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Los niños de la guerra no van al cole

Por: Antonio Martín Beaumont 

Hambre, sed, guerra, muerte y falta de escolarización. Así malviven hasta 25 millones de niños en los 22 países más duros del mundo. UNICEF quiere ayudarles, pero le faltan recursos.

Más de 25 millones de niños con edades comprendidas entre los seis y los quince años no van a la escuela por la guerra y los conflictos que se viven en 22 países del mundo, según recoge un demoledor informe del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

«En ningún momento es más importante la educación que en los tiempos de guerra», ha subrayado la responsable de Educación de UNICEF, Josephine Bourne. «Sin educación, ¿cómo podrán alcanzar los niños su potencial y contribuir al futuro y a la estabilidad de sus familias, sus comunidades y economías?».

Sudán del Sur, Chad y Afganistán son los países más dañados por los conflictos: hasta 3 de cada 4 niños no se escolarizan

En el nivel de educación primaria, Sudán del Sur tiene la mayor tasa de niños sin escolarizar, con cerca del 72 por ciento de los niños sin acudir al colegio. Le siguen Chad, con un 50 por ciento de niños que no van a clases, y Afganistán, con el 46 por ciento. Estos tres países son también los que tienen una mayor tasa de niñas sin escolarizar, con Sudán del Sur en cabeza, con un 76 por ciento, con un 55 por ciento en Afganistán y un 53 por ciento en Chad.

En el nivel de escuela secundaria básica, las mayores tasas de niños sin escolarizar se dan en Níger, con un 68 por ciento, Sudán del Sur, con un 60 por ciento, y República Centroafricana, con un 55 por ciento. La tasa de niñas sin escolarizar en esta franja se dispara, con cerca de tres cuartas partes de las menores de Níger sin poder ir a las escuela y dos de cada tres tanto en Afganistán como en República Centroafricana.

Para ayudar a entender la necesidad de que los niños y las niñas vayan a la escuela y los desafíos derivados de abandonar las clases por la guerra, la refugiada siria y activista a favor de la educación Muzoon Almelehan, conocida como la ‘Malala de Siria’, ha viajado a Chad, un país en el que cerca del triple de las niñas en relación a los niños no pueden ir a la escuela.

Muzoon se ha reunido con una niña de 16 años que fue secuestrada por Boko Haram frente a su escuela en Nigeria cuando tenía trece años y que fue drogada, explotada y violada durante tres años antes de que consiguiera huir a Chad. Y también se ha reunido con niños que han podido tener por primera vez una educación y con miembros de comunidades que, como le pasó a ella en su día, lo arriesgan todo para llevar a sus hijos al colegio.

«EL CONFLICTO NUNCA PUEDE LLEVARSE TUS CONOCIMIENTOS»

«El conflicto puede llevarse tus amigos, tu familia, tu sustento, tu hogar. Puede intentar quitarte tu dignidad, tu identidad, tu orgullo y tu esperanza pero nunca puede llevarse tus conocimientos», ha subrayado Muzoon. «Reunirse con niños en Chad que han huido de Boko Haram me ha recordado mis propias experiencias en Siria. La educación me dio la fuerza para continuar. No estaría aquí si no la hubiera tenido», ha añadido.

Cuando Muzoon se vio obligada a abandonar Siria hace cuatro años, sus libros de escuela fueron las únicas pertenencias que se llevó con ella, según ha explicado UNICEF en un comunicado. Muzoon pasó casi tres años en Jordania, en el campamento de refugiados de Zaatari, donde ella decidió asumir la misión personal de introducir a más niñas en el sistema educativo. Entonces fue tienda a tienda hablando con los padres para animar a que llevaran a sus hijos a la escuela para seguir aprendiendo. En la actualidad, vive en Reino Unido.

4.400 niños han huido de la violencia de Boko Haram en el noreste de Nigeria y se han marchado a Chad

Al igual que Muzzon, que huyó de la violencia en Siria y se fue a Jordania, unos 4.400 niños han huido de la violencia de Boko Haram en el noreste de Nigeria y se han marchado a Chad. A diferencia de la refugiada siria, muchos de los niños continúan sin poder ir a la escuela y viven por ello expuestos al riegos de abusos, explotación de reclutamiento por parte de los grupos armados y las Fuerzas Armadas nigerianas. Según UNICEF, cerca del 90 por ciento de los niños que llegan a Chad desde Nigeria nunca han ido al colegio.

