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México: CNTE en Chiapas acuerda ‘nueva modalidad de lucha’

México/15 septiembre 2016/Fuente: El Finaciero

Los docentes analizan si aprueban “darle una salida política a la jornada, aceptando el ofrecimiento que hiciera el gobierno federal, planteamiento ratificado el pasado 12 de septiembre”, señalan las actas de la consulta de su asamblea.

Se perfila el levantamiento del paro magisterial en Chiapas que inició el pasado 15 de mayo, pues la asamblea de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) acordaron darle una “nueva modalidad de lucha” , lo que implica el regreso a clases.

La dirigencia magisterial sostuvo la noche de este lunes, una reunión en el hangar de gobierno, en la que estuvieron funcionarios del gobierno de Chiapas y, de acuerdo a versiones de los profesores que no han sido confirmadas, el secretario de Desarrollo Social, Luis Enrique Miranda Nava, quien al decir de los paristas, les reiteró la propuesta de diferir la aplicación de la reforma educativa en la entidad, hasta diciembre de 2018.

Los docentes ahora se encuentran en proceso de consulta para ver si aprueban “darle una salida política a la jornada, aceptando el ofrecimiento que hiciera el gobierno federal, planteamiento ratificado el pasado 12 de septiembre”, señalan las actas de la consulta.

Fuente: http://www.elfinanciero.com.mx/nacional/cnte-en-chiapas-acuerda-nueva-modalidad-de-lucha.html

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Más de la mitad de los niños no va a la escuela en algunos países de África

África/15 septiembre 2016/ Fuente: Hola Ciudad

Más de la mitad de los niños en países africanos como Liberia o Sudán del Sur no acuden a la escuela, según datos difundidos hoy por Unicef.

Más de la mitad de los niños en países africanos como Liberia o Sudán del Sur no acuden a la escuela, según datos difundidos hoy por Unicef.

En Liberia, el país con peor escolarización primaria del mundo, son casi dos tercios de los pequeños en edad escolar los que no acuden a las clases, mientras que en el caso de Sudán del Sur 59 % de ellos no tienen acceso a la escuela.

Entre los diez países con mayor índice de desescolarización aparecen también Afganistán (46 %), Sudán (45 %), Níger (38 %) o Nigeria (34 %), indicó en un comunicado la agencia de Naciones Unidas para la infancia.

Mientras, no hay datos disponibles para otros como Libia y Somalia a causa de las guerras que viven.

En general, apunta Unicef, el problema afecta sobre todo a Estados deteriorados por conflictos, largos periodos de sequías, terremotos y altas tasas de pobreza extrema.

La agencia teme que, sin educación, toda una generación de niños en esos lugares «crezca sin las destrezas necesarias para colaborar con sus países y sus economías, empeorando así la situación desesperada en la que ya se encuentran millones de niños y sus familias».

«Para los países afectados por un conflicto, la escuela prepara a los niños con los conocimientos y las destrezas que necesitarán para reconstruir sus comunidades cuando se acabe esta crisis», señaló en la nota la jefa de Educación de Unicef, Jo Bourne.

«A corto plazo, les proporciona una estabilidad y un orden que les ayudan a sobrellevar el trauma. Además, las escuelas también protegen a los niños de los peligros físicos y traumáticos que los rodean», añadió.

Unicef llamó la atención además sobre la falta de fondos para ayudas en este ámbito y recordó que en 2015 las agencias humanitarias recibieron tan solo el 31 % de sus necesidades de financiación para este sector.

Fuente: http://www.holaciudad.com/noticias/mitad-ninos-escuela-paises-Africa_0_949705228.html

 

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Jóvenes “a la intemperie”: la ausencia de una política de formación e inserción

Por: La Jornada.14-09-2016.Enrique Pieck Gochicoa

En prácticamente todos los países existe un grupo de jóvenes que ha truncado su itinerario educativo debido a diversas razones económicas, sociales, familiares y/o personales. En el caso de México, muchos se ven obligados a interrumpir sus estudios sin haber obtenido su certificado de educación media superior, nivel educativo que forma parte de la educación obligatoria desde 2011. Algunos datos revelan que sólo un 60.9% de la población de 15 a 17 años ingresa a media superior (INEE, 2014); aunado a ello, el abandono en este nivel es de un 40% (Weiss, 2014). Ambas cifras hablan de la magnitud del problema en lo que se refiere a jóvenes que no cuentan con estudios de media superior acreditada, más grave aún si pensamos en la cifra de ocho millones de jóvenes que se encuentran en situación de no estudio y no trabajo. Para la mayoría de estos jóvenes, su paso por el sistema educativo quedó atrás –o postergado– en sus trayectorias de vida, por lo que enfrentan ahora el reto de la transición al mundo del trabajo. Lamentablemente, ésta se complica por agravantes, tales como: baja escolaridad, falta de experiencia laboral, trayectos educativos marginales, no contar con competencias para el trabajo, la corta edad, falta de redes sociales, entre otras.

