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Regreso a clases

Por: Luis Hernández Navarro

Gustavo de Hoyos es uno de los críticos más beligerantes de la derecha patronal en contra de Andrés Manuel López Obrador. “Estamos –dijo– ante un gobierno altamente destructivo de la inversión en el país”. El mandatario le respondió describiéndolo, no sin razón, como politiquero disfrazado de empresario y “traficante de influencias.

Está bien que tenga aspiraciones, pero que no use su representación, porque además afecta a los empresarios, le reviró el Presidente de la República en una mañanera al dirigente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).

A pesar de ello, el secretario de Educación Pública (SEP), Esteban Moctezuma, se reunió virtualmente con la Comisión de Educación de la Coparmex, para explicarle lo que el gobierno está haciendo en el terreno de la enseñanza ante la pandemia.

En plena línea de continuidad con las prácticas de Aurelio Nuño en el sexenio pasado, Moctezuma anunció a los tiburones empresariales que, una vez que se regrese a clases, la SEP aplicará una evaluación diagnóstica para valorar los conocimientos que los alumnos adquirieron con el programa Aprende en Casa.

Satisfecho, Gustavo de Hoyos respondió con un mensaje en su cuenta de Twitter en el que informó sobre la presencia del secretario Moctezuma en su reunión y reconoció al gobierno federal por mantener el servicio educativo en la contingencia sanitaria, a través de programas como Aprende en Casa.

La presencia del secretario en el acto del sindicato patronal es muestra del enorme despiste y la interminable serie de pifias de la SEP para enfrentar la problemática del coronavirus. Aunque, según el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, el gobierno federal se preparó desde el 3 de enero para enfrentar la crisis, las autoridades educativas ni anticiparon ni elaboraron una estrategia para sortear el reto. De manera que, muchas de sus acciones –como ir a rendir cuentas a la Coparmex– han sido, por decir lo menos, fallidas.

El pasado 30 de abril, por ejemplo, fecha en que se celebra el Día del Niño, una actividad tradicionalmente organizada por la SEP, la ceremonia oficial corrió, en los hechos, a cargo del doctor López-Gatell. El evento puso en el centro las preocupaciones de niños y jóvenes ante la pandemia.

En contraste, en lugar de invitar a los niños a celebrar la efeméride a partir de la vida misma, las autoridades educativas mantuvieron la educación a distancia con un plan de estudios que nada tiene que ver con las angustias y los intereses de los estudiantes en este momento, y siguieron exigiendo a maestros enviar diariamente a sus jefes videos, fotografías, listas de asistencia, evidencias y reportes insensatos.

Evaluar los conocimientos que los alumnos han adquirido por medio de Aprende en Casa –como anunció el secretario Moctezuma a la Coparmex– es un absurdo. Porque, a pesar de lo que asegura la SEP en su boletín 114, el plan es un fracaso. No se puede exportar la educación de las aulas a los hogares. Son espacios distintos. Los padres de familia no son profesores. Hay, además, una enorme cantidad de estudiantes que no tiene acceso ni a las herramientas tecnológicas ni a la televisión para seguir los cursos. Peor aún, los contenidos que se trasmiten a través del televisor aportan muy poco a la comprensión de lo que los alumnos están viviendo.

Aprende en Casa es una gran cortina de humo para aparentar que, ante la pandemia, el sistema educativo sigue funcionando, cuando realmente está colapsado. Es una puesta en escena para controlar y vigilar al magisterio. Una demostración de poder de una burocracia que poco conoce la realidad escolar en el terreno.

Qué tan descolocada está la SEP ante la crisis sanitaria puede verse en la danza de las fechas que ha dado sobre el regreso a clases. Las autoridades educativas se comportan como si pudieran manejar el calendario del comportamiento del Covid-19 de la misma manera en la que administran un almanaque escolar. El anuncio de reanudar cursos el 1º de junio es tan improbable como cualquier otro. Tan es así que se acaba de informar que el pico de la pandemia culminará hasta el 20 de mayo.

Retornar a las aulas el 1º de junio será una absoluta irresponsabilidad. Es prácticamente imposible en un sistema escolar como el mexicano mantener la sana distancia e implementar medidas de higiene adecuadas. Los planteles llevan casi dos meses abandonados. Las aulas son reducidas, están sobresaturadas, su mobiliario es básicamente binario y tienen poca ventilación. En promedio, hay 28 alumnos por maestro (más en muchos centros escolares), más del doble de estudiantes que el promedio de los países desarrollados. Además, no hay personal filtro, ni gel, ni cubrebocas, ni Lysol y, en muchos casos, ni siquiera jabón. Más aún: 57 mil 500 escuelas no tienen acceso al agua de la red pública del Estado.

Según el doctor José Elizalde, jefe del Departamento de Neumología del Instituto Salvador Zubirán, el tema de las escuelas es preocupante. Hay un gran número de pacientes asintomáticos. Habría que seguir hasta el fin de año haciendo educación a distancia. Se puede decir más fuerte, pero no más claro. Hay que decretar el fin del ciclo escolar, elaborar programas de educación pertinentes para la cuarentena y a lo que sigue.

Fuente: https://www.jornada.com.mx/2020/05/12/opinion/015a1pol

Imagen: https://pixabay.com/photos/kids-school-emotions-globe-2835430/

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¿Salvar el ciclo escolar o salvar la salud de los niños?

Por: Fidel Ibarra López 

El titular de la SEP, Esteban Moctezuma Barragán, ha indicado que las clases (presenciales) se reanudarán el 1 de junio. Y el Subsecretario de Salud en cambio afirma que, si la Jornada Nacional de Sana Distancia no se cumple adecuadamente, entonces el regreso a clases podría reprogramarse (Excelsior, 21 de abril del 2020). Y, además, agrega que “aún falta más de la mitad del ciclo epidemiológico” (Aristegui Noticias, 5 de mayo del 2020). Dos mensajes contrapuestos para una misma agenda. Y el resultado es uno: no hay certidumbre respecto a la reanudación de las clases en educación básica. Entonces, ¿para qué anunciar que se van a reanudar las clases? Y la respuesta es una: para dar certidumbre ante una realidad que no atempera en complejidad; y, al mismo tiempo, para enviar un mensaje respecto a que el sistema educativo funciona pese a esta contingencia sanitaria. Pero la certidumbre no se construye si el Secretario de Educación declara por un lado y el Subsecretario de Salud declara hacia otro. Además, como me indica un colega, la Biología no conoce de fechas. Es absurdo plantearse tiempos cuando no se pueden controlar las variables que determinar la expansión -o contracción- de una pandemia como la que tenemos enfrente.

