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¿ESTÀ DEMODÈ LA ONU?

Franklin González*

 

«Un orden internacional basado en la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional, que ha evolucionado desde el final de la Segunda Guerra Mundial, es una receta más sólida para la paz que el orden internacional basado en las normas amorfas y discriminatorias” (John Dugard, profesor de derecho internacional en la Universidad de Leiden, Holanda).

 

 

Cada una de los períodos anuales de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se convierten en un escenario para realizar un balance de lo que ha significado esa organización internacional desde su fundación hasta el presente, pero, sobre todo, para realizar conjeturas sobre su futuro.

Ahora, con motivo de la celebración del 78.º período de sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas, se plantean las mismas preguntas de todos los años. ¿Sigue teniendo vigencia? ¿Cuál es la utilidad actual de las Naciones Unidas? ¿Es una organización obsoleta, que no tiene poder? ¿Por qué a pesar de todos sus intentos no obtiene resultados? ¿Está demodé la ONU?

A continuación, realizaremos algunas reflexiones sobre la máxima expresión institucional e internacional del mundo.

Origen

El nacimiento de la ONU se firmó el 26 de junio de 1945, en San Francisco, al terminar la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Organización Internacional, pero se sostiene que nació oficialmente el 24 de octubre de 1945, después de que la mayoría de los 51 Estados miembros signatarios del documento fundacional de la Organización, la Carta de la ONU, la ratificaron.

Como una forma de conmemorar y celebrar el aniversario de la Carta de las Naciones Unidas, se acordó, en una Asamblea llevada a cabo por el Consejo de Seguridad, en el año 1947, celebrar el Día de las Naciones Unidas. Dicha resolución fue firmada por unanimidad por todos los países miembros. Posteriormente, en el año 1971, la Asamblea General recomendó a sus miembros a tener presente esta fecha como un día festivo.

Debido a su singular carácter internacional, y las competencias de su Carta fundacional, la ONU puede adoptar decisiones sobre la amplia variedad de problemas que enfrenta la humanidad. En este siglo XXI, se encuentran entonces los relacionados con la paz y la seguridad, el cambio climático, el desarrollo sostenible, los derechos humanos, el desarme, el terrorismo, las emergencias humanitarias y de salud, la igualdad de género, la gobernanza, la producción de alimentos y mucho más.

Las Naciones Unidas, que han pasado de 50 a 193 miembros, tenían, por objeto, en sus inicios, proporcionar un foro en el que todos los países, independientemente de su tamaño (grandes o pequeños) e importancia geográfica, sintieran tener una voz con la misma importancia de los otros. Pero, como dice el refrán popular: “del dicho al hecho hay mucho trecho”.

Como se sabe, su estructura básica da poco poder real al órgano principal, -la Asamblea General-, y más a los vencedores de la Segunda Guerra Mundial -Gran Bretaña, China, Francia, Rusia y Estados Unidos- y, como miembros permanentes, cada uno de ellos ejerce un veto sobre los 15 puestos del Consejo de Seguridad. El Consejo está facultado para imponer sanciones económicas y es la única entidad de las Naciones Unidas a la que se le permite desplegar fuerza militar.

El resultado es un estancamiento crónico del Consejo de Seguridad en muchos temas, a menudo enfrentando a Estados Unidos no sólo contra China y Rusia sino también contra aliados que siempre han estado de su lado.

Esa estructura de poder está en crisis, pero sigue incólume

La ONU ante los problemas del mundo de hoy

Mientras tanto la realidad es terca y habla más que las palabras y especulaciones.

Las Naciones Unidas no han podido poner fin a las prolongadas guerras en Afganistán, Siria, Yemen o Libia. El conflicto israelí-palestino es casi tan antiguo como la propia organización y sigue “vivito y coleando”.

En materia del cambio climático el fracaso es total. En esta última asamblea, por ejemplo, varios mandatarios del «sur global» pidieron a los países ricos pagar su «deuda climática» por haber hecho históricamente mayores contribuciones de gases de efecto invernadero a la atmósfera, causa principal del calentamiento global.

Y la paz brilla, pero por su ausencia.

Según las estadísticas de la misma ONU, el número de personas desplazadas a la fuerza en todo el mundo se ha duplicado en la última década hasta alcanzar los 80 millones. Son los “Mensajeros de la globalización, en palabras del sociólogo polaco Zygmunt Bauman.

Se espera que el número de personas que sufren hambre severa casi se duplique a finales de este año, hasta alcanzar más de 250 millones.

