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100.000 docentes no cualificados en EEUU: por qué ya nadie quiere ser profesor

Por: Fareed Zakiara

Este mes tuvo lugar la Semana de Apreciación del Profesorado, y yo tenía la intención de escribir sobre este asunto, pero un tema más inmediato se cruzó en el camino. Esa es una metáfora apta para las tribulaciones de los profesores en EEUU a día de hoy. Vivimos en un entorno mediático en el que lo urgente a menudo desplaza a lo importante. Pero esta semana voy a mantener mi plan.

En “Al este del Edén”, la magistral novela sobre el Oeste americano, John Steinbeck escribe: “En el campo, el repositorio de las artes y las ciencias era la escuela, y el profesor transportaba y custodiaba la antorcha del aprendizaje y la belleza… El profesor no era solo un modelo intelectual y un líder social, sino la gran pieza matrimonial de la región campestre. Una familia podía, de hecho, sentirse orgullosa si uno de sus hijos se casaba con un profesor”.

El salario medio de un profesor en muchos estados está por debajo de los 50.000 dólares anuales. Los profesores en Virginia Occidental se pusieron en huelga hace unos meses para exigir sueldos más altos, y el Gobierno aceptó un incremento de un 5%, lo que significa que el salario medio crecerá a solo 48.000 dólares al año. Como muchos estados, Virginia Occidental no ha restablecido los gastos en educación tras recortarlos masivamente tras la crisis financiera hace una década. El año pasado, la financiación por estudiante aún estaba entre un 8 y un 28 por ciento por debajo en cinco de los seis estados donde los profesores se han puesto en huelga, según un estudio del Centro sobre Presupuesto y Prioridades Políticas.

John-David Bowman, un profesor de instituto de Mesa, Arizona, posa para la cámara. (Reuters)
John-David Bowman, un profesor de instituto de Mesa, Arizona, posa para la cámara. (Reuters)

Con bajos salarios y magros recursos, los educadores estadounidenses se queman y dejan la profesión en una ratio que duplica la de algunos de los países con mejores resultados, como señala Linda Darling-Hammond, del Instituto de Políticas de Aprendizaje. Dado que un 35% menos estadounidenses han estudiado para convertirse en profesores en los últimos años, indica, hay una escasez masiva de profesores, lo que fuerza a las escuelas de todo el país a contratar a más de 100.000 personas que carecen de la cualificación adecuada. De hecho, según el New York Times, es tan difícil encontrar estadounidenses cualificados para las escuelas públicas que muchos distritos están empezando a contratar instructores de países de bajos ingresos, como Filipinas.

Pero no todo tiene que ver con los salarios. Un veterano educador con el que hablé, que empezó trabajando en California en los años 60, recordaba esa “edad dorada” en la que tenía amplios recursos para usar en el aula, iba a seminarios para desarrollar sus capacidades y se sentía realizada. Hoy, los profesores tienen muy poco tiempo o dinero para nada de eso. Una encuesta reciente entre profesores de centros públicos descubrió que el 94% paga los repuestos del aula de su propio bolsillo, sin reembolso, con un gasto medio de 479 dólares al año.

Sí, la educación es un asunto muy complicado. El mero hecho de gastar más dinero no garantiza resultados, aunque hay estudios que indican que hay una correlación significativa entre el pago a los profesores y los logros de los estudiantes. Sí, la burocracia educativa es rígida y a menudo corrupta. Pero todo eso enmascara el problema central: durante los últimos 30 años, como parte del asalto al Gobierno, los burócratas y el sector público en general, ser profesor en EEUU se ha convertido en un trabajo desagradecido. Y sin embargo, enseñar es la única profesión que hace posibles todas las demás.

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Andreas Schleicher: «Las reformas educativas necesitan algo más que la palabrería de los políticos»

España/26 de Mayo de 2018/ABC

Entrevista a Andreas Schleicher

Por: ABC

El director de Educación de la OCDE, Andreas Schleicher, cree que ante un mundo en constante cambio las universidades reaccionan en muchas ocasiones con lentitud

Algunos estudios señalan que muchas de las actuales carreras universitarias no se adecúan a las necesidades reales de las empresas. ¿Comparte esta opinión?

—Desde luego. El mundo no para de cambiar y las universidades son lentas y tienen sistemas de gestión muy conservadores. Y cuando la velocidad va realmente muy rápido, ser muy lento en adaptarse a los cambios supone que pierdes relevancia rápidamente. Esta es la razón por la que tenemos este cóctel tóxico de graduados universitarios que tienen dificultades para encontrar un empleo, mientras que las empresas aseguran que no encuentran trabajadores con la capacitación que necesitan. Pero sería un error miope reducir el papel de las universidades solo a producir capacidades para las compañías de ahora. Las universidades están ahí para transmitir el significado del pasado y preparar a los jóvenes para su futuro, no para nuestro presente. Si tuviera que opinar sugeriría que cada joven haga dos licenciaturas: una de la que poder vivir y otra para sus pasiones, sus sueños y para prepararse para nuestra próxima sociedad.

«Estamos trabajando para ampliar el abanico de conocimientos y capacidades en el análisis de PISA, para que progrese»

—¿Cree que las universidades preparan a los estudiantes para el mundo actual, mucho más tecnológico que antes?

—Hay de todo. Hay algunas universidades más abiertas, orientadas e interconectadas que los sistemas de educación públicos, pero otras tienen todavía un largo camino por recorrer.

