Page 4 of 5
1 2 3 4 5

Xavier Bonal y Sheila González: “Es necesaria una clara política de lucha contra la desigualdad educativa y de acompañamiento a las familias”

Por: www.educaweb.com

Los investigadores de la UAB, Xavier Bonal y Sheila González, explican algunas conclusiones y propuestas de su estudio Desigualdades de aprendizaje en confinamiento, ganador de la 8ª Mención Enric Renau i Permanyer.

La 8ª Mención Enric Renau i Permanyer ha recaído en la investigación Desigualdades de aprendizaje en confinamiento, realizada por Xavier Bonal y Sheila González, miembros del equipo de investigación Globalisation, Education and Social Policies del departamento de Sociología de la Universitat Autònoma de Barcelona.

El estudio se basa en una encuesta dirigida a más de 35.000 familias y 59.000 estudiantes de entre 3 y 18 años de Catalunya durante las dos primeras semanas de confinamiento. La investigación describe la realidad socioeducativa de las familias; identifica las desigualdades existentes en el ámbito formal, no formal e informal; analiza el apoyo educativo facilitado por los padres y madres; mide el impacto del confinamiento en las actividades extraescolares, y realiza propuestas para avanzar hacia una igualdad educativa real.

El jurado de la Mención ha valorado la rapidez con la que se ha diseñado, realizado y analizado la investigación, el esfuerzo divulgativo a la hora de presentar los resultados y la inclusión de «conclusiones clave para la reflexión en la situación actual». En la siguiente entrevista, Bonal y González comparten las principales conclusiones de su estudio.

¿Cuáles han sido los principales efectos del COVID-19 sobre las desigualdades educativas?

Los resultados de nuestra investigación apuntan un efecto claro del COVID-19 sobre las desigualdades educativas. O bien porque ha intensificado aquellas desigualdades que ya sabíamos que existían antes de la llegada del virus, o bien porque están produciendo nuevas formas de expresión de esta desigualdad en el terreno educativo. Y esto lo observamos tanto en la educación formal como en la no formal o la informal.

La desaparición de la institución escolar durante el confinamiento, desde las guarderías a las universidades, ha puesto de manifiesto, por un lado, el sentido de su existencia -cuestionado a menudo por la irrupción de las plataformas digitales-; y, por otro, la multiplicidad de valores que van más allá de su función estrictamente educativa. Y es que los efectos educativos del confinamiento se han observado en el aprendizaje, pero también en la sociabilidad, socialización, la conciliación laboral-familiar y la salud mental, entre otros.

En cuanto a la educación obligatoria, el traslado del aprendizaje desde los centros educativos al ámbito privado ha dado mayor visibilidad y ha enfatizado una desigualdad que no es nueva, que existía ya antes de la llegada del virus, y que se manifiesta a través de diferentes lógicas, siendo la primera de ellas la brecha digital.

La conversión de las escuelas presenciales en escuelas a distancia nos permitió observar claramente la existencia de una brecha digital, pero también mostró las desiguales capacidades de los centros educativos para adaptarse a este nuevo entorno de aprendizaje.

A esta brecha de acceso se suma una importante desigualdad en la capacidad de uso de la tecnología, y es que el acceso a internet no resuelve por sí mismo el dominio de las aplicaciones, la capacidad de seleccionar información y las posibilidades de procesarla. Es en este terreno donde más se extreman las diferencias sociales, también entre escuelas.

La pandemia ha permitido observar con mayor claridad la concentración del alumnado vulnerable en determinadas escuelas, como consecuencia de la segregación escolar. En un escenario de extremada dificultad, hay centros que han tenido que responder a una gran complejidad de situaciones (gestionar becas comedor, violencias familiares, desconexión del alumnado…); y, en el otro lado, centros que sólo han tenido que reorganizar la docencia y han dispuesto de familias con recursos y de recursos en la escuela, en buena parte sufragados por las aportaciones voluntarias a través de las asociaciones de familias.

«Ni la escuela ni la sociedad estaban preparadas para aprender sin escuela presencial y todavía menos para hacerlo de manera equitativa».

¿Qué desigualdades educativas han detectado en función del nivel socioeconómico y cultural del entorno familiar del alumnado?

La sustitución repentina del aprendizaje guiado por el docente en el aula por un aprendizaje a distancia, con un apoyo más o menos intenso del docente, ha situado a las familias en muchos casos como acompañantes necesarios de las tareas escolares. Sabíamos que había desigualdades entre las familias en cuanto a los recursos a su disposición para acompañar a sus hijos e hijas en el itinerario académico, y esto se ha vuelto mucho más importante en un momento en que toda la educación se realizaba en casa.

En nuestra investigación, las madres han sido las principales responsables de este acompañamiento (prácticamente doblando los porcentajes de los padres) y, de nuevo, con diferencias sociales claras: el 48% de las madres con estudios universitarios apoyaban a sus hijos e hijas de la ESO en sus estudios, frente al 38% de las madres sin estudios.

La diferencia es todavía más clara en las motivaciones. Si bien la gran mayoría de familias han justificado el no acompañamiento porque el niño o la niña no lo necesitaba, una cuarta parte de las madres con estudios obligatorios afirmaba no disponer de los conocimientos necesarios para hacerlo (solo el 2,6% en el caso de las madres con estudios universitarios). Parece pues, que ni la escuela ni la sociedad estaban preparadas para aprender sin escuela presencial y todavía menos para hacerlo de manera equitativa.

¿Qué otras desigualdades significativas han percibido durante el confinamiento teniendo en cuenta la respuesta de los centros educativos y de las familias?

La reacción de las escuelas durante el confinamiento no ha sido igual y por tanto se ha producido un desigual seguimiento del curso escolar por parte del alumnado. Con el objetivo de medir la intensidad del trabajo escolar, construimos un índice de oportunidades de aprendizaje (IOA), que concentra información sobre las horas dedicadas a las tareas escolares, el contacto en línea con la escuela y el tutor, la realización de deberes y las tareas corregidas por la escuela por alumnado de ciclo superior de primaria o más grande. Este índice se mueve entre 0 y 100 en función de la frecuencia observada en la realización de estas tareas. Pues bien, a pesar de ser considerado un periodo no lectivo, a lo largo de las dos primeras semanas de confinamiento la mayoría de los niños y las niñas realizaron tareas escolares. Los datos, sin embargo, nos muestran diferencias importantes.

El confinamiento impactó también en la educación no formal o informal. Durante la segunda semana, el 70% de las actividades extraescolares se habían dejado de hacer. De nuevo, con diferencias destacadas según las características familiares. Antes de esta situación excepcional, entre las familias con niños de primaria que respondieron la encuesta, solo el 60% de aquellas con estudios obligatorios realizaban algún tipo de actividad extraescolar, el 94% en el caso de las familias con mejor nivel socioeconómico. En confinamiento, fueron las familias más instruidas las que más las mantuvieron (31,4%, respecto al 16% de las familias más vulnerables), incrementando así la distancia entre unos y otros niños.

¿Qué medidas deberían implementarse para reducir el impacto del COVID-19 en la educación?

El sistema educativo ya planteaba importantes limitaciones en su capacidad para eliminar las desigualdades sociales de partida y requería de más y mejores políticas. La acumulación de desigualdades educativas en tiempos de pandemia hace ahora urgente nuevas respuestas. Las modificaciones parciales a que estábamos acostumbrados parecen no ser válidas, y hace falta un replanteamiento más integral.

