Page 15 of 21
1 13 14 15 16 17 21

Experiencias de evaluación a partir de los criterios de Género de la Global Land Tool Network en cuatro países de América Latina

Autores/as: CINEP/PPP, Centro de Investigación y Educación Popular/ Programa por la Paz, Fundaciòn Tierra y NITLAPAN/UCA

Responsables: Asociación para el Desarrollo de la Mujer Negra Costarricense

Año: 2016

Ciudad/País: Bogotá, Colombia

Editorial: CLACSO

ISBN: 978-958-644-210-7

Sinopsis: l Programa Mujer y Tierra de la Coalición Internacional por el Acceso a la Tierra —ILC— América Latina y El Caribe fue desarrollado durante 15 meses en los años 2013 y 2014. En él participaron la Asociación Comité de Desarrollo Campesino —CODECA—, de Guatemala; la Asociación para el Desarrollo de la Mujer Negra Costarricense (Centro de Mujeres Afrocostarricenses); el Instituto de Investigación Aplicada y Promoción del Desarrollo Local —NITLAPAN/UCA—, de Nicaragua; la Fundación TIERRA, de Bolivia; y la Corporación de Desarrollo Solidario —CDS— y el Centro de Investigación y Educación Popular/Programa por la Paz —CINEP/ PPP—, en Colombia. Contó con el apoyo logístico y financiero de la Secretaría Global y de la Coordinación Regional para América Latina y el Caribe de la ILC y se desarrolló a partir del trabajo colectivo realizado en dos reuniones presenciales (Bogotá, febrero de 2014, y Cartagena, diciembre de 2014) y varias virtuales, así como a partir de actividades autónomas de las instituciones involucradas. El Programa tenía como objetivo promover el empoderamiento social y económico de las mujeres rurales y sus organizaciones en Bolivia, Colombia, Costa Rica, Nicaragua y Guatemala. De esta manera, se planteó la realización de tres acciones para cada uno de los países: (i) construcción de diagnósticos locales sobre la gobernanza responsable de la tierra frente a las mujeres rurales, usando herramientas Presentación El Programa tenía como objetivo promover el empoderamiento social y económico de las mujeres rurales y sus organizaciones en Bolivia, Colombia, Costa Rica, Nicaragua y Guatemala. 6 como las Directrices voluntarias sobre la gobernanza responsable de la tenencia de la tierra, la pesca y los bosques en el contexto de la seguridad alimentaria nacional —DDVV—. Además, se desarrollaron (ii) ejercicios de formación y acompañamiento a organizaciones de mujeres rurales, en los que se incluyeron temas relativos a la gobernanza responsable de la tierra y otros recursos naturales y a la evaluación de género de políticas agrarias, así como a derechos específicos de este grupo.

Descargar aquí: http://biblioteca.clacso.edu.ar/Colombia/cinep/20160929013416/20160601.experiencias_genero_ILC.pdf

Imagen tomada de: http://biblioteca.clacso.edu.ar/Colombia/cinep/20160929013416/20160601.experiencias_genero_ILC.jpg

Comparte este contenido:

Portugal: “Necesitamos más información potable”, dice el pensador Boaventura de Sousa Santos

Portugal/02 de mayo 2017/Fuente: http://www.rcnradio.com

Uno de los sociólogos más influyentes de nuestro tiempo, Boaventura de Sousa Santos, dijo hoy desde Coimbra, Portugal, que en tiempos de la denominada posverdad el mundo necesita más información “potable” que le haga contrapeso a las mentiras que circulan en las redes sociales.

En diálogo con RCN Radio, el pensador portugués alertó sobre la presencia de “grupos de ultraderecha en redes sociales” que alientan este tipo de mentiras que tienen influencia en las sociedades de hoy.

De Sousa Santos estará en la Feria del Libro de Bogotá para presentar su libro “Democracia y transformación social”, en el que desarrolla entre otros temas el fenómeno de lo que denomina dictaduras informales.

Por otra parte, el sociólogo portugués también alertó sobre el peligro que Donald Trump significa para el mundo porque sería incluso capaz de desatar una guerra.

Fuente de la Noticia:

http://www.rcnradio.com/entretenimiento/necesitamos-mas-informacion-potable-dice-pensador-boaventura-sousa-santos/

Comparte este contenido:

Ética socialista.

Por: Vicente Blanco.

