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Torreón y Columbine: violencia y seguridad

Por: Mauro Jarquín Ramírez

La vestimenta del agresor no es la única semejanza entre las tragedias de Torreón y Columbine. Ambas ocurrieron en colegios de excelencia académica; las dos gozaron de una cobertura mediática excepcional; comparten además ser el último eslabón de la larga cadena de violencias que México y Estados Unidos reproducen en sus sistemas educativos y por igual generaron como respuesta políticas de seguridad en el espacio escolar.

Para poder encontrar soluciones a los problemas de violencia que vive nuestro sistema educativo, es importante revisar las experiencias previas de otros actos trágicos, más allá de la espectacularidad con la cual ha sido tratado el tema por ciertos medios de comunicación y autoridades. El asesinato de personas al interior de una escuela es de hecho un síntoma, sumamente doloroso, de una desfavorable condición sistémica que, constituida por varias expresiones de violencia (sexo-genérica, étnica, clasista, etcétera) se ha desplegado a lo largo y ancho de nuestro sistema educativo, en todos los niveles.

Tomar esto en consideración nos permite superar ciertas posiciones idealistas que consideran a la escuela como un espacio impoluto, autónomo de la vida social en la cual se encuentra inmersa. Un espacio que, en todo caso, debe ser protegido de amenazas externas que puedan generarle un daño determinado. Tal perspectiva es el punto de partida de distintas políticas de carácter inmunitario que, en la búsqueda de preservar la armonía en los espacios escolares, asientan el problema de violencia escolar, circunscribiéndola únicamente a agentes peligrosos, que representan una amenaza a la comunidad educativa. Es por ello que la primera aproximación a la tragedia de Torreón se realizó en función de la presunta inspiración de un videojuego hacia el asesinato, para después señalar un acto de 20 años atrás.

Tal lógica es, a todas luces, equivocada. La escuela no es un espacio libre de violencia. La escuela vive y reproduce un amplio abanico de violencias en el bullying, el ciberacoso, el autoritarismo docente, el trato de las familias hacia los estudiantes, el currículum oculto de los planteles, etcétera. En distintos sentidos, es la escuela misma la que desarrolla y reproduce la violencia que ha derivado en grandes tragedias como Columbine y Torreón. ¿Acaso no recordamos los casos de acoso sexual en escuelas primarias? ¿O el sistemático bullying del que son objeto miles y miles de estudiantes en las más distintas condiciones socioeconómicas?

Reconocer esta realidad no es culpar a la escuela de los males de nuestra sociedad. Al contrario, nos invita a reconocer la gran dificultad que tienen los planteles educativos en atender prácticas plenamente institucionalizadas en el entorno en el cual se encuentran. Esto nos permite impulsar un enfoque de prevención de la violencia que ponga por delante el bienestar de los estudiantes y no únicamente su seguridad. Después de Columbine, las políticas de seguridad tomaron un nuevo aire, ya que habían sido llevadas a cabo desde los años 80 bajo el lema de tolerancia cero, el cual partía de la idea de que la mejor forma de disminuir el crimen en las escuelas era el señalamiento y la punitividad. En este contexto, se impulsaron políticas de control y disciplinamiento del espacio escolar enfocadas a incrementar la seguridad en los planteles, por ejemplo, con la contratación de servicios de seguridad privados, la revisión de mochila con rayos X y cámaras, entre otros. No obstante, la evidencia empírica nunca mostró resultado claro sobre su efectividad; de hecho, efectos negativos se hicieron patentes, tanto a escala de la integridad de los estudiantes, como en el rubro de su desempeño académico. Ello sin tomar en consideración el gasto incremental que dichas políticas representaron para algunas escuelas, con el fortalecimiento de un redituable mercado de seguridad privada escolar.

Ante la tragedia de Torreón, es comprensible que la respuesta inmediata del gobierno sea revivir el programa Mochila segura, debido a que, pese a su costo e ineficiencia señaladas por la Auditoría Superior de la Federación, permite generar una sensación de seguridad a muchas angustiadas familias, bombardeadas por el espectáculo mediático. Lo que no se entiende es cómo, a más de un año de inicio de su gestión, la actual Secretaría de Educación Pública no haya desarrollado un programa nacional de pacificación escolar, que consista en construir paulatinamente y de manera transversal el bienestar necesario para atender la diversidad de casos de violencia en las escuelas.

