Page 16 of 34
1 14 15 16 17 18 34

Entrevista a Alba García. Psicóloga especialista en trastornos de la conducta alimentaria: «Aproximadamente, en cada aula de secundaria hay un caso de anorexia»

Entrevista/Autora: Marta Pérez/Fuente: El diario la educación

Alba Garcia es psicóloga especialista en trastornos de la conducta alimentaria de la Asociación contra la Anorexia y la Bulimia (ACAB). Hablamos con ella sobre una enfermedad que afecta a un 5% de las chicas jóvenes. Uno de los factores de riesgo es la insatisfacción corporal, muchas veces dada por la influencia del modelo de belleza imperante.

Hace unas semanas, la Generalitat logró eliminar siete blogs de la red que llamaban a la anorexia y la bulimia. La Asociación contra la Anorexia y la Bulimia (ACAB) se ha implicado en este hito. ¿Cómo ha sido el proceso?

Es entre ocho y diez años que estamos tratando de mover mecanismos para crear conciencia sobre la realidad de estas páginas web que se disculpan por el trastorno alimentario. Como Asociación contra la Anorexia y la Bulimia, y junto con la Agencia Catalana del Consumidor, lideramos una mesa de diálogo para la prevención de estos trastornos. Nuestras acciones durante estos años han sido observar los efectos sufridos por las personas que consumieron estos contenidos y las consecuencias que tuvieron. En respuesta, le pedimos a la Administración que asumiera la responsabilidad. Conseguimos establecer un protocolo que consiste en enviar estos sitios web a los Mossos para que puedan evaluar el impacto del contenido que ofrecen. Actualmente existe un decreto ley a través del cual, mediante una plataforma de la Agencia Catalana del Consumidor, se puede informar de los sitios web con contenido perjudicial. Se anuncia a quien es el propietario del dominio de los sitios web para eliminarlos de la red y, si no lo hace, enfrenta sanciones financieras importantes.

¿Cuáles son los diagnósticos relacionados con los trastornos alimentarios?

En este momento hay cuatro diagnósticos: anorexia nerviosa, bulimia nerviosa, trastorno ppor atracón y trastorno de la alimentación no especificado. En un nivel general, estos tipos de trastornos tienen características comunes, como la insatisfacción corporal y las alteraciones en el comportamiento alimentario. La persona que sufre de anorexia nerviosa lleva a cabo una restricción dietética que conduce a perder peso y tener miedo de engordar. La bulimia nerviosa consiste en episodios de ropa de cama (para mostrar grandes cantidades de alimentos en poco tiempo) con compensación, es decir, expulsar estos alimentos del cuerpo a través de la actividad física, vómitos o diuréticos o laxantes. El trastorno por atracón se parece a la bulimia, pero la diferencia es que no hay tales episodios de compensación. El trastorno de la conducta alimentaria no especificada se usa cuando una persona no cumple con un diagnóstico específico. Cuando no encaja con los comportamientos que definen la anorexia, la bulimia o el trastorno por atracón, se etiqueta con este trastorno no especificado.

¿Qué comportamientos debemos alertar a una persona que puede estar sufriendo de anorexia nerviosa?

Se deben tener en cuenta diferentes factores; por ejemplo, insatisfacción corporal, aislamiento y / o alteraciones o cambios en el estado de ánimo. Vemos que la persona deja de comer, comienza a ser más selectiva con algún tipo de alimento, tiene poco peso, desaparece la comida del hogar, etc. También podemos observar que la persona esconde su cuerpo o lo expone de manera extraña, expresa una baja autoestima, deja de participar en actos sociales relacionados con la comida y, como resultado, deja de asistir a reuniones con amigos o familia, y está aislada de ciertos ambientes. En cuanto al estado de ánimo, la persona está más ansiosa, deprimida e irritable, y esto hace que la relación con los entornos más cercanos cambie. La señal de advertencia más importante es percibir un cambio. Estar alerta y observar los cambios de comportamiento de las personas en nuestro entorno nos ayuda a descubrir si están sufriendo.

¿Cómo se trata con una persona que se teme que pueda tener un trastorno de la conducta alimentaria, para reconocer lo que está sucediendo y buscar ayuda?

Si hablamos a una persona de su cuerpo, su comida o su salud, el trastorno se ve amenazado y, por lo tanto, pondrá defensas. Los mecanismos que tendrá para defenderse son huir o atacar. Es importante tener en cuenta que, con estos comportamientos, lo que se manifiesta es el sufrimiento. La única forma en que podemos conectar con una persona que sufre un trastorno alimentario es preguntándole cómo se siente y no pedir explicaciones, subrayar lo que hace con los alimentos o insistir en su pérdida de peso. El trastorno de la conducta alimentaria debe entenderse como un iceberg. La parte visible corresponde a la pérdida de peso y el comportamiento hacia la comida, sin embargo, en la parte invisible generalmente encontramos sufrimiento emocional, traumas, conflictos, estrés, etc. El tratamiento consiste en abordar estos problemas emocionales, una vez que la parte de los alimentos se ha estabilizado.

¿Qué consecuencias para la salud puede tener la anorexia nerviosa?

Todas las consecuencias de esta enfermedad están relacionadas con los comportamientos, por ejemplo, cuando la persona restringe su alimentación, disminuye su peso y esto se traduce en otras consecuencias como la pérdida de la menstruación, sensación de frío, problemas de percepción y sensación de hambre, problemas gastrointestinales y riesgo cardíaco. La persona tiene la tensión y las pulsaciones muy bajas y esto pone al cuerpo en riesgo de paro cardíaco. Los signos de la piel también pueden estar presentes: aspecto del cabello negro cuando el nivel de desnutrición es muy grave y actúa para proteger al cuerpo de infecciones, resfriados, etc. Otras consecuencias pueden derivarse de la autoinducción de vómitos: problemas en la laringe y la faringe, desequilibrios dentales o metabólicos.

¿Cuáles son los servicios que ofrece a la Asociación Contra la Anorexia y la Bulimia?

Como asociación, nuestra misión es informar, guiar y acompañar a las personas afectadas proporcionándoles información sobre los recursos de tratamiento disponibles para resolver el trastorno. No hacemos tratamientos. A veces, realizamos un pequeño acompañamiento para que la persona pueda motivarse a sí misma para obtener acceso a la atención que necesita. También acompañamos a las familias para que puedan tener un espacio para ellas y compartir cómo se sienten en este proceso.

¿Existen unidades especializadas en trastornos alimentarios en hospitales públicos?

Debemos comenzar con la idea de que el trastorno alimentario es un problema de salud mental, por lo tanto, se necesitan profesionales para trabajar en este campo, pero, a poder ser, que estén especializados en el tratamiento de este tipo de trastorno. Hay unidades que son exclusivas de trastornos de la alimentación. En Barcelona, ​​existen diferentes hospitales: infanto-juveniles, en Sant Joan de Déu y Hospital Clínic, y para adultos, en Bellvitge, Can Ruti y el Hospital de Sant Pau. Además, hay centros privados que también tienen diferentes niveles de atención. Lo que recomendamos es que el tratamiento sea dirigido por un equipo terapéutico, no solo por un profesional.

¿Cuál es la prevalencia de la anorexia entre las mujeres y entre los hombres?

Las estadísticas indican que de cada 10 personas que padecen la enfermedad, 9 son niñas y 1 niño, aunque el último dato que tenemos es de 2016. La prevalencia en la población femenina joven es del 5%. y el 11% está en riesgo de sufrirlo. Aproximadamente, se estima que hay un caso de anorexia en cada aula de escuela secundaria. La insatisfacción corporal es un comportamiento muy común entre los niños y las niñas, en la medida en que lo normalizamos y no debemos hacerlo. Por este motivo, desde la Asociación Contra la Anorexia y la Bulimia trabajamos en la prevención, promoviendo ciertos aspectos como hacer comidas en familia, promoviendo la buena autoestima y teniendo un espíritu crítico hacia el modelo de belleza.

¿Crees que debería ser erradicado según qué tipo de publicidad donde los cuerpos de mujeres son demasiado delgados?

El modelo de belleza imperante no es solo físico, sino que se le atribuye una serie de valores como el éxito, el bienestar o el triunfo. Y, desafortunadamente, no está del todo equivocado, porque estamos en una sociedad donde la imagen es muy importante. No se trata de erradicar un modelo porque sea delgado, se debe mostrar lo que es real y no hay nada más real que la diversidad. En la publicidad, poco a poco, este modelo ya está cambiando. Empresas como Evax y H & M han introducido campañas de mujeres con diferentes cuerpos. Nos queda camino por hacer pero, por el momento, valoramos muy positivamente la iniciativa de las marcas que optan por un cambio de paradigma.

En un informe que publicáis, titulado «No encontrar tu talla promueve la anorexia», se afirma que las mujeres con el índice de masa corporal correcto tienen problemas cuando se trata de encontrar su talla. La ACAB informa que el sistema de patronaje español es deficiente y contribuye a la incidencia de trastornos de la alimentación. ¿Cuál es su reclamo sobre esta pregunta?

Uno de los hechos que genera más insatisfacción es ver que tu talla cambia según la tienda donde sea que vayas. Nuestra propuesta consiste en establecer un sistema de tallas reales acordado con los diferentes proveedores. El sistema de tallaje actual se basa en un modelo de cuerpo, por lo tanto no es representativo. Además, exigimos que en las tiendas se dé oportunidad a todas las tallas por igual y no que, del mismo pantalón, encontremos tres modelos de la 36 y uno de la 42.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/07/11/aproximadamente-en-cada-aula-de-secundaria-hay-un-caso-de-anorexia/

Comparte este contenido:

El sincretismo religioso en Latinoamérica

Por: Pluma invitada

Ser latinoamericano significa haber nacido en una región que ha sido escenario de grandes y profundas pérdidas, heridas y despojos por manos conquistadoras occidentales; así como también de sueños místicos perfumados con aroma de rebelión, esperanza de igualdad y libertad por parte de miles de indígenas y negros esclavizados y sus hijos mestizos, quienes a lo largo de seis siglos, se han afanado por definir su identidad, labor que aún parece no tener frutos.

Latinoamérica realidad multidiversa

Mucho se habla sobre los problemas de identidad que nos defina en Latinoamérica, pero ¿qué se entiende por latinoamericanidad? Sobre este particular, Villoro (1998:53) comenta que “identificar a un pueblo sería señalar ciertas notas duraderas que permitan reconocerlo frente a los demás, tales como: territorio ocupado, composición demográfica, lengua, instituciones sociales, rasgos culturales”. Tomando lo anterior y siendo Latinoamérica una región resultante de diversos procesos históricos en los cuales el sincretismo ha ido configurando toda una cosmovisión muy particular, cabe preguntarse ¿Cuál será entonces nuestra identidad cultural como pueblo latinoamericano?

Estudiosos sobre el tema han dedicado valiosos aportes dirigidos a dibujar un retrato de nuestra identidad; Según Rodó (1976: 3), el ideal de ésta se materializa metafóricamente en el Ariel de Shakespeare, personaje intelectual y poético de su obra La Tempestad “la parte noble y alada del espíritu” pero que es un esclavo de Próspero. La propuesta de Rodó consiste en volver a las raíces europeas, a través de la refinada educación de los jóvenes y cubrir, de alguna forma, nuestros orígenes negros e indígenas para sumergirnos en el llamado primer mundo (o la realidad de Próspero). Contrariamente, Fernández Retamar (1973) y Aimé Cesaire (2000) consideran que somos más como Calibán, otro protagonista también esclavo pero caníbal y medio primitivo, aguerrido y sublevado, a pesar de su condición. De tal manera que Calibán “representa al hombre común”, al mestizo rebelde, quien “tuvo que aprender la lengua de su amo, para poder maldecirlo”. Diversos autores, entre estos García Canglini (1996), nos conciben como un pueblo híbrido; en otras palabras, somos a la vez Ariel y Calibán. De modo que ser latinoamericano representa tener, al menos, dos caras en una misma medalla.