No obstante, la hoja de ruta para reiniciar las clases se mantiene para el 1 de junio. Y en algunos estados de la república ya se han dado a conocer algunas propuestas de protocolos para reanudar las clases. En el caso de Baja California Norte, por ejemplo, se indica que: a) Los centros escolares deben reunir al personal para capacitarlo -en la aplicación y seguimiento de los protocolos-; b) De forma gradual y en jornadas de dos horas, se citará a una fracción de cada uno de los grupos (de clase); c) Los alumnos ingresarán con cubrebocas; d) Habrá filtros al entrar al plantel; e) La entrada y salida será en horarios diferidos y por diferentes accesos cuidando la sana distancia a fin de evitar conglomeraciones; f) Los alumnos deberán seguir una distancia de 1.5 metros de separación en las aulas, evitar el contacto, abrazos, saludo de manos, no prestarse materiales; y g) Se afirma que “El padre tiene derecho a no mandar al alumno a clases, pero tiene que seguir el trabajo a distancia y mandar evidencias”.

Ante esta propuesta de protocolo, la pregunta obligada es la siguiente: ¿reiniciar las clases solamente para tomar dos horas de clases en el aula? No tiene sentido. Además, la última observación respecto a que el niño puede seguir el trabajo de clase a distancia, ¿no sería lo más sensato para todo el sistema de educación básica en México -esto es, terminar el ciclo escolar en línea-? Me parece que sí. Es absurdo mantener la posición del reinicio de clases. No hay condiciones para ello, tanto en términos de logística como en lo referente a la salud pública. El propio titular de la estrategia contra la pandemia del Covid-19 lo ha manifestado: falta más de la mitad del ciclo epidemiológico. Esto va para largo.

Lo que parece más conducente en esta coyuntura, es que si se decidió mantener el ciclo escolar en pie -y no darlo por concluido como ocurrió en otros países-, entonces debería ser concluido a través de la educación a distancia. Lo anterior, en efecto, tiene sus inconvenientes -por la desigualdad que se tiene en el acceso a las tecnologías en amplias zonas del territorio nacional-; pero también tiene sus puntos a favor: los maestros están integrándose al uso de las tecnologías. Y este elemento va a ser muy favorable a futuro, sobre todo si se llegase a presentar una contingencia que implique el cierre de las aulas.

Si no se concluye el ciclo escolar a través de la educación a distancia, entonces nos adentramos en una disyuntiva: o se salva el ciclo escolar -con el regreso a las aulas-, o se salva la salud de los niños. Y ante estas dos alternativas, ¿hacia cuál se inclinarán los padres de familia? Obviamente que no enviarán a sus hijos a la escuela si la pandemia no amaina. Entonces, ¿qué sentido tendría mantener una escuela con las puertas abiertas, pero sin la asistencia de los niños?

Si las autoridades educativas se pronuncian por terminar el ciclo escolar a través de la educación a distancia, la sociedad mexicana no lo vería mal. Al contrario, me parece que recibiría ese anuncio como una medida sensata.

Una condición es clave en esta coyuntura: estamos ante una coyuntura inédita y además es sumamente compleja. Lo peor que se puede hacer en este escenario es mantener un pensamiento rígido, cuando la realidad está cambiando día a día. Hoy más que nunca se requiere de la flexibilidad del pensamiento: no se puede encuadrar un círculo en un cuadrado, por más ímpetu que se tenga. La realidad no funciona así.

Así, no caigamos en la disyuntiva que da título al presente artículo. Lo conducente es terminar el ciclo escolar a distancia. Y prepararse, además, para el próximo ciclo escolar. Y subsanar -en la medida de lo posible- los puntos débiles del sistema educativo mexicano que está dejando a flote la pandemia. O dicho en otros términos, lo más importante para las autoridades educativas no tendría que ser el reinicio de las clases en el aula, sino cuáles son las debilidades estructurales que están quedando al descubierto con el Covid-19, y cómo se van a enfrentar para el próximo ciclo escolar.

Una última observación: mucho ayudaría para los propósitos que aquí se enuncian, que las autoridades educativas dejasen de recurrir a fechas. Ya no recurran a fechas señores. Es imposible manejar un calendario en las circunstancias en las que estamos. Al contrario, resulta contraproducente, porque si la situación no se llega a cumplir en las fechas fijadas entonces termina por desgastar el discurso de la autoridad educativa.

En suma, pues, nos pronunciamos entonces, por un anuncio donde se declare la finalización del ciclo escolar a través de la educación a distancia. Y porque se preparen las condiciones rumbo al próximo ciclo escolar. En esta parte hay bastante trabajo por hacer.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/salvar-el-ciclo-escolar-o-salvar-la-salud-de-los-ninos/

Imagen: https://pixabay.com/photos/school-tools-color-crayon-paint-3596680/

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Altibajos de aprender en casa

Por: Carlos Ornelas

El principal problema que le ven a los proyectos alternativos que impulsa la SEP es el burocratismo. Insistir en tareas y calificaciones, falta de apoyo a docentes y señalar que con clases por radio y televisión se alcanzarán los aprendizajes esperados.

“El aprendizaje es experiencia, todo lo demás es información”, es una de las máximas de Albert Einstein. El valor de la escuela reside en la convivencia y en las prácticas comunitarias. Pero el aprendizaje, lo que se dice educación, se adquiere en la vida cotidiana, en el hogar, en primer lugar, en la calle, en los mercados, en la vía pública y en el mundo del trabajo.

