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Mujeres y niñas latinoamericanas comparten violencias y poca atención de los gobiernos

Miriam González Sánchez/CIMAC Noticias

 

Sin importar el país, mujeres y niñas de la región Latinoamericana comparten violencia, exclusión, pobreza, abusos, deserción escolar, embarazos forzosos, feminicidio, exclusión laboral y nulo acceso a la salud, así lo compartieron mujeres concejalas y la presidenta municipal de México, Colombia, Chile y El Salvador durante el Conversatorio regional “Experiencias de las mujeres en la política en apoyo a la población, acciones y retos”.

En el evento que se llevó a cabo el pasado 29 de agosto y fue convocado por la organización chilena “Desarrollo Sin Fronteras”, la presidenta municipal de Tlaxcala, México, Anabell Avalos Zempoalteca; la concejala del movimiento político “Estamos Listas en Medellín”, Colombia, Dora Cecilia Saldarriaga Grisales; la concejal de la municipalidad de Viña del Mar, Chile, Laura Gianicci Natoli; y Keyla Cáceres de León, especialista en incidencia parlamentaria y organización comunitaria de El Salvador, coincidieron en que la crisis sanitaria por COVID-19 ha evidenciado las múltiples situaciones de vulnerabilidad a las que se enfrentan las mujeres, no obstante las respuestas de los Estados que no han tomado en cuenta el impacto diferenciado entre mujeres y hombres, convirtiéndose en un reto mayúsculo los esfuerzos que realizan desde sus espacios políticos.

En Medellín, la pandemia exacerbó las violencias que viven las mujeres. Incrementaron los casos de feminicidio, la violencia familiar y sexual. De enero a la fecha han desaparecido 15 mujeres. Sin embargo, pese a que existen varias implementaciones gubernamentales en materia de género, no existe voluntad política para enfrentar estas violencias.

Al igual que en México, hubo un aumento en las llamadas a los números de emergencia por violencia, sin embargo, las denuncias no prosperan pues para el sistema judicial éste continúa siendo un tema accesorio. La violencia contra las mujeres es una pandemia poco visibilizada.

En México, de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública los casos de feminicidio subieron 40 por ciento. De enero a junio, a nivel nacional, se iniciaron 18 mil 884 carpetas de investigación por violencia familiar, de las cuales 2 mil 824 se abrieron en junio, lo que representó un incremento del 18 por ciento comparado con las registradas en mayo.

“Encerramos de golpe a las mujeres con sus agresores, en medio de una cuarentena estricta, en un estado de excepción, con tanquetas en las calles combatiendo el virus, ¿por qué?, lo único que esta acción desencadenó fueron violaciones y desaparición de niñas”, puntualizo Keyla Cáceres, de El Salvador.

“La violencia contra las mujeres en el contexto de la COVID-19 es un panorama igual en toda la región. En Chile, las mujeres se enfrentan a una diversidad de violencias e incremento del trabajo del hogar”, dijo en su oportunidad, Laura Gianicci.

Trabajo de cuidados

Otro tema que cruza a los cuatro países fue el de cuidados. Ante el confinamiento, el trabajo no remunerado de las mujeres se exacerbó. Para Dora Saldarriaga “si no se reconocía el aporte de las mujeres en los cuidados y cómo ellas son quienes sostienen los sistemas productivos de los países, la crisis sanitaria lo puso en la lupa, sin embargo, se sigue mirando como un deber ser de las mujeres”.

El trabajo no remunerado se ha multiplicado en el confinamiento, a las labores de quehaceres del hogar se han sumado el cuidado de personas adultas mayores, de niñez y adolescencia y la instrucción escolar. A nivel mundial los datos demuestran que con cada 2 horas más de trabajo de cuidados diario que tiene una mujer pierde 10 por ciento de trabajo remunerado.

“Para los hombres el tema del cuidado lo tienen resuelto, siempre es una mujer la que lo resuelve”. Mientras que para las mujeres se multiplicó este trabajo, al trabajo remunerado desde casa, se sumó el trabajo del hogar, el cuidado de la familia, y la atención escolar de hijas e hijos. “En una breve encuesta encontramos que para las mujeres se habían incrementado entre 4 y 6 horas de cuidados a diferencia de los hombres”, puntualizó la Concejala de Medellín.