“Sin embargo, para que esto sea posible necesariamente debemos poner en práctica  la Ética Socialista, la cual nos ayudará a desarrollar los principios del Socialismo, o sea la Democracia, la Justicia, la Equidad, la Solidaridad entre otros, y de allí también desarrollar formas organizativas mediante las cuales el pueblo genere capacidad para decidir y transformar la realidad en beneficio colectivo”.   LENIN

          Considero un tema bastante importante a tratar en este proceso de transformación social, pues el mismo juega un papel determinante en las actitudes  de actuación que deben asumir los revolucionarios que se encuentran cotidianamente abocados al logro del sueño de Bolívar  planteado y que se debe consolidar para el fortalecimiento de la soberanía y autodeterminación que como pueblo libre tenemos que mantener como una conquista legada por nuestros antepasados.

         Básicamente, se puede decir que La palabra Ética proviene del griego ethos cuyo significado es costumbre, pero una costumbre ceñida a la moral  y también reguladora del desempeño laboral de las diversas profesiones, para que se enmarquen en unas características que deben poseer para evitar un mal desempeño, de allí los Códigos de Ética de los egresados universitarios para cumplir con su trabajo como por ejemplo el del Contador Público, el Médico Cirujano y el del Periodista por mencionar algunos, pero también en necesario afirmar que debe estar como un componente fundamental, esencial, primordial  e inseparable en el accionar político de todo militante debido a que dentro de una realización de tareas revolucionarias deben aflorar los principios y valores que posee el o la camarada, por la sensibilidad y conciencia social con la que realiza su trabajo buscando con ello el alcance de aspiraciones colectivas.

         Asimismo, es obligante en este caso mencionar el legado ideológico y moral  que nos dejó nuestro Padre Libertador cuando mencionó el 15 de febrero de 1819, en lo que se conoce como una de sus mejores piezas  discursivas “Moral y Luces son los polos de una República” aspectos que sustentan filosóficamente hablando a la Revolución Bolivariana, pues basta con observar los ejemplos de integridad y dignidad que Bolívar nos dejo a los cuales también con mucho respeto hacia el genio de América podemos incorporar los suministrados por otros pensadores latinoamericanos para estar claros en el compromiso histórico que existe.

         Ahora Bien, según  Gramsci “La ética socialista procede de la historia de la emancipación humana, de la lucha de clases y las leyes objetivas del desarrollo continuo de la sociedad, y del impulso creador, transformador de los seres humanos; esto es, de los procesos dinámicos complejos de las relaciones humanas en el desarrollo de la producción de su vida material y espiritual, hacia la satisfacción de sus necesidades materiales, hacia la plena expansión y expresión de sus potencialidades creadoras, hacia la realización de su condición humana integral, solidaria y libre de la vida para la vida.”

         Por ello, en un gobierno socialista, interpretando a ese filósofo italiano, se debe buscar el pleno bienestar para los pobladores hasta alcanzar la suprema felicidad, eso si con un ciudadano plenamente transformado en un ser social, capaz de apropiarse de un pensamiento colectivo de accionar para impulsar de esa manera los valores que se requieren para vivir en sociedad, donde como dijo  Fidel al referirse al  che “el ejemplo” sea la base fundamental que motorice el desempeño de los servidores públicos, para que ellos con su desempeño sean esencia del modelo de hombre y mujer a seguir, en función de las características que debe poseer el individuo  para sentirse realizado en sus aspiraciones fundamentales.

         Ahora bien, ese desempeño  deseado está aun lejos de la conciencia de mucho “revolucionario” que todavía  carece de compromiso con la obra colectiva, con los preceptos y principios éticos  y lo más importante,  la reafirmación de su dignidad como militante de la vida para el alcance de las aspiraciones de la obra colectiva  para identificarse plenamente con los ideales del socialismo y su Ética como un componente primordial, necesario, fundamental, importante, ineludible, inquebrantable  e inmediato de la acción política que debe acompañarlo para la reconstrucción de la patria de Bolívar como compromiso impostergable de la de Revolución Bolivariana y el Sur a seguirse en  el marco que debe acompañar la actuación de cada militante de la lucha por un mundo mejor, máximo cuando se ejercen funciones de gobierno a cualquier nivel, pues son el centro de atención del común de la población por ello el decoro, altruismo, desprendimiento y la entrega deben ser una condición en cada hombre y en cada mujer que acompañen con mística y convicción de militante las gestiones que se realicen como accionar para brindar a los venezolanos un mejor país con una profunda creencia en sus dirigentes políticos revolucionarios.

Imagen: http://1.bp.blogspot.com/-_RHqwnStx20/UJhnrvck9CI/AAAAAAAABrQ/bz-BahvPn_8/s1600/gramsci2cm6.jpg

Comparte este contenido:

Juventudes y políticas en la Argentina y en América Latina : tendencias, conflictos y desafíos

Autor: Vommaro, Pablo

Año: 2015

Ciudad/País: Argentina

Editorial: CLACSO 

Sinopsis: Al pensar en las formas de la política y las movilizaciones sociales en la Argentina, y en América Latina, se hace necesario enfocar la mirada en las juventudes y sus modalidades de expresión y producción. En efecto, los jóvenes son hoy protagonistas de las principales movilizaciones, impulsando organizaciones y formas de agrupamiento, dinamizando el conflicto social y expresando muchos de los elementos que conforman las agendas públicas de las sociedades contemporáneas.