Evitar el incremento de la desigualdad educativa requiere de acciones durante los confinamientos y cuarentenas parciales, que tendrán lugar durante el curso actual. Durante el cierre escolar es básico garantizar el acceso a la conexión y los dispositivos, pero también hay que continuar facilitando instrumentos alternativos al aprendizaje online (materiales en papel, apoyo telefónico, programas educativos en la televisión) como han llevado a cabo algunas comunidades autónomas, ciudades o centros educativos por iniciativa propia.

Es también necesario repensar el rol de los y las docentes y de las familias en este proceso de aprendizaje a distancia, redefinir no solo cómo enseñamos sino también qué enseñamos, todo esto teniendo en cuenta que las condiciones de confinamiento y las necesidades de cada familia son altamente desiguales. Hay que completar la atención educativa con la garantía de que las familias pueden atender sus hijos e hijas durante las cuarentenas escolares, a través de permisos remunerados u otras formas de atención que eviten la desprotección de los menores.

Fuera del ámbito escolar es necesario ampliar los tiempos educativos del alumnado más vulnerable a través de un ocio educativo de calidad, que permita crear espacios de socialización, sociabilidad y aprendizajes más allá del horario lectivo. Las competencias del ámbito local, a pesar de ser limitadas, serán ahora imprescindibles. Los programas de acompañamiento en el estudio (refuerzo escolar, impulso lector, mentorías) se tienen que redefinir para continuar buscando la adhesión y éxito escolar, ahora a través de la conexión con la escuela.

La proximidad de la administración local a las familias y la existencia de canales de identificación de la vulnerabilidad social tienen que servir, con la coordinación con otros agentes educativos, para acceder a los niños con peores condiciones de educabilidad o en riesgo de exclusión, que se han visto incrementadas por el aumento de la pobreza y la precariedad, pero también por la carencia de tiempo que sufren madres y padres para conciliar. Los recursos municipales (bibliotecas, espacios deportivos, centros cívicos, programas de ocio) se tienen que incorporar para ampliar las oportunidades educativas de los niños y las niñas, especialmente de aquellos que más están perdiendo a causa de esta situación excepcional.

En conclusión, es necesaria una clara política de lucha contra la desigualdad educativa, que por supuesto debe tener en consideración la brecha digital y por tanto tiene que garantizar a todos los alumnos y alumnas el acceso a dispositivos para poder hacer un trabajo escolar correcto en casa. Pero también necesitamos políticas de acompañamiento a las familias, necesitamos refuerzo en las escuelas para que puedan dar respuesta a las necesidades diferenciadas de su alumnado. También hace falta una apuesta clara por el ocio extraescolar, que sabemos que es generador de igualdad de oportunidades. Por lo tanto, debemos apostar e invertir recursos en aquel alumnado que más ha perdido durante el tiempo de confinamiento.

Fuente e Imagen: https://www.educaweb.com/noticia/2020/12/10/entrevista-autores-estudio-desigualdades-aprendizaje-confinamiento-19394/

Comparte este contenido:

Vídeojuegos: cursos para convertir el juego en un empleo

Redacción: Aprende Más

Diferentes cursos permiten conocer todo el proceso de creación y desarrollo del vídeo-juego de la mano de las últimas herramientas que se utilizan en el sector.

La pasión por los vídeo-juegos no solo se vive por el interés creciente en jugar partidas o conocer los diferentes personajes que los protagonizan. También es un sector que presenta un gran atractivo para labrarse un futuro profesional.

No en vano, los vídeo-juegos se han colocado entre las primeras opciones de entretenimiento, generando un volumen de negocio de más de 2.000 millones de euros. Una cifra que hace que España sea el noveno mercado mundial y el cuarto europeo.

Esto ha llevado a su vez a que nazcan más empresas especializadas en este segmento de actividad y que, evidentemente, necesitan profesionales con perfiles que están sobre todo relacionados con el diseño, desarrollo y toda la etapa de creación del vídeo-juego e, incluso, para su posterior distribución.

Son puestos que requieren de una formación específica y para los que, hoy en día, existen varias opciones para formarse. Una de ellas, por ejemplo, es el Máster en Programación de Videojuegos y Realidad Virtual de Tokio, que habilita para trabajar como programador de videojuegos en Unity 3D; ser tester técnico de videojuegos, game design o responsable de las dinámicas y mecánicas de los juegos o emplearse como desarrollador de aplicaciones de realidad virtual y aumentada, entre otras posibilidades.

Son conocimientos que se adquieren a través de seis módulos formativos, que abarcan desde el diseño inicial a su exportación, testeo y distribución. Para ello, se pone especial énfasis en el lenguaje de programación C# y en el manejo del software de realidad virtual y aumentada, entre otros aspectos.

Más info del máster en este formulario:

Máster en programación de vídeojuegos y realidad virtual

Otra opción es el Curso Superior de Programación de Vídeo-juegos y Diseño 3D, que imparte el Instituto Tecnológico MasterD, que está dirigido a cualquier persona que quiera aprender herramientas de diseño en 3D y realizar trabajos de vídeo-juegos o animación, así como a profesionales que deseen enfocarse hacia el 3D.

El curso, que consta de tres amplios bloques temáticos, incluye clases en directo como webinars o seminarios, así como videoclases 24 horas, talleres presenciales y prácticas en empresas del sector para lo que, previamente, se habrá aprendido todo sobre el diseño y la animación 3D, así como todos los aspectos relacionados con la programación de videojuegos con Unity 3D.

Precisamente, en Unity está centrado el Curso de Diseño y Desarrollo de Videojuegos con Unity de Deusto Formación, aunque se obtiene una doble titulación, siendo reconocida por esta entidad y por la Universidad Rey Juan Carlos. El curso, avalado por la Asociación de Técnicos Informáticos (ATI), capacita para diseñar y desarrollar por completo los videojuegos a través de ocho módulos formativos para saber todos los secretos de la herramienta Unity 3D y poder crear y configurar archivos que se puedan ejecutar en las distintas plataformas.

Es una formación impartida por profesores expertos del sector y que también se apoya en vídeo-tutoriales, videoconferencias y masterclases. Además, una vez finalizado el programa formativo, se puede pasar a formar parte de la bolsa de empleo de Randstad. También hay servicio de prácticas.

Y otra alternativa de formación es el Máster en Diseño de Videojuegos con Unity – Curso Experto en Diseño de Videojuegos con Unity de Implika Cursos Onine, cuya formación comprende todo el proceso de la creación del vídeo-juego, prestando especial atención a cada una de sus partes.

Es un programa que capacita en la programación para el desarrollo de vídeo-juegos multiplatarforma en nuevos entornos, PC, dispositivos móviles y consolas, incluyendo las de última generación. El temario también comprende conocimientos relacionados con el diseño artístico, gráfico, modelado y la animación 3D, así como los vinculados con las herramientas clave en el sector de los videojuegos como la Unity 3D.

