Fuente: Memoria educativa Venezolana / 22 de Mayo de 2016
Semanales:Boletin semanal Memoria Educativa Venezolana, paso a paso, una muestra de las entradas que diariamente enrriquecen la base de datos de la Línea de Investigación, enmarcadas en l las claves socio políticas de mayor impacto en la comunicación pública: http://luisbravoj.blogspot.com
Mensuales: @REVISTA Venezolana de Cultura Pedagógica, una aproximación al modo en que se produce la Educación, según la idea de la Educación como Comunicación, Comunicación como Educación
https://drive.google.com/folderview?id=0BzGrr1Ix2_BvfnJ3MXZSSGVHZDRxaHg2aVpUR2MyM093R2ZlTERjNjU3R2tWSnU1VDhmdmc&usp=sharing
Anuales:Informe de seguimiento que se produce según lo que dice la información más oficial para definir los grandes rasgos de la educación del país, en dos versiones una corta para la difusión pública y otra más académicamente completa, útil para estudiar el estdo general de la Educación en el país:
https://app.box.com/s/k2uqgvpkh7zlbdwu7o37uuz78dzvq0ej
Anuario de la Línea de Investigación Memoria Educativa Venezolana: . Informe de actividad, balance de investigación y registro de las publicaciones que se hacen en la Línea de Investigación y su entorno.https://app.box.com/s/p8evlt4zm1bh2459c1y9o753q0owub8a
En un mundo y en un tiempo tan complejos como estos en donde nos toca vivir, la educación está en el centro de debates muy fuertes que ponen en evidencia posturas extremas y divergentes. Lo que está claro es que unos y otros acuerdan en que la educación juega y jugará un rol muy importante respecto del futuro de la humanidad toda y de cada uno de los países.
Mientras las diferencias sociales se profundizan en el mundo entero y las riquezas se concentran más y más en pocas manos, muchos ven la educación como la puerta a una movilidad social que parece vedada a quienes recorren otros caminos, como por ejemplo, el trabajo.
En este marco, en un mundo en el que las tecnologías marcan un rumbo sin retorno y dan la sensación generalizada de aceleramiento de la misma historia, hablamos de la sociedad del conocimiento como el modelo social que se está construyendo, con consecuencias aún inimaginadas..
Si bien toda la educación atraviesa múltiples desafíos, en Argentina, pero también en América Latina, los de la Escuela Secundaria son de los más importantes.
Desde los expertos que investigan sobre educación, pasando por los docentes, directivos, autoridades, y llegando hasta los padres, madres y estudiantes… todos coinciden en que es necesaria una profunda transformación para dar respuesta tanto a las expectativas que la sociedad tiene sobre el nivel, como a las necesidades que los sujetos educativos reconocen respecto de la misma.
La mayoría de los países de la región ha ido avanzando hacia el reconocimiento de la universalización de la secundaria como un derecho. Numerosas normativas nacionales lo reconocen y llaman a los gobiernos a garantizarlo. Esto ha implicado que muchos de los actuales estudiantes, provengan de familias que nunca antes pudieron alcanzar este nivel educativo.
La Escuela Secundaria ha alcanzado más logros en los esfuerzos por incorporar grandes sectores sociales anteriormente excluídos de este nivel que en las posibilidades reales de brindarles a todos una educación adecuada a sus propias necesidades y formatos de aprendizaje.
La complejidad de los mundos juveniles requiere, además, un tipo de abordaje pedagógico específico que contemple las diversidades y las nuevas maneras de aprender que los adolescentes han desarrollado.
Por otra parte, en la educación secundaria se está profundizando la fragmentación social y los circuitos diferenciados según las distintas pertenencias sociales y económicas de los estudiantes que concurren a las diferentes escuelas. El avance de la educación de gestión privada atendiendo a las clases más altas ha sido otra constante en la región que, en muchos casos, potenció esta fragmentación de manera agravada.
Esto ha implicado que la educación de los sectores más empobrecidos e históricamente postergados se concentre en escuelas públicas que sufren por la falta de recursos adecuados y por condiciones laborales muy frágiles para la mayoría de los docentes que en ellas desarrollan sus actividades.
No por ello, el compromiso pedagógico en dichas instituciones ha bajado los brazos. Por el contrario, en cientos de escuelas encontramos equipos docentes, educadores y estudiantes muy comprometidos que están llevando adelante experiencias sumamente valiosas que pueden inspirar y señalar los caminos que debemos recorrer para tranformar la secundaria.
Sabemos que los desafíos son variados y los aspectos sobre los que debemos trabajar son también diversos. Estamos convencidos de que la investigación educativa y las prácticas docentes han dado ya suficientes pistas para avanzar. Ha llegado el momento de hacerlo.
