Novela: Nada

Reseña: La novela Nada, de Janne Teller, traducción del danés por Carmen Freixenet, narra circunstancias donde conspiran: el arma cerca, emociones confusas, ciudad violenta, redes sociales, videojuegos, discursos de odio, vacíos afectivos, presiones adolescentes, resistencia a la espiritualidad, desilusión, desesperación… una se suma a otra. Este material escrito fue rechazado en un principio por las editoriales, pero hoy es lectura recomendada en las preparatorias del mundo.

Es la historia de Pierre Anthon, un adolescente que deja de ir a la escuela porque está desilusionado de la vida. Sus compañeros quieren demostrarle que vale la pena vivir, pero en el intento, la violencia escala, –unas muletas, sacrificios de animales, violación, asesinato–. «Quiero que la gente haga las paces con el Pierre Anthon que todos llevamos dentro».

Aparentemente, este es un cuento para niños (o para adolescentes, como comenta la autora) pero, a medida que la narración avanza, entenderemos que el extremo de crueldad al que se llega en sus páginas es sólo apto para adultos. Pierre Anthon decide subirse a un ciruelo y pasar allí los días cuando descubre que la vida no tiene sentido y no vale la pena hacer nada, ni esforzarse por nada porque, finalmente, es esto lo que significa todo: nada. “Todo da igual” –dice él- “Existir no merece la pena en absoluto”. Sin embargo, los compañeros de Pierre Anthon (alumnos de séptimo curso) tendrán una misión: demostrarle que sí hay cosas que importan. Ellos le harán bajar del ciruelo. Así que, se proponen un objetivo: crear un “montón de significado”, es decir, una acumulación de objetos que tengan un especial valor para ellos y que prueben a Pierre Anthon como existen cosas por las que vale la pena vivir. Estos objetos podrán ser tales como un antiguo casete de los Beatles, libros releídos de Dungeons & Dragons o un balón de futbol. La narradora de la historia (Agnes), por ejemplo, deberá donar sus sandalias verdes con plataforma al montón; pero lo hará por una buena causa.

Hasta aquí tenemos el cuento para niños, que parece coherente y, podemos predecir, acabará con final feliz; Pierre Anthon se dará cuenta de su error. Sin embargo, se presenta un momento en la narración  en  el que los objetos que van a parar al montón adquieren un matiz de significado distinto, con una mayor nivel de importancia. Se empezará con “objetos vivientes” -como el hámster de Gerda- pero se continuará con otros como tumbas profanadas, animales decapitados o partes del cuerpo mutiladas. Es en este momento cuando el cuento da un giro hacia la pesadilla, pudiendo provocar, incluso, la incomodidad del lector, pero nunca dejándole indiferente.

Cada personaje simboliza un aspecto de la sociedad, siendo el piadoso Kai el representante de la religión cristiana, así como Hussain el de la musulmana. La necesidad de encontrar sentido y “el significado” hace que los personajes vayan olvidando, paulatinamente, los rasgos que los caracterizan y que los hacen únicos en representar un carácter determinado y se vayan obsesionando en esta búsqueda que les hará olvidarse de ellos mismos y los llevará a la perdición, saltando por encima de sus antiguos valores o principios (que ya, como niños, tenían). Empiezan a hacer trampas y organizan estrategias para no realizar las tareas que les son adjudicadas en el grupo y así, poco a poco, van perdiendo la inocencia que les protegía de la crueldad del mundo que, finalmente, experimentarán en su propia piel. Se despierta la parte oscura que existe en el interior de cada personaje y se afirman barbaridades tales como: “Lo que iba a acontecer era un sacrificio necesario en la lucha por el significado” (p. 107)

A partir de aquí, surgen las preguntas filosóficas que se plantean en este cuento, cuando la obsesión por encontrar esta verdad (como muchos de los pensadores de todos los tiempos la nombrarían) se convierte en el último fin de los alumnos de séptimo; llevando a algunos a perder el juicio y a otros a pavonearse –creyéndose famosos o importantes- cuando críticos de arte, museos y shows televisivos americanos se interesan por su “montón de significado”, llegando a considerarlo una obra de arte que trata sobre el sentido de la vida y valorándolo con una suma elevada de dinero. Aquí observamos el sinsentido que a veces puede provocar la exagerada búsqueda de sentido; llevando incluso a la muerte, las guerras entre distintas religiones (que se pelean por poseer la exclusiva de esta verdad) y generando el odio entre unos y otros, provocado siempre por esta incógnita última de todos los tiempos que la Humanidad se ha ido planteando, era tras era. ¿Cuál es el significado? O, mejor aún, ¿dónde está el límite?

–resume la autora–. «El cuento no tiene un final feliz, pero nosotros podemos tenerlo, si no le tememos a las cuestiones importantes de la vida. En vez de tener miedo de la existencia, hay que considerarla como un regalo fantástico».

Link de descarga: http://sumroad.com/wp-content/uploads/2013/11/Teller-Janne-Nada.pdf

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