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Sobre la Ley Educativa en Puebla

Por: Manuel Gil Antón

 

Hay inquietud entre diversos sectores sociales en torno a la manera en que se armonizó la Ley Estatal de Educación, con la Ley General de Educación, reglamentaria de la Reforma al Artículo 3º. de la Constitución.

Se ha concentrado la atención en 10 puntos, que destaca Portal, Periodismo Irreverente (https://www.periodicocentral.mx/2020/politica/item/10272-estos-son-los-10-puntos-mas-importantes-de-la-nueva-ley-de-educacion-de-puebla ) y que en este escrito se emplean, tal como los publicó este portal, con el fin de en cada caso, ofrecer una opinión que difiere de la que considera que esta ley atenta contra las libertades y es, casi, una expropiación de los bienes (muebles e inmuebles) de las escuelas particulares, entre otros temores.

Sin ser, ni pretender ser, un experto en leyes o asuntos legales, creo que puedo ofrecer una lectura distinta a la que ha causado inquietud en la población de esa entidad. De este modo, contribuir a una mirada más serena y menos alarmista como es la que, a mi juicio, ha dominado). Hay, incluso, una petición en la plataforma en la que al momento en que redacto estas cuartillas han sobrepasado las 26 mil firmas.

Están, por supuesto, en todo su derecho de firmar lo que les plazca, y también es preciso señalar que lo que en adelante escribiré tiene en mente la menor intención de defender al gobierno que encabeza el Sr. Barbosa, ni al Congreso del Estado. No es mi trabajo hacerlo.

Lo que busco es brindar a las personas que con buena fe sienten amenazada a la educación poblana, hasta el punto de señalar que esta ley busca establecer la educación socialista en la entidad, una visión diferente a la que se ha tornado dominante y que, a mi juicio, no tiene asidero legal.

Con esta intención, y en este contexto, solicito a Educación Futura la publicación de estos comentarios. Seguiré los 10 puntos que el portal aludido señala como los más preocupantes.

  1. Las Universidades públicas colaborarán en procesos de fiscalización

En su artículo 121, la Ley de Educación de Puebla establece que las instituciones de educación superior públicas colaborarán para los procesos de fiscalización que se les practiquen. El Poder Ejecutivo Estatal propondrá en el proyecto de presupuesto de egresos de la entidad, la asignación de recursos de cada uno de los niveles de educación a su cargo para cubrir los requerimientos financieros, humanos, materiales y de infraestructura.

“Las instituciones públicas de educación superior colaborarán, de conformidad con la ley en la materia, con las instancias fiscalizadoras para verificar la aplicación de los recursos que se le destinen derivados de este artículo”.

En el caso de que tales recursos se utilicen para fines distintos, se estará a lo previsto en la legislación aplicable sobre las responsabilidades administrativas, civiles y penales que procedan.

OPINIÓN MGA: Se enmarca en el tema de las Universidades públicas y la rendición de cuentas. Este asunto es para evitar que las universidades autónomas, o de cualquier tipo, aleguen a la autonomía, la libertad de cátedra e investigación o cualquier modalidad, como una muralla para dar cuenta de sus gastos y contrataciones a la sociedad, vía el congreso.

Me parece bien lo estipulado. Este tema orientado a no confundir autonomía con autarquía o impunidad, se ha discutido mucho. Se les va revisar lo que hacen con dinero público, y deben colaborar con ello. Me parece adecuado  y ya está establecido en la Ley Federal.

  1. Bienes Muebles e Inmuebles de particulares serán parte del Sistema 

En su artículo 105, la Ley establece que los bienes muebles e inmuebles de las escuelas particulares pasarán a ser parte del Sistema Educativo Estatal, en el que también están las escuelas públicas de la entidad.

“Los muebles e inmuebles destinados a la educación impartida por las autoridades educativas estatal y municipales y por los particulares con autorización o con reconocimiento de validez oficial de estudios en el Estado de Puebla, así como los servicios e instalaciones necesarios para proporcionar educación, forman parte del Sistema Educativo Estatal”

Los muebles e inmuebles deberán cumplir con los requisitos de calidad, seguridad, funcionalidad, oportunidad, equidad, sustentabilidad, resiliencia, pertinencia, integralidad, accesibilidad, inclusividad e higiene.

OPINIÓN MGA: Se señala que los bienes muebles e inmuebles de particulares serán parte del sistema educativo estatal: este punto puede entenderse, con buena fe, o esgrimirse, de forma interesad, cual grave alarma, como que el gobierno será propietario de los edificios y demás cosas de las particulares. No me parece el caso de ninguna manera, pues eso sería una especie de expropiación e iría contra la Constitución en varios artículos, entre ellos el propio 3º.

Lo que quiere decir es que, cuando el estado de Puebla diga el monto de escuelas, salones, computadoras, maestras y maestros y demás elementos educativos con que cuenta la entidad, se pondrán en la cuenta del Sistema Educativo de Puebla (no del público, sino del conjunto) los de los particulares que brinden educación con la debida autorización. Digamos que, como se hace en la CDMX o en el país, los planteles de la Ibero, y los estudiantes de ella, forman parte de la matrícula nacional y la de la Ciudad, pero para fines de la capacidad de atención, es decir, de cuántas instituciones, lugares para estudiar, profesores y todo eso que tiene la entidad y el país.

Se puede poner otro ejemplo, aunque ahora nos entristezca: las camas del hospital ABC, o del del Sanatorio Español, cuentan como camas con las que se cuenta para atender a personas con COVID-19: el estado no las tiene en propiedad, sino que el país, la ciudad o un estado pueden decir la cantidad de esos servicios disponibles, incluyendo en esa sumatoria a lo que tienen los particulares: nunca pierden el derecho de propiedad, nada más se toman en cuenta (en la cuenta): que no tenga miedo a que perderán propiedades o equipo: no es el caso en esta Ley.

  1. Directivos de particulares deben rendir informes

En el artículo 117 del decreto se establece que la Secretaría de Educación local y las autoridades federales tendrán la responsabilidad de promover la transparencia en las escuelas públicas y particulares en las que se imparta educación obligatoria, vigilando que se rinda ante toda la comunidad, después de cada ciclo escolar, un informe de sus actividades y rendición de cuentas, a cargo del director del plantel.

Artículo 117 fracción XX:

“Promover la transparencia en las escuelas públicas y particulares en las que se imparta educación obligatoria, vigilando que se rinda ante toda la comunidad, después de cada ciclo escolar, un informe de sus actividades y rendición de cuentas, a cargo del director del plantel”.

