Page 7 of 56
1 5 6 7 8 9 56

¿Qué educación puede tener un negro?

Por Diana Patricia Arias Henao

Como lo expresó Francia Márquez, el racismo es la manifestación contemporánea y masiva de una ignorancia profundamente anclada en los tiempos de la esclavización.

Que el mundo lo sepa. Los uribistas salieron a marchar contra el gobierno del presidente Gustavo Petro el pasado 26 de septiembre de 2022, convocados por sus representantes dentro y fuera del sistema político. Dentro de los partidarios uribistas, se viralizó en las redes sociales, el siguiente mensaje xenófobo contra la vicepresidenta Francia Márquez, de una señora que dijo llamarse Esperanza Castro, y haber estudiado en la Universidad Jorge Tadeo Lozano, aunque al parecer su nombre real es Luz Fabiola Rubiano de Fonseca, y manifestó:

“Ay pobrecitos… el simio ese disque porque puso un millón de votos se considera la berraca del paseo, pobre simio, los simios gobernando, me refiero a Francia Márquez, es un simio, ja, qué educación puede tener un negro, los negros roban, atracan y matan, que educación tienen? Los blancos no tanto. ¿Les parece que no se debe manifestar? Cuando se van a acabar las EPS, cuando un guerrillero no está gobernando, te parece bonito Venezuela? Que está regida por el cartel de los soles, y ahora que? Con Diosdado Caballo (sic) Cabello, que es un santo igual a Petro. Sabes cuál es el convenio de Rio de Janerio, volver a América Latina Comunista. En qué país del mundo, empezando por Alemania, triunfó el comunismo? No le tocó a la Alemania capitalista reconstruir a la comunista? En dónde ha surgido y porque es tan bueno para ti el comunismo?… amo a Álvaro Uribe Vélez con mi alma, me le quito el sombrero, el mejor presidente que tuvo Colombia. Voté por Rodolfo…”.

Para contestar las inquietudes de la señora Castro, cuyo apellido por cierto, me recuerda a Fidel, para su mala fortuna, podemos referirnos al libro de Animales a Dioses de Harari, el cual resume que hace unos 3.500 millones de años, materia, energía, tiempo y espacio, tuvieron su origen en lo que se conoce como el Big Bang. Características fundamentales de la física. Unos 300 mil años después, materia y energía empezaron a conglutinarse en estructuras complejas: los átomos y las moléculas, que al interactuar consolida la famosa química. Hace unos 3.800 millones de años, en el planeta tierra, determinadas moléculas se combinaron para formar estructuras más complejas y grandes: los organismos. Creándose las bases de la biología. Los biólogos clasifican a los organismos en especies. Se dice que unos animales pertenecen a la misma especie si tienden a aparearse entre sí. Todos los gatos, por ejemplo, desde el minino doméstico hasta el león más feroz, comparten un antepasado felino. Hace unos 70 mil años, los organismos pertenecientes a los Homo sapiens, estructuras todavía aún más complejas, como doña Esperanza, formaron culturas. El desarrollo subsiguiente de éstas culturas humanas se llama historia. Durante mucho tiempo, los Homo sapiens, se han separado de los animales, clasificándose carentes de familia o especie. Pero esto no es así. Tanto doña Esperanza como todos los hombres, nos guste o no, pertenecemos a una familia más grande que los gatos, y particularmente más ruidosa: la de los grandes simios. Nuestro árbol genealógico como humanidad, se integra de chimpancés, gorilas y orangutanes. Siendo los chimpancés los más cercanos. Hace más o menos 6 millones de años, una única hembra de simio, tuvo dos hijas. Una se convirtió en el ancestro de todos los chimpancés y la otra, es nuestra propia abuela ancestral.

Hace 25 millones de años, se multiplicaron los primates. Vivían cómodamente en los árboles alimentados de frutos. Sin embargo, hace unos 14 millones de años los primates se vieron obligados a abandonar su hábitat arbóreo por causa de predadores. Desplazados de sus tierras, la especie primate Ramapithecus, conformó manadas y adoptó posición erguida, manteniendo contacto visual para la defensa y la caza, apareciendo los monos homínidos. Hace unos 6 millones de años surgieron los Australopithecus, cuya capacidad craneana menor a la de los hombres se compensó incrementando sus habilidades, usando piedras para cazar y tecnificando su lenguaje con nuevos sonidos, así como su capacidad de observación. Incrementaron su fisiología y la complejidad neuronal de su corteza cerebral. La naturaleza proporcionó entonces una ayuda más a los homínidos: la maduración retardada, gracias a los nuevos defectos genéticos. Empezaron a nacer prematuramente, sin pelo ni dientes y su crecimiento era demasiado lento. Sin embargo, estos inconvenientes eran compensados con creces por una única ventaja: una infancia más larga implicaba mayor tiempo para aprender y esto los hizo notablemente más inteligentes.

Hace unos 2.5 millones de años apareció la especie Homo habilis, con mayor capacidad craneana e inteligencia, aprendiendo a tallar piedras haciéndolas cortantes o punzantes para cazar en la famosa Edad de Piedra, cuyo primer período se conoce como el paleolítico inferior. Poco después las temperaturas bajaron drásticamente en la tierra y se sucedieron varias glaciaciones y las condiciones de vida para éstos animales se limitaron al extremo cambio climático. Pasaron hambre y frío pero sobrevivieron, surgiendo el Homo erectus en la era cuaternaria que sobrevivió a las cuatro glaciaciones más y se atenuaron las circunstancias en los períodos interglaciares, aprendiendo a usar el fuego, cuando algún rayo incendiaba un árbol. Así, protegiéndose del frío, fabricando cabañas en ausencia de cuevas y volviéndose carnívoros por necesidad, la especie evolucionó y se proliferó por todo el planeta. En la tercera glaciación se crearon las especies Homo sapiens y el Homo neanderthalensis, triplicando la capacidad craneal de los Homo habilis. Sus diferencias iniciales era mínimas, incluso las culturales, relativas al Homo erectus. No obstante, al principio de la cuarta glaciación, hace unos 80.000 años, encontramos ya una cultura neandertal claramente definida, que enterraba a sus difuntos y fabricaba flechas. Se intensificaron las sensaciones afectivas entre padres e hijos, dadas las necesidades latentes de las crías, que aprendieron a sonreír agradeciendo la paciencia y atención de sus progenitores. Hace unos 40.000 años el Homo sapiens se convirtió en el primer poblador humano de Australia y 5 mil años después decretó su dominio cultural, dando inicio al período paleolítico superior, procreándose masivamente y expandiéndose territorialmente.