Pero es necesario reconocer que en todos los países sufrimos dificultades enormes para consensuar entre los diferentes actores que trabajan, organizan, financian, opinan o participan de distintas maneras en el Sistema Educativo y en la Educación Secundaria en particular. Sin intercambiar miradas, sin compartir perspectivas, sin construir consensos y lograr acuerdos … es imposible avanzar sólidamente en las transformaciones que se necesitan.
En Argentina hemos comenzado un programa de trabajo, impulsado desde distintos actores y sectores, convocados por la Fundación VOZ, en donde buscamos que todos los involucrados en la Educación Secundaria se comprometan en un diálogo sincero y plural, reconociendo el lugar privilegiado de docentes, estudiantes y sus familias, como núcleo de una comunidad educativa que se amplía y extiende a muchos otros sectores que buscan comprometerse con el futuro de la educación de nuestro país.
“Transformar la Secundaria” es el nombre de este programa. No creemos que sea posible alcanzar cambios de manera inmediata. Estamos decididos a acompañar un proceso que movilice a la sociedad entera tras esta gran causa. A fin de este año, 2016, realizaremos un encuentro importante entre representantes de los diversos sectores para que este diálogo se materialice en espacios visibles y plurales, a la vez que respetuosos con las convicciones de cada uno de los participantes.. A partir del reconocimiento de los consensos y diferencias, esperamos poder aportar para seguir construyendo la secundaria que queremos y necesitamos. Entre todos.
British poet delivers passionate speech at Sydney writers’ festival and urges ‘empathy, humility, reparation and change’
There is “a damaging and poisonous racism at root” in Australia, the British poetKate Tempest has warned.
Tempest delivered her impassioned critique in an opening address for the Sydney writers’ festival. Speaking in front of international headliners, writers’ festival guests and ticket holders, Tempest’s talk took a surprisingly pointed turn towardsAustralian politics, inequality and racism:
I’ve been out to Australia a few times now. I’ve got family here, and I was here touring in January with my band, and I have to say this. I’m very happy to be here, I’m very honoured to be on this stage, but I have to say this: there is a damaging and poisonous racism at root in this country. And I know that I’m not meant to say it. And the fact that I’m not meant to say it in polite society is even more damaging.
Between performances of her poetry at the Roslyn Packer Theatre in Walsh Bay on Tuesday evening, Tempest delivered an unscripted speech about empathy, history, politics and the importance of storytelling.
“I believe that if we want to make a change, we have to change the dominant cultural narrative,” she said. “If we realise the fault in a story we’re telling, and we don’t want that story any more, how do we change that narrative? I feel like we have to become aware of it … and only then can we stop it.”
Tempest added, over a breakout of audience applause: “As long as we can play nice and get on with our things while the people who are being most oppressed can not make the decision to pretend it isn’t going on, the wound on the soul of the earth gets deeper and deeper.
“This is my history too,” Tempest continued, her voice shaky. “I’m living it, it’s happening. We are at the end of colonial history, British history. I want to say something to you, I want to be able to talk about it. Guilt is not good enough any more. Guilt is narcissism. Your guilt is about you. My guilt is about me. It’s not good enough.
“Empathy. Empathy, humility, reparation and change,” she urged.
Don’t clap it. Don’t clap it. Because then it’s that: it’s a good speech at a thing, it gets clapped. It’s not that. This is from the bottom of my fucking pits. It’s everything I’ve ever wanted to say and I have to say it right now, and I’m terrified, because I know you’re not meant to say it. I’m fucking terrified.
That is what I wanted to say; I wanted to bring it into the space and encourage you to just fucking have the conversation with each other. The conversations are being had, I’m sure – I don’t mean to patronise you, I’m not here to blame you, I feel really fucking awkward and weird, but this must be said.
Tempest spoke about the importance of literature, and of listening to and engaging with the world around us. “Engage with the reality, not just lip service – the reality of what this land is saying. Of what happened here. Of what continues to happen here. Talk to your children about it, talk to your friends.”
The speech continued the conversation Tempest began with national audiences on Monday night’s Q&A program on ABC TV. “There is an awful, awful interplay here between what we think of as an acceptable evil and a nonacceptable evil,” she said during the show. “We can spot barbarity in our cultures, we can spot it in our past, but when it is in our midst we find it much harder to accept and own up to it. We are in the middle of a barbarous time and it’s greed that’s at the root of it.”
Tempest left the Sydney writers’ festival audience with a plea: “For the rest of this week I hope that you have a beautiful and important time, but just stop it – stop pretending. It’s real. This is real life … I know it sounds like I’m getting a bit hysterical – and if you are recording it don’t fucking broadcast it – I don’t care. It’s like: we can’t keep pretending that everything is going to be OK.”