OPINIÓN MGA: Este asunto consiste en que la ley mandata a las autoridades de las escuelas particulares para que, cada ciclo escolar, informen a SUS comunidades de padres de familia, es decir, a sus clientes, al respecto de lo que se hizo en la escuela en el ciclo que acaba de terminar. No veo problema, dado que lo mismo se establece para las escuelas públicas, en cuyo caso no es frente a sus clientes, sino sus usuarios del bien público del que se encargan.

  1. Escuelas con colores neutros y regulación de nombres

En su artículo 112, el gobierno estatal propone que los planteles particulares deberán tener colores neutros, además de que no tendrán los nombres de cualquier funcionario público en el desempeño de su encargo, cónyuges o hasta el segundo grado de parentesco.

En comisiones, los diputados expresaron que esa medida es para evitar la promoción de servidores públicos, por lo que la SEP estatal será la que regule los nombres y los colores de los planteles.

“Los planteles educativos de cualquier nivel que formen parte del Sistema Educativo Estatal no deberán consignar los nombres de los funcionarios públicos y representantes populares durante el desempeño de su encargo, el de sus cónyuges o parientes hasta el segundo grado, ni el de los representantes sindicales del magisterio en funciones o por haber ocupado cargos de representación gremial”.

OPINIÓN MGA:  Que las escuelas públicas y particulares deban contar con colores neutros y regulación de nombres, es para evitar que una escuela se llame Miguel Barbosa y esté pintada del color de Morena, o se llame como un senador panista, y se pinte de azul y blanco o tricolor si se trata de otro partido. Es para impedir el uso político de los planteles. Nada de qué preocuparse, salvo que se pretenda hacer propaganda con los colores de las fachadas o nombres de los planteles

  1. SEP Estatal podrá investigar incrementos en las cuotas de particulares

La Secretaría de Educación también podrá iniciar investigaciones en las instituciones privadas por denuncias de los alumnos o tutores por excesos en los cobros de cuotas, de acuerdo con el artículo 146 de la ley.

Artículo 146 párrafo 3

“Derivado de las acciones de vigilancia, si las autoridades respectivas identifican que los particulares han aumentado los costos en la prestación de los servicios educativos sin apego a las disposiciones aplicables en la materia, darán aviso a las autoridades competentes para los efectos a los que haya lugar”.

OPINIÓN MGA: Esta es un a atribución de la Ley General, y opera en los estados. La ley aclara que la SEP entra en caso de denuncias, pero para avisar a la autoridad competente  (NO ES LA SEP) con el fin que se revise el apego a las disposiciones aplicables en la materia. Ignoro si será la Procuraduría Federal o su respectiva entidad local de Defensa del Consumidor. Si una escuela eleva sus cuotas 100%, y la autoridad educativa se entera y considera que eso no está establecido, o si hay quejas, la autoridad competente (Insisto NO SEP) interviene siempre y cuando haya denuncias o señalamientos, y éstas tienen que ser fundadas, argumentadas.

  1. Prohibición de venta de comida chatarra

En su artículo 86, la administración estatal establece la prohibición de la distribución y comercialización de alimentos chatarra y bebidas energizantes dentro y en las inmediaciones de todos los planteles educativos, sean públicos o privados.

“Dentro de las escuelas queda prohibida la distribución y comercialización de los alimentos que no favorezcan la salud de los educandos, así como las bebidas energizantes.

Las autoridades educativas estatal y municipales promoverán ante las autoridades correspondientes, la prohibición de la venta de alimentos con bajo valor nutritivo y alto contenido calórico en las inmediaciones de los planteles escolares”.

OPINIÓN MGA: Eso se aplica a públicas y privadas, y ¡¡¡en buena hora!!! No más cometarios.

  1. Particulares, impedidos para condicionar educación por uniforme y materiales

Con la nueva iniciativa de decreto estatal de educación, las escuelas particulares ya no podrán condicionar el servicio de educación a la adquisición del uniforme y de los materiales didácticos que solicite la escuela.

El artículo 147 de la ley establece la multa para los particulares que nieguen el acceso a la educación por no portar el uniforme o llevar los materiales que se les pidan serán multados con sanciones económicas de entre 8 mil 688 a los 86 mil 880 pesos.

OPINIÓN MGA: En cierto sentido, se entiende que el uniforme no es obligatorio, pero sobre todo que no se condicione el servicio a la compra del uniforme, así como de los materiales, a un proveedor exclusivo que asigna o contrata la propia escuela. Si una mamá o un papá quiere comprar o hacer el uniforme, y no comprarlo en la escuela, tiene derecho; si decide adquirir los materiales de la lista al inicio del curso, o durante el transcurso, en las tiendas que quiera, tiene derecho: es un artículo orientado a no condicionar el servicio a adquirir estos elementos obligatoriamente  donde la escuela mande: es libertad de comercio, en el sentido de compra libre, y no generar pequeños pero lucrativos negocios, que los ha habido y muy deplorables.

Lo del uniforme obligatorio cada entidad lo decide. En la CDMX es optativo en todas las escuelas, públicas y privadas, pero en general los padres se ponen de acuerdo sin problema: el uniforme tiene sentido para que no hay distinción de clase o estratos sociales entre los y las chavas.

  1. Multas de 440 mil pesos a quienes retengan documentos por adeudos

Entre las sanciones que se adicionaron a la Ley de Educación se encuentra la infracción por retener documentos personales y académicos a quienes tengan adeudos.

En el mismo artículo 147 la sanción en contra de las escuelas particulares podrá variar entre los 86 mil 880 a los 440 mil 310 pesos.

OPINIÓN MGA: En este caso, el bien a proteger es la o el alumno para que en caso de haber terminado un ciclo y aprobarlo, tenga la constancia o el certificado correspondiente, pues los adeudos pueden implicar la suspensión del servicio, pero NUNCA la entrega de certificados previos.

Si no se pagan tres meses,  supongamos, sin causa que pueda ser considerada como una excepción (como la muerte del o la coordinadora del hogar como principal providente) y de acuerdo a lo que decida la escuela; si no se paga, insisto, sin duda, dado que hay un contrato entre padres y escuela, se puede suspender el servicio, pero no condicionar los documentos o constancias de cursos previos: esto es, que los documentos escolares no sean moneda de cambio para la realización del pago, que no sean una especie de extorsión, pues se ha comprobado que el perjudicado es el o la niña. En su caso, el diferendo se tiene que dirimir en la Procuraduría del Consumidor, o la instancia de juicios administrativos correspondiente.

  1. Clausurarán escuelas que operen sin permisos

En los casos donde una institución imparta educación preescolar, primaria, secundaria, normal y demás, para la formación de docentes para la educación básica y no cuente con la autorización correspondiente, se procederá con la clausura del plantel.

