Page 1194 of 2424
1 1.192 1.193 1.194 1.195 1.196 2.424

Veracruz una esperanza para la educación, que urge traducir en proyecto comunitario.

Por: Oswualdo Antonio González. Director General del Portal Insurgencia Magisterial. 03/07/2018 

En política, es muy difícil contar con condiciones óptimas para el impulso de proyectos alternativos desde lo instituido.

En el caso de Veracruz, diversos factores se han conjugado para que esta situación óptima sea posible. Vamos a mencionar algunos de éstos factores y posteriormente bosquejar un modo de traducir la esperanza que trae consigo esta situación ideal, en Proyecto.

Una esperanza a nivel mundial

Después de la “caída” o “derrocamiento” de los llamados gobiernos progresistas, un reposicionamiento del neoliberalismo y sus empresas trasnacionales se sentía en el horizonte. Con una voracidad nunca antes vista enfilaban sus estrategias para “devorar”, por ejemplo, el agua de los pueblos, todos sus recursos naturales y traducir, todo, todo, a mercancía.

El triunfo de Obrador en las elecciones para la Presidencia en México, significó el encendido de una esperanza para todo el continente. Las condiciones están dadas para que México pueda recibir asistencia, acompañamiento, asesoría, cooperación, de cualquier país hermano. Todo un cúmulo de experiencias, conocimientos y relaciones construyendo otros mundos posibles.

Para el caso de Veracruz, las condiciones son muy alentadoras, por primera vez se tendrá un gobierno estatal de “oposición”, con mayoría en la Cámara de Diputados y con una fuerte representación en el Senado y la Diputación federal. Incluso la capital del estado es gobernada por MORENA. La mesa está puesta, no hay ningún impedimento, político, legal o económico para crear ciudades “ideales”. El límite es el conocimiento, la experiencia y las relaciones de cooperación que se puedan tejer.

Personalmente participo en dos articulaciones internacionales, que desde este momento ponemos a disposición de los diseñadores de programas del próximo gobierno: un grupo de trabajo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), en el que participo como Secretario Técnico y el cual tiene su sede en Argentina y el conocimiento acumulado del Observatorio de Reformas Educativas y Políticas Docentes del IESALC-UNESCO, del cual soy representante en Veracruz y tiene como sede Venezuela.

Una esperanza a nivel nacional

Las condiciones de Veracruz son ideales para el diseño y piloteo de una forma no neoliberal de concebir la educación pública. Veracruz puede darle al gobierno federal referentes empíricos para el diseño de la política educativa de la esperanza.

Por ello, Veracruz no puede malgastar la esperanza de miles de veracruzanos intentando parchar una Reforma educativa neoliberal. Están dadas las condiciones para construir desde abajo, desde los cimientos, esas decisiones que no se ven, pero que anclan lo educativo en el entramado histórico comunitario. La fuerza legislativa puede traducir posteriormente esas esperanzas que se viven en las comunidades en un nuevo marco legal para la educación pública.

Dejar de tomar al neoliberalismo como referente en educación

Un primer reto es dejar de usar categorías neoliberales para construir propuestas contraneoliberales, los colegas de Cortocircuitos han propuesto que en lugar de Calidad, podemos usar Felicidad o Herman Van de Velde, en lugar Competencia, Cooperación. El reto es construir nuevas categorías desde el dialogo con los otros. Este pensar de manera distinta las realidades, es ya en sí, un proceso de desmontaje cultural e ideológico. Las categorías con las que pensamos y andamos el mundo, no son neutrales.

Un segundo reto que tenemos enfrente, es no caer en la tentación de construir un Modelo educativo alternativo y reproducir con ello toda la lógica neoliberal curricular (diagnóstico, diseño, piloteo, implementación, capacitación, evaluación…).

Lo comunitario, iniciar construyendo un corazón nuevo

La lógica neoliberal ha destrozado lo que llamamos educación pública. Nada bueno puede salir, si solo nos planteamos parchar o introducir cambios parciales a una estructura neoliberal.

La propuesta es construir en, desde y para lo comunitario.

Demos este primer paso, cambiemos el campo de juego, los jugadores y las reglas.

La votación masiva a favor de MORENA es un grito para hacer algo distinto, el tiempo corre, empecemos. Veracruz no necesita una Secretaría de Educación administradora, necesita una instancia capaz de vivir y construir desde lo comunitario.

Fuente: http://insurgenciamagisterial.com/veracruz-una-esperanza-para-la-educacion-que-urge-traducir-en-proyecto-comunitario/

Comparte este contenido:

Quiéreme y así querré cambiar el mundo

Por: Jaume Funes

La educación ética de las personas adolescentes pasa porque puedan experimentar las normas, vivirlas y hacerlas suyas. También porque adquieran interés por lo que ocurre a su alrededor y tengan autonomía.

Los primeros días del mes de mayo llega a las librerías mi último libro sobre los mundos adolescentes (Quiéreme cuando menos lo merezca… porque es cuando más lo necesito, Columna Edicions). Más allá de que lo considere un tipo de testamento adolescente (tengo miedo de no estar al día en una realidad aceleradamente cambiante que necesitas nuevas voces), se trata de un libro que sistematiza las miradas y las atenciones que los niños y las niñas adolescentes necesitan (el resumen de cuatro décadas de estar con ellas y ellos).

Entre ellas, están las miradas y las respuestas éticas. De una manera específica, he dedicado dos capítulos singulares a reflexionar sobre la ética adolescente y sobre su necesidad de buscar explicaciones al mundo en el que viven.

Educar adolescentes no es tan solo hacer una larga gimcana dominando un conjunto e habilidades educativas. Es, fundamentalmente, un reto permanente de educación en valores. No, no podemos dejar la ética a un laco, como si fuese un tema momentos tranquilos, perdidos. Forma una parte central de la posibilidad de devenir adultos últiles en sus vidas.