La agencia de Naciones Unidas trabajar en países afectados por los conflictos y por la guerra para conseguir que los niños vuelvan al sistema educativo, proporcionándoles opciones de aprendizaje y educación, rehabilitando escuelas y destribuyendo mobiliario de colegios y material.

En respuesta a la crisis de educación en Chad, UNICEF ha proporcionado en lo que va de 2017 material educativo a más de 58.000 estudiantes, materiales para más de 760 profesores y ha construido 151 aulas, 101 espacios educativos temporales, 52 letrinas y siete campos deportivos. Además, UNICEF Chad ha apoyado el pago de salarios a 327 profesores para el curso escolar 2016-2017.

Una asignación de diez millones de dólares del fondo ‘La Educación no puede esperar’, creado durante la Cumbre Mundial Humanitaria celebrada en mayo de 2016, permitirá impartir educación de calidad para los niños desplazados y a los alojados en comunidades receptoras en Chad.

UNICEF ha alertado de que, a pesar de estos esfuerzos, la escasez de fondos está afectando al acceso a las escuelas en zonas afectadas por el conflicto en Chad. En la actualidad, se ha cubierto el 40 por ciento de las necesidades de fondos para la educación en Chad.

Fuente: http://www.esdiario.com/elsemanaldigital/106725074/Los-ninos-de-la-guerra-no-van-al-cole.html

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Unicef: Más de 25 millones de niños fuera de las aulas en zonas de conflicto

24 abril 2017/Fuente: Prensa Latina

Más de 25 millones de niños con edades entre seis y 15 años están fuera de las aulas en 22 países afectados por conflictos, advirtió hoy el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

Según un reporte de la agencia especializada, un 22 por ciento del total de menores en esas naciones no asiste a clases.

La educación cobra particular importancia en tiempos de guerra, porque sin ella, cómo los niños podrán desarrollar todo su potencial y contribuir con el futuro y la estabilidad de sus familias y comunidades, advirtió la responsable de Educación en Unicef, Josephine Bourne.

De acuerdo con el Fondo, en la enseñanza primaria, Sudán del Sur tiene la tasa más alta de pequeños fuera de las aulas, con el 72 por ciento, seguido por Chad (50) y Afganistán (46).

En la educación secundaria, la peor situación la vive Níger, con el 68 por ciento de los niños sin ir a la escuela, y después están Sudán del Sur (60) y República Centroafricana (55).

Unicef aseguró que trabaja en zonas de conflicto para lograr el regreso a clases de los niños, a partir de iniciativas como las clases informales, la rehabilitación de escuelas y el entrenamiento de maestros.

Fuente noticia:http://www.prensa-latina.cu/index.php/component/content/?o=rn&id=80878&SEO=mas-de-25-millones-de-ninos-fuera-de-las-aulas-en-zonas-de-conflicto

Fuente imagen: http://2.bp.blogspot.com/-d8MepKwaarA/VXAX_eBJStI/AAAAAAAA7m4/wD55u1WMSPs/s640/conflicto-Yemen-cobrado-ninos-UNICEF_TINIMA20150525_0567_5.jpg

 

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Sierra Leone: Separate Classes for Pregnant Girls Raise Questions

Sierra Leone/18 april 2017/By: Al Jazeera – African Media Agency/ Source: All Africa

A government programme for separate schools for pregnant students introduced two years ago in Sierra Leone is facing critical scrutiny.

Pregnant students were not allowed to sit in the same class in the West African country as their peers because they are seen as a bad influence.

In April 2015, schools in Sierra Leone reopened after a nine-month break owing to the Ebola crisis. However, «visibly pregnant» girls were banned from returning to school, for fear of negatively affecting «innocent girls», according to the education minister.

The government offered them the option of attending alternative schools with a reduced curriculum.

Now, Amnesty International, the UK-based rights organisation, says denying pregnant girls mainstream education is a violation of their human rights.

«I am the one who should decide whether to go to the alternative or the mainstream school,» said 17-year-old Sarah Bassie, an alternative school student.

  A third of pregnancies in Sierra Leone are teenage pregnancies, according to official data.

«It [the move] doesn’t address any of the root causes of teenage pregnancy in Sierra Leone,» Sabrina Mahtani, an Amnesty International researcher, told Al Jazeera.

«It’s not addressing the high rates of sexual violence and abusive relationships that girls encounter every day, it’s not addressing fact that there’s no formal sex education in schools.»

However, Sierra Leone’s education ministry says the alternative school programme is working.

