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Innovación educativa: qué, por qué y cómo


Por: Aina Tarabini

La innovación debería implicar cambios estructurales en el qué y el cómo de la educación, de manera que debería orientarse hacia la justicia para llegar a todas las personas.

En los últimos meses se han publicado numerosos artículos tanto en Cataluña como en el conjunto del estado sobre innovación educativa. La efervescencia mediática de este tema responde a la creciente presencia de movimientos sociales y educativos que en nombre de la innovación articulan una crítica global al funcionamiento actual del sistema educativo. Parece que la innovación se ha convertido en la palanca mágica para articular el cambio escolar. Pero ¿qué significa exactamente la innovación educativa y cuál es el cambio escolar que ansía? Es más, ¿con qué finalidad y cómo se articulan las demandas contemporáneas de innovación educativa? El objetivo de este artículo es dar respuesta a estas tres preguntas, el qué, el por qué y el cómo de la innovación, alertando sobre algunos de los peligros de una concepción simplificada de la innovación sobre la cual se acabe reforzando la desigualdad social. Empecemos pues.

¿Qué es o qué debería ser la innovación educativa? Hace ya casi quince años, Inés Aguerrondo, identificó cuatro grandes formas de entender los cambios en educación dependiendo de si se trataban de cambios estructurales o coyunturales y de si afectaban a todo el sistema o solo a algunos centros dentro del mismo.

Fuente: Aguerrondo (2002)
Fuente: Aguerrondo (2002)

Según su propuesta, pues, la innovación educativa responde a un cambio estructural que actúa a nivel micro. Así pues, innovar implica modificar aspectos esenciales del sistema educativo y no sólo elementos anecdóticos, que actúen en sus márgenes. Tal como señalaba recientemente Joan Subirats, la innovación debe generar cambios en cuestiones sustantivas relacionadas con el bienestar ciudadano y sus condiciones de vida y, a su vez, debe alterar las relaciones de poder pre-existentes en un campo social dado. Trasladando esta idea al contexto escolar, la innovación, para poder llamarse de este modo, debe mejorar el bienestar educativo de todos los docentes, alumnos y familias, mejorando de forma sustancial las condiciones de escolarización de los centros educativos. La innovación, pues, va más allá de cambios pedagógicos u organizativos específicos e implica poner sobre la mesa algunos de los principales problemas que acechan a nuestro sistema educativo, tales como la falta de equidad, la escasez crónica de la financiación educativa o la segregación escolar entre y dentro de centros educativos. La innovación implica también incorporar ‘nuevos’ problemas en la agenda de política educativa o nuevas comprensiones sobre dichos problemas, cambiando las reglas del juego del quehacer educativo.

¿Para qué se debe o se debería innovar? Si la innovación, como decíamos, debe ser de tipo estructural y debe alterar los cimientos del sistema educativo, su objetivo debe ser el de garantizar la justicia escolar, evitando la reproducción de las dinámicas de exclusión educativa que caracterizan el sistema educativo. Y la justicia escolar, tal como afirman Lynch y Baker (2005), implica abordar simultáneamente cuatro grandes ámbitos: la falta de redistribución, o la desigualdad económica entre alumnos, familias y centros educativos; la falta de reconocimiento, o la existencia de contextos de aprendizaje poco relevantes y culturalmente inclusivos; la falta de representación, o la distribución de poder desigual entre agentes educativos; y falta de relaciones afectivas, entendida como la escasez de atención, acompañamiento, escucha y personalización de los procesos de aprendizaje. Es más, si bien la innovación escolar se genera desde una escala micro, no se puede perder de vista que las cuatro Rs no se pueden garantizar actuando exclusivamente sobre algunos centros educativos. Al contrario, la justicia escolar es, tal como señala Gewirtz (1998), eminentemente relacional y, por tanto, implica tener en cuenta el conjunto de centros que configuran un sistema educativo. Innovación y transformación, pues, son inevitablemente las dos caras de la misma moneda para avanzar hacia un nuevo paradigma educativo que ponga la justicia en su centro de acción.

