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“El infierno es el mismo, ya sea aquí, en Rafah o en la ciudad de Gaza”

Por: Amira Hass | Heba Farouk Mahfouz

Según informes palestinos, 22 palestinos, incluidos ocho niños y bebés, fueron asesinados por bombas y proyectiles israelíes en el este de Rafah en la noche del lunes 6 al martes 7 de mayo. En su web, la agencia de noticias Wafa publicó un vídeo que muestra a las madres llorando despidiéndose por última vez de sus hijos, que estaban envueltos en una tela blanco.

En Israel, el bombardeo se presentó como una respuesta a los disparos de cohetes desde la Franja de Gaza, que mataron a cuatro soldados israelíes e hirieron a diez. Las y los habitantes de Rafah no consideraron que el bombardeo fuera una respuesta a la muerte de los soldados o que estaba dirigido a la fuente de los disparos de mortero. Se trataba de una venganza y la preparación de una invasión terrestre israelí.

El bombardeo también se percibió como una orden dada a las personas que allí residen para que abandonaran sus hogares, el mismo mensaje de los folletos lanzados por los aviones israelíes sobre la zona o los mensajes de voz y texto enviados a los teléfonos por números desconocidos. El término muy neutral de evacuación no refleja ni una mínima fracción del miedo, la rabia y el agotamiento que sienten los habitantes de Rafah, en el extremo sur de la Franja de Gaza.

Un nuevo éxodo que las y los habitantes de Gaza comenzaron el lunes, a pie, en carros, minibuses, coches sobrecargados y bicicletas cargadas de colchones, mantas y escasas cantidades de ropa y comida. Las personas evacuadas abandonaron los barrios del este de Rafah para viajar a regiones desconocidas al norte o al oeste. Pueden dirigirse hacia el norte, hacia las ruinas de Jan Yunis, o hacia la franja costera de tierras agrícolas de Muwasi, que no tiene instalaciones de agua o alcantarillado, pero que Israel insiste en calificar como una zona humanitaria.

El lunes 6 de mayo por la noche, después del espectacular anuncio de Ismaëll Haniyeh, líder de Hamás, de que su organización había aceptado la propuesta de alto el fuego [negociada en Egipto], ¿se darían la vuelta las decenas de miles de habitantes de Gaza que huyen? ¿Se detendría el movimiento de fuga? [Los informes del martes por la mañana ilustraron la enorme decepción de las poblaciones desplazadas.]

En todo caso, lo que es cierto es que la declaración de Haniyeh y la contradeclaración de Israel, según la cual Hamás está engañando, aumentaron la confusión, la falta de información y la dificultad de decidir qué hacer. La vida en Rafah está subyugada a esta situación, con el telón de fondo de las frecuentes declaraciones de los israelíes de que también invadirían Rafah. Lo que se suma al habitual horror, desesperación y agotamiento, así como a la conciencia de que cualquiera puede ser asesinado en cualquier momento, puede perder un brazo o una pierna, o enterrar a un niño de 6 años.

Al-Jneineh, es uno de los barrios al este de Rafah que fue bombardeado el domingo y del que el ejército israelí ordenó a sus habitantes que se fueran. Varios de mis amigos y sus familias viven allí. La mayoría de ellos tuvieron que abandonar la ciudad de Gaza y el campo de refugiados de Jabaliya, en el norte de la Franja de Gaza, hace unos seis meses. Otros eligieron vivir allí hace 20 o 30 años.

Los árboles y la vegetación de la zona fueron sustituidos gradualmente por casas de hormigón de todos los tamaños. Las y los jóvenes del campo de refugiados de Shabura [cerca de Rafah] trabajaron duro, ahorraron un centavo tras otro y se endeudaron para poder comprar un terreno y construir una casa para salir de las estrechas callejuelas y las casas superpobladas de un campo de refugiados sin rayos de sol.

Hoy en día, a los habitantes de al-Jneineh se les unen sus familiares, que han sido desarraigados por segunda, tercera o incluso cuarta vez. En los últimos siete meses, desde el comienzo de la guerra, han tenido un poco de suerte, aunque en al-Jneineh, como en otros barrios de Rafah, los ataques aéreos han destruido casas y matado a personas que residían allí.

Los habitantes de al-Jneineh aún lograron quedarse en sus casas en lugar de vivir en tiendas de campaña, y tenían todo lo necesario para la casa, como mantas, ropa, colchones y utensilios de cocina. Nunca tuvieron que esperar en colas de 300 a 400 personas para usar los baños, como es el caso de las escuelas convertidas en refugios. Para ellos, este número oscila entre 10 y 30 personas, dependiendo del tamaño de la familia.

¿También se convertirán en una estadística, incluida en las cifras de los habitantes de Gaza que han perdido sus casas, esta semana? ¿Encontrarán una tienda? ¿Deberán dormir afuera?

Sus padres eran niños cuando fueron expulsados de sus pueblos o de Majdal, ahora Ashkelon, o de Isdud (Ashdod) en las regiones que se convirtieron en el Estado de Israel. Algunos de estos refugiados siguen vivos. No han olvidado que fueron desarraigados y perdieron su casa. Necesitan cuidados especiales y esperan morir para no ser una carga para sus hijos y nietos.

Las familias de dos amigos, Dalia y Yakub, viven a 200 o 300 metros una de la otra. El lunes, Dalia dijo que estaban “dentro del mapa”, lo que significa que su casa abarrotada, donde se quedaron sus hijos y la familia amplia de su marido, estaba dentro de la zona a evacuar. Así que tuvieron que empaquetar lo poco que tenían y huir.

Yakub dijo el lunes que su casa, donde viven cuatro familias, no estaba en el mapa y que estaba esperando a ver qué pasaba. Añadió que no creía que la casa de Dalia estuviera en el mapa, por lo que Dalia y su familia no tendrían que huir. O no todavía.

Pero el único hospital de Rafah, Yousef al-Najjar, está en el mapa. Yakub se pregunta si toas y todos los pacientes, la gente desplazada que se aloja allí y el personal médico tendrán que irse, y si todos la gente que permanezcan será asesinada y enterrada en una fosa común.

Dalia dice que no está segura de que Yakub tenga razón al decir que la casa de los padres donde se encuentra está fuera del mapa, y de todos modos nadie entiende realmente el mapa. No saben qué hacer, si hacer el equipaje, qué llevar y cómo transportar a la abuela de la familia.

