Page 8 of 136
1 6 7 8 9 10 136

“Solo acceden a la educación el 23% de los venezolanos que viven en pobreza”

El vicerrector administrativo de la Universidad Monteavila (Caracas), Orlando Pérez Caldera, expresó que los jóvenes venezolanos se ven limitados a estudiar por diversos factores de la crisis del país.

Entre la población de 3 y 17 años se redujo la cobertura educativa nacional después de la crisis postpandémica, según la última encuesta de ENCOVI, en casi 1 millón de niños y jóvenes, indicó Pérez en entrevista para Unión Radio.

Por otra parte, señaló que solo acceden a la educación el 23% de los venezolanos que viven en pobreza extrema. Y que “sólo 25% de los jóvenes entre 18 y 24 años en Venezuela tienen acceso a la educación en centros privados” por lo que ha disminuido en gran medida las matrículas a nivel nacional.

Mencionó que la universidad que representa ha aportado un 36% de becas a su población estudiantil. “Muchos de los jóvenes que llegan a nosotros con solicitudes de beca, tienen una realidad familiar y social que se debe estudiar. Hemos hecho enlaces con distintos sectores empresariales para la colaboración permanente con esta causa”, añadió el vicerrector.

“Solo acceden a la educación el 23% de los venezolanos que viven en pobreza” #14Mar

Comparte este contenido:

El número de niños y niñas que carecen de protección social esencial está aumentando a nivel mundial – OIT y UNICEF

Según un nuevo informe, las múltiples crisis podrían llevar a más niños a la pobreza y crear la necesidad urgente de fortalecer la protección social.

En Siria, Radwan, de 9 años, y su hermana Rimas, de 5, se beneficiaron del programa de ayudas de UNICEF durante el invierno, que consistió en asistencia en efectivo para ayudar a las familias a sobrevivir durante la temporada de invierno.

El número de niños que no tienen acceso a servicios de protección social aumenta cada año, lo cual los expone al riesgo de sufrir pobreza, hambre y discriminación, según un nuevo informe publicado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y UNICEF.

El informe, Más de mil millones de razones: La necesidad urgente de construir una protección social universal para la infancia, advierte que entre 2016 y 2020, otros 50 millones de niños de 0 a 15 años no recibieron prestaciones básicas de protección social (en particular las prestaciones por hijos a cargo, pagadas en efectivo o a través de créditos fiscales), lo que llevó el número total de niños menores de 15 años en esta situación a 1.460 millones a nivel mundial.

“En definitiva, fortalecer los esfuerzos a fin de garantizar una inversión adecuada en protección social universal para la infancia, idealmente a través de las prestaciones universales por hijos a cargo para apoyar a las familias en todo momento, es una decisión ética y racional, y nos sitúa en el camino correcto hacia el desarrollo sostenible y la justicia social”, declaró Shahra Razavi, Directora del Departamento de Protección Social de la OIT.

Según el informe, las tasas de cobertura de las prestaciones familiares y por hijos a cargo disminuyeron o se estancaron en todas las regiones del mundo entre 2016 y 2020, lo cual significa que ningún país está en vías de alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible de lograr una amplia cobertura de protección social de aquí a 2030. Por ejemplo, en América Latina y el Caribe, la cobertura disminuyó de manera significativa de aproximadamente el 51% al 42%, mientras que en otras regiones se estancó o sigue siendo baja. En Asia Central y Asia Meridional; Asia Oriental y Asia Sudoriental; África subsahariana; Asia Occidental y África del Norte, las tasas de cobertura se sitúan alrededor del 21%, el 14%, el 11% y el 28% respectivamente desde 2016.

Cuando no reciben una protección social adecuada, los niños y las niñas están más expuestos a la pobreza, las enfermedades, la falta de escolarización y la malnutrición, y tienen más probabilidades de caer en las redes del matrimonio precoz y el trabajo infantil.

A nivel mundial, los niños tienen el doble de probabilidades que los adultos de vivir en la pobreza extrema (aquellos que luchan por sobrevivir con menos de 1,90 dólares (PPA*) al día), aproximadamente 356 millones de niños. Mil millones de niños viven también en situación de pobreza multidimensional o, lo que es lo mismo, carecen de acceso a la educación, la salud, la vivienda, la nutrición, el saneamiento o el agua. La cifra de niños y niñas que viven en situación de pobreza multidimensional aumentó en un 15% durante la pandemia de COVID-19, lo cual supuso un retroceso en los avances que se habían conseguido hasta ese momento en la reducción de la pobreza infantil y subrayó la necesidad urgente de otorgarles protección social.