Fuente: https://www.aprendemas.com/es/blog/empleo/videojuegos-cursos-para-convertir-el-juego-en-un-empleo-85819

Comparte este contenido:

Estados Unidos: Población infantil más vulnerable a peligros del mundo digital

 América del Norte/Estados Unidos/04-10-2019/Autor y Fuente: www.prensa-latina.cu
Ante la continua expansión de Internet, los niños aparecen hoy como uno de los sectores más vulnerables a peligros como el abuso sexual, el acoso o la intimidación por medio de plataformas digitales, advierten estudios recientes.
También están más expuestos al reclutamiento de grupos extremistas, entre otras amenazas, de acuerdo con un reporte de la Comisión de Naciones Unidas sobre la Banda Ancha para el Desarrollo Sostenible.

A nivel mundial, hay más de dos mil 200 millones de menores de 18 años conectados y urge un enfoque coordinado y global para combatir diferentes peligros a los cuales pueden estar expuestos, indica el informe.

Pero en la actualidad, la lucha contra los abusos a niños usuarios de Internet ni está unificada ni se produce de una manera coherente, señala.

Por ello, la Comisión llama a colaborar y crear acciones colectivas para prevenir y abordar todas las formas de violencia, abuso y explotación de los menores de edad por medio de Internet, indica el sitio oficial de noticias de la ONU.

Hay que poner en marcha medidas urgentes dirigidas a minimizar los riesgos y amenazas, al tiempo que les permita aprovechar todos los beneficios que el mundo digital aporta, añade.

El informe recomienda actuar de inmediato ya que ningún país cuenta con sistemas perfeccionados de protección de la infancia en Internet.

Ante esta situación, proponen establecer una autoridad nacional única cuya responsabilidad última sea la protección de los niños que están conectados a la red de redes, garantizar la existencia de una legislación sólida, e incluir estrategias para la seguridad de los menores de edad a través de todos los servicios digitales.

El reporte también destaca las diferencias del acceso a Internet según el lugar de residencia.

Según investigaciones conjuntas de la Unión Internacional de Telecomunicaciones y la Unesco, más de la mitad de la población mundial está conectada a Internet y los niños representan un 30 por ciento de esos usuarios de la red.

Pero el 60 por ciento jóvenes africanos no tiene acceso a esta conexión, en tanto el número de usuarios en ese continente crece anualmente a un ritmo de un 20 por ciento.

Fuente e Imagen: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=310311&SEO=poblacion-infantil-mas-vulnerable-a-peligros-del-mundo-digital
Comparte este contenido:

Ecuador ya tiene su propia plataforma digital que reunirá información de la biodiversidad con apoyo de la ciudadanía

América del Sur/Ecuador/

El Instituto Nacional de Biodiversidad, Inabio, hizo público el funcionamiento de la plataforma digital iNaturalistEc, que forma parte de la iniciativa global iNaturalist.org.

Se trata de una herramienta para celulares y aparatos tecnológicos, a través de la cual el ciudadano común puede tomar y subir fotografías y sonidos de la flora y fauna del país para alimentar un banco de datos y aportar a la identificación, investigación, desarrollo de programas y procesos de educación por parte de científicos locales y mundiales.

Esta es una forma de impulsar la ciencia ciudadana, con el fin de que se involucre con la biodiversidad y conozca lo que le rodea, dijo el subdirector del Inabio, Francisco Prieto.

Apoyo para científicos

Hasta julio del presente año en iNaturalist.org, se sumaron 25 millones de registros y están 400 mil científicos conectados. En esa plataforma global 184 mil datos corresponden a reportes proporcionados por ciudadanos ecuatorianos, manifestó el director del Inabio, Diego Inclán.

En iNaturalist.org, la plataforma mundial que nació en California (EE.UU.), cuenta con cinco mil especies “muy bien trajadas” que permiten una aproximación taxonómica a los nuevos registros que se basan en documentos compartidos por los ciudadanos, aseguró.

En cuanto a la plataforma ecuatoriana, dijo que tiene el objetivo de crear conciencia para la conservación y se constituye en un buen camino para llenar vacíos de información en el contexto geográfico. Hay mayores registros que provienen de las poblaciones que se asientan en el centro de Ecuador, pero no se tiene reportes ciudadanos de las ciudades del norte, sur, de la Costa y de gran parte de la Amazonía,añadió.

Apoyo y aplicación

José León, investigador de la Fundación Jocotoco, expresó su apoyo a esta iniciativa y anunció que en las reserva Canandé, que se ubica en Esmeraldas, se realizará en octubre próximo un ‘Bio Blitz’ (búsqueda de especies en forma intensiva) utilizando la app iNaturalistEc.

Dijo que en las siete mil hectáreas cubiertas por bosque remanente del Chocó, existe una gran diversidad biológica que la quieren registrar.

El colectivo Aves Quito ha iniciado ya la utilización de esta plataforma para monitoreo del programa Jardines silvestres, informó Sandy Espinoza.

Con el programa y la aplicación se promueve que las personas suban las fotos y observaciones conseguidas en los jardines de las ciudades y realizar un monitoreo de la biodiversidad urbana. Al momento suman 250 m2 de jardines urbanos y la meta es llegar a los 500 m2. Se fomenta el cultivo de plantas nativas que tengan relación con aves e insectos. (CM)

Fuente: https://www.lahora.com.ec/noticia/1102267307/ecuador-ya-tiene-su-propia-plataforma-digital-que-reunira-informacion-de-la-biodiversidad-con-apoyo-de-la-ciudadania

Comparte este contenido:

Colombia: Educación continuada, la tendencia de hoy a un clic de distancia

Redacción: Guapacho

No queda ninguna duda, la era digital ha logrado que los estudios académicos formales ya no sean suficientes para estar actualizado. Las organizaciones se enfrentan a mercados volátiles que requieren evolución en todas las habilidades. Por esto, capacitarse constantemente se ha convertido en una exigencia que acarrea el mercado laboral, en busca de profesionales con mayores habilidades, las cuales sean adquiridas en el menor tiempo posible.

El concepto de educación permanente en Colombia y el mundo gana terreno. Con el aumento de la expectativa de vida y la permanencia por más años de los profesionales en el mercado laboral, muchos de ellos están buscando la formación continua para no quedar relevados por los nuevos avances, como la automatización y el uso de robots.

La educación a distancia juega un rol esencial en este cambio de cultura y se ha transformado en una herramienta imprescindible para el lifelong learning  De acuerdo con cifras del Ministerio de Educación Nacional, en el 2017 se certificaron 113.002 estudiantes a nivel nacional en programas de educación para el trabajo y el desarrollo humano, una cifra superior a la registrada en el 2014.

Estamos en pleno siglo XXI y no se justifica que las universidades y, en especial, los estudiantes no tengan movilidad para capacitarse y acceder a nuevos contenidos de forma continua. No ser móvil ya no es una opción y menos para la comunidad académica que hoy debe ofrecer acceso a nuevo conocimiento a un público cada vez más amplio, en el menor tiempo posible.

De acuerdo con los pronósticos que lanzó el Online Business School (OBS) en su informe ‘El Mercado Global del E-learning’  para 2020 cerca del 50% de las clases en los centros de educación superior serán suministradas en línea y de acuerdo lo citado en el mismo, es muy probable que las promociones de alumnos del 2030 saldrán de las aulas sin conocer lo que es un tablero, ni mancharán sus manos con tinta de bolígrafo, ni leerán o estudiarán sobre libros de papel.

