Page 20 of 20
1 18 19 20

Brasil: Conheça as ações da Educação Indígena no Estado de São Paulo

América del Sur/Brasil/Abril 2016/Fuente y Autor: Secretaria da Educação do Estado de São Paulo

Resumen: La emisión de un Boletim indígena y la enseñanza de las lenguas en las aldeas estan entre las acciones de la Secretaria del Estado de Sao Paulo.

Para aprimorar o aprendizado da Educação Indígena, a Educação, por meio da equipe de Educação Escolar Indígena da Coordenadoria de Gestão da Educação Básica (CGEB), oferece o Boletim da Educação Escolar Indígena para professores da rede. Nele, contém informações para a prática e formação de educadores indígenas. O material inclui números de etnias que são atendidas pelas Escolas Estaduais Indígenas.

Siga a Secretaria da Educação no Twitter e no Facebook

– Confira o Boletim da Educação Escolar Indígena.

Para fortalecer a cultura dessas comunidades, as escolas indígenas na rede estadual são bilíngues. Para isso, os educadores trabalham com materiais didáticos exclusivos nas línguas guarani, tupi-guarani, terena, kaingang e krenak.

Atualmente, estão em atividade na rede 40 unidades de ensino indígena. Elas estão concentradas nas diretorias de ensino de Miracatu, Registro, São Vicente, Caraguatatuba, Norte 1, Sul 3, Santos, Bauru, Penápolis e Tupã. Atende mais de 1,7 mil alunos das etnias Guarani, Tupi-Guarani, Terena, Kainagang e Krenak.

 

Fuente de la noticia: http://www.educacao.sp.gov.br/noticias/dia-do-ndio-conheca-as-acoes-da-educacao-indigena-no-estado-de-sao-paulo

Fuente de la imagen: http://www.educacao.sp.gov.br/a2sitebox/arquivos/imagens/a_14303.jpg

Comparte este contenido:

Integrantes de la Escuela de Derechos Humanos caminó las dunas de Nazareth en la Alta Guajira

Venezuela-Colombia/11abril 2016/Autor: Notiwayuu/Fuente: www.aporrea.org

Abril11 de 2016.-Luego de más de 12 horas de camino desde Barrancas hasta la comunidad de Walaapü, más conocida como Santa Cruz en el Corregimiento de Nazareth – Alta Guajira, las mujeres indígenas, afrodescendientes y campesinas que hacen parte de este proceso en su etapa inicial del presente año, realizaron sus jornadas de trabajo bajo la sombra de las enramadas que cobijó los saberes tanto propios como los que se busca impartir en el marco de la escuela de Derechos Humanos como lo son por ejemplo el Convenio 169 de la OIT, Derecho Internacional Humanitario, Resoluciones de Naciones Unidas y La CEDAW.

«Desde hace muchos años ha sido para nosotros un sueño visitar comunidades de La Alta Guajira, es allí donde se encuentra gran parte de nuestra historia y por ende es desde allí donde debemos empezar a cambiarla teniendo en cuenta todas las calamidades que estamos afrontando como pueblo, es por esto nuestro accionar político – organizativo y comunitario de visitar Nazaret» – Comenta Deris Paz, Mujer Wayuu que hace parte de Fuerza de Mujeres Wayuu, organización que viene promoviendo esta propuesta en conjunto con la organización Española IPES ELKARTEA, con el apoyo del Ayuntamiento de Pamplona y Fundación Caja Navarra.

Adalys Ruiz – Mujer afro residente en Riohacha, resaltó – «… es importante que estos procesos se den en medio del intercambio intercultural, en la medida que todos conozcamos un poco acerca de lo que piensa el otro, vamos generando una sociedad de paz», siendo este un pensamiento en el cual la comunidad anfitriona en acompañamiento de su líder como lo es Carlina Sapuana, quien hizo énfasis en recalcar también, debido a que mencionaban que este tipo de procesos por lo general no se realizan en Territorio Wayuu de La Alta Guajira.

