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Infancias: “Es un mundo complicado el de hoy, y los chicos tienen una única brújula, que somos sus adultos”

Aunque ya haya pasado el Día del Niño, vale la pena tomarse un momento para reflexionar sobre esta etapa de la vida, los derechos vigentes, los que están vulnerados y los que se cumplen por esfuerzos particulares, convicción de padres y cuidadores y desde organismos que trabajan por el cuidado de la niñez. Por eso la convocatoria a la Lic. en Psicología Antonella Gross Aldecoa, para una entrevista en La Nueva Radio Suárez.

Se refirió la profesional consultada a “la complejidad del rol de los papás y las familias, en acompañar estas infancias un poco perdidas en el ciber espacio. El de hoy, es un mundo complicado y los chicos tienen una única brújula, que somos sus adultos. Si nos perdemos los adultos… ¿quién orienta a nuestros niños?”. Por esto, reflexiona Gross Aldecoa que “ser guía, ser brújula en este mundo de tanta información pasa mucho más por enseñar habilidades, por acompañar desde la educación emocional, que desde el lugar de pasarle una información que ellos ya tienen sumamente accesible, por todos los medios digitales que utilizan”.

Por lo que invitó a reflexionar sobre el rol que toca a los padres o cuidadores adultos. “posicionarnos en cómo son estas infancias, cómo acompañar”. Agrega que viró, “la forma de pensar estas infancias hacia un paradigma de derechos; en buena hora”. Por supuesto, dijo “que hay muchos derechos que siguen vulnerados, tanto por parte de los estados, como por parte de las familias, en términos de violencias, sobre todo, o del acceso a la educación, a la salud, a una alimentación saludable y completa”. Por lo que dice, “hay mucho para hacer para cuidar nuestras infancias. A gran escala, y también a pequeña escala. Creo, que hay mucho trabajo por hacer, y en eso nos tenemos que concientizar de que somos nosotros los que tenemos que hacerlo”.

Por lo que invita, a posicionarse desde el espacio de la casa y la familia, preguntándose qué se puede hacer para acompañar estas infancias, en este mundo complicado, se trata de “volver a estar con el otro, volver a mirarnos, volver a compartir, a escuchar, desde una escucha empática”. Lo que es importante para los adultos, no es importante para los chicos”, por lo que invita a tomar en cuenta que eso de lo que hablan, preguntan, dicen, “para ellos, es lo más importante”.

Por lo que los grandes, dice la profesional consultada, “debemos tener la sensibilidad suficiente para sostener una escucha activa, y comprensiva de eso que les pasa, eso también aprenden: a escuchar. Si dejamos de mirar las pantallas, y volvemos a mirarnos, ellos también aprenden a registrar las emociones en el otro. Hay mucho que hacer para volver al encuentro real, genuino, en esas dos personas”.

Consultada en torno a cuándo acudir a la ayuda profesional, en aquellas cosas que los padres se plantean y no saben cómo llegar, pidió, “volver a mirar, volver a escuchar y darme cuenta cuándo mi hijo está sufriendo por algo y si yo me detecto que no tengo las herramientas para acompañarlo en ese sufrimiento, siempre es importante hacer una consulta. Que tal vez no implique un tratamiento extenso, sino que tal vez, es una o dos entrevistas de orientación y ya está”.

Aclara la Lic. Gross Aldecoa que otra cosa es, “cuando yo como papá me doy cuenta que hay cosas que no se manejar, entonces, la consulta la tengo que hacer yo. Porque a mí me están faltando herramientas para acompañar esa crianza. Entonces, está bueno eso. No siempre el problema es el niño/a. A veces, somos los adultos los que nos quedamos sin herramientas, porque el cambio en los modos de crianza ha sido tan fugaz, que hemos recibido una cosa muy distinta a la que tenemos que dar ahora. Entonces, es lógico que no vamos a tener las herramientas, las tenemos que ir construyendo. En esos casos, es el padre/madre, el que tiene que ir a hacer la consulta, no llevar al hijo. Preguntando cómo puede hacer para acercarse a su hijo, como puede hablar con él. Asumir, que uno a veces, no se las sabe todas, y que a veces, puede recibir una mano de alguien, que estudió cosas que le pueden llegar a servir. Construir juntos, con el profesional, las herramientas que necesita esa mamá o ese papá”.

https://www.lanuevaradiosuarez.com.ar/sociedad/infancias-es-un-mundo-complicado-el-de-hoy-y-los-chicos-tienen-una-unica-brujula-que-somos-sus-adultos-64289.html

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CII-OVE: Libros imprescindible para las y los docentes. Descarga gratuita.

Por: Luz Palomino/CII-OVE

Ofrecemos estos cuatros libros de lecturas imprescindibles para docentes relacionadas con el ámbito educativo: tendencias, aprendizaje y futuro de la educación, entre otros.

Los libros suponen una fuente de información y una herramienta de consulta básica. Recomendamos estos libros para docentes que quieran ampliar sus conocimientos y mejorar la experiencia educativa en clase.

Atrévete a leer, a imaginar y a soñar. Los libros te esperan con los brazos abiertos, listos para llevarte a lugares lejanos y tiempos remotos. ¡Empieza esta maravillosa aventura y descubre el poder de la lectura!

  1. Daniel Coleman: Inteligencia Emocional

«La inteligencia emocional» es un libro escrito por Daniel Goleman y publicado en 1995. El libro explora la importancia de las habilidades emocionales en el éxito personal y profesional y cómo estas habilidades pueden ser desarrolladas y mejoradas.

El resumen del libro «La inteligencia emocional» sería el siguiente:

El libro comienza explicando cómo la inteligencia emocional (IE) es un factor crucial en la vida de las personas, incluso más importante que el coeficiente intelectual (CI) tradicional. Goleman sostiene que la IE está compuesta por cinco componentes clave:

  1. Autoconciencia: La capacidad de reconocer y entender nuestras propias emociones, así como el impacto que tienen en nuestro comportamiento y decisiones.
  2. Autorregulación: La habilidad para manejar y controlar nuestras emociones, evitando reacciones impulsivas y destructivas.
  3. Motivación: La capacidad de establecer metas y mantener la determinación y el impulso para alcanzarlas, a pesar de los obstáculos.
  4. Empatía: La capacidad de comprender y sintonizar emocionalmente con los sentimientos y perspectivas de los demás.
  5. Habilidades sociales: La competencia para relacionarnos efectivamente con los demás, fomentar relaciones saludables y resolver conflictos.

Goleman proporciona ejemplos y estudios que respaldan la importancia de la IE en la vida diaria, incluyendo el ámbito laboral, las relaciones interpersonales y el bienestar general. Argumenta que aquellos que poseen un alto nivel de IE tienden a tener relaciones más satisfactorias y exitosas tanto en el trabajo como en su vida personal.

El libro también aborda la neuroplasticidad, la capacidad del cerebro para cambiar y desarrollarse a lo largo de la vida, lo que significa que la IE se puede aprender y mejorar a lo largo del tiempo. Goleman ofrece estrategias y técnicas para desarrollar la IE, como la práctica de la atención plena (mindfulness), la gestión del estrés y la mejora de las habilidades de comunicación y empatía.

Es un libro influyente que pone de relieve la importancia de las habilidades emocionales en nuestra vida y cómo podemos cultivar y mejorar nuestra inteligencia emocional para alcanzar el éxito personal y profesional.

Descárgalo aquí: La-Inteligencia-Emocional-Daniel-Goleman-1

  1. 2) La fábrica de cretinos digitales: Los peligros de las pantallas para nuestros hijos» es un libro escrito por Michel                  Desmurget.

Publicado en 2019. En este libro, Desmurget explora los impactos negativos que la exposición excesiva a las pantallas y el uso indiscriminado de dispositivos digitales tienen en el desarrollo cognitivo, emocional y social de los niños y adolescentes.