El enlace original es: http://www.theguardian.com/stage/2016/may/19/kate-tempest-sydney-writers-festival-poisonous-racism-australia?CMP=Share_iOSApp_Other
«Los alumnos de enseñanza secundaria están trabajando este doble legado: siguen criticando el sistema de representación, y no están haciendo eso por medio de la acción de partidos políticos, sino por medio de la lucha directa, sin intermediación de partidos; y al mismo tiempo, están defendiendo esa pauta de ampliación, consolidación y defensa de los derechos sociales”, dice el investigador.
La entrevista es de Patricia Fachin | Traducción Juan Luis Hermida.
Las ocupaciones de las escuelas en varios estados brasileros «son el hijo más legítimo de las manifestaciones de Junio de 2013”, según la evaluación de Pablo Ortelladoen entrevista concedida a IHU On-Line.
De acuerdo con él, «en la génesis de esas ocupaciones” se percibe la «agitación de grupos que estaban ligados al MPL (Movimiento Pase Libre)”, que no reivindicaban apenas una reducción del valor de la tarifa del transporte público, sino que generaron una «gran movilización de la sociedad brasilera, criticando la representación política y defendiendo derechos sociales, como el derecho al transporte, educación y salud.”
De acuerdo con Ortellado, a pesar de «una parte significativa de ese movimiento” estar sobre la «influencia de la UNE (Unión Nacional de los Estudiantes) y del PCdoB”, otra parte «está sobre la influencia de grupos autonomistas en el sentido ideológico del término.” Pero la mayoría de ellos, señala, «no es una cosa ni la otra, son apenas estudiantes que se están organizando de forma autónoma e intentando mantenerse a parte de organizaciones políticas, en la defensa de sus derechos.”
En la evaluación de Ortellado, «las movilizaciones de los jóvenes no dependen de lo que está pasando políticamente o de la situación del gobierno Dilma”, y refuerzan la tesis de que «las manifestaciones de la calle hace 20 años son dominadas por los jóvenes”, contrariando el entendimiento de que los jóvenes son políticamente apáticos.
Pablo Ortellado es doctor en Filosofía por la Universidad de San Pablo – USP. Actualmente es profesor del curso de Gestión de Políticas Públicas, orientador en el programa de posgraduados en Estudios Culturales y coordinador del Grupo de Investigaciones en Políticas Públicas para el Acceso a la Información – Gpopai, todos en la USP
Lea aquí parte de la entrevista.
IHU On-Line – ¿Cómo usted está analizando las ocupaciones de las escuelas en varios estados del país, especialmente en San Pablo? ¿Cúal es el significado de esas ocupaciones?
Pablo Ortellado – Las ocupaciones actuales son desdoblamientos de las ocupaciones del año pasado, que fue una de las estrategias usadas por el movimiento de los alumnos de secundaria para organizarse contra el cierre de las escuelas en San Pablo. Esa fue una de las varias «armas” utilizadas por el Movimiento de Estudiantes de Secundaria, que ganó mucha notoriedad porque fue muy eficaz. Cuando el gobierno del Estado de San Pablo anunció la llamada «reorganización escolar”, que consistía en el cierre de 200 escuelas, los estudiantes hicieron una serie de movilizaciones: primero hicieron actos en las escuelas, después hicieron actos en los barrios, actos centralizados en la ciudad, ocupaciones de las escuelas y por fin, el cierre de vías importantes.
Por lo tanto hubo un conjunto amplio de tácticas utilizadas por el Movimiento de Alumnos de Secundaria, pero la que quedó conocida como «símbolo del movimiento” fue la ocupación de las escuelas. Las ocupaciones se convirtieron en un símbolo de los estudiantes por una serie de motivos, especialmente porque había una afirmación del espacio escolar, que estaba siendo amenazado de ser cerrado.
Entonces, los estudiantes se apropiaron del espacio de la escuela y realizaron una serie de actividades, como conferencias, talleres, hicieron pequeñas reformas en las escuelas, y esa apropiación directa generó una gran simpatía de la comunidad, no solamente de la comunidad escolar – padres y profesores-, sino también de la sociedad en general. Creo que ese suceso hizo con que el gobernador de San Pablo (Geraldo Alckmin) suspendiera temporariamente, en el año pasado, el cierre de las escuelas y demitiera al Secretario de Educación.
Esta forma de manifestación fue adoptada también en las escuelas técnicas de San Pablo, sobre todo para reivindicar alimentación escolar, que estaba ausente o perdiendo la calidad.
