Por: Jaime Menchén López
A medida que China se prepara para suprimir de su Constitución el límite presidencial de dos términos, se especula sobre la posibilidad de que el país vaya a regresar a la era de las dinastías, en que el imperio estaba gobernado por familias poderosas.
La naturaleza autoritaria de las dinastías ha llevado al típico estereotipo del pueblo chino como obediente y sumiso. Aunque gran parte de la historia china ha estado dominada por el ciclo dinástico, este estereotipo no refleja el hecho de que este ciclo estaba interrumpido por el derrocamiento de poderosos emperadores en revoluciones populares o golpes de estado militares, que terminaban con el país en caos antes de que se estableciese otra dinastía.
La primera revolución civil registrada en la historia de China tuvo lugar en 221 a. C. Liu Bang, que trabajó como patrullero local y lideró la revolución, pasó a fundar la dinastía Han. Liu no ha sido el único emperador civil. El fundador de la dinastía Ming, Zhu Yuanzhang, también provenía de una familia pobre campesina. Wu Zetian, la más famosa emperatriz de la historia china, era la hija de un empresario y entró en la familia real a través del matrimonio, tras haber sido concubina.
El espíritu rebelde de los caballeros errantes
En otras palabras, la historia de las dinastías en China es también una historia de rebeliones, y ese espíritu rebelde está personificado en la literatura clásica china en el espíritu del caballero errante. Entre las figuras literarias que abrazaron este espíritu rebelde están Sima Qian y Li Bai.
Sima fue un historiador de la temprana dinastía Han (206 a. C.- 220 d. C.). Dedicó un capítulo de sus famosas “Memorias históricas” a los caballeros errantes, a los que describe como civiles en quienes se puede confiar por sus promesas, prestos a actuar en respuesta a la necesidad del pueblo y con su propio sistema de justicia. Este historiador expresó su admiración por los caballeros errantes incluso cuando actuaban contra la ley, ya que se adherían a una forma de justicia respaldada por la gente común y corriente.
Dibujo de Liang Kai’ (1140-1210) de Li Bai, el poeta genio. Imagen de dominio público de Creative Commons.
Li Bai fue un poeta ampliamente reconocido como genio, y también un autoproclamado caballero errante. Sirvió al emperador por un corto periodo, pero pasó la mayor parte de su tiempo vagando y haciendo amigos. En su famoso poema (una canción para beber), “Traigan el vino”, expresó su amor por la libertad y la amistad, despreciando el dinero y el statu quo social.
When we are happy,
Shan’t we fully enjoy ourselves?
Drink up the golden chalices, my friends
[Bring in the wine]
Never let them empty to the moon
Life has its own meaning
[So never worry about money]
No matter how much I spend [on the wine]
It will eventually come back to me[…]
A luxury life is not my dream
My dream is to drink and drink and never wake up
All men of virtue are lonely
Only the drinkers are remembered
Cuando estamos contentos,
¿No deberíamos disfrutar?
Beban los cálices dorados, amigos míos
[Traigan el vino]
No los dejen vacíos a la luna
La vida tiene su propio significado
[Así que nunca se preocupen del dinero]
Sin importar cuánto gasto [en vino]
Volverá en algún momento a mí […]
Mi sueño no es una vida lujosa
Mi sueño es beber y beber y nunca despertarme
Todos los hombres virtuosos se sienten solos
Solo se recuerda a los bebedores
La galardonada película “El tigre y el dragón”, del director de cine Ang Lee, se cataloga en Occidente como perteneciente al género de artes marciales. En el mundo sinohablante, sin embargo, está considerada una película del género wuxia, donde “wu” significa artes marciales o kung-fu, y “xia” se refiere al espíritu del caballero errante. Teniendo esto en cuenta, se puede disfrutar de la película tanto desde una perspectiva cultural como por su estupenda exhibición de artes marciales.
Se cree que los emperadores de las dinastías chinas tenían un poder absoluto, pero, en realidad, no era así. Es cierto que los emperadores chinos gobernaban basados en la voluntad de Dios, pero “Dios” es una idea difusa en China, donde nunca ha existido una sola religión nacional.
