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La vida sigue…, aunque no lo parezca

Por: Juana M. Sancho

La vida sigue y, más pronto o más tarde, el alumnado volverá a los centros educativos. ¿Qué nos encontraremos? ¿Cómo los vamos a recibir? Lo que importa es saber qué es lo que han aprendido (positivo o negativo) en este extraordinario periodo. Lo que me preocupa es cómo calibrar cómo les ha afectado este largo periodo de confinamiento en su salud física y mental.

El 20 de febrero, más de un mes antes del confinamiento obligatorio que aquí comenzó el 13 de marzo, publiqué la columna titula David y Goliat, en la que reflexionaba sobre cómo un “ser invisible” había noqueado al gigante Mobile World Congress. Hablaba de lo poco (o nada) que las tecnologías digitales estaban contribuyendo a la resolución de los “verdaderos” problemas sociales: pobreza, incremento de las desigualdades, polución, cambio climático, etc., etc. Y argumentaba la necesidad de “reivindicar que el desarrollo de cada aplicación tecnológica venga acompañado de una previsión de sus consecuencias indeseadas a largo plazo”, “una tecnología con conciencia” porque para mí no existía nada más educativo.

A un poco más de un mes, nuestro paisaje se ha transformado profundamente. Hospitales llenos, calles vacías, patios de recreo silenciosos, todo el mundo (o casi todo) en casa. Ha aumentado el miedo, así como las teorías, más o menos conspiratorias, para todos los gustos y, sobre todo, la legión de “sabios” que todo lo saben, que no paran de criticar a los demás, pero son incapaces de ofrecer solución alguna.

De repente, ya no hay problemas, solo uno y se llama COVID-19. Todo lo demás se ha “apagado”, perece que no existe. Pero los educadores sabemos que no, sabemos que, como ese “ser invisible”, algunos problemas están creciendo de forma exponencial y están teniendo y tendrán, un impacto descomunal e imprevisible en la educación. Porque la vida sigue…, aunque no lo parezca.

En estos momentos, millones de niños, niñas y jóvenes pasan 24 horas al día en lugares cerrados. Sin exponerse al sol (pocos tienen patio o jardín), ni a realizar el necesario ejercicio físico. Entiendo que todo el profesorado está pendiente de ellos y a través de los medios digitales intentan seguir con actividades de aprendizaje, aunque impliquen pasarse horas frente a la pantalla (¿aumentará la miopía?, ¿las adicciones? O ¿estarán tan hartos que se “desengancharán”?). Aunque como reconocía la ministra de Educación Isabel Celaá, al menos, el 12% del alumnado no se conecta a las clases. Quizá algunos porque no quieren y muchos porque, por diversas razones, no pueden.

Porque no todo el mundo vive en hogares confortables con familias que puedan dedicarles tiempo, ayudarles en sus tareas y acompañarlos en su aprendizaje, en su desarrollo y en su bienestar físico y emocional. Familias con insuficiente capital cultural, con viviendas inadecuadas, con altos niveles de pobreza, con episodios frecuentes de violencia…. Y todas, independientemente de estas condiciones, sin saber cómo controlar su propia ansiedad y la del resto de la familia.

Me han asegurado (no lo he podido comprobar) que los servicios sociales están pendientes de los temas más básicos como la alimentación y de otras incidencias extremas. Los ayuntamientos parece que aseguran que el alumnado con beca en los comedores escolares siguan siendo atendidos. Espero que las situaciones “extremas” también. Pero ¿quién se hace cargo de aquellos aspectos también fundamentales para el desarrollo personal, social y emocional?

La vida sigue y, más pronto o más tarde, el alumnado volverá a los centros educativos. ¿Qué nos encontraremos? ¿Cómo los vamos a recibir? No me preocupa tanto que “pierdan” un curso, el aprendizaje es continuo y transversal. Quizás no hayan aprendido hechos que pueden buscar en cualquier base de datos. Lo que importa es saber qué es lo que han aprendido (positivo o negativo) en este extraordinario periodo. Lo que me preocupa es cómo calibrar cómo les ha afectado este largo periodo de confinamiento en su salud física y mental y cómo transformarlo en algo positivo. Me preocupa cómo tenerlo en cuenta y convertirlo en fuente de aprendizaje. En motor de interés, empatía y responsabilidad hacía ellos mismos y el mundo que les rodea.

Teniendo en cuenta que todo el profesorado, y los adultos en general, estamos también pasando por el mismo proceso y podemos experimentar experiencias y consecuencias parecidas, estamos frente al mayor reto educativo que hemos vivido las generaciones desde final de la década de 1940. Volveremos a los centros llenos de saber y de ignorancia. Según Jacques Rancière (El maestro ignorante), esto puede ser una gran oportunidad para aumentar nuestro saber pedagógico y nuestra capacidad de aprender. Pero no es un reto fácil, mejor abordarlo en colaboración y con todos los recursos disponibles.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/2020/04/09/la-vida-sigue-aunque-no-lo-parezca/

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21 ideas creativas (y educativas) para hacer con los niños y niñas en casa

Reseñas/19 Marzo 2020/Autora: Núria Gassó/eldiariolaeducacion.com

Hemos iniciado un periodo excepcional de reclusión en las casas como medida de contención para hacer frente al coronavirus. Desde Fundesplai queremos aportar nuestra mirada desde el ocio y dar algunos consejos prácticos a las familias. Hoy te proponemos 21 ideas creativas y educativas para hacer con los niños y niñas en casa.

Estos días serán un gran reto para la vida familiar pero también pueden ser una gran oportunidad. Aprovechamos para corresponsabilizar a los niños promoviendo su participación en la organización de los horarios y las rutinas familiares. Es importante mantenerlas en lo posible, aunque habrá que ser flexibles y tener grandes dosis de paciencia y empatía. Una estrategia útil y participativa puede ser crear un calendario con dibujos y franjas horarias para establecer qué tiempo dedicaremos a las tareas del hogar, a las tareas escolares, a jugar, a trabajar (en el caso de los adultos que puedan teletrabajar), a dormir, a las pantallas, etc. En este artículo encontrarás más consejos generales para organizarse.

Además, creemos que es esencial estimular el juego libre el máximo tiempo posible, ya que es a partir de este que los niños crecen y se desarrollan con más naturalidad y salud. Una buena manera de estimular el juego libre es tener los espacios de juego preparados, quizás por diferentes rincones de actividad y poner música ambiental relajante para ayudar a la fluidez del juego y la concentración de los niños.

