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Toni Negri: “No hacen falta héroes, ni vanguardias, ni líderes. El liderazgo nace dentro del movimiento”

Filósofo, profesor, referencia del comunismo autónomo, Negri vino a Madrid a presentar una autobiografía, Historia de un comunista.

 

Escribe Toni Negri (Padua, 1933) que cada mañana programa, aún desde la cama, el resto de la jornada: “Cuando te preparas de esa manera, tampoco los acontecimientos inesperados consiguen hacerte daño”. Quizá por ese motivo, tal vez por malas experiencias en otras entrevistas, pide que le enviemos las preguntas antes de nuestra cita. Filósofo, profesor, referencia del comunismo autónomo, Negri vino a Madrid a presentar una autobiografía, Historia de un comunista (Traficantes de Sueños, 2019), recuerdo en tres movimientos de una vida consagrada a la acción política y a la investigación del marxismo y el comunismo en los márgenes del comunismo y el marxismo. Una vida marcada por la II Guerra Mundial, por la primavera autónoma italiana y el triunfo neoliberal en Europa a partir de los 70. Desde una perspectiva de radical antagonismo de clase, Negri ha vivido con hambre de verdad y con la esperanza de la felicidad en la tierra que define a un verdadero comunista.

¿Se reconoce en el niño que sufrió aquella guerra, aquella violencia, aquel dolor?
No lo sé, es mucha la distancia… La guerra es algo que no se olvida. Es la expresión del mal absoluto. Lo que me da miedo hoy día es oír gritos de guerra por parte de los gobernantes neoliberales que, cuando no consiguen llevar a cabo su programa, aseveran que el desastre está al llegar. Por desgracia, conocemos bien cómo han funcionado a lo largo de la historia esas dinámicas del desastre, del “tras de mí, el diluvio”, y cómo han acabado siempre con resultados desastrosos. Y, a pesar de todo, la situación actual es la siguiente: el neoliberalismo está fracasando. Y nosotros hemos de encontrar la fuerza para resistir a ese fracaso, para oponerle nuevas experiencias, nuevas capacidades de desarrollo, nuevas capacidades de movilización. La guerra no es un recuerdo, es una pesadilla, una pesadilla de la que hay que conseguir liberarse sabiendo que, para liberarse, resulta necesario construir algo nuevo.

¿De dónde surge la rebeldía capaz de defender la vida en común, en un momento en el que solo parecen importar determinadas vidas individuales?
Yo soy un hombre del siglo XX y nuestra experiencia ha sido construir, antes y después del 68, un proyecto de vida que fuese un proyecto de vida militante, es decir, un proyecto de vida común. Así, con muchos compañeros construimos el operaísmo, una teoría y una práctica que empezamos a desarrollar a finales de los años 50, dentro y fuera del movimiento obrero existente entonces en Italia, incluido el Partido Comunista. El Partido Comunista se había convertido para entonces en una máquina, una especie de Saturno que realmente se comía a sus propios hijos. Y, por tanto, se trataba de innovar. Sin actitudes jupiterianas, sin enfoques mitológicos. De manera muy pragmática, empezamos a hacer lo único que nos parecía honesto: reconstruir una relación de clase, constituir una nueva fuerza de clase. Esa fue la gran apuesta del operaísmo italiano, que duró prácticamente veinte años. Hasta que el movimiento creció tanto que los enfrentamientos eran ya con el poder. El enfrentamiento se desencadenó y el poder… El poder ganó. El operaísmo continuó tras aquella derrota, y esto es algo muy importante.

Pero, para responder a vuestra pregunta: ¿Por qué? Porque la lucha de clases es nuestra vida. La lucha de clases ha sido siempre nuestra vida. La descubrimos cuando éramos pequeños, a través de la guerra, durante la reconstrucción, a través de la Resistencia —una resistencia antifascista que fue masiva, amplia, en la zona del norte de Italia donde he vivido—. Y de esas

Filósofo, profesor, referencia del comunismo autónomo, Negri vino a Madrid a presentar una autobiografía, Historia de un comunista.

Escribe Toni Negri (Padua, 1933) que cada mañana programa, aún desde la cama, el resto de la jornada: “Cuando te preparas de esa manera, tampoco los acontecimientos inesperados consiguen hacerte daño”. Quizá por ese motivo, tal vez por malas experiencias en otras entrevistas, pide que le enviemos las preguntas antes de nuestra cita. Filósofo, profesor, referencia del comunismo autónomo, Negri vino a Madrid a presentar una autobiografía, Historia de un comunista (Traficantes de Sueños, 2019), recuerdo en tres movimientos de una vida consagrada a la acción política y a la investigación del marxismo y el comunismo en los márgenes del comunismo y el marxismo. Una vida marcada por la II Guerra Mundial, por la primavera autónoma italiana y el triunfo neoliberal en Europa a partir de los 70. Desde una perspectiva de radical antagonismo de clase, Negri ha vivido con hambre de verdad y con la esperanza de la felicidad en la tierra que define a un verdadero comunista.

¿Se reconoce en el niño que sufrió aquella guerra, aquella violencia, aquel dolor?
No lo sé, es mucha la distancia… La guerra es algo que no se olvida. Es la expresión del mal absoluto. Lo que me da miedo hoy día es oír gritos de guerra por parte de los gobernantes neoliberales que, cuando no consiguen llevar a cabo su programa, aseveran que el desastre está al llegar. Por desgracia, conocemos bien cómo han funcionado a lo largo de la historia esas dinámicas del desastre, del “tras de mí, el diluvio”, y cómo han acabado siempre con resultados desastrosos. Y, a pesar de todo, la situación actual es la siguiente: el neoliberalismo está fracasando. Y nosotros hemos de encontrar la fuerza para resistir a ese fracaso, para oponerle nuevas experiencias, nuevas capacidades de desarrollo, nuevas capacidades de movilización. La guerra no es un recuerdo, es una pesadilla, una pesadilla de la que hay que conseguir liberarse sabiendo que, para liberarse, resulta necesario construir algo nuevo.

¿De dónde surge la rebeldía capaz de defender la vida en común, en un momento en el que solo parecen importar determinadas vidas individuales?
Yo soy un hombre del siglo XX y nuestra experiencia ha sido construir, antes y después del 68, un proyecto de vida que fuese un proyecto de vida militante, es decir, un proyecto de vida común. Así, con muchos compañeros construimos el operaísmo, una teoría y una práctica que empezamos a desarrollar a finales de los años 50, dentro y fuera del movimiento obrero existente entonces en Italia, incluido el Partido Comunista. El Partido Comunista se había convertido para entonces en una máquina, una especie de Saturno que realmente se comía a sus propios hijos. Y, por tanto, se trataba de innovar. Sin actitudes jupiterianas, sin enfoques mitológicos. De manera muy pragmática, empezamos a hacer lo único que nos parecía honesto: reconstruir una relación de clase, constituir una nueva fuerza de clase. Esa fue la gran apuesta del operaísmo italiano, que duró prácticamente veinte años. Hasta que el movimiento creció tanto que los enfrentamientos eran ya con el poder. El enfrentamiento se desencadenó y el poder… El poder ganó. El operaísmo continuó tras aquella derrota, y esto es algo muy importante.

Pero, para responder a vuestra pregunta: ¿Por qué? Porque la lucha de clases es nuestra vida. La lucha de clases ha sido siempre nuestra vida. La descubrimos cuando éramos pequeños, a través de la guerra, durante la reconstrucción, a través de la Resistencia —una resistencia antifascista que fue masiva, amplia, en la zona del norte de Italia donde he vivido—. Y de esas cosas he aprendido, de esas realidades, a salir de la soledad, de aquella soledad a la que los lutos familiares de la guerra me forzaron.

El común se encuentra así, se encuentra en la reconstrucción, el común no es algo antiguo que haya que recuperar. El común es algo que se construye, es un conjunto de personas, de fuerzas que avanzan juntas, que construyen un colectivo. Y más aún hoy, cuando el trabajo se ha transformado, cuando el trabajo se ha vuelto cooperativo, más que de cadena de montaje: un conjunto de singularidades, un conjunto de lenguajes, de cosas comunes puestas juntas, de elementos cognitivos, intelectuales. Por todo esto, actualmente resulta fácil entender qué es el común.

Toni Negri entrevista
Toni Negri, en un momento de la entrevista ÁLVARO MINGUITO

Dices que “no hacen faltan héroes”. ¿Por qué resulta tan importante que la construcción de vidas en el común no parta del ascenso, de la búsqueda, de héroes, de redentores?
[Ríe] Se sufre ya bastante cuando el sueldo es bajo, bastante heroico es vivir una vida sencilla como para que haya que inventarse cosas más complejas. Además, ese discurso de que no tenemos absolutamente la necesidad de héroes, ni de vanguardias, ni de otras trascendencias… no es un discurso anarquista, sino un discurso positivo comunista. Tan solo en la necesidad se construye en común, nos descubrimos mutuamente, encontramos la posibilidad, la capacidad, de establecer direcciones. No hacen falta héroes, ni vanguardias, ni líderes. El liderazgo nace dentro del movimiento. Una tesis que sostengo —que sostenemos, Michael Hardt y yo— es que la estrategia nace siempre de los movimientos. Luego, si existen emergencias tácticas, se pueden delegar cosas en algunos compañeros, pero la estrategia la hacemos siempre en común, especialmente hoy día, porque el modo de producción se ha modificado.

“Hay que destruir los beneficios capitalistas, hay que destruir la propiedad. La lucha contra la propiedad se está convirtiendo de nuevo en uno de los principios fundamentales de las luchas que se llevan a cabo”

En este nuevo contexto, solo a través del encuentro entre movimientos, de la intersección continua de las fuerzas en juego, podemos ser capaces de construir un terreno estratégico, una perspectiva de lucha duradera. Desde ese punto de vista, considero imprescindible no necesitar héroes, no necesitar nada que esté por encima de nosotros. Se trata de un acto de humanismo profundo. Desde ahí nace la dirección de la realidad.

Has hablado recientemente del problema de la reconstrucción de un nuevo internacionalismo, ¿pero sobre qué bases? Existe ya una dimensión internacional en el movimiento feminista, ¿pero cuál es el papel de las fuerzas del trabajo en ese nuevo internacionalismo?
Los internacionalismos han representado desde siempre uno de los puntos más altos del deseo comunista. Son algo fundamental. El movimiento comunista nace como movimiento internacionalista. “Proletarios de todo el mundo, ¡uníos!”. El internacionalismo a menudo ha sido traicionado por el nacionalismo, que nos ha llevado a las guerras más terribles del siglo XX. Por otra parte, el internacionalismo ha representado una fuerza enorme. Nadie olvida la fascinación por el internacionalismo proletario, tanto en su memoria como en su práctica: la Internacional, las Brigadas Internacionales en España… Para mí, estos han sido elementos centrales de mi formación.

Existió también un internacionalismo fundamental en el 68, que acompañó, a lo largo de la década de los 60, la liberación de lo que era ya una vieja ideología comunista que se desmoronaba frente a la burocracia, a la necesidad de la Razón de Estado y, en el fondo, ante la ausencia de una revolución que hubiese alterado, de manera efectiva, el modo de producción. Con todo esto no niego la importancia de la Unión Soviética. La Unión Soviética fue el elemento central del siglo XX, sin la Unión Soviética no habríamos tenido reformismo capitalista, sin la Unión Soviética no habría existido el New Deal, no habría existido nada de todo eso. La Unión Soviética fue un punto de referencia para todos nosotros, y lo es aún, es la posibilidad de una revolución anticapitalista. Y esa posibilidad está aún ahí, presente, y nadie podrá borrarla.

