Los síntomas más comunes son la pérdida de conciencia, los mareos, la mirada vidriosa, el dolor de cabeza, la amnesia, los vómitos, los problemas de memoria y la pérdida de concentración.
Los adolescentes que han sufrido una conmoción cerebral en los últimos 12 meses podrían tener un 25% más de probabilidades de tener una mala situación académica que aquellos que no la han padecido, sugiere un estudio publicado en línea en la revista ‘Injury Prevention’ al que ha tenido acceso Ep.
Una conmoción cerebral es una lesión temporal causada por un golpe, un impacto o una sacudida en la cabeza o por un golpe en el cuerpo que hace que el cerebro se mueva rápidamente de un lado a otro. Los signos más comunes son la pérdida de conciencia, los mareos, la mirada vidriosa, el dolor de cabeza, la amnesia, los vómitos, los problemas de memoria y la pérdida de concentración.
Faltan pruebas sobre el impacto que las conmociones cerebrales pueden tener en el rendimiento académico del adolescente. Por ello, un equipo de investigadores de la Universidad de Washington, en Estados Unidos, se propuso investigar si existía o no una asociación entre el historial de conmociones cerebrales y el nivel académico de los estudiantes de secundaria.
Para ello, analizaron los datos de 10.756 adolescentes de la Encuesta de Comportamiento de Riesgo Juvenil de 2019, una encuesta semestral que monitoriza los riesgos de salud entre los estudiantes de todo Estados Unidos. De los más de 10.000 estudiantes de secundaria analizados, el 14,9% informó que había tenido al menos una conmoción cerebral relacionada con deportes y actividades en los últimos 12 meses.
La mayoría de los adolescentes que declararon no haber sufrido conmociones cerebrales eran mujeres (50,9%), mientras que la mayoría de los que declararon haber sufrido una o más de dos conmociones cerebrales eran hombres (53,1% y 63,5% respectivamente).
Los estudiantes que se autoidentificaban como negros o afroamericanos representaban una mayor proporción de estudiantes con dos o más conmociones cerebrales (15,6%) en comparación con los estudiantes con cero o una conmoción cerebral (10,6% y 9,4% respectivamente). En general, una gran mayoría de los adolescentes (78,8%) declaró tener un buen nivel académico.
Los investigadores calcularon que tener al menos una conmoción cerebral en los últimos 12 meses se asociaba con un riesgo un 25% mayor de tener una mala posición académica y esta asociación era más fuerte con un historial de conmociones cerebrales repetidas.
La asociación variaba según la raza/etnia, pero los autores señalan que se necesitaban estudios futuros para examinar la interacción de la raza/etnia en la asociación.
Los autores reconocen que su estudio tenía algunas limitaciones, ya que no les permitió evaluar el cambio en la situación académica antes y después de las conmociones cerebrales notificadas, no se comprobó la verificación de los informes de los estudiantes sobre su conmoción cerebral y el resultado, y el estudio no incorporó variables socioeconómicas como los ingresos familiares y el lugar de residencia.
No obstante, concluyen que «el historial de conmociones cerebrales se asoció significativamente con una mala posición académica y el hecho de sufrir múltiples conmociones cerebrales podría ser especialmente perjudicial para los resultados de los estudiantes«.
«Los esfuerzos de prevención de lesiones basados en la escuela, incluyendo la promoción del uso del casco, la detección de conmociones cerebrales en la escuela y el cumplimiento de las directrices de retorno al juego y al aprendizaje, para reducir las conmociones cerebrales múltiples en los deportes, en particular para los grupos raciales y étnicos más afectados, pueden resultar beneficiosos para los estudiantes con conmoción cerebral», subrayan.
Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/conmociones-cerebrales-adolescentes-pueden-afectar-rendimiento-academico-20220914120402-nt.html
La malnutrición es la principal causa de problemas de salud a nivel global y los productos ultraprocesados son su causa y el símbolo del actual modelo de alimentación industrial. Se puede cambiar el mundo cambiando la alimentación, pero es necesario que el Estado impulse políticas públicas productivas y de consumo entre las que la “Ley de Etiquetado” puede ser un primer paso en la dirección correcta.