Out of 14,500 students who attended those schools, 5,000 have gone back to mainstream school after giving birth.

The ministry says that is progress because the girls would have most probably dropped out altogether because of the shame associated with pregnancy.

Author:
Al Jazeera English
Publisher:
Al Jazeera English
Publication Date:
11 April 2017

Pregnant students in Sierra Leone are not allowed to sit in the same class as their peers because they’re seen as a bad influence. In 2015, the government gave them the option of attending alternative schools with a reduced curriculum. Amnesty International says denying pregnant girls mainstream education is a violation of their human rights.

Source:

http://allafrica.com/stories/201704100733.html

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Ser albino en África, el «pasaporte» a la mutilación

África/10 abril 2017/Fuente: debate

Va en aumento el tráfico de albinos ya que son considerados “mágicos” y partes de sus cuerpos son utilizadas en la brujería

Las personas albinas en África no solamente deben preocuparse por los problemas o inconvenientes producidos de su trastorno, sino además, de no ser víctimas de crueles ataques, que van desde ser mutilados hasta la muerte.

El albinismo es una alteración genética caracterizada por la ausencia congénita de pigmentación de ojos, piel y pelo; puede causar cáncer de piel y ceguera a temprana edad.

En Tanzania, comenzó el tráfico de albinos, con fines de utilizar partes de su cuerpo en la brujería. En este lugar, los albinos son considerados “fantasmas” o que tienen relación con el diablo y creen que miembros como brazos, piernas e, incluso, genitales son necesarios para diversas pociones de la brujería.

Ser albino entre la raza negra es una «condena». FOTO: AFP

Se cree que el cuerpo albino sin vida es de “buena suerte” y “mágico”.

Es por eso que ser un individuo de piel blanca entre una población negra, es sinónimo de sufrir daños psicológicos,mutilaciones y hasta la muerte.

Los niños y mujeres son el objetivo principal. FOTO: forosdelavirgen.com

Las partes del cuerpo de estos inocentes se cotizan hasta en nueve mil euros en el mercado negro, un aproximado de 178,482.19 pesos, por lo mágico de sus huesos para los rituales. El cuerpo completo ronda los 60 000 euros, 1,189,881.25 pesos aproximadamente, apuntan los últimos datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

El tráfico se extiende a otros países

Los traficantes se han extendido a diversos países cercanos, entre ellos Malaui, Burundi y Kenia.

“Estamos muy preocupados. Es difícil sentirse seguro porque nuestras vidas están en juego”, admite a EFE el coordinador de la Sociedad de Albinismo en Kenia, Isaac Mwaura.

Las víctimas son atacadas con machetes. FOTO: forosdelavirgen.com

En Kenia, tres hombres atacaron con machetes a un albino de 56 años e intentaron cortarle las extremidades.

“Yo mismo he vivido de cerca estos ataques. Hace poco intentaron secuestrar a uno de los niños albinos que viven conmigo. Por suerte, está bien”, relata Mwaura.

Los ataques van en incremento en África. FOTO: marcianos.mx

El Gobierno tanzano prohibió la brujería en enero; sin embargo, son los políticos y grandes empresarios los que pagan grandes sumas de dinero para conseguir huesos, cabellos o extremidades de albinos, lo que complica la erradicación de estas prácticas.

“Tenemos mucho miedo. Pedimos a las autoridades del país que nos protejan”, añade Mwaura que, pese a las dificultades, ha conseguido convertirse en el primer albino en el Parlamento keniano.

Los albinos viven un «infierno» en África. FOTO: @ondaverdediario

Los más atacados son las mujeres y niños, por creerse el grupo más débil de la población y por la creencia de que tener relaciones con personas albinas cura el VIH y el SIDA, muchas mujeres son abusadas sexualmente.

A través de Global Medical Relief Fund, una organización caritativa iniciada por Elissa Montanti en 1997, se han refugiado a niños albinos mutilados en los Estados Unidos que están huyendo del “infierno” y les ayudan a encontrar prótesis personalizadas, según publica The Associated Press.

Muchos niños han sido mutilados por estas prácticas. FOTO: Badabum.com

El mundo tiene indignación hacia este «fenómeno», creen increíble que en este siglo continúen este tipo de creencias que dañan a la humanidad.