“Estamos a 500 metros”, dice Dalia, hablando de la zona donde se evacua a la gente. ¿Qué es 500 metros? Cuando hay disparos de proyectiles o bombardeos, los fragmentos de proyectiles nos alcanzan. No sabemos a dónde ir. Pensamos en ir al centro de la banda, pero no hay un camión para llevarnos. Ya no sabemos lo que podemos hacer.”¡

Nuestra conversación telefónica ha sido interrumpida, pero en un mensaje de voz Dalia explica que la recepción de los teléfonos móviles es muy mala y que escuchan constantemente bombardeos y disparos de artillería. En la noche del lunes al martes, mientras el ejército israelí ocupaba el lado palestino del punto de paso de Rafah, los disparos de artillería y los incesantes bombardeos no permitieron a la familia dormir ni un momento, escribe.

Nuestro amigo común Saleh, que fue trasladado hace unos seis meses del campo de refugiados de Shati, no podía soportar la incertidumbre y el miedo constante de una invasión terrestre israelí. Hace dos meses se mudó a un barrio al norte de Khan Younès, donde había relativamente pocas casas.

“No quería que nos pasara lo que sucedió la primera vez que nos echaron, cuando huimos de casa en medio de la noche dejando todo atrás, incluidas las mantas y los colchones”, dijo.

Al principio, su esposa tenía miedo de instalarse en su cabaña de vacaciones porque los baños no estaban en la casa. Temía que los operadores de drones israelíes decidieran que cualquiera que estuviera fuera de la cabaña, por la noche, fuera un activista de Hamás y que la mataran. Pero los temores de una invasión de Rafah tienen ahora más importancia que el ataque de un dron.

La cuestión no es que estemos vivos. Esto no es vida. Las calles están llenas de aguas residuales y basura. No tenemos agua en la cabaña ”, dijo Saleh. [Los controles israelíes sobre los convoyes humanitarios han dado lugar a la confiscación de las tabletas de cloro utilizadas para la desinfección y purificación del agua, lo que tiene implicaciones sanitarias desastrosas.]

Incluso para alguien que todavía recibe un salario, no es posible sacar dinero de un banco y hay que gastar casi una cuarta parte de la suma en gastos de cambio. Una botella de gas cuesta 400 shekels [108 dólares]. Nosotros no trabajamos. Los niños no van a la escuela. Sólo existimos, y en cualquier momento, cualquiera puede ser asesinado. El infierno es el mismo, ya sea aquí, en Rafah o en Gaza City”.

Artículo publicado en Haaretz (8/05/2024) traducción al francés: A l’Encontre)


Tres habitantes de Gaza describen la vida en Rafah

Heba Farouk Mahfouz

Mohamed Khaled, 22 años:

La seguridad solo viene de Dios. Los israelíes han anunciado los sectores en los que iban a entrar. Actualmente estoy al lado de estas áreas, así que cuando llegue nuestro turno, tendremos que irnos, si todavía estamos vivos para entonces.

Ya no encontramos un lugar a donde ir. Ya no hay a dónde ir. La gente está dispersa, cada uno yendo en una dirección. Los bombardeos son constantes, lo juro. No es fácil irse. El transporte es extremadamente caro para nosotros. Rezo para que mañana pueda encontrar un lugar al que ir.

Mohamed, 32 años [pide anonimato]:

Estoy en Mawasi [zona junto al mar creada por los ocupantes], Rafah. Hay bombardeos a nuestro alrededor. Hace una hora, el ejército evacuó un edificio frente a nuestra casa. Los israelíes llamaron a los lugareños por teléfono, les preguntaron cuántas personas había dentro y cuáles eran sus nombres. Luego pidieron a los habitantes, por su seguridad, que se movieran a una distancia de 5 kilómetros. Soy de la ciudad de Gaza y me han trasladado a la fuerza tres veces al interior de Gaza. Una vez estuve en casa de mi hermana y hubo un ataque aéreo. Mi madre y yo fuimos heridos, así como mi hermana y su marido. Entonces fuimos al hospital al-Shifa, pero también hubo ataques, así que nos dirigimos a la ciudad central de Deir al-Balah, pero fue evacuada, así que vinimos a Rafah, donde nuevamente bombardearon, y ahora estamos en Mawasi.

Hace una semana, mis hermanas fueron a Egipto y uno de sus maridos las acompañó. Mi otro cuñado fue rechazado porque es sirio, así que estoy aquí con él y mi madre. Mi madre fue inscrita en la lista para irse, pero se negó a dejarme atrás. Mi nombre fue rechazado porque se confundió con otro nombre… Nos alojamos en una casa con otras cuatro familias, es decir, 34 personas en total. Es una casa, pero no es muy grande. Tenemos tiendas de campaña para refugiarnos dentro de la casa, porque la mayoría de sus partes no tienen techo.

Un trabajador médico de 42 años en Rafah:

Están evacuando las partes orientales. No tengo miedo, me entrego en manos de Dios. Si no hay acuerdo hasta el viernes, tendré que dejar Rafah. Hay [drones] por todas partes en Rafah. Esto es muy peligroso en general. Iré a Deir al-Balah. Mi amigo tiene un terreno donde hay agua. Nos quejamos ante Dios. Casi una cuarta parte de las personas que a mi alrededor, viviendo en tiendas de campaña, se han ido. ¡Es el éxodo! No hay un lugar seguro. Y ahora el hospital Abu Youssef al-Najjar ya no está en servicio. Si alguien está herido, solo le puede salvar Dios.

(Entrevistas publicadas en el Washington Post (8/05/2024) traducción al francés: A l’Encontre)

https://alencontre.org/moyenorient/palestine/lenfer-est-le-meme-que-ce-soit-ici-a-rafah-ou-a-gaza-city.html

Traducción: Faustino Eguberri para viento sur

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Niños migrantes venezolanos no pueden acceder a la educación pública en Trinidad y Tobago

Muchas madres han decidido devolverse con sus hijos a Venezuela para que estos puedan estudiar. Los padres, por su parte, se quedan en las islas para poder enviar dinero a sus seres queridos

Los niños venezolanos se enfrentan a muchos desafíos para ingresar al sistema escolar público en Trinidad y Tobago, pese a que el gobierno de dicho país otorgó protección legal a los migrantes desde hace más de tres años.

Al no poseer un estatus migratorio legal, los niños migrantes no pueden acceder a la educación pública del país.

El programa Equal Place, un esfuerzo conjunto de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU (Acnur), la Agencia de la ONU para los Refugiados, Unicef, Living Water Community y TT Venezuela Solidarity Network, ha brindado educación a 1.177 niños de primaria y 485 jóvenes de secundaria. Esto de acuerdo con datos publicados el 30 de junio de este año.