IHU On-Line – ¿Percibe alguna novedad en este tipo de ocupación en relación a otras manifestaciones que ya ocurrieron en el pasado? ¿Estas manifestaciones de los estudiantes tienen alguna relación con Junio de 2013?
Pablo Ortellado – Creo que estas ocupaciones son el hijo más legítimo de las manifestaciones de Junio de 2013, porque en la génesis de esas ocupaciones vemos la agitación de grupos que estaban ligados al MPL (Movimiento Pase Libre). Además de esa conexión directa, las ocupaciones de las escuelas son la principal encarnación del espíritu de Junio de 2013. Además de la lucha contra la reducción de la tarifa, Junio de 2013 fue una gran movilización de la sociedad brasilera, criticando la representación política y defendiendo derechos sociales, como el derecho al transporte, educación y salud, y los estudiantes secundarios son la encarnación de ese legado.
En Junio de 2013 ocurrió un compromiso muy grande de la población – 12% de la población participó efectivamente de los protestos. Eso generó un compromiso muy grande de la sociedad brasilera con estas dos pautas: la defensa de los derechos sociales y la crítica del sistema de representación. En este sentido, la acción de los estudiantes de secundaria es la expresión de ese legado, es la crítica de la acción de los partidos políticos en un momento en que Brasil está viviendo una polarización política en rededor del juicio político.
De cierta manera, los protestos que ocurrieron contra la presidente Dilma son también un desdoblamiento de Junio. No es por nada que los dos grupos que lideraron los protestos contra la presidente aludían a ese legado: uno se llama Ven para la calle, y otro MBL (Movimiento Brasil Libre), deliberadamente para confundir con MPL (Movimiento Pase Libre). Pero ellos están trabajando solamente uno de los legados de Junio, que es la crítica del sistema de representación, enfatizando la corrupción, y movilizando ese legado con propósitos políticos de hacer una reforma liberal del Estado Brasilero.
Ya los estudiantes de secundaria están trabajando este doble legado: siguen criticando el sistema de representación, y no están haciendo eso por medio de la acción de partidos políticos, sino por medio de la lucha directa, sin intermediación de partidos; y al mismo tiempo, están defendiendo esa pauta de ampliación, consolidación y defensa de dos derecho sociales.
«São estudantes que estão se organizando autonomamente e tentando se manter à parte de organizações políticas, na defesa dos seus direitos.»
• La entrevista completa, en portugués, puede ser leída acontinuación.
El enlace original de la noticia http://site.adital.com.br/site/noticia.php?lang=ES&cod=88903
Americans live in a historical moment that annihilates thought. Ignorance now provides a sense of community; the brain has migrated to the dark pit of the spectacle; the only discourse that matters is about business; poverty is now viewed as a technical problem; thought chases after an emotion that can obliterate it. The presumptive Republican Party presidential nominee, Donald Trump, declares he likes “the uneducated” — implying that it is better that they stay ignorant than be critically engaged agents — and boasts that he doesn’t read books. Fox News offers no apologies for suggesting that thinking is an act of stupidity.
A culture of cruelty and a survival-of-the-fittest ethos in the United States is the new norm and one consequence is that democracy in the United States is on the verge of disappearing or has already disappeared! Where are the agents of democracy and the public spaces that offer hope in such dark times? Many are in public schools — all the more reason to praise public school teachers and to defend public and higher education as a public good.
For the most part, public school teachers and higher education faculty are a national treasure and may be one of the last defenses available to undermine a growing authoritarianism, pervasive racism, permanent war culture, widening inequality and debased notion of citizenship in US society. They can’t solve these problems but they can educate a generation of students to address them. Yet, public school teachers, in particular, are underpaid and overworked, and lack adequate resources. In the end, they are unjustly blamed by right-wing billionaires and politicians for the plight of public schools. In order to ensure their failure, schools in many cities, such as Detroit and Philadelphia, have been defunded by right-wing legislators. These schools are dilapidated — filled with vermin and broken floors — and they often lack heat and the most basic resources. They represent the mirror image of the culture of cruelty and dispossession produced by the violence of neoliberalism.
Under the counterfeit appeal to reform, national legislation imposes drill-and-test modes of pedagogy on teachers that kill the imagination of students. Young people suffer under the tyranny of methods that are forms of disciplinary repression. Teachers remain powerless as administrators model their schools after prisons and turn students over to the police. And in the midst of such egregious assaults, teachers are disparaged as public servants.