Además, la pandemia puso en evidencia que la protección social es una respuesta fundamental en tiempos de crisis. Casi todos los gobiernos del mundo introdujeron nuevos programas de protección social o adaptaron con rapidez los regímenes existentes a fin de apoyar a los niños y las familias, pero la mayoría no hizo reformas permanentes orientadas a garantizar una protección ante crisis futuras, según el informe.

“Cuando las familias enfrentan dificultades económicas, inseguridad alimentaria, conflictos y catástrofes relacionadas con el clima, las prestaciones universales por hijos a cargo pueden ser vitales”, señaló Natalia Winder-Rossi, Directora de Política Social y Protección Social de UNICEF. “Existe la necesidad urgente de fortalecer, ampliar e invertir en sistemas de protección social que tengan en cuenta las necesidades de los niños y las niñas y sean capaces de responder a las crisis a fin de proteger a los niños de la pobreza e incrementar la resiliencia de los hogares más vulnerables”.

El informe pone de manifiesto que todos los países, independientemente de su nivel de desarrollo, tienen dos opciones: “una vía óptima”, o estrategia de inversión que fortalezca los sistemas de protección social; y “una vía fácil”, una estrategia que omita las inversiones necesarias y deje a millones de niños atrás.

Con el objetivo de revertir la tendencia negativa, la OIT y UNICEF instan a los responsables de la formulación de políticas a dar pasos decisivos a fin de alcanzar la protección social universal para todos los niños, a través de medidas como las siguientes:

  • Invertir en las prestaciones por hijos a cargo, que son una manera demostrada y rentable de combatir la pobreza infantil y garantizar que los niños prosperen.
  • Proporcionar una serie de prestaciones por hijos a cargo a través de sistemas nacionales de protección social que, además, conecten a las familias con los servicios sociales y de salud esenciales, como una atención infantil gratuita o accesible de alta calidad.
  • Desarrollar sistemas de protección social basados en los derechos que tengan en cuenta las cuestiones de género y sean inclusivos y capaces de responder a las crisis para hacer frente a las desigualdades; y que ofrezcan mejores resultados para las niñas y las mujeres, los niños migrantes y los niños sometidos al trabajo infantil, por ejemplo.
  • Garantizar una financiación sostenible para los sistemas de protección social a través de la movilización de recursos nacionales e incrementando la asignación de presupuestos para la infancia.
  • Fortalecer la protección social para los progenitores y los cuidadores al garantizar el acceso a un empleo decente y prestaciones adecuadas, como las de desempleo, enfermedad, maternidad, discapacidad y jubilación.

###

Notas para los editores

*PPA se refiere a la paridad del poder adquisitivo. La paridad del poder adquisitivo es una medida del precio de bienes específicos en distintos países y se utiliza para comparar el poder adquisitivo absoluto entre países.

Fuente: https://www.unicef.org/es/comunicados-prensa/numero-ninos-que-carecen-proteccion-social-esta-aumentando-nivel-mundial

Comparte este contenido:

Estudio: Las tasas más altas de mortalidad infantil están vinculadas a un mayor crecimiento de la población

Un nuevo estudio que demuestra que las elevadas tasas de mortalidad infantil contribuyen al incesante aumento de la población humana mundial apoya los argumentos a favor de un mayor acceso a la anticoncepción y la planificación familiar en los países de renta baja y media.

La investigación, publicada en la revista ‘PLOS ONE’ y dirigida por el profesor Corey Bradshaw, catedrático de Ecología Global de la Universidad Flinders, y Peter Le Souëf, catedrático de Pediatría de la Universidad de Australia Occidental, ha descubierto que, con tasas de mortalidad infantil más elevadas y un mayor tamaño de los hogares (como indicador de la densidad de población), las tasas de fertilidad son más altas.

En el primer estudio de este tipo, el profesor Bradshaw afirma que proporciona un argumento convincente de que los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas para reducir la mortalidad infantil pueden acelerarse aumentando el acceso a la planificación familiar.

«Aunque suene contraintuitivo, las tasas más altas de mortalidad infantil están vinculadas a un mayor crecimiento de la población, porque cuantos más bebés pierde una mujer, más hijos es probable que tenga. La planificación familiar, incluido el acceso a anticonceptivos de calidad, permite a las mujeres planificar mejor los embarazos y, por tanto, reducir la mortalidad infantil para frenar el llamado efecto ‘reemplazo’ o ‘seguro'», afirma el profesor Bradshaw.