El problema radica en que, según cifras de Acnur, para el 31 de julio había alrededor de 4.000 niños de entre 5 y 17 años de edad solicitantes de refugio o asilo en Trinidad y Tobago. Mientras que, de acuerdo con la plataforma R4V, se estima que el número de menores de edad en ese país suba a 6.900.

Los datos que maneja el R4V reportan 2.900 niños más que Acnur, debido a que incluyen las cifras que maneja la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

El objetivo del programa Equal Place era preparar a los niños para entrar a las escuelas católicas de Trinidad y Tobago, pero más de tres años después esto aún no se ha dado.

La líder de la oposición, Kamla Persad-Bissessar, ha pedido que los niños inmigrantes reciban plazas en las escuelas públicas. Dijo que todo niño tiene derecho a la educación, de acuerdo con el medio local Newsday.

Ante la situación, muchas familias venezolanas en Trinidad y Tobago están tomando la decisión de enviar a las madres con sus hijos de vuelta a Venezuela para que puedan estudiar. Mientras que los padres permanecen en dicho país para seguir trabajando con el fin de enviar dinero a sus seres queridos.

https://www.elnacional.com/mundo/ninos-migrantes-venezolanos-no-pueden-acceder-a-la-educacion-publica-en-trinidad-y-tobago/

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La ONU pide a México evitar la “criminalización de la protesta”; denuncia torturas y malos tratos

Por: Europa Press

Tras analizar el caso de Damián Gallardo, profesor y activista a favor de los derechos de los pueblos indígenas, la ONU indicó que su caso constituye un ejemplo más de violación de los Derechos Humanos y de la Convención Contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanas o Degradantes.

MADRID (EUROPA PRESS).- El Comité contra la Tortura de Naciones Unidas solicitó este martes al gobierno de México que “deje de criminalizar la protesta y la defensa de los Derechos Humanos” y denunció torturas y malos tratos a activistas.

Tras analizar el caso de Damián Gallardo, profesor y activista a favor de los derechos de los pueblos indígenas en México, la ONU matizó en un comunicado que su caso constituye un ejemplo más de violación de los Derechos Humanos y de la Convención Contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanas o Degradantes.

Según el comité, Gallardo fue sometido a abusos y malos tratos durante más de cinco años cuando se encontraba bajo custodia por unos delitos que no cometió.

Gallardo Martínez, miembro del Pueblo Indígena Ayuujk de Santa María Tlahuitoltepec de la región Mixe, había defendido la educación en comunidades indígenas de Oaxaca durante varios años y participado en protestas lideradas por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación. En mayo de 2013, siete policías irrumpieron en su casa y lo arrestaron sin orden judicial, tal y como alertó el comité.

Así, permaneció detenido en régimen de incomunicación en un “centro de detención clandestino, donde fue golpeado por agentes de la Policía para que divulgara información sobre otros participantes del movimiento por el derecho a la educación”.

El propio Gallardo ha denunciado que los agentes amenazaron con violar a su hija y su pareja, así como con asesinar a sus padres. Además, fue obligado a firmar una serie de documentos que luego fueron utilizados para su supuesta confesión.

Tras dicha “confesión”, recoge el texto del comité, “fue acusado de formar parte del crimen organizado y de secuestrar a dos jóvenes, sobrinos de uno de los empresarios más importantes de México”.

Por ello fue trasladado a un penal de máxima seguridad en Guadalajara, en el estado de Jalisco, donde estuvo detenido más de cinco años hasta que el Ministerio Público Federal finalmente solicitó el desistimiento del caso, en diciembre de 2018.

“Durante este tiempo fue golpeado brutalmente, sometido a revisión bucal y anal, privado de agua y sueño, así como recluido en régimen de aislamiento 22 horas al día”, lamentó la ONU. “Toda la familia sufrió estigmatización y hostigamiento y, como resultado, tuvo que abandonar su comunidad indígena”, añade.

Tanto él como su familia han presentado varias denuncias por los actos de tortura cometidos en su contra, pero estas no han resultado en la apertura de investigaciones significativas “Gallardo Martínez fue sometido a actos de tortura que buscaban doblegar su voluntad al extremo y convencer de la capacidad de sus agresores de infligirle dolor o incluso la muerte”, dijo Peter Vedel Kessing, miembro del Comité.

“Los familiares directos de Gallardo también son víctimas indirectas debido al impacto psicológico y emocional de la tortura sufrida por él y por la estigmatización y el acoso al que se enfrentaron. Por lo tanto, también tienen derecho a una reparación integral”, afirmó.

Por todo ello, el comité hizo un llamado al gobierno mexicano para “tomar todas las medidas necesarias que permitan brindar garantías de no repetición” y preserve “los derechos de los pueblos indígenas para que no sean criminalizados por sus actividades legítimas en defensa de los Derechos Humanos”.

A su vez, solicitó que México proporcione a Gallardo y a sus familiares una “reparación integral” y una “disculpa pública”.

Fuente de la información e imagen: https://www.proceso.com.mx

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Ay Nicaragua, Nicaragüita… (III)

Ay Nicaragua, Nicaragüita… (III)

Mario Alberto Puga

Alguien me dijo alguna vez que a los nicaragüenses les gusta sufrir; y que cuando están felices, buscan la manera de arruinarlo todo, con tal de volver a su estado natural: la desgracia.

Y pareciera cierto pues teniendo todo para salir de esta crisis -incluyendo al propio sandinismo-, su clase política ha elegido la más peligrosa de las opciones: la obsesión por el poder.

Por un lado, el gobierno de Daniel y Rosario ha hecho caso omiso de todas las recomendaciones y todos los señalamientos y, como si no pasara nada, se dirigen hacia un cuarto mandato presidencial, aunque para ello tengan que encarcelar, expulsar, reprimir e inhibir a toda oposición o crítica, sin pensar en las consecuencias.

Nunca ha pasado por su cabeza la posibilidad siquiera de un proceso electoral equitativo y transparente, mediante el cual ellos mismos pudieran reivindicarse o ganar limpiamente su continuidad, -en caso de que el voto duro les favoreciera-, a través de un sandinismo fresco y renovado, que deje atrás el caudillismo de Ortega y el esoterismo de Murillo y rescate lo poco que queda de una revolución que una vez fue apoyada por todos los nicaragüenses, pero que hoy es cuestionada por buena parte de sus simpatizantes dentro y fuera del país.

Por el otro lado, la oposición, con sus más de 10 precandidatos -fieles también a la fijación por el poder-, ha optado por la atomización de fuerzas, en lugar de consolidar una alternativa real y única, que le permita competir y buscar el triunfo, pues -como dijo uno de ellos- “nadie quiere bajarse del pedestal”, por lo que su primera batalla será entre ellos y ellas.

