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Por Carlos Magro

En la escuela tradicional* al conocimiento se le llama “contenido” y está literalmente “contenido”, encerrado, encajado, limitado, apretado y retenido en pequeños espacios inconexos llamados “libros de texto” (digitales o en papel), páginas, disciplinas, asignaturas o plataformas.

El conocimiento en una “escuela tradicional”, al que recuerdo llamamos contenido, no es libre, no circula, no le dejamos expandirse, ni mezclarse, ni relacionarse con su homólogo de fuera, el conocimiento, que sí que circula o puede circular libremente por la Red y por las redes. En la “escuela tradicional” el conocimiento es escaso. Por eso lo encerramos entre las paredes de un aula o los márgenes de un libro, para que no se escape, ni se descontrole. Por eso, también, pagamos por acceder a él. Por eso lo llamamos contenido.

Missing one. Greg Simenoff cc by-nc-sa https://flic.kr/p/YbdnGi

Missing one. Greg Simenoff cc by-nc-sa https://flic.kr/p/YbdnGi

En la “escuela tradicional” el contenido no anda libre por los pasillos, sino que está contenido dentro de las paredes del aula y cada aula, a su vez, responde a una asignatura y a un nivel educativo. Es una escuela graduada. Y el contenido es suministrado gradual y dosificadamente. En la “escuela tradicional”, el contenido nunca está fuera de lugar. Siempre sabemos dónde está. No anda desubicado. Difícilmente pueden suceder imprevistos.

En la “escuela tradicional”, los alumnos pasan la mayor parte de su tiempo “contenidos en sus aulas”. Y cuando circulan por la escuela lo hacen por caminos permitidos y en tiempos preestablecidos. Es muy fácil saber dónde están (o al menos donde debería estar) unos alumnos/as en un momento dado del día. Cuando llega un inspector a un centro educativo le basta con preguntar dónde está el aula de matemáticas de 1º de la ESO, porque sabe que allí encontrará a los alumnos de 1ºESO (tiene la lista con nombres y apellidos) y al profesor de matemáticas (al que puede llamar por su nombre porque lo lleva anotado) dando la clase que corresponde, como estaba previsto, a esa hora y a ese día concreto del curso escolar. No hay sorpresas.

Los docentes de una “escuela tradicional” también están “contenidos” a unos espacios establecidos y unos tiempos prefijados. Contenidos durante tiempos determinados y siempre iguales en sus aulas. Y cuando salen de un aula, tienen que ir a otra.

Dependiendo del nivel o del tamaño del centro, compartirán con sus compañeros de departamento o de nivel algún espacio y algún tiempo, pero pocos. No sobra el tiempo para nada que no esté fijado en el documento de organización del centro o en la planificación docente. Es difícil la colegialidad en un “colegio”.

Fuera de la escuela no hay contenido. Hay conocimiento. Fuera no hay escasez. Hay abundancia. Pero fuera también hay menos orden. Fuera es el espacio del acontecimiento y la extrañeza. Fuera domina la incertidumbre, lo azaroso, lo inesperado, las sorpresas y la mezcla. Fuera, el orden y la estructura no está contenida en un documento o en un dispositivo, sino que la dan las redes y los usos que damos colectivamente al conocimiento.

Frasser Elliot. cc by-nc https://flic.kr/p/8B9UAH

Frasser Elliot. cc by-nc https://flic.kr/p/8B9UAH

Fuera, las cosas no son binarias, sino difusas, grises, con muchos matices. Donde dentro hay seguridad y estabilidad, fuera hay riesgo y variabilidad. Estar dentro es estar a salvo, pero salir es una promesa. Es la promesa de la desorganización. Es el territorio de la automotivación, del interés personal, de la curiosidad y la experimentación. De los aprendizajes no planeados y autodirigidos. Es el espacio sin normas y sin forma. Es el terreno de lo informal.

Fuera, los contenidos no se llaman ya contenidos sino recursos. Y cuando se dan ciertas condiciones los llamamos Recursos Educativos Abiertos. Recursos que se pueden utilizar, reutilizar, modificar, intercambiar, mezclar y combinar. Recursos que no están contenidos, no están encerrados y no son, en ese sentido, contenidos. Y que cuando, por ejemplo, los encerramos en plataformas dejan de funcionar. Son libres y circulan y, al circular, podemos modificarlos, recombinarlos y recrearlos. Y al hacer todo esto puede pasar que lo que resulta ya no es disciplinar, sino multidisciplinar. Que no trabaja una sola competencia sino varias y que no responde a un estándar sino a la combinación de varios.