Los y las niñas en edades adolescentes están inmersos en procesos de construcción personal, no asumen o aceptan lo que viene de arriba, si no que experimentan, han de escoger y decidir, se mueven alternativamente entre polos contradictorios, les invade el malestar o la falicidada indefinida. En este recorrido, unas u otras opciones suponen más o menos sufrimientos propios y ajenos, formas de ser y de convivir con más o menos compatibilidad con su entorno, salidas de la adolescencia o resultados finales hacia diferentes tipo de ciudadanos y ciudadanas jóvenes. En la mayoría de sus cruces, de sus dilemas y dificultades, no es posible ayudarlos sin utilizar los valores. Cuando las familias o los educadores pensamos en estar a su lado y ser útiles en sus vidas, nos preguntan no sobre cómo podemos hacerlo, sino con qué sentido, con qué pretensión, nos interrogan (deberían hacerlo) sobre la hipotética bondad o maldad de nuestros consejos y orientaciones.

No vale, por tanto, cualquier propueta. Hemos de pensar en una “ética evolutiva”. Un conjunto de valores, regllas y lógicas culturales que son especialmente válidas para un tiempo de la vida, que permiten probar respuestas a los dilemas de un ciclo vital. Habrá de tener cinco características:

  1. Una ética adolescente no puede ser normativa. Es decir, no podemos intentar simplemente transmitirles nuestras normas. Siempre estarán hablando de ética vital, de formas de ser, actuar y comportarse que han de conectar con su vida.
  2. No pude ser simplemente transmitida. Los adolescentes no aceptarán la ética como una cosa inevitable para vivir en sociedad. Ha de ser activamente descubierta y construida, ensayada, convertida activamente en algo propio.
  3. No puede ser racional, obedecer a principios y postulados sistematizados a partir de la razón. Hemos de pensar en la ética emocional, porque son sujetos inmersos en olas de emociones y sentimientos.
  4. No puede ser una propuesta para la seguridad, sino una aportación a la educación para la gestión de los riesgos. La ética ha de servirles para tomar decisiones, no para crear un entorno artificial de “pecado” a su alrededor.
  5. Finalmente, no puede ser una propuesta étia de la individualidad. Cualesquiera valores de referencia que propongamos han de tener que ver con alguna comunidad. Todavía son personas que pueden y han de educarse en relación con otros.

Desde otra perspectiva, cuando aplican esta ética a la comprensión del mundo, lo hacen don dos pretensiones:

  • Evitar que falta de criterior los conviertan en ciudadanos que acepten pronto vivir según los dictados del percado;
  • evita que se conviertan en personas frágiles de pensamiento, que con mucha facilidad formen parte de los fanatismos más diversos.

En el libro trato de insistir en que, de la misma manera que se define al buen adolescente como un buen escolar, también pensemos que lo es el adolescente que no cuestiona mucho la realidad que le envuelve. Se espera que el buen adolescente ha de tener buenas notas y ser socialmente conformista. Los otros, no se consideran buenos adolescentes, pero lo suelen ser bastante más y devienen en mejores jóvenes y ciudadanos.

Destino el último capítulo del libro a sugerir cómo algunos días nuestra preocupación adulta debería de cambiar de signo. Si la mayor parte del tiempo nuestra preocupación se centra en los líos en los que se meten, en algún momento deberíamos estar preocupados por si los hijos no se meten en líos. Las familias más angustiadas deberían de ser aquellas con hijos conformistas que hacen nada, en ningún momento, si solos ni acompañados, por cambiar alguna cosa del mundo en el que viven, aunque sea el de su amigo o sus compañeros de clase.

No educamos éticamente, no hacemos posibles otros jóvenes si nuestros adolescentes pueden llegar a convivir con la injusticia y no mueven un dedo por reducirla.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/convivenciayeducacionenvalores/2018/07/04/quiereme-y-asi-querre-cambiar-el-mundo/

Comparte este contenido:

Intercambios de docentes, telarañas de aprendizajes

Por: Victor Saura

Un total de 145 maestros de 28 colegios e institutos han pasado este curso por un ‘centro acogedor’, una experiencia con la que el programa Escola Nova 21 busca la transferencia de buenas prácticas y, por extensión, contribuir a la transformación y mejora del sistema educativo. Hablamos con una maestra acogedora y una residente.

Silvia Domènech es maestra de primaria en la Escuela Ramón Y Cajal de L’Hospitalet, un centro considerado de alta complejidad porque el 90% de su alumnado procede de familias recién llegadas. El curso pasado se incorporó al Pograma Escola Nova 21 y Silia pasó a formar parte del denominado equipo impulsor, el grupo de docentes responsable de la activación y seguimiento del programa en cada centro. Maria José Harto es maestra, también de primaria, en la Escuela La Maquinista, situada en el barrio Bon Pastor y todavía con barracones a pesar de que han pasado 10 años desde que abriera sus puertas. La provisionalidad arquitectónica no ha impedido que haya sido elegida por Escola Nova 21 como un centro referente de formación, ya que su proyecto complía todos los parámetros por lo que tca en organización, evaluacón y fundamentacjión pedagógica. No es de alta complejidad, pero sí que pertenece a un barrio popular, y este factor fue determinante para que las maestras del Ramón y Cajal lo eligieran para su formación.

“Teníamos claro que no queríamos ir a una escuela para acabar pensando qué bonita es y qué bien que lo hacen, y por eso tuvimos un debate muy profundo sobre los aspectos en los que queríamos centrar nuestros aprendizajes”. Sílvia Domènech estuvo una semana en La Maquinista. Tres compañeros más lo harán después, uno por semana. U cuantro más hicieron lo mismo en otro centro referente o acogedor (la terminología ha terminado evolucionando), el CEIP Fluvià, en Poble Nou. En total, los ocho del equipo impulsor han hhecho una semana de residencia. El programa dejaba a la elección de cada colegio que las estancias fueran de un solo docente durante un mes, o de dos durante dos semanas cada uno, o de cuatro docentes una semana cada cual.

