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La depuración de la nómina educativa.

Por:  Fernando Ruiz.

Una de las promesas de las reformas al marco legal para la educación de 2013 era dejar de pagar con la nómina docente a personas que no daban clases. La magnitud del problema nunca se ha sabido con exactitud, pero el Censo de Escuelas, Maestros y Alumnos de Educación Básica y Especial (CEMABE) llevado a cabo en el otoño de 2013 identificó a 298 mil personas que no laboraban en su centro de trabajo, 30 mil de ellos comisionados y 39 mil posibles aviadores.

Asimismo, en octubre y noviembre del mismo año, la Secretaría de Educación Pública (SEP) y las entidades federativas reconocieron la existencia de muchos más comisionados que los oficialmente reportados en los años anteriores, aunque el número exacto nunca fue dado a conocer. La SEP estableció que hasta el 31 de diciembre de 2014 el personal con plaza docente podría desempeñar una función distinta a la permitida por la Ley General de Servicio Profesional Docente, permitiendo con ello la permanencia de los comisionados hasta 2015. En 2014, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó erogaciones en comisionados sindicales por más de mil millones de pesos.

La creación del Fondo de Aportaciones para la Nómina Educativa y Gasto Operativo (FONE) en diciembre de 2013 obligó, durante 2014, a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), la SEP y las entidades federativas a realizar la conciliación de las plazas educativas que ingresarían al nuevo fondo educativo. No hubo ningún reporte público sobre los resultados de ese proceso, por lo que se desconoce que plantillas no ingresaron al FONE. Recientemente, por ejemplo, el nuevo gobierno de Zacatecas manifestó su queja debido a que 9,600 maestros fueron excluidos del fondo.

En enero de 2015, durante el pago de la primera quincena del FONE, se hicieron 918,222 pagos, de los cuales 48,442 (5.3%) requerían aclaraciones para finalmente ser incorporados. Tampoco hubo información pública sobre que plazas ni escuelas estuvieron involucradas en esta situación. En ese contexto, en las negociaciones sostenidas en febrero de 2015 entre la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y la Secretaría de Gobernación, se acordó agregar 3,600 trabajadores oaxaqueños adicionales a los 77,264 que la sección 22, sin verificación oficial ni ciudadana, presentó como plantilla de trabajadores educativos.

En ese contexto, en los meses de enero de 2014, 2015 y 2016 se dieron sucesivas oleadas de comisionados sindicales que regresaron a las escuelas. Tampoco hubo un reporte público de los nombres de las personas y las escuelas involucradas en esos movimientos. En enero de 2016, se anunció que 2,200 comisionados sindicales dejarían de estar en la nómina con un ahorro estimado en mil millones de pesos al año; aunque finalmente el ahorro fue de dos mil millones según señaló el lunes pasado la Oficial Mayor de la SEP.

A pesar de los avances logrados, es difícil afirmar y comprobar, con la información disponible, que el 100% de la nómina educativa está siendo destinada exclusivamente a financiar las actividades escolares y no es desviada a otros fines. La enorme opacidad con la que los gobiernos estatales administran las plazas estatales y la nómina de las federales así como las deficiencias en los registros del FONE y la débil supervisión y seguimiento que dan la SEP y la SHCP contribuyen a ello. En junio pasado, el Secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño, se pronunció por la realización de auditorías a las nóminas educativas de Chiapas, Guerrero, Michoacán y Oaxaca (Comunicado 278 de la SEP). Hasta la fecha no sabemos qué pasó con dicha promesa.

No podemos seguir dependiendo de las promesas de políticos y funcionarios. Transparentar y depurar la nómina educativa es asunto de todos. En las últimas negociaciones con la disidencia magisterial, la CNTE presume la regularización de 12 mil plazas; 6 mil de las cuales corresponde a Oaxaca. De ser ciertas sus afirmaciones ¿quiénes son y por qué razón van a ser “regularizados”? ¿en qué escuelas laboran? ¿son comisionados sindicales, docentes o administrativos? ¿con qué plazas serán contratados? ¿cuánto se erogará en dichas contrataciones? Estos son sólo algunas preguntas que surgen de inmediato y que desgraciadamente no pueden encontrar respuesta con la información pública disponible.

Exigimos a la Cámara de Diputados que asuma la defensa del dinero público, a la ASF que investigue y sancione la ilegalidad, a la SHCP que reforme la Ley de Coordinación Fiscal para inhibir los desvíos e irregularidades y a la SEP que mejore los registro públicos del FONE y fortalezca su capacidad de monitoreo y seguimiento. En tiempos difíciles cada peso cuenta, y más cuando el futuro de los niños está en juego.