Los Recursos Educativos Abiertos nos permiten liberar el conocimiento y abrir las prácticas. Los Recursos Educativos Abiertos abren, valga la redundancia, las cerraduras con las que tenemos cerrada la Escuela y dentro de ésta las aulas. Y una vez abiertas escuela y aula, el contenido deja de estar contenido. El conocimiento entra y sale. Deja de ser contenido.

Pero la libertad y la abundancia generan incertidumbre en la mayoría de nosotros. Y muchos preferimos entonces volver a la seguridad de lo conocido, de los límites establecidos, de lo pautado y determinado. Volver a la seguridad de los contenidos y del libro de texto que nos ayudan a interpretar el currículo (qué se aprende y qué no, cuánto aprendemos de cada, a qué ritmo y en qué orden y también de qué forma, si es leyendo mejor que viendo o recordando antes que haciendo).

Sabemos que debemos abrirnos, que debemos salir y dejar entrar lo que está fuera. Sabemos que debemos vincular lo que hacemos en el aula y en la escuela a la vida de nuestros alumnos. Que debemos expandir el aula y abrir la educación. Abrir el aula y derribar muros. Abrirnos a otros conocimientos y otras metodologías.

Ángel Torres cc by https://flic.kr/p/keeDMa

Ángel Torres cc by https://flic.kr/p/keeDMa

Sabemos de algunos que salieron y que están bien. No les ha pasado nada. Están mucho mejor según cuentan. También sus alumnos. Pero a la mayoría el “afuera” nos da miedo. No nos sentimos seguros y preferimos parapetarnos entre las paredes del aula y los márgenes del libro de texto.

Pero si alguien nos acompañara muchos saldríamos. Hacen falta actores que nos ayuden a navegar por la libertad y la abundancia. Por la incertidumbre de lo desconocido. Hacen falta actores que nos ayuden a movernos también por lo que podríamos llamar nuestras Zonas de Desarrollo Próximo Digital. Por zonas de incertidumbre cercanas a la seguridad de lo tradicional, pero abiertas. Zonas donde podamos ser mejores. Zonas donde seguirá también existiendo la incertidumbre normal del ecosistema digital, pero también donde habrá acompañamiento y asesoramiento que nos ayude a aminorar esa incertidumbre.

Zonas que se extenderán más allá de los límites del aula y del libro de texto, dependiendo de cada docente, de cada grupo de docentes, de cada grupo de alumnos y de cada escuela.

*Este texto es una simplificación de la compleja realidad de la educación escolar y de la difícil tarea de educar hoy. Lo es también del complejo entorno social en el que la escuela debe actuar hoy. Y lo es, por último, también, de la complejidad del entorno tecnológico y digital y de las relaciones de éste con la escuela.

No existe como tal una escuela tradicional. Hay muchas escuelas, muchos docentes y muchas maneras de enfrentar los grandes retos que la educación tiene hoy. Hablar de escuela tradicional como si fuese un modelo único que responde a unas características comunes y generalizables es, como decía, una simplificación. Aún así, la hemos utilizado porque creemos que ilumina aspectos interesantes para entender parte de los retos que la escuela tiene en el entorno tecnológico y digital en el que ya vivimos.

**El texto fue publicado originalmente el pasado 2 de febrero en el blog de SantillanaLab y fue escrito en el contexto de la tercera temporada de SantillanaLab, edición 2017. Es una reflexión personal pero recoge el trabajo y las conversaciones mantenidas con mis compañeras Cristina Arroyo, Marta Bonet yBeatriz Iranzo, así como la rica discusión que se estableció el 18 de octubre de 2017 en la sesión del Lab dedicada a los Recursos Educativos Abiertos con el resto de compañeros y compañeras de SantillanaLab y un buen grupo de maestras, maestros, profesores y profesoras, a los y a las que desde aquí agradezco su tiempo y generosidad.