The insecure, overworked adjunct lecturers employed en masse at most institutions of higher education fare no better. They have been reduced to an army of indentured wage slaves, with little or no power, benefits or time to do their research. Some states, such as Texas, appear to regard higher education as a potential war zone and have passed legislation allowing students to carry concealed weapons on campus. That is certainly one way to convince faculty not to engage in controversial subjects with their students. With the exception of the elite schools, which have their own criminogenic environments to deal with, higher education is in free fall, undermined as a democratic public sphere and increasingly modeled after corporations and run by armies of administrators who long to be called CEOs.
All the while the federal government uses billions of dollars to fuel one of the largest defense and intelligence budgets in the world. The death machine is overflowing with money while the public sector, social provisions and public goods are disappearing. At the same time, many states allocate more funds for prisons than for higher education. Young children all over the country are drinking water poisoned with lead, while corporations rake in huge profits, receive huge tax benefits, buy off politicians and utterly corrupt the political system. Trust and compassion are considered a weakness if not a liability in an age of massive inequities in wealth and power.
In the midst of what can only be viewed as a blow against democracy, right-wing Republicans produce slash-and-burn policies that translate into poisonous austerity measures for public schools and higher education. As Jane Mayer points out in Dark Money, the Koch brothers and their billionaire allies want to abolish the minimum wage, privatize schools, eliminate the welfare state, pollute the planet at will, break unions and promote policies that result in the needless deaths of millions who lack adequate health care, jobs and other essentials. Public goods such as schools, according to these politicians and corporate lobbyists, are financial investments, viewed as business opportunities. For the billionaires who are the anti-reformers, teachers, students and unions simply get in the way and must be disciplined.
Public schools and higher education are “dangerous” because they hold the potential to serve as laboratories for democracy where students learn to think critically. Teachers are threatening because they refuse to conflate education with training or treat schools as if they were car dealerships. Many educators have made it clear that they regard teaching for the test and defining accountability only in numerical terms as acts that dull the mind and kill the spirit of students. Such repressive requirements undermine the ability of teachers to be creative, engage with the communities in which they work and teach in order to make knowledge critical and transformative. The claim that we have too many bad teachers is too often a ruse to hide bad policies and to unleash assaults on public schools by corporate-driven ideologues and hedge fund managers who view schools strictly as investment opportunities for big profits.
We need to praise teachers, hold them to high standards, pay them the salaries they deserve, give them control over their classrooms, reduce class sizes and invest as much, if not more, in education as we do in the military-industrial complex. This is all the more reason to celebrate and call attention to those teachers in Chicago, Detroit and Seattle who are collectively fighting against such attacks on public schools. We need to praise them, learn from them and organize with them because they refuse to treat education as a commodity and they recognize that the crisis of schooling is about the crises of democracy, economic equality and justice. This is not a minor struggle because no democracy can survive without informed citizens.
Neoliberal education is increasingly expressed in terms of austerity measures and market-driven ideologies that undermine any notion of the imagination, reduce faculty to an army of indentured labor and burden students with either a mind-numbing education or enormous crippling debt or both. If faculty and students do not resist this assault, they will no longer have any control over the conditions of their labor, and the institutions of public and higher education will further degenerate into a crude adjunct of the corporation and financial elite.
Clearly, it is time to revisit Mario Savio’s famous speech at Berkeley in 1964 when he called for shutting down an educational system that had become odious. In his own words:
There comes a time when the operation of the machine becomes so odious, makes you so sick at heart, that you can’t take part, you can’t even passively take part; and you’ve got to put your bodies upon the gears and upon the wheels, upon the levers, upon all the apparatus, and you’ve got to make it stop. And you’ve got to indicate to the people who run it, the people who own it, that unless you’re free the machine will be prevented from working at all.
Savio’s call to resistance is more relevant today than it was then. Public schools not only mimic the injustices of an oppressive economic system, but also funnel poor youth of color into the criminal legal system. The good news is that there is an echo of outrage and resistance now emerging in the United States, especially among young people such as those in the Black Lives Matter movement.
If the major index of any democracy is measured by how a society treats its children, the United States is failing. Fortunately, more and more people are waking up and realizing that the fight for public schooling is not just about higher salaries for teachers; it is about investing in our children and in democracy itself. At the same time, we live in what author Carl Boggs and others have called a permanent warfare state, one in which every space appears to be a battlefield, and the most vulnerable are viewed not only as an imminent threat, but also as the object of potential violence. This suggests that the battle of education must become part of a wider political struggle. This is a struggle that connects assaults on education with the broader war on youth, police violence with the militarization of society and specific instances of racist brutality with the unchecked exercise of the systemic power of finance capital. But the struggle will not be easy.
