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Iniciativas de docentes que ayudan a otros docentes a seguir dando clase

Por: Laura Román

En estos días de confinamiento por la crisis sanitaria del coronavirus han surgido iniciativas de docentes en las redes sociales como el hashtag #profesqueayudan en Twitter o el grupo ‘SOS Digital Docente’ en Facebook. Ambas han sido puestas en marcha por los propios docentes y tienen como objetivo ayudar a sus compañeros de profesión a crear una clase online de manera sencilla, poner a disposición vídeos en los que se explica cómo utilizar determinadas herramientas o difundir distintos contenidos educativos. A continuación, recogemos algunas de estas acciones.

Charlas educativas

Charlas educativas Ingrid Mosquera

Ingrid Mosquera es docente de la Universidad Internacional de La Rioja y cuenta con un canal en YouTube que, bajo la temática #Charlaseducativas, ofrece conversaciones con expertos en streaming sobre distintas cuestiones de interés. Actualmente  está grabando diversos vídeos en los con la ayuda de otros docentes muestra herramientas para trabajar desde casa o cómo realizar videoconferencias de manera sencilla.

Vídeos explicativos

Vídeos explicativos José Ramón Olalla

Otra opción es la de docentes que han creado pequeñas píldoras audiovisuales con pautas para dar clases online. Es el caso de la profesora de Matemáticas Pilar Julián que ofrece a todo el profesorado un pequeño vídeo en el que explica 3 formas de grabar vídeos para los estudiantes. Pero también los hay para herramientas concretas, como el vídeo de José Ramón Olalla sobre el uso de OBS Studio, por ejemplo.

Posts con tutoriales

Posts con tutoriales Iniciativas de docentes

También son de utilidad los posts escritos por docentes en los que se explica paso a paso cómo hacer uso de un recursos o herramienta en cuestión. Rosa Liarte, que es docente de Geografía e Historia y Coordinadora TIC en Secundaria, ha preparado una entrada para su blog en la que muestra cómo hacer uso de Google Classroom de la misma forma que lo utiliza ella con sus estudiantes. Este es el caso también de otro docente, Oscar Herrero, que en esta plataforma muestra cómo el profesorado puede utilizar Office 365 o Moodle desde casa.

Materiales Iniciativas de docentes

Son numerosos los contenidos que se están difundiendo por las redes sociales y que sirven de utilidad a los docentes. Un ejemplo son los ofrecidos por esta docente en su canal de YouTube o los de esta profesora de Matemáticas que pone a disposición una serie de actividades para llevar a cabo con los estudiantes de Secundaria. E incluso también se pueden adaptar para los hijos del profesorado. Como este material de una profesora de dibujo que a través de una narración ilustrada sobre el coronavirus tiene como objetivo que los niños entiendan lo que está pasando.

Asistencia ‘remota’

Asistencia ‘remota’ Iniciativas de docentes

También existe la ayuda remota con el objetivo de despejar dudas y poder hacer preguntas. Para ello, están en marcha Iniciativas de docentes como la de este docente de La Rioja a través de Skype. O también mediante el espacio virtual de distintos profesores, en los que se va recogiendo y actualizando todas las propuestas en las redes sociales para poder asistir de manera remota al cuerpo docente en estos días.

Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/noticias/iniciativas-de-docentes-que-ayudan-a-otros-docentes-a-seguir-dando-clase/

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Durante la epidemia el hogar será escuela substituta.

Por: Gilberto Guevara Niebla

El mundo enfrenta un desafío sin paralelo. La epidemia del COVID-19 se extiende por todos los continentes con velocidad sorprendente y pasará mucho tiempo —al menos un año, se dice— para que la ciencia logre producir una, o, en su caso, varias, vacunas que hagan posible enfrentarla con eficacia.

Las escuelas ofrecen alto riesgo de contagio. Sabemos que en ellas se congregan a millones de estudiantes (sólo en educación básica hablamos de 25 millones de alumnos) y por ello se teme que propicien la transmisión del virus. Dada esta circunstancia parece prudente la decisión de las autoridades educativas de adelantar las vacaciones y extenderlas a 30 días en los niveles básico y medio superior. Aunque tal vez será necesario en el futuro que esta suspensión se extienda aún más.

El hecho de que los alumnos dejen de ir a la escuela no debería ser obstáculo para que en sus casas continúen estudiando y trabajando con los libros de texto y con los recursos digitales que están accesibles a quienes cuentan con computadora e internet. La SEP, las secretarías de educación de los estados, los supervisores y directores de escuela, deberían acompañar la emergencia proporcionando a los padres de familia y a los estudiantes recomendaciones y orientaciones para el trabajo de los alumnos en sus hogares.

Esta pausa sin escuela puede ser aprovechada por niños y adolescentes en la lectura de buenos libros o realizando pequeñas investigaciones con la ayuda de internet.