Sobre este tema trata este libro, enfocado en las producciones políticas juveniles de Argentina y América Latina en los últimos años. Para el caso argentino, se realiza un recorrido desde la restauración democrática de 1983 hasta la actualidad cruzando las prácticas políticas producidas desde las juventudes con los discursos y disputas públicas generadas a partir de las mismas. En cuanto a las experiencias latinoamericanas, el libro toma los procesos de movilización y organización juveniles desplegados en Brasil, Chile, Colombia y México.

En definitiva, este trabajo está pensado como una contribución a la comprensión de las configuraciones generacionales de la política en la actualidad, en el camino a aportar a la construcción de relaciones intergeneracionales significativas y mejores condiciones de vida para todos. La intención es alimentar la comprensión de las dinámicas políticas en la actualidad y realizar un aporte a la producción de prácticas más potentes y efectivas para la transformación de nuestra sociedad.

Descargar aquí: http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/gt/20160905042410/Juventud-y-Politicas.pdf

Comparte este contenido:

Sobre el Amor, la Libertad y la Igualdad

Por: Frank Garcia.  La Habana, Cuba. Pressenza. 31/03/2017

Durante siglos, la familia se ha constituido como uno de los pilares más fuertes de la reproducción de las clases dominantes. Institución primaria de la sociedad, jugó –juega-, debido a su facultad de multiplicación del ser humano –como ser biológico y social-, un papel de transmisión de la tradición y lo establecido. Toda forma de poder se ha percatado de ello y en aras de reproducirse, desde la raíz, ha trabajado directamente con ella, empleando cuanto factor tenga a mano.

Cuando el poder se aliaba sin pudor alguno con la iglesia, con el sencillo fin de dominar a la sociedad a través de la espiritualidad, esta, la iglesia, ejercía el dominio total sobre la familia. Una familia devota de aquel dios, fuese católico, ortodoxo o musulmán, era devota del rey, porque el rey era escogido por dios.

La burguesía europea, atentó contra el dominio de la aristocracia, no solo desde las revoluciones que tenían como intención echar abajo a los reyes. La Reforma, dirigida por Martin Lutero en Alemania, fue en esencia, la revolución de las relaciones de carácter espiritual.

La forma de asumir a Dios por parte de una familia de nobles y por parte de una familia de propietarios de factorías, se anteponía por completo. Las necesidades espirituales de estas dos clases eran, no solo diferentes, sino por demás, contrarias.

La familia burguesa, para nacer como institución dominante, debía derrotar a la familia nobiliaria o someterla a ella.

El nacimiento de la iglesia protestante se entiende como el nacimiento de la fe del burgués, aún más en una nación –Alemania- donde ciudadano y burgués se escriben de la misma manera: bürger.

En aquellos momentos, el matrimonio, instituido para consagrar, en parte, la unión del hombre y la mujer, era el principal punto de encuentro entre la aristocracia y la burguesía. Entendiendo ambas clases a la mujer como mercancía, y sirviendo esta como objeto de cambio para afianzar o expandir sus propiedades, el placer se castró.

Ambas iglesias, la católica y la protestante, siguieron persiguiendo, desde su poder y en alianza con el Estado, al amor libre. El machismo y en consecuencia la homofobia, forman parte de la ética burguesa y en la sociedad cubana de hoy solo se puede entender como contrarrevolucionaria.

Por demás, el placer atentaba contra la acumulación de riquezas. Si un obrero dedicaba una noche al placer con su pareja ¿rendiría igual en la mañana? El placer resultaba, para la óptica burguesa, una de las posibles armas de sabotaje revolucionario contra su modus vivendi. Sobre esto Paul Lafargue reflexionó con amplitud.

La castración de la alegría, en principio y con más fuerza contra las clases trabajadoras, se establecía como norma moralista entre los dominadores. Debido a ello el placer aparece totalmente distorsionado por las transnacionales del ocio.

La moral burguesa,  se caracteriza por la propalación de tabúes, limitaciones y persecuciones al placer, pues la consagración del placer atenta contra la concepción de la familia  y el matrimonio desde la perspectiva burguesa, perspectiva en la cual, la dominación machista es tal que solo prevalece y se entiende al hombre con derechos al placer, al punto que una mujer que ejerza los mismos derechos al goce sexual que el hombre, o se aparte de los cánones heteronormativos, es execrada por la sociedad.