En este nuevo escenario de vida, muchos/as jóvenes se encuentran en una situación de abandono y a la deriva. Sin gran conocimiento, terminan insertándose en opciones laborales precarias y de alta rotación; otros encuentran espacios en el sector informal, hay quienes se aventuran en el frágil espacio del autoempleo, y algunos incursionan en el ámbito de la delincuencia. Son jóvenes que por lo general provienen de sectores de bajos recursos, con  problemáticas de desintegración familiar, contextos de violencia, desempleo, falta de oportunidades productivas, etc. Bajo estas circunstancias deben definir sus futuros escenarios de vida y, en esa dinámica a ciegas, buscan abrirse camino, van de alguna manera “rebotando” entre la diversidad de opciones que se les presentan: laborales, educativas y de formación. En este “rebote” los/as jóvenes se encuentran sin algún apoyo que les permita encaminar sus decisiones, analizar las diferentes opciones de estudio y trabajo, trazar e imaginar sus futuras trayectorias personales y profesionales: son jóvenes “a la intemperie” que ante la falta de un programa que los oriente se ven obligados a ir sorteando en soledad y por sí mismos las diferentes alternativas existentes.

Partiendo de esta realidad, un ejemplo que invita a la reflexión es el caso del Programa de Formación e Inserción (PFI), que se desarrolla en Cataluña, España y que tuvo como antecedente el Programa de Garantía Social (PGS) (1995-2006). El PFI retoma la experiencia y subsana algunas debilidades del PGS, entre ellas el diseño sin continuidad posterior de los estudios. Lo que distingue al PFI (también sello del PGS), y que marca un contraste inevitable con la política de formación para el trabajo en México, es el tener muy presente en la política educativa al segmento de jóvenes que ven truncadas sus trayectorias educativas y que no han podido obtener el certificado de educación básica obligatoria. Se parte de que existe un segmento de jóvenes que no culminan su educación básica y que se encuentra en proceso de transición al mundo del trabajo, luego pues se diseña y pone en operación un programa específico que responda a la problemática global de la transición de los jóvenes desfavorecidos: se les apoya en su proceso de inserción profesional y re-inserción al sistema educativo.

El programa busca ser un acto continuo de acompañamiento y de apoyo a la construcción de alternativas para los jóvenes sin la certificación básica. Se distingue por ser integral, por querer facilitar el tránsito de estos jóvenes a la vida activa, por tener vínculos con el mundo del trabajo a través de pasantías y por tener continuidad con grados superiores. Asimismo, busca favorecer el desarrollo de competencias (tanto técnicas como blandas), atender a la problemática social de los jóvenes, orientar en el desarrollo de posibles proyectos productivos, apoyar proyectos personales de vida, y promover su reinserción al sistema educativo. En mi opinión, el  punto clave del PFI es partir de una política específica de formación orientada a este grupo de jóvenes en el ánimo de facilitar su proceso de transición. No se les deja solos, no están a la intemperie.

En este marco es importante comentar sobre el programa de La Comuna, con raíz en las Misiones Locales de Francia, que se implementó en la Ciudad de México entre 1999 y 2008. Un elemento definitorio del programa consistía precisamente en la labor de consultoría y apoyo que se debe dar a los jóvenes en este entrecruce de caminos. El programa partía de que los jóvenes que se enfrentan a estas circunstancias deben contar con un servicio que les brinde asesoría psicológica, educativa y laboral. Intentó funcionar como un espacio de contención, de abrigo, ante las circunstancias difíciles de desorientación y falta de conocimiento a la que se enfrentan los jóvenes que atraviesan por esta etapa. Este programa fue ejemplo de una concepción diferente de la capacitación donde el proceso de transición a la vida activa se atendía de una forma integral. Lamentablemente, a la fecha, no existe ningún programa de capacitación que haya retomado este enfoque.