La epidemia es una tragedia dolorosa y triste, pero debemos sacar de ella las lecciones de moral correspondientes. Brinda la oportunidad para pensar sobre sus dimensiones científicas, pero igualmente sobre sus connotaciones éticas. Nos invita a reflexionar sobre la vida y el dolor humano, a tomar distancia con nuestro ego y pensar empáticamente en los otros, a ponderar valores como la compasión, la generosidad y la solidaridad.

También el coronavirus ofrece una oportunidad para desarrollo del pensamiento crítico. Analizar el origen de esta pandemia es tema de crucial importancia y se vincula a las relaciones del hombre con la naturaleza. ¿Qué es un virus? ¿Qué características peculiares han hecho del COVID-19 un virus con tanto potencial dañino? ¿Qué papel juegan las mutaciones en el desarrollo de ese poder destructivo? Etc.

Padres y madres de familia están obligados a asumir un papel educativo y explicar a sus hijos lo que está sucediendo con esta pandemia. Una buena información es básica para combatir los miedos irracionales, los mitos, los prejuicios y las versiones falsas que se difunden extensamente en las redes sociales. Los padres, asimismo, deberán dar instrucciones precisas a sus hijos pequeños sobre las reglas de higiene que deben seguir durante el tiempo que dure esta calamidad.

El desastre del coronavirus nos intimida a todos. El desconcierto es mayor dado el conocimiento todavía limitado que tenemos sobre el virus y las formas concretas con las cuales se produce el contagio. Esta ignorancia parcial produce en nosotros miedo y desconcierto, pero yo los invito a enfrentar la adversidad con optimismo y con esperanza; tal vez esta tragedia redunde en una mayor expresión de humanismo, de autoaprendizaje y de solidaridad con los que sufren.


Artículo publicado en La Crónica de Hoy.

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Entrevista a Silvia Barrera Ibáñez: “No se puede dar un dispositivo conectado a Internet sin normas ni límites”

Por: Jennifer Tejada

¿Cuándo dar a los niños y niñas su primer teléfono móvil? ¿Cómo les afecta la ‘cultura del like’? ¿De qué forma pueden controlar los padres a sus hijos en la Red? Estos son algunos temas de los que hemos tratado con Silvia Barrera, inspectora de policía, experta en cibercrimen y autora de ‘Nuestros hijos en la red: 50 cosas que debemos saber para una buena prevención digital’.

“Lo primero que pensamos es: ‘Las desgracias solo le pasan a otros’… hasta que pasan”, afirma la inspectora de policía y experta en cibercrimen Silvia Barrera Ibáñez. Con un máster en Seguridad Informática y años de experiencia como jefa del grupo de investigación en redes sociales de la Policía y del grupo forense digital de la Unidad de Investigación Tecnológica, ha plasmado todos sus conocimientos en un libro: ‘Nuestros Hijos en la red: 50 cosas que debemos saber para una buena prevención digital’. En él analiza los riesgos y las consecuencias a las que se enfrentan los jóvenes cuando hacen un uso inapropiado de Internet y ofrece pautas básicas a los padres para evitar situaciones de adicción, estafas económicas, robo de datos o acoso, entre otros.

Pregunta: En su libro recoge 50 cosas que deben saber las familias para que sus hijos hagan un uso responsable de dispositivos electrónicos conectados a la red. ¿Cuáles destacaría de entre todas ellas y por qué?

Respuesta: Es difícil destacar alguna, cada una tiene su parcela de importancia. Es importante saber que a partir de una determinada edad, no es aconsejable prohibir a nuestros hijos que estén en la Red. Es el mundo en el que les ha tocado vivir y debemos conocer su cibermundo; que se manejen bien con la tecnología no implica que conozcan sus riesgos o que tengan herramientas de control. No deberían proporcionar un dispositivo conectado a Internet sin normas ni límites establecidos previamente y una supervisión de la navegación.

Y por último, como padres, debemos conocer los riesgos y enseñarles a navegar de la forma más segura posible porque no podemos exigirles ciertas precauciones cuando nadie se los han enseñado.

Niñas haciéndose un selfie - Silvia barrera

P: La generación Z está creciendo inmersa en la cultura del ‘like’ y de las correcciones físicas en fotos gracias a filtros de aplicaciones como Snapchat. Esto afectará su autoestima y su percepción de la realidad en el futuro. ¿Qué otras consecuencias reales se empiezan a ver a raíz de estas prácticas?

R: Lo primero que te pregunta un menor cuando le enseñas las redes sociales es cuántos seguidores tienes. Si tienes muchos, se sorprenden y te admiran porque entonces eres alguien ‘guay’ o importante. Por ello, cualquier comportamiento que contribuya a hacerles tan ‘guay’ como tú será seguir a referentes ¿Cuáles? Los que escuchen en el cole o con sus amigos que pueden no ser los más aconsejables.

