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La Educación Pública en “la nube”

Por:  Juan Carlos Miranda Arroyo

 

Cada quien tiene la “libertad”, en lo individual

En la actual etapa del capitalismo industrial global, neoliberal, (menos proteccionismo y mayor liberación de mercados internacionales; menos Estado de bienestar y mayor participación privada o “privatización” de los servicios públicos), que, entre otras cosas, se ha caracterizado por su alta intensidad tecnológica, los espacios centrales o periféricos del poder científico y tecnológico mundial se encuentran ocupados por empresas trasnacionales, dicho esto en términos esquemáticos.

Así, en este ambiente capitalista “posmoderno”, la ciudadanía elige con “libertad” y si su condición estructural social y económica lo permiten, una marca o un modelo de automóvil a su gusto; o puede concretar la elección de una computadora personal con determinada capacidad operativa; y es libre para adquirir una televisión o un móvil o teléfono celular inteligente con esquema de “tiempo aire” o tarifario a la medida. Por eso vivimos en una sociedad de libertades ¿o no?

Cada quien tiene la “libertad”, en lo individual, dentro de esta sociedad capitalista de la tercera o cuarta generación tecnoproductiva, de seleccionar precio, modelo, funcionalidad, cobertura, etc., de los equipos de telecomunicaciones y sus respectivas aplicaciones o programas. Sin embargo, esa elección se convierte en un problema cuando la preferencia es colectiva, social o de un gobierno, como parte del Estado y como conjunto de instituciones que representan a la sociedad, pues se inclina, en algunos casos, por una compañía de automóviles en particular sin una clara explicación y sin apego puntual de la normatividad; o cuando adquiere un tipo de televisores determinados al margen de la ley; o se mete en un conflicto de interés cuando compra teléfonos celulares específicos de una compañía en especial; o contrata cierta paquetería informática o induce a sus empleados o a la ciudadanía a adquirir o inscribirse en ciertas aplicaciones electrónicas para fines educativos.

Las benditas redes sociales digitales

La SEP (22 de abril, 2020) acaba de anunciar (y lo mismo se observa en algunas instituciones de educación superior públicas), que está de acuerdo con que niñas, niños, jóvenes se inscriban a las plataformas que la poderosa trasnacional Google pone al servicio de la educación pública. Que toda la gente se suba a la «nube», parece decir la Secretaría de Educación Pública; que la ciudadanía alimente “libremente” las bases de datos mundiales… Si esto se cumple, gracias a la SEP de Esteban Moctezuma (2018-2020), se logrará el proyecto de «modernización» que soñó Carlos Salinas (desde 1992) para la educación pública en México.

Según el Boletín 101 de la SEP, publicado el 22 de abril 2020, se indica que “Como parte de las acciones que realiza el Gobierno de México frente a la emergencia sanitaria provocada por el virus COVID-19, el Titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Esteban Moctezuma Barragán, participó en la capacitación inicial, de manera virtual, para más de 500 mil docentes y padres de familia que ofreció Google para Educación, en el uso de la plataforma GSuite… La plataforma digital, es una estrategia auxiliar de educación a distancia, con contenido gratuito y herramientas para el aprendizaje, la cual se estima que llegue a más de un millón de docentes en el país.” (1)

Pregunto: ¿Por qué con esa empresa trasnacional y no con las herramientas digitales que ofrecen otras instituciones públicas o no lucrativas como el Instituto Latinoamericano de la Comunicación Educativa (ILCE)? Que es un organismo internacional con capacidad, experiencia y solvencia técnica para dotar de servicios, asesorías y asistencia técnica pertinente en materia de educación mediada por tecnologías. (2)

Google para Educación es utilizada por más de 120 millones de estudiantes y maestros a nivel mundial; permite a los docentes gestionar las clases y comunicarse con los estudiantes. Además, por los próximos seis meses, la SEP en colaboración con Google, dará soporte a los docentes en el uso de la plataforma a través de cursos y talleres de apoyo.”

“Moctezuma Barragán reiteró que todos los materiales que se construyen para el programa Aprende en Casa, tanto para la televisión, radio e internet, son auxiliares educativos emergentes que están relacionados con los planes y programas de estudio, y con los aprendizajes esperados de los Libros de Texto Gratuitos.”… “Al participar en el seminario web de introducción para el uso de estas herramientas La Nueva Escuela Mexicana en línea: Desaprendiendo para reaprender denominado, el Secretario de Educación destacó que “particularmente en este momento de emergencia sanitaria, es muy importante estar unidos y que este aprendizaje a distancia se convierta, para las maestras y maestros, para los padres de familia, en una herramienta alternativa para continuar con el aprendizaje de las niñas, niños, jóvenes y adolescentes”.

“Detalló que el programa, resultado de una colaboración público-privada permite continuar las actividades educativas del país y forma parte de la estrategia de educación a distancia del Gobierno de México, en la Nueva Escuela Mexicana que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador.”… “Los datos personales recabados por las secretarías de educación locales serán utilizados y resguardados bajo sus rigurosos estándares de privacidad y Google garantizará la seguridad para el adecuado uso y acceso a sus plataformas… Indicó que los servicios de Google para Educación no contienen publicidad ya que los perfiles se crean únicamente con fines educativos. El uso de la plataforma no implica el ejercicio de recursos públicos.”

“Como anillo al dedo” para Google

Según WP: “Google LLC es una compañía principal subsidiaria de la multinacional estadounidense Alphabet Inc., cuya especialización son los productos y servicios relacionados con Internet, software, dispositivos electrónicos y otras tecnologías. El principal producto de Google es el motor de búsqueda de contenido en Internet, del mismo nombre, aunque ofrece también otros productos y servicios como la suite ofimática Google Drive, el correo electrónico llamado Gmail, sus servicios de mapas Google Maps, Google Street View y Google Earth, el sitio web de vídeos YouTube y otras utilidades web como Google Libros o Google Noticias, Google Chrome y la red social Google+ este último sacado fuera de línea en el primer cuatrimestre de 2019. Por otra parte, lidera el desarrollo del sistema operativo basado en Linux, Android, orientado a teléfonos inteligentes, tabletas, televisores y automóviles y en gafas de realidad aumentada, las Google Glass. Su eslogan es «Do the Right Thing» («Haz lo correcto»). Con miles de servidores y centros de datos presentes en todo el mundo, Google es capaz de procesar más de 1000 millones de peticiones de búsqueda diarias y su motor de búsqueda es el sitio web más visitado a nivel mundial tal como muestra el ranking web internacional… La empresa ha sido criticada por colaborar con determinados países en la censura de Internet con el afán de expandirse comercialmente en ellos y por la infracción reiterada de derechos de autor. También es objeto de críticas por presunta ingeniería fiscal en diferentes países, y por ser una de las empresas que colaboran con las agencias de inteligencia en la red de vigilancia mundial, sacada a la luz en 2013.”

