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Los lazos de Trump con el pasado y la resurrección de la izquierda

Por: James Petras

De Omnibus Dubitandum

Hay que dudar de todo

Introducción

El presidente Trump está completamente integrado en la estructura más profunda del imperialismo estadounidense. A pesar de sus ocasionales referencias a la no intervención en guerras en el extranjero, Trump sigue los pasos de sus predecesores.

A pesar del alboroto montado por neoconservadores y liberales acerca de sus vínculos con Rusia, sus “herejías” sobre la OTAN y su apertura hacia la paz en Oriente Próximo, en la práctica, Trump ha desechado su imperialismo humanitario de mercado y ha acometido las mismas políticas belicosas de su rival del partido demócrata Hillary Clinton.

Al carecer de la hábil “demagogia” del antiguo presidente Obama y no adornar sus acciones con exhortaciones baratas a las políticas de “identidad”, los pronunciamientos groseros y abrasivos de Trump han hecho que los jóvenes se lancen a las calles en manifestaciones masivas. Estos actos de protesta cuentan con el poco discreto apoyo de los principales adversarios de Trump: los banqueros de Wall Street, los especuladores y los magnates de los medios de comunicación. En otras palabras, el presidente Trump es un manipulador de los símbolos, no un “revolucionario” y ni siquiera un “agente del cambio”.

Vamos a proceder a analizar su trayectoria histórica, la que ha permitido el advenimiento del régimen Trump. Identificaremos los programas y compromisos en curso que determinan el presente y la dirección futura de su administración.

Concluiremos determinando el modo en que la reacción del presente puede servir para crear futuras transformaciones. Nos enfrentaremos al actual delirio “catastrófico” y apocalíptico y propondremos razones para una visión optimista del futuro. En resumen: este artículo señalará por qué las características negativas del presente pueden tener consecuencias positivas.

Secuencia histórica

Las pasadas dos décadas, los presidentes de Estados Unidos han derrochado los recursos financieros y militares del país al embarcarse en múltiples guerras interminables en las que no han conseguido ganar, así como en deudas comerciales y desequilibrios fiscales por valor de un billón de dólares. Los dirigentes estadounidenses han enloquecido provocando grandes crisis financieras, permitiendo que los principales bancos cayeran en bancarrota, destruyendo la vida de pequeños deudores hipotecarios, devastando el tejido industrial y creando un desempleo masivo al que ha seguido la creación de puestos de trabajo inestables y mal pagados que han llevado al desplome de las condiciones de vida de las clases trabajadora y media baja.

Las guerras imperiales, los rescates de un billón de dólares a los supermillonarios y la deslocalización sin cortapisas de las corporaciones multinacionales han profundizado enormemente las desigualdades de clase y dado paso a acuerdos comerciales que favorecen a China, Alemania y México. Dentro del país, los mayores beneficiarios de las crisis han sido los banqueros, los multimillonarios del sector de la alta tecnología, los importadores de bienes y los exportadores de la agroindustria.

Para hacer frente a la crisis del sistema, el régimen ha respondido dando mayores poderes al presidente de EE.UU. mediante decretos presidenciales. Para ocultar la debacle de décadas, los denunciantes de conciencia han sido encarcelados y se ha impuesto a cada sector de la ciudadanía la vigilancia típica de un Estado policial. Los centros financieros, como Goldman Sachs, han seguido dictando las normas y controlando el Departamento del Tesoro y las agencias reguladoras del comercio y de la banca. Mientras los presidentes de uno y otro partido entraban y salían del Despacho Oval, las “instituciones permanentes” del Estado se han mantenido sin cambios.

El “primer presidente negro”, Barack Obama, prometió la paz y emprendió siete guerras. Su sucesor, Donald Trump, salió elegido bajo la promesa de la “no intervención” y, sin solución de continuidad, tomó el testigo de Obama y prosiguió con los bombardeos: la pequeña Yemen sufrió los ataques de ejército estadounidense, los aliados de Rusia en la región del Dombás de Ucrania sufrieron violentos ataques por parte de los aliados de Washington en Kiev y la representante más “realista” de Trump, Nikki Haley, tuvo una actuación belicosa en la ONU, al estilo de la señora “intervención humanitaria” Samantha Power [i] rebuznado invectivas contra Rusia.

¿Dónde está el cambio? Trump ha continuado con la política de Obama aumentando las sanciones a Rusia, a la vez que amenazaba con aniquilar Corea del Norte con un ataque nuclear siguiendo los pasos de la escalada militar de Obama en la península de Corea. Obama emprendió una guerra por delegación contra Siria y Trump aumentó los ataques aéreos sobre Al Raqa. Obama rodeó China de bases militares, navíos y aviones de guerra y Trump entró marcando el paso de la oca con retórica belicista. Obama expulsó a una cifra récord de trabajadores mexicanos, dos millones en ocho años; Trump ha continuado la senda prometiendo aumentar las deportaciones.

En resumen, el presidente Trump ha seguido sumisamente la trayectoria de su predecesor, bombardeando los mismos países a la vez que plagiaba sus discursos maníacos ante la ONU.

Obama aumentó el tributo anual (etiquetado como “ayuda”) a Tel Aviv hasta la escalofriante cifra de 3.800 millones de dólares mientras se emitía débiles quejas sobre la invasión israelí de tierras palestinas; Trump ha propuesto trasladar la embajada de EE.UU. a Jerusalén mientras gimoteaba sus propias críticas descafeinadas sobre los asentamientos judíos ilegales en tierras robadas a Palestina.

Resulta absolutamente asombrosa la similitud entre las políticas y estrategias de Obama en política exterior y las de Trump, entre sus medios de implementarlas y sus aliados. La diferencia se limita al estilo y la retórica.

Ambos presidentes “agentes del cambio” quebraron inmediatamente sus falsas promesas preelectorales y han actuado sin salirse del marco de las instituciones permanentes del Estado.

Cualquier diferencia que muestren es fruto de los distintos contextos históricos. Obama se hizo cargo del colapso del sistema financiero e intentó regular la banca para estabilizar su funcionamiento. Trump asumió el cargo tras la “estabilización” de un billón de dólares de Obama y pretende eliminar las regulaciones –¡siguiendo los pasos del presidente Clinton!–. ¡Tanto jaleo a causa de la “desregulación histórica” de Trump!

El “invierno de descontento” que ha tomado forma en protestas masivas contra la decisión de Trump de prohibir la entrada a inmigrantes y visitantes de siete países predominantemente musulmanes es consecuencia directa de las “siete guerras sangrientas” de Obama. Inmigrantes y refugiados son el producto de las invasiones y ataques a dichos países que han provocado el asesinato, las lesiones, el desplazamiento forzoso y la miseria en millones de personas, sobre todo, aunque no solo, musulmanes. Las guerras de Obama han generado decenas de miles de “rebeldes”, insurgentes y terroristas. Los refugiados, que huyen para salvar su vida, han sido prácticamente excluidos de Estados Unidos bajo la presidencia de Obama y la mayor parte de ellos han buscado refugio seguro en los escuálidos campos y el caos de la Unión Europea.

Por terrible e ilegal que pueda parecer el cierre de fronteras a los musulmanes y por prometedoras que parezcan las manifestaciones masivas de protesta, todo ello no es sino el resultado de las políticas de asesinato y caos implementadas durante casi una década por el presidente Obama.

Dentro de la misma trayectoria política, Obama derramó la sangre y le toca a Trump “arreglar el caos”, dicho en su estilo vulgar y racista. ¡A Obama se le consideró un pacificador merecedor del Premio Nobel de la Paz y al gruñón de Trump se le critica estrepitosamente por tener que usar la mopa para limpiar la sangre!

Trump ha escogido hollar el sendero de la deshonra y se enfrenta a la ira del purgatorio. Mientras tanto, Obama se ha retirado a jugar al golf y practicar windsurf y esboza su sonrisa despreocupada a los escritorzuelos que le adoran en los medios de comunicación de masas.