OPINIÓN MGA: LA clausura de escuelas que operen sin permiso, va totalmente de acuerdo con lo que manda la constitución, en tanto se ofrezca que el certificado tendrá valor oficial. Vale tanto para autorización a particulares en la escuela básica, lo cual es un trámite establecido en el Artículo 3º., como para el Reconocimiento de Validez Oficial de los Estudios en educación superior. No hay cambios a lo establecido en Constitución o Ley General. Ahora bien, si una persona quiere abrir una escuela de futbol, por ejemplo, obviamente es un negocio o una acción no lucrativa, pero no habilita para ser, oficialmente, reconocido como Licenciado en Lateral Derecho con perfil Zurdo.

  1. Habrá Programa Educativo Estatal elaborado por SEP

La nueva Ley educativa del estado establece, en su artículo 115, que la Secretaría de Educación de Puebla será la encargada de elaborar un Programa Educativo Estatal de carácter plurianual para garantizar el acceso a la educación con equidad y excelencia para todos.

“El Programa Educativo Estatal de Puebla, tendrá un carácter plurianual y contendrá de manera integral aspectos sobre la infraestructura y el equipamiento de la infraestructura educativa, el avance de los planes y programas educativos, la formación y prácticas docentes, la carga administrativa, la asistencia de los educandos, el aprovechamiento académico, el desempeño de las autoridades educativas y los contextos socioculturales, entre otros”.OPINIÓN MGA: Es facultad de los estados, a través de la autoridad educativa de la entidad, general el programa educativo de el territorio que gobiernan y los servicios que administran. No puede ser contradictorio con el general, El Programa Educativo Nacional previsto en la Constitución también, que la SEP indica para el país. No hay problema, y lo ideal es que fuese luego de una amplia consulta, pero eso es una buena política, no un mandato.

Leer Más: https://www.periodicocentral.mx/2020/politica/item/10272-estos-son-los-10-puntos-mas-importantes-de-la-nueva-ley-de-educacion-de-puebla#ixzz6NUZ5KYBz

Con estas opiniones, se procura ubicar la consideración de la Ley en sus términos, que, a mi entender, no requieren interpretación muy especializada. A la letra dicen lo que dicen, y creo que es conveniente considerarlos con menos apremio y juicios previos.

La lectura y el significado que ofrezco no es de un especialista en derecho, pero sí de quien, con buena fe, intenta cotejar la Ley poblana, con la Ley General de Educación y la propia Constitución. Ojalá sirva para abrir un cauce mejor al diálogo publico en la materia.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/sobre-la-ley-educativa-en-puebla/

Imagen: https://pixabay.com/

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Cursos propedéuticos y diagnósticos sí, remediales, ¿por qué?

 Abelardo Carro Nava

Generalmente, cada inicio de ciclo escolar, semestre o cuatrimestre, los maestros y maestras aplican un diagnóstico en el grupo que, conforme a la organización establecida en la institución educativa en la que se encuentran adscritos, atenderán en lo sucesivo; esta instrumento/herramienta les permite, dependiendo del nivel educativo, conocer varios aspectos del desarrollo humano de sus alumnos, pero también, comprobar lo que el niño/adolescente o joven, conoce con relación a los aprendizajes adquiridos en grados escolares inferiores de aquel que va a cursar; esto, con excepción del preescolar, donde la observación resulta fundamental para conocer la socialización de los niños una vez que han dejado el hogar y se incorporan al sistema escolarizado de enseñanza. En este sentido, no es de extrañarse que la educadora o educador, durante las dos primeras semanas del curso, tenga a la mano libreta, lápiz y goma, para registrar las conductas del infante, para anotar las expresiones que realiza, para identificar sus intereses y necesidades; en fin, para todo aquello que resulte indispensable registrar con el propósito de comenzar la planificación de las actividades y el abordaje de los contenidos.

En primaria, ese diagnóstico que, como bien sabemos es muy diverso y enriquecedor, se complementa o extiende con la aplicación de una serie de cuestionarios, pruebas y exámenes; ¿su propósito? Es que el docente tenga un conocimiento sobre los avances que se lograron con relación a los aprendizajes que, de acuerdo a un plan de estudios, grado escolar y etapa de desarrollo, el estudiante debería poseer. Luego entonces, la ecuación se repite en secundaria, bachillerato y, desde luego, en la universidad. De esta forma, quienes hemos tenido la maravillosa oportunidad de pisar un salón de clases, sabemos de la importancia que reviste tal acción. De ello depende, en buena medida, las adecuaciones curriculares que podrán realizarse antes de comenzar con el abordaje de un plan de estudios.

Ese diagnóstico, entonces, ¿es para conocer a los alumnos? Tal y como lo he planteado así parece, sin embargo, habría que decir que tal ejercicio trae consigo un aspecto que, muy pocas veces, se toma en cuenta, me refiero al análisis de las capacidades que el propio docente realiza y que tienen que ver, directamente, con sus conocimientos habilidades, actitudes y valores. Es decir, pareciera ser que, en la aplicación de un diagnóstico, solamente un actor es evaluado, y no es cierto porque, como ya he dicho, en el momento en que el profesor o profesora diseña ese diagnóstico, lo aplica, evalúa e interpreta, también éste se diagnóstica y, desde luego, le lleva a reflexionar sobre lo que habrá de realizar para que sus objetivos educativos, se cumplan satisfactoriamente cuando concluya el ciclo escolar.

Pensemos en una profesora de una escuela primaria que atiende primer grado; también pensemos, que dicha profesora ha adquirido una experiencia y conocimiento importante porque, durante su trayectoria profesional, ha trabajado, mayormente, con niños de este grado y edad. Luego entonces, la aplicación de un diagnóstico, y sus resultados, serán diferentes en cada uno de los años en los que pudo haber atendido ese grado escolar. ¿Por qué sucede esto? La respuesta es obvia, todos los niños son diferentes, así como también, los conocimientos que éstos pudieron haber adquirido en los grados escolares inferiores. Tal hecho, ¿propiciaría que la profesora tuviera que pensarse y reflexionarse para “adecuarse” a las “condiciones” que sus alumnos le exigen? Pienso que sí porque esa demanda, ese conocimiento, ese saber, que pudo haber obtenido del diagnóstico, la llevará a realizar una práctica, sino diferente, sí acorde a los que sus alumnos le exigen.

Ahora bien, generalmente en educación superior, se pone en marcha un curso propedéutico con la finalidad de acercar a los estudiantes al aprendizaje que, en los cuatrimestres o semestres sucesivos, abran de adquirir; esto, dependiendo de la carrera profesional seleccionada y, desde luego, del campo científico en la que ésta se encuentra inmersa. Luego entonces, la adquisición de esos saberes que lo acercarán al campo de estudio, se vuelve un aspecto fundamental para que, el alumno, conozca todo aquello que está relacionado con la disciplina que será parte de su quehacer profesional.