En el Ramón y Cajal “queríamos que todos tuvieran la oportunidad de disfrutar de la experiencia”, y de hecho, ha sido la elección mayoritaria. El 55% de los 145 residentes que ha coordinado Escola Nova 21 (con el apoyo del Departamento, que facilitaba la sustitución) han estado una semana; el 42%, dos, y tan solo el 3% ha hecho estancia de un mes. Escola Nova 21 trabaja con 30 centros referentes, públicos y concertados, de primaria y secundaria, con los cuales intenta conseguir lo que denominan “una metodología sistemática de cambio”. Las residencias son una herramienta básica para este propósito.

Sentimiento de pertenencia al grupo

¿Y de qué ha servido esta residencia? La pregunta es posiblemente prematura, ya que las estancias tuvieron lugar entre abril y mayo, y cuando la formulamos los maestros del equipo impulsor del Ramón y Cajal no han terminado de acordar los aprendizajes clave (así los denomina el programa) que trasladarán al claustro de cara al curso que viene. Esta transferencia se ha ido haciendo a lo largo del tercer trimestre, pero se acabará de hacer ahora que se ha cerrado el curso. Lo que parece claro, según explica Silvia, es que los cambios que introduzcan el curso próximo se focalizarán en 1º, y a partir de ahí la idea sería ir subiendo de curso cada año. Si realmente cuajan se verá por tanto a partir de septiembre.

“Una de las cosas que más me han gustado es la visión del alumnado que tienen en La Maquinista, cómo lo hacen para fomentar el sentido de pertenencia al grupo y que nadie se quede fuera”, explica Sílvia Domènech. En La Maquinista trabajan por proyectos, pero a diferencia de otros centros, no eligen uno solo, por votación de aula, sino que intentan acomodar el desarrollo del currículo a todas las propuestas que hacen las alumnas y alumnos a principio de curso. Es decir, que en vez de hacer un único proyecto, hacen muchos simultáneamente (algunos en formato mini) y cada vez que tocan uno lo incorporando a una telaraña que tienen colgada en el techo para que quede constancia. De esta forma de trabajo colectivo llaman al tejido de aula. “Todo el mundo ha de sentir que pertenece al grupo, y todo el mundo ha de sentir que aporta cosas, si alguien queda excluido, todo el grupo sufre”, señala Maria José Haro.

También hacen otras dinámicas que a Silvia le quedan en la retina, si bien de momento no piensa tanto en ellas como para transferirlas a su centro. Como un baúl en el que cada grupo guarda los recuerdos del año, y que se va llenando desde P3 a sexto; se abre al inicio de cada curso para recordar qué se ha hecho y pensar qué se quiere hacer. O en ciclo medio y superior se mezclan los grupos de 3º y 4º y 5º y 6º para trabajar durante una hora diaria en lo que llaman “propuestas”, actividades formativas que tienen un componente más experimental y manipulativo (“por ejemplo, haciendo un gofre se trabaja el peso, la nutrición, el idioma…), donde se respeta el ritmo de aprendizaje de cada cual. “Se hace trabajo en grupo pero también individualmente; lo que intentamos es que cada niño acabe liderando su proprio aprendizaje, y al final cada alumno se autoevalúa y la maestra le hace el retorno para que sea consciente de lo que ha hecho bien o mal y por qué”, comenta Maria José. Sílvia está muy de acuerdo que pasar horas corrigiendo exámentes para dar una nota al alumno sin ninguna explicación “no sirve para nada”.

“Otra cosa que nos llevamos son los espacios de aprendizaje, que de hecho ya estamos haciendo en infantil y que hremos en primero, en el ciclo medio doblaremos los ratos de rincones y también comenzaremos a modificar el trabajo de investigación para hacerlo más transversal”, comenta Sílvia. El uso de las tecnologías en La Maquinista (planificación, compra, gestión, amplicaciones, etc.), así como la gestión y la organización de los recursos materiales y humanos, con la implicación de familias y otros recursos del entorno, son otros aspectos que interesaron al equipo del Ramón y Cajal.

“Por qué hacemos las cosas como las hacemos”

En una encuesta hecha por Escola Nova 21 a 120 residente, el 80% valora la experiancia como “satisfactoria y provechosa”. Si la transferencia de los productos mínimos viables realmente llega a producirse, se sabrá el curso próximo, al final del tercer y último año del programa. El curso 2018-2019 se harán más residencias, y esta vez, algunos de los centros que han enviado residentes, que en el argot de Escola Nova 21 se conocen como centros de la muestra (ya que son 28, y por tanto, una muestra de los 400 adscritos al programa) serán también centros acogedores. Y a la inversa, puede ser que algunos docentes de los centros de referencia puedan hacer residencias, o al menos eso espera Maria José. “Acoger maestros de otros centros es también muy enriquecedor, vienen a saber qué hacer, hacen muchas preguntas y así te obligan a replantearte por qué hacemos muchas cosas como las hacemos”, apunta. En La Maquinista, junto a maestros del Ramón y Cajal, han acogido a docentes de dos centros más. “Son profesionales con experiencia, que observan, preguntan, pero sobre todo te ayudan mucho, y por tanto es un placer tenerlos”, añade.

Junto a estas estancias, Escola Nova 21 ha fomentado el trabajo en red entre centros. Tanto La Maquinista, en el distrito de Sant Andreu, como el Ramon y Cajal, en el barrio de la Torrassa, pertenecen a las diferentes redes que han formado con otras escuelas e institutos de sus entornos geográficos, con los que se han ido encontrando una vez al mes “para compartir prácticas educativas, o debatir sobre la manera de evaluar o la acogida de las nuevas familias”, apunta Maria José. “Todo el mundo tiene cosas que ofrecer –asegura Sílvia–, en nuestro caso, nos ha ayudado a montar estrategias para atraer a las familias, porque las nuestras tienen plena confianza en el centro, pero participan poco, y eso está comenzando a cambiar”.