Tampoco se dan cuenta que entre esos diez se encuentra la candidata idónea para evocar la otra parte de la historia -Cristiana Chamorro Barrios-, cuando el sandinismo y el propio Ortega fueron derrotados por doña Violeta -madre de aquella- que, de manera natural, atraería no sólo el voto oculto de 1990, sino el voto de castigo por la represión de 2018, el voto de justicia por los muertos, heridos, detenidos y expulsados de 2019, 2020 y 2021 y, finalmente, el voto de la esperanza para los años venideros.

En esa fascinación por el poder han quedado atrapados unos y otros, además de la sociedad nicaragüense, que no sólo ha perdido de nuevo su libertad, sino -peor aún- la alegría de vivir, aunque sea en una crisis permanente, donde su desahogo era cantar, bailar, escribir, pintar y reírse de sus desgracias. Sin embargo, hoy sus cantantes se han ido al exilio; su música ha sido prohibida o confiscada; sus libros, especialmente de los autores opositores o críticos han desaparecido; los noticieros y sus periodistas favoritos hacen milagros para transmitir desde el exilio o en la clandestinidad; mientras los demás artistas pintan y esculpen nuevos paisajes de libertad en su imaginación. En una palabra, se ha perdido la alegría de ser “nicaragüense por gracia de Dios” y eso debe ser un pecado más para el gobierno de Ortega.

Mientras tanto, la estrategia del sandinismo ha dado los primeros pasos para asegurar su permanencia en el poder, primero, con la aprobación de leyes totalmente arbitrarias y violadoras de los derechos humanos que buscan destruir la disidencia; segundo, ha renovado a todos los miembros del Consejo Supremo Electoral a fin de garantizar el triunfo en las elecciones del 7 de noviembre próximo, donde tampoco se permitirá la observación electoral, lo que contraviene todas las medidas sugeridas por la OEA para lograr unas elecciones equitativas, transparentes y justas. Tercero, mediante la aplicación de dichas leyes, ha sacado del camino no solamente a posibles candidatos, sino a toda oposición y crítica, en una demostración clara de que no abandonará el poder de manera pacífica.

Por el contrario, mientras la oposición discutía quien sería su candidato o candidata, el gobierno canceló el registro de algunos partidos políticos, que servirían de instrumentos para la participación electoral. Luego, inició la persecución y acusación de precandidatos, comenzando con Cristiana Chamorro -por aquello de los fantasmas del pasado-, quien durmió una noche en prisión, para luego recibir casa por cárcel, de donde no puede salir, bajo la acusación de lavado de dinero en la Fundación Violeta Barrios de Chamorro, la cual tuvo que cerrar temporalmente. Por si fuera poco, también se emprendió persecución a los dos hermanos de Cristiana -Carlos Fernando y Pedro Joaquín-, donde el primero alcanzó a exiliarse en Costa Rica y el segundo se encuentra preso.

Así, se siguió luego con otros precandidatos: Arturo Cruz, Juan Sebastián Chamorro, Félix Madariaga y Miguel Mora, con el pretexto de encabezar un golpe de Estado o bien, por traición a la patria, lo mismo da. De igual manera, la amenaza se ha extendido a ex compañeros sandinistas, hoy militando en la oposición o, simplemente, críticos de la pareja presidencial como son el ex comandante Víctor Hugo Tinoco, la inolvidable Dora María Téllez y el General retirado Hugo Torres, además de conocidos empresarios, periodistas y líderes sociales, hasta completar más de una veintena de casos.

Por su parte, la comunidad internacional ha hecho público su rechazo a todo lo que el gobierno orteguista está haciendo. Desde la OEA se aprobó hace poco -con 26 votos a favor- una resolución que rechaza las acciones del gobierno de Ortega y exige la liberación de todos los presos políticos. En la Comisión de Derechos Humanos de la ONU se adoptó también una resolución con 59 votos a favor, donde se denuncia la violación de los derechos humanos por parte del gobierno de Ortega, al tiempo que exigen elecciones limpias y equitativas, así como la libertad de los presos políticos.

Cabe señalar que en ambos foros México se abstuvo en la votación -junto a Argentina-, lo que no ha sido bien recibido por la gran mayoría de países, ni tampoco explicado claramente por ambos gobiernos, más allá de invocar el principio de No Intervención, aunque sin convencer a muchos de su validez ante una realidad que sobrepasa cualquier justificación. Y es que, tan no quedó claro que ambos países tuvieron que llamar a consultas a sus respectivos embajadores en Managua, lo que tiene varios significados.

Uno, que México y Argentina requieren de mayor información, lo que implica entonces que ninguno de ellos sabe realmente lo que está pasando en Nicaragua. Dos, que cuentan o elaboran una estrategia conjunta para destensar el conflicto. Tres, que podrían reconsiderar su decisión, ya que, de acuerdo a las prácticas diplomáticas, los países acostumbran llamar a consultas a un embajador cuando no están de acuerdo con alguna decisión del país receptor, ya sea para dar nuevas instrucciones a su embajador o hasta para bajar el nivel de la representación, nombrando a un encargado de negocios en su lugar, como una forma de manifestar su desacuerdo.

En mi opinión, México demuestra con su accionar las tres hipótesis anteriores, es decir, no sabe realmente lo que está pasando en Nicaragua, pues de otra forma no se explica el voto de abstención y luego el llamado a su embajador. Lo de una estrategia conjunta me parecería tardía y sin ninguna oportunidad de incidir en un proceso que lleva años y donde el comandante Ortega ha sido enfático en todo este tiempo en no escuchar a nadie, mucho menos a la comunidad internacional. La última vez que lo hizo -al expresidente de EU Jimmy Carter- le costó entregar el poder a doña Violeta en 1990, que no recuperó sino hasta 17 años después. Tercero, ha reconsiderado su decisión, según el comunicado posterior que se suma a la petición de elecciones transparentes y libertad a precandidatos, aunque no estoy tan seguro que se pretenda bajar el nivel de representación.

Sobre el principio de No Intervención invocado por México me parece que por sí solo no sirve al propósito de esta crisis, si no va sustentado en acciones o declaraciones firmes y claras. Esto es -como ya expliqué en otro momento-, hay que enarbolar la No Intervención Activa en su lugar, “aquella que por definición no es pasiva, no es neutralidad a ultranza, (sino) que toma partido, no por una de las partes en conflicto, sino por el dialogo, la concertación y la resolución pacífica de las controversias, única vía para superar los conflictos en la región” que, además de acompañar el proceso, busca incidir en el devenir de las cosas.