La misma ONU advierte que millones de personas en África están al borde de la hambruna y el conflicto en torno a Ucrania hace más crítica la situación.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible, 17 metas de la ONU para 2030 destinadas, según se dice, a eliminar desigualdades que incluyen la pobreza, la discriminación de género y el analfabetismo, están en peligro.

La necesidad de su reforma

Mientras tanto son muchos los jefes de Estados y gobiernos que se han pronunciado sobre la necesidad de reforma a la ONU.

Aquí destacaremos algunos.

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha sostenido que «La ONU de 2023 está lejos de tener la misma credibilidad que la ONU de 1945″ y “el Consejo de Seguridad, que debería garantizar la paz y la tranquilidad, es el que hace la guerra sin hablar con nadie. Rusia entra en Ucrania sin discutirlo en el Consejo de Seguridad. Estados Unidos entra en Irak sin discutirlo en el Consejo de Seguridad. Francia y Reino Unido invaden Libia sin pasar por el Consejo de Seguridad. En otras palabras, los países del Consejo de Seguridad son los que hacen la guerra, producen armas y venden armas».

«En 1948, la ONU consiguió crear el Estado de Israel. En 2023, no puede imponer la zona reservada a los palestinos. Se ha debilitado. Y en la cuestión climática es aún peor. En todas las COP decidimos muchas cosas, pero ninguna se aplica. ¿Por qué no se cumplen? Porque no hay un Estado soberano. La ONU no tiene poder para decir: Tenemos que cumplir esto, de lo contrario habrá que tomar ciertas medidas'».

Lula ha defendido que más países sean incorporados al Consejo de Seguridad para que éste tenga una representación más acorde con la realidad.” ¿Qué representación tiene África en el Consejo de Seguridad? ¿Cuál es la representación de Asia, de América Latina? Hemos dejado claro que estamos a favor de que Brasil entre en el Consejo de Seguridad, junto con India, Alemania y Japón. Hay diferencias, pero no son nuestras».

El mandatario brasileño, ha dicho que naciones como Argentina o México debían estar incluidos en el máximo órgano de la ONU.

De la zona del Mar Negro, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha dicho: «Una condición indispensable es la reforma de la ONU, que permitirá a la organización producir soluciones para garantizar un orden mundial más justo y reflejar la voluntad de toda la humanidad»

El mandatario turco ha criticado en más de una ocasión a la ONU, declarando que «el mundo es más grande que cinco», refiriéndose a los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la organización.

Y aunque las mentiras pululan en el mundo de hoy, en esta última asamblea de la ONU, el mismísimo presidente de EEUU, Joe Biden, a quien todo se le olvida, informó que EE.UU. impulsará una reforma del Consejo de Seguridad de la ONU, porque hacen falta «nuevas voces» y «nuevas opiniones». En este sentido, dijo que propondrá reformar el Consejo de Seguridad de la ONU en la Asamblea General en función de que se incluyan cinco o seis nuevos miembros permanentes al organismo encargado de la seguridad internacional, entre ellos la India, Alemania, Brasil y Japón. Ante ello, de los distintos rincones del mundo, retumba la expresión: aleluya.

Su actual secretario general, António Guterres, ha pedido una reforma del Consejo de Seguridad de la ONU acorde con el mundo, por cuanto la alternativa a dicha reforma es la fragmentación.

¿Hacia dónde va?

Descubriendo el “agua tibia”, en el marco del 78.º período de sesiones de la AGNU, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, ha asegurado que esta institución “no tiene ningún poder y no tiene dinero”, sólo tiene una voz, representada en su persona.

Guterres, aunque destacó el poder de los Estados miembros, reconoció, no obstante, que el ejercicio de este poder está bloqueado debido a la división entre las superpotencias desde la Segunda Guerra Mundial.

También se insiste en lo mismo de todos los años: los ritornelos sobre su ampliación, se mencionan nombre de países, pero nada que eso se concreta. En ese sentido y mirando en el horizonte, la ONU necesita ciertamente una reforma institucional, pero, sobre todo, requiere de un cambio de fondo, estructural, para reconfigurar las prioridades de ese ente mundial, en un mundo en conflicto permanente y donde las divisiones entre los países y las instituciones de gobernanza están desfasadas para enfrentar la nueva realidad.

Ese “cambio estructural en las Naciones Unidas” debe hacerse en función de dar preferencia a otros temas clave, como el combate al hambre mundial y las desigualdades.