En el nivel básico de nuestro sistema educativo, no todas las instituciones educativas realizan dicha acción; esto, probablemente, porque sus dinámicas de trabajo son diferentes y porque, desde mi perspectiva, atienden las indicaciones que la Secretaría de Educación Pública (SEP) emite cotidianamente y que, las autoridades educativas de buena parte de los estados, aplican a rajatabla al inicio del ciclo escolar. Con esto no quiero decir que se desconozca, por el contrario, muchas veces la intención de desarrollar un curso propedéutico se ve rebasada por una exigencia desmesurada de la autoridad escolar o estatal, y porque la burocratización de la enseñanza los ha llevado a cumplir con un sinfín de acciones que, para acabar pronto, nadie lee pero que todo mundo exige. En fin. Como decía, este curso, desde mi perspectiva, brinda ese acercamiento al contexto escolar y a la información que lo llevará a lograr un aprendizaje durante el ciclo escolar.

¿Puede, en estos momentos de contingencia, diseñarse un plan para que, en lugar de cursos remediales se desarrollen cursos propedéuticos donde el diagnóstico sea la punta de lanza para lograr el abordaje de aquellos contenidos cuya relevancia no debe dejarse de lado? Desde luego. Tal plan debería considerar, al menos, cuatro acciones:

1. La aplicación de un diagnóstico, con dos vertientes: a) test para valorar el estado emocional, físico e intelectual de los alumnos; b) cuestionarios, pruebas o exámenes sobre los grados escolares inferiores, mismos que consideren lo que tuvo que aprender el alumno. Claro, aquello que puede denominarse como “básico” para después, fortalecerlo con los demás contenidos.

2. Temas que pueden ser abordados y/o fortalecidos de las distintas asignaturas; esto, dependiendo del nivel educativo y que, del resultado de ese diagnóstico, puedan ser trabajados con los alumnos. Resultaría muy útil trabajar a través del aprendizaje basado en proyectos para que, precisamente, los estudiantes, con los temas que no lograron abordarse (y que pueden articularse), elaboren un proyecto sobre el Covid, sus causas y consecuencias, por ejemplo.

3. Incluir lo relacionado con temas de vital importancia y que se encuentran en áreas que, muchas veces, no tienen la relevancia que deberían tener; me refiero a algunos contenidos de educación física y socioemocional. Acción que, dese luego, traería grandes beneficios porque, como se ha conocido, en nuestro país, hace falta que se profundice en las escuelas, sobre varios temas ligados con la higiene, salud, alimentación, violencia, inseguridad, entre otros.

4. Finalmente, incluir, en dicho curso, algunos aspectos sobre la escuela (si es que los alumnos se incorporan o transitan a otro nivel, por ejemplo: de preescolar a primaria, de primaria a secundaria, y así sucesivamente), sus antecedentes, la visión y misión que tienen, el personal docente que integra el centro educativo, la organización escolar que en éste se encuentra, los reglamentos (incluye o debería incluir, el protocolo para el regreso a la escuela), entre otros.

Visto de esta forma, resulta favorable que los colectivos docentes pudieran diseñar sus propios cursos propedéuticos; los puntos dados a conocer en estas líneas son, precisamente, una serie de sugerencias que pueden ser adaptables a cualquier contexto y a cualquier escuela. El tiempo para su desarrollo, desde luego, dependerá de los colectivos docentes y de los resultados que el diagnóstico puede arrojarles.

Si pensamos en un curso remedial, tal y como la ha anunciado el Secretario de Educación de nuestro país, significaría que el trabajo educativo que se ha hecho durante esta contingencia sanitaria por el Covid-19 que estamos viviendo en México, estuvo mal hecho, y no es cierto. Como bien sabemos, hay una brecha de desigualdad importante que, la pandemia, hizo más que evidente, lo cual no significa que no hayan aprendido algo los niños, adolescentes y jóvenes. ¿Qué aprendieron?, ¿cómo lo aprendieron?, ¿para qué lo aprendieron? y ¿de qué manera esos aprendizajes pueden relacionarse con la escuela y los contenidos que se abordan en ésta? Son preguntas fundamentales que no parten de la premisa que afirma que es necesario “nivelar a los estudiantes”, sino más bien, de reconocer que los estudiantes aprendieron; por tal motivo, el reto que observo es: ¿cómo acercar ese aprendizaje informal y no formal, con el formal que puede generarse en la escuela?

Fuente: https://profelandia.com/cursos-propedeuticos-y-diagnosticos-si-remediales-por-que/

Imagen: silviarita en Pixabay

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Docentes, Directivos Escolares y Pandemia

Por: Juan Carlos Miranda Arroyo

En esta colaboración abordo el tema de los pesos específicos o los valores relativos que tienen docentes y directivos escolares en los llamados procesos de «calidad» de la Educación Básica Pública (EBP); así como la participación de las familias en las actividades escolares de los estudiantes. Todo esto dicho tanto en contextos de la pandemia-epidemia del coronavirus como en contextos de no emergencia sanitaria.

E. Deming decía que la responsabilidad de la calidad (en la producción de bienes y servicios) no era de los trabajadores u operadores, sino de los directores y gerentes porque eran éstos los que diseñaban los ambientes de trabajo y tomaban decisiones claves que afectaban los resultados. ¿Qué podemos decir de esa tesis en el ámbito de la Educación Básica Pública (EBP)? ¿Es válido hablar de máxima responsabilidad de los directivos y mandos altos de la EBP, y no tanto de los docentes, en cuanto a la «calidad» de la educación?

Cuando le preguntaron a W. Edwards Deming (1900-1993) estadístico estadounidense, profesor universitario, consultor y creador del novedoso concepto de “calidad total”: “¿Dónde se hace la calidad?”, él contestó: “En la sala de reuniones de la junta directiva”. En efecto, para Deming, la nueva filosofía de la calidad debe derribar algunos mitos como el siguiente: “Culpar a los trabajadores (que solamente son responsables del 15 por ciento de los errores), mientras se pasa por alto el sistema diseñado por los gerentes, que son responsables del 85 por ciento de las consecuencias indeseadas.

En esto coincido con varios autores cuando se aborda este tema en el ámbito de “lo educativo” (recientemente se lo escuché a Manuel Gil Antón, en Querétaro), debido a que las condiciones, los ambientes, la formación profesional, los planes y programas académicos, los principios pedagógicos, la cantidad de estudiantes por grupo o por docente; así como otras decisiones que se toman en los sistemas educativos públicos, afectan de manera indirecta y directa a los procesos educativos y pedagógicos de aula; por todo ello, considero que el papel de las y los directivos escolares es tan relevante (o quizá más trascendente) que el papel que juegan los docentes frente a grupo, en términos de los factores generales considerados durante la evaluación de la “calidad” del sistema educativo.