Los albinos sufren problemas de piel, vista, entre otros. FOTO: 13Tves

Fuente: https://www.debate.com.mx/mundo/-Ser-albino-en-Africa-el-pasaporte-a-la-mutilacion-20170409-0074.html

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Cómo mejorando la educación en Centroamérica se puede aliviar la crisis migratoria en EEUU

Por: UNIVISIÓN

Tras implementar talleres técnicos en un pueblo en Guatemala, bajó el narcotráfico, la corrupción y los homicidios, los factores que llevan a los jóvenes a emigrar al norte. ¿Podría expandir esto a la región atacar la crisis migratoria de raíz? Una profesora investiga este esperanzador caso.

El 8 de marzo, 40 niñas murieron en un incendio en un hogar para jóvenes victimas de abuso en Guatemala. Más de 800 niños y adolescentes vivían allí. En Guatemala, los jóvenes corren un riesgo muy alto de convertirse en víctimas y perpetradores de crimen y violencia. Esta inseguridad es el principal factor que empuja a miles de jóvenes centroamericanos a abandonar sus hogares y emigrar al norte. La educación puede ayudar a mitigar esa inseguridad, y así aliviar la crisis migratoria entre Centroamérica, México y Estados Unidos.

En el año fiscal 2016, casi 60,000 jóvenes de Centroamérica y México cruzaron la frontera a Estados Unidos sin un padre o guardián. Durante el pico de la crisis en 2014, más de 68,000 realizaron el peligroso viaje.

La gran mayoría de estos menores llegan de lo que se conoce como el ‘Triángulo Norte’ de Centroamérica: Guatemala, Honduras y El Salvador. Últimamente, cada vez más vienen de Guatemala.

Desde los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, la política estadounidense se ha centrado principalmente en asegurar la frontera sur. Pero desde mucho antes de eso , la política exterior de EEUU en Centroamérica se ha centrado en la financiación de una guerra militarizada contra las drogas, que a su vez ha alimentado las causas que empujan a las personas a emigrar.

Sin embargo, se han hecho algunos esfuerzos para identificar y abordar estas causas de raíz.

Desde el verano de 2015, he estado evaluando un pequeño programa educativo piloto que se enfoca en algunos de los problemas que pueden llevar a los jóvenes a emigrar. ¿Quiénes se beneficiaron con el programa piloto y cómo? ¿Qué podría enseñarnos este caso sobre cómo dirigir la futura ayuda humanitaria a Centroamérica? Éstas fueron algunas de las preguntas que me propuse responder.

Infancias desarraigadas

Las guerras civiles en El Salvador, Nicaragua y Guatemala podrán haber terminado en la década de los noventa, pero desde eso la violencia ha tomado nuevas formas. Las guerras, el crimen organizado y la corrupción en los países del Triángulo Norte se han expandido, todos factores clave que empujan a los migrantes a trasladarse.

Entretanto, ha habido poco desarrollo económico en la región y hay un número limitado de oportunidades educativas para la juventud. Estos factores crean el encanto de la oportunidad en el norte que jala a a los jóvenes a emigrar lejos de su hogar.

Varias investigaciones han confirmado el impacto de estos factores que empujan y jalan. En entrevistas a 404 niños menores no acompañados o separados de sus familias, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados identificó varios patrones de violencia en sus países de origen.

Éstos incluían la violencia organizada por parte de actores armados criminales, como los carteles de la droga, las pandillas y el estado, y la violencia y el maltrato en sus hogares por parte de quien los cuida. Muchos de ellos dijeron que habían sido violados por traficantes de personas en el camino a EEUU. Otro estudio realizado por el Banco Mundial descubrió que alrededor de la mitad de los jóvenes de la región, especialmente aquellos de origen indígena, son más propensos a la migración. La pobreza, la violencia interpersonal y la violación de los derechos humanos –como la falta de acceso a la educación– contribuyen a este riesgo.

Fuente: http://www.estrategiaynegocios.net/lasclavesdeldia/1060665-330/c%C3%B3mo-mejorando-la-educaci%C3%B3n-en-centroam%C3%A9rica-se-puede-aliviar-la-crisis-migratoria

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41 niñas guatemaltecas asesinadas por el Estado

Por: Carlos Aldana

Es impostergable pensar que el derecho a la educación también incluya la comprensión de la realidad dura que viven niños, niñas y adolescentes pobres.