Michel Desmurget, un neurocientífico reconocido, recopila y analiza diversos estudios científicos que demuestran cómo el uso excesivo de pantallas, como teléfonos inteligentes, tabletas, computadoras y televisión, está afectando negativamente a las mentes jóvenes. El autor argumenta que la sobreexposición a las pantallas está generando una «fábrica de cretinos digitales», refiriéndose al impacto negativo en la inteligencia y el desarrollo cognitivo de los niños.

Desmurget presenta evidencia convincente de que el uso excesivo de pantallas durante la infancia y la adolescencia está asociado con una disminución en la atención, el rendimiento académico y la memoria. Además, advierte sobre los efectos negativos en la capacidad de los niños para desarrollar habilidades sociales y emocionales adecuadas, así como la posibilidad de aumentar los riesgos de problemas de salud mental.

El autor también destaca cómo las grandes compañías tecnológicas diseñan sus productos para captar la atención de los niños y mantenerlos adictos a las pantallas, con el fin de aumentar sus ganancias y tiempo de uso. Esto crea un círculo vicioso en el que los niños quedan atrapados en un comportamiento compulsivo y poco saludable frente a los dispositivos digitales.

A lo largo del libro, Desmurget proporciona recomendaciones para los padres y educadores sobre cómo manejar adecuadamente el acceso de los niños a las pantallas, promoviendo un uso equilibrado y saludable de la tecnología. También hace un llamado a la industria y a las autoridades para tomar medidas responsables y éticas para proteger a los niños de los efectos nocivos de la sobreexposición a las pantallas.

«La fábrica de cretinos digitales» es una obra que alerta sobre los peligros de un uso descontrolado de pantallas y la necesidad de tomar medidas para proteger el desarrollo saludable de los niños en la era digital. El libro ofrece una mirada crítica y fundamentada científicamente sobre el impacto negativo de la tecnología en la juventud y cómo podemos abordar este problema como sociedad.

Descárgalo aquí: La_fabrica_de_cretinos_digitales_Michel

  1. 3) Por qué la infancia» escrito por Francesco Tonucci.

también conocido como «Frato», un pedagogo y dibujante italiano. El ofrece una visión crítica y reflexiva sobre la infancia y la educación infantil en la sociedad contemporánea.

Francesco Tonucci cuestiona y analiza la forma en que la sociedad moderna y el sistema educativo tratan a los niños y la infancia en general. El autor argumenta que la infancia ha sido objeto de una especie de «robo», donde se les priva de su tiempo para jugar, explorar y aprender de manera natural. Tonucci sostiene que la educación tradicional y el enfoque académico excesivo están afectando negativamente el desarrollo infantil y su bienestar emocional.

El autor enfatiza la importancia del juego como una herramienta fundamental para que los niños aprendan y se desarrollen de manera integral. Destaca cómo el juego permite a los niños explorar el mundo, desarrollar su creatividad, solucionar problemas y fortalecer habilidades sociales.

Tonucci también critica la excesiva influencia de los adultos en la vida de los niños, destacando cómo a menudo se les trata como objetos de instrucción y control en lugar de ser considerados sujetos activos de su propio aprendizaje y desarrollo.

A través de anécdotas, investigaciones y reflexiones, el autor aborda temas como la importancia de los espacios públicos y los entornos urbanos amigables para los niños, la necesidad de una educación más centrada en sus necesidades y deseos, y la relevancia de escuchar y respetar las opiniones de los más jóvenes.

Tonucci aboga por una transformación en la manera en que se concibe y se trata la infancia en la sociedad, promoviendo un enfoque más respetuoso, participativo y lúdico en la educación de los niños.

El libro es un llamado a la reflexión sobre cómo se aborda la infancia en la sociedad moderna y cómo se puede mejorar la educación y el bienestar de los niños a través de un enfoque más respetuoso, lúdico y centrado en sus necesidades y deseos.

Descárgalo aquí: Por_que_la_infancia

  1. 4) Pedagogía y política de la esperanza:  Henry A. Giroux

Publicado en 1997, el libro es una recopilación de ensayos y artículos que Giroux ha escrito a lo largo de su carrera, abordando temas relacionados con la pedagogía crítica, la cultura popular, la política y la enseñanza.

Esta obra de Henry A. Giroux aborda la intersección entre la educación y la política, destacando la importancia de una pedagogía crítica que cuestione el statu quo y promueva una visión más democrática y liberadora de la enseñanza y el aprendizaje.

En el libro, Giroux critica el sistema educativo tradicional que, según él, reproduce las desigualdades sociales y fomenta una cultura de conformidad y obediencia en lugar de alentar el pensamiento crítico y la participación ciudadana. Argumenta que la pedagogía crítica debe enfocarse en empoderar a los estudiantes y ayudarles a comprender y cuestionar las estructuras de poder y dominación presentes en la sociedad.

Además, Giroux analiza la importancia de la cultura popular en la formación de identidades y valores en los jóvenes. Examina cómo los medios de comunicación y la cultura de masas influyen en la percepción del mundo por parte de los estudiantes y cómo esto puede tener un impacto en su desarrollo y comprensión del entorno social.

En el libro, Giroux también se adentra en temas relacionados con la globalización, la tecnología, el neoliberalismo y la crisis de la educación pública. Propone una visión humanista de la educación que valora la diversidad, la inclusión y el compromiso con la justicia social.

Es una antología crítica» una recopilación de ensayos en los que Henry A. Giroux aborda temas cruciales en el ámbito de la educación y la política, instando a una pedagogía crítica y comprometida con la transformación social y el empoderamiento de los estudiantes. Su trabajo invita a reflexionar sobre el papel de la educación en la formación de una sociedad más justa y democrática.

Descárgalo aquí: henry-giroux-pedagogia-y-politica-de-la-esperanza-1

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Estrategias para la Integración de Tecnologías en las practicas pedagógicas II.

Por: Luz Palomino[1]

Como lo hemos mencionado en otros escritos, los avances tecnológicos han ampliado el espectro de las formas a través de las cuales la sociedad accede a la información y, por lo tanto, ha cambiado también los procesos de aprendizaje, con un impacto directo -no siempre asumido- en las dinámicas escolares.

Si bien esta hibridación tecnología-aprendizaje se expresa de manera objetiva en las instituciones escolares donde asisten docentes y estudiantes de clase media, clase media alta y ricos, expresándose como déficit en las escuelas y universidades donde asisten l@s hij@s de la clase trabajadora, es innegable que la aceleración de la innovación muestra una tendencia educativa irreversible, más allá de los flujos y reflujos de su instauración, propios de las diputas económicas entre empresas del área tecnológica y de estas con las corporaciones hegemónicas en el modelo educativo analógico.

Las pizarras interactivas, las tabletas, las plataformas de aprendizaje en línea y las aplicaciones educativas han ampliado el horizonte de posibilidades para las dinámicas de enseñanza y han abierto un mundo de posibilidades para la creatividad y la interactividad en el aula. Los recursos digitales han democratizado el acceso al conocimiento, permitiendo que l@s estudiantes exploren temas más allá de los confines del libro de texto tradicional y descubran una amplia variedad de perspectivas y culturas.

La tecnología también ha facilitado la personalización del aprendizaje. L@s docentes pueden adaptar los materiales y las actividades para satisfacer las necesidades y estilos de aprendizaje individuales de l@s estudiantes. Además, el aprendizaje en línea y las herramientas de evaluación permiten un seguimiento más detallado del progreso de cada estudiante, brindando retroalimentación más específica y relevante. Contradictoriamente, la desinversión en materia salarial y condiciones de trabajo docente, ha llevado a cifras impensables hace solo una década el número de estudiantes por docente, restándoles posibilidades reales al aprendizaje personalizado.

Sin embargo, sostenemos que toda estrategia de enseñanza personalizada debe estar sujeta o articulada con dinámicas de aprendizaje colectivo, porque al final todo proceso educativo es un proceso de intercambio social y de consolidación mediante la evidencia de su utilidad práctica.

