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Mantenme vivo

Por: Rodrigo Ayarza

La venganza profetiza más muertes. La humillación y el sufrimiento imploran dejarnos reducidos a polvo.”

Palabras que sobrevivieron.

Un puñado de minutos son suficientes para que conozcas mi historia.

El hombre que viaja a mi lado no deja de emitir sonidos desagradables; mueve su lengua con angustia y el frio intenso hace que su voz tiemble con aspereza ruda. Algunos dirán que está de-lirando, pero no creo que así sea (ustedes podrán juzgarlo). Por un instante olvido que lleva los tobillos y brazos atados, y olvido que aún no conozco su rostro. Sin embargo, no puedo evitar imaginar, con crueldad, cómo se retuercen sus míseros músculos por su cara, mientras su co-rrompida mirada irradia terror.
Intento apartar todo esto y concentrarme únicamente en lo que dice. Su sentencia me ate-rra: “Le disparé a un niño.” Llora y clama arrepentido a su dios por perdón. Traga saliva y re-tuerce con dolor su garganta; me lastima tener que oírlo: “Maté a un niño.” Además, cuenta ho-rrorizado que en sus pesadillas ve el rostro desesperado de esa abuela sosteniendo entre sus bra-zos a ese niño que imploraba que lo mantuviera con vida.
—Si hubieras estado en mi lugar, ¿habrías disparado? —me pregunta el hombre.
Sigo en silencio y no respondo. Pero no se rinde: “No podés esconderte en el silencio. Sa-bés bien que cumplía órdenes… Obedecí esas órdenes”. La presión aumenta e insiste:
— ¿Habrías matado a ese niño? …
No tuve necesidad de responder, el hombre cerró sus despreciables párpados y en ese instante dejó de respirar.
Quiero huir lo más lejos posible de este infierno pero va a ser imposible.
Son las seis de la mañana, y algo anda mal. Me prometieron que me sacarían de este territo-rio, pero parece que han cambiado de opinión. El camión en el que viajo apenas puede moverse entre la densa vegetación. Oigo voces, alguien da una orden y, para aliviar la carga, deciden tirar parte del cargamento, y por supuesto abandonarme. Intento torcer su decisión, pero estos tipos no se andan con vueltas: me advierten que no llegaré con vida a la frontera. Mi única oportuni-dad de sobrevivir es buscar medicinas en el poblado que acabamos de pasar. Forcejeamos, y fi-nalmente me arrojan del camión.
Apenas me puedo mover, unos vendajes cubren mis piernas heridas. En el horizonte surgen diminutos puntos estridentes de luces chocando entre sí y apenas percibo el sucio sonido de lo que está pasando a lo lejos.
A las 6:20 de la gélida mañana, me adentro en ese poblado cuando escucho el indescifrable sonido de una radio, un fffshhiiggg que se escapa entre las ondas. Observo cómo la mano de una mujer agita el dial, buscando sintonizar alguna transmisión, pero le es imposible hacerlo. Avanzo y me cruzo con ella y con otra más joven en la puerta de un hospitalillo improvisado, ambas se sorprenden al ver mi aspecto.
La tensión en el aire se puede respirar. Las voces de las mujeres se entrecruzan: “acá no hay medicinas, tampoco hay agua”.
En ese preciso momento, el cielo se quiebra. Un duro estruendo retumba, un sonido ensorde-cedor golpea en forma punzante mis oídos. Lo sé: el latigazo de un nuevo misil.
—¿Vienen por nosotros? ¿O van hacia las otras aldeas? —me pregunta la mujer con ansie-dad. Busca en mi mirada una respuesta que no puedo dar. —Vamos, ¿qué sabés? —insiste en forma desesperada. Algo aprisiona mi garganta, no sé cómo describirlo, pero sé que no puedo hablar.
—Si venís huyendo de las otras aldeas, al menos podrás decirnos si algunos sobrevivieron al ataque, seguro que lo sabés —insiste, su voz se quiebra. Las palabras se clavan en mi pe-cho. Pero no puedo responder. El agudo dolor que sube por mis piernas hiela mi lengua, y sigo en silencio.
La otra mujer, la más veterana, señala la radio con desprecio. “Este trasto viejo ya no sirve para enterarnos de nada. ¿Qué esperás para decirnos algo? Toda esta gente podrá salir de la al-dea o quedarse, según lo que nos digas”. Su mirada me perfora, exigiendo respuestas. Pero adopto un aspecto glacial, extremadamente rudo. No respondo. No puedo.
El mundo se desmorona a nuestro alrededor. Un misil impacta en el otro extremo del po-blado, y el suelo tiembla bajo nuestros pies.
La ansiedad, la desesperación, la búsqueda frenética de respuestas: todo se mezcla. Las pala-bras se quedan atrapadas en mi garganta, como los gritos de los que ya no están. Y mientras el mundo agoniza a nuestro alrededor, yo permanezco cargando con este silencio inservible, sin poder responder.
Comenzamos a movernos y vemos como la zona que dejamos atrás agoniza bajo las llamas.
—Si hubieras conocido a quienes lucharon por detener la guerra, quizás cambiarías tu silen-cio por una respuesta que nos devuelva la esperanza —dice la mujer, con voz pausada pero car-gada de urgencia.
—Estaban convencidos de que existía alguna oportunidad de cambio. Desarmaron a los pue-blos rivales. Lograron que sus jefes dialogaran. Negociaron con astucia e inteligencia. Y, a pesar de todo, quieren hacernos creer que fracasaron, que se vendieron —dice con rabia.
Hace lo que puede por respirar, está exhausta, pero igual así finaliza su idea: “Porque para muchos, obedecer, disparar y matar, es más fácil que lograr que los enemigos se entiendan. ¿No lo crees?”
Tengo la oportunidad de responder, pero elijo no hacerlo.
—Queremos saber qué les ocurrió, si siguen con vida o no —insiste. Su mirada es inque-brantable, como si pudiera leer mis pensamientos. ¿Viven o no? La pregunta resuena por todas partes, mi corazón late con fuerza, pero sigo eligiendo el silencio.
—Dejalo de una vez mujer, perdés el tiempo. No querrá estar envuelto en estos asuntos —comenta la otra.
—No han regresado, al menos no aún —agrega dolorida, con profunda nostalgia, justo cuando un nuevo estruendo asfixia el cielo. Nos tapamos los oídos, como si el sonido pudiera arrancarnos la cordura. Las llamas devoran lo poco que queda del poblado y nosotros, atrapados entre el pasado y el futuro, buscamos respuestas en un silencio que amenaza con consumirnos.
La condensación de vapores flota por todas partes invadiendo el territorio. Miramos el cielo con desconfianza. Al adentrarnos en un camino que promete liberarnos de este infierno, nos chocamos con un hombre semimuerto que yace inerte en el suelo. Las pupilas de la mujer se di-latan y contraen con energía al descubrir su uniforme. Es uno de los que atacaron nuestras al-deas. Con una vara larga, la mujer intenta moverlo. Cuando percibe que aún respira, comienza a interrogarlo.
—¿Qué aldea van a volar, cuál es la que sigue? —pregunta con urgencia.
El hombre intenta mover su mandíbula: “No tienen hacia donde huir.” Balbucea.
—No te creo nada. Hablá. ¿Qué sabés? —insiste la mujer, mientras aprieta desesperada con la vara las heridas que yacen en el brazo descubierto del hombre.
—Ya te lo dije, ninguna se salvará —el hombre escupe sangre al hablar.
—Vas a morir pedazo de mierda —escucho que le dice la mujer, cuando vemos que algu-nos sobrevivientes de lo que fue mi aldea se acercan por este camino. Me abrazo a este puñado de niños.
El tipo agonizante ignora a la mujer, esquiva su mirada y señala a los niños. “Estos vendrán por nosotros, son los que van a venir a matarnos en el futuro”, dice el hombre sin ocultar su odio.
La mujer se desploma. Sabe que sus líderes les han inculcado esta idea. Yo también lo sé, to-dos lo sabemos.
—¿Es esta la forma que eligen para vengarse? —pregunta aterrada la mujer, mientras con-templa el enorme charco de sangre que surge debajo del hombre—. Vienen por nuestros niños, Vienen por nuestro sufrimiento. Esta es la forma que eligen para humillarnos: ¡quieren dejarnos reducidos a polvo!
—¿Crees que estamos hechos para soportar esta violencia? —me pregunta la mujer.
Nunca vi un mundo sin violencia, solo este, tal como es. Pero, como ya saben, me trago estas palabras y no le respondo. Cuando escuchamos una detonación extrema, un golpe seco en la tie-rra, sabemos que viene al fin, de una vez por todas por nosotros. Viene a cazarnos, y sin pregun-tar si tenemos algo que ver en todo esto: nos da caza.