Fuente: https://carlosmagro.wordpress.com/2018/02/09/contenidos/

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Por un acceso libre y legal a la educación

La falta de acceso a recursos educativos de calidad sigue siendo un problema mundial. Sin embargo, según Cable Green, la educación abierta está facilitando el acceso a esos recursos y abaratando su costo para mayor beneficio de los estudiantes del mundo entero.

EEUU/ Cable Green

Vivimos una época de información profusa que, por primera vez en la historia, nos da la posibilidad de tener acceso a los conocimientos que deseamos adquirir. Esta revolución ofrece nuevas oportunidades para instruirse y su clave estriba en los Recursos Educativos Abiertos (REA). Esta expresión designa el conjunto de materiales educativos de libre acceso que se pueden descargar, modificar y compartir en beneficio de los educandos, sin problema legal alguno.

CC David Kindler

Hace ya veinte años que existen recursos pedagógicos (manuales, vídeos, cursos, programas para titulaciones académicas, etc.) nacidos directamente en formato digital para enseñar a leer y escribir, adquirir rudimentos de física, o desarrollar el espíritu crítico. Aunque continúan utilizándose textos impresos y recursos pedagógicos creados fuera de Internet, todos esos materiales se pueden digitalizar o están ya digitalizados. Gracias a Internet, al bajo costo del espacio en disco y a los sistemas informáticos en nube, hoy en día se pueden copiar, almacenar y distribuir recursos educativos con un costo prácticamente nulo.

Sin embargo, ¿cómo pueden compartirse legalmente contenidos educativos digitalizados, sin infringir los códigos de propiedad intelectual?

La principal característica distintiva de los REA es contar con licencias de uso libres de derechos y gozar de las subsiguientes autorizaciones legales que facultan al público para utilizarlos, modificarlos y compartirlos. No son REA aquellos recursos educativos para los que no se especifica claramente que son de dominio público o que cuentan con una licencia de uso libre.

El medio más corriente para que los recursos educativos protegidos por el derecho de autor se conviertan en REA, consiste en dotarlos de una licencia “Creative Commons”(link is external) (CC). Estas licencias estandarizadas de uso libre son gratuitas y se aplican ya – según el “Informe ‘Creative Commons’ 2015”– a más de 1.200 millones de obras protegidas por el derecho de autor que se pueden encontrar en unos nueve millones de sitios web. Cuando un autor escoge una licencia CC para su obra, conserva sus derechos sobre ésta y la pone gratuitamente a disposición pública con las modalidades y condiciones que determine.

Aprovechar plenamente el potencial de los REA

Cabe destacar que “abierto” no significa “gratuito”. En efecto, todos los REA son abiertos, o sea libremente accesibles, pero no todos los contenidos abiertos son REA. Por ejemplo, muchos de los cursos masivos en línea (MOOC) son gratuitos, pero no abiertos. Aunque el acceso al contenido de algunos de estos cursos no sea de pago, sólo se consideran REA aquellos MOOC cuyos contenidos son de licencia abierta o de dominio público. Esta diferenciación es de suma importancia cuando se desea traducir un curso MOOC a idiomas diferentes del original o modificar su contenido para adaptarlo a contextos locales, a fin de responder a las necesidades de los estudiantes.

Sin infringir la legislación en materia de derechos de autor, los REA permiten realizar con toda libertad las siguientes operaciones: copiar sus contenidos originales para su reutilización; revisarlos con vistas a su adaptación, corrección o modificación; combinarlos con otros contenidos para elaborar un recurso nuevo; y difundirlos para su aprovechamiento compartido con terceros. Por lo tanto, si se quiere aprovechar plenamente el potencial de los REA, es preciso que la totalidad de los docentes y educandos tengan acceso en todo lugar a infraestructuras de tecnologías de la comunicación y la información (ordenadores, aparatos portátiles y conexiones con Internet).

En suma, los factores que hacen posible la existencia de los REA son: 1) la existencia de muchos recursos educativos en formato digital, que no sólo se pueden poner a disposición de los educandos de forma digital o impresa, sino que además se pueden copiar, almacenar y distribuir con un costo prácticamente nulo; 2) la utilización de Internet, que permite compartir fácilmente contenidos digitales y 3) las licencias de uso libre de “Creative Commons”, gracias a las cuales los creadores de recursos educativos conservan fácil y legalmente sus derechos de autor y pueden compartir con toda legalidad el fruto de sus creaciones.