En México contamos con un abanico de opciones, que van desde la oferta de capacitación de parte de la Dirección General de Centros de Formación para el Trabajo (DGCFT) a través de los ICAT y los CECATI, hasta diferentes instancias que promueven el acceso al empleo, el desarrollo de emprendimientos, acceso a préstamos económicos, estrategias para la re-inserción al sistema educativo con miras a la acreditación del bachillerato y la continuación de estudio superiores (Prepa Sí, Ceneval Acuerdo 286, etc.). Se trata de programas pertinentes en sí mismos, lamentablemente no se encuentran articulados entre sí,  no abordan la problemática en conjunto que enfrenta este segmento juvenil, ni forman parte de una política integral de capacitación. Los jóvenes se van encontrando con estas opciones en caminos de búsqueda personales, van “rebotando”, se van enterando por diversas fuentes, incursionando en diferentes programas sin el cobijo de un programa que responda a sus necesidades de forma integral en este momento de transición.

El hecho es que sí existen programas a los que se incorporan los/as jóvenes, sin embargo no existe una política específica de formación e inserción de la cual formen parte. A ello se debe que este segmento de jóvenes, durante esta etapa crucial, no cuente con un programa específico que los resguarde. Esto lleva a que un millón 800 mil jóvenes que no están en el bachillerato, debido a que no terminaron la educación básica o abandonaron sus estudios de nivel medio superior (Tuirán, 2014), tengan que transitar durante este periodo “a la intemperie”. 

Nos preguntamos entonces ¿por qué no se ha hecho nada al respecto? ¿Por qué no se considera algo prioritario? ¿Es un tema de voluntad política, de falta de interés, poca sensibilidad ante la problemática, subestimación de la capacitación? ¿Es una situación con una baja tasa de retorno? Muchas preguntas que inquietan y que ante la falta de respuesta llevan  a permanecer en una inercia que como sociedad tiene un costo muy alto.

Enrique Pieck Gochicoa es investigador del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo de la Educación de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México  (INIDE-UIA).

Fuente: http://educacion.nexos.com.mx/?p=273

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En 5 años aumentó casi al doble el acceso a Internet en AL y el Caribe

Periódico La Jornada/14-09-2016

En 5 años aumentó casi al doble el acceso a Internet en AL y el Caribe

Chile, Uruguay y México tienen los mejores rendimientos, con 15% de conexiones a más de 10 mbps y cerca de 4% por arriba de 15 mbps

La disponibilidad de banda ancha creció de 7 a 58%

El acceso a Internet en América Latina y el Caribe casi se duplicó en el quinquenio reciente, lo que da cuenta de un importante avance, aunque más de la mitad de los hogares aún no están conectados, mostró un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

Chile, Uruguay y México muestran los mejores rendimientos, con 15 por ciento de sus conexiones por encima de 10 megabits por segundo (mbps) y cerca de 4 por ciento por arriba de 15 mbps. En contraste, Bolivia, Paraguay y Venezuela son los más rezagados, con 0.5 por ciento de conexiones de más de 10 mbps y 0.2 por ciento de conexiones por encima de 15 mbps.

El número de hogares conectados a Internet en la región creció 14.1 por ciento promedio anual en los pasados cinco años, alcanzando 43.4 por ciento del total en 2015, casi dos veces la tasa de 2010, sostuvo la Cepal.

El porcentaje de usuarios de Internet respecto del total de la población de América Latina y el Caribe, en tanto, creció 10.6 por ciento al año entre 2000 y 2015. La expansión del acceso se ha concentrado en los quintiles más ricos, ensanchando la brecha con los quintiles más pobres, refirió el informe de Cepal.

En términos de asequibilidad, mientras en 2010 el costo de contratar un servicio de banda ancha fija de 1 mbps bordeaba 18 por ciento de los ingresos promedio mensuales, a principios de 2016 esta cifra bajó a 2 por ciento.

En esa línea, el acceso a conexiones de banda ancha aumentó ampliamente en el periodo, particularmente en la modalidad móvil, que pasó a 58 por ciento en 2015 en comparación con 7 por ciento de cinco años atrás. Con todo, el organismo multilateral reparó en la alta heterogeneidad entre los países de la región.

De los 24 países analizados, tres tenían penetración menor a 15 por ciento en 2015, 15 estaban entre 15 y 45 por ciento, tres entre 45 y 56 por ciento y tres –Chile, Costa Rica y Uruguay– estaban cerca de 60 por ciento.

