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Crecimiento: 1- Equidad: 0. Y, la educación, ¿qué papel juega?

Estas últimas semanas han sido de gran controversia en el mundo de los economistas por la publicación de Capital en el Siglo XXI de Thomas Piketty. El libro ha causado revuelo porque hace referencia al rol de las instituciones del capitalismo en la evolución y distribución de ingresos, y concluye que nos estaría conduciendo a una sociedad más desigual.

Otros autores como Per Krusell y Tony Smith han abordado el problema de la desigualdad de ingreso con una óptica distinta y se han enfocado, entre otros factores, en el rol de la educación y su eventual importancia para generar mejores oportunidades para todos. Entonces, nos preguntamos: ¿qué sabemos de la evolución del logro educativo y de su evolución en el tiempo? ¿Los jóvenes de hoy tienen más y mejor educación que los de hace cincuenta años?

Antes de responder a estas preguntas, definamos qué es el logro educativo y por qué es importante. El logro educativo se define como los años de educación que alcanzan las personas dentro del sistema educativo formal y es uno de los principales componentes del capital humano, el cual a su vez es determinante para el crecimiento económico.  Existe evidencia de que los países con mayor logro educativo crecen económicamente más rápido y de que las personas con logros educativos más altos tienden a tener salarios más altos en el futuro [1].

Ahora, volvamos a las preguntas que nos planteamos sobre la evolución del logro educativo. Gracias al sostenido esfuerzo de recolección de datos por parte de los persistentes investigadores Barro y Lee, pudimos analizar si los individuos acumulan más o menos años de educación hoy en día. De la figura anterior, podemos sacar dos conclusiones importantes:

  • A nivel mundial, el logro educativo del ciudadano promedio [2] mejoró abismalmente en los últimos sesenta años. ¡Este ciudadano, en los años cincuenta, tenía cero años de educación y ahora en el 2010 tiene 9!
  • ¡Todos mejoramos! Tanto los individuos que antes tenían un logro educativo alto como los que lo tenían bajo ahora permanecen por más tiempo en el sistema educativo.

Sin embargo, no todas las noticias son buenas. A nivel mundial, los individuos con alto logro educativo aumentaron 6 años, mientras que aquellos con bajo nivel subieron solo 3. Esto implica que la brecha entre los individuos con alto y bajo logro educativo se ha expandido con el correr del tiempo.

Además, la mejora también varía por regiones y por países (ver tabla). Por ejemplo, en países desarrollados el individuo promedio pasó de 6 a 12 años de logro educativo, y la diferencia entre los individuos con alto y bajo logro educativo se redujo de 6 a 5 años.

En América Latina y el Caribe la historia es distinta. En la región, aunque el individuo promedio pasó de 3 a 9 años de logro educativo, la diferencia entre los individuos con alto y bajo logro educativo aumentó de 3 a 6 años. En África Sub-Sahariana, donde los niveles de escolaridad eran muy bajos, el individuo promedio ha avanzado de 0 a 3 años de educación y la diferencia entre los individuos con alto y bajo logro educativo se ha acelerado de 0 a 9 años.

Los  sistemas educativos están realizando grandes esfuerzos por aumentar el logro educativo y reducir brechas, pero todavía la tarea es ardua. Usualmente los individuos con padres pobres y que no han concluido la escuela son aquellos que tienen el logro educativo más bajo por lo que se generan patrones viciosos de transmisión intergeneracional de pobreza y de falta de oportunidades. Así, como se aprecia en la tabla, si bien la diferencia entre los de alto nivel y bajo nivel se ha reducido, el logro educativo del individuo con bajo nivel en América Latina es de sólo 6 años, es decir el equivalente a primaria completa.

Para cerrar estas brechas es necesario el esfuerzo sostenido de los diversos países con el apoyo de organismos internacionales. En ese sentido, con gusto informo en este blog que el gobierno de Honduras acaba de crear 2500 cupos adicionales en secundaria con respaldo del BID. Así, muchos más estudiantes de las zonas rurales aisladas podrán acceder a la secundaria y graduarse, lo cual les permitirá tener mejores oportunidades e ingresos más altos en el futuro. Si bien este puede parecer un avance pequeño frente a los monumentales desafíos a los que nos enfrentamos, estamos en el camino correcto para disminuir las diferencias. Solo así podremos ofrecer a todos nuestros ciudadanos la oportunidad de permanecer en la escuela y de adquirir las habilidades necesarias para acceder a trabajos bien remunerados que les aseguren una mejor calidad de vida.


 [1] Estudios recientes presentan medidas de logro cognitivo como mejor indicador de capital humano, por ejemplo Hanushek y Woessman (2008). No obstante, las series de logro cognitivo son cortas y cubren numero reducidos de países.

[2] Individuo mediano, el percentil 50 en la distribución del logro educativo.

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Escuelas del futuro: Saunalahti en Finlandia

www.educacionfutura.org

En las escuelas del futuro el aprendizaje no se da solo en las aulas, cada uno de sus espacios es un lugar donde sus estudiantes pueden aprender.

La escuela Saunalahati, se ubica en la ciudad de Espoo, en Finlandia, fue construida en el 2012 por Karola Sahi en colaboración con Verstas Architects y destaca por poner enfasis en formas de aprendizaje no tradicionales como el arte, la educación física y la colaboración, las cuales son apoyadas por sus distintos espacios.

Los espacios para el arte y la educación física tienen una ubicación privilegiada en el edificio. Los talleres se abren a través de muros de vidrio hacia la calle y el patio de la escuela.

Saunalahti 2Las clases se realizan en un ambiente relajado, los niños se sientan donde quieren y pueden comunicarse entre ellos durante las lecciones. Se trabaja en grupos y las computadoras se encuentran conectadas a la misma red.

Los materiales empleados en la construcción de la escuela son ecológicos, permitiendo así tener un ambiente cálido y confortable. Los ladrillos en los espacios abiertos de la escuela fueron colocados en desorden para que al tocarlos los niños experimenten diferentes sensaciones. Las áras comunes dedicadas a la movilidad están pintadas de colores brillantes.

Además la escuela está abierta a la comunidad, su biblioteca funciona como una biblioteca comunitaria, en la cual se organizan clubes y actividades culturales. Mientras que los campos deportivos son usados por los habitantes de la ciudad.

Saunalahti 3Una escuela con una propuesta innovadora, no solo en la forma en la que enseña o en las materias que imparte, sino en sus instalaciones contribuye a que sus estudiantes tengan un bajo nivel de estrés, a que disfruten asistir a la escuela, al mismo tiempo que beneficia a toda la comunidad al abrir sus puertas.

Con información de  archdaily y genial guru.

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Jóvenes estudiantes de  la Universidad Indígena de Venezuela

 

Dedicado a la memoria del Presidente Chávez, al legado de Ajishama, a la lucha de Sabino Romero, al  trabajo de Hernán González, a Shejerume mujer Wotuja,Lucia, mujer Yukpa y  a todos y todas los estudiantes de la Universidad Indígena de Venezuela.

 

Introducción

La investigación  propone discutir el tema de las identidades  juveniles presentes en  estudiantes de diferentes pueblos indígenas de Venezuela quienes tienen como  característica común el haber cursado o estar cursando estudios universitarios en la Universidad Indígena de Venezuela (UIV). Es preciso destacar que desde su creación, antes del reconocimiento por parte del Estado venezolano, esta casa de estudios fue concebida como un proyecto educativo que priorizó el ingreso de jóvenes indígenas.En consecuencia, esta concepción fue considerada en la redacción  del Decreto Presidencial Nº 8.631 de de fecha 29 de noviembre de 2011, documento que la formalizó como la primera universidad indígena del país  por cuanto en el  objeto del mismo, la UIV se concibe como un espacio para “(…) afianzar  en los pueblos y comunidades indígenas los principios y fundamentos de las culturas originarias valorando su idioma , cosmovisión ,valores, saberes y mitología (…)”.

Por otro lado, es esencial aclarar que este trabajo se ocupa de la indagación de un universo representativo de estudiantes indígena de  la UIV, de manera que no abarca  aquellos indígenas cursantes del resto de las universidades criollas del país[1].

Se advierte que en Venezuela el tema sobre juventudes indígenas no ha sido explorado como un campo teórico específico. En consecuencia, no existen estudios  sobre las configuraciones identitarias de los indígenas que se asumen como jóvenes estudiantes. Sin embargo, la existencia del tema  visto a la luz de investigaciones en realidades universitarias en países como México, Colombia y Perú, allanaron  el camino para  plantear este trabajo desde el punto de vista teórico y situarlo en el marco de  categorías de análisis flexibles capaces  de enunciar  las cualidades más emergentes y rupturas a partir de la deconstrucción del concepto joven e indígena y su relación con la experiencia de ser estudiante universitario.

Los testimonios de los entrevistados son para esta investigación fuente de conocimiento que permiten vislumbrar un camino más comprensivo sobre los las juventudes indígenas. Al mismo tiempo, las voces de estos estudiantes indígenas aportan en el debate sobre la pertinencia de la  educación universitaria[2] no solo como un medio para la formación de profesionales o mano de obra técnica, sino como proyecto de liberación de los pueblos indígenas. Para cumplir con lo planteado, este trabajo indaga sobre aspectos de la socialización presentes en los estudiantes indígenas, el papel que desempeña la universidad en sus vidas, las descripciones que ellos y ellas hacen sobre quien es  joven indígena y el futuro que proyectan como juventudes a partir de sus experiencias en la Universidad Indígena de Venezuela.

 

La parte inicial de la exposición discurre sobre el complejo tejido  argumentativo necesario para abordar un lugar teórico práctico que permita  convencer sobre la existencia de jóvenes indígenas a partir de  las múltiples “variaciones en la definición y caracterización de lo joven, según los actores y sus contextos de enunciación (autocaracterización vs. heterocaracterización), organizados por posición cultural, social y de género” (Pérez Ruiz,2011:73). De igual manera, la investigación explora en lo que considera una categoría emergente que es la de jóvenes estudiantes indígenas, condición que equilibra  en la UIV las relaciones entre sujetos que  pertenecen a pueblos originarios diferentes los unos de los otros.

Por otra parte, este trabajo caracteriza a la Universidad como espacio de socialización cultural que influye en la configuración de identidades juveniles indígenas. La UIV permite a los estudiantes identificarse con un proyecto político educativo que les otorga la libertad de ser ellos, de ser ellas, a partir de ciertos mecanismos que les permiten negociar algunas de las pautas culturales propias de cada uno de los pueblos a los que pertenecen, sin obviar el hecho de que este proceso de negociación-flexibilización  son constitutivos a la existencia de fuerzas que están  en tensión permanente con  los referentes de la juventud criolla.

El enfoque metodológico se ubica  dentro del ámbito  cualitativo enmarcado en la investigación acción. Con este enfoque  se avanzó en  conocer  la realidad del objeto de estudio  en movimiento con  sus relaciones y sus contradicciones. Las voces de   los estudiantes pertenecientes a los pueblos Wotuja, Pumé, Pemon, Yekuana, Eñepá, Yukpa, Jivi, Wayu y Warao son las protagonistas en esta investigación.El análisis estuvo centrado en la perspectiva de los actores mediante la escucha de su palabra, lo cual, fue sin duda, fuente inexpugnable de conocimiento. Las vivencias de estos, sus visiones del entorno, el recuerdo de sus  trayectorias de vida cuyos datos  biográficos aluden a instancias socio históricas y culturales, me permitieron irrumpir en el debate sobre las “juventudes indígenas” a partir de la perspectiva construida por  los estudiantes.  La decisión metodológica estuvo definida por la necesidad de vincular las voces de los entrevistados a ciertos  aspectos teóricos referidos al tema juventudes, indígenas y educación universitaria. En analogía con el texto de Ana Lau  Jaiven (1998), “Cuando hablan las mujeres”, esta investigación se propuso visibilizar realidades objetivas y subjetivas de  estos estudiantes, por  tanto se revelan datos importares a partir de cuando hablan los jóvenes estudiantes indígenas.

En cuanto a los  instrumentos para la recolección de la información se empleó las entrevistas en profundidad dirigidas a  21 estudiantes indígenas,  universo que se consideró representativo por pertenecer todos  al total de  los pueblos que para el periodo del estudio se encontraban  presentes en la UIV: Pemon, Wotuja, Warao, Yekuana, Yukpa, Pumé,Eñapá. De igual modo, se incorporaron dos entrevistas de estudiante Wayu y Pemón quienes cursan estudios en universidades criollas, esto con la intención de consolidar el objetivo relacionado al papel que juega la educación universitaria hegemónica y la intercultural. Las entrevistas fueron semiestructuradas, centradas en  conversaciones  intencionales con los estudiantes y que fueron de utilidad para  organizar a partir de relatos testimoniales, aquellas vivencias personales  o sucesos  significativos desde el punto de vista  histórico de su realidad social.  En algunos casos la narración se centró en la propia  vida del informante, lo cual acerca algunas entrevistas a relatos de vida. Por otra parte, se procedió en el diseño de un cuestionario  aplicado al total de la población de 72 estudiantes que se encontraban cursando estudios en el segundo periodo académico del año 2013. La intención de este fue el de visibilizar  tendencias  en cuanto a espacios para la socialización, representaciones sociales, gustos musicales, motivaciones sobre el estudio y perspectivas a futuro. El cuestionario  planteado fue de tipo combinado, es decir, en el que se encontraron presente preguntas abiertas no estructuradas, pregunta cerrada dicotómica y preguntas de tipo mixta, en las cuales se propuso la explicación o justificación de su respuesta. Se acordó  fecha y hora para que todos los estudiantes reunidos en la churuata ateneo[3] respondieran las preguntas. La  selección de los casos y trabajo de campo, esta fue intencional a partir de:

  • Estudiantes indígenas que antes de empezar su ciclo en la UIV, cursaron estudios en instituciones
  • Estudiantes que para ir a la UIV, fueron postulados por la comunidad y que no transitaron por ninguna institución criolla.
  • Estudiantes que por  mandato comunitarios tuvieron que interrumpir sus estudios en la UIV.
  • Estudiantes mujeres que por situaciones relacionadas al “ser mujer” tuvieron que interrumpir sus estudios en la UIV.
  • Estudiante que cursa  trayectoria final o último semestre en la UIV.
  • Estudiantes que son líderes en su comunidad de origen.
  • Estudiantes cursantes en universidades criollas.

En  cuanto a los  controles para el trabajo de campo, antes de proceder con todas las entrevistas,  se realizó  una prueba del instrumento en dos casos lo que permitió rectificar algunas de las preguntas. Todas las entrevistas fueron efectuadas por  la autora de esta investigación, están grabadas y se realizaron en espacios de la Universidad escogidos por los  mismos estudiantes a partir de  la consideración de la privacidad  de la persona entrevistada. Algunos de estos espacios fueron  a lo interior de la churuata Eñapá sentados una  hamaca, sobre el banquito improvisado debajo de un gran árbol de mango,  sentados  por la noche  en medio de la residencia estudiantil de la  comunidad Yekuana. Adicionalmente, las observaciones del trabajo de campo referentes a la actitud  del informante, las clases de los demás profesores o  facilitadores, los espacios de  juego y tiempo libre fueron  recogidas  en libreta  de apuntes y en algunos casos grabadas. La confidencialidad de las entrevistas está garantizada. Cada estudiante tiene su nombre escogido a partir de su lengua que es el nombre con el cual se  conocen entre ellos en la UIV y el nombre criollo que es el que aparece en el documento de identidad. Lo que se hizo fue escoger un seudónimo.

Durante el proceso de recolección de la información el acercamiento con los estudiantes no fue difícil por cuanto  he estado familiarizada a partir de mi participación  como facilitadora durante los últimos cinco años en la UIV[4]. Con respecto al procesamiento  y análisis de la información, el registro de cada entrevista se  hizo mediante la grabación del audio previa autorización del entrevistado y  luego fueron transcritas textualmente. Se diseñó un esquema para el análisis a parir de los objetivos específicos. En cuanto a la validación y confiabilidad de los resultados se tomó en cuenta los criterios de credibilidad, transferibilidad, dependencia y confirmabilidad (Guba, E.G; Lincoln, Y.S,1985: 85) y las técnicas y controles metodológicos de Thomas Skirtc (Ruiz e Izpizua,1989:76) los cuales estuvieron sujetos a  la observación persistente de la realidad, así como a la permanente retroalimentación de los datos. Se triangularon todos los datos con las técnicas de recolección de información, análisis de investigaciones previas  sobre el tema de juventudes indígenas y con las notas de campo[5] recabadas durante todas las visitas  a la UIV .Importante resaltar el hecho de que se compartió con los estudiantes indígenas los resultados de la investigación durante dos encuentros pautados para este fin. Esto permitió corroborar  hallazgos de la investigación, sobre todo los relacionados a quién es un  joven indígena para estos estudiantes y cuál es su papel como juventudes a partir de las reflexiones continuas que  realizan en la Universidad Indígena.

 

Juventudes indígenas  y  la categoría de estudiantes

 

Apela este trabajo por la categoría  joven estudiante indígena[6] entendiendo que se trata de distintas identidades y distintas formas de asumirse joven. Es vital reconocer que el tema  ha estado  mediado por una afirmación que se  ha hecho casi  absoluta o tratada como una verdad y es lo referido a que  entre los pueblos indígenas el niño pasa a  ser adulto. La estrategia para ubicar un focus teórico sobre juventudes indígenas  la señaló el  hecho de que existe “una  necesidad de reconceptualizar la infancia y la juventud desde una perspectiva latinoamericana (como ámbito geográfico, académico y cultural), abordando  las nuevas  formas de ver y vivir estas  edades que se configuran con el cambio del milenio” (Feixa, 2002 en  Feixa y Cangas, 2006: 172). Por ello, es necesario  entender que nos encontramos ante un reto  o “una emergencia  de algo  que puede denominarse período juvenil en los pueblos como en las ciudades” (Castro Pozo, 2008: 7) lo que conduce a establecer como categoría lo juvenil étnico, a lo que se le suma el mandato de visibilizar al sujeto joven en  un amplio marco de identidades.

El tema de las clasificaciones sociales impacta en la perspectiva  y en la intencionalidad con la que se quiere abordar las investigaciones sobre  juventudes indígenas.  De allí que  antes de nada se deba  explorar  la  clasificación  sobre  lo que es ser “indígena”  tomando en consideración la construcción colonial  que sobre ese término se  ha ido  afianzando.“Aunque la identidad indígena ha sido apropiada y resignificada políticamente como una identidad transétnica y transcultural para aglutinar la gran diversidad de poblaciones con orígenes prehispánicos que luchan para obtener sus derechos como pueblos, para estos actores es claro que su identidad como indígenas (heterodenominación impuesta en la Colonia y apropiada en la actualidad) no sustituye ni es equivalente a la identidad que consideran como la propia (autodenominación) y que han construido históricamente desde ciertos criterios para marcar su pertenencia a un lugar, a una cultura y a una lengua, y que hacen evidente y ponen en acción en ciertos contextos de interacción para diferenciarse de otros a quienes consideran ajenos” ( Pérez Ruiz,2011:67).El uso de “indígena” o” indio” remite  a una nominación  que “en contextos de asimetría y dominación constituye un aspecto revelador  de las relaciones interétnicas, en tanto que  evidencia uno de los mecanismos de la etnización, al tiempo que es en sí mismo un hecho productor de etnicidad” (Idem:68). A partir de las apreciaciones anteriores, este trabajo rechaza de cualquier  intento de caracterización esencialista a partir de las identidades de los estudiantes de los pueblos Wotuja,Yekuana,Pemon,Pume,Yukpa,Warao, Jivi, Eñepá y Wayu. Intenta si,  visibilizar a estos  actores sociales en relación con  sus contextos socio históricos, para cooperar con narrativas que abracen  la construcción teórica y cultural de la juventud a partir de la  diversidad (Feixa y Cangas: 2006:177).

Ahora bien, es necesario establecer puentes para entender a estos jóvenes quienes en el marco de la educación como un derecho universal, aspiran a su ingreso a  educación universitaria. Diversos estudios sobre estudiantes indígenas han sido desarrollados en México, Perú y Bolivia. Los mismos se centran en caracterizar las barreras y obstáculos que los estudiantes indígenas experimentan en el marco del acceso a la educación universitaria y algunos  en el análisis de los programas de apoyo  dirigidos a estos.(Castillo Martínez, L., Aguilar-Morales, J.E. y Vargas-Mendoza; Raesfeld,L; Escobar J, Largo E,Peréz Carlos; Villasante Llerena,M). La revisión de estos trabajos permitieron  identificar elementos que son afines a las realidades de los estudiantes indígenas que protagonizan esta investigación  asociados  su ingreso y permanencia en la educación universitaria.Por ejemplo, en un caso de estudio dirigido a estudiantes indígenas Zapoteca y Mixe de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, las conclusiones derivaron a los problemas que estos indígenas identifican como barreras para su ingreso y permanencia en la universidad. Estos se refieren a las dificultades económicas, la incertidumbre ante su inserción laboral en el mercado de trabajo del estado,  la preocupación por pasar las materias, problemas de salud que enfrentan alguno de sus familiares y la precepción de “tener miedo”  a no terminar su carrera (Castillo Martínez et al. ,2009:35). En correspondencia  con otro estudio de caso sobre estudiantes indígenas de la Universidad  Autónoma de Hidalgo, se señala el hecho asociado a que la mayoría de los  estudiantes encuestados expresaron que son discriminados por el hecho de ser indígenas (Raesfeld y Ramírez, 2008).  En Colombia,  la investigación realizada  durante  el periodo 1994-2006  sobre factores  asociados a la deserción y permanencia de estudiantes en Universidad del Valle concluye “que  aquellos estudiantes que poseían fenotipos indígenas eran quienes tenían más probabilidad de desertar  en un 49%, comparados con los estudiantes con fenotipos negros también identificados en el estudio” (Escobar et.al,2006:72).  En Bolivia,   el estudio referido a  educación superior  y pueblos indígenas  de IESALC – UNESCO (Vargas, 2004)  advierte sobre la  invisibilización de los estudiantes indígenas lo que acarrea un desconocimiento generalizado de sus realidades  étnicas y en consecuencia  “las políticas de educación superior no consideran orientaciones específicas para las poblaciones indígenas como tampoco dispositivos que favorezcan la ampliación, acceso y cobertura de la educación superior” (Vargas: 66). Esta realidad se evidencia también en el estudio llevado a cabo en la Universidad del Cusco en Perú en el  cual se evidencia  que en dicha casa de estudios “no existen estadísticas reales acerca de la demografía, identidades, idiomas, lenguas y otras características de los alumnos y por sobre todo sobre los tipos de atención educativa que reciben los estudiantes indígenas”(Villante,2002).

