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Las redes sociales como aliadas educativas

Por: Jesús Joven Trasobares

Los colegios son fiel reflejo de lo que sucede en la sociedad y en este momento 2 de cada 3 jóvenes de entre 10 y 16 años tiene smartphone.

Pasada la medianoche del 6 de octubre de 2009, Kevin Systrom y Mike Krieger, publicaron la app de “telegrama instantáneo” (Instagram). Una red social que permitía realizar la función de colgar fotos y comentarlas. Esa misma noche, Instagram ya tenía más de 10.000 seguidores; en una semana se multiplicaron por diez y en diciembre habían alcanzado el millón. Cuando tres años después Facebook compró la empresa, ya tenían 30 millones de seguidores. “Insta”, como la llaman nuestros alumnos y alumnas adolescentes es, seguida de Snapchat, la red más popular entre ellos porque, como dice su publicidad: “La vida es más divertida cuando vives el momento”. Su inmediatez, junto con el hecho, en el caso de la segunda, de ser aparentemente efímera, las hace casi irresistibles entre ellos.

Cuando en el curso 2015-2016 nos decidimos a dejar abierta la wifi del vestíbulo del colegio, vimos cómo, semana a semana, eran más y más los alumnos que se sentaban allí con su smartphone durante los recreos. Es tal la fascinación que despiertan las redes entre nuestros jóvenes que no podíamos mirar para otro lado. Basta un dato para hacernos una idea de la dimensión que han alcanzado: en 2017 Snapchat tiene 166 millones de usuarios activos a diario y sigue creciendo de forma imparable. En una situación como esta, lo que tenía sentido, era aliarnos con su uso y sacarle todo el partido posible. Así fue como ese mismo curso creamos el proyecto: “El uso saludable de las redes sociales en el entorno escolar”. Era obvio que nuestro alumnado hacía uso de las redes, pero no lo era tanto que hicieran un buen uso, así que, era un buen momento para transmitir buenas prácticas y para que la educación en valores que incorporamos en nuestro proyecto educativo fuese extensible al ámbito de la realidad virtual. Sí, virtual, pero no por eso menos real que lo que sucede a diario en las aulas, pasillos, patios, etc., del colegio y es en ella, donde se van a dar de forma cada vez más frecuente, los problemas de convivencia entre nuestro alumnado, entre ellos, el ciberbullying.

Creamos nuestras propias cuentas en las redes como la mejor manera de difundir mensajes como: “¿Y si además de para chatear, utilizaras WhatsApp para leer libros? En Brasil ya lo hacen y mola muchísimo…” o también: “¿Cuántos de tus amigos tienen la contraseña de tu móvil? Las passwords son personales. No se las des a tus colegas”. Nuestro lenguaje era claro y directo, próximo al suyo y en el soporte que ellos más usan, era la manera de llegar y de que fuésemos escuchados.

Después fueron llegando las charlas y talleres donde tomaron conciencia de algunos de los riesgos de las redes y adquirieron herramientas para saber dar respuesta a situaciones no deseadas. Nuestros consejos y trucos a través de nuestras cuentas les fueron acompañando y la presencia de ponentes cercanos a ellos, a su forma de sentir y pensar, les enseñó lo que saben las grandes corporaciones de nosotros y cómo la huella digital deja un rastro casi permanente, cargado de información personal que será usada por las compañías. “Que sepáis –se les dijo en una de ellas– que lo primero que van a hacer muchas de las empresas que vayan a contrataros, es mirar vuestras cuentas para tener toda la información que puedan de vosotros”. Fue en el marco de este proyecto donde convocamos el primer concurso de booktubers del colegio. Todo un éxito creativo, alejado del estereotipo de youtuber que se está imponiendo entre los jóvenes como paradigma del emprendimiento digital a cualquier precio.

Los mensajes fueron calando y los seguidores creciendo; así que, en el curso 2016-2017, el proyecto se ha hecho extensible a todos los centros de FUHEM, con nuevas cuentas, incluyendo las de Instagram que gestionan los propios alumnos y alumnas. Hemos aprovechado para recordarles uno de los lemas del Día Internacional de la Internet Segura: “Piénsalo antes”, con el que han aprendido que se pierde el control, de forma permanente, de todo lo que suben en su cuenta. Si no dejas la puerta de casa abierta –les decimos–, ¿por qué mostrar a otros aquello que no quieres que te “roben”?

Los colegios son fiel reflejo de lo que sucede en la sociedad y en este momento 2 de cada 3 jóvenes de entre 10 y 16 años tiene smartphone. Muchos de ellos y ellas admiten haber utilizado el teléfono para hacerse fotos o vídeos provocativos y todavía son más los que han recibido alguna vez este tipo de contenidos. Nuestro alumnado tiene una percepción errónea de lo que puede suponer esta práctica, porque confía plenamente en la discreción de sus compañeros entre los que se desea ganar aceptación con una imagen sin pensar en las consecuencias que pueden tener para sus vidas esta práctica. Con esa imagen acaban de abrir la puerta a situaciones de ciberbullying, grooming, etc., que les pueden hacer muy vulnerables. Los mensajes que les hemos transmitido han sido claros y se resumen en uno: “No hagas por Internet lo que no te atreverías hacer a la cara” y es que, a menudo, se les olvida que las redes las contemplan muchas más personas que sus amigos y que estos también pueden meter la pata.