Por eso, hay gobiernos que, hablando en nombre de sus pueblos, insisten en que, hoy por hoy, la ONU no “da pie con bolas”, que organiza en su beneficio la “gobernanza” mundial y que en nombre de una “responsabilidad compartida”, invitan a los Estados a limitar su soberanía, pero sobre todo a los que no tienen el poder de veto que son la aplastante mayoría, porque, como se sabe, sólo 5 forman parte del Consejo de Seguridad.

Ahora bien, y lo real y concreto es que, desde hace mucho tiempo, la ONU está demodé, porque dejó de ser la instancia mundial donde se supone deberían dirimirse los conflictos sin violar la soberanía de los Estados-Nación. Más bien, se presenta cada vez más como un superestado mundial, dirigida por los EE.UU., las grandes corporaciones y las élites dominantes, que buscan imponerse al resto de los países y pueblos del mundo, sobre la base de un “mundo basado en reglas”.

Po eso, la consigna que retumba con mucha fuerza, por todos los rincones de los continentes del mundo es: basta ya de tantas mentiras, de tanta hipocresía.

*Sociólogo, Profesor Titular, Jubilado. Ex director de la Escuela de Estudios Internacionales de la UCV. Doctor en Ciencias Sociales. Con dos Postdoctorados. Profesor de Postgrado en la UCV, la Universidad Militar Bolivariana de Venezuela, en el Instituto de Altos Estudios “Pedro Gual” del Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Exteriores, en el Instituto de Investigación y Postgrado de la Escuela Nacional de la Magistratura y en el Doctorado de las Organizaciones de la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez. Fue embajador en Polonia, Uruguay y Grecia y Decano de Postgrado de la Universidad Nacional Experimental Rómulo Gallegos (UNERG). Ha publicado 12 libros y es analista nacional e internacional.

Fuente: El Autor escribe para el Portal Otras Voces en Educación

 

 

 

 

 

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Autonomía no es soberanía: de la Universidad Colonial a una Universidad Revolucionaria

Por: Ángel Tortolero Leal*

Las viejas universidades venezolanas, ULA, LUZ, UCV, UC y algunas otras, cuyas autoridades están impregnadas de un heredado sectarismo colonial que les atrapa en la preservación de valores ajenos a la democracia participativa, protagónica y bolivariana; insisten en posicionar como verdad incuestionable, una deformada teoría de la autonomía como sinónimo de soberanía que se expresa en la prepotencia supremacista de las y los escogidos por la providencia para gobernarla.

En esos espacios, por lo general, la academia es vista y sentida como endemia, y las «autoridades» que la conducen, imponen toda su carga de odio a lo colectivo, popular, revolucionario y universal, a través de lineamiento, ordenes, directrices. In consultas medidas, domesticadoras de la conciencia y demás dogmáticas posturas, que rayan en el ridículo de pretender posicionar como ciertas, válidas y de perfecta normalidad, conductas psicóticas de rectores advenidos semidioses, omnipresentes, omniscientes, imbatible e incuestionables en su accionar.

En conjunto o por separado, tales individuos dicen ser democráticos, pero no quieren elecciones, también aseguran luchar por la igualdad, pero jamás se ligarían con compañero obrero o empleado, expresan como ideario la libertad de pensamiento, pero quienes osen contradecirlos, son exterminado por las fuerzas del poder que le consagra y por quienes les sirven de cancerberos de sus infiernos.

Ahora bien, el tema no es solo un relato discursivo; un formato colonial o la expresión correspondiente a la división de clase que les es inherente a los convencimientos hegemónicos de esas autoridades abyectas, sino el desconocimiento del debate sustantivo DESDE el pueblo que EN dichas instituciones hacen vida activa y participativa.

En ese sentido, en los predios de muchas universidades públicas, pululan enconados ultra derechista, autoritarios, reformistas y seudo revolucionarios, que se alimentan de las lisonjas y halagos de sus catervas de interesados y circunstanciales sirviente, para obviar, la crítica y el trabajo que implica la construcción del hombre nuevo.

Por eso, en enero de este año que pronto terminará, vimos como las «académicas autoridades de las universidades antes nombradas» apoyaban a Juan Guido como presidente interino y ante el vacío que eso implicó, ahora retan al Estado Bolivariano y a sus instituciones, declarándose en desobediencia ante cualquier decisión de justicia que afecte su estatus «Autonómico» mal digerido.

Ahora bien, que en esas universidades dirigidas por la reconocida derecha fascista, actúen en función de sus intereses supremacistas, no nos extraña; pero que en algunas universidades revolucionarias, se emule tan detestable conducta, no es admisible.