El estudio destacó que los países que tuvieron las mayores tasas de crecimiento del número de hogares conectados a Internet en el periodo 2010-2015 fueron Nicaragua, Guatemala, El Salvador y Bolivia. El mayor aumento en número absoluto de hogares conectados de cada 100 se dio en Costa Rica (que pasó a 60 desde 24).

Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2016/09/13/sociedad/031n1soc
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Aprender a Leer en Japón

Por: Elisa Guerra Cruz

Japón es un país fascinante. No sólo por sus jardines y edificios, si no también por su gente y su cultura.

Tuve la oportunidad de visitar este país asiático por primera vez en el mes de Noviembre de 2014, a raíz de la investigación de Eduardo Andere sobre ambientes de aprendizaje alrededor del mundo. De esta manera, pude visitar con él diversas escuelas en varias ciudades japonesas, desde Tokyo hasta Hiroshima, pasando por Nagoya y otras más.

Siempre me ha interesado el tema de el aprendizaje de la lectura, pero esta fue la primera vez que tuve la oportunidad de explorar cómo aprenden a leer los niños pequeños en un sistema y lenguaje tan diferente al nuestro y al resto de los idiomas occidentales.

Debido a lo apretado de la agenda de investigación de Eduardo, y aunado a la dificultad para conseguir los permisos necesarios para visitar las escuelas y aplicar cuestionarios, no me fue posible realizar un protocolo de investigación sobre el aprendizaje temprano de la lectura en culturas occidentales. En lugar de ello, me centré en una investigación documental y anecdótica, enriquecida por las observaciones realizadas en las escuelas que nos abrieron sus puertas.

Aprender a leer en Japón es cosa de niños… para los niños. Un adulto que, sin haber crecido en Japón ni haber estado expuesto al idioma desde pequeño, quisiera aprender a leer y escribir en japonés, pudiera encontrar esta tarea sumamente difícil, incluso imposible.

¿Por qué?

Para empezar, el japonés tiene tres (o cuatro) maneras de escribirse:

1. El japonés culto o kanji, que consiste en ideogramas heredados del chino. Cada “kanji” representa una palabra o idea.  Al terminar la escuela preparatoria, los jóvenes japoneses deben dominar por lo menos 2000 kanji.

2. Hiragana, o la “fonetización” del lenguaje. En este sistema existen 71 “letras” diferentes: 5 vocales, 1 consonante, y 65 “letras” o símbolos que combinan consonante y vocal. Esto es, existen 65 caracteres que se refieren a sílabas completas: ka, ke, ki, ko, ku, por ejemplo, se representan cada una con una sola y diferente “letra” en hiragana.

3. Katakana, que se usa para escribir palabras extranjeras y que también tiene correspondencia fonética con el lenguaje oral.

Además de estos tres sistemas de escritura, los niños japoneses aprenden “romanji”, o la manera de representar palabras japonesas con escritura occidental. Así es que los pequeños también aprenden las letras del alfabeto que todos conocemos.

IMG_3919Es común que los letreros en las calles incorporen kanji, hiragana y romanji, como puede ilustrase en esta imagen. Este es un letrero que anuncia una de las paradas de la línea azul del metro de Tokyo. El primer ejemplo de escritura, el más grande, es kanji. El segundo, más largo (por que cada signo representa un sonido y no una palabra o idea) es hiragana. Y el tercero, el que nos permite a nosotros, occidentales, saber en dónde estamos y cómo pronunciar el nombre de esta estación, es romanji. Por cierto, “Otemachi”, significa “mano grande”.

¿Cuál de estos sistemas se utiliza más? Bien, esto es lo que hace que el japonés sea increíblemente complejo para los adultos occidentales sin experiencia temprana en el idioma: Se usan los tres, kanji, hiragana y katakana… ¡al mismo tiempo y mezclados!

¿Cuándo y cómo aprenden a leer los niños japoneses?

Supuestamente, la instrucción “formal” de la lectura comienza en el primer grado de primaria. Sin embargo, según nos comentaron algunos docentes, un gran porcentaje de niños, (la gran mayoría, en palabras de un maestro) llegan al primer grado siendo capaces de leer, y no sólo palabras simples, sino libros. La directora de una escuela en la periferia de Tokio nos dijo, en torno al tiempo para aprendizaje de la lectura, que “cuanto antes, mejor”. Esta misma tendencia fue reportada ya desde finales de los años ochenta en una investigación que comparaba el aprendizaje de la lectura en Japón y en Estados Unidos. (Mason et al, 1987).  Los niños japoneses podían leer en hiragana al entrar a la primaria, y a partir de entonces comenzaban el aprendizaje de los primeros “kanji”. Esta labor continuará durante toda la vida académica de los niños y jóvenes y aún en la edad adulta.