Pero no hemos demonizado las redes, nuestro esfuerzo ha perseguido que nuestros alumnado tenga un referente positivo y que la brecha que separa la forma de relacionarse de los hijos con sus familias se reduzca. Queremos que nuestros alumnos y alumnas sean ciudadanos digitales responsables, consiguiendo que valores como el respeto, la tolerancia, la empatía, etc., que adquieren a menudo en la realidad física, estén también presentes en la realidad virtual porque nuestra sociedad, y no digamos la de los jóvenes, es cada vez más digital e interconectada, pero a su vez, está cargada de enormes retos y también de riesgos. Para ello es necesario dotar de competencias a los nuevos ciudadanos en red y educar en la cultura de la privacidad y la responsabilidad. Ahora más que nunca es el momento para ello.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/06/26/las-redes-sociales-como-aliadas-educativas/

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Bullying, el drama en el que todos pierden

Por: Elena Ledda

  • El acoso escolar es una epidemia que puede afectar a cualquier centro y que concierne a toda la comunidad educativa

Seis mujeres y seis hombres intentan que otra mujer, que acaba de llegar al aula, no entre dentro del círculo que han formado con sus cuerpos. Tienen pactado un código que permitiría a la recién llegada acceder a él -debería pedir tres veces por favor- pero ella no lo sabe ni, de momento, se le ocurre. La impotencia que siente es parecida a la que sufren un 4% de los alumnos españoles, según datos del Ministerio de Educación, que son víctimas de bullying, una lacra que acompaña cada curso escolar y que puede tener consecuencias funestas.

Las 13 personas que esa tarde soleada de finales de final de curso están experimentando la exclusión, una de las múltiples formas de acoso escolar, son madres y padres de una clase de quinto de primaria de la escuela La Salle de Montcada i Reixac, un pueblo en la periferia de Barcelona. Todas participan del taller de educación emocional para la prevención del bullying que la asociación SEER organiza desde 2004.

El ‘bullying’ es un problema que se puede detectar en todos los centros educativos y que, en su forma más extrema, tiene consecuencias fatales. Como sucedió con Lucía, una niña de 13 años de Murcia que puso fin a su vida en enero de este 2017, pocas semanas después de escribir una carta de despedida. Según su entorno, el ‘bullying’ que padecía Lucía se venía produciendo desde hace tiempo, tanto que la familia la acababa de cambiar de instituto.

 

Sabe muy bien qué significa esa violencia Alex Estivill, de 22 años, técnico de farmacia de Ascó (Tarragona). Atacado “por maricón”, aislado y aterrorizado hasta el punto de no atreverse a entrar durante años en el vestuario de la escuela. Así es como se ha sentido durante todo el instituto Alex. Quien solo ahora, después de muchos años, se siente con fuerzas suficientes para compartir una experiencia que ha cambiado totalmente su vida. “Yo creo que todo empezó porque no me gustaba jugar al fútbol y en el patio todos los niños jugaban. Entonces un grupo de niños y niñas empezaron a decirme que era gay. Yo al principio no sabía ni qué quería decir”, recuerda una mañana de primavera sentado en el sofá color verde manzana del apartamento moderno donde vive en Barcelona.

En la pared de la habitación de Alex hay un póster de Lady Gaga, “la primera persona que puso la palabra bullying en mi vida”, y en una esquina un libro de fotos de David Bowie, “mi referente masculino, el que me da la seguridad de que ser diferente es bueno”.

“Todo empezó porque no me gustaba jugar a fútbol en el patio y todos los niños jugaban”

ALEX ESTIVILL

Víctima de acoso

Como muchas de las personas que sufren ‘bullying’, Alex no lo compartió con su familia, y pronto se encerró en sí mismo. El joven farmacéutico recuerda que sí se lo dijo, en varias ocasiones, a la directora y a la jefa de estudios de su centro pero, según relata, las dos siempre disculpaban las agresiones. “No sé si también tuve la mala suerte de que las hijas de ambas estaban en mi quinta y eran de las que observaban los ataques”, añade.

Cuando se habla de acoso escolar, o ‘bullying’, un fenómeno que ocupa cada vez más la atención mediática en España, no se está hablando de una agresión en la que dos personas buscan el daño mutuo, sino de una forma continuada de violencia “entre iguales” en la que una o varias personas, que gozan de mayor poder, someten a otra persona de su clase o de su escuela.

Como le sucede cada día a cientos de Ramon, nombre falso usado como ejemplo, a los que perseguían cada día a la salida del colegio y eso les provocó que ya no pudieran dormir por las noches. El caso ficticio de Ramón es utilizado en la escuela Petit Món, uno de los cuatro centros catalanes que, desde hace un par de cursos escolares, implementa el método finlandés KiVa, posiblemente el más reconocido a nivel internacional en la prevención, intervención y monitoreo del acoso escolar.

Un instructor de Petit Món interpela a los alumnos de cuarto de primaria que asisten a la sesión de KiVA en una aula en Castelldefels. “¿Cómo se siente Ramón? ¿Qué le están haciendo? ¿Cómo nos sentiríamos si nos pasara eso? Y, ¿qué podríamos hacer?” Muchas manos se levantan al unísono. Comparten ideas y entre todos escogen uno entre los muchos dibujos que el tutor les enseña y que representan sentimientos. En este caso, el dibujo elegido es el del miedo a lo que pueda pasar.