Esto puede generar conductas imitativas, en cualquier sentido. Si los referentes (las personas a las que siguen) que escogen no son positivos, tendremos niños hipersexualizados, muy preocupados por su imagen, dependientes del móvil y del feedback que reciben de desconocidos. Pueden estar sobreexponiendo su identidad digital al tener mucha actividad virtual: publicando imágenes, vídeos o comentarios.

Además, corren el riesgo de volverse dependientes de un sistema de gratificación rápida y con poco esfuerzo; imitan conductas violentas, agresivas o contenido sexual típicas de adultos o generando relaciones afectivas tempranas bajo un control mutuo por medio del móvil.

P: El cibermundo puede ser vertiginoso y alberga una lista larga de riesgos: sexting, vishing, botnets, child grooming… ¿Cómo pueden los padres controlar y educar para que los jóvenes sepan actuar ante estas situaciones?

R: Huyo de los anglicismos ahora tan de moda para poner nombre a conductas nocivas y, en otros casos delictivas, que muy pocos padres conocen.

También es aconsejable estar pendientes de sus hábitos a la hora de navegar y controlar sus reacciones emocionales y comportamientos poco habituales que puedan poner de manifiesto la existencia de situaciones de acoso, u otros problemas como dependencias, insomnio, retraimiento, excesivo recelo en el cuidado de su privacidad, etc.

adolescentes con sus teléfonos móviles

P: ¿Qué responsabilidad tienen las familias cuando sus hijos acosan a otros? ¿Qué pueden hacer?¿Realmente sirven de algo los controles parentales? ¿Son protección suficiente?

Hay que advertirles antes de facilitarles un móvil que este tipo de conductas tienen consecuencias, entre ellas castigos. Y, por supuesto, no justificar ni tolerar estos comportamientos.

Los controles parentales, bien configurados, son un medio, un plus más, para limitar de forma técnica los posibles riesgos y controlar parte de su navegación pero no son infalibles ni debemos delegar toda nuestra supervisión en ellos. Deben ir acompañados de más medidas de control. Además, tenemos que tener en cuenta que habrá hijos que traten de evadir (y encontrarán cómo) este tipo de controles.

Es aconsejable estar pendientes de sus hábitos a la hora de navegar y controlar sus reacciones emocionales y comportamientos poco habituales”

P: Cabe la posibilidad de que muchas familias consideren que estos peligros en la red son cosa de otros y que a sus hijos no les pasará. ¿Podría relatar un caso real que le haya dejado huella?

Si hay una situación que me llegó a angustiar de forma personal, fue al poco de empezar a investigar en redes, en el año 2006. El informe que surgió de ese trabajo fue muy impactante y fue una de las primeras llamadas de atención sobre los riesgos y conductas nocivas que nos podemos encontrar en la Red.

La Fiscalía de Menores nos solicitó un informe a petición del Defensor del Menor en el que había una web con cometido apologético de la anorexia y la bulimia.

Al comprobar su contenido, vimos que había imágenes de chicas jóvenes y menores anoréxicas, con tips para perder peso muy agresivos e historias donde las chicas relataban lo mal que lo pasaban teniendo que comer. Descubrimos que este blog enlazaba a más webs y estas a su vez, a otras, llegando a identificar más de 400.

Todas ellas narraban el sufrimiento de jóvenes, muchas de ellas menores (también había algún chico) con fotos escalofriantes, tips para no comer o para no ganar peso, muy lesivos y fotos con lesiones autoinfligidas por ‘saltarse’ la disciplina “autoprometida” de no comer.

Pueden estar sobreexponiendo su identidad digital al tener mucha actividad virtual: publicando imágenes, vídeos o comentarios”

P: El teléfono móvil, ¿a partir de qué edad?

R: Depende. No hay una edad. Hay encuestas que ponen de manifiesto que es el regalo estrella de la comunión o de los Reyes por anticipado, pero los niños están conectados desde que tienen uso de razón a través de los dispositivos que hay por casa o de los padres, que se los damos para que ‘se entretengan’.

Una vez que le compramos su primera tableta o móvil, adquieren más independencia pero, hasta ese momento, ya llevan años aprendiendo en Internet y consumiendo información (y no nos hemos dado cuenta). Y, si no hemos limitado el acceso, habrá visto muchas cosas siempre que le hayan suscitado interés. Cualquier cosa.

¿La edad? Teniendo en cuenta que viven y van a seguir conectados, sería aquella en la que decidamos enseñarles a navegar, poner normas y límites y supervisar su navegación. Si prescindimos de ese paso tan importante, ya podemos dejar de darle vueltas al tema de la edad porque los riesgos y las herramientas emocionales para gestionar un problema en la Red son los mismos tengan 12, 13 o 14. Nadie nace aprendido.

