aquí y ahora es más que ser, que transformar, que reconocer, que transitar por lo inexpugnable, entender que somos y seremos siempre que los demás sean con nosotros, que seamos con ellos, para ellos y revertir la soledad en el último suspiro, con un fuimos, respiramos y entrelazaremos las miradas, las pieles, aunque ya no existan, aunque culmine la ruta y se emprenda un vuelo sin retorno

Ser en los demás, reconocerse en otros unos y diferentes, totalmente disímbolos, ser unos porque somos parte del todo, del de más allá, del que desconocemos, del que nunca veremos como si todo eso tuviera algún significado, como si el haber pasado por aquí hubiera dejado algo en el océano profundo, una huella en otra alma, aunque seamos en realidad humo, irrealidad, éter que cae al vacío por inconcebible. Ahí estaremos y estamos, aquí llegaremos y gozaremos y al final de todo, habrá valido la pena.

Reconocerse en otros vale la pena nos encontramos, nos entendemos, nos separamos, nos volvemos a encontrar, coincidimos, construimos y al final puede ser que nos odiemos, pero en el trayecto habremos aprendido, habremos crecido y si no es así tendremos que volver a empezar. Ninguna escuela nos prepara para eso, la academia se ha declarado incompetente, dice no estar interesada, la realidad es que no sabe de que se trata porque necesitaría estar viva, respirar, entender, equivocarse y reconocerlo, para poder enrutarse hacia una preparación para la vida.

El discurso de los valores, de la necesidad de los mismos, parece algo tan cotidiano que ni siquiera nos detenemos a pensar en él. Lo escuchamos en la televisión, entre los profesores, entre los comentaristas radiales y nos parece algo muy normal “hay que recuperar los valores” se ha vuelto una cantinela común ¿qué valores debemos “recuperar”?
Bajo esta premisa muchos puritanos y retrógradas erigen sus discursos ¿debemos recuperar los valores perdidos gracias a la libertad de expresión, por ejemplo? Antes los niños, si osaban cuestionar a sus maestros, eran castigados con reglazos, hincándose sobre corcholatas y prohibiéndoseles el recreo; esto es violencia, tortura, represión, y sin embargo el producto de estas prácticas eran niños “bien portados” ¿queremos regresar a esos niños sumisos y callados?

Hace no mucho las mujeres no podíamos mostrar más arriba del tobillo, éramos una pertenencia del marido y teníamos que pedir permiso para asomar la nariz a la calle. Gracias a eso millones de mujeres no tenían más remedio que fingir recato, complacencia y hasta agrado por estar confinadas a la casa y no ocupaban su tiempo más que en limpiar y ver a sus hijos crecer como si fueran plantas, reproduciendo los mismos patrones machistas en ellos. Se decía que los niños y jóvenes eran más “decentes” y tenían más valores pero el porcentaje de delitos violentos era mayor en el mundo. Cualquiera podía ser una bomba de tiempo, la represión no producía más que frustración y, muchos de los que contaban con poca inteligencia emocional, podían cometer crímenes espantosos en cualquier momento… pero se ocultaban. Eran la escoria familiar y social y muchas veces simulaban ser personas totalmente adaptadas.

En esta época, donde la información es una moneda de cambio y donde el que posee más es más poderoso se ha confundido la realidad con la ficción, si alguien dice: es que somos más violentos que antes, nadie lo cuestiona, lo toma como verdad absoluta y a esa voz se suman millones de voces, porque el post o el video o la nota que tiene más visitas o “likes” es la que se vende mejor y lo cierto es que nuestra manía como seres humanos, de rendirnos al morbo, ha construido imperios económicos muy poderosos.

¿Qué tan mal estamos? Es cierto que hay grupos delictivos que están más a la vista, es cierto que todos los días nos enteramos de un nuevo crimen, es cierto que el volumen de información hace que nuestra atención sea dispersa, que ya no nos importe el número, que no nos horroricemos y menos que tomemos acción para evitar la violencia, pero también es cierto que el exceso de información nos ha vuelto más pasivos. De un post ofensivo no nos vamos a morir, de un mensaje en nuestro correo que nos agreda verbalmente no nos desangraremos, pero también es verdad que muchas personas cada vez poseen menos competencias individuales (inteligencia emocional, resiliencia, autoestima) para defenderse de este tipo de violencia. Hace años un niño nos escupía durante el recreo y lo más que sucedía es que nos daba asco, si éramos de temperamento irascible tal vez nos fuéramos a los puños, pero al final de cuentas las diferencias se zanjaban o perdían importancia, al final del día nadie cargaba con el lastre, no nos traumábamos, ni dejábamos de comer, a veces ni siquiera lo recordábamos. Ahora cualquiera tiene el poder de romper la autoestima de niños, jóvenes e inclusive adultos con un post en un muro de red social y eso lo magnificamos, hemos empezado a percibir el mundo como si las cosas fueran terribles y vivimos en una crisis constante, siempre, terminamos concluyendo, que es de valores. Y todo puede ser cobijado bajo ese término, nadie lo cuestionará.