El coronavirus también nos educa, por la travesía amarga. Sin embargo, el encierro nos obliga a educadores, educandos, familias, sociedad y gobierno a buscarle salidas por rutas alternas. Hoy tenemos las tecnologías de la información y la comunicación que en mucho ayudan, en especial en la enseñanza media y la superior.

El jueves de la semana pasada tuve un seminario virtual con los estudiantes que asesoro en el posgrado de mi Universidad Autónoma Metropolitana, sede Xochimilco. Nos pusimos al día con las novedades de sus tesis, avances y problemas. Uno espinoso: no puede hacerse trabajo de campo. Otros, por la suspensión de sus proyectos de movilidad y el retraso en el calendario. Pero, sin haberles comentado la cita de Einstein, coincidimos en que la experiencia del encierro nos trae aprendizajes.

Era imposible deshacerse del hecho. Así que, sin que estuviera en la agenda, platicamos de la reclusión y les pedí opiniones sobre el programa de la Secretaría de Educación Pública, Aprende en Casa. Ofrecieron respuestas equilibradas, nada de blanco o negro, aunque la opinión crítica —en parte porque ven los efectos en su familia y ellos mismos— inclinó la balanza a lo negro.

Coincidimos en que es mejor buscarle salidas a lo inesperado, en lugar de nada más quejarnos o no hacer nada.

De hecho, tuvimos en línea el seminario al que siempre los convoco antes de comenzar el trimestre o en la primera semana. Una alumna, que vive y trabaja en La Laguna, no había participado en los anteriores; hoy sí lo hizo. Además, recibió felicitaciones de sus compañeros porque ya está a punto de terminar su maestría. Tal vez en junio tenga su examen de grado, será virtual, no presencial.

Cuatro de mis tutorados trabajan en educación básica, tres son maestras normalistas de origen. Observan provecho de ciertos videos, piensan que producen efectos favorables —agregan experiencia, no nada más información— si los padres ayudan, pero los padres no son maestros y no todos quieren acompañar a sus hijos. Otros simplemente no pueden por la falta de capital cultural.

Mis estudiantes ven el problema de la desigualdad social, la falta de equipos, conectividad y otros recursos pondrá cargos a la inequidad reinante.

El problema principal que le ven a los proyectos alternativos que impulsa la Secretaría de Educación Pública es el burocratismo. Insistir en tareas y calificaciones, simulación, papeleo, falta de apoyo a docentes y señalar que con clases por radio y televisión se alcanzarán los aprendizajes esperados.

Las actividades se orientan a informar, no a procurar nuevas experiencias. Se pone mucho peso en lo formal, en hacer tareas.

Una de mis estudiantes refirió que, a su hermana, quien estudia en una prepa de la Universidad Nacional Autónoma de México, lo único que le encargan es hacer más tareas, mandar más evidencias que en tiempos normales; su carga aumentó.

En fin, la pandemia nos trae experiencias nuevas, también aprendemos a tener paciencia, a ser más empáticos, a buscar formas de cooperación y a trajinar en la vida de nueva manera. Casi todos llevamos registro de peripecias, problemas, al igual que de los ratos alegres. Claro, también ponemos atención a los informes, pero el conocimiento que construimos se deriva más de lo que vivimos.

Retazos

En mi artículo del domingo en estas páginas reseñé una clase del programa Aprende en Casa, sobre el neoliberalismo.

Recibí comentarios, unos críticos —con respeto, no con diatriba— porque no hice la crítica, no como unos esperaban.

¿Qué voy a hacer?

Enjuicié lo que vi; me pareció equilibrado, no propaganda. Esa va en las mañaneras. La liga del programa: https://bit.ly/3c2rLlk.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/altibajos-de-aprender-en-casa/

Imagen: https://pixabay.com/photos/school-study-learn-books-read-2051712/

 

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La tarea: ¡La madre de todas las batallas!

Por: Abelardo Carro Nava

¿Qué nos hace pensar que el cumplimiento de una tarea necesariamente refleja el aprendizaje logrado de un niño? O, mejor dicho, ¿en qué momento, la tarea, se convirtió en sinónimo de aprendizaje de los pequeños? Preguntas por demás sencillas pero que, en cierta medida, nos invitan a reflexionar en lo que cientos de maestros, padres de familia y niños están pasando en estos días donde, para acabar pronto, la contingencia sanitaria por el Covid-19 nos ha hecho ver y comprender que la escuela, y todo lo que ocurre dentro de ella, tiene un enorme significado.

Y es que, como bien sabemos, el proceso de enseñanza y de aprendizaje va más allá del cumplimiento de una tarea. De hecho, en anteriores entregas que tan amablemente me han publicado en este y otros espacios, he dado cuenta de ello; sin embargo, ese proceso no ha sido del todo comprendido por quienes, en este momento, tienen la responsabilidad de conducir los destinos de la educación de nuestro país. Me refiero, exclusivamente, a las diversas autoridades educativas que son parte del Sistema Educativo Mexicano (SEM). Tal parece que, indicarles a los maestros que les pidan a los alumnos el cumplimiento de más tareas para que éstos a su vez las resuelvan, genera más aprendizajes. Formula, a todas luces, incorrecta y harto equivocada.

¿Por qué sucede esto? Mi explicación se basa en varios puntos que, desde luego, si ustedes me lo permiten, iré desglosando a lo largo de este texto.

Por principio de cuentas, como órgano de control administrativo y normativo, la Secretaría de Educación Pública (SEP), desde hace mucho tiempo, ha evidenciado la poca o nula confianza que le tiene al magisterio mexicano. Pareciera ser que los maestros y maestras, no tienen un dejo de creatividad y pensamiento en cuanto a la función que a éstos les toca desempeñar como parte de su quehacer docente.

Al respecto, no niego que hay muchos mentores que difícilmente realizan sus actividades si la Secretaría o sus autoridades no se las piden o requieren, sin embargo, tampoco niego que hay quienes dan un poco más de lo que su función les exige. En cualesquiera de los casos, estos docentes, generalmente se hallan entre la espada y la pared, es decir, entre lo que “deben” hacer y lo que “quieren” hacer, dado el conocimiento que éstos poseen de los alumnos que tienen en sus manos.