Los derechos al disfrute sexual de manera igualitaria de ambos sexos y todas las orientaciones sexuales, deben entenderse hoy como derecho ciudadano.

Si en Cuba se dio el fenómeno de una homofobia institucionalizada durante el fúnebre Quinquenio Gris, error que el mismo compañero Fidel asumió y la dirección del Partido Comunista corrigió, se debe a que la revolución social en Cuba estuvo desaparejada de la revolución sexual, caso contrario en Europa y en los Estados Unidos, donde ante la imposibilidad del cambio colectivo, se realizó el cambio individual partiendo de la revolución sexual.

Amor subversivo vs. matrimonio burgués

El matrimonio no nace como la institucionalización del amor, el matrimonio, era la institucionalización de la reproducción de la propiedad privada y la familia. Una familia que se reprodujera en sus hijos reproducía el poder establecido.

El amor se convirtió por tanto en un sentimiento subversivo, si un hombre se enamoraba de una plebeya, su riqueza menguaría, dedicado ahora a la manutención de la protegida.

Como excentricidad e historia novelesca pasaba, pero el amor como norma era intolerable. Si cada aristócrata o cada burgués se decidiera a ejercerlo, se mostraría sensible para con las clases dominadas y por ende, al mezclarse, estas, las clases, desaparecerían. Es decir, una tierna revolución amorosa podía destruir al sistema desde la familia. Al menos en una teoría utopista.

Cuando la verdadera revolución de los proletarios se hizo del poder, allá en 1917, no había razón para que no se proclamase el amor libre. Y se proclamó. Los obreros no tienen nada que perder salvo sus cadenas.

Pero esas cadenas, cien años después, son lo más aborrecible en el obrero. José Stalin, reproductor de las cadenas y los grilletes que arrastraba el obrero, -dentro de un sistema erigido por obreros y destruido por burócratas-, reinstauró cuanta vieja moral existía.

Era lógico, si bien no había nacido una nueva clase burguesa, sí una capa social con más privilegios que la de los trabajadores –en teoría en estos en el poder-: la de los burócratas con autoridad y prebendas, que jamás tenían intención de permitir que su hija se casara con un obrero.

No solo Stalin reprodujo en parte –sería malévolo ignorar que la mujer soviética tenía muchos más derechos que la mujer euroccidental- las cadenas familiares de antaño. Insistió en la creación de una cultura proletaria. A falta de un dios había que inventarse nuevas formas de dominación espiritual.

El prolekult, como se llamaba, -tan detestado por Maiakovski, el Frente de Artistas de Izquierda (LEF), Gramsci y Trotski-, propalaba la cultura proletaria como la antítesis de la cultura burguesa, olvidando que el proletariado fue dominado por el burgués. Ejercicio de dominación que deja una huella tan honda que tarda años en desaparecer y que ante la ausencia del burgués, el proletariado, sino se instruía en una nueva y por completo revolucionada educación, reproduciría entre él los viejos métodos de dominación y explotación.

En tanto, la nueva cultura no debía ser ni burguesa ni proletaria, sino socialista, comunista, liberadora, popular, como se quisiese nombrar, pero en ruptura total con las predecesoras.

Cuba: el amor liberador

Los explotados en el poder, ejerciendo el poder, tienen muy pocos años en la historia de los Estados. Ni siquiera llegamos a la centuria en Cuba, y en los casi sesenta años revolucionarios, hemos tropezado muchas veces.

En un hogar cubano pueden convivir abuelos, padres e hijos. Los abuelos, aun y hayan sido partícipes de organizaciones revolucionarias, no lograron desprenderse, ni de lejos, de los atavismos que azotan a un país que sufrió por partida doble el sometimiento colonial cultural. Por ende, por partida doble tenemos comportamientos conservadores expresados en el subdesarrollo, más marcadas en esa generación.

Los padres, que vivieron la destrucción de la familia como institución burguesa, no pudieron por completo consumar el nacimiento de la verdadera nueva familia revolucionaria, pues la adopción de modelos soviéticos neoestalinistas cercenó, en parte, aquella revolución educacional que se inició en 1959 y que tuvo en la Campaña de Alfabetización, el más bello modelo de subversión de las jerarquías familiares, de poder y del conocimiento. Y la destrucción del modelo -en 1991- que le dieron a nuestros padres, los trastornó aún más.

Sin embargo, como la revolución ya había prendido en el pueblo, de los nacidos en los primeros años de la revolución nacieron los voceros y articuladores del más fuerte movimiento de liberación sexual en Cuba: el movimiento LGBTIQ.

Nosotros, los nacidos durante los ochenta y noventa, estamos llamados a consumar la revolución social y sexual, echando por tierra los viejos moralismos de clase burguesa calados en la familia.

