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Inclusión a la educación superior: ¿una única forma de hacer las cosas?

Por: Pluma Invitada

Cuando este texto se publique ya sabremos quien será el presidente de México para los próximo seis años. Una nueva etapa ha de iniciar después de concluir con tres meses de campañas caracterizadas por la descalificación, y de inacabadas propuestas en materia educativa que han de configurarse paulatinamente en futuro cercano. Ni duda cabe que lo que viene no es tarea fácil ni para quien resulte triunfador en esta contienda electoral, ni para los ciudadanos de a pie. Por un lado, las promesas desmedidas y la posibilidad real de su cumplimiento; por el otro, la expectativa de la continuidad o la promesa de un cambio, aunque sea menor, pero al fin un cambio.

Varios asuntos son relevantes en la agenda educativa, sin embargo, la reciente publicación de  Raúl Zepeda Gil en el blog de educación de la revista Nexos “Del mérito a la inclusión: una oportunidad para repensar la educación superior en México” https://educacion.nexos.com.mx/?p=1302, así como la posterior reflexión en Educación Futura, de mi estimado amigo y colega Pedro Flores Crespo, de la Universidad Autónoma de Querétaro, además del propio trabajo de investigación e intervención que al respecto he desarrollado; me provocaron compartir las siguientes notas al respecto.

Es verdad que la cobertura de la educación superior en México alcanza apenas el 37 por ciento de jóvenes en edad de cursar este nivel educativo, muy por debajo de otros países latinoamericanos, del norte de América y, por supuesto, europeos. También que el actual mecanismo de selección e ingreso a la educación superior basado en un examen de conocimientos, ha privilegiado el mérito académico que necesariamente se vincula a la teorías reproduccionistas que lo asocian con el problema de la desigualdad y la diferenciada posesión de capitales cultural, social y económico de los jóvenes aspirantes. De hecho, cada año son rechazados en la zona metropolitana aproximadamente 300 mil jóvenes que buscan su ingreso a la universidad que, según investigaciones recientes, provienen de los estratos sociales más desfavorecidos de la región. Más allá de las características técnicas, el examen de admisión se ha constituido en un mecanismo de regulación de un mercado material y simbólico cada vez mas competido por la acumulación de jóvenes que no encuentran una oportunidad de acceso o una alternativa equiparable al significado del mismo. Sin duda, ello conduce al llamado efecto Mateo “Dar más a quien más tiene”.

Reitero lo que he dicho en otro momento. Los jóvenes en México libran dos grandes batallas para su ingreso a la universidad. La primera, la selección basado en la aplicación de un examen de conocimientos y la segunda asociada a la disponibilidad de recursos económicos para acceder a instituciones privadas. En este caso el límite es el bolsillo y la calidad de las educación se asocia casi siempre con lo que se paga. Ambas batallas evidencian la desigualdad y la estratificación social y económica que caracteriza al país.

Para Zepeda la propuesta de Andrés Manuel López Obrador de ampliar la cobertura en educación superior en el país, suena congruente y debería avanzar hacia la posibilidad de introducir “criterios más progresivos” y “abandonar definitivamente la preponderancia exclusiva del discurso del mérito para darle paso al discurso de la inclusión”. Pedro Flores, en cambio, alude a la necesidad de reflexionar sobre las condiciones previas a la implementación de examen de ingreso en el acceso a la educación superior: favores personales, ventas de lugares y otras prácticas adversas al espíritu universitario. También cuestiona la falta de información que tenemos sobre experiencias de países que podrían constituirse en un referente para pensar en otras alternativas de inclusión y acceso. Además, evidencia el caso de la UACM y su proceso de sorteo para el ingreso, así como sus escasos aportes a la justicia distributiva.

En mi opinión la solución a esta problemática no debe surgir sólo de las políticas educativas de orden nacional. Éstas han privilegiado dos grandes orientaciones para resarcir la desigualdad en el acceso, la permanencia y el egreso de la educación superior: 1) asignación de becas y 2) diversificación institucional y de nuevas modalidades educativas. No obstante, considero que es posible diseñar e implementar políticas y prácticas institucionales que promuevan una mayor inclusión para incrementar el acceso de oportunidades. El debate en torno a los efectos de los mecanismo vigentes para el acceso, la permanencia y el egreso a la educación superior, debe impulsarse desde el seno mismo de las universidades e instituciones de educación superior. Ya hay evidencia de que es posible generar alternativas que incorporen la viabilidad de un examen de conocimientos como indicador del desarrollo de ciertas habilidades y capacidades de los estudiantes, así como la posibilidad de incorporar a jóvenes que han transitado por los niveles educativos previos en condiciones francamente desfavorables. Es el caso de la Universidad Autónoma Chapingo (UACh) (Buendía y Rivera, 2010).