Fuente: http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/la-depuracion-de-la-nomina-educativa.html

Imagen: http://www.elfinanciero.com.mx/files/article_main/uploads/2016/10/05/57f553892919b.jpg

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¿ Peligran las escuelas normales?

Por: Bertha Hernández.

En las condiciones actuales, y según la normatividad vigente, cualquier persona que apruebe el examen para concursar por una plaza podría ser maestro de nivel básico, sin pasar por las escuelas normales. En los hechos, esta situación pone en peligro a la educación normal, tal como la conocemos. Esta es la percepción de diversos investigadores de instituciones de educación superior, especializados en temas de formación docente; y aun cuando el titular de la SEP, Aurelio Nuño, y el subsecretario de Planeación han anunciado para “los próximos meses” la presentación de la reforma a la educación normal, aún no son del dominio público las directrices del proyecto.

“Yo creo que la política es deshacerse de las escuelas normales”, afirma Ángel Díaz-Barriga, investigador del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE). “Cuando la ley dice cualquiera que pase el examen puede obtener la plaza, le resta relevancia a esas escuelas”. En opinión del investigador, faltaron matices en la normatividad vigente: “no se distingue entre los profesores de enseñanza media, media superior, educación básica y prescolar y eso aumenta la incertidumbre”.

La historia de las reformas a la educación normal, de la cual salían los profesores para todo el alumnado de nivel básico del país, es una historia que suele correr con atraso con respecto a las reformas educativas. La reforma a normales de 1997 respondía al plan de estudios instrumentado en los planteles desde 1993. En 2004 se hizo la reforma al sistema preescolar, en 2006 a secundaria y en 2009 en primaria, todas ellas orientadas por el modelo de competencias que todavía opera en el país; pero el cambio correspondiente a la formación de docentes se arrancó hasta 2012. Apenas en este 2016 está egresando la primera generación de maestros normalistas formados para un proyecto educativo que está en vías de ser sustituido.

No es nuevo que en algunos niveles de educación básica profesionales de diversas especialidades se desempeñen como docente. Durante décadas, abogados, médicos, arquitectos o ingenieros han sido profesores de educación secundaria. “Y luego hay que preguntarnos por qué están las secundarias como están”, advierte Catalina Inclán, el IISUE, especialista en formación docente:

“Hay maestros de este tipo, muy preparados, que logran transmitir a sus alumnos el  gusto por un tema en particular. Pero hay otros que  terminan inmunizando a los estudiantes porque les falta el sustento pedagógico. Enseñan una asignatura en función de los principios del campo de conocimiento en el que trabajan y no de la enseñanza de ese campo. Hay maestros de secundaria que son químicos, biólogos o médicos y el resultado no siempre es óptimo. Ahora, con la nueva legislación, ¿qué va a pasar en las escuelas primarias cuando empiecen a llegar profesores sin esa formación pedagógica?

“En los hechos, pareciera que se resta fuerza a las escuelas normales”, apunta Iván Escalante, coordinador del área de Teoría Pedagógica y Formación Pedagógica de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN).  “Y hay que pensar que las escuelas normales y más aún las normales rurales son la única oportunidad que tiene un segmento de la población de ingresar a una institución de educación superior”.

“No es gratuito” –añade Escalante- “que la demanda de ingreso a las escuelas normales vaya en descenso de manera drástica, pues inevitablemente quienes ven en la profesión de maestro una opción de desarrollo profesional ya se preguntan si realmente es garantía de seguridad laboral”.

Hay un elemento a considerar, advierte Catalina Inclán: “el ingreso de profesionales no normalistas a todos los niveles educativos para cumplir labores docentes es una experiencia que no tiene antecedentes de prueba en nuestro país”. La investigadora refiere un experimento del sistema educativo chileno que tiene algunas similitudes: “se invitó a estudiantes de diversas especialidades a aplazar su ingreso al campo profesional para impartir clases en sistema básico, a cambio de becas muy generosas. Pero fue un experimento, una experiencia formativa; ninguno de ellos optó por quedarse a trabajar de maestro.

La pregunta es pertinente, añade la investigadora del IISUE: ¿qué va a pasar con estos maestros no normalistas? ¿cuál será su capacidad pedagógica? “Sería muy bueno saber si habrá alguien que los apoye pedagógicamente, si recibirán capacitación para aprovechar sus fortalezas. Lo cierto es que estamos comprando un supuesto que es muy fuerte, porque da sustento a la Ley del Servicio Profesional Docente y no tenemos una sola evidencia de que vaya a ser exitoso”.