Mientras Trump pisotea el sendero marcado por Obama, cientos de miles de manifestantes llenan las calles para protestar contra el “fascista” y decenas de grandes medios de comunicación, docenas de plutócratas e “intelectuales” de todo género, raza y credo, se retuercen de indignación moral. Uno se queda perplejo ante el silencio ensordecedor de esos mismos activistas y esas mismas fuerzas cuando las guerras y violentos ataques de Obama provocaron la muerte y el desplazamiento de millones de civiles, en su mayor parte musulmanes y en su mayor parte mujeres, mientras sus hogares, bodas, funerales, mercados, escuelas y hospitales eran bombardeados.

¡Cuánto atolondramiento! En lugar de eso, deberíamos tratar de entender las posibilidades que surgen del hecho de que las masas rompan finalmente su silencio cuando el belicismo elocuente e hipócrita de Obama se transforma en la descarada marcha triunfal de Trump hacia el apocalipsis.

Perspectivas optimistas

Son muchos los que desesperan pero más los que han despertado. Vamos a identificar las perspectivas optimistas y las esperanzas realistas partiendo de la realidad actual y de las tendencias del presente. Ser realista significa analizar los acontecimientos contradictorios y polarizadores y, por tanto, no aceptar que haya resultados “inevitables”. Significa que los resultados son un “terreno en disputa” en el que los factores subjetivos desempeñan un papel determinante. La interrelación de las fuerzas en conflicto puede producir una espiral ascendente o una espiral descendente: hacia más igualdad, soberanía y liberación o hacia una mayor concentración del poder, la riqueza y los privilegios.

La concentración de poder y riqueza más retrógrada se halla en la oligárquica Unión Europea dominada por Alemania, una institución que se encuentra asediada por las fuerzas populares. Los votantes de Reino Unido decidieron abandonarla (Brexit) y como consecuencia, Reino Unido se enfrenta a una ruptura con Escocia y Gales y a una separación aun mayor con Irlanda. El Brexit llevará a una nueva polarización cuando los banqueros con sede en Londres se trasladen a la UE y los líderes del libre mercado tengan que enfrentarse a trabajadores, proteccionistas y la masa creciente de pobres. El Brexit da fuerzas a los partidos nacional-populistas e izquierdistas en Francia, Polonia, Hungría y Serbia y frustra la hegemonía neoliberal en Italia, España, Grecia, Portugal y otros lugares. El miedo de los oligarcas de la UE es que los levantamientos populares intensifiquen la polarización social y saquen a la palestra a los movimientos progresistas de clase o a los partidos y movimientos nacionalistas autoritarios.

El ascenso al poder de Trump y sus decretos ejecutivos han provocado la polarización del electorado y un aumento de la politización y de la acción directa. El despertar de Estados Unidos profundiza las fisuras internas entre los demócratas con “d” minúscula –mujeres progresistas, sindicalistas, estudiantes y otros– y los oportunistas del Partido Demócrata con “D” mayúscula, especuladores, belicistas de toda la vida, gacetilleros burgueses del Partido “D” (los “fabricantes de engaños”) y un pequeño ejército de ONG financiadas por las grandes empresas.

La continuación por parte de Trump de los programas favorecedores al ejército y a Wall Street de Obama-Clinton provocará una burbuja financiera, un aumento aun mayor del gasto militar y más guerras caras. Estas separarán al régimen de sus partidarios dentro de los sindicatos y la clase trabajadora, una vez comprobado que el gabinete de Trump está compuesto exclusivamente por multimillonarios, ideólogos y sionistas y militaristas furibundos (contradiciendo su promesa de nombrar a duros empresarios negociadores y realistas). Esto podría generar una gran oportunidad para el auge de los movimientos que se oponen a la fea cara del régimen reaccionario de Trump.

La animadversión de Trump hacia el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA, por sus siglas en inglés) y su defensa del proteccionismo y de la explotación financiera y de los recursos socavarán los regímenes narco-liberales corruptos y asesinos que han gobernado México durante los últimos treinta años, desde los días del presidente Salinas. La política antiinmigración de Trump obligará a los mexicanos a elegir entre reaccionar “luchando o huyendo” ante el caos social creado por las bandas de narcotraficantes y la policía gansterizada. Forzará a México a desarrollar su industria y mercado internos. El consumo de masas interno y la propiedad se unirán a los movimientos populares. El cártel de las drogas y sus patrocinadores políticos perderán el mercado estadounidense y se enfrentarán a la oposición interna.

El proteccionismo de Trump limitará el flujo ilegal de capital de México, que ascendió a una suma de 48.300 millones de dólares en 2016, equivalente al 55% de la deuda externa del país. La transición de México para salir de la dependencia y el neocolonialismo polarizará intensamente al Estado y la sociedad; el resultado vendrá determinado por el balance en la lucha de clases.

Las amenazas económicas y militares de Trump hacia Irán reforzarán a las fuerzas nacionalistas, populistas y colectivistas frente a los políticos “reformistas” neoliberales y pro-occidentales. La alianza antiimperialista de Irán con Yemen, Siria y el Líbano se solidificará frente al cuarteto formado por Arabia Saudí, Israel, Gran Bretaña y Estados Unidos, liderado por este último.

El apoyo de Trump a la ocupación masiva de tierras palestinas y su prohibición “solo judíos” a musulmanes y cristianos “sacudirá” a los millonarios colaboracionistas de la Autoridad Palestina y provocará nuevas revueltas e intifadas.

La derrota del Estado Islámico reforzara las fuerzas gubernamentales independientes en Irak, Siria y el Líbano y debilitará la influencia imperialista estadounidense, abriendo la puerta a luchas populares democráticas seculares.

La campaña a gran escala y prolongada del presidente chino Xi Jinping contra la corrupción ha supuesto la detención y el despido de más de 250.000 funcionarios y empresarios, incluyendo multimillonarios y altos cuadros del Partido. Los arrestos, la persecución y encarcelamiento han reducido el abuso de los privilegios pero, lo que es más importante, ha mejorado las perspectivas de que los movimientos populares se enfrenten a las enormes desigualdades sociales. Lo que comenzó “desde arriba” puede provocar movimientos “desde abajo”. La resurrección de un movimiento hacia los valores socialistas puede tener un gran impacto en los estados vasallos de EE.UU. en Asia.

El respaldo de Rusia a los valores democráticos en el este de Ucrania y la reincorporación de Crimea mediante referéndum puede limitar los regímenes marioneta de Estados Unidos en el flanco meridional ruso y reducir la intervención estadounidense. Rusia puede desarrollar lazos de paz con estados europeos independientes con la ruptura de la UE y la victoria electoral de Trump frente a la amenaza nuclear del régimen Obama-Clinton.

El movimiento a escala mundial contra la globalización imperialista aísla al poder derechista apoyado por EE.UU. en Sudamérica. La búsqueda de tratados comerciales neoliberales de Brasil, Argentina y Chile está en horas bajas. Sus economías, especialmente en Argentina y Brasil, han visto triplicadas sus cifras de desempleo y cuatriplicadas la de su deuda externa, su crecimiento está estancado o en recesión y ahora se enfrentan a huelgas generales masivas. La “adulación” neoliberal está provocando lucha de clases. Todo ello puede dar un vuelco al orden post-Obama en Latinoamérica.

Conclusión

El orden ultra neoliberal del pasado cuarto de siglo se está desintegrando por todo el mundo y en sus principales países. Hay un incremento significativo de movimientos desde arriba y desde abajo, de las izquierdas democráticas a las fuerzas nacionalistas, de populistas independientes a la “vieja guardia” de la derecha reaccionaria: ha surgido un nuevo universo político polarizado y fragmentado. El principio del fin del actual orden imperialista-globalista está creando oportunidades para un nuevo orden dinámico democrático y colectivista. Los oligarcas y las élites de la “seguridad” no accederán a las demandas populares ni renunciarán a sus privilegios fácilmente. Afilarán los cuchillos, emitirán decretos ejecutivos y orquestarán golpes de Estado para intentar mantener el poder. Los movimientos democráticos populares emergentes necesitan superar la fragmentación identitaria y nombrar líderes unificados e igualitarios que puedan actuar decisiva e independientemente de los líderes políticos existentes, que realizan gestos progresistas espectaculares pero falsos mientras pretenden una vuelta a la pestilencia y la miseria del pasado reciente.