Las ventajas de los REA

Los centros de enseñanza superior que optan por usar REA propician una serie de impactos positivos en el sistema educativo. El primero es acrecentar la igualdad de acceso a los recursos educativos, ya que desde el primer día de clase todos los estudiantes tienen a su alcance la totalidad de los contenidos pedagógicos concebidos para que culminen sus estudios con éxito. En este sentido, cabe señalar que incluso en los Estados Unidos dos tercios de los estudiantes universitarios carecen de medios para comprar el conjunto de libros de texto que se les exigen en sus clases.

El segundo impacto positivo es que todos los estudiantes pueden acceder a contenidos educativos pertinentes y contextualizados concebidos para ellos. Un docente de Mumbai (India), por ejemplo, puede descargar en Internet un manual bajo licencia de uso libre creado por una universidad de Barcelona (España), traducirlo al hindi y acompañarlo de ejemplos específicos pensados para sus estudiantes.

Un tercer impacto es que los resultados del aprendizaje mejoran o se mantienen al mismo nivel, mientras que los costos disminuyen hasta prácticamente cero. Cuando todos los alumnos de una clase tienen acceso a la totalidad de los recursos pedagógicos desde el primer día, su éxito académico está casi garantizado. Un estudio realizado en 2015 con más de 16.000 alumnos de enseñanza pública postsecundaria puso de manifiesto que los educandos usuarios de REA obtienen los mismos resultados, e incluso mejores, que aquellos de sus compañeros que usan materiales pedagógicos tradicionales (Lane Fischer, John Hilton, T. Jared Robinson y David Wiley: “A multi-institutional study of the impact of open textbook adoption on the learning outcomes of post-secondary students” [Encuesta en diversos centros de postsecundaria sobre las repercusiones de la adopción de manuales “abiertos” en los resultados de aprendizaje de los alumnos], artículo publicado en el Journal of Computing in Higher Education(link is external), 2015).

En cuarto lugar, se observa también una mejora de los índices de finalización de estudios. Un control del uso de los REA efectuado en el Tidewater Community College de Virginia (Estados Unidos) mostró que los índices de aprovechamiento escolar y finalización de estudios de los estudiantes usuarios de recursos abiertos en diferentes formatos fueron un 11% superiores a los de sus demás compañeros (Lane Fischer, John Hilton, David Wiley y Linda William: “Maintaining momentum toward graduation: OER and the course throughput rate” [Mantener la dinámica hacia la titulación – Los REA y el índice de rendimiento escolar],artículo publicado en 2016 en The International Review of Research in Open and Distributed Learning).Cuando se les da acceso a todos los recursos educativos que precisan, los alumnos aprueban y terminan sus estudios. Gracias a los REA, los centros docentes ayudan a los estudiantes a cubrir sus objetivos académicos con mayor rapidez y mejores resultados, lo cual redunda en la eficacia de las inversiones públicas.

El último impacto positivo es que, cuando se introducen los REA en las aulas, los estudiantes y profesores empiezan a “aplicar prácticas colaborativas consistentes en crear, utilizar y reutilizar esos recursos educativos abiertos, así como prácticas pedagógicas basadas en las tecnologías participativas, el aprendizaje entre colegas, la creación y el aprovechamiento compartido de conocimientos y la autonomía de los educandos”. Esto es lo que señala Catherine Cronin en su artículo “Openness and praxis: exploring the use of open educational practices in higher education” [Apertura y praxis – Exploración del uso de prácticas educativas abiertas en la enseñanza superior], publicado en 2017 en The International Review of Research in Open and Distributed Learning. Según Cronin, los estudiantes se convierten en coproductores y generadores de conocimientos, llegando a ser capaces de crear, actualizar y mejorar los REA en el transcurso de sus estudios.

Políticas de apoyo

Un medio sencillo al alcance de los gobiernos para la educación abierta es exigir licencias de uso libre para los recursos educativos financiados con fondos públicos.