Madres y padres de una clase de quinto de primaria de la escuela La Salle de Montcada i Reixac en una reunión para experimentar la exclusión

Madres y padres de una clase de quinto de primaria de la escuela La Salle de Montcada i Reixac en una reunión para experimentar la exclusión (Elena Ledda)

La naturaleza del acoso puede ser física, verbal, digital (el así llamado ‘ciberbullying’) o basada en la exclusión social, y puede ser directa (quien agrede da la cara) o indirecta. En España se empezó a hablar del fenómeno en 2004 sobre todo a raíz del suicidio de Jokin Ceberio, de Hondarribia (Guipúzcoa) que acabó con su vida a los pocos días de cumplir 15 años por el acoso escolar al que era sometido. La familia de Jokin emprendió una lucha en los tribunales que concluyó en febrero de 2011 con un fallo del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco que exculpaba de toda responsabilidad al instituto donde ocurrió el acoso y condenaba a los padres de los menores que acosaron a Jokin a indemnizar a la familia de este.

“Las familias tienen un rol fundamental en la intervención y resolución del conflicto, pero normalmente empiezan con la negación de que tu hija o hijo esté agrediendo, y también hay incomprensión y dolor de que esté siendo acosada”, apunta Miriam Aleman, de la asociación Candela, otra de las entidades que hacen prevención del ‘bullying’ en los centros escolares de Catalunya.

El ‘bullying’ es un fenómeno del que se empezó a hablar en 2004, tras el suicidio de un joven vasco de 15 años.

“Cuando los adultos hablamos de acoso escolar siempre ponemos el foco en quienes tienen el rol de víctimas. En cambio deberíamos ver cómo proteger a nuestros hijos para que no tomen el de agresores”, dice Oriol Julià de SEER (Salut i Educació Emocional i de la Raó).

Julià nunca habla de agresores y de víctimas sino de personas que, en un determinado momento, toman un rol u otro. “A menudo hablamos de agresores que tienen ocho años, y se los considera malísimos para toda la vida…En realidad son papeles que se toman, y por lo tanto, se pueden dejar”.

Según Maite Garaigordobil, catedrática de la facultad de Psicología de la Universidad del País Vasco, normalmente las familias se preocupan de que sus hijos puedan padecer pero no tanto de que puedan ejercer u observar “porque no son conscientes de que el bullying tiene muchas consecuencias negativas para todos los implicados: si no, seguro que darían más importancia al hecho de que su hijo o hija sea un agresor o un observador”.

Entre los principales efectos nocivos, la experta señala, en relación a quienes lo padecen, bajo rendimiento académico, inseguridad, baja autoestima, somatizaciones, ansiedad, síntomas depresivos, hasta llegar a casos extremos de suicidio. Pero también en relación a quienes acosan destaca el bajo rendimiento académico, además de dificultades en el cumplimento de las normas y de control de la ira, conductas antisociales, ausencia de empatía, impulsividad (entre otras).

Los principales efectos nocivos del acoso escolar son el bajo rendimiento académico, la baja autoestima y la ansiedad, pero pueden ser más extremos.

“También ser testigo puede generar consecuencias negativas, como desarrollar una personalidad insensible al dolor ajeno, a veces con sentimientos de miedo y conductas de sumisión ante los violentos e, incluso, llegar a considerar que la agresividad aporta beneficios”, añade Garaigordobil.

Un correo inesperado

La conciencia por parte de las familias de la que habla la experta es lo que movió a Regina Liñán, trabajadora de los servicios sociales de 47 años, a actuar enseguida cuando, hace dos años, recibió un correo inesperado. Se lo enviaba, a ella y a unas cuantas otras madres, la mamá de un compañero de su hija Claudia (nombre ficticio), que hoy tiene casi 13 años, para avisarlas de que sus niñas estaban acosando al hijo de esta: le decían feo, se reían de él, le quitaban sus cosas y no se las querían devolver.

Nilños participan en una sesión de KiVa, un método finlandés con buenos resultados en la prevención del 'bullying'
Nilños participan en una sesión de KiVa, un método finlandés con buenos resultados en la prevención del ‘bullying’ (Elena Ledda)

Tras un primer momento de incredulidad, “yo siempre había pensado que Claudia era una niña empática”, Regina decidió hablar con su hija. Esta admitió los malos tratos pero aseguró que ella “solo miraba”. Regina recuerda: “Yo le dije que mirar también era participar, que tenía que pensarse bien si le convenía tener amigas que hacían cosas así y que tenía que pedirle perdón al niño”.

Por su parte Regina fue a hablar con la mamá del niño acosado. La madre, según Regina, le dio las gracias y le dijo que las otras destinatarias del correo ni le habían contestado. “Eran cosas de niños”, para las otras madres, en palabras de Regina. “Claramente no lo eran dado que el pequeño acosado ya no quería ir a la escuela”, apunta sentada ante la impresionante colección de muñecos Playmobil que ocupan una pared de su piso del barrio popular de Sant Andreu de Barcelona.

El miedo a ser excluido

Ahora Claudia ha cambiado de grupo y Regina está más tranquila ya que, según ella, lo que movió a su hija en ese momento fue la presión de grupo, “las ganas de gustar y de pertenecer”.

Este último es un elemento que vuelve también entre los 13 adultos que acaban de terminar la dinámica propuesta por la asociación SEER en la escuela La Salle. De vuelta a sus sillas, colocadas en círculo en el centro del aula, comparten qué han sentido al excluir a su compañera. Un sentimiento prevalece: si no la han dejado entrar era para no ser excluidos a su vez.