Recordemos que, en 1978, México -más apegado que nunca a sus principios- rompió relaciones con el dictador Anastasio Somoza, justo en un momento clave del conflicto, que significó un apoyo fundamental para el FSLN, al que un año más tarde reconoceríamos como gobierno y con quien reanudamos relaciones de inmediato.

En ese sentido, México -aún con el liderazgo regional a cuestas y la calidad moral intacta sobre el FSLN- debe enviar un mensaje contundente al gobierno de Ortega de que la crisis social y política debe terminar de una vez por todas y que el proceso electoral y las elecciones generales del 7 de noviembre representan una oportunidad sinigual para que el país recupere la gobernabilidad e inaugure una nueva etapa de paz y desarrollo. De lo contrario, estaremos animando al comandante y a su compañera a incendiar lo que queda del país.

 

Politólogo y exdiplomático.
Fuente de la Información: https://www.eluniversal.com.mx/opinion/mario-alberto-puga/ay-nicaragua-nicaraguita-iii

 

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El bloqueo de EEUU y lo que de verdad está ocurriendo en Venezuela

El bloqueo de EEUU y lo que de verdad está ocurriendo en Venezuela

Atilio Borón

La agresión que Washington lleva a cabo en contra de Cuba, Venezuela, Irán y otros países es una flagrante violación de los derechos humanos ya que tiene como propósito destruir los fundamentos materiales y espirituales de una sociedad; es decir, el bienestar, la felicidad y la libertad de sus habitantes. En otras palabras, es un crimen de lesa humanidad que, sin embargo, no conmueve a los organismos internacionales que deberían exigirle a Washington que ponga fin a esas políticas, ni a las tantas ONGs, supuestamente interesadas en garantizar el respeto a los derechos humanos, que miran para otro lado cuando se trata de condenar los crímenes del imperio en los países arriba mencionados como en tantos otros.

Para los que estiman que estoy exagerando les sugiero visitar la página de Human Right Watch dedicada a Venezuela y comprobarán que estoy siendo demasiado bondadoso en mis críticas. Allí (https://www.hrw.org/es/americas/venezuela) puede leerse, textualmente, que:

“Venezuela atraviesa una emergencia humanitaria sin precedentes con grave escasez de medicamentos y alimentos a la cual las autoridades venezolanas no han respondido adecuadamente. En 2019, el presidente de la Asamblea Nacional Juan Guaidó se declaró jefe de Estado y pidió al pueblo y a las Fuerzas Armadas que lo apoyaran. El país continúa en un impasse político.”

Esta organización, como tantas otras de su tipo que proliferan entre los países sometidos al imperialismo, nada dicen sobre las causas de la “emergencia humanitaria” y la falta de “medicamentos y alimentos”. La razón: son organismos de pantalla del gobierno de Estados Unidos, que por eso les destina enormes recursos para propalar mentiras como las que acabamos de citar más arriba.

Cada vez que Human Rights Watch (o alguna otra ONG de su tipo) hace alguna declaración o produce algún dictamen sepan que quien realmente habla y condena es el gobierno de Estados Unidos. Y que va a mentir como invariablemente lo hace la Casa Blanca cada vez que pronuncia alguna declaración sobre los países víctimas de su bárbara agresión. Mintió cuando aseguró al mundo que había armas de destrucción masiva en Irak, y no había; y cuando dijo que el gobierno de Libia había disuelto a sangre y fuego una manifestación opositora en Bengazi, y nada había ocurrido en esa ciudad; y las que dijo durante 18 años sobre Afganistán, según demostrara el Washington Post en su edición del 9 diciembre de 2019, con el solo propósito de favorecer los negocios del complejo militar-industrial financiero.

Enumerar las mentiras de la Casa Blanca y el Congreso de Estados Unidos (reproducidas por fraudulentas organizaciones como Human Rights Watch) llenaría centenares de páginas. Alguien deberá realizar esa tarea algún día de estos.

Final: para comprender lo que realmente está ocurriendo en Venezuela recomiendo leer esta breve nota que añado a continuación.

Venezuela en situación difícil de Juan Manuel Cagigal

 

Fuente de la Información: https://rebelion.org/el-bloqueo-de-estados-unidos-y-lo-que-de-verdad-esta-ocurriendo-en-venezuela/

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Colombia: Comisionada de DDHH de la ONU repudia el asesinato de líderes sociales y pide medidas de protección

Comisionada de DDHH de la ONU repudia el asesinato de líderes sociales y pide medidas de protección

ONU urgió medidas inmediatas de protección para líderes sociales en territorios

Como “aberrante” calificó la ONU la situación de violencia contra los líderes sociales en el país y reiteró que el apoyo por parte del Estado debe ser institucional y no solo con la Fuerza Pública.

Durante un foro sobre el papel de los líderes sociales en el país y sus luchas en diferentes frentes como la defensa de los derechos humanos y el medio ambiente, la Unión Europea y la alta comisionada para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Colombia, pusieron sobre la mesa las difíciles condiciones que hay en estos momentos para los defensores, en lo corrido de este año se han registrado por lo menos 12 asesinatos.

Juliette de Rivero, representante de la Oficina de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Colombia, reiteró su preocupación por la situación de los líderes sociales en el país, aseguró que los hechos que se están presentando en Colombia deben alertar a toda la sociedad.

“Por eso es aberrante que los defensores de los derechos humanos tengan que asumir tantos riesgos para avanzar en su causa, es aberrante que grupos armados diversos puedan amenazar y atentar contra la vida de los defensores en los territorios”, aseguró la vocera del organismo.

Pero además, desde la ONU se reiteró que la atención a las comunidades vulnerables debe darse de forma integral, reiterando que la presencia el Ejército y la Policía es importante, pero no puede ser la única acción.

“Busca formas para que el Estado con todas sus instituciones haga presencia en los territorios más afectados por la violencia, no solo con la Fuerza Pública, sino con su capacidad de respuesta institucional, civil, de desarrollo, ambiental, con el propósito de acompañar todos estos activismos”, señaló de Rivero.

Así mimo, llamó la atención sobre la seguridad que se le está brindando a los líderes sociales en los territorios y destacó la necesidad de fortalecer esos espacios.

“La labor de la Unidad Nacional de Protección también es primordial, pero los casos aberrantes de amenazas y de intimidación, tienen causas violentas profundas que deben ser atendidas”, puntualizó la representante de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU en Colombia.

Finalmente, organización reiteró que seguirá trabajando en Colombia, buscando una mejora en las condiciones de vida de los ciudadanos, en especial de aquellos que se encuentran en esos momentos en zonas vulnerables.