No obstante, a pesar de estos avances, también enfrentamos desafíos importantes. Uno de ellos es la brecha digital. Si bien la tecnología ha ampliado el acceso a la educación, todavía existen comunidades desfavorecidas que carecen de los recursos y la conectividad necesaria para aprovechar plenamente los beneficios de la tecnología en el aula. Es fundamental garantizar que todos l@s estudiantes tengan igualdad de oportunidades para participar en el aprendizaje digital. Ello pasa por lograr colocar encima de cada pupitre escolar una computadora, dotar alas escuelas de internet de banda ancha y la construcción de plataformas de interacción virtual autónomas, nacionales, elaboradas con taxonomías no reproductivas.

Otro desafío es la dependencia excesiva de la tecnología. Si bien la tecnología puede ser una herramienta valiosa, no debe reemplazar la presencia y la interacción humana en el aula. L@s docentes deben encontrar un equilibrio entre el uso de la tecnología y las estrategias tradicionales de enseñanza, asegurándose de que el aprendizaje siga siendo significativo y contextualizado.

Además, surge la preocupación sobre el impacto de las tecnologías en el bienestar emocional y social de l@s estudiantes. El uso excesivo de dispositivos electrónicos puede tener efectos negativos en la salud mental de los jóvenes, como la ansiedad y la falta de sueño. Es esencial promover el uso responsable y equilibrado de la tecnología, fomentando el desarrollo de habilidades sociales y emocionales necesarias para interactuar efectivamente en la sociedad.

En este contexto, es crucial que l@s docentes sean formados y apoyados en su esfuerzo por integrar la tecnología de manera significativa en el aula. La formación continua, el acceso a recursos adecuados y el desarrollo de comunidades de aprendizaje son fundamentales para que los docentes puedan aprovechar plenamente el potencial de la tecnología en la educación.

Esto requiere enfoques y estrategias efectivas que les permitan adquirir las habilidades necesarias para integrar la tecnología de manera significativa en su práctica pedagógica. A continuación, se presentan algunos enfoques y estrategias:

  1. Desarrollo profesional basado en las necesidades: La formación debe diseñarse a partir de las necesidades específicas de los docentes. Esto implica identificar las habilidades digitales que requieren y las áreas en las que desean mejorar. Al adaptar la actualización a las necesidades individuales de los docentes, se maximiza su motivación y compromiso con el proceso de aprendizaje.
  2. Aprendizaje activo y práctico: Es importante proporcionar a los docentes oportunidades de aprendizaje práctico, donde puedan experimentar directamente con herramientas y tecnologías digitales. Esto puede incluir talleres prácticos, actividades de resolución de problemas y proyectos de implementación en el aula. El enfoque en el aprendizaje activo y práctico permite a los docentes adquirir habilidades mediante la práctica y la reflexión sobre su experiencia.
  3. Aprendizaje entre pares y colaboración: Fomentar la colaboración entre docentes es una estrategia efectiva para la capacitación en competencias digitales. Esto puede incluir la formación de comunidades de práctica en las que los docentes compartan experiencias, ideas, recursos y mejores prácticas. El aprendizaje entre pares fomenta el intercambio de conocimientos y permite a los docentes aprender unos de otros.
  4. Formación en servicio y seguimiento: La capacitación no debe ser un evento único, sino un proceso continuo. Es importante brindar oportunidades de formación en servicio que permitan a los docentes recibir apoyo y orientación a medida que aplican las habilidades digitales en su práctica pedagógica. Además, se deben proporcionar mecanismos de seguimiento y retroalimentación para evaluar el progreso y brindar oportunidades de mejora continua.
  5. Uso de recursos en línea: Los recursos en línea, como cursos virtuales, tutoriales, videos y materiales educativos digitales, pueden ser herramientas valiosas para la capacitación en competencias digitales. Estos recursos permiten a los docentes aprender a su propio ritmo y acceder a contenido actualizado y relevante. Además, pueden ser utilizados como complemento de otras estrategias de capacitación.

Al utilizar estos enfoques y estrategias, se puede crear un entorno de aprendizaje efectivo que permite a l@s docentes adquirir las habilidades digitales necesarias para integrar la tecnología de manera efectiva en su práctica pedagógica. Es importante adaptar estas estrategias a las necesidades y contextos específicos de l@s docentes, considerando sus niveles de experiencia previa y las metas de aprendizaje establecidas.

La integración efectiva de la tecnología en la práctica pedagógica requiere el uso de mejores prácticas que maximicen los beneficios de la tecnología para mejorar el aprendizaje de l@s estudiantes. A continuación, se presentan algunas de estas prácticas:

  1. Enfoque centrado en el aprendizaje: Colocar al estudiante en el centro del proceso de enseñanza y aprendizaje es fundamental. La tecnología debe utilizarse para promover la participación activa de los estudiantes, fomentar la exploración y el descubrimiento, y permitir que los estudiantes sean constructores de su propio conocimiento.
  2. Diseño de actividades y recursos digitales significativos: Estos deben estar cuidadosamente diseñados para promover el pensamiento crítico, la resolución de problemas y la creatividad. Deben ser relevantes, auténticos y alineados con los objetivos de aprendizaje. Además, es importante utilizar una variedad de recursos digitales, como videos, simulaciones, juegos interactivos y aplicaciones educativas, para diversificar las experiencias de aprendizaje.
  3. Personalización del aprendizaje: La tecnología ofrece oportunidades para adaptar el aprendizaje a las necesidades individuales de los estudiantes. Los docentes pueden utilizar herramientas y plataformas digitales que permitan la diferenciación y personalización del contenido, los ritmos de aprendizaje y las actividades según las habilidades, intereses y estilos de aprendizaje de los estudiantes.
  4. Evaluación formativa y retroalimentación efectiva: La tecnología puede facilitar la evaluación formativa y la retroalimentación oportuna. Los docentes pueden utilizar herramientas digitales para realizar un seguimiento del progreso de los estudiantes, recopilar datos sobre su desempeño y proporcionar retroalimentación individualizada. Esto permite ajustar la instrucción y brindar apoyo adicional en tiempo real. Como se trata de un proceso de educación que trasciende lo escolar, el manejo de los datos debe ser abierto y autorizado por l@s estudiantes.
  5. Colaboración y aprendizaje en línea: La tecnología permite la colaboración entre estudiantes y docentes más allá de los límites físicos del aula. Los docentes pueden utilizar plataformas y herramientas en línea para fomentar la colaboración, el intercambio de ideas y la creación conjunta de conocimiento. Además, se pueden aprovechar entornos virtuales de aprendizaje para facilitar el aprendizaje en línea, permitiendo la interacción y el acceso a recursos en cualquier momento y lugar.
  6. Desarrollo profesional continuo: Los docentes deben recibir oportunidades de desarrollo profesional continuo en relación con el uso efectivo de la tecnología en la enseñanza. Esto implica la participación en talleres, cursos, conferencias y comunidades de práctica que promuevan el intercambio de experiencias y el aprendizaje colaborativo entre docentes.

Estas prácticas proporcionan un marco para integrar eficazmente la tecnología en la práctica pedagógica. Sin embargo, es importante adaptarlas a las necesidades y contextos específicos de l@s estudiantes y l@s docentes. La reflexión constante, la experimentación y la retroalimentación son claves para mejorar continuamente la integración de la tecnología en la enseñanza y el aprendizaje.

Al explorar la importancia de que l@s docentes adquieran habilidades digitales y cómo pueden ser capacitados de manera eficaz para integrar la tecnología en su práctica pedagógica, se han identificado los siguientes hallazgos:

  1. La transformación digital en la educación es crucial en el contexto actual, donde la tecnología desempeña un papel cada vez más importante en nuestra vida cotidiana.
  2. Los docentes que adquieren habilidades digitales pueden mejorar la enseñanza y el aprendizaje al personalizar la educación, fomentar la participación de los estudiantes y utilizar recursos digitales relevantes.
  3. La adquisición de habilidades digitales por parte de los docentes fomenta la creatividad y la colaboración, habilidades esenciales para preparar a los estudiantes para el mundo actual y futuro.
  4. La integración efectiva de la tecnología en la práctica pedagógica amplía el acceso a recursos educativos en línea, enriqueciendo así las experiencias de aprendizaje.
  5. Sin embargo, existen desafíos comunes en la formación de docentes en habilidades digitales, como la resistencia al cambio, la falta de recursos y el acceso limitado a la tecnología.