Empleo

En materia de empleo remunerado, en el caso de El Salvador, una parte importante de su economía sobrevive de la industria textil, las maquilas, donde trabaja un porcentaje alto de mujeres adultas con enfermedades crónicas. Con la pandemia, se incrementó la explotación laboral, a los sueldos bajos, se le sumó el despido masivo y el freno en el acceso a la salud. Muchos de los patrones dejaron de pagar las cuotas de salud, bajo la pasividad del gobierno, desde febrero de 2020. “Las mujeres no han podido acceder a la salud; las han despedido sin un pago correspondiente por su trabajo y antigüedad. El gobierno permanece callado”.

Para Viña del Mar este escenario es familiar. Lejos de los reflectores del Festival de Viña del Mar, esta ciudad es donde existe el mayor número de campamentos de extrema pobreza en el país, y el segundo lugar nacional con personas adultas mayores.

“La pandemia nos tomó en un momento brutal. Actualmente no hay ingresos, están cerradas las fuentes de empleo (casinos, hoteles, servicios) y las que más enfrentan estos despidos son las mujeres. Las trabajadoras del hogar son las más golpeadas, y recién en el Congreso se acordaron de ellas”. La pobreza tiene rostro de mujer, sin embargo, aún en la pandemia están invisibilizadas.

Mientras que las personas adultas mayores viven una violencia estructural implícita y empobrecida. Llegar a una edad adulta también implica el empobrecimiento y el olvido de los familiares, donde las mujeres adultas mayores son las que enfrentan las peores condiciones.

Incremento de embarazos en niñas y adolescentes

Otro de los retos que enfrenta la región son los embarazos de niñas y adolescentes. De acuerdo con el Fondo de Población de las Naciones Unidas es posible que 47 millones de mujeres de 114 países de bajos y medianos ingresos no puedan tener acceso a anticonceptivos modernos, por lo que se prevén hasta 7 millones de embarazos no deseados.

En El Salvador, se incrementaron los embarazos en niñas de 10 a 19 años de edad. “Tenemos registrados más de 6 mil embarazos en el contexto de la pandemia. En el segundo trimestre de 2020 hemos registrado un incremento de embarazos de niñas de 10 a 14 años de edad, una violación legitimada por el Estado. Un Estado que se olvidó de poner la mirada de género en cada una de las decisiones que tomó para mitigar esta pandemia”.

En medio del coronavirus, la violencia y la violencia sexual desembocaron en embarazos a una edad muy temprana que limita las posibilidades de las niñas, en medio de Estados que las obligan a tener esas hijas e hijos y que no les dan la libertad de interrumpir un embarazo no deseado que pone en riesgo su salud. Necesitamos garantizar a las niñas un futuro y no la maternidad forzada a la que ahora se están enfrentando. El Instituto Guttmacher calcula que este año se producirán al menos tres millones de abortos en condiciones de riesgo.

Actualmente 90 por ciento de los hospitales en el país son para COVID-19, por lo que no hay monitoreo, seguimiento y, en algunas instituciones, persiste el desabasto de medicamentos. A nivel mundial, se estima que 113 mil mujeres podrían morir por no tener acceso a salud reproductiva durante sus embarazos a raíz de la pandemia.

Acceso a la educación

En materia educativa, las cuatro mujeres coincidieron que en medio de un regreso escolar inminente, la deserción escolar al terminar este año será enorme. En el caso de El Salvador, sólo 17 por ciento de la población tienen acceso a internet, lo que impacta a las niñas y adolescentes de las zonas más marginadas.

“En El salvador a las niñas que no tienen WhatsApp para recibir y enviar tareas, les pidieron ir a la escuela a recoger las guías de trabajo, eso significaba ponerlas en riego porque las calles están llenas de policías y soldados, además que se tenía un control para la salida por lo que su madre, padre o tutor tampoco podían salir todos los días a traer las tareas”, señaló Keyla Cáceres.

Como un acto para romper el aislamiento físico a través de la comunicación virtual, las mujeres coincidieron en que uno de los principales retos que enfrentan en medio de la pandemia es colocar en la agenda pública los retos y necesidades que enfrentan las mujeres de sus países. No puede existir ningún intercambio de ideas, foros, discusiones sin que las mujeres estén presentes. “Ese es nuestro trabajo permanente en estos cargos, que se visibilice dónde están las mujeres, sus retos y necesidades, y con ello construir políticas públicas con perspectiva de género. No se trata sólo de llegar e implementar las agendas que están colocadas sino colocar la agenda de los Derechos Humanos de las mujeres”, coincidieron.

“Estar en el mundo de la política no es fácil, pero sí una oportunidad para hacer un cambio. Un frente común entre mujeres de Latinoamérica. Conocernos más allá de las fronteras. Hay mucho por hacer para cerrar las brechas de género”.