R: Desde contactar con desconocidos que usan identidades de menores para conocer a otros menores con fines sexuales, hasta cargos en tarjetas bancarias al efectuar micropagos para adquirir herramientas, superpoderes, avatares mejores, subir de nivel, etc.

Los videojuegos incorporan también chats online de forma que pueden hablar e interactuar con otros. Existe el riesgo de contactar con desconocidos que pueden tratar de enviarle enlaces maliciosos a sus ordenadores para infectarlos y obtener información personal como fotos y contraseñas, etc. Pero esto son casos extremos, si hay algo que sí ocurre con más frecuencia, son las adicciones como consecuencia de no limitar el tiempo de conexión.

Con los videojuegos, “Existe el riesgo de contactar con desconocidos que pueden tratar de enviarle enlaces maliciosos a sus ordenadores para infectarlos y obtener información personal como fotos y contraseñas, etc.”

P: ¿Un último consejo para los padres?

R: Internet es una herramienta estupenda, llena de posibilidades, pero los niños no nacen aprendidos y somos los responsables de velar por su seguridad, enseñándoles a navegar. Debemos conocer y estar en su cibermundo porque son nativos digitales y la presencia en la Red es algo que no podemos evitar, tarde o temprano, querrán estar ahí, como el resto.

Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/silvia-barrera-dispositivo-conectado-internet-sin-normas/

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Argentina: Solidaridad en tiempos de cuarentena: sanjuaninos ofrecen servicios online para ayudar

América del Sur/Argentina/22-03-2020/Autor(a) y Fuente: www.diariodecuyo.com.ar

Por: Redacción Diario De Cuyo

Desde psicólogos y médicos hasta docentes se ponen a disposición para colaborar en momentos en los que no se puede salir de casa.

Desde este viernes el país vive una situación inédita: la de la cuarentena total que implementó el Gobierno de la Nación para tratar de contener la expansión del coronavirus. En ese contexto, algunos profesionales sanjuaninos utilizaron las redes para poner a disposición de todos sus servicios en forma gratuita. Desde psicólogos, pasando por docentes y hasta personas dispuestas a salir a hacerles las compras a quienes integran los grupos de riesgo escribieron sus mensajes.

“Con un grupo de profesionales de la psicología, el coaching y docentes estamos llevando a cabo una acción de apoyo emocional por vías virtuales (teléfono, chat, videollamada, zoom, skype, etc.). Está dirigido a cualquier persona que en este contexto de asilamiento y crisis sienta la necesidad de compartir sus inquietudes y hablar de sus emociones. Es completamente gratuito y anónimo”, escribió Jorge Baletti.

Al respecto, comentó que armó un listado de profesionales voluntarios que él mismo coordina para trabajar con las personas que necesiten la colaboración. Su celular es 264-4989280 y su cuenta de Facebook e Instagram a las que se le puede escribir mensajes privados es Jorge Baletti.

* Comprar para quienes no pueden salir

«Estando en cuarentena estuve charlando con mi mamá, me dijo que seria fabulosa la idea de que nosotros los jóvenes nos pongamos a disposición de los adultos mayores para hacerles algún favor. Ellos son los más vulnerables y los que más nos necesitan», relató en torno al modo en que se le ocurrió la idea.

E invitó a otros a sumarse a la iniciativa: «Sería un hermoso gesto de nuestra parte», afirmó. Quienes quieran comunicarse con ella pueden hacerlo a la cuenta de Facebook, Meli Herrera.

* Música en vivo y a la carta

Durante la cuarentena, cada noche, a las 23, regalarán a la gente una canción interpretada en vivo. «Obvio, pueden hacer pedidos y vamos armando lista!!!», aseguraron Pierina Ciallella y Marcelo Bartolomé.

La transmisión en vivo se realiza en su cuenta de Facebook: Dúo Mixtura.

* Ayuda con la tarea I

«Soy profesora de Educación Física y con mucho gusto te resolveré tus dudas a distancia. Mientras estamos en casa, si necesitas ayuda sobre algo que le hayan encargado a tu hijo o hija, contactame y sin ningún tipo de costo te apoyo. ¡Vamos a salir de esto juntos!», escribió.

Su cuenta de Facebook: Celi Correa.

* Ayuda con la tarea II

Martín Olivares se ofreció también para ayudar con la tarea realizada en el hogar, pero en torno a materias relacionadas con contabilidad y economía.
«Contactame por privado y ayudo sin cargo por medio de un tutorial, video de WhatsApp o con un simple chat», escribió. Y destacó: «En esta pandemia nos ayudamos entre todos».
Para contactarse con él se puede acceder a la cuenta de Facebook con su nombre.