En conclusión, los avances tecnológicos en el aula han abierto un mundo de posibilidades para mejorar el aprendizaje y la enseñanza. Sin embargo, también enfrentamos desafíos que requieren una atención cuidadosa. Es responsabilidad de todos los actores en el ámbito educativo trabajar juntos para garantizar que la tecnología se integre de manera efectiva, equitativa y responsable en el aula, brindando a los estudiantes una educación relevante y preparándolos para enfrentar los desafíos del futuro con confianza.

Bibliografías consultadas:

  • Bonilla, L.B. (2023): Nueva cruzada conservadora en las escuelas y universidades: el lápiz contra la inteligencia artificial
  • Narváez-Montoya, A. (2019). Comunicación educativa, educomunicación y educación mediática: Una propuesta de investigación y formación desde un enfoque culturalista. Palabra Clave22(3), 1-30. https://doi.org/10.5294/pacla.2019.22.3.11[ Links ]
  • Winocur, R. (2019). La tribu de los memes. Un territorio virtual de inclusión-exclusión entre los adolescentes. Comunicación y Sociedade7327, 1-22. https://doi.org/10.32870/cys.v2019i0.7327[ Links ]

[1] Comunicadora Social. Maestrante en la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez (Caracas) y la Universidad de Quilmes (Buenos Aires). Militante feminista e integrante del colectivo “Aquelarre de las Insumisas”. Directora del Centro Internacional de Investigación Otras Voces en Educación asociado al Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO). Integrante de la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE). Directora editorial del sitio web otrasvoceseneducacion.org  Correo electrónico: mayorga.luz@gmail.com

Imagen realizada con Inteligencia Artificial 

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Diplomado en Tecnologías e Investigación Educativa en línea (sincrónico y asincrónico)

Centro Internacional de Investigación Otras Voces en Educación
Inscripciones abierta para el programa de tecnologías e investigación educativa que se desarrolla bajo la modalidad de diplomado de manera online. Está pensado para alcanzar 160 horas de formación en educación, comunicación, investigación, organización con herramientas digitales y virtuales. Va dirigido tanto a profesionales del ámbito educativo como a todas las personas que quieran adquirir y conocer los conocimientos principales de este sector. Además, de a todas las instituciones educativas que quieran formarse o especializarse en esta área de la investigación educativa.
La educación tiene el desafío de desarrollar competencias tales como el análisis crítico, la innovación y creatividad, el pensamiento científico, autoconocimiento y autocontrol, habilidades interpersonales, sociales y el trabajo en equipo; que nos permiten desenvolvernos adecuadamente en los cambios del siglo XXI, que transita por una transformación social y tecnológica profunda. Dominar el contexto tecnológico, así como el uso y aplicación de metodologías permitirá a l@s participantes integrar la tecnología en sus procesos de manera tal que podrán enfrentar trabajos y utilizar herramientas para desenvolverse en un mundo cada vez más incierto y desafiante.
Esta elaborado para comunidades, estudiantes y profesionales que desean acercarse a estas dinámicas de una manera amigable y práctica, tendrás la posibilidad de aprender haciendo, con ejercicios simuladores que te permita poder identificar los métodos a aplicar según el objeto de estudio, además de desarrollar estructuras científicas correspondientes que te permitan presentar trabajos de investigación dentro de las Ciencias Sociales, a la par, te brinda conocer las bondades de herramientas en el uso de tecnologías necesarias para tu formación.
Objetivo:
El programa busca contribuir en la capacidad de l@s docentes, investigador@s y/o estudiantes puedan participar en un contexto de cambio y transformación constante. Al finalizar el curso, l@s participantes de este programa valorarán y comprenderán el contexto transformador de las tecnologías conectadas con las diferentes metodologías de la investigación,  siendo capaz de integrar las tecnologías en el proceso de enseñanza-aprendizaje, conocer a través de la experimentación las herramientas y métodos de aprendizaje más significativos para el desarrollo de competencias vinculadas al pensamiento critico y creativo para la resolución de problemas en un mundo cada vez mas competitivo.
Una de las características del curso se basa en estudiar los principios de calidad educativa, atención a la diversidad y liderazgo. Sin olvidar, que en la actualidad las nuevas tecnologías han tenido un fuerte impacto en el ámbito educativo, eso ha generado la aplicación de la innovación en la formación del docente y en las instituciones educativas. Por último, con esta formación el/la participante podrá conocer los modelos de innovación e investigación actuales.
Certificado:
Centro Internacional de Investigaciones Otras Voces en Educación, centro miembro de CLACSO y CLADE

Duración: tres meses (12 semanas) del 08 de julio al 23 de septiembre del 2023.

Descarga el programa aquí: tabla final

Encuentros: Asincrónicos y 12 encuentros sincrónicos con especialistas (tres hrs), los sábados  de 09:00 a las 12:00 hrs Panamá-Colombia/ 10:00-13:00 hrs Venezuela-Puerto Rico-Bolivia/11:00-14:00 Argentina-Brasil.

Inversión: Cuota solidaria para los gastos administrativo del portal, zoom, Redes sociales, entres otros

60 dólares EEUU. Financiados en dos cuotas

Pueden pagar a través de western unión, PayPal y transferencias bancarias.

Inscríbete aquí:  https://forms.gle/FVkKYaXfJA8RPrHi9

Saludos

Esp. Luz Palomino

Dra. Rose Mary Hernández

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Explorando la importancia de adquirir habilidades digitales y su integración en las prácticas pedagógicas.

Por: Luz D Palomino M/CII-OVE

Este escrito examina la importancia de que las/los docentes adquieran habilidades digitales y algunas propuestas para la formación permanente que posibilite integrar las tecnologías en su práctica pedagógica. En un mundo cada vez más digital, estas capacidades se han vuelto esenciales para las/los educadores. Exploraremos cómo el desarrollo de habilidades digitales puede beneficiar a las/los docentes y a sus estudiantes, así como los desafíos y las estrategias para la formación permanente a los/las profesionales de la educación en el uso de la tecnología.

En la sociedad actual, caracterizada por avances tecnológicos constantes y una creciente dependencia de la tecnología fundamentada en algoritmos, la educación no puede permanecer ajena a estos cambios. La transformación digital en las aulas se ha convertido en una necesidad imperante para garantizar que las/los estudiantes adquieran las habilidades necesarias para prosperar en un mundo cada vez más mediado por el internet de las cosas, los bloques de datos y la realidad aumentada. La integración de la tecnología en la práctica pedagógica presencial ofrece numerosas demandas y oportunidades para mejorar la educación.

A pesar de la creciente importancia de las capacidades digitales en la educación, much@s docentes enfrentan desafíos al intentar integrar la tecnología en sus prácticas pedagógicas. Algun@s docentes carecen de la formación (brecha epistémica) y las habilidades necesarias para utilizar herramientas digitales de manera significativa, lo que limita su capacidad para aprovechar al máximo los escasos recursos tecnológicos disponibles. Esto puede conducir a una brecha digital en el aula y a una falta de preparación de los estudiantes para el mundo digital en el que viven.

También, «La adquisición de habilidades digitales por parte de l@s docentes abre puertas a una amplia gama de recursos educativos en línea, incluyendo contenido interactivo, simulaciones, plataformas de aprendizaje en línea y comunidades de práctica. Esto permite enriquecer las experiencias de aprendizaje y acceder a materiales actualizados y relevantes» (Rojas & Serrano, 2019).

Las demandas de integración de la tecnología en las aulas se basan en las necesidades cambiantes de l@s estudiantes y en la preparación para la sociedad y el mercado laboral del siglo XXI; resulta imposible desconocer el impacto de la cultura algorítmica y la minería de datos en todos los campos del saber.