Traducido para Rebelión por Paco Muñoz de Bustillo

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=223019

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Nuevas perspectivas para la Transformación Social

Por: Viento Sur. Gerardo García. 11/02/2017

“A veces, echo en falta que a la figura icónica del Che Guevara

se le ponga la mirada de una persona con Síndrome de Down”

Txema Abaigar, militante anticapitalista

El pasado 3 de Diciembre se celebró el Día Internacional de las Personas con Diversidad Funcional en medio de un fuerte apagón mediático y un silencio extendido también entre los ambientes más politizados y habitualmente más movilizados, lo que desembocó en que dicha efeméride pasara totalmente desapercibida para la inmensa mayoría de la población.

Es cierto que cabe preguntarse qué utilidad real suelen tener este tipo de celebraciones, que suelen ser escenarios de efímeros e hipócritas gestos de ciertos organismos e instituciones que habitualmente fomentan y amparan las opresiones que dicen combatir en fechas concretas y cuya labor de concienciación a la población ante esos mismos problemas, por lo general, no tienen efecto mucho más allá de esas 24 horas.

No obstante, el escasísimo eco mediático y la aún más escasa incidencia movilizadora que pudimos contemplar el citado día, no pueden más que preocuparnos y ser interpretados como un serio aviso del que deberíamos tomar nota todas las personas que apostamos por un cambio radical de modelo social, político y cultural, en tanto que nos enseña el grado de ostracismo, de invisibilidad al que se tiene sometido todo cuanto rodea a la Diversidad Funcional hoy en día.

Pero antes de nada y de mostrar una justa indignación por este silenciamiento, sería necesario no llamarnos a engaño. Los discursos y las prácticas transformadoras rara vez inciden o han incidido en el terreno de la Diversidad Funcional, más que de forma tangencial y secundaria para abordar otro tipo de temáticas. Desde nuestra ‘trinchera’, se aprecia una más que preocupante ausencia de elementos que la consideren como una causa por sí misma y que conviertan a la personas que la tienen como un sujeto político activo. Nos falta aquí un “corpus” teórico que poner en práctica en nuestra labor diaria de transformación de lo cotidiano.

Estas líneas no pretenden definir ni cerrar dicho “corpus”, al igual que tampoco pretendía hacerlo el taller que se celebró al respecto, precisamente, de la Diversidad Funcional durante la última Universidad de Verano Anticapitalista y que, de una u otra forma, las inspiran, pero sí que pretenden despertar ciertas preguntas, empezar a definir determinados caminos que nos pueda ayudar a cimentarlo.

Sin duda, uno de los ingredientes básicos de toda opresión es la invisibilización de un colectivo y de las problemáticas que les suelen ir asociadas (mejor dicho, en su mayoría, que la sociedad actual, en su proceso de construcción les ha ido generando). No se puede entender el “capacitismo” (esto es, el marco ideológico que ampara y legitima la supremacía de las personas sin diversidad funcional oficial sobre las que sí la tienen) sin ese silenciamiento que se ejerce día a día.

El citado silenciamiento lleva a que normalicemos ese papel de subsidariedad de las “Personas con Diversidad Funcional” (o con “Discapacidad”; el hecho de no saber todavía cómo nombrar una realidad suele dibujar también el punto en el que se está a la hora de trabajar en/con ella), hasta puntos insospechados. Tan insospechados (y por citar un ejemplo concreto, que pudiera pasar casi por anecdótico) como para que se nos pase por alto el lugar que suele ocupar en las reseñas periodísticas la mención a la accesibilidad y/o presencia de barreras arquitectónicas en un determinado establecimiento hotelero: el último, junto a la relativa a la admisibilidad de animales domésticos en su interior.

Pero ejemplos como éste no pueden ser considerados como hechos aislados o productos de la casualidad. Es muy difícil, por no decir casi imposible, encontrar una visión normalizadora e inclusiva en nuestro imaginario colectivo, lo que favorece que la opresión “capacitista” persista en gran medida hasta nuestros días. La prevalencia de dicha opresión, conscientemente normalizada e invisibilizada en la actualidad se manifiesta, entre otras muchas cosas, en que;

– La construcción “capacitista” del lenguaje apenas se ha cuestionado en la actualidad, distando mucho esa crítica de la que se ha empezado a hacer en los últimos años en relación a la cuestión de género. El uso de la Diversidad Funcional como un motivo de insulto apenas es algo que se haya cuestionado.

– Igual que sucede en muchos otros casos, la imagen corporal hegemónica que se espera en hoy en día, no ofrece un hueco para la Diversidad Funcional. Y esta exclusión se lleva a cabo, de nuevo, sin que apenas seamos conscientes de ello.

– La visibilidad de la Diversidad Funcional en la esfera pública se siga dando de una forma paternalista e infantilizadora, apelando, mayoritariamente a un sentimiento tan lógico como poco útil a la hora de transformar nuestra cotidianidad, como es la condescendencia.

– Persiste la asociación recurrente, y alimentada de gran manera por los medios de comunicación, entre la Diversidad Funcional (sobre todo, la relacionada con la Enfermedad Mental) con la criminalidad.

Por ir centrando más el objeto real de este artículo, una muestra más de hasta qué punto hemos asimilado conductas y posicionamientos “capacitistas” incluso razonablemente cerca de nuestros posicionamientos, es que no se ha logrado incluir a la Diversidad Funcional en una gran parte de las, por otra parte, más que justas y legítimas demandas sociales que, hoy en día se articulan, perpetuando, en su formulación, la segregación entre Personas con Diversidad Funcional y sin ella. La, sin duda, bienintencionada pero más que limitada defensa del derecho al aborto en los casos de malformación fetal es el más claro ejemplo de ello.

Pero estas contradicciones no pueden ser achacables sólo a discursos reformistas y/o defensores de un cierto modelo de Estado del Bienestar. No deja de llamar la atención, por ejemplo, como en un contexto en que, ciertamente, se hace necesaria una defensa de los Servicios Públicos, se ha asumido (o, al menos, parece haberlo hecho), por nuestra parte, un discurso legitimador del Modelo Residencial como uno de los ejes vertebradores de la intervención en el campo de la Diversidad Funcional.

Desde diversos colectivos que llevan años y años trabajando por una visibilidad e inclusión real de la Diversidad Funcional, entre los que cabe destacar el Foro de Vida Independiente se han denunciado por activa y por pasiva los grandes defectos que presenta dichos modelos. Cabe preguntarse ciertamente, más allá de debates coyunturales y específicos en su momento, si los Recursos Residenciales que habitualmente se potencian no contribuyen más que a invisibilizar a estas personas, alejándolas de lo que se supone que debiera ser su entorno natural y, hasta qué punto, facilita (o deja de hacerlo), su empoderamiento real, que, al fin y al cabo, es lo que debería defender el “anticapacitismo”.

Detrás de un debate tan concreto, extensible también al modelo educativo (centrado actualmente y en gran medida, en la promoción de los Colegios Especiales) subyace así una cuestión tan de fondo como es el punto hasta el que defendemos modelos que se enfoquen a una autonomía lo más completa posible de las Personas con Diversidad Funcional, dándoles a ellas un protagonismo real en la toma diaria de decisiones y en su inserción real en un enclave geográfico concreto.