Impulsar un programa de esta naturaleza requerirá más que hacer de las familias y el profesorado los policías de las escuelas; se necesita formación docente, atención sicológica en los planteles educativos, programas sólidos de educación para la no violencia, que tendrían como antecedente el Proyecto de Educación para la Paz y Derechos Humanos impulsado por Pablo Latapí a finales de la década de los 80. Estas políticas podrían armonizarse con los trabajos del fantasmal Consejo para la Construcción de la Paz, presente en el Plan Nacional de Desarrollo, pero ausente en el trabajo cotidiano.

Construir paz desde las escuelas requiere de una auténtica política de Estado.

Por cierto, hace algunos meses la SEP invitó a empresarios cerveceros de Constellation Brands a deliberar sobre el futuro educativo de nuestra nación, y participaron en el Laboratorio Educativo de Aspen Institute y Méxicos Posibles. En días recientes, contra las denuncias ciudadanas y el riesgo ecológico, se ha anunciado que dicha cervecera, en Mexicali, va, ya que no representa peligro alguno al abasto de agua. Habrá que recordarle al gobierno que anteponer los intereses privados a los del pueblo no es necesariamente procurar la paz

* Profesor FFL-UNAM

Twitter: @MaurroJarquin

Fuente: https://www.jornada.com.mx/2020/01/25/opinion/013a1pol

Imagen: Gerd Altmann en Pixabay

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México: Formalizan federalización de la nómina magisterial de Michoacán

América del Norte/México/Autor(a): Ernesto Martínez Elorriaga/Fuente: www.jornada.com.mx

Los secretarios de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Arturo Herrera Gutiérrez, y de Educación Pública (SEP), Esteban Moctezuma Barragán, firmaron el acuerdo de federalización de la nómina educativa con el gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, lo que permitirá a más de 32 mil maestros que laboran en esta entidad recibir sus salarios puntualmente, garantizar sus derechos laborales y salvaguardar el acceso de los alumnos a una educación con equidad y excelencia.

La descentralización de este sector en 1992 obligó al gobierno estatal a hacerse cargo del pago de la nómina magisterial, lo que ocasionó, sobre todo en los cinco años recientes, un déficit hasta de mil 500 millones de pesos en las arcas locales.

El 26 de diciembre de 2018 el gobernador Silvano Aureoles informó que decidió regresar a la Federación los servicios de educación básica y normal, ya que el pago de nómina y prestaciones generó un déficit financiero de 4 mil 200 millones de pesos en los primeros tres años de su administración.

Aseguró que en 2018 no tenía para pagar salarios ni prestaciones. No es que no me importe la educación, pero ese tema no es mi responsabilidad, sino del gobierno federal. La administración tiene 30 días para nombrar un representante y solucionar el problema, porque los maestros tienen derecho y razón en salir a las calles para protestar por la falta de pago de sus salarios y prestaciones, dijo entonces.

En diciembre de 2019 el gobierno federal asumió el compromiso de pagar la nómina; destinó 3 mil 265 millones de pesos para salarios, aguinaldos y otras prestaciones de aproximadamente 32 mil maestros. De aquí en adelante el pago de salarios no será un pretexto para que los profesores salgan a las calles, dijo Aureoles.

A decir de las autoridades educativas, la nómina había sido deficitaria y atendida con apoyos discrecionales no regulados, lo que generaba retrasos en el pago a los maestros.

Durante la firma del Acuerdo Michoacán, en Palacio Nacional, en la Ciudad de México, Esteban Moctezuma Barragán informó que el proceso de federalización en el estado se debe en parte a las acciones emprendidas por la administración federal para recuperar la rectoría de la educación básica en todo el país.