Nuestro territorio es amplio, cuyos ríos y mares han sido navegados en canoas y carabelas; están minados de tiburones y cocodrilos y adornados con guacamayas. Aquí se toma masato y Coca Cola, se comen hayacas o tamales, sancochos y mondongos, pero también paella y arroz con leche. Se profesa la religión católica; se va a misa y se usan contras, azabaches y medallitas de la Virgen como amuletos para la protección personal; se realizan despojos para espantar la mala suerte; se baila el tambor en algunas fiestas religiosas como San Juan y San Benito; se alaba  a la Virgen María  y a la reina María Lionza;  también es tierra de espantos famosos como el Silbón, la Llorona, la Sayona, leyendas narradas en español que es la lengua predominante aunque también se habla portugués. Haber nacido en estas tierras implica conocer de cerca el sentido de términos como esclavitud, discriminación, pobreza, enfermedad, ignorancia, hambre y tercermundismo y de otros como alienación, rebelión, emancipación y lucha.

Suena variado ¿cierto? La variedad es un concepto que los latinoamericanos entendemos muy bien, tal vez porque no somos europeos aunque nos parezcamos a ellos; ni africanos, pese a tener nariz chata y cabello rulo, y mucho menos indígenas a pesar de la melancolía ancestral que hemos arrastrado desde hace casi 600 años por nuestras madres aborígenes quienes tal vez fueron seducidas para luego ser violentadas y esclavizadas por los españoles en la época colonial, representadas en la leyenda de Malinche. Indias encandiladas por los españoles pero que no dejaron de ser víctimas, madres quienes alumbraron hijos mestizos, los cuales aún estamos preocupados por buscar una identidad que mal llamamos perdida y que siempre nos hemos empeñado en perseguir, a pesar de no tener claro cuál es. Quizás es porque somos mestizos, híbridos, sintéticos o como diría Vasconcello (1925) una “raza cósmica”.

Un latinoamericano lleva dentro de sí una mirada multifocal porque es a su vez negra, blanca e india. Resulta difícil definirnos, identificarnos con una sola de esas tres culturas. Así pues es natural que al resto del mundo, hijo legítimo o por adopción de Occidente, le resulte algo complicado comprendernos Tal cual como lo firma Guerrero Briceño (1966). Y es que no es simple lidiar con quien lleve dentro de sí y de manera simultánea a un occidental y a un “bárbaro”. Profesamos la cultura helénica que es lógica y progresista, cordón de plata que nos une a Europa y al mismo tiempo, tenemos pensamientos místicos, poéticos, sensibles y mágicos.

Latinoamérica siempre ha sido concebida románticamente, como un territorio místico y milyuanochesco. En plena conquista, se narraban en Europa leyendas sobre mujeres amazonas y El Dorado, las cuales hacen que “estamos infestados de mitología y utopismo”, en palabras de Vargas Llosa (2013), porque América no “fue descubierta sino inventada” como lo declara O’Gorman (2010). Somos al unísono la melodía resultante entre civilización y pueblos originarios, aspectos que parecen mutuamente excluyentes, pero que en Latinoamérica se dan el lujo de coexistir dentro de una misma cultura.

Esa concomitancia de miradas en el pensamiento latinoamericano ha generado, de acuerdo con de Briceño Guerrero (ob.cit), una cultura sincrética, mezclada; en otras palabras, una hibridación de la tres originarias. Asumiendo que sean tres, pues los españoles que llegaron a América eran producto de mestizaje con África y realmente no procedían de la Europa occidental (Bernal: 1987). Aunado a ello, se ha especulado sobre la presencia en estas tierras de emigrantes asiáticos, en momentos históricos previos a la llegada de Colón. Por lo tanto, es difícil en términos culturales o hasta biológicos hablar sobre razas y culturas originarias puras (a pesar del ensayo sobre la desigualdad de las razas escrito por Gobineau en el siglo XIX) pues los seres humanos tendemos más a la hibridez que a la homogeneidad como lo señala García Canglini (ob.cit). El contacto ha sido característico de los humanos lo que hace imposible suponer purezas, sobre todo de tipo cultural.

Así pues, el término cultura ha sido empleado a lo largo del tiempo para designar las formas de actuar y de vivir del hombre en determinado contexto. La palabra tiene etimología latina cultüre y su significado literal hace referencia a cultivar o practicar algo colere.  También tiene relación con el acto de honrar algo, bien sea una deidad religiosa, un cuerpo o un espíritu. En el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE), las diferentes acepciones del término se refieren al cultivar el conocimiento así como también al conjunto de modos de vida y de costumbres de un determinado grupo en un contexto geohistórico específico. Por su parte, Boas (1945:166) la define como “la totalidad de reacciones y actividades mentales y físicas que caracterizan la conducta de los individuos componentes de un grupo social, colectiva e individualmente, en relación a su entorno natural…”. En otras palabras, la cultura es un sistema de representaciones mentales que poseen los seres humanos sobre las actividades que realizan en una sociedad de la cual forman parte. En esta misma línea, Geertz (1957:20) explica el término:

La cultura es la trama de significados en función de la cual los seres humanos interpretan su existencia y experiencia, así mismo como conducen sus acciones, la estructura social (sociedad) es la forma que asume la acción, la red de relaciones sociales realmente existentes. La cultura y la estructura social no son, sino diferentes abstracciones de los mismos fenómenos.

Es decir, la cultura es el sistema de símbolos y significados socialmente compartidos por unos actores que son conductores de aquella, una red de signos, una interacción o comunicación, por lo que el autor otorga a la cultura un valor como instrumento informativo y realza la importancia que posee la relación entre la cultura y el lenguaje.

La voz cultura ha alcanzado una gran extensión en su significación que puede ser interpretada como un hecho empírico o como instrumento de construcción de identidad así pues se distingue entre cultura popular, de masas, del consumo;  entre otros. Bordeau (1970) observó dentro la cultura elementos que sirven como instrumentos de dominación como la moda, los deportes, la comida, las artes y la literatura. De manera que la cultura es el plano en cual se entretejen relaciones de poder entre grupos dominados y grupos dominantes, en el la que cada punto donde se ejerce el poder genera un foco de resistencia (Foucoult: 1980).

Sobre este particular, se ha estudiado y analizado la identidad cultural latinoamericana pues, históricamente surge a partir de un proceso de aculturación patrocinado por España, en su afán de dominar y colonizar, y la cual posteriormente, sufre una incorporación de diversos elementos que la han llevado a presentar un carácter sincrético. No obstante, pensadores latinoamericanos como Ortiz (1999) han concebido nuestra cultura como fenómeno de transculturación pues si bien se llevó a cabo inicialmente una aculturación, en especial por la imposición del uso de la lengua castellana, en el transcurrir histórico se fueron incorporando elementos autóctonos de los grupos indígenas y africanos. Esta presencia de elementos variados es evidenciada en diversos ámbitos que configuran el quehacer cultural en toda la región. En la música, por ejemplo, se observan componentes aborígenes y africanos, en manifestaciones como la cumbia colombiana, el Calipso brasileño y los Tambores venezolanos; también, están presentes en la Salsa y el Merengue que caracterizan musicalmente a casi toda la región. En la literatura, Rama y García Canglini señalan que híbrido sería el término adecuado para referirse a la obra mestiza de autores como Rulfo, García Márquez, José Martí, Ruben Dario, Alejo Carpentier, José María Arguedas, Nicolás Guillén, Octavio paz y Pablo Neruda; entre otros, en los que se pueden apreciar elementos de origen negro, así como también elementos mágicos y místicos propios del pensamiento indígena. En el arte, el mestizaje se puede vislumbrar en el estilo barroco de diversas edificaciones en toda la región. En la pintura la última cena del peruano Marcos zapata, en la cual incluyó un cuy o conejillo de indias como plato principal, representa la inclusión de elementos autóctonos en las expresiones artísticas.

Lo anterior ha generado que estudiosos de la cultura latinoamericana como Briceño Guerrero (ob. cit) Y Uslar Prieti (1996) afirmen que somos un pueblo mestizo, no sólo genéticamente sino también desde un punto de vista cultural. Negros, blancos e indios fusionaron sus culturas, saberes y sabores, cada quien a su modo, y generaron toda una nueva forma de ver el mundo, única, convergente, armónica, como consecuencia tuvo su génesis toda una cultura particular. Al respecto señala Uslar Prieti (ob.cit):

Lo que vino a realizarse en América no fue ni la permanencia del mundo indígena, ni la prolongación de Europa. Lo que ocurrió fue otra cosa y por eso fue Nuevo Mundo desde el comienzo. El mestizaje comenzó de inmediato por la lengua, por la cocina, por las costumbres. Entraron las nuevas palabras, alimentos, los nuevos usos.

Ahora bien, esta fusión trajo como consecuencia otros fenómenos que poco se mencionan en los libros de historia. El contacto de culturas provocó la mutua influencia que aunque no de manera voluntaria, fue algo inevitable. España dominaba gracias a su desarrollo militar, sin embargo, la cultura indígena y negra permearon los escudos españoles con sus elementos lingüísticos puesto que al llegar a América, el contexto exigió a los conquistadores que utilizaran diversos vocablos indígenas para poder nombrar la nueva realidad que estaba frente a sus ojos. Conocieron la papa, el maíz y el chocolate, también el árbol de quinua cuyo producto la quinina ayudó a controlar el brote de malaria en Europa, en el siglo XVII. El famoso poema escrito por  Juan Castellanos Elegías de Varones Ilustres de las Indias, escrito a finales del siglo XVI, sirve de evidencia para este hecho de fusión lingüística. En éste debió incorporar por primera vez voces aborígenes para poder reseñar y describir la realidad que visualizaba, pues la lengua castellana había llegado en ese momento al límite de su creación, como bien lo explica Lapesa (1980:125) por lo que carecía de voces suficientes para nombrar el nuevo mundo, lo que originó que el español se expandiera y se transformara hasta crear el español de América.

La religión católica y la lengua española como instrumentos de dominación de la corona española en el siglo XVI

Nuestros aborígenes padecieron todo un proceso de aculturación en el proceso de la colonia. Les fue impuesto el aprendizaje y uso de la lengua castellana.  Es decir, tuvieron que aprender una lengua ajena a su contexto, que describía una realidad desconocida y por ende inimaginable para ellos, pues sus símbolos y significados eran totalmente distintos a los de los ibéricos. La España que pisó estas tierras en el siglo XVI era heredera de la cultura occidental minada de inventos científicos, ideas de progreso y orden, caballeros de la corte, reyes, doncellas, palacios, dinero, arte, moda, educación, escritura, religión católica y capitalismo. Todos conceptos ajenos y extraños a la cultura aborigen. Lo anterior produjo lo que llamaría un choque cultural, a causa del idioma y, retomando el concepto de cultura de Geertz (ob.cit), de los significados atribuidos a los distintos símbolos y representaciones culturales que poseía cada grupo étnico involucrado en el proceso de conquista. De modo que no se puede entender ni nombrar lo que no se conoce. La cosmovisión de cada pueblo está dada por el contexto sociocultural en el que nace cada persona y la lengua sirve de instrumento para comprender el mundo circundante, Wittgenstein (1921). ¡Desaventurados nuestros ancestros aborígenes! Tuvieron que hablar de seda, vino y aceitunas cuando en América usaban guayuco, bebían chicha y comían casabe.

Pese las diferencias culturales y lingüísticas mencionadas, España exigió que los indios adquirieran el español y fueran evangelizados en esa lengua, recordemos en este punto lo planteado por Foucoult (ob.cit) y Bordeú (2001) sobre la idea la capacidad de dominación que poseen los elementos culturales y el capital simbólico, así la implantación de la religión católica, entre otros aspectos, sirvió como elemento subyugación en el Nuevo Mundo. Bordeau (ob. Cit: 4) concibe la aculturación como otra forma de violencia:

Todo poder de violencia simbólica, o sea, todo poder que logra imponer significaciones e imponerlas como legítimas disimulando las relaciones de fuerza en que se funda su propia fuerza, añade su fuerza propia, es decir, propiamente simbólica, a esas relaciones de fuerza.

Como bien es sabido que nuestros aborígenes no sólo fueron exterminados físicamente si no que también se intentó anularlos culturalmente, situación que no fue del todo posible pues aún quedan vestigios de su cultura ancestral en nuestra cosmovisión moderna.

Ahora bien, dado el marco histórico explicado, vale la pena reflexionar acerca de las consecuencias que generó la implementación de la lengua castellana y de la religión católica en la cosmovisión de nuestros ancestros aborígenes y cuál fue el resultado histórico que surgió a partir de esos hechos.