Se necesitan más horas de coordinación

Sílvia y Maria José están muy contentas con la experiencia, y si bien avisan de que este trabajo más colaborativo por el que parece que tiene que pasar la transformación educativa que promueve Escuela Nueva 21 requiere “de muchas horas de coordinación que los docentes no tenemos”. Opinión expresada por una y ratificada por la otra al instante. “La buena coordinación no puede hacerse a la hora de comer –dice Maria José–; en nuestro caso las propuestas las hacemos durante las tardes, cuando ya se han ido las y los niños”. “Tenemos muy pocas horas de coordinación retribuidas –cuenta Sílvia–, y este tiempo tenemos que dedicarlo a coordinarnos con el resto de compañeros del ciclo, con los servicios sociales, con el CSMIJ, con el EAP y con todas las familias, con las que a veces no basta con una reunión al año… es evidente que no es bastante”.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/07/03/intercambios-de-docentes-telaranas-de-aprendizajes/

Comparte este contenido:

Conductismo High-Tech

Por: Juana M. Sancho

Ante el aumento de las tecnologías ‘persuasivas’, como educadores, primero debemos ser conscientes de que existe para después, insistir en nuestras capacidades de análisis, pensamiento, acción y reacción.

Hace un par de años nos visitó un amigo de Hollywood (Estados Unidos) con sus hijos de 11 y 9 años. Los intensos días de ocio y conversación nos proporcionaron enormes posibilidades para entender el mundo actual. La ambición del mayor, gran aficionado a practicar deportes, era “hacerse rico” lo antes posible. Según él, para poder pasar todo su tiempo con sus hijos. (Cuando le pregunté que si él querría pasar todo su tiempo con sus padres me dijo: – “!Por supuesto que no!”). La del pequeño, ser inventor para idear artilugios que “mejoraran” la vida de la gente. Uno de los inventos en los que pensaba era “algún artefacto” más sofisticado que los actuales pañales, para que las personas que estaban jugando o haciendo algo que les interesase mucho no tuvieran que levantarse para ir al baño. Disfrutamos mucho de su amena conversación y de sus ocurrencias, pero resulta que ahora ¡Netflix le está copiando sus ideas!

Un artículo publicado por Haley Sweetland Edwards, el 13 de abril en el semanario Time, pone de manifiesto cómo los desarrolladores de aplicaciones digitales (apps) se pelean, cada vez de forma más manifiesta, por crear productos más y más adictivos. Según una de las personas entrevistadas por este periodista, la gente bromea todo el tiempo sobre cómo crear “un producto-pañal”. Algo tan adictivo que “no se quieran levantar ni para hacer pis”. De hecho, el CEO de Netflix Reed Hastings, decía a sus inversores que el máximo competidor de la compañía era el sueño. Según este gran ejecutivo “cuando ves un programa de Netflix y te vuelves adicto a él, te quedas despierto hasta altas horas de la noche”. Así que: “Estamos compitiendo con el margen del sueño. Y es una gran cantidad de tiempo”.

¡Bienvenidos a la modelación de la conducta high-tech! Ahora no solo queremos tu trabajo, ¡queremos tu ocio, tu vida, tus sueños!

Los educadores (espero que la mayoría) sabemos bastante de las consecuencias del conductismo. Los teóricos y partidarios de esta forma de entender la enseñanza y el aprendizaje nos han proporcionado importantes claves para entender algunos mecanismos que modelan la conducta y todos los educadores, de forma más o menos intensa o consciente, hemos utilizado algunos (o muchos de ellos). Aunque también sabemos (afortunadamente) que el cerebro (y quizás el estómago como sugería Manel Vicent) nos permite rechazar o resistir los persistentes rituales por los que hemos pasado en los distintos contextos educativos, pero sobre todo en la escuela. Porque si no fuera así, todas las personas que hemos experimentado un determinado modelo de enseñanza pensaríamos y actuaríamos de la misma manera. Y, afortunadamente, no es así.

Quizás por esto, mantengo la esperanza de que algunos (espero que muchos) logremos salvarnos del potente y permeable desarrollo de las “tecnologías persuasivas” anteriormente anunciadas. Se trata de un campo relativamente nuevo de investigación que estudia cómo los ordenadores pueden utilizarse para controlar los pensamientos y las acciones humanas. Sabemos desde hace tiempo que los desarrollos tecnológicos de tipo artefactual, simbólico, organizativo o biotecnológico han venido modelando nuestras formas de construir el mundo, relacionarnos y pensar (Mumford, L. 1982. Técnica y civilización. Madrid: Alianza). Pero según B.J. Fogg (2003. Persuasive Technology: Using Computers to Change what We Think and Do. Amsterdam; Boston: Morgan Kaufmann Publishers), que fue uno de los primeros en estudiar seriamente cómo los ordenadores influyen en la conducta humana, si hace 20 años hubiera anunciado que pronto crearíamos máquinas que controlaran a los humanos, habría habido un alboroto, pero hoy estamos rodeados de tecnologías persuasivas.

Según Haley Sweetland Edward, desde las grandes compañías de tecnología de consumo, como el gigante Amazon, al programador solitario que construye el próximo Candy Crush, utilizan algún tipo de tecnología persuasiva. El objetivo suele ser inequívoco: quieren que pasemos el mayor tiempo posible en sus plataformas. De este modo, por ejemplo, Facebook (bueno, sus programadores), determina qué vídeos, noticias y comentarios de amigos aparecen en la parte superior de tu “alimentador” y la frecuencia con la que se te informa de las nuevas notificaciones.

