Colombia/15 mayo 2017/Fuente: El Colombiano
El gobierno del presidente Juan Manuel Santos no ha logrado conjurar de manera definitiva los paros de la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (Fecode). Como sucedió en 2015 y 2016, el sindicato de maestros de nuevo cesó actividades por supuestos incumplimientos.
Por ahora, el paro es indefinido, pues no se han puesto de acuerdo ya que, por un lado, el Gobierno señaló que es injusto, teniendo en cuenta que ha cumplido con el pliego de peticiones del año anterior. Por el otro, Fecode piensa lo contrario; considera que los avances han sido mínimos y las promesas más gruesas, como el aumento salarial, no se han hecho realidad.
EL COLOMBIANO dialogó con Tarsicio Mora, vicepresidente de Fecode y líder del paro. Mora explicó los puntos en los que considera que el Gobierno ha incumplido. De otro lado, la ministra de Educación, Yaneth Giha, le respondió a través de diferentes informes de gestión.
Aumento salarial de maestros
Desde que comenzó el segundo período presidencial de Santos, los maestros han solicitado una “nivelación salarial para los docentes”. Para que esto se haga realidad han solicitado un incremento del 28 por ciento.
Según Mora, “el salario tiene un gran deterioro. En los últimos meses no hemos logrado el incremento que solicitábamos, tampoco las primas de bonificación que pedimos”.
Al respecto, el Ministerio asegura que “a comienzos de 2016 el Gobierno decidió que el aumento salarial de los servidores públicos sería un punto porcentual por encima de la inflación, es decir 7,77 %. En el caso de los maestros el aumento fue aún mayor: dos puntos por encima de los demás funcionarios, es decir 9,77 %. Este año el aumento también será de dos puntos adicionales y en 2018 ya no serán dos sino tres puntos por encima del aumento que reciban los servidores públicos”.
Si bien el incremento solicitado es del 28 %, la ministra de Educación señaló que no es posible, teniendo en cuenta “la realidad fiscal del país. Con la nivelación salarial se ha ido cumpliendo con el cubrimiento de los 12 puntos adicionales que se pactaron por encima del incremento salarial”.
Modelo de salud de los profesores
El proceso de licitación para seleccionar al operador de la salud de los maestros fue declarado desierto por la Fiduprevisora en enero de este año, pues ninguno de los 28 oferentes superaron los indicadores técnicos. Sobre este punto, Fecode pide “finiquitar el proceso de una nueva contratación y garantizar la prestación del servicio de salud”.
Según Mora, “este proceso debe ser rápido para garantizarle un servicio digno de salud a los maestros. No entendemos por qué no le dan oportunidad a los hospitales para que presten los servicios.”.
Sobre este punto, el Mineducación ha sido claro en que el proceso de contratación está a cargo Consejo Directivo del Fondo Nacional de Prestaciones Sociales del Magisterio, del cual hacen parte dos miembros de Fecode. La licitación se retrasó, como lo admite el Ministerio, por una solicitud de suspensión emitida por la Procuraduría General de la Nación, organismo que realizó nuevas recomendaciones para garantizar la transparencia del proceso.
Jornada única escolar en colombia
Fecode no está de acuerdo con la forma en la que el Gobierno ha implementado la jornada única escolar en los colegios oficiales del país. Algunas de las razones, que alega, es que se presentan casos de hacinamiento y no hay pago de horas extras ni aumento de la planta docente.
“Usted no puede meter a 50 muchachos en una misma aula escolar ocho horas al día y doblar el trabajo de los profesores. Primero tiene que hacer edificios y contratar nuevos docentes. Esto no funciona si no aumenta el presupuesto”, sostuvo Mora.
Al respecto, la ministra Giha destacó que el programa de la Jornada Única ha servido para reducir las brechas entre la educación pública y privada, pues entre 2015 y 2016 se beneficiaron 512.184 estudiantes de 1.107 colegios oficiales en todo el país. Además, señaló que en 2016 se entregaron 1.650 aulas nuevas y se mejoraron otras 645, con lo que se previenen los casos de hacinamiento.
Formación y carrera de los docentes
Una petición reiterativa de Fecode ha sido mejorar la educación de los docentes y cambiar algunos estándares de evaluación de los maestros para ascender en el escalafón. “Pedimos en primera medida la creación de un Estatuto Único Docente, sin embargo, el Gobierno no ha cumplido”, señala Mora.
Sobre este punto, el Ministerio se comprometió a “crear una comisión tripartita Gobierno-Fecode-Congreso para discutir” la reforma del Estatuto Único Docente. Por otro lado, señaló que en la última evaluación aplicada a 30.000 docentes que no habían podido ascender en el escalafón, el 70 % de los maestros lograron la aprobación y ascendieron. El 30 % restante está en cursos de capacitación con el Ministerio.
Fuente: http://www.elcolombiano.com/colombia/cuatro-puntos-dividen-a-fecode-y-al-ministerio-BF6520344
Son las cuatro y media de la tarde y en el edificio reina un silencio absoluto. Es tiempo de estudio. Cuatro alumnos hacen los deberes y preparan los exámenes en dos grupos con el apoyo de dos profesores. El último trimestre es siempre el más duro. Sus fotografías en las puertas identifican cuáles son sus habitaciones, distribuidas en dos alas, la masculina y la femenina, con la sala de dirección justo en el medio. La biblioteca, la sala de juegos, la de televisión, el pequeño gimnasio, unas duchas renovadas,… El edificio cuenta con todo tipo de servicios. Por la arquitectura, podría parecer un colegio. Pero no lo es. Tampoco los docentes ejercen exactamente como tales. Ni los menores son solo estudiantes. En una Escuela-Hogar como la de Belmonte de Miranda los papeles se entremezclan, las líneas que marcan los roles se difuminan. Lo cuentan los profesores, que llegan a la plaza por comisión de servicio. Ese puesto es más que un trabajo. Lo reconocen los chavales. No están en su casa pero, matizan, «esto no es un internado».