Google reporta, según la misma fuente (3): Ingresos por: 66 001 000 000 USD; con beneficio neto de: 14 444 000 000 USD; y activos por: 131 133 000 000 USD. Por otra parte, se informa que Google es miembro de: American Legislative Exchange Council, Alliance for Open Media, Fundación Linux, OpenAPI Initiative, Internet Association, World Wide Web Consortium, Wi-Fi Alliance, CVE Numbering Authorities, Zigbee Alliance, Node.js Foundation, OpenJS Foundation y FIDO Alliance.

Las filiales de Google son: AdMob, Blogger, dMarc Broadcasting, Endoxon, FeedBurner, G Suite, Google.org, Google Ads, Google Cloud Platform, Google Energy, Google Stadia, Google Store, ImageAmerica, ITA Software, Kaltix, Nest Labs, Urchin Software Corporation, Waze, y YouTube. Google.org es la rama caritativa de Google, una compañía de motor de búsqueda en Internet que fue fundada en octubre de 2005.1 A la fecha de mayo de 2010, la organización ha entregado alrededor de 100 millones de dólares en donaciones e inversiones… Para fundar la organización, Google donó 3 millones de acciones durante su oferta pública inicial (IPO). A la fecha de marzo de 2012, los 3 millones de acciones de Google.org estaban valuadas en aproximadamente 1840 millones de dólares. En 2013, la corporación afirmó en su sitio web que había entregado «100 millones en donaciones, 60 000 horas y 1 000 millones de dólares en productos»

Así continúa el boletín 101 de la SEP: “La plataforma de Google para Educación es la misma que se usa actualmente en Italia, Suecia, Chile, El Salvador, Malasia e Indonesia a nivel nacional, y en grandes ciudades como Río de Janeiro y Nueva York, además de importantes universidades nacionales como UNAM y Universidad de Guadalajara.”

Pienso que las trasnacionales no dan paso sin huarache… ¿Por qué la SEP le da «todo el poder» a una empresa hegemónica de las telecomunicaciones y la informática a nivel mundial? ¿Cuánto obtendrá en ganancias Google como empresa con este respaldo del gobierno mexicano? Debo aclarar que no se trata de dar la espalda a las nuevas tecnologías de la información, la comunicación y el conocimiento, pero me parece contradictorio que un gobierno que se dice «impulsor de la transformación de la vida pública», le entregue la educación pública, sobre todo en esta coyuntura de la emergencia sanitaria, a ese tipo de empresas. Se abre un gran debate.

Fuentes consultadas:

(1) SEP. Boletín 101 del 22 de abril, 2020. https://www.gob.mx/sep/articulos/boletin-no-101-inicia-sep-en-colaboracion-con-google-capacitacion-virtual-de-mas-de-500-mil-maestros-y-padres-de-familia?idiom=es

(2) Ver https://www.ilce.edu.mx/

(3) Ver https://es.wikipedia.org/wiki/Google

Fuente e imagen: https://www.sdpnoticias.com/columnas/la-educacion-publica-en-la-nube.html

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México: Arranca SEP capacitación de Google for Education a 500 mil maestros

América del Norte/ México/28.04.2020/ Fuente: puentelibre.mx.

 

La Secretaría de Educación Pública inición con la capacitación virtual de más de 500 mil maestros y padres de familia como parte de las acciones del gobierno federal ante al emergencia del coronavirus. Esta instrucción virtual será en colaboración con el gigante tecnológico Google.

Lo anterior lo informó la SEP mendiante boletín de prensa en el que manifestaron que aplicarán rigurosos estándares de seguridad para el adecuado uso y acceso a la plataforma, la cual llegará a más de un millón de docentes.

«Los contenidos educativos precargados en la plataforma se encuentran ligados a los aprendizajes esperados de los Libros de Texto Gratuitos», manifestó a su vez el Secretario de Educación, Esteban Moctezuma Barragán.

El propio Esteban Moctezuma Barragán participó en la capacitación inicial, de manera virtual, para más de 500 mil docentes y padres de familia que ofreció Google para Educación, en el uso de la plataforma GSuite.

«La plataforma digital, que el día de hoy alcanzó más de 900 mil visitas, es una estrategia auxiliar de educación a distancia, con contenido gratuito y herramientas para el aprendizaje, la cual se estima que llegue a más de un millón de docentes en el país».

El comunicado dice lo siguiente:

«Google para Educación es utilizada por más de 120 millones de estudiantes y maestros a nivel mundial; permite a los docentes gestionar las clases y comunicarse con los estudiantes. Además, por los próximos seis meses, la SEP en colaboración con Google, dará soporte a los docentes en el uso de la plataforma a través de cursos y talleres de apoyo.

Moctezuma Barragán reiteró que todos los materiales que se construyen para el programa Aprende en Casa, tanto para la televisión, radio e internet, son auxiliares educativos emergentes que están relacionados con los planes y programas de estudio, y con los aprendizajes esperados de los Libros de Texto Gratuitos.

Al participar en el seminario web de introducción para el uso de estas herramientas denominado La Nueva Escuela Mexicana en línea: Desaprendiendo para reaprender, el Secretario de Educación destacó que “particularmente en este momento de emergencia sanitaria, es muy importante estar unidos y que este aprendizaje a distancia se convierta, para las maestras y maestros, para los padres de familia, en una herramienta alternativa para continuar con el aprendizaje de las niñas, niños, jóvenes y adolescentes”.

Detalló que el programa, resultado de una colaboración público-privada permite continuar las actividades educativas del país y forma parte de la estrategia de educación a distancia del Gobierno de México, en la Nueva Escuela Mexicana que encabeza el Presidente Andrés Manuel López Obrador.

Recalcó la importancia de allegarse de información oficial a través de los canales correctos y evitar información falsa; puso a disposición de todos los docentes sus redes sociales en Twitter como @emoctezumab; Facebook y YouTube como Esteban Moctezuma Barragán, y en Instagram como @emoctezumab.