 

 

Mujeres Kankuamas, Wiwa, Mokaná, Campesinas, Afro y Wayuu recorrieron dunas, playas y senderos de cactus, escucharon las aves, se resguardaron en los trupillos y tomaron de la poca agua que llega a Nazaret, todo esto con la fuerte convicción de construir alianzas entre pueblos que contribuyan con la paz que en el corazón de las mujeres empieza a tejerse de mejor manera.

Fuente de la Noticia:

www.aporrea.org/movil/desalambrar/n288844.html

Fuente de la Foto: Notiwayuu

 

Comparte este contenido:

Bolivia: La tenaza política y ecológica del cambio climático oprime a los pueblos indígenas

 

La problemática del cambio climático impone enormes problemas y riesgos para los pueblos indígenas sudamericanos. Esto ocurre a distintos niveles, desde los impactos locales por imponer extractivimos que generan los gases invernadero, a padecer los efectos en el cambio del clima, como pueden ser episodios de inundaciones o sequías.

A su vez, las condiciones políticas cada vez más duras, con el regreso de la represión en algunos países o la intromisión gubernamental para dividir a las organizaciones indígenas. Son los dos brazos de una enorme tenaza, ecológica y política, que presiona sobre los pueblos indígenas.

El brazo ecológico: impactos ambientales vinculados al cambio climático

Las comunidades indígenas sufren una variedad de impactos ambientales directamente vinculados con el cambio climático. Desde el lado de las causas se deben atender dos procesos. Uno es la deforestación y los cambios en el uso de los suelos, como ocurre con el avance la agricultura o ganadería. Muchas veces esto pasa desapercibido, pero en países como Perú, Bolivia o Ecuador, es la principal fuente de gases que alimentan el cambio climático. A su vez, ese deterioro ambiental afecta los territorios y calidad de vida indígenas; se destruyen los ambientes originales que sustentan a muchas comunidades o se pierden las prácticas agrícolas propias.

Otro factor es la extracción de hidrocarburos, que si bien serán quemados casi siempre en otros países, desde donde contribuirán al cambio climático, tienen graves efectos locales. Esos pozos de petróleo o gas desencadenan impactos locales, como desplazamientos de indígenas o contaminación del agua o suelos de sus comunidades.

Pero también existen impactos sobre los indígenas como consecuencia del cambio climático. En efecto, están en marcha alteraciones climáticas, con alteraciones en los ciclos de lluvias o la duración de los períodos secos, en los vaivenes entre olas de frío y calor, e incluso en desencadenar catástrofes naturales (como pueden ser las inundaciones). Muchos de estos problemas afectan directamente a las comunidades indígenas, a veces de manera insidiosa como puede ser la pérdida de animales o cosechas por sequía, y en otras ocasiones de forma repentina y violenta, como sucede con las inundaciones. Las comunidades indígenas tienen menos recursos paras enfrentar esta variabilidad climática o las catástrofes, y cuando ellas ocurren tardan mucho tiempo en recuperarse.

Este tipo de impactos ocurren en todo el continente y nadie escapa a ellos. Algunos territorios indígenas están doblemente afectados, tanto por los impactos locales que alimentan a los gases invernadero, como es la llegada de petrolera, como por los efectos de esta variabilidad climática. Ello es evidente, por ejemplo, en zonas de explotación de hidrocarburos en Bolivia, donde las comunidades indígenas tienen que lidiar simultáneamente con la contaminación petrolera y eventos de sequías o inundaciones.

El brazo político: restricciones, hostigamientos y criminalizaciones

Para enfrentar esa compleja situación ecológica, los pueblos indígenas necesitan de ciertas condiciones políticas. Ellas deben ir desde proteger sus derechos, implementar mecanismos efectos de información y consulta, y respetar su autonomía y organizaciones propias. Como ellos están entre los más afectados, necesitan de ese tipo de condiciones para poder hacer oír sus voces, proteger sus territorios y participar bajo condiciones de igualdad en los debates políticos nacionales e internacionales.