El hombre adquirió la capacidad de pensamiento abstracto, es decir, la capacidad de pensar en algo sin necesidad de estímulos externos y desarrolló un lenguaje articulado. A medida que fue cobrando conciencia percibió su debilidad e impotencia frente a la naturaleza. Hace unos 25.000 años se extinguió el hombre de neandertal, con lo que el Homo sapiens pasó a ser la única especie humana sobre la Tierra y ya podemos referirnos a él simplemente como el hombre. Aparte de mínimas diferenciaciones raciales, no se ha producido ninguna evolución fisiológica importante desde entonces. La extraordinaria evolución del hombre ha sido puramente cultural. Así, el hombre pobló el planeta. El hombre es un animal que pertenece al género Homo. Pero lo que nos diferencia, al menos en teoría de los animales, es nuestra capacidad de pensar y hablar, independientemente de otro individuo.

Parece que el grueso de los antipetristas no son capaces de hablar ni pensar de forma independiente, pues siempre están usando insultos racistas, políticos y alabando a su líder espiritual Álvaro Uribe. Ufanándose de sus intenciones de armarse para defenderse cuando ellos son los que han venido atacando.

Como lo expresó Francia Márquez, el racismo es la manifestación contemporánea y masiva de una ignorancia profundamente anclada en los tiempos de la esclavización. Es claro que la capacidad de las personas no está definida por su color de piel, pero el color de piel, ha limitado las condiciones de vida digna de las personas. Lamentablemente las condiciones de acceso a la educación de nuestras comunidades negras están muy limitadas, gracias a las estructuras de poder patriarcales y dominadas por depredadores políticos desde las historia de nuestra independencia. Nunca tuve compañeros negros durante mis estudios y solo he tenido una estudiante negra en casi 20 años como profesora universitaria. En mi vida, cuento tan solo con un puñado de amigos negros, pues las sociedades se han integrado culturalmente en el seno de diversas comunidades, dado los sesgos entre diversos tipos de características que nos separan, y que con el paso del tiempo, hemos tratado de derribar pero no hemos logrado una integración justa y multicultural.

Al menos los mayores actos de corrupción y homicidios dolosos en este país no han estado en mano de los negros. Los insultos xenófobos de los partidarios uribistas no solo ofenden a la comunidad negra sino a todos los colombianos.

El racismo estructural denota a la vez ignorancia estructural que se refleja en desigualdades socioeconómicas, simbólicas, culturales, de atención en salud, de no discriminación, de participación política y de los más elementales derechos fundamentales y humanos. La raza se creó para dominar las dinámicas del poder desde el sistema internacional y consolidar el capitalismo. Por cierto, China es el actual líder mundial en todos los aspectos, y es un Estado comunista. La Alemania democrática era socialista y no comunista. Y Petro dejó la guerrilla del M-19, con la amnistía que produjo la Asamblea Nacional Constituyente, renovándose el Contrato Social materializado en la Constitución Política de Colombia en 1991, donde se pasó a un Estado Social de Derecho y se dejó atrás un Estado Nacionalista.

Somos el planeta de los simios. En Colombia la realidad supera a la ficción. Nuestra película narraría la historia donde los uribistas tienen un aterrizaje forzado en un sistema político gobernado por Los Nadies, bajo unas condiciones atmosféricas duras y casi inexplicables para los recién derrotados, donde salen a relucir los rasgos de la ironía que personifican las debilidades de la especie humana, que usa la burla para aborrecer a quienes por diversas razones constituyen la diversidad. Basta! Basta ya, a estos seres incapaces de aceptar nuevas ideas que se alejan de los dogmas escolásticos establecidos y de las concepciones religiosas y realistas que rozan el fundamentalismo.

Queremos dejar atrás las matanzas y valorar la capacidad intelectual que nos diferencia de nuestros hermanos primates, a quienes debemos proteger y devolverles su territorio. Nuestra capacidad de pensar y hablar, nos anima a parar los desplazamientos y los asesinatos entre nuestra sociedad y generalmente destinados a las comunidades más vulnerables, como la negra.

Claramente la naturaleza es más evolucionada y mejor que el hombre. Así que no es necesario gritar Doña Esperanza: “Quítenme las patas hediondas de encima, malditos simios asquerosos”, pues el planeta de los Simios en realidad es la tierra. Esa tierra que requiere de sapiens que no se comporten como neandentales, y que comprendan la importancia del Tratado de Escazú, palabra indígena que traduce piedra o lugar del descanso, y que pretender promover la protección ambiental y los derechos humanos a través del acceso a la información, vinculando a las comunidades en la toma de decisiones de los procesos que las afectan evitando prácticas como el fracking lideradas por blancos, garantizando su acceso a la justicia para indemnizar los daños causados por los sistemas dominantes, que prefiere el envenenamiento de la tierra para producir petróleo y acabar con la hoja de coca, y sentar las bases reales para proteger la vida e integridad de los activistas ambientales, que han visto morir a sus compañeros por las logias neoliberales propias de las estructuras del capitalismo salvaje, así como de una vez por todas, iniciar el camino largo pero inminente del respeto a los pueblos indígenas y a las comunidades locales desplazadas de sus tierras.

Urge volver a nuestras raíces.