Para nadie es desconocido que, si un profesor pretende echar a andar una propuesta innovadora – pedagógica y didácticamente bien sustentada – y, como resultado de ello, desarrolla una serie de actividades que no necesariamente corresponden a las que dicta la Secretaría o sus autoridades inmediatas, éstos, lo llaman a “cuenta” para que se “alinee” a las disposiciones oficiales o, de plano, para que deje de hacer lo que está haciendo porque, a decir de estos últimos, su propuesta es inadecuada aunque no haya un sustento alguno. Sobre este asunto, recuerdo muy bien que, hace algunos años, cuando la reforma peñanietista estaba a todo lo que daba y la evaluación al desempeño docente se aplicaba a rajatabla, muchos mentores recibieron, por parte de la SEP, una “retroalimentación” que difícilmente retroalimentaba. Imaginemos cuál sería el sustento que esta dependencia tendría u ofrecería para detener el o los proyectos que los profesores diseñaran.

En segundo lugar, sin entrar a tremendos “tecnisismos”, quiero abordar un poco el sentido de la palabra “tarea”. Y es que como bien sabemos, esta palabra se relaciona, de manera inmediata, con un deber. No en pocas ocasiones habremos escuchado decir a nuestra madre o padre: “tienes que hacer la tarea, no lo olvides”; o bien, cuando el profesor o profesora, justo antes de despedirnos, nos llegó a expresar: “de tarea, realizar los ejercicios de la página 115 de su libro de español”. Luego entonces, al ser concebido de esta forma, es claro que un deber conlleva una responsabilidad y cumplimiento por lo que, ya sea en la casa, en la biblioteca del pueblo o con los amigos en un cibercafé, el alumno cumple este cometido. En este sentido, ¿sabe usted cuántas materias lleva un alumno en la escuela? En efecto, a partir de las asignaturas que cursa es que, dependiendo el contenido, el profesor toma la decisión de dejarles tarea. Esto, con el propósito de favorecer y dar continuidad a su proceso formativo y de aprendizaje en un contexto no formal como el que representa su aula/escuela.

De esta forma, quiero hacer énfasis en esos elementos valiosos para que el profesor encomiende una tarea; éstos pueden ser: el contenido que está abordando, el nivel congnitivo/cognoscitivo de sus alumnos, las condiciones (incluyendo el contexto) en el que viven los pequeños y otros. Así, no debemos de perder de vista que, derivado de esos elementos y la decisión que el maestro haya tomado en su momento, éste pone en la mesa diferentes tipos de tarea para que sus estudiantes puedan realizarlas; retomaré tres que me parecen las más relevantes: a) de práctica, son aquellas en las que se refuerzan las habilidades o conocimientos recién adquiridos en clase como guías de ejercicios, cuestionarios, resúmenes, resolución de problemas, entre otras; b) de preparación, son aquellas en las que se intenta proveer información de lo que se verá en la siguiente clase, pueden ser leer, buscar información bibliográfica, obtener materiales para hacer un trabajo en el aula, etcétera; c) tareas de extensión, son aquellas en las que se fomenta el aprendizaje individualizado y creativo al enfatizar la iniciativa e investigación del estudiantes, éstas son tareas a largo plazo, proyectos continuos y paralelos al trabajo en el salón, etcétera (Roland Laconte 1981, citado en Ochoa 2012).

Como seguramente usted imaginará, el cumplimiento de esa tarea arroja un producto o evidencia, misma que el docente, se encargará de revisar para realimentar/retroalimentar lo que, a su juicio, considere pertinente. Es claro pues, que esa evidencia puede o no demostrar el logro de un aprendizaje en términos de un contenido. Pongo un ejemplo muy sencillo, si la consigna fue dibujar un animal marino porque el contenido se relaciona con este tema; puede ser que el chico, después de haber realizado una investigación, decidió dibujar una tortuga marina, ya sea vista desde arriba o lateramente; en sentido estricto, la tarea la cumplió este niño y, en consecuencia, el aprendizaje se logró porque, además de la investigación, se dibujó a ese animal marino; sin embargo, imaginemos que un alumno no haya contado con los recursos, tal vez tecnológicos que empleó el otro estudiante, para investigar los tipos de animales marinos y, por ello, dado su conocimiento, dibujo una lombriz de tierra. También, en sentido estricto, la tarea se cumplió, es decir, el pequeño entregó su producto, pero el aprendizaje… ¿se logró? Ahí es donde la intervención docente se vuelve fundamental porque, a través de ella, y de algunos cuestionamientos que éste formule, podría lograr que su educando reflexionara sobre los tipos de animales marinos que existen, la diferencia que hay entre éstos y los terrestres, etcétera. En consecuencia, producto/evidencia no es sinónimo de aprendizaje.

Habría que pensar entonces, por qué la SEP, y buena parte de las autoridades educativas de los estados, exigen, diariamente, un sinfín de tareas escolares al igual que un número infinito de evidencias que, como he dicho, no necesariamente reflejan el logro de un aprendizaje.

En la semana pasada, publiqué un artículo que titulé “Hacer poco es mucho, pero la SEP no lo entiende”; consecuentemente considero que, si se le brinda la confianza necesaria a los docentes, éstos podrían, en la medida de sus posibilidades y recursos, adecuar las acciones que desarrollarían para que sus alumnos aprendieran en casa. ¿Se imagina aquel maestro de secundaria que tiene a su cargo más de 200 alumnos? Es demencial que se le pida que grabe un video que demuestre que está trabajando con sus alumnos, que realice una carpeta de “experiencias” de cada uno de éstos, que tenga la posibilidad de planear para que, si no es que todos, se conecten desde sus hogares para que trabajen a través de una plataforma, y un lago etcétera más.

¿Acaso el maestro o maestra no es padre o madre de familia?, ¿acaso no tienen que atender u orientar a sus hijos porque sus maestros también les han dejado tarea?, ¿acaso no tienen vida propia para desayunar, comer, cenar, pasar un tiempo con su familia, para hacer labores domésticas o en el campo, o para disfrutar de unos minutos de descanso?