«Evaluamos seis condiciones que se cree que influyen en la fertilidad de una mujer –añade–: disponibilidad de planificación familiar, calidad de la planificación familiar, educación, religión, mortalidad y condiciones socioeconómicas, en 64 países de ingresos bajos a medios».

La investigación comprobó específicamente si el aumento de la disponibilidad de servicios de planificación familiar se asocia a la reducción de la fecundidad; si el aumento de la calidad de los servicios de planificación familiar está asociado a la reducción de la fecundidad; si el aumento de los años de educación femenina se asocia a la reducción de la fecundidad, y si el aumento de la fecundidad se observa en países con una mayor prevalencia de fieles del catolicismo o el islam, dos religiones principales que dictan expresamente elementos de la fecundidad y/o la estructura familiar.

Además, investigó si un mayor tamaño medio del hogar está positivamente correlacionado con la fecundidad, así como con unas condiciones socioeconómicas más bajas; ysi una mayor mortalidad (tanto infantil como materna) se asocia a una mayor fecundidad.

La coautora del estudio, la doctora Melinda Judge, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Australia Occidental, afirma que «mantener vivos a los bebés reduce la fertilidad media y ayuda a frenar el crecimiento demográfico. Esencialmente, una mayor mortalidad infantil y un mayor tamaño de los hogares aumentaron la fecundidad, mientras que un mayor acceso a cualquier forma de anticoncepción la redujo», añade.

«Curiosamente, la educación femenina, las visitas a domicilio de los trabajadores sanitarios, la calidad de los servicios de planificación familiar y la adhesión religiosa tuvieron una contribución débil, si es que tuvieron alguna, a escala de países enteros», precisa.

El profesor Bradshaw afirma que los Objetivos de Desarrollo Sostenible 3 (buena salud y bienestar) y 5 (igualdad de género) de las Naciones Unidas hacen hincapié en el derecho básico a ejercer el control sobre la salud sexual y reproductiva mediante el acceso universal a la planificación familiar.

El mundo no va por buen camino para cumplir el Objetivo 3 de reducir la mortalidad materna mundial a menos de 70 por cada 100.000 nacidos vivos y poner fin a las muertes evitables de recién nacidos y niños menores de 5 años para 2030, advierten.

«Nuestros resultados muestran que el mejor camino para alcanzar estos objetivos es proporcionar servicios de planificación familiar de alta calidad y de fácil acceso -explica Bradshaw–. Estas acciones no sólo reducirán las tasas de fertilidad, sino también el número de embarazos no deseados, muertes infantiles y maternas».

E insiste en que «estos resultados respaldan la idea de que, para fomentar un descenso continuado de la fecundidad mundial, es necesario aumentar tanto las tasas de supervivencia infantil como el acceso a los métodos anticonceptivos».

Por su parte, la coautora Chitra Saraswati, también de la Facultad de Medicina de la Universidad de Australia Occidental, afirma que «las recomendaciones de medidas para reducir la mortalidad infantil hacen hincapié en mejorar la calidad de la atención prenatal, aumentar el número de personal sanitario formado en los partos y mejorar la atención posnatal tanto para los bebés como para las madres. Dada la evidencia de que los hogares numerosos pueden empeorar la salud infantil, la mejora de las condiciones de vida para paliar la alta densidad de población también podría redundar indirectamente en una menor fertilidad», apunta.

Por ello, indica que «permitir que los padres elijan la planificación familiar proporcionando métodos anticonceptivos modernos y fácilmente disponibles puede mejorar la supervivencia infantil y reducir la mortalidad materna. Esto se debe a que los padres pueden planificar y espaciar sus nacimientos, y poder decidir tener menos hijos también tiene el potencial de facilitar una mejor inversión en la salud y el bienestar general de las familias». Y destaca la importancia de facilitar el acceso a la anticoncepción como contribución directa a la disminución de la mortalidad infantil.

«Si no actuamos ahora para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, la fecundidad aumentará, morirán más niños y más mujeres sucumbirán a muertes relacionadas con el parto», concluye Bradshaw.