—Usted es el creador del popular test de PISA que mide la calidad educativa de los países y que ha recibido numerosas críticas. ¿Sigue defendiendo su método, haría algún cambio?

—La gente se queja así. En cada examen de PISA tenemos más países que se unen para aprender con y de otros países y PISA les proporciona la plataforma para ello. No se trata de copiar y pegar soluciones de otros países, sino de mirar de manera seria y desapasionada las buenas prácticas en nuestro propio país y lo que se hace fuera para llegar al conocimiento de qué trabajos y en qué contextos funcionan y aplicarlos así de manera consciente. De hecho, un esfuerzo consistente de mirar hacia fuera e incorporar los resultados de lo que se ha aprendido a la política y las prácticas es el común denominador de los países que sacan los mejores resultados. Hay que contrastar esta actitud de mirar hacia fuera con la de esas otras personas que prefieren sembrar dudas sobre PISA cuando los resultados demuestran que su sistema educativo ha sacado mala nota, y además consideran que es humillante hacer comparaciones con lo que ha sucedido en otros países. Este asunto es una pieza fundamental entre los países que hacen progresos en educación y los que no. Esta distinción se hace también entre los sistemas educativos que se sienten amenazados por otros métodos alternativos de pensar y los que están abiertos al mundo y preparados para aprender de y con los líderes de la educación en el mundo.

Pero, dicho lo anterior, hay algunos aspectos en los que PISA necesita desarrollarse. Hay algunas críticas en el sentido de que nuestro test solo analiza un número limitado de resultados educativos, y por eso estamos trabajando duro para ampliar el abanico de conocimientos y capacidades, para que PISA progrese. La evaluación de 2012 de PISA sobre capacidades creativas para resolver problemas, la evaluación de 2015 sobre capacidades para resolver problemas en grupo y, finalmente, el informe de este año sobre competencias globales son buenos ejemplos de los progresos que hacemos. Además PISA está persiguiendo arrojar resultados más abiertos y más locales. Como conclusión diría que PISA ha empezado a desarrollar unos instrumentos de fuente abierta que las escuelas pueden utilizar para desarrollar sus propias calificaciones PISA. Este nuevo test basado en la metodología de PISA para las escuelas proporciona comparaciones con otras escuelas en el mundo, algunas de ellas muy parecidas y otras muy diferentes.

—¿Diría que la educación es casi siempre una cuestión de dinero, en el sentido de que mejora cuantos más fondos tiene una escuela o una universidad?

—El dinero importa mucho pero hasta cierto punto. La mayoría de los países de la OCDE están bastante más allá del punto en el que el dinero es el principal factor del éxito de la educación. Necesitamos pensar seriamente sobre la manera de mejorar la calidad de la enseñanza, y en la manera de atraer a los profesores con más talento a las escuelas y universidades más exigentes.

«El mundo no para de cambiar y las universidades son lentas y tienen sistemas de gestión muy conservadores»

—¿Qué decisiones tomaría si fuera ministro de Educación en España?

—La tarea fundamental es lograr un amplio consenso sobre una reforma educativa que incluya a los profesores. Esa sería sin duda la tarea más importante y la prioridad que yo acometería. Hacer consultas de manera regular ayuda a crear confianza y a aumentar el conocimiento de las preocupaciones de los otros, lo que crea un clima de compromiso. Cuando los políticos se convierten en administradores de la desconfianza, y cuando aferrarse a una posición es más importante que usar el sentido común perdemos la capacidad de cambiar y desarrollar ideas sobre la base del diálogo. Donde los profesores no son incluidos de manera natural en el diseño de las refomas es improbable que ayuden a su implementación. Este asunto necesita algo más que palabrería. En algunos países la gente habla de manera condescendiente sobre la falta de capacidad de los profesores, pero el mayor problema es que los políticos a menudo no tienen demasiada capacidad y experiencia, que por otra parte está adormecida entre los profesores, porque todos sus esfuerzos se centran en seguir las instrucciones de los diferentes gobiernos dentro de sus clases más que en desarrollar las mejores prácticas desde las clases al sistema educativo. Hemos aprendido mucho de las dinámicas relacionadas con nuestras revisiones de evaluaciones y prácticas de evaluación.

Fuente: http://www.abc.es/formacion/abci-reformas-educativas-necesitan-algo-mas-palabreria-politicos-201804260010_noticia.html

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Cómo conseguir que la investigación educativa impacte en la práctica de los profesores.

Por: Haylen Perines. Aula Magna 2.0. 23/05/2018

Instituto interdisciplinario de de Ciencia y Tecnología. Universidad de La Serena. Chile

Muchas veces la investigación y la práctica educativa avanzan por caminos radicalmente distintos, antagónicos, casi irreconciliables: ambos se enfrentan a una compleja relación que incide en el trabajo de los profesores no-universitarios y de la escuela en su conjunto.

Los investigadores y los agentes educativos (como directores y docentes) tienen diferentes expectativas de la investigación: quienes trabajan en las escuelas buscan nuevas soluciones a los problemas concretos que los aquejan, mientras que los investigadores buscan generar y publicar nuevos conocimientos. Por esa razón, desde el artículo de Kaestle (1993) hasta aportaciones más recientes (Murillo y Perines, 2017) varios  autores han cuestionado el impacto real de la investigación en la educación y su insuficiente contribución para que esta supere sus dificultades y optimice sus procesos.

Podríamos resumir en seis las causas principales de la crisis de la investigación en relación a sus repercusiones en la práctica docente.