Los Estados necesitan resolver la desigualdad social que nos ha llevado a las mujeres a ser el eslabón más débil en medio de la pandemia. Si no existe una voluntad política para resolver las brechas de género se van a incrementar en los siguientes años, concluyeron.

Fuente e imagen:  CIMAC Noticias

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México: Asesinan a activista trans en Chihuhua, la encuentran sin vida en su propia casa

Mireya Rodríguez era una pieza clave en la lucha por los derechos LGBT en el estado, diversas organizaciones y compañeros han exigido justicia para ella.

Mireya Rodríguez Lemus, fundadora de la Organización Unión y Fuerza de Mujeres Trans, fue asesinada en el interior de su domicilio en el fraccionamiento Solar del Valle en Chihuahua capital.

La activista trans fue encontrada sin vida la madrugada del miércoles, mientras que sus allegados reportaron que no habían tenido noticias de su paradero desde el sábado pasado.

De acuerdo a los primeros reportes, el cuerpo de Mireya presentaba señales de descomposición y violencia, no obstante, la Fiscalía General del Estado no ha dado a conocer los resultados de la necropsia.

Cuando se dio a conocer la noticia a través de diferentes redes sociales, el Comité de la Diversidad Sexual de Chihuahua exigió a las autoridades se esclarezca el asesinato, toda vez que Mireya era pieza fundamental en la lucha por los derechos de igualdad en la comunidad LGBT.

“Hacemos un llamado enérgico a las autoridades del estado y la Fiscalía General para que se abra la carpeta de investigación con perspectiva de género”, demandó la organización CHEROS A. C.

Mireya Rodríguez colaboraba permanentemente en actividades pro igualdad se derechos para la comunidad LGBT y enfocaba parte de su lucha en las trabajadoras sexuales, a quienes les procuraba, en diversas instancias, acceso a un entorno seguro y sin riesgos.

Es importante destacar que Chihuahua es el tercer estado con mayor número de asesinatos LGBT a nivel nacional, de acuerdo a cifras de la organización Letra Ese.

Fuente: https://periodicocorreo.com.mx/asesinan-a-activista-trans-en-chihuhua-la-encuentran-sin-vida-en-su-propia-casa/

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«Si queremos reducir la violencia en los jóvenes debemos prevenir, empezando por las escuelas»

Por: ABC

El pasado jueves 25 de junio se ha celebrado una jornada de debate online bajo el título «Reducir cualquier tipo de violencia en las aulas y en la sociedad», en la que han participado diversas entidades y profesionales del sector educativo como la Fundación Edelvives, la Asociación GINSO, y el programa dide, entre otros, para compartir iniciativas enfocadas a reducir o prevenir la violencia entre los jóvenes y para destacar la importancia de la educación en este ámbito.

Juan Pedro Castellano, director general de la Fundación Edelvives, ha expuesto el programa «No te calles, cuéntalo», nacido en 2018 con el claro objetivo de combatir los abusos sexuales a menores. Este proyecto, ofrece herramientas y material didáctico, dirigido a familias, educadores y los propios mejores con el objetivo de prevenir y de denunciar este tipo de abusos. De hecho, según Arturo Cavanna, coautor del cuento #Notecalles y Director de Desarrollo Tecnológico – Transformación Digital en Grupo Edelvives de Edelvives, «gracias a este proyecto se han detectado e intervenido en más de 70 casos en escuelas españolas ya que, después de trabajar la historia en las aulas, los niños han comunicado los casos de abuso a sus padres o docentes».

Aunque queda mucho por hacer, desde la Fundación Edelvives se destaca la importancia de educar para prevenir situaciones de violencia tanto en el entorno escolar como fuera de él. «No podemos olvidar que el 70% de los casos de abuso sexual a menores se producen en el hogar. En España ha habido más de 3.000 denuncias relativas a abusos a menores durante el confinamiento». Es por ello por lo que programas como «No te calles, cuéntalo» buscan sacar a la luz estos casos de violencia a menores a través de la educación.

En esta línea, la Fundación Edelvives, junto con Google, y la colaboración de la Fundación ANAR, y la Guardia Civil, han apadrinado una herramienta llamada «Safe School» para que los niños o adultos puedan denunciar cualquier tipo de abuso. Esta plataforma desarrollada por Arturo Cavanna y seleccionada por la Academia de la Innovación de Google, contará con una aplicación y extensión para Chrome que será lanzara en octubre y que estará disponible en los dispositivos de las escuelas que los habiliten.