La directora de una escuela primaria en un suburbio de Tokio comentó, con respecto al aprendizaje de la lectura: "Cuanto antes, mejor".

La directora de una escuela primaria en un suburbio de Tokio comentó, con respecto al aprendizaje de la lectura: “Cuanto antes, mejor”.

Sin embargo, los jardines de niños japoneses (yochien) supuestamente no enseñan a leer a los niños, por lo menos no de manera formal. ¿Quién les enseña entonces?  Ya desde hace algunas décadas, se cree que las madres japonesas juegan un papel primordial en la enseñanza de la lectura.  Aunque solamente un 15% de ellas afirma que enseña a leer a sus hijos en casa (Uchida, 1987) es muy común que realicen diferentes actividades encaminadas al aprendizaje de la lectura, principalmente una amplia exposición a libros y revistas infantiles, aunado a actividades artísticas, musicales y de excelencia física.  A raíz de la enorme competencia para poder tener acceso a las mejores opciones educativas, las familias  buscan que sus hijos ingresen a escuelas primarias de prestigio académico. Y debido a la alta demanda de espacios en estas instituciones, con frecuencia se hacen exámenes de admisión a los niños preescolares. Los mejores resultados consiguen los codiciados lugares. Así es que posiblemente muchas madres japonesas “preparen” académicamente a sus hijos para estas pruebas, ya sea ellas mismas o con la ayuda de clases particulares.

Creemos que es algo bueno que los niños japoneses puedan aprender muchas cosas a muy temprana edad, pero no por las razones equivocadas. Si una madre enseña a su hijo a leer, no por el disfrute que ello pueda redituar al pequeño, sino con el objetivo de que pueda obtener buenos resultados en un examen, entonces la presión y el estrés entran a la ecuación de la enseñanza. Y la presión y el estrés son enemigos del aprendizaje.

En las escuelas. la manera tradicional de aprender hiragana o katakana es a través de instrucción fonética. Sin embargo, las unidades fonéticas en hiragana son más grandes que las del idioma español: ya hemos comentado que, si bien los niños aprenden la correspondencia fonética a 5 vocales y una consonante (elementos fonéticos simples) hay 65 caracteres que representan sílabas (elementos fonéticos compuestos). Esto significa que, mientras que los niños hispanos que aprenden a leer fonéticamente deben descifrar, para una palabra bisílaba, por lo menos cuatro grafías, el niño japonés con suerte requerirá sólo dos (una por sílaba). Esto podría implicar que el reconocimiento de la palabra podría ser dos veces más rápida por parte del niño japonés, en comparación con el niño hispano.

Por otro lado, los niños japoneses deben aprender kanji de memoria. No hay alternativa. Y para ello ocupan buena parte de la jornada escolar: memorizar y repetir, memorizar y repetir. Muchos adultos recuerdan esta etapa como algo tedioso, aburrido y difícil. ¿Habría otra manera de lograrlo? Nosotros creemos que sí. Nuestros niños japoneses en el programa de Los Institutos, (ya sea sanos o con lesión cerebral) pueden aprender kanji con facilidad y disfrute cuando éste se les presenta de manera ágil, alegre, repetida y breve, en estímulos visuales preparados para este fin, y cuando el cerebro está mejor dispuesto para recibir este tipo de información: en los primeros años de vida. Por cierto, de esta manera pueden aprender a leer todos los niños, cualesquiera que sea su lenguaje.

Las aulas están decoradas con las producciones de los niños. Aquí vemos las hojas  de trabajo que muestran la direccionalidad del trazo.

Las aulas están decoradas con las producciones de los niños. Aquí vemos las hojas de trabajo que muestran la direccionalidad del trazo.

Menor presión a los niños y mayor reconocimiento a los maestros, es algo de lo poco que quizá podría pedirse a la sociedad japonesa.

Lo que sí podemos afirmar es que la educación es un valor sumamente importante para las familias en Japón. Según el Global Teacher Index 2013, publicado por Varkey Gems Foundation, si bien los japoneses califican favorablemente su sistema educativo, no confían mucho en la capacidad de sus maestros -algo que no deja de sorprender, cuando se tiene en cuenta el respeto que tradicionalmente se debía a los docentes, “senseis”, y considerando que el desempeño educativo de Japón en pruebas internacionales, al compararse con otros países, es relativamente alto.