Aparte de estas premisas generales, aquí tenéis nuestras 21 ideas creativas de actividades, juegos y experimentos para que sean unos días divertidos y con infinidad de oportunidades para aprender, crecer y convivir con buen humor:

1. Hacer manualidades

Los momentos para crear pueden ser muy enriquecedores para los niños y niñas para que desarrollen su creatividad, la psicomotricidad fina, la paciencia y la tranquilidad. Las manualidades tienen muchos beneficios. Dependen de la edad de los niños serán más adecuadas unas técnicas u otras. Es importante tener en cuenta que deberían ser ratos de manualidades poco dirigidas, apelando a la libertad creativa y de expresión de los niños y dejándolos experimentar con los materiales sin miedo. Y, como madres y padres, intentar no restringirnos mucho por el miedo a que ensucien… tendremos que limpiar entre todos y todas cuando se termine la actividad 😉.

Se pueden plantear diferentes estrategias: o (1) preparamos un armario, cajón o caja con todos los materiales necesarios para manualidades diversas y que los niños vayan explorando todas las posibilidades, o (2) empezamos por un material inicial y cada día aportamos un material nuevo en la caja. De esta manera vamos dosificando las posibilidades creativas.

Podemos utilizar materiales o técnicas como: mandalas, pinturas de dedos, témperas, acuarelas, tizas, colores pastel, plastilina, cera moldeable, barro, papiroflexia, decopach, purpurina, pegatinas y washi tape, brazaletes con hilos de bordar, lanas, materiales reciclados, títeres con calcetines, pintar piedras, hacer móviles con maderas… ¡imaginación y creatividad al poder!

2. Álbumes de fotos

A los niños más grandes los podemos encargar que estos días preparen aquellos álbumes de fotos que hace tiempo que queremos hacer y nunca encontramos el momento,… que seleccionen las imágenes, las impriman, las peguen en una libreta, que hagan comentarios… o sino en formato digital. Así también entrenan sus competencias digitales. Con los más pequeños y pequeñas podemos preparar de manera casera juegos de mesa tipo memory con las fotos de la familia o los amigos cercanos.

3. Leer cuentos, libros y cómics

Sacamos el polvo en la biblioteca de casa y favorecemos la lectura de cuentos ilustrados, cómics o libros. Si los que tenemos en casa ya los hemos leído muchas veces, tratamos de hacer algún intercambio con amigos / as o vecinos / as, siempre evitando aglomeraciones, según las recomendaciones de salud. También podemos buscar el e-libro en formato digital, o comprar alguno por internet.

También podemos buscar audiolibros en formato mp3, en castellano o inglés en Spotfy u otras plataformas de audiolibros online. Escuchar historias sin ver las imágenes ayuda a desarrollar la imaginación y la riqueza interior de los niños.

4. Mucha música

Aprovechamos estos días caseros para que los niños y niñas disfruten de la música. Escuchamos música de todo tipo, cantamos juntos, tocamos instrumentos improvisados, hacemos lugar en el salón de casa para poder bailar. A los niños les encanta compartir ratos de baile y expresión corporal con los adultos, y debemos tener en cuenta que a lo largo del día tendremos que ir combinando ratos de actividades más movidas y físicamente intensos con ratos más tranquilos. El baile y la música son una buena oportunidad.

¿Has jugado al juego de las canciones encadenadas? Puedes comenzar a practicar en familia, ¡ya veréis qué divertido!

5. Compartimos hobbies o aficiones

Si te gusta coser, hacer ganchillo, hacer bricolaje, modelismo, puzzles gigantes o tienes otras aficiones que se pueden hacer dentro de casa tal vez es el momento de compartirlas con tus hijos e hijas y que puedan empezar a practicar por su cuenta. Ten en cuenta su edad y valora si son actividades adaptadas que pueden hacer con cierta autonomía y de manera segura.

Quizá puede aprender a coser un porta bocadillos. En Pinterest o Youtube encontrarás un montón de tutoriales.

6. Un rato de videojuegos o pantallas …

Durante el día habrá momentos para todo… Tenemos que pactar unos horarios o unos tiempos de pantalla en función de la edad (incluyendo videojuegos, móviles, tablets, dibujos animados, televisión). Con los niños más pequeños que aún no saben leer la hora en un reloj recomendamos usar un reloj de arena para que sea más visual y claro el paso del tiempo. Debemos tener en cuenta las recomendaciones de los expertos como la regla del 3-6-9-12 de Serge Tisseron.

La OMS en 2019 hace unas recomendaciones en cuanto al uso de pantallas en la infancia que dicen que los niños menores de 2-3 años no deben utilizar las pantallas ni mirar la tele, y que a partir de 2 años como máximo una hora diaria. Pero además del tiempo de pantallas tendremos que controlar la calidad de lo que ven o con lo que juegan: que no haya contenidos violentos, sexistas ni racistas y que sea adecuado a la edad de los niños.

A partir de estas premisas, desde Fundesplai te recomendamos, por ejemplo, 13 videojuegos y apps sobre cambio climático.

7. Juegos de mesa

Los juegos de mesa son muy interesantes para profundizar en diversas habilidades y capacidades. Te recomendamos especialmente los juegos de mesa cooperativos porque proponen un reto colectivo y favorecen el juego sin violencia ni competitividad. Los juegos de mesa en general y especialmente los cooperativos son una gran herramienta educativa para que favorecen el trabajo en equipo y habilidades como la concentración, la estrategia, etc.

8. Cocinar en familia

Cocinar en familia es muy divertido y enriquecedor. Estimula los aprendizajes y la convivencia. Si podemos, aprovechamos estos días para hacer todo tipo de recetas con los niños y niñas: ensaladas, macedonias, galletas, pasteles, etc. Y a partir de 8-10 años pueden empezar a cocinar solos recetas sencillas y seguras. Estos días que los niños y niñas pasarán muchas horas en casa pueden ser ellos los chefs de la familia, ¿no?

A partir de la cocina y de las recetas los niños pueden entrenar la creatividad y muchas capacidades y habilidades como la lectura, la escritura, las matemáticas, los volúmenes, los pesos, la psicomotricidad fina,… podemos entrenarnos en técnicas de cocina casera, al hacer yogures, amasar pan o hacer germinados de semillas para las ensaladas.

9. Juegos de movimiento o grupo

Estos juegos son adecuados para familias numerosas o para jugar todos juntos adultos y niños y niñas. Cada día debemos estimular los juegos de movimiento aunque sea por dentro de casa. Puede buscar ideas en nuestro banco de recursos o seguir estos ejemplos:

  • Escondite por las habitaciones
  • ¿La habitación a oscuras o el famoso «cuarto oscuro»
  • El juego de las películas
  • Ocultar objetos o juguetes para la casa y jugar al «frío o caliente»
  • Carreras de gusanos, boca abajo, por el pasillo
  • El juego de las sillas cooperativas
  • Pica pared
  • El twister

10. Hacer cabañas dentro de casa

¿Quién no ha soñado de pequeño con una cabaña en la sala de su casa? ¡A los niños les encantan las cabañas! Les podemos ayudar a construirlas y después dejarlos jugar con calma y dejar volar la imaginación, o si son bastante autónomos/as les preparamos el material y ellos mismos pueden construirla.