Agradeció la voluntad y la sensibilidad política del titular de Hacienda, Arturo Herrera, para cumplir con la instrucción del presidente Andrés Manuel López Obrador, así como la del gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, a quien solicitó acompañar los trabajos que realice la SEP para mejorar la administración de la educación y dar certeza y estabilidad a los derechos laborales del personal docente.

Por su parte, Aureoles Cornejo destacó que con el acuerdo resolvemos todo el problema de la falta de recursos y 30 años de conflicto por pago de salarios y prestaciones que afectó mucho la educación de los niños de Michoacán. Agregó que se pone fin a casi 30 años de incertidumbre e inestabilidad para el magisterio, las mamás y los papás, y damos paso a una nueva etapa de bienestar de las niñas y los niños.

Aureoles Conejo subrayó que con esta acción finalmente se libera a Michoacán de esta herencia que comprometió más dinero del que se tenía para crear y signar plazas sin respaldo financiero suficiente.

Agradeció al Presidente de México su voluntad política y su compromiso con los derechos de los menores. Reconoció la participación de los secretarios de Hacienda y de Educación. Añadió que con este último se han reunido periódicamente desde hace un año, e hizo un reconocimiento al magisterio estatal por la paciencia que ha demostrado en este proceso, que le dará certidumbre laboral.

Fuente e Imagen: https://www.jornada.com.mx/ultimas/estados/2020/01/24/formalizan-federalizacion-de-la-nomina-magisterial-de-michoacan-6963.html

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México: Se ofrecerán mayores servicios sicológicos en escuelas del país: SEP

América del Norte/México/19-01-2020/Autor(a) y Fuente: www.jornada.com.mx

En reunión de trabajo para definir las líneas de acción de la Secretaría de Educación Pública (SEP) ante los hechos ocurridos en Torreón, Coahuila, el pasado 10 de enero, el secretario del ramo, Esteban Moctezuma Barragán, reiteró que se modificaron los contenidos de los libros de texto para el ciclo escolar 2020-2021 con la intención de establecer el perfil integral y pensamiento comunitario del proyecto educativo nacional.

Además anunció que se otorgarán mayores servicios sicológicos en las escuelas del país, a través de estudiantes universitarios, como parte de su servicio social, pues señaló que al profundizar los lazos entre familia y comunidad se atienden los problemas que surgen de una sociedad individualista y con falta de valores.

Moctezuma Barragán aseguró que para prevenir actos de violencia; fortalecer la integración familiar y hacer frente a los problemas que surgen de una sociedad individualista y carente de valores, la Nueva Escuela Mexicana ha planteado cambios sustanciales en la formación de ciudadanos a través de la cultura de paz, la vida sin adicciones y la legalidad.

El Acuerdo Educativo Nacional, dijo el funcionario federal, enfatiza el aprendizaje del civismo y la ética, como parte fundamental de la formación de niños, así como del sentido de autorregulación de los mexicanos que se pretende formar.

El fondo es un cambio en la moral social, en el civismo y en la ética social, sembrándola desde la escuela para la formación de ciudadanos que tengan una concepción de la vida ajena a la violencia, añadió.

Agregó que se trata de formar gente que sea profesional, con grandes capacidades y habilidades laborales, pero también que sean buenos ciudadanos, padres de familia y compañeros de trabajo, con altos valores sociales.

Explicó que actualmente se fomenta la interacción de los padres de familia, para que puedan convivir con sus hijos en diversas tareas y actividades escolares. En la capacitación magisterial, indicó, ya se aborda el tema de la educación personalizada. “Deben tener todo el desarrollo de sus habilidades para poder comunicarse, identificar y darle un tratamiento personalizado a cada niño y niña”, agregó.

Señaló que en el currículo de las Escuelas Normales y en la capacitación a los docentes en servicio, próximamente también se incorporarán las herramientas para tales casos.

Fuente: https://www.jornada.com.mx/ultimas/politica/2020/01/14/se-ofreceran-mayores-servicios-sicologicos-en-escuelas-del-pais-sep-1328.html

Imagen: https://www.publimetro.com.mx/mx/noticias/2018/07/07/esteban-moctezuma-anuncia-consulta-analizar-reforma-educativa.html

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Luz, sombra y oscuridad

Por: Manuel Gil Antón

Estas tres palabras permiten ensayar una síntesis, preliminar, de lo ocurrido en materia educativa durante el primer año del gobierno.