Educar, la clave para prevenir la violencia

En la jornada digital sobre violencia en los jóvenes también han participado José Luis Sancho, director clínico del programa RECURRA Ginso, y Javier Urra, presidente de la Comisión Rectora de Recurra GINSO. Ambos ponentes han explicado cómo abordan la prevención de la violencia desde el programa RECURRA Ginso, señalando que la educación es la clave para prevenir la violencia en los jóvenes, en concreto el acoso escolar dado que «es una de las principales causas de suicidio infanto-juvenil», según ha recordado Javier Urra durante su intervención.

Para ello, RECURRA Ginso cuenta con el programa Generación Convive, un programa de convivencia escolar que conjuga tecnología y educación y que trabaja la educación en valores y la inteligencia emocional. «Todo ello para evitar que sea necesario intervenir. Nuestra experiencia nos dice que muchas de las conductas violentas que se ven en los jóvenes son conductas aprendidas y ensayadas, por eso la prevención y la educación desde las escuelas es tan importante», ha recalcado José Luis Sancho.

Desde RECURRA Ginso han querido destacar además la importancia de recuperar en la escuela una virtud esencial, que es la humildad. «Cuando se educa a un menor en la humildad, esto les invita a auto cuestionarse, a asumir que no son poseedores de la verdad, a generar curiosidad científica y a intentar ver que el otro también es valioso y tiene algo que decir», ha puntualizado José Luis Sancho.

Identificación temprana de las dificultades

díde es una herramienta educativa de información de las necesidades educativas de los menores que ayuda a identificar tempranamente sus dificultades recogiendo información de las personas que mejor los conocen: sus padres y profesores.

Como bien es sabido, una vez que se conoce qué niños tienen predisposición a desarrollar estas conductas y se tiene conocimiento de qué le sucede al menor, se puede hacer la intervención que se requiera y manejar estos perfiles con las familias y los profesores desde los 4 años.

Con la metodología díde (creada por especialistas en educación, psicología y nuevas tecnologías) es posible, a través de unos cuestionarios digitales que responden padres y profesores, buscar un patrón en todo un curso para identificar tempranamente a niños/as que puedan presentar este perfil.

Mesa de debate

La mesa de debate organizada por la Fundación Edelvives, Díde, GINSO y NivelA, y retransmitida a través de elcolesiguetv, ha contado además con la colaboración de Arturo Cavanna director de Desarrollo Tecnológico y Transformación Digital en GRUPO EDELVIVES, Ana Cobos, presidenta de la asociación de orientadores de España COPOE y profesora en Universidad de Málaga, Google for Education, Óscar Belmonte, especialista en educación en el departamento de sensibilización y políticas públicas de UNICEF España, Ricardo Lombardero, founder & CEO LOMBER Soluciones. Creador del Método LOMBER©, Francisca Escobero, 0rientadora educativa, presidenta de la Asociación para la defensa de la inclusión educativa de Extremadura y óscar A. Pérez Sayago, Secretario General de la Confederación Interamericana de Educación Católica – CIEC.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-si-queremos-reducir-violencia-jovenes-debemos-prevenir-empezando-escuelas-202007060211_noticia.html

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Pensar la pandemia: una mirada desde la filosofía

Programa Universitario De Estudios Sobre La Ciudad/UNAM

La Dra. Paulina Rivero Weber, directora del Programa Universitario de Bioética (PUB) de la UNAM, apuntó que “la violencia contra las mujeres y las niñas, la obesidad y la diabetes, han sido las epidemias mexicanas previas a la COVID-19, que existen desde hace muchos años y que son más peligrosas incluso que el virus SARS-CoV-2, la pandemia ha sido una lupa frente a problemas que ya existían de manera previa”.

Expresó que la experiencia más fuerte de esta emergencia sanitaria ha sido ver de cerca la muerte, que se ha hecho presente en muchos de los hogares. “El amor a la vida con una encausada creatividad son los dos grandes aliados para quienes hemos pasado por momentos dolorosos ante la pandemia y cualquier situación adversa, ser creativos para que incluso el encierro pueda tener novedades”.

Así lo expuso durante la conferencia “Pensar la pandemia: una mirada desde la filosofía”, que forma parte del ciclo La Ciudad y la Pandemia que organiza el Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad (PUEC) el pasado 19 de agosto.

La también profesora de la Facultad de Filosofía de la máxima casa de estudios dijo que la idea de hacer provechosa cualquier experiencia, le remite al poeta y filósofo Antonio Machado, quien decía que “la verdadera labor poética consiste en transformar la hiel en miel”, es decir las experiencias más dolorosas en algo positivo.