No voy a nombrar por ahora a ninguna universidad en particular, pero seguro estoy que en que entendió, entendió y podrá detectar rápidamente de quien o quienes se trata.

Como universitario y revolucionario, tengo el deber de advertir, sin más pretensión que coadyuvar en la corrección del rumbo y el debate necesario, que los lisonjeros de oficio, adversarios de la revolución, siempre celebran los errores de aquellos, que envestidos de autoridad por mandato de Estado, imitan las costumbres ególatras de quienes deben combatir.

Cuidado, la Universidad Revolucionaria es Debate y Acción, No domesticación, tradición y propiedad individual de nadie. La Universidad de la «V República», debe ser el espacio para la praxis social revolucionaria, colectiva y protagónica de todos sus miembros.

Esa es su verdadera fortaleza y de allí emana su única conducción. Siempre colectiva, comunitaria y en corresponsabilidad indisoluble con el todo.

*El autor escribe para el portal de los y las maestras Otras Voces en Educación

Imagen: caim72 en Pixabay

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Elecciones Universitarias: Por qué Autonomía no es Soberanía

Por: Angel Rafael Tortolero. 

Insiste el oposicionismo atrincherado en algunas universidades del país, en su empeño por seguir la senda del desconocimiento de las Autoridades del Estado y por ende del Gobierno Bolivariano.

En ese sentido, esa malograda y derrotada ultra derecha conservadora que apostó al Gobierno del Auto Nombrado y se agrupó en «la Asociación de Rectores venezolanos» ha envestido contra la convocatoria de elecciones Democráticas, Participativas y Protagónica de sus autoridades ordenadas por el TSJ, solo porque estas alude la participación de todos los miembros de la comunidad universitaria en cada una de sus instituciones.

Una reacción, que no nos extraña, pues sabemos que a la democracia burguesa y sus afectos, no le agrada sentirse igual a las y los ciudadanos de la patria, que desde las más diversas labores (Obreros, Administrativos, Docentes y Estudiantes) somos parte sustancial del hacer universitario.

Ahora bien, el problema es mucho más grave que la negación flagrante a la plena participación, pues no solo se trata de un cálculo político para preservar el poder con el concurso de un Claustro históricamente corrompido y controlado por la seudo academia y sus nefasto intereses de clase; sino de una imposición ideológica y doctrinaria, cuyo discurso posiciona a la mal concebida AUTONOMIA, como valor de SOBERANIA, tal cual se tratara de un Estado dentro del Estado.

En ese sentido, asido del derecho a los valores taxativos de la Democracia, Participativa y Protagónica expresado en el texto Constitucional que nos trajo la Revolución Bolivariana de 1999, por iniciativa propia, en las próximas horas, consignares un texto contentivo de una propuesta a la ANC que anexo a continuación:

 

Caracas, Diciembre de 2019

Ciudadano: Diosdado Cabello Rondón

Presidente de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC)

República Bolivariana de Venezuela

Presente.-

Atención:

Comisión de Educación, Ciencia y Tecnología A.N.C

Reciban un cordial saludo, Bolivariano, Socialista, Revolucionario y profundamente Chavista. Soy el Dr. Ángel Rafael Tortolero Leal, Profesor Titular a Dedicación Exclusiva en la Universidad Nacional Experimental de los Llanos Centrales Rómulo Gallegos (UNERG) y cumpliendo con el precepto Constitucional de la Democracia Participativa y Protagónica, me dirijo a Uds., en la oportunidad de presentarles para su análisis y consideración, una propuesta que aspiro sirva para la Optimización del Sistema Público de Educación Universitaria.

En ese sentido les expongo y propongo:

Recientemente, el Tribunal Supremo de Justicia ordeno a las Universidades Autónomas del país y a aquella que no gozando de esa denominación, en su praxis operativa funcional, se han asumido como tal; celebrar elecciones de sus autoridades, con la participación de toda la comunidad universitaria que en dicha instituciones convivan (Profesores, Administrativos, Obreros y Estudiantes).

Sin duda, un mandato de justicia y derecho, que viene a satisfacer el anhelo de las y los universitarios por la elevación del espíritu democrático, abierto, participativo, protagónico y plural, establecido en la Constitución de 1999, el cual en esas universidades históricamente ha sido negado por factores opuesto al Estado y el Gobierno de la Revolución Bolivariana.