DIANA PATRICIA ARIAS HENAO: Doctora en Relaciones Internacionales;
Postdoctora en Derecho Público y Seguridad; Columnista de Viva la Ciudadanía. Semanario Virtual Caja de Herramientas; Miembro Activo de Somos Ciudadanos. Red Democrática; Twitter: @DianaAriasAjua

Fuente: https://rebelion.org/que-educacion-puede-tener-un-negro/

Comparte este contenido:

La marcha del absurdo

Por: Carlos Munevar

“¡Qué tal esto! Los simios gobernando”, y luego al ser interpelada por una periodista independiente contesta con altivez “¡que educación puede tener un negro!, refiriéndose a Francia Márquez, gritaba con los ojos desorbitados, ciega de odio, una señora en la plaza de Bolívar durante la marcha uribista del día 26 de septiembre. Según la policía nacional más de 60 mil personas salieron a la calle a protestar contra muchas cosas pero a la vez contra nada, porque esas cosas en el fondo no tienen contenido y lejos de reivindicar necesidades sociales y luchar por derechos, fue una marcha sui generis pues sus motivaciones principales están basadas en mentiras repetidas durante 20 largos años y acumuladas durante siglos de colonialismo cultural que hoy son causa del odio en contra de Petro y de los sectores sociales que lo apoyaron camino a la presidencia.

Obviamente las mentiras se reencauchan y se adaptan a las necesidades del mentiroso, no lleva dos meses Petro en la presidencia y ya la oposición uribista le atribuye la responsabilidad de la profunda crisis económica que atraviesa el país. Pero además de eso se opone férreamente a las medidas económicas, sociales y políticas que se presentan para poder salir del escenario difícil que dejó la nefasta presidencia de Duque, el país está quebrado, la corrupción permea todas las instituciones, el paramilitarismo se rearma, el hambre es una realidad para las dos terceras partes de los colombianos, la canasta familiar esta por las nubes, la crisis institucional es muy grave, es decir todo un caldo de cultivo para que las fake news replicadas por cadenas de whats app y los titulares tendenciosos de periódicos y noticieros de propiedad de empresarios de tendencia uribista, manipulen el inconformismo y el odio de ese gran sector social de origen conservador, analfabeta acostumbrado a la violencia y adulador de las fuerzas militares, que cabe recordar, en Colombia no son pocos.

Salvemos a Colombia, defendamos nuestra democracia, protejamos a nuestras familias, vamos contra la dictadura, el comunismo es muerte, si nos toca armarnos lo hacemos; Son algunas de las consignas que se escuché durante la marcha y es imposible no preguntarse ¿cuál democracia defienden? ¿qué significa democracia para este sector del pueblo colombiano? ¿acaso es una democracia en donde el ciudadano con aires de superioridad se puede armar para matar a ese otro que piensa diferente? ¿de qué nos van a salvar?; luego en el noticiero de la noche en horario prime, la voz de un periodista decía algo así como: “fue una marcha pacífica”, “esta vez no hubo vandalismo”, “ fue un ejemplo”,  “ la marcha tuvo mas de 20 cuadras” , “a la gente la tienen que escuchar” es decir, parecía más una exaltación al acontecimiento, que un informe imparcial de los hechos, así simple, en pleno horario estelar en donde las familias colombianas se sientan a cenar, el noticiero legitimó la masacre de cientos de manifestantes durante el estallido social del 2021, al llamarlos “vándalos”.

Colombia esta polarizada en extremo, es cierto, sin sindicatos, movimientos populares, comités de paro ni organizaciones barriales, la derecha sacó a las calles a miles de personas, sin nada claro en la cabeza, llenos de conceptos errados, con la camándula en una mano y el fusil en sus palabras, fue una marcha “pacífica” porque el gobierno de Petro no les infiltró la movilización, ni utilizó el ESMAD, pero ¿ acaso hay algo pacífico en la amenaza de fortalecer los grupos paramilitares, la amenaza de levantarse en armas, la expresión mas primitiva de odio al diferente ejemplificada  en el racismo, la xenofobia, el odio hacia los pobres, el desprecio hacia los feminismos y la mentira repetida incansablemente?.

Yo si estoy preocupado, el gobierno debe avanzar rápidamente, pero debe tener el apoyo de esos 11 millones de colombianos que queremos el cambio; la movilización, la expresión en redes sociales, la organización popular deben ser banderas irrenunciables, las calles no las podemos ceder al oscurantismo, no podemos seguir subestimando y tratando con desdén y burla  a esos miles de colombianos que creen en el proyecto narcoparamilitar uribista, ellos no son una minoría, son una multitud diversa unida en torno al odio a Petro, la veneración a Uribe, el miedo al cambio y el culto a la violencia, tienen altavoces en el gobierno, en los medios de comunicación. Son las diversas caras del fascismo que se reacomodan y aprovechan cualquier grieta, error o descuido para recuperar el gobierno, la de ayer fue la marcha del absurdo, pero si de algo somos conscientes los colombianos es que en nuestro país cualquier cosa puede pasar por absurda que parezca.

Pedirle resultados a un presidente que ni siquiera se ha acomodado en la silla, defender lo indefendible como lo han sido los nexos de algunos sectores de las fuerzas armadas con  el paramilitarismo y el narcotráfico, arengar a favor de la familia pero hacerse el de la vista gorda con el hambre y la pobreza, defender la democracia pero exaltar la homofobia, el racismo, la xenofobia o no reconocer el triunfo de Petro en las elecciones son expresiones que denotan que las mentiras repetidas y toleradas se vuelven paradigmas contra los que se debe oponer la fuerza de la razón sin darle tregua alguna.

Fuente: El autor escribe para el Portal Otras Voces en Educación

Comparte este contenido:

El proyecto de ley de universidades sigue en pie: el Congreso tumba las tres enmiendas a la totalidad en España

PP, Vox y Junts no han logrado el respaldo del resto de la Cámara. Subirats se compromete a negociar en una comisión la polémica financiación de los campus

El Congreso de los Diputados ha tumbado este jueves las tres enmiendas a la totalidad al proyecto de la Ley Orgánica de Universidades (LOSU) que presentaron el Partido Popular, Vox y Junts. De modo que el proyecto, que sufrió muchos bandazos en sus inicios con el ministro Manuel Castells, prosigue su tramitación en manos de Joan Subirats, más hábil que el primero para negociar la ley, quizás por su experiencia política previa. Las enmiendas se han rechazado con 193 votos en contra, 148 votos a favor y una abstención.

