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Pep Ruf: «Estamos vulnerando el derecho de las personas con discapacidad a la vida independiente»

Pep Ruf es probablemente la persona que más conocimiento tiene sobre lo que hay que hacer para promover los proyectos de vida independiente de las personas con discapacidad intelectual. Y, por tanto, para respetar aquello que les reconoce el artículo 19 de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de Naciones Unidas: el derecho a vivir de forma independiente y a ser incluido en la comunidad. Ruf es pedagogo y profesor de educación social en la UB y la UOC, y desde hace veinte años coordina el área de apoyo a la persona (que incluye vida independiente, inclusión laboral y ocio) de la Fundación Catalana Síndrome de Down, que ha acompañado a unos 250 proyectos de vida independiente y que en estos momentos presta servicio a 90 personas, la mayor parte con síndrome de Down.

Anteriormente, Ruf había trabajado en servicios residenciales y antes en el ámbito de los CRAE. Coincidimos con él en Sevilla, en el encuentro de familias con hijos con síndrome de Down que organiza cada año Down España, donde Pep Ruf ha impartido dos charlas, una para padres y madres, y otra para los propios jóvenes, sobre el reto de la emancipación de las personas con discapacidad intelectual.

¿Qué condiciones deben darse para poder realizar un proyecto de vida independiente?

La respuesta está muy condicionada por los recursos que destina la administración. En Cataluña hay unas 1.600 personas con discapacidad intelectual que están disfrutando de una vida independiente porque cuentan con un programa de apoyo. Respecto a España no tenemos datos fiables, se habla de 8.600 personas con discapacidad beneficiarias de asistencia personal, pero no sabemos cuántas de ellas tienen discapacidad intelectual, y además este dato no incluye otros servicios como pisos compartidos.

En Cataluña, este servicio fue regulado por la Generalitat con una prestación que se traducía en 10 horas semanales de media de apoyo a la persona, que comienza con todos los preparativos a realizar hasta que la persona puede trasladarse a su casa. Claro, diez horas por semana están dando respuesta a perfiles de autonomía medio-altos, es decir, a personas mayores de 18 y menores de 68 que pueden realizar una vida autónoma con apoyos intermitentes, y que tienen unos mínimos recursos (o bien por salario o bien por prestaciones sociales) que les permiten asumir el coste de una vida independiente, como la propia tenencia del hogar, los suministros, los gastos, etc. Y, además de autonomía, también es necesario que estas personas no tengan problemas de salud física y mental muy relevantes o que pongan en riesgo su seguridad. Es decir, lo que queda claro es que, al menos en Cataluña, esta prestación no está dando respuesta a todo el abanico de perfiles de personas con discapacidad.

Pero esto supongo que no será sólo por las prestaciones, imagino que la voluntad de la persona también va a influir.

Primero, en ningún sitio está escrito que el derecho a la vida independiente sea exclusivo de unos perfiles o de unas circunstancias concretas; por tanto, debe ser para todas las personas con discapacidad. Aquí ya tenemos una primera vulneración del derecho hasta que esto no se haga realidad, en Cataluña y en toda España. Segundo, estamos hablando de perfiles de personas que necesitan mayores intensidades de apoyo, y estas 1.600 personas que hay en Cataluña con un proyecto de vida independiente tienen una media de edad de unos treinta y bastantes años, lo que significa que hay una franja de personas que pronto empezará a envejecer, lo que forzosamente irá acompañado de la necesidad de ir aumentando progresivamente los apoyos que reciben si quieren seguir haciendo la vida que han tenido hasta ahora. Por tanto, sí o sí deben desplegar servicios que puedan dar respuesta a todos los perfiles, independientemente del tipo de discapacidad y de la cantidad de apoyo que necesite la persona.

En ningún sitio está escrito que el derecho a la vida independiente sea exclusivo de unos perfiles o de unas circunstancias concretas

¿Qué beneficio ha visto que tiene el optar por el modelo de vida independiente en relación con la opción de quedarse en casa con los padres?

Durante los 18 años que trabajé en servicios residenciales no conocí a nadie que hubiera decidido esa opción. O sea que la primera diferencia tiene que ver con la dignidad y la libertad, el poder decidir cómo, dónde y con quién quieres vivir. Segundo, ante los grandes temores y dudas que se planteaban, hemos confirmado que una persona con discapacidad es capaz de hacer vida independiente con apoyos, esto ya no es ninguna fantasía ni ninguna utopía, y por tanto aquí ocurre como con la educación inclusiva: ya no hay debate técnico sobre si es posible, en todo caso hay un debate político, sobre qué oportunidades queremos para estas personas, sobre si se deben crear opciones de vida alternativas a las que hemos conocido hasta ahora. Se habla de la institucionalización cuando estas personas pierden a su familia y deben ingresar forzosamente en servicios residenciales; pero también hay quien va a vivir con parientes, que no deja de ser otra forma de institucionalización porque muy a menudo no lo han elegido. Nadie forzosamente prolonga la convivencia con la familia de origen como única opción de vida conocida.

Yo le preguntaba por los beneficios…

Lo más claro es que el bienestar de la persona con discapacidad aumenta porque toma el control de su vida. Ver que es capaz, con los apoyos y acompañamientos necesarios, tiene un gran impacto en la persona y en su entorno. Pero también aporta tranquilidad. En estos veinte años hemos conocido a muchas familias que se han alegrado de haber tomado esa decisión, porque ven que cuando ellos falten su hijo o hija tiene un plan de vida. Nos falta resolver el tema del envejecimiento, que es la realidad con la que ahora nos estamos encontrando, pero al menos a las familias les da mucha tranquilidad ver que su hijo tiene un proyecto y un sistema de soportes montado, controlado y acorde con sus expectativas.

¿Cómo detecta un padre que su hijo le está pidiendo un proyecto de vida independiente?

Es que la respuesta está en la misma pregunta. Yo siempre digo que la vida autónoma la aprendí con el día a día y que me la permitieron en mi casa. Quisiera creer que una persona con discapacidad debe seguir el mismo itinerario. Porque las entidades ya van llenas de cursos y actividades e itinerarios formativos, y estas personas acumulan muchos créditos –por decirlo de algún modo– en sus currículos de autonomía personal. Por tanto, esta autonomía se empieza a ejercer y se empieza a fomentar en el ámbito familiar, desde pequeños, pero cuando se llega a cierta edad esta preocupación familiar por el día de mañana debería estar sincronizada con el interés personal de lo que quiero ser y lo que quiero vivir de mayor, por qué puedo y por qué no puedo, qué impedimentos tengo o no, qué soluciones hay o no, y esto hay que poderlo hablar. Hay hijos o hijas con los que este diálogo es muy fácil, y algunos con los que no, porque tienen dificultades comunicativas o porque no están interesados ​​en el tema. Hay familias que te explican que ellos tienen la preocupación y que su hijo no quiere ni oír hablar de alternativa alguna que no sea vivir con la familia. Y esto debe respetarse también. Lo que ocurre es que, a determinadas edades, esto implica una angustia para la familia muy importante. En estos casos lo que seguramente debe hacerse es dejar el día de mañana lo más planificado posible con el hijo o hija. Explicarle que nadie te obligará a cambiar tu situación, pero debemos hablar de qué futuro podemos prever, y que tú seas conocedor y valides que éste es el plan de vida que quieres.

A las familias les da mucha tranquilidad ver que su hijo tiene un proyecto y un sistema de soportes montado, controlado y acorde con sus expectativas

¿En la Fundación dan servicio a personas solas o siempre viven en grupo?