Todo lo anterior, porque las modalidades de aprendizaje apoyadas en plataformas virtuales de aprendizaje hacen que los estudiantes y profesionales se sientan más motivados para cumplir sus metas y capacitarse de forma permanente, logrando un mejor equilibrio entre las clases y las demás actividades laborales o personales.

El mercado laboral está volviéndose aún más competitivo y imprevisible. Los cambios ocurren en un ritmo vertiginoso. El profesional del futuro – cada vez más cercano – necesita incorporar el hábito del aprendizaje contínuo para tener una carrera estable y exitosa. Afortunadamente, gracias a la tecnología, ya están disponibles los instrumentos necesarios para todos  aquellos que desean lanzarse en la búsqueda ininterrumpida de conocimiento.

Fuente: https://guapacho.com/educacion-continuada-la-tendencia-de-hoy-a-un-clic-de-distancia/

Comparte este contenido:

Terrorismo pedagógico y esperanza en la era de la política fascista

Por: Henry Giroux

Los tiempos oscuros que atormentan a la era actual son personificados por los bárbaros que se hacen eco de la política de un pasado fascista y han llegado a gobernar los Estados Unidos, Hungría, Turquía, Polonia, Brasil, Filipinas y otros lugares. [1] Los diseñadores de una nueva generación de fascismo dominan cada vez más las principales formaciones políticas y otras instituciones políticas y económicas dominantes en todo el mundo. Su reinado de pesadilla de miseria, violencia y disposición está legitimado, en parte, en su control de un número diverso de aparatos culturales que producen una vasta maquinaria de consentimiento fabricado. Esta formación educativa reaccionaria incluye los principales medios de difusión, las plataformas digitales, Internet y la cultura impresa, todos los cuales participan en un espectáculo continuo de violencia, la estetización de la política, la legitimación de opiniones sobre hechos y el abrazo de una cultura de ignorancia. . Bajo el reinado de esta arquitectura normalizada de la ideología neoliberal, la educación crítica ahora se considera con desdén, las palabras se reducen a datos,

Las instituciones democráticas, como los medios de comunicación independientes, las escuelas, el sistema legal, ciertas instituciones financieras y la educación superior están bajo asedio en todo el mundo. Algunos de los ejemplos más recientes de esto se pueden encontrar en los Estados Unidos con el resurgimiento de los vigilantes y los grupos de milicianos de derecha a lo largo de la frontera sur y la intrusión de prácticas educativas basadas en la tecnología en las escuelas que producen planes de estudio que algunos padres afirman que convierten a los niños en zombis. . El ataque continuo de Trump a la educación superior ofrece otro ejemplo muy visible: su solicitud de presupuesto para 2020 propuesta aprobaría una asombrosa reducción de $ 7.1 mil millones en el Departamento de Educación como parte de una política para desmantelar el propio departamento.

Al mismo tiempo, la promesa de democracia está retrocediendo a medida que los fascistas actuales trabajan para subvertir el lenguaje, los valores, el coraje, la visión y la conciencia crítica. La educación se ha convertido cada vez más en una herramienta de dominación a medida que los empresarios del odio despliegan aparatos pedagógicos de derecha para atacar a trabajadores, jóvenes negros, refugiados, inmigrantes y otros que consideran desechables. En medio de un momento en que un orden social más antiguo se está desmoronando y uno nuevo está luchando por definirse, surge un momento de confusión, peligro y momentos de gran inquietud. Estamos una vez más en un momento histórico en el que las estructuras de liberación y autoritarismo están compitiendo por el futuro.

Hemos llegado a un momento en el que dos mundos se enfrentan entre sí y la historia del presente se encuentra en un punto en el que «las posibilidades se realizan o se rechazan, pero nunca desaparecen por completo». [2]   Dos mundos chocan: Primero Como han observado varios estudiosos, existe el duro y desmoronado mundo de la globalización neoliberal y sus pasiones movilizadoras que alimentan diferentes líneas del fascismo en todo el mundo, incluido Estados Unidos. El poder ahora está enamorado de la acumulación de ganancias y capital y es cada vez más adicto a una política de nacionalismo blanco y limpieza racial. [3]En segundo lugar, está el mundo de los movimientos contrarios, que está creciendo especialmente entre los jóvenes, con su búsqueda de una nueva política que pueda repensar, reclamar e inventar una nueva comprensión del socialismo democrático, no contaminada por el capitalismo. [4]

Es difícil imaginar un momento más urgente para hacer de la educación un lugar central para la política. Si vamos a desarrollar una política capaz de despertar nuestra sensibilidad crítica, imaginativa e histórica, es crucial para los educadores y otros desarrollar un lenguaje de crítica y posibilidad. Tal lenguaje es necesario para permitir que las condiciones forjen una resistencia internacional colectiva entre educadores, jóvenes, artistas y otros trabajadores culturales en defensa de los bienes públicos. Tal movimiento es importante para resistir y superar las pesadas pesadillas fascistas que han caído sobre Estados Unidos, Brasil y varios otros países de Europa plagados por el surgimiento de los partidos neonazis. En una época de aislamiento social, desbordamiento de información, una cultura de inmediatez, exceso de consumo y violencia espectacularizada,

La lección pedagógica aquí es que el fascismo comienza con palabras de odio, la demonización de otros considerados desechables, y avanza hacia un ataque de ideas, la quema de libros, la desaparición de intelectuales y el surgimiento del estado carcelario y los horrores de las cárceles de detención. y campamentos. Como una forma de política cultural, la pedagogía crítica ofrece la promesa de un espacio protegido dentro del cual pensar contra el grano de la opinión recibida. Este es un espacio para cuestionar y desafiar, para imaginar el mundo desde diferentes puntos de vista y perspectivas, para reflexionar sobre nosotros mismos en relación con los demás y, al hacerlo, para comprender lo que significa «asumir un sentido de responsabilidad política y social». [5]

La educación, tanto en sus formas simbólicas como institucionales, tiene un papel central que desempeñar en la lucha contra el resurgimiento de las culturas fascistas, las narraciones históricas míticas y las ideologías emergentes de la supremacía blanca y el nacionalismo blanco. Más aún, en un momento en que los fascistas de todo el mundo difunden imágenes tóxicas racistas y ultranacionalistas del pasado, es esencial reclamar la pedagogía crítica como una forma de conciencia histórica y testimonio moral. Esto es especialmente cierto en un momento en que la amnesia histórica y social se ha convertido en un pasatiempo nacional, particularmente en los Estados Unidos, igualada solo por la masculinización de la esfera pública y la creciente normalización de una política fascista que se nutre de la ignorancia, el miedo, el odio. la limpieza social, la supresión de la disidencia y la supremacía blanca.[6]

La política cultural en los últimos 20 años se ha vuelto tóxica a medida que las elites dominantes obtienen cada vez más el control de los aparatos culturales dominantes, convirtiéndolos en máquinas de desimaginación pedagógicas que sirven a las fuerzas de la tranquilidad ética al producir y legitimar infinitas imágenes degradantes y humillantes de los pobres, inmigrantes, musulmanes, y otros consideraron el exceso, las vidas desperdiciadas condenadas a la exclusión terminal. La máquina del sueño capitalista está de vuelta con enormes ganancias para los ultra ricos, los administradores de fondos de cobertura y los principales actores en las industrias de servicios financieros. En estos nuevos paisajes de riqueza, fraude y atomización social, un capitalismo brutal y fanático promueve un espíritu de ganadora, una cultura de crueldad y nacionalismo blanco, que socava agresivamente el estado de bienestar al tiempo que empuja a millones a las penurias y las desgracias. Las geografías de la decadencia moral y política se han convertido en el estándar organizador de los mundos de sueño de consumo, privatización, vigilancia y desregulación. Dentro de este paisaje cada vez más fascista, las esferas públicas son reemplazadas por zonas de abandono social y prosperan con las energías de los muertos vivientes y los avatares de la crueldad y la miseria.