Sí, además de la guerra que están librando médicos y enfermeras en nuestro país, la tarea, se ha convertido en la madre de todas las batallas que buena parte de la población está librando en estos momentos, y la SEP, tampoco ha entendido, entiende, ni entenderá esto.


Referencias:

Laconte, R. (1981). Citado en Rodas Ochoa, M.C. (2012). Las tareas escolares extraclase y su incidencia en el rendimiento de los estudiantes del tercer año educación general básica de la escuela Aurelio Ochoa Alvear de la Parroqui Tuti Cantón Cuenca (Doctoral dessertation)

Fuente: https://profelandia.com/la-tarea-la-madre-de-todas-las-batallas/

Imagen: https://pixabay.com/photos/children-drawing-education-4526384/

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El aprendizaje remoto enfrenta otro reto: el profesorado no está preparado para la enseñanza en línea

Por: Paola Estrada Villafuerte

El analfabetismo digital, la falta de planificación y la brecha educativa, son obstáculos para el profesorado en medio de una transición de aprendizaje de emergencia.

Desde mediados de marzo, el sistema educativo en todo el mundo ha tenido que tomar paso, sin alternativa o precedente alguno, hacia el mundo del aprendizaje en línea. La conversación entre organizaciones y autoridades en este rubro se ha abierto, discutiendo si la enseñanza remota de emergencia es la mejor opción para garantizar la continuidad de la educación como la conocemos. Distintas escuelas en nivel básico y superior se han apresurado en las medidas tomadas, dejando como consecuencia al alumnado y profesorado abrumados entretanto se define el rumbo más adecuado durante esta crisis.

La mayoría de las universidades se encontraban preparadas frente a esta transición virtual, con herramientas, sitios y rutas online ya previamente utilizadas durante su ciclo académico regular. Por otro lado, el nivel básico ha sido sorprendido con la desagradable experiencia que ha representado este cambio tan inesperado, siendo este un entorno totalmente desconocido para la mayoría de los docentes, quienes afirman no sentirse preparados para afrontar este desafío. “La injusta distribución de conectividad, así como la poca exploración de los docentes en plataformas digitales, quienes no saben aterrizar contenidos en un aula digital, son algunos de los obstáculos a los que se enfrenta la instrucción de niñas y jóvenes”, así lo plantea David Calderón, director ejecutivo de Mexicanos Primero, para el Sol de México.

Enseñanza online vs. Enseñanza remota de emergencia

En Estados Unidos, una encuesta nacional realizada por ClassTag, plataforma gratuita dedicada a la comunicación para escuelas, revela la preocupación que ha ido creciendo durante los últimos meses alrededor de las clases en línea y el profesorado de nivel básico. «El aprendizaje remoto en la educación temprana es un territorio desconocido», señaló Vlada Lotkina, cofundadora y directora ejecutiva de ClassTag, para Forbes. “Y esta encuesta muestra que los docentes, ahora más que nunca, necesitan el apoyo de la comunidad edtech para pasar por esta transición rápida y exitosamente”.

«El aprendizaje remoto en la educación temprana es un territorio desconocido».

Este reporte fue realizado en línea, y recolectó respuestas de más de 1,274 escuelas públicas y privadas en Estados Unidos. La mayoría de las profesoras y profesores encuestados pertenecían al nivel básico, siendo el 60 % proveniente de educación primaria y un 20 % de preescolar. El dato más alarmante de esta encuesta nos afirma lo que ya muchas sospechábamos: Más de la mitad de las personas encuestadas (56.7 %) afirma que no se sienten preparados para dar clases en línea. Cuando se les preguntó acerca del liderazgo que se ha tomado en esta transición crítica, el 43 % de docentes compartió que son ellos quienes han tomado la decisión de qué plataformas utilizar desde el cierre de escuelas. Esto trae una luz desfavorecedora al visualizar las herramientas más recurridas: el 68.8 % comparte documentos con sus alumnos, sólo uno de cada tres docentes planea utilizar grabaciones de video y menos del 13 % dice hacer uso de live streaming. Al indagar las aplicaciones que las personas encuestadas están manejando, la mayoría mencionó Google Drive y Google Classroom, mientras que ningún otro producto de instrucción remota logró obtener un porcentaje de utilización mayor al 10 %. “Muchos distritos se están apresurando hacia nuevas plataformas y están escaneando hojas de trabajo para que el alumnado los haga en línea, sin construir una educación atractiva y efectiva, lo que implica algo de estrategia”, dijo Richard Culatta, director ejecutivo de ISTE para The Hechinger Report.

Si la mayoría de los docentes en el nivel educativo temprano están principalmente apoyándose en este tipo de recursos, muy probablemente significa que no estamos preparados para lo que requiere un aprendizaje en línea eficiente. Intentar replicar horarios presenciales por este medio puede generar serios problemas en la relación que los estudiantes generen con el concepto de escuela vía online.

«El mayor problema es que no hay suficiente tiempo para realmente hacer la capacitación que un docente necesita para entender cómo enseñar en línea».

A esto podemos agregar que el profesorado encuentra que impartir su material por medio de clases en línea, es un método difícil para evaluar el desarrollo del alumnado. “Nosotros nos guiamos con la observación para dar una evaluación, al no observar a los niños y niñas es difícil hacer esa valoración de qué está ocurriendo con los aprendizajes”, asevera Aissa Reyes, supervisora escolar de preescolar en las región de Donato Guerra, Estado de México.

Entrenamientos sesgados

Expertas afirman que la generación, diseño e implementación de un método educativo en línea de calidad, puede tomar incluso un año. Caralee Adams menciona en The Hechinger Report que el profesorado debería, idealmente, contar con un entrenamiento a profundidad de semanas o incluso meses previo a lanzar un programa de aprendizaje en línea. Esta preparación debería contar con amplias estrategias para crear una enseñanza atractiva y una orientación frente a frente con las tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) necesarias para la experimentación de primera mano de lo que es ser un estudiante a distancia.