Podemos utilizar sofás, sillas, mesas, mantas, camas, sábanas, cajas de cartón… las posibilidades son infinitas y ¡el juego y la diversión también!

11. Proponer un reto cada día

Podemos proponer un reto diario, e incluso plantearlo como calendario de sorpresas en el que cada mañana descubrimos el reto. Algunos de los retos podrían ser (según la edad):

  • Hacer alguna de las actividades mencionadas anteriormente.
  • Preparar un regalo casero por los abuelos y abuelas u otros familiares.
  • Hacer una torre bien alta con todas las piezas de construcción que tengamos por la casa hasta conseguir tocar el techo.
  • Hacer una fila en el suelo de calcetines encadenados, ¿cuántos metros será de largo?
  • Escribir una carta o hacer un dibujo para un amigo de la escuela (¡y enviarle por correo postal!).
  • Inventarse una canción con letra divertida que hable de nuestra familia.
  • Ordenar los juguetes y elegir los que no usamos para dar o vender de segunda mano.
  • Contar cuántos objetos de color azul hay en toda la casa.

12. Hacer yoga, meditación y relajación

La práctica del yoga tiene muchos beneficios para los niños: mejora la concentración, el aprendizaje, la atención, el autoconocimiento, el control de la respiración, la relajación, el equilibrio, etc. Durante estos días puede haber ratos donde los niños y niñas puedan practicar yoga o meditación. Basta una estera y alguna guía útil. ¿Conoces el juego del Eduioga? Una buena combinación de yoga y juego de cartas. Aquí puede ver una demostración de yoga para niños.

También se recomienda la práctica de la meditación consciente. Con el libro Tranquilos y atentos como una rana puede aprender a hacer meditación en familia.

13. Comunicarnos con los amigos y amigas

Debemos tener presente que para nuestros hijos e hijas las amistades son muy importantes. El hecho de que la escuela esté cerrada y que se limiten las actividades colectivas durante unos días puede hacer que los niños se sientan más solos o inseguros, y que se debiliten sus interacciones sociales.

Podemos aprovechar los contactos de WhatsApp con las otras familias para intercambiar vídeos, audios e imágenes de las actividades que hacemos. Seguro que podemos compartir ideas y favorecer los vínculos de amistad. A partir de 10 años podemos practicar las vídeo conferencias mediante diferentes plataformas y a 3 o 4 bandas para ir favoreciendo las competencias digitales y comunicativas.

14. Las tareas domésticas

Estos días en casa también pueden ser una buena oportunidad para consolidar hábitos o implicar a los niños en los aspectos de la vida cotidiana y las tareas domésticas. Aparte de la cocina hay muchas otras tareas que los pueden hacer sentir muy útiles y responsables. Del mismo modo que en las colonias dedicamos un tiempo a lo que llamamos «servicios», en casa también podemos establecer unos criterios de quién se hace responsable de cada tarea. En función de la edad que tengan pueden responsabilizarse de: poner y quitar la mesa, poner el lavavajillas, lavar los platos manualmente, poner la lavadora, tender la ropa, barrer, fregar, limpiar los cristales, quitar el polvo, guardar la ropa los armarios …

15. El baúl de los disfraces

Podemos organizar una caja, baúl o armario con disfraces de todos los tipos y tamaños para que puedan experimentar. Podemos añadir ropa y complementos de adultos: ¡a los niños les encanta que la ropa les vaya grande! Sombreros, gorras, pañuelos, cinturones, collares, zapatos, telas de diferentes tamaños y colores… ¡todo vale! ¡Imaginación al poder!

Si colocamos el baúl de los disfraces cerca de un espejo y además les proporcionamos pinturas de cara, ¡será aún más divertido!

16. Circuitos de canicas

Los circuitos de canicas o bolas estimulan el desarrollo de la creatividad y la imaginación, además de favorecer la concentración, la paciencia, la organización espacial y el desarrollo del pensamiento matemático y físico. Además, ayudan a entrenar la psicomotricidad fina y la coordinación mano-ojo. Actualmente hay muchas marcas comerciales de juguetes que tienen circuitos de bolas. Recomendamos sólo los que son de madera o materiales reciclados.

Pero te animamos a que ayudes a tus hijos e hijas a crear circuitos de canicas caseros y pasar un buen rato creándolos y luego usándolos.

17. Otras creaciones con material reciclado

Podemos utilizar todo tipo de materiales reciclados; cajas de cartón de todos los tamaños, papel de periódico, tetrabricks bien limpios, botellas, tapones de plástico, etc. para construir objetos, juguetes o inventos. Por ejemplo; fabricar un barco, un castillo, una granja, una cabaña, una torre, un renacuajo, una máscara, un coche, un cohete, bolas de malabares, … Usamos la imaginación y a partir de los materiales reciclados y un poco de pintura y pegamento podremos crear hasta el infinito.

18. Experimentos científicos

Los niños pueden practicar inventos científicos en casa bajo la vigilancia de los adultos. A partir de experiencias más o menos sencillas, adaptadas a la edad de los niños, pueden descubrir y practicar principios básicos de la química, la física, la biología, la geología, las matemáticas,… ¿no has intentado hacer un volcán con vinagre y sosa? ¿O experimentar con el sonido haciendo un teléfono con botes de yogur? O plantar legumbres en algodón húmedo para que germinen?

19. Juegos en la bañera

Hasta los 8-9 años jugar y experimentar en la bañera puede ser muy estimulante y divertido. En el caso de los niños pequeños, debemos extremar la vigilancia en el momento del baño. Pero estos días podemos apelar a nuestra creatividad e inventar baños originales con burbujas, o el agua teñida de colores con colorante alimentario, o con música de fondo, o con muñecos y barcos para hacer juego simbólico… Atención, pero vigilad el consumo de agua y no llenéis demasiado las bañeras ni con demasiada frecuencia.

20. Hacer teatro

En algún rincón de la casa podemos montar un escenario improvisado, colgar una cortina y favorecer que los niños hagan obras de teatro y desarrollen sus capacidades escénicas. También podemos montar un teatro de títeres y fabricar títeres de dedo y que ellos y ellas se inventen las historias. Los niños y niñas mayores pueden preparar un buen guión, el material para la decoración, el vestuario, el maquillaje, la música, etc …

Otra opción es hacer teatro con sombras chinas, primero tendremos que recortar las formas en las cartulinas, preparar la sábana y adelante con la creatividad para inventar una buena obra.