Luz: siempre será mejor rumbo, para transformar los procesos educativos, el que se finca en la formación de profesionales de la educación, que el orientado a evaluarlos sin cesar, mal y de prisa, que nos trajo a peor traer durante los seis años previos.

Enhorabuena que, merced a la participación de distintas corrientes políticas en el ámbito legislativo, y mas allá de sus linderos, se puedo mejorar – mucho – la descuidada iniciativa  que el grupo que coordina el Maestro Moctezuma le presentó al Presidente para que enviara al congreso.

Está muy bien que en el artículo 3º. se incluya, como responsabilidad irrenunciable del Estado, garantizar el derecho tanto a la educación inicial como la superior.

Se acierta al reconocer a las Escuelas Normales, y demás modalidades de formación docente, como instituciones prioritarias dada la importancia que implica que sus egresados serán generadores de ambientes de aprendizaje.

Reconocer en el magisterio al actor central en el proceso de transformación educativa y social, y no como objetos reformables pues son el obstáculo para lograr “la calidad”, es un avance.

No son, estos rasgos, todos los que pueden celebrarse. Como botón de muestra, apuntan a un horizonte distinto, a la dimensión de lo que, para bien, ha sucedido.

Sombra: los rieles que, creo, conducen a la zona opaca, son, por un lado, la improvisación del grupo que coordina la actual SEP. La palmaria falta de conocimiento (no reconocida), y su intensa iniciativa enraizada en esa dosis de ignorancia, han propiciado desorden en la conducción del sistema y un galimatías en la generación de la legislación secundaria. Las ventajas del nuevo orden constitucional se reducen al concretarse en la legislación derivada, y las acciones propuestas por ese grupo variopinto –  desde actores estelares de la reforma de Peña, que sin rubor mutaron a ser promotores de su derogación (Mario Delgado o Guevara Niebla, por ejemplo), a los que se añaden nuevos funcionarios que nunca expresaron crítica alguna a la estrategia derivada del Pacto, ni les interesó hacerlo.

El otro riel consiste en la incoherencia de reconocer aspectos cruciales y, al mismo tiempo, no otorgarles recursos para que se lleven a cabo. La administración federal ha expresado, en el presupuesto, lo contrario a su discurso.

Oscuridad: incluir, por ejemplo, en el texto constitucional una lista de materias, y dar prioridad a la música sin argumentos, es inexplicable; salvo que haya continuidad entre la función orquestal privada y la acción pública. Un despropósito.

La confusión entre dirigencias sindicales con el magisterio, lo volvió a dejar sin voz, como hace siete años: hartas consultas, sí, como antaño, ¿para hacer, con sus socios, lo ya decidido? Mal empieza la semana para el que ahorcan en lunes. Polvo en el viento. ¿Es inevitable? No. Hay que impedirlo, y urge. El balón está, como siempre, como en todos los sexenios, en la cancha de los miles de  maestras y profesores responsables, que sí enfrentaron y demolieron, en los hechos y con argumentos, la reforma previa. Hay una de dos: esperar la salvación providente, o exigir, organizados, que lo estipulado se cumpla y la reforma llegue a las aulas. Esa es la encrucijada.

Posdata: para la generación a la que pertenezco, que peleó contra el fraude electoral en 1988, del cual fue protagonista central Manuel Bartlett, su presencia en el gobierno es un agravio. La “investigación” de su fortuna, más allá de lo legal, es una decisión que contribuye a la peor educación posible: el ejemplo palmario del cinismo altanero.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/luz-sombra-y-oscuridad/

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Hacia un siglo de misiones culturales en México

Por: Juan Carlos Yáñez

Las misiones culturales y pedagógicas puestas en marcha a partir de 1923 hunden sus raíces en las misiones evangelizadoras españolas, también en pedagogos como Dewey. Hoy por hoy siguen existiendo en buena parte del país.