Lamentablemente las políticas públicas educativas en México, históricamente, sólo han volteado a ver (y a veces a mal ver) a la figura del docente, a quien ubican como el responsable principal de los fracasos educativos. Las instituciones formadoras de profesionales de la educación, por ejemplo, han diseñado y desarrollado diversos programas formativos y de profesionalización para docentes, sin embargo, no existen programas robustos y de profesionalización completa, amplia, diversificada, que estén dirigidos hacia las y los directivos escolares. Lo que existen son cursos cortos, diplomados aislados, programitas de coyuntura, sin una conexión ni vinculación con las normas y procedimientos de selección (evaluación) para la promoción de estas figuras claves del sistema educativo. En otras palabras: Si en alguna institución formadora de profesionales de la educación (Normales, Normales Superiores, Centros de Actualización del Magisterio y Unidades de UPN) existen programas académicos para formar profesionalmente a las y los directivos escolares, éstos no son vinculantes con respecto a los procesos de promoción, en términos laborales.

Es triste observar que entre la selección de candidatos del modelo anterior (mecanismos escalafonarios paritarios SEP-SNTE) y los procedimientos del modelo actual (exámenes estandarizados) no hay una diferencia sustantiva, en tanto que el sistema educativo y las instituciones del normalismo, han sido diseñados para que los directivos escolares no sean preparados profesionalmente antes de ocupar el cargo, sino después, a base de experiencia. “La práctica hace al directivo escolar”, dice implícitamente el discurso oficial.

En los hechos y en la retórica oficiales hay una ausencia de las figuras de las y los directivos escolares en los planes de desarrollo educativo. Tal parece que no hay una visión amplia y consistente acerca del papel que juegan estas figuras, como organizadores de comunidades, como líderes académicos o pedagógicos de las colectividades y las diversidades educativas. La apuesta de las políticas públicas educativas, por el contrario, está completamente centrada en la figura de la y el docente. Implícitamente, las tareas de los directivos escolares están orientadas hacia la gestión administrativa y escasamente hacia la gestión educativa o pedagógica.

En la actual coyuntura de la pandemia, los y las directivos escolares han sido llamados a ocupar, por parte de sus superiores, el papel o rol burocrático más lamentable: primero el control, los deberes, el cumplimiento, la formalización estadística, la rigidez de los tiempos y luego las personas.

Hoy la crisis de la pandemia, que ha colocado a la escuela en una situación de franca ruptura, también ha puesto al descubierto la miseria institucional acerca de la mirada que se tiene en torno a la y el directivo escolar: Al cual no se le concibe por el trabajo tan importante que realiza (o debe realizar o desarrollar): el liderazgo educativo y pedagógico.

Algunos comentarios en el camino

A la pregunta: ¿Es válido hablar de máxima responsabilidad de los directivos y mandos altos de la EBP, y no tanto de los docentes, en cuanto a la «calidad» de la educación? Surgieron algunos comentarios en la red Twitter.

“Es válido porque son a partir de sus directrices las que dictan el rumbo y los objetivos de la educación. Aunque si se los preguntas a ellos, lo negarán.” (@REobservatorio)

“En educación, como en muchas tareas humanas, la responsabilidad es compartida por los involucrados. La conducción de la política tiene un enorme poder de decisión y, por tanto, de responsabilidad. Pero eso no exime a los agentes escolares, ni justifica una mala actuación. Saludos.” (@TeresaBrachoG)

Pregunto: ¿Es válido identificar los pesos específicos o el valor relativo de uno y otros actores de los procesos educativos y didácticos, sobre todo en la escuela pública?

“No creo que se pudiera hacer de manera general. Cada centro escolar, cada entidad federativa, … tiene formas diferentes de aplicar las políticas más generales. Y estas tienen también márgenes de aplicación. ¡¡¡Por eso es vital entender la gestión escolar!!!” (@TeresaBrachoG)

“La vocación y el compromiso de los #docentes ha sido una constante en este contexto de emergencia. Conoce sus testimonios y experiencias en la cuarta edición del semanario #EducaciónEnMovimiento” (@MejoreduMX)

Me pregunto: Y la vocación y el compromiso de las y los directivos escolares, en esta coyuntura sanitaria y ante la Jornada Nacional de Sana Distancia, ¿no es una constante?

Voltear a ver, en serio, a las y los directivos escolares

Para el especialista en calidad y asesor clave en el despegue de la industria japonesa entre 1960 y 1985, “el trabajador no es responsable de los defectos (de los productos o servicios), sino que la mayoría de los defectos se originan en el sistema” (Ver el libro de Rafael Aguayo: El método Deming). Deming afirmó en uno de sus libros, que una de las 7 enfermedades principales de la gerencia, es llevar a cabo la “Evaluación por rendimiento, clasificación de méritos o revisión anual de resultados… (porque) … la evaluación del comportamiento, a través de la calificación por méritos, está centrada en el producto final y no sobre el liderazgo para ayudar a la gente. Se destruye el trabajo en equipo y aumenta la rivalidad”.

Por otra parte, el papel de las familias en el desarrollo académico y la formación integral de las niñas, los niños y los jóvenes, ha sido estudiado en diferentes latitudes. La tendencia general de tales estudios y sus resultados, indica que, la mayor participación de las familias en los procesos de aprendizaje y de contención en la parte emocional hacia las y los estudiantes, crea ambientes que generan resultados favorables en términos de logro académico.

Quizá en estos hallazgos de la investigación educativa, se pueda sustentar que la educación no descansa sólo en los hombros de las y los docentes, sino en un equipo de trabajo más amplio, en una comunidad educativa comprometida y participativa, que generalmente está integrada por docentes, directivos escolares, asesores técnicos y miembros de las familias, que ofrecen sus experiencias para garantizar el pleno derecho a la educación de la niñez y la juventud en un contexto social determinado.

jcmqro3@yahoo.com

@jcma23

Fuente: https://profelandia.com/docentes-directivos-escolares-y-pandemia/

Imagen: Free-Photos en Pixabay

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Carpeta de experiencias vs. carpeta de evidencias, ¿carpetas de aprendizaje?