Finalmente, ¿cómo se innova o debería innovarse? La única forma para garantizar que la innovación sirva para la justicia social es garantizar las condiciones para que todos los centros educativos puedan desarrollar prácticas de innovación educativa. La innovación, de hecho, no es independiente de las condiciones de escolarización de diferentes centros educativos, tanto por lo que respecta al perfil del alumnado, como por lo que se refiere a las características y perfil del profesorado. A menudo no innova quien quiere si no quien puede. Es más, si las prácticas de innovación no tienen en cuenta esta cuestión, el riesgo más inmediato que corremos es que en nombre de la innovación se reproduzcan las dinámicas de segregación que caracterizan el sistema y que se refuerce la competición escolar. Efectivamente, un sistema marcado por la falta de financiación, la elevada presencia de segregación y los recortes dramáticos en educación generan el contexto idóneo para desarrollar estrategias individuales de ‘salvación’, haciendo de la innovación la vía para acceder a los recursos cada vez más escasos que ofrece la Administración (formación de profesorado, renovación pedagógica, redes de solidaridad, etc.) y a su vez atraer a las familias con mayor ‘deseabilidad’ social y escolar. Así pues, la innovación puede acabar fraguando un sistema a doble o triple velocidad que en nombre de la ‘voluntad’ y la ‘capacidad’ de algunos centros y docentes refuerce a unos a costa de otros; unos centros avanzan, innovan, mientras otros se quedan rezagados en el vagón de cola. Un sistema profundamente segmentado que se aleja claramente del ideal de justicia escolar.

En definitiva, a la hora de analizar prácticas y discursos educativos basados en la innovación no podemos perder de vista la diversidad de connotaciones que caracterizan su uso y aplicación. Preguntarnos por el qué, el porqué y el cómo de la innovación educativa es, pues, una tarea imprescindible no sólo para evitar los usos simplistas del concepto, sino también y sobre todo para impedir los efectos altamente perniciosos de la aplicación del mismo. La innovación implica cambios estructurales y sustanciales en el qué y en el cómo de la educación y, como tal, debe orientarse a la justicia escolar y social, generando las condiciones para que todos los agentes educativos, sin excepción, se puedan beneficiar del cambio educativo. Si no es así, simplemente, no es innovación.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/01/10/innovacion-educativa-que-por-que-y-como/

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Estados Unidos: Ministra de Educación nombrada por Trump quiere seguir el “modelo de Chile”

América del Norte/Estados Unidos/21 Enero 2017/Fuente: El dínamo

Ministra de Educación nombrada por Trump quiere seguir el “modelo de Chile”

Betsy DeVos se ha mostrado a favor de implementar un sistema de vouchers similar al que existe para financiar la educación escolar.

La ministra de Educación de Estados Unidos, Betsy DeVos, recién escogida por Donald Trump, causa polémica antes de comenzar sus funciones como secretaria de Estado. Según el diario The Washington Post, DeVos es conocida por ser una admiradora del sistema de “vouchers” en la educación, similar al “modelo chileno”.

Este sistema consiste en que el Estado no entregue recursos fijos a los establecimientos escolares, sino que le pague una subvención por cada alumno que asista. Los defensores del sistema argumentan que gracias a este los alumnos y sus familias tienen libertad de elegir a qué establecimiento ir, independiente de si es o no del Estado. Y sostienen que la competencia por tener la mayor cantidad de alumnos se traducirá en una mejora general en la calidad de la educación.

Pero los principales críticos aseguran que este mecanismo lejos de producir una mejora en la calidad de la educación, ha ayudado al declive de la educación pública y a la estratificación del sistema escolar. 