L@s estudiantes de hoy han crecido inmersos en una cultura digital y están acostumbrados a utilizar dispositivos y recursos digitales en su vida diaria, aunque en muchos casos ese uso sea instrumental y consumista, desprovisto de pensamiento crítico. Esa falencia debe ser resuelta por la educación y los sistemas escolares, quienes deben alumbrar el camino para ir más allá de la reproducción cultural. Como resultado, los y las estudiantes esperan que la educación refleje su entorno tecnológico y se les brinde la oportunidad de aprender de manera activa y atractiva a través de herramientas digitales.

Además, la integración crítica, constructiva y creativa de la tecnología en la práctica pedagógica ofrece oportunidades para mejorar la calidad de la educación. Las herramientas digitales pueden aumentar la participación de los estudiantes al proporcionar interactividad y experiencias de aprendizaje más dinámicas. También permiten el acceso a una gran cantidad de recursos educativos en línea, lo que enriquece el proceso de autonomía en la enseñanza y los aprendizaje.

La incorporación de lo digital a las actividades educativas no solo promueve el desarrollo de habilidades claves para el siglo XXI, como la creatividad, el pensamiento crítico, la colaboración y la resolución de problemas, sino que hace de la escuela y la universidad lugares actualizados y dinámicos que democratizan el conocimiento de la época.

Las herramientas digitales pueden usarse para fomentar el trabajo en equipo y la comunicación, ya sea a través de proyectos colaborativos en línea o de herramientas de comunicación digital. Estas habilidades son fundamentales para que l@s estudiantes se conviertan en ciudadanos activos y competentes en un mundo cada vez más conectado y globalizado.

La tecnología proporciona a los docentes y estudiantes herramientas y recursos para fomentar la creatividad, permitiendo a los estudiantes expresarse de maneras nuevas y originales. Además, la integración de la tecnología puede aumentar la participación de los estudiantes al brindarles oportunidades interactivas y estimulantes» (Bawane & Spector, 2020).

Después de este recorrido teórico presentamos algunas propuestas para mejorar las capacidades y habilidades digitales:

  1. Alfabetización digital: Tiene dos dimensiones, la primera se refiere a la capacidad de utilizar y comprender las herramientas y tecnologías digitales de manera clara y efectiva. Implica habilidades básicas como el manejo de dispositivos, la navegación en Internet, el uso de aplicaciones y la comprensión de conceptos fundamentales relacionados con la tecnología. La segunda, apropiarse de los algoritmos y la programación básica, para superar la reproducción y entrar a la creación de sentidos, herramientas, plataformas y contenidos. La alfabetización digital es fundamental para que l@s docentes puedan aprovechar al máximo las herramientas digitales en su práctica pedagógica.
  2. Capacidad tecnológica: Se refiere a las posibilidades de actuar autónomamente en el diseño virtual-digital de dinámicas de selección, utilización y evaluación, adecuando contextualmente diferentes herramientas y tecnologías disponibles en el contexto educativo. Implica conocer y comprender las aplicaciones y recursos digitales relevantes para el aprendizaje, así como saber cómo integrarlos de manera efectiva en la planificación y ejecución de actividades educativas. La capacidad tecnológica permite a los docentes utilizar las herramientas digitales de manera eficiente y aprovechar su potencial educativo.
  3. Competencia informacional: Se relaciona con la capacidad de buscar, evaluar y utilizar información de manera crítica y ética. Incluye habilidades para localizar fuentes confiables, evaluar la calidad de la información, seleccionar la información relevante y utilizarla de manera efectiva en el proceso de enseñanza y aprendizaje. La competencia informacional es fundamental para ayudar a los estudiantes a desarrollar habilidades de pensamiento crítico y para fomentar la investigación y el análisis en el contexto educativo.
  4. Competencia comunicativa: Esta se refiere a la capacidad de utilizar eficazmente las herramientas y tecnologías de comunicación digital para interactuar, colaborar y compartir información con l@s estudiantes, otr@s docentes, padres y la comunidad educativa en general. Implica habilidades para utilizar herramientas de comunicación en línea, plataformas de aprendizaje colaborativo y redes sociales de manera efectiva y responsable. La competencia comunicativa permite a los docentes facilitar la comunicación y la colaboración en el entorno educativo, promoviendo así el intercambio de ideas y la participación activa de los estudiantes.

Estas habilidades digitales son esenciales para que l@s docentes puedan utilizar la tecnología de manera efectiva y aprovechar sus beneficios en el contexto educativo. Al desarrollarlas, l@s docentes pueden mejorar la enseñanza y el aprendizaje, fomentar la creatividad y la participación de los estudiantes, y facilitar el acceso a recursos educativos en línea. Además, estas competencias preparan a los docentes para enfrentar los desafíos y aprovechar las oportunidades que surgen en un entorno educativo cada vez más digitalizado.

Implicaciones y recomendaciones

Basado en los hallazgos anteriores, se derivan las siguientes implicaciones y recomendaciones:

  1. Es fundamental proporcionar a l@s docentes oportunidades de formación y desarrollo profesional en habilidades y capacidades digitales, adaptadas a sus necesidades específicas.
  2. La formación permanente del profesorado debe ser práctica y basada en el aprendizaje activo, permitiendo a l@s docentes experimentar directamente con herramientas y tecnologías digitales.
  3. Fomentar la colaboración entre docentes y establecer comunidades de práctica para compartir experiencias y recursos, promoviendo así el aprendizaje entre pares.
  4. Es necesario abordar los desafíos relacionados con la resistencia al cambio, la falta de recursos y el acceso limitado a la tecnología, mediante la implementación de políticas y estrategias que faciliten el acceso equitativo a la tecnología.
  5. Es importante diseñar actividades y recursos digitales significativos que promuevan el pensamiento crítico, la resolución de problemas y la creatividad de los estudiantes.

En general, la adquisición de habilidades digitales por parte de los docentes y su integración efectiva en la práctica pedagógica tienen el potencial de transformar la educación y preparar a los estudiantes para un futuro digitalmente competente. Es necesario que las instituciones educativas y los responsables de la formulación de políticas apoyen activamente la formación inicial y e servicio vinculada a lo digital-virtual y el desarrollo profesional de los docentes en este ámbito, brindándoles los recursos y el apoyo necesarios para abordar los desafíos y aprovechar las oportunidades que ofrecen las tecnología de la tercera y cuarta revolución industrial en la educación.

Bibliografías Consultadas:

Bonilla, L.B. (2023): Nueva cruzada conservadora en las escuelas y universidades: el lápiz contra la inteligencia artificial

https://luisbonillamolina.com/2023/05/02/nueva-cruzada-conservadora-en-las-escuelas-y-universidades-el-lapiz-contra-la-inteligencia-artificial/

García-Valcárcel, A., & Tejedor, F. J. (2016). Competencia digital y competencia mediática: diferentes etiquetas para una misma realidad. Edutec. Revista Electrónica de Tecnología Educativa, 55, 1-15.

Tejedor, F. J., & García-Valcárcel, A. (2017). La competencia digital del profesorado en Europa y Latinoamérica: revisión sistemática de estudios e instrumentos de medida. Revista de Investigación Educativa, 35(1), 59-77.

Imagen realizada con inteligencia artificial

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El gran reset de la educación

Por: JORDI SOLÉ-BLANCH | MARTA VENCESLAO

El capital no descansa, siempre al acecho de nuevos nichos de mercado, ¿cómo dejar de lado un sector globalizado como el de la educación? Vean las inversiones de las grandes multinacionales , que no hacen más que multiplicarse. Startups de reciente creación, diseñadas para colonizar los nuevos “mercados tecnoeducativos” (Saura, Cancela y Parcerisa, 2023), atraen a inversores de capital riesgo dispuestos a obtener grandes beneficios. Mientras tanto, actores privados de todo tipo adquieren un protagonismo inusitado en la tecnológicasformulación de políticas educativas. Empresas que no operan en el sector educativo como área de negocio ofrecen programas formativos y experiencias piloto a fin de construir con sus discursos y acciones una nueva educación. La política educativa intensifica las dinámicas, los actores y las formas de privatización a través de la expansión del capitalismo en su era digital. De hecho, estos nuevos desarrollos de la privatización están avanzando incluso de manera más determinante que el proceso de privatización de la propia oferta educativa.