Consecuencias de la conquista: nuestro capital simbólico ancestral reducido a mitología

Al momento del “encuentro de los dos mundos”, como lo han denominado algunos historiadores, los habitantes de la América precolombina poseían toda una visión del mundo muy distinta a la del hombre occidental, me atrevería a decir que inclusive opuesta. A parte de estar en intima relación armónica con el medio ambiente, sus creencias tenían un carácter cosmocéntrico, en las cuales el Sol y la Luna eran considerados dioses, a causa de su influencia sobre el medio ambiente.  Al respecto, Marzal (2002) explica que su concepción sobre lo bueno y lo malo no era igual a la de los occidentales quienes creían en el cielo y en el infierno. Las creencias indígenas estaban determinadas por la abundancia de cosecha y la salud; lo contrario representaba el mal. Al respecto, algunos autores señalan que eran politeístas; no obstante, Eliade (1967) considera que todos los pueblos originarios tenían la creencia en la existencia de un único ser supremo que no tenía contacto con el hombre y lo hacía a través de otras deidades o divinidades que se relacionaban a elementos naturales. Para ellos los dioses eran su vez femeninos y masculinos y dignos de veneración, la cual se practicaba a través de rituales cuyo propósito era agradar a los dioses y mantener el equilibrio. Estos saberes y creencias eran transmitidos de manera oral y pasaban de generación en generación. Así se aseguraban de mantener sus costumbres y creencias, valores y tradiciones.

Por otra parte, Marzal (ob.cit) resalta que la fe humana siempre ha poseído un carácter dual, a saber: bueno/malo, sagrado/profano. Ahora bien, de acuerdo con este autor, las culturas aborígenes tenían su sistema de creencias que era perpetuado a través de los mitos y las leyendas y cada uno se representaba a través de un rito. Los mitos son historias sagradas que se narran para establecer una creencia, casi siempre tienen un carácter religioso, atemporal y cíclico, con el propósito de mantener el orden social; mientras que las leyendas tienen un carácter histórico y social que tratan de explicar el origen de una persona, comunidad o hecho histórico.

Existen diversas definiciones del término. Yalman (1967:62) los concibe como “un ejemplo de la actividad mental de las personas» es decir el mito es una actividad del pensamiento. Otros investigadores como Strauss (1967) y Barthes (1976) lo consideran como un tipo de lenguaje y el último autor lo considera incluso un sistema semiótico pues tiene un sentido interpretable y comunica los valores de una sociedad. Cabe resaltar, que la posición que asumimos en este ensayo en cuanto al mito trasciende la idea tradicional de simple relato o narración oral pues de acuerdo con Burridge (1960) los mitos son el modo que los miembros de una determinada cultura tienen de conseguir información sobre esa su cultura y sobre sí mismos.

Desde un punto de vista antropohistórico, Eliade (ob.cit) explica que la creación de mitos surge a partir de la visión antropocentrista del hombre prehistórico, quien se consideraba a sí mismo la medida del mundo, por lo que a todo lo que no era causado por él y no podía explicarlo, le asignó un sentido sobrenatural. Así surge la creencia en lo sagrado y de alguna manera, la religión. Marzal (ob.cit:27) define religión como: “sistema de creencias, de ritos, de formas de organización, de normas éticas y sentimientos y por cuyo medio los seres humanos se relacionan con lo divino y encuentran un sentido trascendente en la vida”. Se puede afirmar entonces que los pobladores originarios de América, tenían su propia religión y aunque, culturas como la incaica y la maya poseían sistemas de escritura iconográfica (Houaiss, 1980), los demás pueblos eran ágrafos, por lo que la narración oral era su medio ideal para transmitir sus creencias, costumbres, tradiciones, religión y cultura.  Los mayas, por ejemplo, plasmaron toda su paidea en el bien conocido Popol Vuh. Sin embargo, no hay mayor registro de documentos escritos de otras civilizaciones pues la mayor parte de su material intelectual concreto, si existió, fue quemado o destruido por los conquistadores para exterminar las idolatrías. De modo que, en el periodo de conquista, casi todas las poblaciones indígenas se valieron de la tradición oral, la cual se dilata más en desaparecer, para perpetuar sus creencias, en sus hijos mestizos.

Como consecuencia de esto y a pesar de su resistencia, ese hombre místico y de religión cosmocéntrica sufre un proceso de pérdida de su identidad cultural, principalmente por la adopción de otra lengua y de la religión cristiana. Los reyes españoles profesaban la religión católica por lo que todo aquel que venerara a un dios distinto era considerado un pecador y por ende su dios era pagano. Es decir, los indios eran bárbaros, pecadores y de religión pagana. Todos debían ser cristianizados para que pudieran tener alma. Al respecto, Ossio (1986) explica que las creencias incas se basaban en la existencia de un monarca capaz de restaurar el orden perdido, una especie de salvador, por lo que los sacerdotes españoles, se aprovecharon de esto y les vendieron la imagen de Jesús como un monarca divino, lo que facilitó la supuesta implementación de la religión católica. No obstante, algunos autores como Carrasco s/f señalan que a pesar de la implantación forzada de la religión y la aparente sumisión indígena, para la época, existía una dualidad religiosa. Los indios enterraban a sus ídolos debajo de los altares para adorarles en secreto. La religión católica, como diría Vargas Llosa (ob.cit), “cambio las apariencias pero no las almas”. Muchos realizaban sus rituales en los ámbitos privados, lejos de la mirada del sacerdote así “perduraron desde la sombra”. Esto lo pudieron lograr porque su religión se parecía a la católica, en cuanto a su dimensión ritualística.

Sobre lo anterior, Marzal (ob.cit) señala que el sistema religioso posee cinco dimensiones: creencia, rito, organización comunitaria, ética y emoción. Cada religión enfatiza un aspecto, de modo que existen religiones más organizadas o más ritualísticas y, así por el estilo. Para explicar un poco, la creencia se refiere a la existencia de un ser supremo o de divinidades que regulan las diferentes actividades del hombre, tal como lo suponían los antiguos griegos. El rito se corresponde con las diferentes formas con las que el humano se comunica con los seres supremos o el ser supremo, pueden ser públicos privados y se clasifican en oraciones y sacrificios. La organización comunitaria implica la congregación en iglesias o cofradías. La ética tiene que ver con los principios morales implícitos en casi toda religión como no matar, no mentir, etc. Ésta tiene incidencia sobre el perfil de quien profesa determinada religión, como por ejemplo el no tomar café de los mormones. Finalmente, la dimensión emoción se relaciona con la cantidad de afectación que tiene el individuo en poner practica los postulados de su religión o grupo de creencias.

Diversos autores como Strauss (1967) y Douglas (1975) señalan la estrecha relación existente entre mito y rito. Strauss concibe el rito como el ente capaz de hacer corpóreo al mito, el cual permanece en lo abstracto y que sólo a través del rito puede llegar a ser tangible. Douglas (ob. cit) por su parte, considera que mito y rito son redundantes aunque el rito es socialmente más evidente y por tanto, puede llegar a ser analizable.

De igual forma, los mitos han sido ampliamente estudiados por otros investigadores como Eliade (2010) y Malinowsky (1985).  Eliade (ob. Cit) propone una clasificación y los divide en: cratofanías, relacionados con piedras y minerales y poseen un valor espiritual sagrado; epifanías, en los que los portadores de lo sagrado son plantas, animales, ríos y bosques; teofanía o hierofanías, en los que los dioses o seres sobrenaturales se encarnan en los dioses o seres humanos. Se puede observar con lo anterior que existen diferentes tipos de mitos, cada uno para un propósito específico.

Así pues, el mito era utilizado por los ancestros americanos como instrumento para propagar sus creencias, tradiciones, costumbres y valores, por lo que propongo utilizar el nombre capital simbólico ancestral; en lugar de la voz mito, que sólo alude a narraciones orales fantásticas pues para Europa, las creencias latinoamericanas no eran sino cuentos místicos. Cito la definición de la Real Academia Española (2001) para evidenciar qué se entiende por la palabra mito:

  1. m.Narración maravillosa situada fuera del tiempo histórico y protagonizada por personajes de carácter divino o heroico. Con frecuencia interpreta el origen del mundo o grandes acontecimientos de la humanidad.2. m. Historia ficticia o personaje literario o artístico que condensa alguna realidad humana de significación universal.3. m. Persona o cosa rodeada de extraordinaria estima.4. m. Persona o cosa a las que se atribuyen cualidades o excelencias que no tienen, o bien una realidad de la que carecen.

Dado lo anterior, resulta insultante nombrar nuestra herencia ancestral con la voz mito pues nos lleva a desvalorizarla e incluso negarla. Detienne (1986) considera que emplear la voz mito para referirse al sistema de creencias de los habitantes de la América precolombina es concebirla desde una visión eurocéntrica. De tal modo que debemos comenzar a revisar las categorías que utilizamos para describir nuestra realidad y específicamente, nuestra herencia cultural ancestral.

El mito como narrativa no exclusiva de Latinoamérica sino de la humanidad

Al parecer el hombre de todas las culturas ha creído desde siempre en seres superiores, mágicos y sagrados. Eliade (1967) recopiló las diferentes creencias religiosas de todos los pueblos antiguos del mundo, demostró que cada región poseía sus propios mitos cosmogénicos y tenía sus propios dioses. Clarac de Briceño (1981), en sus estudios sobre el mito, en el espacio tiempo americano nos dice:

“No debe sorprender que pueda haber una estructura mítica común, en regiones tan variadas y tan lejanas unas de otras, geográfica, lingüística y culturalmente. La razón de la presencia de esta universalidad del mito en nuestro continente sugiere que es posible que se trate de una estructura universal que ha encontrado en el espacio americano un buen terreno, tal vez porque tenemos aquí grupos humanos que han vivido algunos más de 40.000 años juntos, en el norte como en el sur, y han intercambiado en esos 400 siglos, sus espacios, su tecnología, sus mitos, creencias y productos.

En la antigua Grecia, por ejemplo, existían mitos sobre los dioses del Olimpo, resulta interesante resaltar que parte de su literatura fue oral, tal como los mitos de Platón. Es decir, la cultura helénica también tenía una historia de narraciones orales y de creencias, tal como nuestros indios “bárbaros”. No fue sino hasta la llegada de Pablo de Tarso en el siglo I, quien con el interés imperialista y conquistador de los romanos liderados por Constantino, que se generó todo un proceso de transcultural en Grecia, presentándole el teo no nombrado, que en este caso era dios judío Jehová. Valga mencionar que en la religión que creó este dictador, sólo se incluyó en el famoso concilio de Nicea, lo que él considero relevante, especialmente las cartas de Saulo o Pablo de Tarso quien se dice no conoció directamente a Jesús, eliminando cualquier otro material que hablara sobre la vida de Cristo. La cristianización del pueblo helénico, trajo como consecuencia que los pueblos conquistados por estos, fueran cristianos automáticamente. De este modo, podemos observar como la religión, históricamente, ha tenido una función imperialista y dominadora y de algún modo acomodaticia a los beneficios de los poderosos de turno. Todo lo que era diferente al interés de los imperios era suprimido de la historia. De manera tal que en nombre de Dios judío se cometieron los crímenes más terribles que han existido, como el holocausto que causaron los europeos en América.

Los procesos históricos nos han formado con sangre y dolor una identidad latinoamericana, que nada entre magia, ritos, y religión cristiana, dando como resultado un sincretismo cultural y por ende religioso. Este sincretismo más allá de percibirse como algo negativo debe asumirse como muestra de nuestra propia identidad, tal como lo plantea O’ Gorman (1947) “la identidad de América Latina no es otra que la que tenemos”.

El sincretismo religioso en Latinoamérica

Cuando Colón pisó por primera vez la tierra americana, los grupos indígenas podían clasificarse en cazadores-recolectores y los pueblos agrícolas. El primer grupo adoraba a las divinidades selváticas, aunque creía en un ser supremo. Estos realizaban ritos para incrementar los peces y los animales. El segundo grupo, por su parte veneraba a las divinidades chtónicas. En sus creencias, existe un héroe cultural que enseñó al hombre todo sobre la agricultura y luego desapareció. Así pues, le realizaban cultos para la fertilidad de la tierra.