Enlazando con lo comentado en los dos párrafos anteriores, respecto a la alienación constante que se suele someter a las personas con Diversidad Funcional, negándoles su autonomía, capacidad de decisión y gran parte de sus derechos más fundamentales, llegamos a una cuestión muy concreta sobre la que también urge articular discursos y prácticas orientadas a un empoderamiento real de éstas: las Pensiones de Discapacidad, tanto en lo que concierne a su cuantía, como, sobre todo, a la dirección final de las mismas.

Por desgracia, en la actualidad, no hay mecanismos que garanticen que dichas pensiones acaben repercutiendo directamente en una mejora de la calidad de vida de las personas que debieran ser sus perceptoras directas. Se hace imprescindible reclamar que esas cuantías (correctamente ponderadas para asegurar a quienes se beneficien de ellas una completa satisfacción de sus necesidades económicas) lleguen íntegramente sus titulares (sin que haya intermediación alguna que haga uso personal de estos recursos, haciendo camino en la ruptura de la relación directa que, por desgracia, persiste en la actualidad, entre Diversidad Funcional y pobreza.

Si al hablar de la Diversidad Funcional en general y del espacio que se le da en la sociedad actual resulta inevitable referirse a la invisibilización que se le suele someter, ésta última parece acentuarse más si cabe al hablar de la diversidad que no se ve a simple vista. En concreto, de la llamada “Enfermedad Mental”. En líneas anteriores, citábamos la asociación que se suele realizar entre ésta y la criminalidad. El desconocimiento social (unido a la aparente falta de interés en combatirlo) no hace más que condenar aún más al ostracismo a las personas afectadas por ella. Los modelos hegemónicos de intervención y tratamiento tampoco parecen apuntar de cara a una plena inclusión de dicho colectivo. Desde nuestros posicionamientos, se hace necesario apuntar a nuevos horizontes de cara a su visibilización y normalización. Probablemente, los Grupos de Apoyo Mutuo en Salud Mental que vienen realizando su labor en los últimos tiempos, principalmente desde diversos Centros Sociales, nos estén dando una buena pista de cómo hacerlo.

Según el Informe Europeo sobre las mujeres de los grupos minoritarios en la Unión Europea, de 2004, “Casi el 80% de las mujeres con discapacidad es víctima de la violencia y tiene un riesgo cuatro veces mayor que el resto de mujeres de sufrir violencia sexual”/1. Con una situación económica generalmente precaria y con tendencia a la escasez de recursos para su socialización, se trata de un colectivo en riesgo grave de exclusión. Tampoco podemos olvidar un hecho como el que las consecuencias más directas de Políticas Públicas con claro sesgo “capacitista” como son los recortes en los recursos desarrollados en el marco de la ya de por sí insuficiente Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las Personas en Situación de Dependencia (más conocida simplemente como Ley de Dependencia) recaen fundamentalmente en las mujeres que, en una sociedad capitalista y patriarcal como la nuestra, son las que generalmente suplen con su trabajo no remunerado esa labor de cuidados que se deja de prestar por parte del Estado. Por ello, se antoja imprescindible seguir articulando discursos y prácticas que visibilice y combata la doble discriminación que supone ser mujer y tener Diversidad Funcional y que se oponga a la acentuación de la división sexual del trabajo que viene inherente a las políticas austeritarias.

Si hay un debate abierto (y con pocos visos de cerrarse en un futuro cercano) en el seno de la izquierda y, en general, del entorno más ligado a la transformación social es el relativo a la relación entre Diversidad Funcional y una supuesta y discutida existencia de derechos sexuales. Asuntos como el de la Asistencia Sexual, ya regulada en otros países, aún siguen generando polémica, especialmente (aunque no sólo) dentro del movimiento feminista. Más allá de posicionarnos aquí de forma cerrada al respecto, creemos que es de vital importancia que sigamos profundizando este debate, normalizarlo sin caer en maniqueísmos y valorando en profundidad las oportunidades y las posibles contradicciones relacionadas con el mismo.

Y, por último, no queremos dejar de abordar en este breve repaso (en el que sabemos que nos dejamos muchas cosas en el tintero) la relación entre la Diversidad Funcional y el empleo. Un primer aspecto a valorar aquí es la situación y el funcionamiento de los Centros Ocupacionales que, supuestamente, han de figurar como centros de formación básica para la inserción al empleo (especialmente, orientada a personas con Diversidad Funcional Intelectual), y que en su gran mayoría de ellos están orientados a trabajos en cadena manipulativos a saber, tales como revisión de tornilleria, trabajos de imprenta, plegado ensobrado y tareas similares. Dicho trabajo en cadena, monótono y repetitivo, en ningún caso es remunerado en función a la productividad del sujeto, con las compensaciones oscilan entre los 20 y 100 euros mensuales. Por tanto, se da una situación que condena al colectivo a la ghettización, realizando producción para las propias Asociaciones, cuyos intereses económicos acaban, muchas veces, chocando frontalmente con la inserción laboral plena de estas personas.

Es de vital importancia, por tanto, que el mercado laboral (así como la sociedad en su conjunto) acepte el encaje de la Diversidad Funcional dentro del mismo, lo que implica una serie de cambios estructurales y creativos, que contemplen las diversas potencialidades de las personas, no cayendo nunca en esa tendencia tan recurrente de aparcar a aquéllas que se consideran hegemónicamente como “no productivas”. Es de vital importancia luchar contra esa idea tan aposentada de que la inclusión social de cualquier colectivo pasa porque éste sea asumido sin más por el mercado laboral actual.

Son muchas, pues, las cuestiones y los debates abiertos y los espacios por cubrir para la formación de unos discursos y unas prácticas que, de cara a una transformación radical e integral, aborden la Diversidad Funcional como creemos que es necesario y la saquen del ostracismo y de la invisibilidad que hoy en día se le someter a ella y a las personas que la tienen, reconociendo su plenitud de derechos. Lejos de considerarse como un Texto Fundacional de nada, valgan estas palabras como una humilde aportación al debate sobre cómo construir una sociedad más justa y solidaria, que considere toda diversidad como una riqueza y no como algo patológico, que incluya a todas las personas y una llamada más para ponernos manos a la obra. Porque si de una cosa tenemos seguridad es de que la transformación social será accesible o no será.

Fuente: http://vientosur.info/spip.php?article12166

Fotografía: viento sur

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Insisten en importancia de dictar educación vial en las escuelas de Panamá

Centro América/Panamá/11 Febrero 2017/Fuente: TVN noticias

Ezequiel  Vargas, integrante de la Fundación de Seguridad Ciudadana Pro Orden y Disciplina, asegura que hay que trabajar en la educación vial de los niños en las escuelas, para que la realidad que se vive en las calles de Panamá, cambie en el futuro.

Asegura que lo que se vive en la actualidad, es la consecuencia de no  haber educado a los niños de hace 20 años atrás.

Aseguró en Noticias AM que lamentablemente, muchas de las cosas que se están viendo en las calles, es responsabilidad de los propios conductores porque no se quiere adoptar un cambio de actitud.

Contó a manera de anécdota, que en otros países, los conductores van muy pendientes de las señales de tránsito y pudo observar cómo todos se detienen, en cuanto ven el cambio de luz verde a amarilla.

Según Vargas, en la medida de que las personas practiquen más cortesía en el manejo, van a bajar las cifras de colisiones y de accidentes de tránsito.

En Panamá, se han llegado a registrar en un solo día, 190 choques, lo que representa una cantidad de 380 autos que se colisionan por día.

Lo anterior, poniendo como mínimo que solo sean dos autos los que estén involucrados.

Vargas también considera que se debe desarrollar una campaña de anuncios que inviten a los conductores a la prevención de los hechos de tránsito.

La fundación ha iniciado una campaña que han denominado “Parkeate Bien, no Seas Fresco”, que tiene como finalidad, crear conciencia entre las personas para que respeten los espacios y se estacionen de manera adecuada.