En la teoría, el Gobierno cuenta con los votos suficientes para sacar adelante la norma en una votación a finales de 2022. Castells se jactó de ello en este periódico hace diez meses: “Podríamos aprobar la ley del Sistema Universitario mañana, pero quiero que sea consensuada”. Días antes, los rectores se habían negado a emitir un informe preceptivo para aprobar la ley ―consideraron que no era la versión definitiva― y colectivos de estudiantes convocaron una huelga sin ningún eco. La norma vigente ―la Ley Orgánica de Universidades (LOU)― ya ha cumplido 20 años y España ha cambiado mucho desde entonces. Cuenta con 30 universidades más, todas ellas privadas, hasta llegar a las 90 actuales.

La financiación de la ley es probablemente el mayor escollo de la negociación con las autonomías, que tendrán que sufragar los gastos extra. La intención es que en 10 años las universidades reciban un 1% del PIB para su financiación (ahora es el 0,7%). A las críticas se sumó hace tres semanas el presidente de Castilla-La Mancha, el socialista Emiliano García-Page ―”No vamos a tolerar que cargue de deudas a las comunidades autónomas”, dijo―, que se declaró dispuesto a acudir al Tribunal Constitucional. Subirats, en el pleno de este jueves, se ha comprometido a negociar un plan en una comisión de expertos, “en el marco de la Conferencia General de Política Universitaria” en la que se sienta el ministro y los consejeros del ramo.

El PP arrancó su enmienda rechazada asegurando que la ley no cambia nada, porque “se limita a repetir epígrafes, materias ya conocidas o lugares comunes para generalizar en unos casos y detallar en otros los aspectos que figuran en la norma vigente”. Pero, seguidamente, afirma que la norma “deconstruye” el sistema, al otorgar más autonomía a los campus, lo que va a llevar a una atomización tal que dificultará la movilidad de estudiantes e investigadores.

Considera asimismo el PP que el texto no está conectado a la recientemente aprobada Ley de Ciencia. Se muestran también en contra de la contratación masiva de profesores asociados (doctores y con relación larga con el centro) pues, a su juicio, esta regularización del colectivo en situación precaria. “incrementa la conflictividad laboral, potencia la endogamia y va en detrimento de la excelencia”. “Esta ley abre una nueva era de precariedad. No resuelve los problemas que requieren instrumentos legales y crea otros nuevos”, ha asegurado María Jesús Moro, su portavoz.

Este miércoles, el consejero andaluz Gómez-Villamandos que dejó la presidencia de la conferencia de rectores en abril, defendió punto por punto la enmienda del PP en la Comisión de Ciencia, a la que acudió como experto invitado por su partido, pero dijo hablar no como político, sino como académico. Por eso, decidió emplear en cada frase el “nosotros”para sorpresa de muchos parlamentarios. Su tono como presidente de la CRUE durante tres años fue mucho más templado.

Vox ha encabezado una enmienda a la totalidad porque considera que con esta ley se quiere “convertir en política de Estado un programa ideológico” que hace seguidismo de las “agendas globales [Agenda 2030], el fanatismo climático, el feminismo radical, el desprecio al esfuerzo”. El diputado defensor del texto, Joaquín Robles, ha llegado a acusar al Gobierno de “justificar los escraches” sin citar a su excompañera Macarena Olona, víctima de uno, muy distanciada del partido.

La enmienda de Junts, como suele ocurrir con los nacionalistas, iniste en que el Gobierno no responde a las “peticiones y reclamaciones de Cataluña en materia universitaria, a pesar de ser un ámbito transferido”. El Ejecutivo no tiene que dar por perdido el voto de Junts, pues su diputada Mariana Illamola ha reconocido que presentaron la enmienda para presionar ―”Es una herramienta útil para la negociación”― y que observan “mejoras” en el proyecto de Subirats respecto a los anteriores. La CUP coincide en que la ley se entromete en las competencias autonómicas pero, como Coalición Canaria, quieren seguir negociando.

Marta Rosique, diputada de Esquerra Republicana ―cuyos votos son fundamentales―, ha mostrado su buena predisposición a votar a favor porque han detectado “cambios relevantes” que les agradan en un texto que da más independencia a los campus para autogestionarse. “Queremos que las universidades decidan cómo es su modelo, no desde Madrid”, ha insistido Rosique.

El PNV, que ha votado en contra de las enmiendas, echa de menos que de la nueva versión haya desaparecido la formación dual, como ocurre en FP con las empresas. Tampoco ha respaldado las enmiendas Ciudadanos, que se felicita de la “buena actitud” de Subirats, que trata de convencerles de las bondades de la ley, pero el partido cree que la norma “no es como se nos dijo”, en palabras de su diputado Juan Ignacio López-Bas. Además, coinciden en el diagnóstico de los problemas de la universidad con el PP.

Fuente: https://elpais.com/educacion/universidad/2022-09-22/el-proyecto-de-ley-de-universidades-sigue-en-pie-el-congreso-tumba-las-tres-enmiendas-a-la-totalidad.html

Comparte este contenido:

La salud mental en Palestina, una cuestión política

Por: Carmen Diez Salvatierra

Corría el año 2017, yo apenas llevaba un año viviendo en Francia, lo suficiente como para darme cuenta de que Palestina era un tema tabú. En un pequeño cine del barrio latino proyectaban un documental, Tras los frentes: resistencias y resiliencias en Palestina, que había visto anunciado en un cartel de una calle del barrio de Belleville.