Cuando terminó la Revolución Mexicana, en la segunda década del siglo 20, se desató una histórica movilización a favor de la educación de los habitantes más pobres. El documento emblema del desenlace revolucionario fue la Constitución de 1917, ideario para equilibrar los progresos económicos del prolongado gobierno de Porfirio Díaz con las terribles asimetrías sociales.

El decenio que sigue a la Constitución del 17 es uno de los periodos luminosos de la pedagogía en México. Dos instituciones surgieron en esos años, al calor de la época inaugurada por la naciente Secretaría de Educación [el ministerio de educación, como llaman en la mayor parte de los países del continente]: la escuela rural y las misiones culturales.

La Revolución Mexicana encontró al país con un déficit formativo bárbaro, pues solo alrededor del 10 por ciento de la población estaba alfabetizada. Una sociedad empobrecida, rural y analfabeta fue el centro de atención de personajes señeros en la historia de la educación mexicana, ninguno como José Vasconcelos, primer secretario de Educación y rector por un periodo breve de la Universidad Nacional Autónoma de México [UNAM], la máxima casa de estudios del país, una de las primeras en el continente. Su vocación social se cincela en una frase que lo inmortalizó cuando llegó a la rectoría: “Yo no vengo a trabajar por la Universidad sino a pedir a la Universidad que trabaje por el pueblo”.

En la base de una de sus más grandes propuestas, las misiones culturales, se encuentra la concepción católica que trajeron los españoles con el periodo colonial. No es fortuita la asociación: misiones culturales y misiones evangelizadoras; misioneros en la obra evangélica y misioneros en la tarea pedagógica. En la raíz de las misiones que trajeron la palabra divina a las tierras del Nuevo Mundo, se rastrea también la concepción educativa de John Dewey, gracias a las enseñanzas impartidas a mexicanos en Estados Unidos.

Las misiones culturales son una obra pedagógica henchida de fervor, conformadas por equipos multiprofesionales que cubren de la lectoescritura a oficios artesanales. Se concibieron para colocar a la escuela como centro de la vida comunitaria, ejemplo y promotora de la solidaridad social y el amor a la patria, que sirven al mejoramiento material, económico, social y espiritual de las pequeñas comunidades donde se asientan. Además, era vital en la formación de los maestros rurales que atenderían las escuelas en la cruzada contra la ignorancia.

La misión pedagógica de Vasconcelos es contemporánea a la máxima expresión pictórica mexicana: el muralismo, con nombres propios de la estatura mundial de David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco y Diego Rivera. Su visión era global, así lo constatan la distribución masiva de obras literarias clásicas en una sociedad iletrada, o las relaciones con personajes clave de Latinoamérica, como el peruano Víctor Raúl Haya de la Torre o Gabriela Mistral, quien colaboró en aquellas reformas pedagógicas.

Las misiones culturales

Casi 100 años después, las misiones culturales sobreviven con una mística que anuda vocación y una singular propuesta que persiste por la labor de un puñado de educadores populares que convierten la carencia en desafío.

En Colima, el estado más pequeño de México por su número de habitantes, hay cuatro misiones culturales. Elijo una de ellas para adentrarme en su vida cotidiana, entrevistarme con el director y los misioneros. Se ubica en Buenavista, pueblo a 15 kilómetros de la capital, con poco más de mil habitantes, cuya vida económica gira en torno a la agricultura y la ganadería.

La experiencia es inédita para quien peregrina entre centros educativos buscando acontecimientos extraordinarios, prácticas ejemplares o personas que hacen de su trabajo una vocación. En el pueblo pregunto cómo llegar a la dirección que me indicaron, un centro comunitario de mujeres. El edificio atrás de los hombres que me observan es una construcción semiconcluida o en proceso de destrucción. Se miran entre sí, antes de responder a la pregunta. Por su desconcierto afino: busco la misión cultural. Ah, exclaman, es aquí. Son sus misioneros, sentados unos, trabajando con escobas y palas otros, a la sombra de un árbol añoso.