Insiste en la importancia de hacer más estrictas las sanciones por violar las normas de tránsito, ya que la mayor parte de los ciudadanos sienten que en las calles de Panamá, impera una anarquía vehicular.

Fuente: http://www.tvn-2.com/nacionales/Insisten-importancia-educacion-escuelas-Panama-noticias_0_4686281335.html

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“Para que la vida tenga utilidad tiene que dejar una huella en otros seres humanos” Entrevista a Miguel Rodríguez López

Centro América/Puerto Rico/4 Febrero 2017/Autor: Wilkins Román/Fuente: Rebelión 

Miguel Rodríguez López es el rector del Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe, en el viejo San Juan, Puerto Rico (2004-). Como académico y gestor cultural, ha sido, entre otros cargos, director, investigador y curador en el Museo y Centro Humanístico de la Universidad del Turabo (1984-1989), director del Departamento de Arqueología del Instituto de Cultura Puertorriqueña (1989-1993), director y docente del Departamento de Humanidades de la Universidad del Turabo (1993-1997), presidente de la Asociación Puertorriqueña de Antropólogos y Arqueólogos (1987-1991), presidente de la Asociación Internacional de Arqueología del Caribe (1993-1997) y presidente de la Junta de Directores de la Fundación Puertorriqueña de las Humanidades (2003-2007). Rodríguez López es arqueólogo, sociólogo y antropólogo, especialidad la primera que obtuvo bajo la dirección de don Ricardo Alegría. Don Miguel, como no le gusta que le diga, ha sido muy dichoso, y Puerto Rico ha tenido en don Miguel la dicha de tener un docente e investigador comprometido con la preservación y conservación de sus valores arqueológicos y culturales. Don Miguel, me ha dado la oportunidad de entrevistarle. Comparto con vosotros sus respuestas, y estoy muy agradecido por éstas a don Miguel.

– Wilkins Román Samot (WRS, en adelante) – La vida es un devenir de retos. Vos es ejemplo de ello. La vida, esa misma, nos puso algún tiempo atrás en el camino, vos de profesor de mí, yo de estudiante vuestro en el Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe, Viejo San Juan, Puerto Rico. Se puso o le puso el destino en el lugar de don Ricardo E. Alegría, de quien también fui alumno. Siempre que le veo, le veo feliz. A don Ricardo lo recuerdo pensativo, siempre, o casi, siempre, pensativo. Sé que hace algo que le viene apasionando desde no hace poco tiempo. Se formó en empresas, inicialmente (1963-1967), para luego devenir antropólogo y sociólogo (1976) cuando yo nací, obteniendo su especialización a nivel avanzado en Arqueología (1983) bajo la dirección de don Ricardo, padre re-fundador del Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe (CEAPRC), del cual hoy vos es su Excelentísimo Señor Rector desde el 2004. De ese todo que vos es, ¿dónde se ha sentido más cómodo? ¿Cómo integró su formación trans-disciplinaria a su trabajo creativo de docente, investigador y gestor cultural?

– Miguel Rodríguez López (MRL, en adelante) – Cada etapa de la vida tiene su importancia y su propósito. En mis años formativos, tanto en la Escuela Superior de la Universidad de Puerto Rico así como en mis estudios universitarios, fui adquiriendo unos conocimientos muy diversos, unas experiencias de vida poco usuales, en fin, unas destrezas básicas que me permitieron ir creciendo y madurando para enfrentar nuevos retos. Siempre me he sentido profundamente feliz con la vida, con las decisiones que he tenido que tomar, con las responsabilidades que desde muy joven tuve que asumir. Algunas tuvieron consecuencias negativas para mi persona, pero de eso se trata la vida, de aprender a enfrentar los retos de la conciencia.

Para darte un ejemplo, en los años 60’s, en plena guerra de Vietnam, mientras estudiaba en la universidad, decidí desafiar la inscripción obligatoria en el servicio militar de los Estados Unidos y dedicarme de lleno junto a otros compañeros a combatir por pueblos y campos la injusticia del Servicio Militar Obligatorio para los puertorriqueños y la inmoralidad de la guerra contra Vietnam. Fueron años difíciles, de persecución oficial, de rechazo e incomprensión de mucha gente, pero también aprendimos la importancia que en la vida tiene el actuar de acuerdo a unos principios.

Pienso que también por la diversidad de experiencias que he tenido en mi vida: líder estudiantil, activista social, profesor universitario, arqueólogo profesional, director de museos y departamentos académicos, funcionario público (en el Instituto de Cultura Puertorriqueña), legislador municipal, gestor cultural y otras posiciones más, he podido ir sumando y añadiendo, a través del tiempo, nuevas maneras de ver el mundo y de enfrentar sus desafíos.

Por eso es que ya casi llegando a los 70 años, en estos momentos de mi vida me siento todavía mucho más feliz y, totalmente, comprometido con mi trabajo actual. Dirijo una institución muy valiosa para Puerto Rico, que tiene una dimensión caribeña e internacional, pero que sobre todo tiene la encomienda de elevar el legado educativo y cultural de don Ricardo Alegría a otros niveles de crecimiento y desarrollo.

– WRS – Vos tiene otros deberes. Me refiero a su labor como curador de la Colección Arqueológica del Museo y Centro Humanístico de la Universidad del Turabo, en Caguas, Puerto Rico. ¿Cuál es la importancia de esa colección dentro del contexto de la arqueología de Puerto Rico y el Caribe?

– MRL – Como arqueólogo, una de las experiencias más enriquecedoras ha sido la de excavar a finales de la década del 1980 el yacimiento de Punta Candelero, localizado en terrenos de Palmas del Mar, Humacao. Se trata de de uno de los descubrimientos arqueológicos más importantes realizados en Puerto Rico y la región del Caribe de la segunda mitad del siglo XX. La importancia de la valiosa colección arqueológica de Punta Candelero es que la misma pertenece a una cultura muy antigua y hasta cierto punto, muy sofisticada, que estableció sus poblados en los siglos previos al inicio de la era cristiana, en las islas del noreste del Caribe.

Como el yacimiento se excavó con la presencia de especialistas y bajo la dirección de una institución académica, en este caso el Museo de la Universidad del Turabo, la colección tiene también un gran valor científico. Sus materiales, como lo son la cerámica, los artefactos de piedra y la gran cantidad de osamentas humanas excavadas en el lugar, han sido tema de investigaciones académicas y científicas que se han publicado en libros y revistas sobre el tema arqueológico.

Además constantemente se realizan nuevos estudios y análisis que ofrecen más datos en torno a esta compleja sociedad de navegantes y mercaderes que fundaron y vivieron en un poblado que formaba parte de una dinámica red caribeña de intercambio de materias primas y objetos terminados con poblados de otras islas y del propio continente.

Finalmente, el nuevo Museo y Centro Humanístico de la Universidad del Turabo, que en estos momentos dirige la Dra. Carmen Teresa Ruiz de Fishler, le ha dedicado una sala permanente a la arqueología de Punta Candelero, titulada “Los Huecoides de Punta Candelero, una Cultura Ancestral”. Aparte de mis responsabilidades como Rector del CEAPRC, soy curador “Ad honorem” de la colección arqueológica del Museo y siempre estoy disponible para colaborar con la Universidad del Turabo y su Museo.