21. Practicar la escritura creativa

Estos días dan mucho para escribir… las historias que van surgiendo y que nos podemos imaginar a raíz de la situación excepcional que estamos viviendo. Podemos aprovecharlo para despertar nuestra creatividad y ponernos a escribir. Tendremos que tener en cuenta la edad de los niños e ir combinando dibujo con escritura. Escribir o inventarse historias es una buena manera de canalizar las emociones; el estrés, la angustia… y despertar también el humor y el espíritu crítico.

¿Qué podemos escribir?

  • Un diario de cada día del confinamiento: podemos pegar fotos o hacer dibujos de todo lo que vamos haciendo y (según la edad) de las noticias del día de seguimiento de la pandemia.
  • Cartas a las personas que queremos, especialmente a los abuelos y abuelas que están solos en casa o confinados en residencias,… después les podemos hacer una foto para enviar por WhatsApp 😉.
  • Historias de ficción que nos inventamos; con los menores de 6 años podemos crear álbumes ilustrados sin letra o con poca letra.
  • Cómics.
  • El juego de las historias encadenadas: una persona escribe una frase, dobla el papel y deja sólo una o dos palabras a la vista, a partir de las cuales la otra persona tiene que continuar la historia. Luego la segunda persona vuelve a doblar y deja sólo una palabra a la vista, y así sucesivamente. Quedará una historia bien alocada!

También puedes remover en las redes sociales y descubrir muchas otras propuestas.

Fuente e imagen tomadas de: https://eldiariodelaeducacion.com/2020/03/16/21-ideas-creativas-y-educativas-para-hacer-con-los-ninos-y-ninas-en-casa/

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La tabla periódica incita a la educación ambiental para la sostenibilidad

Por: Carmelo Marcén

De lo que se trata con esta propuesta es hablar de cosas cotidianas en las aulas; de hacer una verdadera ecoescuela que se pregunte dónde estamos en relación con el medioambiente global a través de la consideración de cosas pequeñas.

Así dicho suena raro, pero sí. Pongamos que la naturaleza es una mezcla de elementos diversos, de los cuales solamente reparamos habitualmente en los más nombrados: carbono, oxígeno, hidrógeno, nitrógeno, oro, plata, hierro y unos pocos más. Estos, como el resto, están por ahí combinados con otros y dan forma y propiedades a todo lo que vemos o utilizamos. Casi seguro que el medio ambiente es eso. De ahí que haya que hablar de ellos, poco a poco, sin grandes aventuras, simplemente leyendo, viendo, oliendo, tocando y, cuando se despierte el interés, investigando. En la vida son omnipresentes (cualquier roca, el agua que se mueve, los animales que podamos encontrar en la naturaleza, las cosas que cada día vemos o utilizamos, el aire que nos trae lluvias y sequía, etc.); en la escuela ya aparecen sin darles importancia, pero a veces sí, inundan en los cursos más altos el mundo de la química, que es el mundo real: las experiencias de cada día.

Dicen quienes saben de esto que un objeto tan corriente ahora como es un móvil puede estar fabricado, contener, más de 30 elementos distintos. También hemos leído por ahí que el cuerpo humano podría llegar casi a 60. Más asombro todavía: por la vida circulan unos 120 elementos diferentes, que se sepa hasta ahora. La lista no ha hecho sino crecer desde que los primitivos humanos apreciaron las propiedades del hierro, cobre u otros metales, allá por la Prehistoria; en el siglo XIX aparecían identificados poco más de 60.

No se trata de organizar una aburrida clase de química. Si los sacamos del medio ambiente y los traemos aquí, a la ecoescuela, es porque son importantes. Además, en este caso, los queremos recordar porque alguien se empeñó en organizarlos en una tabla para que se entendieran mejor y se pudieran enseñar, también en el instituto. El año pasado se cumplían 150 años desde que un científico ruso Dimitri Ivánovich Mendeléiev había “ordenado” su comprensión, con unos criterios que ya aprenderán quienes estudien química en los últimos cursos de Secundaria o en Bachillerato. Como no sabemos si esos estudiantes se manejan con soltura o no por la tabla, se nos ocurre encaminarlos a una tabla periódica muda. Tan importante fue la tarea de Mendeléiev que la Unesco decidió declarar al 2019 como Año Internacional de la Tabla Periódica de los Elementos Químicos. Es posible que no todos los colegios e institutos se habrán hecho eco de la efeméride, aquí está explicada.

Entender esto de los elementos presentes en el medio ambiente requiere tiempo y dedicación. Una manera de abordarlos es buscando su relación con la vida diaria, por ejemplo, en los aparatos electrónicos que empleamos. Para entender el asunto merece la pena leer con detenimiento el artículo “Tres tablas periódicas que explican el irracional consumo de muchos aparatos eléctricos” que publicaba Clemente Álvarez en Ballena Blanca de eldiario.es, cuando empezaba el año de la tabla periódica. En primer lugar hay que fijarse en la “Tabla periódica de la escasez”, con 98 elementos no sintéticos, que ha propuesto la Sociedad Química Europea (EuChems). En ella se aprecian cuestiones tan importantes para la vida económica y social, tal como la entendemos ahora, como su abundancia o no en el medio ambiente –algunos tienen su disponibilidad limitada, otros están en riesgo por su uso creciente, y los hay en grave riesgo en los próximos 100 años). Alguno, como el caso del litio, aparece en color amarillo, que indica riesgo futuro de abastecimiento. Este supuesto se podría aprovechar para hablar de las baterías de los coches eléctricos, de lo que podría suceder si todos los coches funcionasen con ellas. Seguro que el debate traería ideas para fortalecer el uso del transporte público, para hablar de dónde se concentran los pocos “yacimientos” de litio; incluso en Cáceres provocará opiniones encontradas acerca de la pretendida explotación de litio que supondría ser la segunda de Europa. Como vemos, medioambiente y tabla periódica van de la mano en la vida aunque no nos lo propongamos.

En el mismo gráfico, la EuChems ilustra sobre aquellos elementos químicos que están presentes en nuestros móviles. Este asunto también es aprovechable en clase. Puede emplearse para ver sin son muchos o pocos, para revisar si alguno de ellos está marcado en rojo o amarillo, pero, sobre todo, para cuestionar si la tendencia compulsiva a cambiar de móvil beneficia al medio ambiente o a nosotros; el artículo alude a que en la Unión Europea se tiran o reemplazan 10 millones de estos dispositivos todos los meses. Es indudable que merecerá la pena hablar de la recuperación de sus componentes, elementos de la tabla una buena parte de ellos.