Después de dos horas de documental, se abrió frente a mí una realidad hasta entonces desconocida: cómo la ocupación y el apartheid israelí estaban afectando a la salud mental de las y los palestinos. Hasta hace nada, poco se hablaba de salud mental. Menos aún de las consecuencias que tiene este violento sistema capitalista, patriarcal y colonial en ella, en nuestras relaciones afectivas, en nuestro esquema relacional con el mundo. Y ahí estaba Samah Jabr, poniendo el dedo en la llaga, desde su propio contexto, pero abriéndonos las puertas a una situación que en realidad es universal: la de cómo el sistema de opresiones se enzarza en dificultarnos el bienestar.

La verdadera solución para la salud mental en Palestina está en manos de los políticos, no de los psiquiatras. Porque vivimos nuestras vidas, a pesar de nosotras, bajo ocupación militar, tenemos que combatir a nuestro opresor, luchar cada día por liberar nuestra mente, nuestro cuerpo y nuestra tierra.

Al salir de la proyección, vi que se había editado una recopilación de artículos de Samah en francés. No necesité reflexionarlo mucho antes de proponer al comité de la editorial Hojas Monfíes la traducción y publicación al castellano. Y, gracias al paro técnico del covid, que me libró de la insoportable carga del trabajo, pude traducir y coordinar la aparición de este libro que hoy ha podido ver la luz: Tras los frentes, crónicas de una psiquiatra y psicoterapeuta palestina bajo ocupación.

Un abanico andaluz con el estampado de una kufiya palestina. Fatima Azahara
Abanico andaluz con estampado de kufiya palestina. @ftmzzhr1492 (©)

Pero, ¿quién es Samah Jabr? Es una psiquiatra, psicoterapeuta y escritora palestina, que ha recibido varios premios internacionales y hoy es la jefa de la Unidad de Servicios de Salud Mental de Cisjordania. Gran parte de su trabajo se centra en sensibilizar a la opinión pública, tanto a nivel local como internacional, sobre la importancia de la salud mental y el impacto de la ocupación en la integridad mental de los ocupados. El poco tiempo libre que le queda lo dedica a escribir artículos, dar conferencias y participar en emisoras de radio y televisión locales e internacionales.

Tenemos fe en nuestra capacidad colectiva para embellecer la ladera desnuda de la montaña e inspirar una primavera revolucionaria entre los oprimidos de la tierra.

Samah aprendió inglés de forma autodidacta y empezó a publicar sus crónicas a principios de los 2000 en medios como The Middle East Monitor o The Washington Report on Middle East Affairs. Su testimonio, tierno e incisivo a la vez, propone una mirada crítica de la ocupación ahondando en el trauma colectivo, la colonización cultural y psicológica y las estrategias israelíes de deshumanización progresiva del pueblo palestino. Humillación, aislamiento, control y sospecha, torturas, checkpoints, precariedad, marginación… Todos los males posibles se dan en Palestina. Como ella afirma en una de sus crónicas, “Un trauma individual puede dañar el espíritu, un trauma colectivo puede dañar el conjunto de la sociedad”. Ese trauma no dejará de existir mientras Palestina no sea libre.

Esperar que los palestinos no tengan odio o sentimientos negativos hacia Israel es como esperar que una mujer violada empatice con su violador. El activismo contra la opresión es el remedio para nuestro trauma político.

Samah denuncia en estas crónicas las múltiples violencias sistemáticas a las que está expuesto el pueblo palestino, lo que provoca un problema de salud mental generalizado. Para ella, la tierra palestina no podrá liberarse si no se liberan las mentes de su pueblo, si no se pone la vida en el centro. Hacer de la vida un acto de resistencia, hacer de la ternura un lugar de enunciación que nos libere: es lo que nos enseña este libro que, partiendo de un contexto particular, nos regala una mirada universal.

Hoy, cuando nos siguen llegando noticias tan aberrantes como la de Ahmad Manasra, preso desde los 12 años de edad, me digo que ni el dolor ni la rabia bastan. Como diría Samah, “nuestra acción de curación y recuperación es inseparable de nuestra lucha por la liberación. La vida bajo la opresión y la sumisión a la injusticia es incompatible con la salud psicológica”.

El libro de Samah Jabr puede adquirirse aquí.

Una entrevista que me hicieron las amigas de Mujeres por carta Francia, donde hablo de Samah y de su libro:

Fuente de la información e imagen:  El Salto

Comparte este contenido:

La “insoportable levedad” de la política

Por: Carolina Vásquez Araya

Las alturas tienen como característica una acentuada falta de oxígeno.

El mundo está patas arriba. No solo como producto de los eventos provocados por el cambio climático o la absurda e irresponsable manera de destruir lo que ha sido puesto a nuestro cuidado. Simplemente, por la pérdida de sensatez de la abrumadora mayoría de gobernantes, políticos y empresarios cuyo único objetivo en la vida es acumular poder, riqueza y capacidad de maniobra para hacer de otras naciones un cobijo para sus actos de corrupción. Cuando señalamos a los títeres de nuestros países en decadencia, no debemos olvidar quienes jalan de los hilos. Como consecuencia de esta miopía se pierden valiosas oportunidades para reforzar los valores humanos y aquellos de las utópicas democracias.

Los aires de las alturas ocasionan pérdida del sentido de la realidad, alucinaciones, sensación de invulnerabilidad y un desapego absoluto hacia la consecuencia de las acciones. Este síndrome lo conocen bien los políticos, los multimillonarios y, por supuesto, los montañistas -aunque estos últimos recuperan el sentido común en cuanto bajan de las cimas- y sus efectos tienen impacto sobre decisiones capaces de cambiar el rumbo de la Historia. Eso sucede con tal abundancia en los círculos elevados del poder que, cuando algunos de esos potentados actúan con inteligencia, parecen héroes de leyenda.