* Médico digital

Un médico sanjuanino que vive en Córdoba se ofreció a ayudar de modo online a quienes tengan dudas en torno al coronavirus o síntomas leves compatibles con la enfermedad.

* Para cuidar la alimentación y entretenerse

A todos ellos se suman los otros dos profesionales que ya habían sido noticia por su solidaridad: el médico Fernando Rocchietti y la psicóloga infantil Maria Eugenia Torres Flores.

Fuente e Imagen: https://www.diariodecuyo.com.ar/sanjuan/Solidaridad-en-tiempos-de-cuarentena-sanjuaninos-ofrecen-servicios-online-para-ayudar-20200320-0021.html

 

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Opinión: Frente al Coronavirus, educarnos

Por: Andrés García Barrios

Educarnos tanto personalmente como socialmente, y de manera rápida, es el reto que nos toca ahora.

Como toda crisis de salud, la pandemia del coronavirus (COVID-19) nos pone de frente a los temas cruciales de la vida, entre ellos el de la educación. En este caso, se trata de una educación o re-educación personal y colectiva que nos permita enfrentar juntos un evento de la naturaleza para el que estamos escasamente formados e informados. Educarnos tanto personalmente como socialmente, y de manera rápida, es el reto que nos toca ahora.

Para hablar de ello elegiré a dos autores cuyos puntos de vista confluyen en el tema. Primero me permitiré retomar la perspectiva del psicoanalista Erick Fromm de la que hablé hace unas semanas en este mismo espacio. Trata en torno a cuatro elementos que él considera los fundamentos del amor, y que yo me permito adaptar al tema ―sin duda amoroso― de educar. Quiero añadir también la perspectiva del filósofo español Fernando Savater, que también ha reflexionado acerca de la relación entre el amor y la educación, y cuyo pensamiento adquiere su máxima dimensión justamente en momentos de crisis sociales como la actual.

Savater funda su teoría de los valores éticos en lo que él llama amor propio, dejando claro que el cuidado de los demás es la forma más eficaz de quererse a uno mismo. Nos recuerda que todos dependemos de todos, y estamos entreverados en una red de relaciones tan estrecha, que cuidar el bien del prójimo recae en última instancia en nuestro propio beneficio. La educación, ocupada en guiar al otro en la búsqueda de su bienestar, se vuelve siempre en nuestro propio bien. En un momento como el actual, en que esa red de relaciones se estrecha tanto ―al grado de que lavarnos las manos puede evitar que alguien enferme gravemente―, el círculo virtuoso que el español plantea se vuelve evidente.

Hoy más que nunca, debemos ser educados con los demás; para explicar lo que quiero decir, voy a retomar los cuatro componentes del amor que Fromm describe: cuidado, conocimiento, responsabilidad y respeto.

Que el cuidado es necesario, salta a la vista: finalmente, de lo que se trata es de cuidarnos a nosotros y a los demás (lo cual, savaterianamente, resulta lo mismo); es decir, ejecutar los actos necesarios para evitar la enfermedad, y si la adquirimos, o alguien a nuestro alrededor la adquiere, hacer lo necesario para curar y para no contagiar a otros.

Lo anterior se complica cuando pensamos en el segundo componente de la educación: el conocimiento. ¿Cuáles son las mejores prácticas para lograr esos objetivos? Conocerlas no es fácil; lo que llamamos “conocimiento” da una sensación de certidumbre pero en realidad es algo sumamente inexacto. Podemos entrar en filosofías sobre los límites últimos del conocer, pero por el momento no es necesario: basta con echar un ojo a nuestras prácticas e instrumentos cotidianos de adquisición y transmisión de información para darnos cuenta de lo limitados que estamos. Ahora más que nunca surgen “grandes expertos” en todos los campos del “conocimiento”, que recomiendan esto o lo otro, y que nos convencen según sea la tendencia de nuestro pensamiento: confiar en la ciencia nos hará seguir sus recomendaciones; otra postura nos llevará a creer en la voluntad de un poder superior; adherirnos a la teoría del complot nos hará permanecer indiferentes a las medidas de salud, etc. Estos criterios personales se toparán, además, con una inmensa variedad de medios de información llenos de contradicciones entre sí, y con muchas imprecisiones, casi todos pregonando que dicen la verdad. ¿Cuál es la página de internet más confiable, el periodista más objetivo o nuestro amigo o familiar mejor informado?

En la crisis actual, la elección del conocimiento que seguiremos para cuidarnos, implica una gran responsabilidad, no sólo ―como hemos visto― sobre nuestra propia salud sino también sobre la de los demás. Esa responsabilidad se duplica cuando, colocándonos en la posición de quien enseña, exponemos nuestra forma de pensar como conocimiento confiable. En este caso, la responsabilidad se convierte en ―como dice el psicoanalista alemán― “responder por el otro”, lo cual, hablando de coronavirus, es serio, porque puede tratarse de responder por la vida del otro.