Sin embargo, la situación actual que se observa en América del Sur es casi la opuesta. Estamos frente al otro brazo de la tenaza sobre los pueblos indígenas: Se esconde información o cuando se la publica es inentendible, no se respetan las decisiones locales imponiéndose los extractivismos dentro de sus territorios, y cuando eso desencadena una comprensible reacción, se apela a la criminalización o la represión. Gobierno, empresarios y muchos académicos defienden esos extractivismos apelando a descalificaciones de los indígenas, exponiéndolos como ignorantes que impiden el progreso. O bien se insiste en justificar la llegada de las petroleras o la expansión agrícola prometiendo o brindando compensaciones económicas, convertidas en una taladra de mercantilizaciones que penetran poco a poco dentro de las cosmovisiones indígenas. Estos casos nos rodean, y tan solo como ejemplos, allí están en Perú los paquetazos ambientales o el debate sobre la extracción petrolera en Loreto (Perú).

Se podrá decir que muchos de estos problemas tienen una larga historia, y no hay nada nuevo en indicarlos. Pero también se puede argumentar que en algunos casos hay un agravamiento de la situación, ya que está regresando la criminalización y la represión, y desde un flanco inesperado, desde los gobiernos progresistas.

Recordemos que algunos gobiernos progresistas, como los de Lula da Silva en Brasil o Hugo Chávez en Venezuela, prometieron un nuevo relacionamiento con los pueblos indígenas. Compromisos de ese tipo fueron mucho más fuertes con Rafael Correa en Ecuador, y por ello recibió unos cuantos apoyos iniciales desde organizaciones indígenas. Seguramente los apoyos más intensos ocurrieron con Evo Morales en Bolivia, quien además se presentó como “presidente indígena”, y liderando un “gobierno para los indígenas”.

Por lo tanto, se esperaba que esos estados respetaran y escucharan a los pueblos indígenas, contribuyeran al fortalecimiento de sus organizaciones, lo que significa promover su autonomía, y se actuara para mejorar sus condiciones de vida. Importantes avances, como los derechos de la Naturaleza o de la Madre Tierra, o el concepto de Buen Vivir, sin duda sirven tanto para enfrentar el cambio climático como para respetar sus territorios e ideas. Esos compromisos obligan, sin dudar, a reducir drásticamente las emisiones nacionales de gases con efecto invernadero debidas a la deforestación, o a congelar la explotación petrolera en la Amazonia. Si se aplicaran medidas de ese tipo, no sólo atacarían el cambio climático, sino que a la vez favorecerían mejores condiciones de vida para los pueblos indígenas y asegurarían la integridad de sus territorios.

Todos estos dichos ambientales no se están cumpliendo, mientras que las opciones de participación política de los pueblos indígenas siguen deteriorándose. Todo esto ya fue denunciado por las organizaciones indígenas en el marco de la cumbre sobre cambio climático en Lima (diciembre de 2015(1)).

Esas promesas no se están cumpliendo, mientras se profundizan las restricciones políticas sobre los pueblos indígenas. Se fortalece así este brazo político de la tenaza que oprime sobre las naciones originarias. Los dos componentes, el ecológico y el político, presionan especialmente sobre las comunidades locales, y ellas no tienen escapatoria.

La tenaza boliviana

La situación boliviana ilustra esta problemática, y es importante analizarla ante la invitación de ese gobierno a una nueva “cumbre de los pueblos” sobre cambio climático y derechos de la Madre Tierra.

Los discursos del gobierno de Evo Morales aluden a la Pacha Mama y denuncia el cambio climático global, y eso es muy positivo. Sin embargo, dentro del país ha decido aumentar la explotación petrolera y amparar ciertos tipos de agropecuaria con efectos ecológicos negativos sobre las comunidades indígenas. Ha aprobado medidas que liberan la exploración petrolera dentro de áreas protegidas (en muchas de las cuales viven comunidades indígenas), recorta derechos indígenas y minimiza las voces de alerta. Es más, allí donde surgió un bloqueo de indígenas guaraníes al ingreso de las petroleras, se aplicó la represión policial(2).

