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Educación para afrontar el futuro

Por Andrés Hatum

En estos últimos meses hemos presenciado tres acontecimientos que nos detallan los problemas en el sistema educativo argentino: la interferencia de Ctera en las escuelas a partir del caso Santiago Maldonado, la enseñanza religiosa en los colegios salteños y el nuevo sistema educativo presentado en la ciudad autónoma de Buenos Aires.

En primer lugar, tenemos al gremio docente Ctera, que promovió actividades con la comunidad educativa para que los maestros hablaran en las escuelas sobre la desaparición de Santiago Maldonado. Ctera pregonó que lo que le sucedió a Maldonado fue una desaparición forzada a manos de la Gendarmería, una de las hipótesis que son investigadas en la causa. Cuando se accede al detalle de las actividades recomendadas, más de un lector quedaría espantado. La actividad de Ctera genera el primer problema para la educación en el país: la politización indebida de sus aulas en detrimento de un sindicalismo que apoye mejoras educativas y el desarrollo de sus docentes.

El tercer tema se refiere a la reforma educativa para la escuela secundaria presentada por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. El Secundario del Futuro, como lo plantea la Ciudad, tiene algunos ejes claros: se reemplazarán las materias por áreas de conocimiento y se trabajará más colaborativamente, intentando la autogestión de los alumnos. También se podrán adelantar dos materias del CBC, se eliminarán las notas y se las reemplazará por créditos; también se eliminará la repitencia. Un último punto que ha traído polémica es la práctica de pasantías que los alumnos deberán realizar el último año. Ya hubo escuelas tomadas por alumnos y también por padres de los alumnos. Se alega que las pasantías son una forma encubierta de flexibilidad laboral o explotación por parte de multinacionales. Otro problema más para la educación argentina: no dejar que ningún plan funcione y boicotearlo antes de su inicio. La Ciudad ha presentado un programa pensando en los desafíos del futuro educativo y laboral. Definitivamente, guste o no el plan, la reforma intenta dialogar con las exigencias del mundo laboral, el avance de la tecnología y las necesidades educativas. Para quienes miran a Europa, y a Alemania en particular, la reforma intenta incorporar las características del sistema dual alemán que tantos beneficios ha traído en la formación de sus alumnos. El sistema combina educación en la escuela y en el lugar de trabajo. Muchos estudiantes que al terminar la secundaria no tienen habilidades que les permitan ingresar al mercado laboral saldrían beneficiados. Con altos niveles de desocupación entre los jóvenes, muchos países están mirando el sistema dual alemán como una transición adecuada entre la vida escolar y la laboral.

Despolitizar el ámbito educativo, generar un aula cercana a los últimos conocimientos y lejos del adoctrinamiento, y dar lugar a reformas educativas que tiendan puentes entre lo educativo y el mercado laboral son pilares básicos para salir del limbo donde se encuentra la educación del país hoy.

Fuente artículo: http://www.lanacion.com.ar/2071062-educacion-para-afrontar-el-futuro

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Chile: Mala educación

Por: Álvaro Pezoa  / Dario la Tercera

El presupuesto de la nación para 2018 enviado al Congreso por el gobierno incluye una insólita sorpresa: no reajusta, como estaba comprometido, el aporte estipulado para los colegios particulares subvencionados que se hayan acogido a la posibilidad de convertirse en fundaciones. Con ello el Ejecutivo no solo desconoce de hecho una promesa, sino que daña abiertamente a los establecimientos educacionales afectados, dejándolos imprevistamente con menos recursos de los que contaban para su funcionamiento. ¿Ahorro presupuestario, ideologización, desprolijidad de gestión? Todo puede ser viniendo de donde proviene. En cualquier caso, con toda la gravedad que posee el asunto, llega a ser anecdótico comparado con el enorme despropósito que significa el conjunto de la reforma educacional impulsada por la actual administración.

Chile necesita imperiosamente contar con una educación de calidad al alcance de todos. Ese es el gran desafío. Y requiere transitar a ese objetivo respetando la libertad de sus habitantes, en este caso tanto la de enseñanza como la de elección de los padres. La reforma va justo en sentido contrario. El acento en la calidad ha desaparecido, para ser reemplazado por la gratuidad. La mal llamada “ley de inclusión” (no a la selección, no al copago y gratuidad) conduce más bien a la exclusión, al tiempo que coarta la libertad de enseñanza y la de los padres para elegir la educación de sus hijos. En síntesis, un franco retroceso. Simultáneamente se ha gastado tiempo, energía y recursos en hacer cambios en la educación universitaria, por la sencilla razón de que sus estudiantes protestan, alteran las calles y sufragan, descuidando comparativamente los tres ámbitos realmente cruciales para encaminar al país a una mayor equidad e igualdad de oportunidades: la educación preescolar, la escolar y la técnico-profesional. Existe sobrada evidencia de que las etapas iniciales del proceso educativo son las más determinantes para el desarrollo de las personas. Casi con seguridad quien no reciba una educación de calidad en los primeros años de su vida escolar no tendrá opción de entrar a la educación superior, por mucha gratuidad de que disponga.