Los elementos químicos nombrados se obtienen del medio ambiente, la naturaleza para quien así lo prefiera. Para extraerlos se utilizan complejos procesos de minería, que tienen más o menos repercusión ambiental. En otra tabla del artículo se señalan los elementos cuya extracción tiene un impacto bajo, medio o alto (cuidado con el oro, el mercurio o el platino). El asunto daría para hablar largo y tendido con el alumnado de determinados cursos de las huellas que conlleva en la naturaleza disponer de unos cuantos elementos implicados en la fabricación de los aparatos electrónicos, que hoy mismo mandan en nuestras vidas.

Finalmente, la tercera tabla se pregunta por el porcentaje de reciclaje de los distintos elementos. Su recuperación o no tiene una alta repercusión en nuestras vidas, en su disposición posterior o no, en el medio ambiente próximo y global, en el resto de los seres que forman la ecosfera. Aquí se podría reconocer de dónde, cómo y en qué países se “recuperan” parte de esos elementos químicos tan valiosos, de si hay riesgos ambientales en la recuperación. Hay muchos portales de Internet que lo abordan.

Habría más cosas de las que hablar: Por ahí está el paladio, un metal que instalado en los tubos de escape de los nuevos coches híbridos y a gasolina reduce la emisión de gases contaminantes. O ese arsénico que viaja en pinturas e insecticidas hacia las corrientes de agua en donde encuentra cadmio y otros metales pesados, que hacen casi imposible la vida de los peces, entro otros seres acuáticos. Y cómo olvidar a las tierras raras, esos 17 materiales que provocan conflictos bélicos o económicos, ambientales y sociales también, a cualquiera que tiene relación con ellos. Para quienes sean curiosos, hay una tabla que identifica los elementos químicos en los objetos de usos cotidianos.

Al final, de lo que se trata con esta propuesta es hablar de cosas cotidianas en las aulas; de hacer una verdadera ecoescuela que se pregunte dónde estamos en relación con el medio ambiente global a través de la consideración de cosas pequeñas. Se quiere proporcionar una visión general de lo que suponen algunos elementos químicos, en este caso contextualizados en la vida, utilizando como escusa una efemérides científica para hablar de un contenido escolar que, si bien servirá más en unos niveles que en otros, seguro que al profesorado le vendrá bien refrescar lo que en su formación aprendió sobre la tabla periódica para exponer al alumnado la complejidad ambiental de ciertas maniobras productivas o comerciales, al fin y al cabo el consumo, que en principio nos hacen más cómoda la vida. Esto es un avance de la Educación Ambiental para la Sostenibilidad, que tanta falta nos hace.

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/ecoescuela-abierta/2020/01/24/la-tabla-periodica-incita-a-la-educacion-ambiental-para-la-sostenibilidad/

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¿En qué manos está la educación?

Por: Juana M. Sancho

La principal lucha se centra en quién es el encargado de decidir el tipo de sociedad en la que queremos vivir y quién podrá tener una vida digna en ella. Decisiones cruciales en la configuración de los sistemas educativos.

El tema sobre el que hoy voy a reflexionar no es nada nuevo, pero sí está adquiriendo características y consecuencias desconocidas. El deseo y atractivo de controlar la educación por parte de iglesias, formaciones políticas, empresas y grupos de interés especial no es nada nuevo. Sabemos que, en las decisiones sobre la arquitectura escolar, el mobiliario, los contenidos curriculares, el diseño e imposición de los libros de texto, la organización de la enseñanza, las políticas de uso de tecnologías de la información y la comunicación, los sistemas de evaluación, etc., que marcan profundamente los modelos y la interacción educativa, subyacen visiones del mundo y posiciones y luchas por el poder, la hegemonía y las ganancias económicas.

De hecho, la educación se basa en un epifenómeno. Es decir, en un fenómeno secundario que acompaña o sigue a uno primario sin constituir parte esencial de él y sin que aparentemente ejerza influencia. Solo necesitamos mirar nuestro reciente pasado y presente para evidenciar en manos de quién ha estado/está la educación. Aunque esto ha comenzado a cambiar.

La educación tiene que enfrentarse constantemente al reto de preservar el pasado y adaptarse al futuro. En su doble sentido -de ducere (guiar, liderar, conducir a los más jóvenes en su proceso de desarrollo), y educere (sacar, extraer, considerar a los individuos no como recipientes vacíos/cabezas que llenar, sino como portadores de experiencias y de un potencial de aprendizaje)-, subyace una fuerte y desigual relación de poder. En este contexto, la principal lucha se centra en quién es el encargado de decidir el tipo de sociedad en la que queremos vivir y quién podrá tener una vida digna en ella. Decisiones cruciales en la configuración de los sistemas educativos. Y en este momento, los plutócratas, ese 1% que tiene la misma riqueza que el 99% restante, son los que parecen estar al cargo, dispuestos y con poder para imponer una visión del mundo que hace desechable a un enorme porcentaje de la población mundial y a llevarse los beneficios económicos de la educación.

Las grandes corporaciones tecnológicas, ya sea como negocio directo o a través de acciones filantrópicas, están invadiendo los sistemas educativos, a menudo consentidas o respaldadas por las administraciones públicas, imponiendo sus herramientas y visiones del mundo. Esto tampoco ha comenzado ahora. En el año 1972 se llevó a cabo en Inglaterra uno de los primeros proyectos de introducción de los ordenadores en el currículo (Development Programme in Computer Assisted Learning).  Se pidió una evaluación independiente al CARE (Centre for Applied Research in Education). Lo que reveló la evaluación fue que las escuelas no tenían ninguna necesidad inmediata de introducir ordenadores y que su uso no había mejorado ninguna de las prácticas de enseñanza en las que se utilizaban. Aquellas prácticas pedagógicas particularmente estimulantes intentaban utilizarlos, pero no mejoraban sustancialmente los resultados. Pero a quien sí había beneficiado el proyecto era a las compañías informáticas porque había sido una manera increíblemente efectiva y extensiva de vender sus productos, en un momento en el que era difícil vender ordenadores porque en 1972 pocas personas estaban dispuestas y en condiciones de comprarse uno.

Desde entonces, en prácticamente todos los países, han proliferado las políticas públicas de introducción de tecnologías digitales en los centros. Y, sobre todo, las iniciativas promovidas, de forma filantrópica, como la impulsada en su día por la Fundación Bill y Melinda Gates, considerada de fracaso educativo. O directamente econocimicista como la Samsung Smart Class; el programa educativo implementado por la Chan Zuckerberg Initiative, que ha puesto en contra a las familias de escuelas californianas: o Google Suite, que ha puesto sobre alerta a muchas familias de Cataluña.

Además de las grandes ganancias económicas que genera el uso de estas aplicaciones en los centros, hay que tener en cuenta su visión unidimensional y tecnocrática de la educación. Sin dejar de considerar que la enorme cantidad de datos que están obteniendo gratuitamente de millones de estudiantes puede permitirles implementar un proceso eficiente de conductismo de alta tecnología a través de los algoritmos de las tecnologías persuasivas.