– WRS – Los arqueólogos son unos tipos que excavan la tierra con cierto cuidado. Lo hacen así para ver si tienen la suerte de encontrar o de ver si lo encontrado por un desarrollador es lo que se conoce como yacimientos. Los yacimientos más importantes suyos se los encontró en la Hacienda Grande y en Vacía Talega, Loíza (1985-1986); el Campamento Santiago, Salinas (1985-1986); Punta Candelero, Palmas del Mar, Humacao (1987-1989); Maruca, Ponce (1995-1997); e, isla de Culebra (1997). En fin, luego de tanto hoyo, tengo entendido que don Rafael “Churumba” Cordero Santiago se volvió loco de contento cuando supo que allí, en Maruca, Ponce, fue donde vos por primera vez excavó y se encontró con uno de los primeros yacimientos de las culturas pre-agro-alfareras de Puerto Rico y el este del Caribe, de una antigüedad aproximada a los 5 mil años antes de nuestro presente judeo-cristiano. Cuénteme de la importancia de los resultados de esas investigaciones de campo, sobre o más bien bajo el terreno. ¿Qué confirmaron? ¿Qué nos dejaron saber? ¿Cuán cierto es que Ponce es Ponce por ser en Maruca donde surgieron los leones de Ponce? ¿Fueron esos pre-agro-alfareros de Maruca o debieron ser esos los primeros egos del ponceño de hoy o, tal vez, del puertorriqueño de hoy?

– MRL – A mediados de la década del 1990 fui contratado por el Instituto de Cultura Puertorriqueña, para dirigir un proyecto de excavaciones arqueológicas en lo que en aquel momento se convirtió en el yacimiento indígena más antiguo conocido en Puerto Rico. Este yacimiento fue excavado inicialmente por el arqueólogo Jesús Figueroa, quien lo bautizó con el nombre de Maruca, un personaje del folclore ponceño. En Maruca se encontraron los restos materiales, incluso los restos óseos de 11 individuos, que formaron parte de una comunidad cuya antigüedad fue fechada por medio del carbono 14 en al menos 3 mil años antes de Cristo, es decir casi 5 mil años antes del presente.

A veces les hablo a los estudiantes y al público en general de la gran antigüedad de este sitio, al igual que la de otros lugares en Puerto Rico y se hace difícil entenderlo. Debe estar claro para todos que 5 mil años atrás ya habitaban seres humanos en nuestra isla y fundaron poblados cercanos a la costa como en este caso Maruca, cerca de Ponce. Claro, se trataba de sociedades llamadas Arcaicas o Pre Agroalfareras que dependían de la pesca y la caza para sobrevivir, que además tenían algunas prácticas agrícolas, que fabricaban herramientas de piedra, que vivían en pequeños poblados y que enterraban a sus difuntos de una forma ritual en posición extendida.

Cuando le explicamos sobre la antigüedad y la importancia arqueológica de este hallazgo al entonces alcalde de Ponce, el Honorable Rafael Churumba Cordero, se quedó pensando un rato y con su habitual orgullo ponceño me respondió: “¿Entonces lo que usted me dice es que los primeros habitantes de Puerto Rico eran ponceños?” Y todos los presentes nos reímos y celebramos el ingenio del alcalde, porque aunque en aquellos tiempos, 5 mil años atrás, no existía el concepto de ponceño o de puertorriqueño, de cierta manera el alcalde tenía razón en lo que expresaba. Y creo que llegó a utilizar públicamente el comentario para reforzar la importancia de Ponce y de los ponceños desde los primeros tiempos de la historia de la Isla.

– WRS – En retrospectiva hoy, luego de las investigaciones realizadas bajo el terreno, ¿qué diferencias observa en su propio trabajo creativo de investigador además de su diferencia respecto a las culturas con las que ha trabajado? ¿Qué es aquello que ha aprendido dentro del proceso creativo de dar forma y contenido a su trabajo creativo de arqueólogo?

– MRL – Creo que estoy pasando por la etapa de escribir, de divulgar y valorizar al máximo los hallazgos y el conocimiento arqueológico que he obtenido por mis trabajos de investigación que ya alcanzan cuatro décadas. Mis excavaciones han recuperado información y objetos muy valiosos que pertenecían a las diversas sociedades que hoy llamamos originarias, que sentaron las bases de lo que es hoy la cultura puertorriqueña.

He acumulado cientos de informes arqueológicos que he sometido ante las agencias culturales de Puerto Rico, así como decenas de ponencias que he ofrecido ante congresos arqueológicos celebrados en Puerto Rico, las islas del Caribe, Venezuela, Estados Unidos, Inglaterra y en España. Ahora mi responsabilidad es darlas a conocer de manera educativa a un público más amplio, que los estudiantes sientan ese orgullo de su antigua historia y de las sociedades ancestrales que vivieron en nuestra isla y que son el primer piso, la base de nuestras sociedades modernas.

Como parte de este compromiso, también promoví el ofrecimiento de una Maestría en Arqueología, la única en su clase en Puerto Rico y en el Caribe, con el fin de preparar académicamente una nueva generación de arqueólogos comprometidos con el estudio y el aprecio de nuestras más antiguas poblaciones. Ya en el CEAPRC hemos graduado más de una docena de arqueólogos y eso me llena de mucha satisfacción, pues ya los jóvenes que quieran estudiar Arqueología de Puerto Rico y el Caribe no tienen que ir a prepararse a los Estados Unidos o a México, donde los estudios son más costosos.

– WRS – Mucho de su trabajo creativo como arqueólogo ha sido influenciado por don Ricardo. ¿Qué tiene de particular su trasfondo personal (historia de vida) en la formación del contenido de su trabajo creativo? Pero, ¿qué tiene vos que decirnos de don Ricardo? ¿Cuán importante fue don Ricardo en su formación? ¿Qué lección de vida tuvo de don Ricardo que no quisiera olvidar y que no olvidáramos? ¿Qué le debe vos a don Ricardo como arqueólogo, qué le debe la arqueología puertorriqueña y caribeña a don Ricardo?

– MRL – Mi vida en los pasados 40 años la he dedicado a la investigación arqueológica, a la enseñanza y a la administración de instituciones educativas y culturales. Y ese compromiso se lo debo principalmente al ejemplo que siempre me dio don Ricardo Alegría, mi maestro y mentor.

Don Ricardo siempre insistió en que no bastaba estudiar y conocer bien la historia, la literatura o la arqueología de Puerto Rico. Que era necesario también sentir la importancia y el orgullo que de su conocimiento proviene y darlo a conocer al resto de la población especialmente a la juventud para que ellos también sintieran el orgullo por nuestra historia y cultura nacional. Por tal razón, siempre he tenido presente sus enseñanzas cuando me ha tocado tomar decisiones relativas a mi vida personal y profesional.

También don Ricardo veía nuestra historia y cultura nacional siempre vinculada con la historia y cultura de los demás países caribeños. Siempre he mantenido estrechas relaciones con investigadores caribeños y desde la década del 1970 participo activamente en los congresos y eventos regionales relacionados con el campo de la arqueología. Presidí entre los años 1993 al 1997 la Asociación Internacional de Arqueología del Caribe (AIAC-IACA) con sede en Martinica, y fui el organizador de dos congresos regionales celebrados en Puerto Rico (1993, 2013) en los cuales participaron cientos de arqueólogos, directores de museos y otros investigadores de más de 20 países caribeños y europeos. De esta manera, los arqueólogos del patio así como nuestros estudiantes han tenido la oportunidad de darse a conocer y presentar sus trabajos arqueológicos ante un foro de prestigio internacional.

Como rector del CEAPRC he continuado la tradición establecida por sus fundadores y regularmente invitamos profesores y conferenciantes de la región del Caribe, algunos de ellos de gran reconocimiento internacional como lo son Marcio Veloz Maggiolo y Frank Moya Pons (Republica Dominicana), Lourdes Domínguez (Cuba), Henri Petitjean Roget (Guadalupe) y otros.

– WRS – Hace unos días quiso recordar a doña Velda González. Le recordó, le honró. Recordar es honrar. Honrar, honra. ¿Cuál considera vos es la principal contribución de doña Velda a la protección del Patrimonio Arqueológico del Pueblo de Puerto Rico? ¿En qué radica la importancia de esa contribución de doña Velda para la defensa de nuestro patrimonio nacional?