En la UACh los criterios de ingreso se aprueban anualmente por el H. Consejo Universitario. La política institucional propuesta se aprobó por primera vez el 12 de mayo de 2008 y se ha implementado año con año hasta el 2018. El punto de partida es la aplicación de un examen de conocimientos que valora la situación académica de los jóvenes, sin embargo, la selección de los estudiantes que ingresan incorpora también diversos criterios, a fin ampliar las posibilidades de acceso a los jóvenes que pertenecen a los grupos desfavorecidos. Ello significa un ingreso por cuotas que se han diseñado en función de la misión fundacional de la universidad y de su contexto y desarrollo actual. Hablamos de un modelo de cuotas (etnias indígenas, municipios pobres, telesecundaria o bachillerato, escuela agropecuaria o forestal, mejores por Estado y calificación general), que si bien se limita a un número específico de espacios que la universidad puede brindar, le ofrece una oportunidad única a muchos jóvenes que quedarían excluidos de la educación superior. Algunso testimonios son reveladores (https://www.youtube.com/watch?v=kHksNWApySA).

Mi apuesta es y seguirá siendo el reconocimiento de la diversidad y la complejidad de las instituciones de educación superior mexicanas en general, y de las universidades públicas en lo particular. Hemos sido críticos de la homogeneidad de las políticas para este sector de la educación y de sus efectos perversos o no deseados. No aspiremos al one best way en el problema de cobertura que enfrentamos, pues tenemos amplia evidencia de que eso no funciona. Abramos el debate, la discusión argumentada y la posibilidad de compartir y de implementar políticas y prácticas de orden institucional que podrían generar mejores resultados.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/inclusion-a-la-educacion-superior-una-unica-forma-de-hacer-las-cosas/

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Puerto Rico: El gobierno continuará con la reforma educativa

Por: elnuevodia.com/18-07-2018

Alegan que están satisfechos con el fallo del Tribunal Supremo de validar la consolidación de escuelas

El gobierno de Puerto Rico y el Departamento de Educación reaccionaron hoy satisfechos a la decisión del Tribunal Supremo «de validar el proceso de consolidación de escuelas», según dijo el secretario de Asuntos Públicos, Ramon Rosario, y «permite continuar con la transformación de nuestro sistema educativo», aseguró, por otro lado, la secretaria de Educación, Julia Keleher.

La decisión del Tribunal Supremo de Puerto Rico «valida que el proceso de consolidación de escuelas no violentó derechos constitucionales como determina de forma irregular la Comisión de Derechos Civiles de Puerto Rico», dijo Rosario en un comunicado.

A su vez, señaló que el gobernador de la isla, Ricardo Rosselló, heredó un déficit «sin precedentes y dentro de esa situación se han llevado a cabo reformas para tener un gobierno más eficiente y menos costoso».

«La consolidación de escuelas se hizo velando por el mejor interés del estudiantado para que tengan los recursos necesarios en el salón de clases. Para ello, se tomó en consideración nuestra población estudiantil actual y los retos fiscales del gobierno», aseveró.

Por último, indicó que la reforma educativa del gobernador «mejorará nuestro sistema de educación pública que ha sido deficiente por varias décadas. Hacer más de lo mismo no es opción».

Por su parte, en otro comunicado, Keleher, dijo que el proceso de consolidación de planteles «no fue fácil, pero se hizo siguiendo las guías establecidas y garantizando el derecho a la educación de todos los estudiantes».

La decisión del alto tribunal, agregó, «nos permite continuar con la transformación de nuestro sistema educativo, cuyo norte es ofrecerle mayores beneficios y mejores oportunidades a nuestro estudiantado».

Un informe de la Comisión de Derechos Civiles determinó hoy que el proceso de cierres lesionó elderecho a la educación de los niños de Puerto Rico.

*Fuente: https://www.elnuevodia.com/noticias/locales/nota/elgobiernocontinuaraconlareformaeducativa-2435673/#cxrecs_s

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Alertan sobre alta tasa de jóvenes indígenas en cárceles de Canadá

América del norte/Canadá/Fuente: Prensa Latina

Activistas sociales alertan sobre la elevada representación de jóvenes indígenas que hoy existe entre la población carcelaria de la provincia canadiense de Manitoba, ante lo cual reclaman mejores políticas educativas y de inclusión social.
Un nuevo informe del departamento de Estadísticas de Canadá reveló que el 81 por ciento de los menores de edad en centros de reclusión pertenecen a las conocidas como Primeras Naciones -comunidades originarias-. En el caso de las adolescentes la tasa es del 82 por ciento.

Las cifras contrastan, sin embargo, que menos del 20 por ciento de la población menor de 14 años en ciudades como Winnipeg es indígena, lo que refleja cuán fuertemente sobrerrepresentados está este segmento poblacional en el sistema penitenciario nacional.