Los miserables gobernantes del triángulo norte de Centroamérica, sumada Nicaragua, son por el momento y para el resto de los latinoamericanos, un ejemplo penoso de esa pérdida de capacidad humana. No solo se han apoderado de todas las instancias creadas para proteger los valores democráticos y las leyes; también se han transformado en déspotas con ínfulas de poseer el poder absoluto para garantizarse la impunidad por sus crímenes de lesa humanidad, por sus delitos económicos, por su evidente incapacidad y, de paso, para crear una valla infranqueable contra los esfuerzos por contener la corrupción.

Aunque este sea el ejemplo local de mala gestión y perversas intenciones, también en los demás continentes las ambiciones por el poder compiten por los primeros lugares en sus afanes por conseguir el control geopolítico del planeta, no importando cuántas vidas inocentes se aniquilen al paso de sus tropas, sus misiles y sus negociaciones indecentes por mantener el control económico. Para ello se crean instituciones de alto nivel mundial como instrumentos de coerción, cuya naturaleza escapa a cualquier tipo de control, incluidos los abundantes tratados y convenciones suscritos para defender los derechos humanos y de la naturaleza.

Quizás por este ambiente de caos, cuyas incidencias acaparan la atención de enormes conglomerados empresariales a los cuales pertenecen las mayores entidades de prensa del mundo, los minúsculos ciudadanos -quienes poblamos los países menos desarrollados- jamás tendremos la visión exacta de cómo funcionan las políticas globales y tampoco por qué ninguna potencia se interesa por nuestro insignificante destino.

Los discursos sobre libertad y democracia mueren de muerte natural en cuanto rozan nuestras fronteras y se convierten en palabras vacías ante las provocaciones de los gobernantes más corruptos del orbe. El único mecanismo de protección está, por lo tanto, en manos de pueblos hambrientos, condenados a la ignorancia y sometidos al abuso constante de sus gobiernos; y son estos, también, quienes reciben los golpes más duros del sistema que nos rige.

El control absoluto del poder es capaz de destruir todo el andamiaje legal que nos protege.

Fuente de la información e imagen: www.carolinavasquezaraya.com

Comparte este contenido:

Muchas felicidades, maestra Delfina

Por: Erick Juárez Pineda

 

«Vaya usted tranquila, maestra Delfina, que de todos modos parecía que la SEP no tenía titular.»

Vaya usted tranquila, maestra Delfina. Las elecciones en el Estado de México son un asunto de prioridad nacional.

Puede ir con la conciencia tranquila; la Secretaría de Educación Pública cumplió su función como trampolín político – electoral.

 

Le felicito ampliamente, aunque los maestros queden esperando la tan ansiada revalorización del magisterio.

Puede tomarlo con calma. No importa que se haya quedado a la mitad el desarrollo de uno de los elementos más importantes de transformación del sistema educativo nacional: el aterrizaje de la propuesta del nuevo marco curricular.

No pasa nada si se siguen vulnerando los derechos laborales; si la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros (USICAMM) sigue perpetuando la precariedad laboral o si continúan con procesos opacos en la asignación de plazas o de promoción horizontal y vertical.

No importa si se quedan pendientes los problemas de pago de hace varios meses de las y los maestros del Programa Nacional de Inglés, del programa Prepa en Línea o de las Universidades Benito Juárez. Al fin y al cabo los pueden correr a todos, contratar nuevos y así se resuelve el problema.

Evite desgastarse en cosas mínimas como la falta de infraestructura básica en las escuelas; en que muchas de ellas no tienen baño, energía eléctrica o techos. Váyase olvidando que siguen dañadas por los sismos o huracanes que sucedieron en otros sexenios. Eso ya no le toca.

Maestra Delfina: ya no vale la pena pensar que durante la pandemia, las y los niños perdieron entre 1.3 y 2.1 años de aprendizaje y se estima que al menos 802 mil menores dejaron de inscribirse a la escuela básica.[1]

No se preocupe, que de todos modos nadie se va a acordar que durante la emergencia sanitaria el gasto educativo se redujo en 1.3% en términos reales[2] y que en lugar de asignar un presupuesto para programas sólidos de reducción de rezago educativo[3], se repartió dinero en efectivo para que se gaste con particulares, al puro estilo neoliberal.

Tampoco piense en los pendientes de la educación especial, las escuelas de tiempo completo, las escuelas multigrado, los estudiantes indígenas, los niños jornaleros agrícolas, los materiales educativos, la profesionalización y formación docente, el olvido de los sindicatos hacia sus agremiados o el abandono a las escuelas normales…

Vaya usted tranquila, maestra Delfina, que de todos modos parecía que la SEP no tenía titular.

Twitter: @elErickJuárez

[1] https://ceey.org.mx/wp-content/uploads/2021/10/08-Monroy-Gomez-Franco-Velez-y-Lopez-Calva-2021.pdf

[2] https://ciep.mx/gasto-publico-en-educacion-ppef-2021/

[3] https://elpais.com/mexico/opinion/2022-08-04/mexico-educacion-publica-sos.html#Echobox=1659582059

Fuente de la información: https://profelandia.com

Comparte este contenido:

La caída de la otra mitad del mundo

El nuevo mundo tendrá que asumir un paradigma de transformación incluyente sobre la base de la esencialidad humana compartida.

El 9 de noviembre de 1989 el mundo sufría una sacudida. Caía, con el Muro de Berlín, el telón de la experiencia soviética y se desgranaba el bloque de naciones que en el Este europeo habían cultivado, con luces y sombras, un socialismo centralista.

Del lado occidental, el triunfalismo dominaba la escena y se difundía, en un gigantesco intento de manipulación, un supuesto fin de la historia y de las ideologías, dando por sentada la victoria definitiva del capitalismo, bajo la égida de su país insignia, los Estados Unidos de América.

Ya en el estertor de aquel breve espejismo neoliberal, el pensador humanista Silo se preguntaba: “¿Cómo ocurrirá la caída en la otra mitad del mundo?”[1]

Esa caída está ocurriendo ahora.