Fuente de la información e imagen:  https://lnkd.in/dKr4NmhF

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La escalada de violencia en Ecuador obliga a algunas universidades a realizar simulacros de tiroteos

Los niveles de criminalidad desatan la preocupación de los ciudadanos, cada vez más expuestos a situaciones de violencia.

En la Universidad Espíritu Santo (UEES), en Guayaquil, reciben formación para saber cómo actuar ante un ataque.

La violencia es uno de los mayores problemas que sufre Ecuador, y de los que más inquietan a la población. Por ello, algunas universidades del país están incrementando las medidas de seguridad para proteger a sus alumnos, e incluso han empezado a impartir cursos para que estén preparados ante situaciones críticas.

 

Es el caso de la Universidad Espíritu Santo (UEES), en Guayaquil, cuyos alumnos reciben formación para saber cómo reaccionar ante un posible tiroteo. Cualquier movimiento, en medio de un atraco, puede ser letal para ellos.

 

«Tienen que lanzarse al suelo, buscar cobertura, tienen que protegerse, pero no salir corriendo», explica el Jefe de Seguridad del centro, el Coronel Rodrigo Braganza.

 

La población, cada vez más expuesta a la violencia

Los niveles de criminalidad en el país han desatado cierta psicosis entre los ecuatorianos, que están cada vez más expuestos a situaciones de violencia.

 

«Llegaron armados y lo que pudimos hacer fue escondernos debajo de la mesa y dejar que pasaran las cosas», relata a TVE, Carla Arriaga, estudiante de la UEES.