Esto se logra insertando cláusulas obligatorias de incorporación de licencias de uso libre a los instrumentos existentes para financiar la creación de recursos educativos, ya sean subvenciones, contratos o acuerdos de otro tipo. Así, los contenidos de esos recursos financiados con fondos públicos se convierten en REA y se consigue que el acceso por defecto a ellos pase de ser “cerrado” a “abierto”. Esta propuesta en materia de políticas educativas se basa en un argumento sólido: habida cuenta de que es el público quien financia la creación de esos recursos, lo lógico es que sea él quien tenga derecho a usarlos sin costo adicional y disponga de todos los derechos requeridos para adaptarlos a las necesidades locales.

Aunque esto parece obvio, no es la regla general. Por desgracia, casi siempre esos recursos creados con fondos públicos se comercializan de tal modo que sólo pueden acceder a ellos los ciudadanos dispuestos a pagarlos por segunda vez. ¿En nombre de qué lógica se impone a la ciudadanía pagar dos veces un mismo recurso?

Los gobiernos, fundaciones y centros docentes pueden y deberían aplicar políticas de acceso abierto a los recursos educativos creados con sus presupuestos, exigiendo que a dichos recursos se incorporen licencias de uso libre. Una política firme en este ámbito requiere definir claramente esas licencias e imponer su obligatoriedad. A este respecto, lo ideal sería recurrir a la licencia “Reconocimiento 4.0 Internacional (CC BY)”(link is external) de “Creative Commons”, que otorga a cualquier usuario un pleno derecho a reutilizar los recursos educativos y sus contenidos con la mera condición de mencionar a sus autores.

Por fortuna, estas políticas existen. En junio de 2012 la UNESCO convocó en su sede el I Congreso Mundial sobre Recursos Educativos Abiertos, en el que se que adoptó la Declaración de París sobre los REA. El texto recomienda a los gobiernos “promover el uso de licencias abiertas para los materiales educativos financiados con fondos públicos”. Felizmente, son muy numerosos los gobiernos que han seguido esta recomendación.

Para concluir, diremos que la sensibilización universal a la importancia de los REA, el apoyo sistemático a su utilización y la adopción global de políticas de concesión de licencias abiertas en el ámbito de la educación son condiciones imprescindibles para generalizar estos recursos, disponer de contenidos que satisfagan las necesidades locales en todos los niveles de enseñanza, disciplinas e idiomas, y obtener una financiación sustancial que permita crear dichos recursos, implementarlos y actualizarlos. El día en que todos los educadores defiendan con pasión el acceso libre y gratuito a los REA y hayamos logrado cambiar las reglamentaciones sobre pagos y hacer que sea “abierto”, y no “cerrado”, el acceso por defecto a los recursos educativos financiados con fondos públicos, ese día viviremos en un mundo en el que cada uno de nosotros tendrá acceso a la educación que desee.

Cable Green dirige el Servicio de Educación Abierta de “Creative Commons”, una red mundial presente en 85 países que agrupa a más de 500 voluntarios, activistas, investigadores y expertos en derecho, educación, museología, ciencias y planificación estratégica.

Fuente: http://es.unesco.org/courier/2017-julio-septiembre/acceso-libre-y-legal-educacion?language=fr

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La OEI participa en el 2º Congreso Mundial de Recursos Educativos Abiertos

Europa/Eslovenia/PrensaOEI

El secretario general de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), Paulo Speller, ha asistido al 2º Congreso Mundial de Recursos Educativos Abiertos (REA) que ha tenido lugar del 18 al 20 de septiembre en Eslovenia, Liubliana.

El Congreso, que ha reunido a ministros de educación, responsables de desarrollo de recursos humanos, altos responsables políticos, expertos, investigadores y actores relevantes, se ha desarrollado en el marco del Programa aprobado por la UNESCO en la 38ª reunión de la Conferencia General de la Organización entre la UNESCO y el Gobierno de Eslovenia, y ha contado con el apoyo de la Commonwealth of Learning y con la Fundación William y Flora Hewlett.

El secretario general de la OEI ha participado en la sesión plenaria del Congreso. Del espacio, dedicado a la Cooperación Interregional han formado parte la Organización de la Liga Árabe para la Educación, la Ciencia y la Cultura (ALECSO), la Comisión Europea, la Organización de ministros de educación del sudeste asiático (SEAMEO) y laAssociation for the Development of Education in Africa (ADEA).