Fuente: https://www.infosalus.com/salud-investigacion/noticia-tasas-mas-altas-mortalidad-infantil-estan-vinculadas-mayor-crecimiento-poblacion-20230227073048.html

Comparte este contenido:

Julio Carabaña: “Se han exagerado las consecuencias de la segregación escolar sobre el rendimiento de los alumnos pobres”

Por: 

El sociólogo Julio Carabaña concluye en su último informe que la segregación apenas influye en las diferencias de resultados en PISA entre centros españoles. Carabaña sostiene en esta entrevista que la escuela pública y concertada seleccionan alumnado por igual, aunque utilizando distintas estrategias. Y afirma que hacen falta más investigaciones que pongan el foco a escala local, donde altas concentraciones de alumnado vulnerable sí podrían estar produciendo efectos nocivos.

Catedrático de Sociología en la Universidad Complutense de Madrid, Julio Carabaña (Cuenca, 1948) lleva décadas diseccionando el sistema educativo español. Suele hacer gala de su férrea independencia cuando investiga sobre sus temas predilectos, en especial la desigualdad educativa y el informe PISA.

A petición de la Fundación Europea Sociedad y Educación (EFSE por sus siglas en inglés), Carabaña ha dedicado su última investigación a medir (basándose en el PISA de 2012 y, en menor medida, en los de 2003 y 2018) la magnitud de la segregación escolar en España y su influencia en el rendimiento de los alumnos. Sus conclusiones sorprenderán a muchos. Según La segregación social en las escuelas, un dudoso problema del sistema escolar, este fenómeno no alcanza en nuestro país, al menos desde una óptica sistémica, altos niveles (estamos en la media OCDE) ni afecta significativamente a la desigualdad en los resultados. Sobre todo si nos comparamos con otros estados de la Unión Europea. En España, la segregación explica solo el 2% de las diferencias de puntuación PISA entre centros. Por debajo, solo se encuentran algunos países nórdicos como Finlandia o Noruega. Francia y Alemania rondan ambas el 20%.

Carabaña presentó su informe el pasado martes 21 en la sede de EFSE en Madrid. Luego atendió a este diario sin límite de tiempo y con ganas de poner luz sobre algunos de los temas que más dividen a la comunidad educativa en España.

Parece que la segregación escolar no es un gran problema, ni por su magnitud ni por su efecto sobre el rendimiento académico.

Se me viene a la cabeza la cita que se atribuye a Mark Twain: “Los rumores sobre mi muerte han sido notablemente exagerados”. De igual forma, las supuestas consecuencias de la segregación para los alumnos con un estatus socioeconómico bajo han sido notablemente exageradas. Afecta muy poco en España, Finlandia o incluso EEUU, que tiene una alta segregación social, en su caso de carácter racial. Allí se han hecho el 80% de los estudios sobre este tema y se han llevado a cabo —más que en cualquier lugar del mundo— políticas activas para reducir la segregación en las escuelas, sobre todo en los años 60 con aquellas iniciativas conocidas como busing: llevar en autobús a alumnos negros y de origen irlandés a escuelas fuera de sus barrios. Ni en España ni en EEUU es un problema grave. Y, sobre todo, es un problema difícilmente remediable.

Los costes de intentar atajar el problema a nivel sistémico, señala en su informe, no merecerían la pena para el impacto que tendrían sobre la mejora de resultados.

Desde una óptica de eficiencia, el coste es muy alto para el beneficio que se obtendría. Pero no solo eso, el coste político y moral sería elevado. Son razones que no deben en absoluto desdeñarse. ¿Una autoridad, por legítima que sea, tiene derecho a negar a las familias (o a algunas sí y a otras no) el derecho a elegir centro? O dicho de otra forma: ¿Existe el derecho a utilizar personas como instrumentos de política? Podrá utilizar recursos, ¿pero personas?

Los públicos seleccionan a través de distintos medios. Hay uno que me llama particularmente la atención porque es muy progresista, inclusivo, etc.: tener prácticas pedagógicas innovadoras, que son más aptas para alumnos de nivel académico bueno

Su estudio tiene un enfoque de sistema. Analiza los datos por país o por comunidad autónoma. ¿Existen estudios rigurosos a nivel más local, donde el supuesto efecto pernicioso de la segregación podría ser más acusado? Pensemos, por ejemplo, en Vallecas, aquí en Madrid. Ver la composición del alumnado centro a centro, públicos y concertados, y analizar cómo esto afecta en el rendimiento de los estudiantes más desfavorecidos.