Aludió al filósofo alemán Friedrich Nietzsche quien, desde la enfermedad, construyó todo su pensamiento como una oda a la vida. Él decía que ésta es dolorosa en sí misma, es la forma de ser de la existencia, “esta pandemia ha manifestado la enfermedad y la muerte de una manera brutal y más que ser parte de la vida, son su forma misma, es mortal siempre, la diferencia está en lo que somos capaces de hacer con nuestro dolor y nuestras frustraciones ante la fragilidad de la vida”.

Otro aspecto donde puso énfasis es en la epidemia de obesidad y sobrepeso existente desde antes de la pandemia. En México, en las últimas cinco décadas “la salud fue entregada a la industria de la comida procesada” y la emergencia sanitaria hizo evidente los daños a la salud y hasta el peligro mortal por ingerir alimentos procesados que nos colocan en los primeros lugares a nivel mundial por obesidad y sobrepeso.

Por ello recalcó la necesidad de ofrecer opciones de alimentos sanos a la población aunado a una política que priorice la educación física y la educación de la nutrición, en lugar de políticas prohibicionistas.

Igualmente enfatizó el aumento de la violencia de género durante el encierro. Precisó que aumentaron el número de llamadas de auxilio de mujeres para denunciar violencia familiar. De acuerdo con la Sección de América Latina y el Caribe del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, tan solo el primer mes de aislamiento en México, las llamadas de auxilio aumentaron un 80 por ciento.

Además, cada año alrededor de 243 millones de mujeres entre los 15 y 49 años en todo el mundo sufren violencia sexual o de otro tipo, y en México, una de cada tres la han padecido. Es urgente erradicar la violencia contra las mujeres y concientizar a la población sobre los primeros síntomas de ésta para detectarla a tiempo antes de que sea demasiado tarde.

Este material se comparte con autorización de UNAM Global

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México: extrema violencia y hambruna viven comunidades desplazadas de Chiapas

Luis Enrique Aguilar/desinformemonos.org

 

Cientos de familias tsotsiles de Aldama están en riesgo de padecer hambruna por el desplazamiento forzado e intermitente derivado de los recientes ataques armados de un grupo paramilitar del municipio de Chenalhó, en la región de Los Altos de Chiapas.


Los ataques con armas de alto poder por parte del grupo paramilitar se incrementaron en cantidad y frecuencia desde el pasado 13 de agosto, sin que las autoridades hayan intervenido para mediar el conflicto.

Los tsotsiles desplazados utilizan casas en construcción y escuelas como refugios temporales, mientras que otros buscaron asilo con familiares al estar imposibilitados de entrar a sus tierras de cultivo por temor a ser asesinados.

La presión de los paramilitares de Chenalhó que mantienen ataques constantes día y noche es para tomar posesión de 60 hectáreas que han pertenecido históricamente a los tsotsiles de Aldama. Las intervenciones del gobierno han sido insuficientes para detener la violencia, a pesar de que los pobladores de Aldama han solicitado en numerosas ocasiones su participación para detener el conflicto.

Fuente:https://desinformemonos.org/extrema-violencia-y-hambruna-viven-comunidades-desplazadas-de-chiapas/
Imagen: Luis Enrique Aguilar
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Indignación contra la estulticia de ciertos grupos de la población brasilera

Por: Leonardo Boff

Cuatro sombras oscuras se abaten sobre un país solar que nunca pudieron ser disipadas por nuestra conciencia e inconsciencia colectivas:

La sombra del genocidio de los pueblos originarios, los primeros dueños de estas tierras. De seis millones que eran, quedaron solamente un millón, la mayoría por no poder soportar el trabajo esclavo o por las enfermedades de los invasores contra las cuales no tenían ni tienen hoy inmunidad.

La sombra de la colonización que ha saqueado nuestras tierras y nuestras selvas y nos ha hecho dependientes siempre de alguien de fuera, impidió forjar nuestro propio destino.

La sombra de la esclavitud, nuestra mayor vergüenza nacional, por haber convertido a la gente traída de África en esclavos y carbón para ser consumidos en los ingenios azucareros. Nunca vistos como personas e hijos e hijas de Dios sino como “piezas” para ser compradas y vendidas, construyeron casi todo en este país. Y hoy en día, considerados perezosos y con frecuencia encarcelados, constituyen más de la mitad de nuestra población, arrojados a las periferias. Soportan el odio y el desprecio que antes se imponía a sus hermanos y hermanas de la Senzala y que ahora se les transfiere con violencia, como lo demuestra el sociólogo Jessé Souza (A elite do atraso: da escravidão à Lava Jato, 2007, p.67), hasta que pierden su sentido de dignidad.

