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Enseñanza en la era de la posverdad

América del Norte/México/22.09.2019/observatorio.tec.mx

Por: Paulette Delgado

La Real Academia Española define la posverdad como la “distorsión deliberada de una realidad, que manipula creencias y emociones con el fin de influir en la opinión pública y enactitudes sociales”. La Fundéu BBVA la describe como lo “relativo a las circunstancias en las que los hechos objetivos influyen menos a la hora de modelar la opinión pública que los llamamientos a la emoción y a la creencia personal”. Es decir, las personas están más inclinadas a creer cosas que se sienten verdaderas aunque haya evidencia que indique lo contrario.

En la “Era de la posverdad”, las escuelas deben ayudar a los estudiantes a deconstruir lo que ven en los medios y las redes sociales y aprender a buscar evidencia de su veracidad, incluso si esos datos no respaldan su afirmación. Este tipo de habilidades de evaluación son más importantes que nunca en la actualidad donde hay mayor acceso a evidencias aportadas por el campo científico y académico.

Al tener tantas opciones con tantos puntos de vista diferentes, es fácil elegir o preferir aquellas que refuercen lo que pensamos. Si bien la posverdad ha existido durante años, el internet exagera sus efectos con sus algoritmos que crean “burbujas de filtro”. Estos filtros estudian a la persona para ofrecer artículos o información similar a la que anteriormente se hizo clic o que les dieron “me gusta”. Gracias a estos algoritmos, que se pueden encontrar en todas partes desde las redes sociales hasta las búsquedas en internet, la información que vemos en internet solo refuerza las mismas ideas en las que creemos.

En un mundo perfecto, los algoritmos ofrecerían una gama equilibrada de artículos con diferentes puntos de vista, pero, como la realidad no es así, la responsabilidad de equipar a los alumnos con las herramientas necesarias recae, principalmente, en los educadores. Los docentes deben buscar que el alumnado esté expuesto a diferentes puntos de vista y darles las herramientas necesarias para evaluar la información que reciben y las bases para poder crear diferentes posiciones y argumentos.

Un estudio realizado por Sam Wineburg en la Universidad de Stanford, muestra que los estudiantes no poseen las habilidades para detectar sesgos y noticias falsas, así como tampoco para evaluar afirmaciones verdaderas. Otra encuesta realizada por Joseph Kahne de la Universidad de California, Riverside y Benjamin Bowyer de la Universidad de Santa Clara, mostró resultados similares: los estudiantes prefieren buscar evidencia que se alinee con sus propias creencias o apoye su punto de vista que puntos de vista opuestos.

Una forma en que los educadores pueden abordar esta era de la posverdad es enseñando alfabetización mediática crítica. Este conocimiento alienta a los estudiantes a interrogar textos y publicaciones por sesgos de pensamiento y preguntarse si pierde otros puntos de vista.

Esto no quiere decir que no hay verdad ni conjuntos de conocimiento, sino que debemos ser mucho más rigurosos y críticos ante supuestas verdades. Los estudiantes deben aprender que los hechos existen y desarrollar su pensamiento a través de ellos con una visión crítica así como con evidencia y lógica.

Un enfoque de alfabetización crítica también debería enseñar a los estudiantes a consumir y producir información y conocimiento a través de la colaboración. A lo largo de extensos proyectos de investigación, así como al enseñarles sobre prejuicios y propaganda, estarán más equipados para pensar, evaluar y reflexionar sobre las fuentes que podrían dispersar.

De esta manera, los estudiantes se convertirán en ciudadanos críticos e informados en un mundo progresista. Así, los estudiantes podrían verse a sí mismos como agentes auto-actualizados en lugar de consumidores pasivos de información.

Además, al enseñar a los estudiantes a razonar y buscar evidencias, los educadores los apoyan para enfrentar el desafío de mantener los principios de la democracia. Al enseñar a los estudiantes a sopesar los hechos, considerar diferentes puntos de vista, formar una opinión y luego articularla para que puedan responder a aquellos que no están de acuerdo con evitar la polarización.

En un tiempo en el que todos estamos expuestos a algoritmos sesgados y políticas polarizadas, se necesitan más que nunca, habilidades de análisis, debate y alfabetización crítica.

¿Has abordado el tema de la posverdad en tu clase? Compártenos cómo enseñas a tus estudiantes la importancia del análisis, el debate y pensamiento crítico.

Fuente: https://observatorio.tec.mx/edu-news/enseanndo-en-la-era-de-la-posverdad

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España: Sin educación no hay democracia

España/07 de noviembre de 2017/Por: Paco Carrillo/Fuente:http://www.diariodecadiz.es

Ningún gobierno ha sido valiente ni capaz de educar con la verdad como meta.