 Abelardo Carro Nava

Desde el pasado 20 de abril, cobró fuerza la idea de que los alumnos que estudian en algunos de los niveles educativos del país, tengan que elaborar o construir una carpeta de experiencias; esto, con la intención de asegurar que los contenidos derivados de la estrategia “Aprende en Casa” que la Secretaría de Educación Pública (SEP) implementó desde el pasado 20 de marzo, refleje los aprendizajes logrados durante la contingencia sanitaria (Unión, 27/04/2020). Sin embargo, aunque en el discurso se ha dicho que dicha carpeta no es una de evidencias (Profelandia.com, 15/05/2020), la verdad de las cosas es que prevalece una confusión en cuanto a lo que ésta significa y/o puede representar, tanto para los docentes como para los alumnos y padres de familia porque, si bien es cierto que una de experiencias difiere de una de evidencias, la línea que las une y separa es muy delgada y, como hemos conocido, las sugerencias que la SEP emitió sobre este asunto, poca claridad dan al respecto. Ahora bien, si a ello le agregamos que, en las diversas entidades federativas, cada autoridad la concibe como mejor considera conveniente, la situación se complica un poco más.

Y es que, para pocos es desconocido que la SEP y las Secretarías de Educación de los Estados, con el afán de asegurar que los maestros estén trabajando con sus alumnos, se les han ocurrido las ideas más descabelladas, sin considerar, lo que varios investigadores, académicos, profesores y/o padres de familia han dicho o expresado sobre las complicaciones que esto ha traído consigo, para que los estudiantes realmente “aprendan en casa”. De hecho, sobre los problemas que cientos de profesores están teniendo en estos momentos para trabajar con esta estrategia, no los abordaré en estas líneas; tampoco, de las circunstancias y condiciones de vida de miles de mexicanos para que sus hijos logren, por ejemplo, cumplir con las tareas vía internet; de eso ya he expresado mi opinión en anteriores entregas, en este y otros espacios. Lo que me parece importante y preocupante es que, conforme avanza el tiempo, las dependencias gubernamentales encargadas de dirigir la educación que se les brinda, o debe brindar, a los niños y adolescentes en nuestro país, no rectifiquen sus propuestas con el propósito de orientar el trabajo de los involucrados. Me explico (sin tanto tecnisismos, con la intención de que quien llegue a leer este texto, pueda comprenderlo. Pienso, en los padres de familia, por ejemplo, que no tienen un acercamiento o conocimiento profundo sobre los siguientes aspectos).

Para quienes nos encontramos inmersos en el magisterio, tenemos cierta claridad en cuanto a lo que significa una carpeta de experiencias o de evidencias. Tal vez, el rasgo común entre ambas, es que éstas se tratan de una estrategia – ya sea digital, electrónica o física –, que tiene como propósito recabar los productos que se obtienen de ciertas acciones, siendo éstas, la que marcan una diferencia importante pues, como su nombre lo indica, la de experiencias, recoge aquellos dibujos o relatos que surgen de la realización de una actividad o suceso, por ejemplo, sobre las dificultades que puede llegar a tener algún alumno para elaborar una historieta, sobre la lluvia o el calor intenso que se siente en el lugar en el que radica, sobre lo que vive a diario en el campo dado que ayuda a sus padres con la cosecha, etcétera. Para ello, la descripción y narración de hechos o sucesos que se desprenden de esas actividades, son un elemento fundamental en la construcción de esa experiencia. ¿Esto genera un aprendizaje? Por donde quiera que se vea, así es, porque en tal ejercicio, el estudiante pone en juego diferentes habilidades cognitivas/cognoscitivas para hacer su escrito o dibujo.

Por lo que se refiere a la carpeta de evidencias, como su nombre también lo indica, tiene como finalidad evidenciar/demostrar la realización de una actividad previamente definida por algo o por alguien, por ejemplo, resolver varios problemas matemáticos dados a conocer al niño o adolescentes a través de un libro de texto u hoja de ejercicios, contestar una serie de preguntas a través de un cuestionario, entre otras. ¿Esto genera un aprendizaje? También; solo que éste se logra a partir de varios factores que inciden en su adquisición tales como: la comprensión de los problemas matemáticos o de las preguntas del cuestionario, el razonamiento de esos problemas o de las preguntas planteadas, o bien, de la memorización/mecanización en la resolución de dichos problemas y/o preguntas. Obviamente que, al ser una tarea o actividad, tal y como lo argumentaba en el artículo que titulé: “La tarea, la madre de todas las batallas” (Carro, 5/05/2020), tiene que cumplirse y, por consiguiente, evidenciarse/demostrarse. Y en esa evidencia/demostración, juega un papel importante el mediador, en este caso, el padre de familia o el maestro que, como ya he sostenido, en el primer caso, no siempre tiene un conocimiento sobre las actividades encomendadas o bien, no puede brindar la orientación requerida porque, entre el educando y el profesor, no ha existido una posibilidad de comunicarse a la distancia.

En cualesquiera de los casos, la evaluación es inevitable. Y es aquí el punto fino de la discusión porque, si en resumidas cuentas pretendemos que se verifique el logro de un aprendizaje. Necesariamente tendría que afirmar que, en la construcción de ambas carpetas, se logran aprendizajes que, como bien sabemos, son adquiridos por los seres humanos de manera diferenciada. Por ello, considero, que no hay un procedimiento único para la adquisición de ese aprendizaje, pero sí se logra éste en términos de lo que tiene, o debería aprender, cierto alumno, dada su edad, capacidad cognitiva y del entorno/contexto que le rodea.

Llegado a este momento del texto seguramente usted se preguntará: ¿en dónde radica la confusión entonces? Ésta se haya en las finalidades de la evaluación de esas carpetas: la formativa y la sumativa. Esto, porque como bien se conoce, la primera tiende a valorar procesos; mientras que la segunda, la sumativa, tiende a valorar productos y, también, procesos, pero su prioridad es, indiscutiblemente, los productos. En todo caso, si pensamos en que una carpeta de experiencias recoge productos, lo interesante de esos productos no son éstos, sino el proceso que llevo a la consecución de los mismos. Por su parte, si pensamos en que una carpeta de evidencias recoge productos, lo interesante de esos productos son éstos y, en menor medida, el proceso que se siguió para el logro de esos productos. En resumidas palabras, si aceptamos tales consideraciones como válidas en la construcción de las carpetas en comento, tendríamos que aceptar que la carpeta de experiencias es formativa, porque su mirada está en el proceso y, por su parte, la de evidencias, califica, porque su prioridad son los productos – en términos de cantidad o, como la “nueva” escuela mexicana le ha nombrado, de “excelencia” –. En fin.

Como bien sabemos, cientos de niños no cuentan con los medios para seguir las trasmisiones en televisión, para ingresar a una plataforma o bien, para enviar las tareas que el profesor o profesora puede estar asignando vía correo electrónico o whatsapp, dados los contenidos que se tendrían que abordar en estos momentos; en consecuencia, tal parece que, a la SEP, se le olvidó un principio básico que se debe y tiene que considerarse en la construcción de una carpeta: que el alumno ELIGE qué productos puede integrar a ésta porque, tal decisión, es parte de esa formación y no de una calificación propiamente dicha. De nada sirve anexar mil productos a esta carpeta si, en su elaboración, solamente se “copió y pegó” información de alguna página de internet. Se trata pues, de incorporar aquellos productos que reflejen la decisión de elección de un proceso sobre un hecho o actividad que el estudiante haya vivido, ese día, en compañía de su padre o madre, solo por citar un ejemplo.