En ese orden de ideas, partiendo de la premisa que «Revolución es Sentido del Momento Histórico» (Fidel Castro 2015), propongo a esa Honorable, Extraordinaria y Plenipotenciaria Asamblea Nacional Constituyente: La Promulgación de un Decreto Constituyente que Califique a todas las Universidades Publicas del País, como Universidades Nacionales Autónomas, sin menoscabo de sus denominaciones académicas o funcionales y a la vez, sirva para la realización de elecciones universales directa y secretas de sus autoridades con la participación de toda la comunidad universitaria correspondiente a cada institución.

En el entendido que; se denominaran Universidades Nacionales, porque de hecho y de derecho, estas instituciones están subordinada al Poder Ejecutivo por mandato del Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria y en correspondencia, han de obedecer a las exigencias de Estado, que por medio del Ministerio antes nombrado, le sean interpuestas y de su competencia.

Así mismo, serán Universidades Autónomas; en cuanto a la libertad de catedra; el abordaje epistémico de los contenidos teóricos prácticos de los currículos que administran; la diversidad paradigmática de sus enfoques en el debate universitario; la creación de carreras y estudios diversos de Pre y Postgrado; el desarrollo científico, técnico, artístico y cultural; la administración y distribución del presupuesto Ley asignado a la institución; la generación de fuentes de financiamiento distintas al presupuesto Ley y el manejo colegiado de todos los asuntos que le sean inherente y correspondiente al cumplimiento de los planes educativos de tercer, cuarto y quinto nivel que demande la patria. Dejando claro, que todas las actuaciones de estas instituciones, estarán subordinadas al ordenamiento jurídico de control y seguimiento del ente Rector Ministerial y demás Órganos del Poder Público con Competencia en materia Presupuestarias, Financieras y de Ejecución de Políticas Públicas y al mandato que emane del Consejo Nacional de Universidades (CNU).

Es concordancia al párrafo anterior es menester señalar, que la denominación de UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA, preserva las características vocacionales de las instituciones según sea el caso.

A saber:

A.-UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA

B.-UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA EXPERIMENTAL

C.-UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA MILITAR

D.-UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA CLERICAL

E.-UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA TERRITORIAL

F.-UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA ESPECIALIZADA (POR ÁREA DE CONOCIMIENTO CIENTÍFICO, TECNOLÓGICO O ARTÍSTICO)

Es importante destacar, que esta propuesta por un lado aspira la re-organización del sistema de educación superior, y por el otro, propone la realización de elecciones con la participación de toda la comunidad universitaria para la escogencia de las autoridades al mando de cada institución, desde los Decanato (En las Facultades y/o Áreas), Consejos de Facultad o Consejo de Área, según sea el caso, hasta el Consejo Universitario y las Autoridades Rectorales, lo cual le otorgaría legitimidad de origen a cada autoridad universitaria del país, y a la vez, reformularía, para bien de la Democracia Participativa y Protagónica, los equilibrios de poder en el seno del Consejo Nacional Universitario (CNU), pues en la actualidad, este órgano si bien es plural en su composición y lo preside el Ministro de Educación Universitaria, su funcionamiento como cuerpo colegiado, discrimina el voto de sus miembros para la toma de decisiones, ya que, cuatro (4) votos de los Rectores de Universidades «No Autónomas» equivalen uno (1) de las denominadas Universidades Autónomas.

Estimado compatriotas Constituyentes, al despedirme, quedo a sus completa disposición y ruego sus buenos oficios en cuanto a las consideración de lo aquí planteado, y la vez aprovecho la oportunidad, para expresar las seguridades de mi más alta estima, consideración y compromiso Revolucionario y Chavista de lucha.}

Fuente del artículo: https://www.aporrea.org/educacion/a284879.html

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Brasil: Cierra sus cortinas combativo congreso estudiantil

Redacción: Kaosenlared

Con la elección del estudiante de Economía Iago Montalvão como nuevo presidente de la Unión Nacional de Estudiantes (UNE) de Brasil cerró sus cortinas el 57 Congreso de esa organización (Conune).

Alumno de la Universidad de Sao Paulo, Montalvão fue nominado al frente de la UNE por dos años durante la sesión plenaria final de la reunión, celebrada en el gimnasio Nilson Nelson, de la Universidad de Brasilia.

‘A pesar de nuestras diferencias, es esta pluralidad la que hace que UNE sea gigante. Dejando este gimnasio necesitamos estar unidos en las calles para derrotar a (Jair) Bolsonaro’, dijo el joven de 26 años, oriundo del central estado de Goias.

Señaló que ‘solo la lucha y los estudiantes movilizados podrán derrotar a este Gobierno. Es tarea de cada uno de nosotros pasar por mucha sala de aula porque cuando nos unimos derrotamos a los que son enemigos del pueblo’, remarcó.