El escritor Pankaj Mishra tiene razón al argumentar que el neoliberalismo ha creado una sociedad en la que la compasión ahora se ve con desdén y la empatía en una sociedad impulsada por el mercado se convierte en sinónimo de una patología. El escribe:

El enigma de nuestra época es cómo [la compasión como] fundamento esencial de la vida cívica desapareció de nuestra conversación pública, invisiblemente reemplazada por la presunta racionalidad del interés propio individual, los mecanismos del mercado y las instituciones democráticas. Puede ser difícil recordar esto hoy, en medio de las continuas explosiones de ira y venganza en la vida pública, pero la imaginación compasiva era indispensable para los movimientos políticos que surgieron en el siglo XIX para abordar el sufrimiento masivo causado por los cambios sociales y económicos radicales. A medida que se intensificaron las experiencias de dislocación y explotación, una variedad de socialistas, demócratas y reformistas defendieron el sentimiento y la solidaridad, incitando el desprecio de, entre otros, a Friedrich Nietzsche, quien afirmó que la demanda de justicia social ocultaba la envidia y el resentimiento de los débiles contra sus superiores naturalmente aristocráticos. Sin embargo, nuestras propias sociedades profundamente desiguales y amargamente polarizadas han validado completamente el temor de Rousseau de que las personas divididas por disparidades extremas dejaran de sentir compasión por los demás … Uno de los resultados de la integración de una sombría ética de supervivencia es que «la mayoría de las personas, a medida que crecen ahora», escribieron el psicoanalista Adam Phillips y la historiadora Barbara Taylor.Sobre la bondad , «cree secretamente que la bondad es una virtud de los perdedores». [7]

La educación en las últimas tres décadas ha disminuido rápidamente en sus capacidades para educar a los jóvenes y otros para que sean agentes críticos y comprometidos socialmente. Bajo los regímenes neoliberales que ahora coquetean con la supremacía blanca, los apóstoles del autoritarismo han considerado que las posibilidades utópicas anteriormente asociadas con la educación pública son demasiado peligrosas para no ser controladas. Las escuelas públicas, que podrían tener un potencial tan radical para promover la igualdad social y apoyar la democracia, están sujetas a las fuerzas tóxicas de la privatización y los planes de estudio estandarizados sin sentido, mientras que los maestros están sujetos a condiciones laborales intolerables. La educación superior ahora imita una cultura empresarial dirigida por un ejército directivo de burócratas, borrachos de los valores del mercado, que se parecen a los sumos sacerdotes de una racionalidad instrumental mortal. Las visiones dominantes de la democracia están en el exilio en todos los niveles de la educación. La lucha, sin embargo, está lejos de terminar. La buena noticia es que hay una creciente ola de huelgas de maestros, funcionarios públicos y trabajadores, tanto en los Estados Unidos como en el extranjero, que se resisten a la maquinaria cruel de explotación, racismo, austeridad y disponibilidad desatada por el neoliberalismo en los últimos cuarenta años. .

El pensamiento crítico y las imaginaciones de un mundo mejor representan una amenaza directa para la racionalidad neoliberal en la cual el futuro siempre debe replicar el presente en un círculo sin fin en el que el capital y las identidades que legitima se fusionan entre sí en lo que podría llamarse una zona muerta De la imaginación y las pedagogías de la represión. Este impulso distópico prospera al producir innumerables formas de desigualdad y violencia, que abarcan tanto lo simbólico como lo estructural, como parte de un intento más amplio de definir la educación en términos puramente instrumentales, privatizados y antiintectuales. Lo que está claro es que los modos de educación neoliberal intentan moldear a los estudiantes en los mantras impulsados ​​por el mercado del interés propio, la dura competencia, el individualismo sin control y el espíritu del consumismo. Ahora se les dice a los jóvenes que inviertan en sus carreras, Empaque sus currículums, y logre el éxito a cualquier costo. Es precisamente este reemplazo de la esperanza educada con un agresivo proyecto neoliberal distal y políticas culturales lo que ahora caracteriza el asalto actual a la educación pública y superior en varias partes del mundo. Bajo el neoliberalismo, el mantra de la privatización, la desregulación y la destrucción del bien público se complementa con una fusión tóxica de la desigualdad, la codicia y una obsesión con las ganancias.

Es crucial que los educadores recuerden que el lenguaje no es simplemente un instrumento de miedo, violencia e intimidación, sino que también es un vehículo para la crítica, el coraje cívico, la resistencia y la agencia comprometida e informada. Vivimos en un momento en que el lenguaje de la democracia ha sido saqueado, despojado de sus promesas y esperanzas. Si se quiere derrotar al fascismo, es necesario hacer de la educación un principio organizador de la política y, en parte, esto se puede hacer con un lenguaje que exponga y desenrede las falsedades, los sistemas de opresión y las relaciones corruptas de poder, al mismo tiempo que deja claro que Un futuro alternativo es posible. Hannah Arendt tenía razón al argumentar que el lenguaje es crucial para resaltar los «elementos cristalizados» a menudo ocultos que hacen que el fascismo sea probable. [8]El lenguaje puede ser una herramienta poderosa en la búsqueda de la verdad y la condena de falsedades e injusticias. Además, es a través del lenguaje que se puede recordar la historia del fascismo y las lecciones de las condiciones que crearon la plaga del genocidio pueden proporcionar el reconocimiento de que el fascismo no reside únicamente en el pasado y que sus huellas están siempre latentes, incluso en el Las democracias más fuertes. Paul Gilroy sostiene correctamente que es crucial en el momento histórico actual volver a comprometerse con el fascismo para restablecerlo en su lugar adecuado para enfrentar los tiempos oscuros, que amenazan con impulsar a las democracias de todo el mundo a gobiernos que imitan la política fascista de Estados Unidos. el pasado.