  1. La lucha de intereses entre la política y la investigación educativa: superar la esquiva vinculación de los resultados de investigación con la práctica docente requiere una cooperación entre investigadores y políticos que no siempre es fácil de lograr. Quizás en los últimos años haya mejorado algo la relación entre la investigación y la política debido al interés mutuo por escuchar sus demandas y necesidades. Sin embargo, sigue siendo un desafío necesario de enfrentar a través de sinergias de colaboración más sistematizadas y prolongadas en el tiempo.
  2. La escasa formación en investigación de los futuros docentes: debido a la diversidad de contextos institucionales, la investigación no se establece como una norma básica de preparación profesional, por lo que el lugar que ocupa en el currículo suele depender de las decisiones internas de cada institución.
  3. La explicación “simplista” de la transferencia de los conocimientos a la práctica docente: es un grave desacierto plantear las relaciones entre la investigación educativa y la práctica de los profesores desde modelos explicativos tradicionales, basados en el esquema simplista investigación-difusión-desarrollo-implantación, que supone que todo sucede de un modo mecánico y unidireccional: se investiga, se difunde, se realizan acciones concretas y eso genera automáticamente una buena práctica educativa.

Los esfuerzos de producción y uso del conocimiento deben centrarse en que los agentes educativos, como directivos y docentes, accedan a la información que proporciona la investigación con la misma facilidad que lo hacen los investigadores. El conocimiento es realmente transferido cuando los estudios y artículos son leídos, evaluados y examinados por todos los que participan en las decisiones educativas.

Uno de los mecanismos para mejorar la transferencia de los saberes es la “transformación” de los conocimientos que provienen de los estudios en herramientas más cercanas a la realidad de las escuelas, lo que generaría un mayor interés de directores y profesores en la investigación. Eso implicaría, en primer lugar, un análisis del vocabulario que emplean los estudios, ya que uno de los aspectos que aleja a los profesores de los artículos es el lenguaje que utilizan para comunicar sus resultados.

  1. La desvalorización de los saberes de los docentes: los investigadores centran su atención en el conocimiento formal que generan, sin considerar las experiencias y la forma de relacionarse con el mundo que tienen los docentes. Sin embargo, sólo si la investigación es capaz de reconocer, valorar y aprender de los saberes producidos por los profesores logrará desarrollar trabajos que despierten su interés por conocerlos y aplicarlos. El desafío para lograr que los profesores se sientan más cercanos a la investigación educativa está en observar el escenario en el que el docente construye su profesión, con sus limitaciones, fortalezas y experiencias: se necesita una mirada mucho más profunda sobre su trabajo.
  2. La desconfianza hacia los artículos de investigación: muchos docentes, cuando leen un artículo, sólo centran su lectura en los resultados y no en las ideas y evidencias que se exponen en la revisión teórica y en la metodología. Para ellos, una idea es más creíble cuando está relacionada con su experiencia, por tanto buscan datos concretos y útiles en el apartado de los hallazgos.

Docentes e investigadores tienen distintas maneras de evaluar las ideas de artículos científicos y diferentes formas de incorporar la información de estos a su bagaje de conocimientos. Para los investigadores, la credibilidad de un artículo depende de la evidencia empírica y objetiva que presenta. En cambio, para los profesores un artículo tendrá mayor credibilidad si se relaciona con la realidad de su aula.

  1. Los criterios de evaluación de la investigación en España: las investigaciones están condicionadas por ciertos elementos de prestigio y ascenso que permiten a los investigadores promover su carrera pero que, al mismo tiempo, generan una barrera con los intereses del profesorado. Los investigadores se centran y se esfuerzan en publicar artículos JCR para obtener los anhelados sexenios, por lo que impactar en la práctica educativa o ser leído por los profesores no está precisamente entre sus prioridades. Probablemente tienen la buena intención de escribir artículos que tengan una utilidad en la práctica, pero también son conscientes de que su actividad investigadora está siendo evaluada de acuerdo a determinados parámetros, e intentan acercarse a ellos.

Superar todas estas dificultades que atraviesa la investigación educativa, y, por consiguiente, “sacarla” de su momento crítico, implica la realización de esfuerzos en una serie de aspectos fundamentales que son imprescindibles.