A finales de la década de 1970, Basil Berstein advertía de la dificultad de “enfrentarse” a las pedagogías invisibles. Hoy nuestra dificultad comienza a radicar en cómo visibilizar los “contras”, porque los “pros” están súper publicitados, de unas tecnologías que se han entretejido de tal forma en el entramado de la vida cotidiana que parecen haber desaparecido hasta no lograr distinguirlas de ella. Porque, como argumentaba Mark Weiser, a comienzos de 1990, es precisamente al desaparecer cuando desarrollan un mayor potencial para ser peligrosas.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/10/21/en-que-manos-esta-la-educacion/

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Libro: Educación sin propiedad (Audio)

España / 7 de octubre de 2018 / Autor:  / Fuente: Desempoderamiento

Con este libro concluimos la tetralogía que hemos editado con Volapük Ediciones, una tetralogía sobre la autogestión de la vida cotidiana, el Poder, formas de construcción colectiva, de ayuda mutua, horizontalidad… Los cuatro libros son obras colectivas que recogen visiones diversas que nos ayuden a nuevos pensares/sentires/haceres hacia un mundo nuevo en el que las formas de relación sean más importantes que los contenidos…

Estos son los títulos y los enlaces con información sobre cada libro:

 

El libro «EDUCACIÓN SIN PROPIEDAD. Con escuela y sin escuela, nunca nos dejan hacer lo que queremos, y el Poder es su ley» cierra, al menos de momento, esta fase de recopilar, escribir, recoger las cosas que hemos hecho, que nos han gustado, que nos ayudan, y las que queremos seguir haciendo, construyendo colectivamente con otra gente de la Península Ibérica, de Canarias, de América… y a partir de ahora nos centramos más en una apertura comunitaria de trabajar con y desde la gente en sus espacios y tiempos cotidianos y también en la UNILCO-espacio nómada (Universidad Libre para la Construcción Colectiva) con los cursos y formaciones abiertas en diversos lugares y también online.

Nos han dicho que por qué este título tan caprichoso o tan estrambótico, estos comentarios lo que nos sugieren es justamente la impregnación tan grande que tiene la Propiedad, la posesión, ese anhelo por «lo mío», en todas las dimensiones de la vida y también en la educación. En realidad pensamos que no puede haber una educación que ayude en la transformación de la sociedad, si siempre queda ese cajón oculto llamado Propiedad… Y tampoco queremos «hablar con propiedad» ni con rectitud, queremos hablar de formas diversas, con muchas voces, cantando, con curvas…

Índice

Zaguán. Emiliano URTEAGA

PREÁMBULO

A modo de prólogo: Pedagogía del revés. Isabel ESCUDERO

Educaciones y complejidad. Ainhoa EZEIZA y Javier ENCINA

Consenso/disenso: de la certeza a la duda. Javier ENCINA y Ainhoa EZEIZA

Oralidad y Escritura. Javier ENCINA y Ainhoa EZEIZA

AMBULANDO

La recreación del lazo social: la revolución de nuestros días. Raúl ZIBECHI

Educaciones centrífugas. Javier ENCINA y Ainhoa EZEIZA

Desescolarizar a la sociedad. La educación hace lo contrario de lo que dice. Braulio M.E. HORNEDO

«¡Forjad, forjad escuelas, malditos!» (Contra la industria de la Educación Alternativa). Pedro GARCÍA OLIVO

La pedagogía libertaria como elección política. Ani PÉREZ RUEDA

Niños libres para construir una sociedad libre. Una arenga contra la Educación. Jesús GARCÍA BLANCA

El biopoder del mundo adulto en la construcción de los discursos de la infancia sobre la escuela y el profesorado. Siu LAY-LISBOA y Manuel MONTAÑÉS

Clases sociales, pedagogías y Reforma educativa. Julia VARELA y Fernando ÁLVAREZ-URÍA

Las posibilidades de la autogestión en la enseñanza pública. Francisco José CUEVAS NOA

Nuevos modos de leer. Jesús MARTÍN-BARBERO

¿Máquinas o personas? (Preguntas con respuesta, a debate). Antonio VIDAL

Una ciudad caótica: construyendo espacios para la convivencia, la escucha, la solidaridad, el apoyo y la actitud política alternativa. Adrián Alejandro MORALES

Deporte, educación, ideología, poder y globalización. Eloy ALTUVE

NOMADEANDO

Otras formas de aprendizaje desde la Educación Popular y la Innovación Ciudadana. Sandra Viviana SÁNCHEZ

El horizonte utópico de una educación común. Construir en colectivo los espacios de confianza y relación. Emiliano URTEAGA y Julieta SANTOS

Simulacros: trabajando la esperanza de lo imposible en la Universidad del País Vasco. Ainhoa EZEIZA y Javier ENCINA

Del coraje a la esperanza: La lucha por la universidad de los pueblos del sur (UNISUR). Sinaí RIVERA MARTÍNEZ

Breve ensayo sobre la Escuela Libre Paideia. Adrián SOTO

Raíces y Flores: una experiencia de educación libre y autoaprendizaje conectada con la niñez, la familia y la naturaleza. Jorge RUIZ MORALES y Estefanía TEBAN GÓMEZ

Escuela, guerra y resistencia. Diarios desde dos instituciones educativas en el Departamento del Cauca. Maestros EDUCACIÓN DESDE LA DIVERSIDAD

Cómo ser madre y no morir bajo el peso de los ladrillos de la escuela. Ainhoa EZEIZA, Carmen PÉREZ ARAUJO, Estefanía ZARDOYA, y otras

EPIÁMBULO

Me enseñó a ser árbol (Elegía). Pedro GARCÍA OLIVO

La lengua, señores… Agustín GARCÍA CALVO

Un matrimonio feliz. Emilia NEGRETE

Cultura Libre y Educación. Crítica al adoctrinamiento en el modelo hegemónico de Propiedad Intelectual. Noelia CÁMERON NÚÑEZ y Antonio DELGADO BAENA.

Elogio del analfabeto. Hans Magnus ENSENZBERGER

Participando con y desde la gente. Algo más que una introducción. Javier ENCINA, Mª Ángeles ÁVILA y otr@s

El libro ofrece una diversidad desde el disenso, textos con posiciones antagónicas que en otro lugar no podrían cohabitar se hablan unos a otros, leyendo en diagonal se hallan simpatías y empatías no sospechadas seguramente por l@s autor@s, afinidades que ayudan a soltarse de las afiliaciones.