Idealmente, el sistema de educación temprana se habría adherido a los requerimientos necesarios para crear un programa funcional, pero dadas las circunstancias, más de 124,000 escuelas en Estados Unidos han tenido que establecer medidas sobre la marcha. La mayoría de los docentes tuvieron tan solo un acercamiento de unos cuantos días a las herramientas básicas de instrucción remota.  «El mayor problema es que no hay suficiente tiempo para realmente hacer la capacitación que un docente necesita para entender cómo enseñar en línea», dijo Jennifer Mathes, directora ejecutiva interina del Consorcio de Aprendizaje en Línea. “Ha sido mucho de resolverlo por nuestra cuenta», agrega Schloemer, de 49 años, que trabaja en la escuela primaria Riverside.

Apoyo en casa como parte fundamental 

El reporte de Class Tag mencionado anteriormente, expone ciertos puntos cruciales que se deberían implementar a la hora de incluir a las familias dentro del sistema educativo remoto:

  • Habilitar el acceso para todas las personas: ya que muchos hogares quedan sin acceso a computadoras, utilizar medios como mensajes te texto SMS, correo electrónico, aplicaciones o web, son un requisito previo para una transición exitosa.

  • Validar la comunicación con las familias: es fundamental que las familias comiencen a recibir información de inmediato una vez que se agrega su información de contacto.

  • Superar las barreras del idioma: el apoyo de las familias en las que su primer idioma no es el inglés, es una prioridad.

  • Compartir documentos y enlaces: de fácil acceso y múltiples formatos.

  • Iniciar una colaboración bidireccional interactiva: en un entorno remoto, no basta con expulsar información, el profesorado necesita un ciclo de retroalimentación efectivo con la capacidad de las familias para responder a anuncios o actividades.

  • Compartir videos y / o transmisiones

Igualmente, la Secretaría de Educación Pública de México (SEP), dice confiar en que las familias se apoyen en contenidos diseñados para establecer rutinas diarias en el hogar durante el confinamiento. Sin embargo, Germán Pérez, psicopedagogo y catedrático de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), mencionó que la educación a distancia representa un reto para los padres de familia, pues no sólo deben dedicar un tiempo para la orientación de sus hijos e hijas, sino también en las tareas diarias del hogar y el trabajo.

«Nuestra recomendación es que las escuelas hagan una pausa por un minuto y tomen un par de días para pensar en la experiencia de aprendizaje que desean crear».

Lamentablemente, ni semanas de preparación en materia de educación en línea, ni docentes expertos en TICs, podrán hacer frente a una realidad inevitable: la brecha digital que aísla al alumnado sin acceso a internet. «Me preocupa cuánto va a exacerbar la inequidad que ya existe», explica el profesor Aric Foster de 41 años. Miles de estudiantes provenientes de zonas rurales, se encontrarán totalmente desprovistos de herramientas para su aprendizaje, situación que se encuentra fuera de las manos de nuestros docentes.

Las expectativas no cumplidas en el área de educación temprana nos obligan a cuestionarnos si la continuación ininterrumpida del ciclo escolar es la mejor opción para el sistema educativo global actual. «Nuestra recomendación es que las escuelas hagan una pausa por un minuto y tomen un par de días para pensar en la experiencia de aprendizaje que desean crear», aclara Culatta, quien forma parte del Covid-19 Education Coalition. Por otro lado, es necesario señalar que nuestros profesores y profesoras se encuentran en una situación nunca antes vista, y la colaboración oportuna de todos aquellos que conforman el sistema educativo es necesaria. Eric Hudson, director de aprendizaje y diseño de Global Online Academy, dijo que debería haber una sensibilidad a los desafíos que enfrenta el profesorado y «una expectativa manejable de lo que es posible» a medida que se adaptan a las lecciones en línea mientras mantienen relaciones con sus estudiantes.

Fuente e Imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/profesorado-no-esta-preparado-para-educacion-online

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La Educación Pública en “la nube”

Por:  Juan Carlos Miranda Arroyo

 

Cada quien tiene la “libertad”, en lo individual

En la actual etapa del capitalismo industrial global, neoliberal, (menos proteccionismo y mayor liberación de mercados internacionales; menos Estado de bienestar y mayor participación privada o “privatización” de los servicios públicos), que, entre otras cosas, se ha caracterizado por su alta intensidad tecnológica, los espacios centrales o periféricos del poder científico y tecnológico mundial se encuentran ocupados por empresas trasnacionales, dicho esto en términos esquemáticos.

Así, en este ambiente capitalista “posmoderno”, la ciudadanía elige con “libertad” y si su condición estructural social y económica lo permiten, una marca o un modelo de automóvil a su gusto; o puede concretar la elección de una computadora personal con determinada capacidad operativa; y es libre para adquirir una televisión o un móvil o teléfono celular inteligente con esquema de “tiempo aire” o tarifario a la medida. Por eso vivimos en una sociedad de libertades ¿o no?

Cada quien tiene la “libertad”, en lo individual, dentro de esta sociedad capitalista de la tercera o cuarta generación tecnoproductiva, de seleccionar precio, modelo, funcionalidad, cobertura, etc., de los equipos de telecomunicaciones y sus respectivas aplicaciones o programas. Sin embargo, esa elección se convierte en un problema cuando la preferencia es colectiva, social o de un gobierno, como parte del Estado y como conjunto de instituciones que representan a la sociedad, pues se inclina, en algunos casos, por una compañía de automóviles en particular sin una clara explicación y sin apego puntual de la normatividad; o cuando adquiere un tipo de televisores determinados al margen de la ley; o se mete en un conflicto de interés cuando compra teléfonos celulares específicos de una compañía en especial; o contrata cierta paquetería informática o induce a sus empleados o a la ciudadanía a adquirir o inscribirse en ciertas aplicaciones electrónicas para fines educativos.