Los problemas de malnutrición y el crecimiento de la comercialización de productos ultraprocesados en Argentina y en la región de las Américas son el resultado de los profundos cambios que han afectado a sus sistemas alimentarios, los cuales determinan la cantidad, calidad y diversidad de los alimentos disponibles para el consumo. Esta transformación ha sido impulsada por la creciente urbanización, el cambio de los patrones alimentarios y las nuevas formas de producir y procesar alimentos.
Dentro de los cambios en los patrones de consumo de alimentos una característica distintiva es el aumento sostenido y sistemático en las ventas y en los consumos de los productos ultraprocesados. Éstos son alimentos y bebidas industrializados que se comercializan envasados y poseen una cantidad excesiva de azúcares, grasas y sodio, también denominados “nutrientes críticos” por el impacto negativo que tienen en la salud humana. Estos productos vienen desplazando, desde hace varias décadas, a los alimentos naturales y mínimamente procesados y a las preparaciones caseras hechas en el hogar.
La Organización Panamericana de la Salud define a los productos ultraprocesados como formulaciones industriales elaboradas a partir de sustancias derivadas de los alimentos o sintetizadas de otras fuentes orgánicas. La mayoría contienen pocos alimentos enteros o ninguno, vienen listos para consumirse o para calentar y, por lo tanto, requieren poca o ninguna preparación culinaria. Además tienen una calidad nutricional muy mala y, por lo común, son extremadamente sabrosos, a veces hasta casi adictivos: imitan los alimentos y se los ve erróneamente como saludables; se anuncian y comercializan de manera agresiva y son cultural, social, económica y ambientalmente destructivos.
La malnutrición en todas sus formas es la principal causa de problemas de salud a nivel global. Según la Organización Mundial de la Salud, por malnutrición se entienden “las carencias, los excesos o los desequilibrios de la ingesta de energía y/o nutrientes de una persona”. El término malnutrición abarca tres grupos amplios de afecciones: las situaciones por déficit (que comprenden distintas formas de “desnutrición”), la malnutrición relacionada con los micronutrientes (por ejemplo, la anemia por déficit de hierro); y las situaciones por excesos, que abarcan el sobrepeso, la obesidad y las enfermedades no transmisibles relacionadas con la alimentación (como diabetes, enfermedades cardiovasculares, distintos tipos de cáncer, entre otras).
Nicolas Pousthomis / Subcoop
Perspectiva social de la alimentación
En su libro Una historia social de la comida la antropóloga argentina Patricia Aguirre realiza un recorrido por los cambios que sufrió la alimentación humana en el tiempo largo de la especie, que podrían resumirse en tres y acompañarse de un producto que los caracteriza.
En primer lugar la autora registra el omnivorismo, que con la ingesta de carne modeló nuestra biología. A esto le siguió la domesticación de plantas y animales, que con lácteos y cereales permitió acumular y distribuir inequitativamente, apareciendo la alta y baja cocina y, con ellas, los cuerpos de clase. Por último menciona la cocina industrial mundial, con el azúcar como alimento trazador, que junto a grasas y sal serán los componentes obligados de los alimentos conservados, coloreados, saborizados. Es decir, productos ultraprocesados. Según Aguirre, estos productos forman el paraíso (de abundancia y estabilidad) y el infierno (de inequidad y contaminación) de la comida actual.
Además, Aguirre señala que con la cocina industrial global estamos “devorando el planeta”. Desde el siglo XIX, con la industrialización, “los alimentos han pasado de frescos a procesados y en la actualidad, a ultraprocesados, en un continuo que va de la cocina a la fábrica y de la fábrica al laboratorio». Agrega que «los alimentos industriales son mercancías mecánicamente producidas, conservadas (desde las latas a la irradiación) con la aplicación de los últimos conocimientos científicos (físicoquímicos en la ingeniería y sociopsicológicos en el marketing), de manera de lograr, si no sabor, por lo menos seguridad biológica, que estará garantizada por los sistemas expertos de la modernidad (marcas, bromatología, etc.)».