Al llegar los europeos, se impuso la doctrina católica como forma única de creencia; no obstante, los indígenas buscaron la forma de encontrar en la nueva religión elementos que pudieran ser comunes a la suya y de ese modo, mantenerla al esconder sus dioses en elementos cristianos. El arribo de los misioneros españoles favoreció esta práctica pues los jesuitas consideraron que era necesario ordenar sacerdotes bilingües. Así, invistieron a varios mestizos para profesar la fe, no obstante; esos mismos colaboradores de la iglesia, realizaban ritos indígenas cuando no estaba cerca la supervisión de un sacerdote. Los indios comenzaron a hacer equivalencias de sus dioses con el dios católico. De modo tal que al venerar al Dios de Israel y a la Virgen María, en realidad estaban adorando a sus dioses y a la Pachamama. En las celebraciones se oían sus cantos en lengua aborigen, pues pocos españoles les entendían y realizaban ciertos ritos como vestir a María con mantos indígenas para rendirle tributo, tradición que aún en la actualidad mantenemos.

Surgen así, elementos que darían origen a una religión al principio con doble cara por temor a la represión de la corona española pero que luego se convertiría en sincrética o mestiza, pues a pesar del paso del tiempo, aquellas creencias indígenas sobre el origen y creación del mundo, sobre dioses del fuego y de los ríos, se mantuvieron presentes en las tradiciones orales de los pueblos mestizos y se fundieron con su fe cristiana. Olvidadas quedaron las intenciones ocultas. Todo el proceso se fue asimilando como tradicional. De hecho, en la actualidad, en Latinoamérica, se realizan las procesiones marianas más efervescentes de todo el mundo como la de la Virgen de Guadalupe en México y la Divina Pastora en Venezuela.  Desde 1736, cada año, una familia le es concedido el honor de diseñar y elaborar el vestido de la Divina Pastora de las Almas, patrona del estado Lara, tradición que los fieles realizan con mucha fe y devoción aquí en Venezuela. El hecho de tener en nuestro país un santo patrón de cada estado es muestra del sincretismo religioso pues es de origen indígena, en sus creencias cada elemento de la naturaleza estaba representado y resguardado por una deidad. Lo anterior se debe, según Marzal (ob.cit), a que las prácticas cotidianas incidían directamente sobre el sistema de creencias del hombre americano para lograr la supervivencia, por lo que asumió el catolicismo como religión, dejando poco a poco en el olvido sus creencias originales, a pesar de que permanecen en nuestra cultura vestigios de éstas, gran parte de ellas se han perdido.

Algunas contribuciones en pro de rescatar nuestro capital simbólico ancestral

Los primeros aportes para preservar las creencias aborígenes fueron realizados por americanos mestizos en la época colonial, tal es el caso del cronista Inca Garcilaso de la Vega quien se dedicó a hacer registros escritos sobre la cultura inca. Era hijo de una princesa inca (Isabel ChimpuOcllo) con un Español (Sebastian Garcilaso de la Vega) y quien tuvo acceso a una educación privilegiada en España, donde  conoció a Platón y a toda la cultura helénica, lo que en palabras de Vargas Llosa (ob.cit) “pudo haber incidido negativamente en sus historias”. Pues era mestizo de color y corazón pero no de pensamiento, por lo que el autor duda del carácter fiel e histórico de su aporte. No obstante, constituye uno de los primeros intentos por conservar la paidea de los pueblos indígenas ancestrales.  De igual modo, existieron otros recopiladores y cronistas, poetas mestizos reconocidos y poco nombrados en la historia actual como Felipe Guamán Poma de Ayala, Juan de Espinoza Medrano, Juan Wallparrimachi, Hernando de Alvarado Tezozómoc y Fernando de Alva Cortés Ixtlilxóchitl.

Trasladándonos a épocas más recientes, el venezolano Finol (1984) analizó mitos y leyendas guajiros recopilados por Paz (1973) y por Perrín (1976), como un intento de escudriñar nuestras raíces ancestrales (cabe señalar que utilizo la palabra mito, respetando el aporte del autor porque se refiere a estos de esa manera; no obstante, mantengo mi posición de revisar la terminología). El investigador de origen zuliano pudo constatar que los mitos guajiros tenían como función explicar la creación del mundo, poseían un carácter místico, mágico, religioso y sagrado. Al respecto, cabe mencionar que el mito más popular en Venezuela es el de Amalivaca, en Colombia el de yurupari, en Perú el Zorro y el Cuy y en Ecuador, Cumanda. Otros mitos encontrados en América Latina por el antropólogo francés Perrín (ob.cit) son los mellizos transformadores, el origen del fuego, la historia de Ulepapala, los malos consejos de Sekerut y el origen del nombre de las tribus guajiras.

Los autores mencionados explicaban que la traducción de los mitos al español presentó varios limitantes, entre las que se pueden nombrar: la transformación de los mitos a través del tiempo, la pérdida de valores intrínsecos, cambios por pérdida de memoria de los hablantes y el problema de las equivalencias culturales en español para palabras indígenas. Desde un punto de vista lingüístico, aunque una persona aprenda una segunda lengua, siempre estará interferido por su cultura materna y por lo tanto su alcance en la comprensión de la segunda lengua estará restringido. Existen elementos de la lengua que sólo pueden comprenderse en el seno de cultura específica, por lo que muchas veces resulta imposible realizar traducciones de esas ideas a otras lenguas, en las que dichos elementos no están presentes.

De tal modo que aquellos mitos y leyendas ancestrales han sido modificados, con la transcurrir del tiempo. No obstante; aún permanecen los ecos de aquellas voces primigenias, en la cultura mestiza latinoamericana. En este punto es importante señalar que también se han encontrado, en menor medida, mitos y leyendas de origen africano en nuestro acervo cultural. Estos se perpetuaron gracias a que eran narrados por las nodrizas negras a los niños blancos y mestizos. Entre los que se pueden nombrar tío conejo y tío tigre, la Llorona, la Sayona, la Dientona, el Descabezado. Aunque algunas fuentes como Cocimano (s/f) identifican a la Llorona como producto de la cultura popular resultado de la critica por la fascinación hacia lo foráneo que tenían los pueblos indígenas y surgidas a partir de la leyenda de Malinche.

Se observa entonces que a pesar de los cambios, adaptaciones y tal vez supresiones, en la actualidad esos mitos y leyendas sobreviven en nuestra cultura, aunque no son todos exclusivamente de origen indígena y negro. Los españoles que llegaron a estas tierras tenían creencias en seres fantasmales, duendes, aparecidos y brujas, muy comunes en Europa, a pesar de tener sus creencias religiosas y profesar la fe católica. Así pues, lo mágico y lo oculto siempre se ha mantenido en las mentes humanas, independientemente de la ubicación geográfica.

A manera de colofón

El sincretismo cultural y religioso resultante de la fusión de tres grandes cosmovisiones nos ha dejado una gran enseñanza y es el reconocer y valorar el aporte cultural que cada región geopolítica puede hacerle a otra, a manera de intercambio de saberes. Somos una sociedad mestiza, como bien lo afirma Uslar Prieti (ob.cit) y yo diría que actualmente podríamos considerarnos pluriculturales.

Ante la constante búsqueda de nuestra identidad como pueblos mestizos, considero que debemos sanar las viejas heridas y superar el sentimiento de orfandad y de abandono, de despojo y humillación que hemos cobijado en nuestros corazones latinoamericanos. Asumamos y aceptemos nuestra cultura moldeada por la diversidad de colores presentes en las caras de Latinoamérica que es lo que nos hace únicos o prototípicos como bien lo diría Vargas Llosa (ob.cit).

A lo largo de los siglos, hemos sido nombrados barbarie por los ecos de las voces griegas quienes como olas de tsunami llegan, nos ahogan, aplastan y someten y cuyo golpe resuena en nuestras endebles espaldas, obligándonos a bajar la cabeza y a tragar agua salada. Todavía, en el fondo del mar que es nuestro nuestro corazón, creemos en las historias que nos obligaron a comprar, en las que se narra que ser blanco es mejor porque es la raza de los grandes dominadores y que nuestro capital simbólico ancestral no era más que mitos, cuentos, creencias fantásticas que se inventaron unos “indiecitos” ignorantes.

Europa nos hizo creer muchas, aún lo hace. Todavía creemos que lo mejor, lo más culto y refinado tiene el aroma de Helena, por lo que desarrollamos un complejo de inferioridad pues somos hijos bastardos de Occidente. Ante ello, quisimos sentirnos importantes y llamamos “madre patria” a aquella sociedad occidental que nos ultrajó, nos arrebató nuestras raíces, nos sometió, nos “subdesarrolló”, en palabras de Fernandez retamar (ob.cit). Creo que la palabra madre es totalmente opuesta a estos sentidos. ¡En el diccionario de la Real Academia Española aparecen 52 acepciones para el término y ninguno encierra relaciones holocaústicas! Por tanto, no tenemos “madre patria” somos de Latinoamérica, territorio sincrético y donde se reza el padre nuestro, se cree en los curanderos y se hacen despojos para alejar la mala suerte. No somos ni Ariel ni Calibán porque a pesar de las virtudes de cada uno, eran esclavos y nosotros hace ya tiempo que nos soltamos las cadenas,

En la medida en que reconozcamos nuestra identidad como latinoamericana podremos deslastrarnos de prejuicios y comenzar a ver nuestra cultura con nuestros propios ojos y no desde los ajenos. Nuestra realidad es muy específica y distinta a cualquier otra. Es necesario comenzar a describir nuestra cultura desde nuestra realidad inmediata, utilizando categorías que nos calcen y no que nos queden apretadas, grandes o que simplemente nos conduzca a la anulación, al no ser. ¿Quién mejor que nosotros para hacerlo?

REFERENCIAS

Arguedas, J (1981). Formación de Una Cultura Nacional Indoamericana. Fondo de Cultura Económica, México.

Briceño G, J.  (1966). América Latina en el Mundo. Caracas: Arte.

Burridge, k. (1960). Mambu: a melanesian millennium. London: methuen & co, ltd.

Clarac De Briceño, J. (1981). Dioses en Exilio. Fundarte, Caracas

Detienne, M. (1986). Los maestros de verdad en la Grecia arcaica. Madrid, España: Taurus Ediciones

Eliade, Merce. (2010). La Historia de las Creencias y las Ideas Religiosas: Volumen I: de la Edad de Piedra a los Misterios de Eleusis. Ediciones Paidós,

Fernández, R. (1971). Calibán. Alicante: Biblioteca Virtual Miguel De Cervantes, 2010. Documento en Línea Disponible en: [Http://Www.Cervantesvirtual.Com/Obra/Caliban-1971-Con-Postdata-De-1993–0/]

Finol, E. (1984). Mito y Cultura Guajira. José Gregorio Vásquez. Venezuela

Foucault, Michel (1971), “Más Allá Del Bien y del Mal” En Microfísica Del Poder, Ed., La Piqueta, Madrid 1993.

García C, Néstor. (1990).Culturas Híbridas (Estrategias Para Entrar Y Salir De La Modernidad). México, D.F: Grijalbo.

Geertz, c. (1987) La Interpretación de las culturas, Barcelona, Gedisa.

Lapesa R. (1981). Historia de la lengua española. Editorial Gredos.

O’Gorman, E. (1947). Crisis y Porvenir de la Ciencia Histórica. México, Imprenta Universitaria.

Ortiz, F, (1999). Contrapunteo Cubano Del Tabaco Y Del Azúcar (Advertencia De Sus Contrastes Agrarios, Económicos, Históricos Y Sociales, Su Etnografía Y Su Transculturación). Cubaespaña, Madrid.

Perrin, M. (1980). El Camino De Los Indios Muertos: Mitos Y Símbolos Guajiros. Monte Ávila Editores.

Rama, Á. (1974). Rubén Darío y el Modernismo. Colección Trópico. Caracas

Rama, Ángel. (1982). Transculturación Narrativa En América Latina. México: Siglo XXI.

Rodó, J. (1976) Ariel/Los Motivos De Proteo. Biblioteca Ayacucho. Tomo 3. Caracas

Uslar Pietri, A. (1966).  La Invención De América Mestiza. (Compilación Y Presentación De Gustavo Luis Carrera). Fondo De Cultura Económica. México. Primera Edición.