  1. Cambios en los programas de formación inicial y permanente de los profesores: la preparación de los docentes en temas de investigación es escasa no sólo en los programas de magisterio, sino también en las capacitaciones que se llevan a cabo dentro de sus respectivas escuelas. Esto genera que los profesores simplemente no conozcan la investigación educativa, por lo que es casi entendible que la rechacen. No es fácil aceptar la información proveniente de formas académicas que no forman parte de las enseñanzas que han recibido, y aún menos de su rutina diaria. Por ende, los programas deben dar más espacio a la investigación en sus asignaturas y los cursos de formación permanente deben incluir aspectos de ella entre sus contenidos. Es verdaderamente real la necesidad de una preparación investigadora en los futuros docentes: si estos logran implicarse con la investigación de manera responsable, informada y persistente en el tiempo, pueden ampliar sus puntos de vista en la búsqueda de mejores soluciones a los problemas de su práctica.
  1. Cambios en los modelos tradicionales de transferencia de los conocimientos: la transferencia actual de los conocimientos utiliza formas bastante rígidas y poco flexibles para comunicarse. El conocimiento debe “movilizarse”, salir, difundirse, generar debate, tener consecuencias y repercusiones en la práctica educativa. En este sentido resulta interesante mencionar un concepto relativamente actual que ha ido tomando forma en el contexto internacional: el Knowledge Movilization, que intenta superar la distancia entre la producción de conocimientos, sus repercusiones prácticas y la política. Por otra parte, los investigadores debemos hacer mayores esfuerzos para modificar la forma en la que nos relacionamos con los profesores. Por ejemplo, cuando nos acercamos a una escuela a realizar un trabajo de campo obtenemos los datos que buscamos y posteriormente enviamos un informe al centro en el que describimos los resultados, pero eso no es suficiente para generar instancias comunicativas; lo que hace falta es que los investigadores nos acerquemos a los docentes de una forma más cotidiana y simétrica, en la que narremos los hallazgos obtenidos y los discutamos con ellos.
  1. Cambios en los criterios de evaluación de la actividad investigadora: es obvio que el trabajo de los investigadores educativos debe ser evaluado. Sin embargo, para que los investigadores no nos encerremos exclusivamente en la publicación en revistas JCR (que los profesores jamás van a leer), la administración educativa debe promover cambios en la forma de evaluar. También deberían ser bien valoradas otras iniciativas, por ejemplo, la realización de investigación-acción con los docentes o la publicación en revistas de difusión. No se trata de renunciar a las revistas que exigen artículos de calidad, porque estas publicaciones son importantes y necesarias, lo que se debe hacer es diversificar los criterios con los que se evalúa lo que hacemos.

Las líneas de investigación que pueden surgir a partir de esa investigación pueden incluir estudios empíricos centrados en lo que piensan los docentes acerca de la investigación o en cómo observan esta realidad los propios investigadores. Contar con ambos puntos de vista sería muy valioso para seguir construyendo puentes comunicativos entre ellos. El objetivo final es que los investigadores no estemos escribiendo para una ‘academia’ reducida y exclusiva, que nada tiene que ver con la realidad de las aulas.

*Fuente: https://cuedespyd.hypotheses.org/3541

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Joan Girona: “Lo que más influye en el aprendizaje es el entorno familiar”

Por: blog.tiching.com/ 18-04-2018/ Joan Girona

Durante muchos años la educación ha sido garantía de una mejora en la vida de las personas. ¿Podemos continuar considerando que es un ascensor social?
En mi época sí lo era. Estudiar una carrera y tener estudios te garantizaba tener un lugar de trabajo mucho mejor que aquel que no lo hacía. Ahora no es así. Estudiar ayuda, aumenta las competencias, pero no te asegura en absoluto un futuro mejor.

¿Qué consecuencias tiene esto?
Pues, de forma inmediata, que muchos adolescentes se desanimen. Acaban la ESO y no encuentren sentido o motivación a continuar ligados a los estudios. Ven a personas cercanas con carrera que están repartiendo pizzas, y los que trabajan de lo suyo lo hacen con condiciones precarias.

¿Cómo podemos motivarles para revertir esta situación?
Yo creo que es muy difícil si solo planteamos el estudio con el fin de trabajar, y no como un elemento de cambio de la sociedad. Los profesores deberían estar implicados en esto, en hacer de la educación la punta de lanza de una sociedad que crezca, que madure, que sirva para vivir mejor y no solo para ganar dinero con una profesión.

¿Qué elementos cree que acentúan la desigualdad en el colegio?
Lo que crea más desigualdad, obviamente, es la situación de llegada de los chicos y chicas al instituto. Cada uno viene con su mochila vital. Quien tiene una familia que quiere y puede ocuparse del futuro de sus hijos parte de una situación mucho mejor que uno que no se encuentra en esta situación.

¿Y en las aulas se acentúan estas desigualdades?
Hay prácticas que las pueden acentuar, sí. Los deberes escolares, por ejemplo, crean más brecha entre estos dos tipos de niño. Porque el que tiene una familia pendiente, recibirá ayuda y atención para realizar sus tareas, podrá trabajar en un lugar tranquilo y los hará bien. Un adolescente en cuyo hogar se vive tensión por la situación económica o social en la que se encuentra la familia no podrá trabajar de la misma manera.

Hogar y escuela son determinantes entonces para el desarrollo de los chicos y chicas.
Las pruebas PISA por ejemplo, si algo han demostrado es que lo que más influye en el aprendizaje es el entorno familiar y no la escuela. Hay que incidir en conseguir que la gran desigualdad que existe a nivel económico y social se reduzca al máximo. Esto no significa que la escuela no pueda hacer cosas. Los profesores deben preocuparse, por ejemplo, de que todas las salidas que organice la escuela sean aptas para todos los bolsillos y que ningún niño quede marginado al respecto. Hay que buscar alternativas para que ningún niño se sienta desigual en el colegio.

¿Qué margen tienen los profesores para intentar compensar las desigualdades?
Los profesores pueden preocuparse por hacer una atención personalizada a los alumnos, y dedicar más tiempo a aquellos que tienen una situación más desfavorable de partida. El que está suficientemente estimulado e interesado porque en casa le motivan no necesitará tanta atención como el que no vive una situación óptima en su hogar.

¿No hay peligro de caer en el trato desigual?
No se trata de igualdad, si no de equidad. No podemos dar a todos lo mismo porque no todos tienen las mismas necesidades. Este es un trabajo que los profesores pueden y deben hacer. De todas formas, lo que no es asumible es que cada vez hayan más alumnos por profesor, esto dificulta mucho la atención personalizada. Deberíamos exigir que haya menos alumnos por aula, pero no hay suficiente fuerza social para lograrlo.