¿Quién enseña a leer a los niños japoneses? Parece que esta es una tarea con diversos actores: las madres, los maestros, y la propia cultura que favorece, de una u otra forma, la exposición temprana al lenguaje escrito.

 Referencias:

Dolton, P; y Marcenaro-Gutiérrez, O (2013) Varkey Gems Foundation Global Teacher Status Index. Recuperado el 18 de Diciembre de https://www.varkeygemsfoundation.org/sites/default/files/documents/2013GlobalTeacherStatusIndex.pdf 

Mason, J; Anderson, R; Omura, A; Uchida, N; e Imai, M. (1989) Learning to Read in Japan, Technical Report 449, Center for the Study of Reading, University of Illinois at Urbana- Champaign.

Uchida, N. (1987) From storytelling to writing composition. Paper presented at the 29th annual meeting of the Japanese Educational Association. Tokyo.

Fuente: https://elisaguerra.net/2014/12/20/aprender-a-leer-en-japon/

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Nueva Zelanda: Los sindicatos se unen contra la propuesta de financiación global

Por: Internacional de la Educación/14-09-2016 

Se están celebrando más de 50 reuniones conjuntas sin precedentes de 60 000 miembros de la Post Primary Teachers’ Association y el New Zealand Educational Institute Te Riu Roa en oposición a la propuesta del gobierno de una financiación global.

El gobierno también ha rechazado explorar cualquier aumento de fondos destinados a la educación, afirman los sindicatos.
Además, los sindicatos advierten de que la idea propuesta por el gobierno de un presupuesto global provocará “cambios perjudiciales” en las escuelas. La fusión de la asignación de recursos y la gestión de docentes en las escuelas provocaría que los/las directores/as y los consejos directivos escolares decidirían el destino del dinero, con una cantidad obligatoria de gasto en trabajos sobre el terreno y mantenimiento de las instalaciones.
NZEI: “No hay que robar a Peter para pagar a Paul”
La portavoz de educación en la primera infancia del New Zealand Educational Institute (NZEI) Te Riu Roa, Sandie Burn, explicó que una congelación de la financiación de la educación en la primera infancia en 2011 arrojó unos resultados similares a los que cabe esperar de la propuesta de un presupuesto global.
“Nuestra realidad es que la financiación colectiva se ha convertido en un mecanismo para no dotar de fondos suficientes a la educación en la primera infancia y que sea de calidad”, señaló. Otro recorte —y ya han habido muchos recortes en la educación en la primera infancia— es la eliminación de la financiación de la docencia de calidad con recortes en servicios de más del 80 % de docentes cualificados/as y certificados/as, añadió.
La presidenta del NZEI, Louise Green, afirmó: “No observamos beneficios para los niños y niñas en esta política, solo la posibilidad de que los presupuestos escolares se contraigan y se tenga que elegir entre los costes del personal docente y los gastos de funcionamiento de las escuelas”. Pidió que se descartara el mecanismo de financiación global.
El ministro ha pedido su opinión al sector de la educación y la respuesta es clara, afirmó, al tiempo que destacó que los y las docentes piden ahora que esta propuesta no se imponga en un sector que lo ha rechazado rotundamente.
Green continuó diciendo que los sindicatos de la educación no pueden respaldar un sistema de financiación “que conduzca a compensar los costes del personal docente con otros gastos de funcionamiento, o que aumente la competencia en las matriculaciones”, y que son “enormemente escépticos sobre la denominada propuesta de financiación por cada niño/a y han realizado advertencias contundentes del avance de esto hacia un mayor desarrollo”.
Finalmente, enfatizó que, para mejorar los resultados de nuestros niños y niñas, debe haber una mejor financiación de las escuelas y de la educación en la primera infancia, “no hay que robar a Peter para pagar a Paul simplemente cambiando el destino de los fondos”.
PPTA: Una oportunidad excepcional para dotar de recursos a la educación
La ejecutiva de la Post Primary Teachers’ Association (PPTA) de Nelson/Costa Oeste, Ellen Curnow, también afirmó que los cambios propuestos en la financiación escolar eran “radicales” y suponían un “gran peligro” para la seguridad laboral de los y las docentes y la calidad de la educación.
Su sindicato lleva mucho tiempo pidiendo cambios en la financiación de la educación, resaltó, diciendo que “padres, madres y educadores coinciden en la necesidad de aumentar la inversión en la enseñanza y el aprendizaje”.
El examen de la financiación de la educación es “una oportunidad única para dotar de recursos a la educación” de modo que todos los niños y niñas y la gente joven reciban la mejor enseñanza y aprendizaje posibles, apuntó.
Curnow dijo que era importante tomar nota de la reivindicación del gobierno de que no habría disminución en la cantidad total de fondos destinados a la educación, y que esos cambios serán producto de la redistribución de los fondos existentes.
Expresó su preocupación en que el aumento del número de estudiantes, sumado a un presupuesto global, se traduciría en que las escuelas “no tendrían ninguna garantía de un número mínimo de docentes a los que pagar”.
Fuente:https://www.ei-ie.org/spa/news/news_details/4095
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La desigualdad educativa en el mundo tendrá consecuencias medioambientales y mayores conflictos, según la UNESCO