Las benditas redes sociales digitales

La SEP (22 de abril, 2020) acaba de anunciar (y lo mismo se observa en algunas instituciones de educación superior públicas), que está de acuerdo con que niñas, niños, jóvenes se inscriban a las plataformas que la poderosa trasnacional Google pone al servicio de la educación pública. Que toda la gente se suba a la «nube», parece decir la Secretaría de Educación Pública; que la ciudadanía alimente “libremente” las bases de datos mundiales… Si esto se cumple, gracias a la SEP de Esteban Moctezuma (2018-2020), se logrará el proyecto de «modernización» que soñó Carlos Salinas (desde 1992) para la educación pública en México.

Según el Boletín 101 de la SEP, publicado el 22 de abril 2020, se indica que “Como parte de las acciones que realiza el Gobierno de México frente a la emergencia sanitaria provocada por el virus COVID-19, el Titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Esteban Moctezuma Barragán, participó en la capacitación inicial, de manera virtual, para más de 500 mil docentes y padres de familia que ofreció Google para Educación, en el uso de la plataforma GSuite… La plataforma digital, es una estrategia auxiliar de educación a distancia, con contenido gratuito y herramientas para el aprendizaje, la cual se estima que llegue a más de un millón de docentes en el país.” (1)

Pregunto: ¿Por qué con esa empresa trasnacional y no con las herramientas digitales que ofrecen otras instituciones públicas o no lucrativas como el Instituto Latinoamericano de la Comunicación Educativa (ILCE)? Que es un organismo internacional con capacidad, experiencia y solvencia técnica para dotar de servicios, asesorías y asistencia técnica pertinente en materia de educación mediada por tecnologías. (2)

Google para Educación es utilizada por más de 120 millones de estudiantes y maestros a nivel mundial; permite a los docentes gestionar las clases y comunicarse con los estudiantes. Además, por los próximos seis meses, la SEP en colaboración con Google, dará soporte a los docentes en el uso de la plataforma a través de cursos y talleres de apoyo.”

“Moctezuma Barragán reiteró que todos los materiales que se construyen para el programa Aprende en Casa, tanto para la televisión, radio e internet, son auxiliares educativos emergentes que están relacionados con los planes y programas de estudio, y con los aprendizajes esperados de los Libros de Texto Gratuitos.”… “Al participar en el seminario web de introducción para el uso de estas herramientas La Nueva Escuela Mexicana en línea: Desaprendiendo para reaprender denominado, el Secretario de Educación destacó que “particularmente en este momento de emergencia sanitaria, es muy importante estar unidos y que este aprendizaje a distancia se convierta, para las maestras y maestros, para los padres de familia, en una herramienta alternativa para continuar con el aprendizaje de las niñas, niños, jóvenes y adolescentes”.

“Detalló que el programa, resultado de una colaboración público-privada permite continuar las actividades educativas del país y forma parte de la estrategia de educación a distancia del Gobierno de México, en la Nueva Escuela Mexicana que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador.”… “Los datos personales recabados por las secretarías de educación locales serán utilizados y resguardados bajo sus rigurosos estándares de privacidad y Google garantizará la seguridad para el adecuado uso y acceso a sus plataformas… Indicó que los servicios de Google para Educación no contienen publicidad ya que los perfiles se crean únicamente con fines educativos. El uso de la plataforma no implica el ejercicio de recursos públicos.”

“Como anillo al dedo” para Google

Según WP: “Google LLC es una compañía principal subsidiaria de la multinacional estadounidense Alphabet Inc., cuya especialización son los productos y servicios relacionados con Internet, software, dispositivos electrónicos y otras tecnologías. El principal producto de Google es el motor de búsqueda de contenido en Internet, del mismo nombre, aunque ofrece también otros productos y servicios como la suite ofimática Google Drive, el correo electrónico llamado Gmail, sus servicios de mapas Google Maps, Google Street View y Google Earth, el sitio web de vídeos YouTube y otras utilidades web como Google Libros o Google Noticias, Google Chrome y la red social Google+ este último sacado fuera de línea en el primer cuatrimestre de 2019. Por otra parte, lidera el desarrollo del sistema operativo basado en Linux, Android, orientado a teléfonos inteligentes, tabletas, televisores y automóviles y en gafas de realidad aumentada, las Google Glass. Su eslogan es «Do the Right Thing» («Haz lo correcto»). Con miles de servidores y centros de datos presentes en todo el mundo, Google es capaz de procesar más de 1000 millones de peticiones de búsqueda diarias y su motor de búsqueda es el sitio web más visitado a nivel mundial tal como muestra el ranking web internacional… La empresa ha sido criticada por colaborar con determinados países en la censura de Internet con el afán de expandirse comercialmente en ellos y por la infracción reiterada de derechos de autor. También es objeto de críticas por presunta ingeniería fiscal en diferentes países, y por ser una de las empresas que colaboran con las agencias de inteligencia en la red de vigilancia mundial, sacada a la luz en 2013.”

Google reporta, según la misma fuente (3): Ingresos por: 66 001 000 000 USD; con beneficio neto de: 14 444 000 000 USD; y activos por: 131 133 000 000 USD. Por otra parte, se informa que Google es miembro de: American Legislative Exchange Council, Alliance for Open Media, Fundación Linux, OpenAPI Initiative, Internet Association, World Wide Web Consortium, Wi-Fi Alliance, CVE Numbering Authorities, Zigbee Alliance, Node.js Foundation, OpenJS Foundation y FIDO Alliance.

Las filiales de Google son: AdMob, Blogger, dMarc Broadcasting, Endoxon, FeedBurner, G Suite, Google.org, Google Ads, Google Cloud Platform, Google Energy, Google Stadia, Google Store, ImageAmerica, ITA Software, Kaltix, Nest Labs, Urchin Software Corporation, Waze, y YouTube. Google.org es la rama caritativa de Google, una compañía de motor de búsqueda en Internet que fue fundada en octubre de 2005.1 A la fecha de mayo de 2010, la organización ha entregado alrededor de 100 millones de dólares en donaciones e inversiones… Para fundar la organización, Google donó 3 millones de acciones durante su oferta pública inicial (IPO). A la fecha de marzo de 2012, los 3 millones de acciones de Google.org estaban valuadas en aproximadamente 1840 millones de dólares. En 2013, la corporación afirmó en su sitio web que había entregado «100 millones en donaciones, 60 000 horas y 1 000 millones de dólares en productos»

Así continúa el boletín 101 de la SEP: “La plataforma de Google para Educación es la misma que se usa actualmente en Italia, Suecia, Chile, El Salvador, Malasia e Indonesia a nivel nacional, y en grandes ciudades como Río de Janeiro y Nueva York, además de importantes universidades nacionales como UNAM y Universidad de Guadalajara.”