La sombra de las élites atrasadas que siempre han ocupado el estado frágil, usándolo para su beneficio. Nunca forjaron un proyecto de nación que incluyera a todos, sino, con las artes perversas de reconciliación entre los ricos, un proyecto solo para ellos. No bastaba con despreciar a los marginados, sino que había que molerlos a palos por si se levantaban, como ocurrió varias veces en su heroica historia de resistencia y rebelión.

Cuando un superviviente de esta tribulación, a través de caminos de piedras y abismos, se convirtió en presidente e hizo algo para sus hermanos y hermanas, pronto crearon las condiciones perversas para destruir su liderazgo, excluirlo de la vida pública, y finalmente bajarlos del poder a él y a su sucesora. Esta sombra ha adquirido los contornos de una “tormenta procelosa y nocturna sombra” (Camões), bajo el actual gobierno que no ama la vida, pero exalta la tortura, alaba a los dictadores, predica el odio y deja al pueblo a su suerte, atacado letalmente por un virus, contra el que no tiene ningún plan de rescate e, inhumano, se muestra incapaz de cualquier gesto de solidaridad.

Estas sombras, por ser una expresión de deshumanización, anidaron en el alma de los brasileños y rara vez pudieron conocer la luz. Ahora se han creado las condiciones ideológicas y políticas para ser lanzadas al aire como las lavas de un volcán, hechas de ofensa, de violencia social generalizada, de discriminación, ira y odio de grandes porciones de la población. Sería injusto culparlas a ellas. Las élites del atraso se han internalizado en sus mentes y corazones para hacerlas sentirse culpables de su destino y así acabar haciendo suyo el proyecto de aquellas, que, en realidad, va en su contra. Lo peor que puede suceder es que el oprimido internalice al opresor con un engañoso proyecto de bienestar, que le será negado siempre.

Sérgio Buarque de Holanda en su conocido libro Las raíces de Brasil (1936) difundió una expresión, malinterpretada en beneficio de los poderosos, de que el brasileño es “un ser cordial” por la llaneza de su trato. Pero tenía un ojo observador y crítico como para añadir a continuación que “sería un error suponer que esta virtud de la cordialidad puede significar buenas maneras y civismo” (p. 106-107), pues “la enemistad puede ser tan cordial como la amistad, ya que ambas nacen del corazón” (p. 107, nota 157).

En el momento actual, lo “cordial del incivismo” brasilero irrumpe del corazón, mostrando su perversa forma de ofensa, calumnia, palabras gruesas, noticias falsas, mentiras directas, ataques violentos a los negros, los pobres, los quilombolas, los indígenas, las mujeres, a los políticos de oposición LGBT, hechos enemigos y no adversarios. Ha estallado, violenta, una política oficial, ultraconservadora, intolerante, de connotaciones fascistoides. Los medios de comunicación social sirven de arma para todo tipo de ataques, desinformación y mentiras que muestran espíritus vengativos, mezquinos e incluso malvados. Todo esto forma parte de la otra cara de la “cordialidad” brasilera, hoy en día expuesta a la luz del sol y a la abominación mundial.

El ejemplo viene del propio gobierno y de sus seguidores fanáticos. De un presidente se esperarían virtudes cívicas, y el testimonio personal de valores humanos que uno quisiera ver realizados en sus ciudadanos. Por el contrario, su discurso está lleno de odio, desprecio, mentiras y vulgaridad en la comunicación. Es tan inculto y estrecho de miras que ataca lo que es más preciado para una civilización, que es su cultura, su saber, su ciencia, su educación, las habilidades de su pueblo y el cuidado de su salud y de la riqueza ecológica nacional.

Nunca en los últimos cincuenta años se ha apoderado de ningún país una barbarie tan grande como en Brasil, acercándolo al nazismo alemán e italiano. Estamos expuestos a la irrisión mundial, convertidos en un país paria, negador de lo que es el consenso entre los pueblos. La degradación ha llegado al punto en que, el jefe de estado, realiza el humillante rito de vasallaje y sumisión, al presidente más extraño y “estúpido” (P. Krugman) de toda la historia norteamericana.