La rivalidad de los contrincantes

Con signo distinto, pero con herramientas similares, China disputa hoy en todas las esferas la preeminencia que tuvo Estados Unidos durante el siglo pasado. El gigante oriental aprovecha su potencia demográfica -virtud y a la vez preocupación principal- para ascender al podio de los indicadores socioeconómicos a nivel mundial.

Si bien su producto bruto interno sitúa a la potencia norteamericana todavía en lo más alto de la escala, con más de 19 billones de dólares frente a los 14.7 billones de China, el nivel de las exportaciones de la potencia oriental ya duplica en 2021 el de los primeros.[2] De este modo, mientras la balanza comercial del país asiático muestra un superávit de 572 mil millones, la de su adversario occidental exhibe un aplastante déficit de casi 1 billón (en la notación en español, millón de millones).

Otro tanto sucede con la deuda, que en el caso estadounidense asciende a un 134% del PIB (2020), mientras que la de China comporta un 68%, a pesar de su inversión sostenida.

Significativo es también el avance chino en la producción energética. A pesar de la elevación en su consumo general (un 50% más que el de EEUU), China exporta en este rubro el doble e importa más de 10 veces menos.[3]

Más allá de las cifras económicas, es imponente el avance chino en el aspecto de la mejora socioeconómica de su población. Según los datos del sitio consultado, el riesgo de ser pobre en aquel país ha descendido desde el año 2000 de un 50 a un 0%. Mientras tanto, en EEUU ese porcentaje ha oscilado en los últimos veinte años entre un 11 y un 15% de la población. Es decir que, con una población cuatro veces menor, más de un estadounidense de cada diez se encuentra con severas dificultades en su supervivencia, lo que es una muestra evidente de decadencia sistémica.

Otro indicador del declive del modelo otrora dominante, es la violencia física extendida y el temor que sufren los habitantes de los Estados Unidos, donde a diario suceden un promedio de 45 asesinatos. Por otra parte, constituyendo menos del 5 por ciento de la población mundial, tiene casi la cuarta parte de los presos del mundo, exhibiendo así una mezcla explosiva de criminalidad y represión legalizada. China supera ligeramente a EEUU en términos absolutos en la cantidad de reclusos (unos 2 millones y medio de presos), pero en razón de su volumen de población la proporción de personas encarceladas es de 170 frente a los 670 por cada cien mil del país del Norte.

El espacio avasallado

Más allá de estas breves comparaciones casi escolares, la sombra del declive de la otrora potencia hegemónica, se extiende sobre los espacios que logró o pretendió convertir en vasallos. El llamado “hemisferio occidental” en la jerga de la política exterior estadounidense, se encuentra sumido en una severa crisis, que tiene a la inflación, el endeudamiento, las desigualdades y la miseria como principales componentes.

Así, en estos territorios situados en Europa, Latinoamérica y el Caribe, blanco del proyecto neocolonial,  abundan las revueltas populares contra el alineamiento impuesto por la política imperial y las legiones de la OTAN.

Mientras los pueblos de Europa, con mayor o menor conciencia de sus causas, se alzan contra la situación producida por el status de ocupación de la posguerra – que en su momento supuso cierto bienestar y estabilidad, cuestiones centrales para el mandato cultural de sus componentes nórdicos –, sus débiles gobernantes continúan siendo portavoces de rendir tributo a un mundo que ya no existe.

Huelgas en el Reino Unido, Francia, Alemania y Bélgica, la paralización de vuelos a comienzos de la temporada estival, las protestas de agricultores en Holanda o de los trabajadores de la sanidad en Grecia, masivas manifestaciones en Bulgaria, Macedonia del Norte e Italia, se enhebran en un collar de malestar antigubernamental creciente, cobrándose renuncias como las de Mario Draghi, Boris Johnson o la primera ministra de Estonia Kaja Kallas. Asimismo el impetuoso avance de la France Insoumise liderada por Melenchon, pero también el crecimiento de la extrema derecha de Marine Le Pen en las últimas elecciones parlamentarias de Francia, signadas además por un alto abstencionismo, muestran el humor político anti-establecimiento que campea en tierras europeas.

El conflicto bélico en Ucrania, producido por la insistencia militarista estadounidense de expandir las fronteras bajo su dominio y evitar que Europa se incline cada vez más hacia el Oriente, no ha hecho sino agudizar la situación, cuyos factores estructurales habían sido ya empeorados por la pandemia del Covid-19.

Por otra parte, los bancos y los fondos de inversiones de todo el mundo se preparan para un recrudecimiento sin precedentes de los disturbios civiles en Estados Unidos, Reino Unido y Europa, ya que la subida de los precios de la energía y los alimentos eleva el coste de la vida a niveles astronómicos, dice Nafeez Ahmed, citando en condición de anonimidad a un alto ejecutivo de Wall Street.

Las mismas señales de rebelión surcan el frente latinoamericano y caribeño. La movilización social en Panamá, Ecuador, Colombia o Chile, países atravesados por la insensibilidad social del neoliberalismo como política de Estado, dan clara muestra de ello. De este modo, la breve revancha del capital luego de la ola de gobiernos progresistas en la primera década del siglo XXII, trajo nuevamente consigo el hastío popular.

Sin embargo, el marco de crisis sistémica cobra muy caro los errores a los nuevos gobiernos emergentes, que de no abrirse a nuevos rumbos, sufren el azote de anclarse, voluntaria o involuntariamente, al poder establecido generando finalmente la desazón popular en lugares que generaron esperanza como Argentina o Perú.

En esta región, el desalineamiento del derrumbe estadounidense es primordial y parece ser solo posible a través de la aceleración de la integración supranacional con fuerte participación de los pueblos.

La implosión imperial

Tal como sucede con diversas enfermedades derivadas de un crecimiento desproporcionado, los imperios, pretendidos o consolidados, suelen caer por su propio peso. La dificultad de mantener el orden en territorios cada vez más distantes, el desmedido costo de aprovisionar y sostener su poder militar, las reyertas de poder en su interior y la falta de adaptación al advenimiento de ideas y prácticas superadoras, son algunas de las causas frecuentes del desmembramiento de imperios que en su momento parecían invencibles.