¿Por qué cree que no hay suficiente fuerza? ¿La sociedad no lo percibe como una prioridad?
En general la gente cree que como los niños en los colegios están bien cuidados y contentos, no hay problema. Preocupa mucho más la sanidad que la educación. Lo que se hace dentro de los colegios e institutos no es motivo de preocupación de una mayoría.

¿Internet acentúa las desigualdades? No todos los niños tienen la misma facilidad para acceder a internet fuera de las horas lectivas.
Otro tema de desigualdad. Siempre habrá un porcentaje de familias que no tendrán acceso a internet. Yo diría que la mayoría de centros tienen aulas de informática, ordenadores, internet… deberían mantener estos espacios abiertos más allá de las horas lectivas para que los estudiantes tuvieran acceso. Esta sería una manera de paliar esta desigualdad. Lo pueden hacer las bibliotecas, los centros cívicos, etc. Hay alternativas para que todo el mundo pueda tener acceso a ello.

¿Y respecto a los dispositivos mòviles? Existe un fuerte debate sobre si utilizarlos en clase o no.
Este es un problema delicado. Se habla mucho, por ejemplo, de utilizar los dispositivos móviles en las aulas, pero en la mayoría de centros están prohibidos. Esto es un error. Nuestros niños y niñas de hoy en día han nacido en una sociedad digital, es absurdo que les eduquemos al margen de esto. Soy partidario de que las nuevas tecnologías deberían estar presentes en las aulas como los libros, los lápices o la pizarra.

Pero no todos los chicos y chicas tienen acceso a estas tecnologías porque son caras.
Hay centros en los que a los alumnos se les pide adquirir una tableta en primero de la ESO. Esto les sirve para los 4 siguientes cursos y ya no tienen que comprar ni libros de texto, ni libretas, etc. Vale la pena la inversión.

¿Qué le diría a los profesores que no lo ven claro?
El profesorado ha tenido que aprender sobre la marcha y les da reparo utilizarlas en el aula. Sobretodo por si los alumnos saben más que ellos. Los niños saben utilizar la técnica de estas cosas, nuestra función es que las entiendan y que sepan para qué usarlas. Buscar algo en un rastreador es fácil, pero discernir qué respuestas son más válidas que otras no lo es. Hay que darles criterio para escoger, para seleccionar.

Los chicos y chicas en situación de vulnerabilidad económica y social a menudo también tienen falta de atención emocional. ¿Pueden los profesores hacer algo al respecto?
“Mis padres me han dejado de querer” oía muchas veces en el colegio. La situación de muchas familias hace que muchos padres al final del día no tengan aliento para manifestar a sus hijos lo mucho que les quieren. Esto es muy duro, sobre todo para los niños y niñas. Empezamos a concienciarnos de esta situación. Los profesores no solo hemos de enseñar contenidos y materias, junto con las familias somos los adultos de referencia de estos chicos y chicas. Todo aquello que digamos y hagamos les impacta.

¿Por ejemplo?
La forma en que les recibimos en clase o cómo les despedimos, cómo ensalzamos sus logros o corregimos sus errores. En todo transmitimos emociones, por lo que hay que saber hacerlo de forma justa y consciente. Acogemos personas, niños y adolescentes, que están sufriendo, que viven, que tienen ilusiones y miedos. Hay que tenerlo presente durante el día a día. Y de la misma forma que les comentamos si un ejercicio lo han hecho bien o mal, deberíamos preguntarles si les ha gustado hacerlo, si se han sentido inseguros o si lo harían de otra forma.

¿Qué consejos daría a los profesores?
Los docentes deben pensar que son referentes de las criaturas, más de lo que hacen que de lo que dicen. Les afecta y les influye la actitud con la que les tratamos y de esto debemos ser conscientes. Los profesores enseñamos, pero también educamos. La instrucción se puede aprender en cualquier sitio, pero la relación del adulto y el niño solo la podemos transmitir en el colegio, en este caso.

Los docentes siguen siendo, por lo tanto, un referente.
Sí, y esto nos lleva a otra reflexión, y es que la educación está muy feminizada. Hay pocos profesores hombres y esto deberíamos revertirlo. Los niños y niñas deben tener los dos referentes en la escuela.

¿Hay una relación directa entre el nivel socioeconómico de las familias y la conflictividad en los centros?
Yo creo que no, porque conflictos hay en todas partes. Si bien es cierto que, por ejemplo, los centros privados o concertados intentan esconder esos casos al máximo. Sí que es cierto que desde que hay crisis, la inestabilidad de los alumnos ha cambiado y eso se puede notar en las aulas.

¿Pero conflictos hay en todas partes?
Por supuesto. Nos falta comprender cómo son los adolescentes, que se rebelan contra la autoridad, contra los límites. Un adolescente que en toda la ESO no se ha rebelado nunca debe tener algún problema en su proceso de madurez.  Pero no se enfadan con la persona, se enfadan con el límite que les has puesto. Si nos concienciáramos de esto, seguramente la reacción de muchos profesores serían menos visceral y los conflictos disminuirían mucho.

¿Por qué se forman guetos?
Los guetos se producen por la mentalidad social y las políticas de la Administración. Los alumnos deberían distribuirse desde una oficina central de educación y de esta forma paliaríamos un poco la formación de escuelas gueto. Pero si en los centros se concentran números elevados de inmigrantes o de niños de etnia gitana, muchas familias optan por cambiar a sus hijos de escuela porque creen que esto les perjudica.