Esta es una invitación a replantearnos los valores que necesitamos para esta era donde  la violencia ha tomado otras connotaciones, donde la conciencia ha alcanzado otro nivel pero donde también existen millones de personas alienadas por los medios de comunicación.

Los valores ahora toman una dimensión diferente y quizá deberíamos de iniciar por una pregunta  ¿qué mundo queremos construir? En base a ello se podrían definir los valores que realmente requerimos como sociedad. Ya lo dijo  William Ospina la educación no ha fallado, quizá deberíamos empezar a pensar el tipo de ser humano que esa educación quiso formar, y es que ciertamente la educación, como los valores, son dos ítems que pocas veces nos cuestionamos ¿todos necesitamos educación? Y que quede claro que estamos partiendo de un equívoco común: ¿educación es escolarización? Porque en algún punto de la historia el estado se apoderó del término educación y creó ministerios y secretarías de educación y entonces todo el mundo dio por sentado que la educación era una obligación del estado y que mandar a los niños a la escuela era todo lo que se requería para brindarles educación. Y ahí empezó la ruptura, porque un padre de familia pocas veces se siente responsable (realmente y en la práctica) de la educación de sus hijos, cree que la escuela es un gran depósito de niños o estacionamiento de jóvenes, donde lo que se exige de los maestros es que los “controlen” o como le dijera un narcotraficante de una pequeña comunidad a una maestra: “aquí le traigo a mi hijo para que me lo haga un hombre de bien”.

Y ahí perdimos el rumbo, porque la escuela es una institución con responsabilidad limitada. No  lo puede todo, que puede mucho es innegable, pero no es capaz de sustituir lo que sucede en casa. El ser humano aprende en base a los ejemplos, es su primer método de aprendizaje y lo que ve en las primeras horas, los primeros días, los primeros meses, lo que alcanza a percibir, no puede ser sustituido, en importancia, por lo que escuchará, verá o percibirá en la escuela.

Fuente del articulo: http://mayracastaneda.org/blog_61067_El-valor-de-ser-docente.html
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Analía Moschini, la profe que desafía estigmas del sistema cumpliendo «tareas diferentes»

La historia de Analía Moschini dispara el debate sobre el rol que se les asigna a las docentes que cumplen «tareas diferentes».

Por Marcela Isaías / La Capital.com.ar / Sábado 28 de Mayo de 2016

La mañana es muy fría, pero a ninguno de los nenes y nenas de la Escuela Antonio Berni parece preocuparles mucho. Un grupo llega hasta la puerta de la sala de informática acompañados por su maestra de grado. A medida que ingresan se van sentando de a dos para compartir las netbooks ya listas para aprender. Una serie de juegos de ingenio esperan el click inicial. El aula de informática está muy bien equipada y cuidada, igual que la escuela Berni. Pero se vuelve más linda con el tarea colaborativa, ganada por el compañerismo que se vive en esa breve clase, que de alguna manera responde al lema colgado en el ingreso del establecimiento y que dice: «Nuestro horizonte: alegría, mucho aprendizaje y más humanidad».

Analía hace sugerencias, responde las inquietudes de los chicos y los deja trabajar en un terreno que ellos conocen mejor que nadie. En ese escenario se hace un rato para contar su historia, cómo y por qué está a cargo de ese espacio. Un grave accidente de tránsito la obligó con el tiempo a pasar por seis operaciones en una de sus piernas (la última fue hace cuatro años), lo que sigue es una prótesis en la articulación. Se recibió en 1999 y al año siguiente ya daba clases en el Instituto Superior Olga Cossettini, era la responsable de la cátedra de residencias, es decir formadora de formadores. Siguió perfeccionándose con una licenciatura y en diferentes postítulos. También comenzó a enseñar en la Escuela Secundaria Nº 514 Madres de la Plaza de Mayo, y en los 7 grados de la primaria de Funes. «A veces una está mal y no te das cuenta. Es como que en la docencia te acostumbrás a vivir mal. El ultimo año que trabajé dando clases, como la mayoría de los salones de la secundaria están en una planta alta, esperaba que fuese el horario de salida para bajar y poder ir al baño o moverme, por el dolor que sentía. A la mañana estaba más o menos bien pero al llegar al mediodía no daba más. Y sobre todo porque mi estilo no es quedarme sentada detrás de un escritorio, más en aquellos contextos donde hay que poner el cuerpo todo el tiempo», cuenta de un padecimiento que se empeñó en no reconocer a tiempo.

«No podía siquiera preparar una comida entera, la hacía por parte», describe sobre cómo era su vida cotidiana para explicar por qué los dolores y operaciones la obligaban a tomar licencias de manera intermitente. Hasta que en una de las visitas de Salud Laboral, la derivan a una Junta Médica: «Fui a la Junta que me termina derivando a tareas diferentes de manera preventiva. Las resonancias muestran el deterioro pero cuando me ves, me ves caminando. No se puede evaluar cuándo aparece el dolor. Después de cierto tiempo de pie empiezo renguear, y yo ya lo tengo tan bien incorporado que a lo mejor me ves parada y no te das cuenta que lo estoy en una sola pierna».