Me acerco al concepto de fascismo con temor, no solo porque enlaza tantos fenómenos históricos y locales diferentes. Ha sido engullido por la forma en que ha funcionado como un término de abuso general y corrompido por la forma en que se ha utilizado para expresar una sensación de maldad que es frustrantemente abstracta pero que sigue siendo rehén de la moderna fascinación contemporánea con la obscenidad, la criminalidad, la agresión, y el horror. Re «comprometerme con la idea del fascismo genérico es, espero, trabajar para redimir el término de su trivialización y restaurarlo en un lugar adecuado en las discusiones sobre los límites morales y políticos de lo que es aceptable … Creo que seguir adelante Una definición genérica de fascismo no solo es posible y deseable sino imperativa … Es esencial, ya que la memoria viva del período fascista se desvanece, para poder identificar estos nuevos grupos y su influencia en las vidas volátiles de las políticas postindustriales. El solo hecho de mantener una discusión sobre el fascismo como un proyecto heurístico en curso tiene un valor adicional en un escenario posterior a la guerra fría en el que Occidente ha desaparecido y donde una Europa renacida debe enfrentar su pasado.[9]

La visión de Gilroy proporciona una razón más para que los educadores hagan que la política sea más pedagógica y la pedagógica más política. Lo último es crucial para reconocer que la pedagogía es siempre una lucha por la agencia, las identidades, el deseo y los valores, al mismo tiempo que reconoce que tiene un papel crucial que desempeñar para abordar importantes cuestiones sociales y defender la educación pública y superior como esferas públicas democráticas. Hacer lo político pedagógico en este caso sugiere producir modos de conocimiento y prácticas sociales que no solo afirmen el trabajo cultural de oposición y las prácticas pedagógicas, sino que también ofrezcan oportunidades para movilizar instancias de indignación colectiva junto con acción de masas directa, contra un despiadado capitalismo de casino y un emergente fascista. política. Dicha movilización debe oponerse a las inequidades materiales evidentes y la creciente creencia cínica de que democracia y capitalismo son sinónimos. Como mínimo, la pedagogía crítica propone que la educación es una forma de intervención política en el mundo y que es capaz de crear las posibilidades de transformación individual y social.

La ignorancia ahora gobierna América. No es la ignorancia simple, aunque algo inocente, que proviene de una falta de conocimiento, sino una ignorancia maliciosa forjada en la arrogancia de negarse a pensar mucho sobre un tema, a comprometerse con el lenguaje en la búsqueda de la justicia. Como es bien sabido, la ignorancia del presidente Trump se exhibe diariamente. No solo es un mentiroso en serie, sino que su ignorancia también sirve como una herramienta de poder para evitar que el poder rinda cuentas. Además, también funciona como una forma de reescribir la relación entre las demandas de los ciudadanos críticos y las demandas de responsabilidad social y cívica. Bajo tales circunstancias, el pensamiento se vuelve peligroso y se convierte en objeto de asco organizado por cualquier vestigio de la verdad. Sin embargo, aquí hay más en juego que la producción de una forma tóxica de analfabetismo y la reducción de los horizontes políticos. Lo que estamos presenciando es un cierre de lo político junto con expresiones explícitas de crueldad y «crueldad ampliamente sancionada».[10]    Además, las mismas condiciones que permiten a las personas tomar decisiones informadas están bajo asedio a medida que las escuelas se financian, los medios se vuelven más corporativizados, los periodistas opositores son asesinados y la televisión de realidad se convierte en el modelo para el entretenimiento masivo. Bajo tales circunstancias, hay un ataque a gran escala contra el razonamiento reflexivo, la empatía, la resistencia colectiva y la imaginación compasiva. En cierto modo, la dictadura de la ignorancia se asemeja a lo que el escritor John Berger llama «eticidio»: y Joshua Sperling define como «El embotamiento de los sentidos; el ahuecamiento del lenguaje; el borrado de la conexión con el pasado, los muertos, el lugar, la tierra, el suelo; posiblemente también el borrado de ciertas emociones, ya sea lástima, compasión, consuelo, luto o esperanza ”. [11]

Dada la crisis actual de la política, la agencia, la historia y la memoria, los educadores necesitan un nuevo lenguaje político y pedagógico para abordar los contextos y problemas cambiantes que enfrenta un mundo en el que el capital se basa en una convergencia sin precedentes de recursos: financieros, culturales, políticos, económicos. Científicos, militares y tecnológicos: para ejercer potentes y diversas formas de control directo e indirecto. Si los educadores y otros quieren contrarrestar la mayor capacidad del capitalismo global para separar la esfera tradicional de la política del ahora alcance transnacional del poder, es crucial desarrollar enfoques educativos que rechacen un colapso de la distinción entre libertades de mercado y libertades civiles, una economía de mercado. y una sociedad de mercado, y capitalismo y democracia. La resistencia no comienza con la reforma del capitalismo sino con su abolición.[12]

Después de décadas de la pesadilla neoliberal tanto en Estados Unidos como en el extranjero, las pasiones movilizadoras del fascismo se desataron a diferencia de todo lo que hemos visto desde la década de 1930. La élite gobernante y los gerentes del capitalismo extremo han usado las crisis de desigualdad económica e inmigración y sus «arreglos manifiestamente brutales y de explotación» para sembrar divisiones sociales y resucitar el discurso de la limpieza racial y la supremacía blanca. [13]   Al hacerlo, han aprovechado el creciente sufrimiento y ansiedad colectivos de millones de personas para redirigir su enojo y desesperación a través de una cultura de miedo y discurso de deshumanización; también han convertido las ideas críticas en cenizas al diseminar una mezcla tóxica de categorías racializadas, ignorancia y un espíritu militarizado del nacionalismo blanco.

En este caso, el neoliberalismo y el fascismo se unen y avanzan en un proyecto y movimiento cómodo y mutuamente compatible que conecta los valores explotadores y las políticas de austeridad crueles del capitalismo de casino » [14] con los ideales fascistas. Estos ideales incluyen: la veneración de la guerra, el antiintelectualismo; deshumanización; una celebración populista del ultranacionalismo y la pureza racial; [15]la supresión de la libertad y la disidencia; una cultura de la mentira; una política de la jerarquía, la espectacularización de la emoción sobre la razón, la armonización del lenguaje; Un discurso de decadencia y violencia estatal en formas heterogéneas. El fascismo nunca está enteramente enterrado en el pasado y las condiciones que producen sus suposiciones centrales nos acompañan una vez más, iniciando un período de barbarie moderna que parece estar llegando a los extremos homicidas, especialmente en los Estados Unidos. [dieciséis]

La profunda gramática de la violencia ahora da forma a todos los aspectos de la producción cultural y se vuelve visceral en su generación actual de terrorismo doméstico, tiroteos en masa, el encarcelamiento en masa de personas de color y la guerra contra los inmigrantes indocumentados. No solo se ha vuelto más gratuito, aleatorio y, en algunos casos, trivializado a través de la monotonía de la repetición, también sirve como la doctrina oficial de la administración de Trump en la configuración de sus políticas domésticas y de seguridad. La violencia de Trump se ha vuelto tanto promiscua en su alcance como envalentonada en su inclinación a los grupos extremistas de derecha. La mezcla de nacionalismo blanco y la expansión de las políticas que benefician a los ricos, las grandes corporaciones y la elite financiera están cada vez más legitimadas y normalizadas en una nueva forma de pedagogía pública que equivale a una legitimación de lo que he llamado fascismo neoliberal.[17]

En tales circunstancias, la pedagogía crítica se convierte en una práctica política y moral en la lucha por revivir la alfabetización cívica, la cultura cívica y la noción de ciudadanía compartida. La política pierde sus posibilidades emancipadoras si no puede proporcionar las condiciones educativas necesarias para que los estudiantes y otras personas puedan pensar en contra del grano y realizarse como ciudadanos informados, críticos y comprometidos. No hay una política radical sin una pedagogía capaz de despertar la conciencia, desafiar el sentido común y crear modos de análisis en los que las personas descubran un momento de reconocimiento que les permita repensar las condiciones que dan forma a sus vidas.