Con todo, la desorientación de las radicales modificaciones en curso no queda solo ahí. De una parte, el énfasis se ha puesto en las estructuras jurídicas, administrativas y las fuentes de financiamiento, cuando la auténtica búsqueda de calidad obliga a focalizarse en el liderazgo de los directores de las escuelas y liceos, en la preparación y motivación de los profesores y en aquello que ocurre en el aula (metodologías innovadoras y atractivas que faciliten el aprendizaje e involucren a los educandos en ese proceso).

De otra, nada se ha avanzado en orden a preparar a la población para el impacto en el mundo del trabajo que comportará la automatización y la robótica, fenómeno que se prevé generará alto desempleo y demandará cualidades y conocimientos distintos que los actuales para posibilitar la inserción laboral y la productividad de amplios sectores de la nación. 

Resulta altamente preocupante que la sociedad chilena se encuentre transitando hacia tan mala educación. Será uno de los “legados” más onerosos que heredará Bachelet 2.0 a la patria.

Fuente: http://www.latercera.com/voces/mala-educacion/

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Educación superior: expertos analizan nuevos instrumentos de admisión

Por: La Tercera

Entrevistas, exámenes por carreras y participación en actividades extracurriculares son algunos cambios propuestos para sumar a la PSU, NEM y ranking de notas.

Para el proceso de admisión 2004 a las universidades de Chile se aplicó por primera vez la Prueba de Selección Universitaria (PSU). Este examen venía a reemplazar a la Prueba de Aptitud Académica (PAA), que fue el instrumento de medición para el ingreso a la educación superior durante 36 años.

Ahora, tras 14 años de existencia de la PSU, se han ido sumando críticas a esta medición que selecciona a los alumnos que quieren continuar sus estudios superiores. Los juicios se han ampliado al Sistema Único de Admisión (SUA), el que, además, cuenta con ponderaciones para las Notas de Enseñanza Media (NEM) y el ranking de notas.

“No estoy contento con nuestro sistema, porque se basa mucho en el contenido y eso hace que se mantengan las diferencias de oportunidades”, sostiene el rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez.

La opinión de la máxima autoridad de la UC viene acompañada con la propuesta de incluir entrevistas personales, ya que, si bien reconoce que los cambios deben darse en tiempos prudentes, también dice que “hay que medir contenidos y habilidades a la vez”.

El diagnóstico de Sánchez es compartido por su par de la U. de Playa Ancha y también integrante del SUA, Patricio Sanhueza, quien sostiene que el cuestionamiento va más allá de la PSU, sino que en poder tener instrumentos que materialicen un sistema “más justo”.

“El SUA ha estado permanentemente en la búsqueda de otras fórmulas, lo que va más allá de mejorar la PSU; esto no quiere decir que la prueba sea mala ni deje de medir lo que el postulante sabe, sino que al sistema le falta equidad”, añade el rector Sanhueza.

Respecto de la idea de realizar entrevistas, en la U. Finis Terrae van más allá y proponen que se distinga el área de conocimiento que seguirán los alumnos, y así establecer exámenes fijos por especialidad, lo que permitiría conocer el vínculo con la futura carrera.

“No soy tan partidario de hacer cambios a la PSU misma, sino que se deberían añadir otro tipo de exámenes según la especificidad de las carreras, ya que la PSU sirve para algunas cosas muy bien, pero para otras es necesario considerar exámenes sicológicos y pruebas que distingan aptitudes”, indicó Christian Nazer, rector de la U. Finis Terrae.

Las sugerencias de los rectores son consideradas por el director del Centro para la Transformación Educativa UC (Centre UC), Ernesto Treviño, experto en educación, quien explica que el actual sistema de admisión contribuye a replicar las desigualdades originadas en el sistema escolar.

“Es importante analizar la justicia y equidad de los instrumentos utilizados, porque se sabe que la PSU ayuda a reproducir las desigualdades. Podríamos seguir ejemplos de países como EE.UU. y tomar en consideración la participación de los estudiantes en distintas actividades extraprogramáticas en la educación básica y media, como grupos artísticos, deportivos, de ayuda o de liderazgo”, comenta Treviño.

La idea del director de Centre UC se sustenta en que las universidades, eventualmente, podrían analizar el interés y la iniciativa de los alumnos desde pequeños a fin de enfocar sus capacidades en carreras afines.

Desde otro punto de vista, uno de los creadores de la PSU y director de Mide UC, Jorge Manzi, sostiene que el sistema actual logra ser un buen predictor del desempeño futuro en las universidades, y que si se quieren agregar otros medidores, como lo planteado por Treviño, se debe “tener cuidado”, para no afectar lo actual.

“Conceptualmente, todos estamos de acuerdo con que ampliar el foco sería muy bueno respecto de lo que se mide en un sistema de admisión, pero hay que hacerlo de manera que eso no afecte la validez de la medición actual”, destaca.