Es aquí, creo ―en este dar a conocer nuestra forma de pensar sobre las mejores prácticas de cuidado―, donde cabe el cuarto elemento del que Fromm habla: el respeto. Éste, según él, es el reconocimiento de que la otra persona es distinta a mí y que debo asumir siempre su libertad de ejercer el propio criterio. En momentos en que la acción colectiva es imprescindible, el respeto es la base para que la comunicación fluya entre la gente. Para enseñar algo a alguien ―sean nuestros hijos, alumnos o conciudadanos― no hay mejor punto de partida que el respeto, cuya dimensión esencial es no intentar imponerse sobre el otro.

Aquí, quisiera destacar cierto matiz que se esconde debajo del intento de dominar lo que otro piensa. Quizás a algún lector le parezca frívolo dar importancia al siguiente asunto, y sin embargo me atrevo a sugerir que estemos atentos a él, por si alguna razón me asiste. Me refiero a la gratificación que muchos sentimos cuando conseguimos impresionar a alguien con lo que sabemos. Gratificación trivial, quizás, pero para algunos tan importante que puede llevarnos a propagar la más infundada e incluso escandalosa información sin haberla analizado y confirmado de manera seria. Después de todo, es más fácil impactar a alguien con nuestras ideas por lo que le ofrecen a la imaginación que por lo que aportan al razonamiento lógico. Las redes sociales, transporte ideal para cualquier material en crudo, son el mejor aliado en esto.

Todo lo contrario ocurrirá si atendemos al cuidado, el conocimiento, la responsabilidad y el respeto, entendidos como amarnos y educarnos unos a otros frente a la crisis. Esta actitud hará que nuestras decisiones no se conformen con un primer vistazo al propio criterio o al criterio ajeno, ni con propagar información que no hemos revisado con seriedad.

Yo mismo, ahora, asumiendo mi papel de educador (que en la crisis actual, como digo, todos desempeñaremos inevitablemente), daré mi punto de vista. Primero: ya que hablé de quienes creen en un poder superior, puedo decir ―siguiendo a Fromm, para quien razón y espiritualidad son un continuo― que toda adquisición de conocimiento sobre los cuidados frente al COVID-19, hecha de manera responsable y transmitida respetuosamente, conllevará necesariamente una trascendental esperanza.

Segundo: convengo que en materia de salud me adhiero al conocimiento científico; si no fuera suficiente con la confianza que le tengo a su método por sobre otras formas de conocimiento en este tipo de temas, bastaría con un argumento lógico: dado que es gracias a la ciencia que todos nos hemos enterado del coronavirus, que hablamos de él y estamos atentos a su evolución, y que es sólo por la confianza que le tenemos al conocimiento científico que aceptamos cuidarnos de no adquirir la enfermedad ni propagarla, sólo por eso sugiero que sigamos guiándonos por lo que la ciencia descubra y recomiende, y actuemos de principio a fin sobre sus bases, difundiéndolas entre todos aquellos que quieran escucharnos.

Acorde con esto, y para despejar el punto de cuál sea la información “científica” más confiable que hay en este momento, comento que en entrevista con el Dr. Julio Frenk ―ex Secretario de salud de México y actual Rector de la Universidad de Miami―, me ha explicado que “la fuente más autorizada es la página de Internet de la OMS, donde la información está disponible en español. Otro recurso fundamental es la página de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, que también ofrece información en español.”

Me uno a la recomendación del Dr. Frenk porque conozco sus frommianas y savaterianas cualidades como científico y maestro.

Fuente: https://observatorio.tec.mx/edu-news/coronavirus-educacion-opinion
Imagen: Pete Linforth en Pixabay
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España: Un ‘Facebook’ con IA para que los adolescentes usen las redes sociales de manera segura

Europa/España/15-03-2020/Autor(a) y Fuente: www.agenciasinc.es

Por: SINC

Una nueva red social, llamada PESEDIA, utiliza inteligencia artificial (IA) y juegos educativos para advertir a los adolescentes del alcance y los riesgos de la información que van a publicar en internet. Ha sido desarrollada por investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia.

PESEDIA se basa en técnicas de inteligencia artificial e incluye diferentes juegos educativos. Esta red social, desarrollada por investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) es capaz de advertir al usuario de forma muy gráfica sobre el alcance y riesgos de la información que va a publicar. Incluye también un analizador de contenido que detecta información sensible del usuario y es capaz de discernir sus sentimientos y nivel de estrés al escribir sus mensajes.