Speller ha puesto en valor los recursos educativos en abierto como herramientas de enseñanza y aprendizaje que permiten a alumnos y docentes poder acceder al conocimiento de manera gratuita, con un enfoque inclusivo. Así­ mismo, permiten trabajar de forma colaborativa, aplicarse en diferentes metodologías y personalizarse para garantizar un aprendizaje a medida.

Durante su intervención Speller ha aprovechado para mostrar su apoyo al pueblo mexicano tras los terremotos del pasado día.

Este 2º Congreso Mundial de Recursos Educativos Abiertos (REA) ha tenido como objetivo poder examinar las soluciones para hacer frente a los desafíos de la incorporación de las prácticas de REA en los sistemas educativos mundiales. Además, entre sus finalidades se encuentra mostrar las mejores prácticas del mundo en poló­ticas e iniciativas y proporcionar recomendaciones para la integración de los REA, con ví­nculos con las mejores prácticas.

Fuente: http://www.oei.es/Oei/Noticia/la-oei-participa-en-el-2-congreso-mundial-de-recursos

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Guía para la creación de materiales educativos interactivos

En este contenido se muestran indicaciones generales sobre aspectos técnicos y de estilo para la elaboración de los Recursos Educativos Abiertos (REA) del Centro Nacional de Desarrollo Curricular en Sistemas no Propietarios

Esta guía es una adaptación de Guía de estilo para el desarrollo de materiales, utilizada por la Junta de Andalucía – Consejería de Educación – Dirección General de Formación Profesional y Educación Permanente – Servicio de Educación Permanente

Ver la guia en: http://procomun.educalab.es/es/ode/view/1430007833050

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Libro: El conocimiento libre y los recursos educativos abiertos

10 de noviembre de 2016/Fuente: universoabierto.org

El conocimiento libre y los recursos educativos abiertos. OCDE – Junta de Extremadura, 2008

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El desarrollo de la sociedad de información y la difusión extendida de la informática dan lugar a nuevas oportunidades de aprender. Al mismo tiempo, desafían puntos de vista y prácticas establecidos sobre la organización e implementación de la enseñanza y el aprendizaje. Durante años las instituciones de educación superior han utilizado Internet y otras tecnologías digitales para el desarrollo y distribución de la educación. Todavía, y hasta hace poco tiempo, muchos de los materiales de aprendizaje se guardaban bajo llave bajo contraseñas en sistemas exclusivos, inalcanzables para personas ajenas al tema. El objetivo del movimiento Recursos Educativos Abiertos u REA (recursos educativos abiertos o libres) es eliminar esas barreras y fomentar y habilitar el intercambio de los contenidos de forma gratuita.

El Centro para la Investigación y la Innovación Educativas (CERI por sus siglas en inglés) de la OCDE ya abordó varios problemas con respectoal e-learning en la educación superior, publicando informes sobre ello: The Partnership Challenge (OCDE, 2001) y E-learning inTertiary Education – Where do we Stand? (OECD, 2005). El segundo de estos informes concluye que el e-learning conoce un destacado crecimiento en la educación superior. La evidencia apunta a un crecimiento de las inscripciones y prestaciones, aunque de un punto de partida bajo. Las actividades e-learning de las instituciones de educación superior son muy diversas, desde la presencia trivial en línea hasta programas ofrecidos totalmente en línea. Los módulos considerados para la mayoría de actividades e-learning reflejan la característica dominante del e-learning como elemento complementario a la entrega a nivel universitario en el campus. Se tomaron los objetos e-learning como una promesa de futuro en la medida que pueden reducir potencialmente los costes y revolucionar la pedagogía. Algunos de estos temas se analizan en este informe que plantea cuatro preguntas principales:

  • ¿Cómo pueden sostenerse los modelos coste/beneficio para el desarrollo
    de iniciativas REA?
  • ¿Cuáles son los problemas de los derechos de propiedad intelectual
    vinculados a las iniciativas REA?
  •  ¿Cuáles son los incentivos y barreras para las universidades y personal
    de facultad en la entrega de sus materiales a las iniciativas REA?
  • ¿Cómo pueden memorarse el acceso y utilidad para los usuarios de
    iniciativas REA?