The Washington Post hizo un exhaustivo análisis del sistema chileno. Según el diario “Chile es uno de los ejemplos de sistema educacional basado en vouchers más puro del mundo”. “Cuando esta reforma fue introducida por el dictador Augusto Pinochet en 1980, el gasto público en la educación se redujo en la mitad. Y el Estado hizo poco por regular a las escuelas privadas que recibían vouchers”, dice el artículo.

“Después de que Chile volvió a la democriacia en 1990, una serie de gobiernos de centro izquierda incrementaron el gasto en educación. Aunque esto dio más fondos a las escuelas públicas, no fueron los suficientes. Muchas siguieron apenas cubriendo sus costos de operación. Sobre todo las ubicadas en los barrios más pobres y las que atienen a los alumnos de mayor riesgo social”.

El diario destaca que “desde que se introdujo el voucher la matrícula en la educación pública ha ido en declive. En 1981, el 78% de los estudiantes iba a una escuela pública. En 2013, solo la cifra se redujo a un 39%“. Y también asegura que los alumnos más pobres en Chile van a escuelas públicas, ya que la opción de estudiar con subvención “supone en algunas oportunidades copago y en otras un alto costo en transporte”.

/ Agencia Uno

“Después de tres décadas, las evidencias de que el sistema de vouchers haya mejorado el sistema educacional son mixtas. Mientras algunos estudios sugieren que la educación privada que recibe a estudiantes con voucher han logrado un mejor puntaje en pruebas como el Simce y la PSU, otros estudios aseguran que esto se da porque hasta 2015 a las escuelas privadas se les permitía escoger a qué alumnos podían admitir”, dice el diario.

The Washington Post destaca que debido al sistema de copago, la selección y el declive de la educación pública, el modelo educacional chileno “amplió la diferencia entre los que más y menos tienen”. La publicación asegura que en Estados Unidos este sistema no es masivo como en Chile, pero que en los casos en los que se ha aplicado “no se ha encontrado evidencia de que la competencia entre escuelas públicas y particulares subvencionadas haya tenido algún efecto en mejorar calidad de la educación y el rendimiento de los estudiantes”.

Fuente: http://www.eldinamo.cl/educacion/2017/01/19/ministra-de-educacion-nombrada-por-trump-quiere-seguir-el-modelo-de-chile/

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El empeño por la mejora en la convivencia escolar

Por: Víctor Manuel Barceló R.

Una existencia plena, productiva, en la paz y la libertad, solo puede lograrse si desde la escuela básica se trabaja acuciosamente en tales temas. Con mirada corta diríamos que esto es emergente en Latinoamérica y el Caribe, dados los niveles de violencia social –reflejada en el aula- que no es nueva pero se agrava con el tiempo.

Lo cierto es que es un problema universal. De allí los graves conflictos planetarios que degeneraron como enfrentamientos armados entre naciones, guerras intestinas y culminan con dos grandes conflagraciones planetarias, en un mismo siglo, a saber: (28-julio- 1914; 11-Nov-1918 la 1ª) desarrollándose la 2ª, más sangrienta por el armamento sofisticado y el uso de la bomba atómica contra dos ciudades indefensas de Japón, entre el 1° de septiembre 1939 y el 2 de septiembre de 1945.

Durante la llamada “guerra Fría” denominada así porque el conflicto por el control de países y regiones se dio en campos de batalla o diplomáticos, en que los verdaderos interesados actuaban un tanto a la sombra, “probando” sus armamentos en pueblos que no entendían lo que pasaba y solo sufrían las consecuencias, lo que ocurrió durante casi todo el siglo XX.

Al “desaparecer” la Unión Soviética (URSS) (11-marzo-1990 al 25-Dic.-1991)  se da apertura a un período vigente, en que se realizan eventos armados invocando falsedades para encubrir la lucha por el poder planetario. Esto se dio primero entre dos tendencias (capitalista-comunista) y después por acrecentar el poder hegemónico de los imperios, como ocurrió en la “primavera” árabe, las luchas de liberación del África y los golpes “blandos” contra diversos países, incluso Argentina y Brasil en Latinoamérica.