Junto con Manzi, otro defensor de la PSU es el rector de la U. Adolfo Ibáñez, Andrés Benítez, quien pone sus fichas en el examen y no comparte las ideas de cambios, al menos en lo inmediato:

“Hay que tener mucho cuidado con todas estas ideas de inclusión que van más allá del conocimiento. Hay evidencia de que muchas veces esos instrumentos son más discriminatorios que la PSU”.

Fuente: http://www.latercera.com/noticia/educacion-superior-expertos-analizan-nuevos-instrumentos-admision/

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Modelo machista de resolución de conflictos

Por: Miguel Lorente Acosta

El autor nos muestra como el modelo machista de resolución de conflictos en lugar de resolverlo lo agrava.

El modelo machista para resolver los conflictos entre dos partes basa su estrategia en generar más conflicto, no en el diálogo ni en el consenso. El planteamiento es sencillo y surge de la construcción patriarcal de la cultura y de la sociedad que tenemos como consecuencia.

Esta construcción toma como referencia universal lo masculino y sitúa a los hombres en una posición de superioridad respecto a las mujeres, de manera que establece la desigualdad de género como esencia de estructuración social, y a partir de ella ha ido tomando otros elementos para extender y ampliar la desigualdad a otras circunstancias y características de las personas que forman parte de esa sociedad. El resultado es un sistema jerarquizado de poder, o lo que es lo mismo, una sociedad en la que determinadas personas por su sexo, sus ideas, sus creencias, su color de piel, su status, su origen, su orientación sexual… tienen una serie de privilegios y ventajas respecto a aquellas otras cuyas características son consideradas inferiores por esa cultura y sociedad.

Cuando se produce un conflicto entre personas en diferente nivel dentro de esa estructura jerarquizada, a quien se encuentra en una posición de superioridad no le interesa dialogar o consensuar para solucionar el conflicto, porque ha de hacerlo a partir de argumentos y razones, y puede que no las tenga o que sean menos sólidas que las de la otra parte. Por eso le interesa agravar el conflicto, avivarlo con elementos que generen más enfrentamiento para de ese modo justificarse en el uso de los instrumentos propios de su posición de poder, y que la otra parte no tiene por encontrarse en un nivel inferior.

Con esa estrategia el conflicto va aumentando hasta llegar el momento del “hasta aquí hemos llegado”, a partir del cual se pone en marcha todo el arsenal de instrumentos que guarda en su posición de poder, bajo la justificación de que el conflicto es insostenible, y como si hubiera sido generado en exclusiva por la otra parte.

Este es el modelo machista de resolver los conflictos, y el que usan los hombres desde sus posiciones de poder con las mujeres, algunos llegando a la violencia, otros a la amenaza, y otros simplemente recurriendo a la escenificación del conflicto para que la mujer entienda que debe ceder ante su autoridad.

Y como son los hombres y las referencias de la masculinidad las que impregnan la cultura y el significado de lo que acontece en la sociedad, el modelo se extiende a otros escenarios bajo los mismos planteamientos de la desigualdad y el poder, como ocurre en las relaciones laborales entre empresarios y trabajadores, en las relaciones dentro de los partidos políticos y en el ejercicio de la política, en las relaciones nacionales y en las internacionales…

Cualquier escenario en el que se entienda que el conflicto es un ataque a la posición de poder y un pulso a la persona que responde desde ella, el resultado será un aumento del conflicto que lleve a vencer más que a convencer. Porque el objetivo de la resolución de conflictos bajo esta estrategia machista es doble, por un lado resolver la cuestión formal que se ha planteado, sea esta personal, familiar, laboral, política, nacional o internacional; y por otro, ser reconocido como “vencedor” y salir reforzado en su posición de poder, aunque haya sido a través de una injusticia. Lo importante es vencer y aumentar el poder.

Este modelo de resolución de conflictos habitualmente reporta muchos éxitos a quienes están esas posiciones de privilegio, de ahí su refuerzo y su permanencia a lo largo de la historia, y su extensión a los ámbitos y contextos más diversos con ligeras variaciones. Pero siempre con la estrategia de resolver el conflicto generando más conflicto.

El problema se presenta cuando el modelo se utiliza frente a quien se piensa que está en una posición inferior y no lo está, o cuando lo está pero cuenta con otros mecanismo de apoyo informal que contrarrestan en parte el poder inicial de la otra posición, pero también cuando cada una de las partes cree que está en una posición de poder, y que debe potenciar el conflicto desde su lado para de ese modo poder utilizar su “carta secreta” y todos aquellos elementos propios a su posición que le permitirían vencer sin convencer.

Al final, este tipo de planteamientos son los mismos que dicen eso de que “la historia la escriben los vencedores”, por eso lo importante es derrotar al otro del modo que sea, porque después lo suavizarán y endulzaran con su relato. Lo estamos viendo estos días en diferentes contextos, pero es obvio que el más cercano y trascendente es el “conflicto” surgido con el proceso sobre el referéndum de autodeterminación de Cataluña del 1 de octubre.