El activista Steve Spence es un joven que alguna vez sufrió encierro y trata de impulsar la conciencia social mediante el programa Momentum. Dicha iniciativa intenta ayudar a quienes cumplieron condenas a reintegrarse en la comunidad y abordar las causas de problemas como la adicción a las drogas.

A juicio de Spence, una de las primeras condiciones para el cambio ocurrirá cuando se tome conciencia sobre las estadísticas.

Tenemos que transmitir el mensaje de que, como pueblos indígenas, estamos oprimidos. Tenemos que entender que nos encontramos retenidos como cangrejos en un balde, ilustró.

Pero al mismo tiempo, el activista se refirió a las oportunidades que existen para que los jóvenes de las Primeras Naciones alcancen su máximo potencial. Tenemos un boleto dorado que es la educación, así que tenemos que aprovechar eso, opinó.

El presidente del Tribunal Supremo de Canadá, Richard Wagner, calificó de inaceptable el desproporcionado número de personas indígenas encarceladas en todo el país.

Según Wagner, miembros de la instancia judicial visitarán Winnipeg el próximo año para reunirse con jueces de la corte de apelaciones, abogados locales y miembros de la comunidad a fin de adoptar políticas proactivas.

La ministra de Justicia de Manitoba, Heather Stefanson, aseguró que el gobierno provincial está tomando medidas a fin de reducir las tasas de encarcelamiento de los jóvenes de pueblos autóctonos.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=190515&SEO=alertan-sobre-alta-tasa-de-jovenes-indigenas-en-carceles-de-canada
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Lenín Moreno, ¿el Junio Bruto ecuatoriano?

Por: Ollantay Itzamná

Dante Alighieri, en su obra Divina Comedia, nos cuenta la monstruosa historia de traición/asesinato cometido por el romano Marco Junio Bruto contra (su padre?) el Emperador de Roma Julio César, ocurrida en el año 44 aC.

Junio Bruto, probablemente por el romance abierto que Julio César mantenía con su madre y hermanastra, fue prohijado por el Emperador. Algunos historiadores sostienen que fue hijo biológico de Julio César.

Lo cierto fue que Junio Bruto, joven inclinado a la literatura, en el año 48 aC., traicionó al Emperador y guerreó contra éste (en la batalla de Farsalia), junto a Pompeyo, el militar que ordenó asesinar al marido de su madre.

Terminada la guerra, Julio César perdonó a Junio Bruto, y le premió con el cargo de Gobernador de la Galia Cisalpina. Al año siguiente, le nombró Pretor Urbano (máxima autoridad judicial) de Roma.

En el año 44 aC., nuevamente se consolida la conspiración de republicanos contra el Emperador, y Junio Bruto, junto a otros, asesinó en vía pública a Julio César. Dos años más tarde, el traidor asesino, al no soportar la culpa, se suicidó

En Ecuador, en 1953, nació, en una familia humilde de maestros, Lennin Moreno Garcés, en un rincón olvidado (Provincia de Orellana) de la frontera con Perú. Gracias a la labor pedagógica y política de sus padres, ascendió geográfica y socialmente, hasta llegar al corazón político del país.

Rafael Correa, en su bondad, prohijó al traidor de su pueblo

Por sus coqueteos juveniles con la izquierda, el entonces candidato a la Presidencia Rafael Correa lo acogió y promovió a Moreno como su candidato a la vicepresidencia (2006). Y así fue: ocupó el cargo de la vicepresidencia, junto al entonces Presidente de la República, Rafael Correa, entre 2007-2013.

Desde ese puesto de confianza, y capitalizando internacionalmente su condición de “discapacitado” en silla de ruedas, se proyectó y ocupó cargos en organismos internacionales.

Allá en 1998, cuando la lúgubre noche oscura neoliberal llegaba a su cenit en Ecuador, y la delincuencia sangrienta en ausencia del Estado ahogaba al país, Lennin Moreno sufrió un asalto armado que le dejó en silla de ruedas para siempre, producto de un proyectil. Sufrió en carne propia la consecuencia más dura de la violencia y desintegración social abonado por el sistema neoliberal en su país.

En 2017, el Presidente Rafael Correa, cumpliendo su palabra, optó por no ser candidato, y en su lugar designó a Lennin Moreno como candidato de Alianza País. Y así fue cómo Moreno llega a ser Presidente de Ecuador. Gracias a Rafael Correa, y a su década de gestión estatal eficiente que prácticamente convirtió a Ecuador en la séptima economía suramericana.

Correa hizo campaña electoral por Lennin Moreno, y el pueblo votó por él porque prometía continuar con las agendas de cambio humanista emprendidos por aquél.