Como una cuestión de responsabilidad política y social, los educadores deben hacer más que crear las condiciones para el pensamiento crítico y alimentar un sentido de esperanza para sus estudiantes. También deben asumir responsablemente el papel de los educadores cívicos en contextos sociales más amplios y estar dispuestos a compartir sus ideas con otros educadores y el público en general haciendo uso de las nuevas tecnologías de los medios y los modos tradicionales de comunicación. Comunicarse a una variedad de audiencias públicas sugiere usar oportunidades para escribir, charlas públicas y entrevistas en los medios de comunicación ofrecidas por la radio, Internet, revistas alternativas y enseñar a jóvenes y adultos en escuelas alternativas, por nombrar solo algunas. Aprovechando su papel como intelectuales públicos, los educadores pueden abordar el desafío de combinar la erudición y el compromiso utilizando un vocabulario que no es ni aburrido ni obtuso, mientras buscan hablar con una audiencia más amplia. Más importante aún, a medida que los maestros se organizan para afirmar la importancia de su papel y el de la educación en una democracia, pueden forjar nuevas alianzas y conexiones para desarrollar movimientos sociales que incluyan y se expandan más allá del trabajo con sindicatos y formaciones políticas tradicionales.

La educación funciona como un sitio crucial de poder en el mundo moderno. Si los maestros están realmente preocupados por salvaguardar la educación, tendrán que tomar en serio cómo funciona la pedagogía a nivel local y global. La pedagogía crítica tiene un papel importante que desempeñar tanto para comprender como para desafiar la forma en que se despliegan, afirman y se resisten el poder, el conocimiento y los valores dentro y fuera de los discursos tradicionales y las esferas culturales. En un contexto local, la pedagogía crítica se convierte en una herramienta teórica importante para comprender las condiciones institucionales que imponen restricciones a la producción de conocimiento, aprendizaje, trabajo académico, relaciones sociales y democracia en sí. La pedagogía crítica también proporciona un discurso para comprometer y desafiar la construcción de jerarquías sociales, identidades, e ideologías a medida que atraviesan las fronteras locales y nacionales. Además, la pedagogía como forma de producción y crítica ofrece un discurso de posibilidad, una forma de brindar a los estudiantes la oportunidad de vincular la comprensión con el compromiso y la transformación social para buscar la mayor justicia posible.

This suggests that one of the most serious challenges facing teachers, artists, journalists, writers, and other cultural workers is the task of developing a discourse of both critique and possibility.  This means developing discourses and pedagogical practices that connect a critical reading the word with reading the world, and doing so in ways that enhance the creative capacities of young people and provide the conditions for them to become critical agents. In taking up this project, educators and others should attempt to create the conditions that give students the opportunity to become critical and engaged citizens who have the knowledge and courage to struggle in order to make desolation and cynicism unconvincing and hope practical. Hope in this instance is educational, removed from the fantasy of an idealism that is unaware of the constraints facing the dream of a radical democratic society. Educated hope is not a call to overlook the difficult conditions that shape both schools and the larger social order nor is it a blueprint removed from specific contexts and struggles. On the contrary, it is the precondition for providing those languages and values that point the way to imagining a future that does not replicate the nightmares of the present.

La esperanza educada proporciona la base para dignificar el trabajo de los maestros; ofrece un conocimiento crítico vinculado al cambio social democrático, afirma responsabilidades compartidas y alienta a los profesores y estudiantes a reconocer la ambivalencia y la incertidumbre como dimensiones fundamentales del aprendizaje. Tal esperanza ofrece la posibilidad de pensar más allá de lo dado. Por difícil que parezca esta tarea para los educadores, si no para un público más amplio, es una lucha que vale la pena librar.

En una época de capitalismo venenoso y una política fascista emergente, educadores, estudiantes y otros ciudadanos preocupados enfrentan el desafío de proporcionar un lenguaje que abarque a un utopismo militante, mientras que están constantemente atentos a aquellas fuerzas que buscan convertir esa esperanza en un nuevo eslogan o Castigar y despedir a quienes se atreven a mirar más allá del horizonte de lo dado. El fascismo engendra cinismo y es enemigo de una esperanza militante y social. La esperanza debe ser atenuada por la compleja realidad de los tiempos y vista como un proyecto y condición para proporcionar un sentido de agencia colectiva, oposición, imaginación política y participación comprometida. Sin esperanza, incluso en los tiempos más terribles, no hay posibilidad de resistencia, disensión y lucha. La agencia es la condición de la lucha, y la esperanza es la condición de la agencia.

La esperanza es el requisito afectivo e intelectual para la lucha individual y social. La esperanza, no la desesperación, es la condición previa que fomenta la crítica por parte de los intelectuales dentro y fuera de la academia que utilizan los recursos de la teoría para abordar problemas sociales apremiantes. La esperanza también está en la raíz del coraje cívico que traduce la crítica en la práctica política. La esperanza, como el deseo de un futuro que ofrezca más que el presente, se vuelve más aguda cuando la vida de uno ya no puede darse por sentado. Solo al mantener tanto la crítica como la esperanza en tales contextos, la resistencia hará concreta la posibilidad de transformar la política en un espacio ético y un acto público. Y un futuro mejor que el que ahora esperamos desplegar requerirá nada menos que enfrentar el flujo de la experiencia cotidiana y el peso del sufrimiento social con la fuerza de la resistencia individual y colectiva y el proyecto interminable de transformación social democrática. Al mismo tiempo, para que la resistencia asuma los desafíos planteados por el surgimiento de una política fascista, tendrá que desarrollar un despertar del deseo. Esta forma de deseo educado está arraigada en el sueño de una conciencia y una imaginación colectivas alimentadas por la lucha por nuevas formas de comunidad que afirman el valor de lo social, la igualdad económica, el contrato social, los valores democráticos y las relaciones sociales. Para que la resistencia pueda enfrentar los desafíos planteados por el surgimiento de una política fascista, tendrá que desarrollar un despertar del deseo. Esta forma de deseo educado está arraigada en el sueño de una conciencia y una imaginación colectivas alimentadas por la lucha por nuevas formas de comunidad que afirman el valor de lo social, la igualdad económica, el contrato social, los valores democráticos y las relaciones sociales. Para que la resistencia pueda enfrentar los desafíos planteados por el surgimiento de una política fascista, tendrá que desarrollar un despertar del deseo. Esta forma de deseo educado está arraigada en el sueño de una conciencia y una imaginación colectivas alimentadas por la lucha por nuevas formas de comunidad que afirman el valor de lo social, la igualdad económica, el contrato social, los valores democráticos y las relaciones sociales.