Pero previo a ser superados por potencias adversarias, sus centros se derrumban por implosión.

Tal es el caso de los EEUU, país que sostuvo una política expansionista en términos militares, económicos, diplomáticos y culturales desde su misma creación. Hoy la entropía hace estragos en su propio territorio y a pesar de la persistencia en exportar sus esquemas violentos a través de la cinematografía y la tecnología digital, hace ya tiempo que dejó de ser un modelo a imitar. La muerte que sus legiones llevaron a todo el planeta, se ensaña hoy en sus calles y escuelas con su propia población.

La glorificación supremacista continúa, hoy como ayer, segregando a negros y latinos, cuya proporción poblacional es cada vez mayor, sobre todo en el segmento joven y más vapuleado por la desocupación y la precarización. Según el Censo 2020, 53% de los menores de 18 años residentes en el país, manifestaron ser de un origen diferente al blanco-anglosajón. En estados como California, Nuevo México, Nevada, Texas, Maryland y Hawái y, por supuesto, en el territorio colonizado de Puerto Rico, los blancos no hispanos ya están en minoría.

A su vez, los guarismos del mismo censo revelan que, a pesar del crecimiento poblacional de un 7.35% entre 2010 y 2020 (de 308,7 millones a 331,4 millones), hubo una disminución poblacional en los condados del interior y un aumento en las grandes ciudades.

En este transcurso a una nación multirracial, más diversa, menos rural y más metropolitana, es comprensible la aparición de rémoras como el trumpismo, encontrando seguidores entre los nostálgicos de un pasado cada vez más inexistente.

Esta resistencia a las nuevas realidades, junto a las carencias en la contención sanitaria y educacional, falta de horizonte laboral, vacío existencial, adicciones, criminalidad extendida y armamentismo interno, configuran una explosiva mezcla, que podría desbordar hacia una nueva guerra civil.

Las contradicciones se exacerban. Al mismo tiempo que un importante sector de la población hace resonar alto y claro que “las vidas negras importan” o proclamas con contenido feminista, proliferan las milicias armadas ultranacionalistas y la infiltración de la ideología de extrema derecha en la policía. Mientras tanto, la Corte Suprema elimina el derecho constitucional al aborto y uno de sus jueces, Clarence Thomas, pide revisar el fallo que consagró el derecho al matrimonio homosexual y a obtener métodos anticonceptivos, en una clara cruzada conservadora que alienta a quienes promueven el discurso del retroceso.

El sistema político estadounidense, cooptado hasta la médula por la corrupción empresarial,  ya no cuenta con el respaldo mayoritario de la población. El asalto al Capitolio y el desconocimiento de Trump de su derrota electoral no hacen sino enardecer a un amplio sector que ya reniega del barco hundido de una democracia inexistente.

La superación de lo viejo por lo nuevo

Hay quienes, con fe bienintencionada pero finalmente ingenua, son impulsados a creer en la inexorabilidad de futuribles producidos por fuerzas mecánicas. Con ello, no hacen sino debilitar, al menos en lo conceptual, la potencia agente de la intencionalidad de los conjuntos humanos en el desarrollo de la historia y muchos de ellos, a restarse de toda acción que contribuya a la conformación de nuevos modelos de relación y organización social, dando por supuesto que ello se producirá de cualquier modo.

Aplicando un enfoque humanista, debe afirmarse que no existen tales determinismos sino condiciones de posibilidad y oportunidad. Desde esta mirada, señala Silo, es preciso distinguir entre proceso revolucionario como “un conjunto de condiciones mecánicas generadas en el desarrollo del sistema”,  y dirección revolucionaria, cuya “orientación en cuestión depende de la intención humana y escapa a la determinación de las condiciones que origina el sistema”.[4]

Así fue como los movimientos emancipadores de las Américas, portadores de los fuegos de libertad que los vientos de la ilustración habían derramado en sus conciencias más destacadas, aprovecharon los conflictos entre las potencias europeas para abrirse camino hacia su independencia.

Así ocurrió también unos años después de finalizada la guerra en 1945, cuando muchos pueblos del África y del Asia, luego de difíciles e inacabados procesos de unidad, vieron llegada la posibilidad de recuperar cierto grado de autonomía, alumbrando identidades nacionales.

La caída de “la otra mitad del mundo” y la esperanza viva de otro mundo posible en el que quepan muchos mundos, representan hoy una fuerte ventana de oportunidad para la superación de lo viejo por algo sustancialmente nuevo.

En este interregno, los “monstruos”[5] son indicadores de las resistencias a la transformación, no solo externas sino también de los pueblos, que se debaten entre la necesidad de cambio y viejos errores, entre la incertidumbre vital que atrae como un imán a antiguos dogmas y la necesidad de nuevos horizontes.

El nuevo mundo tendrá entonces que asumir un paradigma de transformación incluyente sobre la base de la esencialidad humana compartida. Una transformación radical que requiere de compromiso individual y colectivo en la construcción de la nueva realidad, tanto en la organización social, como en el paisaje interno y en los modos de relación interpersonal.

(*) Javier Tolcachier es investigador del Centro Mundial de Estudios Humanistas y comunicador en la agencia internacional de noticias Pressenza.


[1]En ocasión de la Inauguración del Parque Latinoamericano, La Reja, Buenos Aires, 7/5/2005.

[2] Datos de https://datosmacro.expansion.com/paises/comparar/usa/china

[3] Según el sitio DatosMundial.com https://www.datosmundial.com/comparacion-pais.php?country1=CHN&country2=USA

[4] Silo. Cartas a mis amigos. Séptima Carta.  El proceso revolucionario y su dirección. Obras Completas vol. I. Editorial Plaza y Janés.

[5] Al decir de Gramsci

Fuente: https://rebelion.org/la-caida-de-la-otra-mitad-del-mundo/

Comparte este contenido:
Page 7 of 56
1 5 6 7 8 9 56