Jimena García, responsable de Google para Educación en México para el sector público, agregó que la empresa capacitó a las áreas de tecnología de cada estado para supervisar y administrar la seguridad de la información. Puntualizó que las cuentas creadas de las figuras educativas de educación básica a nivel nacional, ya tienen cargado el contenido educativo correspondiente al grado y asignatura del docente.

Los datos personales recabados por las secretarías de educación locales serán utilizados y resguardados bajo sus rigurosos estándares de privacidad y Google garantizará la seguridad para el adecuado uso y acceso a sus plataformas.

Indicó que los servicios de Google para Educación no contienen publicidad ya que los perfiles se crean únicamente con fines educativos. El uso de la plataforma no implica el ejercicio de recursos públicos.

La plataforma de Google para Educación es la misma que se usa actualmente en Italia, Suecia, Chile, El Salvador, Malasia e Indonesia a nivel nacional, y en grandes ciudades como Río de Janeiro y Nueva York, además de importantes universidades nacionales como UNAM y Universidad de Guadalajara.

Para mayor información sobre las acciones de capacitación, los usuarios pueden acceder al sitio web: gg.gg/educacionadistanciaMX, en el cual se publicarán las ligas de los seminarios web realizados para consultas posteriores y la información de las próximas sesiones en línea, que serán cada miércoles en vivo por los canales oficiales de la Secretaría de Educación Pública en YouTube»

Fuente de la noticia: http://puentelibre.mx/noticia/arranca_sep_capacitacion_de_google_for_education_a_500_mil_maestros_mexico/

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SEP y UAM: agenda de una remota educación

Por: Hugo Aboites

Hasta los hombres cercanos a Porfirio Díaz entendían el papel que debía jugar una universidad y, por extensión, la educación para un país en emergencia. Al crearse la primera en septiembre de 1910, Justo Sierra la dedicaba al presidente: la Universidad Nacional es vuestra obra, pero también decía que no, no será la Universidad una persona destinada a no separar los ojos del telescopio o del microscopio, aunque en torno a ella una nación se desorganice, no la sorprenderá la toma de Constantinopla, discutiendo sobre la naturaleza de la luz del Tabor ( dgb.gob.mx/libros/ dgb/ 771870_1.pdf pág. 44). En otras palabras, la universidad debía reaccionar con vigor –como centro del conocimiento–, cuando la nación lo requiriera. A Sierra, por conservador, sus propias clarividentes palabras no le sirvieron: no pudo ver el despojo y el encono que unas semanas más tarde, en noviembre, se convertiría en una rebelión armada y nacional que haría renunciar al presidente y cambiaría al país. Hoy, un siglo más tarde, la nación está paralizada, pero la temerosa conducción del sistema educativo y de la universidad pública sólo atinan a tratar de conservar el orden y el control y para que nada cambie; imponen continuar con el programa de estudios, cumplir con el calendario y, con la magia de la tecnología privada y comercial, seguir como si nada pasara.

Sin embargo, sí hay un cambio, pero es de raíz profundamente conservadora: no se abren las puertas y ventanas del país y las instituciones para fortalecer la unidad y participación de todos en torno al quehacer del conocimiento, no se establece una nueva agenda temporal y emergente de qué es lo que hay que investigar y qué conocimientos el que hay que construir con todos para llenar y fortalecer las vidas de niños, niñas, jóvenes, familias, organizaciones, comunidades, barrios y colonias. En China construyeron un hospital en un par de semanas, en México el Conacyt ya fabrica ventiladores, pero en educación se acentúa el conservadurismo y ni siquiera se nos pregunta a las y los maestros si estamos de acuerdo con la ruta de la SEP-Anuies, si tenemos propuestas alternativas (como las que brillantemente proponía ayer aquí mismo la maestra Garduño) , como las que, por las rendijas, surgen de los maestros, con los temas más importantes y los caminos para alcanzar a todos nuestros estudiantes, aun a los más pobres y desprovistos de tecnología. Nada. Y lo mismo dentro de las instituciones. En la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), por ejemplo, en estricta coincidencia con la instrucción desde la SEP y la Anuies, se cita con urgencia a sesión del Colegio Académico –órgano de conducción de la UAM– para aprobar el comienzo de la educación remota y el cambio de calendario. Sin embargo, los estudiantes resisten la prisa burocrática (aunque, dicen, ya nos pusimos de acuerdo los rectores) y demandan tiempo. A pesar de ser los más en la institución (55 mil), los estudiantes son los menos en la conducción de ese órgano (15) y las autoridades (22) tienen el control. Porque, además, los doctores (académicos) (15) la respaldan. De nada valen los argumentos estudiantiles, ni el hecho de que son ellos y ellas quienes más tienen que perder. Y, además de la insensibilidad, son víctimas de burla, de la prisa y de los votos de autoridades y académicos. Pero ya no debería ser así. Si en 1910 el Justo conservador creó la vuestra universidad con un Consejo ( Ibidem, págs. 65-66) que tenía una proporción similar de estudiantes a la que hoy existe en la UAM, en más de un siglo deberíamos haber avanzado mucho más en democracia y respeto para ellos.

Así, aprovechando estructuras conservadoras y obsoletas en la educación e instituciones, la emergencia de salud está sirviendo para acendrar el autoritarismo, aumentar las responsabilidades y cargas sin sentido a maestros y agraviar a los estudiantes. Éstos, o serán excluidos por los requisitos informáticos o quedarán sujetos al ritmo y naturaleza del trabajo que impone una tecnología privada, comercial, excluyente e inadecuada, incluso para una simple discusión, como ocurrió en Colegio: https://www.facebook.com/1279924 685429258/posts/ 2912784315476612/ . Se fortalecen, además, los rasgos de insensibilidad de la autoridad central: no sólo el desdén por la demanda estudiantil, también la negativa a mantenerles el salario a todos los académicos temporales. Y con eso hacen crujir la estructura; a tal punto que, inédito, autoridades menores sólo en jerarquía hoy organizan colecta para apoyar a los académicos sin sueldo. En suma, la educación remota es precisamente eso, lejana y vertical, propiciatoria de un confortable poder central y del olvido de lo que ven estudiantes nuestros. Habla la ex alumna, doctora Ávila, investigadora: https://m.facebook.com/ story.php? story_fbid=23595820764501 2&id=100036925031554 . Sí, mucho más cómodo seguir mirando al Monte Tabor.