Lo ocurrido en Cataluña no es lo peor que ha podido pasarnos, a la postre no es más que el desenlace chungo de lo que se viene pudriendo desde siglos atrás con la complicidad de todos los gobiernos centrales (¿se dice así? De todos, y ese es el drama.

Digo que no es lo peor porque esta patochada desembocará cualquiera otra comunidad, región o pueblo adopte las mismas estrategias: hacerse las víctimas, inventar su historia y así justificar su independencia. Ya las hay en listas de espera.

Aplicar a destiempo las leyes cuando se han enquistado las rebeldías, viene a ser como aquella estupidez con que ciertas madres consolaban a sus niños cuando ellos se hacían daño: «Sana, sana, culito de rana, si no sana hoy, sanará mañana». Tranqui, Rajoy, tu serenidad te delata. Te ha tocado a ti, pero los que te precedieron te engordaron la bestia; aunque tú también te has marcado goles en propios puerta.

Mira si no. Después del ‘alegro ma non tropo’ catalán tenemos encima la primera de las consecuencias: Tres insignes pensadores, hijos de nuestra tierra, han visto expedito el camino para alcanzar la independencia en Andalucía. Ya cuentan con una nueva entidad política llamada «República Federal Andaluza» que incluirá todos los considerados Países Andaluces, a imagen y semejanza de los Países Catalanes y su modelo separatista.

Por lo visto un par de sujetos, pertenecientes a la Izquierda Radical Agraria (IRA), llamados Diego Cañamero y Juan Manuel Sánchez Gordillo, sociólogo uno y filósofo el otro, Catedráticos de la Universidad «A vivir del cuento», unidos a otro fulano, historiador e ideólogo, llamado Altamirano, de la Federación Andaluza de Tarugos con Ánimo de Lucro (FATAL), llevan un tiempo esperando que cristalice lo de Cataluña, para hacer lo propio con Andalucía, eso sí, añadiéndole parte de Murcia, algo del Algarve portugués e incluso la comarca marroquí del Rif, más Ceuta, Melilla y Gibraltar. Así, con dos cojones.

Ni ideologías, ni economía, ni gaitas. En España jamás se ha asimilado que la Educación es la llave para abrir los ojos a un pueblo y evitar que se pudra, que es lo que está ocurriendo gracias a que ningún Gobierno ha sido valiente ni capaz para afrontar la responsabilidad de educar con la verdad como meta; todos, a lo máximo que han llegado, es a adoctrinar aborregando y faltándole el respeto al ciudadano. Y por las mismas razones: sucios intereses, mediocridad y cobardía.

Pareció que con la venida de los gobiernos democráticos se implantaría la Educación sin consignas inconfesables, pero ni la Santa Transición fue capaz de conseguirlo, prefirió los silencios y hacer creer que en democracia todos los que se dedicaban a la política podían ser eternos cuando en realidad una de sus virtudes consiste en que todos tienen los días contados. ¿Educación? Por favor, no moleste.

Tristemente somos herederos de los reinos de taifas y víctimas de la mercantilización de la política, que es la que impide al ciudadano pensar por sí mismo gracias a su abandono educativo, porque si se hubiera utilizado para formar cabezas en vez de llenarlas con humos y mentiras, habría permitido al pueblo librarse de las improvisaciones de los gobernantes -todos salidos del pueblo, pueblo al fin y al cabo-, analfabetos con buena voluntad y en el peor de los casos, corruptos comisionistas.

Fuente de la Noticia:

http://www.diariodecadiz.es/opinion/analisis/educacion-democracia_0_1187881830.html

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Buda y Jesús tienen mucho en común

Por. Frei Betto

«Ambos propusieron una vía espiritual centrada en el amor, la compasión y la justicia»

Buda, a quien Herman Hesse le dedicó la novela Sidarta, se llamaba Sidarta Gautama y vivió en la India 500 años antes de Cristo. El siglo VI a. C. fue pródigo en sabios e iluminados: Tales de Mileto, Lao-Tsé, Confucio y los profetas Jeremías y Ezequiel.

Buda y Jesús tienen mucho en común. Según reza la tradición, ambos nacieron de una virgen. En el caso de Buda, su madre, Maya, habría sido fecundada por un pequeño elefante que se introdujo en su costado izquierdo. Buda y Jesús no dejaron nada escrito y formaron a sus discípulos mediante sentencias y parábolas emblemáticas. Ninguno de los dos fundó una religión; ambos propusieron una vía espiritual centrada en el amor, la compasión y la justicia, capaz de conducirnos a lo que más anhela todo ser humano: la felicidad.