Cambios

En 2014 le certifican la «tarea diferente definitiva», eso significó dejar sus clases en el nivel superior y en el secundario, y cumplir sus horas de trabajo en la primaria de Funes. Confiesa que cuando le anunciaron la decisión llegó a dudar de quién era: «Viví siempre en una escuela. Mi mamá era maestra en la Vigil. Yo hice la guardería en Vigil y nunca me fui de una escuela». El enamoramiento con la educación con el tiempo se convirtió en su oficio y razón profesional.

Habla y recorre con la mirada el patio, las aulas, la escuela. Cuando llegó a la primaria le ofrecieron hacer un trabajo administrativo, pero no aceptó y propuso buscar otra alternativa. «Me resistía y me sigo resistiendo, por cómo está vista la tarea diferente. Además mi ser es de docente y si aceptaba una tarea de secretaria, una parte de mí quedaba estancada». La directora de entonces Zulema Parma escuchó su justo pedido y la orientó a apropiarse de un proyecto para la primaria. La decisión profesional y solidaria de la directora fue clave en esta historia. Una actitud que continuó la actual directora, Susana Pasquinelli. Analía se interiorizó del trabajo con las Tics, asesorándose con otra maestra que estaba en una situación similar y se puso al hombro la sala de informática de la primaria. Una sala digital muy completa, pero que hasta su llegada estaba casi inutilizada.

Reconoce que la formación de grado recibida en el nivel superior es tan completa que le allanó el camino en las distintas disciplinas que se aprenden en la primaria. Hoy aplica esos conocimientos en armar trabajos con el uso de las computadoras para los distintos grados. Es una iniciativa donde también participan las maestras de grado. Los logros están a la vista: aprendizajes integrados a través de las nuevas tecnologías, en los que además se capacitan los docentes. La frutilla del postre de este proyecto es el blog «Ventana escolar», donde se exponen las distintas producciones.

Ingeniería solidaria

Hoy Analía administra sus tiempos de trabajo y de movimiento para no estar nuevamente afectada. Pero sobre todo se vale de toda una ingeniería solidaria propia de la educación pública: desde avisarle por mensajito de texto a las maestras que están en los salones más alejados para que asistan a la clase de informática hasta permanecer sentada y sean los chicos quienes les acerquen sus máquinas. «Yo los incluyo a los chicos y ellos me incluyen a mí», dice satisfecha.

El reglamento 3029 es el que rige para estos casos. Nada dice que la tarea diferente es cumplir un trabajo administrativo. También es una realidad que no todos los docentes que pasan a cumplir estas funciones pueden estar frente a un aula, en especial los casos de psiquiatría o problemas en la voz. «Entiendo que me cuiden pero mi problema está en la pierna, no en la cabeza», desafía sobre sus capacidades intactas para enseñar. Y de alguna manera trae a la mesa de discusiones los estigmas que recaen en los docentes a cargo de tareas diferentes transitorias o definitivas: pasan a ser las secretarias de una escuela, y de paso cubrir los cargos administrativos que el Estado no provee, o se las deja de lado en los proyectos institucionales considerando que no tienen nada que aportar. «Sos un disponible del sistema», dice Analía y reclama que se revea por qué casos como el suyo no pueden hacer la carrera docente, esto es ascender a un cargo directivo. Ironiza la situación con este ejemplo: «Michetti puede ser vicepresidenta pero yo no puedo ser directora de una escuela». Más allá de lo construido en la escuela, entiende que de no mediar un cambio de normativas que reconozca su trabajo de educadora siempre estará en un «no lugar», muy solitario y a riesgos de los cambios.

A Analía los chicos de la Antonio Berni la conocen como «la profe de computación»; al principio los del jardín le decían «la seño de las películas», eso fue hasta que se amplió el trabajo con la informática en la escuela. «Son maravillosos», expresa mientras los piensa en voz alta. Asegura que en este tiempo se formó tanto en cómo enseñar con las nuevas tecnologías que ya no extraña sus clases de inglés. Eso sí, a lo que no está dispuesta a renunciar es a su amor y compromiso con la enseñanza.

Nuevos roles en el magisterio

«En unas jornadas del Ministerio de Educación de Escuela Abierta se habló mucho de los nuevos roles dentro de la escuela. Pienso que el que cumplo es uno de esos nuevos roles. Ahora hay que reconocerlo», dice Analía. También recuerda que su experiencia la expuso en el Congreso de Educación organizado por Amsafé provincial el año pasado, donde desarrolló el proyecto de trabajo con las Tics desde el lugar de la tarea diferente. Y muestra su satisfacción de que el Ministerio haya seleccionado ocho trabajos del blog «Ventana Escolar» (ventanaescolar1388.blogspot.com.ar), para compartirlos en una nueva plataforma educativa

Tomado de: http://www.lacapital.com.ar/analia-moschini-la-profe-que-desafia-estigmas-del-sistema-cumpliendo-tareas-diferentes-n795408

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