Descargar: www.oecd.org/spain/42281358.pdf

Fuwente: https://universoabierto.org/2016/10/21/el-conocimiento-libre-y-los-recursos-educativos-abiertos/

Imagen: https://universoabiertoblog.files.wordpress.com/2016/10/978-84-691-8082-2-preview.jpg?w=210&h=306

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Poland Is Pioneering the World’s First National Open Textbook Program

 

Europa/Polonia/Abril 2016/Fuente:Open Society Foundations/Autoras:Melissa Hagemann y Piroska Hugyecz

Resumen: Polonia es el primer país del mundo en apoyar un programa nacional de libro de texto abierto. Años de esfuerzos de los defensores de educación abierta impulsaron al gobierno para adoptar dos iniciativas de libros de texto abiertos, uno para los tres primeros años de la escuela y el otro para la educación primaria y secundaria. Polonia se ha convertido en un líder en el movimiento REA, algo que el nuevo gobierno puede enorgullecerse. Para hacer estos logros propios, el siguiente paso será la adopción de políticas de apoyo a estos programas innovadores libro de texto abierto.

Access to educational materials varies considerably across the world. Many in low- and middle-income countries do not have textbooks, and the ones that exist are often out of date. Two recent initiatives in Poland, however, are getting free, open textbooks into classrooms—textbooks that are available online and can be easily adapted, translated, and improved upon by teachers and students.

Poland is the first country in the world to support a national open textbook program. Years of efforts by open education advocates prompted the former government to adopt two open textbook initiatives, one specifically for the first three years of school, the other for primary and secondary education across the board.

Open educational resources (OER) like these are teaching and learning materials with open licenses that can be used freely, improved continuously, and repurposed indefinitely. This saves money for both schools and parents, and empowers teachers to adapt textbooks according to their needs. In addition, standard curricula can be enriched with local materials developed within the school community through student projects or parental input, making lessons more relevant and interesting to students.

In 2008, Open Society partnered with the Shuttleworth Foundation and leaders of the OER movement to launch the Cape Town Open Education Declaration, which first called for public access to publicly funded educational materials. Other initiatives, such as UNESCO’s 2012 Paris OER Declaration [PDF], reinforced support for the public access strategy.

Following the release of the Cape Town Declaration, Open Society also supported awareness raising, community building, and advocacy in Poland and Brazil. Selection of these pilot countries was driven by interest on the ground, as OER was a fairly new concept. In Poland, our grantees formed the Polish Coalition for Open Education (KOED), now 34 organizations strong. Building on the work of KOED, in 2012 the Polish Council of Ministers approved funding for the Digital Schools’ Pilot Program, which provided schools with computers and information and communication technology resources. It also included the equivalent of US$13 million for the development of an open textbook program for primary and secondary education.

In addition, in 2013 the Ministry of Education launched its own open textbook program for the first three years of school, giving the country two complementary programs. KOED worked closely with the government on developing the textbooks, which use the Creative Commons Attribution License. The textbooks, which can be reused, translated, and adapted, were formally released at the end of last year.

In Poland, parents have traditionally been responsible for purchasing their children’s textbooks, which can cost as much as €60 to €120 (US$66 to $132) per child annually. These burdensome costs made textbooks a contentious political issue, and were a driving force behind the government’s support for open textbooks, which the Ministry of Education estimates will save parents €24 million (US$26.5 million) in the first year alone, with total annual savings of €168 million by 2020. The costs associated with production of the open textbooks are supported by funds previously spent by the government to subsidize the purchase of textbooks for low-income families.

As the open textbooks were created under pilot programs, policies must be adopted to provide long-term support for these initiatives. “Poland has made important first steps in developing a comprehensive OER policy,” says Alek Tarkowski, one of the founders of KOED and executive director of Centrum Cyfrowe, a Polish organization that works for social change through digital technology. “We are happy to see this policy further developed, with a continuation of the textbook programs and development of further open resources planned until 2020.”

Success in Poland has generated interest in OER from governments across the region. The Open Society Foundations are working to raise awareness of, build communities around, and advocate for OER in the Czech Republic, Macedonia, Moldova, Romania, Slovakia, Kyrgyzstan, and Tajikistan. Centrum Cyfrowe is also organizing an OER policy meeting in Krakow in April to share lessons learned and support OER development throughout the region.