Dicho esto, hoy día resulta necesario reconstruir el internacionalismo, y hay que reconstruirlo a partir de la derrota inmediata de los nacionalismos que se están reconstituyendo y que pretenden conformar una línea posible, realista. Y no es cierto. El nacionalismo no es realista porque el mundo, la globalización, son una realidad dentro de la cual hemos de situarnos. Si no nos concienciamos de que la globalización es el punto central, de que es más fuerte que todas las formas del Estado; si no nos damos cuenta de que la globalización es ya un dato físico… Si no nos damos cuenta de todo eso, estamos perdidos. Los nacionalismos son elementos totalmente provinciales respecto a la realidad actual de la lucha de clases.

Teniendo en cuenta los recuerdos que evocas de tu primer viaje a España en Historia de un comunista y toda tu experiencia, dinos ¿qué es el fascismo?
El fascismo es la cara feroz, la cara destructiva, en un cierto sentido, del dominio capitalista. Lo es en el plano netamente productivo, pero lo es también en todas las formas de la vida. Actualmente está naciendo un nuevo fascismo aquí y allá. Un fascismo que niega un nivel de civilización realmente elemental. Por tanto, el fascismo es algo que hay que combatir con todas las fuerzas. ¿Qué recuerdo hoy del fascismo? Yo era solo un niño bajo el fascismo. El fascismo me hace pensar en las bombas de los Aliados.

“Resulta realmente necesario disponer de una renta básica que represente, para todos, la oportunidad de vivir, de reproducirse, de crear. Hay que darle a todo el mundo, como punto de partida, la posibilidad de ser libres”

El fascismo en España me recuerda situaciones en las que se decía una frase en un bar, o en un lugar público, una frase un poco provocadora, recordando a las Brigadas Internacionales o a Lorca, también a Lorca, a “los grandes poetas”, como los llamábamos fuera de España… Cuando alguien decía una frase de ese tipo, todo se quedaba en silencio. Pero esos son episodios que recuerdas como niño. Lo que para mí son recuerdos del fascismo se encarna en otro tipo de manifestaciones. Hoy día ese fascismo es aún peor, quizás porque uno de sus aspectos más esenciales es la lucha contra las conquistas femeninas de libertad.

Antes decías que sin la Unión Soviética no habría existido el reformismo, el Estado del bienestar, ¿pero qué fue la URSS, es decir, el comunismo de partido? Y, respecto a esto, ¿qué otra cosa podría ser el comunismo, o como se ha intentado que fuera en el proyecto de la autonomía?
Estuve en la Unión Soviética en 1960, tenía 27 años y viajé allí en calidad de funcionario de un partido hermano. Mi experiencia fue desastrosa, porque el contacto con el mundo de los funcionarios, de los políticos soviéticos, me hizo descubrir la burocratización del sistema, la incapacidad para establecer relaciones reales, no solo en el contexto de la política interna sino también con los compañeros de la Internacional. En ese momento abandoné aquel mundo para sumergirme directamente en la lucha de la autonomía.

¿Qué puede ser hoy día el comunismo? No lo sé [risas]. Los proyectos nacen siempre de las luchas. Por ejemplo, los datos más evidentes que se extraen de las luchas actuales reflejan un aspecto anticapitalista. Hay que destruir los beneficios capitalistas, hay que destruir la propiedad. La lucha contra la propiedad se está convirtiendo de nuevo en uno de los principios fundamentales de las luchas que se llevan a cabo. La dimensión comunista se coloca, en primer lugar, a favor de la destrucción de la propiedad privada. Y la destrucción también de la propiedad pública cuando la propiedad pública no es sino una representación de la privada: una simple transformación teórica de sus finalidades, pero que mantiene, en realidad, como esencia, la búsqueda del beneficio [en su acepción marxista, N. del T.]. El segundo punto que está emergiendo de forma masiva, es la asunción de que el salario mínimo, la base sobre la que se vive, ha de ser igual para todos. Resulta realmente necesario disponer de una renta básica que represente, para todos, la oportunidad de vivir, de reproducirse, de crear. Hay que darle a todo el mundo, como punto de partida, la posibilidad de ser libres.

Ya no podemos seguir moviéndonos sobre la base de una crítica que no sea colorida, que no esté cargada de los sabores de la vida. Hemos de reconstruir la utopía de una vida liberada, más allá de la crítica a los medios de producción

En este contexto, hay dos elementos fundamentales. Por un lado, la destrucción del mito según el cual el capitalismo propietario es capaz de construir algo bueno y, por otro lado, el convencimiento de que solo la productividad social es capaz de crear nuevo valor económico, además de valor civil. Únicamente sobre esta base podremos empezar a pensar en una organización comunista de la sociedad. Y tenemos que empezar a pensar del mismo modo también desde un punto de vista político, siendo perfectamente conscientes de que, a estas alturas, el sistema de representación está caduco, que ya no es aceptable, que traiciona los elementos fundamentales de nuestra acción política. Hoy día hemos de ser capaces de construir formas asamblearias que sepan tener formas de gobernarse, derivar en sistemas de gobierno. Necesitamos instituciones del común, para construir comunismo.

En los tiempos del big data, del control algorítmico, de las plataformas digitales, ¿cómo afrontar la dinámica explotación-liberación ?
Desde un punto de vista concreto, de pequeñas experiencias, de experiencias de base, está fuera de toda duda que es posible echar abajo cada uno de esos elementos. Las plataformas digitales, sin duda alguna, podrían construirse de forma cooperativa. ¿Qué es lo que se premia, desde el punto de vista capitalista, en esta historia? Se premia el respeto a la organización del trabajo. Pero destruirla, destruir el management, es algo que considero posible. Existen ya hipótesis que se desarrollan ampliamente en ese sentido. Creo que esa es la parte más sencilla.

El problema es que no basta con acabar con la explotación diciendo: “Ah, mira qué bien, ahora la explotación nos la imponemos nosotros mismos, y ganamos un poco más. Distribuyamos los beneficios del patrón, distribuyámoslos pero sigamos por la misma senda”, que es más o menos la forma en la que nació el socialismo soviético. Se distribuía la explotación. Evidentemente, nosotros creemos en algo distinto, creemos que la actual potencia tecnológica podría disminuir la carga de trabajo, transformarlo en algo diferente, eliminarlo incluso. De tal forma que se pueda cuidar, alargar la vida, hacerla más feliz. Nuestro problema es entender cómo la producción, y la circulación y la reproducción, pueden, no solo ser algo único, sino funcionar de forma coordinada para después someterlas, gradualmente, a un ideal, a una construcción de vida libre, de vida feliz.

Considero que actualmente resulta fundamental introducir un poco de esta utopía dentro de la crítica. Ya no podemos seguir moviéndonos sobre la base de una crítica que no sea colorida, que no esté cargada de los sabores de la vida. Hemos de reconstruir la utopía de una vida liberada, más allá de la crítica a los medios de producción.

Hoy día tenemos relaciones de participación que llegan a niveles increíbles. La construcción de algoritmos no es mecánica, nace de los cerebros, de las personas. La cooperación dentro de los sistemas actuales, de los más altos sistemas productivos actuales, es puramente intelectual, puramente cognitiva. A ese nivel se pueden hacer infinidad de cosas. El problema es otro. El problema es saber qué queremos hacer. No es fácil. Tenemos que apropiarnos de todo, sí, pero apropiarnos de todo significa también darle la vuelta al sentido de las cosas. Y esto significa, a su vez, buscar la libertad, buscar esa posibilidad de producción en la que las personas se hallen libres de la miseria del trabajo.

 

Fuente: https://www.elsaltodiario.com/pensamiento/entrevista-toni-negri-no-hacen-falta-heroes-ni-vanguardias

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A propósito de los 200 años de la Doctrina Monroe

Franklin González*

“El objetivo final de la estrategia a escala planetaria, es derrotar en el terreno de las ideas las alternativas a nuestro dominio, mediante el deslumbramiento y la persuasión, la manipulación del inconsciente, la usurpación del imaginario colectivo y la recolonización de las utopías redentoras y libertarias, para lograr un producto paradójico e inquietante: que las víctimas lleguen a comprender y compartir la lógica de sus verdugos”. (El arte de la inteligencia» de Allen W. Dulles en 1953).

A propósito de haberse cumplido, el 01/12/2023, 200 años de la llamada Doctrina Monroe, realizaremos unas reflexiones, tomando varias fuentes bibliográficas y hemerográficas, sobre un tema que tiene más vigencia que nunca. Se trata del comportamiento, en política exterior, por parte de Estados Unidos.

Su política exterior ha estado concentrada en los valores que los “poderes fácticos” y el “estado profundo” defienden al interno de esa nación y, por extensión, también lo hacen en el resto del mundo. Revisar su Declaración de Independencia (1776), la constitución de 1787 y el texto El Federalista de 1787 y 1788, significa encontrar, como fundamentales, los valores de la Libertad y la Dignidad humanas y éstas dentro del marco de la Democracia, entendida como representativa y de pesos y contrapesos.

A los anteriores valores desde 1943 el término “seguridad nacional” empezó a utilizarse de manera amplia y el 26 de julio de 1947 el Congreso de EEUU aprobó la ley que, entre otras cosas, creaba el Consejo de Seguridad Nacional, a cuyo frente se puso al presidente del país, con el objetivo de coordinar la política exterior y de defensa y conciliar responsabilidades y procedimientos tanto diplomáticos como militares.

A partir de entonces cada presidente ha puesto en desarrollo su política de seguridad nacional, pero siempre supeditada a los valores antes mencionados, particularmente al valor “sagrado” de la libertad.

Sin embargo, a partir de los atentados terroristas del 2001 y con los gobiernos de George Bush y Barak Obama, se puso en ejecución la política de la “seguritización” que permite a las élites estadounidenses definir la seguridad nacional, a partir del poder social del lenguaje de construir amenazas por el mero hecho de declararlas discursivamente. Para ello, se aprobó La Ley Patriota (2001), que amplió los poderes policiales del Gobierno de Estados Unidos y desde entonces el valor de la libertad quedó supedito al hecho de que cada ciudadano es sospechoso de “terrorista”, y si estos lo son, con mucha más razón los son todos los habitantes del planeta Tierra, incluyendo a todos los jefes de estados, que puede tener sus comunicaciones intervenidas.

En mayo de 2010, el gobierno del presidente Barak Obama presentó su “Estrategia de Seguridad Nacional” en la cual define las orientaciones fundamentales de la política de seguridad interna y externa de EEUU y sin mayor pudor establece que “el gobierno de Estados Unidos no tiene mayor responsabilidad que proteger al pueblo “estadounidense. Sin embargo, “nuestras obligaciones no terminan en nuestras fronteras” y “adaptamos nuestras responsabilidades para garantizar la seguridad internacional ya que sirve a nuestros intereses.”

Debe agregarse también el tema de los derechos humanos como otros de los valores que Estados Unidos, dice, está obligado a “defender” en el mundo, aunque ese país lo viola sistemáticamente en la aplicación de la justicia penal, así como en sus políticas migratorias y de seguridad nacional.