La red incluye un analizador de contenido que detecta información sensible y es capaz de discernir el nivel de estrés al escribir los mensajes

“Se trata de una red dirigida principalmente a adolescentes, ya que nuestro objetivo es que sirva como una plataforma educativa en el uso de las redes sociales. Hasta el momento, se ha utilizado ya en talleres de las cuatro últimas ediciones de l’Escola d’estiu de la UPV, con los niños y niñas de entre 11 y 14 años. Ahora bien, nuestro objetivo es poder trasladar la tecnología desarrollada a otras redes sociales para que pueda ser usada no solamente por adolescentes, sino por un público más general, que desee disponer de un agente personalizado asesor en privacidad”, destaca Estefanía Argente, investigadora de la UPV.

Para el desarrollo de PESEDIA, el equipo clasificó la sensibilidad de diferente información del usuario: edad, nombre, fecha de nacimiento, peso… y así hasta 74 variables distintas. Además, identificó aquellos factores más relevantes que hacen que un usuario acepte determinadas sugerencias mientras navega por la red social.

“También hemos desarrollado un módulo que permite analizar los datos de velocidad y forma de escritura de los usuarios cuando escriben mensajes en PESEDIA, información de la que se puede inferir los sentimientos y niveles de estrés del usuario”, explica Argente.

‘Paternalismo blando’ 

Con todo ello, los investigadores propusieron dos mecanismos de ‘paternalismo blando’ que ofrecen información al usuario sobre el riesgo para la privacidad de publicar un determinado contenido. Según la investigadora, esta idea consiste en mostrar mensajes al usuario, del tipo“El riesgo de privacidad de tu mensaje es alto; la publicación podrá ser vista por más de 1000 usuarios”, con el fin de tratar de influir en su decisión, pero sin limitarla.

Usa  también mecanismos de argumentación y persuasión para informar sobre el riesgo de privacidad de las publicaciones

Explica que han trabajado con lo que se denomina ‘empuje mediante imágenes’ mostrando, por ejemplo, las imágenes de perfil de algunos de los usuarios a los que podría llegar su mensaje, y con ‘empuje mediante números’ para indicar cantidades de usuarios a los que alcanzará la publicación.

“En este sentido –dice Argente– advertimos al usuario de que podría estar dando información de dónde está o a dónde va, y podemos darle más razones para ayudarle a decidir sobre si publicar o no el mensaje correspondiente, en función de la audiencia del mensaje, del contenido del mismo –si revela datos médicos, personales–, y a los posibles problemas sociales que pudiera ocasionar. Por ejemplo, si el mensaje implica a terceras personas que podrían verse afectadas”.

Referencia bibliográfica:

J.Alemany, E.del Val, J.Alberola, A.García-Fornes. “Enhancing the privacy risk awareness of teenagers in online social networks through soft-paternalism mechanisms”. International Journal of Human-Computer Studies. DOI:10.1016/j.ijhcs.2019.03.008

Fuente:

UPV
Fuente e Imagen: https://www.agenciasinc.es/Noticias/Un-Facebook-con-IA-para-que-los-adolescentes-usen-las-redes-sociales-de-manera-segura
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Entrevista a Silvia Congost: “Debemos educar para prevenir la dependencia emocional en los jóvenes”

Por: Jennifer Tejada

Hablamos con Silvia Congost, experta en dependencia emocional y autoestima, sobre la necesidad de educar a los jóvenes en la gestión y autorregulación emocional y sobre cómo factores como la familia, la escuela o las nuevas tecnologías influyen en su desarrollo personal.

“Más educar en emociones y menos memorizar datos que podemos encontrar en Internet con un solo clic”. Así defiende Silvia Congost, psicóloga experta en dependencia emocional y autoestima y autora de varios libros sobre esta materia, la necesidad de un cambio en la forma actual en la educación de los jóvenes.

Congost habla sobre la dependencia emocional, cómo prevenirla y contribuir así a que los menores se conviertan en adultos emocionalmente independientes. Además, explica cómo la baja autoestima y el mal uso de la tecnología influyen en cómo se relacionan con los demás.

Pregunta: ¿Qué es la dependencia emocional?

Respuesta: Es la incapacidad que sentimos a la hora de querer terminar una relación, cuando es evidente que deberíamos cortarla, ya sea porque se acabó el amor por parte de uno de los dos o ambos o porque uno no encaja con lo que el otro busca. Otro motivo puede ser que por el hecho de estar en pareja uno no puede ser quien es al cien por cien y se va perdiendo a sí mismo, o porque hay maltrato psicológico o físico.

Cuando vivimos uno de estos tres casos y aun así la idea de dejar la relación nos genera pánico, nos paraliza y hace imposible que lo dejemos, es entonces cuando existe dependencia emocional y, por tanto, iniciamos una lucha para conseguir estar bien, que la relación funcione, que dejemos de sufrir y todo vaya según lo esperado (de acuerdo con esa idea romántica del amor que nos han contado).

dependencia emocional

P: ¿Tiene relación directa con la autoestima?