 

«Ha habido enfrentamientos entre pandillas donde se escuchan tiroteos», cuenta, por su parte Adrián Reyes, otro alumno de este centro educativo.

 

Entre 2018 y 2022, Ecuador pasó de 5,8 a 25,62 homicidios por cada 100.000 habitantes, y, en este escenario, los jóvenes deben renunciar en muchas ocasiones a su propia libertad.

 

«Generalmente, yo cuando salgo, lo hago de día», asegura Alexandro Arcadio, estudiante.

 

Camili Dacuri, por su parte, explica que cuando sale de casa intenta no llevar consigo objetos de valor. «Trato de dejar aretes, joyas, todo eso, en mi casa cuando sé que voy a un lugar en el que voy a estar expuesta», asegura.

 

Reforzar la seguridad se ha convertido en un valor adicional en la oferta de instituciones educativas, hasta el punto de que algunas universidades privadas han edificado pasos levadizos para proteger a los estudiantes y evitar así que tengan que pisar las calles.

 

En el campus de la UEES hay cerca de 1.000 cámaras de videovigilancia, sistemas de reconocimiento facial e incluso agentes secretos para garantizar la tranquilidad de unos veinte mil alumnos.

Fuente: https://www.rtve.es/noticias/20231227/escalada-violencia-ecuador-simulacros-tiroteos/2469956.shtml

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Carta de una mujer mapuche a una mujer palestina

Por: Moira Millan- Weychafe Mapuche

 

La weychafe mapuche Moira Millán escribe una carta dirigida a sus hermanas palestinas desde la impotencia de la distancia y la certeza de la resistencia.

Querida hermana Palestina, escribo desde tierras muy lejanas, desde mi territorio de Puelmapu, Territorio Mapuche, en el sur de la Patagonia, bajo administración del estado argentino.

Soy hija de una nación también invadida, el pueblo nación mapuche, un pueblo que aún recuerda sus días de libertad, cuando recorríamos sin fronteras y sin alambres nuestra Wallj Mapu. Al igual que tu pueblo querida hermana, el mío también conoce la injusticia del despojo, el dolor del genocidio, la desolación de ser esclavos en nuestra propia tierra, las deportaciones de la muerte, las reubicaciones forzadas.

Hemos palpado la indolencia del mundo, y aun hoy padecemos la imposición de dos estados coloniales, Argentina y Chile, que continúan persiguiéndonos, encarcelándonos y asesinándonos. Mi familia ha sobrevivido de manera milagrosa a campos de concentración tortura y exterminio. De ahí vengo, de un linaje enraizado en lo profundo de la memoria telúrica de estos territorios, un pueblo nación, corajudo y lleno de dignidad.

El pueblo palestino habita mi corazón desde hace algunos años cuando supe que allá en el lejano y a la vez tan cercano Medio Oriente, una historia similar a la nuestra estaba sucediendo, un pueblo originario, el Pueblo Palestino invadido por un estado colonial, Israel. Algo tan parecido a lo nuestro con algunas décadas de diferencia, ya que el estado argentino terminó su campaña genocida a finales de 1800 pero su Estado se asienta definitivamente en Puelmapu a principios de 1900.

Me atraviesa el cuerpo cada bala que mata la vida de mis hermanas y hermanos palestinos. Revivo el genocidio con cada bomba que cae sobre Gaza, con cada niño asesinado. La muerte de inocentes diseminándose a lo largo del territorio Palestino, en manos del estado israelí.

He recibido de mis mayores una enseñanza muy muy antigua en la filosofía de mi pueblo mapuche, nuestro kuifikimvn. Me hablan del YERPUN, atravesar la noche, para ser persona, elevando nuestro SER como humanidad. Debemos atravesar obstáculos, dolores, penas profundas, atravesar la noche más oscura para amanecer un nuevo día, luminoso y pleno.

Me pregunto: ¿Cuándo atravesaremos la noche? ¿Qué ha pasado con el pueblo judío que también tuvo su noche larga y profunda? ¿Acaso se quedó en la oscuridad? ¿O han sido secuestrado por quienes gobiernan las noches inoculando las peores pesadillas? ¿Tal vez los monstruos de la noche han tomado el control del mundo adormeciendo nuestros sentidos, con somníferos cargado de mentiras. Tendremos muchos YERPUN, hermana querida. Pero más temprano que tarde los pueblos telúricos atravesaremos la noche, y las fuerzas militares coloniales tendrán que rendirse frente a la unidad de los pueblos, a la solidaridad y la fuerza de justicia y hermandad de una humanidad que en todos los confines seguirá en las calles convencida de que mientras no haya justicia para los criminales no habrá paz.

Desde siempre las fuerzas de ocupación actúan poniendo en marcha un aparato propagandístico que acalle la conciencia de los pueblos, que justifique ante el mundo sus aberrantes crímenes. La narrativa colonial comienza con el señalamiento de las víctimas como terroristas, y los estados terroristas como justicieros.

La nación mapuche conoce muy bien ese perverso cuento, que les funciona a los opresores porque el racismo, estructurando la doctrina de las democracias odiantes, no es cuestionada por la inmensa mayoría de la población mundial.