“¿Por qué el IMSS no abre un examen, une concurso y cualquiera  que lo apruebe gana una plaza de médico?”, se pregunta Ángel Díaz Barriga “¿por qué los tribunales no hacen lo mismo para contratar personal que no sea abogado?”

Pareciera, coinciden los investigadores, que las normales irán desapareciendo por agotamiento, sin que hasta el momento se vea cómo los nuevos maestros no normalistas adquirirían la competencia pedagógica indispensable. “Si algo tiene la historia de la educación normal en cualquier parte del mundo es que tiene su área de práctica pedagógica”, reclama Díaz-Barriga. “Así como los médicos aprenden a ser médicos en las residencias, en las clínicas y en los hospitales, en las escuelas normales los alumnos van a la escuela desde el primer semestre y empiezan a observar qué pasa en la escuela, a atender alumnos, supervisados por un maestro y poco a poco desarrollan habilidades docentes”.

El tema no es menor en una reforma educativa. Catalina Inclán pone el dedo en un punto neurálgico: “hoy por hoy no es del conocimiento público cómo se forman los maestros de nuestros niños.”

Fuente: http://insurgenciamagisterial.com/peligran-las-escuelas-normales/

Imagen: http://insurgenciamagisterial.com/wp-content/uploads/2016/10/redpolitica.jpg

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Flexibilizan vacaciones de invierno para niños en México

América del Norte/México/25 de octubre de 2016/Fuente: www.am.com.mx

Por primera vez se aplicará la flexibilización del calendario escolar en el país, por lo que las vacaciones de invierno no iniciarán de manera generalizada el 19 de diciembre en toda la República ni terminarán el día 30 de ese mes.

La Secretaría de Educación Pública (SEP) informó que las autoridades educativas de 13 entidades definieron sus fechas de salida para el periodo vacacional de diciembre de acuerdo con el calendario escolar flexible, de 185 días; las 19 restantes retrasarán el regreso a clases y ampliarán el periodo de asueto, como lo permite la nueva normativa.

De esta forma Baja California Sur, Guerrero y Quintana Roo recorrerán el inicio de sus periodos vacacionales del 19 al 21 y 22 de diciembre; mientras que Chihuahua, Coahuila, Guanajuato, Hidalgo, Michoacán, Morelos, Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa y Veracruz iniciarán su descanso el 23 de ese mes. El resto de las entidades, saldrá de vacaciones el día 19.

Serán 19 estados los que aplacen el regreso a clases, haciendo uso del calendario flexible: Baja California Sur, Campeche, Chihuahua, Ciudad de México, Coahuila, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Estado de México, Michoacán, Morelos, Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa, y Veracruz regresarán a clases el 9 de enero; Campeche, Jalisco, Sonora y Tamaulipas reanudarán actividades el martes 3 de enero.

El resto retomará clases el 2 de enero, como está programado en el calendario escolar de 200 días.

La SEP indicó en un comunicado que las fechas fueron definidas por las autoridades, para “fortalecer la autonomía de la gestión escolar y atender diversos planteamientos formulados por escuelas y padres de familia”.

La incorporación del calendario flexible de 185 días se dio después de que en abril pasado, la Cámara de Diputados aprobó modificaciones al artículo 51 de la Ley General de Educación, para que las entidades federativas pueden hacer ajustes, bajo la consideración de que deben cumplir los planes y programas, así como respetar “íntegramente” el calendario escolar.

“Con este esquema, aplicable tanto para escuelas públicas como particulares, se fortalece la autonomía de la gestión escolar, se atienden los planteamientos que en diversos estados formularon autoridades locales y padres de familia para flexibilizar las fechas de regreso a clases, y se contribuye a facilitar y mejorar las condiciones de transportación y seguridad para el retorno de vacacionistas a sus lugares de origen”, destacó la dependencia.

Ambos calendarios escolares contemplan que los próximos periodos vacacionales serán del 19 al 30 de diciembre de 2016, y del 10 al 21 de abril de 2017. El receso de clases, al concluir el ciclo escolar, inicia el 28 de junio de 2017 para los planteles que optaron por el plan de 185 días, y el 19 de julio para los del calendario de 200.

Ambos modelos aplican para los alumnos de preescolar, primaria, secundaria, normal, así como para la formación de maestros de educación básica, pública y particular, incorporados al Sistema Educativo Nacional.