R: Siempre que hay dependencia emocional, nuestra autoestima se ve dañada porque el miedo a quedarnos sin la otra persona nos hace conectar con una sensación de incapacidad, de poca valía, de miedo a no encontrar a nadie más y en consecuencia, nuestro autoconcepto se vuelve más negativo. Hay ocasiones en las que la falta de autoestima es la que nos lleva a generar ese enganche tóxico. Otras veces es la propia relación tóxica y el hecho de no alejarnos de ella lo que provoca que nuestra autoestima acabe resintiéndose.

R: Creo que uno de los principales motivos, aparte de tener una baja autoestima, que eso seguirá existiendo siempre, son nuestros modelos de referencia. Es decir, mientras los jóvenes sigan viendo en sus padres un modelo de relación tóxico: padres que no se aguantan pero siguen juntos, que no se aman y lo demuestran por cómo se tratan, los que siguen juntos solo por los hijos, los que aguantan situaciones de maltrato, de infidelidades, etcétera… es muy probable que ellos perpetúen las relaciones tóxicas. Los jóvenes viven el amor de otra forma, pero cuando se comprometen al madurar, repiten los mismos errores que sus padres.

«Los jóvenes viven el amor de otra forma, pero cuando se comprometen al madurar, repiten los mismos errores que sus padres»

P: ¿Cómo están afectando las nuevas tecnologías y las redes sociales a las relaciones amorosas de los adolescentes? ¿qué peligros implican?

R: El problema más común es que si se acostumbran a hablar mucho a través de las redes, después cuando están cara a cara tienen más dificultades para comunicarse, expresar sentimientos, etcétera. A veces incluso no saben qué decirse. Las redes tienen muchos aspectos positivos, pero no debemos permitir que los aíslen o que lleguen a sustituir quedadas con los amigos o participar en actividades sociales.

«Las redes tienen muchos aspectos positivos, pero no debemos permitir que los aíslen o que sustituyan quedadas con los amigos y actividades sociales»

El uso continuado de las redes también hacen mucho más fácil el contacto inmediato con otras personas que les puedan atraer, y eso si tienen pareja puede tener consecuencias devastadoras para quien es engañado. Aunque eso ya depende de los valores y la forma de ser de cada uno.

P: ¿Existen pautas para asegurar que las generaciones futuras sean más independientes (emocionalmente) y tengan relaciones sanas? ¿Cómo se previene la dependencia emocional?

R: Yo creo que los principales responsables de eso, sin ninguna duda, son los padres. Ellos deberían preguntarse: ‘¿Si mi hijo el día de mañana tiene una relación exactamente como la mía y se siente igual que me siento yo con mi pareja, me sentiré orgulloso de lo que le he enseñado?’. Es clave tener en cuenta de que son ellos los que educan con el ejemplo. Eso de decirle al hijo ‘Cariño, no cometas los mismos errores que yo’ no sirve de nada. Hay que enseñar con nuestra conducta, no con las palabras. Hazlo primero tú, y verás como ellos lo aprenden.

 

«Los padres deben enseñar con su conducta, no con las palabras»

Por otro lado, está claro que en las escuelas falta mucha conciencia y muchísima educación emocional en ese sentido. Más educar en emociones y menos memorizar datos que podemos encontrar en Internet con un solo clic. La responsabilidad de educar a los jóvenes en este sentido es tanto de los docentes como de las familias.

R: Desde que empiezan a ir a la escuela, adaptando a su edad el tipo de lenguaje, cuentos, historias, dinámicas… Es importantísimo identificar y poner nombre a las emociones y desarrollar la empatía y la compasión para relacionarnos desde el amor con los demás, y la autoestima para tener una buena relación con uno mismo.

P: ¿Qué formación necesita el profesorado para evitar este problema?

R: En mi opinión, en primer lugar deberían someterse ellos mismos a un proceso de autoconocimiento y crecimiento personal para sentirlo y vivirlo en primera persona. Para saber qué es lo importante a potenciar, qué es lo que hay que tratar de identificar y lograr. Cada niño es diferente y viene de un entorno diferente, de una familia diferente, con unos padres diferentes. Y cada niño es un ser humano con unas carencias, algunos más, otros menos. Pero todos tienen hambre de amor, de cariño y una gran necesidad de aprender a amarse a sí mismos, a valorarse y de aprender a ser su mejor versión. Solo así podrán desarrollar una buena autoestima y serán capaces de poner límites en el futuro cuando estén en una relación que no les convenga y sea tóxica para ellos.

Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/silvia-congost-educar-prevenir-dependencia-emocional-jovenes/

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