El gobierno boliviano critica al capitalismo global, pero ha anunciado un plan de apoyo a la inversión en exploración petrolera de más de 3 500 millones de dólares, una típica medida capitalista que las corporaciones aprecian. Esa enorme cifra de dinero además muestra que existen recursos económicos que lastimosamente en vez de aplicarse en la promoción de alternativas productivas o energéticas son usados para profundizar los extractivismos.

En Bolivia las acciones gubernamentales de penetración dentro de los mundos indígenas han calado profundamente. El gobierno alterna el apoyo a organizaciones y líderes indígenas afines a sus planes, con hostigamiento y castigos a quienes se oponen. Se llegó a una situación donde las dos grandes federaciones indígenas están divididas, y por eso hay una CONAMAQ oficialista y otra independiente, y de la misma manera una CIDOB alineada con el gobierno y otra autónoma(3). Se prometen compensaciones económicas a aquellas comunidades que acepten el ingreso de los extractivismos, y presiona sobre las que se resisten.

También se ha lanzado una campaña contra muchas ONG, varias de las cuales han apoyado solidariamente los reclamos indígenas. No es algo nuevo, porque muchas de ellas fueron atacadas por apoyar a la marcha indígena en defensa del TIPNIS. Pero ahora se impusieron medidas de funcionamiento más restrictivas, 38 de ellas han sido declaradas “irregulares” y se anuncia una medida similar para otras 290(4).

Finalmente, el gobierno insiste en promover a las compensaciones económicas como medio para justificar los extractivismos. Esto se puede resumir en la idea de “te contamino, pero te pago”. Esas concepciones penetran poco a poco en el seno de las comunidades, incluso dentro de las familias. Muchos las aceptan, y es comprensible allí donde las condiciones de pobreza y escasez tienen una larga historia. Pero esas medidas tienen un alto costo, ya que con ellas se aceptan que los daños a territorios, a la salud y la vida tradicional se la puede compensar en dinero. Se abren las puertas a una forma de pensar y sentir enmarcada en el dinero, una racionalidad mercantil, que penetra en las cosmovisiones indígenas.

Es evidente que el pago en dinero no devuelve a la vida a los bosques talados, ni limpiará automáticamente al agua contaminada, ni hará desaparecer los metales pesados en la sangre de los niños. Pero si es evidente que muchos de esos mecanismos terminan en tristes situaciones, como acaba de ocurrir con el Fondo Indígena boliviano, donde el dinero del petróleo desembocó en alimentar redes denunciadas por corrupción.

Estas condiciones tan restrictivas, desemboca en muchas interrogantes sobre una posible “cumbre de los pueblos” en Bolivia sobre cambio climático, si es que las voces de muchos de esos “pueblos”, los originarios, sufren estas restricciones y hostigamientos. Pero también dejan en claro como la tenaza ecológica y política presiona sobre los pueblos indígenas.

Alternativas y autonomía

Las presiones ecológicas asociadas sea a acciones que contribuyen al cambio climático como a sus consecuencias, y las restricciones políticas para abordar estas cuestiones, afectan sobre todo a los pueblos indígenas. Es necesario dejar muy en claro cómo está operando esta tenaza ecológica y política. Cada día que persiste o se profundiza esa situación, la calidad de vida de muchas comunidades empeora, las divisiones internas dentro del mundo indígena avanzan, y las pretensiones de resolver todos los problemas con compensaciones en dinero se refuerzan. Esto ocurre tanto bajo gobiernos conservadores como progresistas.

Una vez que se reconoce todo esto, las posibles alternativas a esta tenaza ecológica y política necesariamente deben partir desde la autonomía de las organizaciones indígenas. Ellas mismas puedan discutir la situación y explorar las vías de salida, sin presiones, sin injerencias, sin divisionismos externos. Esa autonomía es una precondición indispensable, y es una obligación asegurar todos los derechos, desde aquellos que aseguran una vida digna y en libertad, a los que se expresan en el acceso a la información y la consulta. Todo esto no se agota simplemente en medidas legales, sino que requiere un cambio cultural en nuestras propias sociedades para respetar y entender de otra manera a los pueblos indígenas.