 

Claudia, que al volver a la época de los insultos al compañero habla de su “yo del pasado” y asegura de que no era consciente de lo que estaba haciendo, recuerda también que por ese entonces veía la serie Patito feo: “había un grupito de ‘guays’ que insultaba al resto. Creo que eso me influyó un poco”, apunta mirando seria tras sus grandes gafas atigradas. Y añade: “A veces ves que están tratando mal a alguien y quieres hacer algo, pero no puedes por miedo a que se vuelvan en contra tuyo. También creo que por mucho que una persona intervenga, tampoco se solucionan las cosas”.

A veces ves que están tratando mal a alguien y quieres hacer algo, pero no puedes porque temes que se vuelva en contra tuyo”

CLAUDIA

Cómplice pasiva de un caso de ‘bullying’.

La diferencia entre enseñar a mediar a los jóvenes y hacerles responsables del acoso y de su resolución es un elemento en el que insistió mucho, ante un público atento, la escritora Lolita Bosch, organizadora del primer Simposio contra el Bullying que tuvo lugar a finales de abril de este 2017 en el Auditorio de la Fundació FCBarcelona.

Así lo expresaba Lolita Bosch: “los acosadores no son malos, ni las víctimas son débiles ni los que miran son cobardes: ya está bien de pedir a los niños que defiendan a sus compañeros; si yo veo a alguien que apunta a otro con una pistola, jamás le diré ‘pónmela a mí’. Una cosa es que les enseñemos a mediar, otra que les hagamos responsables cuando los responsables somos los adultos”.

Ponentes del primer Simposio contra el Bullying que tuvo lugar a finales de abril de este 2017 en el Auditorio de la Fundació FCBarcelona
Ponentes del primer Simposio contra el Bullying que tuvo lugar a finales de abril de este 2017 en el Auditorio de la Fundació FCBarcelona (Elena Ledda)

Las fuentes consultadas para este reportaje coinciden en que lo más importante que las familias pueden hacer para participar en la resolución de un problema que, insisten, concierne a toda la comunidad educativa, es prevenir la violencia y fomentar la convivencia. Así lo expresa Garaigordobil: “la educación familiar desempeña un papel primordial: los padres son modelos de empatía y de conducta social positiva, y si refuerzan estas conductas, entonces tendrán con mayor probabilidad hijos menos violentos”.

Aleman, de la asociación Candela, compara el bullying con un “virus que ha entrado en el grupo”. En su opinión ese virus es estructural: viene de una visión por un lado de la educación como algo competitivo y, por otro, de la diversidad como una amenaza “que si no se consigue uniformar, entonces se excluye”.

Raquel, de 16 años, estudiante de cuarto de ESO, coincide e indica: “para prevenir el bullying hay que aceptar la diferencia, que es lo que nos hace únicos”. José Ramón Ubieto, psicólogo clínico y psicoanalista, señala ante la audiencia del Simposio otros elementos que ayudan a enmarcar el fenómeno: “La violencia tiene un punto de fascinación: lo prueba que cuando vemos una pelea en la calle, nos paramos. Los jóvenes, además, tienen pánico a pasar desapercibidos: por eso el público participa”.

Los padres son modelos de empatía y de conducta social positiva, y si refuerzan estas conductas, entonces tendrán con mayor probabilidad hijos menos violentos”

MAITE GARAIGORDOBIL

Catedrática de Psicología

Un elemento típico del ‘bullying’ es que es un tipo de violencia casi siempre oculta para las personas adultas, pero bien conocida por el alumnado. Por parte de los centros escolares “hay un discurso generalizado de ‘eso aquí no pasa’”, apunta Marta Rebollar, directora de la escuela Petit Món de Castelldefels.

También Aleman señala la dificultad para reconocer el problema: “La gente lo vive como una vergüenza y como un fracaso que esté pasando en tu colegio: en nuestra sociedad cuesta admitir el conflicto y el fracaso y la vergüenza solo genera silencio. Al contrario, reconocer que a tu hijo le pasa, que en tu escuela pasa tiene muchísima dignidad y es el principio de la solución”.

Rebollar añade: “En nuestro centro puede pasar, y además lo tenemos en cuenta”. La directora se refiere a la apuesta por dar importancia y “poner nombre” a la emociones que llevó a que hace tres años todo el personal del centro recibiera formación en educación emocional.

En nuestra sociedad cuesta admitir el conflicto y el fracaso y la vergüenza solo genera silencio”

MÍRIAM ALEMAN

Asociación Candela

Rebollar también apunta que su caso es más bien excepcional: al ser una escuela de una sola línea, y además una cooperativa de maestras, “podemos hacer la escuela que nos gusta. Desafortunadamente no todos los centros tienen esa suerte ya que los recursos en educación deberían preservar la persona, pero no lo acaban haciendo”.

Puede pasar que cuando los padres se enteran de lo que está ocurriendo a sus hijos, eso les haga revivir lo que en su momento también les pasó a ellos. Es el caso de Antonio, 40 años, originario de Zaragoza, técnico de maquinaria de artes gráficas quien pide omitir su apellido para evitar que se reconozca a su hijo Lucas (pseudónimo), de 13 años.

Para Antonio, ver que a Lucas nunca le invitaban a fiestas de cumpleaños, saber que se pasaba la hora del patio solo y que se metían con su pelo largo y sus facciones delicadas le llevó de vuelta a cuando de niño se metían con sus orejas de soplillo: “Me cuesta admitir que hay un problema y no sé cómo ayudarle porque yo también lo he sufrido y creo que tampoco lo he resuelto especialmente bien si con 24 años decidí operarme y, volviendo atrás, creo que además lo volvería a hacer”.