Al margen de los elementos formales sobre su legalidad y las motivaciones y razones de quienes quieren votar, de sobra conocidas y comentadas, lo que se está viendo es el típico conflicto al modo machista. Una especie de pulso que, como muy bien se ha dicho estos días recurriendo a la canción de Joan Manuel Serrat, parece que están a ver “quien la tiene más larga”. Lo único que le falta es ver a Rajoy decir “por mis cojones que no se vota”, y a Puigdemont responder, “por mis cojons que votamos”.

Si lo dijeran quizás se entendería todo mejor. La prueba de que realmente se trata de un modelo machista de afrontar el conflicto es su retroalimentación, es decir, la utilización de las consecuencias que se producen como resultado de las decisiones dirigidas a potenciar el conflicto como razones para mantener el conflicto y aumentar así su intensidad.

Todo lo que está sucediendo estos días con las decisiones y acciones de unos y otros se está utilizando como justificación de las posiciones iniciales, cuando son un resultado de los problemas surgidos durante el conflicto, no causa del mismo. Pero eso no importa para las partes, lo que interesa es el conflicto en sí mismo y los apoyos para que quien dirige cada una de las posiciones sea reconocido por los suyos como ese macho-alfa capaz de dirigir al grupo.

También se ha comentado, y es cierto, que si en lugar de dos hombres al frente de cada parte hubiera dos mujeres y un modelo feminista de resolución de conflictos basado en la Igualdad, la empatía, el bien común… la situación actual sería completamente diferente. En estas circunstancias el conflicto ya no se puede resolver, pero sí se puede detener y replantear de nuevo toda la situación.

Esperemos que alguien saque el lado femenino que todos tenemos.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=232446&titular=modelo-machista-de-resoluci%F3n-de-conflictos-
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La acción climática es buena para la economía

Por: Tharanga Yakupitiyage

NACIONES UNIDAS, 5 oct 2017 (IPS) – En un año con temperaturas históricas y huracanes devastadores, queda claro que Estados Unidos tiene mucho para perder si no toma medidas para reducir el riesgo y el impacto del cambio climático.

Esa es la conclusión del Fondo Universal Ecológico, que detalla el costo que tiene para la economía nacional y la salud pública la falta de acción, y urge a diseñar políticas para que el país camine hacia un futuro sostenible.

“No es una cuestión ideológica, sino de buen olfato para los negocios”, dijo a IPS el expresidente de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia, James McCarthy, uno de los autores del informe.

“Muchas personas dicen que no debatirán al respecto porque no están convencidas de los aspectos científicos. Bien, entonces miremos la economía, miremos el costo de no tener esa discusión”, arguyó.

Destrucción

Estados Unidos todavía está bajo el impacto de un mes sin precedentes con tres huracanes y 76 incendios forestales que destrozaron su paisaje, desde Puerto Rico a Washington.

Solo el huracán María dejó a la población de Puerto Rico sin alimentos ni agua ni electricidad. Alrededor de 44 por ciento de las personas carecen de agua potable, y solo 11 de los 69 hospitales tienen combustible o electricidad, lo que deja a ese estado asociado al borde de una crisis humanitaria.

El estudio estima que los daños causados por los tres huracanes y los incendios forestales ascienden a 300.000 millones de dólares, alrededor de 70 por ciento de lo que costaron los 92 eventos climáticos de la última década.

Y todavía no terminó la temporada de huracanes, por lo que los daños podrían ser mayores.

Según los Centros Nacionales para la Información Ambiental, de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, se multiplicó por 2,5 el número de eventos extremos que implicaron daños y pérdidas por 1.000 millones de dólares en la última década.

McCarthy, también profesor de oceanografía en la Universidad de Harvard, dijo a IPS que se necesitan inversiones para contrarrestar los daños, además de crear infraestructura a prueba de huracanes.

“La infraestructura es importante, pero todo lo que podamos hacer para reducir la intensidad de esos eventos, enlenteciendo el recalentamiento global, aumentará la probabilidad de que la futura infraestructura sea más efectiva”, explicó.

Una dependencia poco saludable

Al quemarse los combustibles fósiles, como el carbón, el petróleo y el gas natural, que representan más de 80 por ciento de la energía primaria generada y usada en este país, liberan grandes cantidades de dióxido de carbono a la atmósfera y aceleran la variabilidad climática.

La regulación del volumen de emisiones contaminantes redujo la contaminación aérea en 35 por ciento, o casi en 67.000 millones de dólares al año, pero la quema de combustibles fósiles todavía tiene un elevado costo para la salud, que asciende a 240 millones de dólares al año.

De seguirse usando, las pérdidas económicas podrían llegar a los 360.000 millones de dólares al año, o 55 por ciento del crecimiento de Estados Unidos en la próxima década.

“Una y otra vez veremos que la población asumirá los costos, se vuelve una carga personal para ella”, dijo McCarthy a IPS.

“Para llevar a las personas, en sentido literal y figurado, al futuro para que sean más saludables y más sostenibles tiene sentido una forma menos cara de hacer negocios”, observó McCarthy.