Decíamos que la lucha por la libertad y la paz debe darse desde el aula. Por ello el maestro, profesor, guía, acompañante, tutor o como se le desee denominar, deberá ser un factor de cambio hacia una convivencia que recupere los valores de la familia, primero y también los de la comunidad, consecuencia de aquellos.

Sin embargo, el reflejo social de los eventos planetarios armados, trastocan las formas del “acoso escolar” y lo que antes eran empujones, “travesuras” en el salón de clase contra los más débiles o con algún defecto físico -que se usaba para su escarnio- y que pronto llegaba en los grados superiores a citas fuera de la escuela o en el patio de recreo, para dilucidar a puñetazos el problema, y cuando sacaban toda la energía contenida, paraba, al menos entre los actores del momento. Esa tendencia al desahogo de energía, avanza a la violencia armada, fundamentalmente en grupos, diríamos.

Frente a eso hay que acentuar el trabajo en la escuela compaginado con labores sociales en que se involucre al Estado. Desde hace más de un quinquenio, en Puebla se crea y perfecciona continuamente, tras empeños pilotos en diversos estados de la República y en Centroamérica, un Programa para la Convivencia. Que es una propuesta creada por el Grupo Magno, a través de Educación por la Experiencia (ExE).

Dicha  iniciativa, altamente valorada incluso a nivel de universidades y otros institutos de educación superior, probada en varios estados de la República Mexicana –como señalamos- y avalada por los sindicatos magisteriales, logra impactar positivamente en los empeños por una educación holística e integral. En ella se confía en el alumno, quien bajo una cuidadosa guía se va conformando a si mismo como un ser de valores que impacta en la familia, en la escuela y en el medio en que se desarrolla.

En ExE están diseñados y probados los libros del maestro, del alumno y de los padres de familia, para cada uno de los grados que integran la educación básica -1º a 6º de primaria y los tres años de secundaria-. Hemos escrito sobre esto a profundidad. Ver: Barceló R. Víctor Manuel. “Educar para la igualdad social”. Aproximación a la Escuela Nueva Mexicana. Editorial Bosque de Letras. Pags. 185-187. También en: http://crisolplural.com/author/victor-barcelo/page/20/

Apenas para el ciclo escolar 2016-17 aún en proceso, fue editada una guía oficial de la Secretaría de Educación Pública (SEP), para aplicación al 1er grado de primaria a fin de que “los niños de primer grado de educación primaria desarrollen sus habilidades socioemocionales  y, en específico para que aprovechen las actividades que aparecen en el Cuaderno de actividades para el Alumno” –reza la introducción del documento- .

La similitud con el Programa ExE que hemos aludido es muy profunda. Ambos pretenden promover en los alumnos: la autoestima, el manejo respetuoso de las emociones, la consideración por la diversidad, el seguimiento puntual de las reglas para una relación social positiva, la búsqueda de acuerdos como ruta de avenencia, la resolución pacífica de conflictos, la participación informada de las familias en la creación de ambientes escolares adecuados, tanto para una convivencia pacífica como para la formación integral de los alumnos.

Sin embargo hay diferencias sustanciales a favor del Programa ExE, Este  se aplica con éxito comprobable en todos los grados educativos de la educación básica ya indicados, en tanto el Programa Nacional de Convivencia Escolar (PNCE-SEP), aprovecha las experiencias de ExE, pero solo para aplicarlas en el 1er grado de primaria. Probablemente se esté trabajando en darle cobertura universal, pero eso no será fácil.

Los programas que se manejan con grupos sociales –escuela y grupo escolar son los más importantes- necesitan ejercicios piloto, que se llevan tiempo para su preparación y desarrollo. ¿Será suficiente el que resta al actual gobierno federal para avanzar con metodologías adecuadas, pruebas piloto válidas y alcances positivos para obtener los mejores resultados? Ojalá ocurriera por el bien de la maltratada educación mexicana.