La necesidad de tener siempre un enemigo

En el transcurrir de su historia en política exterior, Estados Unidos ha operado con lo que, Georg Wilhelm Friedrich Hegel, llamó en “Dialéctica del amo y el esclavo”, del libro Fenomenología del espíritu, la “identidad negativa, esto es, que la identidad de uno de los dos viene dada por la negación de la del otro.

Esa “identidad negativa” no se refiere a su contenido malo sino más bien a su contenido reactivo. La identidad negativa, dijo Hegel, es aquella que se construye por oposición a algo o a alguien. Permite desarrollar fronteras del ego muy sólidas, siempre en conflicto con el enemigo; pero como se forma por oposición, en realidad no tiene ningún contenido.

Como resultado, aparenta ser fuerte, pero en realidad es débil, porque su propia definición está totalmente supeditada a una relación con algo más. ¿Qué sería un amo, pregunta Hegel, sin el esclavo? Eliminemos al esclavo y el amo no tiene nada más que lo defina.

Desde el periodo colonial, los norteamericanos han desarrollado una identidad nacional a partir de lo que no son, siempre rechazando otra cosa, por ejemplo, el Viejo Mundo, la nobleza, etc. El problema con este tipo de identidad, es que no te permite ver qué realmente eres. Ese precisamente es uno de los problemas fundamentales de la política exterior de los Estados Unidos, pues ésta ha estado basada en la percepción ideologizada que los norteamericanos tienen de sí mismo y no un examen crítico de lo que realmente son.

Esta ideología, que es religiosa y secular, se fundamenta en el rechazo a la disensión camuflado de patriotismo (un americano de verdad no critica a su país y menos en tiempos de guerra); en un fuerte sentido de misión divina, de una necesidad de propagar por el mundo la democracia y las bendiciones de la sociedad norteamericana (de hacer cumplir la voluntad de Dios); en el desarrollo de una identidad nacional que no está basada en un historia común, sino en un compromiso moral y religioso con el país; en una visión maniquea que reduce la realidad a una lucha entre el bien (los Estados Unidos) y el mal (sus opositores); en la idea de una bondad e inocencia innatas que guían las acciones norteamericanas; y en la creencia en la universalidad de los valores y la forma de vida norteamericana (Usa way of life).

Samuel Huntington en su texto: El choque de civilizaciones y la reconfiguración del orden mundial, dirá: “Sabemos quiénes somos sólo cuando sabemos quiénes no somos, y con frecuencia sólo cuando sabemos contra quiénes estamos”.

Originada en el siglo XVII por los puritanos creadores de la idea de ciudad sobre una colina, esta religión secular ha evolucionado a lo largo de la historia norteamericana convirtiendo a los Estados Unidos, en una nación peligrosa. A los niños desde la escuela primaria, se le inculca la idea de la excepcionalidad norteamericana y eso ha tenido consecuencias desastrosas, pues ha llevado a los Estados Unidos a perder de vista los colores de espectro luminoso y adoptar una política exterior sin matices y profundamente ideologizada.

Lo anterior lo describe muy bien el escritor estadounidense Morris Berman en la conferencia dictada en la Southern Utah University, el 6 de marzo de 2007, titulada: “Localizar al enemigo: mito versus realidad en la política exterior de los Estados Unidos”, donde sostiene que este país ha tenido una identidad por lo que no es y, además, combatiendo contra ese “enemigo”. Y siempre haciéndolo “por sus intereses, sus creencias y sus ambiciones”. Primero, contra los que se oponían a su independencia en 1775, por “el honor y el comercio” en 1812, por territorio en 1846, por humanidad, expansión e imperio en 1898, por “el derecho a la neutralidad” en 1917 y por la seguridad nacional en 1941.

Y a partir de 1945 contra el comunismo, a través de la contención y la disuasión, que significó lo contrario a la “democracia y la libertad” occidental. Luego, ante la ausencia del “comunismo soviético”, los sucesos del 11/09/2001 hicieron surgir uno nuevo, difuso, sin rostro, sin aposento nacional, pero que le produjo mucho daño en sus propias entrañas: el terrorismo. Ahora, con una variante, escapada de su control, según ellos mismo afirman: el estado islámico.

Según Berman, la política exterior de los Estados Unidos ha estado basada en la constante búsqueda de un enemigo a quien enfrentar representándole “como una gran fuerza unificada” con la que no se razona, sino se enfrenta, se combate.

En palabras de Berman,

“El resultado fue la incapacidad de entender los movimientos nacionalistas, las guerras de liberación o las guerras civiles, porque todo lo que se desviara de nuestra visión del mundo, se definía ahora como malvado. El nacionalismo a menudo se confundió con el comunismo y repentinamente nos hicimos responsables de casi cualquier evento político que tuviera lugar en el planeta, y a todos se les asignaba la misma importancia en términos de nuestra seguridad.”.

Por eso, siempre, en su Política Exterior, han puesto en ejecución la doctrina del Destino Manifiesto (Manifest Destiny), la cual debe considerarse desde dos puntos de vista: A lo interno, como un elemento in¬trínseco del modo de ser del anglosajón, la base para preser¬var la continuidad política y garantizar el goce de derechos y libertades democráticos y desde lo externo, como la idea de poseer un derecho sagrado a intervenir en otras naciones.

Dentro de ella confluyeron diferentes elementos, con un cariz teológico inicial, pero que poco a poco se fueron secu¬larizando hasta convertirse en verdades políticas.

De esta manera, la religión y la política fueron elementos que se en¬cuentran entrelazados estrechamente en el modo de ser y de actuar del pueblo estadounidense.

De allí que se sostiene con mucha pertinencia y propiedad que, las diferencias en la política exterior de demócratas y conservadores, son de forma, nunca de contenido.

El instrumento de la guerra como gran desiderátum

Estados Unidos, en política exterior, pone el énfasis en el instrumento de la guerra y lo hace porque se consideran los elegidos para plagar de libertad y democracia al mundo y también se consideran los defensores de los derechos humanos por doquier, pero, además, porque su economía no crece sino lo hace a partir de las empresas de armas y por eso tiene bases militares por todos los continentes y es el promotor número uno de las guerras que deben tener incendiado al mundo precisamente para vender esas armas

Al respecto, Larry C. Johnson, exanalista de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), hace, en octubre de este mismo año, la siguiente afirmación. “Tenemos que continuamente estar peleando contra alguien para que nuestras industrias de defensa sigan en pie, porque la economía de EE.UU. depende de eso”.

Esa afirmación la realizó durante una entrevista en un programa televisivo en el que el tema central era el conflicto en Ucrania y el papel de Estados Unidos en el financiamiento a Kiev.

Johnson dijo que Estados Unidos se ha convertido en un actor constante de los conflictos militares en todo el mundo y para eso realizó la siguiente comparación: “Mientras Rusia, desde 1991, ha participado en cinco operaciones militares afuera de su territorio, todas en sus fronteras, incluyendo la operación militar especial en Ucrania, EEUU, desde ese mismo año, ha estado involucrado en 215 intervenciones militares en otros países” y ejemplificó con Afganistán o Irak,

Más claro, imposible.

Por tus actuaciones os conoceré

En la novela Tiempos Recios, el escritor Mario Vargas Llosa, cuenta varias historias, ocurridas en distintos momentos históricos, que se arman como un rompecabezas hasta revelar lo que fue la vida y la política en Guatemala desde que la ilusión democrática y reformista dio paso a las presiones autoritarias.

En esa novela, Vargas Llosa, con posiciones política bien claras, a favor del capital, relata con visos de ficción una serie de conspiraciones políticas que llevaron a Carlos Castillo Armas al poder en Guatemala (1954-1957) después de un golpe militar orquestado por la CIA para derrocar al presidente Jacobo Árbenz, que era acusado de comunista.

Así que, lo que a continuación describiremos, son una muestra de las actuaciones en política exterior por parte de Estados Unidos, que no constituyen nada nuevo bajo el Sol.

Sanciones por doquier

Christopher Sabatini, investigador principal para América Latina en Chatham, en un artículo publicado, el 24 de julio de este año, en la revista Foreign Policy, escribe sobre la empecinada política de hostigamiento de Washington contra muchos países y sostiene que las sanciones se han convertido en la herramienta de política exterior de los gobiernos occidentales, encabezados por Estados Unidos.

Por eso y desafortunadamente, se recalca en ese artículo, que es poco probable que los políticos estadounidenses reconsideren seriamente su relación amorosa con las sanciones en el corto plazo, en tanto su aplicación es fácil, barata y menos peligrosa que la amenaza de una acción militar”.

Allí, precisa cuáles son los países que integran la infame lista negra. Entre ellos se menciona a Rusia, Myanmar, Cuba, Irán, Corea del Norte. Siria, Venezuela. Mientras que 17 países más están sujetos a sanciones selectivas, entre ellas China, fundamentalmente sujeta a controles de exportación y también se mencionan a Afganistán, Bielorrusia, República Democrática del Congo, Etiopía, Irak, Líbano, Libia, Malí, Nicaragua, Sudán y Yemen.

Sabatini, con datos del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, destaca los siguientes elementos: Para 2021, EE. UU impuso sanciones a más de 9.000 personas, empresas y sectores de las economías de países objetivos.

En 2021, el primer año en el cargo del presidente estadounidense Joe Biden, su administración agregó 765 nuevas designaciones de sanciones en el orbe, incluidas 173 relacionadas con los derechos humanos.

En total, los países sujetos a algún tipo de sanciones estadounidenses representan colectivamente un poco más de una quinta parte del PIB. China representa el 80 por ciento de ese grupo.

Las conspiraciones

Mencionaremos algunas de ellas.

a) Pakistán

A través de una moción de censura, el para ese entonces, abril de 2022, gobernante de ese país, Imran Jan fue destituido de su cargo. Ante lo cual este ex primer ministro, hizo una denuncia pública ante el mundo y acusó a Estados Unidos de organizar una conspiración que finalmente condujo al derrocamiento de su gobierno, lo que fue el resultado de desafiar la política estadounidense.

De hecho, los estadounidenses se molestaron mucho con su política exterior independiente y con su visita a Rusia antes de que este último iniciara la “operación especial militar en Ucrania”.

En este marco, Jan afirmó que las fuerzas políticas dentro de Pakistán intentaron presentarlo como un enemigo de Estados Unidos porque siempre acusaba a Occidente de doble rasero y defendía su propia política; “luego me llevaron como si fuera el terrorista más grande de este país”.

“Si no estás de acuerdo con la política exterior de Estados Unidos, te vuelves antiestadounidense” y remarcó: “Realmente no estoy tan preocupado por mi propio destino. Lo principal es el futuro de Pakistán, que es lo que me preocupa. Porque realmente temo que ahora este camino por el que estamos siendo llevados no tenga más que oscuridad por delante. Porque, aparte de todo lo demás, se está desmantelando toda nuestra democracia”.

b) Venezuela

El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, habló sobre Venezuela y lo hizo de manera transparente. En este sentido, criticó las políticas de la administración de Joe Biden con respecto a la situación en nuestro país. En su primer discurso público, tras su imputación por cargos federales, afirmó que ahora “hacen más rico” a Nicolás Maduro, al comprarle el petróleo que necesita la nación estadounidense.