La energía limpia ya emplea a casi dos millones de trabajadores y la duplicación de la generación de las fuentes solar y eólica puede llegar a crear 500.000 puestos de trabajo.

Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, un impuesto a las emisiones de carbono podría generar unos 200.000 millones de dólares en la próxima década.

La iniciativa ha sido controvertida porque se teme que las empresas trasladen el costo a los consumidores aumentando el precio de la gasolina y de la electricidad.

Pero McCArthy señaló que la población ya soporta ese peso en términos de los daños que dejan eventos climáticos extremos y de los gastos que implica el aire contaminado.

Negación del Gobierno

A pesar de la evidencia del cambio climático y del papel que cumplen en él los combustibles fósiles, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, comenzó a deshacer muchas medidas importantes de protección ambiental.

No solo su gobierno anunció el retiro de Estados Unidos del Acuerdo de París sobre cambio climático, sino que actualmente trata de desmantelar el Plan de Energía Limpia, que procura reducir la contaminación de carbono de las centrales de generación eléctrica en todo el país.

Respecto a “la noción de que Estados Unidos podrá regresar a la economía a carbón, no hay evidencia para eso. En segundo lugar, si se van a crear puestos de trabajo, la forma sensible de hacerlo es en un área progresista como la energía renovable”, subrayó.

Los estados y ciudades estadounidenses encabezan la iniciativa de tomar medidas y seguirán haciéndolo para avanzar en la dirección correcta.

Iowa es uno de los principales estados en materia de energía eólica con 35 por ciento de su electricidad generada a partir de esa alternativa.

En Oklahoma, el administrador de la Agencia de Protección Ambiental, Scott Pruitt, dijo que 25 por ciento de la electricidad proviene también de la fuente eólica.

La renuencia de Estados Unidos a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero no solo impacta en los estadounidenses, sino en todo el mundo.

Como el proceso de retirarse del Acuerdo de París lleva tiempo, McCarthy tiene esperanzas de que Washington recapacite.

En noviembre se realizará la 23 Conferencia de las Partes (COP23) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, en la que se analizarán las formas de implementar el Acuerdo de París, suscrito en la capital francesa en diciembre de 2015.

Traducido por Verónica Firme

Fuente: http://www.ipsnoticias.net/2017/10/la-accion-climatica-buena-la-economia/

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Productividad, beneficios y poder de mercado

Por: Michael Roberts

Circulan entre los economistas convencionales en los EEUU nuevas explicaciones de la desaceleración del crecimiento de la productividad y la innovación, especialmente desde el comienzo del siglo XXI, y también sobre por qué la participación del trabajo en la renta nacional ha disminuido a largo plazo desde comienzos de la década de 1980.

En un nuevo documento, The Rise of Market Power and the Macroeconomic Implications, Jan De Loecker y Jan Eeckhout (DE) argumentan que la fijación de precios por encima del costo marginal por parte de las empresas cotizadas de los Estados Unidos ha ido en aumento desde 1960, y en particular después de 1980. El documento sugiere que la disminución tanto de la parte del trabajo como del capital, así como la disminución de los salarios de baja cualificación y otras tendencias económicas, han sido ayudadas por un aumento significativo de la fijación de precios y el poder de mercado – es decir, el ascenso del capital monopolista en forma de empresas ‘super-star’ como Apple, Amazon, Google, etc. que actualmente dominan ventas, beneficios y producción y cuya utilización de mano de obra es baja en comparación con otras empresas e industrias. Como no tienen que competir, estos monopolios no invierten y, por lo tanto, el aumento de la productividad disminuye.

Esta es una contra-explicación a las explicaciones dominantes actuales de la disminución percibida de la participación del trabajo, a saber, la globalización (los trabajadores estadounidenses están perdiendo terreno frente a sus contrapartes en lugares como China e India) y la automatización (los trabajadores estadounidenses están perdiendo terreno frente a los robots) y el aumento inverso de la proporción destinada a los beneficios. Ahora varios economistas ortodoxos sostienen que este aumento no se debe a la globalización o la automatización, sino debido a la fijación de precios más altos de las compañías que controlan sus mercados de forma monopolista. En otras palabras, están haciendo beneficios adicionales más allá de los “costes normales de competencia”. De Loecker y Eeckhout señalan que entre 1950 y 1980, la fijación de precios se situaba más o menos de forma estable en torno al 20 por ciento por encima del ‘coste marginal’, e incluso disminuyó ligeramente después de 1960. Desde 1980, sin embargo, la fijación de precios han aumentado significativamente: en promedio, las empresas cargaban un 67 por ciento sobre el coste marginal en 2014, comparado con el 18 por ciento en 1980.

La evolución media de la fijación de precios (1960 – 2014). La fijación de precios promedio es ponderado por la cuota de mercado de las ventas en la muestra. Fuente: De Loecker y Eeckhout (2017)

El enorme aumento de los beneficios en los últimos 35 años, argumentan, es consistente con un aumento del poder de mercado. “En la competencia perfecta, costes y ventas totales son idénticos, porque no hay diferencia entre el precio y el coste marginal. El grado en el que estos dos números – la relación entre ventas y salarios y entre costes totales y salarios- comienzan a distanciarse es un indicativo inmediato del poder de mercado”, dice De Loecker.  “La mayor parte de lo que sucede pasa dentro de las industrias, donde vemos como los grandes son cada vez más grandes y como aumenta su margen en la fijación de los precios”, explica De Loecker.