De estas 1.600 personas hay quienes viven solas o con aquellos que han escogido, y algunos viven en pisos compartidos promovidos por entidades. La Fundación siempre ha sido contraria a este modelo, porque partimos de la idea de que en el momento en que una entidad ostenta la tenencia de un piso y administra plazas o habitaciones, quién entra y quién no entra, y con qué requisitos, la entidad comienza a establecer normas de convivencia, criterios de funcionamiento… y aquí termina la vida independiente. Pero esto es un posicionamiento de la Fundación y hay otras entidades que, también muy legítimamente, han apostado por promover pisos compartidos porque hay gente que no puede permitirse comprar un piso o que no tiene los ingresos para alquilar. Nosotros también tenemos gente que comparte piso, por razones económicas, pero se han puesto de acuerdo ellos, yo nunca he decidido que tú vives con éste porque como no te puedes pagar un piso, y por eso yo os junto y os pasáis la vida juntos.

¿El apoyo de las 10 horas en que consiste?

Yo siempre explico que el apoyo a una persona con discapacidad física pasa mucho por la ayuda física, es decir, por hacer cosas por aquella persona, mientras que en el caso de la persona con discapacidad intelectual el apoyo pasa mucho por acompañar, intermediar, asesorar, orientar, hacer seguimiento, ayudar a aprender… Pero la función más genérica que veo es la de acompañar. Porque la vida independiente son imprevistos, cambios, y cuando ya tienes unos objetivos alcanzados de autonomía surge un imprevisto, empezando por el momento en que tu supermercado decide cambiar los productos de pasillo. Y este acompañamiento debe ir reduciéndose y debe ser muy intermitente y muy poco invasivo. En la Fundación tratamos de limitar los apoyos no por escatimar recursos sino porque es muy fácil invadir la autonomía y la intimidad, y si caes en esto te acercas mucho al modelo residencial. Siempre he dicho que el mejor apoyo a la autonomía es el más invisible, obviamente atendiendo a las necesidades de la persona.

¿Pero estas 10 horas se traducen en visitar la casa dos mañanas por semana?

Cada persona se las administra como quiere, en función de sus horarios laborales, de las actividades que tenga, y a veces también debemos ajustarnos a la disponibilidad de la persona de apoyo. Cada usuario tiene un educador de referencia que va a su casa, y un educador social, que es el técnico que realiza el seguimiento y la valoración desde el primer día. Por tanto, tienes dos referentes del servicio, y estas 10 horas se pueden distribuir como sea necesario, pensando en el día que toca hacer la compra, o la limpieza, o la planificación de la agenda… Pero hay que tener en cuenta que cuantos más días vamos menos rato podemos estar, y aquí entra también el tiempo de desplazamiento y el hecho de que no se puede entrar dando órdenes, sino que hay que conversar un rato, preguntar cómo va todo, etc. Hay unos rituales cuando entras en un domicilio que deben respetarse.

Ruf, en el taller impartido a jóvenes en el encuentro de Down España | Foto: VS

 

En su charla ha dicho que también ha visto muchas experiencias que no han tenido éxito; ¿qué factores hacen que una experiencia no acabe de funcionar?

Lo que decía es que hemos conocido casos de personas a las que no hemos podido ayudar, y que esto es la evidencia de que el derecho a la vida independiente no está garantizado a cualquier persona con discapacidad. Básicamente, cuando el proyecto no sigue adelante es porque no se da alguno de los factores de viabilidad: problemas de capacidad económica (por eso hablamos de garantizar unos ingresos mínimos para estas personas, que alteren salario y prestaciones sociales); acceso a la vivienda (las personas con discapacidad forman parte de los colectivos de exclusión residencial porque no se pueden comprar una vivienda y en muchos casos ni alquilarla, y esto debe verse como tal y se tienen que tomar medidas); la falta de apoyo de los referentes naturales (cuando digo que el derecho a la vida independiente no está reconocido por todos hablo también de familiares y gente del entorno de la persona); y por último, y muy especialmente, personas con nivel de autonomía más bajos que necesitan más apoyos de los que habitualmente están regulados en las prestaciones que existen en los distintos territorios. Estas personas por ahora no acceden a opciones de vida independiente: o se quedan con sus familias o acuden a servicios residenciales. No olvidemos que en Cataluña una plaza residencial cuesta, de media, unos 3.000 euros al mes. Ese mismo dinero convertido en asistencia personal daría salida a otras opciones. Esto implica reconvertir la cartera de servicios y trasladar recursos de un tipo de servicio a otro.

¿Y esto no se está haciendo?

Actualmente no vemos señales de una apuesta clara por parte de ninguna administración. En el caso de Cataluña, no olvidemos que el programa de apoyo al propio hogar, que nace en el año 2002, es la primera prestación antes de la Convención que se crea en toda España. Es la primera administración que regula en su cartera de servicios una prestación, que no da respuesta a todos, pero que ya abre esta vía, y lo hace dos años después de que la Fundación comenzara esta experiencia pionera. Pero veinte años más tarde todavía no se ha desplegado para todas las discapacidades ni para todas las personas con discapacidad intelectual, y por tanto aquí tenemos una asignatura pendiente importante.

Actualmente no vemos señales de una apuesta clara de promover la asistencia personal por parte de ninguna administración

Pensaba que antes me diría que hay casos que fracasan por la inmadurez de la persona, es decir, que ellas mismas o sus familiares les empujan a intentarlo cuando todavía no están preparadas.

Ha habido algún caso en el que quizás por parte de la persona no existía la demanda, o que la familia tenía la preocupación y la persona no lo ha aceptado. Pero algunos de estos casos son los de personas que necesitan más apoyos de los que ahora podemos proveerles. Cuando la asistencia personal esté desplegada por cualquier tipo de discapacidad y tengamos modelos más amplios de los que tenemos hoy teóricamente, no podremos decir que no a nadie. Otra cosa es que cada entidad gestione un tipo de servicio u otro, o trabaje con unos perfiles u otros, pero teóricamente por ahora una persona con discapacidad intelectual con un grado de dependencia 2 o 3 o vive en familia o va a un establecimiento residencial… perdón, va a una lista de espera de no sé cuántas miles de personas que están pendientes de tener una plaza residencial porque es lo único que hay, porque la asistencia personal todavía no se ha desarrollado por personas con discapacidad en Cataluña ni España.

¿Qué países deberíamos tomar como modelo?

La respuesta fácil es mirar al norte. Los países nórdicos –que tienen el nivel de bienestar social que tienen– son los que han desplegado más recursos de asistencia personal, y allí puedes encontrar a personas con pluridiscapacidades severas con servicios de asistencia personal. Pero no sólo podemos reflejarnos con el norte, también en el mundo anglosajón existen diferentes experiencias muy interesantes y, de hecho, el modelo de aquí fue importado de EE.UU, y era un modelo para cualquier tipo de discapacidad con cualquier intensidad de soporte. Lo que ocurre es que en nuestro país, por falta de recursos y por exceso de tecnocracia, tendemos a constreñir demasiado las prestaciones sociales con unos sistemas muy poco flexibles. Y las entidades que dependemos de fondos públicos acabamos, queriendo o sin querer, encorsetando los programas porque tienes una administración, que es quien te regula y te financia, que te dice hasta aquí y de este modo y de ningún otro. Y esto es un problema. La reconversión de esos 3.000 euros de los que te hablaba es una cuestión de voluntad política de reconvertir la cartera de servicios sociales, y hace falta un empujón para hacerlo.

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Libro: Comunicación y política Una visión crítica de las Ciencias Sociales desde Nuestra América (pdf)

Cutberto Pastor Bazán
(Coordinador)

El presente libro, Comunicación y política. Una visión crítica de las Ciencias Sociales desde Nuestra América, ha sido posible por el apoyo financiero y académico de la
Dirección General de Planeación y Evaluación Institucional de la Universidad Autónoma de Guerrero. Por ello, nuestro agradecimiento a su Director General, Dr. Víctor Manuel Abarca Ramírez, y al Mtro. Margarito Radilla Romero, Jefe del Departamento de Capacidad Académica. Asimismo, por su incondicional y decidido esfuerzo para la publicación de esta obra crítica, al Dr. Javier Saldaña Almazán, Rector de la uagro, y al Lic. Rubén Leyva Montiel, Director General de Ediciones y Gráficos Eón, por la coedición del mismo.