El líder republicano agregó: “ahora, se lo compramos al dictador y lo hacemos más rico”. Esto, en una obvia referencia a Nicolás Maduro, sancionado en julio de 2017 por el Departamento de Estado de EE UU.

“Cuando dejé la presidencia, Venezuela estaba a punto de colapsar. Nos hubiésemos quedado con todo ese petróleo. Ahora, se lo compramos al dictador y lo hacemos más rico”

Ante este cambio de políticas, Trump reafirmó a sus seguidores la necesidad de un cambio político en Estados Unid. Consideró que, de lo contrario, “no nos va a quedar un país”.

“Recuerden que yo hacía campaña y decía que vamos a terminar siendo Venezuela con esteroides. Y eso es exactamente lo que le está pasando a nuestro país, se está yendo al infierno”

Igualmente, en enero de 2019, su administración fue de las primeras en reconocer a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela, luego de que la Asamblea Nacional 2015 desconociera las elecciones de mayo de 2018, en las que Nicolás Maduro resultó reelecto.

Y pensar que este señor aspira ser presidente de ese país nuevamente.

c) Colombia

Quienes ya tuvieron éxito con los derrumbes de gobiernos no afectos a sus intereses están a la ofensiva en Colombia y decididos a sacar a Gustavo Petro, Es así como en los últimos meses, este gobierno ha enfrentado diversos escándalos que van desde los choques institucionales, acusaciones contra miembros de su equipo y crecientes denuncias de intentos de derrocamiento por vías no militares. Lo último tiene que ver con los presuntos delitos de lavado de activos y enriquecimiento ilícito contra su hijo Nicolás Fernando Petro Burgos, quien habría confesado a la Fiscalía que, durante la campaña presidencial de su padre en 2022, recibió financiamiento irregular de varias fuentes, incluidos personajes con antecedentes cuestionables.

El presidente de Colombia se ha desvinculado de cualquier acción irregular y ha negado haber solicitado a sus hijos involucrarse en delitos o financiar campañas.

Al parecer estamos en presencia de otro caso donde la “guerra híbrida” y el “Lawfare” o “golpe suave” está en pleno desarrollo y cualquier cosa puede ocurrir en Colombia.

El mismo presidente Petro declaró: “Yo creo que yo hablaba de Pedro Castillo, pero ya pasaron la frontera, mucho más allá. Nos van a seguir atacando más y más para romper la relación entre el Gobierno y el pueblo, para derribar el Gobierno”.

Así que, con estos datos en pleno desarrollo, hay que estar mosca.

d) Guatemala

Bernardo Arévalo, obtuvo la victoria en la segunda vuelta de elecciones presidenciales celebradas el pasado 20 de agosto, en Guatemala, con el 58% de los votos con la promesa de una lucha decidida contra la corrupción. Debe asumir el cargo el 14 de enero de 2024, reemplazando a Alejandro Giammattei, lo que marcaría el fin de un periodo de 12 años de gobiernos de derecha.

Sin embargo, los nubarrones están en el ambiente y el presidente electo ha denunciado un plan de “golpe de Estado” para evitar que asuma el cargo tras ganar el balotaje.

“Existe un grupo de políticos y funcionarios corruptos que se niegan a aceptar este resultado y ha puesto en marcha un plan para romper el orden constitucional y violentar la democracia”, ha afirmado, después de que su partido, Semilla, fuera inhabilitado por la justicia.

Debido a la inhabilitación de Semilla, el partido no puede llevar a cabo ninguna actividad, como hacer declaraciones, recaudar fondos o aumentar su número de afiliados. Además, los 23 nuevos diputados del partido tendrán limitaciones en sus facultades, ya que no podrán formar un grupo parlamentario, presidir comisiones, participar en la elaboración de la agenda del Congreso ni tener asesores remunerados.

Arévalo ha señalado a la fiscal general y jefa del Ministerio Público, Consuelo Porras, a un juez penal y a la Junta Directiva del Congreso, liderada por el partido oficial, como los responsables del plan de “golpe de Estado”.

“Estas acciones constituyen un golpe de Estado, que es promovido desde las instituciones que deberían garantizar la Justicia en nuestro país”, ha advertido.

A su juicio, el “golpe de Estado” se está llevando a cabo de manera gradual, a través de acciones fraudulentas, ilegítimas e ilegales en diferentes instituciones, con el objetivo de impedir que las autoridades electas, incluido el presidente, asuman el cargo.

La presidenta hondureña, Xiomara Castro, se pronunció y dijo: “El golpismo y el crimen amenazan nuestras democracias, solo defendida por la legitimidad de la soberanía del pueblo en las calles y en las urnas”.

Por otro, lo hizo el Grupo de Puebla, quien advirtió que el presidente electo de Guatemala, Bernardo Arévalo, enfrenta una “guerra jurídica” que podría derivar en un “golpe de Estado”.

Finalmente, decimos, con la locución latina acuñada a Julio César al pasar el Rubicón: álea iacta est, esto es, la suerte está echada o, de otra forma: las cartas están echadas sobre la mesa.

*Sociólogo (UCV). Doctor en Ciencias Sociales (UCV). Profesor Titular. Ex director de la Escuela de Estudios Internacionales (UCV). Estudios Posdoctorales en la Universidad Militar Bolivariana de Venezuela y la Universidad Nacional Experimental “Simón Rodríguez”. Autor de doce libros (12). Profesor de postgrado en la UCV, en el Instituto de Altos Estudios Diplomáticos “Pedro Gual”, la Universidad Militar Bolivariana de Venezuela y en el Instituto de Investigación y Postgrado de la Escuela Nacional de la Magistratura. Fue embajador en Polonia 2005-2006, Uruguay (2027-2010) y Grecia (2012-2013) y Decano de Postgrado de la Unerg. Conferencista en eventos científicos y políticos, nacionales e internacionales y articulista de periódicos y revistas.

 

 

 

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¿Una guerra nuclear como solución final?

Por: Luis Bonilla-Molina

  1. La guerra como política y prolongación de la disputa por los mercados

En los últimos años hay una pulsión de muchos factores políticos, de derechas e izquierdas, por ver el escenario de guerra mundial como inevitable. Es como una especie de derrota de la esperanza y futurabilidad de los proyectos que encarnan, una forma novedosa de emprender la retirada, ante un mundo que ya no les parece posible rearmar, en virtud de la crisis climática, la carrera armamentista, la exacerbación de la concentración de capitales.|

La idea de crisis capitalista emerge como un mantra que pretende resolver el desencuentro entre la voluntad y la razón. La rigidez cognitiva trata de explicar las causas de la desmovilización el proletariado industrial y resulta incapaz de valorar adecuadamente las movilizaciones de sectores como los trabajadores de la educación, quienes todas las semanas toman las calles en distintos lugares del orbe. Los cambios en el mundo el trabajo, producto el impacto de la aceleración inusitada de la innovación en el modo de producción, desafían al dogmatismo que intenta que la realidad cuadre en la teoría y no al revés.

Poco me interesan las expectativas de las derechas, pero si mucho las miradas de las izquierdas. Y como hemos aprendido en los desarrollos de la lucha de clases, salir de estos fosos epistemológicos solo es posible a partir de debates y la construcción compartida de horizontes. Ante un abandono silencioso del método de la economía política por muchas izquierdas, preferimos retomarlo para emprender el camino del análisis de los distintos escenarios geopolíticos, como un mecanismo para situarnos adecuadamente y construir política con sentido de clase.

Es decir, el eje de nuestro interés no es solo académico sino fundamentalmente político, procurando contribuir desde los márgenes a allanar el camino para un relanzamiento de la utopía, en un tiempo en el cual pareciéramos cansados para comprender todos los caminos posibles que impulsan o conjuran una guerra nuclear, como expresión de la disputa de mercados entre las naciones con capacidad nuclear. Porque al final lo militar es la continuidad de la política para definir la supremacía de lo mercados y en ese terreno la irracionalidad de las burguesías está condicionada por la ganancia.

  • Capacidades militares instaladas para iniciar una guerra nuclear

Una guerra se libra con desarrollos científicos, tecnológicos y armamentos concretos. Más allá de los conjuros militaristas que hablan de la inevitabilidad de una guerra nuclear, veamos cuales son las capacidades reales de las grandes potencias. La Federación of American Scientists (FAS) creada en 1945, actualizó este año el Inventario estimado de Cabezas Nucleares en el Mundo. En este trabajo se muestra que el mayor número es propiedad de Rusia (5.889), seguido muy de cerca por Estados Unidos (5.244) y muy de lejos por China (410). La suma de resto de países que disponen de este dispositivo, Reino Unido (225), Francia (290), Israel (90), Pakistán (170), India (164) y Corea del Norte (30) solo alcanzan 969, menos de una quinta parte de las que posee Estados Unidos.

Pero, para comprender las posibilidades de una guerra atómica no basta identificar el nombre del país que posee cabezas nucleares, porque visto en el mapa los números parecen más disuasivos que ofensivos. Se necesita analizar no solo las razones que tendría uno de estos países para apretar el primer botón que desate la ola radiactiva mundial, porque hasta el más iluso sabe que una devastación de esta magnitud no dejaría piedra alguna levantada del sistema mundo.

Si partimos del punto de vista ideológico (Comunistas versus demócratas liberales) podríamos decir que los países que se autodefinen como comunistas (China, Corea) acumulan 440 cabezas nucleares, contra 12.072 de los países autodefinidos capitalistas (Inglaterra, Francia, EEUU, Rusia, India, Pakistán, Israel). Difícilmente China, que viene saliendo de décadas de atraso material y está ahora a la vanguardia de las economías emergentes pensaría en una solución final en esta etapa.

El factor inestable es Corea del Norte, razón por la cual bajo la presidencia de Donald Trump se hizo un importante esfuerzo por disminuir las tensiones en las relaciones bilaterales e intentar replicar los efectos de la reunión Mao-Nixon (1972), que fue construyendo la arquitectura financiera y de infraestructura para que la combinación de inversiones por la vía de las Bancas Financieras), las licencias para el uso de patentes y las posibilidades locales de mano de obra en características de nueva esclavitud en la era industrial, abrieran paso al llamado milagro económico chino.  Aunque el encuentro Corea. EEUU aparece como un fracaso diplomático en la gran prensa, como en su momento terminó dibujándose en la prensa burguesa los efectos de la reunión chino-norteamericana de los setenta del siglo veinte, no hay manera de saber, por ahora, si es así o si la puerta restauradora se ha entreabierto nuevamente en Asia. Es decir, una guerra nuclear por razones ideológicas es altamente improbable y tiene como epicentro a Corea del Norte no a China, ya sea como víctima de un ataque occidental o que esta nación inicie el camino suicida del bombardeo atómico.

Es decir, en el corto plazo no vemos capacidad militar China para imponerse, por eso su aproximación a Rusia, para recompensar y equilibrar, pero los Estados Unidos no son mancos, y durante la administración Trump se construyeron puentes para una distensión de las relaciones más allá de la coyuntura de la guerra de Ucrania. Incluso, un acuerdo chino-ruso y un hipotético inicio de la confrontación nuclear entre este bloque y EEUU nunca sería por razones ideológicas, porque Rusia es abiertamente capitalista y China, aunque mantiene en algunos escenarios internos su narrativa socialista, cuando su presidente Xi va a escenarios como el Foro Económico Mundial se convierte en el mayor defensor de la Organización Mundial de Comercio, la globalización y la libertad de los mercados.