La SEP ya había dado a conocer que con la aplicación del nuevo modelo de calendario no se incrementará ni reducirá el número de horas de clase que se impartirán en el ciclo 2016-2017.

Esto se logrará, puesto que las escuelas que hayan optado por quedarse con un calendario de 200 días mantendrán la jornada que tienen hasta el momento. Los Consejos Técnicos Escolares que elijan el de 185 días tendrán que incrementar la jornada diaria para que se respete el número de horas-clase que se imparten al año.

El Consejo Técnico Escolar de cada plantel (conformado por director y profesores) tuvo hasta el 13 de junio pasado para consultar y decidir con los padres de familia sobre la aplicación o no del nuevo calendario.

El proceso debió entregarse a los supervisores escolares de cada zona en un acta firmada por el Consejo Técnico y el de Participación Social, realizando la solicitud formal de implementar el nuevo modelo; posteriormente, la autoridad educativa local decide e informa a las escuelas si su plan puede ser aplicado.

En el acuerdo 03/15/2016 publicado por la SEP en el Diario Oficial de la Federación se precisa que el inicio de curso en ambos calendarios será el 22 de agosto, y concluirá, para las escuelas con el plan de 185 días, el 27 de junio de 2017, y para las que tienen el de 200, el 18 de julio del mismo año.

Fuente: https://www.am.com.mx/2016/10/24/mexico/flexibilizan-vacaciones-de-invierno-para-ninos-en-mexico–321888

Imagen: https://amanager.mx/archivos/fotos/notas/2016/10/24/flexibilizan-vacaciones-de-invierno-para-escolares-en-mexico–17bce9d24b8636b702a33a7fd882336f.jpg

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Presupuesto 2017 ganadores y perdedores

Pedro Flores Crespo

Hace poco más de un mes, el Presidente de la República presentó a la Cámara de Diputados el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para 2017 con el objetivo de que los legisladores lo revisen, discutan y aprueben.

Inmediatamente —y como debe ser en una democracia—, la propuesta del Ejecutivo levantó diversas reacciones debido a la contracción del gasto público que se plantea para el próximo año. Para analistas como Macario Schettino, todas las secretarías deberán “apretarse el cinturón”; sin embargo, hay algunas que perderán más y en este caso está precisamente la Secretaría de Educación Pública (SEP). La dependencia a cargo de Aurelio Nuño verá reducido su presupuesto en casi 32 mil millones de pesos, mientras a Salud y al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) le quitarán 15 y 8 mil millones de pesos, respectivamente (El Financiero, 12/09/16).

¿Cuál es el objetivo de este severo ajuste? Según Enrique Peña Nieto, el proyecto de presupuesto para 2017 se propone “prolongar una tendencia de desarrollo económico en el país y mantener la estabilidad macroeconómica”. Pero si la reforma al Sistema Educativo Nacional es ¿o era? una prioridad para este gobierno, uno no se explica por qué le retiran recursos a la dependencia encargada de conducir “uno de los compromisos más importantes impulsados por el Gobierno de la República”. Con respecto a lo proyectado el año anterior, la disminución del gasto educativo para la SEP sería de 14 por ciento en términos reales, según la Exposición de Motivos del Proyecto de Presupuesto.

Pero los recortes al gasto no son para todos por igual. Hay “ganadores” y “perdedores” en la propuesta enviada por el Ejecutivo al Legislativo. Entre los primeros están algunos actores del “ramo autónomo” como el Poder Legislativo. Sí, el presidente propone que las cámaras de diputados y senadores reciban siete por ciento más recursos que en 2016, mientras que los órganos autónomos “castigados” son el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) y el Instituto Federal de Telecomunicaciones. Ante esto, Sylvia Schmelkes, consejera presidente del INEE, reaccionó y pidió a los diputados aumentar el presupuesto en 8.9 por ciento con respecto al monto aprobado para este año. Este aumento es necesario, según Schmelkes, para poder aplicar la prueba Planea (Plan Nacional para la Evaluación de los Aprendizajes) para secundaria y educación media superior, lo cual cuesta alrededor de 80 millones de pesos.