Notas:

(1) Por ejemplo, las organizaciones indígenas, en su comunicado en la cumbre de cambio climático señalaron entre otros puntos, que. (5) “El extractivismo del Abya Yala se muestra en todas las iniciativas que toman los gobiernos de nuestra región y que implican: ampliación de la frontera hidrocarburífera, priorización de las actividades mineras y de hidroeléctricas respecto de las necesidades de los pueblos, crecimiento de la deforestación para la conversión de los bosques en zonas con cultivos agroindustriales.  Lo más triste de esta situación es que los gobiernos de izquierda y de derecha se comportan de manera similar ante la acumulación por despojo como característica fundamental del capital global, cuyas principales víctimas somos los pueblos indígenas”. Pueblos del Abya Yala frente a los desafíos climáticos. http://www.cop20.coica.org.ec/index.php/component/k2/item/152-pueblos-del-abya-yala-frente-a-los-desafios-climaticos

(2) Guaraníes denuncian violenta represión en Takovo Mora, Página Siete, 18 agosto 2015, La Paz (Bolivia), http://www.paginasiete.bo/nacional/2015/8/18/guaranies-denuncian-violenta-represion-takovo-mora-67049.html

(3) La ocupación de la sede de CONAMAQ y el hostigamiento a sus autoridades, fue denunciado repetidamente por organizaciones indígenas de países vecinos y la redes internacionales; ver por ejemplo comunicado de COICA, Solidaridad con CONAMAQ ante el despojo de su casa de gobierno por la política boliviana, 15 deciembre 2013.

(4) El gobierno declara “irregulares” a 38 ONG, entre ellas al CEDIB. Página Siete, 7 setiembre 2015, La Paz (Bolivia), http://www.paginasiete.bo/nacional/2015/9/7/gobierno-declara-irregulares-ong-entre-ellas-cedib-69218.html

 

* Eduardo Gudynas es investigador en el Centro Latino Americano de Ecología Social (CLAES), en Montevideo. Algunas ideas del presente reporte parten del acompañamiento y diálogo con organizaciones y líderes indígenas en los países andino amazónico. Twitter: @EGudynas.

Fuente original del texto: http://servindi.org/actualidad/13943

 

 

Comparte este contenido:

En México:Buscan que lenguas indígenas se eleven a rango constitucional

Iniciativa promovida por Diputado Zapoteco es vista con buenos ojos

22/03/2016 | Genaro Bautista | AIPIN | ALAINET

A fin de que las lenguas indígenas dejen de ser discriminadas en la vida pública y privada, el Diputado Cándido Coheto Martínez del Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional (PRI) de México, presentó este miércoles 16 de marzo, en el Palacio Legislativo de San Lázaro, una iniciativa, con proyecto de decreto que adiciona un párrafo tercero al Artículo 2º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

La propuesta es en materia de lenguas nacionales y se busca elevarlas a rango constitucional para con ello, devolver a los idiomas indígenas, la “categoría y la dignidad que el colonialismo les negó”, expuso el legislador zapoteco de Oaxaca, Coheto Martínez. Vitálico Cándido, también presidente de la Comisión de Asuntos Indígenas de la Cámara de Diputados, apuntó que la iniciativa tiene por objeto elevar a rango constitucional el reconocimiento de las 68 lenguas indígenas que se hablan en México, como Lenguas Nacionales.

En su exposición, el diputado indígena, subrayó que las lenguas indígenas “son factor fundamental de cohesión y pertenencia comunitaria, que ante las prácticas de explotación y sometimiento que han padecido históricamente los pueblos originarios, ha sido también, instrumento de resistencia, por la sobrevivencia”. Por ello, indicó la reforma adiciona un tercer párrafo al Artículo Segundo de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, para establecer que, “las lenguas indígenas que se hablan en el territorio nacional y el español son Lenguas Nacionales, con idéntico valor jurídico y social”.