En otro documento, un grupo de economistas ortodoxos considera una explicación a partir de las ‘firmas súper estrellas’ de la caída de la participación del trabajo en el PIB. La hipótesis es que la tecnología o las condiciones del mercado -o su interacción-, han evolucionado hasta concentrar cada vez más las ventas en empresas con productos de calidad superior o una mayor productividad, lo que permite a las empresas de mayor éxito controlar una mayor cuota de mercado. Debido a que estas empresas  super estrella son más rentables, tendrán una menor participación relativa de salarios del trabajo en las ventas totales o el valor añadido. En consecuencia, la participación agregada del trabajo disminuye a medida que crece el peso de las empresas super estrella en la economía. Según sus datos, la concentración de las ventas (y del empleo) han aumentado de hecho desde 1982 hasta 2012 en cada uno de los seis principales sectores incluidos en el censo económico de Estados Unidos. Y las industrias con la concentración más elevada es donde se han producido las caídas más pronunciadas en la participación del trabajo, por lo que la caída de la participación del trabajo se debe principalmente a una reasignación de la mano de obra hacia empresas con menores (y en declive) cuotas de mano de obra, en vez de debido a la disminución de la parte del trabajo dentro de la mayoría de las empresas.

Es cierto que la acumulación de capital tendrá lugar como un aumento de la concentración y la centralización del capital en el tiempo. Las tendencias monopolistas son inherentes, como Marx argumentó en primer volumen de El Capital hace 150 años. Y la predicción de Marx del aumento de la concentración y la centralización del capital como una ley a largo plazo del desarrollo capitalista lo confirma también un nuevo estudio de las sociedades anónimas cotizadas de Estados Unidos. Según Kathleen Kahle y Rene Stulz poco más de 100 empresas ganaron alrededor de la mitad de los beneficios totales obtenidos por las empresas cotizadas en los Estados Unidos en 1975. En 2015, lo hacían sólo 30. Actualmente las 100 mayores empresas concentran el 84% de todas los beneficios de este tipo de empresas, el 78% de todas las reservas de efectivo y el 66% de todos los activos. Las 200 mayores empresas por ganancias obtuvieron mayores beneficios que todas las otras empresas registradas juntas. De hecho, los ingresos totales de las otras 3.500, más o menos, sociedades cotizadas es negativo, a pesar de toda la habladuría sobre la avalancha de beneficios y de dinero en efectivo de la mayoría de las empresas estadounidenses.

¿Por qué está pasando esto? Según este estudio, por el impulso de las nuevas tecnologías de reducir costes, como Marx argumentó. La investigación y el desarrollo se han vuelto cada vez más importantes para la competitividad. Cuanto más grandes y más ricos son los Goliat del mercado, más difícil es para los David de la economía de los EEUU economía, y la necesidad de I + D para competir. Las empresas que rebosan dinero en efectivo puede permitirse fácilmente patentes e inversiones para desarrollarlas. O, como parece estar sucediendo, comprar la compañía que posee la patente.

Sin embargo, hay dos cosas en contra del argumento del ‘poder del mercado’, al menos como la única o principal explicación del aumento de la proporción de los beneficios y de los beneficios por unidad de producción. En primer lugar, como De Loecker y Eeckhout señalan, en toda la economía, son sobre todo las empresas pequeñas las que tienen los márgenes de ganancia en la fijación de precios más altos- lo que difícilmente puede servir como un indicador del poder de los monopolios. Y en segundo lugar, la participación del trabajo en realidad no cayó mucho hasta después del 2000 y alcanzó su nivel más bajo en 2014. De hecho, en 2001 fue del 64%, el mismo porcentaje que en 1951 – si bien es cierto que había caído hasta el 60 % en los años 1980 y 1990. Pero en 2014, la participación del trabajo en el PIB más baja fue del 60%.

Y lo mismo ocurre en los beneficios por unidad de la producción nacional de EEUU o el valor añadido empresarial. Los beneficios por unidad de valor añadido bruto (un indicador de la nueva producción) de las empresas no financieras de EEUU aumentaron sólo del 2% en la década de 1970 al 4-6% en la década de 1990. Pero el verdadero despegue fue de nuevo a partir del 2000, el beneficio por unidad subió hasta un pico de cerca del 14% en 2014.

¿Fue la base de este reciente salto en la participación de los beneficios y fuerte caída de la participación del trabajo producto de la globalización, o de la automatización o del poder de los monopolios?, o ¿hay otra explicación? Pues bien, un economista ortodoxo, Mordecai Kurz, de la Universidad de Stanford, en otro papel, On the Formation of Capital and Wealth, ha medido lo que él llama ‘la riqueza excedente’ que acumulan las grandes empresas. Esta se define como la diferencia entre la riqueza creada (capital y deuda) en forma de activos financieros y los activos fijos reales de las empresas. Es equivalente al indice Q de Tobin del precio de mercado de las acciones bursátiles en relación con el valor real del capital de la empresa. En un sentido marxista, es realmente un indice del capital o las ganancia ficticias de una empresa.