Otra ejemplo de las asimetrías de poder es la asignación del presupuesto para educación superior. Aquí se planean gastar en 2017, 106.7 mil millones de pesos, sin embargo, hay tres instituciones que se llevarían 54 por ciento de este total y éstas son la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Instituto Politécnico Nacional (IPN) y la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM). Pero no sólo eso, a estas tres Instituciones de Educación Superior (IES), el Ejecutivo les propuso aumentar su presupuesto con respecto a 2016. Tal inversión es rentable por donde se le vea: el gobierno sabe que al beneficiar financieramente a estas importantes IES, está menguando una coalición universitaria. Como el “horno no está para bollos”, es mejor desactivar un posible conflicto haciéndoles una ligera caricia con el presupuesto. La UNAM, el Poli y la UAM son los “ganadores” del proyecto de presupuesto para 2017, ¿y quiénes serán los “perdedores”? Muy probablemente las universidades públicas estatales.

Ante este escenario desfavorable, la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) ha iniciado un intenso proceso de sensibilización con legisladores, académicos, empresarios y representantes de otras universidades de tamaño medio y pequeñas con el ánimo de cabildear el presupuesto para 2017. Se propone mostrar, con datos, la importancia que tiene invertir en las IES estatales que están desempeñándose con eficiencia, transparencia y un alto compromiso social.

La UAQ, por ejemplo, generó 600 millones de pesos en ingresos propios en 2015, ha tratado de cuidar que la nómina no rebase desproporcionalmente el monto de los subsidios, ha congelado los salarios de rector y secretarios y tampoco hay gastos de representación, ni vales de gasolina o choferes para directores de facultad o funcionarios de primera línea.

En términos académicos, la UAQ cuenta actualmente con 63 posgrados reconocidos por el Programa Nacional de Posgrado (PNPC), no ha aumentado las colegiaturas debido a que ocho de cada diez estudiantes provienen de hogares con un ingreso mensual de menos de cuatro salarios mínimos y a pesar de las fallas burocráticas que aún presenta, se ha tratado de privilegiar el desarrollo académico.
Si unos ganan con el presupuesto y otros pierden, es difícil sostener que no hay suficientes recursos.

La asignación del gasto sin criterios técnicos claros levanta diversas interrogantes y suspicacias, pero también activa la movilización de actores universitarios que demandan de manera razonada y fundamentada recursos para operar con equidad, eficiencia y un alto compromiso social. Esto no podía venir de otro lado más que de la universidad pública mexicana.

 

Fuente del articulo: http://www.educacionfutura.org/presupuesto-2017-ganadores-y-perdedores/

Fuente de la imagen: http://www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2015/08/libros-pe%C3%B1a2-e1440442848837.jpg

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Aprender a aprender o aprender a conocer

Roberto Rodríguez

El texto Modelo Educativo 2016, recientemente publicado por la SEP, describe las características generales del planteamiento pedagógico ideado para reformar el currículum de la educación obligatoria. Las ideas y propuestas ahí contenidas están sujetas a discusión en el marco de los foros que, en estos días, coordina la autoridad educativa federal. Es probable, por lo tanto, que algunos de los contenidos se modifiquen.

Uno de los capítulos del volumen, central en la propuesta, se titula “El planteamiento curricular” (págs. 34 a 50). Se divide en varios rubros: la vigencia del humanismo y sus valores, los desafíos de la sociedad del conocimiento, las oportunidades desde las ciencias de la educación, contenidos educativos, y ambientes de aprendizaje.

Lo primero que llama la atención es la proximidad de los planteamientos del ME-2016 con los publicados en 2011 por la SEP en Plan de estudios 2011. Educaciòn Básica. Contiene el documento vinculado a la Reforma Integral de la Educaciòn Básica (RIEB) el capítulo “Principios pedagógicos que sustentan el plan de estudios” (págs. 26 a 37). Los doce principios que fincan el plan aprobado hace menos de cinco años coinciden, en buena media, con los elaborados para el ME-2016. En particular: centrar la atención en los estudiantes y en sus procesos de aprendizaje; generar ambientes de aprendizaje; trabajar en colaboración para construir el aprendizaje; usar materiales educativos para favorecer el aprendizaje; evaluar para aprender; favorecer la inclusión para atender a la diversidad; renovar el pacto entre el estudiante, el docente, la familia y la escuela, entre los más evidentes.

El contraste entre ambos documentos (2011 y 2016) permite concluir que, en materia pedagógica, hay más continuidad que cambio. ¿Eso es negativo? No necesariamente. Lo que no está bien es no reconocer las líneas y eslabones de continuidad y aclarar qué es efectivamente lo que se transforma. En materia pedagógica e incluso curricular no parece tanto, en todo caso se advierte la sola agregación de nuevos contenidos, pero no de nuevos enfoques.