Aprendí mucho del budismo. En especial su principal lección: el modo de evitar, o, al menos, aplacar el sufrimiento. No el dolor, que pueden paliar los medicamentos, sino el sufrimiento que lacera el alma, trastorna la mente, tritura el corazón, suscita sentimientos y actitudes negativos.

Buda descubrió que todo sufrimiento se deriva de un único factor: el apego. A bienes materiales, recuerdos nocivos, ambiciones desmedidas, y también a cargos o funciones, como bien demuestra el actual escenario político brasileño. Jesús diría lo mismo siglos después, con otras palabras.

¿Cómo librarse del apego y así evitar el sufrimiento y disfrutar de la felicidad? Buda enseñó que, para eso, es preciso vaciar la mente, y el método para hacerlo se llama meditación. Al mirar hacia afuera, soñamos; al mirar hacia adentro, despertamos.

Considero que la meditación es la forma más apropiada de oración personal. Porque induce a vaciarse de sí y a dejarse ocupar por Dios, como apunta la genial canción de Gilberto Gil «Se eu quiser falar com Deus».

El término meditación es recurrente en la tradición mística cristiana, pero no aparece en los evangelios. Sin embargo, Lucas registra con acuciosidad los momentos de oración de Jesús: «Mas él se apartaba a lugares desiertos, y oraba» (5,16); «En aquellos días, él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios» (6,12); «… mientras Jesús oraba aparte… (9,18); «… subió al monte a orar» (9,28).

Ahora bien, si Jesús «pasó la noche orando a Dios», él que nos enseñó a no multiplicar las palabras al hablar con Dios, sin dudas meditaba, o sea, abría la mente y el corazón para que el Padre lo habitara por entero. Muchas veces los cristianos hablamos de Dios, le hablamos a Dios, hablamos sobre Dios, pero no dejamos que Dios hable en nosotros. Y la meditación es un ejercicio de acogida del Misterio.

Soy un católico que reza todos los días para que Dios haga de mí un cristiano. Mi amigo, el periodista Heródoto Barbeiro, es budista desde hace 40 años. Su nombre de monje es Gento Ryotetsu. Decidimos encerrarnos durante tres días en el convento de los frailes dominicos de São Paulo para debatir sobre las convergencias y las diferencias entre el budismo y el cristianismo. En realidad no encontramos divergencias. El resultado se recoge en el libro O budista e o cristão – um diálogo pertinente.

En tiempos de fundamentalismos teológicos e intolerancias religiosas, el diálogo entre personas y grupos de concepciones distintas es, sin dudas, el camino más corto para evitar prejuicios y discriminaciones, ofensas y persecuciones. Entre otras cosas, porque Dios no tiene religión.

Aunque crea que Jesús es «el camino, la verdad y la vida», nunca estaré seguro de que mi visión religiosa coincide con La Verdad. Siempre recuerdo al misionero que, en China, a inicios del siglo XX, le predicaba la doctrina cristiana a una multitud y concluyó diciéndoles: «¡Acabo de anunciarles la verdad!» Un chino levantó la mano y le dieron la palabra: «Padre, hay tres verdades: la suya, la mía y la verdad verdadera. Usted y yo juntos debemos buscar la verdad verdadera».

Fuente del Artículo:

http://www.periodistadigital.com/religion/opinion/2017/08/01/frei-betto-buda-y-jesus-tienen-mucho-en-comun-religion-iglesia.shtml

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Libro: Ayotzinapa: La incansable lucha por la verdad, la justicia y la vida

Reseña:  Este libro de autoría de: Carlos Alonso Reynoso y Jorge Alonso, es una especie de un diario del movimiento de Ayotzinapa que ha ido sacudiendo la vida del México actual y del mundo. Se fue escribiendo día a día con asombro al fragor de la constante lucha de este novedoso e incansable movimiento. No es la suma de actos, sino la configuración de un proceso complejo que no se ha dejado atrapar en el espectáculo de la degradada y corrupta política en que se encuentra sumergido el país. En su cotidianidad  el movimiento fue denunciando a un Estado perpetrador de crímenes atroces que, fabricando una insostenible mentira,  ha querido ocultar la verdad, y no ha respondido con justicia sino que mantiene y acrecienta la impunidad. El movimiento también fue exhibiendo el núcleo de los males del país en esa guerra que el capitalismo ha emprendido contra los de abajo. Este movimiento ha ido resistiendo los terribles agravios y ataques de los de arriba  conglutinando y buscando con imaginación la construcción de un modo nuevo de convivencia inspirado por la vida, deambulando por una vía estrecha, dura, pero transitable buscando la verdad y la justicia junto a muchos más que combinan rebeldía, resistencia y organización.

Link de Descarga: http://www.rebelion.org/docs/217255.pdf

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