Esta idea aparece también en este refrán chino: “el agua mantiene el barco a flote, y el agua hace que el barco se hunda”, que aparece en un importante documento histórico. El “barco” del refrán se refiere al emperador, y “agua” se refiere a sus súbditos. Según el proverbio, cuando el emperador pierde el aprecio del pueblo, los caballeros errantes en lo que confía el pueblo podían alzarse en rebelión.
Rebeldes de la literatura clásica china
La novela china más famosa sobre rebeliones es “A la orilla del agua”, o “Forajidos del pantano”, atribuida a Shi Nai’an. Narra la historia de 108 rebeldes, incluidas tres mujeres, de distinto estrato social que se reúnen en el monte Liang para enfrentarse al gobierno corrupto. Los rebeldes son caballeros errantes, dotados y valientes. Su misión es enfrentarse a la dinastía, lo que les hace más románticos y heroicos que Robin Hood. Su historia es muy querida por la clase trabajadora china por su espíritu rebelde, con lo que no es de sorprender que fuera prohibida tanto por la dinastía Ming como por la dinastía Qing, la última dinastía imperial de China.
Mao Zedong, que llevó al Partido Comunista de China a la victoria durante la Guerra Civil China y se convirtió en el padre fundador de la República Popular de China, fue un reputado admirador de “A la orilla del agua”. Decía que él y sus camaradas fueron forzados por el corrupto Kuomintang a ir al monte Liang, al igual que los 108 rebeldes de la novela.
Dibujo de Yashima Gakutei (1786-1868) de Sun Wukong, personaje principal de “Viaje al Oeste”. Imagen de dominio público de Creative Commons.
Otro icono de rebelión muy popular en la literatura china es el Rey Mono, Sun Wukong, el personaje principal de la novela “Viaje al Oeste”, atribuida a Wu Cheng’en. Wukong es un mono nacido de una piedra. No está restringido por normas sociales y, a pesar de su apariencia de mono, cuenta con una fuerza física que podría rivalizar con la del personaje de La Cosa de Marvel Comics. Wukong suele simbolizar la mente libre y la fuerza y voluntad para enfrentarse a los dioses.
Sun Wukong, de “Viaje al Oeste”, inspiró a He-Zhai Jin a escribir una nueva novela, “Wukong”. Esta novela fue después adaptada al cine por el director hongkonés Derek Kwok. Los críticos consideraron esta película un cuento de hadas para el Hong Kong posterior a la Revolución de los Paraguas, en el sentido de que algunas personas nunca se doblegan al destino y siempre luchan por su libertad.
Fa Mulan es otro icono de leyenda chino fuerte e independiente, también conocido por muchos occidentales a través de la película de Disney, “Mulan”. Mulan se disfraza de hombre para luchar en la guerra. Debido a sus logros en el campo de batalla, el emperador la invita a trabajar para el Gobierno, pero ella rechaza la oferta y regresa con su familia.
Aunque la figura de Mulan desafía el rol de la mujer en la sociedad patriarcal china, es una figura muy querida en China, quizá porque decide obedecer al emperador y convertirse en guerrera; y, más importante, porque no deseaba el poder.
Pocos trabajos literarios y leyendas de rebeliones chinas terminan de forma tan apacible como Mulan. El caballero errante más destacable y respetado de “Memorias históricas” es ejecutado por la dinastía. Los rebeldes de “A la orilla del agua” terminan rindiéndose a la dinastía y mueren en la guerra. En “Viaje al Oeste”, Wuking es capturado por los dioses y después controlado con un círculo dorado en la cabeza similar a las placas de la serie de Los Trípodes. Incluso la emperatriz Wu Zetian fue calificada de prostituta, y sus logros ignorados durante mucho tiempo porque se atrevió a ejercer el poder sobre los hombres.
Pero estas historias continúan pasando de generación en generación a pesar de sus finales trágicos porque personifican un espíritu de desobediencia y rebelión, una fuente eterna de inspiración para el pueblo chino.
Fuente: https://es.globalvoices.org/2018/03/17/rebeldes-y-rebelion-en-la-literatura-clasica-china/