No es extraño, por lo demás, que exista continuidad en los planteamientos. Tienen un elemento en común: las propuestas de la OCDE en materia pedagógica, curricular y organizativa para el caso de México derivadas, del Acuerdo de Cooperación México OCDE para mejorar la calidad de la educación de las escuelas mexicanas” vigente de 2010 a 2012.

La asesoría de la OCDE fue una de las piezas clave para orientar la versión final de la RIEB y también para introducir la idea de la evaluación docente obligatoria que sería instalada a partir de la reforma educativa de este sexenio.

Uno de los materiales empleados en la asesoría de la OCDE fue La Naturaleza del Aprendizaje. Investigación para inspirar la práctica. Guía del practicante volumen compilado por Hanna Dumont, David Istance y Francisco Benavides, publicado en inglés en 2010 y una versión ejecutiva en español en 2012. El aprovechamiento de ese texto en el capítulo “El planteamiento curricular” del ME-2016 salta a la vista, hasta extremos criticables. El ME-2016 fusila al menos cuatro párrafos largos del material de la OCDE sin entrecomillar ni citar la fuente (véanse las páginas 41-43 del documento de la SEP en comparación con las páginas 4-5 del texto OCDE). Eso no se hace. De un documento oficial de la Secretaría se esperaría mayor rigor, creo.

Otra que llama la atención, aunque no me detendré demasiado en ella, es la incorrecta traducción y peor conceptualización del Learn to Know, recogido en el celebérrimo informe de la Comisión Delors La educaciòn encierra un tesoro, publicado por la UNESCO en 1996. En aquel trabajo, que orientó buena parte de las reformas educativas de los años noventa en todo el mundo, se razonaba en torno a cuatro pilares de la educación: aprender a ser, aprender a convivir, aprender a hacer y aprender a conocer. El ME-2016 considera que el aprendizaje clave correspondiente es “aprender a aprender”. Pero no es lo mismo: conocer es una operación intelectual más compleja que el aprendizaje continuo, aunque lo implique.

Por cierto, del repaso del texto coordinado por Jaques Delors extraigo una cita larga que nos previene del fundamentalismo contrario a la memoria, es decir del imperio “del aprendizaje significativo en lugar del memorístico” (ME-2016, pág. 50). Al respecto, señala la Comisión de la UNESCO:

“El ejercicio de la memoria es un antídoto necesario contra la invasión de las informaciones instantáneas que difunden los medios de comunicación. Sería peligroso imaginar que la memoria ha perdido su utilidad debido a la formidable capacidad de almacenamiento y difusión de datos de que disponemos en la actualidad. Desde luego, hay que ser selectivos en la elección de los datos que aprenderemos de memoria, pero debe cultivarse con esmero la facultad intrínsecamente humana de memorización asociativa, irreductible a un automatismo” (La educación encierra un tesoro, pág. 98).

 

Fuente del articulo: http://www.educacionfutura.org/aprender-a-aprender-o-aprender-a-conocer/

Fuente de la imagen:http://www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2016/05/nu%C3%B1o-jardin-ni%C3%B1os3-768×512.jpg

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México: Padres de familia impiden acceso a maestros enviados por SEP

Ciudad de México / 12 de octubre de 2016 / Por: Emir Olivares / Fuente: http://www.jornada.unam.mx/

Padres de familia de cuatro escuelas primarias de la Ciudad de México demandaron la reinstalación inmediata de los 28 docentes cesados por la Secretaría de Educación Pública (SEP) por participar en el paro de labores convocado por el magisterio disidente contra la reforma educativa.

En conferencia de prensa, los voceros de los padres de las primarias “Alfredo E. Uruchurtu”, “José López Portillo y Rojas”, “Ricardo Flores Magón” y “Leonardo Bravo”, indicaron que se realizarán guardias constantes durante toda la jornada escolar para permitir el acceso a los maestros despedidos e impedir el ingreso a los planteles de los nuevos profesores enviados por la SEP.

En la rueda de prensa, que se efectuó esta mañana a las afueras de la primaria “Leonardo Bravo”, ubicada en Calzada de los Misterios, esquina con Río Consulado, y donde fueron cesados 11 profesores, los padres demandaron un diálogo directo con las autoridades educativas federales “para que nos tomen en cuenta, pues no estamos de acuerdo con esas medidas donde lo que menos importan son los niños”.

Argumentaron que los estudiantes ya mantienen lazos afectivos con sus profesores, por lo que un cambio un vez iniciado el ciclo escolar “tiene consecuencias sicológicas para los niños”.

Se informó que en los cuatro planteles se realizarán estas guardias con el fin de que los profesores cesados, quienes no recibirían pago alguno, continúen dando cátedra.