– MRL – A Velda González, recientemente fallecida, el pueblo la recuerda mayormente por su gestión como actriz y comediante de gran relevancia en la televisión puertorriqueña. Sin embargo, su gestión como senadora que fue por casi dos décadas no es muy conocida. En el aspecto de la cultura Velda González fue siempre defensora de nuestro patrimonio arqueológico y gracias a sus esfuerzos se aprobaron las leyes que protegen del impacto de proyectos de construcción sobre nuestros yacimientos indígenas y otros lugares de importancia histórica. Mientras fue senadora Velda González siempre defendió la integridad del Instituto de Cultura Puertorriqueña y se aseguró que contara con el presupuesto necesario para desarrollar su obra artística y cultural por todo el país.

– WRS – Sé que vos es un autor caribeño de origen puertorriqueño. ¿Se considera puertorriqueño? ¿Existe el puertorriqueño o sólo su imagen es una imagen? ¿Por qué? ¿Qué es la que hace que su trabajo creativo sea de vos y lo que es de vos es o decide ser dentro de Puerto Rico? ¿Qué es esa fuerza que lo hace puertorriqueño y le une a otros?

– MRL – Mi concepto de Puertorriqueñidad va mucho más allá de los límites geográficos de nuestra isla. En estos momentos la mayoría de las personas que se consideran puertorriqueños viven en los Estados Unidos continentales y en otros confines del mundo. Somos puertorriqueños, no sólo porque tenemos una serie de características reales o imaginarias que nos unen y que nos identifican con una personalidad cultural definida ante el mundo. También los demás pueblos del mundo nos identifican y nos definen entre los demás pueblos del universo. Puede haber elementos concretos y objetivos en esa definición de identidad nacional, pero también hay otras características no tan definidas ni visibles que sólo los puertorriqueños podemos identificar.

Te doy un ejemplo de algo que me pasó a mí. Estaba yo hablando en inglés con unos colegas en una esquina de la ciudad de Cayena, capital de la Guyana Francesa, cuando de pronto una señora que estaba asomada al balcón de un tercer piso me gritó: “Oye, ¿tú eres boricua?” Y al yo contestarle en español, “Sí, ¿y como tú lo sabes?”, ella respondió: “Yo lo sé porque yo conozco a mi gente”. La señora era de Ponce y llevaba 20 años casada con un francés y viviendo en Cayena, pero podía distinguir a un puertorriqueño de lejos sin ninguna dificultad.

– WRS – Don Miguel, ¿cómo visualiza su trabajo creativo con el de su núcleo generacional de arqueólogos en Puerto Rico y esos otros espacios caribeños o no de creación y afirmación cultural en los que ha tenido la oportunidad de estar? ¿Cómo ha integrado su identidad étnica y su ideología política con o en su trabajo creativo? ¿Cómo relaciona su trabajo político-cultural con su lectura particular de la vida y su propio quehacer cultural o no hoy?

– MRL – Mi quehacer cultural no es abstracto o teórico o puramente académico, aunque no le quito mérito a aquellos que son capaces de separar el mundo intelectual del trabajo social y político, en el más amplio concepto del término. En todas las etapas de mi vida siempre he tenido presente lo que aprendí de mi alma mater, la Escuela Superior de la UPR, y de grandes maestros como don Ricardo Alegría. Y es que para que la vida tenga un sentido de utilidad, más allá de los logros personales que uno pueda o no alcanzar, tiene que dejar una huella en otros seres humanos.

Mi práctica como arqueólogo, como educador, como administrador y gestor cultural, como servidor público, incluso como líder político, siempre ha estado marcada por unas causas, por unos ideales. En ocasiones, como cuando siendo estudiante universitario me negué a servir en el Servicio Militar Obligatorio durante la guerra de Vietnam, he pasado por la experiencia de ir a la cárcel, de la cual me siento muy orgulloso. Cuando mi hija Laura fue encarcelada por su desobediencia civil en Vieques, yo me sentí el padre más feliz y orgulloso del mundo porque también su vida estaba marcada por una causa. Y al igual que en mi hija pienso que mi labor como educador y gestor cultural también ha impactado a muchos jóvenes en sus vidas profesionales y personales.

– WRS – ¿Qué diferencias observa, al transcurrir del tiempo, con la recepción de sus compañeros de viaje o aventura creativo-cultural con su trabajo creativo y la temática o las temáticas que ha abordado y los marcos teóricos desde los que les has abordado? ¿Qué otros proyectos creativo-cultuales tenéis pendientes?

– MRL – El tiempo pasa y ya me acerco a los 70 años. Puedo ver la vida desde cierta perspectiva que sólo la experiencia y los años ofrecen. Mis maestros y mentores como Eugenio Fernández Méndez, Irving Rouse y Ricardo Alegría ya no están en este mundo. Tampoco muchos de mis amigos y colegas arqueólogos. Pero me siento que siempre surgen nuevos compañeros y compañeras de viaje que lo hacen más cómodo y más entretenido. Disfruto mucho de mi trabajo administrativo y académico como Rector del CEAPRC y también de mi activismo cultural y político. Por eso en público siempre me van a ver feliz y sonriente. Incluso, en momentos de mucha indignación trato de no perder el control.

A veces las frustraciones y reveses me han afectado en lo personal y particularmente en mi salud. Hace unos años sufrí un infarto en medio de una protesta frente al proyecto Paseo Caribe, donde no se siguieron ninguna de las leyes de protección arqueológica. Fui sometido a una operación de emergencia donde me efectuaron tres desvíos coronarios. De broma siempre comento que cada uno de ellos tiene nombre: uno se llama Paseo Caribe, otro se llama Yacimiento Jácanas (que en esos momentos también fue objeto de destrucción por parte del Cuerpo de Ingenieros del Ejército), y el tercero se llama Instituto de Cultura Puertorriqueña, una institución que quiero y respeto mucho, que ha dejado una profunda huella en nuestro pueblo, y que lamentablemente ha sido golpeada, despreciada y aplastada por las pasadas administraciones de ambos partidos.

Y esto me trae a la atención el estado actual de la cultura y de sus principales instituciones oficiales. Por muchas razones, que no son sólo las económicas, los pasados gobiernos no le han dado la importancia que tiene la gestión cultural para el desarrollo saludable del país. Con mi trabajo como gestor cultural y a través de mi participación y presencia en los debates públicos, desearía colaborar en el desarrollo de una nueva visión de la cultura puertorriqueña como instrumento que refuerza la identidad y la unidad de país y como factor importante en el desarrollo económico y la creación de empleos. También visualizo nuestra cultura como punta de lanza en la internacionalización de Puerto Rico.

– WRS – ¿Qué otros proyectos creativo-cultuales tenéis pendientes o quisiereis realizar?

– MRL – Pienso que podemos revitalizar nuestras instituciones culturales para que ayuden al país a salir de tantos serios problemas que en estos momentos enfrenta. Pero este impulso debe ir acompañado de la creación de alianzas con los municipios, con las universidades, con las organizaciones sin fines de lucro y con los grupos y centros culturales por toda la Isla. Ese es el mayor proyecto cultural al cual espero poder dedicar el máximo de mis posibilidades en esta etapa de vida.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=222495&titular=%93para-que-la-vida-tenga-utilidad-tiene-que-dejar-una-huella-en-otros-seres-humanos%94-

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Libro ¿Quién raya la cancha?