Pienso que las trasnacionales no dan paso sin huarache… ¿Por qué la SEP le da «todo el poder» a una empresa hegemónica de las telecomunicaciones y la informática a nivel mundial? ¿Cuánto obtendrá en ganancias Google como empresa con este respaldo del gobierno mexicano? Debo aclarar que no se trata de dar la espalda a las nuevas tecnologías de la información, la comunicación y el conocimiento, pero me parece contradictorio que un gobierno que se dice «impulsor de la transformación de la vida pública», le entregue la educación pública, sobre todo en esta coyuntura de la emergencia sanitaria, a ese tipo de empresas. Se abre un gran debate.

Fuentes consultadas:

(1) SEP. Boletín 101 del 22 de abril, 2020. https://www.gob.mx/sep/articulos/boletin-no-101-inicia-sep-en-colaboracion-con-google-capacitacion-virtual-de-mas-de-500-mil-maestros-y-padres-de-familia?idiom=es

(2) Ver https://www.ilce.edu.mx/

(3) Ver https://es.wikipedia.org/wiki/Google

Fuente e imagen: https://www.sdpnoticias.com/columnas/la-educacion-publica-en-la-nube.html

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México: Arranca SEP capacitación de Google for Education a 500 mil maestros

América del Norte/ México/28.04.2020/ Fuente: puentelibre.mx.

 

La Secretaría de Educación Pública inición con la capacitación virtual de más de 500 mil maestros y padres de familia como parte de las acciones del gobierno federal ante al emergencia del coronavirus. Esta instrucción virtual será en colaboración con el gigante tecnológico Google.

Lo anterior lo informó la SEP mendiante boletín de prensa en el que manifestaron que aplicarán rigurosos estándares de seguridad para el adecuado uso y acceso a la plataforma, la cual llegará a más de un millón de docentes.

«Los contenidos educativos precargados en la plataforma se encuentran ligados a los aprendizajes esperados de los Libros de Texto Gratuitos», manifestó a su vez el Secretario de Educación, Esteban Moctezuma Barragán.

El propio Esteban Moctezuma Barragán participó en la capacitación inicial, de manera virtual, para más de 500 mil docentes y padres de familia que ofreció Google para Educación, en el uso de la plataforma GSuite.

«La plataforma digital, que el día de hoy alcanzó más de 900 mil visitas, es una estrategia auxiliar de educación a distancia, con contenido gratuito y herramientas para el aprendizaje, la cual se estima que llegue a más de un millón de docentes en el país».

El comunicado dice lo siguiente:

«Google para Educación es utilizada por más de 120 millones de estudiantes y maestros a nivel mundial; permite a los docentes gestionar las clases y comunicarse con los estudiantes. Además, por los próximos seis meses, la SEP en colaboración con Google, dará soporte a los docentes en el uso de la plataforma a través de cursos y talleres de apoyo.

Moctezuma Barragán reiteró que todos los materiales que se construyen para el programa Aprende en Casa, tanto para la televisión, radio e internet, son auxiliares educativos emergentes que están relacionados con los planes y programas de estudio, y con los aprendizajes esperados de los Libros de Texto Gratuitos.

Al participar en el seminario web de introducción para el uso de estas herramientas denominado La Nueva Escuela Mexicana en línea: Desaprendiendo para reaprender, el Secretario de Educación destacó que “particularmente en este momento de emergencia sanitaria, es muy importante estar unidos y que este aprendizaje a distancia se convierta, para las maestras y maestros, para los padres de familia, en una herramienta alternativa para continuar con el aprendizaje de las niñas, niños, jóvenes y adolescentes”.

Detalló que el programa, resultado de una colaboración público-privada permite continuar las actividades educativas del país y forma parte de la estrategia de educación a distancia del Gobierno de México, en la Nueva Escuela Mexicana que encabeza el Presidente Andrés Manuel López Obrador.

Recalcó la importancia de allegarse de información oficial a través de los canales correctos y evitar información falsa; puso a disposición de todos los docentes sus redes sociales en Twitter como @emoctezumab; Facebook y YouTube como Esteban Moctezuma Barragán, y en Instagram como @emoctezumab.

Jimena García, responsable de Google para Educación en México para el sector público, agregó que la empresa capacitó a las áreas de tecnología de cada estado para supervisar y administrar la seguridad de la información. Puntualizó que las cuentas creadas de las figuras educativas de educación básica a nivel nacional, ya tienen cargado el contenido educativo correspondiente al grado y asignatura del docente.

Los datos personales recabados por las secretarías de educación locales serán utilizados y resguardados bajo sus rigurosos estándares de privacidad y Google garantizará la seguridad para el adecuado uso y acceso a sus plataformas.

Indicó que los servicios de Google para Educación no contienen publicidad ya que los perfiles se crean únicamente con fines educativos. El uso de la plataforma no implica el ejercicio de recursos públicos.

La plataforma de Google para Educación es la misma que se usa actualmente en Italia, Suecia, Chile, El Salvador, Malasia e Indonesia a nivel nacional, y en grandes ciudades como Río de Janeiro y Nueva York, además de importantes universidades nacionales como UNAM y Universidad de Guadalajara.

Para mayor información sobre las acciones de capacitación, los usuarios pueden acceder al sitio web: gg.gg/educacionadistanciaMX, en el cual se publicarán las ligas de los seminarios web realizados para consultas posteriores y la información de las próximas sesiones en línea, que serán cada miércoles en vivo por los canales oficiales de la Secretaría de Educación Pública en YouTube»

Fuente de la noticia: http://puentelibre.mx/noticia/arranca_sep_capacitacion_de_google_for_education_a_500_mil_maestros_mexico/

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