Una pequeña porción de la humanidad que concentra el poder es supremacista, racista y ha decidido que la vida de los pueblos racializados no importa. He sabido que una parte de la población judía está reprimida por la tiranía de los genocidas que gobiernan el estado de Israel. Sé que mujeres y hombres judíos han levantado valientemente su voz para vociferar su rabia y dejar claro que no permitirán que en su nombre se siga asesinando a un puebloMuchas de estas valientes personas, han sufrido el maltrato, la tortura y encierro, por las fuerzas represivas del gobierno ultra derechista sionista y fascista israelí. Esa fracción de hermanas y hermanos judíos antisionistas son perseguidos por sentir y asumir su profunda humanidad, avergonzados de los asesinos que dicen representarlos. extiendo también mi abrazo a ellas y ellos. Me recuerdan a las argentinas y argentinos que valientemente salieron a denunciar al estado junto al pueblo mapuche cuando las balas del comando unificado argentino se disparaban contra nuestras niñeces, hace tan solo un año atrás. Por supuesto el repudio a esa cacería de niños y mujeres mapuche, no fue masiva, apenas un puñado de seres consientes y solidarias. Siempre habrá una voz que surja sabia y valientemente para decir ¡basta!.

En estos días pienso en Hannah Arendt, judía, sionista en un principio y contexto tan diferente al de ahora y sin embargo perseguida y odiada por los suyos, que no le permitieron su revisionismo, sus críticas, e interpelaciones ante un nacionalismo colonial y racista que se anunciaba tan cruel como sus persecutores nazis. Ella pudo ver en qué se convertiría esa fuerza política que se articulaba, para sostener una ocupación por la fuerza, sanguinaria y cruel.

Deseo tanto, querida hermana palestina, que las mujeres del mundo nos unamos en un llamado a un paro mundial contra el genocidio, para parar la guerra tal vez funcione parar el mundo, y quienes lucran con la guerra, los verdaderos beneficiarios de esta masacre, sepan que estamos decididas a arrancarles nuestro derecho a la justicia y a la paz.

Creo firmemente en nuestra fuerza, en nuestra capacidad de urdir consensos, en nuestro discernimiento para ver por encima de todas las diferencias la importancia de sostener la VIDA. Mi querida hermana palestina, abrazo con todo mi ser lleno de amor a tu pueblo. Me avergüenzan mis limitaciones e impotencia frente a lo que están atravesando. Créeme que desearía estar allí ayudando. Como mujer mapuche sé lo que es estar carente de todo, y lo maravilloso que resulta cuando en medio de la desazón una mano amiga se extiende con la ayuda que precisamos.

Deseo la libertad de tu pueblo tanto como sueño con la libertad del mío. Weayiñ lamngen Palestina. Venceremos hermana Palestina.
Desde la cordillera sur Puelwillimapu, por territorio, justicia y libertad, marici weu!!

Moira Millan- Weychafe Mapuche

Fuente de la información e imagen:  Agencia Presentes

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Intoxicaciones, caídas y ataques: crece la inseguridad en colegios de Bolivia

En lo que va de este 2023, se registraron al menos 10 casos en los que estudiantes menores de edad sufrieron accidentes y ataques dentro de sus unidades educativas en diferentes ciudades del país. En la mayoría de las situaciones, los niños se recuperaron, pero también hubo los que perdieron la vida.

Desde intoxicación con el desayuno escolar u otros elementos hasta caídas y peleas, pasando por ataques y ser aplastados por árboles o postes, la inseguridad se evidencia en estos espacios.

El caso más reciente es el de una adolescente de 13 años que cayó desde el segundo piso de su colegio en Santa Cruz de la Sierra, este lunes, y se encuentra en estado crítico en cuidados intensivos (UTI). La menor estaba parada en una silla cerca de la ventana del aula. Al perder el equilibrio, cayó de cabeza al piso.

El 13 de septiembre, se registró una explosión durante un fallido experimento en el laboratorio de química en una escuela la ciudad de La Paz, generando lesiones y quemaduras en una estudiante de 15 años. La menor estuvo internada por un mes y medio, además fue sometida a una cirugía reconstructiva de injertos de piel en la mano derecha y en los muslos. Deberá continuar con tratamiento y fisioterapia.Estudiante resultó con quemaduras tras experimento de química.

Otro caso que consternó a Santa Cruz fue el de José Apaza, el niño de 12 años que murió aplastado por un árbol en su unidad educativa. Sus compañeros contaron que fue a recoger su pelota al área donde trabajadores realizaban la poda de un árbol. Sin embargo, una rama cayó sobre el pequeño, que murió con múltiples fracturas y con perforaciones en los pulmones y el corazón.

El 8 de septiembre, padres de familia de una unidad educativa del municipio de Sacaba en Cochabamba, denunciaron que sus hijos habrían sido intoxicados, ya que fueron trasladados de emergencia hasta el hospital. 12 niños del nivel de primaria presentaron dolores en el estómago y convulsiones. Contaron que uno de ellos recibió unas pastillas identificadas como relajante muscular fuera del colegio y le habrían indicado que las reparta, fue entonces que les entregó una a cada uno.