Los alimentos industriales, a través de redes de comercialización mayorista y minorista, son transportados a todos los lugares del globo (donde puedan pagarlos), deslocalizando y desestacionalizando los consumos. De esta manera se transforman —tal como afirma el sociológo francés Claude Fischler— en OCNIs, «objetos comestibles no identificados», sin pasado ni origen conocidos.
Aguirre analiza en profundidad el impacto socioambiental que tiene esta cocina industrial, que podría resumirse en un ejemplo: si «los pobres africanos, asiáticos o latinoamericanos desearan comer como un oficinista europeo o yanqui (…) no sería posible porque para comer tan mal como en Estados Unidos o Europa se necesitaría multiplicar por cuatro el consumo de agua, por seis la producción de energía y por ocho la economía mundial, lo que induciría una presión sobre los recursos que haría colapsar los ecosistemas ya bastante dañados». Señala que la forma actual de producir alimentos debe ser urgentemente reformada debido a sus costos ambientales y sociales. Frente a ello la agroecología, la ganadería pastoril o la pesca responsable intentan subsanar el daño ambiental para que haya un futuro.
Nicolas Pousthomis / Subcoop
Políticas necesarias para comer bien: leyes pendientes
Los Estados tienen la obligación de garantizar nuestro derecho a la alimentación adecuada a través de la implementación de políticas y regulaciones diseñadas sin la interferencia de los intereses de las grandes corporaciones, basadas en evidencia sin conflicto de interés y en experiencias internacionales exitosas.
En este sentido, la sanción de la Ley 27.642 de Promoción de la Alimentación Saludable fue un primer paso en la dirección correcta. Esta ley establece la implementación obligatoria de un etiquetado frontal que nos advierta del contenido excesivo de nutrientes críticos en productos comestibles envasados (de hecho, esta ley es más conocida como “ley de etiquetado frontal”). Además, regula la publicidad, promoción y patrocinio de alimentos y bebidas no saludables y protege los entornos escolares; entre otras regulaciones.
Sin embargo, es necesario que el Estado avance urgentemente con otros marcos normativos como las leyes de envases con inclusión social y de acceso a la tierra y las regulaciones en punto de venta minoristas, por nombrar solo algunos.
Cambiar la alimentación para cambiar el mundo
Patricia Aguirre dice que «se puede cambiar el mundo cambiando la alimentación». Para ello, existen propuestas que van de lo micro a lo macro, es decir del sujeto a las instituciones: cambiar a través de la praxis individual y —al ir sumando adeptos—, modificar las instituciones. Dado que hacemos lo que hacemos porque nuestras acciones tienen sentido y responden a una lógica, el primer cambio es epistémico: es necesario modificar los valores que dan sentido a nuestra alimentación.
Otras propuestas van delo macro a lo micro: parten de las instituciones para cambiar las relaciones sociales que inciden en la alimentación de los sujetos, y lo hacen a través normas y reglamentos que buscan regular a la industria agroalimentaria para producir alimentos saludables, buenos para comer y amigables con el medio ambiente. Sobre esto, las leyes y medidas pendientes son claves para garantizar nuestro derecho al agua, a la salud, a un ambiente y a un nivel de vida adecuado.
Cerca de un centenar de mujeres concurrieron a la Legislatura porteña a una actividad convocada por la Comisión Especial contra la Violencia Institucional. El jefe de Gobierno porteño habia dicho que usaban a sus hijos como «escudos» durante las protestas.
Mujeres piqueteras dijeron este martes a Horacio Rodríguez Larreta que saldrán a las calles hasta que «garantice alimentos, salud y educación», luego de que el jefe de Gobierno porteño las acusara de usar a sus hijos como «escudos» durante las protestas en la vía pública.
«Larreta, vamos a salir a las calles a luchar por nuestros derechos hasta que usted garantice alimentos, salud y educación», dijo Alicia, vecina de la Villa 31, al participar de una actividad en el Salón Dorado de la Legislatura porteña.