Vargas Llosa (2013). Latinoamérica: Unidad y Dispersión. Conferencia.  Documento en Línea Disponible en:  [Http://Www.Fundacionvidanta.Org/Fundacion/Doc/Pdf/Keynote/02-America-Latina-Unidad-Y-Dispersion-V-Llosa.Pdf].

Villoro, Luis. (1998) Sobre la Identidad de los pueblos. Revista Estado Plural, pluralidad de culturas. México: UNAM/Paidós.

Yalman, Nur (1967). «Crudo: cocido: cultura. Observaciones sobre Le crue et le cuit». En El estructuralismo, mito y totemismo. Ediciones Nueva Vision, Buenos Aires, 1970, pp. 105-126.

Fuente:

Imagen tomada de: http://www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2019/07/8F7qRa8A_400x400.

Comparte este contenido:

De educación y adoctrinamiento

Por: Víctor Manuel Rodríguez

La educación, ni siquiera la más procedimental y aparentemente aséptica, no ha sido nunca ni puede ser ideológicamente neutral. Todas y todos lo sabemos. Le derecha ideológica también lo sabe y, por eso, su supuesto combate contra el adoctrinamiento en la escuela no es otra cosa que la lucha por hacer prevalecer sus propias doctrinas.

La ofensiva ideológica conservadora sabe bien lo que es la hegemonía cultural y, por ende, la lingüística. Como señala Lakoff, la apropiación y perversión de algunos términos que por lo general han formado parte del acervo de los colectivos y grupos más progresistas –libertad, justicia, solidaridad, sostenibilidad… y tantos otros– viene acompañada de la construcción de unos marcos referenciales que sitúan inmediatamente al margen, con una gran dosis de violencia verbal, a quienes manejan otro tipo de marcos o referentes. Así, quien no alude de manera continua a su españolidad será probablemente tildado de antiespañol; quien no invoca a diario la lucha contra el terrorismo puede ser llamado terrorista y quien cuestiona la idea de reducir los impuestos directos es considerado a buen seguro un despilfarrador o un populista. Y así hasta el infinito.

Últimamente y con especial incidencia en el ámbito educativo, algunos líderes políticos y algunas administraciones educativas han comenzado una cruzada contra lo que denominan “adoctrinamiento” en las aulas; cruzada que, por lo general, restringen a ámbitos concretos muy vinculados a la igualdad o la violencia de género; la educación afectivo sexual en sus diversas manifestaciones; la memoria histórica; la educación para la ciudadanía con perspectiva crítica o, con algo menos de intensidad, determinadas cuestiones ligadas a la sostenibilidad como el cambio climático, las crisis energéticas, la depredación de la naturaleza o la pérdida de biodiversidad.

Esta cruzada utiliza estrategias diversas. Algunas son directas. Por ejemplo, la legislativa: allá donde es posible las leyes educativas y, sobre todo, los decretos que regulan el currículo oficial cercenan sutil o burdamente la posibilidad de incorporar estos aprendizajes, los adulteran o los reducen a meras referencias de pasada que nunca tendrán presencia alguna en la evaluación del sistema o en las propuestas de estándares o indicadores sobre lo que de verdad importa. También la presupuestaria y estructural: muchas entidades que apoyan a la escuela en el trabajo de estos contenidos ven reducidas o suprimidas de forma drástica su financiación o son fiscalizadas hasta la extenuación con la excusa de eliminar “chiringuitos”.

Pero también se utilizan estrategias más indirectas: la más frecuente es la movilización de las familias, que son las que asumen la responsabilidad de protestar por un determinado contenido “adoctrinador”; señalar la impertinencia de un material didáctico o denunciar una conferencia o una intervención en clase que no es de su agrado o no responde a sus creencias o convicciones. Esta beligerancia suele disfrazarse además con un ropaje que niega o cuestiona el trabajo de valores en la escuela: la escuela debe instruir, que los valores ya se los enseñamos en casa.

Sin embargo, creo que a pocas personas y aún menos a los profesionales de la educación se nos escapa que son precisamente las posiciones más conservadoras las que van ganando poco a poco terreno en la incorporación al ámbito educativo de sus concepciones ideológicas. La educación, ni siquiera la más procedimental y aparentemente aséptica, no ha sido nunca ni puede ser ideológicamente neutral. Todas y todos lo sabemos. Le derecha ideológica también lo sabe y, por eso, su supuesto combate contra el adoctrinamiento en la escuela no es otra cosa que la lucha por hacer prevalecer sus propias doctrinas.

La enseñanza confesional de la religión –cualquier religión– y la obligatoriedad de ofertarla en todos los centros sostenidos con fondos públicos es, sin lugar a dudas, la manifestación más visible de este proceso de verdadero e indisimulado adoctrinamiento: no se trata de contemplar o de estudiar el hecho religioso como un fenómeno trascendental en el devenir histórico de las sociedades o en su configuración actual, se trata, lisa y llanamente, de impartir doctrina.

La idea de que los profesionales de las fuerzas armadas realicen conferencias, desarrollen actividades supuestamente informativas o provean a los centros educativos de materiales curriculares sobre seguridad nacional no es una ocurrencia inocua del anterior gabinete, como tampoco lo son las concepciones sobre el emprendimiento o la educación financiera que se pretenden trasladar a las aulas desde algunas instancias, por ejemplo, bancarias, directamente o a través de sus fundaciones.

En las áreas y materias que conforman el currículo existen un sinfín de oportunidades para desplegar ideología. Una mirada profunda al currículo o a los libros de texto como la que se realiza desde Ecologistas en Acción nos alerta sobre el sesgo lingüístico de corte antiecológico de las propuestas curriculares tal como suelen ser concretadas por las editoriales a través de los libros de texto y materiales didácticos.

No defendemos el adoctrinamiento en la escuela sea cual sea la concepción ideológica de la que parte. Ni pretendemos reducir esta cuestión a la evidencia del “y tú más”. Pero tampoco podemos dejarnos engañar por quienes achacan a las visiones más progresistas un carácter doctrinario, como una especie de cortina tras la cual esconden sus verdaderas intenciones.

Una educación crítica y comprometida con el entorno es justamente lo contrario del adoctrinamiento. Hacer al alumnado consciente de la calidad de las relaciones entre los seres humanos y de estos con otras especies y la naturaleza no es adoctrinar. Y tampoco lo es analizar conjuntamente problemas y retos que afrontan y afrontarán en el futuro inmediato y a largo plazo nuestras sociedades y nuestro planeta. Ni es adoctrinamiento la valoración crítica de las soluciones que se vienen dando a estos grandes desafíos o la búsqueda de otras, imaginativas, más justas, más equitativas y más solidarias.

Hace pocos días, en este medio, Jaume Carbonell nos trasladaba algunas reflexiones de Henri Giroux sobre su concepción de la escuela democrática y la necesidad de una nueva y más profunda alfabetización crítica. Muchos centros educativos y un buen número de profesionales de la educación compartimos esta visión y seguiremos trabajando por dotar al alumnado de herramientas para enfrentarse al mundo en el que viven y vivirán de manera crítica y comprometida. Y cabe advertir que no aceptaremos pasivamente que nadie nos tilde de adoctrinadores y, aún menos, los que de verdad están empeñados en incorporar sus doctrinas a la escuela a cualquier precio.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/07/10/de-educacion-y-adoctrinamiento/

Comparte este contenido:

Breve reflexión sobre la conformación de los órganos del Sistema de Mejora Continua de la Educación

Por: Miguel Ángel Gallegos Cárdenas

En particular, el deseo de transformar lo que sucedía en el medio educativo ¾impulsado por profesores, padres de familia y jóvenes estudiantes¾ fue elemento clave para la obtención de una importante cantidad de votos que contribuirían al cambio de régimen, logrado por cierto, justo hace un año en las elecciones en que se votó por el anhelado nuevo gobierno. La creencia en un cambio educativo tuvo su influencia en la elección presidencial.

Desde el punto de vista de las mayorías ahí van avanzando los compromisos planteados por el presidente. Ahí van las cosas, es la percepción en general y también así lo creo. Confío en el proyecto político nacional. En lo personal, valoro mucho el esfuerzo que vienen realizando las autoridades encabezadas desde la presidencia, así como los esfuerzos que están realizando quienes fueron electos en algún cargo de representación popular, apoyados por sus respectivos equipos de trabajo a lo largo y ancho del país.

En el ámbito educativo las cosas se están trabajando. La mal llamada reforma educativa que tanto angustió a los profesores  -sobre todo a los de educación básica- quedó atrás. Se canceló tal como lo prometió el presidente. Han pasado varios días de aquellos andares y la nueva reforma educativa -la del presidente Obrador- nació el 9 de mayo de 2019, al ser aprobada la reforma, adición y derogación de los artículos 3º, 31 y 73 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en materia educativa. Nuevas políticas, proyectos, acciones y metas se habrían de realizar a partir de aquel momento.

La reforma en el artículo 3º. Constitucional, señala entre sus principales objetivos que: toda persona tiene derecho a la educación, y que el Estado–Federación la impartirá y garantizará en todos sus niveles. La educación continuará siendo gratuita y laica, así como universal e inclusiva. Conjuntamente, entre otros de sus propósitos señala que, para contribuir al cumplimiento de los objetivos de este artículo, se creará el Sistema Nacional de Mejora Continua de la Educación.

Este, será coordinado por un organismo público descentralizado, con autonomía técnica, operativa, presupuestaria, de decisión y de gestión, con personalidad jurídica y patrimonio propio, no sectorizado, al que le corresponderá, poner en marcha una gran cantidad de objetivos generales en favor la educación. Tal como realizar estudios e investigaciones especializadas, determinar indicadores y establecer criterios para las instancias evaluadoras para los procesos valorativos, cualitativos, continuos y formativos de la mejora de la educación. Así como emitir lineamientos y lograr concretar de la mejor manera una gran cantidad de objetivos, planteados en el tercero constitucional.

Sin duda, no será una tarea nada fácil. Se requerirá de los mejores especialistas y tomadores de decisiones en toda la extensión de la palabra. Tendrán una gran responsabilidad.

También, un gran compromiso es el que se asignó al Senado de la República, pues en ellos recayó la responsabilidad de llevar el proceso y elección de quienes conforman este importante aparato regulador de la educación en México. Vaya tarea que se asignó a los representantes de elección popular del ámbito legislativo.

Consiguientemente, para la creación de este nuevo organismo, la Junta de Coordinación Política del Senado, emitió una convocatoria el 21 de mayo del presente año. Sin embargo, al desarrollarse este primer proceso, se presentaron diversas irregularidades desde la mirada de muchos actores de la educación e incluso de algunos participantes del mismo proceso. Ante ese escenario, se tomó en consideración a la sociedad y los reclamos de hacer un proceso más justo y transparente.

Por lo que la Junta de Coordinación Política del Senado, acordó concluir este primer proceso el 19 de junio. Y justo en esta misma fecha, emitió una nueva convocatoria para abrir un nuevo proceso. Las prisas se posesionaron de esta segunda convocatoria, con la intención de lograr en tiempo y forma la integración de una nueva propuesta para nombrar a la Junta Directiva y al Consejo Técnico del Organismo para la Mejora de la Educación.

Esta segunda convocatoria, generó nuevos participantes en la contienda, nuevas reglas, métodos y nuevos acuerdos que ofrecieran más transparencia y claridad a la sociedad mexicana.

En fin, en el primer proceso participaron 123 aspirantes.[1]  En la segunda convocatoria contendieron 219 especialistas de la educación.[2]  Todos, de diversas partes de la República Mexicana. En el procedimiento, los participantes en su mayoría cumplieron y presentaron sus expedientes, ensayos, ponencias y entrevistas que el gran llamado trajo consigo.

Así, después de casi dos semanas de intensidad para todos los involucrados -candidatos y Senadores- el proceso llegó a su desenlace en las primeras horas del 2 de julio, en el recinto del Senado de la República. El proceso de conformación del Sistema Nacional de Mejora Continua de la Educación concluyó, quedando integrada la Junta Directiva y el Consejo Técnico, tal como lo señala el artículo 3o. Constitucional.