Me reciben el jefe de la misión, David, y el supervisor de las cuatro misiones, Octavio. Nos sentamos en una mesa para ocho personas; la tarde de viernes es fresca. Se avecina una lluvia intensa, porque aquí llueve diario al atardecer. El viento húmedo se cuela por las paredes y entre ladrillos rotos, en huecos que hacen mucho tiempo perdieron la condición de ventanas. Se amontonan alrededor de la mesa todos los artefactos de la misión, que apenas tiene un año en el lugar: cafetera, una vieja computadora, la bandera nacional, equipo de sonido, horno de microondas, un estante que almacena libros y objetos varios; en la otra mitad, sillas arracimadas. Durante el ciclo escolar atienden a 109 educandos, 90 mayores de 15 años.

Sentados los tres, el director, el supervisor y yo, arrancamos la conversación. Preparo mi cuaderno. Ellos van hilando sus comentarios, historias, anécdotas, algunos pesares, mucha ilusión; se nos van dos horas. Cae una lluvia copiosa, cargada de truenos que retumban en ese sitio frágil, con techo de lámina de asbesto, prohibida hace mucho tiempo por sus efectos cancerígenos. Mientras ellos hablan, me esfuerzo para escucharlos, con los sonidos de la lluvia rebotando en el techo, los rayos que cruzan el cielo, cuidando que las gotas que se cuelan no caigan en las hojas del cuaderno y borren mis apuntes.

Escribo en la quinta página: ¿Cómo se puede prometer en la máxima ley del país que la educación será equitativa y de excelencia, para esta clase de sitios, donde la gente hace su trabajo con dedicación, pero es invisible para políticas y presupuestos?

Decadencia y olvido

En esas dos palabras resume el supervisor el trato que reciben las misiones culturales. Ejemplifica. A esta Misión llegaron los últimos apoyos hace tiempo: más de 11 años pasaron desde que recibieron un equipo eléctrico para el taller; en el año 2000, una trompeta, teclado y guitarra para el maestro. Lo más reciente, dicen con una sonrisa resignada, fue un paquete de útiles escolares, que me muestran para no dejar sombra de dudas: un diccionario Larousse, cuatro cuadernos, dos plumas (roja y azul), un borrador y un sacapuntas, entregado a la Misión el 27 de septiembre.

¿Por qué entonces persisten las misiones culturales? La lluvia arrecia, los ojos del supervisor brillan y enciende el discurso: porque es un “proyecto glorioso de José Vasconcelos”; porque en las comunidades hay una percepción positiva de las misiones culturales; porque las misiones culturales atienden necesidades de la comunidad y porque le dan vida a los espacios donde se instalan.

Aquí se enseña con pocos recursos, pero abundante alegría. Es el espíritu misionero, la vocación pedagógica y un contagioso sentimiento social que se concreta entre sus palabras y hechos. Misioneros del siglo 21 tratando de remover una realidad que se estacionó a la mitad del siglo pasado.

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/12/05/mas-de-un-siglo-de-misiones-culturales-en-mexico/

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Gobierno mexicano ratifica compromiso con la equidad en la educación de los migrantes

América del Norte/México/03-11-2019/Autor(a) y Fuente: Spanish. xinhuanet. com

El gobierno mexicano ratificó este miércoles el compromiso de seguir brindando la atención a refugiados y migrantes, tanto internos como externos, para que «tengan educación de excelencia», y para que «se integren plenamente a la sociedad como ciudadanos responsables y comprometidos con el bienestar general».

Al inaugurarse, en la capital mexicana, el Foro Binacional de Educación Migrante México-Estados Unidos, autoridades educativas, académicos, expertos y representantes de la sociedad civil coincidieron en que la crisis migratoria tiene impacto en diversos ámbitos y uno de ellos es el terreno educativo.

«En términos organizaciones hay varios retos que debemos afrontar como la disponibilidad de espacios educativos, capacitación de personal de promover una buena integración cultural, provisión de material didáctico adecuado, entre otras cosas», reconoció la directora de Acreditación, Incorporación y Revalidación de la mexicana Secretaría de Educación Pública (SEP, ministerio), María del Carmen Salvatori.