Cerca de un centenar de mujeres concurrieron esta tarde de martes a la Legislatura porteña a una actividad convocada por la Comisión Especial contra la Violencia Institucional, presidida por el diputado porteño Gabriel Solano, del Frente de Izquierda.
«Llevamos a nuestros hijos porque alquilamos en lugares donde no es seguro dejarlos solos», dijo a su turno Reynalda, de la Villa 15, quien llevaba a su hijo en brazos, y agregó que «no se consiguen vacantes» en los jardines de infantes de la ciudad.
(Foto: Carlos Brigo).
«Somos la clase obrera y trabajadora, no somos delincuentes. Pedimos trabajo digno e igualitario para hombres y mujeres», agregó.
Otras oradoras del encuentro también reclamaron por un mejor funcionamiento de los Centros de Salud Comunitaria (Cesac) del Gobierno de la Ciudad, donde aseguraron que «no se consiguen turnos».
Las mujeres también pidieron acceso a un empleo registrado, y afirmaron que son «trabajadoras precarizadas» y que algunas de ellas trabajan en casas particulares, donde obtienen como salario «1.500 pesos por día».
La semana pasada, en declaraciones a la prensa, el jefe de Gobierno dijo que las mujeres que participaban de las protestas sociales en la Avenida 9 de Julio «usan a los chicos como escudo en los acampes para que la policía no los desaloje. Ellos tienen que estar en la escuela, no acampando en la ciudad».
En esa misma conferencia de prensa, Larreta dijo que pediría al Gobierno nacional que quite los planes sociales a quienes concurren a las protestas.
«Esos dichos después se transforman en hechos represivos graves», dijo durante el encuentro la legisladora porteña del Frente de Izquierda Alejandrina Barry, quien es la vicepresidenta de la comisión.
Cerca de un centenar de mujeres concurrieron a la Legislatura porteña a una actividad convocada por la Comisión Especial contra la Violencia Institucional.
Solano, a su turno, explicó que la comisión realizó esta actividad «para que las mujeres que día a día son atacadas por organizar reclamos contra la pobreza y contra el hambre tengan la oportunidad de expresar su verdad sobre la lucha que desarrollan».
Su compañera de bloque, Amanda Martín, acusó a Larreta de «hipócrita», ya que «reclama que los hijos de las movilizadas vayan a las escuelas, pero es su gobierno el que negó 50.000 vacantes para las solicitudes que hubieron este año».
América del Sur/Venezuela/15-04-2022/Autor(a) y Fuente: www.elnacional.com
Desde hace varios años, ONG, activistas y políticos opositores han denunciado el colapso de los servicios públicos en el país
Un grupo de ONG y activistas venezolanos hicieron este jueves, a propósito de la conmemoración de la Semana Santa, una protesta creativa en Caracas a la que denominaron «viacrucis de los servicios públicos» para exigir la mejora en el acceso al agua, la electricidad y el transporte y alertar sobre «la agudización de la crisis» en Venezuela.
«Juntos por la exigencia de los servicios públicos de calidad y los derechos humanos. Activistas, organizaciones y comités de derechos humanos marchamos pacíficamente en un viacrucis por la crisis de los servicios básicos», detalló la ONG Provea, participante de la actividad, en su cuenta de Twitter.
Activistas hicieron viacrucis
En la manifestación, que tuvo lugar en una zona popular del oeste de Caracas, participaron también las ONG Caracas, Mi Convive, Comité de DD HH, Radar Caracas y, al menos, dos decenas de vecinos de la comunidad y jubilados y pensionados de distintas zonas.
En cada una de las estaciones dispuestas para el viacrucis, los activistas explicaron cómo han terminado vulnerados en Venezuela, a su juicio, los derechos humanos a servicios fundamentales como el agua, la luz, la educación y el Internet, entre otros.
La activista y presidenta del Colegio de Enfermería de Caracas, Ana Rosario Contreras, participó en la actividad y aseguró que los venezolanos siguen viviendo la violación de los derechos humanos.
«Los venezolanos seguimos con una violación continua de nuestros derechos humanos. Hoy, a 22 años de tener esta mal llamada revolución, los venezolanos tenemos que decir que el derecho a la vida, a la educación, al Internet. Todos han sido vulnerados». Así lo dijo en un video publicado por Provea.