 

En el caso de Venezuela los estudios relevantes sobre los jóvenes indígenas universitarios no han sido objeto de preocupación por las ciencias sociales, mas no así los estudios referidos a la juventud en general.   Este tema ha  tenido un avance progresivo  desde el punto de vista de  abordaje teórico y metodológico. Investigadores  del área reflexionaron de la perspectiva  positivista que había estado dominando en las investigaciones desarrolladas desde 1.878 hasta  la década de los 50. A  finales de los 80 con la conformación de equipos de investigadores en la Universidad Simón Bolívar y Universidad Central de Venezuela se inició como “un esfuerzo de reflexión acerca el concepto de juventud, cuestionando los enfoques que lo definen como un dato acotado estadística y demográficamente y llamando la atención sobre la necesidad de definir  el concepto de juventud a partir de los jóvenes desde su ámbito social de vida y no con los criterios del mundo adulto” (Bermúdez et al.,2010: 93). Así mismo, se incorporan a los estudios variables de la cultura política sobre todo porque los 80 y 90 en Venezuela estuvieron marcados por profundas crisis económicas impuestas por los pactos neoliberales de los gobiernos representativos con políticas monetarias como las del Fondo Monetario Internacional. Los “jóvenes universitarios” pasan a ser  el centro de atención de muchos estudiosos quienes abordaron sus trabajos  desde el punto de vista cualitativo y cuantitativo. En seguida surge la representación de “movimiento estudiantil”, producto del “papel beligerante que como grupo social tuvo ese movimiento entre 1958 y 1989 (López, 2007:94) tanto en el cuestionamiento del régimen democrático como ocurrió con los movimientos de las décadas de los 60 y 70 o como protesta frente a la política universitaria, en especial la política de restricción de cupos, como sucedió en los ochenta” (Ídem).

Las reflexiones sobre las participaciones de los jóvenes en los problemas del país, asignan al concepto de “generación” un lugar privilegiado desde donde “mirar” a los estudiantes universitarios. “Esta idea de generación ha sido apropiada por el análisis y una parte del discurso político nacional actual para construir el modelo de joven que le país necesita” (Ibídem: 95).

Este breve recorrido nos lleva a la década del 2.000 y la ruptura política que se inauguró con el periodo de la Revolución Bolivariana que incorporó un amplio marco legal dedicado a los jóvenes del país. En la Constitución venezolana se consagra un artículo sobre la posición estratégica de la juventud que  expresa el hecho de que  “los jóvenes y las jóvenes tienen el derecho y el deber de ser sujetos activos del proceso de desarrollo. El Estado, con la participación solidaria de las familias y la sociedad, creará oportunidades para estimular su tránsito productivo hacia la vida adulta y en particular la capacitación y el acceso al primer empleo, de conformidad con la ley” (CRBV, 1999). Para el año 2002, se decreta la Ley Nacional de la Juventud donde destaca  la misión de  promover el primer empleo como derecho en el transito a la vida adulta. Ya para el 2.008 se exhorta una modificación de la misma que contemple un sistema más amplio de protección para la juventud estipulado en la Ley del Poder Popular para la Juventud.

Resulta oportuno citar esta ley porque define el ser joven. “A los efectos de esta Ley, sin menoscabo de otras definiciones, y sin sustituir los límites de edad establecidos en otras leyes, se consideran jóvenes a las personas naturales, correspondientes al ciclo evolutivo de vida entra las edades de quince y treinta años, que por sus características propias se considera la etapa transitoria de la adultez” (Título I ,disposiciones fundamentales, definición de joven).En el titulo referido  a los deberes y derechos de la juventud, se hace referencia a las garantías de la juventud indígena y su “derecho a un proceso educativo intercultural y bilingüe, que responda a los usos, costumbres y normas originarias, así como a la promoción e integración laboral y productiva; y al goce de sus derechos ciudadanos, sin discriminación alguna”.

Observando lo anterior queda claro que la categoría juventud indígena es enunciada  en el marco de lo indígena como una condición  general,  objeto de derechos. Mientras la categoría hegemónica de juventud ha sido estudiada en  sus múltiples variables,  la caracterización de ser joven y además  indígena ha quedado incomunicada. Es importante indagar las razones de esta omisión que se explica como  parte del dominio teórico de la caracterización de la juventud desde  referentes occidentales y también al hecho de obviar las equivalencias a la fase de ciclo vital  que  los pueblos indígenas  poseen  y su  reconocimiento frente al saber occidental.

Si  la tendencia ha sido  posicionar el tema de la  juventud como grandes portadores de valores y bastiones de lucha frente a los procesos de cambio sociales y políticos de Venezuela, resulta  comprensible que desde este enfoque sea invisibles  las acciones de los jóvenes indígenas, quienes no han sido sujetos protagónicos de revueltas populares nacionales o  manifestaciones universitarias, esto solo por nombrar algunos eventos que  han servido para llamar la atención de estudiosos del tema. La construcción hegemónica de “esa imagen de generación sobre el papel de la juventud en los procesos políticos” ha sido la única tomada en cuenta, “el problema es que a partir de esa construcción elaborada por políticos e intelectuales se ha creado una representación sobre el  papel que como actor político debe jugar la juventud en Venezuela y acerca sus prácticas, de tal forma que ello impide mirar otras iniciativas que tienen que ver con diferentes maneras de hace política por parte de algunos grupos de jóvenes actualmente”(Bermúdez et al., 2010:105).

El objeto de estudio de lo “joven” ha sido asociado a sujetos a partir de sus experiencias como  estudiantes universitarios, sujetos contestatarios  frente a  políticas públicas de redistribución de recursos, sujetos para el consumo, actores políticos y datos demográficos. Pero los adolescentes y jóvenes de los diferentes pueblos indígenas, no han sido incluidos en el discurso.  Ellos y ellas son claves para comprender  las situaciones de deterioro progresivo de las cientos de comunidades indígenas del país, así como  claves en  manifestar  sus esperanzas frente un futuro que parece incierto. Con esto no se quiere  decir que en Venezuela se haya  obviado los  estudios  etnográficos  sobre la presencia indígena en general. Pero el sujeto de análisis  en la mayoría de los casos ha sido un hombre adulto visto como chaman o  guardián de la cultura amenazada; sujeto en profundo proceso de pérdida de identidad, sujeto pobre materialmente o victima de la violencia ante la pérdida progresiva de los territorios frente a  los terratenientes.

La población indígena de Venezuela se encuentra presente en casi todo el territorio nacional, tanto en centros urbanos como rurales, los cuales no son necesariamente asentamientos tradicionales. Datos revelan que el 63,24% de la población que se autoreconoció como indígena reside  en zonas urbanas, lo  que  conduce a  valorar a los fenómenos migratorios como realidades de gran incidencia en este  mapa nacional. El censo 2011 registró un total de 52 pueblos indígenas que constituyen el 2,7 % del total de la población venezolana; en cifras esto corresponde a  724.592 personas auto reconocidas como indígenas de 26.503.338 no indígenas.  (Instituto Nacional de Estadística 2011, Resultados básicos del censo indígena en XIV censo de población y vivienda).  El censo reconoce así que aunque hubo un crecimiento del número de venezolanos auto reconocidos como indígenas,  hubo una disminución en quienes son hablantes de sus idiomas de origen. El censo también revela una  disminución relativa de los menores de 15 años y un incremento de la población en edad potencial de trabajar de 15 a 64 años; también  “se observa una disminución relevante de la dependencia juvenil, menores 15 años, como evidencia de la disminución de la fecundidad. Incidiendo en el desplazamiento de la edad mediana de 19 años (censo 2001) a 21 años según el censo 2011”. (Instituto Nacional de Estadística, 2014. Resultados Censo indígena 2011). En cuanto a las características educativas, el censo no  precisa cuantos indígenas están en universidades, solo destaca  un aumento en las cifras de alfabetización y  un estimado de la  brecha frente a los no indígena  de  alrededor de un 30% (Ídem).

Para investigar a los “jóvenes indígenas” es necesario saber que se trata de un campo  sin conclusión absoluta y buscar superar “la mezcla arbitraria entre la temática delo joven en general, de lo “étnico e indígena en general”, o sólo  de la derivación hacia lo joven desde otras temáticas relevantes, como la migración, la educación, la salud” (Idem: 73). Existe una inclusión problemática de las distintas realidades de los jóvenes indígenas frente a una realidad nacional que presiona de forma agresiva los sistemas sociales indígena, cada día más fragmentada.  Se han alterado los sistemas que tradicionalmente han incido en  las pautas de socialización de la infancia indígena lo que conlleva a  profundas modificaciones en las distintas construcciones de la identidad. Las realidades de exclusión material y las ausencias subjetivas en los campos del saber, otorgan al problema  un carácter  de  urgencia, y que se visibiliza en  los  jóvenes  estudiantes de la Universidad Indígena de Venezuela. Desde el punto de  vista de estudios decoloniales, cuando me refiero a las identidades, entiendo estas como “procesos amplios de formaciones de sujetos, que expresan no sólo personalidades particulares , sino también agrupaciones colectivas [así] las identidades comprenden un medio crucial a través del cual los procesos sociales se perciben, se experimentan y se expresan” ( Saurabh,2009).  Por consiguiente, las identidades juveniles protagonistas de esta investigación  están definidas por relaciones históricas de producción, poder y aprobación. Se intenta subvertir la institucionalización  de lo que es ser joven, indígena y estudiante  universitario, para se  conjugan  elementos  críticos sobre  la construcción de la raza, las divisiones de género y clase, para avanzar en rectificar en la medida de este humilde aporte, el desequilibrio que reina en las construcciones hegemónicas de las categorías de análisis enunciadas.

Desde esta posición de sujetos subalternos se propone el  análisis del tema. La producción de la juventud indígena situada en  los diferentes pueblos es observada y problematizada desde  las realidades de migración,caso de jóvenes del pueblo Jivi; educación secundaria, tema central en todas las experiencias; consumo hegemónico de redes sociales,muy presente entre jóvenes yekuana y pemon,el devenir de la Universidad Indígena de Venezuela como espacio que enfatiza  lo juvenil desde  el elemento común dado por el hecho de ser estudiante y por último el tema de género y relaciones de poder.  Falta aproximarse a especificidades que  dan lugar a estos procesos amplios de “resemantización”, y que sin duda  cumplen con  objetivos vitales en las trayectorias de vida de estos estudiantes. Las  configuraciones identitarias de estos indígenas buscan  un lugar  con sentido protagónico  en la sociedad venezolana, específicamente  instando a la reflexión de la educación universitaria.

 

Breve caracterización de la  Universidad Indígena de Venezuela

La Universidad se inspira en particular  con la creación de la  Universidad Intercultural de las Nacionalidades  y Pueblos Indígenas “Amawtay Wasi” en Ecuador, y en general con en  el movimiento de instituciones indígenas del continente. El camino de la UIV por el reconocimiento por parte del Estado  venezolano ha estado marcado por momentos de tensión producto de las necesidades económicas para garantizar la atención de los estudiantes en materia de alimentación, transporte, salud así como también infraestructura. Esta realidad llevó a la Universidad a solicitar apoyo en distintos entes gubernamentales, aun y cuando, al interior de la misma no se había planteado como objetivo fundamental contar con el reconocimiento oficial. Al respecto, uno de los fundadores afirma que “para nosotros los mas importante fue y ha sido el reconocimiento de los pueblos indígenas, sin embargo, la realidad económica fue la que nos llevó a encaminarnos por el reconocimiento oficial  para contar con un presupuesto que garantizara su funcionamiento y permanencia en el tiempo. Una de las primeras puertas que tocamos  en el 2007 fue la de Fundayacucho[7], institución que  empezó a prestarnos un apoyo económico muy modesto dentro del programa de becas del poder popular” (González,2013).  Importante es destacar que en un acto de entrega de becas en la que asistió el presidente Chávez, una representación de cuatro estudiantes de la UIV  indígenas fue invitada.  Al final del discurso del Presidente, Wesiyuma, para entonces coordinador académico, pidió derecho de palabra para solicitarle al  Presidente Chávez el reconocimiento de la UIV. En respuesta, el mandatario nacional accede a dicha petición, acción que marcó en la vida de la UIV un antes y un después. Transcurridos unos  días, el Ministerio de Educación Universitaria contacta al equipo académico de la UIV para acordar  pautas del trabajo conjunto  en dirección a su declaración formal. Finalmente, la UIV fue reconocida en el marco de la Misión Alma Mater[8],  misión  que se creó con el propósito de impulsar la transformación de la educación universitaria venezolana bajo criterios  de articulación institucional y territorial, estos  en función de las líneas estratégicas del Proyecto Nacional Simón Bolívar[9], garantizando el derecho de todas y todos a una educación superior de calidad sin exclusiones.

Se resalta el hecho de que el  nombre Universidad Indígena de Venezuela fue cambiado en el decreto 8.631 y en Gaceta Oficial No.39.810 por el de Universidad Nacional Experimental Indígena del Tauca (UNEIT), aspecto que  fue debatido al interior de la UIV por considerar que representativamente el alcance reconocido oficialmente se circunscribiría solamente a los indígenas del estado Bolívar y Amazonas y no como lo que es en realidad, una universidad para todo los pueblos indígenas el país.

Si bien el reconocimiento aconteció en el año 2011, la creación de la UIV data del  año 2000 cuando fue registrada como la asociación civil Universidad Indígena de Venezuela. El hermano Jesuíta  José María Korta Ajishama, conoce el Caño Tauca del Municipio Autónomo Sucre del Estado Bolívar  en el año 1992, lugar que se convierte en sede de “Causa Amerindia Kiwxi”, donde se realizó durante una década  cursos de concientización y autoncientización indígena con el apoyo de un equipo de aliados a la causa y conscientes de que los propios pueblos debían ser protagonistas de su propia  afirmación cultural. Para el año 2000 fue convocado un primer grupo de jóvenes indígenas de diferentes pueblos con el objeto de crear, dentro de una metodología bilingüe e intercultural, textos para ser utilizados en las escuelas indígenas, es decir, que estos jóvenes con el apoyo y herramientas de la educación criolla, realizaron  sus propios libros encarnados en su cosmovisión y vida. Dicho esto, la UIV se erigió “no solo como una Universidad para Indígenas si no como una  la Universidad desde los  indígenas pues ellos promovieron su creación” (Korta,2012). Al inicio confluyeron en la propuesta de la Universidad solo  los Ye´kuanas, Eñepá y Pumé. En la actualidad  incorporan, además de las anteriores, estudiantes de los pueblos  Yuckpas,  Wótjüja, Warao, Jibi y los Pemon.  En otro orden de ideas, la infraestructura de la UIV  responde a las realidades arquitectónicas de  los pueblos indígenas. Las residencias estudiantiles  y las áreas comunes de reunión son en su inmensa mayoría churuatas, razón por la cual los materiales que predominan son el barro, la madera y la palma.

La Universidad  está orientada a “la formación integral de los estudiantes indígenas  caracterizados por su alto compromiso con las comunidades, su capacidad de organización y liderazgo, para recrear espacios culturales que ayuden a la formación de futuras generaciones” (Informe ejecutivo de la UIV presentado ante el Consejo Nacional de Universidades, 2010). La Universidad es concebida como una “universidad–comunidad, de  allí que la máxima autoridad de la UIV sea el consejo de sabios y ancianos conformado por  mayores de cada pueblo.   En cuanto al diseño curricular, la UIV  organiza el plan de estudios en un primer ciclo referido al tronco común transversalizado por los ejes de  concientización, identidad y producción.  El segundo ciclo se concentra en la formación especializada que culmina con un trabajo de investigación. El tiempo de la trayectoria de estudios es de 4 años. El año académico lo conforman dos semestres que se turnan uno “cursado” en la comunidad y el otro en la universidad. Educación cultural indígena, estudios jurídicos, agroecología indígena y comunicación social indígena, son las cuatro carreras que ofrece la UIV.

El proceso formativo se da en contextos concretos que son en primera instancia las comunidades “que se constituyen como espacios de investigación de exclusivo valor por la presencia de ancianos y la posibilidad de conocer mejor la cultura milenaria y las potencialidades para su rescate” (Entrevista a Hernán González, co fundador de la UIV, 2013); están también las residencias estudiantiles, donde cada pueblo tiene  construida una  edificación  según corresponda  al diseño tradicional de  cada cultura.  El estudiante  “puede crear y recrear su propia cultura, donde  habla su idioma”. Estas residencias buscan ser autogestionarias lo que se edifica como una práctica de incalculable valor pedagógico pues permite que los estudiantes  reproduzcan de alguna forma ele espacio  de donde son originariamente. También están las áreas demostrativas,  que son “espacios de práctica y ensayo de modelos de producción, aprendizaje de nuevas técnicas y diseño de proyectos”. Por otra parte, la UIV se encuentra  bajo el desafío de “validar dentro de sus programas de formación el conocimiento de los pueblos indígenas” (González,2013) como aportes a una educación universitaria  concebida para y por los pueblos indígenas en su relación con sus realidades culturales y en  diálogo intercultural con  la sociedad venezolana.

Los estudiantes y sus contextos comunitarios

Se  presenta sucinta descripción  que intenta precisar los rasgos característicos de los distintos contextos geográficos, trayectorias históricas y culturales de los protagonistas de esta investigación y al mismo tiempo, nombrar los problemas  que  presionan  la  vida de las comunidades  de donde provienen. No pretende ser una síntesis de datos antropológicos ni lingüistas. Procura situar al lector en  las distintas realidades que impactan  a los jóvenes indígenas y sus tejidos comunitarios.

La participación de los estudiantes del  pueblo Yékuana en la Universidad Indígena está ligada a  a su fundación y consolidación. En la década de los 70 se conformó una de las organizaciones de indígenas de mayor trayectoria en el país, la Unión de Maquiritares del Alto Ventuari, UMAV (Rivas,2014-cofundador Ecomunidad- Causa Amerindia Kiwxi, entrevista).Los Maquiritares como les llama el criollo a los Yekuana, en vez de dispersarse en su propio territorio, tal como preveían terratenientes invasores en la zona supuestos “ganaderos”, decidieron concentrarse poblacionalmente en Cacuri, organizándose también en la cría de ganado bufalino, especie adaptable al sistema climático del Amazonas y así defender su ancestral territorio. Los hijos  e hijas y de esta lucha comunal Yekuana, son postulados hoy para asistir por los ancianos de su pueblo. Muchos de los yekuanas se desempeñan en roles importantes dentro de su comunidad. Hoy enfrentan graves problemas por la invasión minera en sus territorios.

Los estudiantes y las estudiantes  del  pueblo Pemón que asisten a la UIV son principalmente de las comunidades ubicadas en el  municipio Gran Sabana. El pueblo  Pemon  es  el tercero con mayor población en Venezuela y su cultura ha sido muy influida por la intervención de la religión occidental, a través de los misioneros católicos capuchinos y de los protestantes adventistas. Su territorio fronterizo con la Guayana y Brasil, rico en oro y diamante, ha provocado conflictos armados entre indígenas, garimpeiros y fuerzas militares, resultando, según testimonio de los propios pemones, en indígenas asesinados ya que son los que poseen mayor vulnerabilidad y menos protección  de todos los actores que participan en la explotación de los minerales preciosos. Las mujeres Pemon han denunciado en distintos espacios  la explotación sexual a la que son objeto algunas  niñas y adolescentes en contextos donde la minería legal e ilegal ha  ido desplazando las relaciones económicas comunitarias.

La mayor parte de los jóvenes Waraos que van a la Universidad Indígena de Venezuela provienen de las comunidades alrededor del caño Mariusa y Isla La Tortuga.  El 40% de las comunidades   waraos no tienen acceso a servicios básicos de salud   debido la falta de redes de transporte fluvial. Enfermedades epidémicas  como el sarampión, cólera, tuberculosis  asi como el consumo de alcohol configuran uno de  los riesgos a los que estas comunidades están expuestas (Wilpert;Lafée Wilpert:2008:363). El pueblo Warao ha sido una de los grupos etnicos que con mayor fuerza ha sufrido el proceso de transculturización bajo la influencia de los sacerdotes Capuchinos de la iglesia católica, la explotación del Palmito, terratenientes que han invadido parte de la tierra cultivable en el Delta (solo el 25% de la tierra es cultivable) y la empresa Petróleos de Venezuela, que ha utilizado su mano de obra barata y su experticia geográfica en el delta para la explotación del recurso La lengua Warao  corre un gran peligro de desaparecer ya que se calcula que unos 18.000 mil miembros del pueblo sólo hablan la lengua originaria, unos 16.000 lo mezclan con el español y el resto de la población, solo se expresa en castellano (Luzardo,2009).

Por su parte, los estudiantes del pueblo Wotuja  son de Mawako de Autana, municipios del estado Amazonas. Entre los problemas que  reportan están los relacionados con la minería y con  violaciones al derecho al libre tránsito  por parte de grupos armados guerrilleros y paramilitares.  La violencia contra la mujer  es otro problema mencionado por  una de las estudiantes consultadas. Algunos de los estudiantes hacen referencia a experiencias negativas que parten de las relaciones que sus padres y abuelos tuvieron en el pasado con los misioneros evangélicos estadounidenses  “Nuevas Tribus”[10] y  con los salesianos de la iglesia católica.

Los estudiantes entrevistados del pueblo Pumé  provienen del estado Apure, una zona de extensos llanos y sabanas.Los problemas más nombrados por los entrevistados están relacionados a la invasión de sus territorios por terratenientes y la violencia de los colonizadores de ayer  y la expansión de los hatos y fundos criollos de  más de  recién data establecidos en las tierras situadas al norte del Capanaparo.

En relación con la presencia de los yukpas en la UIV, la misma  está ligada al líder indígena Sabino Romero[11]. Son  dos de sus  hijos y una de sus hijas quienes han turnado  su estadía en la universidad con largos ciclos de  permanencia en su comunidad Chaktapa, antigua hacienda Tizina,  la cual que fue recuperada por la  familia Romero en el 2009. El pueblo yukpa está en el occidente del estado Zulia, específicamente en la Sierra de Perijá y se  ha asentado alrededor de las cuencas de los ríos Apón, Negro, Yaza y Tukuko.  La misión capuchina  “Los ángeles del Tokuko”, ubicada en el centro piloto Tokuko, ha ejercido gran influencia en el destino de ese pueblo hasta el punto de que la comunidad donde se asentó es hoy la de mayor concentración de yukpas en convivencia con  criollos venezolanos y colombianos. Fue precisamente en  el Tokuko donde  Sabino Romero  fue ajusticiado.