Fuente noticia: http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2016/10/10/demandan-a-sep-reinstalacion-de-28-maestros-cesados

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Retos de la inclusión educativa en México.

El trabajo titánico en el sistema educativo no está en enseñar a un niño con discapacidad, sino en enseñar a las personas a aceptar la diversidad como algo natural.

Por: Teresa Sánchez Gómez.

Mucho se ha hablado de la inclusión como un objetivo de la reforma educativa nacional en tanto su pretensión de garantizar el derecho a todas las niñas, niños y jóvenes a una educación de calidad en igualdad de oportunidades y con un claro enfoque en la equidad.

El término, mal empleado en el uso cotidiano, se ha enfocado principalmente al acceso y permanencia en la escuela. Esto provoca que las estadísticas gubernamentales arrojen un frío conteo de cuántos alumnos en desventaja asisten a la escuela y lo contrasten con cuántos no desertan, presentando esto como un éxito de la inclusión. Sin embargo, este triunfalismo del gobierno exhibe su ignorancia sobre la importancia de la inclusión y los retos a los que se enfrenta el sistema educativo. Hasta el momento, abrir las puertas de la escuela a una diversidad de alumnos solamente asegura la posibilidad de que estén en el aula.

La inclusión real es aún un sueño, un esperado final feliz para todos esos alumnos que ejercieron su derecho a graduarse, pero no su derecho a participar y a aprender en las escuelas. Son aquellos que ingresaron con una característica que se tomó como desventaja en un sistema construido a partir de jerarquías y distinciones: su género, sus características biológicas o el fenotipo que presentan, su etnia, nivel económico, religión o cultura, todos pueden ser motivos para convertirse en “el otro”.

En este escrito quiero abordar la categoría de “normalidad” contrapuesta a la de “discapacidad”, las cuales cobran vida en un sistema educativo a partir de la división de Educación Regular y Educación Especial.

En la actualidad, la Educación Especial funciona en los Centros de Atención Múltiple (CAM) como servicio escolarizado para alumnos en condición de discapacidad o trastornos graves del desarrollo, y en las Unidades de Apoyo a la Escuela Regular (USAER*). Un USAER es una célula de especialistas que se encuentran dentro de las escuelas trabajando en colaboración con los maestros de grupo. Este grupo concentra su atención en los alumnos en situación educativa de mayor riesgo de exclusión o que enfrentan barreras para el aprendizaje y la participación.

Sin embargo, estas dos modalidades de atención no siempre son suficientes para asegurar que todas las niñas, niños y jóvenes con discapacidad logren su plena inclusión.

A pesar de la operación de estas unidades en las escuelas regulares, la segregación a veces persiste, ya que un niño con discapacidad es visto, la mayoría de los casos, como un problema. Con frecuencia he visto maestros que relegan, sobreprotegen y tienen muy bajas expectativas de ellos, por lo que la atención se descarga en los especialistas, quienes, en algunos casos, insisten que la tarea de educarlos es del profesor de grupo.

En principio, podría pensarse con buenas intenciones que el Centro de Atención Múltiple es la mejor opción educativa para los niños en condición de discapacidad. Sin embargo, aún con especialistas, los alumnos no aprenden más; por un lado, el sistema no brinda muchas veces los espacios, materiales y personal adecuado; por otro, muchas veces se proyectan bajas expectativas sobre los alumnos, generando una condescendencia que se expande o proviene de la familia, y se refuerza en las aulas y en la sociedad misma.

En mi experiencia profesional en CAM, he sido testigo de cómo los niños con discapacidad desde educación inicial o preescolar muestran un mejor desempeño en distintos aspectos en las pocas escuelas regulares donde verdaderamente se valora la diversidad y se genera un ambiente de seguridad y calidez. Esto se refleja en que tienen mayores oportunidades de interacción y participación con sus compañeros, se sienten motivados, desarrollan iniciativa y autonomía; sus pares y maestros los tratan con naturalidad, se sienten integrados. Sus familias realizan sus actividades cotidianas al contar con una escuela cercana al lugar donde viven y les da tranquilidad.

No sucede así con los niños que siempre han cursado su escolaridad en CAM. A ellos les es difícil asistir a escuela regular porque se les mira desde el prejuicio, desde la limitación, desde lo que les falta. Lo mismo sucede con sus padres que se han conformado con esta atención educativa segregada y aunque el CAM les sea lejano (existen pocos CAM en comparación con escuelas regulares) confían en que su hijo es bien atendido, aprende en la medida de ¨sus posibilidades”, en donde sus compañeros o sus padres no los juzgan ni los critican y no digo que este proceder esté mal, sino que ésta es la mejor opción educativa que existe para ellos.