Cabe recordar que, a estos dos órganos, todavía falta por incorporar un tercer órgano, llamado Consejo Ciudadano.

Desafortunadamente, la opinión de varios agentes y desde el sentir de diversos medios, la Junta Directiva en su mayoría no quedó conformada por los mejores perfiles como se esperaba.

La inquietud se da, porque participaba una gran cantidad de profesionales y académicos del más alto nivel para poder escoger de entre ellos a los mejores integrantes de dicho órgano. Cosa que al parecer no ocurrió con alguno de los integrantes. Dado que se habla de que alguien no tiene más allá de la licenciatura o incluso un perfil ajeno a lo que planteaba la convocatoria. La cual señalaba expresamente que, quienes integren dichos órganos deberán -deberían-  haber sido especialistas en investigación, política educativa, temas pedagógicos o tener experiencia docente en cualquier tipo o modalidad educativa; además de acreditar el grado académico de su especialidad y experiencia, entre otras.

Incluso, el debate parlamentario señalaba a altas horas de esa noche, que se tenía que reconsiderar al menos una de las propuestas. Así, entre el debate y la discusión, se llevó a cabo la votación de la Junta Directiva propuesta, y conformada por cinco integrantes. De la propuesta de cinco integrantes, cuatro fueron aceptados por las dos terceras partes de los integrantes de la Cámara de Senadores. El quinto integrante tuvo que ser puesto a votación de nuevo, logrando el porcentaje de aceptación en una segunda ronda.

La Junta Directiva quedó conformada esa madrugada, incluso se les tomó protesta en esa misma sesión del 2 de julio. Ahora el reto de dicho órgano, el de la Junta Directiva será mayor del que se esperaría.

Los cinco integrantes no pueden hacer quedar mal a sus electores, es decir, a los Senadores que confiaron en ellos, sea con un perfil o con otro. El presidente Andrés Manuel tiene empeñada su palabra con la sociedad mexicana y sobretodo con los profesores de México. El proyecto educativo no puede fallar, es la gran apuesta para la transformación nacional. En la Junta Directiva recae la gran responsabilidad de la toma de decisiones de muchos de los procesos que se habrán de llevar a cabo en todo el sistema educativo.

A partir de la elección de este órgano, la atención de quienes participan en el sector educativo en todos sus niveles, estará atenta a las directrices que se planteen.

Por otro lado, a decir de muchos, el otro órgano elegido esa misma noche, el Consejo Técnico, quedó conformado de una manera más congruente con lo que solicitaban los requerimientos de la convocatoria. Los siete integrantes fueron aceptados en una sola votación.

A decir del clamor popular, este órgano es bien visto en su totalidad. Los integrantes del Consejo Técnico, tendrán la gran responsabilidad de asesorar a la Junta Directiva, es decir, a los grandes tomadores de decisiones para la mejora continua de la educación nacional.

Así, el proceso concluyó en esa madrugada y ahora toca esperar a ver el quehacer de este nuevo organismo de la educación.

En lo personal, me hago una pregunta que tal vez muchos se hagan; de los 219 participantes, ¿fueron elegidos los mejores perfiles para conformar la Junta Directiva? O acaso, el contexto de transformación nacional que estamos viviendo obligó a generar acuerdos para poder avanzar y no estancar el proceso.

Recuérdese que en el legislativo, no hay mayorías, que se tiene diversidad de grupos parlamentarios y por lo tanto de votaciones. Recuérdese también, que se requería de la aceptación de al menos dos terceras partes de los integrantes del Senado.

Hay que aprender de lo sucedido. Se debe aceptar que en la política se generan acuerdos para poder avanzar y no detener los procesos, aunque esos acuerdos a veces incluyen a quienes no se debía, y excluyen a quienes sí se debía. Pero afortunada o desafortunadamente así funciona la política.

Como dice mi papá, lo hecho, hecho está. Ahora, mi mejor deseo es que los tomadores de decisión del nuevo organismo, hagan su mejor papel en bien de nuestro sistema educativo.

Por otro lado, me cuestiono, ¿qué pasará con todos esos especialistas de la educación que participaron en el proceso? De qué manera se aprovechará todo ese cúmulo de experiencias en el ámbito de la educación. Mi respeto y admiración para todas y todos ellos. Sin dudarlo, se debió requerir de mucho valor para atreverse a participar en un proceso que desde un inicio parecía poco sencillo.

Pero yo creo, que no todo está concluido, ellos, las y los candidatos -especialistas de la educación- todavía tienen mucho por hacer. Las autoridades tienen sus expedientes, saben de sus perfiles, los han escuchado, perciben que tienen mucho por aportar. Se ha identificado que varios de ellos, tienen una gran trayectoria, formación y experiencia. Muchas y muchos de ellos podrían contribuir de manera colaborativa, para abonar al desarrollo del gran proyecto educativo que está por comenzar.

Pienso que se deberían construir alianzas con ellos y considerarlos, juntos podrían construir más. Es importante, es por México. Estoy seguro de que ahí están al servicio de la nación. Búsquenlos y los habrán de encontrar en algún salón escolar dando de clase, realizando alguna investigación, asesorando a algún estudiante, redactando algún artículo, un ensayo, un libro o quiza dando alguna conferencia. Contribuyendo siempre a la mejora de la educación. ¡Ahí estarán!

Recordemos que todos estamos aquí y ahora en este tiempo, participando de una u otra forma en la construcción de ese mejor país que todos soñamos.

La transformación de nuestro querido México apenas comienza. ¡Vamos todas y todos juntos por la mejora de la educación!

[1] Consultado el 3 de julio de 2019 en https://www.eluniversal.com.mx/nacion/politica/con-renuncia-inicia-seleccion-de-aspirantes-al-consejo-tecnico-de-educacion

[2] Consultado el 3 de julio de 2019 en http://comunicacion.senado.gob.mx/index.php/informacion/boletines/45290-entrega-hoy-jucopo-nueva-lista-de-aspirantes-para-integrar-el-organismo-para-la-mejora-continua-de-la-educacion.html

Imagen tomada de: http://www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2019/07/1-2-768×427.jpg

Fuente: http://www.educacionfutura.org/breve-reflexion-sobre-la-conformacion-de-los-organos-del-sistema-de-mejora-continua-de-la-educacion/

Comparte este contenido:

Entrevista a Edouard Matoko: “Aún hay africanos que son tratados como esclavos”

Entrevista/04 Julio 2019/Autor: Ramiro Escobar la Cruz/Fuente: El país

Edouard Matoko, alto cargo de la Unesco, habla sobre la persistente marginación del continente, cómo crecen en él las nuevas tecnologías y sobre la migración

Edouard Matoko lleva toda su vida comprometido con la africanidad, la educación y la cultura. El subdirector general de la Prioridad África y Relaciones Exteriores de la Unesco habla en esta entrevista sobre temas tan urgentes como el destino de África, la migración, la digitalización, la violencia, los destrozos ambientales.

Pregunta. ¿Por qué parte del mundo aún ve con cierto desprecio al África?

Respuesta. El continente africano no ha salido todavía del lazo colonial. Nuestras economías son fuertemente dependientes de las economías occidentales, la mayoría de países africanos, en términos de comercio, de tecnología, no logran independizarse de los países más avanzados.

Estamos en una época poscolonial, pero con rasgos coloniales.

Hay pocos países que tienen economías sólidas en términos de diversificación, de producción industrial. Actualmente este tema se discute mucho, en organizaciones como la Unión Africana, o entre los intelectuales africanos. Lo que buscamos son nuevos modelos de desarrollo.

P: ¿Cómo se establecen si todavía se mantienen estructuras tribales que no coinciden con los Estados modernos?

R: No se avanza porque hay otro problema: tenemos sistemas de gobierno que no se han adaptado al presente. Se requiere hacer una revolución política, económica. Algunos países lo están intentando. Yo veo como ejemplos de ello a Etiopía o Ruanda, donde se quieren hacer cambios.

Después de haber sufrido mucho, además.

Así es. Hay otros países donde no hay líderes que quieran hacer estos cambios. No es fácil revertir esas tendencias. Aquí en América Latina, algunos pensadores como Celso Furtado hicieron estudios sobre el desarrollo autocentrado, que necesitaba de luchas políticas, y a veces de cambios radicales en un país. Lo más importante hoy en el continente africano es que los ciudadanos, los intelectuales, los pueblos, se den cuenta de que debemos transformarnos.

P:¿Qué es lo que el mundo no termina de reconocer de África?

R: Es muy difícil contestar esa pregunta. Pero lo que seguramente queda pendiente es el reconocimiento de lo que el continente africano aportó a la civilización industrial. Creo que en todas partes, sea la música o el arte. Pero su contribución al desarrollo económico, de la civilización postmoderna, es lo que aún no se reconoce.

Esa fuerza de trabajo que en muchos casos fue esclava.

Y que en algunos casos sigue siendo esclava. A causa de las migraciones, hay jóvenes que salen de su país y aún son tratados como esclavos en países de Europa, o en Libia o Rusia. Ese es un tema muy preocupante. El 70% de la población africana de hoy es joven. En el 2050, casi el 80% tendrá menos de 40 años. Por eso en la Unesco trabajamos con programas de educación para la ciudadanía global.

Una ciudadanía global que, por ejemplo, tiene que enfrentar el fenómeno migratorio.

El planeta es uno y nuestro destino es común. Con las nuevas tecnologías, con Internet, nadie puede vivir pensando que su comunidad es lo más importante. Esos jóvenes que ven en las redes sociales lo que hacen otros países tienen deseo de aprender, de conocer otras culturas. Nosotros tenemos la responsabilidad de hacerlos capaces de enfrentar este mundo.

P:¿La interculturalidad cura el desprecio?

Te da la posibilidad de entender otras culturas, de sentir que formamos parte de una sola comunidad. Que las diferencias son riquezas y que comprender al otro es comprenderse a sí mismo. Lo que vemos en algunos países de Europa son ideologías que niegan la existencia de otras culturas: neonazis, grupos de extrema derecha. Todos tenemos que luchar contra el extremismo.

P: ¿Podemos soñar con un África más reconocida por el resto del planeta?

R: Hay cosas positivas. Cuando viajo y hablo del continente, se sabe un poco más sobre él, por ejemplo, que fue allí donde se inició la especie humana. Como dice Eduardo Galeano, en África comenzó el viaje de la humanidad y allí vamos todos a regresar un día.

P: ¿Qué puentes encuentra entre América Latina y África?

R: Además de las artes, el pensamiento. En los años 60 varios pensadores de América Latina fueron a África y compartieron con los pensadores de allá la misma reflexión sobre la independencia económica. Se desarrolló el mismo concepto de desarrollo. Por eso tuvimos el Grupo de los 77, o el Movimiento de los Países No Alineados. Ese es el denominador común.

P: ¿También el sentido de comunidad?

R: También. El sentido de comunidad, el sentido de compartir las riquezas que tenemos. Esa es la posición, la ética, que todos necesitamos para tener un desarrollo que sea más igualitario, que sea para todos.

Y, sin embargo, hay violencia. Contra los africanos, contra los inmigrantes.

Todavía hay mucho por trabajar en la educación, en la cultura de paz que intentamos promover desde la Unesco fomentando programas de interculturalidad, de comprensión de otras culturas. Haciendo educación, promoviendo intercambios culturales, podemos finalmente llegar a ese objetivo.

P: ¿Por qué en el mundo tendemos a ver la cultura como un adorno, y por qué la Unesco tiene tan poco presupuesto?

R: Porque manejamos ideas fuertes, que dan miedo. Se basan en una ética que obviamente la gente que cree en la dominación no puede aceptar. Nosotros tenemos ideales de equidad, creemos en la Declaratoria Universal de los Derechos Humanos, creemos en la libertad de expresión.

P: ¿Volverá el tiempo en que la cultura importe más?

R: Lo que es común a la humanidad el deseo de libertad e independencia. Son valores que nos diferencian de los animales, de los otros seres de este planeta, aunque a veces nos olvidamos de que no estamos solos en este planeta.

Somos una especie perturbadora.

Entre otras cosas. Pero creo que hasta que defendamos estos valores todavía vamos a existir.