Se plantea como una nueva propuesta para el debate sobre la educación desde lo antiautoritario. Diversas experiencias y autor@s tratan acerca de la desescolarización, conocimiento social y comunitario, pedagogía libertaria, contra la industria de la educación alternativa, las posibilidades de la autogestión en la enseñanza pública, educación popular, educación libre y autoaprendizaje, madres en la escuela, transmisión popular e intergeneracional, biopoder del mundo adulto, clases sociales y pedagogías, escuelas centrífugas, deporte y educación, etc.

Lo que se busca en la escuela dominante es perpetuar en el tiempo unos contenidos determinados y unas formas de relación, y con ese fin, se valora lo simple, la repetición repetitiva, tanto en los contenidos como en las relaciones, porque los contenidos se refieren a conocimientos básicos, reglados, normalizados, estandarizados… y las relaciones, al ser dirigidas, son finalistas. Esa forma de plantear el conocimiento hace que la escuela se apoye en la repetición repetitiva como estrategia del Estado y del Mercado para tener ciudadan@s y trabajador@s dóciles, adaptad@s, intercambiables y polivalentes. Este modelo es tendente a reducir la creatividad y el pensamiento divergente y crítico.

Sin embargo, hay que considerar la escuela (mientras siga existiendo) como uno de los espacios educativos de la comunidad, que debería guardar relaciones horizontales con otros espacios educativos de la comunidad. Las relaciones de estos espacios están basadas en compartir saberes, construir colectivamente, en la autonomía y la interdependencia, procesos de ayuda mutua, en el mestizaje. Se debe comprender que la educación no es patrimonio de la escuela, ni de la universidad, sino que en el barrio, pueblo o ciudad hay otros espacios educativos no formales con los que hay que establecer intercambios horizontales.

Aquí puede descargarse el índice, el zaguán, la portada y la cubierta completa:

https://drive.google.com/open?id=1e3bzd1z3I4h6v9l9mkg_B-B0sBL1EdjM

En este programa de la Radio Alegría Libertaria, radio libre online, desgranamos el libro y contamos algunas otras cosillas:

 

 

 

El libro está ya a la venta (PVP 18 euros) y puedes puedes pedirlo en tu librería más cercana o escribiendo a la editorial: volapukediciones@gmail.com o a nosotras: ilusionismosocial@gmail.com

También, si os interesa, podemos contactar para hacer alguna presentación-taller-debate sobre el libro.

Fuente de la Reseña:

http://desempoderamiento.blogspot.com/2018/07/libro-educacion-sin-propiedad.html

ove/mahv

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Educar en valores éticos

Establecer una asignatura de valores cívicos en la educación española es una buena noticia porque de esa manera los futuros profesionales tendrán un espacio para reflexionar sobre las metas y valores de su actividad

El 17 de junio pasado llegó a Valencia el buque Aquarius con 630 inmigrantes a bordo, rescatados días antes en el Mediterráneo. Aunque el viaje era largo, otros puertos más próximos no se prestaron a recibirlos y fue el puerto valenciano el que lo hizo. Naturalmente, los comentarios de todo tipo inundaron las páginas de la prensa, las cadenas de radio y televisión y las redes sociales, desde los agoreros cansinos que insistieron, como siempre, en pronosticar un efecto llamada que acarrearía toda suerte de males, hasta el entusiasmo de una ciudadanía, orgullosa de saberse y sentirse solidaria.

Los tres poderes sociales —el ciudadano, el político y el económico— se unían para atender a los más vulnerables. Era el momento mágico de las sinergias entre las fuerzas sociales a favor de lo mejor que tenemos los seres humanos. Era un brote valioso de hospitalidad.

Claro que aquello era solo un comienzo, y a partir de ese punto debía empezar el proceso de organizar, discernir y, en su caso, llevar a cabo la integración, porque la acogida es un bien menor, cuando no se ha logrado resolver los problemas en los países de origen para que nadie se vea obligado a dejar su hogar, pero integrar a los recién llegados era todavía la asignatura pendiente.

Recuerdo la ingeniosa respuesta de un profesor latinoamericano a quien pregunté cómo no mejoraba la situación de su país, teniendo en cuenta la creatividad de sus gentes: “Es que”, me dijo, “tenemos muchas iniciativas, pero pocas acabativas”. Y tenía razón, pero no solo para su país, sino para muchos otros; entre ellos, España y esa precaria unión supranacional, que es la Unión Europea.

«Una sociedad demuestra qué materias considera indispensables cuando las incluye en las aulas»

Los problemas políticos y económicos han venido poniéndole trabas desde el comienzo, pero hoy en día se han sumado las deficiencias éticas: la falta de acuerdo real en los valores de los que queremos vivir, que son los que constituyen nuestras señas éticas de identidad. Como diría José Luis Aranguren, nuestra moral vivida, además de nuestra moral pensada.

En la forja de esa moral es una pieza clave la educación, tanto formal como informal, tanto la que se plasma en currículos escolares y universitarios como la que se propaga a través de la vida cotidiana.

Porque las personas no nacen ciudadanas, sino que se hacen. La persona —recordaba Kant— lo es por la educación, es lo que la educación le hace ser. Y en este tiempo en que en España se debate sobre una reforma de la ley de educación, que venga a superar deficiencias de la LOMCE, es una buena noticia saber que una asignatura de “valores éticos y cívicos” va a formar parte de los planes de estudios escolares como un capítulo en la formación de todo el alumnado.

«Hay que reforzar la filosofía, pues con ella empezó el conjunto de la sabiduría secularizada»

A fin de cuentas, hace años constaba una asignatura con el título “La vida moral y la reflexión ética”, que se ocupaba del conjunto de valores éticos compartidos en las sociedades pluralistas y democráticas, es decir, de su ética cívica, y de los proyectos que desde ella se han ido incorporando. Una asignatura que contaba con el apoyo de todos los grupos sociales.

Cuál sería el hilo conductor de esa materia no es difícil de imaginar: reflexionar sobre la superioridad de la libertad frente a la esclavitud, el adoctrinamiento y la manipulación; degustar el valor de la igualdad entre las personas, que tienen dignidad y no un simple precio, sea cual fuere su raza, religión, edad, género o su orientación sexual; respetar activamente, y no solo tolerar, las ideas de quienes piensan de forma distinta, pero moralmente aceptable; apreciar el diálogo como camino para resolver los conflictos, cuando están puestas las condiciones para que el diálogo sea auténtico, y tomar nota de que la apuesta por la justicia no es un mero consejo, sino la exigencia indeclinable que constituye el quicio de cualquier sociedad pluralista y democrática. Si la justicia falla, como valor y como virtud social, la sociedad está desquiciada. Con claro perjuicio para todos, pero sobre todo para los más vulnerables.

Contar con una materia semejante en el currículo escolar es imprescindible, entre otras razones, porque una sociedad demuestra qué materias considera indispensables para la formación cuando las incluye en un plan de estudios; en este caso, para ayudar a formar una buena ciudadanía, conocedora de sus derechos y de sus responsabilidades y capaz de vivirlos en la práctica.