Fuente: http://www.alainet.org/es/articulo/182628

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Polémica por reforma educativa en Brasil

América del Sur/Brasil/21 Enero 2017/Fuente: Semana

El presidente Michel Temer ha impulsado en el Congreso una serie de proyectos que perjudicarían la enseñanza del español en dicho país y le restarían importancia a las humanidades.

Michel Temer asumió la presidencia de Brasil el 31 de agosto del año pasado, luego de que Dilma Rousseff fuera destituida. Sin embargo, en este corto tiempo que lleva Temer ha tomado una serie de decisiones en el sector educativo que han causado controversia.

Una de ellas es eliminar las clases de Filosofía, Educación Física, Sociología y Artes como materias obligatorias para cursar en secundaria. Solo las tendrán que ver los estudiantes que decidan hacerlo. De igual forma, el español tampoco será una asignatura que se deba cursar, el único idioma obligatorio será el inglés.

Por su parte, el embajador de España en Brasil, Manuel de la Cámara, explicó a la agencia de medios EFE: “Eso no significa que el español desaparecerá de la enseñanza media en Brasil ya que la nueva legislación deja abierta la posibilidad de que sean ofrecidas otras lenguas extranjeras que seguirán teniendo un carácter optativo, preferentemente el español”. En 2005, en el gobierno de Luiz Inácio da Silva, se había proyectado que 30 millones de brasileños hablarían español, con esta reforma la situación podría variar notablemente. “Al no ser obligatoria la oferta, es muy probable que la enseñanza del español en las escuelas en Brasil pierda importancia”, añadió Cámara.

Sin embargo, para justificarse, el presidente de Brasil ha citado como referencia a Corea del Sur, uno de los países líderes en educación, que se ha caracterizado por tener un sistema en donde los jóvenes estudian durante largas jornadas en el día para poder acceder a la educación universitaria. Pero de esa forma, el sistema educativo le da prioridad al resultado de los exámenes, y no a la formación integral de las personas.

Tomando como modelo este sistema, Temer quiere incrementar el número de horas que se ven al año en los colegios, que actualmente son 800. Las horas de estudio pasarían a ser 1.400. El gobierno dijo que esto se logrará con una inversión de 468 millones de dólares para la educación secundaria.

Otro de los proyectos educativos que ha propuesto el gobierno de Temer y que ha recibido críticas es uno en el que “profesionales de notorio saber” pueden convertirse en maestros, es decir, personas que no se formaron en docencia pueden dictar clases, por lo que la figura del maestro podría verse desprestigiada y la calidad de la enseñanza verse afectada.

De igual forma ha sido cuestionada la forma en que Temer ha actuado, sin tener en cuenta a diversos sectores de la sociedad para la elaboración de estos proyectos. “Hay varios aspectos que son muy malos para la educación, y hay otros que merecen ser discutidos, pero el problema principal es que no se hace una reforma de la educación con una medida provisoria. Esa decisión es un símbolo del desprecio por la democracia de este gobierno golpista y autoritario. Una reforma de la educación se hace oyendo a los educadores, a los estudiantes, los padres, los centros de estudiantes, la sociedad civil. Es inadmisible que eso se hecho de forma tan abrupta e improvisada”, señaló el diputado Jean Wyllys (PSOL-RJ) en varios medios.

Desde diferentes sectores se ha planteado que el gobierno propende por una educación que no tiene en cuenta las humanidades, porque importa más el capital. Asimismo, que el desprecio por la enseñanza del español responde a un desinterés por las relaciones con los países vecinos, lo cual puede ser delicado por lo importantes que estas son. La reforma de la enseñanza, como es conocida, entraría en vigor en 2018.