*UAM-Xochimilco

Fuente: https://www.jornada.com.mx/2020/04/25/opinion/019a1pol
Imagen: mohamed Hassan en Pixabay
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La “sana” distancia de la SEP con los maestros, alumnos y padres de familia

Por: Abelardo Carro Nava

Desde que inició la contingencia sanitaria en México por el Covid-19, la Secretaría de Educación Pública (SEP), al mando de Esteban Moctezuma, ha venido dando “palos de cielo”. Esto, ¿qué significa? Que antes y durante dicha contingencia, esta Dependencia, no supo ni ha sabido qué hacer ni cómo responder o atender las diferentes situaciones que ha generado esta crisis sanitaria. Me explico.

Como seguramente usted conoce, la Secretaría de Salud (SSA), desde los primeros días de marzo, con mayor frecuencia, informó de las medidas de prevención que todos tendríamos implementar porque, como era obvio, el virus había llegado a nuestro país. Si usted lo recuerda, el 12 de marzo, en plena rueda de prensa del Presidente, el Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, así lo informó; de hecho, hizo alusión a que el primer caso confirmado de Covid-19 en nuestro país se registró el 27 de febrero y hasta ese día (12 de marzo), se habían registrado 12 personas contagiadas por el virus (La Jornada, 12/03/2020).

Ni tarde ni perezoso, el 14 de marzo, el Secretario de Educación, se reunió con sus homólogos de todas las entidades del país (La Jornada, 14/03/2020); esto, según se dijo, para acordar una “propuesta educativa” que, bajo las recomendaciones que emitió la SSA, pudiera evitar contagios en todas las escuelas del territorio nacional; sin embargo, las cosas no resultaron como, supongo, las previó este funcionario porque, en conferencia de prensa, Moctezuma Barragán informó que se adelantarían las vacaciones de Semana Santa y por, ello el periodo vacacional sería del 20 de marzo al 20 de abril (Aristegui Noticias, 14/03/2020). Como era de esperarse, los medios de comunicación y las redes sociales circularon esta información y, obviamente, hubo una tremenda confusión entre la población y el magisterio porque, en primer lugar, se dijo que se adelantaban las vacaciones y, días después, se informó que no era vacaciones, sino que el trabajo escolar seguiría y, por ello, los profesores y alumnos “trabajarían” desde casa, en línea o virtualmente. El hecho es que comenzaba a asomarse una idea de una “educación a distancia”.

Sobre este acuerdo, el de “adelantar vacaciones”, diez estados del país no lo respetaron; quiero pensar que, ante la propagación rápida del virus y, pensando en el bienestar y salud de sus habitantes, tomaron la decisión de suspender las actividades académicas a partir del 17 de marzo. Las entidades a las que me refiero fueron Guanajuato, Jalisco, Yucatán, Michoacán, Tamaulipas, Sonora, Nuevo León, Tlaxcala, Colima y Veracruz (Expansión Política, 17/03/2020). Esto, desde mi perspectiva, fue importante y necesario, dado el incremento de contagios que podía darse en los próximos días de ese mismo mes de marzo. Sin embargo, debo decir que, con esta medida, tanto los profesores como los alumnos y padres de familia, se dejaron a su suerte.

Para pocos es desconocido que la SEP, para esa fecha, no contaba con un plan educativo que permitiera darle continuidad al trabajo que venían realizando los maestros en las escuelas. De nada sirvió el referente mundial que, desde enero y febrero, pudimos conocer dada la propagación del virus en China, Italia, Francia, España, Estados Unidos y en otros países del orbe. No, nada de eso sirvió, simplemente se pensó, que todos los profesores podrían trabajar desde casa con sus alumnos, sin considerar que buena parte de éstos, no cuenta con las condiciones mínimas necesarias para acceder y conectarse en línea con sus profesores.

En este sentido, habría que recordar lo que el Censo que levantó el INEGI en el 2014, arrojó, y que el portal Educación Futura difundió en su momento: “Casi 40% de alumnos de educación básica, sin acceso a internet…del total de alumnos, 39.50 por ciento, es decir, 9 millones 307 mil 327, no tiene acceso a internet; 27.82 por ciento, 6 millones 554 mil 719, puede ingresar a la red desde su casa; 11.70 por ciento, 2 millones 756 mil 219, lo hace desde la escuela, y 18.79 por ciento, 4 millones 426 mil 547 accede desde otro lugar (cibercafé, casa de un amigo, etc.) (Educación Futura, 22/09/2014). Ciertamente alguien me dirá que estos son datos del 2014 y que, a la fecha, es muy probable que las condiciones de los alumnos ya no es la misma pero, ¿esto es así? Es decir, ¿en verdad habrán cambiado de manera significativa las cifras cuando sabemos que, en México, poco menos de la mitad de la población se haya en condiciones de pobreza y, desafortunadamente, más de 9 millones de personas se ubica en pobreza extrema? Voy un poco más allá, ¿por qué ya no se le dio seguimiento a este censo que, desde mi perspectiva, fue harto importante porque nos permitió conocer el estado que guardan las escuelas, profesores y alumnos de México? La respuesta se antoja obvia, no es ni sería viable para un gobierno “desnudar” las deficiencias que presenta un Sistema Educativo. En resumidas cuentas, estos datos (y con seguridad los actuales), nos hablan de una brecha de desigualdad importante.

Pasados algunos días de tal embrollo, y en pleno receso escolar (tal y como lo marca el calendario por la Semana Santa), la SEP dio a conocer algo que llamaron: Estrategia de educación a distancia: transformación e innovación para México. Propuesta integral frente al Covid-19. Google por education”. Sí, así como lo leyó usted, después de que por dos o tres semanas (del 17 de marzo al 3 de abril o, en otros casos, del 23 de marzo al mismo 3 de abril) en las que los profesores y algunos alumnos siguieron trabajando con sus propias herramientas y recursos, la SEP dio a conocer esta estrategia. Sí, les llevó poco más de 20 días armarla, pero bueno, tal parece que esta dependencia no aprendió nada de lo que ocasionó el virus de la influenza H1N1 en 2009. Ah, pero eso sí, durante esas dos o tres semanas, pudimos ser testigos de las instrucciones más absurdas y ridículas que hayamos conocido puesto que, muchos jefes de sector, supervisores o directores pidieron a los mentores, cuanta evidencia pudieran recabar del trabajo que estaban realizando con sus alumnos; esto, sin olvidar su respectivo plan de aprendizaje.