Retorno del Ecuador al dominio norteamericano

Una vez posesionado como Presidente de Ecuador, Lennin Moreno emprendió a desbaratar las bases sustanciales de la “revolución ciudadana” asentadas por Correa y el pueblo.

Reestructuró la base tributaria del país, suprimió impuestos a los ricos, como en el caso de la tenencia de tierras. Devolvió con creces los privilegios fiscales a las empresas privadas.

Convocó al Gobierno norteamericano para que retome los procesos de ocupación/saqueo neoliberal del Ecuador (frenados en la década anterior). En ese sentido firmó varios acuerdos con los EEUU., durante la visita reciente al Ecuador del vicepresidente de los EEUU. Pence. Y, seguridad fue uno de ellos.

Comenzó a flexibilizar los derechos laborales ampliados en su cumplimiento por Correa. Dejando la suerte de los trabajadores al libre mercado laboral nuevamente.

Las empresas privadas comenzaron a retomar su participación decisiva en las empresas estratégicas y servicios públicos.

Una consulta ciudadana mañosa para encarcelar a Correa

Moreno, para aniquilar política y judicialmente a Rafael Correa, y a todos los actores principales del proceso de cambio de la década anterior, realizó una cuestionada consulta ciudadana (2018) donde aparentemente la población votaría sobre la vigencia o no de la indefinida reelección presidencial, pero la pregunta de fondo era sobre si el pueblo le daba o no potestad a Moreno para renovar a los integrantes del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS).

En la consulta ganó el sí. Moreno destituyó a los integrantes del CPCCS, puso a dedo a sus allegados como integrantes de dicho Consejo. Él nuevo consejo “transitorio”, destituyó a los integrantes del Consejo de la Judicatura (instancia de control judicial). Y, así CPCCS transitorio designó al nuevo Fiscal General TRANSITORIO de la República (Paúl Pérez, también expresamente anti Correa)

Inmediatamente, la fiscalía en el proceso penal que sigue en contra de los supuestos captores del ex Diputado Balda (en Colombia, 2012), tomó como COLABORADOR EFICAZ a uno de los ex agentes imputados. Y, éste declaró que Rafael Correa tenía conocimiento del secuestro. Y, ¡BINGO!: Correa ligado a proceso por delitos de asociación ilícita y secuestro.

Lo que vino y vendrá después en este teatro bacanal de linchamiento judicial, político y mediático ya sabemos.

Simultáneamente a esta trama político judicial, el Junio Bruto del Ecuador, obediente a sus amos neoliberales, que hace 20 años atrás lo dejaron en silla de ruedas, emprendió una guerra mediática espeluznante para sacar del imaginario del pueblo ecuatoriano la imagen benigna sobre Rafael Correa.

*Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=244154

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La agonía del partido que nunca fue de los maestros

Autor: Rogelio Javier Alonso Ruiz

Se estima que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) tiene aproximadamente 1,619,990 agremiados y está dividido en 61 secciones sindicales, con presencia en las 32 entidades federativas del país. La compleja estructura del SNTE lo posiciona como el sindicato más grande de América Latina, teniendo una influencia que se extiende por toda la geografía nacional y que sobrepasa los ámbitos meramente laborales. La participación política del sindicato ha sido constante desde su creación, pero no es sino hasta 2005, tras diferencias entre la entonces dirigente del SNTE y el Partido Revolucionario Institucional (PRI), al cual se adhería el sindicato, que surge “el partido de los maestros”: Nueva Alianza. No obstante que “el artículo 41 constitucional señala que queda prohibida la intervención de organizaciones gremiales o con objeto social diferente en la creación de partidos y cualquier forma de afiliación corporativa” (Hernández, 2011, p. 405), la injerencia de miembros de comités sindicales en las tareas partidistas turquesa es una realidad.

Si bien la influencia tras bambalinas de la otrora dirigente del SNTE, Elba Esther Gordillo Morales, para mover las aguas de la política nacional está fuera de duda, el trayecto del partido Nueva Alianza en la vida política del país no registra triunfos importantes: la mayoría de sus “victorias” se han dado al aliarse con fuerzas políticas mayores.   No obstante lo anterior, nunca el partido había tenido unos resultados tan catastróficos como los obtenidos en las elecciones federales de 2018. Con 92% de casillas electorales capturadas por el Instituto Nacional Electoral (INE) al momento de escribir este texto, el partido presenta resultados que lo tienen al borde de perder el registro nacional: 1.11% en la elección presidencial, 2.45% en senadurías y 2.63% en diputaciones. Las cifras anteriores, calculadas quitando los votos nulos, como determina la Ley, son insuficientes para alcanzar el 3% mínimo que requiere en alguna de esas tres votaciones para conservar su registro.