Sin duda, los objetivos son muy ambiciosos. Está en juego el diseño tecnológico y social del futuro inmediato, la instauración de nuevas formas de vida, la posibilidad de imponer un nuevo orden social. Y un negocio muy suculento. Para ello, el papel de la educación es fundamental. Todas las iniciativas en curso, imparables, pretenden darle la vuelta al sistema educativo, transformarlo de arriba a abajo en todos sus niveles, etapas y ámbitos formativos. Hay que poner en marcha un nuevo modelo pedagógico, o sea, el desarrollo de un programa institucional capaz de ordenar las prácticas escolares (el currículum, el discurso pedagógico, las metodologías, el rol docente, las psicologías del niño, la investigación educativa, etc.) a fin de producir el tipo de personas que requieren la época y los desafíos que se avecinan.

Todo debe cambiar. “La ciudadanía reclama un sistema educativo moderno, más abierto, menos rígido”, dice el preámbulo de la última ley educativa de nuestro país (LOMLOE, BOE, núm. 340, sec. 1, p. 122872). La “ciudadanía reclama”. ¿Hacia dónde hay que dirigir esos cambios? Visiones de “futuros deseables” en función de los avances científicos y tecnológicos de última hora proyectan nuevas formas de gobernanza global y administración burocrática en las que, en realidad, no se espera ningún tipo de deliberación pública y, mucho menos, nuestra participación. Ya se encargan de ello los defensores de la Global Education Industry o Industria Educativa Global (IEG), que funciona hoy a pleno rendimiento. Ellos marcan la agenda política, diagnostican la realidad, definen los problemas, aportan las “evidencias”, movilizan el conocimiento y, sobre todo, proponen el “imaginario sociotécnico” (Jasanoff, 2015) de soluciones que el mercado ya puede proporcionar: plataformas de enseñanza y aprendizaje electrónico, recursos de aprendizaje digitales, dispositivos tecnológicos, softwares y aplicaciones didácticas, servicios de gestión escolar y universitaria, análisis de datos de aprendizaje, servicios de marketing educativo, aplicaciones para la gestión del comportamiento del alumnado, programas de capacitación del profesorado, etc.

La gama de bienes y servicios tecnológicos dirigidos a la educación es innumerable. El cierre escolar que se produjo a escala mundial en el año 2020 a raíz de la crisis generada por la pandemia de la covid-19 les proporcionó la cobertura definitiva. Se recordará muy bien. La educación digital devino la solución de emergencia para garantizar, no sin muchas deficiencias que tanto agravaron las desigualdades educativas, una cierta continuidad escolar y académica. Las estrictas normas de confinamiento decretadas por los diferentes gobiernos impidieron otro tipo de iniciativas. Se impuso el relato de la digitalización como una necesidad inevitable, sin poder plantear soluciones alternativas, otro campo de posibilidades. Doctrina del shock en pleno estado de excepción. Y ahí seguimos, ahora bajo el imaginario programático de los Fondos Next Generation de la Unión Europea, un conjunto de programas y ayudas cuyo objetivo es impulsar la inversión en áreas clave, como la innovación, la investigación y, por supuesto, la educación, para activar la recuperación económica y la transformación digital y ecológica de la UE tras la crisis de la pandemia. El “Gran Reinicio” del mundo, tal y como defiende el Foro Económico Mundial, “sin intenciones políticas e ideológicas específicas”, pero que funciona como un paradigma e implementa un plan a fin de “construir un futuro más sostenible, resiliente e inclusivo” 1.

Conocemos muy bien la jerga, todo ese conjunto de palabras vacías con las que se define hoy el espacio de realización de lo posible, la captura paradigmática. “El poder es la sujeción de todo contenido posible a un código generativo” (Bifo, 2017: 17). El Great Reset debe empezar, entonces, por la educación. La digitalización (una posibilidad entre otras) se ha convertido en el instrumento más eficaz para llevarlo a cabo. No hay marcha atrás. Ordenadores, pizarras digitales, pantallas interactivas, dispositivos móviles, robótica, pensamiento computacional, hiperaulas, etc., forman parte desde hace tiempo del discurso y el attrezzo escolar. Antes de la pandemia, las plataformas digitales de Google y Microsoft, por poner un ejemplo, estaban siendo ampliamente utilizadas en muchas escuelas, institutos y universidades. Ahora es ya una obligación. ¿Cómo desaprovechar su potencial transformador? Los autores de los últimos informes de la OCDE lo tienen claro. Los expertos y consultores de la UNESCO, decenas de grupos de investigación especializados en e-learning y “transformación digital”, fundaciones privadas dispuestas a “dinamizar el debate educativo” y a “incidir en las políticas educativas” por un “cambio de paradigma”, también. ¿Vamos a desatender sus propuestas, las evidencias que aportan las investigaciones más rigurosas, los informes que dibujan un sistema educativo estancado y cada vez más desigual?

¡Por supuesto que no! Los propósitos son nobles. Las tecnologías forman parte de la cotidianidad, habitamos en la tecnosfera. ¿Cómo vamos a dar la espalda a una realidad plenamente integrada en nuestras vidas? Debemos imaginar, entonces, la educación del futuro. Los (tecno)optimistas dibujan un horizonte luminoso. Lo conocemos bien, porque se distingue muy poco de lo que ya nos ofrece hoy la industria del entretenimiento y del ocio digital. En cierto modo, ésta marca el camino. En ella podemos entrever la base de una educación tecnocrática capaz de extenderse al ritmo de los dispositivos, el software, las plataformas digitales y sus canales de comunicación y distribución: formación a la carta, economía colaborativa, algoritmos predictivos, ubicuidad, personalización, divertimento. ¿Nos hallamos ante el desplazamiento definitivo de la escuela tal y como la hemos conocido hasta ahora?

Es obvio que la escuela se ha visto desbordada por múltiples contextos de aprendizaje. No solo tiene que ver con la consabida certeza de que la enseñanza tiene lugar fuera de sus muros, donde se multiplican las oportunidades formativas, los encuentros, la información, los conocimientos, otras instituciones, nuevos dispositivos, etc., y se diluyen las fronteras entre la enseñanza y el aprendizaje. Lo que de verdad la desborda es el modelo de negocio que es capaz de producir el avance del capitalismo en su era digital; un sistema de enseñanza programada y multimodal dispuesto a cumplir, principalmente, dos objetivos: por un lado, ofrecer experiencias formativas a lo largo de la vida en un contexto en el que las nuevas tecnologías pueden mantenernos siempre ocupados y, por el otro, prometer la adquisición de aprendizajes medibles que avalarán la consecución de competencias profesionales acreditadas por múltiples operadores educativos sometidos al mercado de la libre competencia.

¿Se trata de una operación desescolarizadora o de una propuesta de hiperescolarización sin principio ni final? ¡Qué más da! La red es ya el medio principal en el que poder hallar las tramas de aprendizaje emancipadas de las aulas con las que había soñado Ivan Illich en los años setenta, pero también el lugar en el que vemos surgir esas otras tramas formativas y nodos de conocimiento que adoptan la forma de microcredenciales digitales para que cada cual, convertido en emprendedor de sí mismo, pueda actualizar permanentemente sus competencias, generando así un avance de la subjetividad neoliberal digitalizada, a fin de no quedar descabalgado del mundo laboral. ¿Cómo dejar pasar esas nuevas oportunidades formativas con las que uno podrá renovar sus habilidades, recuperar la confianza, aprovechar todo su potencial y mejorar su competitividad? Digitalizar la educación es una fuente de equidad que la brecha digital y algunas preguntas incómodas de viejos humanistas no van a empañarla.