En este sentido, Contreras pidió a sus compatriotas levantarse «con una bandera de lucha» por la defensa de los derechos.
Crisis de servicios públicos en Venezuela
Desde hace varios años, ONG, activistas y políticos opositores han denunciado el colapso de los servicios públicos en Venezuela.
La semana pasada, el Observatorio Venezolano de Servicios Públicos (OVSP) informó que el 47% de los ciudadanos en 12 ciudades del país deben almacenar el agua. Esto como una alternativa ante la falta de suministro del líquido de forma continua por las tuberías.
Sobre el servicio eléctrico, este martes, el Comité de Afectados por Apagones, un ente independiente que contabiliza los cortes de luz y sus efectos, informó a Efe que las fallas eléctricas en Venezuela se redujeron un 64,6 % este año, respecto a 2021, cuando se registraron 38.004, frente a las 13.423 interrupciones del servicio computadas durante el primer trimestre de 2022.
Fuente e Imagen: https://www.elnacional.com/venezuela/activistas-hicieron-viacrucis-por-crisis-de-los-servicios-publicos-en-venezuela/
Dada la subordinación de las políticas educativas a las medidas de salud durante la pandemia y derivada de la falta de liderazgo institucional, durante dos años en las universidades se diluyó el espíritu corporativo y solidario y todos nos refugiamos en casa de modo individual. La experiencia escolar de estudiantes y profesores sufrió un fuerte shock que desestabilizó todos los viejos referentes y nos colocó ante una educación a distancia, sin proyecto de innovación, más bien como un refugio a donde se trasladaron las actividades de enseñanza para mantener, en el contexto de la desmovilización nacional, el cumplimiento de nuestra misión.
En muchas universidades e instituciones de educación superior se está convocando al regreso a las actividades presenciales. Muchas autoridades expresan enfáticamente que el regreso significa eso: regreso al pasado; a las mismas condiciones que teníamos antes de la pandemia, en las que, si los cursos habían diseñados de modo presencial, virtual o mixto, así deben impartirse; sin considerar la experiencia reciente de los dos últimos años en que todos tuvimos que recurrir a la educación a la distancia. Muchas autoridades y profesores son prisioneros del pasado, son incapaces de imaginar una nueva universidad.
La suposición de que vamos a regresar al pasado es absurda, ahistórica y no resiliente. Esconde un olvido deliberado para eludir las responsabilidades. Desde cualquier razonamiento lógico e histórico, el retorno al pasado es imposible; en el mismo sentido supone la incapacidad de un balance crítico que nos permita sacar un saldo y aprender. El olvido no representa ninguna superación de la crisis, esto solo se logra aprendiendo la lección.
Necesitamos enfrentar el trauma, comprender lo sucedido, reconocer las experiencias de estudiantes y profesores, y sobre esa base, una vez que hayamos realizado un balance crítico de lo sucedido en la pandemia, cambiar y tratar de evitar que un evento así nos tome desprevenidos. Las autoridades educativas de todos los niveles, desde el federal hasta el institucional, deberán rendir cuentas por sus acciones y sobre todo por sus inacciones, por su falta de visión y por haber subordinado el proyecto educativo a las medidas restrictivas determinadas por la Secretaría de Salud.
El olvido deliberado sobre el pasado reciente es muy poco empático con las víctimas mortales y con los enfermos por la pandemia, muchos de los cuales padecen secuelas y no han terminado su recuperación. Tenemos un deber de memoria en relación con quienes murieron por la COVID, son profesores, trabajadores o estudiantes que nos faltan, que han dejado un vacío entre las comunidades. Todas las víctimas mortales merecen ser recordadas, sus trayectorias académicas forman parte del entramado de experiencias con que todos nos hemos construido en tanto universitarios.