El 28 de agosto, tres estudiantes de un colegio en la ciudad de Trinidad resultaron lesionados después de que una parte del techo se viniera abajo. Los estudiantes de nivel inicial se encontraban en el patio cuando, de repente, escucharon un fuerte ruido y el techo falso se desprendió, cayendo sobre ellos.

Las fotografías que circularon en redes sociales muestran a los estudiantes empolvados y con tierra en la cabeza como resultado del desprendimiento del techo falso.

El 22 de agosto, padres de familia denunciaron un nuevo caso de intoxicación masiva al interior de un colegio en la ciudad de Sucre, donde al menos 15 estudiantes resultaron intoxicados. Se presume que la causa sería alfajores con mantequilla de maní y mermelada del desayuno escolar en aparente mal estado.

Dichos productos tenían un mal olor, era hasta nauseabundo aseguró. Por eso, muchos niños lo botaron a la basura. Entonces, les pidieron devolver los alfajores con mantequilla de maní y mermelada antes de que los coman y los alumnos se quedaron sin desayuno escolar.

«Era el desayuno escolar»: Denuncian nuevo caso de intoxicación masiva en un colegio
El 27 de junio, un niño de ocho años resultó herido luego de que un poste de luz se le cayera encima en una unidad educativa en la zona de Los Yungas. El pequeño no resultó con heridas de gravedad, pero su madre reclamó por el descuido de las autoridades.

En junio, se conoció el caso de un niño de tan solo 8 años de un colegio privado de Santa Cruz que fue obligado por estudiantes de secundaria a tomar una mezcla de lavandina y agua. El menor fue rápidamente internado en una clínica, donde los médicos lograron salvarle la vida.

El 13 de junio, un niño de 6 años fue empujado por las gradas de su Unidad Educativa, en Cochabamba, durante el recreo. Antes de caer fue golpeado por otros estudiantes.

Según la denuncia, los agresores serían alumnos de quinto de primaria, la pequeña víctima tiene moretones en las piernas, heridas en los brazos, un hematoma en la lengua, además de golpes en la cabeza y un constante sangrado en la nariz.

El 5 de junio se registró uno de los hechos más impactantes del año. Una niña de solo seis años fue apuñalada por otro menor de 10 años, al interior de su unidad educativa en Santa Cruz.

La pequeña fue atacada cuando se dirigía al baño y el otro estudiante le asestó la puñalada en el pecho derecho cortando una vena arterial. La víctima fue operada de emergencia y se estaba recuperando lentamente. Sin embargo, 10 días después, la niña sufrió una descompensación, fue trasladada de emergencia hasta el centro de salud, pero perdió la vida.

El 17 de mayo, un niño de 7 años que sufrió una caída en su colegio en la ciudad de La Paz fue internado en el hospital. Ahí, descubrieron que tenía una lesión en el cráneo y fue operado de emergencia.

El menor cayó de cabeza durante la clase de educación física, cuando intentó patear un balón. Después de la caída, el menor no fue auxiliado por nadie del colegio y continuó pasando clases, minutos después se puso mal y fue en busca de su hermana para pedir ayuda, la menor de 10 años, junto a su amiga llevaron al niño hasta su casa.

EL 16 de febrero, la hora del recreo en un colegio de la ciudad de Sucre terminó en una tragedia cuando un niño de 4 años cayó desde el segundo piso porque estaba cerca de la baranda.

https://www.reduno.com.bo/noticias/intoxicaciones-caidas-y-ataques-crece-la-inseguridad-en-colegios-de-bolivia-2023117191413

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Cultura machista e impunidad: generadores de violencia femicida en Honduras

Por: Breidy Hernández

En los últimos 10 años más de 7,000 mujeres han sido asesinadas de manera violenta en el país con la con la tasa más alta de femicidios en Latinoamérica

Tegucigalpa, Honduras. – Cansadas y en alerta ante la indiferencia de las autoridades gubernamentales se encuentran las organizaciones de mujeres y feminista ante la nula respuesta por el incremento de femicidios y muertes violentas de mujeres.

Las organizaciones solicitan al Estado de Honduras –de manera urgente— dar respuestas contundentes para frenar el incremento de femicidios en el país y las múltiples violencias en contra de las mujeres,

Estamos en alerta, más de 330 asesinatos de mujeres en este año”, refirió a medios de comunicación Suyapa Martínez, directora del Centro de Estudios de la Mujer Honduras (CEM-H).

Suyapa Martínez, directora del Centro de Estudios de la Mujer Honduras (CEM-H)

El observatorio de violencias de Ecuménicas por el Derecho a Decidir, registra hasta el 31 de octubre 333 mujeres asesinadas de manera violenta. De acuerdo con el reporte, sólo en octubre 23 mujeres perdieron la vida

CULTURA MACHISTA IMPERA EN HONDURAS

El incremento de las muertes violentas hacia las mujeres en el análisis de la feminista, Ana Lucía Pérez, es porque “el pensamiento del país sigue siendo machista, se abusa de la fuerza”.