Radio Nacional


Más de 200 organizaciones del Caribe condenan amenazas contra líderes sociales de la Costa

Por Luis Castellar

La Ruta del Cimarronaje, un proceso colectivo que conforman más de 200 organizaciones sociales del Caribe colombiano, que trabajan de manera articulada con la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, expresan su más profunda preocupación y rechazan el escalamiento de los actos violentos contra líderes sociales de la región.

Rechazan las amenazas y hostigamientos permanentes contra líderes y lideresas del territorio nacional y los hechos ocurridos recientemente en el  Caribe colombiano contra quienes desarrollan actividades en defensa de los derechos humanos, la protección de los activos ambientales, culturales, y eco sistémicos de sus territorios étnicos.

Caso El Salado

Los hechos más recientes y de suma gravedad tienen que ver con un nuevo desplazamiento de líderes y lideresas de la comunidad de El Salado, corregimiento del Carmen de Bolívar, en la subregión de los Montes de María, por la aparición de panfletos intimidantes, que recuerdan los tiempos aciagos cuando se produjo una de las más cruentas masacres registradas en los últimos 50 años del conflicto y durante los años más extremos de la guerra vivida en esta región.

Asesinato de líder palenquero

Igual damos cuenta del asesinato del líder Palenquero, historiador de la Universidad del Atlántico, Fredman Herazo Padilla, ocurrido en el municipio de La Apartada (Córdoba) a orillas del río San Jorge, mientras brindaba asesoría a los Consejos Comunitarios de origen afro de esa región.

Herazo originario de San Basilio de Palenque, magíster en educación y en lingüística, luchó de manera incansable y ejemplar por las lenguas nativas, el patrimonio cultural y el bienestar de las comunidades afrocaribeñas. Un impulsor destacado de la libertad y el conocimiento en los pueblos negros de nuestro Caribe.

En el Magdalena

En el Magdalena se registraron los atentados cometidos contra el Consejo Comunitario Rincón Guapo Loveran, comunidad afrodescendiente, que trabaja articulada con la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad en el proceso de esclarecimiento, diálogo social y reconocimiento, cuya historia y lucha por los derechos territoriales y por el agua es testigo de más de 40 muertes violentas y el exterminio de una comunidad, que recientemente fue blanco de ataques, resultando gravemente herido uno de sus líderes, lo que ha generado nuevos desplazamientos.

Indígenas zenúes   

La masacre de indígenas zenúes, reclamantes de tierras en San Marcos, Sucre ocurrida el 25 de octubre del año pasado es otro hecho irracional que no ha tenido la debida atención a nivel regional y nacional.

Así también se han presentado constantes asesinatos contra líderes, lideresas y miembros de la población civil en el Departamento de Córdoba y el desplazamiento masivo de varias comunidades étnicas en el sur del Departamento.

Judicialización de líderes sociales

La judicialización de líderes Sociales y la masiva presencia y operaciones de grupos armados ilegales, en el sur de Bolívar, la Sierra Nevada, el Golfo de Morrosquillo y los Montes de María.

Los anteriores acontecimientos amenazan y ponen en riesgo la continuidad del proceso de articulación de las organizaciones sociales y comunidades étnicas con la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad.

Es preocupante, además, la ausencia de implementación de la política pública de protección y prevención en territorios étnicos a favor de los y las lideresas por parte del Gobierno Nacional.

Demandamos:

Del señor Presidente de la Republica, Iván Duque Márquez. Implementar eficazmente la política pública de protección y prevención y adoptar las medidas necesarias y urgentes, para la protección de los líderes, y lideresas de los territorios étnicos. Adoptar las medidas para la desestructuración y persecución o dialogo y sometimiento con los máximos responsables de las organizaciones armadas ilegales.

Del Fiscal General de la Nación. Adelantar las investigaciones que den con la captura y judicialización de los máximos responsables contra asesinatos de los líderes y lideresas sociales y defensores de derechos humanos.

De la Procuraduría General de la Nación. Exigir del Gobierno Nacional las garantías para protección de los derechos constitucionales a la vida y la adopción de medidas urgentes a favor de los líderes y lideresas de los territorios étnicos

Del Ministro del Interior. Instalar una mesa de trabajo con la Ruta del Cimarronaje a fin de exponer las preocupaciones sobra la situación de orden público y definir acciones de protección y prevención.

De la Comunidad Internacional. Solicitamos el acompañamiento para que se exhorte al Gobierno Nacional en el cumplimiento con la política pública de protección y prevención a favor de los territorios étnicos.

Diario AM PM


Líderes sociales en Catatumbo piden diálogos con actores armados

Personas en proceso de reincorporación y líderes sociales del Catatumbo piden al Gobierno Nacional retomar diálogos de paz con el ELN ante reactivación de la guerra entre grupos armados ilegales que se disputan el territorio.

stas declaraciones se vienen presentando ante la situación humanitaria de violación de derechos humanos en la región, producto del recrudecimiento del conflicto entre grupos armados ilegales que se disputan las rutas de financiación que sustentan estas estructuras.

“Solicitamos urgentemente las negociaciones con los grupos armados ilegales en la región, que se puedan reconocer los errores, y a su vez se puedan garantizar los procesos de reincorporación de los excombatientes que se acogieron al proceso de paz”, manifestó Eliecer Cardoza Avendaño, excombatiente.

A su vez, diversas voces de liderazgo en la región manifiestan que el Gobierno Nacional debe seguir la hoja de ruta que se acordó en el 2016, para impedir que el conflicto armado persista y así mismo garantizar el derecho a la vida y la seguridad de los habitantes de la región.

Líderes sociales, campesinos y comunales se reunieron, en días pasados, con representantes del Congreso, a quienes expusieron la crítica situación que están viviendo las comunidades a raíz de los constantes enfrentamientos armados.

“La seguridad para los líderes sociales siempre ha sido una persecución, no hay seguridad, en estos momentos la presencia paramilitar en el municipio de Tibú mantiene en zozobra nuestro liderazgo, porque no queremos repetir la historia de muchos líderes asesinados en Colombia”, aseguró un líder social que pidió reserva de su identidad.

Durante la reunión, la senadora del partido Farc, Sandra Ramírez, confirmó que “el panorama que estamos viendo en los territorios es de miedo, de terror. Día tras día lo estamos viendo, cuando no es desplazamiento, es asesinato o desaparición forzada o una amenaza para los campesinos, es una situación real en el Catatumbo”.

Además, se investigan las circunstancias en que ocurrió la muerte, el pasado sábado, de José Vicente Gonzales, excombatiente cuyo cuerpo fue hallado en el corregimiento Versalles del municipio de Tibú.