Ante estos resultados tan pobres surgen varias interrogantes: ¿cómo un partido como Nueva Alianza, que está vinculado a una de las organizaciones más importantes del país, como el SNTE, pudo obtener resultados tan devastadores? ¿no es la base de agremiados lo suficientemente robusta para cosechar mejores cuentas? Aunque es cierto que los afiliados al SNTE no necesariamente son simpatizantes a Nueva Alianza, ¿por qué no pudo, en ninguna de las elecciones federales que participó, asegurar al menos un número de votantes más o menos similar al número de agremiados de su organización madre? ¿Es de tal magnitud el rompimiento entre los comités sindicales (principales promotores del partido político) y la base magisterial? Si bien la mayoría de los partidos excusará su fracaso en las elecciones de este año en el surgimiento de la arrasadora ola electoral del partido de oposición principal, lo anterior no debe alejarnos la vista de un hecho innegable: el hartazgo del magisterio y su falta de identificación con las acciones políticas de su sindicato y con el partido supuestamente más afín a sus intereses.

El caso de la elección presidencial fue emblemático en cuanto a la lejanía de los intereses de Nueva Alianza con respecto a los de la base magisterial. No obstante que el proyecto educativo de la administración federal saliente se basó en el desprestigio del docente y la consecuente afectación de sus derechos laborales, los dirigentes del partido turquesa decidieron aliarse precisamente con quien ofrecía dar continuidad a las políticas derivadas a partir de la aprobación de la Reforma Educativa. Nueva Alianza decidió ponerse a las órdenes de una campaña electoral coordinada  por el exsecretario de educación que gastó millones de pesos en publicidad oficial y gozaba de un amplio descrédito entre los docentes del país. Incluso, Juan Díaz de la Torre, dirigente en el sindicato y también en el partido político, no dudó en ofrecerle a José Antonio Meade un ejército de maestros para apoyarlo en su campaña electoral. Todo lo anterior, ignorando el profundo resentimiento de gran parte del magisterio en relación a los gobernantes del partido al que se decidió apoyar en los comicios.

Al momento de escribir estas líneas, en el que se ha computado el 92% de las casillas electorales, parece ser cuestión de tiempo para que se consume la desaparición del partido político que nunca fue de los maestros, sino de las cúpulas sindicales y cuyos principales operadores son los miembros de los comités ejecutivos seccionales. De salvar milagrosamente el registro, el partido político deberá renacer prácticamente de entre sus cenizas  y dar un viraje radical a sus rumbos, si es que no quiere repetir una tragedia como la vivida en estos comicios. Deberá lavar con acciones futuras los errores cometidos en el pasado y recobrar, a muy largo plazo, la credibilidad dentro de los trabajadores de la educación, si es que esto aún es posible.

Nueva Alianza deberá recordar que su principal sustento debe ser el magisterio y, en la medida que ella misma y su organización madre, el SNTE, sigan consintiendo tantos golpes por parte de las autoridades al docente y a la educación pública en general,  los resultados no tendrán mejoras significativas. Mientras se siga permitiendo que impunemente las autoridades afecten el poder adquisitivo de los profesores, apliquen evaluaciones injustas y defectuosas, demeriten el peso de la formación normalista, construyan escuelas sin siquiera servicios básicos y otra larga lista de atrocidades, Nueva Alianza seguirá sumida como una fuerza política prácticamente insignificante en la vida del país, destinada a “ganar” únicamente cuando se adhiere a otras fuerzas políticas. Sólo cuando los docentes observen en el SNTE a una organización auténticamente democráctica y transparente, ferozmente combativa ante los agravios de las autoridades hacia el magisterio, el número de votos recibidos por Nueva Alianza se acercará, probablemente, al número de agremiados al SNTE.

REFERENCIAS

HERNÁNDEZ, Luis. Cero en conducta. Crónica de la resistencia magisterial. México: Brigada para leer en libertad, 2011. Disponible en: http://brigadaparaleerenlibertad.com/programas/cero-en-conducta/

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Colombia redujo en un 83% la brecha digital en educación pública

Con tecnología se ha logrado evitar la deserción escolar de cerca de 162.000 niños.

AméricadelSur/Colombia

Durante los últimos ocho años, Colombia consiguió reducir en un 83 por ciento la brecha digital en educación pública mediante el acceso, uso y aprovechamiento de las Tecnologías de Información y las Comunicaciones en las comunidades educativas.

Así lo dio a conocer el ministerio TIC, asegurando que esa meta se logró cumplir a través del programa social Computadores para Educar, con la cual se entregaron más de 2,2 millones de equipos para beneficiar a estudiantes de 43.000 instituciones educativas públicas de todo el país.

La cartera TIC señala que el país pasó de tener 24 niños haciendo uso de un mismo equipo en el 2010 a solo cuatro estudiantes en el 2018.