Kurz señala que la ‘riqueza excedente’ total creció de $ 0,59 billones en 1974 a $ 24 billones de dólares, lo que supone el 79% del valor total del mercado en 2015. La riqueza añadida fue creada sobre todo por los sectores industriales transformados por las tecnologías de la información (TI). Las empresas con un crecimiento lento o negativo con la propiedad ampliamente distribuida han sido sustituidas por empresas basadas en las TI con una propiedad altamente concentrada. Una parte importante de su capital ha sido financiado mediante deuda, hasta alcanzar el 78% en 2015. Kurz cree que esto ha sido posible gracias a las innovaciones de las TI que permiten y aceleran la erección de barreras a la entrada y que una vez erigidas, facilitan el mantenimiento de las restricciones a la competencia. Estas innovaciones también explican el aumento del tamaño de las empresas. Al medir el poder de monopolio de esta ‘riqueza excedente’, Kurz reconoce que pasó de cero a principios de 1980 al 23% en 2015.

Quizás Kurz y los otros papeles ortodoxos puedan estar en lo cierto que, en la era neoliberal, el poder de monopolio de las super empresas de nuevas tecnologías subieron sus márgenes de beneficios o fijaron por lo alto sus precios. La era neoliberal fue testigo de una presión hacia abajo de la participación del trabajo mediante la erosión del poder sindical, la desregulación y la privatización. Además, la participación del trabajo se mantuvo baja mediante una mayor automatización (el empleo industrial se desplomó) y a través de la globalización, en la medida en que las industrias manufactureras y el empleo se desplazaron a las llamadas economías emergentes con mano de obra barata. Y el surgimiento de nuevas empresas de tecnología que pueden dominar sus mercados y expulsar a los competidores, aumentando la concentración del capital, es sin duda otro factor.

Pero otra explicación convincente es que el aumento de los beneficios empresariales era cada vez más ficticio, basado en el aumento de los precios del mercado de las acciones y los bonos y las bajas tasas de interés.  El aumento de capital y las ganancias ficticias  parecen ser el factor clave después del final del auge de las dot.com y su crisis en el año 2000. A partir de entonces, las ganancias se produjeron cada vez más en las finanzas y la propiedad, no en los sectores tecnológicos. Si esto es correcto, entonces ayuda a explicar por qué la mayor desaceleración del crecimiento de la productividad en los EEUU comenzó después del 2000, a medida que la inversión en los sectores productivos y la actividad cayó.

Y si esto es correcto, entonces la reciente nueva caída de la parte de los beneficios y el modesto aumento de la participación del trabajo desde 2014, sugiere que se trata de una caída de la rentabilidad global del capital de Estados Unidos lo que está impulsando las cosas y no un cambio del ‘poder de mercado’ monopolista.

Pero eso es algo que la teoría económica ortodoxa no quiere tener en cuenta. Si los beneficios son altos, la causa es el ‘poder de monopolio’, no el aumento de la explotación de la mano de obra en el modo de producción capitalista. Y es el poder de los monopolios lo que mantiene bajo el crecimiento de la inversión, no la baja rentabilidad general.

Publicado originalmente en el blog de Michael Roberts. Traducción de G. Buster en Sin Permiso

Imagen de portada: Manufacturing #11, Youngor Textiles, Ningbo, Zhejiang Province, 2005  del artista visual Edward Burtynsky

Fuente: http://www.elviejotopo.com/topoexpress/productividad-beneficios-poder-mercado/

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La huella del cambio climático en el Pirineo

Por: Eduardo Bayona

La intensidad del estiaje deja la montaña sin alimento para el ganado por segunda vez en un lustro, mientras la presencia de especies de pájaros originarias del Magreb comienza a ser habitual en la cordillera.

«Algunos pastores optan por llevar a sus rebaños a zonas con agua, para que al menos beban ya que apenas tienen nada que comer», explica Joaquín Solanilla, ganadero de Boltaña (Huesca) y secretario provincial de la organización agraria Uaga. «La última tormenta cayó el 20 de julio –explica- y desde entonces, con un verano muy caluroso, no han caído más de tres o cuatro litros un par de veces. La tierra está seca, solo hay polvo, y lo que se sembró no ha crecido».

La severa y prolongada sequía que desde la pasada primavera azota el Pîrineo, con registros de precipitaciones inferiores a los 20 litros por metro cuadrado en Boltaña, a los 30 en Mediano, a los 40 en Fiscal, Nerín y Sabiñánigo y a los 50 en Graus y Canfranc desde el 1 de agosto, cuando la media anual de varios de esos puntos supera los mil y todos pasan de 700, ha acabado por desecar los prados y por obligar a los ganaderos a estabular a mediados de septiembre, «por falta de pastos», a unos rebaños que suelen mantenerse en el monte hasta finales de octubre.