Snapchat distribuye insignias que mantienen rayas diarias, un ingenioso sistema construido en parte sobre la bien estudiada necesidad psicológica de los humanos de mantener el progreso. No digamos de las estrategias utilizadas por los diseñadores de videojuegos y de gamificación, que analizan datos de los usuarios para determinar, por ejemplo, en cuánto tiempo agotan su paciencia o superan un nivel, para ajustar la interfaz y hacerla más frustrante, para que paguen para saltarse un nivel, o más gratificante, repartiendo regalos para que no se den por vencidos.

Los educadores hemos de conocer esta nueva realidad, considerar hasta qué punto estamos “persuadidos” por ella y, sobre todo, encontrar formas de transcenderla. En primer lugar, porque no son las máquinas las que nos controlan, sino quienes las diseñan y se enriquecen con ellas. Y, en segundo, porque seguimos siendo seres humanos con capacidad de análisis, pensamiento, acción y reacción.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/07/02/conductismo-high-tech/

Comparte este contenido:

Que la pobreza no te afecte en verano

Por: Saray Marqués

En los últimos días el Gobierno ha anunciado un aumento de presupuesto para enfrentar la pobreza infantil. Se cuentan por miles las niñas y niños que no saldrán de vacaciones y pasarán muchas horas solos en las próximas semanas.

“En un tiempo record” el Gobierno anunciaba el viernes 29 de junio, en Consejo de ministras y ministros, un programa, Veca, que se ha convertido en la primera medida de choque contra la pobreza infantil. En España hay 2,1 millones de niños en riesgo de pobreza –un 28,1% de los menores de 16 años– y, de ellos, 375.000 no tienen garantizada una alimentación sana ni pueden acceder a actividades como campamentos o colonias en el verano. A este grupo, el que presenta mayor riesgo de pobreza en España, se le dedica esta iniciativa, que se materializará en una disposición adicional en los PGE con 10 millones de euros más –con lo que se duplica la partida actual, de 5 millones– para apoyar a las comunidades autónomas y ayuntamientos que, en colaboración con diversas entidades, intentan paliar este déficit que los niños y niñas más vulnerables padecen durante los meses de vacaciones.

La ministra de Educación y FP y ministra portavoz, Isabel Celaá, no puso cifra a los niños y niñas actualmente atendidos dentro de este tipo de programas, que garantizan tres comidas diarias y un ocio de calidad, aunque sí afirmó que este incremento del presupuesto permitirá llegar a más del doble de destinatarios que hasta ahora y, desde luego, “a todos los que cumplan los requisitos de carencia severa” –esos 375.000–. El Gobierno, de hecho, no cierra la puerta a ampliar el presupuesto en función de las necesidades que se detecten: “Si hemos de gastar un millón de euros más, lo haremos. No podemos permitirnos que los derechos de los niños estén tan desprotegidos”, remachó Celaá.

Se evitarán así los “efectos dramáticos” en los más pequeños, esos niños y niñas de entre 4 y 6 años que pueden llegar en septiembre a la escuela con “hasta cuatro kilos menos”, aseveró Celaá, y se proporcionará a los más mayores, hasta los 16 años, más alternativas de tiempo libre, ampliando sus horizontes, muy limitados en sus hogares y sus barrios.

Se trata de la primera iniciativa de la primera Alta Comisionada para la Lucha contra la Pobreza Infantil de España, María Luisa Carcedo, que un día antes anunciaba que contará con el sociólogo de la Universidad de Zaragoza y editorde Agenda Pública, Pau Marí-Klose, como director de Infancia.

La experiencia de la crisis

La necesidad de contar con una alternativa menos precaria, “digna”, en palabras de la vicepresidenta Carmen Calvo, para estos niños y niñas durante los meses de verano está en agenda desde los años más crudos de la crisis. En 2014, la Defensora del Pueblo apelaba a las comunidades autónomas a abrir los comedores escolares en verano para atender a los menores en situación de mayor vulnerabilidad, tras sendas experiencias piloto en verano de 2013 en Canarias, donde los ayuntamientos colaboraban con la Consejería de Educación y la de Empleo para permitir que 182 centros abrieran sus comedores en verano, y Andalucía, que aseguraba tres comidas al día a 4.000 menores dentro de su plan extraordinario de solidaridad y garantía alimentaria.

También en 2014, desde el Ministerio de Sanidad y Servicios Sociales se destinaban 17 millones a apoyar a las comunidades con proyectos similares –que, por ejemplo, en el caso canario supone una inversión de 1,1 millones de euros al año–.

Cuatro años después, con esta partida reducida a un tercio -hasta el anuncio del plan Veca, que la eleva hasta los 10 millones- también en una comunidad pionera como Canarias se ha visto caer el número de inscritos en los comedores escolares y talleres lúdicos de verano. Si en 2014 eran 4.000, este año son poco más de 2.000 los alumnos matriculados para los meses de julio y agosto. Pero la medida sigue siendo necesaria y, mientras lo sea, se seguirá prestando, advierten sus promotores.

Antes del anuncio del programa Veca, diversas voces habían reclamado, en este sentido, que no se baje la guardia en esta batalla. Así, desde CCOO se había comenzado la semana recordando a los “casi 600.000 menores” en situación de vulnerabilidad que se “quedarán sin la posibilidad de acceder al comedor escolar y a actividades educativas y sociales que complementen su educación”. El sindicato reivindicaba “el centro escolar como ámbito de socialización y de vida digna” para esos niños y niñas y apremiaba a las administraciones educativas a “mantener los centros abiertos en verano con un proyecto educativo y sociocultural suficiente y una inversión acorde a las necesidades de la infancia en situación de pobreza”, a través de “políticas públicas coordinadas entre las administraciones centrales, autonómicas y municipales”.

En su alegato, CCOO se hacía eco del que viene siendo un recordatorio estacional de la ONG Educo. Suya es la cifra de 580.000 niños y niñas que, finalizado el curso escolar, no cuentan ni con la posibilidad de un espacio seguro donde disfrutar las vacaciones ni con la de al menos una comida completa al día.