Montalvão liderará la UNE en un momento de muchas batallas. La primera está programada para el 13 de agosto, día aprobado en el Congreso para otra gigante marcha, que denominan Tsunami educativo, contra los recortes de fondos en el sector, la cuestionada reforma de jubilaciones y reclamar más becas, investigaciones e inversiones.

Además de la nueva junta directiva, la 57 edición del Conune aprobó por consenso la ‘Carta de Brasilia’, un documento que unifica las demandas del movimiento estudiantil.

También el sábado se aprobaron tres resoluciones (coyuntura, movimiento estudiantil y educación) y 16 mociones sobre diversos asuntos.

El texto indica que ‘la educación, además de ser un sector esencial para la formación de nuestro pueblo y superar las desigualdades, también debe ser la principal herramienta para sacar a nuestro país de la crisis’.

Con un número récord de delegados registrados (ocho mil 13), el 57 Congreso de la UNE, que comenzó el miércoles, contó con no menos de 25 debates sobre temas como educación, desempleo, medio ambiente, soberanía nacional, autonomía universitaria, entre otros.

Fuente: https://kaosenlared.net/brasil-cierra-sus-cortinas-combativo-congreso-estudiantil/

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Sin Educación no hay Soberanía

Por: Edgardo Zablotsky.

“Sin educación pública no hay soberanía”. Fue la consigna, en palabras de Rodolfo Baradel, de la Jornada de Protesta llevada a cabo por el Frente de Unidad Docente de la provincia de Buenos Aires, un día después de concretarse un nuevo paro docente que generó 28 días sin clase en lo que va del año lectivo. Un joven que ingresó en 2013 a una escuela pública habrá perdido, durante los seis años de su escolaridad, 90 días de clase.

La Argentina es un país extraño; el líder del sindicato, que ha impedido el dictado de clases durante prácticamente un mes, considera la educación pública como un medio indispensable para gozar de una real soberanía.

Es claro que el Sr. Baradel no se puede estar refiriendo a la soberanía individual, es decir, al derecho natural o moral de todo individuo a controlar su propia vida, mientras no afecte a un tercero. De ser así estaría profundamente confundido pues, como alguna vez señaló el ex presidente de Francia, Nicolás Sarkozy: “El ignorante no puede ser libre”.

Los estudiantes están sistemáticamente perdiendo días de clase y, aunque supuestamente los recuperen, sólo servirán para cumplir las formas. Hace ya mucho tiempo que han perdido la cultura del esfuerzo. El capital humano no lo están adquiriendo, a pesar de cumplir con la formalidad de, eventualmente, terminar sus estudios secundarios.

Sin capital humano, en la globalizada sociedad del conocimiento en que les toca vivir, ¿qué posibilidades tienen para desarrollarse, progresar y alcanzar la movilidad social que alguna vez fue sinónimo de la Argentina? Definitivamente pocas.

Posiblemente el Sr. Baradel entiende que el rol de la educación no es la formación de capital humano sino la transmisión de valores que le son propios, los cuales, por supuesto, respeto pero no comparto.

Retomemos historias de nuestro pasado cercano. Recordemos el accionar de los talleres de la Cámpora en diversas escuelas de nuestro país, con el propósito de difundir los ideales kirchneristas entre los alumnos, sobre todo, de establecimientos secundarios. Franco Vitali, titular por entonces de la llamada Dirección de Fortalecimiento de la Democracia, llegó a señalar: “Creemos que este momento político requiere una participación fuerte de los jóvenes, sobre todo para defender este modelo de país que desde 2003 para acá ha empezado con Néstor y ahora con Cristina necesita consolidarse”. No recuerdo que el Sr. Baradel se haya opuesto a estas prácticas. Yo creo que el rol de la educación es otro.

El vivir en una sociedad en la cual exista la igualdad de oportunidades independientemente de la cuna, en una sociedad donde cada hombre sea libre de realizarse tomando los riesgos que desee afrontar, accediendo al fruto de sus decisiones acertadas y pagando los costos de sus errores, ¿de qué depende sino de la educación?

Sin educación no hay soberanía personal posible. El ignorante no puede ser libre, millones de personas que subsisten en base a planes sociales son cruda evidencia de esta realidad.

Fuente del artículo: https://www.clarin.com/opinion/educacion-soberania_0_QqzmAhSJK.html

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Una escuela privada francesa en el Líbano se disculpa por señalar a Israel en un mapa

10 Diciembre 2017/Fuente y Autor: actualidad.rt

Beirut no reconoce a su vecino del sur como país soberano, por lo que no permite que lo recojan los mapas.