Además, en entrevista con Criterio.hn enfatizó que en el país centroamericano se ha normalizado que la otra persona –en su mayoría mujer— le debe obediencia a su pareja, ya sea por mandato divino, mandato natural o simplemente por el pensamiento de “puedo hacerte esto”. En ese sentido, refirió “es común que hombres se aprovechen de la vulnerabilidad de sus parejas, ya sea física, económica y psicológica”.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que la violencia contra la mujer especialmente la ejercida por su pareja y la violencia sexual— constituye un grave problema de salud pública, además de representar una violación de los derechos humanos de las mujeres.

De acuerdo con la defensora de derechos humanos, la educación es uno de los pilares para contrarrestar la violencia de género, sin embargo, en el país aún no se implementa la educación sexual integral y la Ley de Prevención de Embarazos en Adolescentes, que además abordaba la prevención de las violencias, fue vetada por la presidente Xiomara Castro.

Ana Lucía Pérez

Ana Lucia Pérez es del criterio que se debe enfocar en la prevención ya que previo a un femicidio ya se han generado otros tipos de violencias. “Mientras no se cambien estos patrones la violencia femicida va a seguir” enfatizó Pérez.

Sobre la prevención de las violencias en contra de las mujeres la OMS, señala que puede prevenirse y que el sector sanitario tiene una importante función para proporcionar atención integral de salud a las mujeres que sufren violencia, siendo el primer lugar al cual pueden acudir frente a una agresión, además expresa que desde el sistema de salud se pueden derivar a otros servicios de apoyo que puedan necesitar.

IMPUNIDAD OTRA MANERA DE EJERCER VIOLENCIA

En el panorama violento que vive más del 50% de la población hondureña, el sistema de justicia e investigación judicial juegan un papel importante para responsabilizar a quienes cometan delitos en contra de las mujeres.

Sin embargo, las organizaciones de mujeres y feministas lamentan que tanto el Ministerio Público como la Corte Suprema de Justicia no han desarrollado un verdadero acceso a la justica para las mujeres, niñas y familiares de víctimas de violencias.

Gabriela Blen, de la Articulación Ciudadana por la Transparencia y la Justicia

Para Gabriela Blen, de la Articulación Ciudadana por la Transparencia y la Justicia (ACTJ), la violencia hacia las mujeres pasa “gracias a la impunidad, gracias a que no hay acceso a la justicia para las víctimas, gracias a un sistema completo que se encarga de negar la justicia”.

Las organizaciones de mujeres señalan que la impunidad en femicidios pasa el 90 % y el 95 % en casos de las diferentes violencias en contra de las mujeres.

Pese a mantener una denuncia y exigencia constante para que se tomen las medidas pertinentes, se establezca un sistema de justicia y planes de seguridad con enfoque de género, las mujeres continúan siendo víctimas de la violencia femicida.

Las cifras son alarmantes, las organizaciones subrayan que en los últimos 10 años más de 7,000 mujeres han sido asesinadas de manera violenta en el país con la con la tasa más alta de femicidios en Latinoamérica, el Banco Mundial (BM), refiere una tasa de 4.7 por cada 100 mil mujeres, una tasa que ha ido en aumento en los últimos años.

*Autora: Amante de la lectura y la naturaleza, una mujer con la convicción firme que todos podemos hacer cambios significativos en la sociedad, por eso mi objetivo es exponer las injusticias que adolece la ciudadanía. Busco incidir, a través del periodismo, en la defensa y promoción de los derechos humanos, evitando caer en la complicidad de callar ante las injusticias y la corrupción.
https://criterio.hn/cultura-machista-e-impunidad-generadores-de-violencia-femicida-en-honduras/
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Chile: Experto propone enfrentar la violencia con una mejor educación emocional

En las emociones está lo peor y lo mejor de nuestras vidas. El miedo, la ansiedad, la angustia, el estrés, la depresión, la ira y la predisposición a la violencia. Los grandes problemas de la humanidad tienen claramente un fondo emocional, pero en ellas también están la alegría, el amor, la compasión, la solidaridad, el equilibrio, la armonía, la paz anterior, el sosiego y la felicidad.

El catedrático emérito de la Universidad de Barcelona y presidente de la Red Internacional de Educación Emocional y Bienestar (RIEEB), Rafael Bisquerra, efectuó en la Casa Central la conferencia inaugural del Seminario Internacional de Investigación de la Escuela de Pedagogía PUCV titulado “Escuela de hoy que se proyecta hacia el mañana”, ocasión en la que el experto se refirió a la necesidad de avanzar en pleno siglo XXI de una educación cognitiva a una emocional.

En nuestro país, este año las denuncias por violencia escolar aumentaron en un 28%, concentrándose en la Región Metropolitana con 1.837 denuncias. Entre 2020 y 2022, se registraron más de 5.934 casos graves de acoso escolar en nuestro país, según la organización Bullying sin Fronteras.

“Nos comportamos en función de nuestras emociones. Si tenemos ira, rabia, enojo, nos dan ganas de atacar. Si tenemos miedo, huimos. Nuestras emociones son la activación de nuestro comportamiento. Uno de los problemas a nivel mundial es la violencia. La regulación de la ira para la prevención de la violencia debería ser uno de los objetivos más importante de todo sistema educativo. La potenciación del bienestar emocional es otra prevención importante. Cuando uno está bien no tiene necesidad de agredir, ni atacar, de consumir drogas o realizar comportamientos de riesgo”, expresó el académico.