El panorama se agrava con hechos como el presentado en el municipio de Tibú en horas de la tarde este martes 19 de enero, cuando se registró un ataque armado contra miembros de la Policía, donde resultó herido el patrullero Diego Alberto Carvajal Jaimes, quien fuera trasladado a la ciudad de Cúcuta para que recibiera asistencia médica oportuna.

El hecho se presentó luego de que el uniformado y otros compañeros fueran atacados cuando se movilizaban por el sector La Virgen, de esa población del Catatumbo. “Con esta acción, ya son tres los policías que resultan heridos por estas repudiables acciones ocurridas en Tibú”, señaló el coronel Carlos Martínez, comandante de la Policía Nacional en Norte de Santander.

Radio Nacional

Fuente de la Información: https://www.nodal.am/2021/01/comisionada-de-ddhh-de-la-onu-repudia-el-asesinato-de-lideres-sociales-y-pide-medidas-de-proteccion/

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Y ahora imaginen una cárcel de mujeres en Afganistán

Fuentes: Público [Foto: Mujeres presas en una cárcel femenina afgana. – REUTERS]

En la noche del domingo 29 de marzo de 2020 un grupo de mujeres presas de la cárcel de Herat, Afganistán, protagonizó un motín en protesta por la inexplicable discriminación de otorgar el permiso de salida a algunas reclusas para evitar la propagación del coronavirus, mientras que a otras muchas no. Y eso sucede cuando, por la exigencia de EEUU —que busca una paz a cualquier precio con los Talibán— el Gobierno afgano ha aceptado excarcelar a unos 5.000 reos del grupo fascista.

Hace casi dos décadas los países de la OTAN, en uno de esos timos de las «intervenciones humanitarias», prometieron que, a cambio de apoderarse del estratégico Afganistán y sus recursos, harían de bombero pirómano y liberarían a las mujeres de la opresión de los yihadistas, que habían convertido el país en el peor del mundo para nacer mujer. Esta categoría hoy le queda corta al país centroasiático: a la violencia de los talibanes, que controlan gran parte del país, se han sumado la de decenas de miles de soldados y contratistas de la Alianza Atlántica, que han montado sus propios burdeles en las bases militares y hoteles, secuestrando o «arrestando» a las mujeres y niñas afganas, y también la de un gobierno títere que con sus leyes medievales sostiene la tercera pata de este triángulo de la guerra contra la mujer, aprovechando las tradiciones patriarcales arraigadas en la sociedad afgana.

«Patadas y paliza» es el maltrato más habitual que sufren las afganas. Afeitar la cabeza de la mujer, quemar su cara con agua hirviendo o cortarle la nariz y las orejas son otras formas singulares de la barbarie machista en este país. No es una contradicción que el mismo hombre que ha colocado su honor en el cuerpo de la mujer sea capaz de alquilarlo por horas a otros hombres -en la provincia Nangarhar, por ejemplo- o la ponga en subasta, mientras por este mismo «honor» le prohíbe a ella entrar en el mercado de trabajo, tener algo de seguridad económica y, por lo tanto, poder.

La violencia psicológica que experimenta desde la infancia y que ataca a la dignidad y la confianza de la mujer en sí misma y le genera ansiedad, miedo, soledad y depresión está dirigida a anular su capacidad de enfrentarse a una opresión que es integral y sistemática: Arezu, de 23 años, dio un beso de despedida a su hijo de tres meses y recitó una breve oración: «Por favor, Dios, detén este sufrimiento». Mientras, vertía queroseno de una lámpara sobre su frágil cuerpo. Luego encendió una cerilla.

El hospital de Herat tiene una unidad de quemaduras especial para estas mujeres-antorcha, que así visibilizan su desesperación, en una sociedad desgarrada, donde cuatro décadas de conflictos y guerra han hecho desaparecer la conciencia sobre los derechos más elementales del ser humano.

El infierno fuera de la cárcel

Rakhshaneh, de 19 años, fue lapidada en 2015 por los talibanes por fugarse con su amor, un chaval de 23 años, huyendo de un matrimonio concertado. Fueron entregados por los familiares y acusados de «relaciones sexuales». Él recibió unos latigazos. En esta tierra cogerse de la mano, darse un beso o incluso una mirada furtiva de amor son considerados «relaciones sexuales», y el cuerpo de la mujer, aquí al igual que en el resto del planeta, es propiedad de todo el mundo (sus padres, el marido, la comunidad, la religión o el Estado, y a veces todos juntos), salvo de ellas mismas, y cualquier atisbo de «autonomía» es castigado por ser un atentado contra la autoridad.

A Zarrineh su esposo le ató las manos y los pies y le cortó la melena y las orejas por pedirle el divorcio después de años de malos tratos. Un detalle: en la lengua darí no existe le verbo «divorciarse», sino «repudiarla»: «pido que me repudies» equivale a «quiero el divorcio», y los malos tratos no son motivos para que ella rompa un contrato que ha firmado su «tutor» varón con otro hombre, el esposo.

A Farjunda, de 27 años, la linchó una turba el 19 de marzo de 2015. Estaba discutiendo con un clérigo sobre los derechos de la mujer cuando este, en voz alta, le acusó de brujería y de haber quemado el Corán. Su cuerpo ensangrentado dejó de moverse minutos después. La policía afirmó que era inocente y arrestó a 49 hombres.

Las leyes prehistóricas

De los 43.000 presos de todo el país (datos del 2019), alrededor de 1.200 son mujeres, pero el número de las personas encarceladas es mayor: cerca de un centenar de niños y niñas, desde cero edad hasta los doce años, están encerrados en estos agujeros detestables y deshumanizados junto a sus madres; algunos incluso han nacido allí, en medio de dolor, tristeza, soledad y suciedad. No hay colegio en las cárceles ni tienen juguetes ni un lugar para entretenerse. Los familiares no los acogen por estar estigmatizados. Por otra parte, los hijos que permanecen con sus padres fuera de la prisión casi nunca pueden visitar a sus madres «delincuentes». La señora Marzi, de 60 años, está condenada a 30 años por la desaparición de su esposo, al que ni siquiera han buscado como es debido. No ve a sus hijos desde hace años.

Aunque hay reclusas por delitos del tráfico de droga, robo o incluso el asesinato (y no porque el CSI afgano hubiese descubierto el crimen a base de pruebas forenses, sino por la acusación de los hombres de la comunidad), la mayoría de estas mujeres están condenadas por los «delitos morales» redactados a base de un brutal sesgo androcéntrico pensando en mujeres, para los que estipula 16 años de cárcel. Estos delitos incluyen:

1) Huir del hogar, de los matrimonios forzados y de los abusos y palizas. La policía debe localizarlas y encerrarlas: son una verdadera amenaza para un orden social que protege al verdadero delincuente.