Fuente entrevista: http://blog.tiching.com/joan-girona-lo-que-mas-influye-en-el-aprendizaje-es-el-entorno-familiar/

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Iberoamérica mejora el acceso a la educación pero falla en calidad, dicen los expertos

Brasil/24 de Febrero de 2018/Autores: nbo/ass/mah/La Vanguardia

Los países iberoamericanos mejoraron el acceso a la educación, pero tienen el desafío de garantizar más calidad e igualdad a los alumnos, defendió hoy el director de educación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Andreas Schleicher.

«Iberoamérica hizo muchas conquistas, en especial respecto al acceso de los niños y jóvenes a las escuelas. El principal desafío de la región ahora es mejorar la calidad y la equidad de la educación en estos países», explicó a Efe Schleicher, quien está en Sao Paulo para discutir con expertos y secretarios de educación iberoamericanos los resultados del informe trienal Pisa.

El director destacó los «resultados positivos» de Colombia, Perú y Brasil, además de Portugal, país cuyos esfuerzos calificó de «muy exitosos» para el avance de las habilidades de aprendizaje en los últimos 15 años.

La reunión de este martes tiene como punto clave discutir y definir las «políticas educativas que hay que llevar adelante» en la región, según afirmó el director subregional de la Secretaría General Iberoamericana, Alejo Ramírez.

«En términos generales, el gran logro de Iberoamérica fue el aumento de la tasa de participación educativa, con algunos rasgos de aumento en la calidad. Por otra parte, la desigualdad socioeconómica aún es un gran desafío», declaró Ramírez.

Para el director, el informe Pisa, el cual fue analizado hoy, se es un importante indicador para analizar y mejorar la calidad educativa, aunque, subrayó, hay que tener en cuenta otros factores de investigación más allá de «tan solo tres elementos».

«Una región como la nuestra, que es una región diversa, desigual y compleja, requiere no solamente elementos y análisis puntuales sino también poner en contexto otros elementos. El índice Pisa es un componente adicional para mejorar nuestra calidad educativa», enfatizó.

Pese a los «acalorados debates» que acompañan la divulgación del informe, opinó Ramírez, los secretarios de educación están de acuerdo que la «desigualdad socioeconómica determina la calidad educativa», por lo que se hace fundamental la implementación de políticas públicas concretas orientadas a la educación.

«Es la calidad en la enseñanza infantil, básica y secundaria que determinará un cambio estructural en la perspectiva de futuro de los jóvenes», afirmó el ministro de Educación de Brasil, Mendonça Filho.

El año pasado, el gobierno brasileño aprobó una reforma en la enseñanza secundaria que incluye, entre otras medidas, un currículum común a todas las escuelas del país -que deberán se adecuar a las nuevas reglas hasta el final de 2020-, y la capacitación de los profesores.

En línea con Brasil, España viene discutiendo en las últimas semanas un pacto educativo nacional para «revisar mejoras» en el ámbito educacional, según apuntó el secretario general de universidades español, Jorge Sainz González.

«Algunas situaciones (expuestas en el informe Pisa) son comunes para todos los países iberoamericanos, en las que se puede invertir en mejorías. Hoy es un momento importante de compartir, ver resultados y ver como distintos proyectos dan distintos frutos en distintos países», completó.

Participaron en el último examen Pisa, en 2015, más de medio millón de estudiantes de 15 años, provenientes de 72 países, y que fueron evaluados en asignaturas como ciencias, matemáticas, nociones financieras, resolución de problemas y lectura.

Aunque los líderes iberoamericanos discutirán diferentes abordajes para solucionar el problema educativo en esta región, Sainz sintetizó el principal reto común de la zona.

«Políticas educativas no tienen un impacto inmediato en la sociedad. Es un impacto futuro, pero que tiene mucha relevancia. Se trata de un futuro muy competitivo donde todo los países están invirtiendo tiempo, dinero y capacidad en mejorar los resultados educativos en todo el mundo, por lo que tenemos que hacer nuestra parte», concluyó

Fuente: http://www.lavanguardia.com/politica/20180220/44945899118/iberoamerica-mejora-acceso-a-educacion-pero-falla-en-calidad-dicen-expertos.html

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La educación en 2030: una escuela menos relevante y un aprendizaje más individual

Por: Daniel Sánchez Caballero

Expertos dibujan cómo será la escuela del futuro en el año 2030.

«El sistema educativo está agotado, aburre a los alumnos, por eso hay tanto fracaso», opinan los especialistas.

Los centros dejarán de ser la única fuente de conocimiento, que pasará principalmente por los contenidos online, según una encuesta entre autoridades de la materia.

Los profesores pasarán de ser transmisores del conocimiento a ejercer de guías de los alumnos.

Los colegios e institutos tienen ordenadores, pizarras digitales, wifi. Los profesores tienen blogs o páginas web en las que cuelgan apuntes, ejercicios o información general e interactúan con sus alumnos. Algunos centros hasta tienen apps para pasar lista y comunicar a los padres ausencias injustificadas de sus hijos. Pero si se rasca un poco la escuela sigue teniendo una estructura básicamente decimonónica, anclada en tiempos pasados. No se ha acabado de modernizar en su conjunto más allá de introducir elementos modernos.