Por ello, escuchamos múltiples historias de padres que acuden de un lugar a otro buscando atención educativa para su hijo, rogando que sean recibidos en escuelas cercanas a su domicilio. Otras tantas de niños con discapacidad que asistían a CAM y que por situaciones familiares se cambian de domicilio a zonas rurales o marginales y tiempo después, incluso años, los padres regresan a reinscribirlo informando que ese tiempo su hijo o hija no asistió a la escuela porque cerca de su casa no había “escuela especial” y que “en las otras” no lo quisieron recibir.

¿Es esto legal? O más allá, ¿es esto justo? ¿Por qué no todo niño independientemente de su condición puede acudir y ser bien recibido en la escuela cercana a su hogar? ¿Por qué permitimos como sociedad esta diferenciación?

Como docentes, como individuos y como grupos sociales, aún nos rehusamos a ser incluyentes. ¿Qué podríamos hacer los maestros para serlo? En principio, habría que desmontar la noción de discapacidad para darnos una oportunidad de aprender y de enseñar a partir de las fortalezas de los alumnos, trabajar sobre la potencialidad y no sobre las carencias. Mirar que las barreras para el aprendizaje y la participación se dan en la interacción y no es el niño el que las presenta, sino son los contextos las que se las imponen.

Para lograrlo, desde el marco institucional, la SEP debe mostrar con hechos que cumple a cabalidad con las acciones que le competen: mejoras en la infraestructura y el personal, un verdadero apoyo y motivación a las y los docentes y la creación de condiciones para la autonomía de las escuelas que les permitan llevar a cabo proyectos inclusivos. Pero quizá, el mayor desafío sea la profesionalización docente y la puesta en marcha de estrategias de atención educativa a la diversidad.

El proceso de cambio debe surgir desde la escuela misma contemplando a cada alumno como un ser único, irrepetible y diferente que tiene derecho a que el Sistema Educativo Nacional le garantice el acceso, la permanencia, la participación y el aprendizaje partiendo desde la equidad. Como profesores, es posible la inclusión en el aula con compromiso, haciendo lo que nos gusta hacer, considerando a cada niño como una historia, una oportunidad para ser mejor.

Los maestros necesitamos tener altas expectativas sobre todos los niños.Necesitamos generar un cambio de enfoque fundamental: entender que la diversidad no obstaculiza el aprendizaje, lo favorece al crear relaciones de interdependencia positiva desde lo que cada ser humano es. De manera que no sólo se tiene la oportunidad de enseñar, sino de aprender de los demás.

Si los profesores dejamos de ser directivos e implementamos un trabajo interactivo como enseñanza recíproca, con tutorías entre pares, trabajo en pequeños grupos, planificamos atendiendo a las particularidades de todos y cada uno de los alumnos del grupo, entonces estaremos avanzando hacia la inclusión.

La reflexión como cuerpo docente -sobre la inclusión- nos permite ver qué tan falaz es nuestra visión de un niño como “aquel que no puede” o que “obstaculiza el trabajo con los demás”. ¿Qué sería de una planeación de clase que estuviera centrada en lo que cada niño no puede hacer? ¿No es cierto que planeamos desde sus conocimientos previos? Es absurdo construir un sistema basado en las incapacidades de sus alumnos, por ello, considero erróneo -hacerlo así- en el caso de aquellos alumnos “con discapacidad”.

La inclusión se logrará cuando el maestro (que existen muchos): comprenda y conozca a cada uno de sus alumnos; tenga una actitud propositiva de verdadera aceptación a la diversidad y aproveche la misma, y desarrolle proyectos áulicos que den cabida a la participación y el aprendizaje de todos y cada uno de sus alumnos.

La verdadera utopía no es la inclusión, sino la lejana naturalización de la diversidad. La mirada sin jerarquías, la abolición de los pretextos para negar el derecho a ser de los demás. El trabajo titánico, entonces, no está en enseñar a un niño con discapacidad, sino en enseñar a las personas a aceptar la diversidad como algo natural, para que ya no sea necesario hablar de inclusión sino de convivencia.

Fuente: http://www.animalpolitico.com/blogueros-aprender-es-mi-derecho/2016/10/03/retos-la-inclusion-educativa-mexico/

Imagen: http://planoinformativo.com/stock12/image/2015/Septiembre/19/nina-down2.jpg

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