En relación con los universitarios que se contagiaron, no hay ni un balance de los daños ni tenemos idea precisa del alcance de las afectaciones que padecen. ¿Cuántos miles de universitarios padecieron la enfermedad?, ¿Cuáles son sus condiciones de salud?, ¿Cuáles son los efectos y secuelas provocados por la COVID que siguen padeciendo? Tenemos evidencia dada la encuesta realizada por la UANL y la Subsecretaría de educación superior de que millones de jóvenes sufrieron, además de la COVID, de depresión, stress y ansiedad. Los datos muestran que las mujeres fueron las más afectadas.
En ese contexto, el retorno debe ser primero una oportunidad para el reencuentro, para hacer el balance de lo ocurrido, para honrar a quienes fallecieron, para reconocer a quienes todavía no reestablecen su salud. A partir de ello, debemos desarrollar estrategias diferenciadas y ser solidarios con quienes continúan bajo los efectos de la enfermedad.
Sin un balance crítico respecto del pasado reciente es imposible reconocer las afectaciones recibidas durante la pandemia, y sin esta reflexión seremos incapaces de aprender de la experiencia vivida. Un nuevo horizonte progresista para la educación superior sólo es posible si cumplimos con nuestro deber de memoria.
Según el banco emisor ecuatoriano la mejora en la meta de su crecimiento se debe a un mayor consumo interno y mayores expectativas económicas para el sector privado, además de un aumento en la inversión pública en educación, salud y vialidad.
El Banco Central del Ecuador (BCE) elevó este jueves su proyección de crecimiento económico para este año a 2,8%, desde una estimación anterior de 2,5%, pero dijo que la tasa podría ser aún mayor si el país aumenta la inversión.
La mejora en la meta de crecimiento se debe a un mayor consumo interno y mayores expectativas económicas para el sector privado, además de un aumento en la inversión pública en educación, salud y vialidad, dijo el gerente del Banco Central, Guillermo Avellán, a periodistas.
También tuvo en cuenta el aumento de los precios del petróleo por la invasión de Rusia a Ucrania y el efecto de una reforma tributaria aprobada a fines de 2021, añadió.
El presidente Guillermo Lasso, un exbanquero conservador, dijo este martes que usará decretos, referendos y otras herramientas para cumplir su promesa electoral de reactivar la economía en apuros del país, sin pasar por la Asamblea Nacional.
Los legisladores rechazaron la semana pasada un proyecto de ley de inversión que los opositores de Lasso denunciaron como una privatización de activos públicos pero que, según dijo, ayudaría a atraer miles de millones de dólares en inversiones en telecomunicaciones, energía, minería y petróleo.
«Consideramos que hay un incremento (de la inversión) y eso va a impulsar el crecimiento a nivel nacional», dijo Avellán. «Pero evidentemente hay una tarea todavía ahí pendiente y por eso la importancia de poder impulsar reformas que contribuyan a la atracción de inversión local y extranjera».
La nueva estimación está en línea con las predicciones del gobierno en su presupuesto para 2022, que sitúan la expansión económica en 2,85%. El banco central actualizará nuevamente las proyecciones en septiembre.
En el 2021, el Producto Interno Bruto (PIB) del país creció un 4,2%, impulsado por un aumento del consumo de los hogares, según las cifras del BCE.
Las actividades con mayor dinamismo el año pasado fueron la refinación de petróleo, alojamiento y servicios de comida, acuicultura y pesca de camarón, transporte y comercio, concluyó Avellán.
América Central/El Salvador/01-04-2022/Autor: Enrique Carranza/Fuente: www.elsalvador.com
Maestras se preparan para recibir estudiantes. Foto EDH/Francisco Rubio Las maestras de Asociación CINDE en mejicanos, creen en que los menores necesitan el contacto con sus compañeros para desarrollar su comportamiento en la sociedad, así que buscan que el área de estudio esté desinfectada para que se puedan centrar en sus primeros años de estudio Foto EDH/ Francisco Rubio
Las autoridades explicaron a los sindicatos de profesores que Salud lo definirá dependiendo de los datos locales e internacionales de ese momento.
Las autoridades de Salud y de Educación evaluarán al cierre de abril si existen condiciones para que los estudiantes de todos los niveles educativos vuelvan a clases cien por ciento presenciales. Eso es lo que de parte del gobierno les explicó a dirigentes de varios sindicatos de profesores.