OER is gaining momentum around the world as well. While the Polish open textbook programs are the first national initiatives launched by a government, students in South Africa use open textbooks produced by Siyavula Education, an OER technology company. Siyavula produces open textbooks printed by the South African Ministry of Basic Education. Over 10 million printed books have been distributed to approximately five million learners. In addition, in a recently published report, Open Educational Resources: A Catalyst for Innovation, the Organization for Economic Cooperation and Development concludes that OER not only contains public and private costs of education, but also supports the continuous improvement of educational resources.

Poland has become a leader in the OER movement, something the new government can take pride in. To make these accomplishments their own, the next step will be to adopt policies to support these innovative open textbook programs.

 

Fuente de la noticia:https://www.opensocietyfoundations.org/voices/poland-pioneering-worlds-first-national-open-textbook-program

Fuente de la imagen:https://www.opensocietyfoundations.org/sites/default/files/photos/20160310-skarzynski-poland-primary-school-4000.jpg

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Egipto recibe galardón WISE Awards 2015

Egipto recibe galardón WISE Awards 2015

Africa/Egipto/Noviembre 2015/ Fuente: EuroNews OnLine. Autor: Escarlata Sánchez

Resumen: Proyecto sobre plataforma tecnológica para la creación, generación y difusión de material y recursos educativos, con el propósito de contribuir a solventar algunas deficiencias de la educación en Egipto.
La Cumbre Mundial sobre la Innovación en la Educación ha premiado seis proyectos que proponen soluciones originales, uno de ellos es el propuesto por Egipto el cual tiene como propósito superar las dificultadas utilizando la tecnología disponible.

Nafham, una plataforma en línea para el intercambio de contenidos educativos, esta plataforma creada en el año 2012, propone contenidos que integran el programa escolar, y están dirigidos a alumnos de Egipto, Arabia Saudí, Argelia, Siria y Kuwait.

Mostafa Farahat, cofundador de Nafham asegura que “El objetivo de Nafham consiste en resolver algunos de los problemas educativos de Egipto y del mundo árabe, que son muchos. Lo novedoso de Nafham, es que pedimos a los padres, a los alumnos y a los profesores que contribuyan poniendo en línea contenidos educativos en forma de vídeos. De este modo hay una especie de continuidad: primero uno aprende algo y después se lo enseña a los demás, y en eso consiste la educación.”

Unos 500.000 jóvenes visitan cada mes este sitio web gratuito que sirve de complemento a las clases. En el Centro Escolar Internacional Brilliance, donde estudian unos 1.000 alumnos, el programa Nafham ya ha sido implementado. Los maestros proyectan sus vídeos en clase como un complemento de la lección.

“Nafham tiene por objetivo enseñarle a los alumnos a ser autónomos y responsables. Gracias a este programa pueden estudiar en casa y aprender por sí mismos. Entre nuestros propósitos está el ayudar a los estudiantes a tener más seguridad en sí mismos.”, explica el profesor Tamer Nemr

Los estudiantes también opinan sobre esta iniciativa, Salma comenta que “Es mucho más fácil ver un vídeo que leer un libro. Así que hago los ejercicios, en vez de leer la lección.”. Ziyad considera que: “A veces en clase hay mucho ruido y resulta difícil concentrarse y entender la lección. Cuando veo un vídeo yo solo, lo entiendo todo.”

Este proyecto es innovador porque permite la contribución de los estudiantes en la creación de recursos para alimentar la plataforma. Un ejemplo de ello es Sayed Obaid, quien con 18 años, recorre las calles de El Cairo grabando vídeos. Al respecto Sayed comenta que “Grabamos vídeos cortos educativos para alumnos de once años. Intento explicar las cosas con palabras sencillas. En el colegio suelen utilizar simplemente la pizarra o algunos dibujos, pero a mí me gusta mostrar otro tipo de imágenes que pueden ayudar a los estudiantes a aprender más fácilmente la lección.”

Nafham, una iniciativa que pretende contribuir con el ámbito educativo a través de la generación de contenidos académicos e información para estudiantes de todas las edades.

Fuente de la Noticia: http://es.euronews.com

Fuente de la Foto: https://www.wisecampaign.org.uk/uploads/wise/images/awards/2015/WISE_AWARDS_LOCKUP-04-web.png

Editora: Keyla Isabel Cañizales

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