Debemos abolir el matrimonio como lo tienen entendido hoy nuestros padres: si en realidad una pareja se ama y respeta desde los derechos de cada uno y hacia los derechos del otro ¿qué sentido tiene firmar un papel que solo reafirma la existencia de una forma de dominación jerárquica?

Debemos abolir la familia como la tienen entendida nuestros padres, dígase, una reproducción de poderes donde los hijos le deben un acatamiento jerárquico a sus reproductores, creando con ello una total desconfianza y enfrentamiento arduo y desgastante para la psiquis del individuo.

Esta lucha no se debe dar como un enfrentamiento generacional, que sería ingenuo y reproductor del sentido común, sino un enfrentamiento desde la lucha de clases, desde la cultura y desde la libertad.

Nuestro amor no se mediará por intereses mercantiles, ni por atávicos tabúes moralistas, ni por limitaciones impuestas por la sociedad.

Nuestras hijas y nuestros hijos, vivirán sin heteronormatividad, sin adoración al mercado, sin devoción a ninguna forma de poder, sin admiración de las fronteras nacionales.

Ello depende solo y únicamente de nosotros. Realicemos todos, en y desde la praxis, el ejercicio del amor, de la libertad y de la igualdad.

*Frank García-Hernández: Redacción Cuba. Sociólogo, Universidad de La Habana. Trabaja en el Instituto Cubano de Investigación Cultural Juan Marinello. Email: frank@icic.cult.cu 

Fuente: https://www.pressenza.com/es/2017/03/amor-la-libertad-la-igualdad/

Fotografía: pixabay

Comparte este contenido:

Valores sociales y cívicos: sin edulcorantes ni cinismos

Por: Xavier Besalú

Las leyes y las decisiones, a veces, de la Justicia, resultan difícilmente comprensibles para la ciudadanía en general. Esto hace necesario plantearse qué debe enseñarse realmente.

Uno de los criterios de evaluación del currículum básico del área de Valores Sociales y Cívicos es “respetar los valores y los derechos y deberes de la Constitución española”, un aprendizaje que, más allá del área en cuestión, incumbe a todo el profesorado. No es nada fácil educar en estos si se pretende hacer con rigor, eficacia y responsabilidad. Veamos algunos ejemplos:

Dice el artículo 14 de la Constitución española que “los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”. Comprobar si es cierto no es nada difícil en estos tiempos en que los tribunales juzgan a gente importante y poderosa en un país devastado por los múltiples casos de corrupción. Tomemos, a título de ejemplo, el caso Noos en el que están implicados, entre otros, Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina de Borbón. ¿Puede sostenerse que la ley ha sido igual para ellos que para el joven granadino que fue condenado a 6 años de cárcel por robar 80 euros con una tarjeta falsa? ¿Ha sido igual que para la cantante Isabel Pantoja, condenada a 2 años de cárcel por blanqueo de capitales al ser considerada colaboradora necesaria de su entonces marido? Concluir de este y de otros muchos casos que las razones de cuna, que el dinero o la posición social, no han condicionado las resoluciones judiciales, sería hacer un flaco servicio a lo evidente y a la formación cívica y crítica de la ciudadanía. ¿No sería más razonable mostrar cómo las leyes casi siempre protegen el actual estado de cosas? ¿No sería más ético analizar cómo las leyes -la letra grande y la pequeña- las hacen quienes tienen poder e influencia para ello? ¿No sería más noble observar que los jueces no son neutrales, sino que interpretan las leyes, dan credibilidad a unos argumentos y no a otros, pueden equivocarse y son también hijos de su tiempo y de su experiencia vital?

Dice el artículo 33 de la Constitución española que “se reconoce el derecho a la propiedad privada y a la herencia”. Pues bien, hemos asistido impávidos e incrédulos al nacimiento de una nueva delincuencia tolerada y amparada por leyes y fuerzas de seguridad en contra de este derecho: el del movimiento ocupa con C. Se trata de grupos organizados que han hecho de la usurpación de viviendas y pisos deshabitados (porque sus dueños han ingresado en el hospital, porque lo acaban de comprar y todavía no se han mudado, porque han ido de vacaciones, porque es una segunda residencia… porque, por la razón que sea, se han ausentado) un auténtico negocio. Tanto si los habitan directamente como si los “alquilan” a terceros, la ley les ampara a ellos y no a los auténticos propietarios que, si quieren entrar en su casa, deberán “negociar” el precio con los delincuentes, una solución mucho más rentable que si deciden esperar a que los tribunales de justicia resuelvan. Una verdadera extorsión por parte de profesionales mafiosos, que se ríen a calzón quitado de propietarios, vecinos y del mismo estado de derecho. ¿Qué actitud tomar ante casos como este? ¿Condenar a los propietarios y vecinos si protestan o intentan acabar a la fuerza y por su cuenta con este despropósito? ¿Dar por bueno un garantismo jurídico que siempre va en contra de las víctimas? ¿Preguntarse por qué quienes tienen poder para cambiar o interpretar las leyes, cuando son manifiestamente injustas, no lo hacen?