Beneath all of the current brutality, racism and economic predation, there is some hope inspired by the generation of young people who are protesting police violence and the attack on public and higher education and working hard to invent a politics that gets to the root of issues. There is also a glimmer of possibility in those youth who have supported Bernie Sanders but are really demanding a new and more radical definition of politics: Their vision far surpasses that of the left-centrists and liberals of the Democratic Party.
Elections are the ruse of capitalism, and that has never been more clear than at the present moment. On the one side we have Hillary Clinton, a warmonger, a strong supporter of the financial elite and a representative of a neoliberalism that is as brutal as it is cruel. On the other side we have Donald Trump, a circus barker inviting Americans into a den of horrors. And these are the choices that constitute democracy? I don’t think so.
Collective self-delusion will only go so far in the absence of an education system that offers a space for critical learning and dissent, and functions as a laboratory for democracy. There is a tendency to forget in an age dominated by the neoliberal celebration of self-interest and unchecked individualism that public goods matter, that critical thinking is essential to an informed public and that education at the very least should provide students with unsettling ruptures that display the fierce energy of outrage and the hope for a better world.
But a critical education has the capacity to do more. It also has the power not only to prevent justice from going dead in ourselves and the larger society, but also, in George Yancy’s poetic terms, to teach us how to “love with courage.” Hopefully, while education cannot solve such problems, it can produce the formative cultures necessary to enable a generation of young people to create a robust third party — a party fueled by social movements demanding the economic and political justice that could allow a radical democracy to come to life.
[Thank you Henry for this piece. The article first appeared onTruthout.org.]
The writer is McMaster University Professor for Scholarship in the Public Interest in the English and Cultural Studies Department and the Paulo Freire Chair in Critical Pedagogy at The McMaster Institute for Innovation & Excellence in Teaching & Learning. He is also a Distinguished Visiting Professor at Ryerson University. His web site ishttp://www.henryagiroux.com and his other site is MCSPI.
Alicia Kirchner, en sintonía con el macrismo, no retrocede en su intento de descargar el ajuste sobre los trabajadores, con despidos y techo salarial. Nicolás del Caño viaja a apoyar la lucha.
Argentina/17 mayo 2016/Fuente: http://www.laizquierdadiario.com/
El duro ajuste que está llevando adelante el gobierno nacional de Mauricio Macri tiene también su correlato en las provincias gobernadas por fuerzas de distintos signos políticos.
El Frente para la Victoria, a pesar de su discurso, no es la excepción, y de hecho en Tierra del Fuego y Santa Cruz se viven situaciones difíciles para el pueblo trabajador.
Si en Tierra del Fuego se está viviendo un gran proceso de lucha que lleva más de 70 días (ver bloque especial en La Izquierda Diario TV), con 25 gremios luchando contra un ajuste brutal de la gobernadora Rosana Bertone que intentó derrotar la pelea por todos los medios, incluida la detención de cinco dirigentes gremiales, en la provincia gobernada por Alicia Kirchner se vive una gran crisis política y social, que ha dado lugar a históricas movilizaciones como la del último 14 de abril, cuando cerca de 10.000 personas ganaron las calles en Río Gallegos.
En Santa Cruz, una dura lucha docente sigue abierta. Como informara ayer La Izquierda Diario, el congreso celebrado el sábado en Puerto Santa Cruz por los docentes de Adosac resolvió un nuevo paro de 72 horas, luego de recibir por parte del gobierno de Alicia Kirchner, el viernes pasado, otra vez la misma propuesta salarial de miseria, que consiste en un 10 % al básico.
Los congresales de Adosac rechazaron la oferta, considerándola una nueva burla a los trabajadores y denunciaron la intransigencia del gobierno. Al mismo tiempo el congreso le dio mandato a la Comisión Directiva para que, en caso de mantenerse inflexible el gobierno, pueda prolongar el paro por 24 horas más, continuando el viernes 20.
La demanda de los docentes es que todo trabajador de la educación cobre un mínimo de $ 16.500, valor de la canasta familiar en la provincia, que sin embargo va en aumento: en el marco de esta lucha comenzaron a llegar aumentos en las tarifas de los servicios públicos de hasta el 1.000 %, como en el caso del gas, que en la Patagonia es un servicio aún más esencial que en el resto del país debido a las bajas temperaturas. Con la propuesta de la gobernadora, el salario inicial docente apenas llegaría a $ 13.516.
Vale señalar que, la semana pasada, el gobierno de Alicia Kirchner acordó un aumento para la policía provincial que lleva el salario mínimo en la fuerza aproximadamente a los $ 20.000. Sin embargo, para los docentes, es otra la actitud del gobierno del Frente para la Victoria. Reprimir y amedrentar a los trabajadores en un “trabajo” mejor remunerado que la educación.