Se da la casualidad de que conozco bien el caso de Vallecas. Y le diré algo: seleccionan igualmente alumnado los centros públicos y concertados. No hay ninguna diferencia entre ellos. Los públicos seleccionan a través de distintos medios. Hay uno que me llama particularmente la atención porque es muy progresista, inclusivo, etc.: tener prácticas pedagógicas innovadoras, que son más aptas para alumnos de nivel académico bueno. Probablemente a los alumnos de nivel académico malo les vengan mejor las pedagogías más directivas.

¿Entonces no existe en determinadas zonas una segregación particularmente acusada dependiendo de la titularidad de centro que afecte a los resultados del alumnado?

Cuantitativamente no es muy importante, explica aproximadamente el 4% de los 154 puntos de desigualdad que España tiene entre centros en el PISA de 2012. Y, en cualquier caso, hay que tener en cuenta que las diferencias en la composición del alumnado en centros públicos y concertados se deben muchas veces a factores como el lugar de residencia o a la propia elección de los padres. Por ejemplo, las familias musulmanas normalmente no llevan a sus hijos a concertados católicos. Pero hay además un punto relevante que quiero destacar: le segregación no debe nunca abordarse suponiendo que los centros concertados son mejores y que, por tanto, la segregación priva a alumnos pobres de asistir a un centro mejor.

¿Necesitamos saber más sobre los procedimientos de selección en la red de centros financiados con fondos públicos?

Sin duda habría que ver cuánta gente se queda sin plaza en el centro que eligió en primera opción. Y hasta qué punto los criterios de admisión se aplican justamente. Necesitamos más estudios rigurosos que vayan barrio por barrio detectando altos niveles de segregación. Yo lo he intentado dos veces, pero he desistido porque resulta extremadamente complejo. Los datos disponibles no son fácilmente inteligibles, acceder a las comisiones de selección no resulta sencillo, en algunos casos la rotación del alumnado es muy alta… En una ocasión, junto a una colaboradora fuimos preguntando a las familias de dos zonas de Andalucía sobre su elección de centro. Casi siempre tenían una buena razón: por el comedor, porque estaban allí los primos del alumno… En un centro había elevados porcentajes de alumnado de origen marroquí, pero los motivos eran bastante sensatos. También salía, por cierto, que algunas familias españolas habían cambiado a sus hijos de centro porque no les gustaba que hubiera tantos musulmanes. ¿Y ahora me convierto yo en político y digo que esto está mal?

Le segregación no debe nunca abordarse suponiendo que los centros concertados son mejores y que, por tanto, priva a alumnos pobres de asistir a un centro mejor

¿Resulta habitual que las familias españolas cambien a sus hijos de escuela cuando empieza a haber alta concentración de alumnos de otros orígenes étnicos? ¿Como un white flight [fenómeno de EEUU por el que los blancos se van de su barrio cuando van a vivir allí negros] a la española y solo escolar, sin implicar necesariamente un traslado de residencia?

Sí existe a nivel escolar, pero no mucho. Si ves la distribución de los inmigrantes por centros, es difícil creer que tal cosa esté ocurriendo a escala sistemática. Hay centros con un 30 o un 40% de inmigrantes, pero lo normal es que haya un 10 o un 20%, reflejando la demografía del área en el que están, ya que en España, por el momento, no hay guetos, salvo casos como Usera [otro barrio de Madrid] con la población china o las barriadas gitanas, aunque ese es otro tema. El white flight en EEUU hunde sus raíces en la esclavitud y en los profundos racismo y segregación que le siguieron. Pienso que en España somos menos racistas.

Otra conclusión sorprendente de su informe: la segregación de alumnado de origen extranjero apenas influye en los resultados académicos una vez se controla estadísticamente el estatus socioeconómico. Es, si acaso, un tema de clase social, pero no de origen étnico o cultural.

Mi impresión es que esto tiene que ver precisamente con la ausencia en España de guetos reales, físicos, de inmigrantes y sus sucesivas generaciones. Aquí no han llegado a copar barrios enteros, como en otros lugares de Europa, aunque quizá con el tiempo ocurra.

Usted denuncia que se hable de la segregación escolar como algo malo en sí mismo, pero sin mucho conocimiento de causa. Y atribuye su mala prensa al auge de las políticas de inclusión en las últimas décadas.

También se habla mucho más de ella porque tenemos mucha más información al respecto. Ahora disponemos de muchos más datos sobre el hecho de que la segregación escolar existe, aunque tienda a sobredimensionarse. Hay muchos informes sobre la segregación escolar en sí, pero sabemos mucho menos en cuanto a sus consecuencias para el rendimiento de los alumnos.