Nuestra democracia ha sido siempre de baja intensidad. Hoy en día se ha convertido en una farsa, porque no se respeta la constitución, se pisotean las leyes y las instituciones sólo funcionan cuando los intereses de las empresas están amenazados. La propia justicia se hace cómplice ante las clamorosas injusticias sociales y ecológicas, como la expulsión de 450 familias que ocupaban una hacienda abandonada, transformándola en un gran productor de alimentos orgánicos; saca a la fuerza a los niños aferrados a sus cuadernos y destroza sus escuelas; tolera la deforestación y las quemas del Pantanal y de la selva amazónica y el riesgo de genocidio de naciones indígenas enteras, indefensas ante la Covid-19.

Es humillante ver que las más altas autoridades no tienen el valor patriótico de dirigir, dentro del marco legal, la remoción o el impeachment de un presidente que muestra signos inequívocos de incapacidad política, ética y psicológica para presidir una nación de las proporciones de Brasil. Se puede hacer amenazas directas de cerrar el más alto tribunal, hacer declaraciones de volver al régimen de excepción con la represión estatal que ello implica, y no pasa nada, por razones arcanas.

La oposición, duramente difamada y vigilada, no consiguen crear un frente común para oponerse a la insensatez del poder actual.

No se debe culpar al pueblo de la degradación de las relaciones sociales, especialmente entre la gente sencilla, sino a las clases oligárquicas atrasadas que han logrado internalizar en él sus prejuicios y su visión oscurantista del mundo. Estas clases nunca han permitido que arraigase aquí un capitalismo civilizado, lo mantienen como uno de los más salvajes del mundo, ya que cuenta con el apoyo de los poderes estatales, legales, mediáticos y policiales para derribar cualquier oposición organizada. La “racionalidad económica” se revela descaradamente irracional debido a los efectos perversos sobre los más desvalidos y sobre las políticas sociales dirigidas a los que más sufren socialmente.

Este es un texto indignado. Hay momentos en que el intelectual se obliga, por razones de la ética y la dignidad de su oficio, a dejar el lugar del saber académico y venir a la plaza a expresar su ira sagrada. Para todo hay límites soportables. Aquí superamos todo lo que es soportable, sensato, humano y mínimamente racional. Es la barbarie instituida como política de Estado, envenenando las mentes y los corazones de muchos con odios y rechazos, que lleva a la frustración y a la depresión de millones de compatriotas, en un contexto de los más atroces, que nos ha arrebatado por el virus invisible a más de cien mil seres queridos. Guardar silencio sería rendirse a la razón cínica que, insensible, es testigo del desastre nacional. Se puede perder todo menos la dignidad del rechazo, de la acusación y de la rebeldía cordial e intelectual

Fuente:  http://www.servicioskoinonia.org/boff/articulo.php?num=100

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Como un enorme elefante blanco

 Por: Ilka Oliva Corado

 

Lleva apareciendo en mi televisor varias semanas, pero me hago la desentendida y busco películas por otro lugar, es un documental sobre la violencia que vivieron las comunidades indígenas en Guatemala en el tiempo de dictadura. Qué fácil poder cambiar de canal o fingir que una imagen no está en la pantalla de un televisor. Más de 200 mil desaparecidos, dice en letras grandes, pero yo no lo quiero ver, no ahora que estoy relajándome viendo documentales sobre cultura, gastronomía y cualquier otra cosa menos sobre lo que duele. Qué fácil, insisto, poder cambiar de canal y fingir que esa imagen no existe, por lo menos momentáneamente.

Decir, hoy no quiero ver tal cosa, poder elegir. Pero esas miles de familias que vivieron la violencia por parte del Estado en Guatemala no tuvieron opción de nada, fueron masacradas, torturadas, desaparecidas. ¿Cuántos fueron en realidad? Oficialmente acaso 200 mil, pero  cuántos fueron.  ¿A cuántas niñas, adolescentes y mujeres violaron?, ¿cuántas quedaron embarazadas de esa violación?, ¿qué fue de ellas?, ¿qué fue de todas esas familias que salieron al exilio, huyendo? Dejaron en el camino todo, muchas dejaron hijos, cónyuges, padres, hermanos desaparecidos, asesinados. Muchas nunca lograron el retorno y estas personas murieron en el exilio, no solamente lejos de su tierra, pero lejos de la justicia, una justicia que aún no llega.