Ocurrió en una fecha simbólica y fundamental: el 8 de marzo. En el contexto del día internacional de la mujer, en un hecho terrible y vergonzoso para la humanidad, un incendio en un hogar, irónicamente llamado “hogar seguro”, causó la muerte de 41 adolescentes pobres, que provenían de realidades muy diversas y complicadas (abusadas unas, con tendencias a la violencia otras). Murieron en un salón en las que estaban encerradas bajo llave. Una policía tenía la llave y varias decenas de policías rodeaban el área. Con todo ese aparato policial enfrente, el infierno se desató. Hasta el presidente de la República estaba enterado de los problemas desde una noche anterior.

Esta es una tragedia dentro de una tragedia mayor: la de la indefensión, vulnerabilidad y falta de protección integral y efectiva que el Estado de Guatemala no ha podido superar. Una niña, un niño o un adolescente de los entornos pobres, que sea víctima de cualquier tipo de abuso, termina siendo re-victimizado por el mismo Estado, puesto que este no solo no lo protege como debe hacerlo, sino que lo institucionaliza en estructuras caracterizadas por abusos, por falta de sentido y visión humanista, por falta de compromiso e identificación con los principios y valores de la doctrina de la protección integral de la niñez y la adolescencia. Incluso en estos lugares, muchos de los llamados monitores, hacen su trabajo armados. Muchos de ellos han sido denunciados por los abusos que cometen a las adolescentes. ¿Por qué trabajan allí? Muchas veces como parte de los pagos laborales por las deudas contraídas en campaña electoral. Pareciera que proteger y educar a la niñez es una función tan poco importante que no importa quiénes la realicen.

Pero existe una responsabilidad muy grave del Estado de Guatemala: no ha asegurado el derecho al desarrollo integral de toda la población, mucho menos ha logrado la vivencia y goce de derechos económicos, sociales y culturales. He aquí la causa fundamental de por qué miles de niños, niñas y adolescentes vivan situaciones de negación de la vida y la dignidad, acrecentada cuando los ingresan al supuesto sistema de protección. El derecho a la educación, desde una visión integral y profunda, no reducido a la educación formal, no se cumple en esta población, y eso acrecienta sus dificultades para vivir en el presente.

En la tragedia de ese incendio se evidenció algo que debe ser motivo de demanda al Estado: muchas niñas víctimas fueron recluidas en ese lugar para sacarlas de su realidad familiar caracterizada por el abuso. Vergonzosamente, la realidad indica que las niñas abusadas son las que tienen que abandonar sus hogares para recluirlas en lugares de tratos terribles como ese. ¿No debieran ser los abusadores adultos los que tuvieran que salir de sus entornos y ser recluidos?

A estas 41 niñas el Estado las asesinó por ausencia de un verdadero sistema de protección y por la forma de intervenir y actuar en la tragedia concreta.

Estos hechos sirven para comprender la realidad educativa, social, económica y cultural de la niñez y la adolescencia de países en los que la riqueza se encuentra concentrada en pocas manos y la pobreza se hace presente en la inmensa mayoría poblacional. Se niegan los derechos económicos, sociales y culturales que son la causa de graves condiciones de vida, pero también se niegan los derechos fundamentales, como la vida y la integridad.

Los cuerpos docentes del país saben que no están lejos de lo ocurrido en ese supuesto hogar. Porque la violencia, la vulnerabilidad, el abuso hacia las y los más pequeños, siguen estando presentes en el sistema educativo. Es impostergable pensar que el derecho a la educación también incluya la comprensión de la realidad dura que viven niños, niñas y adolescentes pobres.

La educación sin la comprensión de esa realidad puede ser un instrumento para la distracción. O para la vivencia y práctica de la asepsia que buscan los poderes para la educación.

Fuente noticia: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/03/27/41-ninas-guatemaltecas-asesinadas-por-el-estado/

Fuente imagen: http://www.telesurtv.net/__export/1489645041408/sites/telesur/img/telesur_agenda/2017/03/16/nombre_de_alguna_de_las_40_nixas_muertas_en_guatemala_-_reuters.jpg_171848334

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El mundo NO es un lugar seguro para los y las jóvenes institucionalizadas(os).

Por: Luis Bonilla-Molina 

La terrible muerte de las niñas en Guatemala nos alerta sobre una realidad mundial

El repudio y la rabia ante unos hechos que pudieron ser evitados

Las jóvenes, los niños(as), los adolescentes son tod@s tiernamente rebeldes.  Nos muestran el mundo por venir con sus críticas a lo existente y su desprecio por las rutinas instituidas. Son el presente despertando al mañana en clave de melodías, colores en el pelo, garabatos en las paredes, juegos virtuales, nuevos lenguajes encriptados, piercing en los labios, desenfado ante las certezas de los más grandes.