Los estudiantes del  pueblo E ñepá  proceden uno de la comunidad Sabanita en el sector Perro de Agua y el otro, fundador de la UIV, de la comunidad Keipon, ambas comunidades en estado Bolívar. Entre las dificultades  que hacen referencia están las asociadas al alcoholismo, la pérdida acelerada del idioma debido en parte a que en  la escuela primaria se privilegia el idioma español por encima que el Eñepá.  También refieren como problema a enfrentar el inicio de la construcción de la central hidroeléctrica Chorrín, proyecto que  ha dividido la opinión entre los habitantes de las comunidades  directamente  afectadas.

Los jóvenes del  pueblo Jivi provienen de comunidades semi rurales ubicadas en  Guarataro, uno de los municipios del estado Bolívar. Es importante destacar que los Jivi son quizá uno de los pueblos indígenas  con mayor índice de desarraigo en comparación con otros pueblos y que se ha visto   en la necesidad de migrar hacia otros  sectores  en busca de tierras   para   el cultivo.

Resultados y discusión

Espacios de socialización

Los testimonios de los estudiantes permiten identificar espacios para la socialización los siguientes: las residencias estudiantiles, el infocentro, los juegos deportivos y en específico el terreno aplanado que se usa  como cancha para jugar futbol. En cada una de estos espacios los estudiantes se agrupan para “escuchar música,” echar broma” o “trabajar a gusto”. La libertad se experimenta de forma más plena  en virtud de que no hay presencia  de figuras de autoridad. A la par de los mencionados, especial atención merece  la música  que aparece como un elemento simbólico  presente  a través de los dispositivos celulares.   De igual forma el tiempo  libre  estipulado en el horario de actividades los sábados luego del medio día y los domingos.

Es importante resaltar que en la interacción de distintas culturas  los jóvenes valoran el nacimiento de redes de amistad que se crean a partir de reconocerse a sí mismo en los otros. Uno de los aspectos que más hacen referencia los estudiantes es la oportunidad de poder  conocer la diversidad de pueblos indígenas que existen en Venezuela. Javier, del pueblo yukpa  comenta que antes de su experiencia en la UIV, él pensaba que  sólo  existían en Venezuela  pueblos indígenas del estado Zulia. Por otra parte, sorprende  las valoraciones que cada  estudiante hace a partir de las apreciaciones de los otros en función del compartir que se genera  en las residencias estudiantiles. Alberto, del pueblo Yekuana expresa que:

Lo que me ha impactado fue, como se llama, los chamos  Eñepá, porque ellos son se ven como callados  y a la hora de hacer cosas como son directos, van directo al tema y si tú cometiste un error ellos lo discuten en el momento o te llevan para la coordinación para que se pueda resolver. Yo viví un tiempo con ellos. Me dí cuenta de que aunque son callados son muy directos, si son bravos, entonces no te dicen pero a la hora que tienen que decirlo te dicen y eso también me ha enseñado cosas.

José, del pueblo pemon comenta que cuando ingresó  a la  UIV lo ubicaron en  residencias estudiantiles distintas a las de su pueblo. Esta experiencia le permitió conocer a los demás jóvenes

Cuando vine por primera vez sentí que recibieron como en mi casa  pues  la mayoría de los jóvenes indígenas me aceptaron. Los primeros con los que me relacioné fue con los chirianas, Jivi y Sanema.  Me dejaron alojar ahí en mi chinchorro. Aunque tenemos diferentes  idiomas, el español me sirvió para comunicarme  y no quedarme encerrado en mí mismo.  Me quedé un semestre y luego en el otro también con otro pueblo. Los indígenas tenemos una forma de ser que nos  hace parecidos. Empecé a tener más confianza y a echar broma, compartir cuentos. Empecé también a aprender palabras de otros idiomas.

 

Durante la convivencia en las  residencias estudiantiles, existen espacios libres de las figuras de autoridad representadas por facilitadores, ancianos o por el coordinador general. Durante la semana están  las horas de estudio personalizado,  los encuentros que acontecen durante la hora de las tres comidas del día. En las residencias estudiantiles también se abren espacios para la resolución de conflictos que son abordados por  todos los integrantes que viven en dicho espacio.

El tiempo libre es empleado para  distintas actividades,  pero la respuesta más concurrida fue la de buscar a las amistades para compartir, seguida por lavar la ropa en el río y la actividad  de “ir a pescar con mis  amigos”. Por otra oparte,  la forma como la universidad indígena ha estructurad  el horario surgió como un aspecto que llama la atención de Rafael, joven yukuana, por cuanto este explica que en su comunidad no existe ningún programador de las actividades para guiar lo que cada quien debe hace; sin embargo él admite que es necesario que en la UIV todos y todas se guien por un horario.

En la universidad indígena nosotros somos jóvenes estudiantes  de diferentes pueblos, no solo Yekuana, nosotros somos 8 pueblos aquí. Entonces viendo la diferencia  y la diversidad de todos los pueblos es necesario poner normas que nos puedan equilibrar el comportamiento. El Yekuana le gusta despertarse temprano, los adultos, se duerme tarde. El Warao es diferente, el Warao se duerme temprano, y se para temprano temprano también. El Pemón se para, puede tener su diferencia también. Entonces para regular eso es necesario una norma, o sea un horario que  es una hora donde todos se puedan despertar, donde todos puedan comer.

Respecto con el  uso del tiempo libre,  la mayoría de los estudiantes refieren  como principal actividad la de buscar  a mis amigos para compartir (24), seguida por la de lavar ropa  e  ir  a pescar (Resultados Cuestionario Identidades Juveniles Indígenas en la UIV, 2013).

Durante la observación participante se constató la presencia de un acompañante  ruidoso que se  activa  en medio de reuniones informales entre los estudiantes: el celular como dispositivo para escuchar música.  Diferentes géneros musicales  comparten la escena  a diario, desde raspacanilla, paseándose por el reggaetón hasta el rock romántico, el vallenato y  música llanera. El 53% de los estudiantes afirmó tener celular.  Para cada uno de los estudiantes entrevistados, la música constituye un referente identitario que lo distingue del otro. Por ejemplo, Alejandro, joven  del pueblo Wotuja  señala que en su comunidad lo mas que se escucha es  “reggaetón y raspacanilla pa lante”, él  se ha inclinado por  el rock mencionado a la  agrupación The Killers y la canción “Here with me”.  Igualmente le gusta  la música romántica pues se considera  un “hombre triste por dentro pero por fuera demuestro alegría”.

Por su parte, Damian, del pueblo Pemon no tuvo dudas al precisar sus gustos musicales agrupados en la música electrónica pues “me aburre mucho la música que escuchan en la comunidad, mucha viene de Brasil y no me gusta, prefiero DJ Tiesto, Simple Plan, Green Day”. Tanto este joven Pemon, como el joven  Wotuja comparten un estilo de peinado que también es usual  en jóvenes urbanos  consumidores de las mismas tendencias musicales. El uso del sweter negro, jeanes muy anchos,  el corte de pelo Emo son también el reflejo de una parte  de la identidad conectada  en el consumo global  musical. Todo esto indica  la función simbólica de la música que funge como  parte  de  “la socioestética”, categoría empleada por  Reguillo y que puede  entenderse como  “producto de mezclas, préstamos e intercambios que resignifican, en una solución de continuidad , la contradicción”(Reguillo,2012:119).   Los géneros musicales  consumidos por los estudiantes son en orden de preferencia raspacanilla, vallenato, merengue, joropo, reggaetón, rock, y música romántica (Resultados Cuestionario Identidades Juveniles Indígenas en la UIV, 2013).

Otro espacio es el infocentro, el cual es un módulo de dos pisos dotado con computadoras  con acceso a internet. A pesar de que no todos los estudiantes  van  con frecuencia al infocentro, quienes acuden,  afirman hacerlo  no solo para hacer sus trabajos sino también  para buscar información y hacer uso del facebook.   El 32% de los consultados afirma tener cuenta en facebook. Al revisar seis perfiles  de seis estudiantes diferentes, se puede constatar  la circulación de  selfie o autorretratos en distintos lugares de la universidad. El contacto se hace con amistades que se encuentran en sus comunidades o  estudiando en las ciudades. Mensajes de amor, amistad, nostalgia predominan, así como comentarios de otras fotografías y saludos en la distancia. Es importante señalar  que el facebook también se usa como una forma de hacer circular el orgullo identitario. Esto se pudo constatar en  casi todos los perfiles revisados la semana alrededor del 12 de octubre, conocido como Día de la Resistencia Indígena. Muchos de los autoretratos fotográficos estaban acompañados de frases como “soy indígena y luchador”; “orgulloso de mi pueblo” o “100% indígena”, lo que refleja un uso politizado del facebook que debe ser valorado  y potenciado. Comenta  un joven que

El facebook lo he utilizado para comunicarme con la gente. Eso a veces me lo critican aquí, pero yo les explico que depende porque es cuestión de usarlo bien porque yo lo uso como una herramienta de comunicación, lo utilizo como herramienta de denuncia de lo que reflexiono. Lo que he puesto  últimamente  ha sido sobre el tema de la comunicación, cómo tiene que ser definida la comunicación desde los indígenas,  he puesto  este tema a ver qué me dicen y para saber en que andan algunos comunicadores indígenas del mundo.

En cuanto a los deportes, destaca el hecho de que se organizan juegos indígenas  que son  practicados  en ciertos momentos con  vestimenta tradicional de cada pueblo.  Por su  parte, el futbol, es una actividad de alta participación en la UIV y se lleva a cabo en uno de los cuatro terrenos cavados para proyectos de acondicionamiento de   piscinas para el cultivo de cachama[12].Los deportes indígenas  son propicios  para  el intercambio entre pueblos, demostrando así cierta competitividad  que resulta interesante pues  entre bromas se hace referencia a ciertas hegemonías  de unos pueblos por sobre otros que se evidencian en comentarios como  “los pemones somos los mejores en el futbol aunque estamos ahí ahí  con los yekuana, pero los ganadores a ciencia cierta son los  Piaroa

(Testimonio de estudiante recogido durante juego de futbol, octubre 2013, nota de campo). Son los  sábados por la tarde y en especial los días domingos, una vez que   el sol cede, los días  que se aprovechan para  los juegos deportivos.  Mientras se enfrentan los dos equipos,  alrededor del terreno se sientan los espectadores a apoyar a sus equipos, entre risas y bromas, transcurre la tarde de deportes.  Considera esta investigación que las practicas de futbol en la UIV son los espacios de recreación más vitales y  con mayor concurrencia.

 

Autovaloración sobre quién es joven- estudiante  indígena

La condición de ser joven indígena varía según las experiencias de  vida de cada estudiante entrevistado. Las definiciones revelan contextos y trayectorias de vida asociadas a la  familia, la escuela, su relación con los abuelos y abuelas y la participación en actividades laborales, la mayoría informales.  Sin embargo, surgió como categoría común  la  relacionada al estatus de estudiante, el cual fue considerado  como un rasgo  importante  que mucho tiene que ver en la definición de ser joven indígena.  La escuela como agente de socialización es también nombrada por todos los entrevistados como la institución responsable de muchos de los cambios que los jóvenes han experimentado, por cuanto la misma ha sustituido el tiempo que antes  los padres, madres y abuelas  les dedicaban a los niños.  En la encuesta realizada,  los estudiantes respondieron que son jóvenes indígenas porque “hago cosas que  hacen los  jóvenes criollos y los indígenas”; “porque tengo la edad de ser joven” y “porque estudio en la Universidad”. El 64% de los jóvenes reportaron haber  estudiado en  secundaria con jóvenes indígenas y criollos (Resultados Cuestionario Identidades Juveniles Indígenas en la UIV, 2013).

Juan, del pueblo Wotuja quien se considera así  mismo “100% joven indígena”  explica lo siguiente:

Claro, los jóvenes de hoy han cambiado mucho a cómo eran antes.  Los niños antes sabían cómo era el ritmo de la comunidad, lo respetaban. De niños pasaban a portarse bien como adultos de la comunidad, a trabajar en el conuco, a cuidar de la familia. Eso ya no está. Ahora  la escuela los hace jóvenes después  y quieren hacer otras cosas. Los padres que le dicen a sus hijos hoy?. Hijo vaya usted para la escuela que  yo voy para el conuco, voy de cacería. Entonces el  hijo se queda en la escuela y lo atiende una maestra que le habla puro en castellano y no le enseña cosas de la comunidad sino de libros  que son criollos”. -Porque los jóvenes indígenas de aquella época  desde la niñez ya tenía su formación orientado avanzado comparado con los otros  no indígenas el caso de los campesinos los criollos  siendo el joven, ya desde niño tenia la orientación de sus padres claro eso no dificultaba si el enfrentaba todas sus cosas.

Su apreciación coincide con la de  Isamel,  Eñepá, quien manifiesta que  algunos jóvenes “no hacen mucho trabajo en la comunidad sino que  se preocupan de vivir por su  propia cuenta. Eso ocurre sobre todo  en los  jóvenes que han estudiando más o menos desde sexto  grado hasta  el segundo año en  escuelas criollas. Ellos estudian a veces con jóvenes criollos y aprenden a no participar en trabajos comunitarios. Les da pena si son mujeres dicen que  no es trabajo de los jóvenes y que ellas no  van a  hacer lo que  hacen los mayores”.

Este comentario revela  la influencia de las aspiraciones hegemónicas en las trayectorias de vida de los jóvenes indígenas. Los proyectos de vida individual, muy presente como metas en los jóvenes no indígenas, son asumidos  también por los indígenas. Esto incide en el debilitamiento de los tejidos comunitarios y en la fragmentación de las prácticas colectivas de los pueblos indígenas.

El testimonio proveniente de Félix, Yekuana,  vincula la juventud con el compromiso de defender su pueblo.  Está conectado con la necesidad de manejar temas que las generaciones que le antecedieron no manejaban. Félix, es estudioso del tema de demarcación. Es padre de familia y fue el primer coordinador indígena que tuvo la universidad.  “Yo me considero indígena Yekuana, o sea con mucha fuerza, con mucha claridad y eso es primero. Para mi ser joven indígena Yekuana es un orgullo pues, el fruto de la resistencia. Si nosotros  los jóvenes no  nos preparamos  entonces como van a quedar nuestros pueblos? Van a quedar otra vez aplastados”

José, comenta que  “nunca  he perdido tiempo como joven desde mi juventud siempre  he  hecho cosas útiles. Hay siempre que aprovechar en la Gran Sabana, en la selva se pueden hacer cosas. Soy joven Pemón y tengo que aprovechar que tengo fuerza para hacer cosas”.

Por su parte Rafael,  precisa que es joven  indígena porque “soy hijo de la comunidad de Tencua y soy  hijo también de Yekuanas conocedores de la cultura y mi mamá también es Yekuana. Y eso me hace ser Yekuana, me siento orgulloso de ser Yekuana. Y eso me hace sentir como, como indígena”. Resulta interesante saber que este joven tiene esposa pero aun no  tiene  hijos. Al ser interrogado sobre el por qué, él contesta que “aun no lo hemos decidido.  Habrá tiempo de tener hijos, y eso será cuando no tenga muchas responsabilidades ya sea aquí o en otra parte”.   El ser joven estudiante le permite a Rafael,  el poder  de  aplazar su rol de padre.   El acto de estudiar en la UIV es tomado en cuenta por este joven como una de las responsabilidades que más pesa en este momento de su  vida y que  lo  lleva a decidir que no es el momento de convertirse en padre de familia. Rafael hace uso de métodos anticonceptivos para evitar que su esposa  quede embarazada. Desde la vivencia de jóvenes urbanos, el tener hijos no resulta  compatible con  el hecho de estar cursando alguna carrera universitaria. Es bien conocido el  consejo de estudiar primero para luego poder tener los medios de mantener a la familia.  Por ello, se puede  afirmar que  el ser joven indígena para este muchacho representa también la posibilidad de tomar  desde lo juventud  hegemónica, este arreglo  que le permite  tener tiempo para dedicarse a sus estudios. Por su parte, Alejandro, afirma que

Soy un joven que aprende todos  los días en Universidad. Me gusta las fiestas también  y  como aun no estoy casado aprovecho del tiempo aquí para pintar, me gusta pintar, los indígenas somos  muy buenos artistas”. Wiliam, del mismo pueblo pero de otra comunidad  se define como joven y  a su vez  “mestizo”  porque “mi mama y mi familia es Piaroa  y mi papa es colombiano. Por ahora siento orgullo de ser indígena  y como joven rescatar la cultura, tener la experiencia de lo que vivieron mis abuelos, saber  que hacían, cómo pasaban  la vida.

Del pueblo Eñepá, Ricardo, manifiesta  su concepción de joven indígena como “la edad para poder ayudar más a la comunidad” en virtud de que  a partir de los 12 años “los Eñepá empezamos a trabajar  15 o  16 años para arriba  el Eñepá  para arriba comienza a trabajar  pero no solo en la familia, o a los padres sino  en el campo para todos”. David Palmar[13], es del pueblo Wayú y explica que

Me defino un joven indígena que  le apuesta  a la pervivencia  de los seres vivos y la ética planetaria. Desde la perspectiva occidental  el ser joven  implica  ser una persona que tiene presiones por ser objeto de  expectativas sociales. Y eso lo vivo también yo como indígena. Es un vaivén de desaprobaciones como por ejemplo “los wayuu no hacen esto o aquello”, “no pareces Wayuu”. Muchas de estas desaprobaciones  vienen  también de tu misma gente. Es una carga doble de expectativas. Hay romanticismo de que  los ancianos  son quienes tienen la verdad absoluta. Pero hay situaciones en las que  hay que hacer una lectura muy compleja.

Lo narrado por David  revela la doble carga que tienen los jóvenes indígenas en la construcción que otros hacen sobre ellos y ellas. Por ello “la forma de autonombrase en las diferentes adscripciones identitarias (…) ha desempeñado un papel muy importante no solo  en relación con las formas de comunicación entre pares, sino con respecto a  los diversos modos en que  se posiciona ante la sociedad” (Reguillo, 2012: 99).

Es de singular  importancia  algunas valoraciones que estos estudiantes  indígenas  hacen de los jóvenes criollos. En todos los testimonios  surgieron episodios de racismo  y sentimientos de superioridad por parte de los criollos. El 89% de los estudiantes indígenas considera que los jóvenes criollos y los indígenas  son diferentes. Las reflexiones que se desprendieron a partir de las interrogantes si te consideras joven indígena y por qué, surgen también de  precisar  las diferencias  en relación con el joven criollo.  Así Eduardo, del pueblo Pumé relata que

Lo que yo he visto, no sé, los criollos siempre han sido, han visto, ven a los indígenas como muy inferiores, ellos creen así no, y dicen que los indígenas no saben nada pero viendo eso yo me he preguntado en mi personal, y los pumé  somos iguales, pensamos iguales, lo que pasa.  Los criollos  utilizan una palabra. Que el indígena “pluma”. Esa es la palabra que usan. Pero entonces en mi interpretación, he analizado así no,  y pluma significaría que no vale, no. Ello sería carne y el indígena pluma que no vale.

Las experiencias de racismo  han estado  muy presentes en las escuelas primarias y secundarias  donde las clases se comparten con  estudiantes criollos. Adedukawa narra que “en el colegio la Guanota Fe y Alegría Apure.  Porque allá los campesinos, los criollitos estaban acostumbrados a joder a los indígenas “mira, indio” los Yekuana siempre hemos sido talento en el futbol, jugamos más que los criollos, que aquellos entonces nos envidiaban y uno se sentía, bueno no sé porque uno no se burla sino que es la realidad y bueno cuando  nosotros estábamos en la cancha jugábamos los mejores entonces nos envidiaban “indio come lombriz, come casabe, come mañoco” entonces una vez lo agarré. Peleamos ahí y hasta ahí pues” De hecho, 70% de los estudiantes afirmaron el haber sufrido alguna forma de  racismo en sus vidas. Y en cuanto a las relaciones con los jóvenes criollos,  el 53% afirman que entre los indígenas y no indígenas “no se relacionan mucho” y un 23% expresó que las peleas son porque los jóvenes criollos se creen más que los jóvenes indígenas (Resultados Cuestionario Identidades Juveniles Indígenas en la UIV, 2013).

Alberto, cuanta que existe mucha competencia entre los criollos e indígenas. Así narra que

En un liceo básicamente criollo  donde él cursaba estudios junto con dos primos nos decían  que esos indígenas no saben nada eso me ha arrechado mucho a mí me ponía molesto como éramos chamos  paso  una vez nos caímos a coñazos después, ellos se creían más y no era verdad porque nosotros decíamos vamos a estudiar a ver qué tal vamos a medirnos en el estudio y  nos  mediamos también en las matemáticas.

Muchos de los estudiantes observan  como principal diferencia entre los jóvenes criollos es  que los indígenas “saben hacer más cosas”, juegan mejor el futbol, tienen más habilidades  y destrezas como por ejemplo correr en la selva, cazar, pescar.  En este sentido, Rafael afirma que los jóvenes criollos de la secundaria “primero no saben hacer su comida (…) segundo, nosotros hacíamos una cosa como pequeña que es difícil para ellos que es peluquearnos, o sea simplemente con una tijera y ya se hace un corte. Y ahí es donde eso sorprendía. Bueno, son prácticas. Nosotros sabemos hacer eso. En el deporte también siempre ganábamos los indígenas. Entonces y se ha visto mucho eso la competencia también.