Pero, si pasamos de las auto definidas como socialistas o capitalistas, a las caracterizaciones de las potencias nucleares a partir de la economía, encontramos que China es hoy un país capitalista, dirigido por un partido único que se sigue definiendo como comunista, a pesar que en diferentes momentos de los últimos tiempos ha tenido burgueses en la dirección del partido, algo que diluye la idea Marxista sobre el instrumento político revolucionario. En consecuencia, la brecha real y objetiva, entre países capitalistas y regímenes de “comunismo burocrático hereditario” (Corea), es aún mayor, es decir 12.482 cabezas nucleares están en posesión de países capitalistas contra 30 de una nación que se auto define como comunista (Corea del norte), pero que la izquierda ha abandonado hace tiempo su interés por explicar lo que allí ocurre. Es decir, las razones de un conflicto nuclear por razones ideológicas, como acostumbra presentarlo el Pentágono norteamericano son mínimas.

Respecto al uso de otras naciones de la energía atómica, como Irán, no existe certeza alguna que hayan logrado desarrollar cabezas nucleares, aunque no es descartable que lo haga en el mediano plazo.

Si no es por razones ideológicas veamos las contradicciones económicas. Y allí si es importante la disputa de mercados entre EEUU, Rusia y China y la única forma de lograrlo es produciendo una negociación que reparta los mercados y asegure territorios de influencia para los tres. El peso económico de China le hace poder formar parte esta trinidad. Esta realidad es la que causa preocupación en las otras economías capitalistas consolidadas (especialmente Inglaterra, Alemania y Francia por separado y la Unión Europea en su conjunto), las economías emergentes (India, Brasil, Arabia Saudita, entre otras), los países con dispositivos nucleares aunque su economía no sea tan dinámica (Pakistán por ejemplo) y los países con características políticas excepcionales (como Irán), respecto a cómo pueden quedar sus economías en un reacomodo global de regiones y mercados.

Por ello, agrupamientos como los BRICs son encuadres capitalistas que entran en la lógica de disputa de mercados, como gritando “aquí estamos nosotros, no pueden hacer un acuerdo global desconociendo nuestra capacidad”. Economías de vieja tradición como Canadá y emergente como México prefieren “bailar pegados” a los Estados Unidos en este zarandeo. De hecho, no vemos ningún rasgo que indique que los BRICs tengan la intención (al menos por ahora) de llevar las contradicciones económicas al plano militar, mucho menos al nuclear en un escenario de solución final.

En consecuencia, un escenario no descartable es que las razones económicas lleven a acercar mucho más rápido de lo esperado a China y EEUU y esto termine reflejándose en el plano militar. Como lo advierte Pablo Gil[i] (2023) solo en 2022 el comercio bilateral entre estas dos super potencias alcanzó alrededor de 760 mil millones de dólares, además de 1,8 billones de dólares mediante inversiones en activos físicos y financieros. Y como lo señalaba el presidente chino XI Jinping, un mes antes de la conferencia de San Francisco[ii],  «hay miles de razones para mejorar las relaciones entre Estados Unidos y China, pero no hay ni una sola para empeorarlas».

En este acercamiento, que no es de corto plazo, sino un escenario de mediano plazo en el cuál las contradicciones construyen los acuerdos, China debería llegar con pies firmes y eso dependería de la posibilidad de llegar a un acuerdo de largo aliento con Rusia, que permitiría combinar capacidad económica (china) con militar (ruso-china) en un tablero de tres. Sin embargo, la propia nueva estrategia internacional norteamericana anunciada por Sullivan en marzo de este año (2023), contempla diálogos bilaterales para reconfigurar alianzas y no solo lo harán con China, sino también con Rusia, en procura de un acuerdo en los marcos el capitalismo. Lo que planteamos es que hay un triángulo de negociaciones bilaterales (EEUU-China, China-Rusia, EEUU-Rusia) que se convierte en el eje de un posible reacomodo capitalista planetario. Este hasta ahora hipotético escenario (no por ello descartable) abriría el escenario de converger en tareas y dominio global a las economías de los tres países (China, Rusia, EEUU) que de conjunto superarían el 46% del PIB global con el control directo del 92,2% de las cabezas nucleares y capacidad de mediación con los países que disponen del 7,57% de esta tecnología (India, Pakistán, Francia, Inglaterra, Israel), quedando solo el electrón libre de Corea del Norte con 0,23% de capacidad.

La única guerra nuclear que emerge como posibilidad desde lo económico, a partir de las actuales correlaciones de fuerzas, sería la destrucción total de Corea del Norte, evento que se presentaría como carta de presentación de un eventual super imperio tricéfalo.  Consciente de esta posibilidad es que Corea del Norte acepta los diálogos con Trump, por ahora interrumpidos en su fase pública, pero no descartable que se retomen en el mediano plazo, más aún ante un posible nuevo mandato del republicano Trump.

  • La relación economía y disposición de armas nucleares

La ecuación entre economías y disposición de cabezas nucleares pareciera ser determinante en la reingeniería del poder o como se suele decir comunicacionalmente, en el surgimiento del Nuevo Orden Mundial.  En el caso de las economías emergentes, algunas de las cuales disponen de cabezas nucleares como es el caso de la India, adquieren un liderazgo especial, como lo han mostrado junto a China en los BRICS, impulsando reagrupamientos para el tablero de negociación que suman a otras economías que no disponen de estas armas de destrucción masiva, como Brasil (el FMI estima que se perfila como la novena economía del mundo), Arabia Saudita, entre otros.

Las economías emergentes que no poseen cabezas nucleares, procuran que lo económico y no lo militar determine los realineamientos, jugando a estar en el anillo próximo al epicentro de lo que va a emerger.  Algo similar a lo que apuestan de manera individual Inglaterra, Francia y Alemania quienes intentan que la disminución de la importancia geopolítica de la Unión Europea no les arrastre.

Águas turbulentas: impactos da assinatura do Tratado Aukus - OPEUFinalmente, las alianzas regionales como las el Indo Pacífico, AUKUS y la trilateral del TLC procuran afinar los equilibrios con las ventajas derivadas de sus ubicaciones territoriales como son los casos de México, Australia y Japón.

Si partimos de ese equilibrio economía + armas de destrucción masiva + alianzas regionales y subregionales como hipótesis inicial de trabajo, esto nos permitiría ir construyendo escenarios de conformación del nuevo orden mundial que superen el empirismo ideologizante y la propaganda apocalíptica como cortina de humo que procura evitar la falta de estudio sistemático sobre el tema.

  • Naciones que reciben material nuclear

En esta etapa de la historia de la humanidad, compartir la energía nuclear es usado como instrumento de negociación geopolítica y para la construcción de alianzas. Todos los imperios lo han hecho a partir de sus ventajas en el terreno del conocimiento, equipos y rutas. Estados Unidos hizo lo propio cuando usó en la década de los setenta su enorme ventaja tecnológica y de patentes para alimentar la disputa Ruso-China y atraer, como en efecto se logró, a la segunda al campo el capitalismo.

El cuaderno “Nuclear Weapons Sharing, 2023[iii]” publicado por FAS en noviembre de este año 2023, plantea otro desafío vinculado a este asunto, el seguimiento al intercambio de material atómico militar entre países, que si bien no han desarrollado cabezas nucleares, si poseen la capacidad para almacenarla y eventualmente usar dispositivos de lanzamiento.

La guerra de Ucrania ha avivado esta tendencia, fundamentalmente de parte de Estados Unidos y Rusia. El Pentágono ha decidido acelerar el proceso de compartir con países europeos, bombas de gravedad B61-12 que pueden ser utilizadas con tecnología de los aviones norteamericanos, mientras Rusia a partir de 2022 está transfiriendo a Bielorrusia sistemas de vectores nucleares y entrenando a personal de ese país para su uso. Esto último como respuesta a la incorporación de Suecia y Finlandia al Grupo de Planificación Nuclear de la OTAN. El mapa a continuación muestra la distribución disuasiva que al respecto adelante la OTAN.

 Nuestra perspectiva es que estos “juegos de guerra”, mucho más efectistas que reales, procuran mover fichas en el tablero, dando la imagen mediática que se escala la confrontación, cuando en realidad son el preludio de acumular para negociar. Este es uno de los factores que está prolongando el conflicto en Ucrania, es decir, las correlaciones de fuerzas que emergerán en la post guerra.

Una cosa es servir de país almacén y operario para el manejo de cabezas nucleares y otra la transferencia efectiva de esta tecnología.  Es más importante para un país interesado en desarrollar su carrera armamentista nuclear, el adquirir la tecnología para enriquecer el Uranio que servir de garaje para ojivas nucleares. Hasta ahora, los países que abiertamente enriquecen uranio, ya sea con fines militares o de uso no militar son contados. Legamente lo pueden enriquecer con fines comerciales (EEUU, Rusia, China, Holanda, Reino Unido, Alemania, Francia, Brasil y Japón), países que procuran estar en el primer anillo que bordeará el centro del Nuevo Orden Mundial.

En este sentido, otra razón estratégica de Rusia es que es el país con mayores reservas de Uranio en el mundo, muy por encima de China y Estados Unidos. En el caso de Irán y Corea del Norte, sus programas de enriquecimiento de uranio no cuentan con la autorización del sistema de Naciones Unidas para comerciarlo, mucho menos de la Agencia Internacional de Energía Atómica.  Por ello, cuando se habla de la carrera nuclear vinculada a la arquitectura geopolítica debemos distinguir entre: a) posesión y capacidad de producir cabezas nucleares, b) tecnología para enriquecer el uranio y c) reservas disponibles de uranio.

  • Europa y los tormentos de la virtud

En 1787 el Marqués de Sade escribía su obra estelar Justine y los infortunios de la virtud. La actual situación de Europa, que había hecho méritos para ser la consentida del imperialismo norteamericano, me hace recordar este drama, porque hoy es la gran perdedora en la guerra de Ucrania, en un reordenamiento de la geopolítica capitalista en la cual se acelera la reconfiguración de su rol porque se había convertido en un fardo pesado para los equilibrios capitalistas emergentes. Europa y luego la Unión Europea habían heredado un papel geopolítico importante al culminar la segunda guerra mundial, una especie de guardián del sacro santo orden capitalista en su región, África, parte de Asia y oriente medio, territorios que hoy conforman el radio de acción económica, política, militar y cultural de rusos y chinos, pero también los Estados Unidos por su cuenta, Turquía e India.

Durante la guerra de Ucrania la Unión Europea y Los Estados Unidos han otorgado más e 77.000 millones de dólares de ayuda a Ucrania (38.300 millones de euros en ayuda económica,17.000 millones de euros en ayuda a refugiados en la UE, 21.160 millones de euros en ayuda militar, 670 millones de euros en el Mecanismo de Protección Civil de la Unión) algo que ha debilitado la ya resentida economía europea. Además, la UE se ha visto sacudida por la elevación de los precios de la energía y la seguridad de suministro, el impacto de las sanciones en el suministro de combustibles fósiles a la región, el suministro de gas que les ha obligado a rebajar en por lo menos un 15% las posibilidades de demandas para el consumo, reducción e la facturación de electricidad, seguridad alimentaria y la política agrícola común, la movilidad de personas y mercancías en cadenas de suministro que antes del conflicto parecían estables y confiables, además de su absoluta inutilidad para detener a Rusia.