En España, por norma, los centros tienen una composición que suele reflejar la composición del ambiente, salvo algunos ejemplos extremos

También afirma, en sus reflexiones al hilo de la investigación, que los poderes públicos deberían aducir —puesto que el efecto en el rendimiento es mínimo— otras razones para reducir la segregación. Por ejemplo, favorecer la cohesión social.

Imaginemos un centro medio, con la composición aproximada de España: 20% de hijos de profesionales, 20% de hijos de obreros… Ahora, otro de estatus socioeconómico alto: 50% de hijos de profesionales y el resto de otras ocupaciones. Y otro de estatus socioeconómico bajo: 50% de hijos de obreros. ¿Facilita la cohesión que los hijos de obreros vayan a un centro donde el 50% de los alumnos son hijos de profesionales? ¿O es suficiente con que haya un 10%? ¿Cambia mucho? Lo importante es que en España, por norma, los centros tienen una composición que suele reflejar la composición del ambiente, salvo algunos ejemplos extremos. Y si miramos las diferencias entre concertados y públicos, en los primeros hay un 30% de hijos de profesionales y en los públicos alrededor de un 20%. Traducido a una clase, la diferencia no es grande.

Dice que en España, donde la segregación escolar explica solo el 2% de la desigualdad de resultados, nos devanamos los sesos para ponerle remedio. Y mientras, en Alemania y otros países de Centroeuropa los porcentajes superan el 20%.

Los datos son demoledores. Aquí decimos que ese 2% conlleva muchos males y terribles consecuencias. Y otros países en el corazón de Europa donde existe un sistema de fuerte segregación académica (que da lugar a mayor segregación social) tienen, lógicamente, cifras de desigualdad entre escuelas mucho más altas. En Alemania llevan años discutiendo este tema. El propio Andreas Schleicher se opone firmemente al modelo segregador alemán, pero los partidarios de la escuela comprensiva no han ganado.

Volviendo a España, en lugar de intentar reducir la segregación, digamos, natural, ¿habría simplemente que supervisar que los criterios de admisión se cumplen, que no se hacen trampas? ¿Y, con esto garantizado, apoyar más a los centros que escolarizan altos niveles de alumnos de estrato socioeconómico bajo?

Sería lo lógico. Los gobiernos pueden disponer a voluntad de las cosas, al menos de aquellas que se compran con impuestos, pero no pueden disponer de la voluntad de la gente. Habría que resolver los problemas in situ, sin mover a la gente de un lado a otro. Pero esto ya se hace.

¿Se hace lo suficiente?

La pregunta es qué es lo suficiente y cuándo los rendimientos empiezan a ser decrecientes. Es decir, cuándo se ha llegado al óptimo de la eficiencia y, dando más recursos a los que consideremos centros prioritarios, estás empeorando las cosas. Pongo un ejemplo. En los años 80 se crearon en España centros de compensatoria. Se dio la circunstancia de que los alumnos peores empezaron a ir a esos centros, cuando la idea era que los centros que tenían alumnos con necesidades específicas recibieran más fondos por una situación ya existente. Al final, lo que ganabas dando más recursos a algunos centros lo perdías concentrando en ellos a alumnos con problemas. Hay que ser muy prudente con este tipo de medidas.

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/2023/02/23/julio-carabana-se-han-exagerado-las-consecuencias-de-la-segregacion-escolar-sobre-el-rendimiento-de-los-alumnos-pobres/

Comparte este contenido:

Las ‘yayes daara’, las madres senegalesas que amparan a los niños ‘talibés’ de las escuelas coránicas

En este país africano hay madres de familia que se hacen cargo de manera espontánea de un pequeño sin familia cercana ni recursos, tejiendo un vínculo que dura toda la vida. Es un acto de generosidad que salva vidas y merece la atención de investigadores y activistas

Los niños talibés en Senegal suelen vivir en condiciones muy precarias y son obligados a ejercer la mendicidad para 'costear' su estancia en las escuelas coránicas del país.
Los niños talibés en Senegal suelen vivir en condiciones muy precarias y son obligados a ejercer la mendicidad para ‘costear’ su estancia en las escuelas coránicas del país.ILUSTRACIÓN: DAUD
AMADOR VÁZQUEZ MARTÍN

En Senegal se las llama yayes daara, que en idioma wolof significa las madres de las escuelas coránicas, aunque son mujeres que no tienen ningún tipo de función religiosa. Las daaras son pequeñas instituciones educativas donde cientos de miles de niños estudian el Corán en Senegal. En estos centros los pequeños viven hacinados, sin unas mínimas condiciones de higiene y en medio de una gran pobreza, lo que les obliga a la mendicidad. Estos niños, llamados talibés, encuentran un gran apoyo en las yayes daara, un contrapunto especial dentro del marasmo del desamparo en que se encuentran.