PRÓLOGO

La antología Comunicación y política. Una visión crítica de las Ciencias Sociales
desde Nuestra América, coordinada por el Máster en Ciencias de la Comunicación y
Doctor en Ciencias Sociales, Cutberto Pastor Bazán, profesor-investigador de la Facultad de Comunicación y Mercadotecnia de la Universidad Autónoma de Guerrero
(uagro), busca enriquecer, aumentar y mejorar los conocimientos teóricos-científicos
de los lectores en Ciencias Sociales y de Comunicación. Esto significa trabajar sistemáticamente por una sociedad más culta, activa y participativa en la realización de los cambios y las trasformaciones económicas, sociales, políticas, culturales, de género y de los pueblos originarios, democráticos y populares en Nuestra América, en aras de una preparación académica, política e ideológica.

Es importante subrayar que el colonialismo e imperialismo europeo y estadounidense han utilizado y siguen utilizando la introducción del eurocentrismo y estereotipos occidentales con el objetivo de destruir la identidad nacional, valores, usos y
costumbres de los pueblos de Nuestra América, para así seguir explotando a los
obreros y campesinos y saqueando los recursos naturales del continente. En otras
palabras, se utiliza un imperialismo cultural, como lo han desenmascarado y argumentado luchadores sociales, estudiosos, académicos, periodistas y revolucionarios de este continente que han combatido tal dominación colonial e imperialista, como Frida Kahlo (México), Haydée Santamaría (Cuba), Ernesto Che Guevara (ArgentinaCuba), Eduardo Galeano (Uruguay) y Aníbal Quijano (Perú) por mencionar algunos.

Se trata de una batalla de ideas entre un pensamiento libertario y progresista contra
los dogmas y manipulaciones coloniales e imperialistas, como lo mencionaron José
Martí, el héroe nacional de Cuba, y Ernesto Che Guevara.

La importancia de la antología, Comunicación y política. Una visión crítica de las
Ciencias Sociales desde Nuestra América, es un esfuerzo colectivo de académicos, escritores y activistas políticos a través de sus ensayos críticos sobre Nuestra América
para combatir la ofensiva política e ideológica, colonial, neocolonial e imperialista
contra los pueblos de la región. Pretende concientizar y preparar a los estudiantes,
obreros, campesinos y pueblos para generar conocimientos críticos, argumentos científicos y convincentes que fomenten condiciones teóricas y materiales que contrarresten la penetración e influencia negativa de este imperialismo cultural, sobre todo, en su forma neoliberal y antidemocrática.

Descargar en: Libro Comunicacion y politica 2021 Coordinador Cutberto Pastor Bazan

Fuente: https://rebelion.org/download/comunicacion-y-politica-una-vision-critica-de-las-ciencias-sociales-desde-nuestra-americacutberto-pastor-bazan-coord/?wpdmdl=696215&refresh=61be9c54b37b21639881812

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«Los pobres con los pobres y los ricos con los ricos»: crece la segregación en las escuelas uruguayas

Informe del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineed) advierte por este fenómeno que influye en los resultados académicos de los alumnos.

Los más pobres con los más pobres, y los menos pobres con los menos pobres. Así lucen cada vez más las escuelas uruguayas. Pareciera que, sin proponérselo, los centros educativos se van convirtiendo en guetos a los que asisten estudiantes demasiado parecidos entre sí. Al menos eso anuncia el Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineed) en el informe del estado de la enseñanza local presentado esta semana, en el que se advierte que esa segregación “es un determinante relevante de los resultados académicos”.

Más del 90% de las escuelas públicas Aprender son de contexto muy desfavorable y desfavorable, mientras que el 80% de las privadas son de contexto muy favorable. Pero la segregación no acaba en la clásica dicotomía de públicos versus privados, sino que se da a la interna del propio sistema estatal. En ese sentido, las escuelas de práctica, en las que se desempeñan los maestros que son formadores de los futuros docentes, se parecen mucho a los colegios privados. En las escuelas de tiempo completo hay una minoría de contexto muy favorable, y en las urbanas comunes casi no existe la pobreza más extrema.

Aquel ideal vareliano de que los hijos del profesional y del obrero comparten el banco escolar va haciéndose añicos con el paso del tiempo. Porque los investigadores del Ineed, usando el índice de Hutchens -una de las mediciones más extendidas para cuantificar la segregación social en los centros educativos-, estimaron la segregación desde 2013 hasta fines del año pasado y concluyeron que viene en ascenso en jardines y escuelas.

En los liceos y UTU, en cambio, los centros educativos son más heterogéneos y la segregación se ha mantenido estable en el mismo período analizado. Eso puede deberse, según el informe oficial, a que en el país existen menos centros de enseñanza media y los alumnos acuden a locales que no necesariamente están cercanos a donde viven.

“La segregación creciente en inicial y primaria está relacionada con la forma de asignación de los estudiantes a los centros y, en última instancia, con una creciente segregación territorial. En estos niveles educativos hay más oferta concentrada en menos territorio, por lo que es más probable que los niños y niñas asistan a centros cercanos a su lugar de residencia”, explicaron a El País las investigadoras Fiorella Ferrando, Melissa Hernández, Cecilia Oreiro, María Noé Seijas y Joana Urraburu.

Puede que haya quienes consideren que el aumento de la segregación no es en esencia una mala noticia y en todo caso es un simple reflejo del deseo de parte de la sociedad. Por ejemplo, puede que un padre quiera que sus compañeros de clase, de club y de actividades sean de un mismo contexto porque eso le da tranquilidad o estatus.

Pero las investigadoras del Ineed aclaran que “hay varios estudios que demuestran que a menor segregación, mejores los aprendizajes”. Eso ocurre porque aumentan las posibilidades de aprender de otros.

Existe lo que los técnicos llaman “efectos de pares”: un niño con cierto rezago tendrá más chances de potenciarse con compañeros de diversos contextos que si todos son de su misma condición.

Pero los beneficios se pierden cuando se trata de centros educativos homogéneos en su interior y heterogéneos en relación a otros. Hay menor intercambio cultural y a su vez hay menos vínculos entre contextos diferentes, lo que tiende a fragmentar más la estructura social del futuro.

“La literatura científica evidencia que cuando la escuela es más diversa, a los niños, sobre todo a los pobres, les va mejor. En el caso uruguayo, como la segregación es antes barrial que escolar, termina ocurriendo que los niños no interactúan con pares de otros contextos en casi ninguna actividad”, explica la socióloga uruguaya María José Álvarez, profesora de la Universidad de los Andes, en Colombia, y una de las referentes en los estudios recientes sobre desigualdad.

Álvarez, junto a unos colegas uruguayos de la Universidad Católica, acaban de concluir en otra investigación que “existe una creciente fuga de los hijos de profesionales de la educación pública uruguaya”. Tras estudiar los microdatos de las Encuestas Continuas de Hogares desde 1992 a 2016 observaron ese fenómeno que se agrava en la Secundaria.

“Al fugarse se pierde capital social: por la menor diversidad y porque esos padres profesionales son los que más se involucran en la comunidad escolar”, explica la socióloga.

Las crisis económicas, como la de 2002 y la actual, suelen generar frenos a la fuga, pero “si se ve la película de largo plazo hay una migración”. ¿A qué se debe? Los investigadores realizaron entrevistas a los padres, quienes justificaron que inscribieron a sus hijos en colegios privados en busca de mayor tiempo pedagógico y el aprendizaje en profundidad de segundas lenguas.

“Lo interesante”, dice Álvarez, “es que todavía existe cierta nostalgia de esos padres por la educación pública, entonces sienten la necesidad de justificar por qué decidieron enviar a sus hijos al sector privado”.

El Ineed concluye que “la distribución desigual de estudiantes entre los centros contribuye a consolidar circuitos educativos disímiles y a aumentar la inequidad educativa”. Y la inequidad es, a la vez, el talón de Aquiles del estado de la educación uruguaya.