La escuela y la universidad bien pueden vincularse con actividades que encarnen la moral pensada en la moral vivida como parte del currículo escolar. El trabajo conjunto con organizaciones cívicas solidarias se hace aquí imprescindible.

Es verdad que educamos en tiempos de incertidumbre, ignoramos qué habilidades y competencias científicas y técnicas serán las más adecuadas para encontrar un lugar en el mundo laboral, pero sí que sabemos que es desde los valores éticos mencionados desde los que debería orientarse el quehacer de las ciencias y las técnicas.

Por eso sería aconsejable introducir en el temario de la educación española una asignatura de ética en cada uno de los grados universitarios y en la formación profesional, de modo que los futuros profesionales tengan un espacio para reflexionar sobre las metas y valores de su actividad.

Naturalmente, la ética, que es “filosofía moral”, igual que hay filosofía de la ciencia o de la técnica, es una parte de la filosofía, ese saber de tan larga y acreditada historia que con ella empezó el conjunto de la sabiduría secularizada, al menos en Occidente.

Mantener la asignatura de filosofía como obligatoria en primero de bachillerato y aumentar su peso en segundo es una de las reivindicaciones, más que justificadas, de la Red Española de Filosofía, a las que hace unos días dedicó un espacio Juan Cruz en las páginas de este diario.

Pero en su calidad de ética para la Enseñanza Secundaria Obligatoria, con un alumnado más joven, es necesario potenciarla muy especialmente para que tome cuerpo en la vida social esa Declaración Universal de Derechos Humanos, que el 10 de diciembre cumplirá 70 años, y que tiene por base explícitamente la dignidad de las personas, la dignidad de todos los miembros de la familia humana.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2018/07/23/opinion/1532365199_568677.html

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Proyectos de barrio: enseñanzas desde la periferia

Marco Fidel Gómez Londoño

Mientras leo una noticia en la que se menciona que en el mundo ha habido un aumento de los valores individuales -es decir, hoy pensamos más en el yo que en el nosotros- me entusiasmo al ver en Manrique Oriental en Medellín, a un grupo de personas que hacen grandísimos (sí, grandísimos) esfuerzos para sostener aquellos valores colectivos que están en lamentable decadencia. Su ética comunitaria, afortunadamente, y a pesar de los datos que arroja la noticia que digiero, indican que no todo está perdido, aunque parezca estarlo.

Observó niñas, niños y jóvenes vestidos de negro reunidos en un morro de Medellín. Esta mancha negra ocupa el verde de aquella manga que hace las veces de gran escenario. Los acompañan músicos que han llegado para poner la melodía que hará mover sus cuerpos. Quienes visten de negro son los bailarines que hacen parte de la corporación El Balcón de los Artistas; los que ponen la música son los de la corporación Barrio Comparsa; y la manga es un espacio ubicado en un rincón de Manrique Oriental (que pertenece al Ministerio de Defensa) en el que los baretos y la basura indican los usos variados de este lugar. Es domingo en la mañana,  y esta muchachada ha convertido el espacio de la manga en un territorio cultural. La gente sale a sus balcones a ver qué pasa, al parecer hay fiesta.

Mientras eso sucede, llega otro grupo de niños y niñas que con morrales, bolsas y un bullicio esperanzador, acompañados por madres y padres de familia, se ubican debajo de un árbol de esta gran manga para compartir un desayuno en el que nuevamente el individualismo es golpeado. Panes, cucharas, gaseosas, vasos, van y vienen. Hablo con su director, Sergio Valencia, me cuenta que los niños y niñas hacen parte de la Corporación Tejiendo Conciencia dedicada a construir el mundo a punta de rap y breakdance, y que él, al igual que los de negro, hizo parte del Balcón de los Artistas cuando apenas era un niño.

Cerramos la conversación con el rapeo de una niña que en sus letras hace un reclamo por los derechos de las mujeres. Sergio se despide, dice que va con su grupo (habla en plural) a recoger las basuras regadas en un morro que señala con su dedo.

El Balcón, entonces, no solo forma artistas, bailarines, sino también líderes sociales y culturales que hacen su aporte con proyectos alternativos.

La estética, como le escuche decir al “Gordo”  Luis Fernando García, mientras alentaba a los músicos de Barrio Comparsa, es también  un proyecto ético que conviene a todos.  No a uno, compréndase bien, sino a todos.

Quienes visten de negro azotan el piso a punta de baile, mientras otros azotan un cigarrillo con vehemencia. La polvareda del baile se mezcla con el humo del bareto. La lúdica del baile, la energía del saxofón y la calma de la traba comparten el mismo lugar. Unos y otros se confunden en la verde grama; desde arriba, en un lugar más alto, algunos soldados observan la fiesta que se ha formado.  Martha Álvarez,  directora del Balcón, alza las manos, hace gestos, habla con el cuerpo, indica que deben seguir ensayando. Se repiten las escenas de música y baile: la belleza de la mancha negra se multiplica.

Vuelvo a la noticia: “Estamos empezando a ser cada vez más individualistas y la construcción de capital social muestra bajos porcentajes porque se están perdiendo las acciones de carácter comunitario”. Entonces reconozco a Barrio Comparsa, El Balcón de los Artistas, Tejiendo Conciencia como constructores de aquel capital corporal, lúdico, artístico que posibilitan el abastecimiento de una ciudad que a veces no sabe para dónde va ni lo que quiere.

Pienso entonces en la administración actual de Medellín que, ensimismada para luego mostrarse  prepotente, derrocha en pruebas y exámenes (valores individualistas),dejando al garete propuestas cimentadas desde  las artes y la cultura que bien acodan aquellos valores comunitarios de los que adolecemos, y de los que los territorios pueden nutrirse. De seguir así seremos muy buenos para competir con los otros, pero muy malos para ayudarnos mutuamente; un fanatismo individualista que vomita indiferencia y hace de la ambición su virtud.

La ética comunitaria, esa que tanto necesitamos, nos la enseñan doña Marta, Luis Fernando, Sergio y todos los niños, niñas, jóvenes que hacen parte de sus procesos sociales; hacia allá deberíamos girar la mirada. Seguir mirando hacia nosotros mismos, con obsesión insana, nos empujaría hacia una debacle en la que el “sálvese quien pueda” será uno de nuestros principios éticos, mientras el pensar y actuar en comunidad, uno de aquellos valores prehistóricos para visitar en algún museo.

Caminar con y para los otros, seguro cuesta, pero nadie dijo que sería fácil, eso lo saben quienes se entregan a los demás, olvidándose, incluso, de sí mismos.

Fuente: https://laorejaroja.com/proyectos-de-barrio-ensenanzas-desde-la-periferia/

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