Dice el artículo 104 de la Constitución española: “Las fuerzas y cuerpos de seguridad… tendrán como misión proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades y garantizar la seguridad ciudadana”. Sabemos que, en un estado de derecho, la policía y el ejército tienen el monopolio de la violencia, pero con unos fines perfectamente determinados. Esta cesión solo se justifica si la ciudadanía confía en esas fuerzas de seguridad y si estas se hacen merecedoras de ella y utilizan esa violencia para evitar o sancionar aquello que va en contra de la libertad y la seguridad de las personas. Solo esa confianza explicaría que la palabra de un agente de la autoridad valga más que la de un ciudadano de a pie…

Desgraciadamente eso no siempre es así y en Cataluña, por ejemplo, hemos constatado que, en casos de malas prácticas policiales juzgadas y condenadas, la policía ha mentido deliberadamente para perjudicar a sus víctimas y salir indemne (valgan como muestra los lanzamientos de pelotas de goma mil veces negados), lo que inevitablemente, sobre todo entre los jóvenes, destruye la confianza en los distintos cuerpos de seguridad.

Pero el caso que quiero plantear es el del joven Théo, maltratado, esposado, rociado con gas lacrimógeno, escupido, insultado y violado con una porra por la policía el pasado 2 de febrero en el extrarradio de París. Después hemos sabido que no es el primer caso y que esos policías han alegado que se trató de un simple accidente y de unas acciones no intencionadas, calificativos avalados además por la Inspección General de la Policía francesa. ¿Es admisible que esos torturadores mentirosos sigan en libertad y protegidos por el Estado mientras los jóvenes que se manifiestan y apedrean a esa misma policía son detenidos y encarcelados por injurias y agresiones a la autoridad? ¿Es de recibo que los denominados controles rutinarios se ceben siempre en el mismo tipo de ciudadanos, jóvenes, de barrios periféricos, de piel negra o demasiado morena para ser francesa de pura cepa? ¿Es así como se fomenta el sentimiento de pertenencia, la igualdad de las personas, su libertad y seguridad?

Terminaré con palabras de Lorenzo Milani a los jueces que le juzgaban por defender la objeción de conciencia ante la guerra, en el 50 aniversario de su muerte: La escuela es distinta de la sala del tribunal. Para vosotros, magistrados, solo vale lo que es ley establecida. La escuela, en cambio, se sitúa entre el pasado y el futuro y debe tener presentes a ambos. La escuela es el difícil arte de conducir a los muchachos por un filo de navaja: por un lado, formarles el sentido de la legalidad; por otro, la voluntad de mejorar las leyes, es decir, el sentido político… No puedo decir a mis muchachos que el único modo de amar la ley es obedeciéndola. Lo que puedo decirles es que deberán tener las leyes de los hombres en tal consideración que solo deberán observarlas caso de ser justas (esto es, cuando sean la fuerza del débil). Cuando vean, en cambio, que no son justas (es decir, cuando sancionen el abuso del fuerte) deberán luchar para que sean cambiadas.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/03/23/valores-sociales-y-civicos-sin-edulcorantes-ni-cinismos/

Comparte este contenido:

Balances y perspectivas para 2017

I) Balances: Crítica y Autocrítica

Desde el 2011 hasta la actualidad han pasado ya 6 años, los cuales, con altos y bajos, nos han dotado de importantes experiencias, como también -en determinados momentos- nos ha permitido poner algunos “puntos sobre la mesa” y golpear, en su esencia, a la educación capitalista. Esta premisa es cierta, no obstante ¿Como es que con tal trayectoria de lucha, organización y movilización, hoy nos encontramos inmersos en un profundo reflujo como movimiento estudiantil?

Creemos, que el trabajo realizado a través de las plataformas estudiantiles, principalmente el CONFECH, no ha sido el correcto. Los altos niveles de reprobación hacia la conducción y el repentino reflujo del movimiento estudiantil a finales del 2016 tienen un origen, el cual consiste sustancialmente en una falta de política, un exceso de burocratismo y un evidente conflicto de interés por parte de distintas organizaciones; donde muchos están más preocupados en el querer figurar frente a las cámaras y aparecer en fotografías de la prensa, antes que realizar un trabajo político en la perspectiva de luchar por los intereses de las y los estudiantes.