Europa/España/13 de septiembre de 2016/Fuente: eldia

Madrid, El nuevo Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo (Informe GEM) de la UNESCO deja de manifiesto que la desigualdad educativa en el mundo tendrá consecuencias medioambientales y mayores conflictos, además de carencias importantes a corto y medio plazo que afectarán a todos los países, pero sobre todo a los menos desarrollados y más pobres.

Según la UNESCO, los sistemas educativos deben velar por la protección de las culturas minoritarias y sus respectivos idiomas ya que contienen información esencial sobre le funcionamiento de los ecosistemas y pueden así dar respuesta a los problemas que afronta la humanidad, el planeta y la educación, que a juicio del organismo deberá pasar por una profunda transformación si se quiere alcanzar un Desarrollo Sostenible, como así se fijó dentro de los objetivos mundiales de 2003.

En el informe, además de la preocupación por temas medioambientales y por el retraso en cuanto al acceso y a la calidad de la educación en el mundo, el informe destaca las consecuencias que tienen las desigualdades educativas en el mundo.

A juicio de la UNESCO, la desigualdad educativa, que se combina con otras disparidades de carácter más general, agrava el riesgo de violencia y conflicto. Según un estudio reciente basado en datos obtenidos en 100 países a lo largo de 50 años, los países con mayores niveles de desigualdad escolar tenían muchas más probabilidades de pasar por situaciones de conflicto.

En 22 países del África Subsahariana la probabilidad de un conflicto en un plazo de 21 años es del 50%, sobre todo en las zonas con muy bajos niveles educativos. Los resultados del Informe constituyen toda una exhortación a los gobiernos para que empiecen a tomarse en serio las desigualdades educativas y hagan lo necesario para detectarlas obteniendo información directamente de las familias.

La UNESCO destaca la urgencia de una educación que avance de una manera más decidida y eficaz porque de mantenerse la tendencia actual, la educación primaria en el mundo no se conseguirá hasta 2042; la terminación universal del primer ciclo de secundaria lo sería en 2066; y la del segundo ciclo de secundaria quedaría para 2095 en América Latina y el Caribe. En zonas de África y de Asia ni siquiera están cuantificados los años que se tardaría en lograr algo tan fundamental como el derecho a la educación universal.

Estos datos suponen el retraso de 65 años con respecto al límite marcado para el cumplimiento de los ODS y que se fijaba la fecha de 2030 para lograr esos objetivos.

El Informe, titulado ‘La educación al servicio de los pueblos y el planeta’, deja patente que los sistemas educativos deben prestar mucha más atención a las cuestiones ambientales. Concretamente, en países de la OCDE, casi el 40% de los alumnos de 15 años apenas tienen conocimiento sobre cuestiones ambientales, mientras que en el Brasil, la Argentina, el Uruguay y México, el porcentaje aumenta en un 20% y se sitúa en un 60%.

Encontrar nuevas soluciones a los problemas medioambientales que posibiliten la transición hacia unas industrias más respetuosas con el medio ambiente y nuevas soluciones para los problemas ambientales es uno de los objetivos. Para que esto se logre es fundamental, según el informe, que la educación continúe más allá de la escuela, en las comunidades y los lugares de trabajo durante la edad adulta. Sin embargo, el 40% de la población mundial recibe enseñanza en un idioma que no entiende y dos de cada tres adultos carecen de alfabetización financiera y solo el 6% de los adultos de los países más pobres asiste a programas de alfabetización.