Fuente: https://www.elpais.com.uy/informacion/educacion/pobres-pobres-ricos-ricos-crece-segregacion-escuelas-uruguayas.html

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Eduardo Nava Hernández: Universidad pública y neoliberalismo

El debate abierto hace unas semanas por el presidente Andrés Manuel López Obrador a propósito de la penetración de la ideología y las políticas neoliberales en la UNAM y en general en las universidades públicas mexicanas no debe darse por concluido, sino entrando apenas en su etapa de planteamientos.

De inmediato diversos y dilectos representantes de las burocracias universitarias, encabezados por el mismo rector Enrique Graue de la Universidad Nacional, rechazaron los señalamientos del presidente, reivindicaron la autonomía de sus instituciones y sacaron a relucir ante la opinión pública los logros y aportaciones al conocimiento científico y social realizadas por las mismas. Destacó la intervención en una videograbación del secretario general de la misma UNAM, Leonardo Lomelí Vanegas, resaltando la crítica que desde más de 125 publicaciones universitarias se han hecho al orden neoliberal contemporáneo. Desde luego, como economista, el funcionario conoce la amplia bibliografía escrita al respecto por sus colegas e investigadores de otras disciplinas sociales. Pero el punto nunca fue si, como resultado de las libertades de cátedra e investigación, los académicos han expresado esas posiciones críticas, sino cómo las instituciones en cuanto tales se amoldaron a las ideologías y prácticas dominantes en la sociedad y la administración pública durante las décadas de predominio del privatismo y el fundamentalismo del mercado.

Uno de los aspectos que debiera colocarse sobre la mesa es, desde luego, la funcionalidad de la autonomía universitaria, legítima y ampliamente justificada desde la Carta de Córdoba de 1918, para la configuración de grupos burocráticos autorreproducidos que dominan las instituciones y generan intereses particulares, más allá de la naturaleza pública de éstas. Ejemplos hay con profusión: la Sosa Nostra de Gerardo Sosa Castelán (hoy preso, pero cuyo grupo logró colocar diputados y funcionarios municipales en alianza con el Morena en las pasadas elecciones) en la Universidad Autónoma de Hidalgo; el grupo de Raúl Padilla en la Universidad de Guadalajara; el de Fernando Moreno Peña en la de Colima, entre otros; todos ellos surgidos bajo la otrora indisputada hegemonía del PRI, aunque hoy corran por otros derroteros políticos.

Hasta el presidente del Tribunal Universitario de la UNAM, Eduardo López Betancourt, se sumó a la crítica a esas prácticas mafiosas en su propia institución cuando declaró “[…]somos los universitarios los que debemos transformar a las universidades públicas, que por naturaleza deben ser esencialmente democráticas, por lo que es inaceptable que nuestras casas de estudios sean gobernadas por grupúsculos que durante años se han favorecido en todos los ámbitos económicos y particularmente en la obtención de prebendas académicas” (https://www.sinembargo.mx/07-10-2021/4038223).

En otros muchos casos, como ocurre con la Universidad Michoacana, son directamente los gobernadores en turno los que asumen el control político de las instituciones universitarias imponiendo a los rectores de su preferencia, muy a pesar de la formalidad de la autonomía. Quizá sea éste el patrón más extendido en nuestra educación superior.

No se trata, entonces, de cuestionar o poner en duda la importancia de ese nivel educativo para la población ahí formada profesionalmente, ni los aportes que sus investigadores y docentes hacen a la sociedad. Lo que está y debe estar en el debate son sus orientaciones educativas y de investigación y sus estructuras de comando, que es un tema eminentemente político tratándose de grandes organismos con repercusiones en los ámbitos regionales o nacionales.

El control político y el autoritarismo no iniciaron con la etapa de las doctrinas neoliberales; son de vieja data y tienen raíces profundas en la naturaleza casi por definición elitista de sus orígenes como instituciones o en haber surgido de decisiones de los grupos gobernantes; pero esos componentes se acentuaron como reacción a la presencia de pujantes movimientos estudiantiles y sindicales en las décadas de los sesenta y setenta. De las instituciones universitarias surgían muchos de los cuestionamientos al orden político autoritario y a la estructura social que reproduce en prácticamente todos los ámbitos la desigualdad: económica, sexual, laboral, etcétera, y el insuficiente cumplimiento de derechos para los grupos sociales debilitados.

¿Se acoplaron nuestras instituciones de educación superior a las prácticas dominantes de la política de privatización de la ganancia y el patrimonio sociales que es el núcleo del llamado neoliberalismo? Claro que lo hicieron; y lo raro sería que no lo hubieran hecho, dados sus múltiples enlaces y vasos de comunicación con las diversas instancias de poder político y, más recientemente, las económicas, también con intereses privatistas.

Baste, en primera instancia, con ver la proliferación de instituciones educativas privadas que ofrecen diversas licenciaturas, cursos y posgrados (no siempre de buena calidad). Tal propagación en los lustros recientes da cuenta, ante todo, de la insuficiencia de las instituciones públicas para satisfacer la demanda educativa y la formación reclamada por los mercados de fuerza laboral profesionalizada (es decir, de trabajadores capacitados en ámbitos casi siempre muy particularizados del conocimiento). Desde los años ochenta se frenó el crecimiento de la educación superior pública, junto con los presupuestos destinados a ese fin; se impusieron restricciones al ingreso (en áreas como Medicina, particularmente, con el costo social que eso ha representado ante una nueva situación como la actual pandemia) y a la matrícula, y todo eso dio lugar a un gran crecimiento de las empresas de formación profesional en el país, como es ya bien conocido.

Pero también se combatieron sus expresiones de autonomía más acentuada (como en las universidades de Guerrero, Puebla y Sinaloa) y se impusieron a la enseñanza orientaciones claramente técnicas por sobre las humanísticas y sociales, se prefirieron las carreras de alta particularidad, no los conocimientos enriquecidos interdisciplinariamente, y se buscó la vinculación con los mercados como prioridad educativa.

La entrega neoliberal de la autonomía universitaria se ha expresado también como una transferencia de funciones a organismos privados evaluadores o dictaminadores (el Ceneval, Centro Nacional de Evaluación de la Educación Superior), que incluye desde la selección de aspirantes al ingreso hasta la titulación de los egresados mediante exámenes estandarizados. Nuestras instituciones han abdicado ahí por completo de sus atribuciones legales sin que ante esos actos se eleven voces de protesta como lo hacen ante la crítica de sus desviaciones.

Una modalidad más reciente de la política universitaria de los gobiernos federal y estatal es la precarización creciente del trabajo académico. Según estimaciones recientes, en la misma UNAM, sin duda la mejor institución de educación superior en el país, el 70 por ciento de los trabajadores académicos son de asignatura contratados interinamente (https://www.sinembargo.mx/03-11-2021/4052400). La brecha salarial entre académicos de tiempo completo y docentes por materia se ha ampliado sustantivamente y, sobre todo, se han hecho mucho más estrechos los canales de ascenso a mejores plazas. La llamada meritocracia es una absoluta falacia, cuando las instituciones relegan a sus propios egresados a posiciones de labilidad laboral por decisiones de los grupos de poder que manejan las universidades para dar cobijo solamente a sus protegidos y adherentes.

La precarización no es meramente una determinada ubicación en el mercado laboral, sino un medio de control político que las autoridades usan ampliamente sobre los trabajadores. La amenaza del despido o de la no recontratación convierte al docente en un instrumento manejable al antojo de los directivos e introduce una diferencia sustantiva entre los definitivos de carrera y aquéllos que periódicamente tienen que postularse a exámenes o concursos, o simplemente al criterio de las autoridades de la institución, para conservar el empleo.