Creo, a muchas de estas autoridades educativas, se les olvidó el país en el que viven pero, lo más importante, olvidaron que el trabajo en línea, virtual o distancia, no sustituye las clases presenciales, ni lo que en el aula sucede. Me refiero pues, a lo que se genera en ese proceso educativo, mismo que por su naturaleza, transciende lo virtual, porque la pedagogía y la didáctica, va más allá de lo que se genera a través de una computadora o un móvil. En cualesquiera de los casos, esta estrategia nacional, considero, cumplirá las “expectativas” de la SEP, si gustan en términos estadísticos y/o numéricos; es decir, seguramente en unos días se darán a conocer cifras y datos sobre los usuarios de las plataformas que ahí se proponen. Sin embargo, no tengo duda que la brecha de desigualdad se mantendrá por lo que en líneas atrás argumentaba. Craso error de la SEP y las de los estados porque, trabajar “en línea” y “subir” evidencias, no necesariamente significa el logro de un aprendizaje y, viceversa. Deberíamos aprender de los miles de maestros y maestras que, desde que inició esta contingencia, han seguido trabajando con el propósito de que sus alumnos, en la medida de sus posibilidades, no dejen de aprender. Ahí está, desde mi perspectiva, un recurso valioso que las autoridades educativas debería considerar para futuras contingencias que, espero, no se presenten en nuestro país por el bien de todos.

Ahora bien, para cerrar estas líneas; permítanme brindar algunas propuestas y/o sugerencias que, desde mi perspectiva, podrían ser viables (no digo que sean las únicas) para cuando podamos regresar a clases.

Siguiendo cada una de las conferencias y/o comunicados que emite diariamente la SSA, parece posible que, en junio o julio, es muy probable que las actividades se vayan regularizando en México; creo, lo importante, está en considerar la salud de los millones de niños, jóvenes y maestros y maestras, trabajadores administrativos y del personal de apoyo o asistencia de la educación, que asisten a los centros educativos.

Así, dadas las condiciones bajo las que operan dichas escuelas y que ya he expuesto. Qué podríamos hacer:

Hasta donde sea posible, mantenernos informados, a partir de lo que digan los especialistas en esta materia. La información oficial, debe ser y es, una fuente indispensable para que tengamos el referente inmediato para actuar.

Dotar a las escuelas de los materiales necesarios para la sanitización de las diversas instituciones educativas. El Plan DN3 que ya se puso en marcha o, mejor dicho, la ayuda del ejército en este escenario, resultaría de gran valía para que, entre todos, se logre este propósito.

Considerar un regreso paulatino del personal directivo, docente y alumnado en general, es decir, darles los tiempos a los primeros actores (directivos y docentes), para que replanteen o reprogramen aquello que sea necesario replantear o reprogramar para asegurar los aprendizajes de los alumnos. El trabajo en colegiado o en academias, permitiría conocer qué se trabajó, cómo se trabajó y cuáles fueron los avances reales durante la contingencia.

Después del trabajo colegiado, ahora sí, el reingreso de los estudiantes, y sin atiborramiento de actividades y evaluaciones porque, si ya de por sí ya fue complicado trabajar “a distancia” con los alumnos por las razones que he expuesto, no se justificaría que se les llenara de una excesiva carga académica en las aulas. De hecho, al respecto considero dos cuestiones: 1) de manera inmediata al regreso, establecer una conversación con los alumnos sobre las experiencias que toda esta contingencia sanitaria les dejó, ¿qué hice?, ¿qué hicimos como familia? y ¿qué aprendimos de esto? Pudieran ser tres preguntas detonadoras que favorecerían una reflexión y aprendizajes compartidos; 2) no considero que este ciclo escolar esté perdido, debemos reconocer que hubo avances hasta el momento en que se suspendieron clases; lo que se haya avanzado en esta cuarentena (y lo que se pueda lograr después de ésta) resultaría suficiente para la promoción de grados y niveles educativos y, si me lo permiten, dada la continuidad que existe entre niveles, para el siguiente ciclo escolar, planear las actividades con el propósito de fortalecer los contenidos que no se hayan visto o trabajado a profundidad en este que se está cursando; intentando esa articulación de contenidos, a través del aprendizaje basado en proyectos, por ejemplo.

En suma, considero que, hoy por hoy, podemos aprender de quienes están en las aulas, ellos, son quienes tienen un conocimiento real de sus alumnos y de las condiciones de sus escuelas. Esperaría que la SEP redujera esa “sana” distancia, y pudiera buscar o establecer un mecanismo a través del cual, se escuchen y consideren sus propuestas pedagógicas y educativas. Esta es la segunda contingencia que vivimos por una pandemia, espero, podamos aprender de ello y se trabaje y trabajemos en ello.

Referencias:

Cruz, A. y Martínez, F. (12/03/2020) En 15 días, posible expansión comunitaria de Covid-19 en México. La Jornada. Recuperado de: https://www.jornada.com.mx/ultimas/politica/2020/03/12/en-15-dias-posible-expansion-comunitaria-de-covid-19-en-mexico-ssa-6021.html

Poy, L. (14/03/2020). Secretarios de Educación de todo el país se unen contra el Covid-19. Recuperado de: https://www.jornada.com.mx/ultimas/politica/2020/03/14/secretarios-de-educacion-deciden-acciones-contra-coronavirus-563.html

Redacción Educación Futura. (14/09/2014). Casi 40% de alumnos de educación básica sin acceso a internet. Educación Futura. Recuperado de: http://www.educacionfutura.org/casi-40-de-alumnos-de-educacion-basica-sin-acceso-a-internet/?fbclid=IwAR0EDALX23pVk3PA38IPCJZCN5VxttF2p6ad9v_LQU6BmQZsPwGDzdeGnV4

Redacción Aristegui Noticias. (14/03/2020). SEP adelanta vacaciones de semana santa por Covid-19; durarán 1 mes. Del 20 de marzo al 20 de abril Aristegui Noticias. Recuperado de: https://aristeguinoticias.com/1403/mexico/sep-adelanta-vacaciones-de-semana-santa-por-covid-19-duraran-1-mes-del-20-de-marzo-al-20-de-abril/