Cuando los mayores olvidamos nuestra responsabilidad con la vida, ya sea al no resistir a sociedades que generan desigualdades, marginación, pobreza y cultura de la posesión o, al olvidar que la tarea más importante que tenemos es la de acompañar y proteger a los más pequeños, entonces la rebeldía acompañada de violencia se multiplica por doquier y surge la solución colectivamente aceptada, de separar a grupos de chicos y chicas, bajo la tutela de los gobiernos.

Para quienes hemos hecho de la pedagogía social y crítica una perspectiva de análisis, militamos en la utopía de otro mundo posible, agradecemos a la vida   -y a nuestras compañeras-  por bendecirnos con la paternidad, nuestra rabia, nuestra indignación, nuestra tristeza, no conoce límites ante hechos como los ocurridos en Guatemala. Nuestras conciencias, nuestros espíritus, nuestras vidas ya no serán nunca las mismas; ese fuego nos alcanzó para reclamarnos, para increparnos, suplicarnos y, para que digamos y hagamos muchas cosas,con el único propósito que nunca más suceda algo tan monstruoso.

Nuevamente son los más jóvenes, quienes nos obligan a movilizarnos, a movernos de nuestra zona de confort, impulsando tareas y moviendo mentes para que esto no vuelva a ocurrir.  No es la primera vez que algo así sucede en el mundo, pero lo cierto es que si no nos movilizamos ahora, volverá a ocurrir en el futuro próximo y, el espejo en casa no será un lugar amigable con nuestras conciencias.

 

El imaginario de las políticas públicas sobre jóvenes institucionalizados

Un(a) joven institucionalizado(a) es aquel que por causas socioeconómicas que coloquen riesgo su salud, existencia, vida o derechos humanos, así como las y los jóvenes en conflicto penal con la ley, son separados de sus familias, para que sean los Estados Nacionales quienes asuman la garantía de sus derechos fundamentales mientras alcanzan una adecuada reinserción social.

Las políticas sociales han variado a través de la historia, expresando correlaciones de fuerzas sociales, paradigmas económicos, políticos, sociales, religiosos, teniendo cada uno de estos factores impacto en legislaciones y acuerdos mundiales. A los efectos de este artículo, me interesa fundamentalmente precisar lo ocurrido desde la segunda guerra mundial, por su importancia en la reconfiguración del mundo, desde ese momento hasta el presente.

Inicialmente presenciamos la tensión entre el abordaje pedagógico activo y la noción de “infante”. Mientras el primero de los enfoques (el pedagógico), influenciado por los textos de Makarenko, enfatizaba en el trabajo como camino para transformar la conciencia, los sectores más conservadores mantenían el concepto de “infante” (el que “no habla”. a quien hay que construirle la conciencia).  En el primero de los casos, la perspectiva psicológica, psiquiátrica, médica, policial y jurídica,era complementarias o coadyuvaban a la consolidación de aprendizajes para la vida; en el segundo de los casos el cuerpo y la consciencia eran objeto de cosificación normativa para enseñar a ser.

En la década de los setenta del siglo XX se produce un vaciamiento de la perspectiva pedagógica en el abordaje del tema.  Se construye el paradigma de la “situación irregular” como eje orientador de políticas públicas. Ya no era un cuerpo sin voz sino un ser al que había que convertir en “normal”. La pedagogía -como parte del proceso de su desmantelamiento a escala interncional-  es execrada de las políticas públicas para el este sector.  Se impone la perspectiva jurídico-policial-psiquiátrica como un triunfo de la mirada panóptica de la normalidad. Las infraestructuras de talleres y aulas ceden ante la reconfiguración de espacios con la tipología  carcelaria. En casos como el de Venezuela, se crea una institución especializada y el tema es separado del Ministerio de Educación; incluso los profesores son transformados en los llamados “maestros guías” quienes no requerían ser docentes para trabajar allí.  Claro la tarea era cuidar, retener, mantener aislados a est@s jóvenes.

En este periodo, desde la educación popular se desarrollan importantes iniciativas y propuestas metodológicas de trabajo con los llamados “jóvenes con déficit de inserción social“.  Pero, estas iniciativas –en su mayoría-  funcionan fuera de los sistemas educativos y son vistos por los Estados Nacionales como “programas complementarios“.  Las pedagogías críticas y la educación popular en especial, plantean la urgente necesidad de superar la “normalización” de la juventud, pero ello no logra formar parte del eje de construcción de políticas públicas para el sector.