Esta situación también ha contribuido a debilitar al sindicalismo, y se extiende también, penosamente, a los organismos no autónomos, dependientes directamente del gobierno federal, como lo han mostrado los reportajes de Montserrat Antúnez sobre el hostigamiento laboral y la precariedad en el Instituto Politécnico Nacional (https://www.sinembargo.mx/30-10-2021/4049540) y de Mathieu Tourliere en la revista Proceso (2348, 31 de octubre de 2021) acerca de las Universidades para el Bienestar “Benito Juárez García”, creadas por el actual gobierno. Y no deja de ser una gran paradoja que a cargo de la Subsecretaría de Educación Superior de la SEP y de las UBBJG, aplicando esas políticas discriminatorias y atentatorias contra el trabajo, estén dos ex militantes comunistas como Luciano Concheiro Bórquez y Raquel Sosa Elízaga, respectivamente.

Pero eso no es todo. La aplicación por el actual gobierno de topes salariales y de un modelo de contención a las prestaciones establecidas en los contratos colectivos de trabajo es otro de los legados del en realidad no superado periodo de neoliberalismo en la educación pública. Y recientemente ha aflorado otra política de afectación a los trabajadores de la educación superior, con la pretensión de trasladar el régimen laboral de los trabajadores de los centros de investigación directamente dependientes de la Federación, del apartado A del artículo 123 al B, limitando por esa vía su capacidad para negociar contratos colectivos y para estallar huelgas, como se pretende con el CIESAS, o con la reducción del presupuesto (se ha hablado hasta de su desaparición) al CIDE y al Instituto Mora.

Sí, en estos casos y en muchos más, la recepción del liberalismo por las universidades formalmente autónomas y por las dependientes del gobierno federal ha sido amplia y abarcante en sus equipos dirigentes, y recorre con sus efectos también a las comunidades de estudiantes y trabajadores que los padecen. Por eso es que el debate debe seguir abierto dentro de las propias comunidades académicas y en el conjunto de la sociedad, y sobre todo conducir a acciones de fondo que lleven a recuperar su vocación democrática, su justificada autonomía y su espíritu de servicio al pueblo.

Eduardo Nava Hernández. Politólogo – UMSNH.

Fuente: https://rebelion.org/universidad-publica-y-neoliberalismo/

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¿QUÉ ES FILOSOFÍA?

Sobre su importancia y sus retos

Por: Abdiel Rodríguez Reyes

Profesor de Filosofía en la Universidad de Panamá

¿Qué es Filosofía?

Tratar de responder a la pregunta ¿Qué es Filosofía? desborda cualquier intento. Si bien es necesario partir de su significado etimológico de amor a la sabiduría, este no es suficiente. Se requiere mayor trabajo conceptual para comprenderla. Es así necesario recurrir por lo menos a Platón en La República (Alianza, 1994), allí en su libro VII conocido como la alegoría de la caverna, hace una reflexión interesante, la cual nos ayudaría a hacernos una idea de lo que es Filosofía. Allí, nos narró cómo vivimos en una caverna, donde estamos encerrados y acostumbrados a solo ver “objetos fabricados” (VII-515c) y no la realidad. Cuando salimos de ella chocamos con la luz del sol hasta hacernos ver centellas. De tajo no podríamos contemplar “las cosas de arriba” (VII-516a), nos tocaría acostumbrarnos poco a poco a ver la realidad en toda su complejidad. Ese es el trabajo de la Filosofía y en consecuencia “lo último que se percibe, y con trabajo, es la idea del bien, pero una vez percibida, hay que colegir que ella es la causa de todo lo recto y lo bello” (VII-517 c).

Sobre su importancia

Cuando nos preguntamos sobre la importancia de la Filosofía, nos percatamos que, hacerse esa pregunta es un recurso retórico. Cuando lanzamos la pregunta ya sabemos la respuesta por lo menos etimológica, la usamos como excusa para ahondar en la cuestión: la Filosofía sí es importante, ahora la pregunta es ¿para qué? y, la respuesta es fácil enunciarla: para pensar. Eso nos lleva a explicitar esa actividad. Oscar de la Borbolla escribió un libro titulado La rebeldía de pensar (FCE,2020), aquí reflexiona al respecto; nos dice, pensar:

“es descubrir en cada camino una multitud de sentidos y en cada sentido una multitud de caminos. Para quien piensa hay muchas metas y muchas maneras de alcanzarla y por ello, el que piensa relativiza, duda, y el que no piensa se vuelve dogmático. Pensar no es tranquilizador: provoca duda, incertidumbre y a veces, inclusive zozobra” (p.14)

Si no piensas, estás en una zona de confort unidimensional como diría Herbert Marcuse y en lugar de la zozobra, la conformidad es la norma. Esa es la cuestión con respecto al pensar, hay suficientes razones para dudar de todo, del orden vigente, del régimen alimentario o de cualquier otro tema de vital importancia para el desarrollo de nuestras vidas en el planeta. Entonces, esta incertidumbre ante la hecatombe nos invita pensar en la multitud de caminos que albergan la esperanza de un mundo mejor.

No hay duda de que hemos pensado, no dudamos de la existencia de filósofos y filósofas y filosofías. ¿Cuáles son los aportes de estas al impulso de la humanidad en su conjunto? Creo que, la Filosofía como el trabajo de pensar siempre tiene como objetivos mínimos indagar, dudar, organizar. Solo pensemos un poco en el trabajo de Aristóteles (por ejemplo, cuando analiza varias constituciones o clasifica las plantas); pensemos un poco en los núcleos problemáticos, en los mitos, en las narrativas de nuestros pueblos aurorales, las cuales nos ayudan a comprender la riqueza del mundo; pensemos en un trabajo como La Enciclopedia. O, más reciente aún, en las discusiones en el Instituto del Futuro de la Humanidad de la Universidad de Oxford, dirigido por Nick Bostron (véase el sugerente enlace fhi.ox.ac.uk), sobre la inteligencia artificial, el mejoramiento de la humanidad o el “riesgo existencial”. En conclusión, el aporte de la Filosofía reside en indagar, dudar y el organizar el conocimiento.

La Filosofía nunca ha estado de moda, es decir, no es mediática, no lo fue; si es fiel a su papel en la sociedad, sería más bien incomoda. A Sócrates lo mataron, a Enrique Dussel le hicieron un atentado de bomba y a pesar de los chistes de Slavoj Zizek, la Filosofía no busca conciliar con el orden vigente, sino mover los cimientos de lo políticamente correcto y, en ese sentido, irrita; quizá por eso no sea mediáticamente relevante, pero en el fondo nadie con sano juicio dudaría de su pertinencia. De hecho, hemos contado con filósofos notables como Ricardo Arias Calderón o Ricaurte Soler, quienes desde las antípodas ideológicas tenían una incidencia en el debate nacional en la segunda mitad del siglo XX, el primero llegó hasta la vicepresidencia de la República y el segundo tiene su sitial como uno de los principales teóricos de la nacionalidad.

Según esa pertinencia, cuál es su lugar en la sociedad, en España se esta dando un debate, quieren eliminar a la Filosofía de la Educación Secundaria Obligatoria. Ciertamente no conozco cuál sea la cantidad de horas necesaria para la Filosofía en el sistema educativo, lo curioso es el criterio para asignar mayor importancia a algunas asignaturas de las ciencias nomotéticas y tecnológicas, mientras a las ciencias ideográficas y en particular a la Filosofía restarle. Si comparamos los programas de estudio, veremos la reducción, en la actualidad se dictan dos horas semanales de Filosofía; en la década del ochenta se dictaban cuatro; pero la cantidad de bachilleratos que fueron apareciendo en los últimos años, arrinconaron aún más a la Filosofía. La mayoría están enfocados en lo industrial, comercial y turístico en menor medida, lo cual es entendible, lo preocupante es la desproporción, eso nos invita a preguntarnos qué tipo de sujetos queremos.