Redacción Expansión Política (17/03/2020). Por coronavirus, al menos 10 estados adelantan la suspensión de clases. Expansión Política. Recuperado de: https://politica.expansion.mx/estados/2020/03/17/estados-adelantan-suspension-de-clases

 

Fuente: https://profelandia.com/la-sana-distancia-de-la-sep-con-los-maestros-alumnos-y-padres-de-familia/

Imagen: https://pixabay.com/photos/pencil-sharpener-notebook-paper-918449/

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La mal llamada federalización de la nómina

Por:  Lev M. Velázquez Barriga

En enero de 2020 se firmó el Convenio de Coordinación para Establecer el Mecanismo de Pago de Nómina de los Trabajadores del Sector Educativo al Servicio del Estado de Michoacán de Ocampo, o bien, lo que comúnmente conocemos como Federalización de la Nómina; con él, se pondría fin al trato diferenciado entre los trabajadores de la educación federales y los estatales, a estos últimos, por años y de manera sistemática, se les dejó de pagar prestaciones, se les retrasaron quincenas, se les mantuvo en la incertidumbre de recibir su salario en los últimos meses del año fiscal o bien con la amenaza de no pagarles completo con el pretexto de que el Estado no tenía los fondos suficientes. Ya han pasado dos meses de haberlo signado, pero la problemática prevalece, agregando a los agravios anteriores la reestructuración del impuesto sobre la nómina, cuyo descuento es mayor a los dos últimos aumentos salariales.

No es un documento público como se presume oficialmente, no se encuentra en ningún portal de las dependencias involucradas; para acceder a él, tuvimos que solicitarlo a la comisión de transparencia y lo recibimos hasta varios días después. Se trata de un “Convenio” exclusivamente para coordinar el pago de la nómina, donde se estipula que el patrón sigue siendo el gobierno estatal y de ningún modo la Secretaría de Educación Pública (SEP) o la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), en representación de la federación, serían patrones sustitutos; pero, tampoco se puede hablar de federalización porque la parte mayoritaria del salario sigue siendo responsabilidad del gobierno michoacano en un 64.5 % y la minoritaria del gobierno federal en 35.5 %.

No se acuerda la federalización de los servicios educativos, los programas estatales o de las escuelas que muchas veces quedaron inoperantes por falta de recursos indispensables, así sucedió con los albergues escolares o los Centros de Desarrollo Infantil; no se federalizan las claves presupuestales o los techos financieros que sustentan a los trabajadores de la educación; no se federaliza su sistema de pensiones, de ahorro ni su servicio médico; no entran en el convenio los sistemas de la educación media superior que dependen del Estado y que han sido tratados en iguales o peores condiciones que en la educación básica.

Un problema central que debería resolver el “Convenio”, es el pago de prestaciones que por años dejaron de percibir los mentores para completar el salario precario que los caracteriza, de los más bajos entre los sectores profesionales en México y muy por debajo de la media mundial entre los salarios docentes en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos; pero no se establece ese compromiso pues los rezagos y los problemas arriba señalados quedan en manos del gobierno michoacano actual, que de manera consecutiva aparece encabezando la lista de los gobernadores peores evaluados a nivel nacional por su pésima administración; estamos hablando del mismo mandatario que camina impunemente por el mundo, después de que el año anterior envió un paquete fiscal a sabiendas de que sólo contempló el pago de la mitad de las quincenas de los maestros y que en recurrentes ocasiones se declaró incompetente, al grado de manifestar públicamente que dejaba la responsabilidad de los servicios de educación básica y normal, sin acuerdo con la federación de por medio.

Si bien es cierto que, ante el incumplimiento por parte del gobierno estatal, la SEP está facultada para solicitar de las participaciones federales que le corresponden a esa entidad para ejecutar la nómina educativa, ya se han dado varias incidencias que lo ameritan y esto no ha sucedido. El “Convenio” deja otras incertidumbres que colocan al magisterio en medio de posiciones político electorales, que sin duda pretenden cada una por separado cobrar factura en los comicios venideros: se puede deshacer en cualquier momento por una o las dos partes, con 60 días de anticipación; además tiene finiquito, se vence en diciembre de 2024, justo cuando termina el actual gobierno de la 4T. En estas circunstancias, la estabilidad salarial presente y futura de los maestros dependería de pactos políticos, estaría condicionada al comportamiento conservador de su naturaleza rebelde y hasta a su inclinación electoral; a todas luces se parece a un mecanismo de control sindical.

El tema de la Federalización de la Nómina podría quedar en asunto local, si no fuera porque Michoacán es el primero que atraviesa por lo que se prefigura como el laboratorio nacional; en puerta quedaron otros estados que solicitaron la misma conversión, en donde se mantienen latentes las esperanzas magisteriales de que pronto verán fluir sin ninguna traba el sustento diario para sus familias; en todo caso, estas inconsistencias son parte de un cúmulo de agravios e incumplimientos: la fallida democratización del SNTE, la no apertura de la normal del Mexe, la sistemática represión contra la CNTE sobre todo en el sureste del país, la implementación del régimen de excepción laboral y del nuevo sistema de carrera docente, el deterioro de las percepciones de los jubilados con la Unidad de Medida Actualizada (UMA), que conjuntamente van dando vida a una nueva revuelta pasados los tiempos de la contingencia sanitaria.

Fuente: https://rebelion.org/la-mal-llamada-federalizacion-de-la-nomina/

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El anacronismo de la SEP en tiempos del COVID-19.

Por:  Abelardo Carro Nava

Desde mi perspectiva, quienes se encuentran al frente de los diversos espacios que conforman la Secretaría de Educación Pública (SEP) de nuestro país, han subestimado, y subestiman, el trabajo que realizan los docentes de México. Esto viene a colación, por lo que se ha generado a partir de las decisiones que, derivadas de la pandemia por el COVID-19, se tomaron en el pleno del Consejo Nacional de Autoridades Educativas (CONAEDU). Un espacio en el que, desafortunadamente, no concurren docentes de todas las latitudes, solo funcionarios, muchos de ellos, alejados de lo que sucede a diario en las escuelas.