Los sin vacaciones

En sus informes periódicos, Educo, que desde 2013 cuenta con sus propias becas de comedor en verano –las cuales han recibido un 33% más de solicitudes este año y han servido para repartir más de dos millones de comidas en este tiempo– ha ido retratando la realidad de estos niños de la llave, que lo son también durante los meses del curso, y que tienen todas las papeletas para unas limitadas expectativas vacacionales. Así, según una encuesta de Educo, en verano de 2017 el 60% de las familias en riesgo de pobreza que tenían trabajo, con hijos de tres a 16 años a cargo, no se fueron de vacaciones al menos de una semana al año.

Los informes de Educo hablan de trabajadores pobres –el 14,5% de la población asalariada–, que, por el hecho de contar con un trabajo, muchas veces se quedan fuera de determinadas ayudas, para los que precisamente el verano es temporada alta, con lo que conciliar en los meses en que sus hijos pasan más tiempo en casa es aún más difícil. O de padres y madres que no pueden permitirse los campamentos o talleres en verano, aunque la beca sufrague el 75% y se queden en 20 euros a la semana: un 41% de los niños que no se pudieron permitir participar aseguran que fue porque suponía un gasto imposible de asumir por la familia. Y hablan también de esos niños que se quedan en casa viendo la tele o absortos en internet o, si salen a la calle, “se agarran a un clavo ardiendo”, tomando como referente al primero que pillan, en palabras de Roger Caro, de Fundación Ítaca.

Y constatan una brecha. Si vives en un hogar en riesgo de pobreza, tendrás menos probabilidad de asistir a actividades en verano: El 44% de niños y niñas en esta situación, con sus padres trabajando, no acudió a ninguna en verano de 2017. Los que sí acudieron fueron sobre todo menores de 13 años y disfrutaron de estas actividades 9 días, de media. En cambio, si vives en un hogar sin estrecheces, no solo aumenta la probabilidad de haber acudido a campamentos o colonias –solo el 29% no lo hizo- sino que esta es mayor si eres adolescente y los días de disfrute pasan de 9 a 16.

También se posan sobre los efectos de los recortes: “Los recursos que existen que han sido recortados no llegan a todos los que se lo merecen porque tienen una situación adversa. Los criterios que se utilizan son restrictivos, y acaban cubriendo a los que más, más, más lo necesitan, pero hay una base muy amplia que se queda en ese limbo que no está suficientemente atendida (…), denuncia Elisenda Guedea, desde FAPAC.

Y se centran, en definitiva, en lo que Educo define el impacto relacional de la pobreza en la infancia y la adolescencia, pues la escasez no lo es solo de recursos económicos, sino de tiempo y de relaciones de apoyo, familiares y sociales. En sus informes, se hacen eco de los análisis de Carme Montserrat, del Instituto de Investigación sobre Calidad de Vida de la Universitat de Girona, para quien proporcionar a todos los niños en situaciones socioeconómicas difíciles el acceso a este tipo de actividades en verano es una medida compensatoria que, además de redundar positivamente en su salud, su autonomía personal, su rendimiento escolar y sus relaciones interpersonales, en definitiva, el bienestar general de estos menores, lo hace, sobre todo, en el bienestar subjetivo.

Diversos expertos insisten en que estas actividades recreativas, con comida incluida, no son un lujo sino una necesidad para estos niños y niñas, que el acceso al tiempo de ocio se trata de un espacio de protección para la infancia. Así, Maria València, de la Fundació Pere Tarrés, advierte de que “Para los niños que viven en contextos difíciles, rodearse de adultos que muestran una estabilidad y establecer con ellos vínculos afectivos positivos es mucho más saludable que pasar 14 semanas tumbados en el sofá con unos referentes desestructurados”.

El verano es una oportunidad para no desaprender o, mejor, para seguir aprendiendo. Lo constataba recientemente una investigación del Institut Català d’Avaluació de Polítiques Públicas (Iválua) a cargo de Miquel Ángel Alegre, jefe de proyectos de la Fundació Jaume Bofill, sobre el programa Èxit Estiu, que, aplicado durante el mes de julio los últimos cinco años en 50 institutos de Barcelona, ha demostrado incrementar un 12% las probabilidades de promocionar de los 2.000 alumnos de ESO participantes, con riesgo de convertirse en repetidores.

Medidas como esta pretenden rebajar los efectos del llamado verano del olvido, que penaliza sobre todo a los estudiantes de entornos más desfavorecidos, como se ha venido demostrando desde la década de los setenta en EEUU. De hecho, investigadores como Smith y Brewer atribuyen a las vacaciones estivales (de 11 semanas de duración en el caso de España) un desfase de tres meses (por año) en estos estudiantes con respecto a sus pares con entornos más estimulantes.

La respuesta de las organizaciones

Es por este importante efecto compensador de las desigualdades de estos programas en verano que las organizaciones de infancia valoran el Veca. Desde Unicef, Gabriel González-Bueno, especialista en políticas de infancia, reconoce que, siendo los programas de ocio, tiempo libre y comedor durante los meses de verano competencia autonómica y local, el Estado, con esta dotación extra de recursos, puede reforzarlos.

“Informes como los de Educo se centran en la realidad de miles de niños que se pasan las tardes durante el curso en casa solos, porque la incapacidad económica de la familia obliga a los padres a trabajar en esos tiempos, sin alternativa de cuidados. Y su situación se agrava en verano. No se van de campamentos ni de vacaciones, y no por elección propia, y pasan aún más tiempo solos, con el consiguiente desorden de horarios desde edades tempranas, con los hermanos mayores cuidando de los pequeños…” comienza. Ante esto, recalca, este tipo de programas ejercen como alivio: “Pero desde Unicef constatamos que nos encontramos muchas veces ante medidas de urgencia, a corto plazo, coyunturales, y apostamos no tanto por este tipo de servicios [apertura del comedor escolar estos meses completada con talleres lúdicos] sino por dotar a las familias de recursos suficientes para que sean ellas las que elijan sus soluciones durante el verano, si sus hijos van al campamento o no, como cualquier otro niño. Los servicios que se ofrecen en los colegios no son malos, pero lo vemos como algo limitado, puntual, cuando la lucha contra la pobreza requiere un abordaje en general”.