Una escuela privada francesa de Beirut ha desatado la polémica en el Líbano por haber señalado a Israel en el mapa de uno de sus manuales para los alumnos, informa AP. El centro académico se ha visto obligado a pedir perdón.

El padre de una estudiante publicó en Facebook el pasado 5 de diciembre una imagen del mapa con el Estado de Israel añadiendo el siguiente comentario: «Mi hija ha aprendido en cuarto esto en clase hoy».

Técnicamente el Líbano e Israel están en guerra y el país de los cedros no reconoce a su vecino del sur como soberano; prohíbe cualquier comunicación con él y aún no permite reflejar su existencia en los mapas.

La escuela se disculpó y afirmó tener el máximo respeto por la soberanía y la historia del Líbano, así como por las identidades políticas y culturales de libaneses y palestinos.

El ministro de Educación libanés, Marwan Hamadeh, ha prometido investigar lo sucedido y adoptar medidas, reportael periódico Asharq Al-Awsat.

Este miércoles, el presidente de EE.UU., Donald Trump, anunció que su país reconoce a la ciudad de Jerusalén como capital de Israel. La decisión ha provocado una ola de reacciones en todo el mundo árabe e islámico.

Fuente de la noticia: https://actualidad.rt.com/actualidad/257062-escuela-privada-frances-libano-disculpa

Fuente de la imagen: https://cdni.rt.com/actualidad/public_images/2017.12/article/5a2a5e8508f3d9880e8b45

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La academia indigenista, ¿es ingenua de su función sociopolítica?

Por: Ollantay Itzamná

El indigenismo como corriente sociopolítica consiste en la defensa que se hace del indígena vencido frente a sus vencedores. Esta corriente posiblemente nació, a inicios del siglo XVI, con los frailes dominicos Antonio Montesinos y Bartolomé de las Casas, defensores de indígenas.

Los indigenistas, sean blancos o con fenotipos y ropaje indígena, no necesariamente buscaban, ni buscan, la liberación u autodeterminación de los pueblos indígenas. En muchos casos, por sus dispositivos paternalistas, miran en el indígena a un “vencido para siempre”, incapaz de ser sujetos de su historia, de tener voz y decisiones propias. Para el indigenista el indígena es un sujeto de caridad que inexplicablemente porta una idílica herencia comunal que se debe salvaguardar.

En la segunda mitad del pasado siglo, ante la evidente complicidad de los indigenistas con el sistema de dominación, emergió la corriente indianista basada en los idearios teórico políticos del legendarios binomio Túpac Katari-Bartolina Sisa.

El indianismo plantea la liberación y autodeterminación de los pueblos indígenas como sujetos y actores de sus propias historias.

El o la indianista no opta por el indígena, sino es un indígena que ha resistido a la domesticación cultural y política del sistema hegemónico. Que ha despertado y despierta (aguijonea) a sus hermanos y hermanas desde las comunidades con perspectivas plurinacionales, pluriregionales y globales, hacia su liberación como pueblos.

Mientras los indigenistas (académicos o no) se enorgullecen de ser apolíticos (sin organización política), los indianistas promueven caminos sociopolíticos como herramientas de lucha y disputa colectiva por el poder. Conviven en sus comunidades impulsando procesos de decolonización.

La academia de ropaje indígena como recurso para la despolitización de los movimientos indígena campesinos

Ante los simultáneos e imparables procesos de resistencias territoriales que el sistema capitalista neoliberal está activando en los pueblos indígenas, los agentes del sistema-mundo-occidental ensayan todos los métodos posibles para desmovilizar y evitar “se repitan fenómenos sociopolíticos de Bolivia y Ecuador” en otros país latinoamericanos.

Promueve becas de estudios en el extranjero para indígenas “victimizadas”. Los reúnen en programas doctorales “especializados” en estudios indígenas. Luego de titularlos y promoverlos como “nuevos intelectuales indígenas cualificados”, los contrata como consultores y/o conferencistas.

Con dichas insignias de poder (títulos y consultorías), los indigenistas reingresan a las comunidades y pueblos indígenas en resistencia para anunciar el mensaje salvífico del nuevo adoctrinamiento: “Nosotros como auténticas comunidades indígenas, no debemos meternos en política. No necesitamos participar/disputar el poder político nacional… Somos apolíticos. No somos de ni de la derecha, ni de la izquierda. Somos seres superiores. Estamos por encima de la política”.