Al respecto, habrá quien me diga que esos funcionarios visitan las escuelas, que tienen datos y/o estadísticas que reflejan sus comportamientos (diversos entre ellas), que conocen sobre las problemáticas en cuanto a su infraestructura y necesidad de materiales, que saben sobre lo que implica el establecimiento de un Consejo de Participación Social o bien, que están al corriente en cuanto al funcionamiento de los Comités de Protección Civil; en fin, de todo aquello que se deriva del quehacer escolar cotidiano; sin embargo, el que se tenga un conocimiento sobre estos hechos, no significa necesariamente que eso sea una verdad inequívoca, por el contrario, el continuum escolar, ese que se vive a diario en las instituciones, en las aulas, en los pasillos de éstas, etcétera, son una realidad que, en muchas ocasiones, dista mucho de la visión que tal o cual funcionario tiene con relación a éstas.

En este sentido, diversos momentos de la historia de México nos han hecho ver, por un lado, la inexorable fuerza de la naturaleza, pero también, lo que la misma sociedad ha propiciado a partir de sus ideologías e intereses (comunes). En consecuencia, ambos casos, han alterado el curso de los ciclos escolares que, como parte de la organización del Sistema Educativo Mexicano (SEM), se han implementado con el propósito de que los miles y millones de seres humanos que concurren en las aulas, aprendan (algo). No obstante lo anterior, y a pesar de los infortunios, la escuela mexicana, sus maestros y sus alumnos, han salido avantes.

¿De qué manera la escuela mexicana se sobrepuso a la pandemia del 2009 cuando el virus H1N1 se hizo presente en nuestro país?, ¿acaso el grueso de maestros no reconoce las enfermedades cuando, a diario, ven a estudiantes con alguna de ellas, las cuales, pueden ser graves?, ¿por qué tener en mente que, esos profesores, son neófitos en los diversos asuntos que les ocupan y preocupan en sus alumnos?

Pues bien, si nos adentramos un poco a estos “misterios” puedo decir que, en efecto, el maestro realiza los ajustes que considere necesarios a su planeación con el propósito de que sus alumnos continúen con su aprendizaje. Éste es un asunto, que no necesariamente el docente implementa en razón de lo que la autoridad educativa determine. Lo han hecho, aún sin la orientación que brinda, por ejemplo, la guía para los Consejos Técnicos muy cuestionada en estos tiempos. De hecho, bien valdría la pena preguntarse en estos momentos, desde cuándo se implementaron esos “consejos” y cuáles han sido sus resultados porque, desde mi perspectiva, proponer que el colectivo docente vea y discuta lo que a través de un video el actual Secretario de Educación expresa, no es muy didáctico que digamos. En fin.

Volviendo al tema que me ocupa, debo señalar (en menor medida porque sobre este asunto ya lo han hecho diversos colegas míos, como Sergio Martínez Dunstan http://www.educacionfutura.org/el-covid-19-cimbra-al-sistema-educativo-nacional/ y Rogelio Alonso https://profelandia.com/coronavirus-retos-para-la-escuela-mexicana/), que la escuela mexicana y sus actores, adolecen de lo que muchos conocemos: una infraestructura inadecuada para la prestación del servicio educativo; servicios básicos y de primer orden, a todas luces, insuficientes; aulas hacinadas y poco propicias para la generación de aprendizajes y conocimientos; insuficiente participación de padres de familia, en diversos rubros; en fin, un conglomerado de situaciones que, como decía, no profundizaré en demasía, pero que me permiten contextualizar que, a pesar de estas cuestiones, los docentes cumplen su cometido. Por ello es que vuelvo a mi argumento inicial, el que la SEP subestima y ha subestimado al magisterio.

Al respecto, si usted revisa la Guía para el Consejo Técnico en su Sesión Extraordinaria para la Organización Escolar a fin de Enfrentar la Emergencia Epidemiológica del COVID-19, podrá darse cuenta de ello. En ella, además de “chutarse” el mensaje del Secretario de Educación, los docentes conocerán sobre el COVID-19, además, de proponer una forma de organizarse para que los niños, niñas y jóvenes, avancen en su proceso formativo. No olvidando, desde luego, lo que se propone para que se reanuden las clases sin riesgos. Medidas que, de cierta forma, son básicas. No obstante: ¿acaso los maestros y maestras no son hijos o padres de familia y, ante un tema de vital importancia como lo es esta pandemia, no están informados?, ¿acaso no tienen en mente y han trabajado sobre las actividades que podrían, en la medida de sus posibilidades, trabajar con sus alumnos?, ¿acaso no saben que tendrán que asegurar sus espacios para que, a su regreso, no haya ni corran riesgos? Tal parece que la SEP no ha aprendido la lección porque, si bien es cierto que todo lo anterior es necesario, también es cierto que hay cientos de realidades en nuestro país y que, como tales, deben ser tomadas en cuenta si es que en verdad se desea implementar una política de largo alcance, que no sólo atienda lo urgente, sino lo prioritario, en cuanto al bienestar de los mexicanos.

Muchos niños y jóvenes, desafortunadamente, en estos días de aislamiento voluntario, acompañarán a sus padres y/o familiares porque, lamentablemente, esas familias van al día y, desde luego, tienen que generar las condiciones para asegurar su bienestar.

En este orden de ideas, pensar en un plan de trabajo para que los docentes aseguren el aprendizaje de sus alumnos, así tal cual lo señala dicha guía, no tiene mucho sentido y mucho menos lo tiene cuando, desde las Secretarías de Educación de los estados, se giran instrucciones para que los maestros acuerden este trabajo con sus directivos, supervisores y/o jefes de sector (https://www.elsoldetlaxcala.com.mx/local/deberan-docentes-crear-tecnicas-para-estudios-a-distancia-4984139.html?fbclid=IwAR1-5yeSOGnccI5wRqODCo3a3ajkd2i6VfRZ6Z24NftCiMTg-Uq23x71l8E). ¿Cómo asegurar que el alumno realice sus actividades si el padre de familia se lleva a un niño a la venta de pan o lo incorporan en la maquila de algún producto?, ¿qué es lo que hace o tendría que hacer un docente en medio de este asunto?, ¿no tendría que pensarse en el ajuste de las planeaciones de los profesores para que, a su regreso, establezcan una estrategia con la finalidad de “nivelar” a los estudiantes que no contaron con los medios para trabajar en casa con aquellos que sí lo hicieron? Estoy seguro que, sobre esta última pregunta, todo docente lo tendrá contemplado y de ninguna manera se negará a ello.