El paro de 72 horas abarcará los días martes, miércoles y jueves. En la última de estas jornadas habrá una nueva reunión paritaria. Luego de ella el paro podría extenderse si el gobierno no ofrece una oferta superadora.
Además del paro, el miércoles habrá una nueva marcha provincial en Río Gallegos, convocada por los gremios de la Mesa de Unidad sindical, que Adosac también integra. Se espera una contundente movilización.
Del Caño llega a Santa Cruz
El excandidato presidencial de la izquierda, Nicolás del Caño, viajará este martes a Santa Cruz para acompañar la gran lucha que están dando los trabajadores, con paros y movilizaciones.
Ayer Del Caño denunció que “el gobierno de Alicia Kirchner del FpV es tan ajustador como el gobierno nacional de Mauricio Macri. Los docentes en la provincia vienen con más de 80 días de plan de lucha y esta semana se están cumpliendo 30 días de paro. El ofrecimiento de Kirchner es de miseria: ofrecen el 10 por ciento de aumento salarial con una canasta básica familiar calculada en 16 mil pesos. Además, tienen congelados los salarios, intervenidas sus cajas previsionales y en algunas dependencias como Desarrollo Social ya hubo 445 despidos. Van 25 años de gobierno K en la provincia y la vida de los trabajadores es cada vez más precarizada”.
Agregó a su vez que “el paro es enorme y muestra la unidad de los sindicatos ATE, CTA-Autónoma, Soem, Adiunpa, Judiciales, Trabajadores Viales, Sitraic y Aprosa entre otros, nucleados en la Mesa de Unidad Sindical. Nosotros venimos a dar toda nuestra solidaridad desde el PTS en el Frente de Izquierda para que esta gran lucha triunfe. Desde las bancas en todo el país hemos sacado declaraciones en solidaridad y exigimos al gobierno del Frente para la Victoria de Santa Cruz, que al igual que su vecina Rosana Bertone de Tierra del Fuego, cese la persecución y el hostigamiento a los trabajadores. Conocemos las denuncias de que se están pidiendo listas negras de los huelguistas, descontando sus salarios, reprimiendo como en febrero a los estatales y además con la policía se persigue a los docentes parando los micros en las rutas. Nos sumamos al pedido de ADOSAC por un aumento del 45 por ciento y un salario mínimo de 16.500 pesos”.
Nicolás del Caño viaja junto a Federico Puy, dirigente docente y congresal de UTE-Ctera, quien llevará la solidaridad de los docentes de todo el país. Al respecto, Puy declaró que “traemos la solidaridad desde La Quiaca hasta Tierra del Fuego para los docentes de Santa Cruz. Luego de la movilización de 40 mil docentes y estudiantes en defensa de la educación pública, exigimos a la conducción celeste de la CTERA de Sonia Alesso un paro nacional educativo en defensa de la educación pública y para que triunfe la lucha de los docentes de Santa Cruz”.
La tasa de mortalidad materna en Liberia es una de las más altas del mundo, con 1.072 muertes maternas por cada 100.000 nacimientos. En una comunidad rural, el personal respaldado por UNICEF, capacitado para atender a domicilio a madres y recién nacidos, salvó la vida de una madre y de su hija.
KONOBO, Liberia, 12 de mayo de 2016 – En el corazón profundo del condado de Grand Gedeh, Liberia, una recién nacida está en la cama del centro rural de salud de Konobo. Está envuelta en una lappa (paño tradicional de Liberia) y las enfermeras y comadronas acuden de vez en cuando a comprobar cómo se encuentra.
Una enfermera me explica que la bebé no respiraba al nacer y hubo que reanimarla. Como yo también soy doctora, sé lo importantes que son estos primeros minutos dorados de la vida de un bebé. Al colocar el estetoscopio sobre su pequeño cuerpo, escuché el latido de su corazón. Respiré aliviada; su ritmo cardiaco era de 110 pulsaciones por minuto.
El centro de salud de Konobo está a más de 50 kilómetros del hospital más cercano y sólo se puede acceder por una carretera escarpada y sin pavimentar. Incluso los todoterrenos tienen dificultad para circular por estas carreteras durante la estación seca, pero todavía es más duro hacerlo durante los seis meses de la estación de lluvias de Liberia, cuando las carreteras se convierten en un barro húmedo donde la mayoría de los vehículos quedan atrapados. Afortunadamente, hay una ambulancia disponible y la madre está siendo transportada rápidamente al hospital con su bebé, donde un equipo médico podrá retirar los restos de placenta retenida y hacerle una transfusión de sangre. A la bebé se le está suministrando oxígeno y a ambas se las controla periódicamente. Las dos sobreviven.La madre del bebé está acostada a su lado, pero está sangrando y tiene mucho dolor. Tras el parto ha tenido placenta retenida y todos los esfuerzos por ayudarla están fallando. De repente, se ha desmayado y ha sufrido una conmoción. Las enfermeras y parteras han podido reanimarla y estabilizarla, pero han decidido transferir a la madre y a su bebé al hospital principal de Zwedru, capital del condado, un centro mejor equipado donde recibirán cuidados avanzados.