En ese marco, ha quedado agrietado el papel de región geopolítica de contención lo cual tendrá efectos en el corto y mediano plazo. Pro es que esto es precisamente el comienzo del camino para la superación de un obstáculo que tenían los escenarios de acercamiento entre EEUU, Rusia y China; el papel geopolítico heredado por la Unión Europea al finalizar la segunda guerra mundial.

  • Las dos caras de la contradicción inter imperialista

En nuestro caso nos interesa estudiar los escenarios actuales de guerra y el desarrollo de la carrera militar nuclear en el marco de la actual fase de contradicciones Inter capitalistas que tiene en su centro a tres grandes vectores de disputa (EEUU, China y Rusia).

Como hemos aprendido en el marxismo, las contradicciones se resuelven por la vía de la exacerbación del enfrentamiento hasta que uno o varios de los factores involucrados se imponga o, por la vía de la integración y el cambio de intensidad de las contradicciones. En este caso, si la primera opción progresa no estaremos aquí para contarlo porque será la destrucción de la vida en el planeta, por ello, nos interesa estudiar las otras evoluciones lógicas dentro de la perspectiva el capital. La primera, mantener de manera infinita una guerra de posiciones en las cuales las caídas de una u otra fuente de poder sean abordadas con la racionalidad de repartos de mercado. Esta posibilidad nos parece altamente improbable porque demandaría un grado de centralidad planeadora que no tiene el capitalismo mundial. La segunda, procesos de fusión e integración parcial que apuntalen a la configuración de una nueva geopolítica global. Esta la vemos más probable y será el foco de trabajo de nuestra línea e investigación sobre geopolítica mundial.

No somos ingenuos respecto a que cada uno de estos desarrollos tiene implicaciones en la epistemología para la construcción de políticas en las izquierdas. Para la izquierda tradicional y el campismo, la narrativa de un enfrentamiento incesante les sirve de marco para justificar alianzas con “enemigos menores”, en la lógica de burguesías dependientes y neocolonialistas versus burguesías progresistas. Para la nueva izquierda radical, es problemático hablar de la posibilidad de un super imperio tricéfalo, sobre todo después de los debates con Negri y su particular enfoque del Imperio en el siglo XXI.

Por eso prefiero plantear, que más que ponernos a desojar la margarita, lo que corresponde es estudiar, con las herramientas el método marxista estos fenómenos:

  1. La globalización y las integraciones de capitales que ha impuesto la financiarización de la economía:
  2. El papel que vienen adquiriendo las grandes bancas y financieras globales en la construcción de una nueva arquitectura de alianzas burguesas, incluso entre los países que sostienen hoy importantes contradicciones de intereses estratégicos;
  3. Las capacidades reales, económicas, tecnológicas y militares para mantener de manera infinita la disputa inter imperialista en un marco de recesión económica:
  4. El papel de la innovación capitalista en el desarrollo del modo de producción capitalista, especialmente su impacto en el mundo el trabajo;
  5. La transformación del régimen biopolítico de reproducción sistémica en el régimen predictivo o como dice Chul Han, de datos.

Estos temas que no son los únicos, abren el horizonte y nos permiten salir del actual atolladero teórico.

  • Conclusión

Algo nuevo esta surgiendo, pero parece que estamos viendo lo nuevo con arquetipos del pasado. Las guerras son el último escalón cuando se agota la política como espacio de negociación económica y geopolítica. La hipótesis que trabajamos es que esas contradicciones tienden al encuentro más que al enfrentamiento.  Ahora bien, el encuentro no es amable ni carente de roces (incluso de guerras como la de Ucrania), por lo contrario, la aspereza será el signo que pueda construir un nuevo orden mundial sólido, sin una guerra de destrucción masiva.

¿Por qué es esto importante para la construcción de políticas de resistencia anticapitalistas e la clase trabajadora? Por varias razones, primero, contribuir a la superación del campismo como uno de los mayores problemas que tiene la izquierda revolucionaria hoy para desarrollar una política contra el capital en todos los territorios. Segundo, porque permite a las corrientes revolucionarias al interior de partidos amplios, explicar la verdadera naturaleza de una contradicción que se presentan como inevitablemente desencadenante de guerras mundiales. Tiene el riesgo de que el conocimiento de las nuevas dinámicas dispare vocaciones sectarias y vanguardistas, algo que no contribuye a relanzar una política revolucionaria en las calles. Pero caa cosa en su momento.

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[1] Profesor invitado de la Universidad Federal de Sergipe, Brasil. Miembro electo del Comité Directivo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) y Coordinador del GT CLACSO “Capitalismo digital, políticas educativas y pedagogías críticas” (2023-2025). Miembro del Secretariado del Congreso Mundial contra el Neoliberalismo Educativo (Río de Janeiro, Brasil, octubre 2024). Integrante de la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE), la Fundación Kairos y la Asociación Latinoamericana de Sociología (ALAS). Investigador del Centro Internacional de Investigación Otras Voces en Educación (CII-OVE). Investigador asociado al eje “trabajo docente” de la CRES+5 a realizarse en Brasilia, Brasil, abril 2024. Contactos: luisbonillamolina.62@gmail.com

¿Una guerra nuclear como solución final?

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Holocausto y/o Genocidio

Por Franklin González

«Lo que se obtiene con violencia, solamente se puede mantener con violencia.» (Mahatma Gandhi).

En diversas fuentes de información y por el principal medio de comunicación del mundo de hoy-las redes sociales-, así como en las películas de Hollywood y Netflix, se dice, repite y afirma que ha habido un holocausto, asociado exclusivamente con el genocidio que tuvo lugar en Europa durante el transcurso de la Segunda Guerra Mundial bajo el régimen de la Alemania.
Y, ciertamente, debe decirse que ese fue un acontecimiento horripilante, aborrecible, deleznable, donde murieron, según algunas fuentes, algo así como 9 millones de judíos en la llamada «solución final». Por su puesto, que el holocausto del pueblo judío a manos del ejército nazi fue un episodio histórico terrible.
Al respecto, rescatamos dos expresiones que son importantes.
Una, la de genocidio, que es la destrucción organizada y deliberada, total o en gran parte, de grupos raciales o étnicos por parte de un gobierno o sus agentes, que puede implicar no solamente matanzas masivas sino también deportaciones forzadas (limpieza étnica), violaciones sistemáticas, y el sometimiento económico y biológico. El artículo número dos de la Convención sobre Genocidio de 1948, de la Organización de Naciones Unidas, lo describe como las acciones llevadas a cabo con la intención de «destruir, total o parcialmente, una nación, una etnia, raza o grupo religioso».
Dos, el holocausto se define como «gran matanza de personas, especialmente la que tiene como fin exterminar un grupo social por motivos de etnia, religión o política».
¿Habrá alguna duda que lo anterior está ocurriendo con el pueblo de Palestina?
Veamos
¿Un revanchismo histórico?
El secretario general de la ONU, António Guterres, aseguró: «Me horroriza la noticia del ataque en Gaza contra un convoy de ambulancias frente al hospital Al Shifa. Las imágenes de cadáveres esparcidos por la calle ante el hospital son estremecedoras». También destacó que: «No llegan alimentos, agua ni medicinas suficientes para satisfacer las necesidades de la población. El combustible para los hospitales y las plantas de agua se está agotando».
Guterres indicó que, desde hace casi un mes, la población civil de Gaza, incluidos niños y mujeres, «ha sido asediada, se le ha negado ayuda, ha sido asesinada y bombardeada para expulsarla de sus hogares».
Siete relatores especiales de las Naciones Unidas alertan que se agota el tiempo para evitar «un genocidio y una catástrofe en Gaza» y «estamos convencidos de que el pueblo palestino está en grave riesgo de sufrir un genocidio».
Además, han dicho que «el tiempo para la acción es ahora» para evitar un genocidio y aseguran que «los aliados de Israel tienen también responsabilidad y deben actuar para evitar este desastroso desarrollo de los acontecimientos».
Los firmantes del comunicado, incluida la relatora de la ONU para Palestina Francesca Albanese, han expresado también su «profunda frustración» por la consigna israelí a «diezmar una Franja de Gaza asediada».
Por último, subrayaron que las recientes imágenes y las noticias alarmantes y preocupantes sobre los palestinos que agarran desesperadamente harina y otros suministros humanitarios en almacenes de la ONU, beben agua del mar en la falta de agua potable o son sometidos a cirugía sin anestesia, «muestran que hemos llegado a un punto de ruptura» en lo que respecta a necesidades humanitarias de los civiles asediados en la Franja de Gaza.
Craig Mokhiber, ex alto funcionario de la ONU, escribió una carta de renuncia el ataque israelí a Gaza al Alto Representante de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, donde denunció:
– Que «estamos viendo cómo se desarrolla un genocidio ante nuestros ojos, y la Organización a la que servimos parece impotente para detenerlo».
– Que la actual matanza masiva del pueblo palestino, está «enraizada en una ideología colonial etnonacionalista de colonos, como continuación de décadas de su persecución y purga sistemáticas, basadas enteramente en su condición de árabes, y unida a declaraciones explícitas de intenciones por parte de dirigentes del gobierno y el ejército israelíes, no deja lugar a dudas ni a debate».
– «En Gaza, se atacan gratuitamente hogares civiles, escuelas, iglesias, mezquitas e instituciones médicas, y se masacra a miles de civiles. En Cisjordania, incluida la Jerusalén ocupada, se confiscan y reasignan viviendas basándose exclusivamente en la raza, y los violentos pogromos de colonos van acompañados de unidades militares israelíes. El apartheid impera en todo el país».
– «El proyecto colonial europeo, etnonacionalista y de colonos en Palestina ha entrado en su fase final, hacia la destrucción acelerada de los últimos restos de vida palestina indígena en Palestina. Es más, los gobiernos de Estados Unidos, el Reino Unido y gran parte de Europa son totalmente cómplices de este horrible asalto. Estos gobiernos no sólo se niegan a cumplir sus obligaciones de garantizar el respeto de los Convenios de Ginebra, sino que, de hecho, están armando activamente el asalto, proporcionando apoyo económico y de inteligencia, y dando cobertura política y diplomática a las atrocidades de Israel».
– «Los medios de comunicación corporativos occidentales, cada vez más capturados y adyacentes al Estado, violan abiertamente el artículo 20 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP), deshumanizando continuamente a los palestinos para facilitar el genocidio y difundiendo propaganda de guerra y apología del odio nacional, racial o religioso que constituye incitación a la discriminación, la hostilidad y la violencia. Las empresas de medios sociales con sede en Estados Unidos suprimen las voces de los defensores de los derechos humanos mientras amplifican la propaganda proisraelí».
– «El Consejo de Seguridad, con su poder de protección, ha sido bloqueado de nuevo por la intransigencia de Estados Unidos. Décadas de distracción por las promesas ilusorias y en gran medida falsas de Oslo han desviado a la Organización de su deber fundamental de defender el derecho internacional, los derechos humanos internacionales y la propia Carta».
-«El mantra de la «solución de dos Estados» se ha convertido en una burla abierta en los pasillos de la ONU, tanto por su absoluta imposibilidad de hecho, como por su total incapacidad para dar cuenta de los derechos humanos inalienables del pueblo palestino».
– «En las últimas décadas, partes clave de la ONU se han rendido al poder de Estados Unidos y al miedo del lobby israelí, abandonando estos principios y retirándose del propio derecho internacional. Hemos perdido mucho con este abandono, sobre todo nuestra propia credibilidad mundial. Pero el pueblo palestino ha sufrido las mayores pérdidas como consecuencia de nuestros fracasos».
El representante permanente de Rusia ante la ONU, Vasili Nebenzia, ha dicho que, aunque Washington y sus aliados dicen exigir el cumplimiento del derecho internacional humanitario en todas las hostilidades, ahora prefieren ignorar «la horrible destrucción en Gaza, muchas veces superior a todo lo que han criticado airadamente en otros contextos regionales».
Nebenzia manifestó que el conflicto palestino-israelí «ha sido y sigue siendo el epicentro» de las crisis de Oriente Medio, y afirmó que la nueva escalada de violencia demuestra que la normalización de las relaciones entre Tel Aviv y los Estados árabes «no puede ni debe producirse a costa de los palestinos».
Es una lástima que nuestros colegas occidentales del Consejo de Seguridad de la ONU sigan saboteando cualquier esfuerzo para una desescalada sobre el terreno e impidiendo que el Consejo tome medidas urgentes para normalizar la situación lo antes posible.
El alto diplomático también afirmó que el objetivo de Washington «no es sólo desviar la atención del fracaso de su propia política, culpando a Irán, Hezbolá y los palestinos de la Franja de Gaza de todos los problemas», sino también persuadir al Consejo de Seguridad para que legalice la campaña terrestre de Israel en el enclave palestino.
Afirmó que actualmente los países occidentales prefieren ignorar «la horrible destrucción en Gaza, muchas veces superior a todo lo que han criticado airadamente en otros contextos regionales: los ataques contra objetivos civiles, incluidos hospitales, la muerte de miles de niños y el atroz sufrimiento de los civiles sometidos a un bloqueo total».
Finalmente, este diplomático ruso condenó las declaraciones «insultantes» de los funcionarios israelíes con respecto a todos los palestinos, así como sobre la supuesta «responsabilidad colectiva de todo un pueblo por las acciones de Hamás» y «el bloqueo total de la Franja por parte de Israel es inaceptable. Un bloqueo así, además de provocar el pánico entre la ya asustada y desesperada población civil, socava directamente la labor de los servicios médicos y de rescate, lo que provocará más víctimas civiles»
Por su parte, la ministra de Igualdad del Gobierno español, Irene Montero, también se pronunció, condenando, con términos enérgicos, las atrocidades del régimen de Tel Aviv contra el pueblo oprimido palestino en la Franja de Gaza y aseguró que los israelíes son «asesinos» puesto que están bombardeando ambulancias que trasladan heridos, y también bombardean sin escrúpulos y contra toda la legalidad internacional a la población civil en la cárcel al aire libre más grande del mundo, y han cerrado toda la posibilidad de ayuda humanitaria.
Tras resaltar la complicidad de EE.UU., en el genocidio de los palestinos, Montero dijo que «ningún dirigente político ni siquiera Netanyahu se atrevería a hacer este genocidio a plena luz del día si no se supiese protegido por las principales potencias económicas y políticas a nivel internacional, especialmente por parte de EE.UU. y la Unión Europea».
En conclusión
Más claro imposible, porque desde el inicio de la agresión israelí contra Gaza, han muerto miles de palestinos, incluidos niños, mujeres y ancianos, además de miles de heridos.
Y, lo peor de todo, es el silencio y la indolencia de la comunidad internacional ante los delitos graves que comete «un régimen infractor de la ley como Israel», lo cual «hace añicos la santidad del derecho internacional y permite la continuación del genocidio con impunidad».
Y, aunque la Asamblea General de Naciones Unidas ha pedido una «tregua humanitaria inmediata y duradera» y «la entrega de víveres y servicios esenciales a la población de la Franja de Gaza», la pregunta de rigor es: ¿Cuántos han de morir para hablar de sanciones económicas y acabar con ese genocidio y holocausto?
Ha pasado el tiempo y parece que ahora todo es peor, porque el 11 de julio de 2014, el escritor uruguayo, Eduardo Galeano, ya dijo: «La llamada comunidad internacional, ¿existe? ¿Es algo más que un club de mercaderes, banqueros y guerreros? ¿Es algo más que el nombre artístico que los Estados Unidos se ponen cuando hacen teatro?»
«Ante la tragedia de Gaza, la hipocresía mundial se luce una vez más. Como siempre, la indiferencia, los discursos vacíos, las declaraciones huecas, las declaraciones altisonantes, las posturas ambiguas, rinden tributo a la sagrada impunidad».