Sobre sus retos

Ahora la pregunta es ¿Qué hacer?, en Panamá tenemos mucho por bregar con respecto a la gestión de la Filosofía; el filósofo español Gustavo Bueno dijo que la Filosofía rebasaba cualquier gremio y está en toda la razón; sin embargo, es necesario organizarse para no perecer en la formalidad de la educación; la Filosofía como tal no, pero si su enseñanza estaría en peligro de disminuirse, aunque es impensable una educación sin Filosofía, no dudamos de la impericia de nuestros funcionarios para eliminarla. La profesora de la Universidad de Chicago, Martha C. Nussbaum, nos habló sobre la necesidad de las humanidades para las democracias en su obra Sin fines de lucro (katz, 2010). Lo que está en juego en la formalidad de la educación es la reducción de la Filosofía, por diversos medios, ya sea por la orientación técnica y crematística de la educación en su conjunto, ya sea por la disminución de horas en los programas, ya sea por el carácter de obligatoriedad de esta en el sistema, ya sea por el cambio de nomenclatura o cualquier otra forma en que explícitamente la Filosofía en un sentido profesional mengüe en los planes y programas en el sistema educativo panameño.

Ahora bien, urge en ese tenor, crear una Asociación Panameña de Filosofía, como la hay en nuestros países vecinos, como en Costa Rica está la Asociación Costarricense de Filosofía (ACOFI) o en Colombia la Sociedad Filosófica Colombiana (SFC), los cuales son espacios externos a las universidades con mayor dinamismo. Con igual pertinencia necesitamos un supervisor nacional de Filosofía en el Ministerio de Educación para la militancia de los espacios formales de la Filosofía en el sistema educativo, como también sea el enlace con los y las profesoras de todos los colegios para su educación continua; estos espacios aunados con la Universidad tendrían que retomar los esfuerzos de un Congreso Nacional donde se discutan tanto los problemas domésticos de la asignatura en los espacios formales como también las grandes problemáticas que la realidad nos supone, allí donde reside la importancia de la Filosofía y sus retos.

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Gemma Vilanova: «Necesitamos encontrar esa pausa que permite identificar y acercarse a la diferencia sin miedo»

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  • Hablamos con Gemma Vilanova, madre de un chico con autismo (un ‘hijo inesperado’) y escritora. Considera que «como sociedad, deberíamos mejorar nuestro conocimiento sobre el autismo, más allá de los cuatro tópicos de las películas»

Gemma Vilanova (Barcelona, ​​1973) es madre de tres hijos, uno de ellos, Josep, con trastorno del espectro autista. Un día, a raíz de una entrevista con una periodista, se dio cuenta de que su cabeza derramaba recuerdos y sentimientos sobre Josep y que tenía que verterlos en un papel. De ahí surgió, en 2019, el libro 1 hijo inesperado y 1 sofá. La vida con #josepvalent (Símbol Editors), cuya versión en castellano acaba de publicarse con el título El hijo inesperado. Comprender el autismo, abrazar la diferencia (Arpa). Entretanto, Vilanova ha seguido reflexionando sobre lo que significa crecer y convivir con un hijo con autismo a través de un blog en el diario Ara, y con su pareja alimentan una página de Instagram (@josep_valent) donde se puede seguir el día en día de un niño (ahora adolescente) con TEA. Todo este material algún día volverá a tomar forma de libro porque, dice Vilanova, al igual que ahora ha relatado la infancia de Josep, espera poder hacer lo mismo con su adolescencia y aún más adelante con su edad adulta.

¿Qué quiere transmitir el libro?

La experiencia de convivir con una persona con autismo. Evidentemente no pensaba sólo en las personas que de alguna manera ya conocen el trastorno, sino también en la gente que no lo conoce de nada, que no ha conocido a ninguna persona con autismo a largo de su vida, o que quizás no se ha dado cuenta de que aquella persona con la que se ha cruzado tiene autismo. Lo que pretende el libro es esto, a partir de nuestra historia y de pequeñas anécdotas que nos han pasado con nuestro hijo Josep: compartir y trasladar la emoción y sentimientos de estas vivencias para que la gente pueda comprender un poco más a las personas con autismo y empatizar con las familias que lo cuidamos.

El libro no es lacrimógeno, sino que más bien tiene una mirada optimista. ¿También hay un mensaje para otras familias con niños con TEA?

Creo que sí, pero está escrito desde la realidad y la experiencia que hemos tenido nosotros. No es un mensaje fabricado para darle esperanzas. La vida va cambiando, ahora Josep acaba de cumplir 14 años y lo escribí cuando tenía 10. Fueron unos años al principio duros, si bien poco a poco fuimos cambiando nuestra mirada y percibiendo a nuestro hijo y nuestra vida de otra forma. Uno de los secretos del libro es que el impacto que supone saber que tienes un hijo con autismo ya estaba digerido cuando lo escribí, lo que te permite explicarlo viendo también las partes positivas.

El libro se cierra con Josep pronunciando sus primeras palabras con 10 años. ¿Esta parte ha evolucionado desde entonces?

Dice algunas palabras más, pero sigue teniendo un lenguaje muy pobre. Prácticamente no tiene. Lo que sí ha mejorado mucho es la comprensión, no sólo del lenguaje -esto le sigue costando mucho-, sino, sobre todo, del entorno, de lo que sucede, de entender qué es lo que está pasando y lo que puede pasar.

Fue muy rápidamente a un centro de educación especial. ¿Cómo ha sido su experiencia escolar?

Durante la etapa de infantil fue a una escuela pequeña, de una sola línea, y cuando ya tenía que empezar primaria tomamos la decisión, conjuntamente con el EAP (equipo de atención primaria), que quizás era más conveniente que fuera a una escuela de educación especial donde pudieran atender sus necesidades específicas. En primaria ya comienza todo el tema de la lectoescritura y todo esto se alejaba mucho de lo que era capaz de hacer y de lo que le interesaba a Josep. Primero hicimos unos meses de escuela compartida, pero esta etapa de transición yo siempre digo que es casi más necesaria para los padres que para los hijos, al menos ésta es nuestra experiencia, porque Josep se adaptó muy bien y rápidamente.

¿Y sigue ahí?

Sí, y estamos contentos. Él va contento.

Pero separando a los niños con autismo al final es mucho más difícil que la sociedad tenga otro tipo de mirada hacia la diversidad, ¿no cree?

Esto está claro. Pero cada niño con necesidades especiales requiere un abordaje a medida. Quizá nuestro caso sea algo extremo, porque el autismo de Josep es muy pronunciado. Yo creo en la inclusión, pero cuando se aplica a actividades en las que se pueda incluir de verdad. Por ejemplo, a Josep el deporte le gusta mucho y tiene facilidad, pues estaría muy bien que pudiera compartir las actividades relacionadas con el deporte en una escuela ordinaria con compañeros que, de otra forma, no tiene oportunidad de conocer ni de que le conozcan. No le acabo de ver el sentido a la inclusión meramente física, es decir, a compartir el mismo espacio pero haciendo cosas distintas.

En el libro se explica que les sorprendió mucho que, como familia, tuvieran que elegir entre dos metodologías distintas, incluso antagónicas, para tratar a su hijo con autismo.

Creo que ahora las aguas están más calmadas, pero en ese momento había una suerte de trifulca entre profesionales o entre entidades que batallaban para que los recursos fueran hacia una determinada forma de tratar el autismo desde la psicología. Hay dos corrientes, una basado en terapias conductistas y, la otra, en terapias psicomotrices, que parten de planteamientos diferentes, pero yo no soy ninguna experta en este tema. Los padres de niños y niñas con autismo sólo queremos lo mejor para nuestros hijos. No queremos ponernos en el bando de unos u otros. Queremos dirigir nuestros esfuerzos hacia todo lo que les permita desarrollar al máximo sus capacidades para adaptarse a un mundo que no está construido a su medida. Por eso solemos probarlo todo. Hay mucho prueba-error en este sentido. Si una terapia o un enfoque no funciona, pues pruebas otro. Lo importante es ver que tu hijo avanza y que es feliz.

Los padres no nos metemos en si la terapia debe ser conductista o psicomotriz, acabamos haciendo prueba-error, porque lo importante es ver que tu hijo avanza y que es feliz

¿Y con qué corriente se quedaron?