Con dicha estrategia, el ministerio detalla que se promovió la formación de cerca de 160.000 docentes oficiales –la mitad de los que tiene el país– en el uso y aprovechamiento de las TIC en el aula de clase, a través diplomados, talleres y los encuentros de docentes ‘Educa Digital’ que se han realizado por todo el país.

Actualmente, la entidad está dictando el Diplomado Rural TIC en 60 municipios de 15 departamentos. El objetivo es formar a 2.500 docentes y directivos de territorios de reconciliación.

Dicho diplomado se dicta en los departamentos de Arauca, Bolívar, Caquetá, Cauca, Cesar, Chocó, Córdoba, Guaviare, La Guajira, Magdalena, Nariño, Norte de Santander, Putumayo, Tolima y Antioquia.

A través de Computadores para Educar se ha evitado la deserción escolar de cerca de 162.000 niños y que otros 136.000 estudiantes no repitan el año.
Fuente: http://www.eltiempo.com/tecnosfera/novedades-tecnologia/se-redujo-en-un-83-la-brecha-digital-en-educacion-publica-241702

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La cortina de humo educativa: Un manifiesto en defensa de los chivos expiatorios de la escuela

Por: sinpermiso.info/ Andrés Lomeña Cantos/11-07-2018

Introducción polemológica Un manifiesto educativo corre el riesgo de levantar una cortina de humo que no deje ver la sociedad que posibilita y da forma a la escuela. El humo impide comprobar si la escuela alberga una chimenea para calentar a sus moradores o si está siendo pasto de las llamas. Añadir otro manifiesto sin perspectiva […]

Introducción polemológica Un manifiesto educativo corre el riesgo de levantar una cortina de humo que no deje ver la sociedad que posibilita y da forma a la escuela. El humo impide comprobar si la escuela alberga una chimenea para calentar a sus moradores o si está siendo pasto de las llamas. Añadir otro manifiesto sin perspectiva histórica a la última ley educativa sería como sepultar las viejas controversias reformistas bajo los cadáveres frescos de una guerra epistemológica empantanada. Por eso queremos reconocer, ya desde las primeras líneas, la insalvable dicotomía de la confrontación pedagógica en el vaivén de reprimir y liberar, el nudo gordiano que nadie conseguirá desatar sin cortarlo.

Las columnas de humo de la escuela actual se levantan en forma de “MIR educativo”, o mediante un aparatoso repertorio retórico de competencias clave, rúbricas y estándares de aprendizaje. Las volutas de humo distraen la atención con sus formas en espiral y establecen una agenda oculta de una escuela sin chimeneas, pero envuelta en llamas: los expertos educativos (un amasijo de pedagogos, inspectores, comisarios y gestores de toda laya), cual bomberos de Fahrenheit 451, prenden fuego y a la vez sofocan la conflagración de la cultura escolar. El autoproclamado Consejo de Sabios se pronuncia con vehemencia sobre el declive de la paideia mientras contribuye a deteriorarla aún más mediante su utopía de las normas (memorias, evaluaciones, informes y más informes) y su refranero popular del haz lo que yo diga y no lo que yo haga.

El humo, tornado en símbolo de ofuscación, remite a la falta de rendición de cuentas; la cortina de humo educativa es la gran pantalla que oculta las relaciones de poder. Los gobiernos se agazapan tras pantallas de plasma mientras los sistemas educativos se refugian en imperdonables tasas de abandono escolar o en informes de calidad que prescriben normas sin ser honestos respecto de la teleología de la educación (además, los teólogos de la perfectibilidad al servicio de la OCDE también tienen sus pústulas, como La inutilidad de PISA para las escuelas).

La selva pedagógica: leones y corderos en la educación

Los docentes conforman el desmoralizado batallón en defensa de la excelencia educativa. El profesorado ha abrazado la inseguridad y la falta de identidad ocupacional del precariado desde la comodidad del funcionariado: los “maestros” son profesores, enseñantes, guías, orientadores, motivadores, capacitadores, paramédicos, pupilos, alcahuetes y hasta bufones. Los profesores son maestros desprestigiados, enseñantes sin suficiente conocimiento, guías desnortados, orientadores sin brújula, capacitadores sin autoridad, paramédicos sin recursos, pupilos tutelados por una impersonal formación permanente, alcahuetes de alumnos enamoradizos a pesar de una escuela refractaria al amor spinoziano y bufones de aprendices que no conciben una enseñanza despojada temporalmente de diversión (el enseñar deleitando horaciano transformado en un superficial éxtasis lúdico, una algazara pedagógica inaudita excepto en los modelos idealistas más desaforados; puede que sea el momento de integrar la literatura española en la literatura universal e incorporar a los programas educativos la conferencia de graduación Elogio del aburrimiento de Joseph Brodsky).