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El despertar de Fonseca: crónica del singular evento electoral del 29 de octubre

  1. Por: Jorge Forero Coronel

Centro de Investigación y Estudios Fronterizos

Fonseca es un municipio ubicado en el sur del departamento de La Guajira, en una depresión sedimentada a orillas del río Rancherías y bordeada por la Sierra Nevada de Santa Marta y la Serranía del Perijá, en zona fronteriza con Venezuela. Esta localidad adquirió una importancia especial en el contexto del Acuerdo de Paz de La Habana, ya que en su jurisdicción se instauró el Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación “Amaury Rodríguez” para firmantes de paz, y posteriormente, fue definido como un municipio priorizado para la política de desarrollo rural inscrita en los Planes de Desarrollo con Enfoque Territorial.

Durante el último año este municipio ha sido escenario de una dinámica de efervescencia política singular, determinada por la construcción del movimiento “El Cambio para Avanzar en Fonseca”, el cual postuló para la alcaldía de ese municipio a Benedicto González Montenegro, un firmante del Acuerdo de Paz que ha liderado la constitución de una fuerza política forjada desde las entrañas del pueblo, y que ha originado vientos de esperanza que han recorrido la geografía de estos territorios y ha creado un cambio notable en la subjetividad de una parte significativa de este pueblo.

La campaña de Benedicto González y de su equipo de candidatos al Concejo Municipal, ha trastocado el panorama político de Fonseca, en la medida en que logró crear las condiciones para que la ciudadanía realice un ejercicio de deliberación democrática, sobre la base de la reflexión en torno a los problemas más sensibles para la población de este municipio, y primordialmente, respecto a las potencialidades de progreso rural y urbano, de igualdad y de paz con justicia social.

La campaña de El Cambio para Avanzar en Fonseca, se ha caracterizado por ser una campaña para la paz, con un programa de gobierno con sentido social. Es explícito que se trata de una campaña modesta, sin estridencias y sin el derroche de recursos que lamentablemente ha distinguido a la cultura política de esta región. Por el contrario, esta campaña se ha dirigido hacia el despertar de la conciencia, y se ha deslindado en la práctica de las formas tradicionales del quehacer político- electoral.

El panorama para el evento electoral del 29 de octubre era incierto, ya que en el ambiente se respiraba la presencia de tres fuerzas políticas. Por el despliegue de propaganda, de casas de campaña, de aparatos de sonido y de vehículos de alta gama, resultaba evidente para cualquier transeúnte la presencia de las candidaturas de Enrique Fonseca (apoyado de manera abierta por la administración actual del municipio); de Micher Pérez, un dirigente tradicional con amplia trayectoria y experiencia en contiendas electorales y espacios de representación política (ex concejal y ex diputado a la asamblea departamental). Mientras que, en otra vertiente, se destacaba en el Radio Bemba del pueblo de Fonseca la candidatura de Benedicto González, como la opción alternativa.

En cualquier panadería o esquina de Fonseca las conversaciones de la gente coincidían en afirmar que estas elecciones estaban peleadas, y que cualquiera de los tres candidatos podría ganar. El balance de la gente era sencillo: Enrique Fonseca tiene el dinero y el caudal de recursos de la alcaldía; Micher Pérez es un viejo zorro de la política y tiene una fuerza acumulada; y Benedicto González se perfilaba como una opción emergente y alternativa, sobre la base de la efervescencia popular de esperanza que había despertado en la conciencia del pueblo fonsequero.

El domingo 29 de octubre desde muy temprano hubo una alta presencia de la ciudadanía en los puestos de votación urbanos y rurales de Fonseca. Todo indicaba que se trataría de una fiesta electoral, en la cual el pueblo iba a decidir sus representantes territoriales para los próximos cuatro años. Para un observador ajeno, resultó verdaderamente admirable el espíritu de civismo de esta población.

Sin embargo, también desde muy temprano se registraron incidentes e irregularidades en torno al proceso electoral. En el interior de los Puestos de Votación, se produjeron actividades de intimidación al elector, y se ejecutaron atropellos en contra de testigos de la campaña de Benedicto González, quienes fueron víctimas de acciones de avasallamiento por parte de algunos de los designados como autoridades electorales, que derivaron en su desalojo arbitrario e ilegal del recinto electoral, con lo cual se vulneraron derechos y se imponía por la vía de facto una situación de vulnerabilidad para el proceso electoral.

De igual manera, en las adyacencias de los Puestos de Votación se registraron múltiples hechos turbios, que además de producir tensiones, generaron una atmósfera de desconfianza y de descontento en la población. El corolario de incidentes y hechos ilícitos registrados en diálogos con ciudadanos (de campañas diversas) en las calles de Fonseca se puede resumir en:

– Caravanas de buses inter- urbanos que ingresaron al municipio con personas provenientes de otras localidades, e incluso del departamento del Cesar;

– Grupos de compradores de votos en determinadas casas y en acción itinerante a través de camionetas de alta gama.

– Acciones de constreñimiento explícito al elector que se identificaba con la campaña de Benedicto González, mediante amenazas y actos de intimidación por parte de funcionarios de la Alcaldía.

El conjunto de elementos reseñados se tornó más grave ante la complicidad – y en el mejor de los casos, la pusilanimidad- de las autoridades. La Policía Nacional de Colombia divulgó unos canales telefónicos para recopilar denunciar irregularidades, primordialmente la de compras de votos, pero en la mayoría de los casos registrados no respondieron las llamadas o mensajes y en los casos que atendían las denuncias, llegaban tarde y su acción resultó impotente o indolente, incluso en casos donde era evidente la práctica corrupta de compra de votos.

La desconfianza creció en horas de la tarde, ya que después de mediodía se acentuaron y se hicieron más evidentes las acciones de compra de votos. Vehículos de alta gama ingresaban a las comunidades para sacar a los votantes de sus casas. Todo esto ocurría ante la mirada atónita de la ciudadanía, y la actitud complaciente de las autoridades.

A eso de las dos de la tarde, en las redes sociales se difundían noticias sobre incidentes en los Puestos de Votación: a algunos votantes les entregaron tarjetones marcados, y en otros casos, funcionarios públicos de la administración municipal se apoderaron de mesas de votación y proscribieron de manera absoluta la presencia de testigos de las otras candidaturas.

Estos hechos fueron el detonante para que la indignación ciudadana ante tan grotescos hechos, se convirtiera en una asonada espontánea, sin dirección y sin objetivos precisados. En el colegio Calixto Maestre decenas de personas irrumpieron en el recinto, y aparentemente hubo la destrucción de material electoral. En el Puesto de votación del Corregimiento de Conejo, ingresaron decenas de personas y dañaron el material electoral. En el colegio María Inmaculada se produjeron incidentes de violencia en el exterior, los cuales redundaron en miedo e incertidumbre, y de acuerdo con la versión de testigos electorales de diversas campañas, esta situación fue aprovechada para la trasgresión de la cadena de custodia del material electoral. En el Hatico hubo conatos de violencia entre los propios miembros de los Puestos de votación (jurados y testigos electorales).