Los estudiantes yukpas consultados, son entre  todos los de la universidad, quienes más  cerca han experimentado el racismo, la discriminación y la injusticia. No solo  en los términos de la lucha  cuerpo a cuerpo contra los terratenientes, sino desde la escuela de “los curas”  en donde estuvieron internados para aprender a leer y escribir bien. Javier recuerda  que

Cuando yo estudié pues en la escuela de la misión del Tokuco que se llamaba Unidad Educativa Sagrada Familia, fundada desde muchos tiempos por los curas, entonces como mi papá Sabino  pues ha luchado o ha tenido  muchos tiempo de lucha  entonces ya  nos tenían señalados entre los ganaderos ,entonces  bueno nosotros  como los hijos del cacique Sabino alli pues nos trataban mal , nos castigan mucho y que a barrer eso o limpiar cosas  feas, podridas pues,  como por ejemplos los excrementos  de perros, a botar basura que tenía mucho tiempo. El padre Eduardo y el padre que es español y el padre Sandoval y que es de Caracas, y el padre español Víctor, este ellos decían siempre cuando yo estoy haciendo ya cuarto grado yo lo escuchaba cuando  estaba diciendo que si mi papa  seguía con la lucha nos iban a sacar; decían ellos, los curas decían ellos pues, que  tenían que sacar  a los hijos de Sabino, nos amenazaban con los estudios pues, nos amenazaban decían que  tenían que cansarnos para que nos fuéramos de la escuela (…)porque  ellos nos decían que  nuestro padre estaba haciendo malas cosas;  también nos decían que teníamos que aprender mucho sobre la religión como hijo de Sabino  (…) y que nuestra cultura eso ya no valía pues porque ya hasta si hablamos asi pues en nuestro idioma ellos decían que nuestro idioma no existía (…) nos juntábamos con los muchachos de Toromo  a echar cuentos en yukpa pero los curas querían siempre que uno este leyendo eso de lo que dicen biblia sino, nos decían que es importantísimo de estar diariamente  rezando por el único dios que ellos tienen no sé donde.

Ismael narra que  en la secundaria algunos estudiantes criollos provocaban a los jóvenes indígenas para “poner  bravos a esos indios”. Pero ese “indio” tiene nombre. Igualmente recuerda  comentarios como  “los indios no son de aquí venezolanos”. Yo les decía que mira chamo ustedes tienen sangre indígena, y ellos se reían que va chamo yo no soy indio”. Sin embargo, a pesar de esto, Najté con orgullo también  recuerda que hizo equipo en  algunos cursos con  un estudiante  Piaroa porque “era bueno en matemática y  que “cuando el profesor me mandaba a sacar el problema de la física” los demás estudiante s criollos buscaban anotarse con ellos para hacer equipo.

Atendiendo a los testimonios citados, se considera que los estudiantes de la UIV, todos con experiencias diferentes, han construido simbólicamente un nosotros, que somos jóvenes indígenas estudiantes, como  terreno de representaciones  que les es común a todos y todas.  Podría afirmarse que  existe también una  identidad colectiva a partir del encuentro de las diferentes  identidades individuales, las historias colectivas de los pueblos y  las vivencias de racismo y discriminación que le son  comunes a todos los entrevistados.  Se debe aclarar este aspecto porque no se trata de afirmar que sea una identidad colectiva que hace que todos sean iguales. Lo que acontece es que se afianza  “el carácter relacional” de la identidad como proceso de “identificación- diferenciación” con relación a un  Otro criollo que refleja  en su relación con el Otro indígena su   cognitivo de  racismo.

Valoración de la Universidad Indígena  para la reafirmación cultural

En lo  relativo el rol que ocupa la UIV la vida de los estudiantes,  vale la pena por conocer lo afirmado por Ricardo, Eñepá.

Yo me hice más consiente aquí en la Universidad. Los criollos piensan mal de uno. Los criollos dicen por qué estudian los indígenas?. Los pueblos indígenas estudian por su vida, por su comunidad (…)aquí estudié sin dejar de dedicarme a la producción de arroz de mi comunidad

Los jóvenes reflejan un sentido de pertenencia a la Universidad Indígena que viene dado desde un lugar que “señala un camino” en frases como que “la universidad  me ha cambiado (…) me trajo otra vez a mi lugar porque yo estaba yendo  a otro lado”. Ese “otro lado” al que hace referencia uno de los estudiantes  Yekuana quien experimentó  dos años la experiencia  de estar en una universidad  nacional, siendo él solo el único indígena, implica  la transición entre un camino que escogió pero que luego de experimentarlo decidió “el regreso”  que lleva en sí la posibilidad para la realización personal   resignificada a partir de la valoración de su  identidad indígena. Esta no niega en este joven el poder, por ejemplo, de escoger estudiar comunicación social en la Universidad Indígena, manejar programas avanzados de edición de videos y diseño gráfico, al mismo tiempo poseer cuenta de facebook  y tener contacto con el mundo a través de esta red digital.

Hasta el momento,  muchos elementos  indican que la Universidad es apreciada porque  involucra  espacios para  la libertad identitaria  y la posibilidad de pertenecer a un proyecto que da sentido a la existencia de estos jóvenes.Alejandro, cuenta que luego de la muerte de su padre “me quise suicidar yo me sentía que no servía, fumaba mucha marihuana, no sabía qué  hacer”.Hay un antes y un después en la vida de los estudiantes. Narra Rafael que “en un momento llegué a pensar de querer ser salesiano. Porque yo estuve con los salesianos 6 años. Después pensé estudiar, mirando la universidad pensé estudiar veterinaria y conseguir trabajo por lo menos en una hacienda  y vivir.

En palabras del profesor  y  co fundador de la UIV, Hernán  González,  al ser la universidad una expresión de  “identidades geohistóricas que constituyen cada pueblo indígena”,  las relaciones interculturales que  incluyen no solamente la  relación entre una cultura indígena determinada y la hegemónica sino que también, las relaciones entre estudiantes de distintos pueblos, genera espacios que nutren los modos de ser individuales que se encuentran en un espacio  colectivo y  que son  el fruto de un “proceso permanente de resemantización y enriquecimiento a través de las relaciones de interculturalidad”.( Entrevista a Hernán González, 2013)

Aquí se toma conciencia, aquí se está preparando generación de jóvenes, digamos asumiendo una identidad y estamos tomando conciencia y no echarnos para taras como doce alguna gente criolla. La idea es que nosotros los indígenas nos prepararemos a partir de nuestra cultura en primer lugar, pero  también tomando las herramientas que nos ofrece la cultura occidental, lo necesario. Por eso  yo agradezco mucho al Hermano Korta en Yarikajé[14], me cambió porque fue un espacio donde reflexioné profundamente a partir de por qué  fuimos maltratados, escuché sobre el genocidio, exterminio.  Nos decía que ustedes son valiosos, ustedes son seres humanos, ustedes no son animales, echa para adelante tu pueblo va a seguir siendo marginado por la cultura criolla si no  valoras tu cultura.

Adedukawa  quien  ya finalizó  sus estudios en la UIV y cumplió  su labor como coordinador indígenas en más de una ocasión ratifica que

Cuando llego allá [a Yarikajé su comunidad] siento que estoy preparado. Al escuchar la gente, una reunión, un análisis, un debate, te convierte como una persona que puede conducir, cuando… Después cuando hay conflictos, tú eres la persona adecuada. Entonces cuando yo digo “esta es la propuesta” entonces todo el mundo en ambas partes dice ok.

Los procesos cotidianos de gestión de la  Universidad son llevados a cabo por  un equipo de coordinadores  indígenas electos en asamblea cada  dos años.  Se aborda desde  lo académico, las áreas demostrativas,  el reporte de  daños en infraestructura, las compras de la comida en  los poblados más cercanos, el seguimiento del estado de las residencias estudiantiles. Por otro lado, los estudiantes han tenido  un acercamiento importante con organizaciones indígenas que han visitado la universidad, luchadores   como David Copenhague del pueblo Yanomami;  Amil del Pueblo Paltier Suruí,  la asistencia a reuniones con los aliados, atención de invitaciones eventos nacionales e internacionales relacionados a temas de educación y derechos  territoriales y culturales de los pueblos indígenas.  En lo simbólico, la Universidad ratifica en sus espacios y en los temas impartidos su lugar como institución comunitaria en permanente autoafirmación  de su carácter emancipador. Najte comenta que  “yo me acuerdo del año 2008 en donde yo estudiaba, los profesores no se preocupaban mucho a dar clases de donde esta historia  de los pueblos indígenas”.  En la UIV la historia colectiva de estos pueblos cobra fuerza como proyecto político “constituyendo una esfera  autónoma y especializada, que adquiere corporeidad en las practicas cotidianas de los actores, en los intersticios  que los poderes no pueden vigilar” (Reguillo 1997 citada por Reguillo 2012:36).

En relación a lo antes expuesto conviene  precisar dos eventos  que acontecen anualmente: la semana de la sabiduría indígena y la semana de la resistencia indígena. En el primero, cada comunidad estudiantil debe convocar a ancianos y ancianas de sus comunidades quienes hacen acto de presencia en la Universidad por una semana, la cual se  organiza de  tal manera que permita que  estos abuelos  vayan a la selva con los jóvenes a intercambiar historias, reflexiones, prácticas.  El segundo, organizado alrededor del 12 de Octubre, menos íntimo que la semana de la sabiduría, incorpora visitantes  de otros países, así como a activistas  sociales, profesores de distintas casa de estudios.  La semana de la resistencia finaliza con reflexiones que son compartidas en la “churuata ateneo”.

Para Eduardo, Pumé, “la universidad es netamente indígena y  es una oportunidad  para los pueblos  originarios que nunca tuvieron nuestros abuelos y hoy si los tenemos. Antes no tuvimos oportunidad entonces eso sería no, como un, eso seria. La esperanza de los pueblos indígenas (…) he aprendido muchas cosas que no sabía en la comunidad. Tati, por  su parte opina que

He  tenido reflexión sobre el pueblo Pumé por mi parte la universidad indígena  es muy importante porque aquí se conoce la diversidad de cultura y aprendes a través de la reflexión por lo menos a través del cine foro que cuando uno está viendo se ve uno mismo y llama la atención sobre la lucha que están haciendo los indígenas en otros países y comparando en eso pues es muy importante la universidad indígena que nos brinda la oportunidad seguir conociendo esas realidades.

Atendiendo las voces  citadas, la Universidad Indígena se erige como un espacio interiorizado con sentido de pertenencia en cada estudiante. Las distintas maneras de  significar la Universidad nos habla de un sentido de protección, reafirmación identitaria, posibilidad de  organizarse como sujetos políticos a través del entendimiento  de las causas de exclusión social y material de  las comunidades a las que pertenecen  estos estudiantes. Cobran sentido sus experiencias en el contexto de la Universidad a partir de las discusiones colectivas de la realidad nacional y las tensiones históricas entre el estado venezolano y los pueblos indígenas

Yo crecí escuchando de Tauca. A mí no me lo explicaba mi papa pero le explicaba era a mi mamá. Como nosotros dormimos siempre juntos, o sea nosotros no tenemos cuarto. Mi papa se acostumbró así, una casa grande para todos, duermen todos y toda la conversación se escucha, en las mañanas. Y yo crecí escuchando  que Tauca era un sitio donde estaban los jóvenes estudiando, los jóvenes indígenas, que aprendían a escribir en su idioma, también aprendían a manejar computadoras,  aprendían a expresarse, hablar bien, también profundizaban los conocimientos de su cultura y claro . Y bueno eso fue así, lo que yo escucho sobre la Universidad. Yo tendría como 7-8 años.

Un joven E ñepá afirma que

Me entere de la UIV por  Korta al salir del 3er año quería estudiar electricidad pero mi papa  no quería él quería que estudiara medicina pero no pude pagar los viajes para inscribirme y perdí la inscripción. Me case de esperar. Fue cuando decidí hablar con mi papa para irme a la UIV porque no ponían trabas ni me pedían papeles. Mi papa y mi tio  como autoridades de la comunidad  nos dieron el permiso a 5 a los que éramos  mayores de edad para ver cómo era eso de la UIV. Como cuando Korta fue a la granja a hacer la promoción y yo me acuerdo cuando Korta se sentó en la mesa donde yo estaba y me preguntó  qué  etnia  yo pertenecía  le dije “soy Eñepa” y me pregunto la comunidad. Yo equivocadamente le dije que Caicara,  claro, teníamos casa allá pero Korta me corrigió y me dijo “no, que Caicara no hay  Eñepa!” que en Caicara están los criollos, entonces me sentí así como que en verdad no era así como lo que yo estaba diciendo”

Las incertidumbres que con fuerza están presente en la vida de los jóvenes indígenas, en la  Universidad   pasan a un terreno donde  crece la posibilidad de ubicar respuestas.  Al ser la Universidad  un lugar identificado de antemano por los padres y ancianos de las comunidades, les permite a los estudiantes  incorporarse con mayor confianza. José, de la comunidad Pemon Mapaurí,  coincide con otros entrevistados en el hecho de que la Universidad “le sembró su conciencia”  pues “aunque yo internamente  tenía interés por mi cultura, en la escuela no se hablaba mucho (…) se hablaba  de básico, la historia, cómo  fue la conquista, pero no se profundizaba (…)el maestro o el profesor  indígena de  hoy, no  se preocupan por los estudiantes jóvenes (…) estos buscan después formarse como profesionales en la vida pero a  favor de una cultura dominante, es un a critica pues que yo hago” (…)desde que estoy aquí yo pienso, dialogo con la cultura dominante, esto es como un objetivo de la universidad”

Se puede afirmar así la Universidad como un territorio de anclaje para estos  jóvenes. No solamente porque   hay similitudes en la pertenencia de clase, sino por y sobre todo, se comparte en lo profundo  el pertenecer a una población racializada en los términos de la colonialidad del poder.  La Universidad se establece como una respuesta a un problema  el cual “radica  en la traducción de la discriminación racial al estatuto de políticas públicas que cierra la pinza de  un  imaginario que la modernidad no logró erradicar: el de una superioridad anclada en la diferencia racial, también llamada ‹supremacía›” (Reguillo 2002:152)

Cuando estamos en clase, los compañeros  que  tienen más conciencia y viven la realidad, buscan, tratan de que el estado abra los ojos para que también se sepa la realidad de los pueblos indígenas. Por ejemplo,   el problema de la minería, veo algunos de los compañeros que sienten la realidad y discuten el mismo problema y allí se ve la importancia de que los estudiantes deban unir un solo pensamiento para buscar un fin determinado y decirle  a  las instituciones que esto está pasando.

En contraposición de la UIV, Kepler,  estudiante Pemon de  una  universidad  en Caracas argumenta que

El sistema educativo  [universidades criollas] está diseñado desde mi punto de vista para crear empleados, por lo que le importan nada si eres o no un joven indígena. Lo que les interesa es  que compitan entre sí generando en muchos estudiantes ambiciones desmedidas, y en algunos casos rompimiento de valores,  muy pocas universidades si educan  a sus estudiantes a ser emprendedores, por ende, que se puede esperar de estas casas de estudio donde lo más importante es si logras calcar, memorizar toda la información eres parte del sistema.

El  ubicarse  como joven indígena en  contextos  sociales donde predominan los no indígenas implica  para los entrevistados el correcto  uso del idioma castellano, al mismo tiempo del idioma propio; la capacidad para  escribir y  liderar  procesos de organización y en los casos donde la discriminación cabalga, una forma irreductible es la demostración de la fuerza física, ya sea en los deportes o  ante enfrentamiento cuerpo a cuerpo.  En la Universidad Indígena 94% de los estudiantes afirmó  hablar bien el idioma y el 77 %  lo escribe y  la pregunta ¿cómo haces para  manejarte en la interculturalidad?, el 65% expresa el manejo correcto tanto del español como del idioma propio, seguido por  el uso de la vestimenta (Resultados Cuestionario Identidades Juveniles Indígenas en la UIV, 2013)

Felix expresa que “es importante que los indígenas en esta universidad aprendamos a utilizar la escritura, eso es fundamental,  y que aprendamos a usar las computadoras, es necesario”.  Para este joven la escritura también en una forma de  poder registrar la palabra de los ancianos entonces, así

Un anciano me explica algo  y  a veces me  da flojera recordar  todo o no sé si que por tatas cosas de la cultura occidental a veces  mi mente no  le cabe mas información, es cuando yo me digo, “oye pero ya va, se está perdiendo tiempo, yo lo que quiero es escribir, vamos a planificar”. Igualmente este joven conforma que “el criollo se siente de igual a ti cuando tu dominas el español. Ahí tú te defiendes, y es cuando tu asimilas también la estrategia del porque  te comunicas perfectamente y sabes decir “oye, respétame, eso no es así” “no, que tú…” “oye, pero ya va, un momento.

Se observa también que no  es únicamente es el manejo del idioma dominante lo que ayuda a ganarse el respeto, sino también el idioma propio; al respecto este  joven comenta que “yo me siento cuando hablo Yekuana  y lo pronuncio bien; no mezclo palabras de castellano y Yekuana. Y cuando hablo en un discurso a la gente en un público; sea en un encuentro, un congreso yo me paro y también hablo bien el castellano”.

Es de singular importancia destacar que el “hablar bien español” implica en estos  jóvenes el uso de  términos o jerga característica de  jóvenes no indígenas. La experiencia de Luis, joven Jivi  lo explica.  Su comunidad está en Guarataro, centro semi urbano con una alta presencia de  criollos. El conuco de  la familia de Luis es compartido con campesinos criollos. En el marco de estas relaciones productivas se han presentado  problemas entre indígenas de su familia y criollos, muchos de estos  por el robo de la cosecha de la yuca (mandioca) por parte de algunos campesinos.

Nosotros hacemos mañoco de la yuca que sembramos y ellos [criollos campesinos] cosechan la yuca y lo venden. Nos hemos dado cuenta que a veces se quieren robar la cosecha y ahí vienen los problemas, por ejemplo los jóvenes criollos, yo he notado eso, como  que  quieren hacerse mas primero que los indígenas. Cuando ven a un indígena reclamarle, lo quieren tratar como menos, esto es porque se  fijan en su expresión cuando no hablan bien el castellano (…) por eso  uno aprende a hablar bien para  no dejar que crean que uno es menos”.

Al respecto Hernández afirma que “los jóvenes jivis tiene fama de malandro en Guarataro, la gente los  juzga, pero lo que se obvia es que muchos de estos muchachos han tenido que aprender a defenderse frente al otro que  lo roba o  maltrata. Una forma es aprender a expresarse como lo hace un joven malandro de  pueblo, de otra forma este joven será dominado también el terreno del lenguaje, pero el lenguaje del barrio” (Hernández, entrevista, 2013). Se puede afirmar que estamos frente un caso de uso estratégico del idioma desde  la apropiación de términos que emplean los jóvenes vistos en el sentido peyorativo como malandros. Las fronteras identitarias  de Luis tienden puentes para  la sobrevivencia material a partir de tener que expresarse  como  el criollo que  habla “calé”[15] y que en este caso ejerce violencia; es una  manera también de contrarrestar la posibilidad de ser dominado por el Otro.  Se observa algo muy parecido con los jóvenes  yukpas y los modos de hablar español sobre todo cuando están frente a jóvenes criollos que forman  parte del  servicio militar, con quienes tienen que socializar de alguna forma pues es muy común las detenciones breves y  que acaecen  de forma rutinaria, ya sea para solicitarles a estos muchachos documentos de  identidad, preguntar  hacia donde se dirigen o que llevan en los bolsos.

Para Ismel, la palabra enunciada en español le otorga libertad para entenderse con el otro incluso en  espacios para la negociación. Este estudiante, al ser responsable de las compras de algunos víveres de la Universidad, se ha visto en  situaciones donde debe  intentar persuadir al vendedor para  que le  haga algunas rebajas en los precios. Al respecto  comenta que:

Cuando no hablaba bien  me querían tumbar [quitar sin razón] 400 bolívares  de pasaje cuando era 300. O una vez  en mercal me querían vender la comida  más  cara y yole dije mira, como es eso?  Aquí está igual que la bodega?,  o acaso  esta no es la cosa para  la comida del pueblo? y eso?” y así uno va (…) Pero poco a poco he aprendido a convencer  conversando.  La otra vez no me alcanzada el dinero para la azúcar y otra comida que compré en la bodega en Guarataro, entonces le expliqué al señor que  esa comida era para los estudiantes de la Universidad Indígena que era necesario que  me llevara, y así me pregunto pero bueno chico cuanto tu tienes y le dije esto, y me  dijo está bien llévate  así.

Dentro del marco del respeto, algunos de los estudiantes hacen referencia a ciertas habilidades y destrezas. Este joven narra una situación acontecida en la secundaria  en  la que se vió obligado a   “caerse a golpes” con un joven criollo quien  se estaba burlando de un estudiante indígena “

Entonces se paró [el estudiante criollo] otra vez y me agarró,  yo ya no quería seguir, pero bueno, estuvimos contra la pared, después nos revolcamos pero de ahí no, el que perdía era el que quedaba de espalda abajo, entonces él  no pudo superar mi técnica, no pudo hacer nada, nos revolcamos  pero al final él no me bajó (…)la fuerza física me ayudó mucho en ese tipo de enfrentamiento. El ser Yekuana yo me sentía seguro porque a veces había enfrentamientos físicos entre nosotros pero yo no respondía a eso, pero cuando ya no tenía  otra opción para  enfrentar el rechazo, pues hacia uso de mi fuerza también  Uso técnica yekuna (…) en esa parte yo me gané la confianza del compañero Yukpa también. Pasamos a 5to año desde ahí, fui como delegado.

Cabe considerar la experiencia de  Henry, yukpa, quien antes de incorporarse a la UIV se alistó en el servicio militar del estado Táchira. El contexto  en que él decidió hacer esto  estuvo marcado por la persecución ganadera activada con ciertas alianzas militares y actores del  sicariato en la zona que acabaron por asesinar  a su padre, Sabino Romero. Henry  argumenta su decisión así:

Allá nadie me conocía (…) me interesaba de los armamentos que los militares que trabajan con los ganaderos, utilizan en contra de nosotros, yo me decidí  ir a conocer  ese armamento  y aprender a usarlo (…) En el ejercito aprendí el desarme y este el disparo  tiro a tiro, disparo en garrafa que dicen, y este  a tirar bombas lacrimógenas este a aguantar bombas lacrimógenas cuando está echando humo” de esta forma afirma sentirse más seguro de regreso a su comunidad,  que al estar en zona de frontera  está en permanente resguardo de cuerpos de seguridad estadales como  la Guardia Nacional y ejército. Por ello, afirma que “fue importante aprender ara potente,  hay veces que  los militares muy alzados  con los yukpas, y como uno no sabe para que usan ese armamento, pero ahora yo sé y no tengo miedo.