Sí, el indicador que mide la situación de pobreza o exclusión social (At Risk of Poverty and/ or Exclusion, AROPE) tiene en cuenta entre sus ítems la posibilidad de poder pasar fuera del hogar de residencia al menos una semana al año. Y en España, según la reciente Encuesta de Condiciones de Vida del INE, un 32% de hogares con niños de menos de 17 años no puede permitírselo –con variación desde el 23% del País Vasco al 45% de Extremadura-. Por tanto, González-Bueno ve positivo que desde el Gobierno se intente ayudar con una mayor partida a las instituciones y organizaciones que en los últimos años han multiplicado sus iniciativas para ofrecer una alternativa de ocio durante los meses de verano –en el caso de los niños el AROPE considera ir una semana a algún sitio nuevo o una segunda residencia, a casa de un amigo/ familiar/ vecino o de campamento-, pero esperan algo más.

El hecho de que se haya creado un Alto Comisionado contra la Pobreza Infantil, así como las personas elegidas –María Luisa Carcedo, con un perfil más político, y Pau Marí-Klose, más académico- les hace albergar esperanzas de que la política de infancia devenga en política de Estado: “No se podrá con estos PGE, pero es importante que se vaya abriendo ya un diálogo amplio en esta materia”.

Como Unicef, otras organizaciones de infancia proponen una prestación por hijo a cargo de 1.200 euros al año, frente a los 291 euros de ahora, y cambiar los umbrales para acceder a ella, de forma que llegue a las familias de los 2,1 millones de niños en riesgo de pobreza en España. Es el caso de Save the Children, que reclama continuidad en los planes de choque para la lucha contra la pobreza infantil para que de verdad tengan impacto, y hace constar la aspiración a un 2,4% del presupuesto para políticas de familia e infancia, en línea con la media europea: “La pobreza infantil solo puede combatirse con inversión y los niños han sido los más olvidados en los PGE de los últimos años. Es urgente dotar los planes de lucha contra la pobreza infantil del presupuesto necesario si no queremos ver cómo los niños y niñas más vulnerables siguen heredando la pobreza de sus hogares”, señala Andrés Conde, director de Save the Children España.

También desde Educo se aplaude el programa Veca por permitir que más niños y niñas disfruten este verano de las vacaciones, pero se reconoce que “queda mucho por hacer” y se subraya la importancia de “impulsar modelos de conciliación adecuados para las familias con niños a cargo”.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/07/02/que-la-pobreza-no-afecte-en-verano/

Comparte este contenido:

Primer Encuentro de Embajadores Digitales REDEM en México: Nace el grupo de trabajo “Paulo Freire”.

Por: Miguel Ángel Gallegos Cárdenas

En el marco del XXXI Simposio Internacional de TIC en la Educación SOMECE 2018, llevado a cabo el pasado 28, 29 y 30 de mayo, se llevó a cabo el primer encuentro de Embajadores Digitales de la Red Educativa Mundial (REDEM), teniendo como sede, el Laboratorio Aula Multimedia de la Biblioteca Central de la Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Xochimilco.

Cabe recordar, que los Embajadores Digitales son un grupo de más de cien especialistas en tecnología educativa distribuidos en quince países, como son: Angola, Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, España, Guatemala, Honduras, Perú, Venezuela y por supuesto México. Todos ellos, de manera voluntaria comparten esfuerzos en sus respectivos países, a fin de fomentar la alfabetización digital, en bien de la construcción de mejores sociedades.

Así, aprovechando el Simposio llevado a cabo en la UAM-X, por la tarde del miércoles 30 de mayo de 2018 en el Laboratorio Aula Multimedia de la misma universidad, estuvieron presentes las Embajadoras Digitales deMéxico: Lic. Denise Atala Rubio, de la UNITEC; Mtra. Gabriela Cruz Martínez, de la UNAM; Mtra. Elizabeth Caporal Aguilar, de la UPN Unidad 151;y, el Embajador Digital de Perú, Mtro. Miguel Cardenas Agreda, del Instituto Continental. Así como el Dr. Mauricio Andión Gamboa académico de la UAM-X, y el Mtro. Miguel Ángel Gallegos Cárdenas, director del programa de Alfabetización Digital de REDEM.

Como invitados especialesal inicio de la reunión, estuvieron presentes el Mtro. Jorge Rouquette Alvarado, Coordinador de Educación Continua de la división de Ciencias Sociales y Humanidades de la UAM-X, así como el Ing. Alfredo García Zavala, presidente de la Sociedad Mexicana de Computación en la Educación (SOMECE), refrendando nuestros lazos académicos e institucionales.

En un segundo momento de la reunión, se llevó a cabo de manera fraterna, un diálogo del cual podemos destacar lo siguiente: El Ing. García Zavala, agradeció la hospitalidad que recibió de la UAM-X durante el Congreso SOMECE 2018, como de nuestra participación, reconociendo en especial la excelente contribución del Mtro.Miguel Cardenas Agreda, quien viajó desde Perú, para impartir dos talleres que gustaron mucho a los asistentes al Simposio, así como del Dr. Andión por su participación en el conversatorio sobre Modelos de uso de la tecnologías.

Por otro lado, el Dr. Andión Gamboa, agradeció la presencia de los asistentes, dando apertura al diálogo de todos los actores. Uno a uno, los asistentes tuvieron oportunidad de compartir sus respectivas experiencias en torno al tema central de la reunión: la importancia de la alfabetización digital.