En el acto la funcionaria mexicana explicó que una de las estrategias para atender a los niños y jóvenes migrantes es hacer alianzas con organizaciones civiles y organismos encargados de la atención a migrantes para reforzar estudios y articular acciones en materia escolar en todos los niveles del sistema educativo, centrándose especialmente en grupos en situación de vulnerabilidad por migración.

Salvatori Bronca, y en representación del gobierno mexicano, dijo que existen migrantes de origen mexicano, en situación de retorno por deportación o por decisión propia. Pero también están los migrantes centroamericanos e incluso africanos, que, en tránsito hacia Estados Unidos, quedan varados en nuestro país.

El primer grupo, explicó, el de los mexicanos deportados o retornados por decisión propia, se caracteriza por tener trayectorias escolares incompletas en un país extranjero. No siempre tienen un dominio suficiente del español, no están interiorizados de los hábitos académicos de nuestro sistema escolar, pero tienen la urgencia de retomar su trayectoria educativa.

El grupo de los extranjeros es muy heterogéneo, hay hispanoparlantes con hábitos y prácticas culturales que los asemejan a los mexicanos, pero también hay hablantes de otras lenguas, con culturas muy diferentes a las de México, abundó.

Por ello, afirmó, la SEP difundió entre directores de planteles educativos, padres y madres de familia, las normas de control escolar relacionadas con el derecho de ingreso a la escuela, que tiene que tener la población migrante.

Comentó que en los últimos meses se han reforzado las normas para facilitar la reincorporación de nacionales o extranjeros con estudios truncos al Sistema Educativo Nacional, aligerando los trámites respectivos.

En tanto, la directora de Relaciones Internacionales de la SEP, María Edith Bernáldez, precisó que en México «se trabaja en la Estrategia Nacional de Educación Inclusiva, en la cual uno de sus ámbitos son precisamente la atención a refugiados y migrantes, tanto internos como externos, para que tengan educación de excelencia y para que se integren plenamente a la sociedad como ciudadanos responsables y comprometidos con el bienestar general».

En el evento, el superintendente de Escuelas Públicas de Boston (EE.UU), Elia Dimayuga-Bruggeman, alertó que la educación binacional México-EU está en peligro.

Dijo que los mexicanos migrantes son el grupo que más abandona sus estudios en Estados Unidos y también los estudiantes en retorno se encuentran en situación de vulnerabilidad en las escuelas mexicanas.

«México y Estados Unidos deben trabajar en colaboración», apuntó.

En su opinión, debe existir capacitación a maestros mexicanos de cómo trabajar con niños migrantes.

En tanto que en Estados Unidos «se deben abrir programas de español como segundo idioma para nuestros niños en retorno ya que muchos sólo hablan inglés por lo que se tienen que establecer programas de educación bilingüe·.

El Foro Binacional de Educación Migrante México-Estados Unidos, se realiza por dos días en la Ciudad de México con el objetivo de consolidar esquemas de colaboración entre las instancias involucradas en la educación binacional y bilingüe, así como en los programas de acceso a las escuelas, inserción al sistema educativo y revalidación de estudios.

Fuente: http://spanish.xinhuanet.com/2019-10/31/c_138517119.htm

Imagen: Capri23auto en Pixabay

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Educación, un derecho

Por: Fabiola Guarneros. 

Hace 4 años, el 25 de septiembre de 2015, México adoptó —junto con otras naciones— 17 objetivos globales “para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos”.

Uno de estos Objetivos de Desarrollo Sostenible es el 4, que busca garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad, así como promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida.

Se parte de la premisa de que cuando las personas acceden a una educación de calidad, pueden escapar del ciclo de la pobreza. La educación contribuye a reducir las desigualdades.

México se comprometió a establecer estrategias, programas y destinar recursos para cumplir con el compromiso ante Naciones Unidas, pero desde hace 4 años todo ha quedado en buenas intenciones: ni estrategia ni presupuesto.