La idea de “infante” es complementada con el término “menor de edad“, convirtiéndose en elemento sustantivo de las nuevas legislaciones para el sector. El derecho a la educación pasa a ser un enunciado bonito que no se desarrolla a plenitud en el sector de los y las jóvenes institucionalizados(as).  La formación permanente y continua de los y las jóvenes se limita a la permanencia de algún docente en estas instituciones, quien “refresca” conocimientos, pero la realidad es que los jóvenes institucionalizados, en su mayoría, permanecen fuera del sistema escolar.

En términos prácticos para que se cumpla el derecho a la educación, deben los estados nacionales contar con un mínimo de condiciones para ello,asociados a presupuesto, infraestructura, planes y programas de estudio, formación de docentes para el área, perspectiva pedagógica de procesos.

En consecuencia pregunto  ¿cuál es el presupuesto educativo para la atención integral de l@s jóvenes institucionalizad@s? ¿Cuáles son las universidades pedagógicas que forman docentes para trabajar con est@s jóvenes?  ¿Cuáles son los programas específicos para trabajar con estos jóvenes que les permitan continuar su escolaridad y/o lograr su formación profesional/laboral?  ¿Quien supervisa y aprueba, desde una perspectiva educativa, la construcción de la infraestructura que alberga a est@s jóvenes institucionalizad@s?  De la respuesta que asumas se desprenderá cuanto cumple su Estado nacional el derecho a la educación de l@s jóvenes institucionalizad@s.

La Convención de los derechos de los Niños, Niñas y jóvenes de Beijing (1989) y las directrices de Riyadh (1990)

La fuerte presión social internacional, para que las legislaciones nacionales garantizaran los derechos humanos fundamentales de los más pequeños y los jóvenes,posibilita la convocatoria, por parte de las Organización de las Naciones Unidas (ONU), de la Conferencia Mundial de Beijing (1989).  Allí se construye el consenso planetario y de los gobiernos del mundo, respecto al piso mínimo de derechos para los niños, niñas y jóvenes. A mi juicio, lo más importante ocurrido allí, es que emerge el concepto de ciudadanía, independientemente de la edad, dejando a un lado conceptos como “infante” o “menores de edad”.  Los niñ@sy jóvenes dejan de ser objetos de derecho, para convertirse en sujetos de seguridad jurídica para sí mismos y sus iguales.  A pesar de ello, las legislaciones y prácticas institucionales marcharon a ritmos individualizados y diferenciados.

En 1990 Naciones Unidas aprueba las directrices de Riyadh, complementarias a la Convención de Beijing, pero orientadas a l@s jóvenes en conflicto con la ley y los institucionalizados.  De este importante instrumento normativo mundial destaco tres aspectos:

  • Primero, que considera que “los jóvenes deben desempeñar una función activa y participativa en la sociedad y no deben ser considerados meros objetos de socialización o control“;
  • Segundo,, que “los gobiernos tienen la obligación de dar a todos los jóvenes acceso a la enseñanza pública”, a los cual agrega “los organismos gubernamentales deberán asignar elevada prioridad a los planes y programas dedicados a los jóvenes y suministrar suficientes fondos y recursos de otro tipo para prestar servicios eficaces, proporcionar las instalaciones y el personal para brindar servicios adecuados de atención médica, salud mental, nutrición, vivienda y otros servicios necesarios, en particular de prevención y tratamiento del uso indebido de drogas y alcohol, y cerciorarse de que esos recursos lleguen a los jóvenes y redunden realmente en beneficio de ellos“;
  • tercero, caracterizan el tipo de institución en la que deben estar los jóvenes institucionalizados al señalar que “sólo deberá recluirse a los jóvenes en instituciones como último recurso y por el período mínimo necesario, y deberá darse máxima importancia a los propios intereses del joven. Los criterios para autorizar una intervención oficial de esta índole deberán definirse estrictamente y limitarse a las situaciones siguientes: a) cuando el niño o joven haya sufrido lesiones físicas causadas por los padres o tutores; b) cuando el niño o joven haya sido víctima de malos tratos sexuales, físicos o emocionales por parte de los padres o tutores; c) cuando el niño o joven haya sido descuidado, abandonado o explotado por los padres o tutores; d) cuando el niño o joven se vea amenazado por un peligro físico o moral debido al comportamiento de los padres o tutores; y e) cuando se haya manifestado en el propio comportamiento del niño o del joven un grave peligro físico o psicológico para el niño o el joven mismo y ni los padres o tutores, ni el propio joven ni los servicios comunitarios no residenciales puedan hacer frente a dicho peligro por otro medio que no sea la reclusión en una institución (…) Los organismos gubernamentales deberán dar a los jóvenes oportunidad de continuar su educación a jornada completa, financiada por el Estado cuando los padres o tutores no los puedan mantener, y de adquirir experiencia profesional.