Si bien, las distintas organizaciones que están inmersas dentro del movimiento estudiantil identifican que las cosas no se han hecho del todo bien, no hay una superación real de los problemas antes nombrados, sino por el contrario, la vieja y añeja fórmula de la claudicación y negociación se mantiene, produciendo un estancamiento sobre las mismas formas y causas que nos tienen en medio del reflujo.

Durante años anteriores, el movimiento estudiantil, movilizó cerca de 300.000 estudiantes durante las marchas y jornadas de protesta a nivel nacional, frente a esto cabe preguntarse, ¿Es el número de asistentes la forma de comprobar que tan correcto estamos en nuestras posturas? Creemos que verlo de esta forma es una interpretación demasiado mecánica, incompleta y por tanto, profundamente errada. Detrás de ese alto número de universitarios, secundarios y estudiantes técnicos profesionales que se movilizaron durante el 2016, se escondía un movimiento estudiantil desorganizado, arrastrado por la coyuntura hacia la movilización, pero que a pesar de esto, desbordaba a sus dirigencias con ganas y convicción de lucha.

Uno de los errores más graves sin duda, ha sido subordinarse a las pautas y agendas del gobierno, al igual que un balancín, nos hemos subido y bajado una y otra vez de las mesas de negociación, intentando inútilmente “incidir” en la agenda del bloque político en el poder. Después de estos 6 años debemos preguntarnos ¿Qué hemos conseguido?

Se ha transformado la política de las herramientas estudiantiles en métodos totalmente apolíticos, mientras el gobierno sigue “cocinando la reforma”, nos hemos limitado a entregarles bolsas de pasas a la ministra para que “recordase la promesa de gratuidad” o llamando a “besatones” por la educación.

Por otra parte, la ofensiva que consignaron sectores más clasistas del movimiento estudiantil no fue concisa, ni mucho menos contundente, fue derechamente ambigua y no consideró las necesidades reales del movimiento estudiantil en su momento actual, fue un “bloof”, un invento, que aunque -probablemente- con buenas intenciones terminó diluyéndose rápidamente sin conseguir ningún efecto político importante. Es más, incluso, muchas bases estudiantiles se distanciaron enormemente de las organizaciones políticas y de las dirigencias del movimiento estudiantil, pues esta política no fue construir realmente desde las bases del estudiantado. Esto, por supuesto, fue utilizado por las organizaciones del actual “bloque de conducción”. Las organizaciones reformistas y socialdemócratas enfrentaron entonces el problema de legitimidad causado por esta ofensiva, a través de un falso y escueto “Mea Culpa”, a través de este dieron pasos agigantados hacia atrás en los planteamientos que en algún momento el movimiento estudiantil defendió con orgullo, se repudió la autodefensa y se transó la digna lucha de los estudiantes contra la represión institucional y policial por un poco de aprobación de parte del bloque en el poder y de la prensa burguesa.

No obstante, por otro lado, ¿por qué el sector clasista y revolucionario no ha sido capaz de conducir y llevar al estudiantado su propuesta transformadora? Creemos que esta franja y con él, nuestra organización, se ha mantenido parcialmente al margen de la política en general; nos hemos marginado de la elaboración de líneas y hemos simplemente respondido de una forma voluntarista y tareísta, puramente coyuntural. Y es que si bien, a las organizaciones que antes criticamos han actuado de forma incorrecta, esa es su forma de actuar, tienen otros intereses y directrices para su línea política, de hecho, sería profundamente errado esperar a cambiar esa orientación. Es nuestra tarea confiar en la organización de los y las estudiantes de base, de afrontar al gobierno y sus juventudes con políticas incipientes.

Por tanto, los elementos que nombraremos a continuación constituyen un mensaje para nuestra clase, para los y las estudiantes de nuestro pueblo y para las organizaciones hermanas del sector.

II) Perspectivas para el 2017

En términos generales, este año estará marcado por las elecciones presidenciales, es por esto que la lucha del movimiento estudiantil debe ser clara, entregando nuestras posiciones en todos lados. Debemos mostrar el incumplimiento de las promesas por parte del gobierno saliente y su total falta de interés por cumplir las demandas del pueblo.

Esta línea debe romper con la falsa imagen de progreso que el gobierno y con él, las Juventudes Comunistas, han intentado dar; han mostrado con orgullo la gratuidad, la que si bien algo avanzó, son simples migajas que contrastan con la dura realidad de miles de estudiantes endeudados, que inclusive después de terminar sus estudios arrastran millonarios créditos, en directo menoscabo de su calidad de vida.