Fuente: http://www.semana.com/educacion/articulo/educacion-en-brasil/512590

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Más del 40% de los niños sirios refugiados en Turquía no van a la escuela, pese al importante aumento de matriculaciones

Asia/Turquía/21 Enero 2017/UNICEF

Turquía es el país del mundo que acoge a más niños refugiados, para los que la educación es su único salvavidas

Cerca de medio millón de niños de Siria refugiados están matriculados en escuelas en Turquía. Pero a pesar de un aumento de más del 50% en las tasas de matriculación desde el pasado mes de junio, más del 40% de los niños en edad escolar –es decir, 380.000 niños refugiados- siguen sin tener acceso a la educación.

“Por primera vez desde que comenzó el conflicto en Siria, el número de niños sirios que van a la escuela en Turquía es mayor que la cifra de niños que permanecen fuera de ella”, dijo el director ejecutivo de UNICEF, Justin Forsyth, tras visitar los programas de UNICEF en el sur de Turquía.

“Turquía debería ser felicitado por este gran logro. Pero si no se proporcionan más recursos, sigue habiendo un riesgo real de ‘una generación perdida’ de niños sirios, privados de las capacidades que un día necesitarán para reconstruir su país”.”

Turquía es el hogar de más de 1,2 millones de niños refugiados, lo que le convierte en el principal país de acogida de niños refugiados en el mundo.

UNICEF, junto con el gobierno de Turquía, está contribuyendo a fortalecer el sistema educativo, aumentar el acceso a la educación y mejorar la calidad de la educación inclusiva para los niños sirios y los niños turcos vulnerables.

Desde 2013, UNICEF ha ayudado a construir, renovar o reformar cerca de 400 escuelas, y ha formado a unos 20.000 profesores sirios voluntarios. 13.000 profesores aproximadamente reciben incentivos mensuales.
Además están en marcha iniciativas para incluir a los niños sirios en un programa nacional de ayudas que conceda prestaciones en efectivo a las familias para que puedan enviar y mantener a los niños en la escuela.

Un total de 2,7 millones de niños sirios están fuera de la escuela en toda la región, la mayor parte de ellos dentro de su propio país asolado por la guerra, donde millones de niños siguen en peligro debido a un conflicto que se acerca a su sexto aniversario. Unos 300.000 niños están atrapados en 15 zonas bajo asedio en Siria, y otros 2 millones están en áreas que llevan tiempo sin recibir ayuda humanitaria esencial a causa de los combates y el acceso restringido. Esta cifra incluye a 700.000 niños en zonas controladas por el autodenominado Estado Islámico.

Fuente: https://www.unicef.org/spanish/media/media_94417.html

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La trampa de la educación como clave para el desarrollo

Por: Carlos Aldana

Afirmar que la educación es la clave central o fundamental para el desarrollo es negar la necesidad de justicia e igualdad económica, de pago de impuestos, de sostenibilidad de las políticas sociales de bienestar o desarrollo social.

Los pedagogos hemos colocado esta trampa en el discurso y el lenguaje más cotidiano sobre educación, aunque provenga del mundo sociológico y economista: La educación es la clave para el desarrollo.

Su énfasis siempre ha sido en relación a la educación escolar, y sí, por supuesto, es un factor importante para el desarrollo de cualquier sociedad. Pero que sea “el” factor o “la” clave central para que un país alcance el desarrollo, ya es realmente muy discutible.

Cuando los grandes poderes económicos y políticos de nuestros países insisten en que “la educación es la clave para el desarrollo” lo hacen con la intención de ocultar que estos elementos tienen que comprenderse de manera dialéctica. No se atreven a cambiar el orden de los factores y decir que “el desarrollo es la clave de la educación”.

Cuando las condiciones económicas, sociales, políticas y culturales reflejan el acceso igualitario y sostenido de toda la población a todos los derechos humanos (principalmente los llamados de “segunda generación”), el acceso, la permanencia y el egreso satisfactorio del sistema educativo aparece como una de sus consecuencias. Para tener un sistema educativo de calidad, necesitamos previamente de unas condiciones generalizadas de vida, también, de calidad. El círculo virtuoso que precisa de unas condiciones concretas básicas.