Me cuesta admitir que hay un problema y no sé cómo ayudarle porque yo también lo he sufrido y creo que tampoco lo he resuelto especialmente bien”.

ANTONIO

Padre de niño acosado

Todas las fuentes consultadas opinan que es muy importante que las familias que son conocedoras de que su hijo está involucrado en un caso de bullying se coordinen en primer lugar con el centro escolar para que este pueda poner en marcha el protocolo de actuación que tenga establecido para estos casos y, solo si el centro no da una respuesta satisfactoria, entonces se planteen otras vías de resolución como cambiar de centro, acudir a la justicia u otras.

“Si se intenta solucionar desde fuera del centro se está obviando el elemento social del bullying, o sea que tiene que ver con todo el grupo”, señala Oriol Julià. Por eso, explica Aleman, “nosotras intentamos que la relación entre la escuela y la familia sea buena de antes, porque si pretendes crear una relación una vez haya explotado un caso de bullying, no podrás”.

La primera medida ante un caso de ‘bullying’ debe ser informar al centro educativo para que active el protocolo establecido.

Aparte de coordinarse con la escuela, apunta Julià, “las familias tienen que hacer un trabajo para recuperar la autoestima del niño: si ha sido agredido tiene que saber que no es su culpa, que tiene derecho a estar bien y que se le acompañará. Si ha agredido, tiene que saber que él no es la agresión, que no necesita eso para estar bien y que también se le acompañará para que encuentre qué necesita para quererse”.

La sesión en La Salle está a punto de terminar. El dinamizador, Ramiro Ortegón, ha pedido que todo el mundo se coloque físicamente donde cree que estaría su hijo con respecto al bienestar (simbolizado por un triángulo posicionado en el centro del aula) si le hubieran excluido como ellos han excluido a su compañera y ahora están casi todos pegados a las cuatro paredes. Y les invita a volver a sus sillas verbalizando a cada paso las habilidades, las cualidades que cada uno cree que tiene para ayudar a su hijo. Por la sala se escuchan las palabras amor, paciencia, saber escuchar.

Teléfonos contra el acoso escolar900 018 018

116 111 (solo Catalunya)

Fuente: http://www.lavanguardia.com/vida/20170917/431294145111/bullying-acoso-lacra-escuela.html

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¿Podría aplicar España el innovador modelo educativo digital de Finlandia?

España / 3 de septiembre de 2017 / Autor: Lucio A. Muñóz / Fuente: El Economista

Los dos partidos que han gobernado España durante 30 años que llevamos de pseudodemocracia han sido incapaces de ponerse de acuerdo a la hora de diseñar un modelo educativo, que sea sostenible y que pueda desarrollarse a largo plazo.

En los últimos tiempos sí hemos visto como la partitocracia española lograba acercar posturas en materia educativa. Todo ello en el marco del Pacto de Estado por la Educación, negociado en la Subcomisión del Congreso de los Diputados.

Sin embargo, y de forma contradictoria, este acercamiento entre los partidos políticos no puede ser más nefasto para los estudiantes españoles, ya que el Consejo de Ministros aprobó el pasado dos de junio un Real Decreto que permite superar la ESO con dos suspensos y una notar menor al 5. Un atentado contra la meritocracia en la educación que afectará de manera negativa a la competitividad futura de España y de sus empresas.

Ciudadanos incultos

De igual forma, también es relevante indicar que el contenido del Real Decreto referenciado con anterioridad viene definido por dos hechos fundamentales.

El primero de ellos no es otro que el tradicional y permanente objetivo de la izquierda española, consistente en intentar manipular a los ciudadanos a través de la incultura, la tergiversación de la historia, la desinformación, la pérdida de valores, como por ejemplo el esfuerzo, etc. Son los partidos de izquierda los que han apostado por esta reducción del nivel de exigencia en la educación.

Y el segundo es la cobardía del PP actual. Puesto que este partido, dejándose avasallar de nuevo por los partidos de izquierda, en esta ocasión en el ámbito educativo, ha cedido a las pretensiones de estos.

El problema de fondo no es otro que la politización y el sectarismo ideológico que sufre la educación en nuestro país. Esta politización de la que hace gala nuestro modelo educativo se refleja también a nivel autonómico. Máxime, teniendo en cuenta que los objetivos de determinadas autonomías se centran en poner trabas a la educación en castellano, en modificar la historia en los libros de texto para adaptarla a las mentiras independentistas, etc.

El modelo Phenomenon learning finlandés

Mientras España involuciona en el contexto educativo, Finlandia, uno de los países de referencia en esta materia, intenta evolucionar todavía más, apostando por la digitalización.

De hecho, Finlandia ha rediseñado su modelo de educación, al objeto de adaptar el mismo a las nuevas necesidades digitales y tecnológicas que demandan las empresas, las administraciones públicas y, en definitiva, la sociedad.

La consecuencia de todo ello es el nuevo sistema educativo, denominado «Phenomenon learning», que se ha implantado en este país nórdico.

Formación en habilidades digitales

Se trata de un arquetipo centrado en el aprendizaje de habilidades digitales, tecnológicas, de investigación, de comunicación, de comprensión cultural, etc.

Para conseguir que los estudiantes se formen en tales competencias, los maestros han sido debida y previamente formados en las mismas.

En este sentido, las impresoras 3D, las pizarras inteligentes e interactivas, los laptops, etc., son las herramientas de aprendizaje básicas.