Otra estrategia para el tránsito en zonas de fronteras  donde las identidades compiten es enfatizar en  ciertos rasgos  que evidencian ante el otro que se es un indígena seguro de sí mismo. Juan, comenta que “yo por lo menos siempre le  digo a todos los criollos que se presenta que so con doctorados que  soy 100% indio, un indio feo, y  asi veo qué me dicen y cómo se portan”. David Palmar, del pueblo Wayú  acude a vestirse como Wayuu porque es parte de  “las estrategias de persuasión que uso para incidir espacios de alta negociación sobre políticas públicas, en específico con el tema de la comunicación. También el uso del renombre familiar y del clan, esto facilita mucho las incidencias en espacios”.

Protagonistas de un futuro

Los  estudiantes de la Universidad Indígena entrevistados  vinculan el futuro con el  “trabajo en mi comunidad”; “estar con mi pueblo”, “tener un proyecto para la comunidad”, “estar en la lucha”. Sólo uno de los consultados, quien se define a sí mismo como un artista indígena respondió que “me gustaría  que el mundo me conozca, conozca mi arte, me gustaría viajar y conocer  a todos los pueblos indígenas del mundo”

Javier dice, “yo quisiera  mi sueño si dios me lo permite  si mi creador me lo permite mi sueño en realidad es pues si termino aquí en la Universidad  yo quisiera  estar enseñando  a los jóvenes de Chakpata o a los  niños de Chakpata”. Eduardo, Pumé señala  que “desde el compromiso que yo tengo, tengo que regresar  a mi pueblo. Y la idea es trabajar con mi pueblo, servir a mi pueblo”. Por su parte, Félix comenta

Quiero estar de lleno en esta lucha, la organización de base, la demarcación. No tengo otro proyecto fuera de eso. Ahora, empezando 2015 vence el acta constitutiva  [de Kuyunu, organización Yekuana creada para la defensa del territorio contra la minería] y ahí hacemos una nueva reestructuración a través de una asamblea y yo quiero proponer que sea Wesiyuma el que asuma eso. Entonces después quiero seguir luchando por demarcación.

Rafael por su parte dijo que:

Siempre vino en mi pensamiento crear un centro así como quise hacer la apicultura, un centro donde los jóvenes puedan ir, o sea los jóvenes que están en  las comunidades puedan ir aprendiendo, no solo de apicultura, también donde vean una experiencia de abejas, de siembra, de vivero, de huertos ecológicos, cosas así que en la comunidad no se han enseñado y son muy importantes para no estar usando alimentos de afuera.

Mientras que Alberto, indica que “propuse hacer un centro de producción documental audio en cuanto a la cultura, hacer documentales d en idiomas indígena sobre temas  que afectan a los indígenas, también me gustaría  dar clases en la escuela”. Cabe destacar lo expresado por dos estudiantes quienes también avizoran el  futuro con la posibilidad de asumir  algún cargo político o maestro pero desde el sistema  formal de la educación básica, lo cual implica tener un sueldo y cumplir con un horario. En ambos casos, los estudiantes se mostraron críticos ante esta posibilidad, así que “todo depende de lo que diga la gente, como quieren que yo luche, que es lo que quieren de mí. Eso es importante porque a veces uno se daña porque escoge ser diputado, pero epa,  no se puede  uno autonombrarse, cosa que yo no he hecho. Mucha gente se autonombra y hasta ahí llegó”.

Yo he sido muy claro con eso, con mi familia y mi comunidad. La comunidad me ofrece ser maestro, ante una asamblea dije que no, que no me preparé para ser maestro y que no estaba listo para asumir esa responsabilidad porque yo era muy joven y quería estudiar más. Luego la alcaldía me ofreció un cargo porque el alcalde es mi tío y yo le dije a mi familia “no, no me metan en ningún cargo, no me gusta. Yo quiero ser libre, no quiero tener jefe., tal vez yo quiero ser jefe, pero no quiero tener un jefe” porque para mí es eso, un cargo, tener un jefe. Entonces, hasta ahora en lo que estoy ahora, le he dicho a mis compañeros, a mi familia también que en caso que quiera tener un cargo me gusta en defensoría del pueblo, me gustaría estar ahí, en caso de que yo quisiera tener un cargo pero en otro no me anima”

El futuro para estos jóvenes es  proyectado como un regreso a la comunidad.  Este regreso se acciona como puente entre la posibilidad de desarrollar proyectos colectivos y un sentido de  ser protagonistas de los mismos sin  depender de las instituciones. Se desmarcan de los indígenas que han sido captados por la burocracia institucional que no les han dado respuesta a los problemas fundamentales de los pueblos. “No me quiero verme  con la barriga llena, gordo porque no  voy a conuco, sentado en un escritorio como diputado indígena , hablando  en idioma pero sin defender al pueblo, más bien hundiéndolo”, expresó un jóven yukpa  al  hacer referencia miembro de la comisión nacional  permanente de pueblos indígenas de la Asamblea Nacional. Es casi un hecho predecible de que los jóvenes indígenas que han cursado estudios en universidades nacionales criollas, suelen ser absorbidos en cargos burocráticos, en parte, por el  manejo del español y los conocimientos occidentales que ha adquirido.

Los entrevistados enuncian su sentido de pertenencia étnica con  orgullo,  valorando el ser de la comunidad, a la vez de poder operar desde un amplio repertorio de  formas de relacionarse con la cultura criolla. Este  repertorio articula de forma extraordinaria aspectos simbólicos en función a los sentidos temporales en los que  navegan. En términos  empleados por la metáfora de los tres relojes (Feixa,2003),la construcción temporal de lo juvenil de  estos estudiantes de cara  al futuro, se basa en elementos de socialización  aportados desde el reloj de arena, analógico y digital pues “en cada lugar y momento coexisten diferentes concepciones del tiempo” no de forma deliberada  y mucho menos  mezclas sin sentido, sino por el contrario,  predominan como una suerte de guía o bitácora, individual que se fortalece en lo colectivo

Mujer indígena, joven y estudiante

Las voces de las mujeres entrevistadas desafían la categoría de género universal elevada por el feminismo euronrcéntrico que excluye las especificidades de las mujeres de los pueblos indígenas, estigmatizadas no sólo por ser indígenas, sino por ser mujeres y portadoras de formas diferentes de concebir la vida y las relaciones con el mundo.  Es necesario tomar en consideración  que los modelos vigentes de ser  mujer indígena son también el resultado  del sistema de dominación colonial que se ocupó de naturalizar la violencia contra ellas, pero no únicamente ejercida desde los sujetos privilegiados, sino también  por parte de “aquellos hombres que continúan siendo víctimas de  la dominación racial” convirtiéndolos en partícipes de distintas formas de violencia (Lugones,2008: 75). Lucia, del pueblo Pemón revela la presencia de discriminación a la que es expuesta en  la secundaria.

Si, fue en 8vo Grado, en el Colegio donde yo estudiaba, la población estudiantil era mixta, y en una oportunidad un compañero me dijo maldita india, en este momento no me acuerdo muy bien porque fue, pero fue una expresión que me dolió mucho, lloré de la impotencia; fue cuando mi Profesora Guía salió a mi defensiva y regañó a mi compañero, y ella me dijo que para la próxima le respondiera y le dijera a mucha honra,  eso me ayudó a estabilizar mis emociones y sentimientos. Ahora que alguien me diga eso, creo que ni me dolería ni en mínimo.

Las entrevistadas hacen referencia a situaciones que sobre ellas ha ejercido presión, injusticia o prejuicios y que no solo provienen del mundo criollo sino también, en algunos casos, de compañeros indígenas. Las mujeres consultadas ponen en evidencia  otros aspectos que median en la socialización a lo interno de la UIV, estos asociados a la necesidad  de ganarse el respeto de sus compañeros así como lo difícil de enfrentar temas como el noviazgo  a lo interno de la UIV pues “siempre, los muchachos le echan la culpa a las mujeres, como que si quien se enamora es una nada más y no el hombre”, confirmó María del  pueblo Wotuja.

Lucia fue la primera coordinadora mujer en  la UIV. Desde esa experiencia comenta el haberse  sentido juzgada en el momento en que salió embarazada y que a la par continuaba con sus funciones como coordinadora.

No estoy casada y eso me lo han criticado (…) Lo más difícil de ser mujer es, ser señalada por la comunidad cuando la sociedad es machista y no ser comprendida y aceptada; Soy madre soltera. A mis 19 años de edad estuve en concubinato con un hombre indígena (pemon – akawaio) a tan solo 8 meses de estar conviviendo juntos, él falleció. Después de 5 años acontecidos esto,  quedé embarazada de una relación que mantuve con un voluntario (no indígena) de la UIV, le confieso que estuve asustada por la reacción que pudiera tener Ajishama (Fundador de la UIV); cuando le confesé que estaba en estado, su reacción fue tan serena y comprensible que nunca olvidaré sus palabras “Las madres no escogen a los hijos, ni los hijos escogen a las madres… los hijos son un regalo del Creador, que hay que recibirlos con alegría y como una Bendición… ”. la relación con el Padre de mi hijo no fluyó por lo que la relación tuvo que terminar; posteriormente me vi relacionada sentimentalmente con un estudiante de la UIV (de la étnia Pume) que desde la opinión de mis compañeros voluntarios indígenas lo desaprobaron, yo alegué diciendo que en mi condición de mujer soltera yo habría recibido algún halago o insinuación de ellos siendo compañeros, voluntarios, (con pareja allí con ellos ) pero no fueron correspondidos por respeto a ellos y a sus familias. Y si yo me vi relacionada con el estudiante fue porque él me apoyaba en las atenciones que yo carecía en ese momento, y nació como un sentimiento de admiración y agradecimiento. Los profesores aliados, en ese momento no le dieron mayor importancia u opinión a ésta situación, esa reacción influyó en el estudiante que se retiró  de la Universidad sin culminar sus estudios, es un estudiante muy valioso. La relación tampoco se concretó.

Para las mujeres, pareciera haber una pauta diferente de socialización que se ve afectada cuando asumen la maternidad o ciertos roles del liderazgo colectivo.Miriam, Yukpa,fue estudiante de la UIV. No regresó desde que salió embarazada producto de una relación con un joven de una comunidad vecina.

Me hace falta la Universidad, lo que más me gustaba es lo que aprendí y que podía estar descalza, ir a clases, bañarme en el caño, estudiar.  Ya tengo un niño. Estoy criándolo con mi mama, mis hermanas me ayudan (…). Quiero preguntar a la coordinación indígena si puedo volver a la Universidad con mi hijo, no sé, tú crees?, yo creo que no me van a dejar, verdad.

En cuanto a la distribución del tiempo en la UIV, Lucia comenta que pudo ser capaz de  asumir las responsabilidades de la coordinación junto con las de la crianza de su hijo pues

Siempre quise que mi hijo estuviera en contacto con lo que hago (mi trabajo) y mi hijo lo atendía personalmente en mi aldea, y siempre lo cargaba conmigo para que interactuara con los demás pueblos indígenas hermanos y aliados, para que conozca la realidad. Fue impresionante ver como mi bebé a tan solo tres añitos se había aprendido los nombres de los estudiantes. Me siento orgullosa de él.

Por otra parte explica que la Universidad le ofreció la oportunidad de relacionarse con muchas personas y así ir decidiendo de cual forma podría continuar sus estudios. Sin embargo, esto no fue fácil porque “me sentí juzgada por mis compañeros que no entendieron mis estudios en la UPEL [16]paralelo al trabajo de la UIV; y también me juzgaron porque había sido  becada por FUNDAYACUCHO [17]para estudios de pregrado”. Ante todo esto, Ana comenta que a pesar de las críticas cuya razón de las mismas, ella  atribuye el hecho de que la gente, mis paisanos, “pretendían que yo me quedara en mi comunidad sin hacer mas nada”, procuró seguir adelante en virtud de que porque soy mujer Pemon, no quiere decir que no  voy a seguir estudiando”.

 

Vivencias como las de Lucia,  también son referidas por  otra de las entrevistadas.   Para ellas, la UIV les posibilita “seguir siendo  mujer Wotuja”, “mujer Pemon sin tener que necesariamente  que estar casada o  tener hijos. El uso estratégico de la juventud como categoría que infiere búsqueda de libertad y autonomía es  asumido por  algunas de las mujeres estudiantes en un lugar de  afirmarse  en el  marco de   la apropiación de algunos derechos al mismo tiempo de no sentir que “traicionan” su cultura de origen por cuanto en la UIV, el proyecto a futuro no se desvincula con la posibilidad de aportar al impulso de su comunidad y pueblo. Así  María argumenta  que el ser joven es lo que ha hecho que no  haya decidió aun por el matrimonio:

A una le cuesta decidir. Me caso o no me caso? Y bueno pienso en algo que  me pueda servir (…) uno ve la realidad de los familiares, a veces veo a mis primas y el hombre maltratándola y pegándole  a los niños. Entonces para qué casarme ahorita? (…)busco  ser alguien en la vida para aportarle a otras personas, ayudarles y ese es el compromiso que a uno le dice ¡ya va! Todavía no  he cumplido con tu misión (…) no quiero regresar con las manos vacía a mi comunidad

 

Tanto Lucia, como María, han estado a cargo de la coordinación general de la UIV; esto les ha servido como experiencia para  “ganarse el respeto” de una comunidad estudiantil dominada por la presencia de hombres y que muchas veces algunos alegaban “que había competencia entre ellos y yo”.

Lo difícil de la mujer aquí es que a veces no nos entendemos y  a veces hay complicaciones que hay en la vida.  Ha pasado que a veces las muchachas  nos unos enamoramos pero los  muchachos no nos ayudan (…) me he dado cuenta que  no solamente de los jóvenes criollos  faltan el respeto  la mujer, sino  también los  jóvenes (…) no me gusta  la manera como hablan con la persona y si es mujer a veces  les gritan (…) yo pongo limites con mis compañeros, si es de echar broma echamos broma  pero con respeto y si es de trabajar se trabaja y busco me respeten si yo tengo que  mandarles a  hacer algo para que todo salga bien”. Respuesta: es muy difícil dejarse  respectar ya tengo mucho tiempo conociendo a los ser hacia los muchachos, profesores. Pues a mi gusta echar broma, reír, se cuando puedo portarme bien y cuando hablar seriamente, tener cada espacio para cada cosa eso me hace  ganar el respecto de los muchachos. Por ejemplo para mantener el respeto con los muchachos hay que tener una limitación. Si me pongo a echar broma con ellos pero si se pasan ya me dejo de reír, como control para no pasar los limites.

En cuanto a las diferencias entre las mujeres indígenas  y las criollas,  las entrevistadas argumentan que las criollas suelen “ser tener más oportunidades para estudios universitarios”; “siempre están a la moda”, “dominan  la tecnología” mientras que las indígenas “son más sencillas en su forma de vestir”, ”caminan descalzas sin dificultad”, “domina tanto el idioma materno como el español”.

Entre la mujer indígena y la mujer criolla, entre la mujer indígena esta ella tiene miedo a los muchachos, ya que cualquier cosa que le digan los muchachos que no sea su familia como corrígete tu estas mal, la mujer indígena  a veces lo toma serio veces como se siente parte de su hermano lo toma en serio porque tienen que ver con su vida; en cambio se ve ese respeto se rompe se ve el respeto y no se meten, en cambio la mujer criolla como que eso es normal para ella, no hay mas respeto todo es igual se siente igual, no se siente que la mujer esta arriba y el hombre abajo es igual. En cambio nosotras alguien nos dice tu estas así ya me siento que ese es mayor que yo y lo respeto por lo que dice.

Tanto Miriam como María coinciden en la idea de que “la gente respeta  más a  la mujer criolla (…) a nosotros [los yukpas de la comunidad Chaktapa] pues cuando tomamos las haciendas los ganaderos nos decían perras váyanse, las  vamos   a matar a todas, ustedes paren como acures” .Lo pronunciado por Miriam es parte de la violencia  a la que son sometidas las mujeres indígenas sobre todo,  si estas  han sido protagonistas  en procesos de recuperación de sus tierras como el caso de  las mujeres yukpas.  Pero la violencia también es  ejercida a lo interno de sus comunidades. Todas  entrevistadas  también concuerdan en este aspecto.

En mis familiares más que todo si, vi un caso de mi prima ella tienen seis  hijos, cinco varones y una niña. Por el maltrato que ha recibido por el marido ha perdido el ánimo de seguir en la vida se deprime, la ultima niña tiene siete años. La última vez  le hicieron oración, su pareja es Wotuja pero se la pasa en la ciudad. Con la oración ha mejorado un poco. El la dejaba golpeada, morados en la cara, y los hijos también le pegaba. Estando embarazada en la maltrato y ella aborto. La segunda vez paso lo mismo. Y ella aborta y aborta. Y por esa reacción se llamaron los chamanes para que le haga la limpieza.

 

 Conclusiones y recomendaciones       

El análisis de las experiencias expuestas por estos jóvenes corrobora el hecho de que estamos frente a profundos procesos de re significación  de lo que implica ser joven e indígena. Así,  lo tradicional indígena  adquiere otros sentidos que no necesariamente tienen que ver con separarse de los mandatos culturales que les son propios según sus pueblos y culturas de pertenencia.  El trabajo de campo pone en evidencia  el vinculo que existe entre el proyecto educativo decolonial y las construcciones de ser joven   indígena basadas en pautas de  negociación- y no de   negación, entre  la libertad individual y el sentido colectivo relacionando ambos con  la posibilidad de impulsar proyectos de vida en sus pueblos. Los hallazgos de esta investigación no coinciden con algunas tendencias  de especialistas que afirman que la pérdida identitaria de los indígenas acontece de forma inmediata con el consumo de bienes  simbólicos y o materiales urbanos.

Estos estudiantes dislocan  con frecuencia  la búsqueda del otro por  definirlo. De allí que el tema del consumo de las redes sociales entre en disputa con su sentido de pertenencia y conocimiento de la cultura propia, ambos “instrumentos” con los que el Otro mide  cuan más o menos es determinado estudiante, un  indígena. Uno de los facilitadores argumentó que para  muchos de estos estudiantes el tener cuenta en facebook es algo asi como “tengo facebook; luego existo”.  Sin embargo, al comprobar cuántos estudiantes en efecto poseen cuentas en esta red social, la generalización de este facilitador invisibiliza los muchos otros espacios simbólicos a los que acuden los jóvenes para “existir”.  Los espacios de socialización permiten evidenciar procesos permanentes de reapropiación identitaria. Y cuando estos están ligados al  uso y consumo de información a través de  las redes sociales, lejos de lo que algunos especialistas  han  avizorado, los jóvenes de UIV  han demostrado  estrategias para  articular sentidos de pertenencia.

La categoría joven indígena es reforzada con las experiencias de estudios en la Universidad Indígena. La triangulación de la condición joven indígena  con  la de estudiante proyecta la posibilidad de profundizar en la cuestión de la democracia protagónica en Venezuela.  Importante señalar que  la permanencia de los estudiantes en la UIV constituye una forma a la que acuden para contrarrestar la discriminación, exclusión y la falta de acceso a la educación universitaria. Los jóvenes indígenas señalan importantes premisas para debatir a fondo los modelos curriculares de las universidades convencionales y su compromiso con los saberes originarios localizados por cada pueblo y  con el  conocimiento indígena en general.

El proyecto educativo de la UIV con sus desafíos inherentes a su experiencia  de cara al reconocimiento por parte del Estado, demuestra   el hecho de que es posible la preparación de jóvenes indígenas capaces de confrontar los procesos de globalización y homogeneización cultural, a partir de  la reflexión  de sus identidades geo históricas. Esto no los excluye de la capacidad que tienen de manejar herramientas occidentales   para el porvenir de sus pueblos.

Es fundamental promover  estudios sobre  la condición de lo juvenil en los distintos pueblos indígenas para abordar con mayor precisión los procesos  de cambio que acontecen en sus contextos sociales, culturales, geográficos.

En el ámbito de políticas públicas, se sugiere triangular  desde el Ministerio del Poder Popular para los  Pueblos Indígenas, Ministerio de la Juventud y el de Educación Universitaria, el diseño de un instrumento para avanzar en una consulta nacional   que permita identificar  tendencias en cuanto a aspiraciones, usos del tiempo libre, si se está cursando  o no estudios universitarios,  inserción laboral, en aquella población que según el censo 20122 se auto reconoció como indígena. Este instrumento ha de contemplar  preguntas acordes con las realidades de estos jóvenes como por ejemplo  los problemas más significativos que jóvenes indígenas enfrentan  en sus comunidades asociados con  el extractivismo, despojo territorial y  derechos humanos Se propone   además, incluir  indagaciones sobre racismo y discriminación. El criterio de  circunscribir la juventud por rango etario, podría en este caso, apoyar la ejecución de la consulta por cuanto, la Ley  Nacional del Poder Popular para la Juventud se hace una definición de quien es joven en Venezuela.

Se impone acelerar el debate nacional sobre los espacios académicos que respondan  a la diversidad cultural y lingüística de los más de 40 pueblos indígenas del país, tomando en consideración estudios que  demuestran como a mayor formación académica de estudiantes indígenas en universidades convencionales, menor es el grado de autorreconocimiento. El conocimiento académico  eurocentrado que predomina en  las universidades nacionales debe ser cuestionado y analizado a  partir de las experiencias de los jóvenes indígenas. Ellos y ellas se erigen como potenciales constructores en la inclusión de otros paradigmas del conocimiento que se desprenden de  la herencia ancestral y el diálogo intercultural.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Bibliografía

 

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Reguillo Rossana 2012 Culturas Juveniles: formas políticas del desencanto (México: Siglo veintiuno editores)

 

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Wilbert Werner; Lafée Wilbert Cecilia Ayala 2008 “Los Warao” en Freire Germán,Tillet Aimé (editores). Salud Indígena en Venezuela  (Caracas: Ministerio del Poder Popular para la salud).

 

 

[1] Hasta el año 2005, el número de universidades públicas, privadas, institutos y colegios universitarios  corresponde al de 169 (Departamento de Estadística Consejo Nacional de Universidades).

[2] Este trabajo utilizará el termino educación universitaria en correspondencia  a la aprobada Ley Orgánica de Educación de fecha 15/08/2009,  en donde se decide cambiar el nombre de Educación Superior al de Educación Universitaria. Esto respondió a un extenso debate sobre el término educación “superior” el cual  no era coherente con el proceso de transformación  de la educación  que venía adelantando el Presidente Chávez.