Revertir la tendencia de la mortalidad materna
Éste es solo un ejemplo de cómo una rápida actuación y un personal médico preparado pueden salvar las vidas de madres y recién nacidos. Aunque esto pueda ser una acción rutinaria en muchas partes del mundo, desgraciadamente no es tan frecuente en la Liberia rural. Con 1.072 muertes maternas por cada 100.000 nacimientos, Liberia tiene una de las tasas de mortalidad materna más elevada del mundo. La hemorragia es la principal causa de la mortalidad materna (el 25%). La tasa de mortalidad neonatal es de 26 bebés muertos por cada 1.000 nacidos vivos; uno de cada 11 niñas o niños de Liberia muere antes de cumplir un año. Sobre todo, son las niñas y niños de zonas rurales los más propensos a morir jóvenes, comparados con los de áreas urbanas.
Con el fin de revertir estas tendencias, UNICEF, en colaboración con el gobierno de Liberia y otros asociados, trabaja para aumentar el acceso y la disponibilidad de servicios de salud de máxima calidad y eficaces para madres y bebés. En asociación con el ministro de salud y los equipos sanitarios del condado, UNICEF imparte capacitación para la atención domiciliaria materna y del recién nacido y para ayudar a la supervivencia de los bebés. Entre los participantes se incluyen casi 550 parteras formadas tradicionalmente y voluntarios sanitarios de la comunidad no especializados de Grand Gedeh, Maryland, y de los condados de Sinoe (algunas de las zonas más desatendidas de Liberia).
Además de ofrecer formación, UNICEF donó 19 ambulancias todoterreno para ayudar, en casos de emergencia, al traslado de madres, recién nacidos y niños procedentes de dispensarios rurales de difícil acceso hasta hospitales más grandes y mejor dotados en materia de salud. Una de esas ambulancias donadas por UNICEF fue la que ayudó a transportar a la madre y a la bebé desde el centro rural de salud de Konobo hasta el hospital principal de Zwedru.Las sesiones de formación se centran en crear la necesaria capacitación de los voluntarios sanitarios para identificar a las mujeres embarazadas y después animarlas a que tengan la oportuna atención médica prenatal y den a luz en centros de salud donde un personal especializado pueda ofrecerles los cuidados apropiados, como a la madre y al niño en Grand Gedeh. Estas parteras y los voluntarios sanitarios también promueven la asistencia posnatal y la lactancia materna exclusiva, y detectan cualquier signo alarmante en madres y bebés, de forma que puedan ser remitidos a centros de salud.
Salvar vidas mediante medidas preventivas
Al día siguiente visitamos a la madre y a su hija en el hospital. Ya le está dando el pecho y tanto la madre como la bebé se encuentran bien.
El embarazo de esta madre fue de alto riesgo; tiene 39 años y esta niña era su noveno parto. Una comadrona fue quien la reconoció y animó a buscar atención prenatal y a dar a luz en un centro de salud.
La planificación anticipada y la preparación del personal sanitario garantizó el parto seguro de la bebé. De no haber sido reconocida con la suficientemente antelación, de no haber seguido los consejos de la comadrona y haber dado a luz en un centro de salud con personal especializado, o de no haber contado con una ambulancia que la transportara a lo largo de 55 kilómetros por terrenos llenos de baches hasta un hospital mejor equipado, ella y su bebé no habrían sobrevivido.
Ninguna madre debería morir al dar la vida a otro ser, y todo bebé tiene derecho a sobrevivir y desarrollarse.
UNICEF ofrece un amplio abanico de ayudas al sector de salud, entre las que se incluye el suministro anual de medicamentos y millones de dosis de vacunas. Tras el brote del virus del ébola, UNICEF ha contribuido a la recuperación del sector de la salud, especialmente en algunas de las zonas más vulnerables del sudeste de Liberia.
Link original: http://www.unicef.org/spanish/infobycountry/liberia_91091.html
OtrasVocesenEducacion.org existe gracias al esfuerzo voluntario e independiente de un pequeño grupo de docentes que decidimos soñar con un espacio abierto de intercambio y debate.
¡Ayúdanos a mantener abiertas las puertas de esta aula!