«Vamos a encontrar una solución para este planeta»

Matoko representó a la Unesco en Etiopía, Ecuador, Mali y en la Unión Africana. También habla de cambio climático y de cómo la brecha digital, según él, puede terminar creando más inequidad entre los países africanos y los países desarrollados.

P: ¿Vamos a existir aunque estemos destrozando el planeta?

R: Esta especie tiene la capacidad de destruir y crear. Es capaz de hacer una autocrítica y tomar las medidas para no desaparecer. De lo contrario ya hubiéramos desaparecido. Esa capacidad no sé quién nos la ha dado, Dios o el Creador, o como decimos en África algunas fuerzas superiores. Yo creo que vamos a encontrar una solución para este planeta.

Y para hacerle honor a Lucy, el antepasado más remoto que hemos encontrado, quien habitó en lo que hoy es Etiopía.

Yo creo que sí. Si logramos salvar este planeta de la destrucción vamos a hacer honor a Lucy y a todos los que siguieron porque fueron los primeros que se dieron cuenta de que había que salir de la floresta e ir por el mundo.

P: ¿Qué tiene más peso hoy? ¿La inteligencia artificial o la inteligencia humana?

R: Son conceptos sobre los que tenemos que reflexionar. En la Unesco estamos haciendo justamente un trabajo sobre inteligencia artificial. No tan en el sentido de las técnicas, sino en las consecuencias que la inteligencia artificial provoca.

Digamos que la inteligencia artificial puede afectar nuestra cultura, nuestras cabezas, nuestros cerebros…

Afecta a la sociedad, afecta a nuestros derechos. Queremos ayudar a que esas técnicas no promuevan más inequidad, especialmente en los países menos desarrollados. En África o América Latina no tenemos la misma experiencia de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. Una parte de la población es más víctima de esas tecnologías, porque no son actores, no las entienden.

En África y en Asia están los países que tienen menos acceso a la red, ¿qué significa eso?

Significa que se quedan atrás y que no pueden acceder al nivel de progreso económico y social que brindan las nuevas tecnologías. Y significa a la vez más dependencia de los países más avanzados. No podemos crear más empleo, no podemos educar a nuestras poblaciones en estas tecnologías para experimentar, o para producir, que es el desafío mayor.

Significa también que los centros de poder digital siguen estando donde están los grandes centros de poder.

Claro, Google, Microsoft, no tienen centrales en los países africanos, ni siquiera en muchos países de América Latina. China y otros países comienzan a tener más control sobre estas tecnologías, pero nosotros no, solo somos receptores de ellas. Lo que hemos conocido en los años 70 es que la tecnología no es neutra, llega con algo cultural. Te brinda un nuevo modo de pensar, una nueva cultura.

P: ¿Más face y menos book?

Estamos en lo que se llamaba, en los primeros años de lucha por las independencias, aquí o en África, alienación cultural. Perdemos en nuestras culturas y avanzamos en esas tecnologías, que todavía no son compatibles con el nivel de desarrollo que tenemos en nuestros países.

Imagen tomada de: https://ep01.epimg.net/elpais/imagenes/2019/07/02/planeta_futuro/1562079660_797426_1562082191_noticia_normal_recorte1.jpg

Fuente: https://elpais.com/elpais/2019/07/02/planeta_futuro/1562079660_797426.html

Comparte este contenido:

México declara obligatoria la educación superior. Entrevista a Mauricio Andión Gamboa

América del norte/México/20 Junio 2019/Fuente: La Vanguardia

El experto Mauricio Andión previene de las dificultades del proyecto gubernamental de las Cien Universidades para llevar estudios universitarios a las zonas vulnerables

En esta ocasión, en nuestros Diálogos Educativos hablamos con el Doctor Mauricio Andión Gamboa, especialista, investigador y académico de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco, toda una figura en el mundo de la educación en México. Nos recibe en las instalaciones del Laboratorio-Aula Multimedia de la UAM-X.

El cambio

Reforma constitucional

La educación superior es de suma importancia. No en vano, en México, se ha reformado el artículo 3º constitucional, que desde hace unos días señala como obligatoria a la educación superior en este país.

Aquí iniciamos nuestra conversación:

– ¿Quién es Mauricio Andión Gamboa? Mauricio Andión:

– “Soy un maestro, un educador que practica la docencia desde hace más de 40 años. Nací en México D.F, hoy Cuidad de México, en la colonia Clavería, alcaldía de Azcapotzalco. Crecí en una familia de clase media, mi padre Manuel Andión Ramírez emprendedor y mi madre Irma Gamboa Tovar profesora-normalista especializada en la enseñanza del inglés, sentaron las bases y principios que me permitieron desenvolverme en mi vida, pensando en el valor de educar y ejerciendo una praxis basada en la cultura del esfuerzo y el mejoramiento constante.

Por el lado de mi madre provengo de un linaje de maestros. Sus abuelos fueron evangelistas y, por lo mismo, pioneros de la alfabetización en el México de fines del siglo XIX. Uno de ellos, Abundio Tovar, fundó una escuela modelo en Miraflores, Estado de México, basado en principios pedagógicos modernos. Mi abuela materna también fundó una escuela en Tacuba, Ciudad de México, “La Academia Mercantil”, recuerdo que se llamaba, en la que se capacitaba a mujeres para el trabajo secretarial, lo que era sumamente progresista para esa época. A su vez, varias de mis tías abuelas fueron también destacadas maestras”.

Mi madre siguió los pasos de su tía Bertha Gamboa Munguía, reconocida maestra-normalista formada en la Universidad de Cornell, N.Y., y, por lo mismo, realizó sus estudios en la Escuela Normal de Maestros, especializándose en la enseñanza del inglés en la Universidad de Michigan. Así que en mi caso, se podría decir que continué con la tradición familiar al seguir una carrera como profesor e investigador en el campo de la educación superior”.

El Doctor Mauricio Andión Gamboa, especialista, investigador y académico de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco.
El Doctor Mauricio Andión Gamboa, especialista, investigador y académico de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco. (Miguel Ángel Gallegos Cárdenas / MAGC)

– Ahora, para continuar con la conversación nos gustaría que nos compartiera un poco sobre su formación y trayectoria académica, ¿Cómo ha sido?

– “Mi formación académica se inicia en el Colegio Alemán “Alexander von Humboldt”. A los cuatro años ingresé al kinder en el campus principal ubicado en la entonces colonia Condesa, y ahí cursé toda mi educación preescolar, básica y media superior. Después de 15 años de educación prusiana, en el más sentido estricto de la palabra, estaba listo para conocer la libertad y a mi país, pues aunque había vivido en él, lo conocía a través de lentes germánicos. En 1974 cuando salí de la prepa mi primera opción era, por supuesto la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quería estudiar sociología y la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales tenía ya un prestigio en ese campo. Ese mismo año lanza su primera convocatoria la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

Al conocer el pre-proyecto de la unidad Xochimilco, me quedé seducido por la idea de fundar una nueva universidad con un nuevo modelo educativo en el que el alumno era el centro de la acción pedagógica, y por lo mismo era libre para investigar y aprender de manera autónoma y/o colaborativa, y el profesor era un orientador y propiciador de ambientes de reflexión y aprendizaje”.

Mi pasaje por la UAM Xochimilco marcó profundamente mi vida, ya que definió la ruta que iba a seguir profesionalmente. Desde entonces he estado interesado en las instituciones de educación superior, mi servicio social lo hice en la ANUIES estudiando universidades privadas. Mi tesis de licenciatura es sobre esta temática, concretamente, sobre el problema de la reificación de los títulos universitarios. En 1979, después de un periplo por Alemania y Europa en que estudié un trimestre en la Universidad de Frankfurt en un programa sobre Pedagogía Social, decidí mejor regresar a México, pues era en mi país donde quería ejercer mi carrera como educador. De esta forma, en 1980, pude ingresar al programa de maestría del Departamento de Investigaciones Educativas del CINVESTAV del Politécnico Nacional.

Esta experiencia me metió directamente al entonces campo emergente de la investigación educativa. Recuerdo haber participado en 1981 en el primer congreso nacional de investigadores educativos”.

Al salir de la maestría trabajé en el sector público en un programa de difusión cultural en el medio rural del INEA, como profesor asistente en la UAM-X y en la UNAM en distintas posiciones: como secretario académico en el SUA de la Facultad de Ciencias Políticas, en el Centro de Investigación y Servicios Educativos (CISE), antecedente del IISUE, y como profesor impartiendo las materias de Taller de investigación sociológica y Teorías de la educación. En 1989 gané el concurso de oposición en la UAM e ingresé como profesor asociado de tiempo completo al Departamento de Educación y Comunicación de la unidad Xochimilco. Desde entonces imparto docencia en la licenciatura de Comunicación Social.

En 1993 gané la beca Fulbright-García Robles y Conacyt me apoyó también para estudiar el doctorado en educación en UCLA, la Universidad de California en los Ángeles, en donde me especialicé en el estudio de las instituciones de educación superior y su relación con la tecnología digital y los nuevos medios de comunicación, entonces emergentes en el espacio cibernético”.

Desde mi regreso a la UAM Xochimilco, en el otoño de 1998, ya como profesor investigador titular, he ejercido mi praxis docente en la licenciatura en Comunicación Social formando comunicadores educativos y en los posgrados de la División de Ciencias Sociales y Humanidades. Además, como investigador estoy integrado al cuerpo académico del Área de Investigación: Educación y Comunicación Alternativa que actualmente coordino. Las líneas de investigación que desarrollo en ese espacio se centran en el estudio de los procesos de apropiación social de la tecnología digital en contextos educativos, las cuales han decantado en distintos proyectos de innovación educativa, gestión académica, diseño curricular y difusión cultural, como es caso del Nodo Multimedia que es una red que articula múltiples proyectos educativos y comunicativos como: el Laboratorio-Aula Multimedia, La Semana de la Cultura Digital, Cibercampus UAM-X y la revista digital Reencuento: Análisis de problemas universitarios, que actualmente dirijo”.

Cientos de estudiantes protestan a las afueras de la Secretaria de Gobernación en Ciudad de México (México), para exigir al presidente Andrés Manuel López Obrador que entregue las becas prometidas durante su campaña.
Cientos de estudiantes protestan a las afueras de la Secretaria de Gobernación en Ciudad de México (México), para exigir al presidente Andrés Manuel López Obrador que entregue las becas prometidas durante su campaña. (Mario Guzmán / EFE)

– Por lo visto, su experiencia y participación en la educación superior ha tenido diversas aristas. Desde INEA, la UNAM y particularmente la UAM, han sido los escenarios en que ha tenido la oportunidad de desarrollarse como docente, investigador y productor de conocimientos. Ha tenido oportunidad de interactuar con diversas generaciones de estudiantes, creo que eso es una riqueza cultural enorme. Estamos viviendo la era digital desde hace algunos años, es apreciable que hay muchos cambios, por eso le quiero preguntar, ¿Qué cambios observa entre los estudiantes de educación superior de hace cuatro décadas (1980) y los estudiantes que tiene en la actualidad (2019)?

– “Hay diferencias enormes entre los estudiantes de los 80 y los de hoy, no sólo por el uso que hacen de la tecnología. De hecho, apenas a fines de esa década, fue cuando se comenzaron a usar las computadoras en la UAM-X como un recurso ordinario en las labores académicas, pero eran todavía computadoras de escritorio, no existía la tecnología móvil. Y es hasta fines de los 90, precisamente al regresar de mi experiencia en California, fue cuando se comenzó a usar Internet como una nueva tecnología de la comunicación.

Desde entonces los estudiantes han comenzado a depender enteramente de las redes y a estar conectados permanentemente. Esto representa un cambio radical en la cultura estudiantil y su comportamiento en clase, e incluso en su compromiso político y social. En lo ideológico, político y social, también ha habido muchos cambios. Siento que ahora los jóvenes están menos interesados en la política y viven en condiciones mucho más estresantes, que los enferma y los mantiene oprimidos”.

