Por: La Prensa
No es secreto que en Panamá el sistema educativo deja mucho que desear. Los temas y habilidades que le estamos enseñando a nuestros estudiantes no es lo más adecuado para prepararlos al ambiente laboral competitivo y globalizado ni de hoy ni mucho menos del futuro. Si bien estamos mejorando, es a un ritmo que no es proporcional a lo que requerimos para convertirnos en un país aún más dinámico a las fluctuaciones de mercados por razones externas. Entonces, ¿cuáles son los trabajos que tendrán más demanda dentro de 10-15 años y cómo podemos asegurar que nuestros estudiantes y profesionales se estén preparando para los mismos?
Según el “MGI Skills Shift Automation and Future of the Workforce”, la automatización e inteligencia artificial serán los impulsadores principales del cambio que veremos en las labores que se realizan dentro de las empresas. El aumento principal de requerimiento de habilidades será en: habilidades tecnológicas (un aumento de 55%) y habilidades sociales y emocionales (aumento de 24%). Las habilidades que se verán desplazadas serán principalmente la entrada de datos (descenso de 15%) y operación de equipos genéricos (descenso de 14%).
¿Cuáles son los trabajos y habilidades que se van a requerir?
En cuanto a tecnología, se van a requerir más profesionales en programación, análisis de datos, ingeniería tecnológica, investigación y desarrollo, desarrollo de software, estadística y robótica.
En cuanto a habilidades sociales y emocionales, se va a requerir mayor cantidad de personas con habilidades de comunicación y negociación, liderazgo, toma de iniciativa, docentes, gerentes, desarrollo de negocios y entrenadores.
¿Cuáles son los trabajos y habilidades que se van a requerir menos?
Operación y navegación de equipos generales, inspección y monitoreo, ingreso de datos, escritura avanzada y reparación de equipos.
¿Entonces, si sabemos que los trabajos del futuro están cambiando, qué podemos hacer para asegurar que Panamá aumente su nivel de competitividad?
El enfoque en realizar cambios dentro de la educación panameña ha cambiado cada cinco años. Sin lugar a dudas, enfocarnos en la creación de políticas de Estado, en vez de políticas de gobierno, le dará mayor rango de movimiento a aquellas personas encargadas de asegurar un nivel de educación meta a 5, 10, 15 y 20 años. Es la diferencia entre tener una visión cortoplacista y crear un país donde el enfoque de la educación es la competencia.
Según el Banco Mundial, los retos principales que vemos en Panamá no son exclusivos de nuestro país centroamericano. Podemos notar que los retos se comparten con los demás países de la región. Entre todas las oportunidades de mejora, hay dos que resaltan, que pudieran ser: la calidad de la formación de docentes y el acceso y uso eficiente de la tecnología en las aulas.
La tarea de atraer a docentes altamente capacitados y con vocación no es una fácil ni que se debe tomar a la ligera. Atraer talento en educación es muy similar que atraer talento en otras industrias. Hay que asegurar que los salarios sean competitivos y atractivos, que las herramientas que se utilicen dentro del aula sean conducentes al aprendizaje y que la cantidad de estudiantes por salón se mantenga bajo. Esta mezcla, junto con encontrar una manera que tengamos suficientes profesores a mediano plazo, puede ser el punto de inflexión para atraer a un mayor número de profesionales en orientarse hacia ser docentes y realmente preparar al país para dar lo mejor de sí.
Fuente: https://www.prensa.com/opinion/Empleo-futuro-educacion-pasado_0_5397210270.html