Imaginemos que en estos días en los que la cuarentena se ha extendido, en algún lugar de la República Mexicana, llovió intensamente en la comunidad donde radica “x” o “y” alumno. Este suceso, para él, puede ser significativo porque en su corta vida no había visto llover de esa manera, por qué no darle la oportunidad para que escriba cómo vivió este hecho, qué experiencia le dejó el suceso, cómo puede prevenirse la familia ante acontecimiento como éste, etcétera. ¿Necesariamente tiene que cumplir con la tarea que estipula un contenido sin que éste tenga una relación con lo que él haya vivido en esos días? Porque, desde mi perspectiva, esa historia, ese texto, esa serie de reflexiones, serían más valiosas y enriquecedoras, en todos los sentidos. Ya habría tiempo para trabajar en la relación entre esos hechos y los contenidos.

Por estas razones, de sobra estaría decir que lo intangible (aquello que no se ve en la adquisición de un aprendizaje) es, o deber ser, prioritario para que los procesos formativos de los estudiantes no se interrumpan y continúen. Desde luego, que lo tangible (aquello que sí se ve u observa), es necesario e importante, no lo niego; no obstante, tendríamos que pensar en las grandes brechas de desigualdad que existen en México y que, de alguna manera, imposibilitan trabajar mediante la tan llamada estrategia “Aprenda en Casa”. Consecuentemente, debemos reconocer que hay cientos de estudiantes que no la están siguiendo. La pregunta en todo caso sería: ¿no podría planearse una estrategia diferenciada, regionalizada y contextualizada, a partir de criterios y conocimientos claros en cuanto a lo que significa el aprendizaje a distancia? Reconozco que muchos de los maestros tienen conocimiento sobre ello, es decir, sobre la forma en que pueden o no trabajar con sus alumnos en un sentido formativo pero, desafortunadamente, la SEP y las Secretarías de los Estados, no lo tienen o, simplemente, tratan de evidenciar/demostrar que sus dependencias están trabajando. ¿Por qué no revisamos los procesos que la SEP está proponiendo?, ¿por qué no ser autocríticos al respecto?

Creo entonces, que algunas preguntas que podría o podrían responder algunas autoridades educativas, tienen que ver con el qué, por qué y para qué de una carpeta de… ¿aprendizajes?

Referencias:

Redacción Unión (27/04/2020). Carpeta de experiencias, ¿cómo integrarla y qué debe contener? Unión.

https://www.unionguanajuato.mx/articulo/2020/04/27/educacion/carpeta-de-experiencias-como-integrarla-y-que-debe-contener

Redacción Profelandia.com (15/05/2020). Dice Esteban Moctezuma que la carpeta es de experiencias, no de evidencias.

https://profelandia.com/dice-esteban-moctezuma-que-la-carpeta-es-de-experiencias-no-de-evidencias/

Carro, A. (5/05/2020). La tarea, la madre de todas las batallas. Educación Futura.

http://www.educacionfutura.org/la-tarea-la-madre-de-todas-las-batallas/

Fuente: https://profelandia.com/carpeta-de-experiencias-vs-carpeta-de-evidencias-carpetas-de-aprendizaje/

Imagen: https://pixabay.com/

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Enseñanza y aprendizaje en contingencia

Por: Eduardo Gurría B.

 

Todo proceso educativo conlleva dos elementos inherentes y complementarios uno del otro: por un lado, tenemos la enseñanza y sus múltiples facetas, sea cual fuere el tipo o el nivel de la enseñanza de que se trate, y otro aún mas importante, el aprendizaje que se pretenda adquirir al final del proceso.

Las teorías pedagógicas aportan diversos paradigmas educativos a los que se pueden adaptar didácticas mas o menos funcionales, según la diversidad de contextos que se presentan dentro del pluralismo social, económico y cultural

Pero hoy por hoy, vivimos cambios en la enseñanza históricos y relevantes que, como todo fenómeno de gran magnitud, repercutirán, inevitablemente, en el futuro a mediano y largo plazo y, aunque aún no podamos vislumbrar el grado de esa relevancia, si nos es posible adivinar que esos cambios serán trascendentales como, de hecho, ya lo son.

Los procesos educativos que se han tenido que implementar constituyen, queramos o no, una improvisación que queda muy lejos de lo que se puede considerar como un sistema, ya que un sistema es algo establecido, aunque no sea inamovible, ningún sistema lo es; recordemos que el sistema geocéntrico (Ptolomeo, siglo II d.C.) fue aceptado como verdad durante, aproximadamente, mil cuatrocientos años, hasta la revolución heliocéntrica de Copérnico (año 1507), y, aun así, hubo que ir mucho mas allá.

Las circunstancias actuales han llevado a las escuelas y a los docentes a generar estrategias para que los estudiantes no dejen de serlo, esto es, la educación en línea, pero ello no representa un paradigma educativo a implementarse en el futuro, sino que solo se trata de una medida emergente de la que hubo de echar mano ante una situación de contingencia inevitable.

Cierto es que la oferta educativa basada en las Tic’s se expande cada día mas, de ahí la proliferación de las plataformas virtuales, sin embargo, los resultados generales finales están muy lejos de ser considerados como efectivos, aunque indudablemente, hay resultados parciales, como podría ser el caso de los tutoriales, cuya efectividad está determinada por intereses personales y específicos.

Ante la improvisación, existe gran cantidad de maestros que ni están preparados para hacer llegar los contenidos mediante plataformas, ni cuentan con la infraestructura tecnológica que garantice la funcionalidad.

Por otro lado, la propia SEP no cuenta con los recursos necesarios y suficientes para desarrollar la educación a distancia, ya que también, y en primer lugar, ha tenido que improvisar.

Queda por mencionar el aspecto en el que mas debemos centrar nuestra atención: el aprendizaje. Sabemos que miles de estudiantes tampoco cuentan con la tecnología y/o las habilidades que se requieren para estudiar a distancia y si, aun al interior del aula el aprendizaje no es evidente, por mucho que se generen carpetas de evidencias, menos podremos garantizar el éxito, aunque sea parcial, al final del ciclo escolar que, como está visto, cerrará como va, como educación a distancia.

No se trata de minimizar la importancia del esfuerzo; malo habría sido que nada se hubiera hecho, de lo que se trata es de plantear una realidad que nos alcanzó hace mucho tiempo, antes de la calamidad pandémica y que se resume en la pregunta ¿los estudiantes, realmente están aprendiendo, o solo están cumpliendo, en el mejor de los casos, con las actividades con el propósito de acceder a una calificación que tranquilice a los padres de familia y a nuestras conciencias y, por fin, darle carpetazo al año escolar 2019-2020?