El texto de las directrices de Riyadh constituye un impresionante avance en la materia.  Sin embargo, ha resultado precario el seguimiento a este instrumento jurídico global. Imagino las dificultades que pudieron haber tenido Naciones Unidas para exigir su cumplimiento, por parte de los países miembros, pero ello no le exime de las responsabilidades, por el poco seguimiento hecho al respecto.  Esperamos que el nuevo Secretario General de las Naciones Unidas, el señor António Guterres retome la agenda más importante en el presente en materia de derechos de niños, niñas y jóvenes, pues si un Estado no cumple con sus deberes muy poco le podrá pedir a sus ciudadanos y el resto de instituciones.

Los ODS, la meta 4 y la necesidad de reconocimiento de otras realidades educativas

Precedida de una gran campaña internacional, en 2015, las naciones del mundo suscribieron los Objetivos de Desarrollo Sustentables, que le da continuidad a los llamados Objetivos del Milenio. Finalmente se logra construir una meta educativa mundialmente consensuada, con la aspiración de alcanzar educación de calidad a escala planetaria.

En el proceso de construcción de este propósito, no todo había sido un camino de rosas. De hecho en su momento denunciamos, que en el más importante evento precedente en materia educativa a los ODS, como lo fue el Foro Mundial de Educación de Incheon Corea, los educadores resultaron ser los grandes ausentes. La desproporción entre banqueros, economistas, financistas, industriales respecto a los pedagogos en la cita de Incheon no fue un error menor, sino la confirmación de un rumbo economicista en la educación mundial que explica en buena medida porque los jóvenes institucionalizados no están presentes en los indicadores para alcanzar una educación de  calidad. Los hechos de Guatemala debieran servir de alerta y como reflexión, para incluir este tema en la agenda educativa mundial contenida en los ODS (2015-2030)

Los invisibles de los invisibles en el cumplimiento del derecho a la educación

Lo venimos señalando en artículos, mensajes en las redes sociales y foros. El derecho a la educación de los jóvenes institucionalizados se ha convertido en un tema tabú en el siglo XXI. La educación de los jóvenes institucionalizados está prácticamente desaparecida,del foco de las políticas públicas, a pesar que todos dicen que la violencia juvenil es uno de los grandes problemas de nuestras sociedades.  Los jóvenes institucionalizados serán los invisibles de los invisibles hasta que tu, yo, nosotros, decidamos movilizarnos para revertir esta situación.

Guatemala somos todos. Silencio colectivo y sociedad de cómplices en materia de derechos humanos en el siglo XXI

Me sumo a la condena al gobierno y las autoridades que debieron evitar la tragedia de Guatemala. Pero, me preocupa enormemente que ello oculte el hecho que Guatemala no es una excepción, sino la confirmación de una regla de no cumplimiento de derechos humanos fundamentales, en los lugares donde viven y conviven l@s jóvenes institucionalizados por razones socio económicas, afectivas o de conflicto con la ley.

En la última década hemos presenciado un vergonzante silencio de nuestras sociedades respecto a este tema.  Pareciera que a nadie le preocupa cuantos médicos, enfermeras, maestros, entre otros profesionales permanecen en instituciones que pueden albergar desde treinta hasta cientos de jóvenes.  Si no existen profesionales para atenderlos y tienen dificultad para sacarlos para que les puedan prestar atención   -como fue el pretexto de supuesto riesgo de fuga en el caso de las niñas de Guatemala-  entonces, porque como sociedad no nos preguntamos ¿cuales son las condiciones que prevalecen en estos lugares?

De continuar este silencio colectivo, que es propio de sociedades cómplices, no quedará duda alguna, que el mundo NO es un lugar seguro para los y las jóvenes institucionalizadas(os)

*Fuente: https://luisbonillamolina.wordpress.com/2017/03/15/el-mundo-no-es-un-lugar-seguro-para-los-y-las-jovenes-institucionalizadasos/

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