Por cierto, en la revista Reencuentro, estamos convocando a participar en el abordaje del tema de las “Juventudes Universitarias”, precisamente, para saber cuál es el estado actual de los estudiantes universitarios. Es necesario comprender qué está sucediendo con los jóvenes, sobre todo en el nuevo régimen político al que estamos ingresando.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, posa con integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), en el Palacio Nacional (México).
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, posa con integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), en el Palacio Nacional (México). (Presidencia De México / EFE)

– Agradezco su respuesta. Veo que está trabajando activamente desde diferentes flancos. Los tiempos han cambiado, las tecnologías han cambiado y las generaciones también. Desde su experiencia en la Universidad Autónoma Metropolitana, a dónde va la Universidad, ¿Qué panorama vislumbra para la Educación Superior Pública en México?

– “Tomando como punto de partida, las señales que está dando el nuevo gobierno, veo las cosas un tanto difusas. Yo no pienso que el régimen sea anti-intelectual o esté en contra de las universidades, pero dadas las actuales circunstancias no se ve muy claro el panorama para las universidades autónomas, ya que los proyectos de educación superior que se están ofertando, son para atender a un cierto sector de la sociedad. Atender a las zonas más vulnerables en específico. Un ejemplo, es el proyecto de las “Cien Universidades” que propone el Presidente, lo cual en principio es bueno.

Sin embargo, el hecho de que los presidentes funden universidades por decreto, no significa que estas instituciones vayan a funcionar o tener un efecto real en la sociedad. Una universidad requiere de tiempo para poder consolidarse, se necesita de un proceso de gestación, de cuerpos académicos bien preparados y comprometidos, de un proyecto educativo, y por supuesto se requieren de ciertas condiciones materiales para poder operar.

Creo que el presupuesto se debe redistribuir de la mejor forma, sobre todo para las universidades públicas existentes y consolidadas, para seguir cumpliendo con nuestra función educativa. Por otro lado, la educación superior pública cumple una función social, por lo cual debe formar a sus estudiantes con una conciencia social, debemos ir más allá de sólo formar cuadros para el mundo laboral. Esto no quiere decir que no debamos estar atentos a los requerimientos del mercado profesional.

La cuestión es que, en estos tiempos, dados los cambios tecnológicos tan profundos que estamos viviendo, no sabemos realmente cómo se van a configurar estos mercados y cómo van a cambiar las profesiones. Esto es un problema mundial que enfrentan los sistemas de educación superior”.

En ese sentido es que debemos orientar nuestra praxis docente hacia el desarrollo de saberes, habilidades y competencias intelectuales apropiadas para vivir en una sociedad informatizada, tales como saber investigar, crear, seleccionar, discriminar, interpretar, procesar y comunicar información y, sobre todo, generar conocimiento. De hecho, eso es con lo que estamos comprometidos aquí en la UAM-X. Actualmente, el cambio es permanente y la apuesta de la educación superior, pienso debería de ser el apoyo efectivo a proyectos de educación continua, en línea y a distancia.

El doctor Mauricio Andión Gamboa junto a Miguel Ángel Gallegos, lector corresponsal de La Vanguardia y conductor de los Diálogos Educativos en México.
El doctor Mauricio Andión Gamboa junto a Miguel Ángel Gallegos, lector corresponsal de La Vanguardia y conductor de los Diálogos Educativos en México. (Miguel Ángel Gallegos Cárdenas / MAGC)

– Me parece muy oportuna su visión en torno a las necesidades que debe atender la Universidad, lo considero muy acertado, dados los tiempos que estamos viviendo. Aunque nos ha venido compartiendo sobre su interés en los medios y la educación, podría ampliarnos un poco más. ¿Qué opinión tiene de la tecnología y su influencia en la educación?

– “La relación entre la tecnología y la educación es algo que se puede ver desde una perspectiva filosófica. La tecnología está cambiando la condición humana, estamos volviéndonos seres cada vez más programados, robóticos, incluso, se prevé que en breve vamos a poder transformarnos en auténticos Cyborgs, homosapiens mejorados genéticamente. Al respecto, debemos plantearnos una serie de cuestionamientos críticos, por eso, estoy iniciando un línea de investigación sobre el campo de las Humanidades Digitales para estudiar más detenidamente estos fenómenos de cambio cultural.

Se pueden consultar diversos estudios que señalan que, en el nivel de la educación básica, no necesariamente es recomendable el uso de las redes, dado que en ese nivel todavía se están formando seres humanos, cosa muy distinta en el nivel superior, donde se forman profesionales y técnicos para su incorporación al ámbito laboral en una sociedad plenamente integrada a la era digital”.

Es este caso la apropiación social de las TIC es fundamental y, por lo mismo, ineludible”.

– Muy interesante lo que nos comenta en relación a todos estos cambios que se avecinan. Universidad, medios de comunicación, tecnología educativa, entre otros, son diversos temas en los que tiene usted una gran experiencia. Me gustaría preguntarle, ¿Cómo vislumbra el momento actual de la Universidad como institución en la era digital?

– “Las universidades son centros de poder, desde que nacieron en la Edad Media, precisamente, porque concentran, producen y distribuyen conocimiento e información. Por eso, las universidades que están constituidas y consolidadas es difícil que mueran. La UAM es una universidad consolidada, a pesar de sólo tener cuarenta y cinco años de vida. Este espacio tiene mucho futuro. Por otro lado, hay muchas instituciones de educación superior privada, las llamadas ´escuelas patito´, que no reúnen los requisitos para ser universidades. Solo brindan servicios educativos y muchas veces de mala calidad, en realidad no son universidades. Este tipo de instituciones son las que están en mayor riesgo de desaparecer.

En todo caso, en un contexto de modernidad líquida como el que describe Bauman en sus escritos, señala que es muy probable que el futuro de la educación superior esté en los medios de comunicación, es decir, en el ciberespacio, y en ese sentido se desarrollen toda índole de programas de educación alternativa, esto es, de educación continua y a distancia a los que las personas de todas las edades accedan durante toda la vida. En un mundo tan cambiante como el actual se tiene que aprender a reconfigurar profesionalmente cada determinado tiempo”.

– Doctor Andión, le agradezco enormemente el tiempo que nos ha concedido para conocer más sobre usted y su experiencia en la educación superior. Finalmente, me gustaría preguntarle, ¿Qué mensaje le daría a los estudiantes de Educación Superior en México?

– “Los estudiantes universitarios que tienen por delante su carrera, deben mantenerse en un proceso de formación permanente. En esta era digital no podemos dejar de formarnos. Los estudiantes deben adaptarse a los cambios, estar abiertos a los cambios. Les recordaría que su carrera comienza cuando inician el plan de estudios en la licenciatura y acaba cuando se retiren del ámbito profesional”.

Un excelente mensaje para los universitarios. Ha sido un verdadero gusto el poder charlar con el Doctor Mauricio Andión, quien además, invita a la audiencia a seguir las actividades que se realizan en el Laboratorio Aula Multimedia de la UAM-X, y asistir en próximas fechas a la Semana de la Cultura Digital que organizan en la UAM-X.

Muchas gracias y hasta nuestro próximo Diálogo Educativo.

Imagen tomada de: https://www.lavanguardia.com/r/GODO/LV/p6/WebSite/2019/06/14/Recortada/img_rvalles_20190614-125953_imagenes_lv_terceros_mag-kMcC–656×369@LaVanguardia-Web.jpg

Fuente: https://www.lavanguardia.com/participacion/lectores-corresponsales/20190617/462861410065/mexico-educacion-superior-obligatoria-cien-universidades.html

Comparte este contenido:

¿Qué pasará con la educación secundaria en los ciclos escolares 2019-2020 y 2020-2021?

Por: Pluma Invitada

La SEP ha confirmado que durante el ciclo escolar 2019-2020, los alumnos de las secundarias generales y técnicas llevarán en primero y segundo grados todas las asignaturas del campo de formación académica (incluyendo Historia y Formación Cívica y Ética) con los programas de estudio 2017, mientras que tercer grado con los programas 2011.

De acuerdo con la última decisión de la SEP, todos los estudiantes de educación secundaria llevarán los mismos programas de estudio en el ciclo escolar 2019-2020, incluyendo telesecundaria, pues para los alumnos de esta modalidad sí se había decidido que llevarían los programas 2017 para primero y segundo grados en todas las asignaturas.

Sin embargo, una de las dudas para tercer grado es qué pasará en el ciclo escolar 2020-2021. El día de ayer la SEP entregó los oficios de las evaluaciones de los libros de texto de tercer grado y aclaró que no seguirán en vigor los programas 2017 en el ciclo escolar 2020-2021 para este grado, dado que para el próximo año se publicará el nuevo plan y programas de estudio para la educación básica.

¿Qué significa que no se dé continuidad a los alumnos que habrán estudiado con base en los programas 2017 primero y segundo grados en los ciclos escolares 2018-2019 y 2019-2020 si en tercer grado para los ciclos escolares 2020-2021 y 2021-2022, llevarán los programas de 2011? Analicemos primero los casos de las asignaturas de Historia y Formación Cívica y Ética.

En cuanto a Historia, en el currículo 2011 el curso de Historia Universal se estudia en segundo grado y el de Historia de México en tercer grado; mientras que en el currículo 2017, Historia del Mundo, el equivalente de Historia Universal, está en primer grado e Historia de México, en segundo y tercer grados, con sus contenidos repartidos de la siguiente forma:

  • Segundo grado, de la época prehispánica hasta la época virreinal
  • Tercer grado, desde la Independencia hasta la actualidad.

Por tanto, los alumnos de tercer grado en el ciclo 2020-2021 (que llevarán el programa 2011) repetirán los contenidos estudiados en segundo grado (programa 2017) que corresponden al periodo entre las épocas prehispánica y virreinal. Además, perderán la continuidad de profundizar en una de las innovaciones del programa 2017 sobre el quehacer del historiador, esto es:

  • La adquisición de herramientas teóricas y metodológicas para seguir analizando el pasado;
  • La distinción entre un hecho histórico y un proceso histórico;
  • La comprensión de las características y variedad de las fuentes históricas.

Con respecto a Formación Cívica y Ética ocurre una situación parecida, ya que se repetirán los contenidos relacionados con los cambios físicos y emocionales durante la adolescencia, implicaciones del ejercicio temprano de la sexualidad; y los temas de normas, leyes y componentes del gobierno democrático. Además, en los nuevos libros de texto (del programa 2017) se actualizaron leyes, tratados y los nombres de algunas instituciones que fueron modificados o no estaban considerados en el programa 2011, como el Ifai que ahora se llama Inai y el IFE ahora INE, así como la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, publicada inicialmente el 15 de mayo de 2017 y reformada el 20 junio 2018.

Otro asunto relevante es el manejo de los proyectos, ya que en los programas de 2017 se pueden plantear en cualquier momento del curso escolar, lo que favorece que los alumnos apliquen los aprendizajes esperados en el momento de estudiar los contenidos correspondientes, mientras que, en los programas de 2011, se plantean solo en el quinto bloque, durante la etapa final del ciclo escolar.

Me centré en estas dos asignaturas porque las afectaciones serían mayores para los alumnos de tercer grado, que no llevarán los programas de estudio 2017 en el ciclo escolar 2020-2021 y posteriores. Pero si se hace el análisis de las demás asignaturas (Español, Inglés, Matemáticas, y Química) también se presentan dificultades y no menores, por ejemplo: repeticiones de contenidos que cambiaron de ubicación en los tres grados de secundaria en algunas de estas asignaturas, como en Matemáticas; no estudiar los nuevos contenidos de los programas 2017; no consolidar los cambios en los propósitos, los enfoques pedagógicos, los aprendizajes esperados y las orientaciones didácticas. Lo anterior es inadmisible en un gobierno que dice tener a los alumnos como su prioridad educativa, lo cual es importante aclarar no es nuevo en las propuestas curriculares, además de que debería ser el objetivo principal siempre, no importa quién nos gobierne.

Así pues, para que la generación de los alumnos que ingresaron a la secundaria en el ciclo escolar 2018-2019 pueda tener continuidad y concluir sus estudios de este nivel educativo en tercer grado en el ciclo escolar 2020-2021 y sucesivos, hasta que se aplique el nuevo currículo, es imprescindible que lleven todas las asignaturas con base en los programas 2017 y se les proporcionen libros de texto que respondan a estos.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/que-pasara-con-la-educacion-secundaria-en-los-ciclos-escolares-2019-2020-y-2020-2021/

Comparte este contenido:
Page 16 of 34
1 14 15 16 17 18 34