En las grandes ciudades de Senegal, la gente con pocas posibilidades económicas vive en la casa familiar, en donde suelen habitar una media de 10 personas. Esta casa suele estar dirigida por una mujer de mediana edad que es la que organiza todo el funcionamiento y gestiona los recursos. Se les suele denominar con el apelativo tomado del francés mère (madre) y son estas mujeres las que toman a su cargo a un niño talibé o a varios. El pequeño sigue viviendo en la daara con su marabú o tutor religioso y una veintena de talibés, pero la yaye daara se termina comprometiendo con el niño que va mendigando por la calle y ha tocado a su puerta más de una vez. El pequeño tendrá su porción de comida diaria asegurada y la mujer le buscará ropa y se las arreglará para que sea atendido cuando está enfermo. Espontáneamente, este fenómeno ha proliferado en todas las grandes ciudades y prácticamente los 250 niños que recibimos en nuestro centro de día de atención a talibés El Reino de los Niños, proyecto de la asociación Niños de la Lata, tienen su yaye daara.

Nuestro educador, Pape Diop, me recuerda que en su infancia él tenía que compartir con otros cinco pequeños lo poco que tenían, ya que su madre hacía de yaye daara. Cuando pusimos en marcha nuestro centro hace cinco años, teníamos alojado a un niño de unos 12 años que sufría grandes dolores de cabeza. Apareció una mujer en la puerta de la oficina y hablaba con las monitoras de nuestro proyecto en wolof, que yo entonces no entendía en absoluto. A los pocos minutos, la mujer acompañada de su hijo biológico, estaba sentada en la oficina llorando desconsoladamente. Era la yaye daara del niño convaleciente, desolada por las dolencias que aquejaban al niño.

Mientras otros pueblos enarbolan victorias bélicas u otras gestas épicas para ensalzar su ego nacional, el pueblo senegalés se enorgullece de ser el país de la teranga, palabra wolof que significa “hospitalidad”

Ibrahima, antiguo talibé y hoy monitor del centro de acogida de niños, sigue en contacto con Aby, su yaye daara. La visita cada domingo y la mujer es un referente para él y los otros chicos a los que también amparó cuando llegaron a Dakar siendo aún muy pequeños, desde sus pueblos de origen del interior de Senegal.

En las casas de las yaye daara los chicos no solo encuentran alimento, ropa o atención sanitaria, sino también un lugar donde divertirse. En Senegal la pasión por el fútbol se comparte con la de la lucha tradicional, acontecimiento de obligado seguimiento por la gran mayoría de ciudadanos. Cuando les preguntamos a los beneficiarios de nuestro proyecto dónde verán la competición, contestan mayoritariamente que en casa de su yaye daara. Con estos ejemplos, pretendo ilustrar que estas mujeres no hacen un acto de caridad puntual. En este fenómeno tan extendido hoy en las grandes ciudades de Senegal, la yaye daara crea un vínculo con el niño para los cuidados prácticos, pero también para los emocionales, llegando a una relación de tintes filiales.

Mientras otros pueblos enarbolan victorias bélicas u otras gestas épicas para ensalzar su identidad nacional, el pueblo senegalés se enorgullece de ser el país de la terangapalabra wolof que traduciríamos por “hospitalidad”. El antropólogo e historiador senegalés Abdourahmane Seck la define como “el intento de construcción política de un vínculo que nos supera, que es más fuerte que nosotros”. “Todo hombre de este planeta tiene la obligación de responder por mí y yo respondo por cada hombre, sea cual sea el lugar que ocupe en el mundo. Eso quiere decir que hay en la civilización una garantía universal de seguridad social; todo comienza ahí. Desde que se levanta hasta que se acuesta, cada hombre debe responder por todos los demás y todos los demás, deben responder por él”, explica Seck.