Todo ello, desarrollado en un entorno educativo cuyas señas de identidad son el espíritu colaborativo, el pensamiento crítico, la lucha contra el ciberbullying o acoso en Internet, etc.

La principal meta que persigue el modelo Phenomenon learning se fundamenta en que los estudiantes aprendan a pensar, a comprender, a escuchar, a cuestionar, etc., con la ayuda de la tecnología y de forma libre e independiente.

Todavía no hay pruebas que demuestren el buen funcionamiento de este modelo educativo, por mediación del cual, Finlandia está intentando adaptar la educación a la era digital.

Pero, considerando los antecedentes relacionados con la excelencia educativa de este país, no sería muy arriesgado apostar por el éxito del Phenomenon learning.

Fuente del Artículo:

http://www.eleconomista.es/firmas/noticias/8574391/08/17/Podria-aplicar-Espana-el-innovador-modelo-educativo-digital-de-Finlandia.html

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Reseña de película: Ciberbullying.

América del Norte/Estados Unidos.
Cyberbully es una película dramática estadounidense hecha para televisión estrenada el 17 de julio de 2011 por ABC Family. ABC Family trabajó con la revista Seventeen para hacer la película, y crear un proyecto llamado «Delete Digital Drama».

La película sigue a Taylor Hillridge, una adolescente que recibe una computadora para su cumpleaños de parte de su madre. Taylor está muy entusiasmada por la independencia de estar en línea sin su madre que siempre le observaba. Sin embargo, Taylor pronto se convierte en una víctima de acoso cibernético durante su visita a un sitio web social. Ella tiene miedo de contárselo a sus amigos, incluso a su mejor amiga Samantha y así llega a un punto de ruptura. Taylor de alguna manera casi se suicida con una sobre dosis de pastillas, pero no puede conseguir la cápsula correcta, así pues toma otra que solo la envía a un hospital. La mamá de Taylor se entera del incidente y busca la manera de poder ayudar a su hija, recure al sistema escolar y a la legislación estatal para evitar que otros pasen por el mismo problema que su hija.

¿Cómo se manifiesta el ciberbullying?

Las formas que adopta son muy variadas y sólo se encuentran limitadas por la pericia tecnológica y la imaginación de los menores acosadores, lo cual es poco esperanzador. Algunos ejemplos concretos podrían ser los siguientes

  • Colgar en Internet una imagen comprometida (real o efectuada mediante fotomontajes) datos delicados, cosas que pueden perjudicar o avergonzar a la víctima y darlo a conocer en su entorno de relaciones.
  •  Dar de alta, con foto incluida, a la víctima en un web donde se trata de votar a la persona más fea, a la menos inteligente… y cargarle de puntos o votos para que aparezca en los primeros lugares.
  • Crear un perfil o espacio falso en nombre de la víctima, en redes sociales o foros, donde se escriban a modo de confesiones en primera persona determinados acontecimientos personales, demandas explícitas de contactos sexuales…
  • Dejar comentarios ofensivos en foros o participar agresivamente en chats haciéndose pasar por la víctima de manera que las reacciones vayan posteriormente dirigidas a quien ha sufrido la usurpación de personalidad.
  • Dando de alta la dirección de correo electrónico en determinados sitios para que luego sea víctima de spam, de contactos con desconocidos…
  • Usurpar su clave de correo electrónico para, además de cambiarla de forma que su legítimo propietario no lo pueda consultar, leer los mensajes que a su buzón le llegan violando su intimidad.
  •  Provocar a la víctima en servicios web que cuentan con una persona responsable de vigilar o moderar lo que allí pasa (chats, juegos online, comunidades virtuales…) para conseguir una reacción violenta que, una vez denunciada o evidenciada, le suponga la exclusión de quien realmente venía siendo la víctima.
  • Hacer circular rumores en los cuales a la víctima se le suponga un comportamiento reprochable, ofensivo o desleal, de forma que sean otros quienes, sin poner en duda lo que leen, ejerzan sus propias formas de represalia o acoso.
  • Enviar menajes amenazantes por e-mail o SMS, perseguir y acechar a la víctima en los lugares de Internet en los se relaciona de manera habitual provocándole una sensación de completo agobio.

Recomendaciones a personas para evitar el ciberbullying.   

  1. Cuidado de los datos ajenos. Los datos personales de las demás personas no te pertenecen. Evita usarlos o publicar fotografías sin permiso.
  2. Discreción. No reveles asuntos particulares de otras personas aunque pienses que no les va a importar.
  3. Respeto y prudencia.Dirígete a las demás personas con mucho cuidado y respeto. Puede que no te entiendan bien o que tengan un mal día.
  4. Visión global y creativa. Cuida mucho las bromas en público. Aunque la persona implicada sepa que no es en serio otras lo pueden interpretar mal.
  5. Observación y empatía. Cuando entres en un lugar nuevo observa durante algunos días antes de actuar. Quizás no sea el sitio o la gente que pensabas.
  6. Gestión positiva de emociones. Si alguien te enfada, desconecta un rato. Puede tratarse de un malentendido o algo no intencionado.
  7. Compromiso y sensibilidad. Cuando veas que alguien comete una imprudencia, házselo saber de manera discreta
  8. Implicación activa y constructiva. Si perteneces a una comunidad o red, participa y contribuye de forma positiva
  9. Tolerancia y participación. Muestra respeto por las opiniones de las demás personas y manifiesta la tuya.
  10. Solidaridad. Si ves que alguien sufre trato injusto y abuso intenta ayudar evitando presuposiciones y conflictos.