Hacia un nuevo modelo pedagógico
Mientras tanto, ¿qué modelo pedagógico cabe esperar tras ese sistema de enseñanza? Puesto que su arquitectura se anclará en la economía política del mundo digital, la fórmula es conocida. Su justificación didáctica, basada en el principio doctrinal de que el alumno es el agente activo y responsable de su propio proceso de aprendizaje, es ampliamente aceptada. Solo hay que revisar los planes de digitalización de la educación de cualquier administración pública, estatal o autonómica. Tras esa doxa tecnocrática se hallará el nuevo sentido común pedagógico.

Analizar este tipo de documentos nos permite vislumbrar el alcance de la devastación pedagógica impulsada en nombre de la innovación educativa tecnocrática. Encontramos en ellos una caja de resonancia de las directrices de diferentes organismos internacionales (OCDE, 2019, 2018, 2016; UNESCO, 2017; UE, 2006; CE, 2019) que han instaurado la competencia digital como uno de los ejes fundamentales del aprendizaje. Hay que preparar a la ciudadanía. Sin dejar de recordarnos que nos enfrentamos a “un mundo complejo y cambiante” (perífrasis con la que referirse al horizonte de precariedad dibujado por la progresiva pérdida de derechos y la precarización de la esfera laboral), señalan que los sistemas educativos deben adaptarse y dar respuesta a los retos que supone aprender en la “era digital”. Lo inquietante es que estos nuevos requerimientos están transformando algunos de los puntos de flotación pedagógicos que han hecho de la educación ese acto político que posibilita el acceso a la cultura, al conocimiento y al pensamiento. Digámoslo de nuevo, la entrada de las tecnologías digitales en los sistemas educativos no solo implica la trasferencia de fondos públicos a las grandes corporaciones tecnológicas trasnacionales; es también, y principalmente, un mecanismo pedagógico cuyos efectos los hallamos en la desmovilización intelectual generalizada.

Fijémonos, al menos, en tres aspectos de los planes de digitalización educativa que ya están en marcha. Lo primero que llama la atención es el modo en el que el discurso tecnológico entronca con la conceptualización instrumental que se hace de la educación. Ésta queda reducida meramente a cuestiones técnicas y metodológicas orientadas a la eficacia, la eficiencia, el éxito y toda esa discursividad pedagógica empresarial de los retos, la motivación, el empoderamiento, los incentivos y la excelencia en los resultados del aprendizaje. Toda una tecnologización que busca criterios y garantías técnicas orientadas a la optimización del rendimiento, algo que nada tiene que ver con hacer de la educación una forma de abrir el mundo y hacerlo interesante para poder conocerlo y transformarlo.

La segunda observación nos permite considerar, como ya hemos señalado, el privilegio que las tecnologías digitales otorgan al aprendizaje, desplazando el lugar que debe ocupar la enseñanza. Merece la pena detenerse en este aspecto. En el discurso del aprendizaje el acento está puesto en el sujeto que aprende, mientras que en la enseñanza está colocado en la materia de estudio y en quién la transmite. Esta distinción entre aprender y enseñar nos parece crucial, porque en ella se juega un particular modo de comprender el propósito de la educación, es decir, la relación con el conocimiento, con el mundo y con los otros, incluido el papel del profesor. La nueva doxa desplaza la relevancia de las actividades del maestro –que aparece como un simple “facilitador del aprendizaje”–, y pone en el centro de la escena las actividades del estudiante, entre ellas, las relacionadas con el fomento de la llamada competencia digital.

El discurso educacional de la “aprendificación”, nos dice Gert Biesta (2016), no solo se queda corto como lenguaje educativo, sino también vacío de contenidos y dirección. Sabemos que la cuestión educativa va mucho más allá del aprendizaje. No es solo que los niños aprendan, sino que aprendan algo, que lo aprendan para un propósito particular y que lo aprendan de alguien (2016: 121). La incorporación de las tecnologías digitales al lenguaje del aprendizaje omite estas dimensiones y reduce el proceso educativo a una cuestión individualista e individualizante, donde cada estudiante debe –citamos textualmente– “gestionar su aprendizaje”. La escuela ya no es un lugar para la enseñanza, esto es, para impulsar, animar y despertar el deseo de saber, sino un lugar para realizar aprendizajes “autónomos” y “auto-regulados” que conduzcan a “construir su propio conocimiento”. El alumno queda así librado a su suerte o, lo que es lo mismo en esa construcción autónoma del conocimiento, a unas pocas búsquedas arbitrarias y sin brújula por Internet acompañadas ahora de alguna conversación con el ChatGPT de última generación. En cualquier caso, él será el último responsable, cuando no culpable, de eso que la discursividad contemporánea llama fracaso o éxito educativo.

El tercer elemento de los planes de digitalización que quisiéramos abordar está relacionado con la exaltación de las virtudes de los dispositivos tecnológicos y la expansión de su uso en las aulas. Por cierto, un estudio reciente de U.S. PIRG señala que millones de portátiles de Google vendidos a las escuelas desde que se produjo la pandemia han sido programados para fallar en tres años 2. No se podía saber, ¿verdad? Sea como fuere, vemos con preocupación cómo ejercicios escolares indispensables para la conformación de las estructuras cognoscitivas en la infancia como, por ejemplo, la memoria, la caligrafía, o el trabajo sobre la atención, hoy son menospreciados por anacrónicos e inútiles. Pensemos en el modo en que se está trasfiriendo el sistema mnémico del alumnado a los instrumentos digitales. ¿Qué sentido tiene aprenderse las tablas de multiplicar si están a un golpe de clic en Internet? ¿Para qué memorizar ciertos conocimientos si podemos disponer de ellos en la red de forma instantánea? Pensemos también en el impulso que estos planes dan a la utilización de herramientas tecnológicas, como los teclados físicos y virtuales, y sus efectos en el aprendizaje de la escritura (e incluso del dibujo, mediante tabletas y pantallas digitales interactivas), incorporadas ya desde la enseñanza infantil (Generalitat de Catalunya, 2021). Diversos estudios han alertado en los últimos años de importantes alteraciones y retrasos en el aprendizaje escolar debido a la utilización de estos aparatos. Sin duda, el caso de la escritura es paradigmático. El uso de los dispositivos tecnológicos ahorra trabajo y esfuerzo a los mecanismos cognitivos del cerebro. Escribir a mano con caligrafía ligada es un ejercicio infinitamente más complejo que teclear mecánicamente en un ordenador. La primera implica una acción psicomotora compleja que moviliza el proceso educativo, la segunda no (tanto).

Completemos este escenario de desmantelamiento pedagógico con un último aspecto: el trabajo sobre la atención, una de las operaciones centrales de la escuela que, como veremos, no corre mejor suerte. Desde nuestra posición educativa, seguimos pensando que es el profesorado quien cultiva la atención de las y los estudiantes a través de prácticas disciplinadas que requieren cuidado, observación, repetición y esmero (Larrosa, 2018: 56), ejercicios todos ellos que la instantaneidad y el aturdimiento de los dispositivos digitales ponen seriamente en peligro. Resulta cada vez más difícil lograr que la infancia y la juventud fijen su atención más allá de un breve lapso de tiempo, especialmente si eso que queremos enseñar no viene acompañado de elementos visuales. Esta gimnasia de la distracción (con sus estímulos fugaces e incesantes) no hace más que aumentar las dificultades que el alumnado enfrenta para poder comprender, elaborar y reflexionar en torno a un texto. Gustavo Dessal (2019: 43) señala con acierto la aparente paradoja que existe en un momento marcado por la expansión de la economía de la atención –motor fundamental del mercado digital– y el aumento exponencial de los trastornos del aprendizaje, traducidos en el diagnóstico abusivo del denominado Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, para mayor beneficio de la industria farmacéutica. Y podríamos añadir: para mayor beneficio de los tecnócratas que nos quieren más tontos, por decirlo con el título que Pilar Carrera y Eduardo Luque (2016) le dan a su libro sobre la escuela neoliberal.