En este sentido que apunta Seck creo que se enmarca la respuesta de la yaye daara hacia su hermana, la madre biológica del talibé. Creo que es momento ya de hacer un reconocimiento público y de que los investigadores y activistas sociales nos pongamos a trabajar con este fenómeno social que podría ser muy interesante extrapolar a muchas experiencias sociales y políticas.

Fuente: https://elpais.com/planeta-futuro/africa-no-es-un-pais/2023-02-21/las-yayes-daara-las-madres-senegalesas-que-amparan-a-los-ninos-talibes-de-las-escuelas-coranicas.html

Comparte este contenido:

La situación de la pobreza en barrios populares Estudio cualitativo (PDF)

Puntos destacados

Este estudio presenta un trabajo realizado de manera conjunta entre la Oficina de UNICEF de Argentina y La Poderosa, por medio de su Observatorio Villero. La coordinación del trabajo de campo orientada a indagar, desde la vivencia de los propios actores, cuál es la situación y la experiencia de la pobreza en los barrios populares, estuvo gestionada y coordinada por La Poderosa. El trabajo de campo se llevó adelante en diferentes barrios populares de las provincias de Santa Fe, Entre Ríos, Tucumán y Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), durante los meses de julio y agosto de 2022.

Link de descarga: Estudio cualitativo_ la situación de la pobreza en barrios populares

Fuente: https://www.unicef.org/argentina/informes/estudio-cualitativo-la-situacion-de-la-pobreza-en-barrios-populares

Comparte este contenido:

Hablemos de los problemas de aprendizaje de los/as alumnos/as y la pedagogía cooperaria.

Por: Ana María Ramírez Zarza

“Ayudar al que lo necesita no sólo es parte del deber, sino de la felicidad”. José Martí

“La crisis de la escuela es la crisis de la democracia. Los gobiernos de derechas no quieren que la gente piense y la educación tiene un papel central en la lucha contra las narrativas tóxicas”. Henry Giroux

 Luego de leer el artículo “Qué son las dificultades específicas de aprendizaje que están detrás de la mayor parte del fracaso escolar” en que habló la especialista de la Universidad Internacional de Valencia (VIU), Laura Sánchez, de mi parte, considero pertinente cotejar amigablemente desde mi especialización socioeducativa y pedagogía cooperaria en tan espinoso asunto.

 Afirma Sánchez que “las dificultades específicas del aprendizaje, recogidas en el ‘Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales’, son trastornos del neurodesarrollo que afectan a entre un 5% y un 10% de la población”.

Sánchez defiende la coexistencia de los dos modelos de educación: “Confío en la convivencia entre Educación Ordinaria con apoyos y profesorado especializado y la Educación Especial, siempre y cuando se respete la situación personal y de discapacidad de cada estudiante y la voluntad de la familia a la hora de hacer el dictamen para la escolarización del alumno”.

Sin embargo, la especialista no aludió, no refirió, al contexto socioeconómico negativo de los educandos, como la pobreza, la marginación, que son condicionantes muy fuertes en los estudiantes y su desempeño escolar.

Otro enfoque pedagógico.

La educación, para ser verdaderamente humanista, tiene que ser cooperativa, no puede: por lo tanto-a nuestro juicio-estar impregnada en el proceso enseñanza-aprendizaje de individualismo, porque el individualismo aparta, separa, enajena, a los educandos entre sí, impidiendo una verdadera relación de compañerismo y afirmación de la personalidad.

Una de nuestras preocupaciones, como especialistas socioeducativos, con el Prof. José Yorg es la de esclarecer  el condicionante del contexto socio-económico, basado en la desigualdad social, en que, en un juego perverso, los pobres siempre pierden y por tanto, las dificultades diversas que enfrentan los estudiantes por esa pobreza no es su culpa, aunque intentan cargas sobre sus hombros como culpas, son los condicionantes lo que provocan trabas a su desarrollo intelectual.

Las dificultades de aprendizaje sólo pueden ser resueltos con otro enfoque pedagógico que fomente el trabajo y el estudio de manera grupal, de tal manera se auto-responsabilizan de su proceso de aprendizaje y aportan. Cuando los alumnos trabajan cooperativamente aprenden a brindar y recibir ayuda, se escuchan, dialogan y comparten, aprenden a buscar y encontrar en la cooperación miles maneras de resolver problemas.

Fotografía: Raúl Rodríguez

Fuente de la información e imagen: https://insurgenciamagisterial.com

Comparte este contenido:
Page 8 of 136
1 6 7 8 9 10 136