Así, de este primer encuentro de Embajadores Digitales, se reconoce que es muy importante que en REDEM podamos contar con una postura teórica y epistemológica sobre la alfabetización, producto de una discusión colegiada de las implicaciones de la tecnología en la sociedad, considerando a especialistas que han destacado con sus contribuciones a nivel nacional e internacional, pero sobre todo desde una mirada Freiriana y concientizadora.

De lo anterior, se asume el compromiso para participar en el seminario virtual–presencial, comenzando por la revisión de la obra de Freire que posibilite su estudio y análisis.

Por último, se acordó iniciar el grupo de trabajo “Paulo Freire”, así como hacer una invitación a otros colegas expertos e interesados en participar en este colegiado.

En hora buena por este seminario, que abrirá sus puertas a los especialistas interesados en la construcción conceptual del término alfabetización digital y que deseen integrarse a colaborar en un futuro inmediato en este grupo, acompañado desde REDEM y de muchas otras instituciones académicas.

Comparte este contenido:

En el 50 aniversario de La Pedagogía del Oprimido

Por: Jaume Martínez Bonafé

¿Qué hacemos hoy en nuestras escuelas si buscamos la emancipación de los seres humanos? Quizá una relectura de La Pedagogía del Oprimido nos ayudaría a encontrar respuestas.

Guardo con especial cariño un ejemplar de La Pedagogía del Oprimido que me regaló una maestra al finalizar un curso en Rio Gallegos (un rincón de Argentina al final del mundo). Cuando lo puso en mis manos me contó que su madre, también maestra, lo tuvo escondido bajo unos ladrillos de la cocina, durante todo el periodo de la dictadura militar. También conservo otro ejemplar del libro que en pleno franquismo editaron con una vietnamita (una especie de imprenta casera muy utilizada en la clandestinidad) Carles y Catxo, dos maestros anarquistas que dedicaron muchas horas nocturnas, mucho esfuerzo y mucha valentía, para que quienes nos iniciábamos en la reflexión crítica y el compromiso social dentro de la escuela, tuviéramos herramientas que nos ayudaran a pensar. Vengo a contar esto porque se cumplen 50 años ya de la primera edición en Chile de este libro, un referente fundamental en todas las propuestas de transformación social y educativa desde las perspectiva de los movimientos sociales.

Freire me ayudó de muchas maneras y fui creciendo en el modo de pensar la educación y la escuela alimentado por muchas de sus argumentaciones. Quiero recuperar ahora unas cuantas de esas ideas para que, si les apetece, las contrastemos con el devenir en estos 50 año de las políticas sobre la escuela. La primera de ellas tiene que ver con su concepto de dialogicidad y el criterio que la relación educativa es una relación de reconocimiento del sujeto, con experiencia y saber propios, punto de partida para la construcción de un conocimiento con conciencia crítica, marco conceptual y procedimental para las políticas de emancipación. Conviene recordar que Freire escribió este libro mientras permanecía exiliado tras el golpe militar en Brasil y desarrollaba su experiencia de alfabetización y educación popular entre el campesinado y el proletariado chilenos.

Quiero decir que confluían aquí, por un lado, una extraordinaria confianza en el ser humano y su capacidad de ser, saberse sujeto y, por el otro, un claro compromiso con el pensamiento crítico y los movimientos populares revolucionarios. En ese contexto y desde esa posición política Freire dice que la pedagogía debe hacerse “con él, y no para él” y debe ayudar a las mujeres y los hombres y a los pueblos, en su lucha incesante para recuperar su humanidad. La pedagogía freiriana, entonces, parte del reconocimiento de un saber experiencial y propone herramientas para tomar distancia crítica y construir un proceso alfabetizador que nos permita la comprensión histórica, dialéctica, de la vida cotidiana. La comprensión del mundo, y los conceptos y procedimientos con los que activamos esa comprensión no son depósitos del educador sobre el educando sino construcciones del propio educando problematizando el mundo.

También me pareció muy sugerente su invitación a organizarnos, en comunidades, movimientos, redes, desde las que conversar y regalarnos los saberes construidos en la experiencia práctica del compromiso emanipatorio. La iniciativa de los proyectos de educación popular en Latinoamérica y en el contexto español el surgimiento de los Movimientos de Renovación Pedagógica, deben mucho a esta propuesta. En todos estos casos, los enormes esfuerzos entre el movimiento docente por investigar y desarrollar propuestas didácticas innovadoras no eran ajenos al combate político contra las “culturas de dominación”, utilizando la expresión freiriana. Es decir, no había didáctica crítica sin un proyecto global de emanipación cultural y social.

No me ocuparía de recordar este aniversario si no tuviera en mente una pregunta generadora para decirlo en términos de Freire: ¿Qué hacemos hoy en nuestras escuelas si buscamos la emancipación de los seres humanos? Quizá una relectura de La Pedagogía del Oprimido nos ayudaría a encontrar respuestas y ponerlas en crisis, a compartir proyectos y a desarrollar programas de formación que pongan al profesorado en el centro de la toma de decisiones. Sin pregunta generadora, sin organización y sin espacios horizontales para la dialogicidad Freire se convierte en una simple cita para ilustrar con un marchamo progresista cualquier trabajo académico. Por cierto, olvidé comentar más arriba que en cada texto de Freire me tropiezo de un modo reiterativo con conceptos como lucha de clases, opresores y oprimidas ricos y pobres y otros de la misma familia discursiva. Quizá porque estamos sometidos a lo que Pablo Freire llamaba la “cultura del silencio”, casi me olvido.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/06/29/en-el-50-aniversario-de-la-pedagogia-del-oprimido/

Comparte este contenido:
Page 1194 of 2424
1 1.192 1.193 1.194 1.195 1.196 2.424