[3] La churuata ateneo es una de las edificaciones más importantes de la UIV por ser espacio de reunión por excelencia de todos los estudiantes. Allí se discuten las agendas de trabajo, la planificación de la semana, se  llevan a cabo ceremonias, actividades del cine foro  y  encuentros culturales.

[4] En algunos casos  hubo  timidez al principio pero en general,  todos y todas  muy dispuestos a conversar y compartir las reflexiones. Se intentó al máximo no inducir ninguna de las respuestas. El abordaje de cada tema  dependía mucho del hilo de la conversación. Si se empezaba por conversar y preguntar sobre qué es ser indígena, joven  y de esa respuesta se hacía referencia a otro tema, pudo acontecer que se retomaba luego el de especial interés, son cortar la conversación. Muy  importante destacar como experiencia el hecho de que  al ser el español el idioma a través del cual nos comunicamos, en varias oportunidades,  me fue difícil reformular  preguntas para poder ser entendidas por mi interlocutor.

 

[5] Durante el período de la investigación se llevaron a cabo ocho visitas a la UIV.

[6]  La investigación usará por tanto el término indígena pero procurará que cuando hable un estudiante de determinado pueblo,  este sea identificado como parte de ese pueblo. Si  la voz de un indígena de una comunidad  en Alto Ventuari  habla, pues este estudiante será identificado  como Yekuana, o Wotuja, Pumé según el caso, esto para superar los reduccionismo  que el pensamiento  occidental ha impuesto sobre la clasificación indígena. Este reduccionismo  se ha visto reforzado por “imponer una identidad  de origen colonial, cuyo uso implica connotaciones de asimetría, desigualdad y discriminación, que hace del sujeto étnico (del etnizado) un “otro”, diferente del resto de los integrantes de la sociedad” (Perez Ruiz:67).  En Venezuela, la ley orgánica de pueblos  y comunidades indígenas  define para efectos legales indígena como “toda persona descendiente de un pueblo indígena, que habita en el espacio geográfico (…) y que mantiene la identidad cultural, social y económica de su pueblo o comunidad, se reconoce a sí misma como tal y es reconocida por su pueblo y comunidad, aunque adopte elementos de otras culturas”.

[7] Institución adscrita al Ministerio de Educación Universitaria ventrada en  el otorgamiento de becas para nivel universitario.

[8]    Con la Misión Alma Mater  se crearon 15 nuevas universidades y se transformaron progresivamente  29 Institutos y Colegios Universitarios dependientes del Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior en Universidades Nacionales Experimentales, que se integrarán en la Red de Universidades Alma Mater.  Las 29 instituciones abarcan 20 entidades federales, cuentan, para el año 2009, con una matrícula de 185.000 estudiantes y han desarrollado una importante tradición en la formación de Técnicos Superiores Universitarios (TSU) en diversas áreas.  La transformación implica, entre otros, cambios curriculares en las estructuras académicas, la relación con la sociedad y los modelos de gestión (Oficina de Estadística y Análisis Prospectivo – MPPES, 2009).

[9]  Primer Plan Socialista -PPS- del Desarrollo Económico y Social de la Nación para el período 2007 – 2013.

[10] El 12 de octubre del año 2006 el Presidente Chávez anuncia la expulsión del territorio nacional de la misión Nuevas Tribus. Esta misión es acusada de realizar trabajos de prospección geológica y mineral en el Amazonas venezolano  así como de graves violaciones a los derechos humanos de pueblos indígenas  Yekuana, Yanomami y Wotuja.

[11] Sabino Romero  fue asesinado el 3 de marzo de 2013 por sicarios.

[12] Pez de río de alto valor proteíco.

[13] David Palmar no es estudiante de la UIV. Sin embargo, se consideró  importante su testimonio por  considerarse joven indígena desde la cultura Wayú, pueblo de mayor presencia en el territorio nacional. Palmar cursó estudios en la Universidad del Zulia. Es documentalista y ha participado en  encuentros nacionales   e internacionales de realizadores audiovisuales indígenas. Es cofundador de la  MICIV – Muestra Internacional de Cine Indígena de Venezuela

[14] Comunidad Yekuana en Alto Ventuari

[15] El “habla calé” es relacionado al menos en las ciudades de  Venezuela,  al tono de voz y  a los términos que emplean los  jóvenes transgresores. Es una forma de hablar, de expresarse que denota ante el Otro que lo juzga, la presencia de un “joven malandro”. El joven que habla calé es  etiquetado de  forma negativa.

[16] Siglas de Universidad Pedagógica Experimental Libertador

[17]  Siglas de Fundación Gran Mariscal de Ayacucho, institución que promueve becas para cursos de pregrado

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Pakistán y la cuestión de la educación.

Pakistán / 19 Abril 2016/ Autor: Salman Ali / Fuente: Daily Times. com

La puesta en práctica de una lengua, un programa y un sistema es la solución a largo plazo a los problemas que actúan como un impedimento en nuestro progreso nacional

La educación es una fuente básica que puede, sin ayuda, a su vez la fortuna para cualquier nación, ya que puede ser el mejor y más adecuado paso para la solución a largo plazo de cualquier problema que el estado está atravesando. Si vemos las naciones que han desarrollado su infraestructura y se encuentran en el primer puesto, que es sobre todo debido a su enfoque en su sistema educativo, pero, por desgracia, Pakistán tiene un pésimo historial en términos de educación. Es bastante lamentable que ni un solo partido político, sector individual o social ha trabajado para esta causa con dedicación completa y la hipermetropía.

Pakistán ha sido testigo de siete u ocho políticas educativas desde su independencia en 1947, ocho planes de cinco años, alrededor de una docena de otros programas de educación y un sinnúmero de campañas de educación y alfabetización pero, sin embargo, nuestra tasa de alfabetización real es de alrededor de un poco más del 50 por ciento.

Sólo para poner de relieve para mis lectores: Artículo 25-A de la Constitución obliga al Estado a proporcionar educación gratuita y obligatoria para todos los niños de cinco-16 años. Pero, lamentablemente, a pesar de la aprobación de esta ley, no ha habido ningún progreso en esta disposición y provincias todavía tienen que enmarcar la legislación para ponerla en práctica. Uno más campaña está listo para ser lanzado en el país para garantizar el 100 por ciento de la matrícula en las escuelas, como gobierno federal va a lanzar una campaña intensiva a través de Pakistán, que a partir de abril de 2016 no garantizar la inscripción de todos los niños en la escuela en 2018. El primer gol de esta campaña es conseguir que el 100 por ciento de la matrícula primaria. Después de lograr ese objetivo, el gobierno trabajará en un 100 por ciento la matrícula en instituciones de educación superior y el 100 por ciento de la matrícula primaria se alcanzaría antes de 2018.

Esta es de hecho una buena directriz del gobierno, un reflejo de las buenas intenciones del gobierno, pero la pregunta es cómo se va a hacer. No parece haber ninguna respuesta sustancial a que hasta el momento. Se podría decir que la actual campaña puesta en marcha por el gobierno federal también podría correr la misma suerte si el partido de gobierno no muestra más sinceridad y la voluntad política para que la campaña sea un éxito.

Los organismos mundiales en cuestión presentan un panorama sombrío de sector de la educación de Pakistán. Las Naciones Unidas se menciona en uno de sus informes dados a conocer en diciembre el año 2015 que el 49 por ciento de la población de Pakistán vive en la pobreza, y tiene una de las inversiones más bajas para la educación y la salud.»Pakistán gasta 0,8 por ciento de su PIB en salud y 1,8 por ciento en la educación. El informe clasificado Pakistán 146 de los 187 países en el índice de desarrollo humano, igual a Bangladesh y justo por delante de Angola y Myanmar. Pakistán se enfrenta a enormes retos en el sector de la educación, con aproximadamente 6,1 millones de niños que no asisten a las escuelas en absoluto. La situación es especialmente alarmante en las zonas rurales debido a los obstáculos sociales y culturales. Sin embargo, uno de los aspectos más lamentables es que en algunos lugares, sobre todo las zonas tribales del norte, la educación de las niñas está estrictamente prohibido por motivos religiosos. Se trata de una mala interpretación del Islam, que al igual que todas las religiones insta a los hombres y mujeres de adquirir una educación.

Las autoridades en el sector de la educación en Pakistán son buenas en el establecimiento de objetivos ambiciosos pero inepto en seguir a través. Los sucesivos gobiernos han abandonado las políticas de la administración anterior y adoptada nuevos y más ambiciosos objetivos, causando estragos en el sistema educativo, malgastando miles de millones de rupias. Como resultado, Pakistán no ha logrado alcanzar el Objetivo de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas de la educación primaria para todos los niños para el año 2015.

Personalmente, creo que hay una falta de voluntad política y la sinceridad detrás de este fracaso. Cada gobierno anuncia una campaña para llevar a todos los niños a la escuela, pero nada importante sucede a excepción de publicación de anuncios gubernamentales, en los periódicos y eslóganes en los medios electrónicos durante unos meses. Nuestro sistema educativo ha de ser armonizada y ecualizado. La puesta en práctica de una lengua, un programa y un sistema es la solución a largo plazo a los problemas que actúan como un impedimento en nuestro progreso nacional. En la vista de la importancia de la educación, el gobierno debe tomar medidas firmes hacia la aplicación en lugar de las políticas que se proyectan. En este sentido, las asignaciones deben hacerse fácil y oportuno de las provincias a los distritos y luego a las instituciones educativas. Por otra parte, cada miembro de la sociedad debe jugar su / su papel de ser parte del progreso del país.

Por último, pero no menos importante, tengo una pregunta para el gobierno federal la respuesta a lo que sería de interés para la gente de Pakistán: cómo se lograría la meta de 100 por ciento de la matrícula, con el 60 por ciento de la población del país vive con menos de 100 rupias ¿un día?

 Fuente: http://dailytimes.com.pk/opinion/19-Apr-16/pakistan-and-the-issue-of-education

 Información de la Foto: Niños paquistanís asisten a una clase en una escuela dañada en un terremoto en el pueblo de Brun.

Dirección de la Foto:

https://s.yimg.com/ny/api/res/1.2/zGtm9MZ89tXfe8t.CmY2bA–/YXBwaWQ9aGlnaGxhbmRlcjtzbT0xO3c9ODAwO2lsPXBsYW5l/http://media.zenfs.com/en_us/News/afp.com/Part-DEL-Del8379467-1-1-0.jpg

 http://i1.wp.com/blogs.dunyanews.tv/wp-content/uploads/2016/04/education.jpg?resize=759%2C500

Socializado por:

Javier Ernesto Chávez Torrealba. Licenciado en Educación. Docente Universitario. Investigador del CIM. Coordinador del Centro Nacional de Investigaciones Educativas por el estado Portuguesa.

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España: URGENTE el Foro Mundial de la Educación apoya la campaña para un “Diálogo por la educación”

Fuente Foro Mundial de Educación /19 de Abril de 2016

Ante el clamor que exige la derogación de la LOMCE y una nueva ley de educación que sea fruto de un acuerdo social y político, la plataforma La educación que nos une lanza la campaña “Diálogo por la educación” con el deseo de impulsar una Ley de Educación:

  • Democrática: elaborada con la participación de la comunidad educativa y la ciudadanía.
  • Estable: centrada en las necesidades de las personas y no en los intereses de los partidos.
  • Comprometida con un mundo más justo.

Concluye una legislatura del Partido Popular marcada por la imposición de una ley educativa elaborada sin consenso y de espaldas a la comunidad educativa y al conjunto de la sociedad. La práctica totalidad de los partidos políticos se comprometieron a derogar la LOMCE apenas cambiara el juego de mayorías parlamentarias. Confiamos en que esta sea una de las primeras medidas adoptadas en la próxima legislatura. La segunda promesa con que abrió el Ministro Wert su trabajo al frente del Ministerio de Educación fue la elaboración del Libro Blanco de la Función Docente, encargado por su heredero, el señor Méndez de Vigo, a José Antonio Marina a tres meses de las elecciones. Un nuevo pilar del sistema educativo construido sin diálogo y sin consenso. No son estas las formas que esperamos de la nueva legislatura.

Por todo ello, reclamamos un proceso de diálogo abierto a la ciudadanía y a la comunidad educativa que permita el alumbramiento de una nueva ley de educación fruto de un acuerdo social y político que le augure, al fin, una estabilidad más allá de los vaivenes electorales. No aceptamos un Pacto de Estado entre partidos políticos y organismos económicos que excluyan a la comunidad educativa y la sociedad civil.

Apoya nuestra petición de forma individual o colectiva para reclamar un Diálogo por la Educación.
El enlace de la campaña, el vídeo promocional de la campaña y el espacio para firmar en apoyo disponible aquí
 Diálogo por la educación

Diálogo por la Educación

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Espacio libre y actor político

“No aceptes lo es habitual como algo natural, pues en tiempo de desorden sangriento, de confusión organizada de arbitrariedad consciente de humanidad deshumanizada, nada debe parecer natural, nada debe parecer imposible de cambiar”.

Bertolt Brecht

En la reunión del Consejo Internacional del FSM en Utrecht, Holanda, a finales de marzo de 2005, además de la evaluación del FSM 2005, se definió la Metodología del FSM 2006 policéntrico (Américas, África, Asia). Cada entidad indicó en qué “evento” del FSM quería y podría inscribirse y en qué temas. Cada evento tuvo su autonomía. El FSM policéntrico se constituye en un desafío innovador, la posibilidad de participar en un Foro más intercultural, simultáneo, en red internacionalizándose y facilitando la participación física a muchos más habitantes del planeta[1] y, sobre todo, a los sectores más pobres de la sociedad, que no tienen las condiciones financieras para trasladarse a regiones muy distantes.

 

 

 

 

 

 

Todo el proceso del FSM 2005 significó una gran innovación. Fue un encuentro inspirador. Inauguró un nuevo concepto, el de “Territorio Social Mundial”, que le da fuerza y raíces. Hay mucho en juego en este nuevo formato, más democrático, a pesar de que ha mostrado algunos problemas de infraestructura. Fue un encuentro abierto, organizado y autogestionado. El Mural de Propuestas fue otra idea innovadora, pero que debe ser perfeccionada. La idea de incluir a los “ejes transversales”, sin embargo, no funcionó en la práctica.

En relación al creciente proceso de autogestión, el Consejo Internacional consideró que el FSM 2005 fue un gran avance. No obstante, afirmo que el “FSM no está programado para ser un foro totalmente autogestionado”. Es necesario que haya algunas estructuras para que los grupos avancen en sus programas de acción. En una sociedad de mercado, la autogestión ayuda a que todos puedan contribuir, pero persisten “relaciones de poder y desigualdad”. La autogestión dejó un “vacío político” que permitió que los eventos Lula-Chávez, que formalmente no formaban parte del FSM, se convirtieran en los eventos con la mayor visibilidad. La clausura del FSM 2005 fue vacía. El CI sugirió que haya eventos co- organizados como alternativa.

La Comisión de Comunicación del CI ha insistido en privilegiar en su apoyo a los llamados medios alternativos, aunque estos medios no tienen mucho impacto en la opinión pública mundial. Y la razón es muy simple; según la Comisión de Comunicación, los medios alternativos “son aliados estratégicos en la construcción del FSM, ya que los vehículos y organizaciones que transmiten a través de ellos se identifican con los principios del Foro. También son profesionales y medios de comunicación que son seguidos muy de cerca por el FSM, y tienen más capacidad para dar una visión aproximada de lo que es el Foro. También son vehículos que le hablan directamente al público relacionado con la lucha por otro mundo posible, es decir, a las personas involucradas en el proceso del FSM, aunque no estén en la ciudad en que se está realizando”. Por estas razones, la Comisión de Comunicación considera que los medios alternativos son un “aliado estratégico del FSM” y, por eso, deberá continuar gozando de un tratamiento diferenciado dentro del proceso del FSM: “los vehículos y organizaciones que transmiten a través de los medios alternativos también son actores políticos de la lucha por otro mundo posible, en la práctica de la lucha por la democratización de la comunicación”. La Comisión de Comunicación lanzó el concepto de “cobertura compartida”, buscando una mayor cooperación entre organizaciones y vehículos de comunicación y la idea de una “plataforma de comunicación” del FSM.

Desde la primera edición del FSM, los foros se multiplicaron: tenemos el Foro Social Americano, el Foro Social Europeo, el Foro Social Asiático, el Foro Social Brasileño, el Foro Social Pan- Amazónico, el Foro Social Midwest, de los Estados Unidos, el Foro Social de las Américas, y los foros sectoriales de educación, cultura, información etc. Tenemos el Foro Mesoamericano de los Pueblos (San Salvador, 19 a 21 de julio de 2004), que reunió las conclusiones de una serie de foros sectoriales y temáticos (mujeres, campesinos, jóvenes, etc.) bajo el lema: “Construyendo el poder popular para la autodeterminación”. En este foro participaron 2 mil dirigentes de aproximadamente 600 organizaciones populares y sociales, y produjo una “declaración final”, innovando en relación a otros foros. El sexto y último Foro Mesoamericano de los Pueblos fue celebrado en San José de Costa Rica, en diciembre de 2005. Todavía nos falta la Cumbre de los Pueblos de América, la tercera que se realiza en Mar del Plata, Argentina, en noviembre de 2005. También falta el Encuentro Hemisférico de Lucha Contra el Alca. El cuarto Encuentro fue realizado en La Habana, Cuba, en abril de 2005.

Tenemos la Cumbre Continental de los Pueblos y Nacionalidades Indígenas de Abya Yala, el Foro Social Américas (el primero se celebró en Quito, Ecuador, del 25 al 30 de julio de 2004). En este último participaron 11 mil personas de 55 países de los cinco continentes: 926 organizaciones organizaron más de 450 eventos. Tenemos el Foro Social Europeo, el Foro Social Mundial de las Migraciones, el Foro Social Magrebí, en Marruecos; el Foro Social Holandés. El tercer Foro Social Europeo se realizó del 15 al 17 de octubre de 2004 en Londres, Inglaterra. Participaron 20 mil delegados provenientes de 70 países; 65 mil personas participaron en la marcha de clausura contra la invasión a Irak. Tenemos el Foro Social Chileno (19 al 21 de noviembre de 2004), el Foro Pan- Amazónico (el primero fue celebrado entre el 18 y el 22 de enero de 2005, en Manaos). Y muchos otros: en Paquistán, en Benín, en Mali, en Finlandia, en Australia. Tenemos el Foro Social Nordestino: el primero fue realizado del 24 al 27 de noviembre de 2004, en Recife, con 700 entidades de los nueve estados de la región y con la presencia de 5 mil delegados. Tenemos el Foro Social Caribeño, el Foro Social de Boston (EUA), el de Upsala (Suecia), el Foro Social de la Triple Frontera. Y además tenemos el Foro de Parlamentarios, el Foro de Autoridades Locales, el Foro de Jueces, el Planeta Femenino, el Tribunal de la Deuda, el World  Peace Forum… y muchos otros. La responsabilidad del Consejo Internacional del Foro Social Mundial está creciendo con cada nuevo foro.

 

– ¿Cómo pensar en todo esto de manera estratégica? ¿Cómo hacerle seguimiento a tanta creatividad?

– Lo nuevo nace de lo viejo, pero no nace con mucha rapidez, sin transición, sin conflictos. Todos creemos, como Cândido Grzybowski  (2001, p. 24 e 33) que “en Porto Alegre nació algo nuevo”, pero su eficacia para cambiar al mundo está siendo puesta a prueba. Afortunadamente, una nueva iniciativa parece tomar fuerza en el interior del proceso del FSM, surgida a partir de la necesidad de dar secuencia al “Mural de Propuestas”, lanzado durante el FSM 2005, y que contó con la participación del Instituto Paulo Freire.

El FSM todavía está muy centrado en eventos, y estos eventos todavía están muy centrados en personas famosas, en personalidades “occidentales”, en busca de visibilidad mediática, muchas veces hablando más para agradar al público que para responder a los desafíos urgentes expuestos por los movimientos. Los eventos del FSM todavía son mucho más frecuentados por las clases medias que por aquellos que más los necesitan (77% de los inscritos en el FSM 2005 tienen un grado de instrucción superior o lo estaban cursando). Todo esto preocupa mucho al Consejo Internacional del FSM.

  • ¿Dónde está lo viejo en el FSM?

– Sin duda está en lo que ya se ha expuesto, pero también está en su interior. Está también en la insistencia de algunos en considerar al FSM como un anti-Davos. El movimiento anti-Davos existía antes del FSM, pero, por medio de él, no se llegaría al proyecto original del FSM. Nos quedaríamos en el anti-Davos[2].

– ¿Dónde está lo novedoso del FSM?

– Ciertamente no está en su referencia a Davos. ¿Dónde está la fuerza del FSM? Responde Cândido Grzybowski: “la gran fuerza del Foro Social Mundial reside en aquello que lleva consigo como novedad. Se trata de una iniciativa de la emergente sociedad civil planetaria. Su objetivo es valorizar las prácticas de lucha y de participación  ciudadana  en  las  diferentes  sociedades,  y  pretende darle una dimensión mundial a las propuestas que manan de ellas” (Idem, p. 19). El anti-Davos podría ser una referencia inicial de los medios de comunicación, pero no puede seguir siendo parte de la construcción original del FSM.

Uno de los debates más significativos del Consejo Internacional reunido durante la realización de la quinta edición del FSM en 2005, fue la preocupación por dar respuestas más eficaces al mundo globalizado. Uno de los documentos presentados por la Secretaría Internacional – Sección Brasil – insistía en que “para que las ideas debatidas y las propuestas formuladas en nuestros encuentros lleven efectivamente a esos resultados, será necesario perfeccionar aún más la metodología, para que las propuestas resulten de articulaciones hechas antes de dichos encuentros y para asegurar su continuidad en múltiples acciones comunes”. En este sentido, las concentraciones de 2005 fueron significativas, una conquista política que llegó para quedarse. Estas permitieron valorizar la diversidad y la no jerarquización de las causas, luchas y sujetos sociales[3]. El lanzamiento, durante los foros, de campañas a largo plazo parece inevitable  de aquí en adelante,  para hacer más efectiva la acción política global del FSM. Y para darle continuidad a esas acciones, el Mapa para la construcción de otro mundo posible se hace indispensable como sistema permanente de auto-información, dando a conocer las campañas globales e involucrando a un número creciente de participantes en el FSM, más allá de sus eventos.