El alumnado agita los brazos en señal de auxilio, pero la cortina de humo cercena cualquier posibilidad de comunicación con el exterior. Los estudiantes avezados aprenden a caminar sobre las brasas sin quemarse, las tropas regulares se tiran al suelo para obtener algo de oxígeno y los “incorregibles” (los mal adaptados) se queman a lo bonzo para evitar los autos de fe a cargo de los ingenieros sociales (políticos, educadores, formadores profesionales, etcétera). Las aulas están llenas de leones y de corderos, y hemos confundido a los últimos con los primeros.

En la selva pedagógica hay varias antinomias educativas que claman al cielo: segregación (diversificación) frente a escuela inclusiva, especialización prematura o tardía, formación profesional o educación postobligatoria, y así sucesivamente. Los dos principios incompatibles de la antinomia son igualmente defendibles en determinadas circunstancias, lo que aboca a un problema sin solución. Así, la única salida a este cul-de-sac es abrir vías o válvulas de escape para que las opciones elegidas o las decisiones impuestas dejen de ser callejones sin salida. Nunca máis a la separación vulgar entre Ciencias y Letras (los estudiantes reclaman más libertad a la hora de elegir asignaturas: ¡oigan su clamor!), a itinerarios de Bachillerato que no desembocan en la selectividad (LOGSE), a ciclos de formación profesional que cierran el acceso a la universidad y a otras celadas de la educación. Una buena “fontanería educativa” nos protegerá contra los Guardianes de las Fronteras Epistemológicas.

La previsible estafa del sistema educativo

Los docentes se doblegan ante pedagogos que iluminan el sinuoso sendero de la enseñanza, y esta relación de dominación gnoseológica inspira a su vez la figura del formador de formadores, que obedece las órdenes de sus superiores, quienes a su vez buscan al jefe de todo esto en una jerarquía barroca llena de trajes y corbatas, pero nunca de tizas ni pizarras. La inspección evalúa, controla, amenaza, pero rara vez cuida o asiste. El previsible fracaso de la reforma educativa de Sarason ya forma parte del inextricable bosque pedagógico que nos impide ver los árboles. La reforma educativa ya no es un fracaso vaticinado, sino una farsa consentida, una estafa que aún ensalza el lecho igualador de Procusto, una chirigota que no llega a ser tal cosa porque a la escuela, ya sea pública, concertada o privada, nunca llegó el cáliz de la secularización (la LOMCE no solo consagra la segregación por sexos; su mejora educativa consiste en que la calificación de Religión valga, a efectos académicos, tanto como la de cualquier asignatura laica). En el primer gran templo del saber educativo, toleramos que la doxa se equipare a la episteme, igualando la búsqueda colectiva del conocimiento científico con la comprensible ansiedad en busca de refugio metafísico.

La desinformación de los informes: más Coleman y menos McKinsey

Revertir la desinformación calculada en materia pedagógica requiere más imaginación sociológica y menos retórica de la excelencia, por decirlo con las palabras del filósofo Andrea Zhok. Si nadie va a dignificar el sibilino léxico pedagógico, conviene olvidar el vocabulario vacuo, estéril y redundante del “aprender a aprender” y del “aprendizaje significativo”. Al decir de Alfred North Whitehead, la educación ha estado infestada de ideas inertes (y de ideas vacías, tal y como las entiende Peter Unger). Del informe McKinsey se desprenden estos mantras: “Ningún sistema educativo puede ser mejor que sus profesores” o “un sistema educativo tiene como techo la calidad de sus docentes”. Se ignoran las conclusiones pertinentes de estudios con indicadores sobre el estatus socioeconómico, como en el informe Coleman, y se disparan sentencias insidiosas sacadas del informe McKinsey o de otras consultoras igualmente escépticas con la labor docente. Un único libro como Escuela o Barbarie contiene más claves interpretativas que el actual tsundoku educativo, la pasión irrefrenable por acumular manuales e informes pedagógicos que anuncian tautologías y pseudoevidencias a los cuatro vientos.

Colocar un ladrillo en Jericó antes de que caigan las murallas de la educación pública

Siete sacerdotes derribaron los muros de Jericó al son de sus trompetas para llegar a la Tierra Prometida. En nuestra exégesis educativa, este relato bíblico hace referencia a los gurús de la creatividad, a los productores de talento y a todos los santones de la vieja o la nueva escuela (¡Marina es el Sumo Sacerdote!). Libertadores o inquisidores, todos albergan una solución balsámica basada en el voluntarismo. Se saca un ladrillo de la pared y se confía en que las murallas no cedan. El actual arcano educativo es un ars magica a medida del paradigma volátil de los mercados financieros: tocar los contenidos y las metodologías sin tocar las partidas presupuestarias, hacer más atractiva la profesión docente deteriorando las condiciones de la enseñanza, o trastocar los contenidos y la legislación para justificar la fuerza regeneradora del cambio por el cambio. La alquimia de la matriz DAFO convierte las debilidades en fortalezas y el sistema educativo eleva la hipocresía a disciplina maquiavélica: se pide atención individualizada a la vez que aumenta el número de alumnos por clase y se exige autonomía a los estudiantes cuando su código deontológico casi se limita a estar sentados y en silencio durante seis horas diarias (incluso en ausencia del profesorado, como atestiguan las Guardias). Mejorar la educación a golpe de monoteísmos metodológicos y apelaciones pragmatistas solo agrava la sensación de podredumbre imaginativa en la escuela.