Bisquerra explicó que el estudio de las emociones recién comenzó a considerarse con profundidad a partir de 2005 y en 2012 se reconocieron oficialmente siete emociones: sorpresa, curiosidad, confusión, ansiedad, frustración, aburrimiento y entusiasmo.

EL IMPACTO DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL

El catedrático se refirió al impacto que ha tenido el Chat GPT en la educación, donde a un grupo de alumnos de primer año de universidad se les ha consultado cual es la primera palabra que asocian con la lectura y la respuesta fue “aburrimiento”. Entre las emociones más recurrentes entre el estudiantado se encuentran la confusión, frustración y la ansiedad, que en un grado elevado puede llegar a un trastorno emocional. Es común que este sentimiento se incremente por exigencias académicas y en el caso de la poca tolerancia a la frustración, si esto permanece puede provocar un abandono en el aprendizaje.

Al respecto, el académico entregó una serie de recomendaciones o técnicas para enfrentar la ansiedad y el estrés, entre ellas: relajación, respiración consciente, meditación, mindfulness, música y técnicas diversas de visualización, imaginación emotiva, análisis del lenguaje interior y creencias paralizantes.

“Una opción es mejorar la autoestima, resiliencia, el control de la impulsividad y un conjunto de técnicas que constituyen una parte importante de la educación emocional. Esto es indispensable si queremos avanzar hacia un futuro mejor, pero la situación es muy crítica: o nos implicamos a fondo en la educación emocional para prevenir la ansiedad, el estrés, depresión, violencia, ideación suicida, acoso escolar o cada vez habrá más índices elevados de estas emociones”, añadió.

EXPERTOS DESTACARON SEMINARIO

La directora de la Escuela de Pedagogía PUCV, Marcela Jarpa, expresó que el seminario busca visibilizar las líneas de investigación: ecosistema de enseñanza-aprendizaje; ciudadanía, diversidad e inclusión; y liderazgo educativo, política pública y gestión institucional.

“Nuestras carreras de Educación Especial, Educación Básica y Parvularia tienen asignaturas sobre cómo abordar el manejo de las emociones con los apoderados, las familias y los estudiantes, como también en las comunidades educativas. Hemos efectuado diagnósticos preliminares de los climas en el aula en algunas escuelas rurales y urbanas, trabajamos con las comunidades para ver cómo están afrontando el impacto de la pandemia a nivel emocional sobre todo en los niños. Hemos generado mecanismos formativos para que los estudiantes en práctica puedan afrontar las diversidades que existen en el aula producto del estallido y la postpandemia, dos situaciones que han marcado la cultura socioemocional de los colegios”, expresó.

Arnaldo Canales, presidente y director ejecutivo de la Fundación Liderazgo Chile impulsó en 2016 la ley de educación emocional que se presentó en 2019 como proyecto de ley y hoy continúa en el Parlamento.

 “La educación emocional se anticipa a la enfermedad, a los problemas de salud mental, a la ansiedad, la depresión y el estrés. Cuando uno se prepara y conoce su mundo emocional tiene más herramientas para poder lidiar con la frustración, la rabia y la ansiedad. La depresión es contraria a la expresión y muchas veces no nos enseñan a expresarnos. Si un estudiante o un profesor puede lograr que cada estudiante orbite con su mundo interno y su vinculo con otros, logra ese bienestar y encontrar un equilibrio para no afectar los climas emocionales dentro del aula”, concluyó.

Por Juan Paulo Roldán

Dirección de Comunicación Estratégica

https://www.pucv.cl/pucv/noticias/destacadas/experto-propone-enfrentar-la-violencia-con-una-mejor-educacion-emocional

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School violence: Cyberbullying is a growing concern for safety and mental well-being

  • By: Yongfeng Liu and  Elodie Khavarani, UNESCO and Anna Cristina D’Addio, GEM Report

On the occasion of the International Day against violence and bullying at school including cyberbullying, it is important to recognize the strong links between school violence, mental health and learning outcomes, as they are increasingly worrying and unmistakable.

What do we know about school violence and mental health?

Schools are meant to be safe and supportive environments for children. But numbers paint a different picture: one in three learners is bullied at school every month globally. Over 36% of learners experience a physical fight with their peers and almost one in three has been physically attacked at least once in a year.

School violence can have severe and long-lasting impacts on learners’ safety, physical and mental health, and their education outcomes. Evidence from UNESCO and partners shows that poor mental health and well-being contribute to underachievement, absenteeism, disruptive classroom behaviour, suspension and expulsion from school and school dropout.

The effects on mental health were exacerbated during COVID-19 induced school shutdowns. Children who are bullied are twice as likely to feel lonely, to be unable to sleep and to have contemplated suicide according to a UNESCO report. A child aged between 10-19 takes their own life about every 11 minutes at present according to UNICEF.

Cyberbullying, a form of school violence

According to the 2023 GEM Report on Technology in Education, the growing use of digital devices in and out of education has also exacerbated cyberbullying.