Consejos básicos contra el ciberbullyin

  1. No contestes a las provocaciones, ignóralas. Cuenta hasta cien y piensa en otra cosa.
  2. Compórtate con educación en la Red. Usa la Netiqueta (etiqueta a tus amigos).
  3. Si te molestan, abandona la conexión y pide ayuda.
  4. No facilites datos personales. Te sentirás más protegido/a.
  5. No hagas en la Red lo que no harías a la cara.
  6. Si te acosan, guarda las pruebas.
  7. Cuando te molesten al usar un servicio online, pide ayuda a su gestor/a.
  8. No pienses que estás del todo seguro/a al otro lado de la pantalla.
  9. Advierte a quien abusa de que está cometiendo un delito.
  10. Si hay amenazas graves pide ayuda con urgencia.

Fuente: https://youtu.be/kmZZZbSx-Xw

Imagen: http://1.bp.blogspot.com/-Vcnuf3n43rk/VY4TZASe-vI/AAAAAAAAC5M/cSybWG7lW20/s400/CYBERBULLY.jpg

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Pais Vasco: Los casos de acoso escolar se duplican en Euskadi

País Vasco/13 marzo 2017/Fuente: El País

El Departamento de Educación contabilizó 121 casos de acoso escolar en el curso 2015-2016, una cifra que supone casi el doble de los registrados (67) en el curso anterior. Estos maltratos confirmados en la escuela representan una cuarta parte de las situaciones identificadas por los educadores.

La consejera de Educación, Cristina Uriarte, ha informado este miércoles del «fuerte incremento» en el número de casos de acoso escolar analizados en la escuela pública y concertada en el País Vasco, lo que denota, a su juicio, que «en la sociedad vasca se ha producido una evolución muy significativa» por la «mayor sensibilización» que la ciudadanía tiene con esta lacra social.

En el curso 2015-2016 se analizaron 487 situaciones, de los que 121 fueron considerados como actos violentos o de acoso en las aulas. En ambos supuestos, las cifras duplican las del curso anterior, con 268 casos estudiados y 67 considerados como acoso. El aumento, según Uriarte, «no significa que cada vez se vayan produciendo más actos violentos, sino que la sociedad y la comunidad educativa han reducido su nivel de tolerancia».

El listón de aceptación del acoso escolar ha variado en los últimos años en todos los ámbitos concernidos: la inspección educativa, los centros escolares, las familias y el alumnado. «A lo que quizá hace unos años no se daba la necesaria importancia, ahora sí se le da, y así debe ser», ha manifestado la consejera en una comparecencia junto al jefe de la Inspección, José Antonio Romero, y la viceconsejera del ramo, Maite Alonso.

La estadística de los últimos ocho cursos arroja los siguientes datos: se han analizado un total de 1.662 casos, de los que se han considerado acoso escolar 572. La evolución muestra un aumento en este periodo, al pasar de los 39 casos registrados en 2009 a los 121 del curso pasado.

Las actitudes violentas que más se repiten son las agresiones verbales (el 43% de los casos), seguido de la exclusión o marginación social (25%). Las agresiones físicas directas se dieron en el 16% de los casos y otro 12% fueron comportamientos con intimidación, chantaje o amenazas.

El ciberbullying está cada vez más presente en este tipo de situación. Casi una cuarta parte de los casos de acoso (el 23%) se cometió a través de Internet o las redes sociales, ha explicado Uriarte.

El Gobierno vasco presentará en los próximos meses un Plan de Acoso Escolar que «impulsará procedimientos que ayuden a desarrollar acciones» contra este fenómeno. En estos momentos, según ha detallado Romero, la solución que se trata de dar a los casos de bullying pasa por resolver las situaciones en el ámbito escolar y «cada vez menos» se opta por sacar del centro a la víctima.

Fuente:http://ccaa.elpais.com/ccaa/2017/03/09/paisvasco/1489060566_599053.html

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España: Educación sigue sin plan contra el ‘ciberbullying’

Europa/España/7 de febrero de 2017/Fuente: el mundo

Un año después de implantar el protocolo contra el acoso escolar, los centros educativos de las Islas siguen sin tener unas pautas concretas para abordar en concreto el ciberbullying, pese a que año tras año se disparan estas denuncias. Durante el último trimestre del curso pasado 2015-16, los colegios e institutos activaron el protocolo de la Conselleria de Educación 296 veces ante posibles casos de violencia escolar, de los cuales 89 casos (el 29%) estaban relacionados con la violencia en las redes.

«Los expertos dicen que en un año cambia la situación por eso preferimos poner una cosa genérica y que sirva para todos en vez de ir cambiándolo cada año», reconoció ayer la directora del Instituto de Convivencia y Éxito Escolar (ICEE), Marta Escoda, durante la presentación de la memoria del curso 2015-16 del organismo que dirige.

Escoda admitió que cuando se produce un delito, se notifica para que lo trabajen «los que saben de ciberbullying», ya que el protocolo marca pautas «a nivel preventivo» pero no detalla medidas «a nivel de actuación». Pese al incremento de casos, afirmó que su servicio no recibe «demasiadas» llamadas sobre este tema porque estas demandas se realizan a través de los policías tutores.