2) Haber sido violada. Para la ley no existen las relaciones forzadas: se trata de fornicación y adulterio. Punto. Las autoridades apoyan esta medida «porque es una forma de prevenir las enfermedades sexuales contagiosas». Muchas han sido violadas por «manadas» tras ser secuestradas. En 2011, Gulnaz de 19 años fue condenada a 12 años de cárcel por ser violada por el marido de su prima. Le ofrecieron una opción: esquivar la cárcel casándose con su violador (la ley bíblica 22: 28-29), como un castigo ejemplar al violador, quien así llevará de por vida el estigma de ser esposo de una deshonrada.

3) Exigir el divorcio al esposo y negarse a seguir manteniendo el núcleo esencial de un sistema perverso del poder.

Nadia, de 21 años, se escapa de los malos tratos de su esposo y es violada por un hombre que le iba a ayudar. Aprovecha la oportunidad cuando el violador está viendo la televisión; coge su escopeta y primero le dispara a él, después a sí misma. Ella sobrevive, y ahora se encuentra en la cárcel por dos delitos: huir de casa y matar a un agresor en defensa propia.

En el infierno 

La Dirección General de Asuntos Penitenciarios reconoció el año pasado que varias mujeres del personal de las cárceles habían sido acosadas sexualmente por los compañeros masculinos. ¡Imagínense lo abusos que pueden sufrir las reclusas! En las redes sociales afganas se está denunciando a este personal por «alquiler» a las presas por cientos de dólares por noche a los presos pudientes, o sea, los traficantes de droga. Lo que explica el embarazo de varias de ellas que llevan años encerradas.

Si bien la situación de estas mujeres había sido reflejada en el documental «Mujeres afganas, prisioneras con rostros» del director iraní-sueco Nima Sarvestani, quien instaló una cámara en la prisión Pul-e-Charkhi de mujeres de Kabul, fue Transparencia Internacional para Afganistán que visitó tres cárceles en 2018 para llamarlas «deplorables»: los presos no tenían acceso al agua limpia, ni a suficiente comida e incluso suficiente oxígeno, por falta de ventilación.

En las prisiones de Takhar, Lashkar Gah, Pul-e-Charkhi,  Baghlan,y Maidan Wardak, etc. no existe una clasificación de las presas y las niñas de 15 años están en la misma celda que las contrabandistas de droga; la mayoría de las mujeres, antes de entrar, estaban casadas y, por lo tanto, embarazadas o tenían hijos. Haciendas en celdas para cuatro personas «viven» unas diez con 5-6 hijos. Algunas ni tienen baño, por lo que el aire es irrespirable, ni entra la luz del sol, por lo que sus habitantes padecen enfermedades de piel, hueso y respiratorias. Aquellos recintos que cuentan con un patio pueden ser utilizados por ellas  una vez a la semana y durante solo una hora, el resto de los días y horas serán ocupados por los hombres presos.

Fatima, de 60 años, es condenada a 17 años por el asesinato de su anciano esposo y su joven nuera: «les sorprendí teniendo sexo y los maté con un cuchillo» reconoce, aunque ella, como el gobierno, no distingue entre la violación de ella a manos de él y «hacer el amor». Morirá anciana entre rejas cuando debería estar rodeada de sus hijos y nietos en su casa.

Algo diferente son las prisiones de Herat y Badam Bagh cerca de Kabul, reformadas por el Equipo de Reconstrucción Provincial – una constructora estadounidense, incrustada en su ejército. Estos centros cuentan con un espacio para niños, y se organizan clases y talleres de formación de tejer alfombra o costura.

Esta otra República Islámica instalada por EEUU y sus aliados, es incapaz de construir una sociedad justa e igualitaria, por lo que está levantando más cárceles en Tajar, Jozan y Panjshir pagando al Complejo de Industria de Prisiones de EEUU: pronto cerrarán las pocas fábricas que hay en estas regiones para dar sus trabajos a los «presos-esclavos» bajo el nombre de «reinserción».

En este espantoso sistema, la familia puede sobornar a los jueces para que retengan en la cárcel a las mujeres acusadas de «delitos morales», o para que las liberen si cumplen una condena por el narcotráfico.

También hay un grupo de mujeres de «Daesh» con sus hijos. Las que fueron esclavas sexuales de estos grupos terroristas de extremaderecha no tienen ninguna esperanza de salir: su vida aún es más difícil. Las compañeras les maltratan por haber sembrado caos y muerte por todo el país. Ellas ni pueden comunicarse con los carceleros, siendo de Indonesia, India o Pakistán, ni tampoco pueden contratar un abogado, por pobres.

Cientos de mujeres pasarán largos años con sus hijos en estos agujeros, y cuando cumplen sus condenas, puede que no sean liberadas debido a la burocracia y, si lo son, esta libertad puede significar una muerte segura, esta vez a mano de sus familiares: la deshonra sólo se limpia con la sangre de la víctima (de allí el sacrificio de animales ante los dioses). Tan sólo que una mujer pise el suelo de una comisaría supone en esta región del planeta haber mancillado la reputación de la familia, y no porque sean delincuentes, sino porque son manoseadas por la policía.

La artista afgana Kubra Khademi denuncia la inseguridad de la mujer al caminar por las calles de su país.

La artista afgana Kubra Khademi denuncia la inseguridad de la mujer al caminar por las calles de su país.

Gran parte de los miles de proyectos que supuestamente han sido realizados en Afganistán por las oenegés, esos mercaderes de caridad incrustadas en los tanques de la OTAN, se han hecho bajo el nombre de «ayuda a la mujer afgana». Este negocio ha movido una ingente cantidad de dinero, enriqueciendo a sus promotores y lavando los crímenes de los ejércitos ocupantes. Según la ONU, en 2018, alrededor del 80% de las mujeres y el 60% de los hombres eran analfabetos, a la vez que millones de niños y sobre todo niñas hoy tampoco van al colegio: y abrir colegios para niñas era y es uno de los reclamos de pedir subvenciones por estas organizaciones.

En 1978, las fuerzas progresistas afganas tomaron el poder para levantar un país justo e igualitario, y eligieron a la ministra doctora Anahita Ratebzad organizar este progreso para las niñas y mujeres. EEUU se les impidió.

Las valientes mujeres afganas se están jugando la vida para romper la carcomida estructura patriarcal aunque tengan que vestirse, como Kubra Khademi, de gladiadora.

Fuente: https://blogs.publico.es/puntoyseguido/6923/y-ahora-imaginen-una-carcel-de-mujeres-en-afganistan/

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