Pero la tecnología avanza cada vez más rápido y todo acaba llegando. Así lo creen al menos expertos de todo el mundo, que vaticinan grandes cambios desde ya mismo —algunos más visibles, otros menos— que configurarán una nueva escuela para el año 2030. Una escuela que perderá su papel preponderante como principal fuente de conocimiento frente a internet, donde las tradicionales clases magistrales desaparecerán, el profesor cambiará su rol —de impartir conocimientos a ejercer de guía de los alumnos—, el curriculum será más individualizado para cada estudiante y los conocimientos académicos perderán peso en favor de las habilidades personales y las competencias.

Esta es la escuela que imagina para dentro de 15 años la  organización WISE(Cumbre Mundial por la Innovación en Educación, en sus siglas en inglés, creada en 2009 por la Fundación Qatar), según el resultado de  una encuesta llevada a cabo entre 645 de sus miembros, expertos en educación entre los que destacan nombres como el lingüista Noam Chomsky o el profesor Sugata Mitra o ex políticos de primer nivel.

De escuelas, métodos y docentes

Quizá uno de los cambios de futuro más importantes que se avecinan en la escuela es el que sufrirán los centros. El 93% de los encuestados por WISE sostiene que los colegios evolucionarán hacia métodos más innovadores. La tradicional clase en la que un maestro se sitúa frente a sus alumnos y les «suelta un rollo» ya no sirve. Más aún, como sostiene Elena Martín, catedrática de Psicología Evolutiva y de la Educación, «las clases organizadas en filas y columnas deberían ser inadmisibles».

Antonio Moreno, catedrático de Didáctica y Ciencias Experimentales de la Universidad Complutense de Madrid, cree que «el sistema educativo está agotado, no da más de sí. La escuela tradicional es un aburrimiento, por eso hay tanto fracaso». Muchos comparten análisis. «Los alumnos hace diez años escuchaban, ahora ya no», explica Manuel Jesús Fernández, director del instituto Virgen del Castillo de Lebrija (Sevilla). Motivo por el que decidió implantar el aprendizaje por proyectos y le está funcionando. Se ha vuelto a ganar a sus alumnos.

John Mahaffie, uno de los principales estudiosos de la educación del futuro y miembro de WISE, añade que «la gente suele pensar que para innovar hay que gastar dinero y dar a cada estudiante una tablet o notebook, pero hay enfoques no tecnológicos mucho más interesantes. Por ejemplo, cambiar la rigidez del sistema actual de clasificar a los niños por su edad».

El propio papel de las escuelas se intuye como otro de los grandes campos de discusión y cambio en un futuro. Algo menos de la mitad (un 43%) de los 645 expertos de WISE considera que los contenidos online pasarán a ser la primera fuente de conocimiento frente a la escuela física o el entorno social y personal del alumno. Nuria Miró, directora del  colegio Montserrat de Barcelona y miembro de WISE, coincide en que «se discute mucho sobre si la escuela debe pervivir como el lugar de aprendizaje. Yo no creo que vaya a desaparecer, será un ámbito más», opina. Miró entiende la escuela como «un catalizador de los intereses de los alumnos, los intereses sociales, de lo que pasa en el barrio, etc. para que todo sea una comunidad de aprendizaje».

En esta línea se manifiesta también Moreno. «A la escuela hay que descargarla de tanta responsabilidad. Yo hablo de municipio o el barrio escolarizado, transferir a estos entornos competencias del ámbito extraescolar», explica. Según este experto, «dar más participación a las familias, a las instituciones locales, dará más sentido social a la escuela, que es lo que debe tener».

El rol de los profesores es otro de los cambios que verán las escuelas, según WISE. Los expertos de esta organización apuestan mayoritariamente (73%) por un docente que pasará a ejercer de mentor o guía de un alumno que construirá su conocimiento a partir de diferentes fuentes y no como transmisor casi único del conocimiento como sucede hasta ahora (19%).

Moreno, profesor de futuros profesores, coincide: «El maestro es una persona que colabora en este proceso, en que la formación vaya dirigida en este sentido. Administrando también los saberes, a ser un orientador además de un promotor de saberes. De técnicas de estudio, etc. para que aprendan a manejar la información», asegura. Sin embargo, José Antonio Martínez, presidente de honor de la Federación de Asociaciones de Directivos de Instituto Fedadi, matiza que «se podrá cambiar la metodología, meter ordenadores, etc. pero al final siempre hay un momento de transmisión». Para este ex director de instituto, a los maestros siempre les quedará la labor de «inculcar el sophos, el amor a la sabiduría, a saber algo».

Conocimiento y financiación

El informe de WISE también se refiere a los currículos y las características de los alumnos. Los expertos de la organización opinan que las habilidades personales como la capacidad de conectar y empatizar con los demás o tomar decisiones, junto al saber hacer frente al saber a secas —las competencias— ganarán peso en la educación en detrimento de los conocimientos académicos que se valoran ahora. El saber hacer frente al saber tradicional.

Moreno pone un ejemplo muy básico. «Los alumnos ya no escriben, lo hacen en el ordenador. Emperrarse mucho en la escritura y la ortografía tiene los años contados, lo mismo que el cálculo. ¿Por qué ir contra la calculadora?», empieza. «Otra cosa es la comprensión lectora, esto es diferente. Hay que saber leer y entender. Y escribir en el sentido de utilizar el pensamiento para expresar algo, saber discutir, argumentar», sostiene.