Ciertamente, hay de realidades a realidades; y esta realidad, como seguramente habrá otras, son las que viven miles de niños y niñas en México. En consecuencia, si el brote del coronavirus se detectó en los últimos meses de 2019, ¿por qué la SEP no comenzó a informar sobre ello?, ¿por qué no sensibilizó a los profesores y, sobretodo, a los padres de familia sobre este asunto?, ¿acaso pensó que somos seres súper dotados, con escudos protectores, y que no afectaría a la población del mundo?, ¿por qué no se revisó el antecedente inmediato relacionado con el H1N1? La respuesta, creo, se halla en la importancia que se le ha dado a las orquestas musicales y no al fortalecimiento de una cultura física, de salud y bienestar en los seres humanos, de los mexicanos.

Al tiempo.

Fuente:     https://profelandia.com/el-anacronismo-de-la-sep-en-tiempos-del-covid-19/

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En el sistema educativo mexicano se trabaja por urgencias

Por: Fidel Ibarra López 

El caso de Fátima ha cimbrado no solo a la opinión pública, sino a la estructura política e institucional -en su conjunto- que tiene como responsabilidad la de salvaguardar la integridad de las niñas y niños de este país. Para ello se ha constituido todo un andamiaje jurídico e institucional con el cual -en términos formales- se establecen las responsabilidades en los tres niveles de gobierno para “garantizar la protección, prevención y restitución integrales de los derechos de niñas, niños y adolescentes” (Fracción III del artículo 1 de la Ley General de los Derechos de las niñas, niños y adolescentes).

Para tal propósito se tiene -como señalamos- un marco jurídico (la LGDNNA) que opera para todo el territorio nacional , un marco institucional (una Procuraduría Federal de Protección de Niñas, Niños y Adolescente; y un Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes para los tres niveles de gobierno); así como un documento base por parte de la SEP, para la elaboración de protocolos para la prevención, detección y actuación en caso de abuso sexual infantil, acoso escolar y maltrato en las escuelas de educación básica. Todo ese marco institucional para proteger los derechos de los infantes y a la hora de la verdad, no funcionan.

Y ¿por qué no funcionan? Respuestas hay varias, pero el resultado es uno: según la Procuraduría Federal de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (2015), el número de niños que sufre la vulneración de al menos uno de sus derechos asciende a 21.4 millones. Cifra que, de acuerdo con la institución, está imposibilitada para atender. Luego pues, se promulga una ley para salvaguardar “supuestamente” los derechos de las niñas y niños de este país; pero no se crean las instituciones adecuadas para hacer efectivo lo que mandata la ley. ¿Y en qué termina todo? En simple simulación.

Y en contraparte, se tiene una realidad atroz: de acuerdo con el Informe sobre la niñez en el mundo del 2019, elaborado por Save the Children (2019), en México se tiene una tasa de 4.9 homicidios de niñas y niños por cada 100 mil habitantes. Una tasa que se asemeja a la que tienen países como El Congo (4.4); Etiopía (4.2); Ghana (4.5); o Senegal (4.4). Terrible.

La conclusión es una: el Estado no está funcionando en su responsabilidad de garantizar el derecho primigenio que se establece en el artículo 13 de la LGDNNA; esto es, el derecho a la vida, a la paz, a la supervivencia y al desarrollo; así como al derecho a vivir una vida libre de violencia y a la integridad personal.

No obstante, lo grave del problema no termina ahí. El asesinato de Fátima también revela que, en una de las células básicas del Estado, como es la escuela, tampoco están funcionando como instancias donde se proteja la integridad de las niñas y los niños. La escuela, como se sabe, tiene como función el proceso de enseñanza-aprendizaje, así como la formación cívica para la construcción de la ciudadanía en el alumno; pero al mismo tiempo, tiene la responsabilidad de salvaguardar la integridad física de las niñas y los niños.

Y en este último aspecto, desde el 2014 se establecieron en la SEP una serie de orientaciones para que en las escuelas elaboraran sus protocolos de seguridad para prevenir, detectar y actuar en casos de abuso infantil, acoso escolar y maltrato en las escuelas de educación básica. Son tres problemáticas recurrentes en las escuelas; pero no son las únicas. En las escuelas se presentan un conjunto de problemas sobre los cuales las autoridades administrativas deben tener una respuesta para enfrentarlos. En el caso de Fátima se presentó un problema básico: se entregó la niña a la persona que equivocada. ¿Y por qué ocurrió eso? Porque no había un protocolo en la escuela para este asunto tan específico. Las autoridades capitalinas han calificado este hecho como un eslabón en una “cadena de negligencias”. Y afirman que lo conducente era que las autoridades de la escuela llevaran a la menor a una agencia del Ministerio Público y “estar acompañada en todo momento por autoridades del plantel”. En contraparte, el director del centro escolar afirma que “hizo todo lo posible en este caso” (El Universal, 18 de febrero del 2020). Negligencia que se entrecruza con una serie de acusaciones entre las partes.

¿Qué sigue? En las escuelas -privadas y públicas- seguramente se abocarán a constituir los protocolos que requieren para estos casos. Quizás en el ánimo de que no ocurra en su centro educativo un caso como el de Fátima; o quizás también para cumplir institucionalmente como centro educativo por si acaso -ahora sí- les da a las autoridades educativas por revisar que en las escuelas estén operando en base a protocolos.

El término “Protocolo” es la palabra de moda en este momento. Y se entiende el porqué. Estamos ante una realidad donde se tienen escuelas que no utilizan esta medida institucional. Pero el uso de protocolos no es la solución para enfrentar la problemática de la seguridad y la violencia en las escuelas. Es un paliativo nada más. O, en otras palabras, es una solución remedial; pero no es la solución de fondo. La solución está en un programa educativo de largo plazo como medida preventiva en las escuelas. Un programa debidamente estructurado curricularmente, donde se trabajen los contenidos requeridos para enfrentar la problemática social que enfrentan los niños al interior y exterior de las escuelas.

Señalar como medida preventiva el uso de protocolos y dejarlo a ese nivel, es seguir manteniendo como hasta ahora la problemática educativa: se actúa de acuerdo con lo que se presenta. Y la respuesta es siempre la misma: de corto plazo. En otras palabras, en el sistema educativo mexicano se trabaja por urgencia.

En vías de mientras, hoy se empieza a desarrollar una medida que desde el 2014 está indicada por parte de las autoridades educativas de este país.

Vaya cosa.

Fuente:  http://www.educacionfutura.org/en-el-sistema-educativo-mexicano-se-trabaja-por-urgencias/

Imagen:  https://pixabay.com/images/search/ni%C3%B1as/

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