En la reunión del Consejo Internacional del FSM en Utrecht, se discutió la estrategia para poner en práctica las numerosas sugerencias enviadas al Mural de Propuestas en el FSM 2005[4]. El tema central propuesto por el CI hace referencia al “uso” posterior de las propuestas. No hay claridad en este sentido. ¿Es un banco de propuestas para que la gente sepa qué pasó en el Foro? ¿Es  un espacio de articulación de organizaciones en torno a propuestas comunes?

Para iniciar una posible respuesta a estos asuntos, el CI aprobó una propuesta para la creación de un Mapa para la construcción de otro mundo posible, presentado por la Secretaría Internacional – Brasil, como proyecto para la comunicación permanente y autogestionada entre los que participan en el FSM con un “sistema avanzado de búsqueda”. Este mapa posibilitará el proceso permanente a distancia del FSM, buscando responder al desafío global de construir otro mundo posible, equilibrando el principio, por una parte, de la máxima autogestión participativa posible, y, por la otra, de la máxima eficiencia política transformadora posible. Este mapa puede generar una ganancia “política”, por la intercomunicación sobre el proceso del FSM, una ganancia “comunicativa”, abriendo a todas las comunidades la posibilidad de mostrar sus iniciativas, y una ganancia “técnica”, posibilitando la creación de una gran base de datos, como parte de la lucha permanente y continua por la construcción de otro mundo posible, y con datos sobre cómo el mismo puede alcanzarse.

El principio básico del mapa es la autoinformación. Las mismas organizaciones que participan en el FSM inscriben sus iniciativas: “una tarjeta electrónica de identidad, que puede ser llenada y modificada en cualquier momento (mediante una clave), permitirá informar sobre cuatro temas: 1) identidad de la organización; 2) acciones permanentes que desarrolla por un mundo nuevo; 3) actividades que pretende realizar en los próximos Foros Sociales, regionales, nacionales, temáticos, etc.; 4) iniciativas de su agenda que quiere compartir con los demás participantes del mundo FSM”. La búsqueda estaría abierta a todos, pero el suministro de informaciones sólo estará permitido a los participantes de los FSM. Según Antonio Martins, de la Secretaría Internacional del FSM, este sistema de comunicación permanente respeta al pie de la letra los principios de auto-organización y de no jerarquización de las actividades e iniciativas del FSM y, al mismo tiempo, estimula la intercomunicación y la articulación entre los actores del Foro. El Mapa para la construcción de otro mundo posible, además de ser un instrumento de información, es un instrumento de formación y de lucha. Puede representar un gran avance si logra unir la inteligencia colectiva[5] con la voluntad política colectiva de cambiar en el Foro o el Foro. No basta con ser anti-Davos. Es necesario crear las condiciones para viabilizar las propuestas de los movimientos, organizaciones y entidades que participan en el FSM. Tenemos que organizar la confrontación. Ya todos sabemos lo que está equivocado y lo que se debe hacer. La acción articulada, con fuerza política transformadora, es necesaria desde ya. Ya dimos bastantes discursos. Ya celebramos bastante nuestra diversidad y nuestra fuerza social. Ya denunciamos a los medios de comunicación por ser espejos de imágenes distorsionadas y denunciamos a la burguesía corrompida por el poder económico. Nos regodeamos sobre las elites insensibles, insaciables, insensatas. Denunciamos a la violencia. Y, ¿ahora?

No podemos quedarnos a la defensiva. Si el FSM, aunque Foro, es decir, aunque se trata de un espacio abierto y organizado, no puede tener un programa concreto para no convertirse en un partido, puede propiciar, facilitar más, un gran espacio organizado, articulado e institucional de luchas por la liberación. La esperanza está sobre todo en los jóvenes que constituyen casi la mitad de los participantes de los eventos del FSM (en la edición de 2005, 44% de los participantes eran estudiantes). Por tanto, se trata de crear una Red Altermundista, referencia para otro mundo posible, basado en los jóvenes, interconectando y articulando acciones y programas, trabajando en red de redes, produciendo cambios las 24 horas del día, sin parar, reconstruyendo el mundo, como un movimiento perpetuo, demostrando on-line lo que cada uno está haciendo por “otro mundo posible” en todos los campos: en la educación, en la economía, en la política, en la cultura, en el medio ambiente… interconectando espacios temáticos de los jóvenes, de las mujeres, de los sin tierra, de los esclavizados, de los negros, de los ambientalistas, de los campesinos, de los jueces, de los empresarios, de los artesanos, de los comerciantes, de los niños, de los parlamentarios, de los educadores, de las autoridades locales, de lo audiovisual, de la comunicación, de la cultura.

Hasta ahora hemos hecho bien lo que sabíamos hacer: buenos y grandes eventos. Tenemos mucha experiencia en eso. Pero no hicimos bien lo que realmente es nuevo: el proceso del Foro. “En mi opinión”, dice Boaventura de Souza Santos (2005, p. 36), “el FSM será cada vez menos un evento o conjunto de eventos, para pasar a ser cada vez más un proceso basado en el trabajo de articulación, de reflexión y de planificación dominada por acciones colectivas llevadas a cabo por las diferentes organizaciones y movimientos que integran el FSM”. Para él, la novedad política del FSM consiste en su “cultura organizacional”, que no tiene un líder y que rechaza las jerarquías. El futuro del FSM dependerá cada vez más del uso que haga de la internet para visibilizar la “novedad política” de la cual es portador. Las redes colaborativas del FSM, posibilitadas por la internet, se constituyen en la respuesta que el Foro le puede dar a la globalización jerarquizada y opresiva neoliberal.

El FSM es un éxito, pero, después de seis años de existencia, algunas cosas tienen que cambiar. El problema es saber lo que debe y puede cambiar, sin descaracterizar su misión original. El FSM como espacio libre, crítico y auto-organizado, es un éxito. No creo que debamos cambiar algo exitoso para aventurarnos con propuestas dudosas. Entretanto, debemos reconocer que, si bien avanzamos en el campo de los eventos, no tuvimos el mismo éxito en lo que se refiere al proceso. Algunos dicen que nuestros eventos son folklóricos, un “festival de ideologías” (Lula), y eso no tiene nada de malo. Muy por el contrario. Ser un festival de ideologías en una época de pocas utopías es una señal positiva. El folklore tiene raíces populares. Es mejor el folklore que la espectacularización mediática política vacía, puramente emocional y coyuntural.

Esto no significa que el Foro sea una plaza pública neutral. El Foro se constituye en un espacio abierto para los fines específicos para los cuales fue creado y están constituidos en su Carta de Principios. El espacio del Foro no es un espacio libre de reglas, las mismas están claras en la Carta de Principios. Para esto no necesita tener una estructura piramidal de mando y subordinación, pero sí una estructura democrática y participativa. El FSM debe seguir siendo un espacio abierto, con la condición, como sostiene Immanuel Wallerstein (2004), de que “asegure, por su parte, que el FSM se transforme en un espacio institucional de encuentro de alianzas múltiples entre distintas actividades políticas”.

 

5.1. ¿Cómo hacer del FSM algo más que la contrapartida de Davos?

 

Todo el mundo dice que el FSM debe ser perfeccionado, que debe convertirse en un foro efectivamente “mundial”, que debe tomar iniciativas conjuntas. Después de seis años de experiencia, ante el desgaste natural del formato actual, esto está provocando tensiones, como vimos en el Foro de Caracas, principalmente dentro del CI. Hay propuestas de alteración de la estructura organizativa y de su funcionamiento, así como para la adopción de un calendario de actividades oficiales a lo largo del año. Para muchos, los megaeventos no pueden limitarse a encuentros de debates, e incluso llegan a proponer que el FSM se convierta en el embrión de una “Asamblea de toda la humanidad”, de la sociedad civil global, como propone Ignácio Ramonet, del Consejo Internacional, contraponiéndose  a la Organización de las Naciones Unidas, que concentra estados y gobiernos. No hay consenso en cuanto a esta propuesta. Ramonet sostiene que, desde enero de 2005, el formato inicial del FSM se agotó. Para él, el FSM tiene que ser un actor político colectivo, alternativo a las políticas neoliberales, a falta del cual “el FSM corre el riesgo de despolitizarse y de folklorizarse, de convertirse en una especie de Feria Internacional de asociaciones, un Salón Mundial de la sociedad civil” (Ramonet, 2005).

Como evento, el FSM es un espacio más apropiado para el de- bate y el aprendizaje de una nueva cultura política, al mismo tiempo que el FSM, como proceso, es un espacio más apropiado para la acción. Estos necesitan coexistir de manera complementaria en lugar de antagónica. No son excluyentes.

Es necesario considerar que existen diversos conceptos de “espacio”, y no sólo el que estamos construyendo actualmente en el Foro. La noción de espacio no es homogénea. Existen espacios concebidos simplemente como una plaza abierta y libre, por la que cualquiera puede andar, sin ningún tipo de organización, sin ningún propósito. Hasta una feria o un mercado libre, en una plaza pública, tiene una organización para alcanzar determinados fines. El espacio del FSM no pretende ser una feria ideológica. Tiene finalidades definidas en su Carta de Principios. Aunque libre y auto-organizado, el espacio del FSM puede ser estructurado de diversas maneras. Como insiste Wallerstein, puede ser organizado para construir agendas comunes, para construir articulaciones y proyectos comunes, impulsados por una nueva lógica, por su fuerza congregadora, como actor político nuevo. Puede constituirse en un espacio que reúne a todos y a todas para pensar, programar, planear y actuar en busca de la soñada ciudadanía planetaria.

Para Cândido Grzybowski (2006, p. 30-31), el FSM es un “pedazo de tierra lleno de obras de la ciudadanía mundial”, pero, según él, el FSM todavía no ha creado “alternativas estructurantes ante la globalización dominante. Esta es una tarea colectiva de larga duración”. El FSM es un espacio abierto a la diversidad que nos caracteriza, por sobre todas las cosas, como seres humanos. La diversidad es la gran riqueza de la humanidad. Pero no puede ser sólo eso. También es el espacio para la formación de nuevas alianzas, de nuevas redes, de la formación de campañas, en fin, el espacio de estructuración de alternativas.

El FSM, aunque no es un movimiento político, trabaja por una nueva manera de hacer política y, por eso, se pregunta: ¿cómo actuar políticamente  sin imponer lógicas centralizadoras de definición de políticas? ¿Cómo convertir al FSM en un foro más eficaz y construir plataformas comunes, respetando la diversidad de posturas políticas, métodos de trabajo y la autonomía de cada movimiento? ¿Cómo construir la convergencia en la diversidad? ¿Cómo transformar el mundo sin tomar el poder?

Muchos sostienen que el FSM en sí no tiene capacidad de intervención porque no puede tener planes de acción como espacio abierto, pero sí puede ser un actor político de carácter nuevo, dando poder a planes de acción y plataformas de movimientos y ONGs, fortaleciendo a la ciudadanía planetaria. A su modo, sí puede ser un gran actor político, facilitando la construcción de redes, movimientos, campañas, promoviendo movilizaciones…  porque no puede ser sólo un espacio de debate. Se fortalecerá en la medida en que los pueblos – las “multitudes”, como dicen Negri y Hardt – vean resultados concretos de su acción y se debilitará en la medida en que sólo el discurso prevalezca sobre la praxis. Tenemos que cambiar al mundo aunque tengamos que pasar algún tiempo discutiendo cómo.

El “Llamamiento de Bamako” hace referencia a un nuevo sujeto popular histórico. En el capítulo de Bamako del FSM 2006, se retomaron algunos principios del “Manifiesto” lanzado en Porto Alegre. Se presentaron algunas “propuestas para la acción inmediata”. Bamako dio un paso al frente en la construcción del FSM como un sujeto político, para “pasar de la conciencia colectiva a la construcción de actores colectivos, populares, plurales y multipolares” en el sentido de “identificar temas precisos para for- mular estrategias”. Entre los temas expuestos está el de la “construcción de un frente unido de los trabajadores”, lo que recuerda las viejas tácticas de las “internacionales” socialistas.

– ¿Bamako estaría avanzando o retrocediendo?

– En comentario sobre el documento de Bamako, Francisco Whitaker reafirma el respeto a la autonomía de la sociedad civil – que amenaza la hegemonía de los partidos como actores políticos – la cual “pretende hacer cosas sin tomar el poder” (2006). Vuelve a criticar la concepción según la cual “toda lucha política tiene que contar con direcciones o vanguardias que movilicen a los militantes y que los dirijan en la acción”, y expone el peligro de la división que marcó la historia de las izquierdas[6], entre los llamados “intelectuales” invitados a conferencias y debates – “que se ponen como dirigentes y orientadores de los Foros” – y la llamada Asamblea de los Movimientos Sociales, que propone que “su” documento “sea asumido como el del Foro como un todo”. El FSM se haya frente a un desafío que viene de arriba y otro que viene de abajo. Whitaker sostiene que el desafío mayor está siendo presentado por la Asamblea de los Movimientos Sociales, que pretende “hegemonizar los Foros, para convertirse en la principal articulación nacida de ellos”. Y concluye: “es como si quisiera secuestrar los Foros para la realización de los objetivos de los movimientos que la componen”.

El alerta de Whitaker es en relación al riesgo de perjudicar uno de los pilares del FSM que es el respeto a la diversidad. La unidad – otro de los pilares del FSM – puede y debe ser afectada por la “convicción militante” y no por la disputa interna o por “comandos unificados”. Es en este punto que veo la importancia de educar para otro mundo posible. Es decir, formar para una nueva cultura política que coloque la “lógica de escuchar” por encima de la “lógica de la disputa”, como sostiene Whitaker.

José Maria Gómez (2005, p. 172-5), profesor de la Universidad Católica de Río de Janeiro, preocupado por repensar el formato del FSM, dice que sería conveniente “neutralizar algunas tentaciones reduccionistas” que descaracterizan al Foro: la primera sería la de “tender a limitarlo a los encuentros anuales y fijarlo en el tiempo a las condiciones de origen”. La segunda sería la tendencia a “concentrar el análisis exclusivamente en el FSM, disociándolo por un lado de los movimientos sociales, ONGs, redes de activistas transnacionales y numerosos colectivos políticos y sociales que en él participan y que componen el movimiento altermundialista”. La tercera consiste en la tendencia a “reducir la multiplicidad y la superposición de segregaciones y tensiones políticas e ideológicas que atraviesan al ‘movimiento de movimientos’ y los diversos niveles  de construcción y funcionamiento del FMS, a uno o a algunos de ellos”.

Las observaciones de Whitaker y Gómez nos indican la necesidad de avanzar en el debate estratégico y organizacional del FSM. El riesgo de una división, expuesto por Whitaker, puede profundizarse si no tenemos las condiciones prácticas y teóricas para examinar cuidadosamente el formato original del FSM[7]. La impotencia política es nuestro mayor temor, y sólo seremos fuertes políticamente si permanecemos juntos, reafirmando la gran novedad del FSM, que es su metodología y su carácter inclusivos, muy diferente de las utopías que emergieron en el siglo XIX, tanto en lo que se refiere a la estrategia política, como en lo referente al sujeto histórico de cambio y al modelo de sociedad.

Para eso, sustenta José Maria Gómez, el FSM no puede quedar atrapado entre las categorías convencionales de las ciencias sociales. Él defiende para el FSM el modelo analítico y epistemológico de Boaventura de Souza Santos (2003), que expone dos tipos ideales y complementarios de interpretación: el de la “sociología de las ausencias” y el de la “sociología de las emergencias”. La interpretación de la sociología de las ausencias rechaza la visión monocultural que sobrevalora lo “científico”, lo “avanzado”, lo “superior”, lo “global”, lo “productivo”, en detrimento del llamado conocimiento del “ignorante”, del “residual”, del “inferior”, del “local”, de lo “no productivo”. Paralelamente y contraponiéndose a la monocultura dominante, la sociología de las emergencias busca en la visibilización de lo que la monocultura desprecia las alternativas de futuros posibles de la alterglobalización. El FSM estaría exactamente partiendo de que la cultura dominante desvaloriza para construir sus alternativas, evocando la horizontalidad, la diversidad y la multiplicidad de experiencias sociales despreciadas por los criterios hegemónicos de racionalidad y de eficiencia capitalista.

Aunque existe una percepción generalizada de que el formato vigente del FSM debe ser revisado, para permitir la profundización de la democracia interna y haciéndose más inclusivo y representativo, todavía muchos rechazan cualquier propuesta que implique deliberar y llevar adelante acciones comunes en nombre del Foro, sosteniendo que eso generaría todavía más tensiones y se correría el riesgo de la instrumentalización partidaria (cf. Whitaker, 2003). En contraposición, algunos sostienen que sería posible crear, en el interior del FSM, “estructuras ad hoc” que funcionarían “fuera de los Foros”, con la posibilidad de promover consensos mínimos y defender plataformas que, en el formato actual, el FSM no podría tener (cf. Cassen, 2004).

Después de Bamako, Caracas y Karashi, el debate sobre el formato del Foro ya ha producido diversas reflexiones, entre las cuales se cuenta la de Irene León, del Consejo Internacional. Para ella, “el Foro puede ser lo que ya es, además de muchas otras cosas, todas importantes, todas transcendentes. Pero insistimos en que su desafío central consiste en el encaminamiento del principal propósito de su convocatoria: la resistencia a la globalización neoliberal, que no podrá ser lograda fácilmente por medio de una ‘feria de alternativas’, ni por medio de una gran mesa de debates, ni de la convocatoria a movilizaciones desconectadas entre sí, ni de experiencias metodológicas para el buen encaminamiento del Foro- evento, cuya cristalización no está desvinculada de las relaciones económicas y de poder intraforo. Mientras esto sucede, el modelo neoliberal puede continuar su consolidación tranquilamente” (León, 2006b, p. 13). Lo peor que podría pasar es que nos quedáramos debatiendo y que dejáramos en paz al enemigo.

Hace ya más de dos años que el Consejo Internacional está preocupado por la pérdida de fuerza e impacto del FSM. Una reducción del impacto ligada a su formato inicial, según algunos. Tenemos que incidir en la política, en las instituciones, en el mundo real, para que ese otro mundo sea realmente posible. Pero, ¿cómo construimos caminos para la implementación de las propuestas de cambios con el formato actual? Saber cómo intervenir en el mundo real sigue siendo el gran desafío del FSM.[8]

 

5.2. ¿El formato original del FSM está realmente agotado?

 

Queda claro que lo que se agotó fue la protesta pura, el antiglobalismo sin propuestas, el antiglobalismo sin la alterglobalización. No basta con protestar, ni tampoco es suficiente celebrar la diversidad de nuestras agendas en el interior del Foro. No basta con discutir utopías. Es preciso saber lo que estamos haciendo para ponerlas en práctica. Es preciso proponer con decisión y actuar en consecuencia, movilizarse permanentemente, estimular el surgimiento de nuevas iniciativas, organizaciones, participaciones, etc. Lo que se agotó fue el anti-Davos.

Para superar esa fase, en 2005 fue instituido el Mural de Propuestas de Acción, que aún no ha tenido la eficacia que deseábamos al momento de su creación. Todavía no hemos logrado crear los instrumentos prácticos que nos permitan el diálogo permanente, un sistema de comunicación que funcione independientemente de los eventos del Foro.

Además del Foro como evento y como proceso, debería existir el Foro on-line. Todavía no utilizamos toda la fuerza política que representa el ciberespacio. Cuando pensamos en espacio, siempre pensamos en una plaza, en un espacio físico, en un territorio geográfico. Tenemos que involucrarnos más con el espacio virtual. Daremos un salto cualitativo en el FSM cuando estemos conectados permanentemente en acciones globales simultáneas, alimentando el proceso. Los Foros-eventos ya no serían la actividad principal del FSM, tendrían un peso mucho menor y servirían, sobre todo, para impulsar al Foro como proceso. Avanzaríamos mucho más rápidamente. Debemos acostumbrarnos a trabajar a distancia. Es probable  que no logremos cambiar al mundo presencialmente, es mucho más probable que logremos ir cambiando al mundo virtualmente, a distancia, “conectados” en nuestras diversidades. Cambiar al mundo tiene un alto precio y ese precio será aún más alto si intentamos hacerlo presencialmente. Preguntar cuánto cuesta cambiar al mundo no es ser capitalista, porque no se trata sólo de recursos financieros. Se trata de trabajo, de nuestro tiempo, que es nuestra riqueza, nuestro capital disponible. ¡Cambiar al mundo da trabajo!

El FSM se convirtió en un símbolo de la esperanza colectiva y de la expresión más visible de la sociedad civil global. Nuestra fuerza política está en el capital de esperanza que acumulamos y en nuestra capacidad para movilizar a la sociedad civil global. Sin embargo, todavía no hemos sabido utilizar toda nuestra capacidad de cambio. Nos falta acción política realmente nueva. Sabemos lo que tenemos que cambiar, pero tenemos poca capacidad para decir cómo cambiar. El FSM puede ser simultáneamente  un facilitador de la acción de las ONGs y movimientos que en él participan, y un actor político, él mismo, sin renunciar a su Carta de Principios. Será en la práctica transformadora que superará el dilema que se presenta hoy: ser una cosa u otra. Para eso, tiene que trabajar más la relación entre ONGs y movimientos y trabajar mejor su relación con gobiernos y partidos políticos.

Puede que el FSM haya perdido la fuerza de la novedad, pero ganó en extensión, en expansión, multiplicándose en innumerables foros locales, regionales, nacionales. En este, no perdimos fuerza. El FSM no perdió fuerza como facilitador. Tal vez hayamos perdido visibilidad, lo que nos ayudará a construir el proceso con menos vigilancia de las fuerzas que queremos combatir. Creamos mucho impacto en los medios de comunicación, pero, ¿es eso lo que queremos? ¿Cambiar al mundo a través de los medios de comunicación? ¿Qué es lo que realmente queremos transformar?

Tener o no tener una agenda política global: ¡esa es el dilema! Y si asumimos una agenda política global, se presenta el segundo dilema: ¿quién la va a asumir y cómo será la gobernabilidad de esa agenda? ¿Con qué instrumentos, con qué dirección política? Dependiendo de la respuesta a esas preguntas, podrá faltar un pequeño paso para caer en una nueva internacional: ¡de la internacional comunista a la internacional altermundista! Y, ¿cuántos de los que hoy se suman al proceso del FSM quedarán fuera? ¿Sofocaríamos a la ciudadanía y substituiríamos la voz de millones de personas, movimientos y organizaciones por una militancia profesionalizada, “representantes” de la sociedad civil global? Si eso sucediera, perderíamos nuestro proyecto original.