The global education goal has multiple different targets within it, one of which (4.a) tracks the percentage of students that have experienced bullying in the past 12 months. Cyberbullying is a new form of bullying behaviour, which is fueled by access to smartphones and other devices. It takes various forms, such as the deliberate publication of photos or videos of individuals without their consent, exclusion from digital groups, verbal violence and insults and threats. It is prevalent, and yet countries have not as yet put in place sufficient protections to help children navigate the risks.

One of the ways we monitor the extent to which children are experiencing cyberbullying is with the global Trends in International Mathematics and Science Study (TIMSS), which in 2019 asked children in grades 4 and grade 8 about their experiences with online bullying.  In nearly all countries, at least 10% of grade 4 students had experienced cyberbullying in the past year, defined as having received ‘nasty or hurtful messages’, ‘nasty or hurtful things’ or ‘embarrassing photos’ online. The 2023 GEM report found that the share of students who have experienced cyberbullying is even higher among grade 8 students:  affecting over 20% of students in 26 out of the 32 countries with available data.

Cyberbullying also tends to be higher in countries where other forms of bullying are common. In Latvia and South Africa, where 30% and 50% of students experienced cyberbullying, respectively, around 90% of students experienced some type of bullying. You can have a look where your country stands on rates of all forms of bullying on page 398 in the 2023 GEM Report statistical tables here.

How can we protect our children and their learning?

Because of its impact on learning, school violence is not only a rights issue, but also carries significant costs for education systems if left unaddressed. According to UNESCO, children who are frequently bullied are nearly three times more likely to feel like an outsider at school and more than twice as likely to miss school. They also have worse educational outcomes, scoring lower in mathematics and reading. The more often they are bullied, the worse their score.

One way to protect children from this growing phenomenon is to bring in legislation on the issue. Analysing our PEER country profiles on regulations in place on technology in education, we found that only 16% of countries currently have adopted legislation to prevent and act on cyberbullying with a focus on education; of those, 38% did so since the COVID-19 pandemic.

One complication often found when anything legal comes attached is how it ends up being defined. Most countries do not explicitly define cyberbullying and online abuse as a distinct offence, for example, so it is often found under other laws. The 2022 Personal Data Protection Act is the first comprehensive data protection law in Indonesia. It calls upon public or private entities that handle personal data to ensure data protection, with sanctions applied for mishandling. Protection against cyberbullying is indirectly provided under the Act. However, Article 45B of the amended 2008 Electronic Information and Transactions Law considers cyberbullying a form of harassment.

In India, the Information Technology Act can be considered a legal basis for dealing with cyberbullying. It prescribes punishment for sending annoying, offensive and insulting communication through digital and information communication technology. Cyberbullying could also fall under the Penal Code if it involves offences such as defamation, blackmail, sexual harassment, stalking or words, gestures and acts intended to ‘insult the modesty of a woman’. However, no special protection is granted to children under those laws.

Provide guidance

Outside of laws, other armor Ministries can draw from include policies, strategies, or plans on the issue to demonstrate leadership. Our PEER profiles found that about 40% of countries have such guidance in place. Europe and Northern America is the region with the highest share of countries – 61% – with such a policy.  Many countries take the approach of focusing on awareness-raising, reporting mechanisms and digital risk interventions, usually at the school level. These seem to be effective. A systematic review and meta-analysis of interventions in selected, mostly high-income countries estimated that the average programme has a 73% chance of reducing cyberbullying victimization.

Other policy tactics being used to protect children’s wellbeing online concern restrictions on smartphone use in schools, which are being implemented in a flurry since the 2023 GEM Report highlighted countries that had such policies in place already and benefits to learning that might be gained as a result. Morocco has gone a step further on this, also banning any photos or film being taken in school, and of teachers, in a bid to help prevent online images being used in a malevolent manner.

Empower young people to protect themselves.

Another tactic outside of building walls with policies and legislation is to equip children and teachers with the ability to protect themselves.  Here again, our PEER country profiles showed that 46% of countries appear to have identified digital skills standards for learners in a framework, policy, plan or strategy. More than 20 European countries have used the DigComp framework as a foundation for developing strategies, education programmes and assessment tools, within which skills to protect health and well-being, including protecting oneself and others from possible dangers in digital environments (eg. Cyberbullying) are included.

While digital technology offers excellent opportunities for teaching and learning, it also comes with increased exposure to key risks: cybersecurity and violation of privacy through data misuse; the mental and physical health implications of issues including lengthy screen time and cyberbullying; and harmful content, with the potential long-term impact on addictive behaviour, violence and sexual exploitation. Empowering students to stay safe, be responsible online and make smart choices are therefore important policy priorities we should take seriously as technology becomes ever more present in our everyday lives.

 In 2019, 193 UNESCO Member States unanimously established the International Day against Violence and Bullying at School Including Cyberbullying, recognizing that school-related violence in all its forms is an infringement of children and adolescents’ rights to health and to education. School violence is widespread, can be physical, psychological and sexual and include gender-based violence, bullying and cyberbullying. This year, UNESCO calls to end violence and promote good mental health in schools to ensure learners learn and thrive in safe and supportive spaces.

 

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