Con este mensaje, el agente indigenista termina desmovilizando y despolitizando a las comunidades indígenas en resistencia. En especial cuando algunos dirigentes/lideres comunitarios conoce/gusta de los viajes, desayunos o almuerzos pagados en los hoteles…

Ataque indigenista contra cualquier intento de la consolidación de incómodos gobiernos “progresistas”

Los indigenistas, sean como becarios o como consultores, organizan y participan en congresos, foros y diálogos sobre pueblos indígenas, incluso llevándose consigo a algunos “dirigentes” indígenas, como “evidencia creíble” de su espiche, y propagan la elucubrada idea académica de: “Los pueblos y comunidades indígenas no necesitamos del Estado”. “Las comunidades indígenas somos de origen milenario, y superiores al Estado”, por tanto “no estamos de acuerdo con ninguna propuesta de construcción o refundación del Estado, mucho menos de Estados Plurinacionales, porque no es nuestra idea”. “Esas ideas de refundación o fundación del Estado Plurinacional son intromisiones de ideas de gobiernos corruptos de Bolivia y de Ecuador”, suelen repetir.

Y, para afinar el ataque a los incómodos gobiernos progresistas propagan falacias como: “Evo Morales es un gobierno corrupto y dictador”. “Los gobiernos progresistas mataron a los movimientos sociales y son enemigos de las comunidades organizadas” “En los gobiernos progresistas no hay, ni libertad de organización, ni libertad de opinión” “Los gobiernos progresistas son malos ejemplos que debemos evitar”…

Así azuzan a sus lectores y auditorios desde testeras académicas internacionales integradas por indigenistas también becados o consultores provenientes incluso de los países de gobiernos progresistas.

Caso patético es lo que ocurre con muchos estudiantes y ex estudiantes del doctorado que dirige la Sra. Raquel Gutiérrez (ex pareja sentimental del actual Vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera) que hipnotizó a muchos indigenistas con su investigación sobre “entramados comunitarios autogestionarios en Bolivia”. Así resurgieron las y los comunalistas que ahora ven idílicas e intangibles “tramas comunales” por todas partes de Latinoamérica indígena.

“Teorización” idílica de la comunalidad indígena como recurso para desactivar cualquier intento de construcción genuina de estados soberanos.

A las anteriores consignas, se suma el slogan de: “Las comunidades indígenas fuimos y seremos esencialmente comunidades armoniosas autogestionarias. No necesitamos de ninguna estructura estatal o supra estatal”.

Estas son, aunque el lector no lo crea, algunas conclusiones de tesis doctorales que hacen feeling con las nuevas prioridades financieras de la cooperación y con algunas tácticas de las corporaciones transnacionales toreadas por gobiernos progresistas y/o resistencias locales.

Al capital del sistema-mundo-occidental le conviene la comunalización atomizada de los incómodos indígenas que viven en áreas de su interés geográfico. Mucho más si éstas son “apolíticas”.

A muchos dirigentes indígenas les motiva que los presenten y paseen en eventos internacionales como representes de “de la idílica reserva social, moral y ecológica” de la humanidad. Aunque en los hechos, ellos y nosotros, sabemos que los indígenas no somos ni dioses, ni demonios, sino sólo humanos. Humanos con huellas ecológicas, y también configurados por el capitalismo colonial que nos habita aún. Eso sí, con sueños por mundos mejores, en muchos casos.

Pero, esos sueños de mundos nuevos (Sumaj Kawsay, decimos en quechua) se construyen peldaño a peldaño con procesos de organización, concientización, movilización y construcción de nuevas relaciones de poder. De abajo hacia arriba.

Los folclorismos “apolíticos” o “antiestatales” de las comunalidades o de las nostálgicas identidades del “buen salvaje”, son idealizaciones socioantropológicos con fines de perpetuar la permanente colonización de los pueblos y sus territorios.

No podemos decir que defendemos el agua o la vida en la comunidad, y al mismo tiempo promover la despolitización o antiestatalidad en las comunidades. Esto no es lo que exactamente plantean John Holloway, Boaventura de Sousa o José Carlos Mariátegui. Hará bien releer las persuasiones que, en el pasado siglo, hiciera Guillermo Bonfil Batalla a los indigenistas.

La Vida y el sistema tierra están en riesgo. No hay tiempo para utilizar como escalera “novedosas” modas literarias para el seelfie o sólo para “subir”, luego patear la escalera, y así evitar que el resto de indígenas también “suban”, porque no hay “huesos”, ni espacio, para todos en el banquete neoliberal.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=223182

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