El escalamiento de incidentes desbordó el normal desenvolvimiento del proceso electoral. Durante un recorrido por los puestos de votación, se registraron testimonios de material electoral destruido en dos puestos de votación, trasgresión de las cadenas de custodia del material electoral, expulsión forzosa de testigos electorales y de jurados que se negaron a convalidar procesos de escrutinio que ni cumplían con la norma (posteriormente fueron llamados para que firmaran las actas de escrutinio).

El proceso de preconteo de votos y su divulgación en la página oficial de Registraduría Nacional, no generaron expectativas, alegrías o tristezas en el municipio de Fonseca. En las calles y en las casas de este municipio no se hablaba de los resultados electorales, la noticia que recorrió las calles y los caminos, así como las redes sociales de Fonseca fue el despertar de un pueblo que no iba a permitir un fraude descarado.

Al día siguiente, las tertulias programadas y espontáneas destacaron la irreverencia de la gente, la osadía de expresar su indignación para la contención de una operación sistemática de fraude, hubo un consenso generalizado en que las acciones de la campaña patrocinada por la administración municipal fueron grotescas.

En un ejercicio de indagación de opiniones y percepciones, la gente no resaltaba únicamente a la movilización para defender los votos, o para mitigar las irregularidades, sino que además se mencionaba que la situación no se desbordó aún más, porque la gente no tenía la intención de ejercer la violencia dirigida hacia parcialidades políticas en particular, de dañar la planta física de los colegios, y mucho menos de encender en una oleada de disturbios a la ciudad de Fonseca, o los corregimientos.

El 29 no hubo celebraciones, y pese a las tensiones, no se registraron confrontaciones entre simpatizantes de las campañas, y por el contrario, en redes sociales circularon exhortaciones a la calma y la cordura por parte de Benedicto González y Micher Pérez.

El lunes 30 no hubo más boletines oficiales de escrutinio. No hay certezas de ningún tipo sobre lo que va a suceder. La vida de los fonsequeros transcurrió con normalidad; en apariencia no había sucedido nada extraordinario. Pero por debajo de la superficie, más allá de las apariencias, en las conversaciones de la gente se comentaba con indignación la práctica de compra de votos, se refería que la campaña de la administración había perdido miles de millones de pesos porque las elecciones deben anularse.

Pero, además, se habla en todas partes de la apertura de una puerta de esperanza para el futuro, más allá de los resultados electorales, independientemente del rumbo que tomen las cosas, lo más sobresaliente entonces es que se ha tejido un movimiento de esencia popular y de sentido social. El lunes el fenómeno implicaba un cambio cualitativo, de manera insistente las personas señalaban de manera contundente que el pueblo de Fonseca ha despertado para escribir su propia historia.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Ecuador: COMUNICADO| Masivo y representativo XXXII Congreso Nacional de UNE

  1.  Mil delegados, provenientes de todo el país, participaron en el XXXIII Congreso de la Unión Nacional de Educadores (UNE), realizado este sábado 07 de octubre en Quito, evento en el que se discutió el informe de labores de la directiva saliente, la situación política y económica del país, la postura de UNE frente al balotaje electoral y la problemática educativa.

Desde muy temprano, las delegaciones se inscribieron en las mesas de acreditación que constataron la presencia de 23 provincias y 1000 delegados. Una vez instalado el Congreso, se procedió a la elección de la mesa directiva, se realizó la sesión inaugural en donde intervinieron representantes de varias organizaciones sociales e instituciones.

La sesión plenaria tuvo exposiciones sobre varios tópicos y arribó a varias resoluciones y conclusiones:

1. Frente a la segunda vuelta electoral, no podemos ser cómplices de elegir un gobierno que no va a resolver los problemas del país; por un lado está la corrupción y prepotencia del pasado y, por otro lado, la demagogia del presente y neoliberalismo.

2. Convocamos a las organizaciones sociales, populares, movimiento indígena, instituciones a defender los interés de los pueblos del Ecuador que se encuentran amenazados frente a cualquiera de las dos opciones que lleguen a Carondelet.

3. Exigir al Gobierno saliente y entrante respetar la voluntad popular expresada en las consultas populares del Yasuní y Choco Andino. Además, expresamos nuestra solidaridad con los pobladores de los territorios movilizados en defensa de la vida.

4. Insistir frente a la Corte Constitucional la inconstitucionalidad del reglamento a la LOEI.

5. Señalar que la educación vive una grave crisis que se expresa en miles niños, niñas, jóvenes que día a día abandonan las aulas educativas; cientos de planteles están tomados por la violencia que vive el país y que, en dónde en su mayoría, carecen a la vez de servicios y derechos básicos.

6. Demandar de la nueva Asamblea Nacional cumpla con un PGE 2024 acorde a lo que establece la Constitución, en especial en áreas como salud y educación. Así como en políticas sociales que permitan la reactivación económica y generación de fuentes de trabajo.

7. Desarrollar acciones de movilización en defensa de la Transitoria Trigésima Tercera (escalafonamiento), exigencia de mayor número de partidas para el ingreso al Magisterio, reintegro de docentes desvinculados y respeto a la jornada laboral.

Las actividades del XXXII Congreso Nacional culminaron con la elección del nuevo Comité Ejecutivo Nacional de UNE, que en esta ocasión estará presidido por el profesor Andrés Quishpe (Nuevo presidente nacional de UNE) y la maestra de la ciudad de Guayaquil, María Eugenia Rodríguez, Vicepresidente Nacional, entre otros cargos que recayeron en dirigentes de varias provincias.

 

SALA DE PRENSA – Unión Nacional de Educadores

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Lo peor de la libertad

La cultura humana –me refiero a todo aquello en lo cual la vida humana se ha elevado por encima de sus condiciones animales y se distingue de la vida animal (y omito diferenciar entre cultura y civilización)– muestra al observador, según es notorio, dos aspectos. Por un lado, abarca todo el saber y poder-hacer que los hombres han adquirido para gobernar las fuerzas de la naturaleza y arrancarle bienes que satisfagan sus necesidades; por el otro, comprende todas las normas necesarias para regular los vínculos recíprocos entre los hombres y, en particular, la distribución de los bienes asequibles. (Freud, El porvenir de una ilusión (1927)

Freud, exiliado por el nazismo, creador de un discurso revulsivo para la época, presenta las ideas directrices para este texto ¿Por qué rechazar los discursos de odio? En primer lugar, recordaré a propios y extraños, que el psicoanálisis no puede ejercerse bajo el imperio del totalitarismo. “Raros son esos tiempos felices en los que se puede pensar lo que se quiere y decir lo que se piensa.” (Publio Cornelio Tácito​ [c. 55-c. 120]). La época, en la que mediante múltiples artificios neoliberales se cuestionó la legitimidad del Estado, nos hace notar que el fruto no cae lejos del árbol. Por lo menos en cuanto al feroz y continuado ataque del neoliberalismo contra el Estado, en su rol ligado a la cuestión social. Sobre la que huelga decir, los gobiernos de nuestra democracia, han mostrado las mayores dificultades.

La pobreza y miseria a nuestro alrededor son innegables, pero también innegable resulta el esfuerzo puesto desde la democracia y el Estado, en su contra y sobre todo, desde la salud y la educación. La educación pública, por ejemplo, es una de las instituciones más valiosas de nuestra identidad. La ciudad de Rosario es un claro ejemplo de un ecosistema que en parte late, respira y se mueve a partir del sistema universitario público (entiendo que lo mismo vale para Córdoba (La Docta), La Plata, Tucumán, pero no puedo ir tan lejos en este breve escrito).

La memoria es una virtud reverenciada universalmente
Vuelvo a lo que convoca, o a lo que debe convocarnos, no es posible, bajo ningún concepto, aceptar el cuestionamiento a la convivencia democrática, que pregonan los sectores antidemocráticos libertarios. Pretender someter a la democracia argentina a tal cuestionamiento en favor de las virtudes del libre mercado, no contrasta elementos del mismo valor.

Si uno lo piensa un poco, no es difícil comprender ciertas alianzas. Luego de juzgados los responsables del Terrorismo de Estado en argentina, quedó demostrado que tanto la propiedad privada, como la vida, la dignidad o la libertad, fueron instituciones profundamente violadas en ese desgraciado abismo social y cultural.

Fueron también demostradas las pocas bondades del régimen neoliberal asumido por la dictadura que inició en 1976 (o antes, las fronteras son una cuestión complicada; a veces me pregunto si la muerte del compañero presidente, en La Moneda, no fue también una muerte en Buenos Aires, en Rosario, en Córdoba, en La Plata, en Tucumán). En cuanto a la rapiña a la que se liberaron los perpetradores de los crímenes de Estado, argumentar en ese sentido significa agotarse en una verdad de Perogrullo, sin embargo podemos nombrar algo en particular: apropiaciones de propiedades y de seres humanos (robo de bebés), circulación de prisioneros al modo de la mercancía; incluso intercambio de éstos entre regímenes dictatoriales de Sudamérica, o en el alcantarillado de los centros de detención clandestina; que no un es eufemismo para campos de concentración, es decir, que no es lo mismo/pero es igual. Red de las profundidades de la aberración humana que ha sido juzgada y condenada en nuestro país.

No es cierto que haya algo nuevo en las propuestas libertarias. No es cierto que haya algo nuevo allí, es el pasado que vuelve como farsa, no como destino.

Como Jack el Destripador, el neoliberalismo se fue perfeccionando y hace poco, quirúrgicamente, prometió la revolución de la alegría, hoy más al estilo de El Joker promete lo que pueda decir una motosierra para cada quién.

De lo que existe/de lo que no debe existir
Los virtuosos lloran en los velorios y ríen en las fiestas, los canallas ni una cosa ni la otra. Uno no sabe nunca qué hacen. Hay quienes sólo se sientan a tomar café. Es mentira que no exista un mercado para los órganos, para las personas, aun para la violencia (Sayak Valencia, demostrando un extraordinario poder de análisis en su libro Capitalismo gore –2010, Editorial Melusina– habla de Biomercado), pero la conciencia de la humanidad los tiene por los lugares más despreciables y deben permanecer en la ilegalidad; en ese sentido la propuesta libertaria viene a ilegalizar lo legal y a legalizar lo ilegal, pretende reintroducir el descarte de nuestro tiempo histórico. Viene a proponer una transformación radical de nuestros valores y nuestras tradiciones (las democráticas, las primeras). Viene a poner todo patas para arriba, no creo que con buenas intenciones. Si llegara, muy probablemente nos despertaremos de la pesadilla más pobres y tristes que antes de ella. Volvamos al sueño y al suelo, de una patria justa, libre y soberana, con mejores políticas de techo, tierra, trabajo, paz y dignidad, que de eso se trata la libertad de nuestros sueños, que es la libertad de que todo sea como lo soñamos.

*Psicoanalista, Ph. D., Psicólogo. Docente en Facultad de Psicología – Universidad Nacional de Rosario (UNR)

Fuente: https://redaccionrosario.com/2023/09/28/lo-peor-de-la-libertad/

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