También opinan los expertos que los curriculum tenderán a la individualización, a adaptarse a los perfiles de cada estudiante. Esta tendencia ya se da en algunos centros. Miró, directora del Montserrat, explica que en su centro basaron todo el cambio en este concepto. «Buscamos formas para atender a cada alumno, hacer un aprendizaje más personal», explica. «Creemos en las inteligencias múltiples y en que cada alumno en inteligente en algo», añade. De esta manera, introdujeron nuevos temas como la emprendeduría social, «el ajedrez, la robótica, el huerto escolar… Trabajamos todas las inteligencias, no sólo las matemáticas o la lengua como se venía haciendo». Han conseguido que el centro se considere de referencia en innovación educativa.

Por último, siete de cada diez expertos de WISE opinan que la financiación de la educación dejará de ser cosa fundamental de los Estados para pasar a las familias o incluso las empresas. Respecto a las compañías, la encuesta también prevé que vayan adquiriendo paulatinamente un rol importante en la certificación de los conocimientos o habilidades, igualando en importancia a los títulos académicos que expiden las organizaciones educativas como las universidades.

Los cambios que ya están aquí

Sin necesidad de echar la vista tan hacia delante como 2030 también se vislumbran otros cambios en los centros educativos, quizá más palpables, con un horizonte temporal de entre un año y cinco, según la edición anual del informe Horizon Report del instituto NMC de Austin (Texas, EE UU), que aglutina a cientos de universidades, museos y centros de investigación.

A corto plazo —un año— los centros educativos verán introducirse cambios metodológicos como el aula invertida (flipped classroom). Con este método, una realidad ya en algunos centros españoles, los alumnos hacen el trabajo de obtención de información en su casa para luego utilizar la hora de clase en ponerlo en común o plantear dudas al profesor, de manera que se aprovecha mejor el tiempo en el aula con los docentes. Otro de los cambios más próximos es la introducción del llamado Learning Analytics en la educación. Esto es, la utilización del big data (cantidades masivas de datos de cuyo análisis se extrae información y conclusiones) para por ejemplo detectar las decisiones tomadas en diferentes sectores educativos que, cruzadas con el rendimiento de los estudiantes, puedan traducirse en proporcionar aprendizajes personalizados o identificar problemas: qué funciona y qué no.

A dos o tres años vista NMC apuesta por la impresión 3D y los videojuegos y la llamada gamification. El uso de impresoras 3D en el sector educativo estará reducido por su coste, pero las ventajas son evidentes: poder reproducir y estudiar en clase elementos que de otra manera serían inaccesibles para los alumnos. O plasmar físicamente el resultado de un proyecto. Respecto a los videojuegos, Horizon Report justifica que «la cultura del videojuego ha crecido hasta llegar a una porción sustancial de la población. Jugar ha dejado de ser meramente recreacional». En este sentido, la gamification se presenta como la introducción de «elementos, mecánicas y contextos de los videojuegos en situaciones ajenas a ellos». Y a los videojuegos se les reconoce que fomentan la implicación en el pensamiento crítico, en la resolución creativa de problemas y en el trabajo en equipo, habilidades todas ellas que los educadores defienden como básicas.

Por último, en un horizonte temporal de cuatro o cinco años aparecen el Quantified Self. A partir de esta «automedición» o monitorización de datos con tecnologías portátiles (como ya hacen los móviles o está a punto de hacer la ropa inteligente, los wearebles), NMC asegura que «resulta fácil imaginar» que la combinación de la información obtenida del learning analytics con estos datos personalizados «podría revelar cómo las modificaciones del contexto mejoran los resultados del aprendizaje».

Fuente: http://www.eldiario.es/sociedad/escuela-diferente_0_328617413.html

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Cuba tiene una voluntad política de desarrollar la Educación

La Habana / 14 de febrero de 2018 / Por: / Fuente: http://www.radioreloj.cu/

El resultado del esfuerzo de años de sacrificio, la dedicación del pueblo y la expresión de la voluntad política del gobierno hacen posible el desarrollo de la enseñanza en Cuba, afirmó Ena Elsa Velázquez Cobiella.

La ministra de Educación, al intervenir en el Panel El Sistema Educativo Cubano y la Agenda 2030 del Congreso Universidad 2018, agregó que la enseñanza en Cuba es una conquista de la Revolución, con un carácter gratuito e inclusivo.

Precisò que la escuela cubana está llamada a preparar a las futuras generaciones en la comprensión y utilización de convincentes argumentos para entender y transformar los cambios del mundo de hoy.

En Universidad 2018, Velázquez Cobiella dijo que el proceso de perfeccionamiento de la educación incrementará la calidad de la enseñanza y proyectarnos hacia el cumplimiento de la agenda educativa para el 2030.

Alta profesionalidad en profesores cubanos

Delegados e invitados al Congreso Internacional de Educación Superior expresaron a Radio Reloj, que luego de asistir a los cursos impartidos por profesores cubanos, comprobaron su alta experiencia, talento y profesionalidad.

Luis Carlos Prata Regadas, profesor de la Universidad del Estado de Seará, Brasil, consideró que el aporte y la prioridad que le otorga el Gobierno Revolucionario Cubano a la educación posibilita a las nuevas generaciones tener amplios conocimientos generales.

Explicó que en su recorrido por La Habana constatò que a pesar del injusto bloqueo de Estados Unidos, los niños y los jóvenes tienen escuelas, maestros, usan uniformes, poseen la base material de estudio y se sienten felices.

El profesor universitario brasileño José Nelson Arruda Filho, significó que Cuba ha desarrollado uno de los principios más efectivos de la educación, el conocimiento humano.

Fuente noticia: http://www.radioreloj.cu/es/destacadas/cuba-una-voluntad-politica-desarrollar-la-educacion/

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