“Nos hemos reunido (por segunda ocasión) con el ministro de Educación, el señor viceministro y también la señora comisionada presidencial, Carolina Recinos. Con respecto a la continuidad educativa nos informaron que a finales de abril iban a hacer una actualización de la situación de la pandemia”, detalló Francisco Zelada, secretario de organización del Simeduco.
El sindicalista manifestó que, de acuerdo a lo dicho en la reunión ocurrida a inicios de semana, para hacer el análisis tomarán en cuenta los datos nacionales e internacionales; y “dependiendo del comportamiento de la pandemia a nivel nacional o internacional podrían llamar a clases presenciales finalizando el mes de abril”.
Sin embargo, habrá que tomar en cuenta que el ministro de Salud, Francisco Alabí, detalló el pasado 22 de marzo que esa cartera de Estado prevé ocurra un alza de contagios de Covid en los próximos días debido a la circulación del sublinaje ómicron BA.1, variante que predomina en estos momentos a nivel mundial.
Foto EDH/ Jessica Orellana
“Se estima que en dos o cuatro semanas, según modelos matemáticos, estemos experimentando el alza debido a BA.2”, indicó el titular de Salud la semana pasada, durante conferencia de Prensa, que coincidió también con el reciente anuncio de aplicación de la cuarta dosis contra el covid-19.
En la actualidad varias naciones asiáticas y europeas están afectadas por brotes del sublinaje BA.2 de ómicron, que es de mayor contagiosidad que la variante ómicron.
“Hemos visto la facilidad de transmisión que han demostrado las diferentes variantes, específicamente el sublinaje BA. 2 que tiene 1.5 veces más facilidad de transmisión que BA.1 o ómicron, que se comparaba con la transmisión del sarampión”, advirtió Alabí.
Sin embargo, los resultados de un estudio publicado el pasado 21 de marzo en la revista académica Disruptiva son más optimistas y señalan que si ómicron se mantiene como la variante que circula en el país de forma predominante y se continúan las medidas de bioseguridad ya en abril se podría estar controlando la última ola de covid-19.
El estudio matemático fue presentado por James Humberstone y Franklin Argueta, a partir de los datos oficiales.
Zelada externó que en la primera reunión que sostuvieron con el ministro Mauricio Pineda, cuando este asumió el cargo de forma interina, uno de los sindicatos planteó la necesidad de revisar la posibilidad de que se concretara el retorno a clases presenciales, cuando en ese momento aún no había trascendido con fuerza el tema del sublinaje AB.2 ómicron.
“Imagino que la petición (del sindicato) tiene a la base que los maestros estamos trabajando 24/7 porque atendemos a los pocos niños que llegan presencialmente y de ahí nos quedamos atendiendo a los que no llegaron y son diferentes formas de atención, por eso es que es multimodal”, comentó.
El representante del Simeduco sostiene que, dada la situación, a los estudiantes les atienden vía correo electrónico, a través de plataformas virtuales como Classroom, Google Meet, tanto de manera asincrónica como sincrónica, es decir en tiempo real a través de videollamada.
“El trabajo para los educadores se ha incrementado. Tenemos una sobrecarga”, precisó.
Aunque Zelada advierte que la situación para el docente es crítica considera que “todavía hay que esperar”, debido a que están apareciendo nuevas variantes, lo cual implica que aún es arriesgado afirmar que a finales de abril no se va a tener otra variante o creer que la curva de contagios ha disminuido significativamente.
Jorge Villegas, secretario general de la gremial Bases Magisteriales Salvadoreñas, sostuvo que en efecto los representantes de Educación informaron que el Ministerio de Salud será el que a finales de abril determine la modalidad en que seguirán el año lectivo.
“Es comprensible. Nosotros no tenemos oposición a eso, siempre y cuando los índices de contagio sigan en disminución”, precisó Villegas.
Fuente e Imagen: https://www.elsalvador.com/noticias/nacional/salud-educacion-evaluan-regreso-clases-presenciales/941871/2022/
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