La Conselleria de Educación se reconoce incapaz de seguir el ritmo vertiginoso al que avanzan las nuevas tecnologías y los delitos relacionados con ellas, y advierte de que no sólo es un trabajo que ocupa a la escuela sino también a la familia. En este sentido, el conseller de Educación, Martí March, insistió ayer en que la concienciación social «es clave» para frenar este tipo de violencias pero cada parte (Servicios Sociales, los policías tutores y las familias) tiene que asumir su «rol».

«Nosotros como conselleria sí tenemos claro que tenemos una responsabilidad clara pero lo que está pasando en la sociedad tiene otros elementos y hay que ver cuál es el papel de cada uno. Eso significa que tenemos que hacer más formación a las familias porque son un elemento claro para que intervengan y sepan cuál es su papel», aseveró el titular de Educación, que se comprometió a mejorar el protocolo cuando le llegue «un feedback» . «El protocolo no es estático y se irá modificando», afirmó sin concretar.

La memoria del Instituto de Convivencia y Éxito Escolar presentada ayer especifica que de los 296 posibles casos de bullying detectados en los centros, casi la mitad (142) se confirmaron como acoso. De ellos, el 70% no fueron especificados, es decir, no responden a alumnado identificado con un rasgo específico (con necesidades especiales, origen cultural, discriminación de género u orientación sexual), por lo que se deduce que «corresponden más a la presión del grupo que a un rasgo específico».

Además, las demandas de los centros al ICEE se duplicó de un curso para otro en el primer año de aplicación del protocolo contra el acoso escolar. El informe constata que con el paso de los años hay un incremento de las conductas violentas mientras que, paradójicamente, la media de expedientes abiertos por centro ha ido decreciendo.

La directora del ICEE interpreta este aumento como un signo del interés de los centros educativos por sacar a la luz estos casos porque se «preocupan», aunque lamentó que «en cada colegio o instituto hay al menos un caso de acoso escolar».

De los datos extraídos de la memoria del ICEE durante el curso 2015/16 se constata que el 97% de los centros educativos de Baleares tienen Planes de Convivencia y que, además, se han incrementado las horas de reunión de las comisiones de convivencia. El aspecto más destacado del curso pasado fue el incremento de demandas de asesoramiento. En total se organizaron 67 formaciones, 39 más que en el curso anterior. El 85% (57), a los docentes y el resto a otros miembros de la comunidad educativa.

Fuente: http://www.elmundo.es/baleares/2017/02/02/58931ba8268e3e91278b45d6.html

Imagen: e02-elmundo.uecdn.es/assets/multimedia/imagenes/2017/02/02/14860358750034.jpg

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Colombia: Los mejores proyectos para combatir el ciberacoso

Colombia/Enero de 2017/Fuente: El Tiempo

Tres iniciativas estudiantiles para combatir el ciber-acoso en Colombia, a través de proyectos digitales, fueron premiadas este miércoles por el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (Mintic) y Pony Malta.

En un evento organizado en la Institución Educativa La Despensa, en Soacha (Cundinamarca) –que también fue reconocida por su compromiso para eliminar el ciberacoso en el país–, el ministro de las TIC, David Luna, afirmó que se sentía muy satisfecho de ver los resultados del concurso Conciencia, el cual recibió más de 3.000 propuestas creativas.

La primera propuesta ganadora fue ‘Power App’. Se trata de una plataforma web que combate el ciber-acoso por medio de consejos. “Mi proyecto consiste en que una persona puede ayudar a otra siendo un superhéroe. Por ejemplo, una víctima de matoneo escribe su testimonio en la página. Luego espera una respuesta con lo que debe hacer para afrontar el problema”, dijo Karen Muñoz, del Liceo Cervantes de Popayán.

El segundo proyecto premiado fue el video ‘Las caras de ciberbullying’, en el que se dio a conocer a varios involucrados desde cuatro miradas: quien lo siente y soporta, quien lo hace y disfruta, quien no reacciona y lo ignora y quien protesta y decide ponerle fin a todo.

Karina Bustamante, del Centro Educativo Paulo Freire, de Bucaramanga, manifestó que la idea surgió porque su hermana sufrió de matoneo en el colegio. “Las redes sociales fueron determinantes para que sus compañeros la molestaran por su apariencia. Eso me ayudó a poner este problema sobre la mesa y así crear el video con el objetivo de generar conciencia en las personas”, sostuvo.

Por su parte, ‘Mi voz cibernética’, serie de YouTube que muestra cómo el internet y las personas que hacen ciberacoso afectan a los demás, obtuvo el tercer puesto. Estefanía Pérez y su hermano Federico, creadores de la iniciativa, aseguraron que el proyecto nació gracias a los testimonios de varios youtubers que sufrieron burlas y críticas en redes sociales.

“En cada capítulo hicimos visible un caso de matoneo. Entendemos que este problema no es nuevo y por eso queremos atacarlo y combatirlo desde las mismas redes sociales. Además, tratamos de brindarle al usuario una moraleja al final del video”, señaló Federico, del colegio Alfonso López Michelsen, de Bogotá.

Cabe recordar que, de acuerdo con la encuesta ‘Uso y apropiación de internet en Colombia’ hecha por Datexco, el 41 por ciento de los jóvenes entre los 12 y 17 años conoce a personas que han sido atacadas a través de las redes sociales. Mientras que el 75 por ciento de los colombianos no sabe qué hacer cuando recibe insultos o son chantajeados por estos medios.

Fuente: http://www.eltiempo.com/estilo-de-vida/educacion/proyectos-para-combatir-el-ciberacoso/16801104

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