¿Cómo superaremos la pobreza y la desigualdad si la prioridad no es la educación para todos? ¿Por qué se castiga presupuestalmente? ¿Por qué si la educación es un derecho constitucional lo tenemos que exigir en la Suprema Corte de Justicia o con protestas y pancartas en las puertas de Palacio Nacional o solicitando la intervención del Presidente de la República?

 

CASO 1

Desde hace meses, asesores educativos, alumnos y padres de familia de los Centros de Atención para Estudiantes con Discapacidad (CAED) han alertado a través de cartas, escritos y oficios a la SEP, al presidente Andrés Manuel López Obrador y a la CNDH que el recorte presupuestal pone en riesgo la operación de estos centros que atienden a más de 27 mil 834 estudiantes con alguna discapacidad.

Y es que en el último mes fueron despedidos 94 asesores educativos por las políticas de austeridad y están en riesgo los pagos y trabajo de otros 1,182 asesores más a nivel nacional, pues para el próximo año sólo se les asignarían 32 millones 521 mil 21 pesos, según el proyecto de presupuesto etiquetado para el programa de Atención de Planteles Federales de Educación Media Superior con estudiantes con discapacidad (PAPFEMS).

Con ese presupuesto, cada uno de los 291 planteles que existen en el país tendrá 111 mil 756 pesos, es decir, nueve mil 313 pesos al mes. Les tendrá que alcanzar para pagar asesores, al responsable de cada CAED, materiales y capacitaciones; más o menos 306 pesos con 18 centavos diarios para mantener siete salarios y los gastos de una escuela, de acuerdo con la investigación periodística de mis compañeros Laura Toribio y Abraham Nava publicada en Excélsior (19 y 25 de octubre).

Desde 2009, cuando fueron creados para atender el derecho a la educación de este sector vulnerable, los CAED han tenido que pelear los recursos federales para poder operar, pero en los últimos cinco años su presupuesto cayó 46.33 por ciento.

Esos 27 mil alumnos tienen un rostro, un nombre, una historia, una meta y el derecho a estudiar su bachillerato.

 

CASO 2

“No se ha autorizado la asignación del recurso para cubrir los pagos del último bimestre del año, incluido el aguinaldo”, dice uno de los párrafos de la circular enviada por Prepa en Línea a los docentes que asesoran a 147 mil alumnos inscritos en esta modalidad para concluir su bachillerato.

Es decir, el pago de salarios y aguinaldo para 2 mil 800 facilitadores y tutores (docentes) del Programa Prepa en Línea de la SEP está en riesgo para lo que resta de 2019, pues la Secretaría de Hacienda informó que no hay recursos para cubrir este gasto en el último bimestre de este año (Excélsior, 25 de octubre).

El programa Prepa en Línea inició en 2014 y en estos 5 años han egresado 43 mil estudiantes, quienes mediante esta modalidad lograron terminar su bachillerato certificado por la SEP.

 

CASO 3

Los padres de Citlali, una niña mazahua con Síndrome de Down a la que le negaron un lugar en una primaria del Estado de México, junto con Mexicanos Primero y el despacho Aguinaco Abogados, pelean desde hace dos años su derecho a la educación. Primero lograron que un juez ordenara su inscripción en una primaria mexiquense y se le asignara un maestro sombra, pero el pasado miércoles consiguieron un amparo sin precedentes en México.

Una sentencia histórica de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) amparó a Citlali y fijó un precedente para que las autoridades educativas, a nivel federal y local, hagan lo necesario para garantizar la educación inclusiva y adecuar el programa educativo a los niños con alguna discapacidad (Excélsior, 24 de octubre).

“Todos los niños, niñas y jóvenes del mundo, con sus fortalezas y debilidades individuales, con sus esperanzas y expectativas, tienen el derecho a la educación. No son los sistemas educativos los que tienen derecho a cierto tipo de niños o niñas…”, Unesco.

La educación es un derecho constitucional, no un privilegio.

Fuente del artículo: https://www.excelsior.com.mx/opinion/fabiola-guarneros-saavedra/educacion-un-derecho/1344273

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