Otro punto de importancia es el hecho de que los docentes permanecen mucho mas tiempo frente a sus dispositivos ahora, que el que el que ocupaban frente a grupo en sus horas-clase, esto sin mencionar el tiempo de calidad, y sin pago, que siempre se ha empleado en preparación, revisión y calificación, lo que implica mayor desgaste y cansancio, además del desembolso que se ha tenido que hacer para hacerse de los recursos tecnológicos necesarios; el hecho de no tener que trasladarse al lugar de trabajo, a la escuela, y del tiempo y dinero que se puedan ahorrar en ello,  no compensa el esfuerzo y el gasto que día con día se realiza desde casa, que se ha convertido en una ventana a la que asoman, muchas veces, también,  los ojos inquisidores de los padres de familia.

Se ha vuelto imperativa la búsqueda de herramientas, como videos y actividades y estrategias diversos con el fin de que los maestros y los alumnos cumplan con un programa que no queda muy claro hasta dónde llegará.

De ahí que no podemos esperar que la educación en línea se convierta en un modelo pedagógico, no lo es ni lo será; la escuela física siempre será necesaria por su trascendencia social y para la evolución histórica de los pueblos, es un espacio para el desarrollo físico y mental, para las relaciones humanas y la interacción entre individuos.

Sin embargo, debemos generar las estrategias necesarias para enfrentar de la manera correcta las problemáticas que se puedan presentar, como la que vivimos en la actualidad, y debemos estar preparados para que, en el futuro, cercano o lejano, estemos en la posibilidad de asumir la responsabilidad de la educación en tiempos de crisis y, para ello, tanto los particulares, como el gobierno deberán invertir en la capacitación y actualización, tanto de maestros como de alumnos y en los recursos materiales adecuados, con el fin de no dejar toda esta carga a los maestros y, en última instancia, a los padres de familia.

Por ello, es necesario reconocer la labor de los maestros, pero de los que no se han quedado cruzados de brazos, de los que día a día, se sientan frente a sus dispositivos y no se levantan hasta entrada la tarde porque, si bien, ellos no son los responsables de la contingencia de salud, sí serán los responsables de que la educación no se convierta, también, en una contingencia.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/ensenanza-y-aprendizaje-en-contingencia/

Imagen: pixabay.com

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Casi la mitad de profesores no tuvieron asesoría ni acompañamiento para implementar programa Aprende en Casa

Por: Erick Juárez Pineda

En una encuesta realizada por la Secretaría de Educación Pública a docentes, se reveló que el 48% de los maestros no recibió asesoría, apoyo o acompañamiento de las autoridades educativas para la implementación del programa Aprende en Casa.

Mediante un sondeo realizado por la dependencia, se reveló que hasta el 70%  de los alumnos no tienen internet  y de los profesores, el 32.7% no tiene acceso a este servicio.

En la encuesta realizada a nivel nacional, participaron 302 mil 270 docentes de preescolar, primaria, secundaria, bachillerato y normales, así como del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y del Tecnológico Nacional de México (TecNM); se reportó un avance en el Programa de Estudios, en su grupo de alumnos, superior al 70 por ciento al inicio el aislamiento voluntario.

Respecto a las plataformas que se utilizan para el desarrollo del programa Aprende en Casa, se reportó que el 50.2 por ciento utilizan el teléfono celular para acceder a sus contenidos; alrededor del 30 por ciento lo hace con otros dispositivos, mediante la conexión a internet de sus hogares; el 14.5, a través de la televisión; el 0.3 por ciento, con la radio; y el resto, con el apoyo de otros instrumentos y materiales.

A la pregunta ¿con qué porcentaje de sus alumnos interactúa semanalmente? 247 mil 861 docentes respondieron que interactúan entre el 90 y 100 por ciento de sus alumnos; entre el 80 y 89 por ciento lo hacen 25 mil 88 docentes; entre el 60 y 79 por ciento lo hacen 15 mil 416; entre el 40 y 59 por ciento lo hacen 9 mil 370.

Fuente e Imagen: http://www.educacionfutura.org/casi-la-mitad-de-profesores-no-tuvieron-asesoria-ni-acompanamiento-para-implementar-programa-aprende-en-casa/

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México: SEP podría realizar evaluación diagnóstica al regresar a clases

América del Norte/México/24-05-2020/Autor(a): Jennifer Alcocer Miranda/Fuente: www.publimetro.com.mx 

El titular de la dependencia detalló que sería para detectar rezagos ante la suspensión de clases presenciales por la pandemia.

El secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragan, destacó la necesidad de realizar una evaluación diagnóstica, durante el regreso a clases presenciales, con el objetivo de conocer donde existen rezagos para remediarlos.

Luego de asistir a la ceremonia por el Centenario Luctuoso de Venustiano Carranza en Palacio Nacional, el funcionario dijo que se tiene la facultad de diseñar el Calendario Escolar, por lo que los estados deberán cumplir con los días de estudio que marca, lo que significa que si un estado por razones locales, lo modifica, debe dar aviso y puede modificarlo, siempre y cuando cumpla con los días efectivos de clases.

Además, aseguró que el regreso a clases será cuando el semáforo de control de la pandemia esté en verde y aprovechó para reconocer el esfuerzo realizado por las maestras y maestros, así como por los padres de familia en el avance de los aprendizajes de niñas, niños, adolescentes y jóvenes del país.

Comentó que actualmente el 80% de las maestras y maestros mantienen comunicación con sus alumnos, por lo que se tiene conocimiento del avance en sus aprendizajes, y reconoció el gran esfuerzo que han realizado durante esta pandemia.

Moctezuma Barragán detalló que si bien el trabajo realizado en el programa Aprende en Casa ha sido reconocido tanto por la UNESCO como por especialistas internacionales, éste no sustituye en ningún momento a los maestros.

SEP México

@SEP_mx

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Siguiendo las instrucciones de @DeSalubridad, nuestro Secretario, @emoctezumab, informó que el regreso a clases se realizará cuando el semáforo de control de la pandemia esté en verde y también dependerá de la situación de cada entidad.
🔗 http://bit.ly/3ebxS7p

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Destacó, también, la importante participación de los padres de familia durante este periodo, en particular de las madres, de quienes dijo, 80% del aprendizaje en casa es gracias al esfuerzo que realizan.
Fuente e Imagen: https://www.publimetro.com.mx/mx/coronavirus-covid-19/2020/05/21/sep-podria-realizar-evaluacion-diagnostica-al-regresar-a-clases.html
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