200 mil, en letras grandes y yo cambio de canal. ¿Cómo le hicieron para sobrevivir todos estos años? Me refiero al dolor, al estigma, a la pérdida, con el delirio, con las ganas de gritar en una sociedad racista, clasista y haragana que se niega  a pronunciar  siquiera la palabra genocidio mucho menos a reconocerlo. A reconocer que en Guatemala hubo crímenes de lesa humanidad. Y el tiempo sigue pasando y la memoria histórica se empolva cada día más, abandonada, solitaria, despojada en el olvido colectivo. Porque nos empeñamos en hablar del presente sin atrevernos a pronunciar los nombres de los desaparecidos, sin hablar de justicia, sin leer de historia, sin devolver lo robado. Sí, sin hacer como sociedad que los que se robaron devuelvan lo que les quitaron a tantas comunidades que hasta el día de hoy siguen peregrinando porque las arrancaron de sus tierras. Tierras que hoy tienen las grandes franquicias de la estafa en contubernio con un Estado opresor, con la misma tiranía de siempre.

Cómo fue la vida de aquellos jóvenes que hoy son abuelos, el hilo emocional que traspasaron a las generaciones de hijos y nietos. Es fácil olvidar lo que nos cuestiona y encara como sociedad, tan fácil como cambiar de canal en un televisor. Pretender es lo más común, fingir que nada pasó, que otros fueron los culpables y que lo mejor será borrón y cuenta nueva. ¿Y los niños que desapareció el Estado en los tiempos de dictadura? ¿Cómo han vivido todos estos años, qué fue de ellos, de sus familias de sangre? La ausencia, el vacío, la búsqueda, la frustración, el dolor, la insistencia o la resignación. 200 mil, por decir un número pero, ¿y las fosas clandestinas? ¿Los que andan hoy en los 40 años viviendo en algún lugar del mundo con un apellido distinto, en otras familias, tendrán pesadillas o les habla el inconsciente acerca de un pasado en otro lugar, con otras personas? ¿Y los padres que perdieron a sus hijos?, ¿cómo vivieron todos estos años? ¿Los que sobrevivieron a las torturas? 200 mil, y cambio de canal.

Y la justicia ausente y la impunidad perversa. Retrocedemos en cada elección presidencial, siempre le apostamos al más ruin porque nos representa a cabalidad, al más machista, al más racista, al más clasista, al más pedante, al más estafador y lo aplaudimos porque es un espejo donde nos reflejamos. Porque no nos importa lo que les pasó a los otros, lo que viven los otros: los ultrajados, empobrecidos, excluidos que obligamos a emigrar. 200 mil hace 40 años pero vemos que hoy en día, grupos armados  que son enviados por las oligarquías se roban las tierras de poblaciones completas, entran a comunidades y les queman sus casas, sus siembras y los sacan de sus tierras como en los tiempos de aquella otra dictadura y no miramos pero ni soslayo para allá. Mejor cambiamos de canal, de página, de red social. Porque es mejor fingir, no ver, no saber, que hacer algo al respecto.

Por eso hundimos cada día más a Guatemala, porque permitimos con nuestra pasividad y desmemoria que los ruines hagan y deshagan con los más vulnerados. Podremos cambiar de canal, no ver documentales, no leer los libros que cuentan los testimonios o verlos, leerlos y ya cambiar de hoja, ignorar a los sobrevivientes aunque vivan en la casa siguiente, o limpien nuestras casas,  encerrarnos en nuestra pequeña y mísera burbuja de comodidad pero eso no elimina la realidad ni el pasado; estamos caminando sobre huesos de masacrados en las innumerables fosas clandestinas que hay a lo largo y ancho del país. Y esos huesos hablan, son la memoria histórica que aunque nos neguemos a ocultar está ahí como un enorme elefante blanco.

Y muy a pesar nuestro, de nuestra desidia, de cuando en cuando se producen encuentros entre familiares que la dictadura separó, muchos cuando apenas eran unos niños. Cada abrazo entre hermanos, entre padres e hijos, entre abuelos y nietos que tenían 40 años de no verse, de darse por muertos, es un triunfo de la vida ante la opresión, ante la injusticia, ante la desmemoria colectiva. Cada encuentro es  un botón  de la esperanza que nos dice que no importa qué tan poderosa sea la impunidad, siempre la honra de la vida florecerá.

Así nos lo mostró el reciente reencuentro entre las hermanas Teresa Pérez Ramos  y Teresa Pérez Rodríguez que después de 38 años separadas se volvieron a ver. La señora Teresa Pérez Rodríguez desapareció durante la dictadura cuando apenas tenía 9 años. El reencuentro se produjo en el departamento del Quiché, en el municipio de Chajul el 5 de agosto de 2020. El departamento de Quiché fue uno con los que más se ensañó el Estado en tiempos de dictadura, la mayor parte de su población es indígena. Este reencuentro debería tener a Guatemala entera brincando de felicidad.

Fuente e imagen: https://cronicasdeunainquilina.com

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