«No hay ni una brizna de verde ni en las montañas, ni en las praderas», alerta en un comunicado Uaga, organización integrada en Coag que llama la atención sobre «el consiguiente aumento de los costes de producción» que conlleva esa situación y para el que reclaman ayudas a la Administración. «La falta de lluvia ha secado los pastos para la ganadería extensiva y además impide realizar en buenas condiciones las labores de siembra de cereal y forraje», señala.

«¿Qué hacemos hasta marzo, cuando haya crecido, si crece, la hierba que hemos sembrado? ¿Cómo hacemos para dar de comer todos los días a los animales?», se pregunta Solanilla, vecino de una comarca de media y alta montaña en la que la economía de varios cientos de familias depende de unas explotaciones de ganadería extensiva que suman 55.000 ovejas y varios miles de vacas nodrizas.

Los ríos en alerta o en emergencia

«Estamos en una situación crítica. Hay zonas en las que apenas ha llovido en tres meses», explica Solanilla. Los indicadores de Sequía de la Confederación Hidrográfica del Ebro avalan esa afirmación: la mayor parte de los sistemas fluviales de la cuenca se encuentran en situación de alerta o de emergencia, con mayor intensidad en los ríos no regulados.

La sequedad de los prados pirenaicos, que se produce por segunda vez en un lustro, es una de las consecuencias de los cambios en los patrones meteorológicos que ocasiona el calentamiento global: aumento de las temperaturas (la isoterma de cero grados ha subido a los 3.000 metros), reducción de las precipitaciones (nieva menos de la mitad) y llueve un 25% menos que hace medio siglo) y concentración de la lluvia en descargas torrenciales.

Los efectos de esa combinación de factores, generalizada en el planeta y directamente relacionada con fenómenos como las cada vez más frecuentes e intensas sequías o los cada vez menos extraordinarios estiajes invernales del Ebro, ha comenzado a disparar las alarmas en organismos como la FAO, cuyos estudios atribuyen un pésimo Índice de Salud de la Vegetación a todo el país.

Ese deterioro es especialmente patente en el Pirineo, donde apenas quedan zonas que superen el 35%. Más de la mitad de cuyo territorio estaba en situación de alerta o emergencia ya en junio, según el Ministerio de Medio Ambiente.

Síntomas del cambio climático

El cambio climático, que este verano ha tenido otras manifestaciones como el adelantamiento y la reducción del volumen de la vendimia hasta un 15%, o el desplome de la producción de cereal en las áreas de secano, especialmente entre la orilla derecha del Ebro y la meseta, también empieza a modificar los comportamientos de la fauna: aves de origen africano como la golondrina dáurica anidan en áreas del prepirineo como el valle de La Galliguera, mientras en otras comienzan a dejarse ver ejemplares de alzacola y de elanio azul, explica Luis Tirado, de SEO-Birdlife, que recuerda cómo la presencia de otras como el camachuelo trompetero, originario del Magreb y oriente medio, ha sido habitual estos últimos años en áreas del llano como Belchite y Mediana y el vencejo pálido ha establecido una colonia en el mismo puente de Piedra de Zaragoza.

«Son síntomas de los efectos del cambio climático en el valle del Ebro», señala Tirado, que explica cómo la presencia de especies de aves que hace unas décadas comenzaron a saltar del norte de África al sudeste de la península ibérica es cada vez más frecuente en el valle del Ebro, especialmente en el corredor de Tudela a Tortosa, la mayor parte de cuyo territorio, que sufre un riesgo alto de desertificación, recibe ejemplares de las zonas áridas situadas al sur y el este de la meseta y, también, del Magreb.

Los periodos de sequía de los últimos años también han afectado a las especies autóctonas que habitan en zonas de cultivos agrarios. Los seguimientos realizados por SEO-Birdlife indican que «su éxito reproductivo es menor» que en año medios. Básicamente, por tres motivos: el mayor gasto energético al recorrer mayores distancias hasta las zonas con agua, la menor disponibilidad de granos y de insectos para alimentarse y la mayor exposición a los depredadores por haber menos vegetación silvestre en la que refugiarse.

«Año de sequía, pérdida de biodiversidad»

«Las aves esteparias están muy marcadas por la sequía», explica. Ocurre algo similar a las que pasan por los humedales en sus rutas migratorias, cuya presencia en zonas como la laguna de Gallocanta depende de que circule agua por los arroyos que desembocan en ella y de la salud de los cañaverales y bosques de ribera en los que se alimentan.

La escasez de agua ha coincidido este verano (SEO-Birdlife realizó anillamientos en julio y agosto) con una afluencia de aves menor de la habitual. «Si llaga agua se disparan los números, pero cuando hay sequedad caen –indica Tirado-. Un año de sequía es un año de pérdida de biodiversidad».

Fuente: http://www.publico.es/sociedad/cambio-climatico-prados-muertos-aves-africanas-huella-cambio-climatico-pirineo.html

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