La verdad es que a Josep el conductismo no le ha funcionado mucho, siempre que ha visto que teníamos la intención de enseñarle cosas se ha puesto mucho de espaldas. Y tampoco ha funcionado el tema de las recompensas, que es uno de los métodos de este tipo de terapias. Lo que nos ha ido mejor es fomentar su espíritu autodidacta, proponerle cosas que le interesaran y a partir de ahí que él aprendiera a su ritmo y hiciera su evolución. Pero conste que yo no justifico forma alguna de abordar el autismo. Como realmente tampoco sabemos cuál es la causa, y al final es un cajón de sastre en el que ponemos trastornos del neurodesarrollo que tienen síntomas muy parecidos pero seguramente un origen diferente, es muy difícil saber qué es lo que funciona y qué no con el tuyo hijo. Por lo que lo que tienes que hacer es probar y ver si por ahí vamos bien.

¿Mientras escribía no le asaltaba la duda sobre si una cuestión determinada de su hijo es generalizable a todo el colectivo?

Esta pregunta te las haces a menudo. Yo creo que, explicando tu experiencia, al final el lector conecta con el sentimiento y la emoción que quieres transmitir. Y se puede sentir identificado si vive cualquier situación de diversidad, y si no la vive puedes despertarle una emoción o un recuerdo, como ese día que pensaron algo feo de alguien y quizá deberían haber pensado diferente.

¿Qué consejo nos da a las personas que no tenemos a un familiar o conocido con autismo, es decir, qué hacemos mal cuando nos encontramos a una persona con TEA?

A veces, lo primero que hacemos mal es no darnos cuenta de que esa persona tiene autismo. Muchas veces, cuando no entendemos el comportamiento diferente o extraño de alguien, tendemos a juzgarle alegremente, sin detenernos a pensar que desconocemos las circunstancias de esa persona. Como sociedad, deberíamos mejorar nuestro conocimiento sobre el autismo, más allá de los cuatro tópicos que todo el mundo ha visto en las películas, y encontrar esa pausa que nos permita observar, identificar y acercarnos a la diferencia sin miedo. Alguien que no sigue las normas sociales no es necesariamente una persona mal educada, puede ser una persona con TEA. Por otro lado, también deberíamos darles tiempo, porque en ocasiones su respuesta es más lenta de lo que normalmente esperas cuando haces una pregunta o propones algo. Y tendemos a insistir y a querer continuar la conversación muy rápidamente. Creo que les ayuda mucho que no tengamos prisa.

La Gemma i el Josep | Foto cedida per Gemma Vilanova

¿Tuvo buena acogida el libro en el mundo de la educación?

Muy buena, especialmente entre los maestros de infantil y los primeros cursos de primaria, momento en el que suelen saltar las alarmas que indican que algo no acaba de ir bien con el desarrollo de los niños con autismo. Cuando se publicó el libro en catalán me di cuenta de que eran un público muy receptivo y con muchas ganas de saber más sobre autismo, para ayudar a sus alumnos y poder comprender mejor el proceso que hacen las familias para aceptar la situación.

El otro día me comentaba Efrèn Carbonell la importancia de anticipar las cosas a los alumnos con autismo.

La anticipación es importante y es un recurso muy útil. Por lo general, a las personas con autismo les cuesta comprender el entorno y el lenguaje. Son prudentes y no les gustan las cosas desconocidas. Por eso se encuentran cómodos y seguros con sus rutinas. Anticiparles lo que sucederá les ayuda a no estar ansiosos y hacer frente a los cambios con seguridad y calma. Nosotros utilizamos fotografías, acompañadas de una explicación oral sencilla, para mostrar a Josep todo lo que vamos a hacer, sobre todo si es algo nuevo, que no conoce o que ha hecho pocas veces.

¿Utiliza pictogramas?

Sí, aunque tratemos de no ser pesados. Con las cosas del día a día, como su comprensión del lenguaje ha mejorado tanto, la palabra suele bastar. Como te comentaba, si vamos a realizar una actividad que se sale de lo habitual, sí que utilizamos fotografías y pictogramas para anticiparle lo que vendrá y que no tenga miedo.

En algunas ciudades y pueblos se han puesto pictogramas en edificios públicos y escuelas, dentro y fuera, para facilitar la identificación de estos espacios. ¿Cree que sería útil generalizarlo?

Podría serlo. Para Josep en concreto no lo sé, porque es una persona que necesita ir acompañada en todo momento y, por tanto, siempre tiene con él un referente que le puede ayudar a comprender su entorno; pero a una persona más autónoma seguramente estas referencias visuales pueden ayudarla mucho. Al mismo tiempo, creo que también crearía una cierta conciencia ciudadana de que hay personas que necesitan de un apoyo visual para comprender su entorno. Todo lo que contribuya a dar visibilidad a la diversidad es muy positivo.

En el libro hay un momento en que Josep y su padre conectan a través del running. ¿Josep sigue corriendo?

Sí, cada miércoles sube con su padre alo alto del Tibidabo (Barcelona), desde plaza Bonanova, y después bajan. Le gusta y le va bien. Todo lo que sea estar al aire libre y el contacto con la naturaleza le entusiasma.

Me causa una sana envidia, porque yo no podría aunque quisiera. Encontrar este clic supongo que fue fundamental.

Compartir esta actividad con él ha sido fundamental, porque es algo que podemos hacer en familia. Muchas veces es difícil encontrar actividades con las que podamos disfrutar todos y correr, en nuestro caso, es una de ellas.

También le debe ir bien por la autoestima, imagino.

Exacto, porque es algo que puede hacer y hace bien. Muchas veces las personas con autismo, o con cualquier otra dificultad, se dan cuenta de que no hacen las cosas tan bien como la gente que les rodea, y en cambio esto es algo que lo hace igual o mejor que muchos niños de su edad.

¿Cree que José es consciente de sus limitaciones?

Creo que lo es, y precisamente por eso es una persona muy prudente. Su hermana pequeña se hace daño mucho más a menudo, corriendo o jugando. Él, en cambio, siempre ha calculado muy bien sus posibilidades antes de lanzarse a hacer algo y muy rara vez se ha caído o se ha hecho daño. Esta prudencia forma parte de su carácter. Sólo hace aquello en lo que se encuentra cómodo y seguro.

A raíz del libro ha conocido y podido compartir ratos con muchas otras familias. ¿Qué le transmiten? ¿Esta sensación de incomprensión es generalizada?

Esta sensación está ahí. De hecho, hay un capítulo en el libro, que se titula Miradas, que es el primero que escribí, sobre un incidente que tiene lugar en la playa, en el que una señora me reprocha el comportamiento de Josep y me acaba diciendo que estoy maleducando a mi hijo. Y este es el capítulo que más habitualmente me comentan otras familias con niños con TEA cuando leen el libro, porque todas ellas han vivido alguna experiencia similar. Y esta situación es fruto del desconocimiento social, de no fijarse en las características de ese niño que está haciendo algo fuera de la norma, de no detenerse a pensar que quizás hay algo más detrás Este tipo de situaciones suelen pasar en una edad muy concreta, que es entre los 3-4 y los 8-9 años, porque son niños de aspecto absolutamente normal pero que parecen ser súper mal educados, entonces es cuando la gente te lanza la caballería y tú, según el día que tengas, o te rebotas, o intentas una salida didáctica, o te hundas en la miseria, depende de tu estado de ánimo.

Muchas familias me comentan el capítulo en el que explico cómo una mujer me acaba diciendo que estoy maleducando a mi hijo, porque todas ellas han vivido experiencias similares

¿Qué más les dicen las familias?