Definitivamente, no debemos ahorrar imaginación y debemos escuchar, con paciencia, para inventar nuevos modos de hacer política. Lo que está en juego es si el FSM en efecto va a asumir una nueva cultura política, si va a aprender a hacer política de otra manera, o si va a repetir la historia de fracasos de los viejos paradigmas. Los paradigmas no surgen de manera repentina, requieren tiempo, dedicación, paciencia, mucho trabajo. Todo eso lo tenemos. Por eso tenemos la seguridad de que vamos a superar el impase actual, porque lo esencial ya lo tenemos: tenemos fe en que es posible cambiar al mundo. Esa fe es la que nos debe guiar. Esa fe es la que alimenta nuestros sueños, nuestras utopías. Debemos seguir creyendo que la multitud es la que debe dirigir al proceso; debemos seguir confiando en nuestra capacidad para superar nuestras dificultades y para mantenernos firmes en la Carta de Principios que establece que nadie representa al FSM y que nadie habla en su nombre. ¡No existe una forma de dirección que substituya a la ciudadanía global! ¡Sí a escuchar, a la transparencia, al compañerismo y a la solidaridad! ¡Sí a la ciudadanía planetaria!

Es muy difícil prever qué pasará con el FSM en los próximos años. Estamos construyendo algo nuevo, imprevisible, pero el creciente descontento en relación al formato político inicial nos está indicando la necesidad de pensar de manera más estratégica. Tanto en Bamako como en Caracas, muchos participantes pedían más acción. El FSM tiene un potencial educativo, organizativo y de movilización que todavía no ha sido suficientemente trabajado. El mismo puede ser estructurado de mejor manera para la articulación; puede involucrase más en luchas mundiales, como un gran actor altermundista. Se trata de cambiar al mundo. Después de Bamako y Caracas ya no es posible avanzar en un proceso sin una agenda global de luchas. En 2003, el llamado del FSM contra la guerra fue un gran éxito. Debemos continuar con otros llamados sin substituir iniciativas ya existentes en el propio Foro. El FSM no debe superponerse, en su agenda, a las agendas y plataformas[9] de los movimientos y ONGs. En esta agenda política global no será necesario trabajar con la idea del socialismo, pero se dejará claro que se trata de dejar atrás al capitalismo como modo de producción y reproducción de nuestra existencia en el planeta. El neoliberalismo no es más que la forma actual del capitalismo. Como sostiene François Houtart, hoy en día se trata de oponerse frontalmente al control militar del planeta por parte de los Estados Unidos, de oponerse a la política belicista de Washington, luchando por el desmantelamiento de todas las bases militares en el extranjero y por la total destrucción de todos los armamentos nucleares. Es necesario concretar la alterglobalização.

El Foro debe tener una agenda propia, inclusive para continuar como espacio libre y auto-organizado, como principal actor que ya es del movimiento global de la altermundialización. Una cosa no impide la otra, al contrario, una cosa necesita de la otra, la una complementa a la otra: los eventos son el espacio privilegiado de la auto-organización  y la agenda consolida el proceso altermundista.

Esa es también la posición de Immanuel Wallerstein (2004), para lo cual “lo que determinará la capacidad del espacio abierto para servir al objetivo de transformar al mundo en un sentido más democrático e igualitario es la manera en la que FSM puede desarrollar mecanismos para conciliar un espacio abierto y una actividad política real y concreta (…). Personalmente creo que la clave para una solución está en promover y crear un espacio institucional para múltiples alianzas y actividades políticas en el FSM, sin hacer que ninguna de las actividades sea propia del FSM. El espacio abierto debería servir no sólo para el intercambio de puntos de vista y el análisis de los participantes, sino también para el intercambio concerniente a la efectividad de los resultados de los modos alternativos de acción política en el sistema-mundo”.

Lo que se debe evitar es el peligro de querer convertir al FSM en un “sujeto único”. Eso ya lo vimos cuando pensábamos que la clase obrera era considerada “sujeto único” de la historia de la transformación[10]. Convertir al FSM en sujeto colectivo de la revolución haría que perdiera su gran riqueza que es la diversidad. Muchos no se sentirían representados y desacreditarían al Foro. Debemos mantener la radicalidad de la diversidad, sin jerarquizar las luchas: la lucha anti-imperialista es tan radical como la lucha feminista, la homosexual o la lucha contra la dominación machista. El peligro de una agenda de luchas es la jerarquización, pero ese peligro no debe servir de coartada para la inmovilidad.

Ante este escenario, Roberto Sávio, presidente de la Agencia Inter Press Service (IPS) y miembro del Consejo Internacional, distingue tres corrientes en el interior del FSM. La primera, de los que dicen que el Foro les resulta muy simpático, pero “estamos tan ocupados en la lucha por los cambios que no podemos reunirnos todos los años”. La segunda, de los que sostienen que el Foro es un espacio abierto para que cada quien pueda organizarse de la manera que mejor le parezca: en el Foro no habría lugar para la acción política. Finalmente está la corriente de los que piensan que el Foro debe actualizarse introduciendo un espacio de trabajo propositivo, y que sea una referencia para todos. Según Immanuel Wallerstein (2004) habría un grupo más, el que “considera que el FSM debe intentar un diálogo con el Foro Económico Mundial (FEM) y con varias otras instituciones internacionales (FMI, Banco Mundial, OMC) sobre programas específicos que alivien, de alguna manera, el sufrimiento (del SIDA, por ejemplo), que mejoren las perspectivas del supuesto desarrollo sostenible y eliminen la pobreza”.

No está resultando fácil ubicarse dentro de estas tendencias tan diversas. Si continuamos con el criterio de sólo asumir una posición por consenso, es probable que el FSM continúe como está, profundizando más su metodología. Ciertamente, el FSM no será un actor político en el sentido partidario del término. Continuará siendo instrumento, medio, de la sociedad civil planetaria. Esta sí se constituye en el nuevo actor político, como defiende Francisco Whitaker. La sociedad organizada es la que cambiará al mundo, no el Foro. Dentro de esta perspectiva está claro que la metodología adquiere un papel determinante. La tesis de que el FSM es un facilitador de la sociedad civil está ganando cada vez más fuerza, pero no responde a aquellos que demandan más acción política.

Yo me pregunto si el dilema “ser espacio o ser actor político” no es un falso dilema que podría ser resuelto en la práctica. Ser actor, ser facilitador: ¿cuál es la diferencia fundamental? Dentro del FSM, los movimientos se organizan, hacen contactos, toman posiciones en red, etc. Esto no impide que, además de ellos, que frecuentan los Foros, muchos otros puedan beneficiarse del proceso del FSM. El FSM debe servir para una población mundial mucho más grande. Algunos temas, en los cuales tenemos consenso, deben convertirse en acciones locales de todos, aunque esos temas no sean los específicos de mi organización.

La decisión sobre el cambio estructural o sobre el nuevo formato del FSM debe ser tomada después de una amplia consulta y discusión. El formato debe crear articulaciones concretas entre los diferentes movimientos. Estamos discutiendo el formato del FSM desde el comienzo, porque es algo nuevo y “nuestras cabezas fueron formadas con los viejos paradigmas”, nos alertaba, en Caracas, Boaventura de Souza Santos. Es difícil entender al FSM, porque no es algo dado, sino algo en construcción. Políticamente, la gran novedad del FSM es que no existe un sujeto único del FSM: todos somos sujetos. Claro que existen diferentes concepciones del FSM. La novedad del FSM es que ofrece espacio para las multitudes. Tenemos que relativizar a los “grandes personajes” coyunturales; los grandes hombres se van, pero los movimientos quedan, continúan. Los políticos son muy impacientes, muy coyunturales. El FSM es más estructural, tiene un proyecto a largo plazo.

Detrás de la dificultad en el tratamiento de la cuestión está el viejo dilema del maniqueísmo entre izquierda y derecha, y la necesidad de jerarquizar las luchas, el dilema de saber cuáles serían las luchas más importantes, si la lucha antiimperialista sería o no más importante, como se propuso en Caracas. Esa es una visión que se opone a la forma original en que el FSM ha venido concibiendo, hasta ahora, su misión. La nueva cultura política del FSM “tiende a rechazar todas las tentativas de jerarquización (que atentan contra la igualdad) o de uniformización (que violan la diversidad) – tanto las que parten del capitalismo, como las viejas formas de lucha contra el mismo. No hay sujetos sociales ‘históricos’ más capaces que otros para liderar la transformación del mundo. No hay campañas que sean, a priori, más relevantes que las demás. No hay direcciones – ni partidarias, ni intelectuales – autorizadas para definir estas campañas en nuestro nombre, fuera de nuestros espacios de diálogo” (Martins, 2006, p. 3). La vieja tradición de la izquierda, paralizada en la tesis de la conquista del estado como precondición para la revolución, no logra ver que la revolución ya está en marcha en la sociedad, en las prácticas solidarias, en la defensa de los derechos humanos, en las alternativas económicas a la mercantilización de la sociedad, en las prácticas cotidianas en defensa de la vida, del buen vivir de las personas, y en la búsqueda de la felicidad en la convivencia social. La revolución está en curso en numerosas acciones orientadas por una lógica no capitalista, estén vinculadas o no al Foro Social Mundial.

Si el Foro superó de forma original el debate entre izquierda y derecha, sabrá también superar el dilema entre ser actor político o ser un facilitador político. Según Boaventura de Souza Santos: “está en curso la substitución de la monocultura de pensamiento de izquierda por una ecología de pensamientos, saberes y prácticas de izquierda. A mi entender, el mayor éxito del FSM reside en el modo en que ha consolidado y difundido esta nueva política de izquierda” [2005b]. Ser de izquierda o de derecha no implica más respeto a posiciones políticas en relación al papel del estado. Ser de izquierda ya no se refiere al control del estado por medio de una dictadura clasista del proletariado, pero sí, y mucho más, a la democracia, a los derechos humanos y, en consecuencia, al tema de la igualdad, como sostenía Norberto Bobbio.

El asunto es cómo construir más poder entre aquellos que no tienen poder para que todos tengan igualmente poder, para que no pierdan el poder que construyeron juntos, en comunión. La centralidad está en el ser humano y no en el estado. Nuestro poder es el “poder hacer”, como dice John Holloway. En este sentido, el FSM es, sin duda alguna, un “poder hacer”. Por eso debemos evitar, por el diálogo radical, cualquier manera de dividirnos. Los “dueños del poder” transnacional, por medio de las mañas y artimañas de sus medios de comunicación, nos quieren dividir, quieren enfrentarnos unos contra otros[11], fomentando disputas internas en el FSM, para dividirnos y destruirnos.

No podemos adoptar los métodos que la derecha quiere imponernos en la discusión del significado y del sentido de nuestro Foro. Quieren que discutamos nuestras posiciones en sus medios de comunicación para debilitarnos. Nuestras discusiones deben darse en nuestro territorio (Territorio Social Mundial), en los medios de comunicación que están de nuestro lado y no en sus terrenos, con las reglas de ellos, para vender los periódicos de ellos. Es más: nuestros debates no deben darse en el plano puramente académico, para saber quién tiene la idea más brillante, ni puramente en el interior del Consejo Internacional. El futuro del FSM le interesa a todos y a todas las que en él participan. No es un asunto restringido a “dirigentes”, especialmente porque en el FSM no existen dirigentes. Esta también es una gran novedad del FSM. En él se rompieron las barreras existentes entre académicos y activistas.

Las disputas deberían ser mucho más relacionadas con qué hacer, con cómo vamos a construir otro mundo posible desde ya, que con quién tiene la razón. La disputa tiene que ser resuelta en la práctica y no en el campo mediático e intelectual. Los manifiestos de intelectuales no tienen ningún peso en la historia si no están articulados con una fuerza política. El papel – y actualmente el espacio digital – aguanta cualquier cosa. En ellos se puede escribir de todo. El peligro de los “manifiestos” es el verticalismo.

[1] Una investigación hecha por el Ibase sobre los participantes del FSM 2005, en Porto Alegre (“Encuesta Foro Social Mundial 2005”– Resultados Preliminares – Ibase, Coordinación de Indicadores, marzo/2005), reveló que 80% de los participantes (155 mil) provenían de Brasil. La presencia de los jóvenes es evidente: 42% tiene entre 14 y 25 años. Esto también explica la escolaridad: 77%  tiene estudios superiores (completos o incompletos). Entre los participantes: 40% son estudiantes, 17% son funcionarios públicos, y 11% trabaja en alguna ONG. El que participa en un Foro termina regresando: 30% había participado en Foros anteriores,  y 15% ya había participado en Foros regionales.

[2] Según un informe  no secreto  de la CIA (2006), el mundo del futuro (2020) no tendrá polos de poder como en la actualidad, y la tecnología de la información tendrá un papel decisivo. No obstante, en todos los escenarios posibles, la CIA sostiene que los EUA deben continuar teniendo un papel decisivo, tanto por su superioridad militar, como por su liderazgo en el campo científico y tecnológico. En el escenario llamado “Mundo de Davos”, el más “optimista”, el mundo tendrá una globalización “exitosa” y “menos occidental”, con el triunfo de la democracia liberal. Por el otro lado está el “Escenario del Caos”, con el aumento del terrorismo, del anti-americanismo y de las fuerzas “antiglobalización”, que pueden generar una guerra generalizada. La estrategia de la CIA es luchar por elecciones “libres”, jugando a la división del mundo islámico. Queda claro que el informe de la CIA no considera entre sus posibles escenarios la presencia del Foro Social Mundial. Se refiere al crecimiento de las ONGs y de los movimientos sociales, pero juega a su fragmentación. No hace ninguna referencia al FSM.

[3]. Como afirma Cândido Grzybowski (2006, p. 35), “no se trata de buscar el mínimo denominador común, reductor y excluyente, sino de valorizar la diversidad de posibilidades, donde ninguna posibilidad pueda negar las otras ni sea sometida a cualquier otra”. Se trata de crear alianzas, bloques, coaliciones, articulaciones… por la radicalización del diálogo y por la “traducción” (Boaventura de Souza Santos) entre movimientos, ONGs e instituciones. El FSM todavía no ha logrado dejar claro en qué consiste la participación de partidos y gobiernos que convergen en una misma dirección de los objetivos del Foro. Sólo dejó claro que estos no participan como miembros de sus consejos y comités. Sólo pueden participar en las actividades del FSM miembros de gobiernos y de partidos, a título personal, cuando sean invitados por alguna organización o movimiento del cual forma parte.

[4] Sobre las propuestas del FSM 2005, véase el libro 100 propuestas en el Foro Social Mundial. El libro fue publicado en portugués, español, inglés y francés, gracias a una iniciativa de la “Alianza de Editores Independientes por otra mundialización”, una red de 23 editores, entre ellos la Editora Laboratorio Educativo (Caracas), Editora Jamana (Bamako), Éditions du Silence (Ga¬bón), Éditions Tarik (Marruecos), Éditions Tropiques (Camerún) e Editora Charles Léopol Mayer (París). El libro está inspirado en el proyecto “Memoria Viva” y en las diversas  propuestas elaboradas por los participantes de los 11 espacios  temáticos del “Territorio Social Mundial” del FSM 2005, realizado en Porto Alegre. Véase el sitio web www.eclm.fr y www.choike.org . Sobre las propuestas del FSM, véase también el sitio web www.memoria-viva.org/recherche .

[5] Como sostiene Pierre Lévy (1998,  p. 209), “el proyecto de la inteligencia colectiva no deja la felicidad para más tarde. Lejos de toda idea de sacrificio, incita cotidianamente, en cada situación particular, a aumentar los grados de libertad de los individuos y de los grupos, a administrar juegos ganadores-ganadores, a crear sinergia, transversalmente, entre conocimientos y cognoscentes. La inteligencia colectiva no tiene enemigos. No combate los poderes, los abandona. No busca ningún tipo de dominación, sino mil germinaciones. Tiende a dar vida a la mayor variedad de existentes”.

[6] Como dice uno de los organizadores del Foro Social Mundial policéntrico de Caracas, Edgardo Lander (2006, p. 16), “el Foro hizo mucho para superar las antiguas tradiciones del sectarismo, la intolerancia y las pugnas por el control que han caracterizado históricamente a tantas de las luchas de los pueblos del planeta, en las cuales la izquierda jugó un papel significativo”. El FSM no se presenta como un modelo único alternativo  ni como único actor contra el modelo dominante.

[7] Para José Maria Gómez (2005, p. 183), “la forma organizativa y operacional del modelo se muestra cada vez menos apropiada y eficaz para enfrentar y superar tanto las distorsiones y desequilibrios internos del proceso como las señales de impotencia política externa (…). No parece existir otra salida a no ser la de recurrir a la experimentación – con una alta dosis de invención e imaginación – y a un ejercicio constante de evaluación y de debate sobre el proceso mismo de constitución”.

[8] Después de Bamako y de Caracas, los Foros están teniendo una preocupación más grande por las acciones concretas. La convocatoria para el Foro Social Mundial 2007 de Nairobi pide sugerencias no sólo de temas, sino indicaciones de acciones, campañas y luchas: “la propuesta es organizar el 7º Foro en torno a esas acciones, campañas y luchas, aglutinando, en los diferentes espacios del Foro, las actividades vinculadas a esas acciones, campañas y luchas”.

[9] El Foro Mundial de Educación está construyendo su plataforma de luchas por el derecho a la educación, una “Plataforma Mundial de Educación”. Existen muchos documentos de los movimientos y ONGs que establecen sus agendas globales y plataformas de lucha. Entre otras, podemos destacar la Plataforma Global de los Ciudadanos, una red de movimientos y ONGs que tiene el propósito de fortalecer la participación de esos actores en el proceso de toma de decisiones en las esferas global, regional y local, y la Coordinación de Movimientos Sociales (CMS), creada en 2003, que también tiene su agenda de luchas.

[10] Como sostiene Boaventura de Souza Santos (2005, p. 174-189), muchos movimientos sociales de la actualidad ya no trabajan con la noción de “clase social”, y proponen el concepto de “grupos transclasistas”. Critican a los movimientos obreros tradicionales por no referirse a otras formas de opresión, sexual, étnica etc.

[11]  Una ilustración de este juego divisionista está en el artículo de Demétrio Magnoli, “El foro entre dos señores”, publicado en el periódico Folha de S. Paulo, el 27 de enero de 2006.

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La profesión docente: ¿por qué no atrae a los mejores?

Todos guardamos el recuerdo de algún maestro especial. Ese que nos ayudó a darles una mirada distinta a las matemáticas, el que nos hablaba de héroes y batallas, el que nos narraba cuentos fabulosos, el que nos dio una lección que aún guardamos con aprecio. Últimamente me pasa que cada vez que toco este tema con algún colega o amigo es inevitable que surja un comentario del tipo: “qué lastima que ya no haya profesores así”. Frente a lo cual trato siempre de argumentar que aún hay profesores maravillosos, maestros en su oficio y comprometidos con su misión. Mi trabajo me permite verlos de vez en cuando. Aunque, lamentablemente, no son tantos como quisiéramos. Y no es difícil comprender por qué. Hay que ser una especie de héroe moderno para abrazar la profesión docente y ejercerla de manera comprometida. Y así, llegamos a preguntarnos por las condiciones laborales de los docentes.

Este no es un tema nuevo pero, según parece, requiere mayor debate. Démosle una nueva mirada. El informe de la Fundación Compartir ya estableció claramente, con datos de la Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH) 2011, que los salarios mensuales de los docentes están por debajo de los que se obtienen en ocupaciones profesionales comparables. Pues bien, ¿cuáles son esas ocupaciones profesionales comparables y cuánto se gana en cada una de ellas? ¿Qué tanto ha cambiado esto en los últimos años?

Vayamos a la misma fuente de datos, la GEIH, y su antecedente, la Encuesta Continua de Hogares (ECH). Esto nos permite ampliar el periodo de análisis, desde el 2001. Aprovechamos la ocasión también para actualizar los resultados hasta el 2014. El siguiente gráfico habla más que mil palabras.

Primero una digresión técnica. Vale la pena anotar que aquí medimos sólo los ingresos laborales monetarios mensuales de la ocupación principal. No tomamos en cuenta ingresos no monetarios ni primas extraordinarias, como hace el estudio de la Fundación Compartir. Los resultados cambian muy poco al tomar en cuenta esto. Véase este otro estudio para distintas mediciones de ingresos laborales por hora, mensuales y anuales de los profesores y otros profesionales con características comparables.

Vamos, ahora sí, al mensaje central. La docencia está entre las ocupaciones profesionales de menor remuneración en Colombia. Esto ha sido así desde hace varios años y todo parece indicar que no va a cambiar en el mediano plazo. Entonces podemos preguntarnos, en estas condiciones, ¿quiénes son los que eligen estudiar para ser docente? Barón y Bonilla ya nos dijeron en el 2011 que los mejores estudiantes de las pruebas SABER 11 no se gradúan de los programas de pedagogía (las licenciaturas). Este artículo provee algunas luces más recientes sobre lo mismo.

Pese a ello, con una dosis de optimismo, uno podría preguntarse ¿mejoran las habilidades de los estudiantes de docencia durante sus estudios universitarios? La respuesta, que se discute en detalle en este artículo que escribí con mi colega Felipe Balcazar, es no. Por el contrario, sus habilidades matemáticas y lectoras se deterioran en términos relativos. No estamos llevando a los mejores a las aulas de nuestros niños. El siguiente gráfico ilustra la situación.

La mejora del sistema educativo requiere de una mejora del cuerpo docente. Es necesario mejorar las condiciones de los docentes actuales y de esta manera incentivar a jóvenes talentosos para que consideren ser maestros en el futuro. Para atraer a estos jóvenes es necesario ofrecerles una carrera docente digna, atractiva y motivada por meritocracia. Como decíamos en esta entrada, una solución integral es compleja y requiere acciones en diversos frentes y en diversos horizontes temporales. Sin embargo, algo queda claro: manteniendo el status quo, de bajos salarios sin meritocracia, es poco probable que algo cambie en la profesión docente.

Este artículo es para que todos pensemos como sociedad en cómo podemos hacer para que haya más buenos maestros. Estos escasean y los que quedan, como digo, son una especie de héroes modernos. Existen contra todo pronóstico y por verdadera vocación porque los incentivos son prácticamente inexistentes.

¿Y tú? ¿Cómo crees que podemos cambiar la profesión?

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