México no puede quedarse atrás de otros países, señaló el diputado promovente, quien al final de su exposición se llevó las palmas de sus correligionarios y recibió adhesiones a su enmienda parlamentaria de parte de las bancadas de los Grupos Parlamentarios entre los que se encuentran del Partido de la Revolución Democrática, Nueva Alianza, Morena, PRI. Incluso Jesús Zambrano Grijalva, presidente de la Cámara de Diputados, vaticinó que la importancia de la propuesta hará que se apruebe en esta legislatura.

Cándido Coheto, subrayó que “la histórica lucha de los pueblos indígenas por el reconocimiento de sus derechos, hizo posible que en el 2001 se reformara el Artículo Segundo Constitucional, reconociéndose que la Nación Mexicana tiene una composición pluricultural sustentada originalmente en sus pueblos indígenas, base histórica de nuestra identidad”. El parlamentario, mostró casos como el de Bolivia, que en el Artículo Quinto de su Constitución se establece que: «Son idiomas oficiales del Estado el castellano y todos los idiomas de las naciones y pueblos indígenas originarios”; Paraguay reconoce en el Artículo 140 de su Carta Magna que: «Son idiomas oficiales el castellano y el guaraní” y así más de 10 países reconocen en su Carta Magna a las lenguas indígenas, algo aún ausente en México.

Enfatizó que es relevante que seis de cada diez mexicanos mayores de cinco años, hablen una lengua materna diferente al español, pues en cada diálogo que se realiza usando lenguas indígenas, se fortalece el origen milenario de nuestra Nación, afirmó. Explicó que aún cuanto existen ordenamientos, principalmente en la Ley General de Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas, en los que se han incorporado disposiciones enfocadas a proteger y enriquecer las lenguas indígenas, la ausencia del reconocimiento de estas en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, allana el camino para que sean discriminadas.

En entrevista, el Diputado Coheto, recordó el caso de la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión que limitaba el uso de las lenguas indígenas por abajo del español. Este acto, orillo al poeta Mardonio Carballo, interponer un recurso como nahua hablante, quien se quejó que se le impedía el uso de su lengua en medios convencionales. La querella fue avalada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, dando la razón al escritor veracruzano. Por ello, dijo, Coheto, resulta imperativo y urgente reformar la Constitución, para el pleno reconocimiento de las lenguas indígenas como Lenguas Nacionales, “porque solo de esa forma podrá hacerse exigible que todas las dependencias, entidades e instituciones públicas, incorporen las lenguas indígenas en sus políticas y sus comunicaciones oficiales”.

Con esta reforma, las lenguas indígenas que se hablan en el territorio nacional serán reconocidas como lenguas de uso habitual, legítimo y con idéntico valor jurídico y social que el español, aseguró. En su llamado a la Cámara de Diputados, Cándido Coheto, señaló que “las lenguas indígenas han estado sujetas a una permanente política de exterminio, sin embargo, nuestros pueblos originarios han refrendado a través de los siglos su voluntad de preservarlas y enriquecerlas”.

“Los resabios del colonialismo continúan considerándolas como dialectos, porque se resisten a otorgarles la denominación de idiomas que tienen su propia estructura lingüística y gramatical, a pesar de que fueron las primeras que se hablaron en el territorio que actualmente ocupa la Nación Mexicana, recalcó el diputado zapoteco. La aprobación de la reforma propuesta, misma que fue enviada para su dictamen a la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales, garantizaría el desarrollo y futuro de las 11 familias lingüísticas, 68 lenguas indígenas y 364 variantes lingüísticas, que hablan más de 25 millones de mexicanos según la Encuesta Intercesal del Instituto Nacional de Estudios Geografía e Informática (INEGI) 2015. De esta forma se cubriría un vacío legislativo que resta fuerza al ejercicio efectivo de los derechos lingüísticos de los pueblos indígenas plasmados en diversos ordenamientos legales secundarios. –

Fuente de la noticia: http://www.alainet.org/es/articulo/176214

Fuente de la foto: https://farm2.staticflickr.com/1506/25346871033_97cb4baef7.jpg

Comparte este contenido:
Page 20 of 20
1 18 19 20