En pleno siglo XXI Asturias aún necesita escuelas-hogar. La región cuenta en la actualidad con cuatro. Además de la de Belmonte, permanecen abiertas otras tres, en Cangas de Onís, Cangas del Narcea y Pola de Allande. Son unas instalaciones públicas dependientes de la Consejería de Educación que ofrecen un servicio de residencia y además de apoyo educativo y social a estudiantes desde Primaria hasta Bachillerato y Formación Profesional. Los alumnos de la zona de influencia que viven a gran distancia del centro reciben una beca que cubre el importe mensual del servicio. Las familias que quieren utilizar el recurso por razones personales, las que necesitan ayuda por motivos laborales o formativos pero que no les corresponde geográficamente el recurso también pueden acceder a él. También les derivan menores de Asuntos Sociales. La tarifa mensual establecida, que es la misma para los becados que para los no becados, es de 220 por alumno.
El equipo y la rutina
El programa quedará sobre el papel porque la experiencia ya la practican día a día. La rutina en una escuela-hogar es estricta. Tienes unos horarios pautados. Los docentes explican que en este tipo de centros es necesario marcar un ritmo para que la convivencia sea buena. Los despertadores suenan a las seis y media de la mañana. Necesitan madrugar tanto para estar listos en la parada del autobús que les lleva al instituto de Grado a las siete y veinte. Este curso todos los residentes son de Secundaria y Bachillerato y los institutos de referencia están en Grado. Cuando son más pequeños y acuden a Primaria, el colegio que les toca es el de Belmonte, al que la propia escuela-taller le ha cedido instalaciones. Regresan a las tres, comen y a las cuatro y media comienzan las sesiones de estudio. Tras una hora libre que suelen pasar en el exterior, siempre que el tiempo lo permite, vuelven para participar en talleres que organizan los propios docentes. Con Jacobo Vázquez toca música. De Pedro García son actividades físicas. Tania Díaz les propone tareas de jardinería. Con Eva Salinas han montado una cooperativa en la que venden productos para financiar el viaje de fin de curso. Después de las ocho y media, llega el momento de la ducha y de aprovechar el tiempo con libertad. Algunos ven la tele, otros estudian. Un dato importante. Los móviles solo están permitidos en los tiempos libres.
Aparcando estigmas con las notas
Uno de los retos de este equipo es acabar con el estigma que en los últimos años se ha cebado con la imagen de las escuelas-hogar. A principios de los 80, la escuela-hogar de Belmonte llegó a tener 350 residentes. Eran jóvenes de los pueblos de Belmonte y de los concejos cercanos, sobre todo Somiedo, para los que era más cómodo pasar la semana en el centro y regresar a casa los fines de semana. Hoy en día, la matrícula es muy baja. Este curso solo cuentan con seis y dos de ellos no estaban en los últimos días por motivos personales. «Somos conscientes de que la imagen que se tiene del centro es negativa, que se vincula a estos chicos con conductas disruptivas y no es así. Son chavales normales. Pasa incluso con los profesores de los institutos. Nosotros trabajamos para desmontar esta falsa idea, que subyace también en el pueblo», comenta Salinas. Los propios chicos son conscientes de la situación y lo disimulan.
El equipo de este curso ha elegido dos caminos para terminar de sacudirse ese estigma de centro de jóvenes problemáticos. El primero es con la excelencia académica. Se vuelcan con el rendimiento, les ayudan con los deberes, con los trabajos, les dan apoyo en el estudio. Hasta ahora, está siendo un éxito. Ya el curso pasado las notas les reconocieron que estaban en el buen camino. Este año está sucediendo lo mismo. La segunda parte consiste en abrirse a la comunidad. Dos miembros del equipo han participado en un taller de formación que se llama aprendizaje y servicio. De ahí nació Compartiendo vida, un programa de colaboración con el centro de mayores de Belmonte. Un día a la semana, los alumnos van el centro y comparten actividades con los ancianos. Unos días les sacan a pasear por el pueblo. Si la meteorología no acompaña, buscan alternativas en las salas de usos múltiples. «Queremos que establezcan lazos, que se enriquezcan mutuamente», comenta Pedro García.
Un apoyo importante en esta apertura a la comunidad ha sido el director del centro de mayores, Faustino de la Peña. Cree en los beneficios de colaborar y así lo ha hecho durante años también con el colegio de Primaria. Para pasear suelen elegir a residentes que salen muy poco y apenas reciben visitas. Para las manualidades el perfil es diferente, mayores más activos, hábiles y conversadores. «Se les ve con otra cara. Disfrutan mucho. Esta idea de colaboración es fantástica», explica. Las charlas que los estudiantes mantuvieron con sus residentes, las risas y lo rápido que pasa el tiempo en el taller parecen darle la razón. «Muchos son gente con pocas opciones de salir y de interactuar», insiste, un día en el que las tormentas han obligado al grupo a quedarse en el interior, mientras decoran paisajes con papeles de colores. El tiempo pasa entre charlas y anécdotas.
Un partido de la Champions empieza a las nueve menos cuarto. No todos son demasiado futboleros, pero la cita es importante. Así que hay que cierta prisa. El maestro Jacobo Vázquez tiene cuenta en la plataforma que emite el encuentro, así que hoy todos le miran con cierto mimo. Son los mismos códigos con los que una familia se comporta en casa.