La lucha actual contra un fascismo naciente en todo el mundo no es solo una lucha por las estructuras económicas o las alturas dominantes del poder corporativo. También es una lucha por las visiones, las ideas, la conciencia y el poder para cambiar la cultura misma. También es como Hannah Arendt señala una lucha contra «un temor generalizado de juzgar». [18]Sin la capacidad de juzgar, es imposible recuperar palabras que tengan un significado, imaginar mundos alternativos y un futuro que no imite los tiempos oscuros en que vivimos, y crear un lenguaje que cambie nuestra forma de pensar sobre nosotros mismos y nuestra relación con los demás. . Cualquier lucha por un orden socialista democrático radical no tendrá lugar si «las lecciones de nuestro pasado oscuro [no se pueden] aprender y transformar en resoluciones constructivas» y soluciones para luchar y crear una sociedad postcapitalista. [19]

Al final, no hay democracia sin ciudadanos informados y no hay justicia sin un lenguaje crítico de injusticia. La democracia comienza a fracasar y la vida política se empobrece en ausencia de esas esferas públicas vitales, como la educación pública y superior, en la que los valores cívicos, la erudición pública y el compromiso social permiten una comprensión más imaginativa de un futuro que toma en serio las demandas de la justicia. , equidad y coraje cívico. La democracia debe ser una forma de pensar acerca de la educación, una que prospere al conectar la pedagogía con la práctica de la libertad, el aprendizaje a la ética y la agencia a los imperativos de la responsabilidad social y el bien público. [20] El capitalismo neoliberal despoja a la esperanza de sus posibilidades utópicas y se nutre de la idea de que vivimos en una era de esperanza cerrada, y que cualquier intento de pensar lo contrario resultará en una pesadilla. Sin embargo, el hecho es que sin esperanza no hay agencia y sin agentes colectivos, no hay esperanza de resistencia. En la era del fascismo naciente, no es suficiente conectar la educación con la defensa de la razón, el juicio informado y la agencia crítica; también debe estar alineado con el poder y el potencial de la resistencia colectiva. Vivimos en tiempos peligrosos. En consecuencia, existe una necesidad urgente de que más individuos, instituciones y movimientos sociales se unan en la creencia de que los regímenes actuales de tiranía pueden ser resistidos,

Notas

[1] Quiero agradecer a la Dra. Rania Filippakou por sus perspicaces comentarios editoriales.

[2] Peter Thompson, «La Escuela de Frankfurt, Parte 5: Walter Benjamin, El fascismo y el futuro», The Guardian (21 de abril de 2013). En línea: https://www.theguardian.com/commentisfree/belief/2013/apr/22/frankfurt-school-walter-benjamin-fascism-future

[3] Ver, especialmente, Stuart Hall, Capítulo 1: «La revolución neoliberal», La crisis neoliberal , ed. Editado por Jonathan Rutherford y Sally Davison, [Londres: Lawrence Wishart 2012]. En línea: http://wh.agh.edu.pl/other/materialy/678_2015_04_21_22_04_51_The_Neoliberal_Crisis_Book.pdf ; David Harvey: Una breve historia del neoliberalismo (Nueva York: Oxford University Press, 2005); Sheldon S. Wolin, Democracy Incorporated: Democracia administrada y el espectro del totalitarismo invertido , (Princeton University Press, 2008). Wendy Brown, “ Deshaciendo las demostraciones: Revolución sigilosa del neoliberalismo , (Nueva York: Zone Books, 2015). Virginia Eubanks, automatizando la desigualdad  (St. Martin’s Press, 2017); George Monbiot, Out of the Wreckage (Verso Press, 2017 ); Henry A. Giroux, American Nightmare: Enfrentando el desafío del fascismo ( City Lights 2018).

[4] Charles Derber, Bienvenido a la Revolución: Universalización de la resistencia por la justicia social y la democracia en tiempos peligrosos(Nueva York: Routledge, 2017). Heinrich Geiselberger, ed, The Great Regression (Londres: Polity, 2017).

[5] Jon Nixon, «Hannah Arendt: Thinking Versus Evil», Times Higher Education , (26 de febrero de 2015). En línea en: https://www.timeshighereducation.co.uk/features/hannah-arendt-thinking-versus-evil/2018664.article?page=0%2C0

[6] Ver, por ejemplo, Jane Mayer, «The Making of the Fox News White House», The New Yorker (4 de marzo de 2019). En línea: https://www.newyorker.com/magazine/2019/03/11/the-making-of-the-fox-news-white-house

[7] Pankaj Mishra, «Una postura de Gandhi contra la cultura de la crueldad», The New York Review of Books, [22 de mayo de 2018]. En línea: http://www.nybooks.com/daily/2018/05/22/the-culture-of-cruelty/

[8]  Hannah Arendt, Orígenes del totalitarismo (Nueva York: Harcourt Trade Publishers, Nueva edición, 2001).

[9] Paul Gilroy, » Contra la raza: imaginando la cultura política más allá de la línea de color «, Capítulo 4 -Hitler in Khakis: Íconos, propaganda y política estética ‘(Cambridge: The Belknap Press de Harvard University Press, 2000), pp. 144-145, 146

[10] Pankaj Mishra, «Una postura de Gandhi contra la cultura de la crueldad», The New York Review of Books, [22 de mayo de 2018]. En línea: http://www.nybooks.com/daily/2018/05/22/the-culture-of-cruelty/

[11] Joshua Sperling citó en Lisa Appignanesi, “Las formas de ser de Berger”, The New York Review of Books (9 de mayo de 2019). En línea: https://www.nybooks.com/articles/2019/05/09/john-berger-ways-of-being/?utm_medium=email&utm_campaign=NYR%20Tintoretto%20Berger%20Mueller&utm_content=NYR%20Tintoretto%20Berger%%20Merer + CID_22999ee4b377a478a5ed6d4ef5021162 & utm_source = Newsletter & utm_term = John% 20Bergers% 20Ways% 20of% 20Being

[12] Citado en Roger Griffin, «Preparando el renacimiento de la nación: la política y la estética del desempeño en el contexto de los estudios fascistas», en Gunter Berghaus, ed. Fascismo y teatro: estudios comparativos sobre la estética y la política del performance en Europa, 1925-1945. (Providencia: Gerghahn Books, 1996). En línea: https://www.libraryofsocialscience.com/ideologies/resources/griffin-staging-the-nations/

[13] Paul Gilroy, Against Race  (Cambridge: Harvard University Press, 2000), 139.

[14] Paul Gilroy, Against Race  (Cambridge: Harvard University Press, 2000), 139.

[15] Paul Gilroy, Against Race  (Cambridge: Harvard University Press, 2000), 139.

[16] Chiara Bottici en Cihan Aksan y Jon Bailes, editores. «One Question Fascism (Part One),» ¿Vuelve el fascismo? »  State of Nature Blog,  [3 de diciembre de 2017]. En línea: http://stateofnatureblog.com/one-question-fascism-part-one/

[17] Henry A. Giroux, «La pesadilla del fascismo neoliberal», Truthout (10 de junio de 2018). En línea: https://truthout.org/articles/henry-a-giroux-the-nightmare-of-neoliberal-fascism/

[18] Hannah Arendt, «Responsabilidad personal bajo la dictadura», en Jerome Kohn, ed., Responsibility and Judgment, [NY: Schocken Books, 2003]. En línea: https://grattoncourses.files.wordpress.com/2016/08/responsibility-under-a-dictatorship-arendt.pdf

[19] Nicola Bertoldi, “¿Estamos viviendo una nueva ‘era de Weimar’ ?: resoluciones constructivas para nuestro futuro”, OpenDemocracy  (3 de enero de 2018). En línea: https://us1.campaign-archive.com/?e=d77f123300&u=9c663f765f28cdb71116aa9ac&id=367a142d39

[20] Henry A. Giroux, El terror de lo imprevisto  (Los Angeles: Los Angeles Review of Books, 2019).

 

Fuente: https://www.counterpunch.org/2019/05/10/pedagogical-terrorism-and-hope-in-the-age-of-fascist-politics/

 

Comparte este contenido:
Page 4 of 5
1 2 3 4 5