En países, como los latinoamericanos, la riqueza se encuentra desigualmente distribuida de manera muy plena y evidente. El desarrollo no ha tenido lugar porque se ha privilegiado el crecimiento económico que concentra la riqueza y amplía la pobreza.

Afirmar que la educación es la clave central o fundamental para el desarrollo es negar la necesidad de justicia e igualdad económica, de pago de impuestos, de sostenibilidad de las políticas sociales de bienestar o desarrollo social. Es ocultar que la pobreza exagerada en nuestros pueblos se deriva de una riqueza también exagerada y concentrada en pocos. Es evitar la revolución. La trampa funciona porque se oye bien, porque casi nadie se atreve a negar el postulado en mención. Y porque también falta por discutir de qué desarrollo se habla.

Que no existan suficientes escuelas públicas de calidad, con docentes calificados y suficientes, que sus recursos e inmuebles sean tan precarios, son muestras del subdesarrollo económico y social que no podrá transformarse con más graduados que se sumen al ejército de desempleados ya existente.

Tómese en cuenta, además, que países con altos niveles de escolarización nos vienen sirviendo de ejemplo de cómo las condiciones económicas y políticas son cruciales y centrales más allá del romanticismo de pensar en la educación como salvadora o palanca de los cambios de la vida cotidiana. Lancemos una mirada a países con historia de alto nivel educativo formal, y veremos que sus pueblos sufren de empobrecimiento, de exclusión y sobre todo, de violencia en todas sus formas. En el otro polo, en el área centroamericana, principalmente en el llamado “Triángulo Norte” (Guatemala, El Salvador y Honduras), la realidad educativa es muy precaria y demuestra el subdesarrollo histórico y estructural, del que se aprovechan unas élites que cuentan con sistemas e instituciones educativas muy diferentes. Que, además, patrocinan las investigaciones y discurso público que insiste en que la educación va a salvar al país.  Claro, piensan en la educación privada y en la educación acrítica que no lanzan miradas políticas sobre la realidad.

No puede negarse que la educación no crea los cambios sociales, pero también que estos no pueden llegar sin la educación. Eso sí, solo en la medida que esta es interdependiente con los procesos económicos, sociales y culturales que aseguren una vida digna de cada persona.

Y solo en la medida que educarnos represente la capacidad de comprender y transformar los fenómenos y circunstancias que niegan el acceso igualitario a lo que hoy es exclusivo de unos pocos.

Fuente:

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México: Peña Nieto instruye reforzar seguridad en centros escolares

América del Norte/México/21 Enero 2017/Fuente: Prensa Latina

El presidente Enrique Peña Nieto instruyó el reforzamiento de las condiciones de seguridad en centros educacionales mexicanos, tras el ataque de un estudiante que provocó un muerto y cuatro heridos en Monterrey, al norte de aquí.
‘No queremos que un hecho como este se repita’, señaló en el mandatario en su cuenta de Twitter luego que un adolescente de un colegio de la capital del estado norteño de Nuevo León disparó contra su maestra y varios compañeros de estudio, antes de darse un disparo en la cabeza que al final le provocó la muerte.

Peña Nieto giró instrucciones a los secretarios de Gobernación, Miguel Ángel Osorio, y de Educación Pública, Aurelio Nuño, para que se refuercen las medidas que se siguen para la revisión en todas las escuelas del país.

También pidió al titular de la Secretaría de Salud, José Narro, que personalmente atienda los requerimientos médicos necesarios de las personas lesionadas y de los familiares que lo soliciten, tras la agresión en el Colegio Americano del Noreste, en Monterrey.

Fuente: http://prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=58048&SEO=pena-nieto-instruye-reforzar-seguridad-en-centros-escolares
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