Una industria pedagógica tecnocrática a pleno rendimiento
La educación digital se nos cae encima, nos arrolla. Toda una industria pedagógica tecnocrática trabaja a toda máquina en el diseño de propuestas formativas personalizadas. Datos procesados por algoritmos son capaces de ofrecer ya playlists adaptadas a los gustos y comportamiento virtual de cada cual. Pronto se prescindirá de las pesadas materias con las que el encorsetamiento curricular de la instrucción escolar había troceado las disciplinas científicas, esa institucionalización del saber que se había constituido como la piedra angular de todo un sistema de institucionalización de la enseñanza, de los niveles educativos y de la asistencia a clase. En esa nueva estructura del saber, más horizontal y democrática, importará menos el contenido que la creación de “situaciones de aprendizaje auténticas”, contrapunto inevitable del modelo anterior, que se presenta como un simulacro mortificante.

¿Qué lugar le cabe esperar, entonces, al profesorado? Sometido a un proceso definitivo de proletarización, de él se espera que organice las experiencias de aprendizaje. Su rol será el de un mediador, un gestor del conocimiento, un curador de recursos y contenidos presentados en múltiples formatos, un animador de los espacios virtuales; en el mejor de los casos, un coach que ayudará a mantener la motivación y, en los momentos más críticos, a gestionar las emociones. Para resolver las dudas, solo hará falta activar el chatbot de cualquier procesador de textos o buscador. Programas de inteligencia artificial generativa, etc., interactuarán con los estudiantes con relativa eficacia. También alentarán sus avances, sin la severidad o el mal humor de un profesor desencantado, vencido en su deseo de despertar la curiosidad por el saber, sobre todo si se lo compara con el potencial que tienen los algoritmos a la hora de conocer nuestros intereses, prever nuestros comportamientos y ofrecernos aquello que queremos.

Así las cosas, el desarrollo de tecnologías educativas e infraestructuras digitales no solo está renovando las estrategias formativas de la escuela con todo tipo de innovaciones muy celebradas (educación disruptiva, flipped classroom o aula invertida, smart classroom, blended learning, etc.), sino que está logrando configurar una industria de servicios educativos personalizados que amenaza claramente la estructura actual del sistema educativo, considerado desde hace mucho tiempo como un sistema burocrático, costoso e ineficaz. ¿Para qué se va a financiar un sistema público de educación si lo pueden proveer las multinacionales tecnológicas y las empresas de comunicación?

Por lo pronto, aquello que se conserve de la financiación pública servirá, sobre todo, para mantener esas empresas, para consolidar sus negocios, independientemente de los efectos educativos que produzcan, pero que las nuevas generaciones, y no solo ellas, ya padecen. Poco importa lo que digan los estudios neurocientíficos más recientes, aunque no hacía falta que nos lo confirmara la investigación científica más avanzada para concluir que el exceso de pantallas tiene un impacto negativo en el neurodesarrollo infantil, en la atención, en el desarrollo emocional y social.

Está en juego algo más que el diseño tecnológico de un nuevo ecosistema de aprendizaje y un nuevo mercado de rentabilidad. Se trata de orientar el deseo, de capturar la subjetividad, de promover una disponibilidad, una competencia adaptativa hacia el mundo que está creando el capitalismo digital. Y no salir de metaverso.

Jordi Solé-Blanch es profesor de la Universitat Oberta de Catalunya,
Marta Venceslao es profesora de la Universitat de Barcelona

Referencias
Biesta, Gert (2016) “Devolver la enseñanza a la educación. Una respuesta a la desaparición del maestro”, Pedagogías y saberes, pp. 44, 83-91.

Bernardi, Franco, Bifo (2017) Futurabilidad. La era de la impotencia y el horizonte de la posibilidad. Buenos Aires: Caja Negra.

Carrera, Pilar y Luque, Eduardo (2016) Nos quieren más tontos: la escuela según la economía neoliberal. Barcelona: El Viejo Topo.

Comisión Europea (2019). Digital Education at School in Europe. https://eurydice.eacea.ec.europa.eu

Dessal, Gustavo (2019) Inconsciente 3.0. Lo que hacemos con las tecnologías y lo que las tecnologías hacen con nosotros. Barcelona: Xoroi Edicions.

Generalitat de Catalunya (2020) Pla d’Educació Digital de Catalunya. http://ensenyament.gencat.cat

Generalitat de Catalunya (2021) L’ús de les tecnologies digitals a l’educació infantil. http://ensenyament.gencat.cat

Jasanoff, Sheila (2015) “Future imperfect: Science, technology, and the imaginations of modernity”, en Jasanoff, Sheila and Kim, Sang-hyun. (eds.), Dreamscapes of Modernity (pp. 1-33), Chicago Press.

Larrosa, Jorge y Rechia, Karen (2018) P de profesor. Buenos Aires: Noveduc.

OCDE (2016) Innovating Education and Educating for Innovation: The Power of Digital Technologies and Skills, OECD Publishing, Paris. http://dx.doi.org/10.1787/9789264265097-en

(2018) The future of education and skills. Education 2030.

(2019) OECD Skills Outlook 2019: Thriving in a Digital World.

Saura, Geo, Cancela, Ekaitz y Parcerisa, Lluis (2023) “Privatización educativa digital”, Profesorado, 27 (1), pp. 11-37.

UNESCO (2017) Digital Skills for Life and Work. Broadband Commission for Sustainable Development’s Working Group on Education.

Unión Europea (2006) Recomendación del Parlamento y del Consejo de 18 de diciembre de 2006 sobre las competencias clave para el aprendizaje permanente (2006/962/CE).

  • 1 https://es.weforum.org/focus/el-gran-reinicio
  • 2 https://pirg.org/edfund/resources/chromebook-churn-report-highlights-problems-of-short-lived-laptops-in-schools/

https://vientosur.info/el-gran-reset-de-la-educacion/

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Libro(PDF): Cultura, ciudadanías y educación en el entorno digital

Reseña: CLACSO

*Disponible sólo en versión digital.

Este libro reúne un conjunto de artículos que expresan algunas de las presentaciones realizadas en el 5.o Encuentro Latinoamericano de la Red de Investigadores e investigadoras sobre apropiación de Tecno­logías Digitales [RIAT] y II Reunión del Grupo de Trabajo de CLAC­SO, “Apropiación de Tecnologías Digitales e Interseccionalidades”. Los problemas que se abordan en estos artículos dan cuenta, por un lado, del modo como van consolidándose las relaciones y las expe­riencias de investigación en el marco de la RIAT y, simultáneamente, de la potenciación y diversidad que imprime la conformación de un grupo de trabajo en el marco de CLACSO: si bien se observa que el interés por los procesos de apropiación que se producen en el ám­bito educativo, continúa teniendo un peso relativo muy importante, se desarrollan también investigaciones y reflexiones sobre otras problemáticas que, subrayadas por el rol que las relaciones con las tecnologías digitales tienen a partir del escenario producido por la pandemia por covid-19, reclaman análisis especializados y pro­puestas de intervención.

Autoría: Roxana Cabello. Silvia Lago Martínez. [Editoras]
Roxana Cabello. Silvia Lago Martínez. Delia Crovi Druetta. Guadalupe Álvarez. Gloria Álvarez Cadavid. Fernando Andonegui. Manuel Area-Moreira. Roberto Canales Reyes. María Belén Fernández Massara. Susana Finquelievich. Romina Paola Gala. Martín Ariel Gendler. Victoria Matozo. Héctor Molina Arriagada. Susana Morales. Renzo Moyano. Graciela Natansohn. María Belén Odena. Ingrid Ojeda Cea. Martín Alejandro Pizarro. Flavia Romina Samaniego. Luis Ricardo Sandoval. Francisco Sierra Caballero. Sofía Torres. [Autoras y Autores de Capítulo]

Editorial/Edición: CLACSO. RIAT.

Año de publicación: 2023

País (es): Argentina. Uruguay

ISBN: 978-987-813-449-9

Idioma: Español

Descarga: Cultura, ciudadanías y educación en el entorno digital

Fuente e Imagen: https://libreria.clacso.org/publicacion.php?p=2797&c=1

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