Visiones, tensiones y nuevas perspectivas en los estudios socioculturales del deporte en Latinoamérica

Rodrigo Soto Lagos. Omar Fernández Vergara. [Compiladores]

Pablo Alabarces. Heloisa Helena Baldy dos Reis. José Garriga Zucal. David Leonardo Quitián. Camilo Amestica Zavala. Rodrigo Soto Lagos. Asamblea de Hinchas Azules Universidad de Chile. Raúl Eduardo Martínez Hoyos. Raúl Eduardo Martínez Hoyos. Juan Carlos Pérez Toledo. Joseane Suzart Lopes da Silva. María Eugenia San Martín. José Roa Ramirez. Beatriz Vélez. Verónica Moreira. Yanis Tapia Fernández. Carlos Vergara Constela. Bernardo Guerrero Jiménez. Rafael Fortes. Aldo Panfichi. Fernando Carrión Mena. Sebastián Ponce. Eric Valenzuela Martínez. Roberto González. Carlos Matus Castillo. Anna Vilanova Soler. Núria Puig Barata. Álvaro Ayala. Javiera Pavez. Pablo Romero. [Autores de Capítulo]

Colección Grupos de Trabajo.
ISBN 978-987-722-226-5
CLACSO.
Buenos Aires.
Diciembre de 2016
 

El libro que tiene en sus manos, es fruto del esfuerzo y de sueños colectivos que articuladamente logran plasmarse en una publicación que se ofrece a Latinoamérica y al mundo. Es el resultado de la transformación de sueños en proyectos y de la lucha que implica materializarlos en la sociedad.

Es el trabajo de diversos profesionales de las ciencias sociales, que hoy más que profesionales, a muchos y muchas podemos llamarlos compañeros de ruta, y amigos de la vida. Por eso, esta publicación que surge desde Chile es un regalo para aquellas mentes que buscan orientación respecto a los Estudios Sociales del Deporte en nuestro continente. Es un presente para todos y todas nuestras compañeras que en Latinoamérica están haciendo posible que el deporte sea una herramienta de transformación social. Es, también, muestra de la hermandad entre Argentina, Perú, Brasil, Ecuador, Colombia, México y Chile como países presentes en este escrito y también, es una invitación fraterna a todos los demás investigadores e investigadoras de países latinoamericanos que quieran sumarse a nuestra ruta. Sin duda que el siguiente libro contará con la presencia de Bolivia, Paraguay, Venezuela, Costa Rica, República Dominicana y muchos otros más.

Descargar: http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/gt/20170113032022/QuienRayaLaCancha.pdf
Fuente: http://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?orden=&id_libro=1209&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1147
Imagen: www.clacso.org.ar/clacso/novedades_editoriales/img_tapas/1209_Tapa.gif
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Pluralismo Epistemológico

Autores: León Olivé , Boaventura de Sousa Santos, Cecilia Salazar de la Torre, Luis H. Antezana, Wálter Navia Romero, Luis Tapia, Guadalupe Valencia García, Martín Puchet Anyul, Mauricio Gil, Maya Aguiluz Ibargüen, Hugo José Suárez.

Año: 2009

Ciudad/país: Bolivia, La paz.

Editorial: CLACSO Co-ediciones- Muela del Diablo Editores- Comunas- CIDES- UMSA

ISBN: 978-99905-40-61-1

Sinopsis: El mundo es un pluriverso político, cultural y cognitivo. La vida se organiza y experimenta de varios modos. Se produce conocimiento a través de una diversidad de estrategias, de procesos de imaginación, que permiten comprender las diversas dimensiones de la naturaleza y a nosotros como parte de ella. No sólo existe una pluralidad de formas de conocimiento que corresponde a la diversidad de culturas sino que también al interior de cada cultura se desarrolla una pluralidad de formas de pensamiento. En este sentido que las pretensiones de verdad que se esgrimen en cualquier cultura acaban siendo una forma de desconocimiento de la diversidad constitutiva de su forma de vida, además se convierten en un acto represivo que desconoce el despliegue de una pluralidad de formas de pensar en los más diversos ámbitos, desde el estudio de los procesos de la naturaleza en sentido amplio hasta los procesos sociales y políticos.

Descargar aquí: http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/coedicion/olive/olive.pdf

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Fidel, sinónimo de revolución

Por: Emir Sader

Fidel se ha vuelto sinónimo de revolución desde que se publicaron las primeras fotos de aquellos barbudos que derrocaron a un dictador en el ya lejano 1959. Más todavía para nosotros, en América Latina, para quienes ese movimiento era un fenómeno distante en el tiempo y en el espacio –en Rusia, en China, con Lenin, con Mao–. Fue Cuba, con Fidel, quien planteó para nosotros y para tantas generaciones la revolución como actualidad y que era posible en nuestro continente.

Fidel encarnó la revolución en América Latina y en todo el mundo, porque Cuba levantó de nuevo la idea del socialismo, cuando éste se había vuelto algo aparentemente petrificado, postergado.

Empecé mi militancia política en 1959 repartiendo un periódico –Acción Socialista– que tenía estampada la imagen de unos barbudos que habían derribado a un dictador –en aquel momento, de América Central; no se hablaba aún del Caribe–, posando como si fueran jugadores de futbol.

Luego mi generación se volvió la generación de la Revolución Cubana, que sedujo a tantos cuando convocó a los estudiantes a terminar con el analfabetismo en la isla y con las reformas agraria y urbana, la fundación de la Casa de las Américas, la soberanía frente al imperialismo y la proclamación de la revolución socialista, así como con la resistencia contra el intento de invasión en Bahía de Cochinos y frente al plan del cerco naval a la isla; con todo lo que venía de allá, que nos alentaba y señalaba caminos.

Sólo pude ver a Fidel cuando visitó Chile durante el gobierno de Allende, en sus recorridos por el país, hasta su discurso final en el Estadio Nacional.

Después del golpe en Chile pude encontrarme con él por primera vez en La Habana, para discutir las consecuencias de esa acción.

Fue inolvidable verlo entrar, enorme, alto, enérgico, simpático, afectivo, y presenciar su infinita capacidad de escuchar a las personas, de preguntar mucho sobre Chile, el golpe, Allende, Miguel Enríquez y el MIR, así como sobre Brasil.

Tuve el privilegio de convivir con su presencia en la vida cubana durante muchos años. Conocí cómo un dirigente se interesa por todo lo cotidiano de un país y del mundo; pronunciarse sobre todos los problemas, ser el crítico más radical de la revolución, señalando problemas, implacable con los errores, pero siempre proponiendo alternativas y despertando esperanzas.

Verlo hablar en la Plaza de la Revolución tantas y tantas veces fue una de las experiencias más impresionantes que uno pudo tener. En una de esas concentraciones, siempre ante millones de personas, se homenajeaba a las víctimas de un acto terrorista que abatió un avión cubano, en el que murieron, entre otros, jóvenes deportistas isleños. Con todos los cuerpos presentes en la plaza, Fidel pronunció uno de sus discursos más emocionantes, que concluyó diciendo: Cuando un pueblo enérgico y viril llora, la injusticia tiembla. Y provocó las lágrimas de aquellos cubanos que se habían desplazado de todas partes de la isla para escucharlo hablar durante horas bajo el sol inclemente.

Fidel siempre sorprendió a todos con su audacia. Desde la primera acción, el asalto al cuartel Moncada, y luego el desembarco del Granma, hasta sus iniciativas posteriores, ya en el poder, valiéndose del factor sorpresa de la guerrilla.

También cuando abrió las puertas de todas las embajadas para que quienes quisieran irse de Cuba lo hicieran, permitiendo que llegaran embarcaciones desde Miami para recogerlos. Un gesto audaz que él supo revertir en favor de la revolución, como todo lo que hacía.

Como cuando proclamó que el niño Elián sería recuperado por Cuba, objetivo que parecía imposible, pero que él, irradiando en todos enorme confianza, logró. Y cuando afirmó que Cuba recuperaría a sus cinco héroes presos en Estados Unidos, lo cual parecía absolutamente inviable, pero él supo construir, una vez más, la estrategia victoriosa para conseguir lo imposible.

Fidel fue sinónimo de revolución durante más de 50 años. Para quien quisiera saber sobre ésta y sobre socialismo, bastaba dirigir su mirada hacia él.

Él y el Che señalaron para muchas generaciones el horizonte del socialismo, de la revolución y del compromiso militante.

Fidel fue la personificación de la revolución y del socialismo. Su vida y sus palabras han sonado siempre como la voz más fuerte, más digna, más vibrante, con más esperanza y más coraje que la historia ha conocido.

Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2016/11/27/opinion/014a1pol

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