Obviamente existe el tema de los recursos, porque las personas con autismo necesitan un acompañamiento individual prácticamente permanente y terapias muy intensivas, y esto es muy costoso. También existen otras cosas, como la dificultad de encontrar actividades extraescolares o de ocio inclusivas y/o adaptadas. Y después está el tema del futuro. Este es, seguramente, uno de los temas que más me obsesiona actualmente. ¿Qué ocurre cuando los chicos y chicas con autismo se hacen mayores? Veo que cada persona con autismo necesita un proyecto de vida a medida, con lo que la sociedad es todavía muy rígida. Los centros especiales de trabajo y los talleres ocupacionales no me parecen la solución óptima en todos los casos. Y con el autismo se añade la complejidad de que la forma de ver el mundo es absolutamente diferente a la nuestra y todo lo que a nosotros nos llena, puede que a una persona con autismo no lo haga, que no encuentre un sentido a trabajar o producir nada, por ejemplo, porque su mente funciona con una lógica completamente diferente, y encima no nos lo pueda trasladar porque le falta el lenguaje. Quizás ahora estoy poniéndome demasiado filosófica…

Pero sí sabe cuándo algo le gusta y cuándo no.

Esto sí que lo veo. Veo cuándo es feliz y cuándo no lo es, y él también ve si yo soy feliz o no. La comunicación entre nosotros está ahí, pero no de la forma tradicional. Y esto, al final, es lo que complica que le puedas ofrecer la opción de vida que más le encaje.

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/2021/11/09/necesitamos-encontrar-esa-pausa-que-permite-identificar-y-acercarse-a-la-diferencia-sin-miedo/

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Entrevista a Eva Maria Geigl, del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia “La historia de la humanidad está hecha de migraciones sucesivas”

Por Agnès Bardon

Ya sea por razones vinculadas al clima, a los conflictos o a la subsistencia, los seres humanos siempre se han desplazado y mezclado, como lo demuestra el análisis del genoma de restos óseos hallados en los yacimientos arqueológicos. Las explicaciones nos las proporciona Eva Maria Geigl, directora de investigaciones del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia y corresponsable de un equipo de paleogenómica del Instituto Jacques Monod, en París.

¿Cuál es la función de la paleogenómica?

La paleogenómica es una disciplina complementaria de la arqueología y la antropología. Los arqueólogos realizan excavaciones y extraen fragmentos de huesos que tratan de situar en una época y una cultura determinadas. El análisis de restos humanos hallados en excavaciones puede facilitar la identificación del sexo del individuo, y a veces de su rango social y de las enfermedades que padeció, e incluso puede proporcionar pistas sobre el funcionamiento de una sociedad.

El trabajo de los paleogenetistas consiste en extraer el ADN de los huesos para analizar su genoma, que luego se compara con el de otros individuos que vivieron en periodos y lugares diferentes o que proceden de poblaciones actuales. De ese modo es posible reconstruir los linajes, o sea, los vínculos de parentesco, de proximidad genética, y también las migraciones y los mestizajes acontecidos a lo largo de la historia.

¿De qué manera los datos genéticos pueden narrar la historia biológica de una población?

El análisis genético permite caracterizar la historia del poblamiento de una región determinada y así establecer los desplazamientos y su hibridación con las comunidades autóctonas. De ese modo, la paleogenómica permitió demostrar que hace 8.500 años grupos de agricultores de Anatolia y de la región del Mar Egeo se desplazaron hacia el noroeste de Europa. La agricultura y la domesticación de animales se desarrollaron hace aproximadamente unos 12.000 años en el Creciente Fértil de Oriente Medio, en Irán y en Anatolia. Hace aproximadamente 8.500 años, esos agricultores empezaron a migrar hacia Europa por una ruta continental que se iniciaba en Grecia, pasaba por los Balcanes y seguía a través de Hungría, Austria y Alemania para concluir en el norte de Francia (en la cuenca de París).

Una segunda ruta bordeaba la costa mediterránea a lo largo de lo que hoy es Croacia, Italia, Sicilia, Cerdeña y Córcega,  hasta llegar al sur de Francia y el noreste de la península Ibérica. Estos desplazamientos ya se conocían gracias al análisis de los vestigios hallados en las excavaciones, en forma de restos de cerámica y herramientas de sílex o huesos de animales domésticos, como el cordero, que fueron introducidos por esos grupos de agricultores.

Pero, a partir de los materiales disponibles, los arqueólogos no podían precisar si solo se habían difundido entre los pueblos de Europa los conocimientos y las técnicas de los agricultores de Oriente Medio, o si los inventores de esas técnicas se habían desplazado físicamente. Gracias al análisis del genoma se pudo establecer que los agricultores se habían encontrado con los cazadores recolectores autóctonos asentados en Europa unos 14.500 años antes y que hubo un mestizaje parcial entre ambas poblaciones.

¿Es posible que el análisis basado en el genoma ayude a esclarecer determinadas realidades históricas desde una perspectiva innovadora?

En efecto, así ocurrió en 2012, cuando en la cueva de Denisova, situada en los montes Altai, en Rusia, se hallaron los restos de una joven que vivió allí hace unos 50.000 años. El análisis del genoma de una de sus falanges permitió demostrar la existencia de una población que coexistió con los neandertales. Esa población que vivía en Asia se desplazó y sus miembros se aparearon con los primeros Homo sapiens procedentes de África. Hasta ese momento los paleoantropólogos no sospechaban de la existencia de ese grupo humano.

La migración hacia Europa de los yamnayas, nómadas procedentes de las estepas situadas al norte del mar Negro, es otro ejemplo. Estos pueblos, cuya economía se basaba en la cría de ganado bovino, ingresaron en el centro y el norte de Europa hace aproximadamente 5.000 años. Esos nómadas de las estepas, en su mayoría de sexo masculino, se aparearon con mujeres de las comunidades autóctonas de agricultores del neolítico tardío. Pero, al lograr mejores tasas de reproducción, se produjo un importante reemplazo genético, lo que se denomina una introgresión.

Todavía hoy, en Bretaña, en el oeste de Francia, Irlanda y el Reino Unido, entre el 80% y el 90% de los hombres son portadores del cromosoma Y de los yamnayas. Los arqueólogos ignoraban ese fenómeno, porque no se habían encontrado restos materiales del paso de los yamnayas.

¿Se conocen las causas de esas migraciones?

Es posible imaginar distintas causas, pero se trata de hipótesis. No podemos aportar puebas científicas. Esos desplazamientos tal vez ocurrieran por motivos climáticos, pero también podría tratarse de causas demográficas. Sin duda las migraciones podrían haber sido causadas por necesidades vinculadas a la subsistencia del grupo, como ocurrió con las comunidades de cazadores recolectores que seguían las migraciones de los grandes cuadrúpedos. A medida que el clima cambiaba, los seres humanos tuvieron que buscar otras regiones para asentarse. Pero los choques entre diversos grupos humanos también podrían haber sido la causa. Tal como ocurre actualmente, es probable que entonces las personas se desplazaran por motivos climáticos y de subsistencia o a causa de los conflictos.

A la luz del análisis del genoma de nuestros antepasados, ¿es posible afirmar que todos somos migrantes?

Sin duda. Para empezar, todos somos de origen africano, porque todos nuestros ancestros vinieron de África. El Homo sapiens evolucionó en África y abandonó el continente en oleadas sucesivas. La última de esas migraciones fue la de nuestros antepasados directos. Y también somos todos migrantes, porque la historia de la humanidad está tejida por una sucesión de migraciones. Desde siempre, los grupos de población se desplazan y se mezclan, lo que a veces se traduce en la sustitución de las poblaciones autóctonas, aunque no siempre es así.

No somos sedentarios. Siempre hemos tenido que movernos y adaptarnos. No hay poblaciones genéticamente “puras”. Esto además debería alegrarnos porque, biológicamente, necesitamos que nuestro patrimonio genético se mezcle.

Fuente: https://es.unesco.org/courier/2021-4/eva-maria-geigl-historia-humanidad-esta-hecha-migraciones-sucesivas

Fuentes: El Correo de la Unesco [Imagen: Todos somos migrantes, del ilustrador serbio Goran Bajić]

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