Sin duda las movilizaciones estarán enmarcadas en una disputa con Guillier, Piñera y con todos los candidatos del Duopolio, tendremos que plantear con mucha fuerza nuestras demandas y consignas, generando un programa autónomo de nuestro movimiento estudiantil, en unidad exclusiva con el pueblo y sus movimientos sociales, no con la Derecha, ni la Nueva Mayoría ni el Frente Amplio.

Nos referiremos ahora a los elementos centrales que creemos, debe impulsar el bloque clasista dentro del movimiento estudiantil, ya sea secundario, universitario o técnico profesional

  1. Una ofensiva de las bases: Nuevas instancias de organización

Para enfrentar la evidente falta de legitimidad interna del movimiento estudiantil, debemos dar un vuelco hacia la democracia y la discusión interna, al establecimiento o re-establecimiento de un programa, de volver incluso a las consignas iniciales con las cuales partimos nuestra lucha y que de a poco se han ido olvidando. Hablamos de luchar por organizar cada liceo, cada universidad e instituto, organizarlos no para ser elegidos durante las elecciones federativas o de distinto orden, sino para plantear claridades políticas y representar intereses latentes en nuestros compañeros.

Entendemos que es un desafío grande, pero creemos que teniendo un movimiento estudiantil que sea fruto de las bases organizadas, superaremos el gremialismo. Para esto es necesario levantar en conjunto nuevos espacios e instancias organizativas, tales como cordones territoriales, coordinadoras de estudiantes de liceos de la periferia o colectivos locales, por dar algunos ejemplos; estos nos dotaran de una organización más amplia y transversal.

  1. La construcción de un programa para las luchas del pueblo

Es necesario dotar de contenido político al movimiento estudiantil, dejar la política que a veces roza lo reaccionario; para esto, debemos levantar instancias de discusión programática a nivel nacional en distintos niveles, donde pensemos a cabalidad la educación feminista, las perspectivas del cogobierno o control comunitario, las necesidades educacionales para el Chile actual, entre tantos otros elementos. Para nosotros estas discusiones deben darse en 4 ejes:

  • Mercado en la educación
  • Rol del Estudiante, el Conocimiento y las Escuelas
  • Herramientas y formas de lucha
  • Democracia

Este programa al cual nos referimos, es un programa para las luchas del pueblo, es aquel programa que nos entrega un movimiento estudiantil que agita las consignas de los y las trabajadoras de nuestro país, del pueblo mapuche, del Niuna Menos, de No + AFP y de los distintos movimientos sociales, es un programa que piensa en definitiva, la educación en su conjunto orientada hacia nuestro pueblo.

Esto, debe ir de la mano con la lucha permanente y contínua por la Educación Gratuita y Universal a manos del Estado, por la Condonación de la deuda, el fin al Subcontrato en la educación, la expansión de la educación pública y una educación Feminista.

  1. La(s) coordinadora(s) de estudiantes clasistas y revolucionarios

Creemos que para impulsar nuestra línea política y contrarrestar la del Frente Amplio y de la nueva mayoría, necesitamos la convergencia de las organizaciones y la creación de una Coordinadora de Estudiantes Revolucionarios, donde las distintas organizaciones políticas de la izquierda clasista y revolucionaria converjan en función del trabajo político en conjunto y coordinado. Esto, a través de la genuina intención y voluntad de apostar por los intereses colectivos del espacio y del movimiento estudiantil propiamente tal.

Este instrumento, debe tener un carácter nacional y también un carácter local, logrando organizar a las distintas orgánicas que tienen estas orientaciones, en cada ciudad y comuna. Así, lograremos dotar de contenido político al movimiento estudiantil, pensando en términos tácticos y estratégicos, buscando alcanzar los puntos antes nombrados y otros más, dejando así de estar nuestras herramientas subyugadas a la coyuntura. Este programa estará sustentado en base a líneas centrales y generales que permitan la articulación efectiva de las organizaciones que componen la coordinadora, evitando así su muerte prematura.

III) Palabras Finales

A pesar del complejo escenario de reflujo, creemos que este no es permanente, sino más bien dinámico, por tanto tenemos la oportunidad de reactivar la organización estudiantil post-reforma de Bachelet, más aún en un año de elecciones y aportas de un nuevo Presidente y Parlamento en Chile.

Despedimos este documento con palabras de aliento y convicción a nuestros compañeros y compañeras, pues tenemos absoluta seguridad y confianza en el pueblo, creemos que la organización, en conjunto con la unidad honesta y desinteresada permitirá construir la educación que nuestro pueblo necesita.

Como dijo el Che:

“Si fuéramos capaces de unirnos, qué hermoso y que cercano seria el futuro”

Fuente: http://juventudguevarista.cl/analisis-de-la-coyuntura-estudiantil-balances-y-perspectivas-para-el-2017/

Comparte este contenido:
Page 15 of 21
1 13 14 15 16 17 21