MÁS EDUCACIÓN=MÁS SENSIBILIDAD EN MEDIOAMBIENTE

En la mayoría de los países la educación es el mejor indicador del nivel de sensibilidad respecto del problema del cambio climático, en la mitad de los países del mundo no hay ninguna mención explícita del cambio climático o de la sostenibilidad ambiental. En los planes de estudios de la Argentina y Haití tampoco aparece término alguno relacionado con el desarrollo sostenible, por ejemplo.

«Hay que transformar radicalmente nuestra concepción del papel que incumbe a la educación en el desarrollo mundial, porque tiene un efecto catalítico sobre el bienestar de las personas y el futuro de nuestro planeta,» dijo la directora general de la UNESCO, Irina Bokova. «Hoy más que nunca, la educación tiene la responsabilidad de estar en sintonía con las dificultades y aspiraciones del siglo XXI y fomentar el tipo correcto de valores y competencias, valores y competencias que conduzcan a un crecimiento sostenible e integrador y a una convivencia pacífica.» NECESIDAD DE UNA EDUCACIÓN QUE SE PROLONGUE A LOS ADULTOS

Los sistemas educativos deben asegurarse de que dotan a las personas de las competencias y conocimientos que son indispensables para secundar la transición a industrias y prácticas agrícolas más ecológicas y ayudar a encontrar nuevas soluciones a los problemas ambientales.

Para ello también es preciso que la educación trascienda los recintos escolares y se prolongue en la vida del adulto, en su comunidad y su lugar de trabajo. Y sin embargo, solo un 6% de los adultos de los países más pobres ha acudido alguna vez a clases de alfabetización. En el Brasil, solo un 15% de los adultos sabe realizar cálculos aritméticos elementales con una hoja de cálculo.

«Para disfrutar de un planeta más verde y de un futuro sostenible para todos debemos exigir de nuestros sistemas educativos algo más que la simple transmisión de conocimientos. Nuestras escuelas, nuestras universidades y nuestros programas de aprendizaje permanente deben centrarse en problemáticas económicas, ambientales y sociales que alimenten la reflexión de ciudadanos emancipados, críticos, conscientes y competentes,» afirmó Aaron Benavot, Director del Informe GEM.

EN 2020 HABRÁ UN DÉFICIT DE 40 MILLONES DE TRABAJADORES CON ESTUDIOS SUPERIORES

También urge que los sistemas educativos dispensen competencias más sofisticadas, acordes con las necesidades de las economías en crecimiento, cuyos empleos requieren un conjunto de aptitudes que evoluciona con rapidez, pues muchos puestos de trabajo están ahora automatizados. Con las tendencias actuales, en 2020 se registrará un déficit de 40 millones de trabajadores con estudios superiores con respecto a la demanda.

El Informe demuestra que este cambio es vital: el hecho de lograr para 2030 la universalización del segundo ciclo de enseñanza secundaria en los países de ingresos bajos sacaría de la pobreza a 60 millones de personas para 2050.

En el Informe se recalca que los nuevos planes mundiales de desarrollo exigen de los ministros de educación y otros interlocutores de los círculos educativos que trabajen en colaboración con otros sectores, tras lo cual se enumeran una serie de beneficios que se derivarían de semejante forma de trabajar como que las intervenciones en el ámbito de la salud se podrían llevar a cabo por medio de las escuelas. Según una estimación, la administración de tratamientos como las cápsulas de micronutrientes a través de las escuelas cuesta una décima parte de lo que cuesta utilizando unidades sanitarias móviles.

Además las escuelas de campo podrían ayudar a incrementar un 12% el rendimiento de los cultivos, lo que se traduciría en un aumento sostenible de la producción alimentaria. En cuanto a la educación de las madres hasta el primer ciclo de la educación secundaria para 2030 en el África Subsahariana podría prevenir 3,5 millones de muertes infantiles entre 2050 y 2060.

En cuanto a Latinoamérica y el Caribe, los datos demuestran que el hecho de integrar la planificación educativa en los procesos de gobierno urbano ha hecho de Curitiba (Brasil) o Medellín (Colombia) ciudades mundialmente conocidas por su carácter ecológico y su dimensión igualitaria.

Fuente: http://eldia.es/agencias/8849531-desigualdad-educativa-mundo-tendra-consecuencias-medioambientales-mayores-conflictos-UNESCO

Imagen: www.drelm.gob.pe/media/k2/items/cache/223d3e825305be1390f95e96c8b494f2_XL.jpg

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