Si rasgamos esta larga cortina de humo, quizás veamos las intrincadas relaciones de poder más allá del velo de Maya. Un sistema educativo debe acoger a sus moradores en lugar de hacinarlos y ha de otorgar las libertades y los derechos democráticos conculcados por un Leviatán poco dialogante; siguiendo esta metáfora animal sobre el poder, los pingüinos simbolizan un nuevo ethos de cooperación que por sí mismo no traerá grandes satisfacciones, como ya ocurrió con ciertos fetiches pedagógicos como el de la interdisciplinariedad. La escuela pública nunca será un Jardín del Edén ni desea tener una espada ardiente que impida la entrada, pero puede y debe regar el árbol del conocimiento. Para ello, se precisan análisis sistémicos, mayor transparencia informativa y poder de decisión real en todos los órdenes: alumnado, claustros, consejos escolares, asociaciones de madres y padres, sindicatos y equipos educativos.

Asimismo, se pueden marcar límites óptimos y directrices observables, comprobando la ambición de los legisladores en materia educativa. Sea esta una propuesta cándida y modificable a modo de ejemplo, sin ninguna pretensión normativa: un número máximo de grupos (cinco, como los dedos de una mano), de estudiantes por grupo (veinte, por el número de dedos de las extremidades), de horas lectivas (en la actualidad son treinta para los alumnos y diecinueve para los profesores, aunque antes eran dieciocho, se subió a veinte y recientemente se acordó una vuelta escalonada a las dieciocho), un número máximo de relaciones laborales, ya sean profesores o alumnos (ciento cincuenta, por la lógica antropológica del número de Dunbar), un número de horas semanales mínimo por asignatura (dos, que es el número más bajo que implica repetición), una distribución más equitativa de las responsabilidades con reducciones horarias (no más de dos cargos por persona), y así sucesivamente. Ni siquiera está en el debate que la educación pública se sostenga con libros de texto privados o que los profesores no tengan la oportunidad de impartir clase con otros profesores. Las grietas del sistema educativo no surgen por la falta de preparación del profesorado, pero si así fuera, no se entiende la utilidad de aumentar la formación obligatoria de cada especialidad si en la práctica cotidiana muchos profesores imparten “materias afines”. La falta de formación es otra cortina de humo, una pantalla de oscuridad detrás de otros velos de negrura que anulan la posibilidad de localizar la Estrella Polar del sentido común.

Si empedramos bien el camino hacia el reino ficticio de Oz (y desterramos, de una vez por todas, ciertas utopías tecnológicas al estilo de la Nueva Atlántida), el alumnado estará en condiciones de descubrir que el gran mago no era más que un pequeño farsante.

Conclusión asamblearia

Los chivos expiatorios de la escuela se transmutan en columnas de humo que escamotean el entendimiento de la complejidad educativa. Este manifiesto ha querido recordar el valor de la vieja divisa educativa, que sigue respondiendo al movimiento pendular de reprimir y liberar más que a las consignas de la Ilustración (movimiento que revela, a juicio de Carlos Lerena, la connivencia y las contradicciones de la educación con el poder establecido). El previsible fracaso de la reforma educativa es más evidente que nunca y la disyuntiva entre Escuela o Barbarie tiene que superarse con una reformulación de las relaciones de poder. No escudriñar esa posibilidad implica entregarse a una derrota que nos aguijonea con el veneno del nihilismo. Por lo demás, una escuela vagamente ilustrada y poco democrática que entona loas en torno a los principios del pluralismo, la libertad y la justicia se erige en su peor enemiga.

Tenemos muchas cortinas de humo que forman una atmósfera tóxica, demasiados chivos expiatorios exhaustos e inermes. Hay multitud de cantos de sirena y ningún vademécum. De haberlo, no será el fruto de un esfuerzo individual, sino una red de cortafuegos creada por testarudos retenes del conocimiento.

Andrés Lomeña Cantos es doctor en sociología, autor de Ficcionología, colaborador de Common Action Forum y ejerce como profesor de filosofía en un instituto público.

Fuente: www.sinpermiso.info, 8-7-18

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